Paisajes pampeanos : evolución de un territorio

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PAISAJES PAMPEANOS EVOLUCIÓN DE UN TERRITORIO




AGRADECIMIENTOS Agradezco A mi tutora, para su confianza Al personal de bibliotecas u otros centros de archivos, para sus orientaciones puntuales A mis padres, para su soporte y relecturas


ABSTRACT El territorio se estructura espacialmente por medio de las sucesivas lógicas que van guidando su organización en diferentes etapas históricas. Sin bien, ciertos de estos procesos se desvanecen a lo largo del tiempo, el territorio guarda sus trazas a la manera de un palimpsesto. En este marco, el siguiente trabajo se propone estudiar la evolución de la pampa argentina a través de los prismas de las vaquerías, de los fortines militares, del ferrocarril y de la ruta, en búsqueda de ciertos principios que posibilitarían una intervención futura.


INDICE

INTRODUCCIÓN

p- 9

RESUMEN HISTÓRICO

p - 11

ANTECEDENTES PRECOLONIALES

p - 13

PRIMEROS ASENTAMIENTOS COLONIALES ( 1500-1776 )

p - 13

CONQUISTA COLONIAL Y INDEPENDENCIA ( 1776 – 1860 )

p - 15

APROPIACION DEL TERRITORIO (1860 – 1880 )

p - 19

DESARROLLO DEL MODELO AGROEXPORTADOR (1880-1950 )

p - 23

PROCESOS DE MODERNIZACION (1950-2000 )

p - 24

CAMBIO DE PARADIGMAS RURALES

p - 26

CONCLUSION

p - 30

CARTOGRAFÍA TEMÁTICA

p - 31

IDENTIDAD

p - 39

PAISAJE DE LA PAMPA ORIGINAL

p - 41

FIGURA DEL GAUCHO

p - 44

APROPIACIÓN

p - 47

DIFERENTES MOTIVOS DE CONQUISTA ( civilización, gobernación y economía )

p - 49

PASAJE A UN PAISAJE DE PRADERA

p - 53

EMERGENCIA DE LIMITES

p - 54

CONSTRUCCIONES MILITARES

p - 55

ESTRUCTURA TERRITORIAL

p - 58

CIUDADES EN DAMERO

p - 61

TRANSFORMACIÓN

p - 67

DESAROLLO DEL MODELO AGROEXPORTADOR

p - 69

TENDIDO DE LA RED FERROVIARIA

p - 69

REORGANIZACION TERRITORIAL

p - 70

PERCEPCION DEL ESPACIO

p - 72

COLONIAS AGRICOLAS

p - 78

ALTERACIONES URBANAS

p - 81

ARQUITECTURA FERROVIARIA

p - 83

REPARTICION DEL PODER

p - 85

CRITICA DEL MODELO AGROEXPORTADOR

p - 86

EFECTOS DE LA INMIGRACION

p - 88


CONSIDERACIONES INTERMEDIAS

p - 92

FACTORES CONDICIONANTES

p - 92

ELEMENTOS CARACTERISTICOS

p - 93

LIMITES DEL MODELO DE CUADRICULA

p - 95

EVOLUCION DE LA PLAZA TRADICIONAL

p - 99

EMERGENCIA DEL PARQUE URBANO

p - 101

PROYECTO DE LA QUINTA NORMAL

p - 107

OPOSICION ENTRE VIVIENDA RURAL Y URBANA

p - 109

__ DEL TOLDO ...

p - 109

__ ... AL RANCHO...

p - 110

__ … HASTA LA ESTANCIA

p - 113

__ VIVIENDA URBANA

p - 123

MODERNIZACIÓN

p - 129

CRISIS DEL MODELO DE DESARROLLO

p - 130

DECLIVE DE LA AGRICULTURA TRADICIONAL

p - 131

EXODO RURAL

p - 132

CONSTRUCCION DE LA RED VIAL

p - 134

DECLIVE DEL FERROCARRIL

p - 136

JERARQUIA URBANA

p - 137

POLARIZACION DEL TERRITORIO

p - 140

EVOLUCION DEL ESPACIO PRODUCTIVO

p - 143

TURISMO RURAL

p - 146

EXPANSION Y DEFORMACIONES URBANAS

p - 153

RESTRUCTURACION DEL ESPACIO SOCIAL

p - 162

BARRIOS CERRADOS

p - 165

POSTURAS ARQUITECTONICAS

p - 169

__ MODERNISMO

p - 169

__ MONUMENTALISMO

p - 171

__ TRANSFIGURACION

p - 173

__ MIMETISMO

p - 179

CONCLUSIÓN

p - 180

LISTA DE FIGURAS

p - 182

BIBLIOGRAFÍA

p - 187


Figura 1 - Chablis, département de l’Yonne

Figura 2 - Leandro N. Alem, provincia de Buenos Aires

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INTRODUCCIÓN La motivación primera de este trabajo fue la voluntad y la curiosidad de ver otras lógicas de manejo del espacio fuera de las grandes ciudades como Buenos Aires o París, que son estudiadas casi de manera omnipresente a lo largo de la carrera. Mi enfoque derivó entonces rápidamente hacia la noción de “ territorio” y luego de “ espacio rural ”. Iniciada la reflexión en el marco de un intercambio universitario en Francia, me dediqué durante un tiempo en estudiar la historia y la formación de la ruralidad francesa. Al final del intercambio, tuve que regresar a la Argentina para cursar el taller de tesina en mi universidad. Considerando en ese momento la necesidad de tener un sitio de relativa proximidad y accesible para unas visitas in-situ a futuro, orienté mis estudios al campo argentino, es decir al espacio pampeano. Habiendo vivido principalmente fuera de la Argentina, mi experiencia con el entorno de la pampa se resumía a unas pocas estadías en estancias turísticas y una incursión con un familiar a unas caballerizas de polo fuera de la ciudad, incluso en estas se trataban para mí de trayectos de punto a punto sin prestar una mayor atención a los espacios atravesados. En cambio, estaba mucho más familiarizado con el ámbito del campo francés por tener parientes y amigos viviendo en ese medio y que había visitado seguido en varias ocasiones. Al comparar por primera vez, dos imágenes satelitales de pueblos ubicados respectivamente en Francia y en Argentina, mi sorpresa fue enorme. Desde el punto de vista aéreo, las dos fotografías contaban 2 realidades totalmente distintas. La estructura territorial del campo argentino nada tenía que ver con la del campo francés. Mientras que esté suponía, en su forma, el crecimiento orgánico modelado a través de siglos y una adaptación vernácula a variables geográficas e históricas, el argentino presentaba una homogeneidad implacable y un fuerte grado de artificialidad a tal punto que parecía haber sido planificado por unos ingenieros. Esta sensación se reforzaba a medida que tomaba más distancia, las manchas blancas de las ciudades contrastando sobre el fondo verde de la pampa parecían repartirse uniformemente y de forma sistemática en el territorio. Sus lógicas organizativas eran diferentes y también lo eran sus problemáticas propias. Tuve entonces que descartar la mayoría de los conocimientos que había adquirido durante mis búsquedas previas para abordar este territorio con una mente y una mirada nueva. El territorio se entiende como un telón de fondo donde se manifiestan los fenómenos humanos, es decir las interacciones entre los diferentes actores ( sociales, institucionales, económicos ) y las del hombre con el espacio. En este sentido el territorio se forja como un palimpsesto en el cual se pueden leer las diferentes espacialidades desarrolladas por una sociedad en el transcurso del tiempo, dando forma a una sucesión de paisajes. Cada uno de estos paisajes traduce une voluntad de habitar particular con una inscripción de usos determinados. A su vez, el territorio construido influye y condiciona a todos los miembros de la sociedad, ya que los individuos se constituyen por el medio del espacio estableciendo en él una serie de relaciones de diferentes tipos.

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“ En la evolución de los medios humanos, pareciera que las sociedades organizan su entorno en función de la percepción que tienen de él, y recíprocamente que lo perciban en función de la estructura que le den. “ Augustin Berque – Mouvance II : soixante-dix mots pour le paysage Los lugares, como unidad espacial, se conciben como puntos donde se concentra la vida social a grandes rasgos. Cada uno de ellos disponen a la vez de una dimensión material localizada, mensurable (o topos) y de una dimensión inmaterial, inconmensurable ( o chôra ) que los inscribe en el mundo sensible sin límites. A través de los lugares se produce una intermediación compleja de lo individual, de lo social, de lo cultural, de lo natural y de lo espacial. Por ende, se definen como elementos centrales del funcionamiento del territorio. Existen tantas lecturas del espacio como individuos, grupos sociales o disciplinas. Para poder entonces actuar “con” el territorio, y no “sobre” él, es necesario comprender las diferentes lógicas en juego para preservar aquella pluralidad. Esta tesina se propone estudiar entonces la evolución de las tendencias que estructuraron y estructuran el territorio pampeano a lo largo del tiempo. La pampa se presenta como un caso de análisis particularmente pertinente por la siguientes razones : a nivel geográfico, se constituye de un entorno relativamente homogéneo y a nivel histórico, gran parte de su crecimiento se realiza en un periodo relativamente acotado, produciendo así una uniformización de las formas de organización. Sin embargo, detrás de esa simplicidad aparente, la pampa revela una construcción compleja, con innovaciones sucesivas que transformaron drásticamente su paisaje. Para desarrollar estos conceptos, el trabajo se divide en los puntos siguientes : - una primera parte introductoria que resume los principales hechos históricos ocurridos en la región pampeana de manera de tener una visión global que se acompaña de cartografías temáticas. - una segunda parte sobre el estado original de la pampa y las primeras incursiones del hombre en ese medio, lo que constituye su identidad primaria. - una tercer parte sobre las vías de apropiación del territorio, a la vez espacial y simbólicamente, guiada por la conquista militar. - una cuarta parte sobre la transformación del territorio con fines económicos, periodo en el cual se produce el mayor crecimiento con la incorporación de poblaciones extranjeras y del ferrocarril. - una quinta parte sobre las modificaciones producidas por la modernidad y los cambios de lógicas que resultan de ellas. En todos los capítulos se busca en paralelo entender las repercusiones de estas sucesivas evoluciones en el dominio de la arquitectura, del urbanismo y del espacio en general.

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RESUMEN HISTÓRICO


Figura 1 - Mapa de movimientos entre 1500 y 1776 : Tras la fundaciones de unos asentamientos sobre el litoral del rio Paraná, las actividades coloniales españolas se concentran luego en el noroeste del territorio, a proximidad de las minas del Alto Perú.

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ANTECEDENTES PRECOLONIALES La población de las tierras pampeanas previamente a la llegada de los españoles estaba constituida por diversos grupos indígenas, en proporciones relativamente escasas a comparación de otros territorios latino-americanos; dentro de las diferentes etnias podemos nombrar a los guaranís, los querandí, los chanas y los mbeguas. Esas tribus, en la grande mayoría, vivían según una tradición de cazadores-recolectores, en forma nómade. En ciertos sitios del delta del rio Paraná se pudo hallar signos de una forma primaria de horticultura, principalmente de maíz, poroto y calabaza, pero son excepciones. Considerando esas condiciones, se entiende que las trazas que dejaron esos primeros pobladores son muy limitadas, incluyendo particularmente algún vestigio de patrimonio construido. Sin embargo, se pudo estudiar que las estructuras sociales que regían esas poblaciones eran en un principio bastante básicas. Las tribus se componían de una docena de personas con una figura de jefe débil, privilegiando la solidaridad y la cooperación entre los diferentes integrantes del grupo. A lo largo del tiempo se pudo notar una evolución en sus modos de vidas, alejándose de las sierras para acercarse a los litorales y a zonas lagunares, practicando la pesca (con arpones de hueso y redes), adoptando nuevas costumbres alimentarias, tendiendo a una mayor sedentarización. Hubo modificaciones con respecto a las relaciones sociales también, con una figura del jefe más marcada, signos de contactos entre las diferentes etnias y hasta formas básicas de redes de intercambios y de comercios. La llegada de los colonizadores españoles tendrá un impacto brutal sobre la evolución de esas poblaciones.

PRIMEROS ASENTAMIENTOS COLONIALES ( 1500-1776 )

En 1516 la expedición dirigida por Juan Díaz de Solís navegó por el Rio de la Plata hasta desembarcar en la isla Martin García, marcando así la primera llegada española a lo que sería el territorio argentino. Al incursionarse en el Rio Uruguay, Juan Díaz de Solís muere durante un enfrentamiento con tribus indígenas. En el área de la pampa se realizan varias otras expediciones, una de las más relevantes siendo aquella organizada por Sebastián Caboto en 1527 quien ordenó la construcción del fuerte Sancti Spiritus (a proximidad de la actual ciudad Rosario), primer asentamiento español en la pampa. Posteriormente, en 1536, Pedro de Mendoza fundó el Puerto de Santa María del Buen Aire. Esa iniciativa no pudo mantenerse en el tiempo y falló definitivamente en 1541 a causa de los enfrentamientos con las poblaciones indígenas y las hambrunas, en casos conduciendo a la población hasta el canibalismo. En 1573, Juan de Garay, mandatado por la corona española, organizó otra expedición a partir de Asunción en Paraguay y que culminó con la fundación de la ciudad de Santa Fe, primera aplicación de los ideales urbanos renacentistas por parte de los españoles. De manera similar, se organizó una segunda expedición en 1580 para refundar el asentamiento de Santa Maria del Buen Aire ( actual ciudad de Buenos Aires). Para incentivar a las personas a unirse a la expedición prometía diferentes beneficios a los primeros pobladores como mercedes de tierra ( luego distribuidas por sorteo ) y el aprovechamiento de caballos. La expedición constó también con ganados vacunos y una población relativamente importante de indios esclavos. Por mucho tiempo Buenos Aires era considerada como una ciudad menor.

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Figura 2 - Retrato del primer asentamiento de Buenos Aires, pudiendose apreciar su caracter fortificado durante aquel periodo

Figura 3 - Plan de parcelamiento de la ciudad de Buenos Aires al momento de su segunda fundacion por Juan de Garay en 1580 - los lotes llevan el nombre de sus proprietarios

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Entre los siglos XVI y XVIII la presencia española en Argentina se instala moderadamente, ocupando un área restringida. Con la consolidación de la colonización española, la gran parte de las actividades se focalizaron en el Noroeste del país, a proximidad del centro minero de Potosí en Perú que representaba el mayor polo económico del sector. A otra escala, la zona de Córdoba se convierte en un centro importante de ganadería, principalmente para la cría de mulas que eran rematadas en las ferias de Tucumán para ser utilizadas después en el transporte de productos mineros. El resto de la economía era de escala local, de consumo simple y de subsistencia. La implantación geográfica de esa actividad principal esbozó un corredor económico que se extendería con el tiempo hacia los litorales del Este buscando vías de exportación hacia el Viejo Mundo por medio de las actuales ciudadespuertos de Buenos Aires y Rosario. Esa ruta, instituida a mediados del siglo XVII, se conoce formalmente como el Camino Real. Los primeros centros urbanos de origen española se establecen de forma precaria, entre localizaciones indígenas y cerca de valles agrícolas irrigados o por motivos religiosos, como pudo ser la fundación de capillas o iglesias a proximidad de caminos para facilitar el acceso de los devotos. En 1640 se estima la población a unos 171.600 habitantes. El Imperio español, por lo tanto, no colonizó la pampa propiamente dicha - en gran parte por la oposición que representaban las populaciones indígenas – y en consecuencia esa región permaneció como relativamente virgen, desierta, con una presencia de nativos aún limitada, grupos nómades sin construcciones y poca variedad de fauna y flora. Sin embargo, debido a las sucesivas expediciones españolas a fines del siglo XVI, se introdujeron lentamente nuevas especies animales como el caballo y la vaca. A pesar que los contactos con las poblaciones indígenas eran todavía escasos y muy rudimentarios, la cohabitación entre colones e indígenas impactó fuertemente ambas culturas y de forma desequilibrada. La multiplicación del ganado cimarrón dejado después de la primera empresa colonial española y así como la reproducción de prácticas agrícolas desarrolladas por los colones (trigo, maíz) modificaran los hábitos alimentarios indígenas y sus modos de vida. En esas ocasiones de caza de ganado cimarrón, los indios entraran en competencia con los gauchos, dando forma así a la primera actividad ganadera propiamente pampeana: la vaquería. El acercamiento de las poblaciones indígenas junto a la voluntad de conquista de los españoles producirá una desconfianza creciente de su parte hacia el indio, que se vio materializada en la multiplicación de las construcciones militares.

CONQUISTA COLONIAL E INDEPENDENCIA ( 1776 – 1860 )

Al inicio del siglo XVIII, una serie de cambios políticos en el Imperio español modifica el estatus de los territorios americanos, pasando de ser casi “reinos” con relativa autonomía a convertirse en colonias dependientes directamente de la autoridad de la corona española. En ese contexto, en 1776, en pos de la división del Virreinato del Perú se funda el virreinato de la Plata, para facilitar las tareas de gobernación. El desarrollo de la actividad portuaria de Buenos Aires establece a la zona como segundo polo económico importante, produciendo un incremento significativo de su población que se instala tanto en la ciudad misma como en las áreas aledañas, pasando de 2.000 habitantes en Buenos Aires en 1580 a 39.000 y de 1.000 en zonas de campo a 34.000.

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Figura 4 - Mapa de movimientos entre 1776 y 1860 : Con la fundación del Virreinato de la Plata y luego la Independencia, la zona bonaerense cobra una importancia económica gracias a la actividad de su puerto y la estructuración de la actividad ganadera en la campaña, y se definen así 2 cuñas habitacionales relativamente separadas.

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Las actividades agrícolas se incrementan a proximidad de las ciudades para la producción de los alimentos de consumo diario y la ganadería vacuna se desarrolla como industria, junto a la del saladero, para la producción de cuero, sebo y tasajo para la exportación El progreso de las actividades económicas en la región y la amenaza de saqueos y ataques por excursiones indígenas contribuyeron a las bases de una verdadera guerra contra la figura del indio con la puesta en obra de una primera línea frontera conformada por fortines delimitando la zona “liberada” en los alrededores de Buenos Aires de las tierras del interior de la pampa, controladas ellas por los indios y las montoneras. Dentro de las numerosas construcciones militares edificadas durante ese periodo figuran una serie de fuertes ( San Miguel del Monte, Chascomús, San Vincente, Salto, Rojas, Melincue, Guardia del Luján – actual Mercedes ) y fortines (Ranchos, Carmen de Areco, Lobos), materializando un elemento límite de defensa. En paralelo al desarrollo militar, la formación de núcleos por motivos religiosos se mutiplica como en el caso de las capillas Zárate, de Morón, de Magdalena y de Tigre. En algunas ocasiones, como fue en la fundación de Dolores, combinando la función religiosa ( una capilla ) con la función militar ( una guarnición ). Dolores fue el primero poblado al sur del Rio Salado, extendiendo simbólicamente la línea frontera contra el indio. A comienzos del siglo XIX surgen una serie de conflictos despues de la ruptura con la corona española. En 1810 la República Argentina consigue su independencia, proclamada definitivamente en 1816. El nuevo estado nación establece Buenos Aires como ciudad capital, terminando de polarizar el territorio nacional en dos cuñas: la zona del Noroeste hasta Córdoba y San Luis por un lado y la zona de Buenos Aires por otro, ambas separadas por un espacio prácticamente despoblado. Al nivel territorial, este fenómeno repercuta en la afirmación de dos caminos: el camino del Alto Perú ( atravesando por Córdoba, Morón, Luján, San Antonio de Areco ) y el camino de Santa Fe (pasando por las Conchas, Zárate , Bacadero, San Pedro, San Nicolás). Fue realmente con los gobiernos argentinos y particularmente con la asunción de Juan Manuel de Rosas ( miembro de la actividad ganadera ) en 1829 a la gobernación de Buenos Aires, que se intensifican las operaciones militares para asegurar y expandir la zona “liberada”. Dentro de ellas, la más importante fue la denominada “Campaña del Desierto” que se inicia en 1833 con el fin de liberar superficies importantes de tierras para el desarrollo de las actividades agropecuarias.

“La conquista de la pampa se hace imprescindible ante la fórmula: más tierra más ganado.” Gazaneo Jorge O, Scarone Mabel M. – Tres asentamientos rurales El emprendimiento militar se materializa en la construcción de nuevos fuertes en ubicaciones estratégicas: en sitios de alturas (Tandil) o protegidos y a proximidad de un curso de agua (Junín). La liberación de terrenos permitió la fundación de nuevos poblados, como Azul y Fuerte, combinando esta vez la función productiva (estancia, actividad agropecuaria) con establecimientos militares. La extensión del territorio bajo dominio criollo pasó de 40.000 km2 en 1820 a 180.000 km2 en 1830.

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Figura 5 - Mapa de la operacion Conquista del Desierto, dirigida por Rosas en 1833 - se puede observar el caracter fuertemente incursionista de esas expediciones.

Figura 6 - Avance succesivo de la linea frontera frente al indio, coincidiendo con la expansion del territorio “pacificado”.

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La población estimada en ese periodo era de 675.000 habitantes. Sin embargo, a pesar de esa primera expansión planificada, la población de las tierras pampeanas era en grande parte dispersa y se agrupó en estancias, siendo los verdaderos pioneros de la ocupación del territorio, por lo menos hasta 1860. Las primeras estancias ganaderas se instalan cuidando el ganado cimarrón ahora domesticado en sitios próximos de aguadas permanentes y pasturas naturales. A partir de 1840 aumenta también la proporción de ganadería ovina, debido a una demanda de lana por parte del mercado internacional, importando animales desde el extranjero. La cría de ovinos, por tener mayor práctica con ese animal, fue más fácil de desarrollar. Esta forma de asentamientos dichos a “campo abierto” se concentraban sobre sí mismos, exgiendo una cierta cantidad de mano de obra para la realización de las diferentes tareas, pero estaban alejados unos de los otros por las grandes superficies de tierra que circundaban cada estancia.

APROPIACIÓN DEL TERRITORIO (1860 – 1880 )

Si bien tras la caída del gobierno de Rosas en 1852, se produjó un retroceso de la línea frontera, el territorio pampeano estaba casi “liberado” de la amenaza india. En 1879, el general Roca inicia la “Campaña contra el indio”, extentiende definitivamente sus límites. Sobre el territorio pacificado se pudo promover el proceso de poblamiento de las tierras, siguiendo el lema de Juan Bautista Alberdi: “Gobernar es poblar.” Las tierras liberadas, de propiedad pública, fueron divididas por el gobierno nacional en lotes, trazando virtualmente cuadrados de 10.000 ha en el espacio pampeano. Esas particiones de territorio fueron luego distribuidas a oficiales y soldados de la guerra o rematados de manera pública a compradores como fue el caso de la localidad de Chivilcoy. Al mismo tiempo, la implementación de colonias agrícola-militares ( Guarmini, Trenque Lauquen, Puna, Carhue ) motivó el proceso de ocupación de esas tierras. La población de la campaña aumenta de forma muy significativa y en una proporción aún mayor a Buenos Aires, pasando de 57.000 habitantes en 1820 a 335.000 en 1880.; en comparación Buenos Aires creció de 52.000 a 198.000 habitantes. La valoración económica creciente del territorio y sus requerimientos de mano de obra, fueron los incentivos principales para el proceso de poblamiento, atrayendo notoriamente a una fuerte ola de inmigración que se puede categorizar en 2 tipos : interna, desde las provincias del Norte del país y externa, desde Europa ( Italia, España, Francia, Irlanda, Escocia). La gran parte de la inmigración extranjera está íntimamente ligada con el segundo proceso de colonización del territorio pampeano, atraída por las posibilidades de trabajo y el sueño interior de realizar fortuna en el país. Se estima que en ese periodo la población extranjera era del 30% en Buenos Aires y del 19.2% en la campaña.

“Tu regardes les yeux pleins de larmes ces pauvres émigrants Ils croient en Dieu ils prient les femmes allaitent les enfants Ils emplissent de leur odeur le hall de la gare Saint-Lazare Ils ont foi dans leur étoile comme les rois-mages Ils espèrent gagner de l’argent dans l’Argentine Et revenir dans leur pays après avoir fait fortune” Guillaume Apollinaire – Extrait du poème Zone

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Figura 7 - Mapa de movimientos entre 1860 y 1880 : La región pampeana se expande junto a la conquista definitiva del territorio frente a las poblaciones indígenas. Se implementan las primeras vías de ferrocarril, notamente entre Rosario y Córdoba que permite unir las 2 cuñas habitacionales del país.

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La conquista militar fue seguida por la conquista poblacional, consolidando el nuevo territorio. De forma casi simbólica, el trazado de las vías de circulación hacia la zona del Noroeste siguió en parte a las del antiguo camino del Perú, conectando definitivamente las dos áreas del país. Sin embargo, en ese entonces el territorio pampeano solo mantenía una relación secundaria con el Noroeste y ya se habia enfocado ahora hacia el rio de la Plata al Este y hacia Buenos Aires. Sin duda, el mayor actor del desarrollo de la región fue la puesta en obra de las redes de ferrocarril con fines de conectar las tierras interiores de la pampa a Buenos Aires. Fue un vector mayor de poblamiento y de urbanización en el sentido que no solo permitió el desarrollo y la redinamización de núcleos urbanos ya existentes, sino también fue un motivo de fundación de muchos y nuevos aglomerados urbanos que se instalaron alrededor de las estaciones de tren, concentrando nuevas funciones (depósitos, almacenes, viviendas, establecimientos de comercios) en sus zonas de influencias. En esas ciudades agrícolas, la estación de tren actuaba como el nodo espacial del conjunto: era el punto de llegada tanto de las personas como de los diferentes materiales necesarios parar las actividades. Desde el origen, el campo fue sujeto a la ciudad, proveyéndole alimentos y otros recursos necesarios para la expansión urbana. Al nivel económico, el tendido del ferrocarril permitió valorizar las tierras del interior ofreciendo un canal de salida a los productos agrícolas hacia los puertos de embarque. En la década 1880, la introducción del frigorífico permitió un desarrollo importante de la ganadería vacuna volviendo posible la exportación de la carne, con una selección de razas propiamente aptas para la producción de carne. El crecimiento considerable del ganado vacuno requería el incremento de las pasturas mediante la siembra de forrajes y como consecuencia, surgió un interés importante para la agricultura en el país ( en su mayoría de trigo y maíz ). El territorio se especializa espacialmente, la zona Norte de la región combinando las actividades de agricultura y ganadería, y la zona Sur dedicada casi exclusivamente a la industria ganadera ; la industria lanar migra fuera de la región hacia la Patagonia. Esa especialización se encuentra también al nivel poblacional donde generalmente los colonos realizaban agricultura mientras que los estancieros se dedicaban a la ganadería. La mutación de las actividades agropecuarias en una industria de exportación masiva requirió nuevos estándares para mejorar su capacidad productiva, como nuevas infraestructuras para el procesamiento y la comercialización de los productos y una observación metódica del clima de la región para optimizar los cultivos. Ese nuevo rigor técnico-científico denota un cierto cambio de paradigma al nivel cultural, pasando de un modelo español basado en la intuición y la improvisación frente a la abundancia del producto explotado ( era del saladero y de la domesticación del ganado cimarrón ) hacia una tendencia anglo-sajona basada en los principios de la ciencia, de la técnica y de la organización. Frente al auge pampeano, los campos del Norte y de Cuyo no pudieron competir ni con las condiciones naturales de la zona ( ideales para las actividad agrícola y ganadera) ni con la distancia que los separaba de los puertos de exportación (Buenos Aires, Rosario, La Plata y Bahía Blanca) que aseguraban la conexión con los mercados mundiales. Con sus producciones abastecían los mercados cercanos de Perú, Bolivia y Chile y enviaban los excedentes hacia Buenos Aires, sumándose a las propias producciones pampeanas. Gracias al desarrollo exponencial de las actividades económicas en la zona, Buenos Aires logró acumular considerables capitales y saldos exportables.

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Figura 8 - Mapa de movimientos entre 1880 y 1914 : La extension del tendido ferrovario permite connectar las areas del interior con los principales puertos ( Buenos Aires, Rosario , Santa Fe ) , organizando de esa manera mecanica de nacion agroexportadora.

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La zona de la pampa concentra entonces gran parte de la población y de los recursos económicos del país. La situación geográfica denota una macrocefalia donde Buenos Aires ejerce una predominancia sobre el resto del territorio. En 1880, la federalización de la ciudad autónoma de Buenos Aires produce una separación política y administrativa entre la capital y su provincia. Sin embargo, esa separación no impidió el crecimiento de la trama urbana hacia varios pueblos contiguos, formando así la aglomeración de Buenos Aires. En las tierras del interior de la pampa, la superposición de la trama poblacional con la del ferrocarril revela una red urbana discontinua donde los centros urbanos siguen la alternancia de las estaciones de tren, induciendo grandes distancias entre las ciudades y una cierta desarticulación funcional del conjunto. La capital y la provincia albergan en ese momoento 27% de la población total del país.

DESARROLLO DEL MODELO AGROEXPORTADOR (1880-1950 )

A partir de fines del siglo XIX, la estructura poblacional y el sistema urbano se desarrollan en función del modelo económico de la Argentina como agroexportadora, dependientes de la forma de explotaciones y del proceso de valorización de las tierras. Los procedimientos agropecuarios evolucionan y se implementan también nuevos sistemas organizativos como empresas de comercialización de los productos del campo ( Mercado Central de frutos inaugurado en 1889 ) y empresas importadoras de maquinarias ( Agar Cross ). Hubó una fuerte expansión del cultivos de cereales (principalmente del trigo ) y de oleaginosas ( lino, girasol ) debido al incremento de la demanda externa. La ganadería siguió creciendo en paralelo de la industria frigorífica con fines de exportación de carne. Las dos prácticas se distribuyeron en el territorio con ciertas especificidades. La zona Este pampeana sirviendo para la cría del ganado en los campos húmedos y el Oeste para su engordo en los campos más secos; entre los dos se instala una franja de predominancia agrícola con una preferencia del cultivo de trigo en su zona Sur y del cultivo de maíz en el Norte. Dentro de los centros principales de la actividad agrícola-ganadera aparecen las ciudades de Pergamino, de Junín y de San Nicolás. La composición de la red urbana en la pampa es a la vez el producto de la división territorial del trabajo y su condicionante. El sistema de transporte de la producción fue el motivo del tendido del ferrocarril y estuvo dirigido por fondos extranjeros ( ingleses y franceses) , asegurando la conexión entre los litorales ( puertos de exportación) y las tierras del interior de la pampa ( zona de producción ). Al mismo tiempo el ferrocarril guió la reorganización de la campaña, de forma que los nuevos pueblos se implantaron a proximidad de las estaciones de ferrocarril para poder realizar las actividades agropecuarias. Durante el desarrollo económico de la zona, una serie de ciudades se reforzaron como ciudades intermedias, compensando un poco la desproporción que existía en la jerarquía urbana entre las ciudades más grandes ( ciudades-puertos ) y los pueblos. El resultado directo de esos hechos es la urbanización no solo del territorio, sino también de la población ( 53% de la población del país en 1915) . El rápido aumento de la población urbana, y en consecuencia el declive de la población rural, se puede explicar según diferentes factores. Por un lado la tecnificación del campo a fines del siglo XIX y principios del siglo XX, con la mecanización de las tareas agrícolas redujó fuertemente la mano de obra necesaria para la explotación de los campos.

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Del otro lado, esa misma mecanización junto con el enfoque exportador generó una tendencia a estancias y campos de grandes extensiones, apropiándose gran parte de las tierras. Ese fenómeno, en cierta medida, dificultó el acceso a la tierra y limitando entonces la radicación de población en “campo abierto”. Entre 1870 y 1914, la inmigración extranjera fue un factor mayor de poblamiento. Sin embargo, una gran parte de los inmigrantes, por las dificultades evocadas previamente, no pudieron convertirse en propietarios de tierras, y en lugar de instalarse en el área rural se establecieron en la ciudad (Buenos Aires y cono urbano bonaerense). A partir de 1915, el crecimiento vegetativo ( por nacimientos ) remplaza a la inmigración como compenente poblador principal. A nivel nacional, el tercer censo de 1914 registra a una población total de 7.885.000 habitantes. La conexión de las diferentes áreas del país sin dudas reforzó el sentimiento nacional, promoviendo transformaciones administrativas y políticas, además de las económicas. Pero en la década de 1930, la crisis mundial impacta fuertemente al país, reduciendo consecuentemente las agro-exportaciones y este impacto ocasiona, en parte, un abandono de los ámbitos rurales. Localmente, tras una crisis climática se ve favorecido un retorno a la ganadería, menos sujeta a las variaciones meteorológicas. Al nivel de la repartición de las tierras, se notan pocas divisiones en esos periodo ya que fueron pocos los trabajadores agrícolas que lograron adquirir la propiedad de sus campos y, en casos, hasta se encontraron desalojados por el desarrollo de la actividad ganadera. Esa serie de crisis en el país señalan los límites de una dependencia a las exportaciones y marcan también el final de una etapa de desarrollo liberal, después de la cual el gobierno, concientizándose de la situación, se involucrará más en el control y regulación de la producción agropecuaria con la creación de varios organismos públicos (Banco central, oficio regulador, etc). En paralelo inicia una nueva política económica de “crecimiento hacia adentro”, con la expansión de diferentes industrias nacionales. Durante la segunda Guerra Mundial, las exportaciones decrecen nuevamente por el hecho que los mercados europeos están involucrados en el conflicto. A su vez, la Argentina está sometida a la presión de Estados Unidos bajo la forma de un boycott impidiendole la venta de sus cereales a otros países (enemigos en particular) o la compra de herramientas agrícolas extranjeras. La producción agropecuaria se ve nuevamente impactada. Los agricultores se orientan hacia una diversificación de los cultivos para evitar los riesgos del monocultivo y consecuentemente, frente a la caída de las ventas de cereales, la actividad ganadera tiene una nueva extensión.

PROCESOS DE MODERNIZACIÓN (1950-2000 )

A partir de la posguerra, los cambios en el sector agropecuario argentino son notables, las exportaciones de cereales disminuyen a la mitad. Entre 1934 y 1938, 19% de la producción de trigo y de harina de trigo comercializada en el mercado mundial provenía de Argentina, ese volumen cayó a 6% entre 1959 y 1962; similarmente las exportaciones de maíz bajaron de 64% a 19% en el mismo periodo. En paralelo, la recrudescencia de la ganadería por su lado se orienta más hacia el mercado de consumo interno creciente, en gran parte urbano. En 1955 se inicia un periodo de recesión en el país que incita a tomar medidas con el objetivo de mantener las exportaciones para el ingreso de capitales extranjeros, fijando el precio mínimo de los cereales y liberando los de la carne.

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Los avances técnicos en la agricultura, particularmente en la mecanización de las tareas de campos, están apoyados en parte por el estado a través de subvenciones que permiten a los productores la compra de equipamiento y de herramientas. Con la tecnificación de la agricultura, el volumen de producción mejora pero a su vez tiene el efecto también de reducir la mano de obra necesaria así como la de imponer una selección entre empleados capacitados para utilizar las nuevas maquinarias y los trabajadores tradicionales. La difusión de los nuevos procedimientos prácticos, como la combinación de agricultura con ganadería en la rotación de cultivos y pasturas para el incremento de la producción, está a cargo de un nuevo organismo estatal : el Instituto Nacional de Técnicas Agrícolas ( INTA ) creado en 1956. Sin embargo, ese periodo marca también una cierta ruptura de la Argentina con los circuitos internacionales de exportaciones agrícolas y de alimentos ; esos mercados fueron reapropiados principalmente por Estados Unidos y, en menor parte, por Australia, Canadá y Nueva Zelandia. Por lo tanto, las políticas económicas se enfocan en el proceso de industrialización sustitutiva – es decir buscando sustituir los bienes de importación - y tercerizando también las economías urbanas con el objetivo de expandir los sectores urbanos y aumentar la población residente en las ciudades. La alta demanda de empleo del sector industrial, de los servicios asociados a la industria y de las actividades de comercios promueve un agrupamiento en los centros urbanos de cierta importancia, conllevando al vaciamiento de las localidades urbanas menores. La migración y la concentración de las personas en esa nueva estructura de polos urbanos genera como resultado la multiplicación de las agglomeraciones de tamaño intermedio. El fuerte éxodo rural se explica también por el carácter cada vez más despoblador de la actividad agropecuaria debido a la tecnificación de sus tareas. En cifras el fenómeno se traduce por la reducción de la población rural entre 1945 y 1970, pasando de 1.200.000 a 790.000 habitantes. Paralelamente, con el desarrollo de la red vial motivado por iniciativas norteamericanas, se reconfigura el circuito de movilidades y remplaza progresivamente la red del ferrocarril. La cantidad de automóviles aumenta fuertemente pasando de 23.000 vehículos en 1916 a 530.000 en 1958. La red de transporte automotor permite una mayor flexibilidad, logrando conectar localidades urbanas de menor jerarquía. Sin embargo, uno de sus efectos principales es el de reforzar la separación espacial entre lugar de residencia y lugar de trabajo, contribuyendo indirectamente al vaciamiento de las áreas rurales. A partir de 1980, se modifica el paradigma industrial implementando una industrialización transnacional, enfocada nuevamente en las exportaciones y en su mayoria en las agro-exportaciones. En las últimas décadas, la política de cancelación de ramales ferroviarios, sella definitivamente el despoblamiento de los pequeños asentamientos de estaciones, de los apeadores y de los pequeños caseríos. Los únicos partidos rurales que registran una ganancia poblacional son los que estan a proximidad de áreas metropolitanas o de una ciudad dinámica. A pesar del nuevo sistema de conexiones, la situación geográfica de la red urbana sigue claramente desequilibrada, con la primacía de Buenos Aires en el territorio, sobre todo después de la formación del conurbano bonaerense por la conglomeración de las localidades linderas.

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Al nivel territorial, la ampliación de la red vial permite conectar a través de autopistas a las 4 ciudades principales de la provincia : Buenos Aires, La Plata, Mar del Plata y Bahía Blanca. Buenos Aires capital sigue siendo el polo urbano dominante que arrastra todo el territorio, concentrando gran parte de las actividades económicas, como también intelectuales, tecnológicas y de poder. Junto con la provincia representan a 46% de la población del país ( censo 2010 ) ; en la provincia la población es en su mayoría urbana ( la población rural esta reducida a 4% ) y nacional ( la parte de población extranjera se limita a 7% ).

CAMBIO DE PARADIGMAS RURALES Los mayores cambios se observan en la evolución del sector agropecuario, principal motor de la región pampeana. Con el objetivo de reconquistar mercados internacionales, se van implementando una serie de innovaciones organizativas y tecnológicas en los procesos de producción que reestructuran profundamente esa actividad. El territorio se ve directamente afectado por estas modificaciones, y cristaliza un modelo agropecuario propiamente pampeano, con un alto grado de tecnificación y de capitalización. Al nivel productivo el cambio se debe en gran parte al fenómeno de la soja que marca un retorno nítido de la agricultura. Así se puede observar, desde la década de los 90, la expansión de esos nuevo sembrados ( oleaginosas – soja ) a través de grandes cultivos. Internamente la soja compite con los otros cultivos más tradicionales, pero tiene la ventaja de un mayor rendimiento comparado al trigo y de una demanda mundial creciente. Consecuentemente se apodera de campos previamente reservados a otros sembrados de cereales como el maíz y el girasol ; el trigo sufre en una menor medida la concurrencia por el hecho de la combinación con la soja en forma de cultivos sucesivos sobre la misma parcela permite mantener la calidad del suelo. La extensión de la soja ahora cubre más de la mitad de la totalidad de la superficie agrícola pampeana ; previamente cultivada en zonas húmedas, gana áreas más secas modificando sus hábitos de producción.

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Esa mejora en el rendimiento también está directamente ligada a los avances técnicos en las diferentes etapas de cultivación. Del lado bioquímico, se encuentran el desarrollo de sembrados genéticamente modificados, el uso de fertilizantes en vista de incrementar el volumen la producción en una misma parcela, la utilización de fitosanitarios ( herbicidas, pesticidas, etc ). Del lado de las herramientas, la técnica de sembrado directo ( sin tener que revomer la tierra), la automatización en tareas como la del riego, el uso de la tecnología satelital (GPS) para la vigilancia de los campos y la guía de las diferentes maquinarias optimizaron la forma de cultivar. Del lado del acopio también, los silos bolsas ofrecen una alternativa a los silos tradicionales ( construidos en duro ) y se pueden desplegar temporariamente en los campos o al borde de las rutas para adaptarse a la escala de la Fig 10 - Los ingenieros agrónomos

cumplen

la

función doble de comunicarse con los inversores y con los productores locales.

producción. En suma, la implementación de esas diferentes mejoras vuelve la actividad agrícola mucho más productiva y competitiva. Esas circunstancias modifican el balance agropecuario en la región y se puede observar un importante receso de la industria ganadera en la producción de carne y en menor parte de productos lácteos. Ese cambio genera una reconfiguración del territorio donde la ganadería retrocede hacia el oeste, en condiciones menos adaptadas. La cantidad de tierras reconvertidas al cultivo de la soja reducen la disponibilidad de terrenos para pastizales necesarios para la cría de los bovinos y por lo tanto se multiplican los “feed-lots”, parques dedicados al engorde de los animales, que son sistemas atípicos para la región.

“ Bovinos contra campos de soja : el propósito es caricatural, sin embargo es perturbador ver desfilar la llanura pampeana y sorprenderse buscando las Angus o Hereford, vacas de origen inglesas tan emblemáticas de la Pampa argentina ¡ […] Pais de ganadería que parece renegar la base misma de su economía agropecuaria. ” Marcelo Sili - L’argentine : expansion agricole et dévitalisation rurale En consecuencia el volumen de la producción agrícola incremento de manera nítida, superando los 92mT en 2010 con una predominancia de la soja predestinada a la exportación a países extranjeros, Argentina siendo el sexto productor mundial de oleaginosas. Así la pampa suministra los productos vegetales que sirven de base a la alimentación de animales criados con más frecuencia en otras partes del mundo. Fig 9, página izquierda - La tecnificación

mecánica

y

química de las actividades agrícolas aumenta el grado

Tal vez se puede emitir una duda frente a la explotación amplificada de los recursos y la contaminación de eco-sistemas naturales aún poco protegidos que están en riesgo por la expansión frenética del cultivo de la soja.

de competitividad al par con los volúmenes de producción.

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Esa nueva competitividad de la agricultura de exportación ( particularmente esa de la soja ) reestructura profundamente los procedimientos económicos, afectando también de forma directa al territorio pampeano en su funcionamiento y en sus hábitos culturales. En hechos, esa nueva forma de agricultura cobra un aspecto de “business” pugnante, y provoca una modificación de los actores tradicionales y el involucramiento de unos nuevos, con un carácter altamente empresarial en vista de una eficiencia y una flexibilidad aún mayor para acomodarse a las necesidades de los mercados exteriores. El pool de siembra, nuevo modelo productivo pampeano, combina en una misma organización a capitales de fuente financiera, el acceso a los conocimientos técnicos, una gestión estratégica de la producción y vías de venta a través de herramientas bursátiles; los diferentes actores intervinientes tienen roles especializados. Los inversores locales o extranjeros, provenientes de sectores financieros, aportan los recursos económicos necesarios al armado de la operación con el propósito de generar un beneficio rápido; sus actividades pueden ser consideradas como de carácter especulativo, en espera de fluctuaciones en los mercados nacionales e internacionales, con los cuales mantienen una relación directa. La asociación con ingenieros agrónomos es un elemento clave para asegurar la buena gestión de los cultivos, con sus conocimientos técnicos aportan consejos y una cierta seguridad sobre la cosecha. Están en contacto con actores más tradicionales como los productores locales. Los hábitos de esos productores se adaptan también, insertándose en redes profesionales para compartir informaciones estratégicas y son muchos más móviles, desplazándose entre la ciudad cercana ( lugar de residencia) , los campos ( lugar de trabajo ) y la grande ciudad (lugar de reunión ). Los contratistas se volvieron actores indispensables del mundo agrario pampeano para la realización de las tareas de campo, con una especialización de más en más marcada, disponen de maquinarias específicas y ofrecen sus servicios a tercios ; representan la capacidad de trabajo local. Las operaciones agrícolas varían en escala, con un volumen de producción calculado previamente para una reventa optimizada, y son generalmente temporarias ( limitadas en el tiempo, por ejemplo a través de una locación en forma de un fideicomiso ) , mismo si se pueden repetir.

$ aporte de capital inversiones ( asesores + semillas )

inversores

$

siembra retorno de la renta comercializacion de la cosecha

cosecha

Figura 11 - Esquema organizativo del pool de siembra

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La segunda clase de organizaciones es el auge de las grandes empresas de producción agropecuaria, disponiendo de todo los materiales necesarios, tanto mecánicos como químicos, para ser competitivas en esa agricultura de exportación ; como ejemplo se puede citar el caso El Tejar. En general representan también un poder económico importante por ser propietarias de grande terrenos, sumando miles de hectáreas, lo que les permite adquirir nuevas parcelas. Esas nuevas configuraciones generan modificaciones desde el punto de vista socio-económico, introduciendo una distancia entre los actores locales ( productores, contratistas ) y los nuevos actores ( inversores, ingenieros agrónomos ) viviendo en las grandes ciudades como Buenos Aires o en el extranjero. Paralelamente se produce una creciente concentración productiva ( un único gestor para varios campos ) y en la distribución de las tierras (extensión de las explotaciones) que se ve reflejada en el tamaño medio de las superficies por explotación, pasando de 470 Ha en 1988 a 634 Ha en 2008. Frente a la puesta en obra de estos nuevos recursos y lógicas productivas las producciones tradicionales, más pequeñas, sufren la competencia y tienden a desaparecer. El declive es evaluable con el número total de explotaciones agrícolas en región pampeana que se redujó de 184.000 en 1988 a 110.000 en 2008. Sin los mismos recursos, no logran alcanzar los mismos niveles de productividad ni obtener los mismos precios de reventa. Conscientes del cambio de situación, los productores familiares suelen alquilar su terreno a los pools de siembra y convertirse en contratistas u optar, para una diversificación de sus actividades, como la introducción a escala reducida formas de ganadería, en general para el autoconsumo o la venta en circuitos de proximidad (mercados, agroturismo, etc). Sin embargo, los pequeños productores representan todavía una parte importante del empleo agrario y son sobre todo esenciales al dinamismo y a la vitalidad de los espacios rurales.

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CONCLUSIÓN La serie de recientes cambios invitan a reconsiderar las problemáticas de base del territorio pampeano, para poder hacer frente a los problemas que se manifiestan en la actualidad, que son el aislamiento difuso producido y heredado por la escala de la vaca y del ferrocarril, la consecuente falta de equipamientos comunales, la baja responsabilidad hacia el medio ambiente y el desarraigo constituyente de lo que se podría definir como una identidad pampeana. De forma anexa, el hecho que las grandes ciudades ( Buenos Aires y Rosario ) ocupen una posición tan preponderante en la región Pampa , fagocitando todo el territorio, explicaría en parte que las cuestiones del legado y de la evolución de las ciudades pampeanas puedan aparecer como un tema relativamente poco abordado. Para encontrar elementos necesarios para avanzar hacia unas soluciones hipotéticas, hará falta detenerse en algunos puntos claves como son la formación de ese carácter pampeano y sus rasgos particulares, la evolución del paisaje ( que es sin duda unos de los testigos más flagrantes de los cambios ocurridos a lo largo del tiempo), los diferentes modelos de estructuración del territorio por diversos agrupamientos urbanos, así como la formación de esas mismas ciudades pampeanas y sus características. En otra escala de análisis, se podrá observar la oposición de diferentes visiones del espacio a través de las tipologías rurales y urbanas que conforman unos hábitats distintos. Similarmente se buscara las diferentes formas que toman los espacios sociales y publicos en función del ambito urbano o rural. Finalmente la urbanización de la periferia de la ciudad, notoriamente a través de los country clubs, pero también como franja de intermediación entre la ciudad y el espacio rural, resumirá el fin de esta investigación.

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CARTOGRAFÍA TEMÁTICA

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RELEVAMIENTO topográfico

A COMPLETAR

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RELEVAMIENTO ambiental

A COMPLETAR

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INFRAESRUCTURA vial

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INFRAESTRUCTURA ferroviaria

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PUEBLOS en vía de desaparición

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TURISMO tipos

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PRODUCCIÓN tipos

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IDENTIDAD



PAISAJE DE LA PAMPA ORIGINAL La denominación Pampa proviene originalmente de una palabra quechua ( bamba ) que se refería a las llanuras del altiplano de Perú, con el tiempo los colonizadores la castellanizaron ( pampa ) para indicar asi a las llanuras cubiertas de pasto y luego a la región actual ; por lo tanto esa denominación hace una fuerte referencia al sentido perceptual. De forma general la región pampeana está definida por su llanura topográfica : hay una diferencia altimétrica de menos de 130m entre el interior y el nivel del mar en la costa atlántica. Los leves relieves presentes permiten caracterizar a 3 subregiones : la pampa deprimida ( caracterizada por una escasa pendiente del terreno que impide el buen escurrimiento de las aguas superficiales ) , la pampa ondulada ( caracterizada por una serie de valles aluvionales formando médanos de tierra ligera cubiertos con vegetación ) y la pampa interserrana ( al oeste, con un relieve más marcado y elevaciones de hasta 200m ) . A esos se pueden sumar otros raros “accidentes” geográficos, como montes ( a proximidad de Tandil ) y las dunas de arenas en la zona litoral. Las diferentes elevaciones o depresiones del terreno, en conjunto con algunas variaciones en el clima templado, determinan otra división, que es de mayor relevancia : la pampa húmeda y la pampa seca. Al nivel hídrico, existen 2 cursos de agua mayores : el rio Salado y el arroyo del Medio, además de una variedad de arroyo menores. El primero que marcó durante casi 300 años la frontera con el territorio indio, delimita ahora la subregión denominada Pampa Anterior; las zonas que lo bordean (Pampa del salado) son áreas deprimidas y por lo tanto fácilmente inundables. De hecho en muchos casos, las ligeras irregularidades del terreno son reveladas justamente por las precipitaciones o los escurrimientos de aguas que producen inundaciones, como en las cañadas ( terrenos extensos inundados con poca profundidad de agua ) y los bañados ( praderas al borde de ríos que son perjudicadas por las crecientes de estos). De manera más permanente, las lagunas están formadas por la acumulación de agua en un punto especificio debido a una depresión del terreno y sus bordes son variables en función de la sequía o de las precipitaciones. Generalmente las diversas aéreas susceptibles a inundaciones fueron impedimentos para la instalación de populación de manera estable. Sin embargo, aquellos puntos fijos de agua, como eran las lagunas, en un momento eran percibidos como oasis y causas de conflicto entre el ejército militar y los indios. Similarmente los diferentes meandros y confluencias, formados por los arroyos y ríos, eran sectores codiciados por sus capacidades a contener el ganado, con una preferencia para las formaciones en ángulo agudo. El suelo pampeano presentaba también una característica bastante uniforme a primera vista, componiéndose de una cubierta continua de vegetación baja y una escasez de árboles. Esa característica se explica por la naturaleza del suelo, producto de la sedimentación y descomposición de minerales volcánicos, que tiene atributos fértiles (molisoles) para la implantación de la vegetación de pradera. Las gramíneas y otros pastos duros como la paja colorada o las cortaderas eran dominantes en las estepas de campo llano, formando un tapiz vegetal de 30 a 40 cm de alto. En las estepas de lomada, zona de mayores elevaciones, predominan otras especies como la flechilla en matas ( hasta 50cm de alto ), el vinagrillo, el macachín, la rama negra, la flor de sapo y los matorrales de curros ( hasta 2m de alto ). En otros casos existen variaciones, particularmente en presencia de agua, así es

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como se pueden encontrar juncales de playas ( en las zonas costeras ), juncales de laguna ( en bordes inundables de laguna) , totorales ( en los pantanos ) y pajonales ( en zonas de bañados y campos inundables ). Debido a la carencia de árboles, las pocas especies presentes estaban generalmente en zonas húmedas, como los bordes de los arroyos o agrupadas en pequeñas islas ( hasta 3 especímenes Dentro de ellas se puede citar al sauce colorado, un árbol indígena de corteza color rojizo, que era también símbolo sagrado para los poblaciones indias quienes les aportaban ofrendas y los usaban para rituales. Por todas sus características el paisaje de la pampa está entonces percibido como un vasto plano extendido de una extraordinaria homogeneidad, cuyos diferentes atributos ( o carencia de ) actúan en sinergia para producir, tanto en la mente de los primeros pioneros como en la de los diferentes viajeros extranjeros que recorrerán ese territorio un siglo más tarde, un impacto profundo al nivel perceptual. Ese “efecto pampeano” se da a primer vista por la escala sublima del paisaje, su vastedad y su apertura en exceso, expresada en varios escritos por viajeros u otros autores, hasta comparando metafóricamente esa extensión a un océano.

“ Aparentemente interminable, ancho como un océano, donde las olas parecen ondular sin avanzar ni retroceder.“ Roberto Cunningham Graham

“ La pampa inmensa y solitaria como el océano, pero más silenciosa y quieta. “ Alvaro Barros

“ Solamente cruzándolo una y otra vez es que se puede apreciar sus distancias aparentemente infinitas y recibir esa impresión de vastedad que solo se adquiere en el medio del océano y en los grandes desiertos en los que uno clava la mirada infinita en el horizonte “ Walter S Tower La sensación de espacio infinito se explica también por la rectitud y la continuidad del horizonte, generado por la intersección del plano del suelo con la semiesfera del cielo. Nítidamente dibujada durante los días claros y que se vuelve una franja borrosa durante los días con neblina. De elevación distinta al estar de pie o subido a un caballo, esa línea cambiante, pero siempre visible y llana, es lo que afecta al observador con un carácter inalcanzable que es carente de límites. Lo horizontal se vuelve esencial al sistema formal pampeano y es su dirección dominante.

“La amplitud del horizonte, que parece siempre el mismo cuando avanzamos, o el desplazamiento de toda la llanura acompañándonos, da la impresión de algo ilusorio en esta ruda realidad del campo […] Solo la conciencia que se anda, la fatiga y el deseo de llegar, dan la medida de esta latitud que parece no tenerla” Ezequiel Martínez Estrada – Radiografía de la Pampa

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“Una extensión verde que parecía confundirse a la distancia con el cielo azul” Roberto Cunningham Graham La preponderancia inalterable del cielo sobre el paisaje es lo que caracteriza también al espacio pampeano. Una fuerte relación entre cielo y tierra, que hasta puede alcanzar un nivel simbólico, sobre todo cuando amplios campos se encuentran inundados, dando una visión doble del cielo.

“ Yo sé que cualquier lugar de la pampa es congregación de todo el cielo y toda la tierra […] la Pampa tiene la omnipresencia fácil de Dios. “ Jorge Luis Borges Es a ese paisaje y cuadro natural particular que se tuvieron que enfrentar los primeros excursionistas de la pampa. En ese primer periodo de confrontación a las condiciones naturales, los pioneros tenían relativamente pocas herramientas para adecuarse y en consecuencia se puede hablar de un proceso de asimilación por el paisaje, como lo relatan Jorge Ramos y Dardo Cúneo :

“En la pampa durante mucho tiempo el espacio absorbió al hombre, lo fagocito […]; se adaptó en una actitud natural, casi fatalista.” Jorge Ramos – La aventura de la pampa argentina

“Al hombre que ha llegado a ella [ la Pampa ] no le declara el secreto de su extendida presencia, ni le da la clave de sus silencios, ni le revela el término de su soledad. Pero, lo gana. Al que llega a ella lo vence. Y sobre la derrota del llegado realiza su asimilación. ” Dardo Cúneo - Esquemas americanos

Figura 1 - La sinergia entre la extensa pradera y la bóveda celeste es lo que caracteriza al paisaje pampeano

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FIGURA DEL GAUCHO Según el filósofo Rodolfo Kusch, frente a unos medios adversos y sobre un fondo de angustia, la sobrevivencia del hombre no se podía resolver mediante una acción sino por la identificación con el ambiente, y durante ese proceso de asimilación se fue constituyendo la primera forma de un “habitar pampeano”, marcado principalmente por la ambulancia y de la cual el Gaucho es la figura más representativa. Hace falta sin embargo precisar que si bieni hubo tribus indígenas en el territorio pampeano previamente, había una ausencia notable de asentamientos importantes y es realmente con la llegada de los españoles que esas tribus vienen a instalarse en la llanura, notamente para acercarse al ganado nuevamente introducido. Y del otro lado, como se vio en la parte histórica, los colones españoles mantuvieron una relación con el territorio relativamente limitada, concentrándose principalmente en los puertos notables de Rosario y de Buenos Aires y en la parte Noreste del país para la exportación de los productos de minería provenientes de Perú, conformando asi las 2 cuñas de poblamiento separadas por masas indígenas. Por esas razones, es el Gaucho que encarna realmente esa primera forma de habitar propiamente pampeana. Compartiendo el territorio con los indígenas, fue en ese sentido un intermediario determinante entre la cultura india y la europea ( de su origen ); como lo resume Jorge Ramos : el Gaucho fue “devorado por una cultura inferior y fundador de una cultura nueva”. Esas condiciones particulares acercan el gaucho al nómade, teniendo que desarrollar una precaria forma de habitar relacionándose con el medio y teniendo la necesidad de moverse constantemente en un modo de “estar activo”. Sin duda, considerando la escala del paisaje pampeano, esa trashumancia hubiera sido imposible sin la introducción del caballo en 1536 y que tuvo un impacto profundo, como lo subraya Mafud :

“ El caballo produjo una conmoción tan violenta en la civilización precolonial indígena como la máquina en la nuestra. ” Mafud Este nuevo modo de locomoción permitió salvar accidentes del suelo, ampliar las distancias recorridas, modificando así los límites del territorio gauchesco. En esa ambulación del gaucho, a pesar de tener que esquivar ocasionalmente grandes charcos y pantanos productos de un drenaje natural deficiente, ese podía transitar las tierras casi en línea recta, con un alto grado de libertad. Aparte de la movilidad, el caballo también aportó un cambio a nivel perceptual. Montado sobre él, el gaucho tenía un punto de vista más elevado (a 2,5 m), ampliando su dominio visual sobre el suelo y proporcionandole una ventaja por sobre un observador de pie. Es así como, dotado de esos nuevos atributos ( movilidad y visión amplia ), que la mirada del gaucho sobre el paisaje difiere notablemente de la de los pueblerinos, porteños y otros viajeros, pudiendo discernir matices claros en la vastedad infinita e indiferenciada de la pampa. El caballo también tuvo un impacto sobre la cultura indígena, quienes lo adoptaron, reproduciendo hábitos del gaucho. La interaculturación en verdad fue mutua, el gaucho retomando algunas de las costumbres indias, fundando así sus propias normas y hasta se podría decir generando un nuevo tipo social.

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Ciertamente el gaucho es una figura de libertad e independencia, pero a su vez, su forma de habitar es un testamento de un arraigo, no a un punto fijo, sino al territorio en sí mismo. Y con los avances de la colonización, se pudieron distinguir 2 clases de gauchos : de un lado el “gaucho solitario”, errante y enemigo de toda disciplina y del otro lado el “gaucho-paisano”, con un pasaje de la sobrevivencia a un simil-asentamiento. En la segunda categoría, más que de un asentamiento se trata de un hábito de trabajo, participando de tareas ligadas a la explotación ganadera en estancias como la vaquería como “peón a caballo” ( la caza de ganado cimarrón juzgada demasiado peligrosa para los esclavos ) y el pastoreo de los bovinos, conjugándolas así con su forma de estar original y manteniendo una cierta proporción de ambulación.

“ El ganado no es sedentario, aunque sea lento ; cambia de lugar a medida que va consumiendo el pasto ; y como la posesión implica la custodia permanente, el pastor marcha a la par del animal. La vaca queda sujeta a la casa, pero la tropilla se lleva la casa consigo.” Ezequiel Martínezar Estrada – Radiografía de la Pampa Con la independencia y el proyecto de conquista del territorio, el gaucho será excluido y perseguido por el gobierno debido a su estilo de vida. En 1845 hasta se instaura una ley contra la vagancia, declarando a vago “quien no fuse propietario ni reconociera un patrón, persistiendo en un modo de vida libre”. Marginalizado, el gaucho no tendrá otra opción que la de instalarse de forma progresiva, proceso particularmente facilitado a partir de cuando le reconocieron ciertos derechos.

Figura 2 - La horizontalidad de la pampa hace que cada actividad o movimiento sea visible a kilometros de distancia. El hombre montado a caballo gana movilidad y un punto de vista más alto pero a su vez hace que resalte más en el paisaje.

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APROPIACIÓN


“ Vivir no es correr, ni pensar con prontitud ; es desarrollarse en un espacio personalísimo, con una función personalísima, en un tiempo personalísimo ; más bien demorarse un poco, apurarse despacio y marchar sin olvidarse de nada. Mientras el alma no se detiene hesitante, no se ha penetrado en el sentido sustancial de los hechos, y cierto tiempo es menester para que se conjugue el pensamiento con la realidad. Nuestro modo de ser es a caso una forma espiritual en un mundo nuevo, donde está todo por hacer, donde se ha construido mucho para llenar baldíos, ocupándose los edificios a titulo precario hasta la llegada de los verdaderos dueños. No importa que el mundo vacío sea un mundo antiguo y que el constructor aparezca mucho antes que el habitante definitivo. Podemos llamarlo nuevo, porque frente a él la improvisación tiene la fuerza de levantar algo que sigue en pie. ” Ezequiel Martínez Estrada – Radiografía de la Pampa

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DIFERENTES MOTIVOS DE CONQUISTA ( civilización, gobernación y economía )

La indefinición espacial de la llanura pampeana, con débiles referencias de lugar, hace de ese ámbito un marco poco predispuesto para el asentamiento humano, donde cada radicación puede dar la impresión de ser amovible ( y hasta removible ) debido a un sensación de flotamiento. Sin embargo, al inicio del siglo XIX, el proyecto de conquista se emprendió teniendo como objetivo de construir el nuevo territorio pampeano y de modelar con racionalidad a la naturaleza salvaje. La constitución de ese espacio fue un proceso largo y complejo pero esencial para la región, haciendo de él mucho más que un simple telón de fondo para el desarrollo histórico. El espacio tomado como un objeto problemático dictó ciertas lógicas intrínsecas a ese territorio. En cuanto a los motivos, se pueden notar 3 incentivas : cultural, estatal y privada. La primera, ligada tanto a la conquista militar como a la conquista simbólica, se puede definir en la lucha contra la dicha “barbarie”. La situación geográfica en ese entonces, donde fuera de la ciudad capital y de los pocos núcleos coloniales, la mayoria de la pampa estaba en un estado de naturaleza salvaje, explica que fuera percibida como un espacio de natura anárquica y un lugar que concentraba todos los peligros a domesticar. Esa asociación de la pampa a la barbarie fue retomada continuamente por los intelectuales de la época, insertándola progresivamente en la cultura popular. La Pampa se convirtió entonces un extenso suelo “virgen” donde la civilización podría desarrollarse, confrontándose notablemente al Indio y al Gaucho para imponer su dominación de forma casi eugénica. Cabe sin embargo mencionar que en las últimas décadas se tiende a considerar la confrontación contra el Indio con más matices, particularmente al nivel del territorio frontera, donde en las intermitencias de la guerra se podían dar diversos intercambios y hasta ciertos acuerdos entre las autoridades estales de un lado y los grandes caciques del otro ; así fue el caso de las comunidades de los “indios amigos”. Sin embargo, en rasgos generales la conquista fue similar a la ocurrida en los Estados Unidos y en Canadá, en el sentido que terminó en la expropiación de las tierras indígenas durante el avance militar.

“ La ciudad latinoamericana, a diferencia de la europea, que había sido coronación de un largo proceso histórico, fue una avanzada del poder real, una creación imaginaria que tenía por objeto modelar con su racionalidad lo impredecible de una naturaleza desbordante.” Graciela Villanueva

La apropiación militar fue acompañada por una apropiación cartográfica, con el implemento de un sistema cartesiano de partición del espacio. Este proceso fue realizado por equipos de geómetras y agrimensores a fines de definir un catastro del territorio. El catastro fue, antes de todo, una herramienta de control territorial, de centuriación de su superficie en predios cuadrados de 10.000 km2 y hasta en algunos casos se definieron partidos sin poblamiento previo ni fundación de núcleos urbanos o rurales.

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Por lo general, las delimitaciones de partidos visibles en el catastro parecen independientes de cualquier marca geográfica (salvo en el caso del rio del Salado) ; dibujadas de forma sistemática y abstracta adoptan una trama ortogonal con orientación NO-SE y NE-SO, ya prefigurada en las trazas de las chacras y suertes de estancias diseñadas por Juan de Garay al fundar Buenos Aires. Es así como desde el inicio, Buenos Aires no será solo la sede del poder donde se tomarán las decisiones propias a la conquista de la pampa, sino que marcará con su orientación la integralidad del territorio en la forma de una prolongación totalmente arbitraria del mismo patrón

Seccion - 400 leguas cuadradas ( 1.000.000 ha )Seccion - 400 leguas cuadradas ( 1.000.000 ha )

2 leguas ( 10km )

10 leguas ( 50km )

20 leguas ( 100km )

2 leguas ( 10km )

10 leguas ( 50km )

20 leguas ( 100km )

espacial.

Fraccion - 100 leguas cuadradas ( 250.000 ha ) Fraccion - 100 leguas cuadradas ( 250.000 ha ) Lotes - 4 leguas cuadradas Lotes - 4 leguas cuadradas ( 10.000 ha ) ( 10.000 ha )

2 leguas ( 10km ) 10 leguas ( 50km ) 20 leguas ( 100km )

2 leguas ( 10km ) 10 leguas ( 50km )

20 leguas ( 100km )

Figura 1 - Esquema de división del territorio desde la escala de “secciones” hasta “lotes”, aquel patrón espacial sigue visible en algunas zonas de la región ( provincia de la Pampa notamente ) La segunda motivación que se fue definiendo a medida que el territorio se iba pacificando, proviene de la amplitud misma de la pampa y de su débil densidad poblacional con los problemas organizativos que eso conlleva. Es así que lo describe Domingo Faustino Sarmiento, calificando la Pampa de “desierto”:

“ El mal que aqueja a la Argentina es la extensión. El desierto la rodea por todas partes y se le insinúa en las entrañas.” Domingo Faustino Sarmiento La elección de fortificar selectas posiciones estratégicas, resultó ser una técnica ineficiente frente a la movilidad de los indios, dejando zonas porosas y con cierta vulnerabilidad. Aquella inestabilidad de la línea frontera resalta la diferencia entre el territorio “ocupado” y “dominado”, que ocasiona desde el principio una ocupación incompleta. Los habitantes prefirieron asentarse al costado de los fortines y en las ciudades coloniales. En paralelo una cierta cantidad de pioneros ocuparon, legalmente o ilegalmente, los campos dejados por la conquista militar y hasta se aventuraron más allá de la línea de defensa. Por lo tanto, en una pampa todavía abierta y sin orden, las familias estaban distribuidas sobre gran parte de la región en pequeños nichos, produciendo poca concentración de habitantes. Esa situación fue acentuada por la inexistencia de un nomadismo de grupo – exceptuando al gaucho – que aseguraría una cierta cohesión social a pesar de los desplazamientos.

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Frente a esa situación el estado busco establecer conexiones en el espacio y a urbanizar parte del territorio en acorde con la visión de un país moderno y civilizado. Durante ese emprendimiento, la proyección de ciudades fue una de las principales herramientas utilizadas, buscando reconcentrar parte de la población a fines de generar y fortalecer centros para la vida pública. La promulgación de la Ley de Ejidos en 1870 por Emilio Castro, entonces gobernador de la provincia, fue una de las acciones más notables, reservando lotes de 400km2 en lugares elegidos por el gobierno para la fundación de nuevos pueblos; tal fue el caso para los pueblos de 9 de Julio, Saladillo, Castelli y Mar Chiquita. La meta final fue, a través de esos centros cívicos, de hacer posible o facilitar alguna forma de gobernación en la región. Martínez Estrada resume la intención de esa época con acierto :

“ Esta tierra, que no contenía metales a flor de suelo ni viejas civilizaciones que destruir, que no poseía ciudades fabulosas, sino puñados de salvajes desnudos, sigue siendo un bien metafísico en la cabeza del conquistador. Constituyó un bien de poder, de dominio, de jerarquía. Poseer tierra era poseer ciudades que se edificarán en el futuro, dominar gente que las poblarían en el futuro.” Ezequiel Martínez Estrada– Radiografía de la Pampa La tercera motivación es de origen nítidamente privado, se puede condensar en la organización funcional del territorio rural por parte de la clase de estancieros y terratenientes, teniendo como objetivo de reforzar su poder económico ( y político ) a través del dominio de las tierras. Desde la segunda mitad del siglo XVIII, las estancias se establecen en el campo pampeano dedicándose a la cría del ganado ( principalmente por el cuero y la carne secada ). De una forma pionera, toman propiedad de grandes porciones del terreno con unas delimitaciones aún difusas. Considerando aquellas dificultades de densidad poblacional, las estancias resaltan como verdaderos puntos de fijación para una cantidad relativamente importante de personas, efectuando el agrupamiento de los diferentes empleados ( puesteros, peones y gaucho ), sus familias ( generalmente confinadas al espacio privado de la casa ), de los propietarios de visita y hasta en ciertos casos, servicios como herrería y carpintería. Por lo tanto, se volvieron unos de los principales centros de la vida social de la época. Sin embargo, al nivel territorial la implantación de esas estancias cubre las zonas rurales de forma incompleta, dejando amplios espacios vacíos y inhabitados entre cada establecimiento. Ese desarrollo particular, tendrá un impacto profundo, transformando la campaña en un espacio en su gran mayoría privado, desprovisto de una vida pública propiamente dicha.

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PASAJE A UN PAISAJE DE PRADERA Desde un punto de vista paisajístico, el desarrollo de la actividad ganadera fue un verdadero factor de cambio, con el suelo siendo el primer rasgo afectado. Se pudo observar que el pisoteo y la alimentación de los ganados - “a pata y diente” - transformó paulatinamente el tapiz vegetal de la pampa : pasaje de pastos duros ( de crecimiento lento ) a pastos blandos ( de crecimiento más rápido ). Complementariamente, la introducción de nuevas especies como la margarita, el trébol y el cardo contribuyó a la diversificación de la vegetación creando un marco natural nuevo.

“ La pampa se hizo pradera que parece artificial. Dejando de ser pampa para volverse estancia, chacra.” Franklin Mayer La domesticación del campo pasó también por una forestación con flora importada, facilitada en su difusión por la aptitud del clima y del suelo a admitir esa nueva vegetación. Dentro de las principales especies se pueden notar el Ombú ( árbol de tronco bajo y grueso, caracterizado por su importante cobertura superior a 10m y fue trasladado desde las costas del rio Paraná hasta el interior de la pampa ), el ceibo y el tala (en la cuenca del Salado), la acacia ( blanca y negra ), el álamo de Lombardía ( importado desde Italia ) y finalmente el Eucalipto ( importado desde Australia en 1858 por Sarmiento ). Implantados en forma individual o en grupos (montes) aportan sombra a los paisanos y a los animales. Son también una de las primeras entidades verticales en el paisaje formal pampeano y como alteración del perfil adquieren una importancia significativa, haciendo de contrapunto a la línea y estableciendo referencias visuales. El Ombú en particular fue un hito convertido en estereotipo de la pampa y está presente en mucha de la iconografía de los siglos XVIII y XIX. 30 m

20 m

10 m

0m

ombú

eucalipto

álamo

Figura 2 - Perfiles de algunas de las especies introducidas, marcando nuevos puntos de referencia en el paisaje

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EMERGENCIA DE LÍMITES El territorio rural balbuciente no estaba aún totalmente parcelado, las estancias eran territorios privados pero con delimitaciones todavía difusas, sin ser físicamente fijadas ; sus superficies variaban según los desplazamientos del ganado desde el punto de cría, hasta el punto de agua o los pastizales de pastoreo. Los estancieros tuvieron que adaptarse a la extensión de las crías con el marcado de los animales a fuego, el uso del caballo, del lazo y de las boleadoras, todas tareas generalmente realizadas por los gauchos.

“En un principio fue el ganado la primera imagen física de la existencia de una estancia, anterior a toda forma arquitectónica y a toda recreación del medio” Gazaneo Jorge O, Scarone Mabel M. – Tres asentamientos rurales Sin embargo una vez que la cantidad de ganado cimarrón a cazar disminuía y que los conflictos con los indios se volvían más frecuentes, el ganado se acercó a la estancia y se pusieron en uso diferentes técnicas para su contención. Los “rincones” formados por los meandros naturales de los arroyo pudiendo ser creados artificialmente por canales de desviación fluvial. El uso de zanjas perimetrales permitió también, con un método substractivo, de establecer un límite para impedir el escape del ganado y a la misma vez dificultar su hurto. La implementación de cercos vivos conformados por arbustos espinosos ( tuna, pita, espinillo, cina-cina ) resultó también ser un método eficaz, aunque lento a implementar debido al crecimiento de la vegetación. Estos sistemas de cercados fueron los primeros signos de una evolución en la lógica de apropiación de las tierras, marcando un pasaje de la cría a campo abierto y de propiedad común hacia organizaciones más dominíales. Ese cambio esta expresado nítidamente a través de las primeras delimitaciones de parcelas rurales plantando estacas de madera en el suelo para indicar los límites de la propiedad. Este primer límite arbitrario permitía todavía la circulación entre el espaciamiento de las estacas, pero difiere bastante del palenque que funcionaba, según Jorge Ramos como “un límite virtual entre la casa y el espacio de todos”, pasando así de una propiedad simbólica a una propiedad físicamente representada por un perímetro. Conjuntamente, en una situación donde las distancias entre los fortines dejaban las estancias vulnerables a los malones, esos elementos perimetrales aseguraban también una función defensiva, particularmente la zanja. De mismo modo, no era inhabitual la construcción de un puesto alto, de tipo mirador, en la estancia para poder tener un punto de vista elevado y así poder vigilar los extensos terrenos sobre kilómetros con una visibilidad ampliada, reequilibrando asi la proporción de suelo visible comparada a la del cielo. Muchos de esos elementos tienen su origen en la arquitectura militar de la época. Las zanjas eran una versión minimizada de los fosos que rodeaban los fortines, como lo eran también los límites de palo a pique de la estancia comparados con las empalizadas defensivas de aquellos que podían alcanzar hasta 3 metros de altura. En cuanto a los miradores, son una reproducción directa de los mangrullos militares y hasta unas estancias estaban equipadas con pequeño cañones.

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CONSTRUCCIONES MILITARES Buenos Aires Linea frontera (1876)

Zanja de Alsina (1877)

La implantación de nuevos fuertes y fortines en el Oeste de Buenos Aires fue planificada en línea, con el objetivo de constituir un sistema de defensa contra las incursiones indígenas, transformando así progresivamente lo que podía ser considerado más como un territorio frontera - en cuanto a su área difusa y como zona de transición entre 2 culturas distintas, en una situación más próxima a la de borde o límite ; mismo si no era verdaderamente el caso

Fig 3 - Ubicación del plan de Alsina, su realización efectiva fue incompleta por la falta de recursos y de mano de obra

esa separación se graficaba en los mapas con una línea continua dividiendo 2 mundos. La formación de ese límite tiene también un carácter simbólico, representa el avance del estado nacional y la toma de control de esos espacios ; la visibilidad de esos fortines a lo lejos en el paisaje marcando su presencia nuevamente establecida. El proyecto más impresionante fue sin duda la zanja de Alsina en 1876, con una distancia de 380 km que incorporó a 115 fortificaciones militares. Al nivel tipológico, esas construcciones militares tenían una variedad de formas de inspiración europea, con una simplificación del diseño para adaptarlas a la tradición constructiva elemental y materiales del lugar. Se desmarca sin embargo una preferencia por los esquemas circulares, pero también en algunos casos se pudieron observar estructuras rectangulares o en estrella ( de 5 o 6 puntas ). Los fuertes y fortines cumplían esencialmente el mismo papel,

Fig 4 - Proceso de excavación

la diferencia mayor siendo la escala, tanto al nivel de la impronta espacial como esa de la

de una zanja defensiva

guarnición que albergaban - respectivamente una decena de soldados y un oficial en los

3m

1m

2m 3m

fortines y un numero mas significativo en los fuertes. Estructuralmente se componían por un núcleo central y una sucesión de áreas perimetrales. En el medio se ubicaban los edificios principales como la comandancia, las viviendas de oficiales y el hospital, construidos en

Fig 5 - secciön tipo de zanja

ladrillos de adobe y luego en ladrillos cocidos, así como también una torre, o mangrullo, de

con terraplén

vigilancia. En cercanía directa estaba alojado el resto del regimiento militar y sus familias. Las viviendas de los sodados solían ser bastante precarias en la forma de simples carpas que se remplazaban por ranchos cuando la instalación se volvía más perenne ; estos ranchos se construían a partir de paja embarrada para las paredes y pajas sobre cañas inclinadas en el techo Ese recinto poblacional estaba rodeado por el sistema defensivo compuesto por empalizadas de madera, cañones en esquinas estratégicas, fosos perimetrales de hasta 3 m de ancho y de profundidad y un talud de 1 m de alto erigido con la tierra extraída. Además del equipamiento militar, los fuertes solían alojar a una cierta cantidad de población civil y algunos comercios, tanto en el interior de la zona protegida como en su borde. Las áreas aledañas estaban reservadas también para instalar ciertas funciones completarías al fuerte como campos de sembrados, tanto para la alimentación de las tropas ( maíz y vegetales ) como para forrajes necesarios para el cuidado de caballos ( alfalfa y cebada ). Usando las técnicas previamente mencionadas, se delimitaban corrales para los caballos, las mulas y en ocasiones ganado vacuno - aunque en gran parte la provisión de carne para las tropas se hacía a través de proveedores externos.

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comand.

comercios N

Figura 6 - Traza del Fuerte Blanca Grande

Figura 7 - Fuerte Lavalle

corral

corral

comercios labranza

sembrado ( alfalfa )

sembrado ( alfalfa + maís)

sembrado ( alfalfa )

corral

Figura 8 - Fuerte General Paz

corral

ciudadela

0m

80m

N

Basándose en planos históricos ( 7,8 ) se puede apreciar la variedad tipológica adoptada por los fuertes, en ciertos casos aún visibles en formas de huellas remanentes ( 6 - foto aerea ) en el paisaje pampeano.

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A su vez en otra etapa, la excavación de pozos artificiales permitió asegurar un abastecimiento independiente de agua para el fuerte, y en algunos casos la plantación de árboles era útil para obtener leña y materiales de construcción. Las construcciones militares tuvieron un impacto mucho más profundo sobre el territorio pampeano que un simple formalismo. Establecieron todo un paisaje cultural a través de la organización y el fomento de la población rural.

“El asentamiento de las instalaciones militares en la zona implica no sólo una transformación del espacio físico […] Lejos de ser un espacio pasivo, simple escenario para el desarrollo de las actividades humanas, el paisaje cultural juega un rol activo, siendo a la vez estructurado y estructurante de la agencia humana” Leoni , Tamburini, Acedo, Scarafa – Fortificando el desierto Anuario de Arqueología, Rosario) El trazado de caminos para la circulación de tropas permitió conectar los fortines entre ellos, así como a otros núcleos civiles, sirviendo también de base la implementación de sistemas de mensajeros. En el proceso histórico, las expediciones militares, acompañadas por ingenieros, se encargaron de elegir los sitios privilegiados para la ubicación de los fortines defensivos con los criterios de cercanía a un punto de agua, de buenos pastos y en lo posible en un sitio topográficamente elevado, para un mejor control visual. Esos fortines simbolizaban una protección y, en cierto grado, una actividad propicia a la radicación de una población civil creciente en sus umbrales.

“A la sombra de dichos fortines, suele decirse, nacieron nuevos pueblos.” P H Randle – La ciudad Pampeana

“Las ciudades nacieron de los fuertes y los pueblos de los fortines.” Ezequiel Martínez Estrada– Radiografía de la Pampa Es en ese sentido que la arquitectura militar es uno de los criterios fundamentales en la construcción y organización de la pampa. Efectivamente a medida que la línea de defensa avanzaba y se estabilizaba, aquellos asentamientos linderos a los fortines se fueron convirtiendo en pueblos y ciudades, fijando el esquema de planificación estratégica militar al territorio.

“En la lucha se pobló esta tierra. Esa red de pueblos nacidos al evento de la persecución, dio un aspecto militar a la Republica, no político, ni económico.” Ezequiel Martínez Estrada – Radiografía de la Pampa

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ESTRUCTURA TERRITORIAL La pampa se desarrolló entonces en base a un sistema insular de “puntos de apoyos” urbanos y rurales, manteniendo grandes distancias entre ellos debido a la difusa escala del ganado de un lado y a la lógica de conquista militar del otro. Al nivel rural la apropiación de las tierras en forma de latifundios, fue un factor mayor, debido a la distribución de parcelas gigantescas de terreno a unos únicos propietarios. Este proceso produjo un fenómeno de aislamiento entre asentamientos poblacionales y una cierta forma de desorganización territorial, por lo menos en esa instancia. En parte se explica por la dependencia todavía a ciertas particularidades del paisaje por temas de sobrevivencia o de defensa, como lo eran la ubicación dispersa de las aguadas naturales. En respuesta, se fue desarrollando de forma mínima una malla de vinculaciones entre los diferentes puntos del territorio.

“ [ los centros no eran ] puntos perdidos en el desierto […] sino nudos de los cuales nacían, llegaban y partían comunicaciones” Ezequiel Martínez Estrada – Radiografía de la Pampa Distinguiéndose de los tránsitos a campos abierto, esa escasa infraestructura caminera unía principalmente a los pueblos, pero también estaba compuesta por las rastrilladas trazadas por el tránsito de las tropas o del ganado. Los caminos eran más una indicación de dirección que una pauta física fija, pudiendo ser deteriorado por el pasaje de los carruajes y el desgaste natural ( inundaciones ).Con la aparición de los primeros límites perimetrales, el rodeo del ganado se hará siguiendo estos bordes y las rastrilladas se irán conformando gradualmente con más regularidad geométrica ; esas restricciones limitaran paulatinamente la travesía de la campo de forma libre. Los trazados de los caminos no tienen un carácter pintoresco o de paseo, a juzgar por la descripción que da de ellos Ezequiel Martínez Estrada.

“La unidad de medida entre los pueblos aislados no es la vista ni el afecto, ni la rivalidad : es la medida geográfica, la milla, el kilómetro, la legua y las horas de viaje. Interviene una unidad de medida extraña al hombre, que hace advertir que hombre y mundo están construidos a escalas distintas. Solo conciertan con la posición : el hombre está dentro de ese espacio. Ese espacio no lo circunda ni lo contiene, ni lo atrae. Más bien lo expele, impeliéndole a marchar. La desproporción que así resulta es distancia pura en leguas, en kilómetros, en horas. […] En viaje de un pueblo a otro, no hay nada en medio. […] El camino no interesa : es espacio a recorrer y se trata de llegar lo antes posible.” Ezequiel Martínez Estrada – Radiografía de la Pampa Existen sin embargo puntos de interés en ese espacio intermedio. El cruce de dos caminos era definido como una “esquina de campo” y era un sitio propicio para la implementación de pulperías. Ese establecimiento, que representaba a la vez el primero y el último signo de la civilización, actuaba como un verdadero condensador social en el “desierto pampeano” donde los viajeros y otros clientes podían jugar a las cartas, intercambiar relatos y comprar bebidas a través de dinero o trueque. Arquitectónicamente se componían de un espacio privado donde

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vivía el encargado, de un cuarto de depósito y del sector público con un mostrador y bancos dispuestos en la sala ; también contaban con un equipamiento exterior con espacio sombreado y un palenque para atar a las monturas. Las postas, que cumplieron un rol fundamental en las comunicaciones entre diferentes ciudades, son otro ejemplos. Dispuestas a los largo de los caminos ( entre 4-5 leguas a proximidad de Buenos Aires y más alejadas en el interior ), servían a veces el papel de pulpería, añadiendo un rancho anexo con la posibilidad de hospedaje y un corral para el descanso de los caballos. Eran lugares de una notable actividad y, en algunos casos, hasta fueron motivos para la instalación de unos asentamientos en su entorno. En base al sistema de puntos de apoyos se fueron entonces conformando los núcleos urbanos, estructurando, por las distancias que los separaban, un archipiélago urbano en medio del territorio en su mayoría rural o salvaje. La transición de asentamientos relativamente temporarios, como lo podían ser los campamentos al borde de los fortines, hacia unos asentamientos más perennes pasó por una fundación planificada y acotada, tanto al nivel simbólico que al nivel físico. Las formaciones de pueblos en unas instancias fueron iniciativas privadas, es decir motivadas por los propietarios de la parcela sobra la cual se quería implantar y, en consecuencia, tomaron el nombre de su fundador. En otros casos fueron decisiones tomadas por oficiales del ejército otorgándole entonces el nombre del general o coronel a cargo. Sin embargo a nivel general la toponimia de los nuevos pueblos y ciudades hacen poco referencia a elementos notables e historias locales ; al contrario, con mucha frecuencia solían adoptar nombres referidos a la historia nacional, sean apellidos de personajes históricos o fechas memorables. Ese procedimiento es lo que hace de esos pueblos a su vez representaciones y consolidaciones de la historia oficial ( dictada por Buenos Aires ), inscribiéndola en el espacio pampeano. La repetición de los mismos nombres, particularmente visibles en las calles de pueblos o ciudades, actúa como una estandarización del territorio, por los menos en sus códigos, lo que puede producir una sensación de homogeneidad y eventualmente de una falta de diferenciación o de identidad propia.

“Los nombres que llevan esos pueblos valen como cifras diferenciales, y no les nace de adentro o desde el fondo de la vida del contorno o de alguna peculiaridad del terreno o del pueblo.” Ezequiel Martínez Estrada – Radiografía de la Pampa En todo caso la fundación de pueblos también pasó por una precisa y estandarizada delimitación catastral. En efecto, desde el inicio la planificación de esos pueblos y ciudades se realizó siguiendo el modelo urbano colonial, ese modelo español fue aplicado casi en forma de normativa, adaptándolo cuando hacía falta para encastrarlo en las raras irregularidades topográficas de los sitios. El enfrentamiento a un terreno llano y casi homogéneo como lo era la pampa fue una coincidencia fructífera para la estimulación del espíritu geométrico presente en el legado hispánico y, en cierto sentido, se pudó ver como una hoja en blanco, un caso ideal para realizar una urbanización pre-planificada libre de todo impedimento geográfico, instaurando un orden en el paisaje “salvaje”. Retrospectivamente, y considerando la escala y la indefinición de la pampa, es difícil pensar en un desarrollo que hubiese sido diferente, es decir que no haya sido basado en un fundamento sistemático.

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9

4

6

6

4

8

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9

N

Figura 9 - Planta urbana segun las leyes de indias

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1. plaza mayor

6. templo, convento, escuela

10. cabildo

2. templo mayor

7. recovas, comercios (rojo)

11. casa de concejo

3. casa de gobierno

8. hospital

12. aduana

4. plaza secundaria

9. tierras de labor

13. ataranza

5. bulevar periferico

( chacras, quintas )


CIUDADES EN DAMERO Sin embargo, el carácter experimental va más allá de la simple domesticación de lo natural, y se expresa nítidamente en la adopción del plano en damero o “cuadrícula” para la construcción y el desarrollo de las ciudades. El concepto de plano en damero remonta al Imperio romano, pero conoció una resurgencia en los estudios de trazados urbanos durante el renacimiento italiano, como herramienta para distanciarse del modelo de ciudad europea de base medieval. La planificación de ciudades en damero en Argentina fue directamente introducida por los españoles en el periodo de la colonización a través de sus ingenieros militares y luego de los ingenieros de caminos. El documento de las Leyes de Indias recompila un conjunto de ordenanzas dictadas por la Corona española acerca de la planificación y colonización del nuevo continente, una parte de ellas está directamente enfocada a la forma de la ciudad tipo; de cierta manera el desarrollo de las Américas puede ser visto como una vasta experimentación urbanística. De esa manera se precisan las características de la plaza principal, de la estructura de calles, la constitución del centro por edificios públicos pertenecientes a la autoridad política y espiritual y a la división del resto de los solados :

113. “La grandeza de la plaza sea proporcionada a la cantidad de vecinos […] No será menor de doscientos pies de ancho y trescientos de largo, ni mayor de ochocientos pies de largo y quinientos treinta pies de ancho. De mediana y buena proporción es de seiscientos pies de largo y cuatrocientos de ancho.” 114. “De la plaza salgan cuatro calles principales, una por medio de cada costado de la plaza y dos calles por cada esquina de la plaza. Las cuatro esquinas de la plaza miren a los cuatro vientos principales, porque de esta manera, saliendo a las calles de la plaza no estarán expuestas a los cuatro vientos lo que sería muy inconveniente.” 117. “Las calles se prosigan desde la plaza mayor de manera que aunque la población venga en mucho crecimiento, no genere ningún inconveniente ni perjudique su defensa y comodidad.” 126. “En la plaza no se den solares para particulares. Dense para edificio de la iglesia y Casas reales y propios de la ciudad y edifíquense tiendas y casas para tratantes y que sea lo primero que se edifique para lo cual contribuyan todos los pobladores.” 127. “Los demás solares se repartan por sorteos entre los pobladores, continuándolos a los que correspondan a los de la plaza mayor y los sobrantes queden para nos, para hacer merced de ellos a los que después fueren a poblar.” Miguel Angel Vigilocco - El planamiento territorial en las leyes de indias

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Después de la independencia, a raíz del modelo indiano se elabora el prototipo de la ciudad republicana, retomando la configuración en damero. Ese proceso surge de una lógica doble. Por un lado es un testimonio de la continuación del legado hispánico y de la inercia de la tradición urbanística colonial como lo describe Fernando Ainsa :

“ […] aquellos primeros conquistadores llevaban en sus mentes una imagen de las soñadas ciudades utópicas, imagen que aplicaron con perseverancia ejemplar a la fundación de los nuevos asentamientos humanos que fueron creando a lo largo

Fig 10 - Extacto del plano

de su esforzada marcha y que, como veremos, persistió por casi

del

cinco siglos en la Argentina ”

Edimburgo

barrio

Newtown

de

Fernando AINSA - Una utopía necesaria: La Ciudad de los Césares Por el otro lado es visto como un modelo teórico que, a través del rigor y de la claridad, promueve una ciudad “moderna”, símbolo de civilización frente al paisaje salvaje y sin los defectos encontrados en las ciudades medievales, particularmente a nivel de salubridad. El modelo de ciudad en damero fue evaluado conjuntamente con el modelo de ciudad neoclasicista definido por focos, radiaciones, convergencias y divergencias, conformando

Fig 11 - Extracto del plano

visuales preferenciales rematando estratégicamente en arcos, obeliscos y edificios, al cual

catastral de Nueva York

se le prefirió la eficacia de la retícula ortogonal. La planificación reticular fue utilizada en ciudades europeas anglosajonas para ordenar sus crecimientos. Se pueden citar al caso de Edimburgo (1766), Berlín (1804), Glasgow (1830) y para la fundación de ciudades norteamericanas como Filadelfia (1682), Nueva Orleans (1721), Boston (1814) e Indianápolis (1821). En Argentina, esa tendencia no revistió el mismo carácter radicalmente novedoso que pudo tener en las experiencias norteamericanas, sino que demuestra la afiliación a la tradición urbanística colonial. Una de las principales motivaciones del seguimiento de la cuadrícula no parte de un rasgo edilicio, pero de la facilidad administrativa que representaba su implementación. Un crecimiento orgánico, por capas como fue el caso de la ciudad medieval, hubiera ocasionado un parcelamiento espontáneo dando lugar a parcelas irregulares y a conflictos de intereses eventuales entre vecinos. El plan en damero, en cambio, asegura una política catastral clara, con medidas normadas para la creación de ciudad. Sin embargo, se debe notar que la ejecución centralista de esta planificación urbana dejaba poca libertad a nivel local para apartarse del modelo, reduciendo las peculiaridades y produciendo así una estandarización esta vez bien física. P.H Randle imputa esa simplificación espacial a un “espíritu puramente pragmático y negligente de toda otra consideración más sutil”, generando de esa manera lotes homogéneo, iguales y fáciles de construir.

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Fig 12 - Extracto del plano catastral de Buenos Aires. A la diferencia de los ejemplos anglosajones, la cuadricula de herencia española mantiene una

proporción

cuadrada


Estructuralmente, desde la formación de los fortines, se preveía una área reglamentada en sus tornos para la extensión de solares, quintas y tierras de “pan llevar”. Esta consistía en un cuadrado siguiendo los 4 rumbos generales que marcaba un perímetro distante de 2 leguas a respecto del portón principal. Un decreto de 1829 y luego la promulgación de la ley de ejidos en 1870 terminarán de regular las estrategias de fundación para los nuevos asentamientos urbanos En este modelo, las divisiones internas están establecidas con trazados ortogonales que cuadriculan los predios a diferentes escalas con una modulación mayor a medida que se alejan del centro. El módulo base es la “manzana”, definido inicialmente como un cuadrado de 100 varas ( equivalente a 83.5 m ) de lado; en el pasaje a unidades métricas su dimensión será establecida a 100 m de lado. La “manzana” puede también ser denominada como “cuadra”. En el primero cordón periférico, las dimensiones del módulo se duplican, pasando a una superficie equivalente a 4 manzanas juntas, para delimitar las “quintas”. En el segundo cordón periférico, nuevamente, las dimensiones del módulo se duplican para trazar las “chacras” con superficies equivalentes a 16 manzanas – más allá de ese límite el territorio es considerado como rural, con su propia partición ( como ejemplo, se puede citar la dimensión de terrenos contra un curso de agua, de ½ legua de frente y 1 legua ½ de fondo para el alojamiento de vacuno ). Es importante observar que los perímetros de los predios cumplen una doble función : la de registrar los límites catastrales y al mismo tiempo ser las vías de circulación. La medida de las calles está también normado, con un ancho de 16 varas ( equivalente a 13.4m ). El esquema urbano tiene como objetivo consolidar el centro urbano, sobre todo en las 8 primeras manzanas y por ende, los predios centrales están divididos en 4 lotes llamados “solares” para su distribución, evitando así loteos individuales sobredimensionados que hubieran conllevado a un símil-latifundio urbano. limite ejido chacras

quintas pueblo

Figura 13 - Modelo de ciudad republicana ( escala urbana )

Figura 14 - Modelo de ciudad republicana ( escala territorial )

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En el centro de la estructura, la plaza principal retoma el modelo de las plazas mayores españolas, tal vez en una menor escala, manteniendo en su mayoría una proporción cuadrada y generando un contraste como espacio vacío con el resto del tejido urbano. Esas plazas fueron concebidas como lugares de reunión y albergan en su centro una representación de la historia oficial a través de una estatua. Son también el punto de radicación de los edificios de poder como la municipalidad y la iglesia, reforzando así el foco central de la ciudad. La plaza se establece entonces a la vez como el corazón geométrico y simbólico de la ciudad. En la periferia, chacras y quintas están exclusivamente reservadas a la labranza, prohibiendo el rodeo de ganados. Aquellos terrenos tienen una función de proveedores de productos agrícolas para la ciudad. La ciudad se estructura entonces de forma mono-céntrica, pero no en un esquema radial sino expandiendo los bordes del cuadrado del módulo original al modo de un fractal. A vocación territorial, era concebida como una unidad agro-urbana, con la intención a través de ella de expandir la masa poblacional hacia el campo. A mayor escala, actúa como un modelo de ordenamiento regional, donde construye una coherencia geométrica hasta sus límites. A pesar de un gran movimiento de carretas y de caballos, los pueblos no eran el lugar de residencia de la mayoría de los habitantes, estando en un principio habitados principalmente por la población de clase alta, es decir contables, administradores, gerentes, abogados, oficiales militares, curas y casi contradictoriamente los terratenientes, que residían ahí la mayor parte del tiempo, haciendo visitas ocasionales a sus estancias. En consecuencia, eran lugares de poder porque ahí se tomaban gran parte de las decisiones. Contaban también con ciertos servicios como un médico y almacenes de ramos generales, donde hasta los paisanos podían comprar un poco de todo pagando en forma de crédito con las siguientes cosechas. Sin embargo, al margen de esas actividades, se puede considerar que las estructuras urbanas carecían todavía de una verdadera vida ciudadana, principalmente por la escasez de ferias en comparación de las urbes europeas, que actuaban como catalizadores sociales. Como se vio, previamente, ese rol de lienzo será adoptado por las estancias y los establecimientos intermedios. Para Ezequiel Martínez Estrada esa característica es nuevamente imputable a la condición del paisaje pampeano :

“La soledad de los campos las ha penetrado y convive en los espíritus y las moradas.” Ezequiel Martínez Estrada– Radiografía de la Pampa Analizándolo, el esquema urbano adoptado para la construcción de la pampa resulta ser bastante paradójico. Se adjudica un énfasis particular a la centralidad, pero las calles están trazadas sin remates, pudiendo extenderse sin límites a los 4 rumbos – formando hipotéticamente nuevas manzanas en esa extensión. La elección de la cuadrícula como modelo es el resultado de una rigidez puramente formal. P.H. Randle la asemeja a un “fondo de carta”, un esquema madre en cierta forma :

“En rigor, el damero nunca fue totalmente real ni tangible, era más bien el plan dentro del cual iría a desarrollarse la ciudad” P H Randle – La ciudad Pampeana

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La repetición de esa configuración urbanística a lo ancho de la pampa generó una cierta homogeneidad que se explica por varios factores : la falta de relieve que descarta de por sí las variaciones pintorescas observables en otros contextos, la falta de bosques que significó también la privación de madera para la construcción y que tuvó su repercusión en el dominio de construcciones de ladrillos y por último el poco margen delegado a la autoridad local al momento de la planificación impidió mayores variaciones.

“Al llegar se diría que entramos otra vez al pueblo que hemos dejado, y que el viaje fue una ilusión.” Ezequiel Martínez Estrada– Radiografía de la Pampa La homogeneidad de las ciudades tendió inevitablemente a superponerse a la homogeneidad preexistente del paisaje. Las elevaciones de las construcciones chatas, se volvieron un elemento formal más, una capa más en el perfil visible. Esa sensación fue acentuada por las grandes distancias que separaban cada pueblos sin formaciones intermedias, es decir que frente a la inmensidad del paisaje el componente urbano era un accidente visual anecdótico.

“Esos pueblos parecen aerolitos, pedazos de astros habitados caídos en el campo. […] La noche es la hora adecuada de esos pueblos silenciosos […] Las luces de las casas y de los lejanos ranchos, brillan como estrellas, a distancias telescópicas.” Martínez Estrada– Radiografía de la Pampa

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A ACTUALISER


TRANSFORMACIÓN

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Figura 1 - En 1914, la red de ferrocarril alcanza su máxima extensión con 42.000 km de vías. Se puede distinguir claramente el esquema de abanico, cuyo centro es Buenos Aires y su puerto

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DESAROLLO DEL MODELO AGROEXPORTADOR Las operaciones militares dirigidas por el General Julio Roca entre 1878 y 1885, conocidas como la Conquista del Desierto, marcaron el triunfo de la civilización frente a los pueblos nativos y el fin de los conflictos. En ese contexto de pacificación de grandes extensiones de tierras se inicia la transformación de Argentina hacia un modelo agroexportador, donde la pampa es el corazón económico del proceso. La región pampeana, debido a su estado natural ( llanura, poco accidentes topográficos ), su clima y las cualidades de sus suelos, se revela ser particularmente apta para la explotación a grande escala, tanto ganadera que agrícola. La liberación de las tierras coincide a nivel mundial con el crecimiento industrial de los países más desarrollados en Europa y, en consecuencia, de una demanda creciente de recursos. Argentina adquiere un rol claro en el mercado mundial y se establece con el tiempo como uno de los principales productores de granos y de carnes. Una gran parte del desarrollo económico en esa época se debe a la inversión de capitales extranjeros en el territorio argentino, particularmente de Inglaterra que concibe a Argentina como la “granja” del sistema. Del otro lado, la implementación al nivel nacional del modelo agroexportador fue impulsado por las elites liberales, constituidas por la burguesía comercial de Buenos Aires y la oligarquía ganadera de la provincia. El estado, en una ideología liberal de “laisser faire, laisser passer”, aceleró la división del suelo y su comercialización, ofertando predios de 10.000 hectáreas a compradores o distribuyéndolos a los inversores de las campañas militares u a oficiales del ejército. El cambio de paradigma engendró profundas transformaciones en el paisaje, tanto físico como cultural, y por lo cual se puede hasta calificar este fenómeno de revolución para la pampa, tratándose esta vez de una conquista económica. En efecto, la recalificación de las tierras pampeanas, las innovaciones en la producción agropecuaria y sus visibilidades en el paisaje, la infraestructura de transporte, la redefinición de las propiedades y la segunda ola migratoria son a la vez el resultado del modelo agroexportador y los participantes de su asentamiento.

TENDIDO DE LA RED FERROVIARIA El ferrocarril es sin ninguna duda la espina dorsal de todo el proyecto. Su instalación en el territorio argentino estuvo en gestación desde 1855 con diferentes contratos firmados entre el estado republicano y empresas inglesas. La primera vía se inauguró en 1857 en la ciudad de Buenos Aires con una distancia de 9.8 km. Es realmente a partir de la década de 1870 que empieza su desarrollo a gran escala y su aplicación a la pampa con la concesión del gobernador de la provincia de Buenos Aires para la construcción de una vía férrea entre el mercado de Constitución en Buenos Aires y la ciudad de Chascomús. En los años siguiente la red ferroviaria se extendió hasta Dolores, Lujan y Chivilcoy, a las cuales se añadieron Flores, Tandil y Azul a través de ramales secundarios. Al mismo tiempo se planea una línea en Rosario y Córdoba. La extensión de la red crece de forma exponencial, pasando de 722 km de vías en 1880 a 5836 km hacia mitad de década y 9397 km. A fines de siglo el sistema de ferrocarril cumula 16500 km a nivel nacional cuya gran mayoría está implantado en la región pampeana.

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Dentro de aquel sistema, el estado detenía solo una mínima parte ( 2000 km ) de la red, conocidos como ferrocarriles de fomento que alcanzaban las zonas fuera de rentabilidad para las empresas privadas. En efecto, la mayoría de las líneas, en acuerdo con el Congreso, eran gestionadas por organismos privados y fueron el fruto de la inversión de capitales extranjeros en la pampa. En gran parte fueron financiadas por fondos británicos ( casi el 90% ) y franceses. En ese sentido se puede explicar que dependían de la rentabilidad del modelo agroexportador y el estado nacional otorgó subvenciones en algunos casos, garantizando un beneficio durante los primeros años de explotación para las diferentes compañías, incentivando de esa forma la construcción de nuevas líneas. El desarrollo exponencial de las vías se debe en parte a la necesidad de una rápida recuperación de las inversiones puestas, pero se explica también por la sencillez técnica encontrada durante la construcción del tendido; la relativa homogeneidad del relieve y la poca cantidad de cursos de aguas solo necesitó una leve elevación de la vías por medio de un terraplén de poca altura para el pasaje de los trenes. En 1880 los ferrocarriles argentinos transportaban ya 3 millones de personas y sobretodo casi 1 millón de toneladas de cargas, la región pampeana concentrando entre 80 y 90% de esa actividad. Sin embargo el ferrocarril para Argentina, y particularmente para la pampa, representa mucho más que un simple medio de transporte. Concebido como un instrumento del progreso, fue el mayor vector de desarrollo en ese periodo, reestructurando profundamente el territorio y las prácticas locales, resultando en diversos cambios socioeconómicos. Desde un punto puramente logístico, permitió vincular las tierras del interior ( los campos ) con los puertos de exportación ( principalmente el de Buenos Aires y en menor escala los de Bahía Blanca y de Rosario ) y, por extensión, de conectarse con los mercados mundiales, tanto para la venta de materias primas agropecuarias de un lado que para la compra de productos industriales del otro.

REORGANIZACIÓN TERRITORIAL Al nivel ideológico, el tendido de la extensa red ferroviaria actuó a modo de lienzo y permitió consolidar el sentimiento de país. Sin embargo, a diferencia de Europa, el trazado de las vías no correspondió necesariamente a la unión de poblados pre-existentes : es decir que grande parte de la pampa permanecía vacía, sin ciudades y sin densidad poblacional relevante. Este hecho es aún más significativo en el caso de las provincias lejanas, donde sus desarrollos coincidieron con el del ferrocarril – tomando como ejemplo, la provincia de La Pampa, 84% de los pueblos construidos en esa época se deben a la implantación del tendido ferroviario. Incluso en el caso de los poblados existentes, se podría discutir la priorización de la conexión con la capital porteña por encima de los pueblos entre ellos, generando la subordinación de esas zonas. Estas observaciones son claramente visibles en el esquema de abanico que dibujan los capilares ferroviarios en el territorio. La red fue en esencia concebida como una infraestructura cuyo trazado respondía a una lógica simple, la de conectar la máxima superficie de tierras fértiles con el camino más corto hacia los puertos, proveyendo así un canal para el ingreso de mano de obra y de maquinaria hacia la Pampa y el egreso de productos agrícolas hacia los puertos. Por cuestiones de proporción propias al territorio pampeano, la eficiencia de la red en cuanto a la expedición de las cosechas era un criterio particularmente importante al inicio, para reducir los peligros de un sistema de acopio deficiente ; esas inquietudes se disiparon con la mejora de las técnicas de conservación.

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Figura 2 y 3 - Evolución de la organización territorial de la pampa durante la época de estancias ( arriba ) y los cambios consecuentemente a la introducción del ferrocarril ( abajo ).

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A pesar de este grado de abstracción económica, el ferrocarril fue para la región un factor constituyente de asentamiento debido al desarrollo de todo un sistema complementario en su implantación. El proceso de integración de nuevas tierras al sistema agroexportador generó la valorización de éstas y el trazado de las vías fue entonces el motivo de fundación de numerosos pueblos alrededores de las estaciones de trenes. Al nivel territorial se puede esquematizar la situación espacial por líneas jalonadas de puntos o núcleos. Desde un punto de vista simbólico representa a una serie de centros urbanos dentro un espacio “vacío”. Sin embargo, la oposición entre un paisaje salvaje y una fuerza civilizadora no es tan relevante como lo fue durante la colonización. Este hecho se debe en parte a la eliminación de la amenaza india como al desarrollo de ciertas técnicas y herramientas que permitieron un asentamiento más independiente con respecto a las condiciones naturales. Finalmente se debe también a una reorganización global del espacio pampeano aplicando de manera efectiva una lógica de ciudad ( retícula ) al espacio rural. Por lo tanto se define durante ese periodo una construcción del espacio en 2 escalas : urbana y territorial. Ambas tendran una repercusión mayor en el paisaje y en la percepción de éste. La vinculación por el ferrocarril permite disminuir la sensación de insularidad que podía existir en los primeros poblados. Y si bien el paisaje sigue omnipresente en términos de escala, esta vez los núcleos urbanos se plantean desde su concepción con un proceso de integración del espacio productivo circundante a través del ejido ( como se describió en el capítulo anterior ), de la partición efectiva de las tierras ( tanto por propiedad que por uso ) y del desarrollo de colonias agrícolas. La extensión de esa lógica organizativa al espacio rural permitió a lo urbano de existir como tal y de emanciparse del dominio anterior del paisaje.

PERCEPCIÓN DEL ESPACIO El desarrollo del modelo agroexportador coincide con la aparición de nueva herramienta de división espacial y de marca de propiedad : el alambrado, que es importado desde Europa a partir 1845. Siendo de característica lisa, al inicio se utilizó en un sistema mixto en conjunto con zanjas ; la variante del alambrado de púas hacia fines de siglo permite consolidar su uso masivo, remplazando todos las formas de delimitación más antiguas. Su puesta en obra es relativamente sencilla y económica , consiste en el tendido de hilos metálicos en trama abierta entre postes de madera (ñandubay de característica muy dura y resistente a la putrefacción bajo tierra) de baja altura. Esta facilidad de construcción explica el hecho que pasara rápidamente de cercos puntuales en huertas a perímetros de estancias y finalmente a delimitaciones de todos los predios rurales. El alambrado tiene una singularidad en ser un método divisorio casi virtual : a comparación de un murete o de una palizada, los ligeros hilos metálicos son casi invisibles, no obstruyen la vista. Sin embargo al nivel ideológico y en términos de eficiencia el cambio es enorme, modificando de manera flagrante el paisaje pampeano. De un lado permitió materializar las divisiones latentes en el territorio desde la conquista militar. En efecto, el alambrado otorgó una dimensión física a la cuadriculación ortogonal y el acotamiento de las tierras realizados durante su anexión y que existían anteriormente únicamente al nivel cartográfico o a modo de registro. Hizo de los derechos de propiedad privada - donde cada superficie esta jurídicamente apropiada - una realidad perceptible, erigiendo barreras y fragmentando literalmente el espacio.

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La visión de la pampa como un paisaje inconmensurable y abierto caduca en ese momento. Con el tiempo, las sucesivas delimitaciones de los predios le dieron un carácter geométrico, impidiendo un recorrido libre y en consecuencia dando lugar a un replanteo de la red de circulación. A la diferencia de las antiguas rastrilladas que se anclaban en el paisaje local a través de un conocimiento estratégico del territorio, referenciando pastizales, aguadas y zonas de descanso en sus recorridos, los nuevos caminos se organizan artificialmente en función del espacio intersticial entre los diferentes terrenos, a la manera de las calles trazadas entre las manzanas en la ciudad. Como resultante, la distancia entre caminos depende de las sucesivas instancias de la ley de ejidos y de los latifundios rurales, y se vuelve mayor a medida que se alejan de la ciudad. La regularización de la red caminera con trazados más lineales aseguró una mejora en los desplazamientos de jinetes y de sulkys para el transporte a mayor velocidad de equipos, cargas y personas. Sin embargo, a partir de 1865, para facilitar el tránsito, se disponen reglamentaciones municipales exigiendo la disposición de tranqueras en unos puntos intermedios del cercado para la circulación de vecinos, de tropas, de viajeros o el paso de ganado. Del otro lado, la creación de separaciones físicas entre predios hizo posible la cohabitación de la agricultura con la ganadería a gran escala. Las barreras perimetrales actuan como obstáculo a la divagación de los animales y protegen los cultivos de las tierras aledañas. La cria de ganado que requería antes situaciones geográficas particulares ( rinconada de ríos ), se puede realizar ahora en cualquier terreno cercado por alambrado. La delimitación clara de las propiedades entre ellas se volvió aún más pertinente con el auge de agricultura, donde la superficie del terreno tiene una repercusión directa sobre la cosecha y los ingresos futuros ; a diferencia de la ganadería donde el terreno era visto como un aérea de pastoreo sin que importara demasiado la claridad de sus bordes. A nivel territorial, la implementación de esa barrera de protección habilitó el proyecto de una actividad agrícola de grandes extensiones, lo que condujo en parte a la formación de nuevos latifundios.

Fig 5 - “cortina” de árboles , preferencialmente álamos

Figura 4 - Sistema de división parcelaria híbrida, combinando alambrado y plantación lineal de árboles, en vista de la protección de los cultivos contra el ganado y los vientos fuertes. Además de un uso práctico, permite también establecer los límites de propiedad.

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“Siguiendo la lógica geométrica del trazado de los caminos y disposición de los alambrados, el verde no puede más que ordenarse ortogonalmente en este espacio.” Mónica Martínez - Los pueblos ferroviarios de la Pampa Las delimitaciones por alambrados fueron, en muchos casos, subrayadas por la disposición de árboles en hileras siguiendo los bordes de los predios. Se privilegió el uso de álamos (finos y altos, plantados en fila simple o doble) para la formación de un pared o “cortina” verde con el objetivo de proteger de los vientos tanto a los animales como a los cultivos ( particularmente en etapa de sembrado ). En segundo lugar permiten remarcar los límites de la propiedad, esta vez con un carácter muy visual. Ubicadas en frentes estratégicos, las hileras de árboles actúan como un dispositivo de adecuación ambiental y demuestran una evolución en la relación del hombre frente al medio pampeano. El trazado ferroviario impacta al ámbito de otra forma, se instala con una lógica diferente a esa de la cuadriculación del territorio uniendo puntos geográficos en el espacio. Sus trazas físicas se superponen a la partición de los predios rurales y es casual que tenga una rotación a respecto de esa. En ciertos sectores, donde las vías se elevan en terraplén para salvar unos accidentes topográficos, se convierten en obstáculo forzando los caminos a cruce más lejano a modo de “zig-zag” para pasar del otro lado de la vía. Por lo general los rieles esta flanqueado de un camino de tierra. La infraestructura lineal dispone de un conjunto de señaléticas propio. A fin del siglo XIX e inicio del siglo XX, se tienden las líneas de telégrafo al borde de las vías :

“ El ferrocarril y el telégrafo eléctrico son la supresión del espacio. ” Juan Bautista Alberdi Posteriormente se instalan las líneas eléctricas y telefónicas en paralelo a las vías. Las diferentes componentes del sistema refuerzan la dimensión horizontal del ferrocarril en cuanto a su percepción : la multiplicidad de trazas lineales producen un efecto de fuga hacia el infinito. La repetición de los postes de soporte de la red telegráfica confiere al paisaje un carácter fácilmente identificable que, junto al sonido asociado al paso del tren, se convierten en signos anunciadores de la civilización. Sin embargo, a nivel sonoro, la dispersión de las actividades en la escala pampeana y la ausencia de eco debida a la llanura topográfica, minimizan ese efecto y por lo tanto permanece en la pampa un silencio denso. El desarrollo del modelo agroexportador se traduce también paisajísticamente con la implantación de diferentes artefactos ligados a las actividades agropecuarias. La cría de ganado se acompaña con la construcción de corrales, bretes ( para ordenar el ganado en fila ) y galpones ( para la protección frente a la intemperies ). La instalación de la industria saladeril y luego del frigorífico inglés en 1870 para la conservación de la carne introduce nuevas tipologías arquitectónicas.

“ El hecho de levantar construcciones destinadas a los animales reviste un caracter de novedad; “ Gazaneo Jorge O, Scarone Mabel M. – Tres asentamientos rurales

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Fig 6 Superposición de lógicas entre la cuadriculación del territorio y los trazados diagonales de la red ferroviaria. Fig 7 - Construcción de ferrocarril en la provincia de la Pampa Fig 8 - Tendido de las líneas de telégrafo en paralelo a las vías

estacion ferocarril division territorial division parcelaria

pampa -- 75


La importación del molino de viento norteamericano en 1870, remplaza los antiguos pozos y mangas, conectado a una bomba de agua permite crear fácilmente puntos de agua artificiales para los animales. Los dispositivos de extracción de agua hacen posible una cierta independencia a respecto de la ubicación de las escasas aguadas naturales. El agua extraída de las napas subterráneas se deposita primero en jagüeles ( pozos anchos ) y luego en tanques “australianos” a partir del inicio del siglo XX, con una construcción en chapa de cinc y un contorno circular ; un sistema de renovación del agua asegura su limpieza. Las torres metálicas de los molinos, que pueden alcanzar hasta 30 m de altura, se substituyen a los mangrullos como contrapuntos verticales en el paisaje ; hasta en unas ocasiones incorporan una plataforma que habilita un uso como mirador.

“ Pese a la fuerza de la metáfora utilizada, se daba en la Pampa argentina la paradójica situación de que el “granero” no fuera una tipología constructiva ampliamente utilizada; por el contrario, con excepción de aquellos cobertizos adosados a los primeros molinos harineros, que servían para resguardar el trigo durante la espera de su procesamiento, la producción cerealera (tanto el excedente de trigo como todo el resto de los cereales cosechados) no permanecía en su lugar de cosecha sino que era rápidamente trasladada a los puertos a través de carretones o, un poco más adelante, mediante el ferrocarril, para su exportación o procesamiento industrial. “ Adriana Collado - Molinos y silos cerealeros en la Pampa Húmeda argentina De la misma manera, la producción agrícola trae en ese periodo una cierta variedad de morfologías propias. El silo de acopio con elevador de granos es una de la tipología más reconocible : de construcción metálica ( y luego de hormigón ) se ubican por lo general a proximidad de las estaciones de tren o de los molinos cerealeros. Por su escala aquellas artefactos cobran una relevancia en el paisaje y se vuelven hitos territoriales al mismo tiempo que signos del progreso. Los diferentes componentes de la actividad productiva y del sistema del ferrocarril modifican drásticamente el paisaje tanto al nivel natural como cultural. La plantación de “cortinas” de árboles en los límites domínales, en particular, dispone bandas opacas que obstruyen en parte la visión y dan unas sensación de contención y de protección. Sin embargo, ese efecto es anulado en parte por la profundidad y anchura de los terrenos. Un fenómeno similar ocurre con los diferentes sistemas de tendidos ( electrico, telegrafico ) que se leen como líneas horizontales a lo lejos. El paisaje se percibe entonces como una superposición de planos perceptuales vinculados entre sí.

A modo de resumen, los impactos producidos por las diferentes trazas sobre el territorio se pueden categorizar en orden siguiente: - verticales bajas o domínales ( límites : cercos, alambrados ) - verticales o adecuación ( formaciones de árboles ) - horizontales planas o de producción ( trazas producidas por la actividad agropecuaria ) - horizontales en tira o comunicantes ( caminos, vías de ferrocarril ) - virtuales o de transmisión ( líneas telegráficas, telefónicas, eléctricas )

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Fig 9 - Elementos horizontales (rieles, telégrafo, caminos, alambrado, plantación lineal) conformando

un

molino

nuevo

paisaje pampeano . Fig 10 - Esquema funcional de un molino a viento con bomba de agua Fig 11 -Molino cerealero en

tanque

Helvecia ( Santa Fe ) estas imponentes estructuras eran

pulmon

fácilmente identificables en

cilindro

el paisaje. Fig 12 - Paisaje ferroviario pampeano, 1905

caño chupador filtro

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“ Asi como pliegues, rastrilladas, charcos, juncales, pastos, techos de casas, alambrados, enfiladas de árboles, montes, líneas de sombras, estratos nubosos y golpes de luz, se acumulan todos en el sentido horizontal; conformando así el rasgo más proprio del sistema del paisaje pampeano.” Jorge Ramos – La aventura de la pampa argentina La dimensión horizontal y la vastedad siguen dominando el paisaje. Sin embargo, debido a la división de las parcelas, se multiplican los usos del suelo y este último se fragmenta visualmente. La agricultura en particular introdujo una caracterización doble : de un lado por la diversidad de los cultivos (maizales, alfalfares, trigales, etc) los predios rurales adoptan colores, densidades y texturas diferentes ; del otro lado la evolución intrínseca del cultivo a lo largo del año le otorga un aspecto cambiante ( tonos marrones en etapa de siembra, verdes en etapa de crecimiento, coloridos en etapa de floración y amarillos en condición de sequia ).

“ Ahora se hace evidente lo heterogéneo […] como un patchwork gigantesco que vino remplazar al tapiz verde homogéneo e infinito. “ Jorge Ramos – La aventura de la pampa argentina La pampa original se transforma en un nuevo espacio dotado de límites (alambrado), matices ( cultivos ) y de referencias ( artefactos ). En el mismo sentido, las diferentes adecuaciones ambientales, eólicas ( “cortinas” de árboles ) e hídricas ( molinos de vientos y bombas ), demuestran una reversión de la situación inicial y la instalación de una dominación clara del hombre sobre el medio natural. La pampa aparece a partir de ahora como plenamente domesticada.

COLONIAS AGRÍCOLAS La agricultura se define entonces como un factor mayor en la modificación del paisaje pampeano y, más que con la ganadería, es a través de ella que se fijó el territorio. Hay que recordar que la ganadería fue durante mucho tiempo una actividad de rodeo cuando la cultura era fundamentalmente una actividad de arraigo. Su desarrollo en la pampa estuvo directamente ligado a la inmigración de milliones de colonoes europeos en los siglos XIX y XX que aportaron sus conocimientos prácticos y sus fuerzas de trabajo. En ese sentido, fue tanto un proyecto de explotación del suelo que de poblamiento. La contemplación de colonias en la Argentina republicana surge en la mente de las elites dirigentes después de la independencia, frente al constato de un territorio escasamente poblado y con habitantes nativos relativamente poco entrenados para el trabajo de cultivos. Inspirado de las experiencias norteamericanas, el presidente Rivadavia promueve la creación de la empresa “Rio de la Plata Agricultural Association” con el objetivo de incentivar la inmigración desde Inglaterra y Escocia. En 1826 fomenta a través de una ley la puesta en vigor del régimen de “enfiteusis”, considerando el suelo como una propiedad del estado y habilitando así la distribución de tierras públicas a través del otorgamiento de permisos de usufructo a trabajadores durante un tiempo prolongado

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o a vida. En teoría, esa iniciativa presentaba la ventaja de necesitar poca inversión y de mantener una cierta estabilidad procedural para evitar la especulación ; el estado era dueño de los terrenos y era él que concedía los permisos. Sin embargo, los primeros intentos de colonias en la pampa durante esa época fueron poco fructíferos a causa de la falta de coordinación tanto en el transporte de las personas y herramientas desde el extranjero como en la cesión de las tierras una vez llegados a Argentina. Algunos terrenos se revelaron hipotecados para financiar la guerra contra Brasil, en algunos casos ya estaban ocupados por otros habitantes necesitando un procedimiento de desalojo. En general se carecía la obligación de trabajar las tierras y de poblarlas. La formación de colonias funcionales necesito un cierto aprendizaje operacional. El desarrollo del modelo agroexportador y del ferrocarril incrementó significativamente el surgimiento de nuevas colonias por la necesidad de expandir el poblamiento con mano de obra en las áreas cultivables. La colonización agrícola estuvo gestionada tanto por instituciones gubernamentales que por empresas encargadas de reclutar personas en Europa, de trasladarlas a Argentina así como de entregarles, en una segunda etapa, herramientas, semillas y animales domésticos. En 1887, el decreto de la ley de Centros Agrícolas facilitó el acceso, a través de créditos de bancos estatales, de agricultores a los terrenos aún no colonizados y próximos a estaciones del ferrocarril ; en este proceso se formaron poblados como Trenque Lauquen, Pehuajó, 9 de julio, Bragado y General Pirán. Los terrenos públicos o privados, inicialmente de grandes proporciones, se subdividían en lotes que eran alquilados durante algunos años con la posibilidad de compra al final. En otros casos, los lotes se entregaban gratuitamente a cambio de un contrato de siembra y cultivo de ellos. En consecunecia, la inmigración en la pampa fue acompañada por la fragmentación de la tierra. La formación de estos “minifundios” contrastaba con la lógica dominante del “latifundio” ( un solo dueño ) y las colonias se materializaron como amplios espacios rurales multiparcelados. La modificación de los hábitos productivos de los colonos ( policultivos en forma intensiva ) hacia los requerimientos de una agricultura de exportación (monocultivo en forma extensiva) complicó la puesta en producción durante los primeros años y las condiciones de vida eran bastante precarias. Con la maduración del sistema de colonias se consolidaron ciertos criterios relevantes para su buen funcionamiento :

“ La selección y formación de las personas adjudicatarias, la preparación inicial del terreno, la disposición de los medios para iniciar la producción, el seguimiento técnico-administrativo, la instalación de parcelas de producción demostrativas, el apoyo económico (créditos), la configuración espacial, la planificación que contemple las necesidades de expansión de tierras para contener el crecimiento de las familias de colonos, la accesibilidad, las posibilidades de comercialización de los productos y la integración de las familias han sido factores relevantes. ” Manuel Manzoni - El acceso a la tierra en el Sureste de la Provincia de Buenos Aires durante la segunda mitad del siglo XX La posibilidad de expansión a través de la compra o anexión de lotes libres se reveló crucial en algunos casos para evitar la subdivisión excesiva entre los descendientes de los primeros colonos, permitiendo así mantener una cierta rentabilidad productiva ; no siempre fue el caso debido a la constante valorización de las tierras. Ciertas colonias de hecho generaron un activo mercado inmobiliario respondiendo a la demanda de los inmigrantes europeos y proveyéndoles terrenos nuevos más allá de sus límites mismos. Los colonos, con el tiempo, también

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pudieron adquirir las tierras a través de un sistema de créditos, pagado en parte con las cosechas. La incorporación a fines de siglo XIX de maquinaria agrícola en la etapa de siembra ( arado , sembradora, rastra ) y en la etapa de cosecha ( espigadora, trilladora ), junto al uso de la tracción animal ( caballos , bueyes ) y luego motriz ( tractores ), permitió reducir notablemente el tiempo de trabajo por unidad de superficie. El perfeccionamiento de las colonias tuvo como efecto directo de bajar los costos de producción y de hacer más competitivos los productos agrícolas argentinos en el mercado mundial. El despegue de la agricultura en ese periodo fue exponencial y se puede claramente observar en la evolución de los volúmenes cosechados de trigo, pasando de 170.000 toneladas en 1880 a 4.600.000 toneladas en 1914 ; la proporción de esas cosechas dedicadas a la exportación aumenta igualmente, pasando respectivamente de 50% a 75%. En consecuencia Argentina, gracias a la agricultura pampeana, se ubicó en los primeros puestos mundiales en materia de exportación de cereales. En el primer censo nacional de 1914 se contabilizaron en la región pampeana unas 76.000 chacras de explotación privada y 1.000.000 de inmigrantes aún arrendatarios - la ascensión a la propiedad de los predios no era necesariamente fácil. Varias de las colonias empleaban a trabajadores ajenos en las cosechas y con el tiempo incitaron la instalación de pequeñas producciones familiares y comercios a proximidad. En sí, las colonias debían estar vinculadas con un centro administrativo en cuanto a servicios y comunicación para la comercialización de los productos agrícolas.

Fig 13 - Plano de subdivisión de las parcelas en Esperanza ( Santa Fe) , primera colonia agrícola argentina fundada en 1853.

Fig 14 - Trilladora tirada por caballos, la agricultura inicia una variedad de practicas.

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ALTERACIONES URBANAS Esa fue la función de los pueblos ferroviarios : conectar las producciones agrícolas y ganaderas con el ferrocarril y asimismo con los puertos de exportación ; consolidando el nuevo patrón de asentamiento urbano territorial: ferrocarril, pueblos y colonias. En resultado de la multiplicación de núcleos urbanos a lo largo del tendido ferroviario, la proporción de la población urbana aumentó considerablemente hasta sobrepasar la población rural al inicio del siglo XX. Las estaciones incorporaban toda una infraestructura anexa para el abastecimiento ( tanques de agua, talleres de reparación de máquinas ), la maniobra de los trenes ( semáforos, gálibos, señales ), la carga/descarga de los productos agropecuarios ( depósito, silos para cereales, corrales de espera y bretes en rampa para ganado) y el viaje de pasajeros ( andenes, baños públicos ). Algunas estaciones contaban también con viviendas para empleados del ferrocarril. La actividad creciente alrededor de estos sitios, notamente por el flujo de personas, favoreció el agrupamiento de otras funciones complementarias como comercios ( venta de ropa, comestibles, almacenes de ramo general, bares ), alojamientos de pasajeros ( fondas, hoteles ) y artesanías. El almacén de ramo general cumplía una doble actividad de compra de las cosechas y de venta de productos de la ciudad o del extranjero ; aseguraba asi una función crucial de mediador entre el ámbito rural y ese de la ciudad y de los mercados internacionales. A partir de ese proceso se fundaron muchos pueblos ferroviarios. La lógica inherente al ferrocarril se repercuta en un cierto grado en la composición de los tejidos urbanos, a través de adaptaciones del modelo de retícula ya centenario. La hibridación fue doble, reconfigurando las prácticas urbanísticas establecidas e introduciendo elementos nuevos. El cambio más notable es la rotación de la grilla ortogonal de manera a alinearla con la inclinación de las vías de trenes. Las calles y manzanas del pueblo se disponen entonces paralelamente y perpendicularmente a la traza de los rieles, el impacto se observa hasta el límite del ejido incluyendo entonces las quintas y chacras. Esa coordinación espacial entre ambas partes es uno de los rasgos más fácilmente identificables de los pueblos ferroviarios, diferenciándolos de aquellos de fundación colonial. En las ciudades y poblados preexistentes la conexión con el ferrocarril pudo producir un desfasaje claro entre 2 temporalidades de planificación materializado en un “choque” de tramas urbanas, cada una con su rotación respectiva. En otros casos primó la preservación del tejido original y el pasaje del ferrocarril se superpone ( o se substituye ) a la extensión de las manzanas de la ciudad como un mero accidente y sin ninguna forma de coordinación. En situaciones donde la estación se construía alejada de la ciudad, la venta de terrenos aledaños las unió progresivamente. El trazado de los nuevos poblados en sí mismo retoma parte del modelo de la tradición urbanística heredada de los españoles : divisiones del espacio según una cuadrícula conformando manzanas de iguales proporciones. La expansión de la planta urbana contaba en general 8 hileras de manzanas pudiendo repartirse a ambos lado de la estación según un esquema variable, pero en la práctica la planificación de los poblados no dependía de un patrón único y la cantidad de hileras de manzanas del poblado se definía en función de su rol económico proyectado. Sin embargo, el ferrocarril introduce una alteración mayor en la definición de la centralidad. La estación, por la actividad que desarrolla en su torno, se establece como un nodo espacial y por ende como un segundo centro. Al nivel urbanístico se genera una dualidad entre la plaza central ( centro tradicional, donde se

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Figura 15 -Esquemas de las diferentes configuraciones urbanas en los nuevos poblados ferroviarios, se puede observar las adaptaciones de la retícula original ante el trazado del ferrocarril y su estación.

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ubican las instituciones municipales y religiosas ) y la estación de ferrocarril ( centro de la actividad económica ). La complementariedad u oposición entre ambos depende de la configuración de la planta urbana y varía notablemente entre los diferentes poblados. La ubicación de la estación en la planta urbana fue uno de los factores de diferenciación determinantes: en unos casos la estación se mantiene al margen de la ciudad en una posición de borde, en otros cobra una ubicación central por haber sido planificada inicialmente de esta manera o por el avance de la red urbana en ambos lados. A su vez, la ubicación y la distancia de la plaza tradicional con respecto a la estación impactó fuertemente las diferentes situaciones: en los casos de plazas y estaciones desfasadas ambos centros mantuvieron cierta independencia, en cambio en los casos de plazas y estaciones alineadas se pudo formar una relación espacial directa entre ambos centros. La vinculación directa entre la plaza tradicional y la estación en algunos poblados estuvo planificada en la planta urbana con la construcción de un bulevar ( calle más ancha y de doble calzada ) creando una comunicación directa y paisajística entre los 2 sitios. Esta complementariedad se traduce al nivel urbano por la aparición de un flujo importante de personas entre esos 2 polos. El vaivén peatonal incitó la implantación de comercios, constituyendo así la calle comercial del poblado. Se caracterizan entonces al nivel urbano 3 subsistemas : el cívico, el ferroviario y el comercial. Sin embargo, es importante observar la disminución de proporción de la plaza tradicional en los nuevos asentamientos, pasando de ocupar un terreno equivalente a 4 manzanas durante las leyes de Indias a una superficie de 1 única manzana. La nueva conformación de la plaza permite insertarla directamente en la modulación de la planta urbana, a la manera de una manzana no edificada ; en algunas excepciones se quiso preservar el protagonismo original de la plaza y se implantó con un desfasaje de medio módulo con respecto a la cuadricula, de forma a mantener una cierta centralidad, y con 2 manzanas residuales ( de ancho reducido ) en los bordes. Al nivel social, la ubicación de plazoletas ( plazas menores ) dentro del cuadro de la estación o enfrentado al edificio de pasajeros, favoreció la consolidación de la estación como segundo centro. Esos espacios verdes, de forma y tamaño variable, aportaron un aspecto paisajístico más allá de la función meramente utilitaria de la estación, y le otorgan una verdadera presencia en el poblado. La estación se convirtió socialmente también como el lugar donde se daban las ceremonias a la llegada de personalidades del exterior, volviéndose de cierta forma la vitrina del pueblo.

“el paseo por la estación se convirtió en un nuevo modo de recreación y vida social.“ Mónica Ferrari -- Los asentamientos urbanos producidos por la instalación del ferrocarril en el noroeste argentino

ARQUITECTURA FERROVIARIA La arquitectura de la estación de ferrocarril variaba según su importancia y los códigos propios a la compañía explotadora. Estas variaciones en el diseño se deben considerar no como unas peculiaridades locales sino más bien como la representación de una imagen de marca definida. El ferrocarril fue mayoritariamente construido por empresas británicas y por lo tanto esta influencia afectó directamente el estilo de las estaciones, contrastando con la arquitectura italianizante dominante en el tejido urbano. Se detectan en particular 2 corrientes : el estilo

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Figura 16 - Planta y elevación del modelo tipo de edificios de pasajeros

Figura 17, 18, 19 - Las estaciones de ferrocarril en la pampa comparten rasgos similares, con un estilo despojado heredado del funcionalismo inglés.

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funcionalista inglés conformado por volúmenes simples con una decoración mínima y estructuras e instalaciones aparentes, y el estilo gótico victoriano incorporando cumbreras, pináculos de hierro forjado, piñones con listones Tudor, cubiertas de cinc, cornisas y aleros decorados con figuras metálicas. La tipología general del edificio se desarrollaba en tira a lo largo de las vías y constaba de una sala de espera, una boletería, un cuarto de telégrafo, una oficina del jefe de estación, un local de recepción y depósito de encomiendas y cargas. Separados se ubicaban 2 grupo sanitarios ( uno por género ) y más alejada la vivienda del jefe de estación. Adosado al cuerpo del edificio una galería cubría parte del andén. La construcción de las estaciones integraba elementos prefabricados y significó un aporte cultural doble, como referencia utilitaria y como arquitectura “exótica” en el paisaje pampeano.

REPARTICIÓN DEL PODER “ Según nosotros, la mundialización del final del siglo XIX e inicio del XX no creo un espacio mundializado pero al contrario un inmenso espacio “privado” centrado sobre lo local. Aquel espacio privado no estaba centrado sor los pueblos o pequeñas ciudades agrícolas, pero sobre el espacio de hábitat disperso y sobre las grandes ciudades “ Christophe Albaladejo – Les transformations de l’espace rural pampéen face à la mondialisation El poblamiento de los pueblos ferroviario fue un fenómeno progresivo, en parte por la necesaria consolidación de las funciones adicionales ( comercios, alojamientos, instituciones ) alrededor de la estación de ferrocarril y por otra parte por la subdivisión aún muy básica de las manzanas. En consecuencia, el espacio rural permaneció aún durante esa época como el centro de la vida social, las estancias en particular se mantuvieron como lugares notables de concentración de trabajadores. En ciertas ocasiones el trabajo en estos sitios actuaba como un vector de encuentro y hasta de fiestas entre las diferentes capas de la población ( propietarios, ciudadanos notables, empleados rurales ). De la misma manera, las colonias eran núcleos sociales insulares con unas interacciones internas diversas que eran de naturaleza religiosas, educativas, recreativas o laborales. Las diferentes familias residentes solían reunirse para ayudarse o festejar. En las etapas de cosechas se sumaban una grande cantidad de personas exteriores. Las pulperías y las escuelas primarias de campo completan los hitos sociales de la ruralidad pampeana. Sin embargo la mayoría de estos ámbitos eran privados, particularmente tras la partición efectiva de las diferentes propiedades, y se manifestó con una carencia de espacios públicos. Los sectores rurales estaban vinculados con los núcleos urbanos por razones administrativas, comerciales o simplemente por motivos recreacionales. El pueblo ferroviario se establece en su zona como el centro económico. El tendido del ferrocarril en la pampa arrastra todas las tierras que atraviesa, subordinándolas al modelo de la nación agroexportadora y marca su transición definitiva hacia la lógica productiva y mercantil. En ese aspecto, el territorio pampeano está controlado por las grandes ciudades, lugar de residencia de la oligarquía terrateniente, sede de las empresas y puntos de vinculación con los mercados extranjeros. Se completa así la nueva estructura pampeana: los ámbitos rurales como centro de la vida social, los pueblos ferroviarios como centro de la actividad económica y las grandes ciudades como centro del poder.

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CRÍTICA DEL MODELO AGROEXPORTADOR El desarrollo del ferrocarril a través del territorio reviste toda una simbología sujeta a críticas debido a su carácter fundamentalmente capitalista. En esta ocasión se puede citar profusamente a Ezequiel Martínez Estrada quien, a través de su libro “Radiografía de la Pampa”, propone una relectura de la historia oficial argentina, atacándose a la ilusión prometeica de la puesta en valor de esas tierras. Su análisis toma un sentido clínico, próximo a ese de un examen psicoanalítico, donde el autor se enfoca en deconstruir los motivos del desarrollo agroexportador en el país. Para él, la promoción de aquel modelo económico y su rápida expansión en el territorio constituyen los mitos fundadores de la nación embebidos de ficción. Denuncia la emergencia de una realidad ficticia incentivada por las elites dirigentes de la industria agropecuaria y los intereses extranjeros.

“ Para Martínez Estrada, la Argentina vive en dos niveles, en el nivel del mito nacional de la Argentina cosmopolita, la Argentina de la enorme industria agropecuaria. La Argentina sofisticada que mira hacia Europa de espaldas hacia el resto de América Latina, y la Argentina verdadera, la Argentina de la proyección, de la originalidad y de la configuración psicoespiritual.” David William Foster - Hacia una lectura desconstructivista de « Radiografía de la Pampa » de Martínez Estrada

“ Los creadores de ficciones eran los promotores de la civilización, enfrente de los obreros de la barbarie, más próximos a la realidad repudiada. […] ansiosos de una ficción que se nutría de latifundios.” Ezequiel Martínez Estrada– Radiografía de la Pampa Estrada imputa la fabricación de ese discurso al enfrentamiento de los primeros colonizadores con al vacío inexpresivo de la pampa. Los intentos para darle un sentido a ese territorio fueron, para él, ineficientes y hasta contra-productivos.

“ Cuanto más ansió el hombre de la pampa, más esclavo fue, encerrado en un círculo de alambre de púa. La ambición se le enredaba en los pies y las manos […] . Tiene el hombre de la pampa una concepción restringida del mundo, y está cautivo en los límites de esa concepción, en la jaula de su horizonte. Cree dominar un sector de la realidad, sobre lo que acaso ejerce señorío, y está convertido en instrumento de esa realidad que no tiene salida al mundo. “ Ezequiel Martínez Estrada– Radiografía de la Pampa

“ Avanzamos y nuestros proyectos para el porvenir eternos, proyectos de dominio sin obstáculos pero que no tienen finalidad crecen desmesuradamente […] La pampa es una ilusión ; es la tierra de las aventuras desordenadas en la fantasía del hombre sin profundidad.” Ezequiel Martínez Estrada– Radiografía de la Pampa

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“ La exhuberencia primitiva del paisaje le da a la totalidad un tinte que posterga illimitadamente la probabilidad de un sentido.” Rodolfo Kusch - La seducción de la barbarie: análisis herético de un continente mestizo Sin embargo el texto de Estrada se diferencia de una teoría política. No busca remplazar los mitos por otros pero se dedica a deshacer esos establecidos, remarcando la creación de “ pseudo-estructuras “ sin esencia legitima, analizando los motivos que conllevaron a su formación y los efectos que tuvieron sobre el territorio. La pampa agroexportadora es desde su punto de vista un montaje espacial puramente artificial que desfigura profundamente la naturaleza primitiva.

“ El mapa de las poblaciones es un mapa de trincheras convertidas en despensas y pulperias. Fue el indio el que los obligo a dar esa estructura arbitraria a los pueblos y, consiguientemente, a las lineas ferreas que vinieron a fijarlos para siempre.” Ezequiel Martínez Estrada– Radiografía de la Pampa

“ Esos pueblos no tienen vida propia porque no aparecieron ni prosperaron por exigencias que los hicieron indispensables segun la tierra en que estan anclados.” Ezequiel Martínez Estrada– Radiografía de la Pampa El ferrocarril en particular, visto como el instrumento del progreso, provoca tantas rupturas como conexiones que establece, marginalizando las localidades alejadas de las vías. Y de forma más global marca, por su trazado, el sometimiento de las tierras pampeanas a Buenos Aires, aquellas realizando sus existencias únicamente a través de cultivos y ganados que son enviados hacia los puertos exportadores y el extranjero.

“ El ferrocarril hizo más vasto el territorio y lo fracturo para dejarlo reducido al dibujo lineal de sus vías. Alzó con sus terraplenes fronteras entre el riel, que es Europa, y los demás, que es América. Lo que no está al pie mismo del terraplén, está a inconmensurable distancia ; económicamente, fuera del mundo comercial […] Correlativamente a la disolución en distancias económicas del interior, el ferrocarril agudizo el sino umbilical de Buenos Aires ; [...] Es que la vía férrea fue un sueño de la metrópoli que tendió como tentáculos depredatorios a la pampa. “ Ezequiel Martínez Estrada– Radiografía de la Pampa

“ […] una vez que el pueblo y con él su rancho, el árbol, el pozo, el perro y el caballo se unieron a la gran ciudad lejana, entraron a formar parte de otro sistema mayor ; todo alrededor se puso en movimiento […] Entonces aumento la soledad del pobre, cuando hubo distancia y diferencia entre ese mundo local y el mundo inmenso. Todo lo que sirve para unir : telégrafo, ferrocarril, lo separaban más. La metrópoli comenzó a arrastrar hacia si toda la campaña, colocándolo a él cada día más lejos, en los confines del mundo primitivo.” Ezequiel Martínez Estrada– Radiografía de la Pampa

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EFECTOS DE LA INMIGRACIÓN Luego de la conquista, la población en Argentina está en aumentó constante y con la consolidación del modelo agroexportador hacia las primeras décadas del siglo XX, crece de manera exponencial. En ese periodo la cantidad de habitantes total crece de 250%. La puesta en producción de las extensas tierras nuevamente liberadas y su valorización exige una mano de obra abundante e incita a importantes flujos migratorios en provenientes de Europa. En total la Argentina acogió a 3.500.000 de inmigrantes, en su mayoría de Italia y de España y en menores proporciones de Inglaterra, de Francia, de Alemania, de Polonia y de Dinamarca. En 1914 el tercio de la población era de nacionalidad extranjera. Argentina aparece en ese periodo como una sociedad en pleno desarrollo. Para los inmigrantes extranjeros representa la posibilidad de insertarse en el proyecto de una nación moderna y de ascender a una mejor posición social.

“ Más que un enriquecimiento, es probablemente el sentimiento de participar en la construcción de un país en rápida evolución que cemento la nación en un mito identitario de un país con recursos inagotables esperando de ser explotadas y en el cual todo era posible. “ Sébastien Velut - L’ Argentine : identité nationale et mondialisation Aquella nueva población necesitaba un modelo adaptado para su incorporación y la mayoría se encaminó hacia los campos. Sin embargo, al llegar se enfrentó a una realidad pampeana donde gran parte del territorio ya pertenecía a los estancieros debido al sistema de latifundios ( grande superficie para un único dueño). Ante esa situación, los inmigrantes integraron las colonias agrícolas, alquilando una parcela o adquiriendo una propia en el caso de los más afortunados. Algunos consiguieron alquilar porciones de tierras en las estancias, otros se movieron a provincias más lejanas con menos competencia. Una cierta proporción se quedó en las grandes ciudades ; en ese momento la mitad de la población porteña era extranjera. El sueño inicial de obtener una propiedad en las tierras pampeanas no se concretó para todos.

“ Las infinitas posibilidades de ser cualquier cosa con éxito, demuestran bien pronto al aventurero que solo puede ser una ; y ese es el momento de capitular o de partir. Esa tierra tiene un dueño : es propiedad y no libertad ; el propietario es también una fuerza oculta, lejana. Desde lejos impone al aventurero una manera de trabajar, de existir, de resignarse, de aceptar, aunque que parezca que no ve ni oye, que no puede disponer de ese baldío, ni darle una forma cualquiera. Ganará por poco al principio ; podrá ser agricultor o peón, a jornal ; vasallo de un señor ausente, a quien no conoce y que toma sus disposiciones con arreglo a números. ” Ezequiel Martínez Estrada– Radiografía de la Pampa Las colonias agrícolas en cierto aspecto tuvieron un carácter comunitario : en general estaban organizadas por empresas que reclutaban a los colones en su país de origen lo que explica la persistencia de ciertos ritos una vez

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constituidas. Por otro lado hubo una falta de caminos rurales que las conectaran entre ellas más allá de las vías del ferrocarril. El sistema ferroviario a su vez, por la distancia entre cada estación, reforzó de cierta forma ese carácter comunitario. Por lo tanto la integración entre la población criolla y los inmigrantes no fue del todo fácil debido a ciertas diferencias culturales que conllevaron, en algunos casos, a una actitud de desprecio mutuo.

“ Surge en efecto el problema de la nacionalidad de los inmigrantes para quienes juega la dialéctica entre el arraigo en Argentina, donde se establecieron, fundaron una familia, poseen algunos bienes y la nostalgia del país de origen que comparten en círculos de sociabilidad con base nacionalista ( clubs, asociaciones, escuelas, iglesias, etc ). “ Sébastien Velut - L’ Argentine : identité nationale et mondialisation

Además del flujo de una población inmigrante en procedencia de Europa , hay que considerar, en la realización del modelo agroexportador, la necesaria inversión de capitales extranjeros para la construcción de la infraestructura. En este sentido, la Argentina agroexportadora está doblemente ligada al extranjero : por un lado sectores claves de la economía nacional pasaron a manos extranjeras y por el otro las necesidades de exportar condicionan su desarrollo propio.

“ Cada vez menos podremos organizar nuestra existencia independiente, ni producir otras materias que las que demanda un mundo cuya necesidad determina nuestra necesidad de producir. ” Ezequiel Martínez Estrada– Radiografía de la Pampa

La influencia extranjera se resiente también al nivel cultural. Para las elites dirigentes porteñas, la Europa del siglo XIX es el símbolo de una sociedad civilizada y desean hacer de Argentina su reflejo. De cierto modo, para la Argentina de esa época y particularmente para la pampa, se puede definir el conjunto de esas influencias extranjeras como una nueva “colonización”, tras la española ocurrida en los siglos previos.

“Ahora el coloniaje se amplía ; se trata de imitar todo lo europeo o sea también el mundo anglosajón en el terreno del espíritu y en el del comercio […] Lo que había sido un coloniaje de cuerpo y sangre inmigrada durante la colonia, se convierte así en coloniaje de espíritu de la independencia.” Rodolfo Kusch - La seducción de la barbarie: análisis herético de un continente mestizo Frente al fenómeno migratorio y a aquellas alienaciones culturales, la búsqueda de una identidad nacional para el país ( aún relativamente joven ) se vuelve una prioridad. En ese proceso la definición del carácter “criollo” como un valor propio es sumamente importante para hacer obstáculo al fenómeno de “europeización”. La restructuración de la identidad nacional pasa por la recalificación y revalorización de la pampa, del Gaucho y de la vida rural.

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Hay que notar que en esa búsqueda de valores auténticos argentinos, la cultura de las poblaciones nativas es claramente rechazada. Esta posición se puede explicar por 2 motivos : de un lado los modos de vida propios a esos habitantes y su presencia escaza en el territorio inicial se repercutieron en un legado cultural frágil y del otro el Indio aparece, en la formación de la identidad argentina, como un antagonista que permite la emergencia de otras figuras como esa del Gaucho. La rearticulación de la identidad nacional a través de la identidad pampeana invita a la reconsideración de ese territorio. La pampa y la campaña particularmente se convirtieron en un refugio donde la tradición está resguardada. Lejos están las representaciones de la pampa como un medio hostil vinculado a la barbarie, como la comparaba Sarmiento. Tras la conquista militar, su puesta en valor y la creciente ocupación, las tierras pampeanas se metamorfosearon, convirtiéndose de un “desierto” en el pulmón económico de la nación agroexportadora. Entre los valores que se les atribuyen, resalta la noción de ruralidad, de simplicidad y de libertad. A partir de fines del siglo XIX, el Gaucho, antes denigrado, se establece como una figura icónica de la identidad argentina a través de las publicaciones literarias de José Hernández ( Martin Fierro – 1872 ) y Ricardo Guiraldes ( Don Segundo Sombra – 1926 ). Se valoriza en él el legado de una vida libre en contacto con el ganado y la extensa llanura, marcada también por una franqueza en los tratos personales. La recuperación del Gaucho por la cultura nacional ocurre pragmáticamente después de su reconversión en peón a caballo y en una etapa donde sufre la competencia del auge de la agricultura.

Fig 20 y 21 - Representaciones del Gaucho Martin Fierro, realizados por su autor José Hernández en las primeras ediciones impresas.

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Al mismo tiempo, la campaña y la ruralidad se ven idealizadas por una parte de la población de más en más urbanizada. La grande ciudad ( la metrópoli – Buenos Aires ) es considerada con una cierta ambigüedad : por un lado representa el símbolo del progreso y de la civilización, y por el otro es criticada por la corrupción, el caos y la frenesí que alberga. En comparación se valora en el campo la preservación de un modo de vida simple, sano y la honestidad en los tratos sociales ; esta noción de honestidad pampeana esta de hecho asociada al carácter horizontal de su paisaje, como una forma de “rectitud”. En la construcción de la identidad nacional, el paisaje aparece como un factor esencial de la revalorización pampeana. El paisaje es la apariencia misma del país, más allá de su representación en pinturas o de su descripción en literatura, y constituye entonces una herramienta de base para el sentimiento de patria ; en ese sentido el paisaje pampeano resultó ser muy característico. La identidad pampeana está fuertemente ligada con su dimensión espacial, que se extiende en cierto grado a la identidad nacional.

“ Si no solamente es problable que la identidad nacional no pude concebirse de manera homogénea dentro de este vasto espacio, podemos incluso pensar que esa diversidad hace parte del problema identitario. Inversamente, el territorio nacional, equipado, recorrido y representado constituye uno de los elementos de referencia de la identidad argentina. “ Sébastien Velut - L’ Argentine : identité nationale et mondialisation

Sin embargo, la pampa ya no era el territorio salvaje estereotípico en manos de las poblaciones indígenas, tampoco era ese de los primeros estancieros y de las vaquerías. Desde ese entonces el ámbito pampeano evolucionó según los modos económicos dominantes y sus sistemas sociales derivados, traspasando por un doble coloniaje y un proceso modernizador. Pese a las alteraciones del paisaje por la disposición de una variedad de arquitecturas ( italianizante urbana , inglesa ferroviaria , cuadricula española, galpones ) y de artefactos ( molino de viento norteamericano, tanque australiano, sulky inglés, silos , líneas de telégrafo, alambrado) el espacio pampeano guarda parte de su esencia original. El paisaje, por su escala desmesurada, fagocita aquellas modificaciones, que sean culturales o tecnológicas, y por su repetición las hace de cierta manera rasgos suyos y parte de la identidad pampeana. Esa plasticidad cultural del territorio hace más compleja la distinción entre lo propio y lo ajeno.

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CONSIDERACIONES INTERMEDIAS Con la introducción del ferrocarril en el marco urbano, termina de completarse el modelo tipo de lo que se define como la “ciudad pampeana”. La formación de éste, con rasgos comunes en la mayoría de los poblados de la extensa región, se debe a una serie de factores condicionantes que se podrán resumir aquí, antes de evaluar sus características y limitaciones.

FACTORES CONDICIONANTES Al nivel geográfico, la relativa uniformidad del terreno y la escasez de accidentes topográficos, que sean tanto relieves como cursos de agua, no contribuyó al desarrollo de una hipotética variación pintoresca. La adaptación en la configuración de las estructuras urbanas, si bien presentes y reales, fueron a modo general mínimas, conservando la lectura de un patrón claro. Al nivel histórico también, la región se desarrolló en un tiempo corto de 2 siglos, comparado a la formación milenaria de las regiones europeas. El factor temporal es aún más relevante cuando se considera que gran parte de los poblados que consolidaron el territorio se construyeron en un lapso más acotado ( entre la mitad del siglo XIX y el inicio del siglo XX - es decir un poco más de 50 años ), lo que limitó la emergencia de un crecimiento más orgánico y la superposición en capas de ideologías diferentes debido a, como lo explica P.H Randle, una “simultaneidad de un mismo espíritu y de una idéntica estética”. La formación del territorio pampeano resulta de una construcción planificada y arbitraria, y se puede ver claramente reflejada en la evaluación de los diferentes motivos de fundación de los pueblos : militar, en torno a fuertes y fortines durante la primera época y económico, en torno a las estaciones de ferrocarril durante la segunda época. Aquellas fundaciones, por la hostilidad de las poblaciones autóctonas y la falta de recursos naturales en el extenso territorio, fueron en su mayoría planificadas por una autoridad explicando la repetición de una misma estructura y en ese sentido las fundaciones espontáneas ( o de estructura libre ) fueron casi inexistentes. Al nivel territorial, la abundancia de la tierra, su extensión y la falta significativa de valles no incitó al desarrollo de formaciones urbanas lineales, por lo contrario generó una distribución de los núcleos urbanos más o menos dispersa, con un fuerte carácter insular. Junto a la homogeneidad del territorio, aquella distribución no promovió a la competencia de las ciudades entre sí, que hubiera dado motivos para una diferenciación o calificación propia. Incluso en una escala intermedia, la estructura abierta no se constituyó en un verdadero poli-centrismo debido a las pocas conexiones entre las cabeceras de partido y las localidades rurales. Un poblamiento del territorio más paulatino hubiera sin duda resultado en una estructura urbana con mayores vinculaciones entre sus partes, mismo si hay que emitir una duda ante la inmensidad de la pampa. La fundación de los núcleos urbanos se realizó bajo un control del gobierno estatal, delegando poco margen de libertad a la autoridad local, limitando indirectamente las posibilidades de apropiaciones locales e imponiendo referencias comunes a la historia oficial ( escultura y toponimia ). Pero el rasgo más característico de las ciudades pampeanas es la repetición de un modelo urbano a través del territorio.

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“El trazado en cuadrícula es, lógicamente, la primera imagen que acude a la imaginación de quien se pregunta por la forma urbana de la ciudad pampeana.” P H Randle – La ciudad Pampeana De herencia española, la implementación de la cuadrícula para la configuración de ciudades responde a las cualidades del sitio. En una extensa llanura, a priori sin referencia, permite la instauración de un orden geométrico y espacial. La cuadrícula, por su esencia abstracta, es la herramienta que permite la repetición de los trazados urbanos. Sin embargo el rigor del modelo de ciudad en damero se debe a su aplicación formal al territorio por parte del gobierno republicano, luego de la independencia.

“ […] la legislación hispánica no tenía la rigidez que erróneamente se le atribuye […] En efecto, mucho más rígida, menos flexible y abstracta, iba a ser la política especifica que el departamento topográfico de Buenos Aires y los municipios aplicarían. ” P H Randle – La ciudad Pampeana El modelo urbano característico de las ciudades pampeanas se define entonces por un lado por la extensión de vías de circulación ortogonales entre si que recortan predios de mismas dimensiones, dibujando así una ciudad en forma de tablero para la disposición a futuro de las diversas funciones, y por el otro lado se identifica por una centralidad articulada por 2 focos : la plaza principal, las instituciones a su alrededor como consolidación del casco histórico y la estación de ferrocarril. El trazado urbano se implanta con una noción clara de borde, delimitando el tablero urbano de los predios rurales.

ELEMENTOS CARACTERÍSTICOS Para entender la estructura urbana de la ciudad pampeana es necesario el despiece de sus componentes fundamentales : tanto los ítems espaciales y sus funciones como las relaciones que los vinculan y las prácticas que surgen de esas interacciones (dinámica de los habitantes, puntos de atracción). Retomando el trabajo de P.H Randle se pueden clasificar los diferentes elementos según su impronta y su ubicación. Los elementos nucleares : - la plaza : tradicionalmente centro de la composición urbana, es un espacio abierto, ajardinado, que actúa también como una encrucijada para la circulación peatonal, alberga ceremonias oficiales y es lugar de encuentro para los vecinos. - las instituciones públicas : en torno a la plaza, la iglesia y la casa municipal se ubican en manzanas separadas y enfrentadas a 90°, constituyen el centro funcional del modelo urbano y le confieren también una cierta presencia arquitectónica – especialmente a través del campanario de la iglesia. En algunos casos se añade una escuela elemental o secundaria en el conjunto. - el distrito de la estación de ferrocarril : nuevo foco de atracción, en casos, tangente a la planta urbana, ocupa una relativa grande extensión por las diferentes funciones que concentra en su torno, especificas (galpones, playas de carga/descarga, torre tanque) o diversas ( hoteles, fondas, comercios, cafés, mayoristas ).

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Figura 1 - Esquema del modelo de ciudad pampeana

1. plaza mayor

5. remate/feria

2. instituciones

6. matadero

3. calle comercial

7. cementerio

4. districto de ferrocarril

8. acceso caminero

(edificio de pasajeros + playa 9. paso a nivel de carga/descarga )

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- la calle comercial : alineamiento de comercios que aprovecha el flujo de personas entre la plaza principal y la estación de ferrocarril, integrandose en el circuito peatonal (recinto de vida comunal ), esa se puede extender en área comercial. Se identifica por su lenguaje arquitectónico propio : toldos en fachada produciendo sombra para el pasante que se detiene en vitrina y enseñas-letreros. Los elementos circulatorios : - las vías férreas : ubicadas en borde en las ciudades más antiguas o pasando por el centro en las de fundación mas tardía, según el ángulo de aproximación a la ciudad pueden generar una incisión en el tejido urbano. Como obstáculo artificial ( a diferencia de un río ) pueden establecer una distinción en la calles de la ciudad, favoreciendo las que disponen de un paso a nivel para cruzar las vías contra aquellas que se terminan en callejones sin salida. - los accesos camineros : permiten la conexión entre las ciudades y otras aglomeraciones ( particularmente en dirección de Buenos Aires ), conducen al centro urbano o parten de él - el bulevar : establece una situación urbanística privilegiada, generalmente con un parterre central ornamentado con faroles y vegetación. En algunos casos permite remarcar la conexión entre la plaza principal y la estación de ferrocarril, en otros no corresponde a la calle de mayor influencia volviéndose ahí un trazado puramente formalista. Los elementos periféricos : - el cementerio : se ubica en la periferia, apartado de la ciudad principalmente por motivos psicológicos más que de salubridad. Su alejamiento reduce la frecuencia de sus visitas, establece un sistema representativo de la clase social de los difuntos ( cruces de madera con el nombre para las personas de clase baja y pequeñas bóvedas para la gente de mayor recursos ). - el matadero : se instala alejado de la ciudad por las molestias que puede ocasionar ( olores, ruidos ) y su ubicación toma en cuenta la dirección de los vientos dominantes. - la feria-remate : mercado de hacienda en periferia de la ciudad, dispone de corrales para los animales en espera de venta y de una arbolada de protección. Sin embargo no es un lugar de reunión espontaneo, la afluencia de personas se organiza en jornadas específicas. Entre esas funciones puntales se desarrolla el barrio con una mayoría de edificaciones residenciales, comercios dispersos y algunos talleres o industrias menores. La estructura urbana se compone entonces de 3 partes : el centro, el barrio y la periferia.

LÍMITES DEL MODELO DE CUADRÍCULA El modelo de ciudad en damero puede ser discutido en cuanto a su aplicación práctica al territorio pampeano y a su carga simbólica. Por su fuerte carácter geométrico, impone arbitrariamente una estructura espacial propia y homogénea.

“la cuadricula intenta llenar el vacío de la pampa, intenta fundar ciudad sobre la nada” Adrian Gorelik - La grilla y el parque

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Su implantación genera de por si un notable grado de abstracción a respecto de las circunstancias locales ; cuando la trama urbana choca contra un elemento natural como un río, en lugar de amoldarse a las curvas de ese, el tablero suele recortarse de manera nítida y en ocasiones retoma su modulación al cruzar el agua. La estructura de la ciudad depende en gran parte de la noción de centro y de borde : la trama en manzanas se extiende hasta un perímetro planificado. El crecimiento de la ciudad entonces, por lo menos en primera instancia, no resulta en una expansión orgánica de esa pero sino en un “relleno” de la estructura predefinida, un crecimiento por “compactación”.

“ […] así ha sido el crecimiento general de todas las

Fig 2 -Parcelamiento “tipo X” , busca maximizar las fracciones con acceso directo a la vía pública.

aglomeraciones reticuladas : un crecimiento por compactación, sin otras directivas sobre la marcha, abrumado por la consecución de un fin demasiado lejano, sin etapas ni descansos, sin compensaciones, ni hitos que marquen una historia ; en suma, una larga y pesada evolución que ha contribuido en buena parte a hacer más monótona y uniforme la vida en estas ciudades” P H Randle – La ciudad Pampeana Fig 3 - Parcelamiento “tipo Desde el foco central decrece gradualmente tanto la ocupación de las manzanas ( con

H” , suele ser aplicado

construcciones más aisladas a medida del alejamiento ) como la densidad poblacional y el

en amanzanamientos

valor de la tierra. Con el desarrollo se fueron progresivamente completando los terrenos

rectangulares, pero

vacíos y consolidando la continuidad edificada, sin una neta diferenciación funcional.

desvaloriza ciertos frentes en beneficios de otros

El proceso de “compactación” significó también la subdivisión aumentada de las manzanas, pasando de extenso solares ( 1/4 de manzana ) a lotes angostos de 10 varas ( ≈ 8.6 metros). Esa reducción drástica de la superficie de los terrenos limitó la acomodación a futuro de ciertas funciones, tanto de viviendas como de instituciones públicas. Las múltiples

Figura 4 - Esquema de la consolidación progresiva del centro urbano ( siglo XVII – siglo XVIII – siglo XIX )

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particiones internas modificaron también la relación frente/fondo de los terrenos y, junto con la proporción cuadrada de la manzana, la volvieron desfavorable para su explotación económica ; en ese sentido fue criticada por Sarmiento debido al su débil valor imponible. El centro de la manzana aparece como un espacio “desperdiciado”, particularmente en tejidos residenciales de poca densidad. Indirectamente, el modelo de cuadricula supone un porcentaje significativo de la superficie reservado a las calles, reduciendo la disponibilidad de tierra. El ancho fijo de 15m aparece desproporcionado con respecto a la altura de las fachadas en los lados. La ortogonalidad de las calles y sus extensiones sin remate presentan una rigidez de recorrido y una cierta monotonía.

“ La forma de tablero es correlativa de la llanura y del hombre sin complicaciones espirituales. […] Son calles para ver a lo lejos, hasta el horizonte, para otear peligros; no para ver frentes, arquitectura, rostros.” Ezequiel Martínez Estrada– Radiografía de la Pampa Finalmente a nivel simbólico, la grilla representa tanto la posibilidad de una sociedad civil moderna, abierta e igualitaria, sin comunidades cerradas, como la voluntad de racionalización y control del espacio, a fines de facilitar su gestión administrativa y de favorecer su puesta en mercado por la supresión de la diferencia. La formación de la ciudad releva de una ambigüedad donde el estado construye las vías circulatorias y el tablero urbano, y el capital privado se apodera del parcelamiento interno buscando incrementar la renta inmobiliaria. La ciudad pampeana incluye inherentemente la posibilidad de una expansión infinita por la repetición del patrón de manzanas. Sin embargo, por una serie de motivos históricos, la normativa urbanística implementada en varios de los nuevos asentamientos resultó a posteriori de una escala exagerada, explicando en parte que el marco urbano no se haya completado rápidamente, dejando en ciertos lugares un tejido abierto, con terrenos baldíos que pueden asemejarse a pampas en miniaturas.

“Hay que decir, en rigor de verdad, que muchos de los defectos que hallamos en

nuestras ciudades también provienen de un equivocado concepto de previsión. La cuadricula y todas sus secuencias han pecado no tanto por falta de previsión sino por un excesivo y rígido sentido de futuro; por una especie de “futurismo” fantasioso en el que se iban a llenar los moldes concebidos arbitrariamente.” P H Randle – La ciudad Pampeana

“ El campo entra por las calles y por los terrenos con los yuyos. Los yuyos son los heraldos con que el campo anuncia su lenta, infatigable invasión. Hay que estar cortandolos siempre y siempre crecen, hasta que por cualquier evento pueden invadir las habitaciones […] “ Ezequiel Martínez Estrada– Radiografía de la Pampa

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Figura 5 - Evolución de la superficie atribuida a la plaza entre el modelo de ciudad indiana y los pueblos ferroviarios, repercutiendo en una reducción del espacio público.

Figura 6 y 7 - Plaza de Correa ( arriba ) y de Santa Rosa ( abajo ). Se pude observar el trazado geométrico de los senderos conduciendo al centro y a las diferentes instituciones.

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EVOLUCIÓN DE LA PLAZA TRADICIONAL En la evolución del modelo urbano pampeano, particularmente después de la irrupción del ferrocarril, la plaza aparece como uno de los puntos mayores de diferenciación entre ciudades y pueblos. Ya no ocupa necesariamente una ubicación central exacta en la planta urbana, pudiendo estar desfasada de algunas manzanas con respecto al eje de simetría de la cuadrícula. Esa toma de libertad urbanística resulta en variadas configuraciones, en algunos casos con trazados de medio-módulos para mantener su ubicación central. Si bien junto con la estación de ferrocarril se genera una complementariedad funcional, son 2 espacios que entran en competición en términos de atracción. Sin embargo, en su evolución histórica, se puede notar una reducción significativa de la superficie que ocupa en la ciudad, pasando de una superficie equivalente a 4 manzanas en el modelo indiano a una superficie de 1 manzana en los últimos poblados ferroviarios. La plaza deja de ocupar un lugar preferencial y se inserta ahora en la trama urbana como una manzana más. Este hecho no representa solo un cambio geométrico sino también una reducción del espacio público urbano de esos poblados. La escasez de espacios públicos alternativos como plazoletas de esquinas y la delimitación del espacio rural como áreas privadas inaccesible por medio de los alambrados vuelven esta consideración aún más relevante ; a su vez hay que tener en cuenta que las plazas pampeanas no solian albergar actividades de ferias como era el caso de las plazas mayores españolas. El periodo de construcción de los nuevos pueblos entre fines del siglo XIX e inicio del siglo XX, coincide con la emergencia de la teorización urbana acerca del espacio público en las grandes ciudades argentinas, particularmente en Buenos Aires. Este proceso es estudiado por Adrian Gorelik extensamente en su libro “La grilla y el parque: espacio público y cultura urbana en Buenos Aires, 1887-1936”. A partir de ese periodo, la visión de la ciudad se vuelve más compleja, considerándose como la materialización de una cultura que puede adquirir significado a través de la manera en la cual está construida. Tras la federalización entre el gobierno nacional y la provincia, Buenos Aires fue declarada ciudad capital. La designación de Torcuato de Alvear como intendente impulsa usa serie de obras para transformar y modernizar la ciudad, con una fuerte inspiración en el urbanismo francés de la época. La apertura de la Avenida de Mayo conectando dos puntos simbólicos y la construcción de la plaza de Mayo con una escala monumental son muestra de ella. El urbanismo es visto como el posible soporte de la memoria de la nación, fundamentalmente a través del espacio público y ciudadano. Dicho espacio es revalorizado como el lugar en el cual se desarrollan las prácticas sociales y por extensión es formador de la noción de ciudadanía ; se define entonces como un mediador entre el estado y la sociedad. Se le reconoce una virtud educativa en el sentido que no solo alberga las experiencias sociales pero también las organiza formalmente. Uno de los primeros efectos de esa ideología urbanística se puede observar en la evolución de la plaza tradicional hacia una forma de paseo. Aquel cambio de apariencia se realiza a través de una serie de operaciones tales como la regularización de los bordes de la plaza a respecto de la calle para la comodidad de los peatones, el diseño de senderos acompañado por bancos y faroles, la plantación de árboles perimetrales y la construcción de fuentes o monumentos en su centro. Las superficies entre los senderos se adornan con jardines geométricos, a la manera de los jardines privados de la clase alta. Ese conjunto de elementos nuevos modifica la percepción de la plaza tradicional, convirtiéndola en un lugar tanto ceremonial como festivo ; aquella forma es hasta hoy la imagen que

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Figura 8 - Plano de Central Park en Nueva York, diseñado en 1857 por Frederick Law Olmsted y Valvert Vaux.

Figura 9 - Plano del Parque 3 de Febrero en Buenos Aires, diseñado en 1875 por Jules Charles Thays. A la diferencia de Central Park que ocupa un emplazamiento central, el parque de 3 de Febrero se implanta en margen de la ciudad. Se puede sin embargo observar una similaridad de estilo proveniente de la tradición paisajística inglesa, con senderos pintorescos, que se liberan del rigor ortogonal de la grilla urbana.

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surge en mente cuando se evoca la plaza argentina. La remodelación de la plaza tradicional encarna también la puesta en espectáculo del espacio por parte de los gobiernos municipales a través de una escenografía particular y eficiente ; la plaza deja de ser una mera manzana sin edificar donde transitan y estacionan las carretas para convertirse en un espacio formal asumiendo su rol en el área central de la planta urbana.

EMERGENCIA DEL PARQUE URBANO En ese periodo también emerge un nuevo tipo de espacio público, diferenciándose de todo el legado de la plaza tradicional : el parque urbano. La reflexión alrededor de los parques urbanos debuta en la primera mitad del siglo XIX con la reconversión en Europa de los antiguos bosques y terrenos de la aristocracia abriéndolos al público. En Londres la creación de nuevos parques es incitada para luchar contra los males de la industrialización de la gran ciudad. Estos espacios se establecen como enclaves “naturales” para el goce del aire puro, particularmente para las clases trabajadoras, con espacios abiertos, senderos curvilíneos, una vegetación de carácter pintoresco y equipamientos deportivos y recreativos. Es también considerado, por ser un espacio compartido, como un catalizador de la mixidad social. En Norte América el parque es una extensión directa de las ambiciones públicas para la emergencia de una sociedad moderna, es concebido como un complemento a la edificación de la ciudad ; el ejemplo más famoso de parques americanos es sin duda Central Park, diseñado por Frederick Law Olmsted en 1857 y que retoma rasgos del paisajismo inglés en la creación artificial de un estado de la naturaleza, incluyendo un bosque rústico y estanques de agua.

“ Amplitud es lo único que no se consigue en la edificación. […] la belleza del parque debería ser otra. Debería ser la belleza de los campos, de la pradera, de los verdes pastizales y de las aguas quietas” Frederick Law Olmsted Después de visitas al extranjero, los dirigentes argentinos buscan implementar ese nuevo tipo de espacio público en Buenos Aires. Lo valorizan como instrumento nivelador que promueve la integración de las diferentes nacionalidades ( extranjeras nuevamente incorporadas y argentina ) y de las diferentes clases sociales buscando, a través de la amalgama, la producción de un sentimiento moderno de ciudadanía.

“Solo en un vasto, artístico y accesible parque, el pueblo será pueblo; solo aquí no habrá extranjeros, ni nacionales ni plebeyos.” Domingo Faustino Sarmiento

“No hay ningún espectáculo que nivele tanto las condiciones como un paseo público. En él y delante de él todas las condiciones desaparecen.” Nicolás Avellaneda El parque, a diferencia de la plaza reducida al perímetro de una manzana, ocupa una superficie significativamente más extensa que le permite crear una distancia con respecto a la ciudad y por ende adquirir una cierta forma de independencia, tanto en la diminución de los ruidos como en la polución del aire. De la misma manera,

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Fig 10 - Jardin del Rosedal. El

parque

presenta

una

variedad de ámbitos.

Fig 11 - Juego de niños en la sombra de los arboles

Fig 12 - Estanque artificiale y elementos arquitectónicos de inspiración helenística

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sus dimensiones le permiten el desarrollo de una lógica propia que se desarticula de la grilla urbana, como lo demuestran la libertad tomada en el trazado pintoresco de los senderos y la ubicación dispersa de una serie de equipamientos. Estos equipamientos le permiten generar sus propias funciones, es decir que cuando la plaza servía de extensión a las instituciones que la rodeaban – típicamente en la ocasión de ceremonias religiosas u oficiales, el parque se define como un destino en sí mismo. Desde un punto de vista social, el parque es concebido con un carácter inclusivo mucho más presente que la plaza, por la diversidad de usos pero también por desprenderse de toda una carga simbólica como podía ser la cercanía esencial con las instituciones ( iglesia y casa de gobierno ) o la ocupación del centro por una estatua de algún personaje de la historia oficial. El parque se presenta así como un espacio disponible, más apto a albergar reuniones masivas. Desde un punto de vista paisajístico, el parque se compone de una cantidad de vegetación notablemente más importante. En ese sentido, es concebido tanto como una ampliación del espacio público que del espacio verde. Formalmente la plaza tradicional remodelada, cuya vegetación está ordenada según una configuración geométrica relativamente rígida y senderos se cruzan según las diagonales del cuadrado, es el antagonista espacial de la pampa con una vegetación salvaje, libre y ausencia de orden. En esa oposición el parque aparece como un intermedio entre los dos, aunque artificial.

“ […] parque y pampa ya no emblematizan el enfrentamiento entre cultura y naturaleza, sino la única potencialidad natural frente al avance incontenible de la artificialidad de la grilla que todo lo ocupa.” Adrian Gorelik - La grilla y el parque

“Si la cuadricula es la manera de poner en caja, literalmente a propietarios de la tierra y a proletarios, proyectándolos como ciudadanos, el parque es el modelo de comunidad que tales ciudadanos deben formar.” Adrian Gorelik - La grilla y el parque El parque de Palermo es el primer emprendimiento bonaerense representativo de esas ambiciones políticas. El proyecto surge de una iniciativa de Sarmiento luego de la expropiación pública de las propiedades de Juan Manuel de Rosas para la reconversión de esas tierras privadas en espacio público y la creación de un parque central en 1874. Con la creación de este parque urbano se pretende dotar a Buenos Aires de un espacio equivalente a lo que era Central Park para Nueva York o el Bois de Boulogne para Paris. Pero en el caso del parque de Palermo, su ubicación está a cierta distancia de la ciudad , Sarmiento ve esa condición como una cualidad. La distancia que separa el parque del centro de la ciudad tradicional porteña le permitiría en su proyecto de convertirse en el centro de una ciudad nueva, moderna y puramente americana, sin el peso del legado colonial. En ese plan, el parque se erige como el corazón productivo de las nuevas costumbres cívicas y de las virtudes de la vida colectiva y la neutralidad del sitio ( previamente denominado “desierto” ) se convierte en un beneficio para la emergencia del nuevo modelo ciudadano sin obstáculos, casi de manera ex nihilo. Las aspiraciones del proyecto del parque de Palermo por convertirse en un destino atractivo, tanto para los ciudadanos locales como para los turistas extranjeros, pueden verse reflejadas en la variedad de equipamientos y funciones planificados, entre estos se pueden citar paseos pintorescos, estanques, ferias de diversión con

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Figura 13 - Plano del Parque de los Patricios ( ex Parque al Sud ) , diseñado por Jules Charles Thays en 1902. Es uno de los primeros parques planificados para alcanzar las populaciones obreras e inmigrantes en los vecindarios satélites.

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montañas rusas y viaje en globo, coros y teatros populares, salones de baile, gimnasios, pistas deportivas, jardines botánicos, acuarios, un zoológico, huertas productivas y lecherías. Sin embargo muchas de aquellas funciones nunca se desarrollaron. En efecto, la distancia que separaba al parque de la ciudad consolidada y que valoraba Sarmiento, se convirtió en un freno, dificultando su acceso cotidiano. El parque no se estableció como el componente central de la nueva ciudad, sino bien quedó ubicádo al margen de esa. Aún hoy esa consideración se sotiene, simbólicamente la “ciudad” no cruza esos parques que actúan como un límite por razones desconocidas. A diferencia de Central Park que busca naturalizar la ciudad, el parque de Palermo produce el efecto inverso de culturizar la pampa.

“ Palermo, en cambio, no forma parte de ningún trazado que lo una a la ciudad; solo esta irremediablemente lejos y afuera. El Central Park es un instrumento ideológico de recuperación de la naturaleza en el corazón de la ciudad y un instrumento económico de valorización de la renta urbana ; Palermo es un parque excéntrico a la ciudad, el dispositivo inverso : de civilización de un hinterland en que se identifican indistintamente la naturaleza y el pasado bárbaro. […] ausencia de multitudes equivale aquí a ausencia de hábitos metropolitanos en la sociedad, a ausencia, entonces, de una sociedad moderna. ” Adrian Gorelik - La grilla y el parque

“ Puede cumplir su misión de reforma filantrópica un parque alejado, excéntrico, al que se debe ir especialmente para cambiar ? […] Si lo importante es enfatizar el rol educativo del parque, entonces debe estar en todas partes, como la escuela, repartida homogéneamente en el plano municipal. ” Adrian Gorelik - La grilla y el parque Con la expansión de Buenos Aires hacia la pampa a fines del siglo XIX e inicio del siglo XX y sin la definición de un límite claro, se proyecta la creación de un cinturón verde. Se asocia la idea de una red de parques en el desarrollo mismo de la ciudad para frenar su crecimiento ( mayoría de casas familiares que requieren la extensión de ciertas infraestructura, lo cual genera costos ) y a su vez para diferenciar la urbanización consolidada del resto del territorio. La ambición primera de formar un perímetro verde alrededor de Buenos Aires no llegará a realizarse enteramente así como la pretensión de un límite nítido de la ciudad contra la pampa. En esa visión, el parque adquiere un rol de contención de la grilla urbana.

“ A diferencia de la función originaria de Palermo, el cinturón de parques no se propone como un dinamizador urbano, sino como freno espacial, como frontera, como limite a la irracional edificación chata de Buenos Aires.” Adrian Gorelik - La grilla y el parque El parque se convierte en una herramienta del urbanismo, no pragmáticamente para anular el avance de la grilla bonaerense, pero sino más bien para orientar en cierta grado su expansión. El ejemplo argentino busca reproducir los modelos europeos de “green belts” tal vez con una eficiencia menor. La planificación temprana de la red de parques responde también a la necesidad de asegurar la disponibilidad de un espacio para su conversión

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para el uso público. El parque se opone simbólicamente a la trama en cuanto a la calificación del suelo : cuando la grilla es considerada como el favorecedor de la especulación inmobiliaria por la apropiación de terrenos para una puesta en venta o para generación de rentas, el parque se introduce como un espacio público verde con un propósito de salud pública, de recreación y de socialización.

“Todo se edifica; cada terreno baldío se entrega a la especulación y cuando la densidad reclame estos pulmones o jardines públicos, será necesario pagarlos a precios exorbitantes.” Adolfo Bullrich La segunda generación de parques responde entonces a un contexto muy diferente y con doble propósito. La zona periférica de la ciudad en vía de fagocitación por la grilla urbana ( “ciudad en porvenir” ) estaba poblada por pequeñas villas ( viviendas improvisadas ) separadas por campos, dándole un carácter semi-rural. Esos vecindarios, denominados suburbios, no tenían relaciones particulares entre sí y se componían de una población en mayoría obrera e inmigrante. En este proceso, como se describió anteriormente, la planificación de parques dentro de la extensión de la cuadricula tuvo un rol crucial, logrando el asentamiento de un espacio público de escala frente al temor de la especulación inmobiliaria privada. Por un lado su creación permitió el anclaje de esas comunidades satélites a la grande ciudad, notamente a través del valor de ciudanía transmitido por el parque. Y por el otro lado aquellos espacios públicos compartidos entre vecinos favorecieron la formación de identidades locales propias. Aquel proceso se realiza a través de la puesta en contacto de los diferentes vecindarios en torno a un centro común y con su integración en una unidad mayor : el barrio. El desarrollo de esos núcleos suburbanos independientes permitirá progresivamente el completamiento del esqueleto trazado por la grilla.

“El parque, como articulador cívico del espacio público local, y la grilla, como medio de universalización de su experiencia, se reúnen en una propuesta urbanística, poniendo por primera vez al barrio - hasta entonces suburbio - como célula y modelo para el desarrollo de toda la ciudad” Adrian Gorelik - La grilla y el parque Dentro de los parques construidos en este periodo se encentran el Parque Patricios, el Parque Rivadavia, el Parque Centenario, el Parque Lezama y la Quinta agronómica. La construcción de aquellos espacios verdes apuntó, en paralelo, a la higienización de esos sectores con poblaciones precarias, incitando al ejercicio y otras actividades al aire libre para evitar las enfermedades y reducir la miseria. Los parques se establecen como pulmones en la ciudad de más en más congestionada. Sin embargo, la característica que hay que resaltar en esas operaciones es realmente el proceso de sociabilización y de ampliación de la ciudadanía generado a través de los parques. Cuando la grilla se impone en los suburbios como una estructura concebida “desde arriba”, el parque como espacio público cobra sentido “desde abajo” gracias a los habitantes que, por su apropiación, se convierten en los actores de una cultura barrial.

“ A su vez, el parque no solo no frena el crecimiento de la ciudad, sino que se convierte en el corazón orgánico de la consolidación suburbana, en el modelo de un

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nuevo tipo de intervención puntual irradiadora de cualidad en la cuadricula en que el estado decide no intervenir una vez que ha sido librada al mercado.” Adrian Gorelik - La grilla y el parque El parque se instaura en el barrio como un foco de atracción, donde se entrelazan los paseos familiares, las prácticas deportivas y culturales fomentadas por un tratamiento paisajístico simple, juego de niños y en algunos casos hasta escuelas. En ese sentido, aquellos parques se definen no como espacios de representación pero si como espacios de uso, a diferencia de la plaza tradicional. La aparición al inicio del siglo XX de la noción de “tiempo libre” ( en oposición al tiempo de trabajo ) otorga nuevas calidades a ese modelo de espacio público. La socialización alrededor de los parques está acompañada por la constitución de asociaciones vecinales y clubes que adquieren un fuerte rol de integración dentro del propio barrio y en la relación de ese con el resto de la ciudad. La variedad de relaciones sociales desarrolladas en su seno resultan en la cristalización de una identidad local. Originada en los suburbios, aquella cultural popular que entremezcla elementos tanto extranjeros como criollos, se constituye en margen de la cultura oficial del centro de la ciudad y de las clases altas y medias. El parque como herramienta urbana, y pese a sus virtudes como espacio público reformador, no será desarrollado en las ciudades pampeanas, por lo menos a gran escala o en adopción temprana. Aquellas mantuvieron el modelo de la plaza principal.

PROYECTO DE LA QUINTA NORMAL En adición a la plaza y al parque, una tercera categoría de espacio público se concibe a mitad del siglo XIX, aunque que en grande parte quedara a nivel de proyecto. En 1855, Sarmiento plantea la construcción de una Quinta Normal en la cercanía de Buenos Aires, a proximidad del arroyo Maldonado. Inspirada de la Quinta Normal en Santiago de Chile edificada una década más temprana, se trata de un complejo educativo, social y productivo que agruparía en un mismo sitio una escuela, un hospicio, una biblioteca popular, una quinta y un jardín para la aclimatación de plantas y ensayos de agricultura. El carácter innovador de este prototipo reside en la concentración de las diversas funciones. Sarmiento imagina la implantación de este dispositivo en diferentes puntos del país, viendo en él una “especie de semillero en el que pudieran crecer y fortalecerse todas las virtudes necesarias para producir el traspaso de una sociedad tradicional a una sociedad moderna” (Adrian Gorelik - La grilla y el parque). La idea de la Quinta Normal se inscribe entonces en un proyecto urbano-territorial de reforma de la sociedad, particularmente en localidades desfavorecidas donde podría revestir un rol de promoción y de progreso. Su ubicación en margen tiene el propósito de permitir su reconversión a futuro como parque urbano. Sin embargo el proyecto nunca se concretizó realmente, solo se construyó un ejemplar en San Juan en 1862. Y pese a que se haya quedado en el estatus de ambición teórica, es importante mencionar esta iniciativa, que pudó haber sido parte del desarrollo de las ciudades pampeanas.

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Figura 14 - Ejemplos de toldos indígenas, las divisiones internas permite la acomodación de varias personas y la conformación de un área común multiuso.

Figura 15 - Toldería, asentamiento indígena compuesto de un conjunto de toldos

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OPOSICIÓN ENTRE VIVIENDA RURAL Y URBANA La multiplicación de los núcleos urbanos en el territorio pampeano a mayoría rural, particularmente después de la estructuración por el trazado del ferrocarril, se repercuta al nivel de la noción de “hábitat” con 2 relaciones distintas - hasta en cierto sentido opuestas - frente al espacio : la vivienda urbana y la vivienda rural. Las diferentes modalidades del habitar son sin duda unos de los aspectos más representativos del vínculo que entretiene el hombre con el medio que lo rodea, en una adaptación y transformación mutua. El hecho de habitar se define por la afirmación de una presencia de vida en un territorio o lugar designado, y por ende, es un concepto que se extiende mucho más allá del marco de la propia vivienda, traduciéndose en un multitud de acontecimientos y acciones que resignifican el territorio, tanto culturalmente al nivel de una sociedad que en la cotidianidad del ser individual : el “habitar” emerge a través del desarrollo de prácticas y de hábitos. Pero a su vez, las diferentes construcciones resultantes de este proceso influyen en la percepción del medio, y es precisamente este criterio que se quiere desarrollar acá. En el caso de la pampa, la formación del “habitar” incluye un componente histórico doble, tanto por la evolución progresiva de las técnicas y tradiciones constructivas como por la carga programática insertada en el territorio durante la colonización militar o con el modelo agro-exportador con las especificaciones funcionales. Sin embargo, el “habitar pampeano” es esencialmente una cuestión espacial. La inmensidad del paisaje siendo un desafío arquitectónico, es justamente alli donde la experiencia urbana y la experiencia rural se diferencian lo más. Ambas presentan una cierta cantidad de tipologías habitacionales, sin que los casos presentados sean exhaustivos, con rasgos propios que ameritan un estudio comparativo.

DEL TOLDO ... Las primeras arquitecturas en la pampa, desarrolladas por las poblaciones indígenas y los gauchos, demuestran una forma de habitar temporaria usando unos recursos básicos para la construcción de un cobijo con el fin de protegerse de las condiciones climáticas, ya sea para procurarse un poco de sombra frente a los rayos de sol en un paisaje escaso de árboles o una protección frente a la lluvia y el rocío nocturno. Aquellas construcciones solían ser desmontables ( o directamente descartables ) para su transporte, adaptándose así a un modo de vida seminómade. Tal era el caso del toldo o bendito, suerte de carpa de planta rectangular constituída por una estructura baja ( 1,5 m de altura aproximadamente ) de ramas arqueadas u horcones de madera sosteniendo una cubierta de cuero ( de bovino o de caballo ) o de paja. Su armado relativamente sencillo permitía en la ambulancia del gaucho la constitución de un refugio rápido para detenerse en un lugar. La elección de ciertos pastos ( como los tréboles ) permitía una instalación más confortable, así como el uso del proprio recado como cama. El espacio interior podía ser acomodado con una subdivisión interna para separar dos lechos para dormir y otra área para comer. Estas primeras formas de vivienda eran característicamente precarias y, como le define Jorge Ramos, “se inscriben en el arco que va de la no-arquitectura a la arquitectura efímera.” (Jorge Ramos - La aventura de la Pampa argentina )

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... AL RANCHO... La progresiva fijación de la población con el control de parte del territorio y el desarrollo de la actividad ganadera, se traduce en arquitectura con un cambio tipológico hacia construcciones de carácter más permanente. Esas nuevas formas de habitar denotan también un cambio cultural del pasaje de un nomadismo a una sociedad sedentaria y por ende nuevas maneras de apropiarse gradualmente el espacio.

“ el pionero se halla frente al desafio de elaborar desde cero la sintaxis de un lenguaje arquitectónico manifestado en formas que, de lo simple a lo complejo, expresarían las condiciones programáticas de esa nueva sociedad que iba surgiendo ” Gazaneo Jorge O, Scarone Mabel M. – Tres asentamientos rurales El rancho fue, desde la colonización española, la tipología de base en la concepción de una vivienda fija; estuvo particularmente vinculado con la formalización de las estancias en sus primeras etapas. En su forma elemental, el rancho está conformado por una volumetría de planta rectangular con una escasez de aberturas, una cubierta de 2 aguas y un aspecto rustico. Su morfología alargada y su baja altura ( cumbrera del techo situada entre 2,5 – 3m ) responde a la necesidad de minimizar el frente expuesto al viento ; la cantidad reducida de aberturas corresponde al mismo criterio. Los materiales de construcciones de la vivienda provenían de recursos locales : mayoritariamente tierra y vegetales. Las paredes se componían de un relleno de tierra usando diferentes técnicas como la “paja embarrada” consistiendo en bañar trenzas de paja en barro antes de retorcerlas y colocarlas sobre cintas de cueros estiradas entre montantes de madera ; posteriormente las cintas de cuero se remplazaran por alambre. Otra técnica era la fabricación de ladrillos de adobe con la mezcla de barro y paja, previo a su puesta en molde para un secado lento al sol y su colocación después con mortero de barro. La estructura, de soporte de la cubierta notamente, era de troncos de madera entre 15-20 cm de diámetro, colocados con una separación de 3 a 4 m. La cubierta estaba compuesto por tijeras de madera sosteniendo la cumbrera y las costaneras ( generalmente ramas ) sobre la cual se disponía paja ( totora ). El piso interno era directamente la tierra apisonada. Las técnicas aún primarias de construcción requerían un mantenimiento periódico de la vivienda para cuidar el embarrado de las paredes y el sobre-techado vegetal frente a la lluvia y al viento. El avance de la tecnología, y luego la importación, permitieron la implementación de materiales más resistentes como la mampostería de ladrillos cocidos en hornos para las paredes, las cubiertas de tejas mecánicas en una primera instancia y las cubiertas de chapa ondulada o elementos estructurales de hierro en una segunda etapa para cubrir luces mayores. La configuración interna del rancho se caracterizaba originalmente con la misma simplicidad, con una pieza única que cumplía la función básica de refugio para el descanso y el depósito de pertenencias ; esa simplicidad se explica por el hecho que la mayoría de las actividades se realizaban en el exterior. Con la gradual complejidad de los modos de vida, el espacio interior tendió a agrandarse y a subdividirse, generando células habitacionales de dimensiones reducidas ( 2x3m o 3x4m ), yuxtapuestas en tira y aptas para la acomodación de nuevas funciones; el crecimiento espacial del rancho responde sobre todo a la búsqueda de una cierta comodidad que permita el desarrollo de una vida familiar.

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Fig 16 - Axonometría del rancho tipo A

A - cubierta : paja o chapa ondulada

sobre

una

estructura de madera B - paredes : montantes de madera (sin desbastar), alambre o tiras de cuero, relleno con una mezcla de barro y paja C - piso : tierra apisonada

B

D - galeria : extension de la cubierta, apoyada sobre el

C D

lateral del volumen principal

Figura 17 y 18 - Ejemplo de ranchos en provincia de Santa Fe a fines del siglo XIX. Se puede observar variaciones en la posición del acceso y de la galería anexa, aunque que se mantiene la morfología de base. La simplicidad volumétrica de las viviendas se debe al hecho que el rancho era considerado a en muchos casos solo como un espacio para dormir y como depósito o protegerse de la lluvia, gran parte de las actividades se desarrollaban en la galería en el exterior.

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Se diferencian así principalmente 2 piezas : el cuarto o dormitorio con una cama de maderas y cuero, cuñas colgantes para los niños, bancos rústicos de tronco y un baúl para el guardado de objeto o vestimenta, y la cocina que disponía de una mesa y de un fogón para la preparación de los alimentos, matear y reunirse ocasionalmente con un huésped ; el rancho no solía disponer de una chimenea y por lo tanto el humo generado salía por una abertura o un fuelle entre el muro y la estructura del techo. Las demás extensiones eran por lo general cuartos adicionales o depósitos ; se puede notar la ausencia de baño. Las similaridades entre las piezas, en términos de superficie y de tratamiento, indican una cierta intercambiabilidad entre las funciones de cada una.

“ Las jerarquías de los espacios dependían de su mayor o menor uso, y no tenían vigencia pautas urbanas como la de asignar mayor importancia a ciertos ambientes que operan como símbolos culturales ( sala o recibidor). ” Jorge Ramos – La aventura de la pampa argentina En complemento de ambientes interiores, la vivienda rural solía componerse de espacios anexos exteriores, considerados de igual importancia. La ramada era un techado suplementario de paja y rama adosado a un frente del rancho para conformar una galería, ese espacio era utilizado para la ejecución de tareas domésticas en mejores condiciones de iluminación que en los recintos interiores pero manteniendo una situación protegida del sol y la lluvia. La ramada tenía también un rol social notable, como interfaz entre la privacidad de los cuartos y apertura del paisaje, favoreciendo las eventuales reuniones con huéspedes. En ciertos casos, la ramada del rancho no estaba adosada a modo de galería sino que se construía a una cierta distancia ( 10 – 20 m ) de la vivienda con una estructura independiente, sirviendo también entonces para el depósito de leña seca. De forma similar, el patio era un espacio anexo al rancho totalmente descubierto. Su conformación difiere radicalmente de la del patio europeo rodeado de habitaciones. En este caso, se trata en realidad de un área más o menos extensa de tierra apisonada frente a la galería que se usaba tanto para trabajos ( ensillar, herrar, carnear ) que para reuniones y bailes. Finalmente, dentro los artefactos exteriores se pueden citar el pozo de agua, el horno a pan, el infaltable fogón y el palenque para atar los caballos. La diversidad de esos espacios anexos da cuenta en cierto sentido de un equilibrio entre la vida desarrollada en el interior y esa en el exterior. A nivel de la implantación el rancho se ubicaba preferentemente cerca de aguadas superficiales y de límites naturales conformando los “rincones”. Se situaba a cierta distancia de los árboles por temor al derrumbe a causa de rayos y tormentas. El volumen se orientaba de tal manera para protegerse de los vientos dominantes del Oeste y Suroeste, dejando la entrada en la cara Este. La ubicación del rancho se reconocía en el paisaje generalmente por el foso perimetral o cerco vivo que rodeaba las construcciones, actuando como barrera defensiva cuando el territorio estaba todavía disputado por los indígenas y como contención de los animales. En otros casos el único signo de demarcación espacial entre el espacio privado y el espacio “público” era la presencia de un palenque. El asentamiento solía estar acompañado por la plantación de árboles frutales (durazneros) para la producción de frutas y de leña. El rancho, en cuanto a vivienda, era un ejemplo de poco apego por su básica técnica de construcción. Esta percepción se puede explicar por la disponibilidad de las tierras en este periodo y la amenaza india, ambos factores podían originar un traslado de los ocupantes a otro sitio. Por lo tanto, el rancho solía carecer de un carácter hogareño propio debido, en general, a la ausencia de ornamentación tanto interior como exterior.

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“la simplicidad de funciones que se cumplen […] se expresa en su simplicidad formal. […] Es una arquitectura cuya línea natural de desarrollo es la horizontal y en la que todo el impacto está dado por la sola presencia de sus masas.” Gazaneo Jorge O, Scarone Mabel M. – Tres asentamientos rurales Esas primeras formas de habitat perenne mantienen una relación muy estrecha entre el suelo donde se implantan y el horizonte, perdiéndose fácilmente en el vasto paisaje con sus morfologías “achatadas”. Y si bien fue la vivienda tipológica de muchos de los primeros habitantes de la pampa, la denominación de “rancho” tiene hoy un carácter despreciativo, designando las viviendas precarias en las villas cercanas a Buenos Aires.

… HASTA LA ESTANCIA Existen relativamente pocas mejoras del hábitat rural desde la conquista española hasta la mitad del siglo XIX. El nuevo cambio cualitativo surge del enriquecimiento de los productores en el desarrollo de las actividades agropecuarias y del sistema de exportación. El aumento de las producciones y la creciente valorización de la tierra dotan a los terratenientes de un importante capital, en parte invertido para la construcción de nuevas residencias en el campo. Hay que precisar, que en muchas ocasiones aquellas residencias no eran las viviendas principales de los propietarios, prefiriendo alojarse en la ciudad, y por lo tanto hay que considerarlas como residencias secundarias o de veraneo y como la afirmación de un cierto estatus social. Sin embargo, la edificación de las estancias en la pampa no deja de ser un fenómeno cultural relevante que denota una transformación de los espacios rurales hacia una mayor complejidad ; a forma de ejemplo se construyeron más de 400 estancias entre la mitad del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX solo en provincia de Buenos Aires. La estancia se establece fundamentalmente en este periodo como un complejo habitacional–productivo, en el cual se combinan viviendas familiares ( desde la mayor seguridad frente a los malones los establecimientos rurales dejan de ser habitados exclusivamente por hombres para convertirse en asentamientos con mujeres y niños ) y los equipamientos necesarios para la cría de ganado. En varios casos las estancias tendieron también a diversificar su producción, incorporando áreas de cultivos, de horticultura y pequeñas industrias. La diversidad de las funciones se traduce arquitecturalmente por una organización en “campus” constituido por edificios principales, edificios anexos, una serie de artefactos específicos y con un mayor sentido de zonificación según los tipos de trabajos. Lejanos son los tiempos de los asentamientos pioneros fortificados con una zanja perimetral y un mangrullo para defenderse frente a las tribus indígenas, el campus se define como una organización espacial abierta, con una jerarquía clara.

“Centro alrededor del cual se organiza la vida doméstica, la vivienda rural es también el lugar de diversas actividades económicas y marca, con las reparticiones de espacios y la organización de los accesos, el modo original de relación que el grupo humano mantiene con el medio agrario” Moreno Carlos – Patrimonio de la producción rural

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Figura 19 - Plano de la estancia “Los Ingléses”, se puede observar la organización espacial de las funciones : 1/ casa principal 2/ cocina de la casa 3/ cocina de los peones, comedor de los peones, escritorio 4/ galpón 5/ vivienda de peones 6/ carnicería y depósitos 7/ galpón de esquila 8/ gallineros 9/ jagüel y molino

Fig 20 y 21 - ( izquierda ) Esquema comparativo entre asentamientos del campo pampeano y del midwest norteamericano, se puede observar la diferencia de escala de los predios y la dispersión central del casco de estancia compacto / ( derecha ) Esquema de las relaciones espaciales entre los edificios de una estancia

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El casco de estancia es el centro simbólico y geométrico del establecimiento. Este conjunto está conformado por unos edificios de mayor relevancia ( entre ellos la vivienda principal - también referida como “estancia” ) posicionados de manera a generar un patio común o jardín, ocupando una superficie equivalente a una cuadra urbana. Aquel grupo de edificaciones se ubica en el medio del terreno, a modo simólico, pero también por ventajas prácticas como una visual sobre las tierras alrededor para el control de las actividades y como punto ideal para el cruce de transportes de hombres, cargas y animales. Alrededor del polo central se distribuyen el resto de las estructuras cuyos emplazamientos responden a un esquema estratégico para evitar las pérdidas de tiempo y minimizar los recorridos, que generarían gastos de explotación. La organización puede leerse como una constelación a dos escalas : un primero tejido general que relaciona las estructuras anexas con el centro constituido por la casa principal y un segundo, más localizado, que establece la complementariedad entre ciertas funciones como una cisterna a proximidad de las viviendas o depósitos de forrajes cerca de los establos. El camino de acceso principal, que conecta el casco de estancia con el camino externo ( o ruta ) de forma ortogonal, es recto y dispone generalmente de un ancho generoso ( 10 m ) para facilitar una circulación a doble sentido. La ubicación central del corazón de la estancia permite su expansión hacia todos los rumbos, a la manera de la ciudad sobre el territorio. El desarrollo a partir de un núcleo central es característico de las estancias pampeanas y se puede explicar por la dimensión de los predios a gestionar, un punto central que permite un acceso rápido a las diferentes zonas del terreno, contrastando así, por ejemplo, con ciertas parcelas europeas que por sus superficies reducidas hacen viable la instalación del complejo habitacional en la entrada del predio. El diseño de las estancias propiamente dichas no responde a una tipología particular como era el caso del rancho, en su lugar se puede observar una variedad de configuraciones presentando diferentes influencias europeas, desde una arquitectura italianizante, a inspiraciones de Beaux- Arts francés, hasta un estilo colonial español o tendencia gótico inglés. En algunos casos la estancia despliega una combinación ecléctica de estilos correspondientes a sucesivas épocas de ampliación. Aquellas edificaciones fuertemente caracterizadas disponen de un rol que se extiende más allá del simple alojamiento, son representativas del estatus social y de las afinidades estéticas de sus propietarios.

“ Algunos de estos “cascos [ de estancia ] “ son verdaderas obras de arte, realzadas por los parques que las rodean. En conjunto, representan la potencia de una clase dirigente que se sustentó en la propiedad de la tierra y su explotación “ Castiglione Sergio , Sarzabal Hernan – Estancias argentinas La adopción de una arquitectura refinada, hasta pudiendo ser calificada como “exótica”, produce un contraste notable con respecto de muchos de los aspectos de las construcciones rurales criollas. A diferencia del despojamiento del rancho, los cascos de estancia pueden exhibir una serie de ornamentos exteriores según el estilo elegido como almenas, cornisas, trofeos, balaustradas, óculos, frisos, techos en mansarda y pinturas de color. Al nivel morfológico, las construcciones son de mayores dimensiones, muchas estancias disponen de 2 niveles o de una torre de observación. Otras reproducen una tipología de palacio europeo, en forma de U para generar un patio semi-cerrado o disponen de galerías exteriores abiertas sobre el paisaje, preferiblemente con una orientación hacia el norte. En planta, la distribución interior suele ser compleja con una cantidad importantes de piezas con funciones determinadas como hall distribuidor, sala de recepción, cocina, comedor, sanitarios, estudio, dormitorios y cuartos de huéspedes ; estás piezas están decoradas con molduras y revestimientos

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Figura 22 y 23 - Estancia San Martin, la casa principal presenta una variedad de estilos correspondientes a sus sucesivas ampliaciones 2 11

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desde 1860 : chalet inglés, ala italianizante y torre neo-hispánica. 1/ habitaciones de uso general 2/ sanitarios 3/ galeria 4/ portal de entrada 5/ vestibulo 6/ sala de recepcion 7/ comedor 8/ dormitorio principal 9/

Planta alta

sala de estar 10/ sala 11/ estudio

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Planta baja

Vista frontal

Planta alta

Figura 24, 25, 26 - Estancia Miraflores, construida en 1887, de estilo italianizante. Se puede apreciar la galería y terraza rodeando las piezas , conectando la vivienda con el paisaje. Planta baja

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de piso. La estancia representa también la introducción de un nuevo “espíritu de confort” en el campo con la implementación de chimeneas, de construcciones en ladrillo con carpintería, además de un mobiliario lujoso. La construcción de los cascos de estancia está complementada por una implantación paisajística de carácter propio. La “avenida” que conduce a la casa principal está bordeada por ambos lados de altas hileras de árboles de manera a generar una sensación de paseo umbroso donde el entrecruzamiento de las ramas, en la parte superior, arma una suerte de bóveda natural, definiendo así una secuencia de acceso particular. Alrededor de los edificios, se plantan árboles para disminuir la exposición al viento y al sol ; aquellos espacios protegidos se vuelven entonces particularmente aptos para la realización de ciertas tareas y para las conversaciones de grupo o el descanso. La presencia de frutales ( duraznero, cerezo, manzanos, ciruelos ) a proximidad de las viviendas permite dar una escala humana al paisaje, además del provecho de los frutos. Los patios de las estancias suelen ser ajardinados según la tradición geométrica francesa o romántica inglesa, con la introducción de una variedad de plantas “exóticas”, notablemente palmeras, magnolias, arbustos de ornato y flores. Sin embargo, a diferencia de las “cortinas” paraviento al borde de los campos, las acciones paisajísticas en los cascos de estancia no tienen una función utilitaria sino más una función de goce. Tanto por el estilo de las construcciones que por el micropaisaje que las rodea, los cascos de estancia se manifiestan como fragmentos de paisajes europeos en la pampa, produciendo una cierta desconexión.

“ Estos enclaves de naturaleza exótica - poco significativos a escala de las trazas rurales del macro-paisaje -contrastan enormemente tanto con la preexistencia natural como con el nuevo paisaje austero de los montes y pantallas […]. Su objectivo principal era generar un extra-lugar para una arquitectura opulenta “ Jorge Ramos – La aventura de la pampa argentina

Aparte de la casa-núcleo se disponen las estructuras anexas, la diversidad de aquel conjunto es fuertemente dependiente del tipo de establecimiento. Unas de las más comunes son las viviendas del personal constando de una casa del capataz técnico, una casa del mayordomo y otra para el personal subalterno ( peonada ). Dichas construcciones retoman generalmente una tipología de rancho, en parte mejorado. El grupo de vivienda es suplementado por espacios sociales como la ramada ( estructura semi-cubierta ) que actúa como condensador para reuniones y bailes, la matera con un fogón central y una cocina compartida. El alojamiento del ganado requiere arquitecturas particulares como establos y caballerizas. El establo, ubicado a distancia de la casa del personal por molestia de ruidos y olores, se estructura como un galpón con un pasillo central y subdivisiones laterales con camas de paja y abrevadero para los animales, tiene un rol higiénico para la protección de enfermedades de los bovinos y por lo tanto requiere un cierto nivel de iluminación y de ventilación ( orientación de manera a que las puertas opuestas queden en el sentido de los vientos dominantes ). A su vez puede incluir locales anexos como una cocina para la preparación de los alimentos, una enfermería o una lechería, según el tipo de actividad desarrollado en la estancia. Las caballerizas permiten el alojamiento de equinos en box, los caballos de cría disponiendo de recintos individuales. Es preferible un piso impermeable con una cierta elasticidad como ladrillo asentados sobre una capa de arena o adoquines de madera para proteger las

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Fig 27 - Axonometría de un establo tipo A

A - cubierta : correa de madera, cerchas de madera y hierro, cubierta de chapa ondulada, claraboyas B

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paredes

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ladrillos,

interiores revocados con cal, porton y ventanas balancín de madera machimbrada, fachada de perfil neocolonial C - subdivisiones de madera entre peceberes B

C

Vista longitudinal

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Planta

Fig 28 - ( izquierda ) Planta de casa peones, retoma la tipología de rancho con piezas yuxtapuestas y un volumen alargado 1/ habitación 2/ sanitarios 3/cocina / Fig 29 - ( derecha ) Galpón en la Estancia San Martín, con un lenguaje despojado a comparación del casco de estancia, tiende a una visual de masa

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patas de los animales, asi como ventanas en altura para la aclimatación del aire al ambiente. El edifico suele estar complementado por un “paddock” ( prado cercado aledaño ). Las necesidades de almacenamiento se traducen igualmente en estructuras anexas. El depósito de productos se independiza de las viviendas para evitar olores y otras molestias, resultando en galpones separados. Para el acopio de granos y cereales, ya sea por la agricultura realizada sobre el sitio o para la alimentación de los animales, se erigen silos junto a una torre secadora. A comparación de los graneros, los silos permiten el resguardo de los granos en una superficie mínima y ofrecen una mejor hermeticidad al aire y al agua además de una mejor protección contra los roedores. Elementos de altura notable ( ≈ 15 m ) , resaltan en el paisaje por su materialidad metálica ( hierro o zinc ); existen variantes en mamposterías y algunos semi-enterados para facilitar las operaciones de carga y descarga. Puntualmente la construcción de invernaderos habilita la preservación de las plantas ornamentales durante el invierno. Aquel edificio debe estar semi-enterrado para aprovechar de la inercia de la tierra y con una cubierta de vidrio para maximizar el ingreso solar. Con el inicio de la tecnificación de la tarea de campos, se requieren galpones dedicados a guardar las maquinarias y otras herramientas, especialmente para protegerlas de la lluvia ( causa de oxidación ). Esta estructura en general se ubica cerca del patio principal debido a su posición central, asegurando un desplazamiento fácil a los diferentes sectores de actividad. Suele ser complementado por un taller de reparación y un depósito con piezas de repuesto. Finalmente los tanques de aguas y cisternas permiten el almacenamiento del agua necesaria para las viviendas y a la explotación. El agua se extrae a partir de napas subterráneas por medio del molino de viento junto con una bomba o se implementa la recuperación del agua de lluvia ( usada para la bebida de los animales y el riego ) por el medio de las diferentes cubiertas y canalizaciones. Los tanques pueden estar a nivel de piso (tanque australiano) o elevado por una estructura metálica. Adicionalmente el establecimiento puede realizar ciertas tareas propias a la ganadería como la matanza, la extracción de sebo, el secado de los cueros, el tasajo y el salado, necesitando patios y galpones específicos. La implementación de otras pequeñas industrias como una mantequería, una quesería , un molino cerealero, la destilación de licores y la confección de dulces puede dar lugar a estructuras suplementarias. Los edificios anexos no comparten el estilo exuberante de los cascos de estancia y adoptan por lo general un carácter utilitario similar al funcionalismo inglés con estructuras de madera o metálicas (prefabricadas), paredes de ladrillos y cubiertas de tejas o de chapa. El diseño de esas arquitecturas agropecuarias está guiado por la exclusión de todo ornamento superfluo o artificioso, primando el criterio de economía y utilitarismo. El despojamiento de esas construcciones, sus formas generalmente alargadas y su percepción como una masa coinciden en una mejor integración con el paisaje pampeano.

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Fig 30 - ( doble página ) Evolución progresiva de un establecimiento rural, con la construcción de diversas instalaciones anexas

1800 – Estancia de Martín Viera, pocas instalaciones pero suficientes para una explotación rudimentaria.

1850 – Sociedad Pastoril de los Merinos, la explotación de oveja aumenta los requerimientos y se amplían las construcciones. Adición de una grasería.

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1870 – Sociedad Pastoril de los Merinos, establecimiento en pleno desarrollo, adición de nuevas instalaciones : pesebre, ramadas, galpones, palomar, potrero. Delimitación de las actividades por alambrados, hace posible el trabajo agrícola ( trigo ). Forestación creciente con la incorporación de nuevas especies.

1890 – Estancia La Martona Tambo, asociación con la Nueva San Martín, construcción de una cabaña y de un tambo para el ordeñe y comercialización de la leche de vaca. Adición de silos para guardar el forraje en invierno.

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Figura 31 - Vista longitudinal

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Figura 34 - Patio lateral de una caza chorizo

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Fig 32 -Planta esquematica de una casa chorizo

Figura 33 - Ejemplo de fachadas

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1- zaguán 2- sala 3- habitación 4- baño

5- comedor 6- local de servicio 7- cocina 8- galería

9- patio lateral 10- patio trasero


VIVIENDA URBANA Desde fines del siglo XIX, la ola migratoria y la creciente urbanización produjeron un aumento del valor de la tierra en los centros urbanos lo que repercutió en el parcelamiento de los manzanas ; este fenómeno es particularmente crítico en las grandes ciudades como Buenos Aires, en pleno proceso de metropolización, sin embargo es también visible en muchos de las ciudades o pueblos pampeanos. La subdivisión interna produce una reducción de los lotes privado, pasando de solares amplios de 1/2 de manzana o 1/4 de manzana a parcelas angostas (10 varas ≈ 8.66 m ) y profundas, siguiendo en el esquema en “X” previamente evocado. Aquellas dimensiones condicionan la formación de nuevas tipologías de vivienda. Hay que precisar previamente que en las manzanas más alejadas de la ciudad, al margen, sigue prevaleciendo tipologías similares a esa del rancho rural, como lo describe Martínez Estrada :

“ tales viviendas sórdidas […] son las dos cosas : la ciudad y el campo. Mirándolas bien se ve que son ranchos que se han deslizados desde el fondo de las llanuras, amontonados a la orilla del mundo moderno. La casa de cinc que en una o dos habitaciones reúne a la familia numerosa es un rancho que ha cambiado los materiales de construcción ; el barro por el metal, como antes el cuero por el barro “ Ezequiel Martínez Estrada– Radiografía de la Pampa Las construcciones en las zonas más centrales se apartan del estilo colonial tradicional ( poco presente en la pampa, sobre todo en los nuevos poblados ) para pasar a unas arquitecturas italianizantes, dentro de las cuales resalta la casa “chorizo”, vivienda tipo de la clase media y popular. Al ser una tipológia, la casa “chorizo” adopta una variedad de configuraciones y materiales pero se pueden identificar claramente sus rasgos principales. La denominación “casa chorizo” hace referencia a su morfología alargada, adaptada a las nuevas proporciones de las parcelas. Aquella tipología corresponde en parte a un legado cultural propio de los constructores italianos inmigrantes, basándose en una casa “pompeyana” de patio central dividida por la mitad, resultando en 2 viviendas con patios laterales ; en otra lectura puede verse en la configuración lineal de la casa “chorizo” una traza del esquema del rancho. La disposición interna de los ambientes responde definitivamente a un uso urbano con funciones asignadas. Se estructura en 3 sectores : un sector frontal de uso social componiéndose el vestíbulo de entrada ( o zaguán ) y de la sala de recepción, un sector intermedio con las habitaciones dispuestas en hileras y el comedor con una galería lineal dando a un patio, un sector de servicios con la cocina, el lavadero y el baño dando a un patio trasero ( o jardín ) dependiendo de la profundidad del lote. La disposición lineal es carente de un foco central claro que condense el conjunto de las actividades familiares y es el patio lateral, al cual se abren las habitaciones, que adopta en parte ese rol. Existe variantes de la casa “chorizo” donde los ambientes están conectados internamente mediante puertas alineadas. La vinculación externa de las habitaciones a través de la galería impide cierto grado de individualidad y de privacidad. Se puede observar una jerarquización espacial en función de la superficie de los ambientes y de su altura : respectivamente de 4-5 metros para la sala de recepción, las habitaciones y el comedor, y de 3-3.5 m para los cuartos de servicio. Las puertas de acceso a las diferentes piezas y las carpinterías adoptan proporciones finas y alargadas. Los techos planos remplazan aquellos inclinados de tejas de la arquitectura colonial y las paredes portantes se edifican en ladrillos.

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Fig 35 -Planta esquemática de un conventillo

1- zaguán 2- pasillo abierto 3- balcones 4- habitación

5- patio principal 9- acceso piso 6-patio secundario superior 7- piletones 8- baños compartidos

Figura 36 - Ejemplo de fachada de un conventillo

Figura 37 y 38 - Patios comunitarios en conventillos, al inicio del siglo XX

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El frente de la casa, en su inicio, se despliegue a lo ancho del terreno antes de apegarse a unos de los muros linderos en forma de L, despejando así el patio lateral. Por lo tanto, el volumen remarca formalmente los límites del terreno. De la misma manera el volumen de la casa suele formarse desde la línea municipal estableciendo un límite claro entre el espacio público de la calle y el espacio privado de la casa ; en ocasiones la construcción podía realizarse con un retiro de la línea municipal generando un patio anterior, posiblemente ajardinado, separado de la vereda por una reja metálica o murete. En ambos casos la frontalidad de la casa está subrayada por una fachada plana, relativamente imponente, con una decoración más o menos exuberante según los casos. La fachada actúa como marcador social frente a la calle. La ornamentación de la fachada retoma el estilo neo-renacentista italiano o neo-clásico francés, propio de las viviendas burguesas, tal vez en una forma simplificada, con zócalos, dinteles, frisos, cornisas y balaustradas. La entrada de la casa solía hacerse por una puerta lateral provocando una fachada asimétrica. En otros casos esa se hacía mediante una puerta central, resultando en una composición de fachada simétrica. La configuración en hilera de los ambientes ofreció la ventaja de un crecimiento progresivo en función de las necesidades de las familias, adaptándose a diferentes situaciones urbanas y sociales. Las clases populares solían recurrir a la auto-construcción y a la ampliación como manera de acceso a la vivienda. En ocasiones, la sala ubicada al frente de la casa podía convertirse en comercio transformándose en una fuente de ingreso alternativo y a veces, alguno de los cuartos podía ser alquilado para hospedaje ; en ese sentido la tipología de la casa “chorizo” podía funcionar como factor de integración social.

El conventillo, el equivalente plurifamiliar de la casa “chorizo”, fue la tipología de vivienda colectiva más difundida a fines del siglo XIX en las principales ciudades argentinas. A título de ejemplo, en 1887, se estima que 27% de la población vivía en conventillos y que 3/4 de aquellos residentes eran inmigrantes de origen europea y provenientes de un medio rural. Inspirada en los corrales de vecinos sevillanos, con habitaciones dispuestas en torno a un patio, la tipología del conventillo se establece como una serie de cuartos en hileras con locales de servicio agrupados en batería y un patio lateral en común, similar a aquella de la casa “chorizo” pero sobre más de una planta ( generalmente 2 pisos ). Fue un aprovechamiento directo de la especulación inmobiliaria para generar la mayor renta con la subdivisión interna de la parcela y su superposición en vertical. La renta de habitación era un forma temporaria ( aunque extensible en unos casos ) de acceso a la vivienda, cada familia ocupaba generalmente un cuarto. La concentración de personas y la escasez de locales sanitarios ( 1 por 10 habitaciones ) dieron lugar a críticas higienistas y sociales hacia ese tipo de hábitat.

“ Los conventillos fueron considerados, como en el resto del país, “focos de infección”, como también lugares propicios para el desarrollo de los vicios, la vagancia, la suciedad, la prostitución. De allí que, de la crítica higienista - apoyada en el discurso médico- se transitara a una prédica moralizadora en relación a las costumbres, los hábitos y la vida cotidiana. ” Raffa Cecilia B., Manzini Marchesi, Lorena Verónica - El conventillo y la vivienda masiva

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La falta de intimidad debida a la yuxtaposición muy próxima de las habitaciones y la falta de espacio de aquellas en cuanto a la cantidad de personas alojadas hicieron difíciles las condiciones de vida en esos espacios. El patio común, cuanto a él, podía aparecer como un lugar de sociabilidad permitiendo los intercambios de vecinos, la realización de tareas domésticas y hasta algunas actividades laborales, sin embargo por esas mis as razones, podía ser también una fuente de conflicto debido a los disturbios ocasionados. Por la mayor disponibilidad de terrenos, la tipología de conventillo no fue tan común en los núcleos urbanos pampeanos como en otras grandes ciudades. La casa de vecindad o los pasajes habitacionales son tipologías que proponían mejoras en las condiciones de habitar con respecto a los conventillos, retomando la alineación de unidades de viviendas compartiendo un acceso común pero las unidades familiares disponían de 2 cuartos y en varios casos de una cocina, de un baño privado y de un patio reducido propio. El mayor grado de confort en aquellas tipologías tendió a extender la duración de las estadías hasta, en ocasiones, a volverlas permanentes. El distrito ferroviario, puntualmente, solía incluir viviendas. Aquellas eran, como la estación de ferrocarril, de inspiración inglesa. Similar al “cottage” presentaban una planta compacta en torno de un vestíbulo de acceso, con una galería en la entrada, una cocina en la parte trasera y techos inclinados, diferenciándose nítidamente de las casas “chorizos”. Después de la década de 1930, la tipología de la casa “chorizo” que compone la mayor parte del tejido residencial será remplazado por la casa “cajón”, nueva tipología implementada por el estado para la construcción de viviendas populares. Esa adopta una planta compacta rectangular minimizando las circulaciones internas y agrupando las funciones de cocina, sala de estar y 2 dormitorios, eliminando el patio lateral. Con ese cambio la experiencia del habitar urbano se reduce a una experiencia de frentes y contra-frentes, en parcelas delimitadas, yuxtapuestas u opuestas, conformando la calle como un canal en el cual ocurre la vida pública, lejos de la complejidad espacial y del tejido de relaciones de las estancias rurales. Sin embargo, en muchos de los poblados pampeanos, la experiencia urbana se asemeja más a un híbrido entre el ideal de la ciudad densa y la dispersión del campo, como lo expresa Martínez Estrada :

“ Nos invade un sentimiento de pena, y la alegría de la llegada se defrauda en un abatimiento de aldea chata, incolora, hecha a imagen y semejanza del campo. Las calles son anchas y de tierra, los frentes de las casas de ladrillo sin revocar, con terrenos baldíos entre unas viviendas y otras, separándolas. El crecimiento de esos pueblos es horizontal : un derrame por sus flancos. También hay ranchos de adobe o de chapa. Ese pueblo está envuelto por el campo ; en la lucha que ha entablado contra la soledad, el vencido es él ; esta situado por el campo, enquistado y reducido a un curioso caso de mimetismo. “

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[…] Nuestros pueblos son aplanados y extensos, es decir, que ocupan más

extensión de la debida según el número de habitantes y de edificios ; y que tiene, como consecuencia, menos altura de la lógica. Un pueblo -de cualquier parajeparece dislocado por terrenos que se desplazan en un movimiento centrífugo. Están desmoronados ; no tienen intimidad, quieren desbandarse. Las casas han ido construyéndose con ese espacio neutro que en toda propiedad se establece física y psicológicamente en los lindes. “ Ezequiel Martínez Estrada– Radiografía de la Pampa Las ciudades pampeanas se caracterizan por parecerse entre ellas, compartiendo los mismos rasgos edilicios. La uniformidad morfológica es resultante de la repetición de las casas unifamiliares ( de tipo “chorizo” ) en los barrios residenciales. Sus fachadas planas y el alineamiento sobre la línea municipal producen una cierta sensación de homogeneidad en el paisaje urbano. Las similitudes de aspecto se explican por una relativa simultaneidad de construcción, además del uso de un material predominante ( el ladrillo ) por la carencia de otro recursos naturales ( bosques o canteras de piedra ) y las poca variaciones topográficas y climáticas en la región que hubieran requerido adaptaciones específicas de la arquitectura.

Fig 39 y 40 - ( izquierda ) General Pico (1915), los comercios adoptan el mismo estilo arquitectónico italianizante, el paisaje urbano se puede definir como un horizonte “tapado” donde la baja altura de los edificios preserva el protagonismo del cielo. Sin embargo las calles bordeadas de fachadas canaliza la vista y reduce su anchura. / Fig 41 ( derecha) Esquema de las relaciones espaciales entre los edificios de una manzana urbana

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MODERNIZACIÓN


CRISIS DEL MODELO DE DESARROLLO El periodo entre fines del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX está marcado por un fuerte crecimiento económico en la Argentina. Sin embargo, el desarrollo del sistema presenta algunas desigualdades. A nivel territorial, por ejemplo, las conexiones de ferrocarril favorecen con tarifas preferenciales a las vías convergiendo hacia Buenos Aires, limitando la viabilidad de las vías interregionales y reforzando de esta manera la dominancia de Buenos Aires sobre el interior. A nivel social, el incremento de las actividades de exportación favorece a una elite compuesta por terratenientes y empresarios quienes se distribuyen gran parte de los capitales generados. En reacción surgen movimientos de revueltas populares. Es realmente a partir de la década de 1930 que se puede observar un nuevo punto de inflexión en el desarrollo económico argentino y por lo tanto pampeano. El crack de la bolsa de Nueva York tiene una repercusión a nivel mundial, poniendo en critica la noción de capitalismo y de economía liberal. Frente a la crisis financiera y a sus efectos sociales, varios países adoptan una política de mayor intervención estatal en la economía a través de instituciones especificas, como el Banco Central, instaurando un proteccionismo y favoreciendo las inversiones nacionales. Ese repliegue de las principales potencias económicas mundiales afecta directamente los países periféricos como Argentina, volcados a la exportación y fuertemente dependientes de las demandas extranjeras para su propio crecimiento. A ese primer golpe se le suma, una década más tarde, el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Esto significó nuevamente la pérdida de los principales mercados europeos involucrados en el conflicto, además de un boycott ejercido por los Estados Unidos sobre Argentina, impidiendo la venta de cereales a naciones enemigas y la compra de maquinarias nuevas. Esa sucesión de circunstancias pone en crisis el modelo agroexportador argentino, la reducción de la demanda extranjera provoca un freno generalizado del proyecto de expansión territorial, tanto social como espacial y marca el fin de la época dorada de la pampa.

“ La nación argentina se había construida sobre una visión de un territorio nacional sin pasado ni obstáculos, disponible para todas las actividades : ferrocarril , cultivos, ganado, ciudades y puertos. […] La crisis económica del entreguerras quiebra la promesa del proyecto modernizador que pretendía hacer del país una nueva Europa o un equivalente austral de los Estados Unidos.“ Sébastien Velut - L’Argentine : identité nationale et mondialisation En reacción al nuevo panorama, se conforma progresivamente una nueva visión de un país industrial y urbano, orientando de esa manera la producción, no hacia el exterior, pero para el provecho de la propia nación. La industrialización se diversifica del procesamiento de las materias primas agrícolas, formando una industria de base ( acero, petroquímica, energética, automotriz, maquinaria ) y buscando substituir los sectores de importaciones extranjeras. Ese nuevo proceso se inicia gradualmente en la década de 1930 pero se reafirma notablemente en la posguerra durante el gobierno de Perón. La evolución del país hacia el nuevo paradigma se puede ver reflejada en varios aspectos de la pampa, tanto a nivel organizativo del territorio como en el pasaje de una sociedad rural a una sociedad urbana, el cambio de las modalidades de transporte, en el trabajo de fondo del urbanismo y de la arquitectura productos por esos nuevo modos de vida.

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DECLIVE DE LA AGRICULTURA TRADICIONAL Las sucesivas crisis económicas tienen una repercusión directa sobre el desarrollo de la agricultura. La reducción de las exportaciones de cereales explica en parte un regreso a la actividad ganadera, motivada por los altos precios de la carne bovina. Los establecimientos que mantienen un labor agrícola se orientan hacia una diversificación de sus actividades tanto en los cultivos, con la siembra del girasol o de especies frutales para evitar los riesgos ligados al monocultivo, o sumando actividades nuevas como la cría de aves o la apicultura. Las nuevas circunstancias económicas favorecen sin embargo las explotaciones de mayores superficies capaces de asegurarse una cierta rentabilidad. Ese hecho repercute en la poca subdivisión de los predios rurales durante esa época, los aparceros no puden adquirir sus propias parcelas o hacer frente al resurgimiento de la ganadería, demostrando de esa manera los límites del sistema de colonización tradicional. En respuesta a ello se funda en 1936 el Instituto Autárquico de Colonización, implementando medidas de apoyo para la estabilidad y el arraigo de las familias de agricultores. En la postguerra, el involucramiento estatal se vuelve más presente con la creación de nuevas instituciones ( Ministerio de Asuntos Agrarios), incorporando una planificación quinquenal y una serie de medidas como el parcelamiento y la venta de tierras públicas, créditos bancarios para la construcción de viviendas, un asesoramiento técnico estatal durante las fases de producción y de comercialización de las cosechas. El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), fundado en 1956, asegura la difusión de las nuevas prácticas. Las diferentes formas de intervención estatal se deben en parte por la consideración de la agricultura como una herramienta para luchar contra el éxodo rural en el territorio. La introducción de maquinarias en las tareas agrícolas a partir de las primeras décadas del siglo XX se refuerza notablemente en la postguerra, recuperando en parte la demora tecnológica frente a los Estados Unidos y a las naciones europeas. El uso del tractor particularmente, remplazando los bueyes, significó la reducción de mitad del tiempo atribuido a las tareas de arar, facilitando el trabajo de cultivos más extensos. Sin embargo, como en el resto del mundo en esa época, la mecanización del campo no representó solo un cambio de herramientas sino también una disminución drástica de empleos agrícolas ; se estima una pérdida en la agricultura pampeana de 630.000 empleos entre 1937 y 1960, tanto en puestos permanentes como temporarios. De forma similar el costo de la maquinaria hizó de la acumulación de un cierto capital una necesidad, para poder adquirir nuevas herramientas y mantener la competitividad. La modernización de la agricultura marcó un proceso de transformación de la sociedad y de sus relaciones con el espacio. Aquel fenómeno se traduce en una manera aún más profunda en el caso de la pampa debido a su historia y características propias.

Fig 1 - Tractor y trilladora en la pampa a principios del siglo XX, el uso de animales se remplazará progresivamente por nuevas maquinarias.

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ÉXODO RURAL El éxodo rural o la movilidad geográfica de la población desde el campo hacia la ciudad, es un fenómeno que ocurre en la pampa aproximadamente a partir de la mitad del siglo XX. Se trata de un proceso multifactorial que surge de una combinación de circunstancias o motivos, que a su vez tiene repercusiones en varios niveles del territorio. Por un lado, la diminución nítida de las exportaciones durante la crisis económica significó, para una cierta cantidad de agricultores, la quiebra o la imposibilidad de adquirir sus propios campos, provocando una migración hacia la ciudad con el fin de buscar empleo. A esta situación se sumó la mecanización de las tareas agrícolas que redujó la necesidad de mano de obra y significó, en las explotaciones familiares, la imposibilidad de mantener puestos para los diferentes miembros de la familia, incitando a ciertos de ellos a desplazarse hacia la ciudad para constituirse un futuro. El movimiento hacia las ciudades, al menos en esa primera instancia, aparece ser una respuesta de necesidad guiada por la búsqueda de trabajo tras la falta de ingresos del campo, coincidiendo con el desarrollo del sector industrial en las zonas urbanas.

“Del interior llegaron de regreso, colonos, que habían perdido todo después de veinte años de labor. Los hijos comprendían que la tierra prometida era la tierra de las promesas simplemente. Tras el rudo trabajo se desvanecían las hipotéticas posibilidades de enriquecerse, que eran el único premio que se esperaba a cambio del embrutecimiento.” Ezequiel Martínez Estrada– Radiografía de la Pampa El otro motivo que se resalta en la toma de decisión de acercarse a la ciudad puede resumirse en la búsqueda de servicios básicos como los comercios, la salud y la educación. Éste último factor es particularmente importante en el sentido que es generalmente la escolarización ( primaria y segundaria ) lo que justifica la instalación de madres e hijos en la ciudad. Los padres, productores rurales, solían mantener una residencia en el campo por un tiempo, pero la creciente facilidad de movilidad permitió una radicación definitiva en los núcleos urbanos con un vaivén cotidiano entre la ciudad y sus explotaciones. La escolarización se vuelve imprescindible para acceder a una forma de ascensión social. Además, la instalación en la ciudad representa también el acceso a una cierta comodidad de la vida urbana como la electricidad, el gas, el teléfono, la televisión y otras variedades de actividades recreacionales. La ciudad representa las expectativas de nuevos modos de vidas más ricos en posibilidades de bienestar y de libertad. Sin embargo, como se describió anteriormente, una cierta proporción de las personas en éxodo se encontraban desocupadas y la migración a la ciudad résulto solo en la imaginación de lo que se podía tener y en la diminución de la calidad del entorno habitable a comparación del campo anterior. El decrecimiento de las localidades rurales parece ser continuo e ineluctable, con pocas posibilidades de retener la población. En ese sentido se pueden observar algunos factores críticos o agravantes dentro de los cuales la evidente carencia de servicios de educación ( escuela segundaria ), de salud ( hospitales o centro de atención médica cotidiana ), de oficinas públicas ( pago de impuestos, cobro de jubilaciones ), de comercios ( mercadería básica y compra de remedios), pero también la falta de conexión por una ruta pavimentada. En efecto, un acceso por un camino de tierra en los pueblos rurales ( de menos de 2000 habitantes ) puede convertirse en un obstáculo en los días de lluvia, la formación de barro pudiendo impedir la circulación de particulares pero también de colectivos inter-ciudades, generando entonces una sensación de aislamiento.

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Los poblados rurales también sufren internamente de una desintegración comunitaria que surge de la oposición de pensamientos entre los habitantes mayores y los habitantes más jóvenes. La primera categoría de personas se puede definir como una población sencilla y tranquila, que valora la paz que ofrece el campo y las relaciones vecinales, produciendo un sentimiento de pertenencia en el lugar que residen. Demuestran también una cierta forma de nostalgia hacia la memoria de un pasado mejor vehiculado a través de las historias de sus padres y abuelos, así como la ausencia de la gente que se fue a vivir la ciudad. Como reacción, ciertas iniciativas se desarrollan a fines de tratar de implementar servicios en conjunto gestionados por vecinos o tambien rituales de comunidad, como puede ser la “vuelta al perro” que consiste a rodear ceremonialmente la plaza en grupo. La población mayor se siente en desfasaje con los modos de vida urbanos, percibidos como frenéticos y consumistas, asociados con un cierto grado de violencia. Al inversa la población de jóvenes siente una fuerte atracción hacia las grandes ciudades, deseando inmigrar para reunirse con otros jóvenes, compartir el gusto por la música, comprarse ropa de marca e ir a espacios recreativos de tipo discoteca y bar. Para ellos el pueblo es percibido como monótono y aburrido. Demuestran también un pesimismo notable hacia las expectativas de futuro de ese entorno. El éxodo rural representa la paulatina desaparición de las costumbres tradicionales. Esa observación es aún más flagrante cuando se considera la modernización generalizada que infiltra los ámbitos rurales, modificando sus estructuras mentales, incorporando un carácter de más en más urbano y que aspira finalmente a estilos de vida propios de ciudad, como se ve en las poblaciones de jóvenes, significando la destrucción de la ideología anterior y su remplazo por una nueva.

“ La Argentina que desaparece no es una Argentina que dejara de existir, es la Argentina que no fue. Cuando me refiero a problemas de despoblamiento o a comunidades que ya no son tales, intento relevar que por detrás de los datos, hay un sueño que no se hizo realidad : el de una Argentina que creciera pujante y concretaría las esperanzas de todos aquellos que pusieran su esfuerzo en ella. ¿ Cuántos pueblos surgieron entre fines del siglo pasado y principios del actual? ¿ Cuántos apostaron a que sus pequeños poblados se convertirían en grandes ciudades o en importantes polos de atracción ? [...] Muchos de estos poblados crecieron, se desarrollaron y alcanzaron jerarquía urbana. Otros, no solo quedaron en el camino sino que involucionaron. Este lento proceso signado por distintos factores, resultó casi inexplicable para los más viejos, fatal para los más jóvenes y dio origen a esta idea de que aquella Argentina en la que estos hombres creyeron vivir, hoy desaparece.” Benitez Martínez Marcela – La Argentina que desaparece: desintegración de comunidades rurales y poblados en vías de desaparición

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CONSTRUCCIÓN DE LA RED VIAL En las primeras décadas del siglo XX, gran parte de los desplazamientos todavía se realizaban en sulky y a caballo, los propietarios de automotores eran excepciones. Con el tiempo se buscó mejorar la red de transporte entre ciudades, remplazando los caminos de tierra por rutas pavimentadas. Esas obras fueron financiadas en un cierto porcentaje por un impuesto retenido al ferrocarril. En 1932 se planifica al nivel del país la construcción de las rutas nacionales para conectar a larga distancia ciudades importantes. La construcción de autopistas se inicia en la década de 1940. Esa época está marcada por la creciente influencia de Estados Unidos a nivel mundial en el sector del transporte, promoviendo a través de exportaciones el desarrollo de los automóviles con motores a explosión frente a los ferrocarriles y tranvías ingleses. El transporte automotor y la ruta pavimentada ofrecen, frente al ferrocarril existente, las ventajas de trazados más libres ( pudiendo cruzarse en cualquier punto ) y más fluidos ( detención de vehículos sin interrupción ). Adicionalmente, las rutas permiten una mayor flexibilidad del transporte individual y con menores costos de construcción.

“ Las rutas facilitan el transporte en red, permitiendo mayores comunicaciones, frente a la estructura en árbol dominante del ferrocarril. ” Martínez Mónica - La identidad pampeana: transformaciones campo-ciudad del territorio agropecuario de La Pampa-Argentina

El sistema vial sigue paralelamente el trazado del ferrocarril, configurándose en alternativa para el transporte de cargas a través de camiones, y luego de pasajeros por medios de colectivos públicos. Sin embargo se puede observar a través de la jerarquía de las vías ( autopista, nacional, provincial ) con sus tratamientos respectivos un favorecimiento hacia las conexiones de largas distancias, dominadas por Buenos Aires y consecuentemente una relativa falta de atención y de conexión a una escala local ; como se vio previamente, la carencia de una conexión por ruta pavimentada en ciertos poblados es un verdadero signo de aislamiento. A partir de los años 1960 la modernización de los medios de transportes se difunde en toda la región e impacta notablemente en el desarrollo del territorio. La red vial incrementa el movimiento de las personas, acortando distancias, modificando las relaciones de proximidad y acerca el campo a la ciudad y a las ciudades entre ellas. Junto al desarrollo de los medios de comunicación, el sistema de transporte altera el sistema de valores locales y los hábitos culturales. El sistema vial se inserta en el territorio como una nueva infraestructura, retomando el parcelamiento ortogonal de los predios rurales o alineándose en paralelo de las vías férreas, conformando límites. Sus trazas en el paisaje no se reducen a las cintas grises de asfalto o cemento, sino que incorporan una serie de elementos conexos como tréboles distribuidores, rotondas, guarda-railes, banquinas, balizas además de una señalética múltiple a través de carteles de diferentes escalas y colores con soportes verticales y iluminación. Ese conjunto suele estar subrayado por una infraestructura complementaria como el tendido de líneas eléctricas de alta tensión o telefónicas, reforzando su carácter lineal.

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Figura 2 - Las rutas incrementan las movilidades individuales y “acortando” las distancias propias de la pampa. En el paisaje se materializan por bandas grises continuas junta a una serie de instalaciones anexas ( señalética, iluminación artificial, elementos de protección o de distribución ) cuya densidad aumenta gradualmente al aproximarse a las ciudades. Aquellos recorridos están ahora disponible virtualmente en Google Street View.

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DECLIVE DEL FERROCARRIL Desde 1930, las crisis económicas impactan brutalmente el sistema ferroviario con una fuerte reducción de las ganancias. A su vez, al haber aéreas del territorio todavía poco pobladas, el transporte de cargas no alcanzó el volumen esperado por algunas compañías privadas, encadenando la desvaluación de sus acciones. Esta baja rentabilidad condujo, con el paso de los años, a un envejecimiento del material rodante y de toda la infraestructura ferroviaria por falta de nuevas inversiones. Este estado empeoró a través de la crisis debida a la Segunda Guerra Mundial. En 1946 el gobierno peronista decide, en un gesto político, la nacionalización de la red ferroviaria a fines de liberar al país de la dependencia de países extranjeros ( Inglaterra ). La Empresa de Ferrocarriles del Estado Argentino ( EFEA – luego Ferrocarriles Argentinos ) fue creada en ese periodo para gestionar dicha red. A fines de la década de 1950, frente a la fragilidad persistente del sistema ferroviario, el gobierno de Arturo Frondizi opta por un plan de optimización de la red (Plan Larkin – ingeniero militar estadunidense) que consistía en el cierre de ciertos ramales a fines de concentrar los esfuerzos de modernización en el resto de las líneas, manteniendo las estaciones de mayor jerarquía, los empalmes y los talleres de reparación. El plan Larkin no fue ni pudo ser ejecutado en todas sus medidas y benefició indirectamente al transporte carretero. La siguiente época de dictadura militar se tradujó en la continuación del deterioro de la red y la clausura de otros ramales, por falta de inversión. La red férrea fue progresivamente remplazada por la red vial a través de todo el territorio, declinando hasta la década del 1990 donde una nueva privatización significó su desarticulación final como medio de transporte en la pampa. El ferrocarril fue desde fines del siglo XIX un importante vector de transformación socio-territorial, las estaciones de los pueblos particularmente eran un sitio privilegiado de sociabilidad donde la gente iba tanto a despedirse en ocasiones de viaje como a saludar los nuevos entrantes, generando frecuentes contactos entre vecinos. La actividad ferroviaria solía ser acompañada por clubes festivos, artísticos y de deporte. El cierre de las estaciones significó la pérdida del dinamismo propio a esos lugares. Desde un punto simbólico, representó para los poblados nacidos con el ferrocarril, la supresión del motivo de ser ya que se basaban en él como fuente de trabajo, de abastecimiento y de comunicación. La cancelación de ese medio de transporte provocó en esas comunidades una fuerte sensación de aislamiento por la distancia que los separaba de otros pueblos. El impacto se resintió especialmente en los poblados que no disponían de una conexión a una ruta asfaltada, siendo menor en los que si disponían, pero incluso ahí representó el pasaje de un transporte de carácter público ( el ferrocarril ) a un transporte privado ( el automóvil ) instaurando una cierta desigualdad social. Más tarde, la implementación de colectivos inter-ciudad pudó mejorar la situación.

Fig 3 - La clausura de parte de los ramales ferroviarios significó el abandono de múltiples estaciones de tren y del dinamismo asociado a esos sitios.

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JERARQUÍA URBANA TERRITORIAL A partir de 1950, la pampa se modifica drásticamente a través de un fuerte proceso de urbanización que redefine tanto el territorio como a sus infraestructuras, a las actividades que ocurren dentro de ese y a los modos de vida de las personas. El fenómeno de urbanización principalmente representa la concentración de la población en las ciudades, provocando su crecimiento. En ese sentido, la Argentina es históricamente uno de los países con el mayor grado de población urbana pasando progresivamente de una proporción de 52,7% en 1914, a 62,2% en 1947 y hasta alcanzar 91% en el censo de 2010 y la población rural se encuentra consecuentemente reducida a 9% debido al éxodo rural descrito anteriormente. En el 2010, se estima que la población urbana de la región pampeana era de un total de 25.275.000 habitantes y la población rural de un total de 1.299.000 habitantes, respectivamente 95.11% y 4.89%. Sin embargo, el fenómeno de urbanización incluye también una definición que va más allá de los movimientos demográficos, caracterizado por la re-organización de los transportes y comunicaciones, de la economía y de la sociedad en general a través de una nueva noción de “modernidad”. La urbanización del territorio es un reflejo de la división del trabajo que coincide en la articulación de la red urbana. Ésta sigue fuertemente marcada por el modelo agroexportador radiocéntrico dominado por Buenos Aires ( principal ciudad portuaria ) pero a partir de los años 1980 se manifiestan modificaciones en el sistema de ciudades con la diversificación y la distribución de polos económicos gracias al desarrollo de actividades de servicios, de comercios y de industrias. En la nueva jerarquía territorial, Buenos Aires y las grandes ciudades mantienen un rol central, debido a sus ventajas como aglomeraciones para la atracción e instalación de empresas o el desarrollo técnico-científico, no obstante la red es en cierto grado re-equilibrada por el crecimiento de ciudades intermedias que incorporan también las nuevas funciones a una escala más local. El caso del desarrollo industrial en la Argentina, como en varios países de Latinoamérica, se distingue de países más avanzados con el pasaje de parte de la economía directamente del sector primario al sector terciario, sin pasar por el secundario ( salvo en el rubro de la construcción ). La industrialización ocurre posteriormente a la urbanización, debido a la atracción propia de las grandes ciudades como mercados potenciales que provoca la creación de industrias. Sin embargo, el tamaño relativamente restringido del mercado nacional interno no permitirá la maduración hacia una industria de exportación. La urbanización fue en realidad mayoritariamente el resultado de la concentración de servicios, comercios y funciones públicas en las ciudades. Ésta es el principal factor de la atracción ejercida por la ciudad, por necesidad como por comodidad, incluyendo también actividades culturales, recreativas o mismo actividades propias a la producción agrícola como talleres mecánicos, proveedores de insumos y la sede del INTA ( o de la cooperativa ). La concentración de las actividades en los centros urbanos se realiza en detrimento de las localidades rurales limitando radicalmente sus posibilidades de desarrollo y forzando de cierto modo sus poblaciones a migrar hacia la ciudad para poder aprovechar de la oferta y no quedar aislados. En este movimiento la degradación del espacio rural y de sus valores aparece como un efecto colateral.

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“ Esto supone la destrucción paulatina de un orden social, económico y cultural basado en una lógica mercantil artesanal que es reemplazada por una lógica económica apoyada en la producción en masa. ” Martínez Mónica - La identidad pampeana: transformaciones campo-ciudad del territorio agropecuario de La Pampa-Argentina El proceso de urbanización se ejerce tanto al nivel nacional y regional, con la migración de las personas hacia las grandes ciudades pero también, a escala mucho más local, con la migración desde el campo o pueblos hacia ciudades de cercanía. Se generó una jerarquía de diferentes centros urbanos que fueron consolidándose con el tiempo según funciones y proporciones variables, conformando así un esqueleto económico, institucional y social. Se entiende como población rural al hábitat disperso y a las localidades de menos de 2000 habitantes. Luego la denominación de ciudad menor o ciudad pequeña agrupa los núcleos de hasta 20.000 habitantes, o 50.000 en unos casos. Las ciudades intermedias o aglomeraciones de tamaño intermedio ( ATI ) caracterizan generalmente los núcleos entre 50.000 habitantes y 999.999 habitantes, con una subcategorización definiendo ATIs menores ( 50.000 hab – 100.000 hab ), ATIs intermedias ( 100.000 hab – 500.000 hab ) y ATIs mayores ( + 500.000 hab). Finalmente las ciudades mayores o grandes son aquellas contando con más de 1.000.000 habitantes. Según los autores varia esas categorizaciones, algunos encontrando por ejemplo más pertinente una distinción entre las ciudades entre 2.000 y 20.000 habitantes, esas de 20.000 a 150.000 habitantes y esas de más de 150.000 habitantes. Aquellas clasificaciones no solo intentan dar cuenta de la dimensión poblacional de cada forma urbana, sino también de su poder económico y rol organizativo correspondientes a través de la concentración de las actividades a diferentes escalas. Teniendo en cuenta esta clasificación, la región pampeana está entonces estructurada territorialmente por 3 ciudades mayores : Buenos Aires, Rosario y Córdoba en las cuales se suele también incluir sus afueras, con áreas de influencia directa, hablando entonces del Gran Buenos Aires etc. Son los polos de mayor concentración económica y permiten una conexión tanto al nivel nacional que internacional. En un grado menor se contabilizan 30 ciudades intermedias dentro de las cuales ciudades costeras ( como La Plata, Mar del Plata, Santa Fe, Bahía Blanca), centro institucionales provinciales ( como Santa Fe) y, más relevantes para el estudio, ciudades con áreas de influencias agrícolas ( como Pergamino, Junín, Chivilcoy y Venado Tuerto). El caso de las ciudades intermedias es particularmente interesante en términos de su rol en la organización territorial. Desde un punto de vista demográfico los centros urbanos entre 50.000 y 100.000 habitantes tienen un crecimiento por arriba de la media nacional e incluso más significativo que el de las grandes ciudades. En paralelo, esas aglomeraciones demuestran un notable dinamismo económico consolidado por el agrupamiento de una diversidad de funciones tanto administrativas, de educación superior ( centro de formaciones y universidades), de servicios, de comercios especializados que culturales, recreativas y turísticas. También incorporan una serie de actividades vinculadas a la explotación agropecuaria como la venta de diferentes insumos químicos, laboratorios de investigación agronómica, fábricas de tractores, usinas de transformación alimentaria. De cierta manera aseguran un nexo de intermediación entre los espacios metropolitanos y el ámbito rural. Gracias a una cierta masa crítica institucional y empresarial, además de estar relativamente mejor conectadas al resto del territorio

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que los centros urbanos de menor jerarquía, las ciudades intermedias se establecen en condiciones privilegiadas para la captación de inversiones propicias a la apertura de nuevas fuentes de trabajo. Sus potenciales económicos, así como la conformación de una red de actores e infraestructuras de cierto nivel, las convierte en elementos esenciales para los proyectos de desarrollo regional. De un lado tienen el potencial de contener la expansión urbana de las áreas metropolitanas mayores, presentándose como una alternativa tanto al nivel de empleo y de servicios como de vivienda, manteniendo asi un balance territorial junto a una mejora de la calidad de vida, evitando, en algunos casos, el asentamiento de poblaciones en villas miserias al borde de las grandes ciudades. Del otros lado, los recursos económicos disponibles potencialmente permiten proyectos de revitalización del ámbito rural de cercanía a través de diferentes formas de vinculaciones. Sin embargo, hay que emitir medidas de precaución en el sentido que, al ejercer también una fuerte atracción sobre las comunidades rurales, el crecimiento rápido y excesivo con respecto a la capacidad de alojamiento podrían colaspsar las infraestructuras de la ciudad. Por lo tanto es particularmente importante la planificación de una expansión progresiva y estructurada. Las ciudades pequeñas y pueblos grandes, entre 2.000 habitantes y 19.999 habitantes, conforman el resto de la red urbana. La mayoridad de esas ciudades de menor rango, se establecen como centros en sus localidades respectivas por carácter administrativo ( cabeceras de partidos ) y por los servicios básicos y comercios que ofrecen. Son típicamente el lugar de residencia de los productores agropecuarios. Disponen de un crecimiento poblacional lento pero no permiten la retención de gran parte de su población joven que migra hacia ciudades de mayor rango. Al mismo tiempo carecen de los recursos económicos propios de las ciudades intermedias y por ende son dependientes de presupuestos nacionales a fin de mantener los servicios e infraestructuras esenciales como el mantenimiento de las calles, la recogida y tratamiento de basuras y la iluminación pública. El desarrollo territorial de una manera equilibrada y equitativa debería entonces pasar por la coordinación y cooperación de los diferentes actores involucrados en las diferentes escalas a fines de asegurar una cierta coherencia espacial. La visión compartida de ese territorio puede ser implementada por el medio de políticas públicas en los diferentes niveles de acción, desde el estado nacional, hasta la región, las provincias y los municipios, redefiniendo las competencias políticas asociadas a cada uno. La vinculación entre planos de acción de escala nacional y el desarrollo de iniciativas locales es particularmente crítica. Consecuentemente las relaciones entre ciudades aparecen como un aspecto sumamente importante a fines de lograr una cierta armonía territorial y potenciar la sinergia a través de redes de cooperaciones estables. Si bien se pueden observar la conformación de dichas redes pampeanas como puede ser el corredor entre Buenos Aires y Rosario que incorpora Campana, Zárate, San Nicolás, Rio Cuarto y Pergamino, Junín y Venado Tuerto ( en cierta medida), o también la vinculación entre Tandil, Olavarría y Azul, o la asociación de una ciudad principal con otra aledaña de menor rango como es el caso de Santa Rosa con Toay o Bahía Blanca con Punta Alta, esos casos son generalmente pocos. En gran parte de la región predomina la estructura por focos individuales que concentran el potencial de desarrollo de sus áreas circundantes. La relativa ausencia de redes urbanas fuertemente conectadas es un rasgo propio del proceso de urbanización en Latinoamérica ( a diferencia de los países europeos) y es particularmente flagrante en la pampa, pudiendo explicarse por la extensión masiva del territorio pero también por su estructuración histórica ( planificación de fortines militares y luego de estaciones de trenes, sin un crecimiento orgánico).

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POLARIZACIÓN DEL TERRITORIO La reorganización espacial pampeana desde la década de 1950, a través de la urbanización, engendra correlativamente otro proceso de fragmentación socio-territorial. La concentración de equipamientos, de infraestructuras, de recursos económicos y políticos en puntos privilegiados se realiza en detrimento de las zonas intermedias a predominancia rural que quedan marginalizadas. En efecto, la nueva lógica territorial difiere notablemente de la estructura histórica de la pampa y genera un desequilibrio en cuanto a las posibilidades de desarrollo de los centros urbanos y de los espacios del ámbito rural, beneficiando casi exclusivamente a los primeros. Se manifiesta así un pasaje de un territorio relativamente homogéneo a un territorio crecientemente polarizado. Simultáneamente el proceso de fragmentación territorial marca la emergencia de una forma de organización definida por redes. De hecho, los avances tecnológicos de los sistemas de comunicación y la multiplicación de vehículos individuales motorizados actúan como factores de “difusión”, favoreciendo la urbanización del territorio y son, en ese sentido, a la vez actores y causas de la fragmentación espacial.

‘’ En la región pampeana argentina, durante el transcurso de estas últimas décadas, los espacios de referencia dentro de los cuales los actores construyen sus representaciones de la realidad han cambiado considerablemente. No mantienen únicamente relaciones de vecindario, pues tienen la posibilidad de desplazarse cotidianamente y de extender sus relaciones. “ Marcelo Sili

- La fragmentation socio-territoriale. Une nouvelle logique de

fonctionnement pour le monde rural. Le cas de la Pampa argentine

El pasaje de una lógica anteriormente basada en la contigüidad ( centrada sobre un espacio ) a una lógica de red ( centrada sobre diversos espacios ) habilita los diferentes habitantes a constituirse una realidad más allá del entorno directo, estableciendo relaciones sociales, económicas o culturales con otras ciudades, otras regiones o hasta otros países. La fragmentación espacial se traduce entonces en la cohabitación al nivel local de diferentes grupos animados por sus propias vivencias y prácticas del espacio, es decir, de existencias cada vez más subjetivas y diversificadas.

‘’ La utilización casi general de vehículos de desplazamiento rápidos transforma las prácticas y representaciones del espacio regularmente frecuentado : continuidad y distancia son cuestionados por usos creando islotes conectados entre ellos por vías de accesos atravesando sectores percibidos como inaccesibles y de los cuales se ignora casi todo. ” Piolle Xavier - Proximité géographique et lien social : de nouvelles formes de territorialité ?

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La fragmentación socio-territorial tiene como consecuencia directa la puesta en crisis de la unidad local históricamente predominante. Esa coexistencia de diferentes lógicas ( sociales, productivas y territoriales ) impiden la idea de un espacio local homogéneo y por ende invitan a la reconsideración de la noción misma de localidad. La interdependencia entre los espacios resultante de la extensión de las relaciones de varios tipos exige de pensar cualquier concepto de localidad con su capacidad propia de integrarse ( o no ) en las diferentes redes. En ese sentido, la proyección de nuevas formas de territorialidad aparece como una necesidad.

Figura 4 - El proceso de urbanización conlleva a la concentración de personas y servicios en las ciudades, formando una estructura de polos en el territorio. Los centros urbanos están unidos a la ruta por un camino de acceso que los conecta a las otras ciudades en red y al área metropolitano.

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hacia un centro de mayor jerarquia

Figura 5 - Pasaje de una lógica de contigüidad en los campos rurales a un relación de dominación y de dependencia hacía el centro urbano.

Figura 6 - La migración de la población hacia la ciudad y las nuevas formas de producción agrícola ( grandes cultivos ) provocan la desertificación del medio rural, convirtiéndolo en un espacio casi exclusivamente dedicado al trabajo.

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EVOLUCIÓN DEL ESPACIO PRODUCTIVO Los diferentes procesos de transformación que ocurren en el pampa modifican sensiblemente al espacio productivo. De un lado, los productores se vuelven de más en más dispersos debido al aumento de la movilidad y desarrollan relaciones de menos en menos localizadas. Residen en ciudades junto a sus familias, adoptan un modo de vida urbano con una cierta noción de confort ( uso de electrodomésticos, televisión, etc ) demarcándose claramente de las condiciones de vida en las antiguas colonias agrícolas. En esos centros urbanos establecen parte de sus interacciones y sus hábitos de consumo, incorporándose a la vida ciudadana junto a otros agricultores y no-agricultores ( delegados municipales, comerciantes, etc ).

‘’ aquí como allá, la mecanización y la motorización insertadas dentro de una economía agrícola […] acercaron los hombres, antes aislados en sus explotaciones, y crearon un vivero de centros de servicios, no simples localidades, pero pequeñas ciudades activas ” Marcelo Sili - La pampa argentine : un siècle d’évolution et de restructurations

Por otro lado, al nivel espacial, la instalación de los productores en las ciudades significó la disociación entre el lugar de residencia y el lugar de explotación. Las maquinarias móviles permiten a los agricultores de desplazarse cotidianamente de la ciudad a los campos. Esta distancia remarca entonces una desarticulación entre el núcleo poblacional y su entorno inmediato, cada uno viviendo segun sus propias dinámicas. El único resto de rural disperso puede observarse en parajes, pequeñas agrupaciones de agricultores que comparten un fuerte sentimiento de solidaridad. Sus explotaciones son chicas ( menos de 395 ha ) junto con otras actividades complementarias ( gallinero, horticultura ) cuyas producciones sirven para el auto-consumo. El hipotético retorno de los productores al ámbito rural se enfrenta a una negación directa de su parte para no renunciar a las posibilidades que ofrece la ciudad. En ese sentido, el fenómeno de la urbanización erosionó al ámbito rural, introduciendo en profundidad nexos de modernidad y despojándolo así de sus elementos tradicionales. La introducción desde los años 1970 de los cultivos de la soja y el uso de productos químicos ( herbicidas y fertilizantes ) marca un paso más en la modernización de la pampa. El fenómeno se refuerza notablemente en la década de 1990 con la implementación de la soja OGM. Su relativa facilidad de producción y la fuerte demanda mundial conlleva a su difusión masiva en los campos pampeanos. La mayor rentabilidad de la agricultura por el corto tiempo de beneficio sobre inversión relega la ganadería a un segundo plano, desplazándola afuera de la pampa húmeda, en tierras ecológicamente más pobres. La producción agrícola se orienta a una producción de volumen competitiva, adoptando los nuevos avances en términos de maquinaria, de tecnología y de logística. En los últimos años el sistema GPS permite por ejemplo la guía de las maquinarias según un recorrido óptimo, similarmente la implementación de silos bolas inflables permite el despliegue de una forma de acopio temporario directamente en el campo con una mayor polivalencia frente a los antiguos silos tradicionales. Sin embargo, al

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nivel ambiental, la búsqueda de una alta rentabilidad produce el deterioro progresivo de la calidad de los suelos. De un lado, donde la relativa rotación del uso de la tierra entre agricultura y ganadería permitía anteriormente la preservación del buen estado de los suelos, el monocultivo produce un desgaste crónico, y del otro el uso masivo de productos químicos genera una contaminación que necesita posteriormente de filtrar el agua para eliminar residuos tóxicos. Los cambios en las formas de producción pampeanas se acompañan también de una nueva organización de actores : los “pools” de siembra, grupos compuestos por diferentes profesionales dentro de los cuales un inversor, un ingeniero agrónomo y un productor agrícola. El proceso operativo de esas organizaciones permite la suma de las competencias de cada integrante, respectivamente el aporte de un cierto capital de base, el soporte de un conocimiento técnico-científico en la elección de las semillas y en la supervisión del cultivo, la realización práctica de la explotación agrícola y finalmente, volviendo al inicio de la cadena, la conexión con los mercados de exportación al extranjero. La producción adquiere un carácter especulativo subordinado a las fluctuaciones de los precios de venta para obtener el mayor beneficio y las nuevas organizaciones de actores denotan aspectos fuertemente empresariales, haciendo de la agricultura un “business’”. El costo de los diferentes insumos y maquinarias, así como los conocimientos requeridos instaura un proceso selectivo favoreciendo a los grandes productores y corporaciones más competitivas y poniendo en crisis los pequeños y medianos productores. Consecuentemente, se genera una nueva concentración de grandes porciones de tierras bajo selectos dueños, dando lugar paisajísticamente a campos sin límites. Las extensas superficies, entre 500 y 3000 hectáreas ( media de 1300 ha ) representan un valor económico en si por su potencial de cultivo y entonces de rentabilidad. En muchos de los casos ( ≈ 50% ), los trabajos de campos no son realizados por los propios productores o dueños de los terrenos, pero por contratistas, empleados agrícolas especializados proveniente de centros urbanos más o menos lejanos. De manera similar, no es raro la alquilación de terrenos para el desarrollo de cultivos, la actividad agrícola se convierte en un sistema de rentas, remarcando un desinterés difuso hacia el medio local. En suma, los nuevos modos de producción y actores del “agrobusiness” contribuyen a la destrucción paulatina de la diversidad agropecuaria de la pampa y de su cultura tradicional. La desconexión ante el territorio local en favor de una conexión con los mercados globales produce un efecto de a-territorialización. Ese es reforzado por la instalación de los productores en las ciudades y los nuevos métodos de trabajo que hacen cada vez más incompatible la superposición de las funciones de residencia y de producción, reduciendo las condiciones de arraigo y de apropiación presentes en las etapas históricas previas.

‘’ En una versión ideal típica del territorio de la agricultura hipermoderna del “nuevo productor“, los espacios rurales tienden a convertirse no en espacios privados de los grandes estancieros como era el caso dentro del pacto colonial, pero en espacios productivos sin verdadera vida social ni centro. “ Albaladejo Christophe - Les transformations de l’espace rural pampéen face à la mondialisation

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El sentimiento de una pampa “vacía” es considerablemente amplificado por el desarrollo de cultivos de más en más extensos. El campo pasa de ser un territorio plenamente vivido a ser un territorio con una única vocación productiva, traduciendo los rasgos de una verdadera desertificación social y por ende vivencial. A diferencia de otros países europeos, los movimientos de “contra-urbanización”, conocidos como neo-rurales, que revindican el deseo de vivir en el campo para una mayor calidad de vida, en una visión post-moderna posibilitada por los avances en las tecnologías de comunicación y el pasaje a una economía terciaria, son menos aparentes en Argentina y carecen de impacto frente a la desvitalización del ámbito rural. La reorganización territorial de la pampa recalifica la ciudad y el campo dentro de una unidad contradictoria que no elimina sus diferencias pero las profundiza. Sin embargo esa distancia, tanto simbólica que física, solo puede resolverse por una mayor asociación ( interdependencia ) entre ambos, junto con la definición de políticas de desarrollo locales y regionales tanto de fortalecimiento de la comunidad rural que de recursos viables de sustento económico.

” la idea de urbanización del campo, es controvertida, ya que quiere significar el proceso de cambio de las relaciones sociales, pero también del contenido material del territorio. Se trata en verdad de la urbanización del territorio, una especie de cambios inter-globales en los que participan el campo y la ciudad en un todo ” de Souza Eudes André Leopoldo – Relación ciudad-campo y turismo rural Para Marcelo Sili se pueden imaginar 3 perspectivas o escenarios territoriales para la evolución de la pampa. El primer modelo sería el de “concentración rural-urbana polarizada” con la intensificación de los procesos actualmente activos, conllevando a mayor despoblamiento y empobrecimiento del ámbito rural, a una mayor concentración de las tierras cultivadas con una homogenización de los métodos de producción y de una desaparición de la localidad para una conexión a sistemas espaciales más amplios. El segundo modelo imaginado sería el de “concentración rural-urbano dual” con parte de los efectos del modelo anterior pero manteniendo una estructura densa de ciudades pequeñas para evitar la pérdida de rentabilidad en los desplazamientos de los productores desde centros urbanos más grandes, promoviendo así una cohesión territorial con actores locales. El tercer modelo se define como la “articulación territorial y endogenización del desarrollo” consistiendo en una participación fuerte del estado al nivel local en la diversificación de las posibilidades de desarrollo, generando un deseo por parte de la población de mantenerse o de instalarse en los pueblos y otras áreas rurales, implementando sistemas de produccion durables.

Figura 7 - ( de izquierda a derecha ) modelo “concentración rural-urbana polarizada” / modelo “concentración rural-urbana dual” / modelo “articulación territorial y endogenización del desarrollo”

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TURISMO RURAL Frente a las transformaciones sociales del medio rural se vuelve necesaria la implementación de estrategias de desarrollo integradoras que promuevan la diversificación de actividades con la meta de revitalizar estos sectores y que involucren tanto a los actores gubernamentales como privados para llevar al cabo esas acciones. Dentro de esas circunstancias, el turismo rural se presenta como una de las perspectivas más interesantes, aportando varios beneficios. El turismo, entendido como una práctica de consumo del espacio, consiste en la suma de un destino y de una serie de actividades percibida y valorada por los visitantes como una agradable experiencia. La oferta turística incluye una diversidad de opciones como el turismo de eventos ( organización de casamientos, festejos familiares, seminarios ) y el ecoturismo ( inserción del visitante en el medio natural, disfrute de la belleza e incontaminación de los sitios ). La calidad ambiental es actualmente uno de los principales factores en el nuevo contexto de turismo, asegurando la preservación tanto de recursos naturales como de la cultura del lugar. El término turismo rural o agroturismo define a una forma de turismo cuya principal oferta es el goce de un entorno rural a través de paseos o cabalgatas, costumbres propias del estilo de vida tradicional (vestimenta, música) y ocasionalmente la participación a actividades agropecuarias para familiarizarse con ese ámbito. Una de las principales atracciones de este tipo de turismo es la representación o idealización de la ruralidad crecientemente valorizada, es vista como un nexo tranquilo y paisajísticamente estético que reguarda un patrimonio de objetos, equipamientos y hábitos de otros tiempos. En una primera instancia la práctica de turismo rural surgió espontáneamente de la iniciativa propia de ciertos productores rurales buscando diversificar sus actividades y generar otras fuentes de ingresos. Luego de ser evaluado por su notable potencial de desarrollo territorial, el fenómeno fue apoyado por el sector público y las comunidades locales. Las diferentes estrategias políticas se enfocan en la incorporación de formas de turismo local en un sistema de mayor escala ( centro urbano, entorno, micro-región y región ) en búsqueda de una mayor sinergia.

“ La idea central es que el territorio y la comunidad local constituyen integradamente el producto turístico que el visitante consume, no limitándose a los establecimientos o negocios propiamente turísticos ( de alojamiento, restauración o servicios) que utilice. […] como un sistema conjunto de realidades armónicamente relacionadas ( clima, cultura, paisaje, gastronomía, infraestructura, vida ciudadana, empresas turísticas...). “ Dosso Ricardo – La ciudad intermedia como producto urbano-turístico

Las ciudades de relativa magnitud ofrecen ventajas específicas como un patrimonio arquitectónico, una multitud de actividades culturales ( exposiciones, espectáculos, festivales ), centros comerciales además de espacios recreativos y deportivos, estableciéndose entonces como focos turísticos en sí. La integración del espacio rural a la economía urbana a través del turismo resulta de una serie de motivos. De un lado el desarrollo de la actividad

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turística en un ámbito rural presenta una dualidad en el sentido que en su exposición arriesga una degradación de su carácter propio, pero a su vez los ingresos del turismo permiten el mantenimiento y la regeneración de esta singularidad. Del otro lado, el proceso de urbanización significó, en cierto grado, la separación del hombre y de la naturaleza, dando lugar posteriormente a la revalorización de los espacios rurales y sitios naturales como destinos turísticos en forma de paliativo. Surge así, generalmente, una relación de complementariedad beneficiosa entre ciudad y campo.

“ Las ruralidades pasan a ser difundidas como medios de lograr descanso y rehabilitar las energías perdidas por el trabajo realizado en la ciudad […] se convierten en potencialidades turísticas y recreativas para los habitantes de las ciudades. “ de Souza Eudes André Leopoldo – Relación ciudad-campo y turismo rural

La planificación y el desarrollo del turismo deben ser acompañados por los municipios para fomentar de un lado las iniciativas económicas de empresas privadas locales y la formación de personal, y del otro asegurar un trato con operadores turísticos a fines de promocionar la oferta a través de la difusión por sitios web, folleterías y agencias. Los entes públicos involucrados tienen un rol complementario en la dotación de unos equipamientos e infraestructuras básicas para el desarrollo de las actividades turísticas, especialmente en términos de accesibilidad (rutas, caminos). Otros equipamientos como balnearios, campings o clubes deportivos pueden ser doblemente beneficios tanto para el flujo turístico como para los habitantes locales.

“ [...] con el múltiple fraccionamiento de los campos en manos de numerosos descendientes, los grandes cascos quedaron reinando sobre unas pocas hectáreas de tierra. Sus elevados costos de mantenimiento se vieron sustentados en una producción reducida y sumado a otros factores, un buen número de estos edificios se están convirtiendo en elefantes blancos. “ Castiglione Sergio , Sarzabal Hernan - Estancias argentinas

Para los espacios rurales, la diversificación de sus actividades con el desarrollo de formas de turismo propias y su inserción en el dinamismo de un circuito mercantil ofrece una alternativa económica con ingresos suplementarios y, en algunos casos, es la única manera viable de mantener los establecimientos. En esos ámbitos, los servicios turísticos pueden potencialmente generar nuevos empleos, principalmente para las categorías demográficas no necesariamente involucradas en la actividad tradicional como las mujeres y los jóvenes, permitiendo luchar en cierto nivel contra los procesos de despoblamiento. Localmente, el turismo fomenta también la noción de asociativismo por la compra de insumos ( alimentos ) y la venta de artesanías. Al mismo tiempo, los aportes del turismo permiten la revalorización y la protección tanto del patrimonio cultural ( costumbres ) como del patrimonio físico ( estancias, otras arquitecturas ) y natural ( laguna, ríos, parques ). Para evitar impactos negativos por el incremento de dinamismo, como la contaminación, es importante que los emprendimientos se realicen respetando ciertos criterios de sustentabilidad para la preservación y mejora de esos ámbitos.

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Figura 8 - Sombrillas, pileta, reposeras y césped cortado al ras son algunos de los nuevos rasgos de la transformación turística de las estancias./ La cabalgada es una de las actividades más difundidas y apreciadas.

Figura 9 - Algunas de las ruinas rurales en Provincia de Buenos AIres ( de izquierda a derecha ) : Iglesia San Eustaquio en Vivoratá / Cementerio Sud en San Andres de Giles / Estancia “ La chica” en Salto

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La incorporación de actividades no agrícolas y otros servicios no modifica en esencia las actividades agropecuarias preexistentes sino que se superpone a ellas. Ocasionalmente permite el desarrollo de una producción particularizada como huertas biológicas para el consumo local. Pero el turismo tiene un efecto de fondo sobre la ruralidad, introduciendo nuevas prácticas y por ende nuevas aprehensiones de estos territorios. Por la regeneración perceptual, evita que esos lugares caigan en casillas cerradas de pastiche, sobre todo cuando el turismo supera el estado de simple contemplación para pasar a formas más activas. En concreto la implantación de la función turística puede materializarse según 2 esquemas ( o la combinación de ambos ) : la recalificación de edificios existentes o la construcción de nuevas estructuras. En el primer caso, el alojamiento de los visitantes se realiza en los cascos de estancias. Estos conservan sus características tipológicas esenciales tanto en su disposición como en el diseño del entorno paisajístico. Las intervenciones son mínimas, consistiendo principalmente en una re-funcionalización con cambio de mobiliario y eventualmente medidas de seguridad. Los establos y galpones históricos pueden ser reconvertidos en comedores o en galerías de exposición para objetos tradicionales contando la historia local. El objetivo es aca la oferta de una experiencia auténtica. El segundo caso se enfoca en la acomodación de los visitantes según normas de confort moderno, pudiendo organizarse, por ejemplo, en conjuntos de cabañas individuales o en arquitecturas más vidriadas y otros equipamientos como pileta, solárium, quinchos con parilla y una nueva parquización. El enfoque es ahi una visión contemporánea del turismo rural de ocio. El turismo de eventos, cuanto a él, requiere generalmente estructuras específicas con capacidad de albergue suficiente o una cierta polivalencia de uso. Los servicios ofrecidos, aparte del alojamiento, pueden ser múltiples : desayunos campestres, un restaurante gastronómico, un gran salón con hogar y biblioteca, masajes y spa, juegos infantiles, observaciones de aves, caminatas, recorridos en bicicleta y cabalgadas. El turismo rural puede también estar asociado a otros tipos de turismo como el ecoturismo o turismo de aventura, incorporando entonces sus actividades respectivas.

En paralelo de los circuitos habituales de estancias, surge otro tipo de turismo más informal : la visita de sitios pampeanos abandonados. Esta actividad anodina se revela como una experiencia compleja que involucra tanto un trabajo de memoria como del imaginario en la exploración de aquellas estructuras de otro tiempo y por ende de otra realidad. En este caso, justamente, no es ni el mantenimiento ni la regeneración del ámbito rural los que actúan como factores cualitativos sino más bien su degradación y la estética de la ruina.

El hospedaje en estancias es sin duda la forma de turismo rural más difundida en la pampa, sin embargo, esos establecimientos se inscriben en el territorio solo de manera puntal, limitando su impacto a aquellos emprendimientos privados. La planificación de circuitos o recorridos acompañados por una serie de microequipamientos esparcidos ( alojamientos, restaurantes, cafés asociativos , oficios de turismo, centro cultural ) incita a los turistas a permanecer en una micro-región, ampliando los beneficios del turismo a una área más extensa, además de contribuir a la revalorización de ciertos paisajes para los habitantes locales. La red de ciclovías en países europeos son, en ese sentido, ejemplos notables. El recorrido del rio Loire a bicicleta en Francia atrae a 900.000 personas por año generando ingresos cercanos a 30 millones de euros. Al nivel nacional la ruta de los vinos en Mendoza es otro ejemplo de implementación fructifera de turismo territorial.

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En la pampa la implementación de circuitos similares requiere la combinación de diferentes componentes. Por la dispersión de la pampa, es clave la articulación con un polo urbano de cierta jerarquía ( ciudad mediana ) o una área metropolitana cercana para adquirir una relativa visibilidad, ademas la presencia de un cuadro paisajístico cualitativo ( laguna, río, monte o área forestada o campos pintorescos ) es esencial para generar legítimamente una atracción al nivel local, la conexión a través de un red viaria u otros caminos es fundamental para facilitar el acceso a aquellos lugares y finalmente una oferta relativamente densa de servicios complementarios en proximidad permite fomentar una cierta sinergia.

ESTUDIO DE CASO Como ejemplo de estudio se puede observar el caso de la Laguna de Melincué en el sur de la provincia de Santa Fe. Se sitúa entre Rosario ( ≈ 140 km ) y Venado Tuerto (≈ 50 km ), esa última es una ciudad mediana de 76.000 habitantes que se establece como polo de la zona y beneficia de una atracción turística tanto comercial como de eventos. Melincué dispone de una oferta de turismo relativamente desarrollada con varias opciones de alojamiento ( posadas o cabañas ), un casino, dos campings y un club náutico. Históricamente contaba también con un hotel balneario importante, pero con el tiempo los canales de irrigaciones de los campos circundantes provocó la elevación del nivel del agua, recubriéndolo en parte ; la estructura del hotel en ruina quedó aislada en forma de isla en medio de la laguna. La laguna es considerada como una área natural protegida con una fauna relativamente diversa dando lugar a actividades de ornitología ( colonias de flamencos ) y de pesca. En ese contexto se puede proyectar una ciclovia entre Venado Tuerto y Melincué aprovechando el camino de tierra bordeando las vías de tren que pasa, a diferencia de la ruta, por el centro de los pueblos de Carmen y Eltortondo, con la rehabilitación de aquellas estaciones ferroviarias en café o pequeña galería de exposición junto con la construcción de un pabellón flotante en la laguna para la observación de aves, ofreciendo una experiencia completa del paisaje pampeano. La estructura flotante, accesible a través del club náutico preexistente ofrecería un lugar de permanencia en el agua ( protección de vientos y del sol ) para la ornitología o la simple apreciación del paisaje, incorporando nuevamente la ruina del viejo hotel en una actividad turística. La extensa superficie de la laguna, por su característica reflejante, participa activamente al imaginario de la pampa como un espacio infinito dominado por el horizonte.

Melincué

hacia Rosario ( 140 km ) Eltortondo Venado Tuerto Carmen

<-14

>

km -

<-16

>

km -

Laguna

<-17 km ->

1- ruta nacional 2- ruta provincial 3- via ferrea + camino de tierra 4- estacion de tren 5 - nucelo urbano

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Figura 11 - Representación del pabellón de observación a proximidad del antiguo hotel balneario

Figura 10 ( pagina izquierda ) - Esquema del recorrido entre Venado Tuerto y Melincue

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Figura 12 y 13 - ( izquierda ) Plano urbanístico para Rosario (1909) de Joseph Bouvard proponiendo la articulación de la ciudad a focos y avenidas radiales al estilo haussmanniano / ( derecha ) Plan de expansión de Córdoba (1927) por Benito Carrasco fuertemente inspirado en las ciudades-jardines inglesas. En ambos planos se puede notar un urbanismo todavía caracterizado por los trazados ( geométricos o curvilíneos ) por encima de la programación funcional.

Figura 14 - Plan regulador de Tandil (1951) por el arquitecto José Manuel Felipe Pastor, la propuesta se enfoca en el contexto socio-económico y geográfico de la ciudad, proponiendo áreas de expansión en la periferia y aldeas en el monte junto con la integración de los ríos como elementos turísticos, recreativos con tal vez un cierto margen de seguridad ( inundación ).

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EXPANSIÓN Y DEFORMACIONES URBANAS La primera mitad del siglo XX en el urbanismo argentino estuvo marcado por una influencia europea guiada por el gusto arquitectonico de las elites y que aportó modificaciones al modelo de cuadrícula. La presencia francesa notariamente se puede observar a través de las obras de Charles Thays en Buenos Aires con la realización de diferentes plazas y parques pero también con el diseño del barrio Parque ( Palermo Chico ) que adopta trazados curvos pintorescos apartándose de la rigurosa ortogonalidad del damero. Las operaciones de Haussmann en la transformación de París, en particular, se establecen como referencias urbanas, promoviendo el higienismo y la funcionalidad de la red vial a través de avenidas diagonales y otros esquemas radiales que articulan la ciudad además de producir un efecto de monumentalidad en estos puntos. Las primeras repercusiones de esa influencia pueden notarse en la propuesta de planos urbanos del urbanista Joseph Bouvard para Buenos Aires y Rosario, que retoman una articulación de la ciudad a modo de constelación geométrica. Hay que esperar la década de 1930 con la intendencia de Mariano de Vedia y Mitre para la aplicación práctica de esas ideas a Buenos Aires con los ensanches de las avenidas Callao y Rivadavia y con la apertura de las avenidas Corrientes y Juan B Justo para mejorar la circulación y unir puntos importantes de la ciudad. Sin embargo, la influencia haussmanniana se manifiesta realmente con el inicio de la construcción de la Avenida 9 de Julio, relevando tanto de la estrategia funcional de manejo de flujos como de la puesta en espectáculo del urbanismo, por la magnitud de los trabajos y por el emblemático obelisco. Ese periodo está también marcado por la formación de urbanistas argentinos en escuelas europeas como Carlos Maria Della Paolera y Ernesto Estrada, ambos recibidos del Instituto de Urbanismo de Paris. Benito Carrasco, formado por Charles Thays, presenta en 1927 un plan de extensión para la ciudad de Córdoba retomando trazados urbanos curvilíneos inspirados en parte del movimiento de ciudades-jardines en Inglaterra con la creación de nuevos barrios y la implantación de espacios verdes además de un bulevar periférico circundando a la ciudad. Ese último plano como muchos otros buscando a oponerse al modelo de la grilla, no será realizado. A partir de la post-guerra el urbanismo inicia una transición desde el academicismo remanente hacia un funcionalismo moderno. En 1952 se funda el Instituto de Planificación Regional y Urbana ( IPRU ) marcando una voluntad de control sobre el crecimiento urbano por parte del estado a través del desarrollo de la zonificación y de la infraestructura de transporte. Ese periodo consiste en la profesionalización del urbanismo como una disciplina compleja debiendo responder pragmáticamente a una multitud de factores, alejándola en cierto sentido de la simple materialización de una ideología política o artística. La tecnificación de la profesión significa la implementación de nuevos instrumentos para entender la ciudad y poder intervenirla. El “plan regulador” se define como la herramienta más adaptada para coordinar las actividades humanas, los programas sociales, económicos, urbanísticos y el uso de los recursos bajo una visión global, buscando tanto la integración armónica del hombre en el medio geográfico y sociológico que lo rodea como la adaptación al contexto crecientemente tecnológico moderno, especialmente del transporte.

“Planeamiento es la técnica de modelación o remodelación del ámbito geográfico para que la sociedad humana pueda ocuparlo con el mínimo esfuerzo y el máximo rendimiento, con un aspecto visible, físico y uno invisible y fundante : la realidad social” José Manuel Felipe Pastor

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Figura 15 - Esquemas de Axel Borsdorf y Rodrigo Hidalgo sobre el patrón de desarrollo de las ciudades latinoamericanas, en el cual distinguen 4 fases : la ciudad compacta ( hasta 1820 ), la ciudad sectorial ( hasta 1920), la ciudad polarizada (1970 ) y finalmente la ciudad fragmentada ( 2000 ) , forma actual. En esta última fase el crecimiento periférico produce una heterogeneidad funcional pero también espacial en el sentido que favorece el agrupamiento de ciertas funciones en áreas preferenciales, contribuyendo a la especialización del territorio. El dinamismo de la periferia pone en crisis a la noción de centralidad constituyente del modelo urbano histórico.

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“ Un plan estratégico constituye un instrumento clave de política pública local, en la medida en que da cuenta de la existencia de unos objetivos y de una trayectoria marcada para alcanzarlos. En cierto sentido, da cuenta de la existencia de un “proyecto de ciudad” que, por lo general, se elabora con base en consensos con los diversos actores –económicos, sociales, institucionales- con capacidad de transformar la realidad territorial. ” Michelini Juan José – Ciudades intermedias y desarrollo territorial: un análisis exploratorio del caso argentino

La involucración de los municipios en los planes de desarrollo es esencial para mantener una cohesión local. Sin embargo, como se vio en la jerarquía urbana, muchos de los municipios disponen de las competencias pero carecen de los recursos y de la autonomía necesaria. Gran parte de sus presupuestos provienen del estado, dando lugar a un proceso de desconcentración territorial donde las administraciones locales son consideradas como relevos para acciones estatales en el territorio, pudiendo difícilmente emanciparse de una organización descendiente del poder. El resto de sus ingresos se realizan a través de impuestos. El rol de las municipalidades se inscribe en la contención de las problemáticas sociales ( educación, salud, vivienda, pobreza, seguridad ) y en la infraestructura de base para mejorar las condiciones de vida de los habitantes ( iluminación publica, mantenimiento de la red vial, saneamiento ). La implementación de nuevos servicios municipales ( hospital o educación superior ) o la atención adicional al medio ambiente depende de la masa poblacional y de su capacidad en soportar una cierta presión fiscal adicional o no. Las municipalidades pueden entonces penar a establecerse como impulsores del desarrollo local y territorial. Por ende, es particularmente importante sus capacidades a coordinarse con otros actores a fines de paliar sus propios límites de presupuestos. Esas acciones pueden tomar la forma de colaboraciones o “ mesas redondas” (debates) alrededor de una variedad de temáticas. El INTA, por ejemplo, puede servir de mediador con el sector productivo. A nivel urbano son las diferentes asociaciones y ONG que cumplen ese rol de soporte, dedicándose principalmente a problemas sociales ( ayuda a las poblaciones más precarias ), eventos culturales ( fiestas, animaciones, talleres ) o financiamiento de iniciativas locales. Sin embargo, los intereses propios de los diversos actores, tanto públicos como privados, pueden diferir y resultar entonces en acciones sin una gran articulación. La extensión de la ciudad sobre la pampa siempre fue vista como un lugar prometedor de modernidad donde esa podía emerger en una forma pura. En este aspecto la estructura abstracta de damero puede ser considerada como una base adaptada para recibir novedades en aspectos de zonificación y de circulación. El crecimiento urbano a nivel económico tiene el potencial para atraer nuevos recursos y ampliar el mercado de manera virtuosa. Tiene paralelamente que estar acompañado por una política de empleos, de infraestructura y de vivienda. Sin esa planificación integradora el crecimiento urbano puede convertirse rápidamente en un elemento desorganizador de la ciudad, sobre todo teniendo en cuenta la multiplicidad de intereses, evocada previamente, inherente al conjunto de actores. Por lo tanto, en muchas ciudades pampeanas la expansión urbana puede parecer anárquica o caótica con respecto al modelo tradicional. En efecto, los límites de las políticas y planos de control, o simplemente el crecimiento libre privado, tiende a generar una acumulación de fragmentos urbanos casi independientes, a diferencia del modelo histórico.

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“ La modernización produce la fractura de un área antes homogénea, convirtiéndola en un mosaico en el que cada una de sus piezas adquiere vida y fisionomía propia en torno a una multitud de pequeños focos dinamizadores de la suburbanización .“ Adrian Gorelik - La grilla y el parque

Las alteraciones formales de la ciudad derivan de la introducción de nuevas funciones, se piensan nuevas estructuras a fines de alojar nuevos contenidos. Las nuevas actividades se implantan al borde de cuidad produciendo a la vez una especialización funcional y una multiplicidad de usos. Este fenómeno polariza el microterritorito urbano, estableciendo una dualidad entre centro y periferia. La periferia es donde se manifiestan las nuevas organizaciones de la ciudad con el avance de lo urbano sobre lo rural, sin embargo, esa franja se asemeja más a un espacio de transición donde se incorporan, en diferentes proporciones, características de ambos lados, más que a un corte abrupto. La nítida dicotomía entre ambos sectores pierde sentido.

“ En la actualidad , esta delimitación [ entre lo urbano y lo rural ] viene tornándose cada vez más compleja y difusa , debido precisamente a que estas áreas de borde, de contacto entre una realidad y otra, muestran limites cada vez más difusos o menos nítidos. “ Otero Hernán - Historia de la provincia de buenos aires Según la predominación de las funciones urbanas o rurales en esa área se califica el espacio de suburbano, periurbano o rurbano, a medida que se aleja de la influencia de la ciudad. La suburbanización define el proceso de consolidación urbana con la finalización de la red de infraestructura y servicios así como la construcción mayoritariamente de viviendas en solares baldíos remanentes. El periurbano traduce la extensión del catastro urbano y de ciertas infraestructuras ( pavimento, cloacas etc ), su tejido se caracterisa por una densidad de ocupación media ( o semi-dispersa ) con una prevalencia del vacío sobre el lleno. Funcionalmente se constituye de una mayor mixidad de usos caracterizada generalmente por la implantación de los comercios mayoristas y de depósitos de mercadería debido a las ventajas que ofrecen esas áreas en términos de disponibilidad de tierras y de fluidez de acceso. La multiplicación de galpones contribuye a dar al periurbano un carácter de espacio genérico – calificado de “Junkspace” por Rem Koolhaas en su libro epónimo. Otra componente de esa heterogeneidad funcional es la instalación de las zonas industriales, habitualmente alejadas del centro urbano por temas de molestias. En el caso de las grandes usinas, esas parecen hasta liberarse del entramado urbano, disponiendo de una circulación propia y pudiendo ocupar una superficie entera de varias manzanas. Tanto las industrias como los galpones utilizan preferentemente estructuras metálicas facilitando la construcción de amplios espacios. El revestimiento exterior es, según el caso, pintado a los colores de la marca o dejado bruto lo que confiere un aspecto brillante. Aquellas características perceptivas, junto con la imponente masa de ciertos conjuntos, hacen que estas construcciones sean generalmente uno de los primeros signos visibles al acercarse a la ciudad. El espacio rurbano, cuanto a él, comparte algunas de las características del periurbano aunque más difusas, sin embargo dispone de una plurifuncionalidad bien propia con una alternancia entre funciones urbanas y rurales. De un lado esa armonía campestre ,en borde la ciudad, puede ser valorizada por los ciudadanos a través del desarrollo

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de actividades recreativas aprovechando un cierto cuadro paisajístico como un lugar de “escape” e ignorando la vocación productiva de ese ámbito. Por otro lado, el mantenimiento de funciones rurales (cultivos) permite la preservación de una calidad de vida, principalmente con implementación de un cinturón verde alrededor de la ciudad puede volverse una verdadera política de contención de la expansión urbana indefinida. En estos casos la actividad agrícola se desarrolla en parcelas más chicas y en forma de horticultura. Las producciones tienen el beneficio de poder abastecer la ciudad en productos frescos pero a su vez el carácter intensivo de los cultivos (rentabilidad sobre una pequeña parcela) conlleva el uso de químicos y genera un cierto volumen de residuos orgánicos a gestionar. La comprensión de las lógicas y características propias de cada uno de esos ámbitos es fundamental para concebir los procesos de expansión urbana y sus relaciones con el resto del territorio.

“ Reflexionar sobre el espacio en movimiento y definirlo desde su complejidad es lo que nos lleva a pensar a lo urbano como un todo dinámico donde a los ciclos de estructuración de la ciudad se le suman las herencias territoriales y las nuevas configuraciones emergentes. Esto pone de relieve el carácter histórico de las formaciones espaciales. “ Carut Claudia, Delménico Agustín, Palacios Paula - La delimitación del rurbano, análisis de los ámbitos territoriales en el partido de Monte

Fig 16 y 17 - Golf y pista de atletismo en las afueras de la ciudad de Lincoln (arriba) y cluster industrial en periferia de Junín (abajo), la disponibilidad de tierras permite tanto el desarrollo de actividades recreativas que productivas. Se puede notar

las

considerables

superficies que ocupan esos equipamientos

en

semi-

autonomía a respecto de la trama urbana.

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N

Chivilcoy - Provincia de Buenos Aires 58.152 habitantes

N

Venado Tuerto - Provincia de Santa Fe 76.432 habitantes p - 158


N

Junín - Provincia de Buenos Aires 85.420 habitantes

N

Chascomús - Provincia de Buenos Aires 33.607 habitantes p - 159


Figura 19 - Diferentes formas de conexión o circunvalación entre ciudades por las rutas de alta velocidad

Figura 20 - Diferentes variantes de conexión de las ciudades y pueblos pampeanos a la red vial nacional o provincial. Un acceso único significa un punto de entrada y de salida, encerrando la ciudad en un esquema de árbol. Por el pasaje de la ruta por la ciudad puede ocasionar peligros y molestias ( contaminación y ruido ).

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Aparte de la modernización funcional, el otro mayor vector de crecimiento fue la ruta pavimentada que progresivamente substituyó al ferrocarril como principal vía de transporte. Se puede decir que la red vial actuó como una guía o imán para el crecimiento urbano, provocando inevitablemente importantes cambios en la estructura de la ciudad. La atracción de la ruta se vuelve prevalente con la formación de una economía y de relaciones sociales en red. La proximidad a una infraestructura mayor de transporte como una autopista o ruta nacional significa una facilidad de acceso y de organización logística para ciertos emprendimientos. Sin embargo, los trazados de la red vial inter-ciudad generalmente no coinciden con los de los centros urbanos, principalmente por razones de fluidez de tráfico, evitando así detenerse en semáforos o stops para poder seguir circulando ; también se explica por temas de peligros y molestias sonoras hacia los residentes, debidos al pasaje de vehículos a alta velocidad. Como consecuencia se establecen rotondas u otros tipos de derivaciones fuera del marco urbano, de manera a contornar la ciudad a través de un by-pass. Aquellas vías de circulación, por los motivos evocados previamente, pueden entonces pasar a unas centenas de metros o en otros casos hasta a unos kilómetros de los centros urbanos, a diferencia del precedente modo de interconexión que era el ferrocarril. Cuando las estaciones de trenes se planificaban en una ubicación central o tangencial en la planta urbana, coincidiendo a grandes rasgos con su estructura histórica, las rutas de alta velocidad se implantan desde el inicio como elementos periféricos alejados de la ciudad. Esta situación tiene 2 repercusiones mayores. Por un lado, la atracción de la ruta provoca la valorización de las tierras aledañas para una cierta cantidad de actividades y favorece entonces un crecimiento periférico. En varios casos este último se vuelve más importante que el crecimiento central, prefiriendo la extensión a la densificación interna y dejando ciertos terrenos baldíos en el proceso, lo que contribuye a la sensación de un crecimiento anárquico. Por otro lado, no es inusual que las ciudades de menor jerarquía se encuentren con un único camino de acceso que las conectan con la ruta nacional o provincial. En ese sentido, se modifica drásticamente la relación y la visibilidad entre ciudades que se mantenía durante la época del ferrocarril. Cuando la vía de tren aparecía esquemáticamente como una línea jalonada de puntos, la ruta nacional o autopista se representa por una línea bordeada de ramas laterales o espinas. El tren conectaba las ciudades de centro a centro, haciendo de cada una de ellas una parada en el trayecto. La ruta las transforma en potencialidades, algunas únicamente anunciadas por un mero cartel, se entra en la ciudad vecina por decisión para buscar un servicio, visitar a un conocido, asistir a una reunión u otro motivo específico. En ese sentido, las ciudades no se atraviesan más y, en teoría ,es posible desplazarse desde el fondo de la pampa hasta Buenos Aires sin pasar por ninguna de ellas. Esa característica propia de la red vial, la de poder desviarse o no de las ciudades, es a la vez su ventaja y su desventaja. Ofrece una conexión rápida a otros puntos de la red más allá del entorno directo pero también contribuye en cierto aspecto al carácter insular ( o fragmentado ) del territorio. Los empalmes entre los caminos de acceso y las vías de circulación actúan como nodos y conllevan generalmente a la formación de un pequeño núcleo de servicios en esos lugar compuesto por una estación de servicios, restaurantes, comercios o puestos vendiendo artesanías o productos locales, así como un taller mecánico y gomería, una estación de ómnibus y una playa de maniobra para camiones. Las diferentes estructuras disponen de un estilo arquitectonico propio con colores vivos y logotipos de grandes dimensiones.

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“estas arquitecturas y los anuncios que incluyen o las preceden, están diseñadas en escala compatible con la velocidad del automóvil para comenzar a ser vistas o preanunciadas desde lejos ; dando tiempo de leer el mensaje, tomar la decisión, aminorar la marcha, desviarse y detenerse. ” Ramos Jorge - La aventura de la pampa argentina

RESTRUCTURACIÓN DEL ESPACIO SOCIAL Con el proceso de urbanización, la cantidad de habitantes radicados en las ciudades aumenta considerablemente y modifica sus organizaciones espaciales. La multiplicación de servicios de diferentes tipos así como la expansión de la calle comercial generan una presión inmobiliaria sobre el área central y la subida de precios se hace al detrimento del tejido residencial. En consecuencia, la recalificación de los espacios urbanos pasa también por la redistribución de los espacios de sociabilización, principalmente a través de la emergencia de nuevos hábitos que contribuyen a una especificación de los lugares.

“ El espacio social no coincide con el espacio geométrico y su calidad especifica le viene de una apropiación. “ Lefebvre Henri – Du rural à l’urbain Para Christophe Albaladejo, en su estudio de la ciudad de Pigüé, los nuevos espacios sociales se pueden distinguir según fomenten la mixidad social o la concentración de una misma categoría demográfica. Es así que la plaza principal es uno de los centros de los hombres de tercera edad para jugar a las cartas o simplemente para compartir charlas. De la misma manera los salones de peluquería son sitios animados por discusiones entre peluqueros y otros clientes, sobre todo mayores de 30 años. El restaurante del hotel central corresponde al lugar de reunión para la sociedad tradicional y donde suelen organizarse los almuerzos profesionales entre productores agropecuarios. Las familias con niños pequeños y los jóvenes prefieren las pizzerías, para estos últimos son unas de las primeras lugares de salida. La confitería, que combina bar-restaurante con una sala de espectáculo, se establece como una referencia urbana para la clase media con una frecuencia cotidiana para intercambios alrededor de un café, visionar un partido de fútbol o asistir a un espectáculo. Las escuelas, sobre todo al momento de la salida, favorecen las relaciones entre familias. En cuanto a los bares y discotecas son casi exclusivamente el dominio de los jóvenes adultos. Esa serie de espacios a la vez reúnen y, en cierto grado, también separan. A otra escala, hay que notar también que las familias, tras la modernización de la sociedad, suelen componerse de un número de integrantes más reducido que las familias tradicionales, pasando de 5-6 hijos a solo 2-3 hijos. Desaparece igualmente la cohabitación con generaciones mayores ( abuelos ) bajo el mismo techo. Esos cambios hacen de la familia moderna una estructura relacional intimista y por lo tanto le da aún más importancia a los diferentes espacios sociales externos. El parque, situado al borde de la ciudad y a proximidad de la ruta, aparece como uno de los principales condensadores sociales. Efectivamente, el parque es frecuentado y apreciado por una grande diversidad de

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públicos, tanto familias con niños como grupos de amigos, parejas o individuos de toda edad y clase social. En él se desarrollan una multitud de prácticas tanto de permanencia ( reuniones alrededor de un mate, un picnic, discusiones ) como de movimiento ( juegos para niños, fútbol, jogging y paseos en bicicleta). El fin de semana alberga asados en familia y la noche reviste un carácter romántico. En ese sentido, el parque encarna plenamente la dimensión “lúdica” tan importante para Henri Lefebvre en la urbanización. Las diferentes prácticas en común y su fuerte carácter equitativo son generadoras de una fuerte cohesión social. El parque es un vector de integración en la ciudad.

“ El parque simboliza el ambiente natural, gratuito, que consolida la pertenencia. No hay comercios, no se paga.” Albaladejo Christophe – Les transformations des ruralités pampéennes : le cas de la petite ville de Pigüé Finalmente los espacios propiamente periféricos, alejados del centro, como los restaurantes a proximidad de la estación de servicio, cobran un rol especial al nivel social, posibilitando a los residentes mezclarse con gente de pasaje o extranjeros y salir durante un tiempo de un ámbito donde la mayoría se conocen. Por esa razón, suelen ser también unos de los lugares de encuentro para los adolescentes.

“ Ese carácter de “no lugar” les otorga una función esencial dentro de la sociedad local que hoy reclama espacios donde los individuos pueden substraerse de los otros.” Albaladejo Christophe – Les transformations des ruralités pampéennes : le cas de la petite ville de Pigüé

Figura 21 ( izquiezrda ) - Mapa de repartición de los diferentes espacios sociales en la ciudad de Pigüé Figura 22 ( derecha ) - Polivalencia del parque en cuanto a espacios y equipamientos, permitiendo el desarrollo de una multiplicidad de actividades y eventos

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Figura 23 - Nordelta 1600 hectáreas – Fundada en el año 2000, es una “ciudad” compuesta únicamente de barrios privados que albergan a una población total de 40.000 habitantes. Dispone de comercios, restaurantes, escuelas, sanatorios, equipamientos deportivos ( golf, tenis, futbol, natación) y lagunas para las actividades náuticas. Su promesa es : la tranquilidad de la naturaleza y la comodidad de la ciudad.

Figura 24 - Estancias del Pilar 450 hectáreas – se compone de un agrupamientos de barrios privados alrededor de un cuadro paisajístico pintoresco, ofrece el equipamiento para la práctica del golf, del rugby, de tenis, de cabalgatas, dispone de un colegio privado, así como de un club house, cafés, y librerías.

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BARRIOS CERRADOS Los procesos de urbanización y de éxodo rural conllevaron a la migración de poblaciones precarias que se instalaron progresivamente al borde de las ciudades. Aquellos bolsones de pobreza se caracterizan urbanísticamente por viviendas frágiles surgidas de la autoconstrucción, única vía de acceso al hábitat para muchas familias a través de una ayuda mutua. Los equipamientos y la infraestructura en esas zonas son generalmente muy deficitarios y repercuten en el deterioro de la calidad ambiental, fundamentalmente por la disposición de basura y residuos que contribuyen a la insalubridad de esos lugares y a la contaminación del agua. Por temas de planificación estas áreas están también sujetas a las inundaciones por la falta de implantación de drenajes. La periferia de la ciudad es tradicionalmente habitada por las poblaciones de bajos niveles, en oposición al centro urbano donde residen las clases más altas. Sin embargo, el crecimiento y el dinamismo de los sectores periféricos de las últimas décadas modificaron radicalmente esta polaridad entre centro y periferia. La polarización social, como la funcional, se vuelve más borrosa, mixta y es remplazada por un fenómeno de fragmentación. Esta situación se manifiesta claramente a través de la multiplicación de barrios cerrados para una población privilegiada en medio de ámbitos precarios. El concepto de barrios privados ( o country-club) existe desde los años 1930, inspirándose de las gardencities inglesas, pero se desarrolla en las afueras de Buenos Aires y en la pampa principalmente a partir de los años 1970, conociendo un fuerte auge en la década de 1990. Esta formación de un hábitat centrípeto emerge del deseo de una parte de la población, generalmente parejas entre 25 y 45 años con hijos, de alejarse de la ciudad en búsqueda de condiciones de vida más tranquilas. Se produce una inversión de los valores urbanos: el desplazamiento de esos grupos de personas hacia la periferia responde a una decisión propia, y no a una necesidad como es el caso de las poblaciones precarias. Para ellos la ciudad es vista como el foco del ruido e inseguridad, en oposición al barrio cerrado que permite el desarrollo de una vida tranquila y de un entorno seguro para los niños. Más allá de la problemática de seguridad, hay que ver también en estos conjuntos la simple expresión de nuevos modos de vida orientados hacia el hedonismo y las actividades lúdicas. Los country-clubs se asemejan a pequeñas urbanizaciones, disponiendo de su propia infraestructura ( red vial interna, iluminación, etc ), así como de equipamientos diversos como lagunas artificiales, canchas deportivas, golf, salones comunes, restaurantes y en algunos casos escuelas. Las viviendas unifamiliares se implantan en parcelas amplias, aptas para jardines y piletas, habitualmente rodeadas por un entorno paisajístico pintoresco con una fuerte presencia de la vegetación que sirve también a organizar la privacidad. La multiplicación de las comunidades cerradas es un fenómeno global que se explica por un lado por la tendencia de la sociedad hacia una mayor individualización y por los modos de transporte que habilitan esa segregación al nivel espacial, y por el otro lado por la desregulación del urbanismo privado hacia emprendimientos inmobiliarios ( real estatate ) de mayor amplitud. En Argentina es un hecho particularmente importante en el sentido que no se limita solo a las clases altas sino que también atrae a ciertas clases medias. A título de ejemplo, entre 1991 y 2001, representó 80% de la expansión urbana en las afueras de Buenos Aires, dando lugar a más de 450 barrios cerrados ( algunos con más de 5.000 habitantes ). Pero el fenómeno se extiende mucho más allá de la capital y se observa también en numerosas ciudades pampeanas de medio y menor rango.

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Fig 25 - Muro perimetral marcando el límite físico entre un country-club y un barrio vecino. Resalta en las construcciones las diferencias socioeconómicas correspondientes a dos realidades. Para los habitantes del exterior, el entorno paisajístico es simplemente inaccesible.

Fig 26 - Tortugas Open Mall. Los

centros

comerciales

se

establecen como equipamientos complementarios

a

los

barrios

cerrados y a la lógica del automóvil. Sirven de remplazo al espacio público, sin embargo carecen de articulación urbana, de accesibilidad peatonal y de equitatividad.

Fig 27 - Lógica anti-urbana del barrio cerrado. Aparte del rechazo de la ciudad, traduce también la búsqueda de un hábitat alternativo en un cuadro pintoresco.

Fig 28 - Fragmentación del espacio contemporáneo a causa de las diferentes lógicas organizativas

yuxtapuestas

sin un orden armónico

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La búsqueda de las ventajas de los barrios cerrados conlleva una lógica de segregación. El conjunto de viviendas se aísla con respecto a su entorno directo por la construcción de paredones o grillas con alambrados y cámaras, además de un equipo de vigilancia que patrulla los perímetros. El acceso se realiza generalmente por un solo punto controlado por un puesto de vigilancia y pórticos automáticos, limitando la entrada solo a residentes e invitados. El ámbito del country-club es un ámbito de enclave, tanto social como espacial, que representa el escape de la ciudad mixta hacia el retiro dentro de una comunidad de mismas características sociales ( “entresoi” ). El amurallamiento y, por ende la exclusión, aparecen en este esquema como un requerimiento para el desarrollo de un micro-mundo cerrado. La instalación de barrios cerrados, en ciertos casos, ocasiona la construcción de centros comerciales a proximidad, además de edificios de oficinas y cementerios privados. Esas diferentes estructuras comparten, en muchos aspectos, la misma lógica de implantación que los country-clubs, anclándose a la red vial como vínculo preferencial de acceso pero sin vocación de articulación con el contexto en el que se encuentran y rechazando la trama urbana de la ciudad. En ese sentido las diferentes áreas de estacionamiento que suelen bordear esos espacios y que son necesarios al transporte automóvil refuerzan el carácter difuso de “no lugar”. La proliferación de barrios cerrados en la periferia de ciudades puede verse entonces como una problemática a nivel urbano y social. Por un lado, significa la privatización de grandes porciones del territorio, obligando en trayectos a contornar esos conjuntos amurallados. A su vez la vida de country-club supone movimientos al exterior exclusivamente en automóvil ( punto a punto ). Ambos hechos marcan un rechazo de la lógica de continuidad urbana. La gran concentración de viviendas genera también importantes placas mono-funcionales, en contraste con el dinamismo plurifuncionalidad habitual de la ciudad. Ademas fuerza la extensión de ciertas infraestructuras (red vial de acceso, electricidad, desagües) hacia la periferia, implicando costos suplementarios en lugar de un crecimiento más orgánico. En ese sentido, favorece la dispersión del hábitat en lugar de su concentración. Sin duda uno de los efectos más críticos es la relativa perdida de vitalidad de los espacios públicos, remplazados tanto por el espacio recreativo privado de los countries-clubs como por el espacio de consumo de los centros comerciales, lo que compromete su función como productor de ciudadanía.

“ Mientras no haya cambios estructurales profundos, en el suburbio, el shopping, se transforma en el mejor lugar para pasear y el barrio cerrado en el mejor lugar para vivir, nadie está dispuesto a discutir la validez de esta oferta. Los que elegimos vivir en las afuera, vamos siendo encerrados. “ Ferreiro Pablo - Sub-urbe (o de cómo fracasa el suburbio) Revista SCA

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Figura 29 - Casa de Campo en José C. Paz , proyectada por el arquitecto Antonio Vilar (1933)

Figura 30 - La influencia de la pampa se puede también observar en los trabajos de Amancio Williams, en el proyecto “Viviendas en el espacio” ( 1942 ) imagina una estructura en grada recubriendo las calles y generando una nueva cubierta vegetal que se extiende indefinidamente hacia el horizonte.

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POSTURAS ARQUITECTÓNICAS Fuera de la desnaturalización generada por la reciente heterogeneidad urbanística, la particularidad del medio pampeano alimentó a lo largo del siglo XX a los imaginarios de constructores encontrando en él alguna forma de calidad o de virtud. Según las relaciones que establecen sus autores con el paisaje y/o la cultura pampeana, se pueden definir una serie de posturas arquitectónicas, aunque que estas no sean exhaustivas.

MODERNISMO A partir de la década de 1930, la pampa adquiere para la nueva vanguardia del movimiento moderno de arquitectura un nuevo valor simbólico. La estructura cuadricular de sus ciudades así como la inmensidad de su paisaje y la organización de su territorio son admiradas como abstracciones geométricas puras impregnadas de racionalismo. A nivel de la arquitectura se valora la depuración de la forma de las viviendas populares, en acorde con el rigorismo intelectual de la época y que encarna para Alberto Prebisch una “voluntad de expresión que repudia categóricamente el ornamento ”. En ese sentido, la recuperación de la pampa por el movimiento moderno pasó más por los ranchos y otras viviendas sin detalles decorativos que por las fachadas italianizantes y las estancias. De hecho Le Corbusier rechazó categóricamente los frentes barrocos con molduras, cornisas y balaustres, calificándolos despreciativamente de “pastel sudamericano”. Tras su visita a Argentina, Le Corbusier comentará en una conferencia la virtud propia de las viviendas de los suburbios y pueblos pampeanos :

” Sus dimensiones son justas, su forma es armoniosa, sus situaciones recíprocas han sido halladas con habilidad. Es vuestro folklore ; tiene 50 años, y es todavía de hoy. Ustedes me dicen “ ¡ No tenemos nada ! “. Y yo les contesto : Ustedes tienen esto, un plan standard y un juego de bellas formas bajo la luz argentina, un juego de bellísimas formas, de formas muy puras […] Ustedes han hecho nacer, naturalmente, el tejado terraza en la Argentina. […] Voy a hacerles un ruego : imprégnense de espíritu de verdad. “ Le Corbusier – Precisiones respecto a un estado actual de la arquitectura y del urbanismo ( 1930 ) El interés por la vivienda popular rural se expresa en el proyecto de la casa de campo del arquitecto Antonio Vilar en 1933. Construida inicialmente para él y su familia, la vivienda representa una materialización experimental del hábitat mínimo y decente para la vida doméstica. En esencia se trata de un módulo principal (8.70 m x 4.29m) cumpliendo las funciones de comedor, de sala de estar y de espacios para dormir. Las camas se insertan en un dispositivo transformable en la lógica de “máquina de habitar” moderna. Esta amplia pieza multi-funcional remite fuertemente a la sala única del rancho. La instalación se completaba por un núcleo húmedo (cocina, baños, lavadero) y eventualmente se podían agregar módulos adicionales como dormitorio, depósito o cochera. La construcción era de muros de ladrillos revocados y cubierta de hormigón. La superficie blanca exterior y el volumen prismático apuntan a la neutralidad expresiva. Pensada como un módulo racional repetible, Vilar proyectaba hacer de aquella casa una solución eficiente para la vivienda social, pudiendo ser implantada tanto en el ámbito suburbano que rural , permitiendo en este caso “una vida simplificada, que acerque a la naturaleza sin artificios” ( Antonio Vilar ).

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Figura 31 ( izquierda ) - Matadero de Azul, Francisco Salamone (1937) Figura 32 ( derecha ) - Matadero de Guaminí, Francisco Salamone (1937)

Figura 33 - Cementerio de Laprida, Francisco Salamone ( 1936 )

Figura 34 - Palacio Municipal de Rauch, Francisco Salamone ( 1938 )

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MONUMENTALISMO La ascensión de Manuel Antonio Fresco como Gobernador de la provincia de Buenos Aires inicia un periodo de importantes cambios arquitectónicos en la pampa. Ante el modelo de la Argentina agro-exportadora fragilizado por las crisis económicas, Fresco proyecta un plan de revitalización y de modernización del territorio a través de una serie de infraestructuras urbanas y rurales. El propósito de Fresco es doble : por un lado llevar la modernidad al campo, dotando a cada pueblo de equipamientos para su crecimiento futuro y por el otro lado establecer un nuevo orden social basado en una sociedad centrada en el trabajo, la familia y la salud. Las operaciones en la pampa tienen el objetivo de consolidar la modernización del estado desde la escala comunal, dignificando la población rural para fomentar su arraigo y evitar su migración hacia los grandes centros urbanos. La influencia de Francisco Salamone, arquitecto asignado para la realización de las obras, excede el rol de simple ejecutor del proyecto político de Fresco. Para este desarrolla una impronta formal totalmente original y novedosa para la pampa. A nivel simbólico se enfrenta directamente a la inmensidad pampeana concibiendo a sus edificios con una escala monumental, inspirada de las vanguardias futuristas y, en cierto aspecto, de las arquitecturas fascistas europeas. Si bien se inscribe en un funcionalismo moderno ( sencillez estructural, despojamiento y revestimientos simples ), su obra desarrolla un importante lenguaje formal propio, casi escenográfico, confiriéndole un carácter simbólico. En ese sentido, ciertos de sus edificios remiten también a la tendencia Art Déco. En un periodo muy corto, entre 1936 y 1940, la provincia se dota de más de 60 equipamientos nuevos en diferentes ciudades y pueblos. Los programas desarrollados varían según la localidad de implantación. Dentro de ellos los mataderos, construidos múltiples municipalidades ( Azul, Coronel Pringles, Carhué, Pellegrini, Laprida ), se adaptan al tamaño del pueblo y de los mercados abastecidos. Tienen la función de implementar normas modernas de higiene y salud en el tratamiento de la carne, por el medio de una distribución interna funcional de tipo fordista, pero también con el aporte de luz, aire y limpieza para la dignidad de los trabajadores. Estructuralmente se construyen con una envolvente de mampostería, columnas centrales y losa de hormigón. Una torre de gran dimensión ( entre 11m y 30m ) procura a los edificios una forma fácilmente reconocible compensando el alejamiento de los pueblos debido a molestias ( ruido y olor ). Los cementerios constituyen otra parte de esos equipamientos, los más relevantes son los de Azul y de Laprida. Se caracterizan por imponentes portales de entradas con un eje simétrico y estatuas de grandes dimensiones ( crucifijo, cristo o ángel protector, en estilo cubista ) generando un contraste figura-fondo. Estas escenografías se enfocan en producir un efecto sobre el visitante. Los palacios municipales, ellos, se establecen como representaciones directas del estado que afirman su presencia con una torre de estilo expresionista (con o sin reloj). Formalmente se estructuran en una simetría en torno al acceso, la torre siendo de hormigón y los otros cuerpos de mampostería. Finalmente las plazas completan la lista de equipamientos. Estas suelen trabajar en conjunto con los edificios municipales. Salamone retoma el esquema diagonal tradicional pero incorpora formas curvas así como una serie de elementos estilizados ( solados, fuentes, mobiliario). Por la evolución de usos o por la desvitalización de las comunidades de menor jerarquía, algunos de esos edificios se encuentran hoy en estado de abandono. Sin embargo, con el tiempo, la obra de Salamone ha sido reconocida patrimonialmente y actúa como un real atractivo turístico para aquellos pueblos.

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Figura 35 - Casa ProCreAr Roldán, Gerardo Caballero ( 2014 )

Figura 36 - Casa ProCreAr Totoras, Gerardo Caballero ( 2015 )

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TRANSFIGURACIÓN Gerardo Caballero es un arquitecto radicado en Rosario ( provincia de Santa Fe ). Originario de la localidad de Totoras, mantiene un fuerte vínculo con su pueblo de nacimiento. Su obra se desarrolla, en mayoría, en esa región pampeana, tomando lo local como punto de partida : el contexto es lo que le da consistencia a los proyectos a través de su trama invisible ( historia, topografía, filosofía, vida ). Sus construcciones se ubican tanto en el ámbito urbano como rural, sin marcada diferenciación, considerando el territorio como una continuidad, como un paisaje habitado. Se puede observar en sus realizaciones una reflexión constante en torno a las tipologías establecidas, aportando un nuevo sentido a sus elementos :

“ Por no traicionar la tradición muchas veces se está en situación estática y no se va a ningún lado, pero si a la tradición se la traduce se puede avanzar en una dirección y continuar a construir una cultura que evolucione sin rupturas, como la trayectoria de una flecha. “ Gerardo Caballero VIVIENDAS -- Los 2 ejemplos presentados ( página precedente ) se insertan en el marco de la política de desarrollo territorial Pro-crear que busca aportar soluciones de viviendas adaptadas a las localidades de implantación. La casa Roldán retoma la tipología alargada del rancho pampeano, su planta rectangular consiste en una primera pieza que sirve de sala de estar y de comedor con una cocina semi-abierta. Por medio de un pasillo, se accede luego a 2 cuartos con una sala de baño enfrentada. Finalmente, al fondo se encuentra el cuarto principal con un vestidor y sala de baño propia. Al nivel exterior, la casa utiliza materiales simples : mampostería de ladrillos sin revocar y techo de chapa acanalada. Las aperturas se recortan puntualmente en la masa del muro con regularidad. En uno de los costados, la cubierta se extiende longitudinalmente generando un espacio semi-cubierto que sirve a la vez de acceso y de cochera. En esa parte el uso de policarbonato transparente y de una estructura metálica ligera hacen difuso el límite entre el espacio construido de la casa y ese del entorno paisajístico, sensación reforzada por las correas que se extienden más allá del borde del techo. En La casa de Totoras la transformación del rancho tradicional con techo a 2 aguas pasa por el desfasaje ( o substracción ) de una de sus mitades, generando un espacio en hueco, similar a los patios laterales de las casas chorizos. La construcción se ejecuta con muros de ladrillos revocados y una cubierta metálica (chapa).

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Figura 37 - Concesionaria Agrícola en la Ruta 34 Km 100, Gerardo Caballero y Maite Fernandez (2007)

Figura 38 - Fábrica Premecol en San Lorenzo , Gerardo Caballero y Maite Fernandez (2012)

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GALPONES – Gerardo Caballero incorpora los galpones como parte de la arquitectura, respondiendo a una cierta realidad pampeana. Sin embargo su aproximación a esta tipología se extiende más allá de la caja hermética, proponiendo modificaciones formales para la inscripción de esas estructuras en el paisaje.

“ En mi trabajo la levedad física tiene que ver con la levedad del paisaje casi efímero de la pampa, un horizonte inexistente, una planicie aparente, nubes transparentes, captar esa atmósfera intangible, casi etérea, la tecnología metálica va en este mismo sentido. “ Gerardo Caballero La Concesionara Agrícola de la ruta 34 adapta la tipología de galpón a una situación particular. Ubicada en un terreno en ángulo con respecto a la ruta, la estructura se desarrolla en una planta rectangular pero al nivel del frente gira para presentar una cara perpendicular a la vía de transporte. Con ese gesto, responde arquitectónicamente a la necesidad de visibilidad propia a la lógica de la ruta. En lugar de un cartel a la manera de un galpón decorado de Venturi, es el interior del edificio que se vuelve vitrina a través de una fachada vidriada. A su vez los ángulos agudos del edificio le permiten, según el punto de vista, de minimizar su superficie expuesta, hasta aparecer como un simple plano sin profundidad, similar a los carteles publicitarios al borde de camino. La presencia del edificio en el paisaje varía según la trayectoria de aproximación. El resto del edificio presenta un aspecto neutro con un revestimiento de chapa galvanizada. En el acceso, ese revestimiento se despliega a la manera de una cascara para dar lugar a un hall vidriado. En la Fábrica Premecol de San Lorenzo, la intención arquitectónica surge de la integración de las cisternas elevadas al cuerpo del edificio. Para lograr la hibridación morfológica, la cubierta se deforma según una serie de pliegues para amoldarse a la base de la estructura soportando los tanques de agua. El resto de la planta se desarrolla de forma rectangular. La apertura vidriada de la cara frontal y trasera permite enmarcar al paisaje y favorece el ingreso de luz natural que se refleja en el revestimiento metálico dejado bruto en el interior.

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Figura 39 - Concurso de ideas para los accesos a la Ciudad de Totoras, Gerardo Caballero (2012)

Figura 40 - Concurso de ideas para el Parque de la Llanura a proximidad de Rosario, Gerardo Caballero (2016)

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INSTALACIONES PAISAJÍSTCAS -- Al nivel paisajístico el trabajo de Gerardo Caballero se basa en la identificación de los artefactos técnicos que caracterizan al espacio pampeano. Aquellos artefactos abandonan sus funciones originales y pasan a un rol de representación, como un código visual de ese paisaje. En el concurso para su ciudad natal de Totoras, el arquitecto propone la construcción de estructuras artísticas a partir de elementos típicos, resultando en una diversidad de formas : silos recortados, cisternas superpuestas o una torre de molinos. Instaladas en los puntos de accesos, estas construcciones tienen el propósito doble de señalar la entrada a la ciudad y de valorizar el legado pampeano. El concurso para el Parque de la Llanura reflexiona sobre las acciones posibles en ese territorio. El proyecto planea el establecimiento de un parque a proximidad de la ciudad de Rosario, en un terreno no apto para las viviendas debido a una alta salinidad y a un riesgo de inundación. El parque tiene una vocación recreativa y educativa, buscando acercar al visitante la experiencia de la intemperie de la llanura a través de sus diferentes componentes ( los vientos, la lluvia, los sonidos, el sol, las nubes y las estrellas ). La intervención de Caballero se resume en la implementación de elementos característicos del paisaje pampeano como las torres de alta tensión o galpones, junto a los recorridos peatonales y vehiculares. Aquella escenografía de la pampa intenta introducir aspectos mensurables en esa geografía inconmensurable. Puntualmente, las estructuras de soporte para carteles pueden ofrecer una protección contra el viento.

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Figura 41 - Caballerizas de Polo Figueras en General Rodríguez, Estudio Ramos (2017)

Figura 42 - Vértigo Horizontal, Pabellón de Argentina en la Bienal de Venecia 2018, arquitectos Javier Mendiondo, Pablo Anzilutti, Francisco Garrido, Federico Cairoli

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MIMETISMO A diferencia de la obra de Salamone que intentaba combatir la inmensidad de la pampa por el medio de construcciones gigantescas, emerge en esta última década una postura arquitectónica que tiende a tratar la problemática espacial pampeana por la vía del mimetismo. Algunas de esas arquitecturas, como es el caso de las cabellerizas de Polo Figueras realizada por el estudio Ramos, prefieren la disimulación de los edificios por su integración meticulosa en el paisaje. Constando de un programa relativamente consecuente ( 3850 m2 ), el conjunto de edificios se estira en una longitud de 180m a fines de ubicar todos sus espacios en una única planta. Esa expansión permite también la separación de las diferentes funciones sociales, de trabajo y establos. A ambos lados del edificio se realiza una intervención paisajística con la plantación de árboles y espejos de aguas, reforzando su inscripción natural en el lugar. En unos sectores, el terreno se eleva topográficamente hasta cubrir los muros. Esas lomadas sirven de acceso al techo y de gradas para observar los partidos de polo. Finalmente las cubiertas verdes, en la cara superior, completan el camuflaje del edificio en su entorno. Otras de esas arquitecturas toman la forma de casas contemporáneas sin ninguna filiación con el rancho, de volumetría prismática se extiende longitudinalmente, la cubierta plana ayudando a mantener un perfil chato. Sus frentes ampliamente vidriados permiten el pasaje de la vista sin obstáculos. En ese sentido, la transparencia de la arquitectura deja el protagonismo al paisaje. En el caso del Pabellón de Argentina en la Bienal de Venecia 2018, curado por los arquitectos Javier Mendiondo, Pablo Anzilutti, Francisco Garrido y Federico Cairoli, el énfasis puesto sobre el paisaje es aún amplificado por una puesta en reflejo. La exposición se enfoca en recrear artificialmente el horizonte pampeano y su efecto de “vértigo horizontal”, por el medio de una caja con una base vegetal, una cara superior con una impresión de cielo retro-iluminada y con laterales en espejos sin tintes que permiten a la vez la vista desde el exterior y la reflexión en la cara interna. Si bien, este proyecto consiste en una limitada instalación artística, demuestra todo el potencial de la implementación a mayor escala de estructuras reflejantes en el paisaje de la pampa.

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CONCLUSIÓN La conformación del territorio pampeano se inició entonces con un proceso de colonización por parte del imperio español provocando enfrentamientos contra las populaciones indígenas. Ese conflicto se mantuvo después de la independencia para asegurar el control de las tierras, de aquella planificación militar surgió una primera estructura de núcleos urbanos. Una vez liberado el territorio, la nación argentina se desarrolló como potencia agro-exportadora, con inversiones extranjeras se implantó el ferrocarril en la pampa con el objetivo económico de vincular el campo interior con los puertos de exportación. El tendido de la red férrea tuvó una repercusión mayor en el poblamiento de las tierras con la formación de numerosos núcleos alrededor de las estaciones. En este proceso de estructuración, junto con las mejoras técnicas, la civilización logra finalmente domesticar a la pampa. Invirtiendo la antigua relación de dominación del medio sobre el hombre, ahora es el hombre quien controla y organiza su medio en función del uso que le da. En esta transformación, sin embargo, el paisaje pampeano cambia drásticamente, pasando de ser un espacio abierto a un espacio cerrado y privado.

“ Los campos divididos y contenidos dejan de ser la pampa en el sentido tradicional. Esa pampa cuyo límite era el horizonte, se transforma en una trama donde es imposible desplazarse libremente. Se redibujan los caminos, se acotan los accesos y el “permiso” se convierte en una condición para acceder. “ Moreno Carlos – Patrimonio de la producción rural Paradójicamente la destrucción del paisaje pampeano original coincide con su instauración, junta a esa del gaucho, como fundamentos de la cultura e identidad nacional en respuesta al temor de una nueva transculturación tras la llegada masiva de inmigrantes europeos en la Argentina. Desde el inicio del siglo XX, la creciente modernización de la sociedad y de los modos de producción genera el desplazamiento de la población del campo hacia las ciudades. El territorio se estructura, en consecuencia, en una serie de polos jerárquicos que concentran personas, bienes y servicios. No obstante, esta organización urbana pena a establecerse en red de ciudades, por razones de distanciamiento histórico y de desequilibrio. En ese sentido, el territorio conserva huellas de sus lógicas previas. Sin embargo, el fenómeno de éxodo rural, así como la búsqueda de una agricultura de business, conlleva a la desertificación del espacio rural y un sentimiento de a-territorialidad que pone en riesgo a la cultura local. Es importante entender la identidad pampeana como fundamentalmente ligada al paisaje y a su experiencia espacial. La revitalización de estos lugares aparece como esencial y requiere de las acciones de un conjunto de actores (públicos y privados) en sinergia para co-construir un proyecto. Aquellas operaciones no deben limitarse a la protección o restauración de lo existente sino también en su re-invención para inscribirlos en circuitos activos. A nivel urbanístico, la expansión periférica contemporánea, guiada por la conexión a rutas de alta velocidad, pone en crisis el legado urbano histórico. Se pasa de un plano de centralidad representado por la plaza principal ( y luego la estación de tren ) a un esquema fragmentado con una multitud de micro-focos difusos. Ante esta

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situación se vuelve necesario concebir el crecimiento de las ciudades prioritariamente como una forma de densificación, evitando de un lado la remanencia de espacios baldíos en la trama urbana y del otro, la extensión costosa de infraestructuras hasta sus límites. Sin embargo a medida que crece la ciudad, el efecto de centralidad tradicional se aminora y es entonces importante repensar la estructura de la ciudad en forma poli-céntrica. El parque, en esa meta, aparece ser una herramienta particularmente adaptada. A comparación de la plaza, este espacio público dispone de un carácter mucho más inclusivo y de un mayor potencial de integración social. Dicho debe estar acompañado de una serie de equipamientos ( deportivos, recreativos , culturales ), para fomentar su uso y hacer de él un espacio habitado y apropiado. Asimismo, gracias a su escala, permitiría aportar, en cierto aspecto, la experiencia sensorial de la pampa de un amplio espacio abierto y de una visión horizontal en el ámbito urbano. Finalmente, a nivel arquitectónico, el pasaje de una vivienda rural a una vivienda urbana representó la pérdida de determinadas calidades espaciales como la apertura sobre el paisaje. Y actualmente hay que también interpretar la construcción de country-clubs más allá de la problemática de seguridad, viendo en ellos la materialización de ganas de un cuadro de vida alternativo, diferente al que ofrece típicamente la ciudad. Imaginar una forma de hábitat en integración con el parque y la ciudad podría cumplir, en parte, este deseo. El emprendimiento de tales operaciones necesita, sin embargo, un trabajo de campo con una cierta profundidad. Detrás de la aparente homogeneidad de la llanura pampeana, se revela una heterogeneidad bien presente. Si la comprensión de las diferentes lógicas y procesos (tanto actuales como pasados) que estructuran el territorio marcan un primer paso hacia una toma de decisión, esto no es suficiente. La visión global de este es una ilusión y un proyecto inabarcable. Cada localidad tiene sus problemáticas propias, cada esquina su configuración, cada sección de espacio, tan ínfima sea, sus matices. El territorio es un continuum de espacios variables y por lo tanto demanda una atención constantemente renovada.

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LISTA DE FIGURAS Portada - Elaboración propia

INTRODUCCIÓN Figura 1 - Google Earth Figura 2 - Goolgle Earth

RESUMEN HISTÓRICO Figura 1 - Reproducción propia en base a “Tres asentamientos rurales” - Gazaneo Jorge O, Scarone Mabel M. Figura 2 - https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Buenos_Aires_shortly_after_its_foundation_1536.png Figura 3 - https://commons.wikimedia.org/wiki/Category:Old_maps_of_Buenos_Aires#/media/File: Parcelamiento_de_Buenos_Aires_(Garay,_1580).jpg Figura 4 - Reproducción en base a “Tres asentamientos rurales” - Gazaneo Jorge O, Scarone Mabel M. Figura 5 Reproducción en base a https://historiaem213.wordpress.com/2016/12/ Figura 6 - Reproducción en base a http://diariopamperoarchivos.blogspot.com/2010/03/desde-la-conquista-deldesierto-la.html Figura 7 - Reproducción en base a “Tres asentamientos rurales” - Gazaneo Jorge O, Scarone Mabel M. Figura 8 - Reproducción en base a “Tres asentamientos rurales” - Gazaneo Jorge O, Scarone Mabel M. Figura 9 - https://www.lemonde.fr/economie/article/2020/03/14/en-argentine-l-ire-des-grands-producteursde-soja_6033056_3234.html Figura 10 - https://www.intactarr2pro.com.ar/acerca-de-con-intacta-sembr-tranquilo-la-soja-de-segunda-555 Figura 11 - Reproducción en base a https://es.slideshare.net/JuliMartinez62/actividad-agrcola.

CARTOGRAFÍA TEMÁTICA Mapas temáticos - Elaboración propia en base a http://mapoteca.educ.ar/

IDENTIDAD Imagen de paisaje - Elaboración propia Figura 1 – Tormenta en la pampa - Prilidiano Pueyrredón - http://picturingtheamericas.org/painting/tormentaen-la-pampa/ Figura 2 – El rodeo - Prilidiano Pueyrredón - http://picturingtheamericas.org/painting/el-rodeo/

APROPIACIÓN Imagen de paisaje - Elaboración propia Figura 1 - Elaboración propia

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Imagen de paisaje - Elaboración propia Figura 2 - Elaboración propia Figura 3 - Reproducción en base a https://www.baenegocios.com/edicion-impresa/La-muralla-criolla-quesupimos-construir-en-la-Pampa-humeda-20171113-0046.html Figura 4 - https://www.infobae.com/historia-argentina/2019/04/06/adolfo-alsina-la-sorprendente-vida-de-unpolitico-muy-querido-para-su-epoca-que-combatio-a-los-malones-y-tuvo-una-muerte-tragica/ Figura 5 - Reproducción en base a https://elarcondelahistoria.com/la-zanja-de-alsina-2031876/ Figura 6 – “El patrimonio arqueológico de la Antigua Frontera Sur: fuertes, fortines y tolderías” -María del Carmen Langiano, Julio Merlo, Victoria Pedrotta Figura 7 - Reproducción en base a “El patrimonio arqueológico de la Antigua Frontera Sur: fuertes, fortines y tolderías” -María del Carmen Langiano, Julio Merlo, Victoria Pedrotta Figura 8 - Reproducción en base a “Fortificando el desierto: la transformación del paisaje pampeano en el territorio del actual partido de carlos casares, 1869-1877” - Juan B. Leoni, Diana S. Tamburini, Teresa Acedo, Graciela Scarafa Figura 9 - Reproducción en base a “El planeamiento territorial en la leyes de indias” - Miguel Angel Vigliocco Figura 10 - https://commons.wikimedia.org/wiki/File:New_Town_Edinburgh_plan.gif Figura 11 - https://www.researchgate.net/figure/Detalle-del-plan-urbano-de-1811The-Phelps-Stokes-CollectionNew-York-Public-Library_fig1_321469819 Figura 12 - https://www.researchgate.net/figure/Figura-3-Plano-de-la-ciudad-de-Buenos-Aires-1817-FuentePlano-de-la-ciudad-de-Buenos_fig2_327855852 Figura 13 - Reproducción en base a “El urbanismo europeo en América y el uso de la cuadrícula. Cerdá y la ciudad cuadricular” - Fernando De Terán Figura 14 - Reproducción en base a “El urbanismo europeo en América y el uso de la cuadrícula. Cerdá y la ciudad cuadricular” - Fernando De Terán

TRANSFORMACIÓN Imagen de paisaje - Elaboración propia Figura 1 - https://en.wikipedia.org/wiki/File:Map_of_the_Argentine_Railways_WDL11313.png Figura 2 - “Les transformations de l’espace rural pampéen face à la mondialisation” -Christophe Albaladejo Figura 3 - “Les transformations de l’espace rural pampéen face à la mondialisation” -Christophe Albaladejo Figura 4 - Elaboración propia Figura 5 - https://www.infocampo.com.ar/tag/cortinas-forestales/ Figura 6 - Reproducción en base a “Transformaciones campo-ciudad del territorio agropecuario de La PampaArgentina” - Mónica S. Martínez Figura 7 - Fototeca Bernardo Graff - https://fototecabernardograff.wordpress.com/ Figura 8 - Fototeca Bernardo Graff - https://fototecabernardograff.wordpress.com/ Figura 9 - Elaboración propia Figura 10 - Reproducción en base a https://www.molinosurgente.com.ar/instalacion.htm Figura 11 - “Santa Fe entre dos siglos : fotografías 1860/1910” - Ministerio de Innovación y Cultura de Santa Fe Figura 12 - Fototeca Bernardo Graff - https://fototecabernardograff.wordpress.com/ Figura 13 - https://genoma.cfi.org.ar/Enciclopedia/Evento?eventoId=17919

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Figura 14 - Fototeca Bernardo Graff - https://fototecabernardograff.wordpress.com/ Figura 15 - “Los asentamientos urbanos producidos por la instalación del ferrocarril en el noroeste argentino” Mónica Ferrari Figura 16 - Reproducción en base a “Los pueblos del desierto : el proceso de ocupación y urbanización del territorio nacional de la pampa, Argentina” - Mónica S. Martínez Figura 17 - Fototeca Bernardo Graff - https://fototecabernardograff.wordpress.com/ Figura 18 - Fototeca Bernardo Graff - https://fototecabernardograff.wordpress.com/ Figura 19 - Fototeca Bernardo Graff - https://fototecabernardograff.wordpress.com/ Figura 20 - https://commons.wikimedia.org/wiki/File:El_Gaucho_Mart%C3%ADn_Fierro_3.jpg Figura 21 - https://commons.wikimedia.org/wiki/File:La_vuelta_de_Martin_Fierro_-_Jose_Hernandez_(2ed)_ (page_10_crop).jpg

CONSIDERACIONES INTERMEDIAS Imagen de paisaje - Elaboración propia Figura 1 - Elaboración propia Figura 2 - “La ciudad Pampeana” – P.H. Randle Figura 3 - “La ciudad Pampeana” – P.H. Randle Figura 4 - Reproducción en base a “El urbanismo europeo en América y el uso de la cuadrícula. Cerdá y la ciudad cuadricular” - Fernando De Terán Figura 5 - Elaboración propia Figura 6 - “Santa Fe entre dos siglos : fotografías 1860/1910” - Ministerio de Innovación y Cultura de Santa Fe Figura 7 - Fototeca Bernardo Graff - https://fototecabernardograff.wordpress.com/ Figura 8 - https://www.davidrumsey.com/luna/servlet/detail/RUMSEY~8~1~224191~5506347:Central-Park,New-York Figura 9 - https://www.clarin.com/ciudades/muestra-thays-paisajista-vino-francia-transformo-ciudad_0 _HL6G1eq1W.html Figura 10 - http://www.cienciayfe.com.ar/buenosaires/biblio.php?libro=22 Figura 11 - http://www.cienciayfe.com.ar/buenosaires/biblio.php?libro=22 Figura 12 - http://www.cienciayfe.com.ar/buenosaires/biblio.php?libro=22 Figura 13 - https://www.barriada.com.ar/parque-patricios-historia/ Figura 14 - Reproducción en base a “Análisis etnográfico de la morfología del toldo tehuelche y sus derivaciones etnológicas “ - Casamiquela Rodolfo Figura 15 - http://fotosviejasdemardelplata.blogspot.com/2017/06/pueblos-originarios-los-pampas.html Figura 16 - Elaboración propia en base a “Patrimonio de la producción rural” - Moreno Carlos Figura 17 - “Santa Fe entre dos siglos : fotografías 1860/1910” - Ministerio de Innovación y Cultura de Santa Fe Figura 18 - “Santa Fe entre dos siglos : fotografías 1860/1910” - Ministerio de Innovación y Cultura de Santa Fe Figura 19 - Reproducción en base a “Tres asentamientos rurales” - Gazaneo Jorge O, Scarone Mabel M. Figura 20 - Reproducción en base a “Suprarural” - Najle Ciro Figura 21 - Elaboración propia Figura 22 - Reproducción en base a “San Martin en Cañuelas: un pasado, un futuro” - Moreno Carlos Figura 23 - https://ar.pinterest.com/pin/224054150198103840/

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Figura 24 - Reproducción en base a “Estancias argentinas” - Castiglione Sergio , Sarzabal Hernan Figura 25 - Reproducción en base a “Estancias argentinas” - Castiglione Sergio , Sarzabal Hernan Figura 26 - “Estancias argentinas” - Castiglione Sergio , Sarzabal Hernan Figura 27 - Elaboración propia en base a “San Martin en Cañuelas: un pasado, un futuro” - Moreno Carlos Figura 28 - Reproducción en base a “Arquitectura rural” - Gustavino Ezequiel Pablo Figura 29 - https://mapio.net/pic/p-43690639/ Figura 30 - Reproducción en base a “San Martin en Cañuelas: un pasado, un futuro” - Moreno Carlos Figura 31 - Elaboración propia en base a http://arquitecturedecasas.blogspot.com/2008/06/la-casa-chorizo-y-suorigen-argentina.html Figura 32 - Elaboración propia en base a http://arquitecturedecasas.blogspot.com/2008/06/la-casa-chorizo-y-suorigen-argentina.html Figura 33- Elaboración propia en base a https://widjajamichael.cincopa.com/watch/AAFAKeuTEp6W# Figura 34- “ La habitación popular urbana en Buenos Aires 1880 – 1945: una mirada tipológica” - Ramos Jorge Figura 35 - Elaboración propia en base a https://proyectoeuskal.wordpress.com/2010/09/28/de-los-inquilinatosy-conventillos-al-loteo/ Figura 36 - Reproducción propia en base a https://proyectoeuskal.wordpress.com/2010/09/28/de-losinquilinatos-y-conventillos-al-loteo/ Figura 37 - https://museovirtualegb86mafalda.wordpress.com/inmigracion/conventillo-de-1903/ Figura 38 - https://elarcondelahistoria.com/los-conventillos-14111907/ Figura 39 - Fototeca Bernardo Graff - https://fototecabernardograff.wordpress.com/ Figura 40 - Fototeca Bernardo Graff - https://fototecabernardograff.wordpress.com/ Figura 41 - Elaboración propia

MODERNIZACIÓN Imagen de paisaje - Elaboración propia Figura 1 - Fototeca Bernardo Graff - https://fototecabernardograff.wordpress.com/ Figura 2 - Google street view Figura 3 - http://viasparalelas.blogspot.com/2008/06/ Figura 4 - “Les transformations de l’espace rural pampéen face à la mondialisation” - Albaladejo Christophe Figura 5 - “La fragmentation socio-territoriale. Une nouvelle logique de fonctionnement pour le monde rural”Sili Marcelo Figura 6 - “Les transformations de l’espace rural pampéen face à la mondialisation” - Albaladejo Christophe Figura 7 - “La Pampa argentine: un siècle d’évolution et restructurations” - Sili Marcelo Figura 8 - https://travesiasdigital.com/tematica/pampa-argentina-de-alta-gama + https://www.estancialaestrella. com/ Figura 9 - https://elnacionalista.mforos.com/680866/11480214-pueblos-y-sitios-abandonados-de-argentina/ Figura 10 - Elaboración propia en base a OpenStreetMap Figura 11 - Elaboración propia Figura 12 - “Los planes urbanos para Rosario ( 1910-1960) y la configuracion de su area norte”- Jimenez Dario Figura 13 - https://www.lavoz.com.ar/opinion/anillo-de-padula Figura 14 - José Manuel Felipe Pastor in “Experiencias de urbanismo y planificación en la Argentina 1909-1955”

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Figura 15 - “The fragmented city: Changing patterns in Latin American Cities” - Borsdorf Axel, Hidalgo Dattwyler Rodrigo Figura 16 - Google Earth Figura 17 - Google Earth Figura 18 ( doble pagina ) - Google Earth Figura 19 - “ La ville franchisée ” - Mangin David Figura 20 - “La identidad pampeana: transformaciones campo-ciudad del territorio agropecuario de La Pampa “ - Martínez Mónica Figura 21 - “Les transformations des ruralités pampéennes : le cas de la petite ville de Pigüé” - Albaladejo Christoque Figura 22 - Google Imagenes ( usuarios ) Figura 23 - https://www.nordelta.com/ Figura 24 - http://www.lecot.com.ar/ Figura 25 - http://www.arquitectoromero.com.ar/urbanismo/propuesta-de-disenio-para-barrios-cerrados Figura 26 -https://noticiasdeescobar.com/disparos-en-el-shopping-tortugas/ Figura 27 - Google Earth Figura 28 - Google Earth Figura 29 - “ Maestros de la Arquitectura Argentina : Antonio Vilar” - Norberto Feal Figura 30 - https://www.amanciowilliams.com/archivo/viviendas-en-el-espacio Figura 31 - https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Matadero_Municipal_de_Azul_02.JPG Figura 32 - http://metropolissalamone.blogspot.com/2007/04/matadero-de-guamin.html Figura 33 - https://www.infobae.com/fotos/2016/12/29/las-huellas-de-francisco-salamone/ Figura 34 - https://www.pinterest.com.mx/pin/48061920996806077/ Figura 35 - http://gerardocaballero.com/sitio/obras/casas/57-casa-procrear-roldan-roldan-2014 Figura 36 - http://gerardocaballero.com/sitio/obras/totoras/54-casa-felipe-ramirez-totoras-2015 Figura 37 - http://gerardocaballero.com/sitio/obras/galpones/120-concesionaria-agricola-ruta-34-km-100-2007 Figura 38 - http://gerardocaballero.com/sitio/obras/galpones/110-fabrica-premecol-san-lorenzo-2012 Figura 39 - http://gerardocaballero.com/sitio/obras/totoras/96-accesos-a-la-ciudad-de-totoras-concurso-deideas-totoras-20 Figura 40 - http://gerardocaballero.com/sitio/obras/concursos/193-parque-rural-rosario-2016 Figura 41 - https://www.plataformaarquitectura.cl/cl/878724/caballerizas-de-polo-figueras-estudio-ramos Figura 42 - https://www.plataformaarquitectura.cl/cl/895017/vertigo-horizontal-pabellon-de-argentina-en-labienal-de-venecia-2018

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ARTÍCULOS Acedo Teresa, Leoni Juan B., Tamburini Diana S., Scarafa Graciela - Fortificando el desierto: la transformación del paisaje pampeano en el territorio del actual partido de carlos casares, 1869-1877 - Anuario de Arqueología, Rosario – 2013 Albaladejo Christophe – Les transformations de l’espace rural pampéen face à la mondialisation – Annales de géographie – 2012 Albaladejo Christophe – Les transformations des ruralités pampéennes: permanences et recompositions – Editions EME – 2016 Albaladejo Christophe – Le rôle des villes intermédiaires dans les espaces agricoles pampéens argentins de la Province de Buenos Aires – Territoire en mouvement – 2017 Archetti Eduardo P. – El proceso de capitalización de campesinos argentinos – Cahiers du monde hispanique et luso-brésilien – 1977 Barnabé Jean-Philippe – La anchura de su visión será el universo : le paysage dans l’oeuvre du premier Borges – Cahiers du CRICCAL – 2001

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PROYECTO UBICACIÓN : SAN ANTONIO DE ARECO PROGRAMA : PARQUE + EQUIPAMIENTO + VIVIENDAS


N

PLANTA GENERAL 0 100 250

500

1000


HISTORIA La constitución del poblado de San Antonio de Areco tiene su origen en una merced (acto de gracia real) que otorga a Anton Higueras de Santana la propiedad de una amplia parcela de tierra a proximidad del Rio de Areco a fines del siglo XVI. Sin embargo hay que esperar más de un siglo y medio para la instalación consecuente de los primeros pobladores. Las tierras cedidas a Ruiz de Arellano se inscriben como una etapa en el camino real que vinculaba el frente Atlántico con Córdoba y las minas de Potosí. Sobre ellas construye una casa estancia y funda en 1728 la capilla de San Antonio de Padua que va a actuar como foco atractivo en el campo pampeano, contando con 546 habitantes. En 1730 el Cabildo Eclesiástico decide la creación de las seis primeras “parroquias de campaña”, dentro de las cuales el “Pago de Areco”. Esta fecha se considera como la fundación del pueblo de San Antonio de Areco propiamente dicho. En 1750, Ruiz de Arellano concede las tierras aledañas a la capilla para la consolidación del pueblo a cargo de las autoridades religiosas, quienes organizan la venta de cuadras y solares. A mitad del siglo XVIII se estima la población a unos 1266 habitantes. En 1821 la supresión de los cabildos de Buenos Aires y de Luján representa la separación entre iglesia y gobierno al nivel administrativo, este hecho se repercute en la subdivisión del pago original, del cual se desprenden con el tiempo los partidos de Zárate, Campana, Exaltación de la Cruz , San Andrés de Giles y Carmen de Areco. Al nivel del partido de San Antonio se puede notar la llegada de colonos extranjeros así como el aumento de la población en el campo junto con el desarrollo de las actividades agropecuarias (estancias y haciendas). El pueblo alberga también nuevas funciones como comercios, pulperías, billares, almacenes y a mitad del siglo XIX la populación se estima a 2784 habitantes. En 1865 se definen los límites catastrales del partido, al nivel urbano se adopta una estructura con manzanas de 124 varas de lado, calles de 11 varas de ancho y reservando la manzana enfrente de la capilla para una plaza municipal. Con la llegada del ferrocarril en 1878 se acelera fuertemente el crecimiento del pueblo y el núcleo urbano se extiende más allá del ejido previsto a través de la venta de propiedades linderas. En 1881 se estima la populación a 4326 habitantes. Gran parte de ella (64%) es todavía rural, repartiéndose entre estancieros, agricultores independientes y trabajadores de campo. El pueblo se refuerza con nuevas actividades de carpintería, herrería, farmacia, lavandería, zapatería, panadería, etc. El estado, cuanto a él, provee servicios de educación, salud y construcción de caminos. En 1926, la identidad tradicional del pueblo es reforzada por la publicación de la novela “Don Segundo de Sombra” escrita por Ricardo Güiraldes durante una estadía en la estancia La Porteña perteneciente a su familia. La historia rememora el legado gauchesco y en su ocasión se decide de la creación del parque criollo “Ricardo Güiraldes” en 1938 y el festejo del “Día de la Tradición” desde 1939. En 1961 el pueblo de San Antonio de Areco es oficialmente declarado como ciudad y cuenta hoy con una población de 23.140 habitantes.


ELEMENTOS ESTRUCTURANTES ruta vial linea ferrea plaza principal area de influencia

TURISMO principal zona turistica cultural ( museo + iglesia ) ESPARCIMIENTO espacio publico ( plaza ) recreativo/deportivo (clubes)

DENSIDAD 0-15 hab/Ha 15-30 hab/Ha 30-45 hab/Ha +45 hab/Ha HOGARES CON NBI + 7.5%

USOS DEL SUELO espacio publico recreativo/deportivo vivienda unifamiliar vivienda multifamiliar comercios/servicios cultural talleres/industrias mayoristas/depositos


MEDIO NATURAL El partido de San Antonio de Areco se ubica en el medio natural de la pampa ondula. En términos topográficos se considera como una planicie con lomadas suaves. El leve relieve favorece el escurrimiento libre del agua hacia el Rio Paraná al Noreste, notamente por medio del curso de agua principal Rio Areco y de sus afluentes ( Arroyo del Doblado y Cañada Honda ). La zona dispone de un clima templado que procura veranos calurosos (23.4°C) e inviernos suaves (10.7°C), con precipitaciones anuales de 900mm en promedio. Los vientos dominantes provienen del Norte ( cálido y húmedo en verano ), del Sudoeste (“Pampero”, provocando cambios de temperatura ) y del Sudeste ( “Sudestada”, vientos muy fríos ). La combinación de esas condiciones climáticas con el buen régimen hídrico hace de los sectores de pradera un suelo ideal para la plantación de cereales y oleaginosas, con capas profundas de tierra negra rica de materia orgánica. Las orillas del Rio, en desnivel, son áreas de bañados que se inundan con cierta frecuencia. Las riberas son también las principales zonas de forestación con una variación de especies ( duraznero, tala, ceibo, espinillo, sombra de toro, sauce criollo ) lo que les confiere un notable valor paisajístico.

ANÁLISIS URBANO Al nivel territorial el partido de San Antonio está vinculado por un lado con la región metropolitana de Buenos Aires al Sudeste ( 117 km ) y por otro lado con ciudades de menor escala ( Carmen de Areco, San Andres de Giles, Capitan Sarmiento) más ligadas a la tradicional actividad agropecuaria de la pampa. En si el partido se compone de una localidad urbana principal (San Antonio de Areco) y de tres localidades secundarias rurales (Duggan, Villa Lia, Vagues). Es atravesado por una ruta nacional (RN8), dos rutas provinciales (RP31, RP41) y dos líneas férreas dedicadas al transporte de cargas. Resultante de esta infraestructura, el desarrollo se genera principalmente en el sentido Noroeste-Sudeste. La ciudad San Antonio de Areco, como cabecera de partido, agrupa gran parte de la población y de las actividades, estableciéndose como un polo al nivel local, sin llegar tal vez a competir con otros centros de mayores escala como Zárate. Al nivel demográfico la población cuenta con una parte importante de ancianos y adultos mayores a 34 años, así mismo que una buena proporción infantil. Sin embargo se puede observar la poca presencia de jóvenes adultos entre 19 y 34 años que emigran a otras ciudades por motivos de educación universitaria o de salidas laborales. La densidad poblacional es relativamente baja 27,2 hab/km2, en comparación con otros centros urbanos como Zárate con 84 hab/km2. El promedio de educación ( grado bachiller y polimodal ) es bueno, con una baja tasa de analfabetismo (2%). El uso del suelo fuera del marco urbano marca una tendencia mayoritaria de la agricultura (65%), los cultivos principales siendo la soja, el maíz y el trigo. Las parcelas de campo tienen una superficie promedia relativamente baja de 186 Ha. El resto de las tierras corresponde a la ganadería bovina (30%) y zonas de forestación. Al nivel industrial el partido cuenta con empresas medianas y pequeñas, dedicadas


ha

cia

PE

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CENTRALIDAD

O

ESPACIOS NOTABLES

area consolidada

espacio publico

area central

espacio recreativo

casco historico

hitos turisticos hotel parada colectivo industria/depositos

municipalidad estacion area a consolidar sentido urbanizacion

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principalmente a la elaboración de productos alimenticios como la producción de aceites y grasas de origen vegetal, de harina de trigo, de pastas secas, de leche o de carne ( matadero y frigorífico ). Se encuentran también empresas dedicadas al rubro del cuero, del metal, del plástico (polipropileno) y de la madera (muebles y tanqueras). La ciudad cuenta con una cantidad importante de artesanos independientes de diferentes oficios (cerámica, textil, soguería, platería, talabartería, asta, herrería) que confeccionan productos típicamente tradicionales. Finalmente el sector terciario se divide entre hostelería y restaurantes, inmobiliario, comercios, administración y otros servicios. La actividad turística se ha instaurado con el tiempo como una característica de San Antonio de Areco, representa 18% del producto bruto interno y cumula 100.000 visitantes anuales. La importancia de esta actividad se debe a varios factores. Por un lado la cercanía a Buenos Aires y buenas condiciones de accesibilidad (RN8 y RP41) favorecen la llegada de turistas. Por otra, la oferta turística es doble : tradicional y paisajística, ofreciendo diferentes circuitos. La identidad cultural de San Antonio de Areco está fuertemente vinculada con la tradición gauchesca ( Museo Ricardo Güiraldes y Parque Criollo ) además de las productos artesanales típicos y un patrimonio edilicio preservado. La ciudad es reconocida tambien por atributos propios del pueblo, como la tranquilidad de su entorno, la sencillez y la amabilidad de sus pobladores. Puntualmente la tradición es celebrada a través de festividades populares de baile y música criollos. En verano, atrae un turismo vinculado a las actividades deportivas y recreativas al aire libre, como la pesca, la natación en el Rio Areco, carreras de cross-country en senderos rurales, paseos en bicicleta o simplemente asados en las riberas. Finalmente el turismo rural completa la oferta. Las visitas son generalmente cortas, con una estadía de una noche o dos en alojamiento de diferentes tipos (estancias, hoteles, camping). Al nivel urbano la extensión de la ciudad está enmarcada por límites naturales y artificiales, el Río de Areco al Norte, la vía de ferrocarril al Oeste, la ruta RN8 al Este y la ruta RP41 al Sur. El casco histórico, entre el río y la Avenida Vieytes, estructura la ciudad, como centro urbano concentra las actividades administrativas, publicas, religiosas, financieras, los grandes equipamientos de salud y de educación. El área comercial se extiende a lo largo de las calles Alsina y Arellano. El norte urbano concentra también los principales sitios paisajísticos en las riberas del río y establecimientos turísticos. La ciudad presenta una heterogeneidad bien visible entre el Norte y el Sur donde la Avenida Quetgles actúa como un eje divisorio. Arriba la ciudad histórica consolidada y al sur la ciudad en crecimiento con un tejido poco denso y sin continuidad. En ese sentido las vías de transporte automotor representan imanes tanto para la expansión urbana que para la instalación de industrias, depósitos o comercios mayoristas. Los barrios de desborde al Norte, al Oeste y al Este de ciudad representan los sectores más precarios. En general los barrios periféricos carecen de espacios capaces de definirse como centros. La estación de ferrocarril en su momento se instaló en margen sin una vinculación clara. La ciudad sigue entonces estructurada por su centralidad histórica, simbolizada por la plaza principal, pero ese ordenamiento pierde en fuerza a medida que nos alejamos de él y por ende muestra signos de límites. Las principales problemáticas de la ciudad se enfocan en contener la extensión urbana privilegiando la consolidación y el completamiento de las parcelas baldías, en preservar el patrimonio edilicio del centro histórico y revalorizar los atractivos turísticos.


Figura 1 - Diferencia de tratamiento entre la Plaza Gómez al Norte (arriba) y la Plaza Néstor Kirchner al Sur (abajo)

Figura 2 - Actividades en las riberas del Río Areco (arriba) + concurso de revalorización (abajo)

Figura 3 - Museo Gauchesco Ricardo Güiraldes y Parque Criollo


ESPACIOS VERDES Y ESPACIOS PÚBLICOS ( PLAZA - PARQUE - CLUB )

San Antonio de Areco dispone de una serie de espacios verdes y espacios públicos que ameritan un relevamiento más preciso con el objetivo de comprender sus diferencias. Actualmente se pueden observar 4 plazas, aparte de algunas plazoletas secundarias. A la imagen de la estructura de la ciudad su distribución en la planta urbana está desequilibrada. 3 de las plazas se encuentran en el área del casco histórico : Plaza Ruiz de Arellano ( plaza principal – aledaña a la municipalidad y a la capilla fundadora ), Plaza Gómez al Este y Plaza San Martin al Oeste. Aquellos espacios públicos presentan un diseño tradicional con un cuadro paisajístico cuidado, una importante plantación de árboles ( a lo largo de los caminos ), algunos parterre florales, senderos en diagonal que rematan en una estatua o fuente central. Al nivel urbanístico se insertan dentro de la estructura de la ciudad : son focos de centralidad (particularmente en el caso de la Plaza Ruiz de Arellano), son fácilmente accesibles por las principales vías de comunicación y están acompañadas por comercios y establecimientos culturales en su torno. En ocasiones pueden albergar eventos (ferias). Por esas características aquellas plazas tienen un cierto valor turístico. La parte sur de la ciudad demuestra una carencia de espacio público, La Plaza Néstor Kirchner siendo la única plaza contundente de esta zona. Su carácter difiere mucho de las plazas tradicionales. De construcción más reciente, adopta un diseño más moderno con un trazado de camino abstracto y un despojamiento en cuanto a su equipamiento, limitándose a un sector de juego de niños y algunos bancos de hormigón. El tratamiento paisajístico es casi inexistente a comparación de las plazas tradicionales : aparte de algunos árboles pre-existentes sin ordenamiento particular, el resto del suelo está recubierto por un césped uniforme. Esa falta de elementos traduce evidentemente un prepuesto de proyecto reducido. Cuando las plazas del norte de la ciudad se definen como recintos de vegetación, de sombras y de tranquilidad en las cuales se entra, la plaza del sur se presenta ella como una explanada abierta a los cuatro rumbos. ésta es paradójicamente su cualidad propia que le permite actuar a nivel local como una amplia superficie disponible para una variedad de usos como equipamientos deportivos ligeros, camionetas de venta improvisada de productos, bailes o reuniones. Sin embargo hay que notar que está mucho menos inscripta en el contexto urbano : fuera de las vías de circulación principales carece de visibilidad y no dispone de una actividad notable en su torno. Esos factores limitan en cierto grado su potencial como espacio público. La ribera del río representa el otro tipo de espacio público, está ubicado al Norte de la ciudad y es apreciado particularmente en verano por el cuadro natural que ofrece. Las principales actividades realizadas son paseos al borde del agua, picnic en familia en el césped y natación en el río. Dispone también de un equipamiento de gradas armando un anfiteatro al aire libre. Fue el objeto de un concurso de ampliación en 2015, sin seguimiento de obra. Finalmente, el Parque Criollo asociado al Museo Gauchesco, que remite a la llanura pampeana y los diferentes clubes deportivos ( fútbol, rugby, atletismo, golf ) completan la lista de espacios verdes. Sin embargo, a pesar de ser importantes lugares de sociabilidad, estos espacios no dejan de tener un carácter privado o semi-privado (cercados ) y requieren ciertas modalidades particulares de acceso.


Figura 4 - Variedad de fachadas urbanas según la tipología de vivienda

Figura 5 - Complejo de viviendas sociales PROCREAR construido recientemente

Figura 6 - Barrio cerrado “El tropezón” - en construcción


TIPOLOGÍAS DE VIVIENDAS

( UNIFAMILIAR - SOCIAL - COUNTRY CLUB ) El tejido de la ciudad es otro punto de diferenciación entre la parte Norte y la parte Sur de la ciudad. En la primera se puede observar una mayor densidad y, por lo general, una continuidad de fachadas, con frentes linderos y alineado sobre la línea municipal. Los numerosos edificios históricos disponen también de una cierta altura de fachada. Esos factores contribuyen a dar la impresión de una ciudad consolidada pero a su vez pueden hacer resaltar la estrechez de las calles. En la mitad Sur de la ciudad, el tejido urbano aparece mucho más heterogéneo. Los barrios presentan un carácter más sub-urbano con casas individuales de baja altura y soliendo retirase de la línea municipal o bordes linderos para recibir un jardín o un estacionamiento para el auto. La variedad de formas y colores es más notable que en el centro, sin la presencia de un código particular. A medida que nos alejamos del centro, las viviendas suelen ser más precarias, aunque se pueden observar algunas excepciones como ciertas viviendas cualitativas al sudoeste a lo largo de la avenida Duggan. Finalmente la ocupación de manzanas decae al Sur con parcelas baldías o terrenos sin parcelar, dando a esta zona un aspecto casi rurbano. Aquellas características pueden ser consideras como negativas, pero también pueden ser vistas como un valor proprio, donde paisaje y edificaciones se entremezclan, proponiendo una ciudad menos hermética. Una de las operaciones arquitectónicas recientes en esta zona es la construcción de un complejo de viviendas sociales dentro del programa PROCREAR, cerca de la antigua estación de tren . El conjunto de edificios consta de 3 manzanas donde se establecen una totalidad de 92 viviendas mixtas : casas unifamiliares y departamentos de 2 y 3 ambientes. Adicionalmente dispone de 12 locales aptos para el comercio. La operación permite aportar un cierto ordenamiento en la zona y asegurar una vinculación mayor con el barrio detrás de las vías de ferrocarril. El aspecto edilicio del conjunto es definitivamente urbano y moderno, con paredes revocadas, volúmenes prismáticos y techos planos. Sin embargo, en cierto sentido, este se puede calificar de arquitectura genérica, sin una referencia a la identidad local. Ese sentimiento es reforzado por las plazoletas que separan las manzanas edificadas con un tratamiento limitado, subdivididos por senderos que limitan su apropiación, lo que pone en cuestión su capacidad como espacio público federador. Finalmente es importante relevar la existencia de un barrio cerrado ( El tropezón ) al Norte del río. Por su ubicación éste se conecta más con la ruta nacional RN8 que con la ciudad en sí mismo. La cercanía relativa de Buenos Aires le da vocación para residencias principales mas que segundarias. Actualmente el country parece estar en vía de completamiento, sin embargo se pueden apreciar los trazados curvilíneos de las calles internas, además del importante tratamiento paisajístico con perímetros arbolados. Las parcelas son amplias y sin bordes medianeros físicamente marcados, permitiendo la implantación de casas abiertas sobre los cuatro lados. Teniendo en cuenta el carácter de pueblo de San Antonio de Areco y su tranquilidad, se puede imaginar que el motivo de radicación de ciertos habitantes en el country surge más de este deseo de un cuadro paisajístico que por temas de inseguridad. De esta manera, parte de los habitantes no pudiendo residir en el casco histórico saturado, prefieren instalarse en el country club más que en la zonas libre del Sur de la ciudad ( cuadro poco cualitativo).


C1 R1aI

UE7

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Avenida Quetgles (doble sentido)

C2

250m R1bII

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Z.C.T

R3bI

Figura 7 - Comparacion entre el estado actual del terreno (izquierda) y su subdivision mas zonificacion prevista (derecha)

plaza principal (municipalidad+iglesia +area comercial)

terreno segundo centro potencial

Figura 8 - Potencial del terreno debido a su ubicación especifica en un modelo policéntrico de la ciudad


PUNTO DE INTERVENCIÓN En búsqueda de una posible intervención, mi enfoque se detuvo en un terreno particular en borde de la Avenida Quetgles. Ubicado en una zona de transición entre el fin de la ciudad consolidada de la parte Norte y la ocupación dispersa de la parte Sur, éste se inscribe por lo tanto en el proyecto de la municipalidad de completamiento urbano. Actualmente el terreno se destaca por disponer de una superficie equivalente a 4 manzanas sin dividir. Sin embargo la zonificación prevé su subdivisión en 4 manzanas comunes. El objetivo es de parcelar los predios resultantes a fines de comercializar las parcelas a particulares para un uso de viviendas unifamiliares. Esta planificación, a mi sentido, me parece poco adaptada. La subdivisión del terreno para un uso de vivienda unifamiliar tal como está implementada ahí, significaría la negación de la singularidad de este terreno, en favor de una uniformización del tejido (sub)urbano. Por un lado, el carácter genérico de las ciudades pampeanas a medidas que crecen y se alejan del modelo histórico es una real problemática resultando en mucho caso en una expansión indiferenciada de casas individuales perdidas entre el centro activo y el borde del campo. Por una simple cuestión de distancia estas áreas pierden una vinculación clara con la parte central sin poder a su vez constituirse como centros alternativos. Por otro lado la ubicación del terreno lo conecta con una de las principales vías transversales (Av. Quetgles), rematando las calles comerciales ( Alsina y Arellano ) y posicionándolo en el medio geométrico del nuevo marco urbano. Por esas características este sitio tiene, para mí, el potencial de establecerse como un centro local para la zona, además de ser un punto de articulación de la ciudad en general. En este modelo policéntrico, el terreno en línea recta con la Plaza Ruiz de Arellano permitiría generar una relación similar a esa entre plaza principal y estación de ferrocarril que ocurrió en otros pueblos cuando estas dos entidades estaban enfrentadas. De esta manera se espera aportar una noción de escala y de red en el crecimiento urbano a través de puntos notables dentro de la cuadricula.


Figura 9 - Amplitud horizontal del sitio

Figura 10 - Construcciones presentes el terreno y en su entorno. Se puede apreciar un arbolado visualmente denso.

Figura 11 - Vegetación salvaje presente en el sitio, diversidad de especies.


RELEVADO DEL SITIO Al llegar la primera sensación que se distingue es la recuperación de una amplia visión horizontal y despejada, semejante en cierta forma a la visión del paisaje pampeano al exterior de la ciudad. El barrio que rodea el terreno se compone esencialmente de pequeñas casas individuales. Traspasando la avenida Quetgles las calles son de tierras, careciendo de un revestimiento hermético, con zanjas en parte descubiertas. Ambas problemáticas se tendrían que considerar. Hay un contraste relativamente importante entre la actividad de la avenida a doble sentido y la atmósfera de tranquilidad del fondo del predio. Esa “profundidad” me parece importante preservarla, evitando limitar el terreno a su única dimensión lineal sobre la avenida. El entorno, similarmente al sitio, presenta una vegetación bastante abundante a través de los jardines privados y del espacio entre las construcciones ( retiros frontales y laterales ). En ese sentido el terreno participa de ese cuadro paisajístico. El terreno en sí mismo era propiedad del frigorífico que fue desplazado al borde Oeste de la ciudad, a proximidad de la antigua estación de ferrocarril. Las únicas construcciones observables en el sitio son algunos pequeños tinglados en el cuarto Noreste, que se usan como depósito de máquinas usadas y de taller. Atrás de estos se pueden observar los residuos de una pileta de decantación. La gran mayoría del predio es un terreno baldío, en estado de abandono que sirve de corral improvisado para caballos. En términos de vegetación se puede notar una cierta cantidad de árboles a proximidad de los galpones y de arbustos, gramíneas y hierbas altas distribuidas aleatoriamente sobre gran parte del terreno. La flora salvaje presenta una gran riqueza en términos de variedad, denotandose de las plazas tradicionales recubiertas de césped, y contribuye al carácter pampeano del sitio.


N 0

10

25

50 10

0


PROPUESTA La propuesta se enfoca en preservar las características particulares del sitio y a su vez insertarlo en la articulación urbana. En ese sentido, si bien la conservación del predio en su escala original era interesante, se reveló importante su subdivisión por la extensión de calles a fines de no perturbar la circulación en la ciudad. Esta observación es principalmente relevante en la orientación Norte-Sur donde, a defecto de una avenida central, las calles comerciales Alsina y Arellano actúan como vías de conexión hacia el centro histórico. En el sentido Este-Oeste también se extienden 2 calles sin ofrecer un cruce, ya que la avenida Quetgles y la otra calle inferior cumplen esta función. De esta subdivisión surgen 4 manzanas. La primera, de proporción rectangular, es tratada en parque a fin de definirse como un centro a escala del barrio. En su diseño se asemeja más al paisaje de “estancia” que a la plaza tradicional, liberando el centro y gran parte de la superficie para su apropiación por actividades o eventos populares. De esta manera se preserva la visual despejada y amplia que se pierde a medida que el ámbito urbano (cuadricula y tejido) se extiende sobre el campo. El parque consta de 2 equipamientos, cultural y comercial, que tienen la intención de profundizar el paseo hacia el barrio sin limitarlo al borde de la avenida como un simple “corredor” verde. En términos paisajísticos, el parque está enmarcado por 2 franjas laterales compuestas sucesivamente por un alineamiento de árboles y de la plantación de especies salvajes (gramíneas) y en su parte inferior incorpora también una sector de huerta comunitaria. El resto de las 3 manzanas acomodan, en un tejido edificado común, los diferentes programas de comercio/terciario, vivienda multifamiliar y vivienda unifamiliar en función del distanciamiento con la vía de circulación principal ( avenida Quetgles). De éstas, la segunda se resuelve con más definición, aprovechando su proporción reducida para la implementación de viviendas multifamiliares y con un pulmón de manzana compartido. Este planteo remite tanto a la vida comunitaria presente en las estancias y en los conventillos, a través de un amplio espacio en común que evita la micro-división en parcelas individuales, como al estilo de vida de countryclub en un espacio paisajístico y protegido con “amenities” para el desarrollo de actividades de familia. El proyecto se compone por una serie de bloques de viviendas de 2 pisos (limitado por código) que albergan unidades de 3 y 2 ambientes. Al frente, el retiro de la línea municipal (exigido por código) se aprovecha como jardín individual para proveer privacidad con respecto a la calle. El mismo gesto se repite en el contrafrente para una privacidad hacia el pulmón común. Cada vivienda se compone de cuartos (células) yuxtapuestos vinculados a través de un corredor de cierto ancho, a la manera del rancho o de las antiguas casas chorizos. Este espacio fuelle tiene la vocación de funcionar como galería y de mantenerse abierto cuando el clima lo permite. La disposición de jardines individuales en la viviendas bajas (mas aptas para familias) es compensado por balcones en las viviendas altas (más aptas para parejas e individuos). En la organización lineal los ambientes preservan una doble orientación sin que sea excluyente : hacia la calle (conexión urbana) y hacia el paisaje (conexión campestre). Finalmente se adopta una materialidad de ladrillo a la vista en la cara exterior para mantener un carácter “pampeano” y el uso de policarbonato en la galería remite a las nuevas estructuras del campo.


Arellano

Alsina B

Av Quetgles

4

A A

1

2

5

3

B

6

N

PLANTA

0

1- PARQUE 2- COMERCIO 3- EQUIPAMIENTO CULTURAL/EDUCATIVO 4- COMERCIO/TERCIARIO/VIVIENDA 5- VIVIENDA MULTI-FAMILIAR 6- VIVIENDA UNI-FAMILIAR PARQUE

20

50

MANZANA EDIFICADA

Corte A-A MANZANA 1

Corte B-B

MANZANA 2

MANZANA 3

100

200


Figura 12 - Amplitud horizontal del sitio

Figura 13 - Amplitud horizontal del sitio


1

1

1

1

1 2

1

1

3

1

4

1

1

N

PLANTA CONJUNTO

0 2

5

1- MODULO DE VIVIENDA MULTIFAMILIAR 2- EQUIPAMIENTO COMPARTIDO 3- PISCINA 4- PULMON COMPARTIDO ( JARDIN )

EDIFICIO TIPO - frente CALLE

EDIFICIO TIPO - frente JARDIN

10

20


Figura 14- Vista desde la calle

Figura 15 - Vista desde el jardin comun


PLANTA 1° PISO

PLANTA BAJA

N 0

0.5

1

2

5


VISTA FRENTE CALLE

VISTA FRENTE JARDIN

0

0.5

1

2

5


CORTE TRANSVERSAL A

CORTE TRANSVERSAL B

Figura 16 - Vista desde la galeria de la vivienda

0

0.5

1

2

5




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