Tiempo de definiciones: pacto de unidad con AMLO Cecilia Figueroa
Cuando Andrés Manuel llegó al campo de futbol, los del SME ya teníamos mucho tiempo ahí. La mayoría decidimos arribar temprano pues sabíamos de los problemas viales por la construcción de un paso a desnivel allá en Villa Nicolás Romero, pero sobre todo porque deseábamos tener un buen lugar desde donde pudiéramos presenciar la declaración del pacto de unidad entre nosotros, los trabajadores que pertenecemos a la OPT y el movimiento que encabeza López Obrador. Mientras llegaba el momento del arribo de AMLO nos organizábamos para que el acto cumpliera las expectativas. Cada uno de nosotros tenemos una función, a veces ni cuenta nos damos de ello, pero lo que hacemos es importante para que esta gran locomotora que se llama SME en resistencia funcione: ahí estaban los del registro, los de la vigilancia, los que repartían la propaganda, los que colgaban las mantas, los encargados del sonido, los que toman fotografías, los de la brigada Breña Alvírez cuidando los espacios, los de radiosme atendiendo la señal, los del blog sme1914 preparando su reporte, los de tv lux con las cámaras, los representantes acatando instrucciones y el Comité Central dirigiendo la acción. Imposible negar el nerviosismo y la preocupación, cierto es que para el SME este tipo de actos son inéditos, pero cuando vimos que las sillas estaban ocupadas y los que llegaban después se instalaban en gradas y pasillos nos congratulamos pues el acto ya tenía garantizada una excelente asistencia. Y así nos lo hizo saber el propio Andrés Manuel pues dijo que ese día estuvo en otros eventos, en Atlacomulco, Ixtlahuaca y Jilotepec pero ninguno como éste, el de nosotros los trabajadores con quienes el cambio verdadero está por venir. Con alegría escuchamos a Byron Barranco, el cantante veracruzano que con sus divertidas interpretaciones nos hizo reír y reflexionar, en ellas habla del espurio, de no votar por el PRIAN y hasta nos hizo bailar con la canción de MORENA. El templete empezó a ocuparse, subieron los representantes de otras organizaciones, del PT, del PRD, de Movimiento Ciudadano, de MORENA y, sobre todo, los de la OPT. Y llegó AMLO, sencillo como es, saludando a los que estaban en el pasillo central, junto con él Martín Esparza y Alejandro Encinas. Inició el mitin bajo la conducción de Humberto Montes de Oca y el profesor Pedro Ramírez. 1
El primer orador fue el profesor Jorge Cázares dirigente de la sección 18 de Michoacán de la CNTE, hizo referencia a la lucha del magisterio y habló de la urgencia de llevar a cabo un cambio de régimen y de la construcción de una mayoría con la participación de los trabajadores y planteó unos compromisos mínimos: restitución de la legalidad constitucional; democracia participativa, consulta y referéndum sobre tratados internacionales que lesionan la soberanía nacional; revisión de leyes que regulan la tenencia de la tierra, las concesiones de minas, las telecomunicaciones, el sector energético; revisión de las deudas públicas como el IPAB; aprobación de los acuerdos de San Andrés; promover un programa de rescate del campo; establecimiento de derechos de ciudadanía y garantizar un mínimo vital que garantice el derecho a un empleo digno, la alimentación, salud, vivienda, educación y cultura; defensa de la educación pública y rechazo al Acuerdo para la Calidad de la Educación; respeto a la autonomía de los sindicatos; restitución del empleo a los trabajadores del SME, restablecimiento de Luz y Fuerza del Centro; solución a las demandas de los mineros y los trabajadores de Mexicana de Aviación; restitución de fondos de jubilación y vivienda de los trabajadores; administración pública y social de los fondos de ahorro; rechazo a la nueva ley del IMSS y del ISSTE; libertad a presos políticos, plan para poner fin a la guerra desatada por Calderón. Después habló Martín Esparza. Inició reconociendo a los compañeros de la división San Ildefonso, a las organizaciones sociales y, sobre todo, a la OPT. Dijo que ese evento nos permite decirle a los priístas, a los panistas, a los neoliberales, que su momento se acabó. Recordó que este 5 de febrero se cumplen 95 años de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, producto de un movimiento revolucionario que nos permitió alcanzar un país democrático con una división de poderes y lo principal, el respeto a las garantías individuales de los mexicanos. Evocó el artículo 123 y el derecho al empleo digno, la contratación colectiva, el salario, derechos pisoteados por el PRI y el PAN. Señaló que el país requiere un cambio de rumbo. También recordó los dos fraudes electorales, el de 1988 cuando ganó Cuauhtémoc Cárdenas y llegó a la presidencia Salinas de Gortari para iniciar los procesos de privatización. Respecto al fraude de 2006 cuando ganó López Obrador, señaló que para fraguarlo se pusieron de acuerdo el PAN, el PRI y los empresarios para que Calderón fuera impuesto como el presidente de la oligarquía, las consecuencias: más de 55 mil muertes, más de 10 mil desaparecidos, más de 52 millones de mexicanos que viven en la pobreza, duplicación de la deuda externa, entrega del petróleo a las trasnacionales, y, por supuesto, el golpe de Estado al SME, acto reconocido y avalado por Enrique Peña Nieto cuya familia nos hizo recordar nuestra esencia al decirnos que somos la prole del país. Dijo Martín: “sí, somos prole, somos obreros, somos trabajadores, pero con mucha dignidad. Gracias a los obreros ellos tienen la abundancia, nosotros generamos la riqueza”. Aseguró categórico que el próximo 1 de julio López Obrador volverá a ganar la presidencia de la república. El Secretario General también informó lo que sucedió en la Secretaría de Gobernación el jueves 2 de febrero: el gobierno federal propone que solamente 500 trabajadores de planta sean reinstalados en CFE y que todos los demás hagamos una o varias compañías contratistas para la CFE. Y entonces vino la pregunta: “¿Ustedes aceptarían eso?”. Noooo, fue la respuesta unánime y le envió un mensaje claro a Gobernación: el SME continuará con su lucha hasta recuperar a Luz y Fuerza del Centro como un organismo público descentralizado, la reinstalación de todos los trabajadores, la vigencia del contrato colectivo y, sobre todo, la 2
defensa de la autonomía del SME. Por último Martín Esparza mencionó que la alianza no debía ser sólo de discurso ésta tiene que darse en los hechos, defender voto por voto en todas las casillas, no permitir un nuevo fraude. El pueblo tiene que salvar al pueblo. Los electricistas, los obreros, la OPT vamos a ganar en este año la presidencia de la República, concluyó. Reconociendo que el evento no estaba constituido en asamblea general, Humberto Montes de Oca, secretario del exterior, puso a consideración nuestro consentimiento, aprobación y determinación para sellar esa tarde el pacto de unidad del SME-OPT con el movimiento progresista, con Andrés Manuel López Obrador. Y todos los trabajadores gritamos al unísono sí. Y de esa manera quedó sellada la unidad. Tocó el turno a López Obrador, quien había escuchado de manera muy atenta a los dos anteriores oradores. En varias ocasiones asintió a lo que dijeron, por momentos sacaba un paliacate rojo y se limpiaba la frente. De entrada aseguró que con ese acto se lograba una alianza fundamental entre trabajadores, sindicalistas, partidos políticos progresistas con un objetivo superior: la transformación de la vida pública de México. Explicó que a la palabra cambio se le agregó la palabra verdadero, pues cambio, así solita, ha sido una palabra manoseada, desgastada, usada con propósitos electorales y entonces el cambio verdadero, una transformación es lo que necesita nuestro país. Reconoció que la lucha gremial a favor de los trabajadores es muy importante así como la lucha por los derechos humanos, por la defensa de los recursos naturales, por los energéticos, pero eso no será posible si no cambiamos el régimen de corrupción, injusticias y privilegios, por eso, dijo, “ése debe ser el objetivo de todos, cambiar el régimen, establecer en nuestro país una auténtica democracia, de gobierno del pueblo para el pueblo, con el pueblo”. Pero no puede haber alianza sin compromisos y entonces dejó bien claro cuáles serían los suyos: Primero, respeto a la legalidad en materia laboral, acato de la Constitución y aplicación estricta de la Ley Federal del Trabajo; actuación con justicia sin favorecer a nadie de manera facciosa, desterrar influyentismo y corrupción en los juicios laborales; no se usará la ley para perseguir líderes sociales ni sindicales; aplicación de la ley sin privilegios respetando los derechos de los trabajadores. Segundo, promover la democracia y libertad sindical; respeto a la Constitución y los tratados internacionales en materia laboral que obligan a respetar la voluntad de los trabajadores para organizarse de la manera que mejor convenga a sus intereses; desterrar la simulación y corrupción del ámbito estatal, patronal y sindical; legalidad institucional que permita la existencia de sindicatos democráticos como el SME, sindicatos democráticos, representativos y autónomos del gobierno, de los patrones y de los partidos políticos; rendición de cuentas y transparencia en el manejo de las cuotas sindicales; voto universal, directo y secreto en las elecciones sindicales; impulso a la democratización de los sindicatos y su fortalecimiento como instrumentos auténticos de los trabajadores. Tercero, respeto a la vida interna de los sindicatos; no a la injerencia del gobierno en la vida interna de los sindicatos; nula protección a caciques sindicales y líderes vitalicios corruptos. Cuarto, promoción del salario justo y remunerador; cumplimiento del mandato constitucional de que los salarios mínimos deben ser suficientes para satisfacer las 3
necesidades normales de un jefe de familia en el orden social, material y cultural y para proveer la educación obligatoria de los hijos; buscar la recuperación del ingreso de los trabajadores con un aumento de los salarios siempre por encima de la inflación para no seguir perdiendo su poder adquisitivo. Para ello es necesaria una estrategia de desarrollo que promueva el crecimiento económico creando empleos, fortaleciendo el mercado interno, aumentando la productividad siempre acompañada del reparto de los beneficios a los trabajadores; promoción del empleo formal y bien remunerado. En este punto también se refirió a la adopción de políticas para insertar a los jóvenes al mercado laboral y se comprometió a dar empleo a 7 millones de jóvenes durante los primeros seis meses de su gobierno, así como a proteger los derechos de las mujeres trabajadoras y de los sectores vulnerables. Quinto, en este punto se comprometió a restituir el empleo a los electricistas del SME. Dijo: “vamos a crear la nueva empresa pública Luz y Fuerza del Centro” la cual deberá empezar a operar en los primeros días del nuevo gobierno y eso será posible si se empieza a trabajar desde el día de las elecciones hasta la toma de posesión que son seis meses muy valiosos, de manera similar como lo hizo en el año 2000 cuando ganó la elección para jefe de gobierno del Distrito Federal y antes de iniciar su gobierno empezó a trabajar el plan de ayuda para los adultos mayores. Y en esta parte de su discurso dejó muy claro que es un hombre de acción, de trabajo, dice que si el día se divide en tres horarios de ocho horas: uno para pensar, otro para trabajar y el restante para descansar, se desperdicia tiempo, así que lo mejor, en aras de atender el enorme atraso que existe en nuestro país, se debe unir el tiempo del pensamiento y la acción para hacer lo doble en el sexenio, sólo así avanzaremos, aseguró. AMLO se mostró gustoso por la decisión de la alianza y habló con toda sinceridad: “Mi pecho no es bodega” y nos recordó que habíamos llamado a no votar por el PAN pero nos estábamos olvidando de que nuestro padecimiento se empezó a gestar durante el apogeo del PRI. Celebró que ahora hablemos ya de “ni un voto al PRI, ni un voto al PAN” porque los dos son lo mismo. Recordó que la noche del decreto faccioso él estaba en Tabasco y que dos días después, según lo testifican los reportes periodísticos, Enrique Peña Nieto se solidarizaba con el acto ruin de Felipe Calderón. “Me da mucho gusto que haya definición, este es un acto de definición, en estos tiempos no se puede caer en la indefinición que es funesta, nada de política robalera, el robalo es el único pez que nada en dos aguas, que bueno que ustedes se están definiendo y nosotros estaremos con ustedes a la altura de las circunstancias”, señaló contundente. También anunció que hablará con maestros, con mineros, con los trabajadores de Mexicana, con defensores de los derechos humanos, con organizaciones no gubernamentales para construir una gran alianza. Nos pidió orientar y concientizar a la gente en estos cinco meses que faltan para la elección. Frente a los poderes que no quieren el cambio verdadero es necesario instrumentar una estrategia sencilla que consiste en que todos los que quieran ayudar se conviertan en protagonistas del cambio verdadero, los cuales deberán convencer a cinco personas más ya sea de su entorno familiar o no, de tal suerte que para finales de marzo estén registrados 4 millones de protagonistas del cambio verdadero y de esa manera contar con veinte millones de votos. Y preguntó a todo pulmón: “¿nos van a ayudar como protagonistas del cambio verdadero?”. Sí, fue la respuesta unánime, también a todo pulmón. Recordó las palabras de 4
Martín Esparza respecto al fraude de 2006 y reconoció que el robo fue posible porque los que dominan, los amos y señores no quieren el cambio verdadero y también porque se valieron de la falta de organización, por eso también es importante participar como representantes en las casillas electorales para defender el voto. Al final nos dijo: “Me dio mucho gusto estar aquí con ustedes yo voy a seguir mi gira, todavía no termina, todavía vamos a otro acto, hoy fueron 5 asambleas, desde luego ninguna como ésta, llena de significados, llena de compromisos, de fraternidad, de esperanza para salvar a nuestro país, que vivan los trabajadores electricistas que viva el SME, viva México, viva México”. Y emocionados cantamos el himno nacional, no sólo la versión reducida, sino también las estrofas que nunca se cantan. El acto terminó, Andrés Manuel se fue a Huixquilucan y en medio del polvo que levantamos los miles de pies, nos retiramos pensando en la necesidad de nuestra participación, convencidos de que con los trabajadores electricistas el cambio verdadero está por venir.
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5 de febrero 2012
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