Lo bello y lo util de lara

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Lo Bello y lo Ăštil de



Lo Bello y lo Ăštil de Lara


Este libro ha sido creado, desarrollado y editado en Barquisimeto, Venezuela.

Dirección ejecutiva José Rafael Sigala Arévalo jose.r.sigala@casapropia.com

Concepto y desarrollo editorial Álfredo Álvarez debuenafuente@hotmail.com

Coordinación editorial Julio Bolívar jbolivar_1999@yahoo.com

Textos Alfredo Álvarez Alejandro Barrios Anselmo Castillo Antonio Lucena Arnaldo Guédez Felipe Yajure José Rafael Sigala Juan Alonso Molina Morales Julio Bolívar Luis Enrique Silva Ceballos Nelson Freitez Nildo Echegaray Ramón Guillermo Aveledo Ramón Querales Reinaldo Rojas Taylor Rodríguez Dirección de Arte y Diseño Ricardo Limongi - Imago ricardolimongi@cantv.net

Asitencia de Diseño Yocie Báez - imago Fotografía Rafael Guillén - imago

rafaelguillenfot@hotmail.com

Corrección Alfredo Álvarez Julio Bolívar Digitalización de imágenes y procesamiento electrónico Soluciones Gráficas Impresión Editorial Arte Edición 2000 ejemplares Primera edición, Julio de 2004 Copyright © 2004 CASA PROPIA ENTIDAD DE AHORRO Y PRÉSTAMO Barquisimeto. Estado Lara, Venezuela Depósito Legal: LS 0512004398833. ISBN: 980-12-0599-7 Todos los derechos reservados a Casa Propia Entidad de Ahorro y Prestamo. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida, almacenada en sistema, reemplazable o transmitida, en ninguna forma o por ningún medio electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otro, sin el previo permiso de CASA PROPIA E.A.P.


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Casa Propia, es una Entidad de Ahorro y Préstamo que cuenta con todos los servicios de una institución financiera. Fue fundada en septiembre de 1963, como una Asociación Civil sin fines de lucro, integrante del Sistema Nacional de Ahorro y Préstamo, cuyo objeto era el de promover el ahorro en la comunidad y así poder invertirlo en desarrollos habitacionales que permitieran cubrir las necesidades de vivienda en la región. A partir de 1994 se amplía el ámbito de acción para las Entidades de Ahorro y Préstamo, permitiendo no sólo financiar el sector vivienda, sino ampliarlo a todas las áreas del sector productivo y comercial abriendo nuevos campos de crecimiento para la institución. En Asamblea celebrada en septiembre de 1995, se decidió que Casa Propia, Entidad de Ahorro y Préstamo adoptase la forma de Compañía Anónima. A través del tiempo, la entidad se ha esforzado por brindar un excelente servicio a la Región Centroccidental, estableciendo una amplia red de Centros de Negocios para ofrecer a nuestros clientes las más amplias oportunidades para realizar los mejores negocios, con una gama de variados instrumentos financieros y una innovadora plataforma tecnológica, y siempre atendidos por los buenos amigos que constituyen el capital humano de Casa Propia E A P., C.A. Junta Directiva Presidente José Rafael Sigala Vicepresidente José Bellosta Directores José Luis Vega Hernán Graterón Carlos Bellosta José Ignacio Sigala Américo Anzola Directores Suplentes Rafael Herrera Nelson Morello Manuel Alberto Graterón


Presentación La Junta Directiva me encomendó la agradable y a la vez, difícil tarea de dirigir la edición de un libro que recogiera una parte de los valores de esta tierra. Explicar lo que es esta región es un gran reto. Para aquel que la conoce, disfrutará de su lectura; para aquel que solo la ha visto en el mapa, después que lea este pequeño universo convertido en libro, seguro querrá conocerla. Es una agradable tarea, hablar de nuestra tierra, de sus costumbres y de su gente, sentimos que nos arraigamos más a este suelo. Se disfruta repasando a los cronistas, o nos deleitamos con las magnificas imágenes que ilustran este libro. Así mismo al releer a los ensayistas y sus temas reafirmamos los valores de su gente, su historia, sus costumbres, y se nos llena el corazón de orgullo y de un profundo amor por lo que es Lara y su vida material y espiritual. Es así mismo una difícil tarea, pues, compilar los valores de Lara, describir lo bello y útil de esta tierra, es una tarea colosal. Tal vez, pudiéramos escribir innumerables cuartillas y editar varios tomos sobre la grandeza de este pueblo. Este libro, en su diseño panorámico solo desea ser el inicio para insistir en hablar y escribir sobre la belleza y la utilidad que representa Lara en el contexto nacional, que muchas veces por ese rasgo cultural que tenemos los larense mostramos las cosas que hacemos, sin aspaviento, pero con la firmeza que nos da el convencimiento de que lo que hacemos ayudará a alguien en esta tierra; con este libro solo queremos iniciar una nueva descripción del esplendor de Lara. Hablar de Lara es referirse a sus pueblos, porque en cada una de ellos existe un sentimiento particular que los hace diversos y a la vez los une, la mejor manera de abordar a esos lugares y a su gente es a través de sus Cronistas Municipales, hombres y mujeres que preservan la memoria y la muy sentida pequeña historia local. En el caso de Lara nueve son sus municipios y “Nueve Rostros del Desarrollo y la Tradición en Lara”. La portada de este libro y el encabezamiento de esos capitulos están ilustrados con aldabas y cerraduras que cierran puertas y portones de la memoria, son autores, los encargados de abrirlos y así nos llevan estos albaceas por los zaguanes de la historia y nos va mostrando las práctica culturales de cada pueblo. Debo agradecer profundamente al equipo editorial, que coordinó este proyecto, el entusiasmo con el que acogieron este delicado trabajo para lograr esta publicación, lo que representó, reuniones con los autores, para compartir el concepto del libro, visitas a los Municipios, la escogencia de los lugares y la intensa y escrupulosa selección de las imágenes que lo acompañan esta tierra, el conocimiento y la compresión de toda su gente. Deseo agradecerles de todo corazón en mi nombre y en el de la Junta Directiva de Casa Propia E.A.P, a todos los colaboradores de esta obra, por su esfuerzo y dedicación para lograr esta publicación. Este libro es un homenaje al Estado Lara, homenaje que hacemos en nombre de todo nuestro personal de nuestros clientes, para de esta manera realizar en su

nombre un aporte más en pro del desarrollo y el conocimiento de nuestro Estado, que por cuarenta años, hemos compartido, y nos hemos convertido en los Buenos Amigos de la familia Larense. José Rafael Sigala Arévalo Barquisimeto 2004



Resulta obligante contar la historia que hizo posible este ejercicio de constancia representadas en las doscientas y tantas páginas que integran un texto que termina por ser mágico y coherente sin obviar por ello cada uno de sus propósitos. Se convocó la academia dándole cabida al pensamiento mas renovado en torno al acontecer histórico local y de manera puntual el desarrollo económico del estado en las cuatro décadas que prosiguen a la fundación de Casa Propia EAP. La aguda mirada del historiador Reinaldo Rojas se entrelaza con la nostálgica visión que de la ciudad y sus ciudadanos posee Ramón Guillermo Aveledo. Un larense de Barquisimeto y un Barquisimetano de San Juan como gusta presentarse. Nelson Freitez, sociólogo y docente universitario nos desnuda la particular disposición del larense a la actividad gregaria, identificándola como su principal mecanismo de reivindicación. Nos sugiere Freitez en su apasionada reflexión, de cómo el peso de la religiosidad influye en forma determinante en la constitución de una actitud de primera línea en el quehacer colectivo, pero que resulta al mismo tiempo alejado del poder político, como mecanismo de movilidad social. ¿Porqué no tendrá el larense la misma vocación de poder que caracteriza el andino, al central o al zuliano? Sobre ello indaga y aporta nuevas percepciones.

A manera de introducción Este es un libro difícil y complejo. Ambicioso y determinado en cada una de sus páginas, en sus ilustraciones, fotografías y espacios en blanco. Resulta serlo por la legítima pretensión de mostrar en un solo esfuerzo “Lo Bello y Útil de Lara”, tarea para la cual será necesario editar varios libros, o en su defecto, constituir una línea de producción editorial que se encargue de mostrar el maravilloso mundo que se contiene en nuestros limites geográficos. En ambos ejercicios, yo le apuesto al rico y espectacular paisaje humano que se siembra en cada rincón de esta tierra pródiga, sedienta y ahíta de prolongados olvidos. Culminada la jornada tan solo resta señalar que la tarea podrá quedar exenta de cualquier calificación, pero nunca podrá eludir aquella que la identifica como “difícil y compleja”. Al reconocer esta singular naturaleza señalamos que su aporte es el primero de los muchos que deben realizarse para depositar a buen resguardo la memoria y el imaginario colectivo de todo el pueblo larense. Esfuerzo que debe ser asumido como la más solidaria contribución a las futuras generaciones, y en razón de ello insistimos en el carácter ambicioso de este libro. Merece el calificativo porque trató - y logró con acierto - reunir las visiones más disímiles sobre el acontecer local y sobre el desarrollo alcanzado en los últimos cuarenta años, circunstancia que hemos hecho coincidir con el Cuadragésimo Aniversario de Casa Propia EAP, institución financiera de gran arraigo en Lara y centroccidente. Estas coincidencias no son gratuitas, pero tampoco fue fácil hacerlas caminar la misma ruta, el mismo paso y el mismo trecho. De allí la recurrencia a los términos difícil y ambicioso. Es menester decir también que desde un primer momento la institución financiera y en particular su Junta Directiva hizo suyo el proyecto apoyándolo en todo cuanto fue necesario para llegar a buen término.

Singular simbiosis es la que ofrece Juan Alonso Molina. Historiador y Gastrónomo. Su línea de trabajo es precisamente la gastronomía local y sobre ella abunda con generosidad y solvente erudición. Nos responde entonces ¿Porqué y Cómo manjares irrepetibles en otra locación, como el lomo prensado, el mute de chivo, o la resbaladera tocuyana, influyen de manera tan determinante en la conformación del perfil cultural del larense? ¿De cómo las vituallas y su posterior elaboración - con sello de un marcado sincretismo - permiten conocer la riqueza ancestral que se esconde en una panadería singular como la Tocuyana o el Pan de Aguada Grande? Su trabajo desanda los detalles íntimos de una gastronomía posiblemente hija de la escasez, pero no por eso un hecho menos lúcido y gratificante. Su reflexión además de agradable, es culta e ilustrativa. Luis Enrique Silva Ceballos. Músico y descendiente de músicos nos toma de la mano y nos conduce por la senda de un camino que no tiene parangón en la geografía nacional. La música larense y sus creadores es un tema para miles de acotaciones y mayores precisiones, que el profesor Silva Ceballos logra resolver con acierto y solvencia. En nuestra modesta opinión - sobre todo en temas musicales, porque además de modesta es sorda - el mayor mérito de su elaboración es que no recurre al lugar común para justificar su trabajo. Nos presenta de la manera más sencilla, el más acabado logro de la cultura regional: Una música sonora alegre y festiva. Culta y trascendente. Así sonamos. El imaginario local es un trabajo calcado para Julio Bolívar docente y gerente del sector cultural. A el le correspondió indagar sobre la elaboración de una cultura local y que elementos han influido en ella. ¿Sómos en verdad una sociedad culta? ¿Vamos en camino de serlo? ¿De qué manera es posible aproximarse a un hecho netamente autóctono en lo que a nuestras expresiones culturales se refiere? Un dato al aire... ¿Porqué sobrevive en Lara la ultima escuela paisajística de Venezuela? La nuestra es una región donde confluye excelentes dibujantes, pintores y escultores. Julio se ocupa


de ese detalle y por allí discurre un interesante ejercicio.

La otra mirada En esta descripción del libro, el orden de las colaboraciones que sugiero, ha sido alterado de manera deliberada. En el libro aparecen con otra secuencia y con otro ritmo. Me resulto más fácil visualizar el libro en dos momentos y dos espacios, y sugerir otra mirada del texto que presentamos ahora. En primer término el de los creadores de una reflexión en torno a los que somos o creemos que llegaremos a ser. Ese trabajo de Rojas, Aveledo, Freitez, Silva Ceballos, Molina y Bolívar es inédito y por eso merece ser considerado en esa perspectiva. Agrupado, como está impreso, representa una audaz propuesta para ser seguida, imitada y superada. Este esfuerzo apunta a vernos como lo que realmente somos, y de allí extraigo su mayor mérito y enseñanza. En segundo término el complemento determinante del libro, sin duda esta representado por la visión de los cronistas de cada uno de los municipios que integran la geografía regional. ¿Quién mejor que ellos para dibujarnos sin egoísmos ni pretenciosas ambiciones el espacio al cual le escriben la historia menuda y diaria?. Los cronistas han realizado un majestuoso inventario de las posibilidades que habitan y esperan en cada rincón del Estado. Siguen entonces los nombres de Ramón Querales (Iribarren) Reinaldo Rojas (Crespo) Taylor Rodríguez (Palavecino) Antonio Lucena (Simón Planas) Nildo Echegaray (Jiménez) Alejandro Barrios (Torres) Anselmo Castillo (Andrés Eloy Blanco). En ausencia y por emergencia también leemos los aportes de Arnaldo Guédez (Morán) y Juan Alonso Molina (Urdaneta) Con su obligante inclusión se reivindican las bondades del poder local, representado en la estructura funcional de cada municipio y el poder de los ciudadanos. Son prohombres malamente ignorados a quienes se les discrima y relega, mas por ignorancia, que por otra causa mezquina, las cuales no terminan por ser pocas. Con su presencia se quiso cerrar un ciclo vital e importante en la historia de cada pueblo y ciudad de Lara, la cual tiene que ser contada por quien la ayuda a bien nacer. Los cronistas son el otro tiempo de este libro y nuestro mayor logro es haberlos convocado, convencido y reunido en la inmensa literalidad del papel en blanco. La seria reflexión de los primeros colaboradores y la visión cierta de cada localidad dibujada con acierto por los cronistas - verdaderos héroes de las contingencias y los olvidos - nos permite ver en detalle lo verdaderamente Bello y Útil de Lara. Este de verdad es un libro difícil y complejo. Ambicioso y determinado. Apreciemos ahora su Belleza y la Utilidad de su información. La pluralidad y la confluencia de visiones constituyen su mayor acierto, y de ello nos percatamos ciertamente al terminar de ensamblarlo. Antes tan solo lo habíamos intuido, casi como una sospecha, como un presagio preterido. Ahora sabemos que es rigurosamente cierto. Alfredo Álvarez Vista al Parque Noviembre de 2003


mujeres, ancianos, niños, jóvenes, enfermos, necesitados, devotos, curiosos y vendedores, todos reunidos en un solo río de gente, que cada uno de nosotros, que van pronunciando cada uno por su cuenta, todos a la vez, oraciones y plegarias en honor a su Patrona, unos dan gracias a los favores recibidos, otros le piden las ayudas que solo la fe divina puede conceder y los mas festejan su presencia con sus rezos y alabanzas, pero todos con una billiciosa y entusiasta alegría que demuestra la clara devoción con la cual se le atribuye el salvar del cólera Barquisimeto en 1856, la que tiene su historia cargada de milagros y leyendas.

Origen de su devoción Corría el año de 1703, en Sevilla; el cura párroco de la iglesia de San Gil, llamado Isidoro de Sevilla, ordenó al pintor Miguel Alonso Tovar, que le hiciera un cuadro de la Virgen, ataviada como pastora, y así la expuso en la procesión del 8 de septiembre, día de fiesta de la Natividad de la Virgen; esta imagen pronto cautivó el afecto de los sevillanos. Emocionado por la fervorosa acogida que tuvo la Virgen María bajo la advocación de la Pastora, Isidoro de Sevilla dedicó el resto de su existencia a propagar el fervor y la devoción a la virgen pastora. Así se creó la “Primitiva Hermandad del Rebaño de María”, primer esfuerzo en la formación de una cofradía dedicada a fomentar la adoración a la Divina Pastora. Además del cuadro se elaboraron tallas, imágenes, medallas y lienzos, propagose la devoción por los confines de Andalucía, en el resto de España y otros reinos europeos; de la misma manera llegó a las colonias de América. Siendo Isidoro de Sevilla de la orden de los Franciscanos, esta congregación acogió y propagó la devoción a la Divina Pastora, por todos los sitios donde ellos estaban. Fue el capuchino Marcelino de San Vicente, Prefecto de las misiones franciscanas en Venezuela, quien antes de venir, se aloja en Sevilla en la Parroquia de San Gil, Isidoro de Sevilla le inculca la fe en la advocación de la Divina Pastora, y así al llegar a las misiones de esta colonia promovió el fervor a ella. Fue este padre, quien funda el pueblo Apostolado de Algaride, una villa de gayones en las sabanas de Bobare, y valiéndose de la predica a la Virgen Pastora, logra la catequización y pacificación de los indios, luego de este logro, deja a la villa bajo el cuidado del cura doctrinero de Santa Rosa, Fray Bartolome de Salazar y Ruiz, quien logra lo mismo con los gayones de Santa Rosa del Cerrito. Divina Pastora 1950

La Divina Pastora No podemos escribir sobre lo bello de Lara sin atender a la hermosa demostración de fe que cada 14 de enero los larenses le damos a nuestra Virgen Zagala, nuestra Patrona, la Divina Pastora; Virgen de los larenses, recolectora de nuestra fe, y la más bella manifestación de devoción que un pueblo pueda dar. Con la visita de su Virgen el pueblo entero se reúne en la procesión más impresionante y numerosa que se conozca en este país. Hombres,

Los gayones y la Virgen Los gayones, se caracterizaron por ser un pueblo valiente, guerrero, indómito e indoblegable, los cuales desde la primera presencia de los colonizadores, los combaten sin lograr avasallarlos. Para esta época, de principios del siglo XVIII, ya diezmados demográficamente por la persecución, las guerras y el acoso, además de los traslados de familias enteras a otras regiones, es cuando con paciencia y dedicación de los curas doctrineros, se consigue la pacificación de este pueblo indómito, apoyados en la predica de la Divina Pastora, a partir de ese momento a Fray Bartolomé de Salazar y Ruiz, se le consideró el pacificador de los gayones.


Este acontecimiento con los gayones, dio inicio a la devoción en la Virgen de los larenses, esta se fue acrecentando con los sucesos del siglo XIX, es decir, el terremoto de 1812, la guerra de Independencia, circunstancias estas, que entre otras, inducen al pueblo a solicitar al Poder Divino, la protección, la ayuda o el consuelo. Luego a mediado del ese siglo estalla el cólera en Barquisimeto, y es entonces, cuando las acciones de Padre Macario Yépez, consagran a la Divina Pastora, como la patrona espiritual de Lara.

La Imagen, su leyenda Es parte de la tradición de los barquisimetanos, que en el año de 1740, siendo párroco de Santa Rosa del Cerrito el padre Sebastián Bernal, quiso para su iglesia una imagen de la Inmaculada Concepción, y así mismo, el vicario de la iglesia de la Inmaculada Concepción de Barquisimeto en la misma fecha solicitó una imagen de la Divina Pastora, pero por esos designios de la Providencia al llegar las cargas con las imágenes, cada una en un cajón, el de la Divina Pastora, fue a parar a Santa Rosa y el otro a la Iglesia de La Concepción en Barquisimeto. Al abrir el cajón en Santa Rosa el padre Bernal se dio cuenta de la equivocación y mandó a unos indios y arrieros a que transportaran la caja hasta la iglesia de Barquisimeto, pero en ese momento el bulto que contenía a la Divina Pastora, se puso tan pesado, que ni los indios ni las bestias pudieron moverlo. Sorprendido por este acontecimiento el padre Bernal le comunicó al vicario lo ocurrido, a lo cual este consideró que siendo el deseo de la Divina Pastora quedarse en Santa Rosa, la dejará allá y se le rindiera culto. (Nectario María, 1926). Este hecho, es parte de una hermosa herencia que nos deja la leyenda que rodea su historia y llegada a la región larense, hasta hoy, no hay pruebas de ese hecho, sin embargo es tradición que desde la imaginación genera la belleza de la fe hacia la Divina Pastora.

El Santuario Para promulgar la devoción en la Divina Pastora, se creó en el templo de Santa Rosa del Cerrito, un altar dedicado a ella. Para el año de 1746, se hace mención de él, con motivo de la visita eclesiástica del Vicario Superintendente Carlos de Herrera. El culto crecía de año en año, y en esa comarca se le veneraba, especialmente el día de su fiesta el 8 de septiembre, fecha en la cual Santa Rosa se convertía en el espacio para una romería de la devoción. Esta costumbre y ese culto se siguió desarrollando de esta manera, hasta el terremoto del año de 1812, que arrasó y destruyó innumerables inmuebles en toda la región, así se derrumbó la iglesia de La Inmaculada Concepción de Barquisimeto, y otras edificaciones, siendo la iglesia de Santa Rosa una de ellas, pero la nave lateral, la que albergaba al altar de la Divina Pastora, quedo intacta y la imagen no sufrió daño alguno. Esto llamo la atención de los devotos que consideraron, se debía a un milagro

de su Virgen. A partir de ese momento, y con grandes esfuerzos y sacrificios, se comenzó la reconstrucción del templo el cual quedo terminado en el año de 1864, y desde esa fecha hasta hoy, con muy pocas modificaciones ha sido el hogar de la Divina Pastora. Una de esas mejoras que se le han hecho al Santuario, ocurrió en el año de 1956, con motivo de la Coronación Canónica de la Virgen, fecha en la que se restauró el altar mayor, se realizaron nuevos adornos en tallas de madera y se hicieron cinco pinturas alegóricas a la historia de la Divina Pastora.

Macario Yépez Nació en Barquisimeto el 23 de abril de 1799, hijo de Francisco de Paula Yépez, agricultor tocuyano venido a Barquisimeto y había adquirido la Hacienda Santa Cruz; y de doña María Josefa Tovar, quiboreña. Estudió inicialmente en El Tocuyo bajo la tutela de Pedro Manuel Yépez, su pariente. Luego, al decidirse por la carrera eclesiástica, obtiene la beca seminaria de la ciudad y se va a Caracas a estudiar en el Real Colegio Seminario Tridentino de esa ciudad, a la par de los estudios en el seminario, cursa en la Universidad Central, filosofía graduándose en 1822 y de Licenciado y Maestro en Filosofía en 1824 (Suárez y Bethencourt, 1996). Viaja a Mérida y se ordena sacerdote en octubre de ese mismo año, de allí se traslada a Barquisimeto, y se dedica a la enseñanza, funda en su casa una escuela primaria, posteriormente se dedica a la enseñanza de latinidad y gramática. En 1835 es nombrado Vicario Foráneo de Barquisimeto y luego en 1837 cura interino de la iglesia de la Inmaculada Concepción, más tarde sería nombrado párroco; con ese cargo se empeña en la reconstrucción de la iglesia, que aún se encontraba en ruinas por los efectos del terremoto de 1812, y con el aporte de la comunidad logró la culminación de la obra. En el año de 1853, se llevó a cabo la consagración y la bendición del templo. Era Macario Yépez un elocuente erudito y muy vehemente orador, su apasionada y polémica vida lo llevó a participar muy activamente en el quehacer social y político del país y de la región, presidió la Comisión Regional que se creó para rendirle honores al Libertador con motivo de la repatriación de sus restos desde Santa Marta. Fue representante provincial de Barquisimeto en el Congreso en los años de 1841 a 1844 y luego en 1847. Es Vicepresidente de la Cámara de Representantes en 1842 y 1843 y Presidente de la misma en 1844. En 1849, se funda la Sociedad Democrática, que preside Andrés Guillermo Alvizu y el padre Macario Yépez es su vicepresidente, desde allí combate las teorías liberales. Participa en la revolución de julio de 1854, contra el General José Gregorio Monagas y se vio involucrado en los sangrientos acontecimientos de esa acción lo que le llevó a presentarse en los “Tribunales de Justicia”. A finales del año de 1855 hace su aparición en la ciudad el cólera, y ante tan terrible mal, el padre Yépez propone la construcción de una Cruz Salvadora en el sitio de Tierritas Blancas, en las afueras de la ciudad. Convoca Macario Yépez, a una rogativa ante la Cruz Salvadora, y se llevan al sitio imágenes de las iglesias de Barquisimeto y a la imagen


de la Divina Pastora desde Santa Rosa hasta Tierritas Blancas, allí el presbítero, en un encendido sermón calma a los angustiados fieles, y todos ellos precedidos por Macario Yépez, traen a la Divina Pastora hasta la iglesia de la Concepción, en un acto muy emotivo y cargado de fe. La virgen pasa allí varios días y luego es llevada a las otras iglesias de la ciudad. Realmente desde ese día la epidemia decayó, pero el presbítero Macario Yépez moriría varios meses después, el 16 de junio de ese año de tifus o fiebre tifoidea. El acto de ofrecerse como la última víctima del cólera, es parte de la tradición, y la hermosa leyenda que se convirtió en historia de la Divina Pastora.

El Cólera El 9 de septiembre de 1854, atracaba en Barrancas del Orinoco, el buque “Integridad” de la armada venezolana, venía con su tripulación infectada y moribunda, sin embargo, aunque fue aislado, el cólera desembarcó, con ella también bajó la muerte, la angustia y la pestilencia de esa mortal enfermedad que cundió por el país. Pronto, toda la nación fue víctima del mal. En noviembre de 1855, el cólera llegó a Barquisimeto, en pocos días en la comarca, imperaba la muerte. Presidía el gobierno del Barquisimeto el General Zabulón Valverde, quien no tuvo disposición oficial de crear medios de aislamiento a los enfermos ni de crear la “Junta Superior de Sanidad”, de esta manera los vecinos se ayudaban entre sí, por solidaridad, pero lo que hacían era propagar más la enfermedad. El Gobierno creó cuadrillas de policías y de presos para enterrar a los muertos y se construyó el cementerio del Dividive, también llamado de los colerientos. El terror se apoderó de toda la región y solo la fe en alguna ayuda Suprema, era la esperanza. Es aquí en donde el acto valiente del padre Macario Yépez, adquiere dimensiones milagrosas, al proponer la construcción de la Cruz Salvadora y la rogativa con las diversas imágenes, y al ceder la enfermedad su acción destructora, la Divina Pastora, se entroniza en el corazón de los barquisimetanos como la madre salvadora del cólera.

La Procesión El implantar la tradición de realizar cada 14 de enero, la traída de la Divina Pastora en procesión desde Santa Rosa hasta Barquisimeto, se la debemos al cura José María Raldiriz, quien fuera párroco de la iglesia de la Concepción, amigo entrañable y sucesor del presbítero Macario Yépez. Raldiriz, escribió una elegía a la muerte de su amigo, y en ella relata, como el padre Yépez ofrenda su vida ante la Virgen, a cambio de se calme el cólera. En recuerdo a ese emotivo acto de fe del 14 de enero del año de 1856, determinó el empeño que el padre Raldiriz pusiera en la conmemoración de ese día, como una manifestación de fe por la Virgen que se había adueñado del cariño de los barquisimetanos, y a partir de ese convulsionado siglo XIX, lleno de guerras civiles, alzamientos y enfermedades, no hubo un año en el cual no se realizara la procesión. Cada 14 de enero, antes del amanecer la plaza de Santa Rosa, se llena de bullicio, son los fieles que entusiasmados y llenos de fe esperan se abra el templo para ser los primeros en recibir la bendición de su patrona.

Al primer repique de campanas, el espacio de Santa Rosa se llena de oraciones, es un murmullo profundo y permanente y no se callará sino al anochecer cuando la Divina Pastora llegue a la Catedral, una oración permanente pronunciada individualmente por miles de personas a la vez acompaña a su patrona a través de su travesía desde Santa Rosa hasta Barquisimeto. Pueden verse en la procesión, los que pagan las promesas, los que visten de pastores, o nazarenos, los que lanzan cohetes o tocan tambores, los que tienen orquestas, una diversidad de rostros, de edades, de motivos, pero todos dando salves y desgranando las cuentas del rosario. Lo cierto es, que los fieles, que con devoción se acercan a la Divina Pastora, con la mirada triste y el rostro angustiado, a su sola presencia cambian su semblante, por una mirada alegre, esperanzadora y una cara sonriente y así, desde el fondo de su corazón brota una plegaria, que sus labios pronuncian. No tiene medida la cantidad de fieles que asiste a la procesión, unos la acompañan, otros la ven pasar, otros desde sus casas la imploran al escuchar los cohetes, pero toda la ciudad se viste de fe para recibir a su patrona. La tradición de la Divina Pastora es un acto de fe, la devoción en ella, esta cargada de leyendas y las leyendas son los postigos que dejo abiertos la historia. La pacificación de los gayones, el terremoto de 1812, el cólera y el padre Macario Yépez, son hechos que mueven a creer en ella, pero el verdadero milagro de la Divina Pastora es el que ha hecho con los larenses, se ha apoderado de sus corazones. Que la Pastora de Santa Rosa, lo más bello de Lara, nos bendiga a todos. José Rafael Sigala Arévalo Barquisimeto, 2004.



La Pastorita de Sevilla Las primeras noticias en detalle las obtuve de Manuel Caballero, periodista, historiador, analista político, Cardenalero y Barquisimetano impenitente. Muy a pesar de vivir desde hace muchos años en Caracas no ha perdido ese especial dejo al hablar que caracteriza a los Barquisimetanos, así estén hablando en otro idioma. Manuel debe ser el único individuo que hablando inglés denuncia sin mayores problemas su lugar de origen. No recuerdo con exactitud el sitio donde se desarrolló el diálogo, algún restaurante de Caracas seguramente, pero en el me refería su agnosticismo así como su militancia atea. Lo original de ese discurso es que no excluía de sus creencias a la Divina Pastora y a los Cardenales de Lara. Manuel es un guaro ciento por ciento original. Por más lejos que esté de su ciudad natal, no pierde de vista aquellos detalles y hábitos que hacen de los nacidos en este lar, unos seres únicos e inclonables. Sorbió su bebida con calma y mientras se relamía sus inmensos bigotes de felino domesticado, me dijo que él era poseedor de un secreto que seguramente muchos seguidores de la Divina Pastora no podían ni siquiera imaginarse. “Yo conozco la original y se donde se encuentra” aseguraba con aire doctoral y misterioso. A su confesión yo sume la mía. Mi devoción por la Divina Pastora es íntima y silente. Alejada se esas demostraciones efusivas y altisonantes de sacrificio y martirio cada 14 de Enero. Las respeto pero no las comparto. Lo mío con la “Pastorita” - única demostración de igualitarismo que me permito con ella - es cosa de nosotros dos. Por lo general me ubico en algún lugar de la procesión de cada 14 de Enero, la saludo con respeto al verla pasar y ya está. Luego la visito con más calma en algún templo donde pernocte y nuestro diálogo se hace rico y fecundo. Es probable que nos tropecemos, caminando por los amplios espacios de la ciudad, la saludo nuevamente y le cedo el paso augurándole mis mejores deseos. Lo mío con la “Pastorita” - le dije a Manuel - es calladito y en secreto. Ella pasa y yo la admiro en silencio, y mientras eso sucede, un tornado de emociones retumba en mi interior de cristiano incompleto. En ese instante vuelvo a percatarme de lo inacabado que somos. Que le hacemos trampa a la vida religiosa que nos debemos obligar a llevar, y terminamos dándole una nueva prórroga a nuestros deberes espirituales. Me sacudo entonces y todo no sigue igual, la Divina, como siempre obró su Milagro. Por supuesto que el ánimo de estas líneas no es describir mi especial relación con la Divina Pastora, si no enterarlos de como siguiendo yo el consejo de Manuel Caballero, visité el sitio donde él, como historiador, me señalaba se encuentra la Divina Pastora original. En septiembre de 2001 en una visita a España, recalé como es obligante en la bella ciudad de Sevilla. Recordé la recomendaciones de Caballero y de sobremanera su juicio sobre que en esa ciudad se encuentra el génesis de la devoción por la Divina Pastora.

La suave brisa del Guadalquivir que besa la ciudad, guió mis pasos. No fue difícil dar con el sitio. Se encuentra en pleno corazón de Sevilla, en un área de amplios hoteles y singulares bulevares; muy cerca de unas antiguas murallas que aún quedan en pie. Seguramente, si las ve algún alcalde venezolano, las termina de derruir, o en su defecto las frisa para luego decorarlas con algún mensaje alusivo a su portentosa obra de gobierno. Llegamos a pie desde el Barrio de Santa Cruz, y por ser día domingo el Convento de los Capuchinos, su sede de siempre, permanecía cerrado por el resto de la tarde. Si vine aquí desde tan lejos, una puerta cerrada no será obstáculo para poder verla me dije como es habitual en nuestros diálogos. En nuestro quinto intento por acceder al convento en esa dormida tarde de domingo, una puerta se entreabrió y permitió observar el amable rostro de padre capuchino que entre sorprendido y aburrido escuchaba nuestra loca historia, intentos y extravíos por ver a la virgen divina. Para nuestra ventura el padre había sido misionero en el estado Amazonas y en Guanare. Después dicen que los milagros no existen. No fue fácil dejar fuera del cuento a la Virgen de Coromoto y explicarle que Lupita Ferrer y José Bardina ya no hacían más novelas juntos. Solicitó saber sobre la vida de María Teresa Chacín y de los noticieros de Radio Rumbos. Gracias a ellos conocía buena parte de las calamidades de los venezolanos. La tarde estaba hecha para vencer retos y nuestra elocuencia lo acercó hasta Santa Rosa en una operación para restar kilómetros de recorridos y describir nuestras intensas procesiones del 14 de Enero. El resto es la parte de la historia más especial. El flash de nuestra cámara falló por falta de carga en las baterías, pero aparecieron unas de repuesto. Creo que por arte de magia ¿o de milagro? Sencillamente abrí una gaveta y allí estaban las “pilas” esperando por mí. No había en el templo mucha luz, pero las fotografías resultaron de una calidad aceptable. La visita guiada por el amable capuchino fue de un rápido total, pero logramos ver todo cuanto era necesario. La virgen lucia bellísima y creo que agradecía nuestra insistencia. Pero lo mejor de todo fue que experimente la misma emoción que cuando visito el Santuario de Santa Rosa. Un tornado de sentimientos y emociones se agitaron en mi interior, dándome pequeños golpes y empujones a lo largo y ancho de mí intima geografía. La tenía ante mí, esta era más joven, pero era la misma Pastora de mis amores. Manuel Caballero nuevamente tenía razón. La explicación del capuchino daba cuenta que el convento había sido reconstruido, y a estas alturas no era ni la sombra de lo que fue en la época de la conquista, cuando partían desde Sevilla “los naos” en pos de la América. Nos mostró el altar donde se encuentra una bellísima imagen de La Divina Pastora, mucho más joven que la nuestra. Obviamente el viaje hasta Santa Rosa la hizo más adusta y más madura. Observamos también una inmensa colección de pinturas alegóricas a su aparición ante los padres Capuchinos. El resto de pinturas de la virgen estaban para ese entonces en otros sitios de resguardo, aguardando por la culminación de las obras de restauración del convento.


Por ser domingo, y “tarde en la tarde” el reverendo padre dio por concluida la visita guiada. Yo tenía mis fotos y grabada en lo más profundo de mí ser, la bella imagen de la Divina Pastora. Para mí, joven, bella y gitana, como seguramente tiene que ser la madre de todos los mortales. La virgen, reza una leyenda a las puertas del convento, se apareció un día cualquiera de 1703 y se mostró vestida de Pastora a V. P. Fray Isidoro de Sevilla, mandándole a predicar al mundo esta devoción, como seguro remedio para la conversión de los pecadores. En eso anda todavía. Haciendo también uno que otro milagro. Que se los digo yo. Felipe Yajure




Cada cabeza es un mundo Ramón Guillermo Aveledo

Barquisimeto es encrucijada de caminos y Lara está en el medio del centro, la costa, los llanos y los Andes de Venezuela. Cruzado de influencias de todo el país, esta ha sido también una región abierta al mundo. Los canarios de Quíbor, Sanare y Siquisique son tan criollos como los apellidos libaneses de los viejos negocios de la Calle del Comercio. O como los nombres franceses, italianos y alemanes que figuran en el acta de fundación de la Cámara de Comercio, hace rato centenaria. Alemán era el padre del sacerdote barquisimetano Juan Pablo Wohnsiedler (1846-1897), educador, traductor de cursos de filosofía, y escritor de un tratado de prosodia griega y latina. El párroco y principal educador de Duaca fue por décadas un italiano grande y generoso llamado Alejandro Zaini, e italiano es San Nicolás de Bari, el patrono de Sarare, ya en la orilla del lindero con Portuguesa, a donde fueron a parar mis remotos abuelos venidos de Santa Margherita, vecina de Génova, en una Liguria de vinos blancos y brisas marinas. Nuestro mayor poeta, Rafael Cadenas guarda más de un rincón de su obra sutilmente conmovedora para

traducir a D.H. Lawrence, mirar la Orestíada de Schaubühnne, o darnos una noticia tan obvia como inesperada: “Las cosas quieren ser vividas”, con motivo del mismo Rainer María Rilke que afirmara que “La verdadera patria de un hombre es su infancia”, o acaso deslizar en confidencia el hallazgo, de “como la vieron los ojos de la atención” del flamenco vital Petrus Paulus Rubens a Helena Fourment, rosada, rotunda, rebosante, y ella “irrumpe como un deseo/ desde la tela”. Dos modestísimos muchachos torrenses, uno del Barrio Nuevo de nombre Rodrigo Riera y otro de La Candelaria que firma Alirio Díaz, figuran entre los maestros de la guitarra del orbe entero, y no hay hipérbole, ni siquiera en The Daily Telegraph, periódico conservador y londinense, capaz de afirmar que tal vez podría encontrarse un intérprete mejor que Díaz en algún planeta lejano. Nuestro ensayista Manuel Caballero dedica tiempo y seso a la tercera Internacional y al Desarrollo Desigual del Socialismo. El cuentista y candidato presidencial Héctor Mujica, renuncia al Partido Comunista de sus sueños juveniles por causa del golpe de estado contra Mijail

Gorbachov. Nuestro corazón deportivo es para el béisbol, el más global de los deportes venezolanos y el más venezolano de los deportes globales, que se juega en estos peladeros desde 1908 y en ese juego, una de las grandes rivalidades históricas en Lara fue la de la década del cuarenta entre el América y el Japón, denominaciones con motivaciones universalistas. Y nuestro Premio Nacional de Artes Plásticas Edgar Sánchez, hermano de mi amigo Rodolfo, el dueño del Gallo Giro de Aguada Grande, lleva los peloteros del diamante al lienzo . En Aguada Grande, pan dulce amasado en áspero clima, otro de mis mejores amigos es Khaled, un palestino. El barquisimetano Fini Veracochea, tras aprendizaje en Hollywood, es de los pioneros del cine venezolano, y en Barquisimeto el duaqueño Amábilis Cordero, quien aprendió cinematografía en un curso por correspondencia, hizo cine en 1928. Todo ello con la misma naturalidad con la cual el tenor Aquiles Machado debuta en Metropolitan Opera House de Nueva York, haciendo Rodolfo en La Boheme de Giacomo Puccini, como antes en el Teatro Real de Madrid.

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Para todo eso no tengo explicación. Sólo sé que es así, y que esa verdad sentida e inexplicable nos educa de una manera tercamente nuestra y reiteradamente hospitalaria a lo ajeno.

1 El XIX fue un siglo violento. Así en Venezuela como en Lara, que no vino a llamarse así hasta la década octava de esa centuria. La pelea por la Independencia sería larga y costosa. En el Congreso que la declaró en 1811, es Diputado por Barquisimeto José Angel Alamo. De su redacción es el proyecto de Ley de Abolición de la Tortura que la cámara sanciona. También lo había sido la primera Declaración de los Derechos del Ciudadano, dictada “...para que el magistrado no pierda jamás de vista la norma de su conducta y el legislador no confunda en ningún caso el objeto de su misión.” Pero la cosa no terminaría en aquella luna de miel de buenas intenciones. Del año doce en adelante empezaría una guerra durísima. La pausa de construcción republicana iniciada en 1830

Casa Barquisimetana

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se rompe con el “Fusilamiento del Congreso” del 24 de enero del año cuarenta y ocho. De ahí en adelante, será el tiempo de las revoluciones que van y vienen, dejando su rastro de polvo, pólvora y sangre. La guerra envenenaba los espíritus, mataba los hombres, arruinaba los campos, destrozaba las ciudades. Un venezolano nacido en 1828 que cumpliera sesenta en el ochenta y ocho, si se salvaba del hambre, el paludismo y la violencia, cuenta Caballero que sacó la cuenta, había sido testigo o actor de unas doce acciones de guerra por año. Los días de la ira: Las guerras civiles en Venezuela 1830-1903, es el libro escrito para contar ese prolongado drama nacional por un barquisimetano aventurero que se va a Nueva York a los dieciséis años, con ganas de ser guionista o actor de cine, o si es posible aviador. Se llama Antonio Arráiz. De esas páginas, el siguiente trozo no nos ahorrará la lectura, pero sí nos empujará, de una vez, a la reflexión inevitable: “De la larga y terrible experiencia de la guerra de la Independencia el pueblo venezolano heredó tres condiciones que predisponían a la


Parque Ayacucho

beligerancia: a) el hábito mismo de la guerra; b) una gran miseria; y c) la existencia de una casta guerrera ambiciosa y pendenciera”. En ese país era, como corresponde, doctor y general, el político cabudareño Vicente Amengual, quien votó en el Congreso de 1853 la abolición de la esclavitud, no sin plantear una indemnización para los propietarios de esclavos que tenían un derecho garantizado por la Constitución. Y su copartidario liberal, el caroreño Ildefonso Riera Aguinagalde, en 1864, usa por primera vez la expresión Democracia Cristiana, siete años antes que en Bélgica Gustave De Jaer. Famosa fue la polémica de 1868 entre Riera Aguinagalde y Cecilio Acosta, bajo los seudónimos respectivos de Clodius y Tullius . El de Carora defiende las revoluciones que el de San Diego teme y matiza las advertencias de éste acerca de los males de la guerra, porque lo hace “sentado en el palco del quietismo” y desconfía, “porque él no lo ha ejercitado, de su sentido práctico”, pero sin embargo coincide con Acosta en algo fundamental: “El odio político, especie de locura que hemos pagado con desastres

y sangre, salvaje por los rencores y feroz por sus exigencias, ha sido la lepra incurable, el virus fecundo con que se ha contaminado la sangre del cuerpo social; por eso aquel de los bandos que cuente más víctimas, que haya poblado más cárceles, expatriado más ciudadanos, enlutado más hogares, desolado más familias, destruido más intereses, él y no otro será responsable, ante la historia, de sus propios hechos.”

¿De quien habla Guerrero? ¿En quien piensa? Riera Aguinagalde, quien además de ser orador ha biografiado a notables oradores europeos de su tiempo, dejará rastro en Barcelona y morirá en París, desterrado.

A Riera Aguinagalde lo llama Luis Beltrán Guerrero, ya hablaremos de él, “El infortunado Ildefonso”. Es cuando cuenta de su primer viaje a Europa, desde donde escribe su Diario en Italia, a la vuelta del cual es Canciller, y de su discurso, el 5 de julio de 1868, a favor de la Independencia de Cuba, y de su prisión, desde donde escribe esta carta: “Estoy enfermo. Mándame si tienes un poquito de agua de colonia.” Deja también constancia que “aunque diga que no le gusta que le manden almuerzos ni nada extraordinario, bien se ve cómo las hallacas, el puchero, la natilla, el dulcito de lechosa, y toda suerte de platicos, le gustan sobremanera”.

En medio de esa Venezuela enguerrillada, en El Tocuyo, la ciudad madre de ciudades, el maestro Egidio Montesinos formaba muchachos de toda la región en el Colegio “La Concordia”. Uno de ellos, el caroreño Ramón Pompilio Oropeza, volvería en 1890 de Caracas a Carora, con un diploma de abogado y la experiencia que había adquirido en las aulas mientras ganaba algo que le permitiera sostener sus estudios. En su ciudad natal funda un colegio y lo llama “La Esperanza”, al frente de él estuvo tres décadas y pico. Allí mismo, pero 1865, a poco de finalizada la Guerra Federal, Andrés Riera Silva había fundado un instituto educacional al cual denominó “La Paz”.

Venezuela es plomo y proclama, pero también ideas que pugnan por abrirse paso, no tanto con la ambición de imponerse, como con la ilusión de expresarse.

Casa de Curarigua

Concordia, paz, esperanza. La educación como luz en la oscuridad. La educación como terca resistencia del espíritu humanista frente a la violencia. La educación como evidencia de ese “afirmativo venezolano” que diría Augusto Mijares, de esa tradición civilista que pugna por sobrevivir y abrirse paso en el reino de la violencia. Un país que cree y que crea, que trabaja y que estudia, que piensa y hace. Un país posible. El Colegio “La Concordia” de Montesinos tuvo larga vida. Larga es la lista de sus discípulos. Uno de ellos, Lisandro Alvarado, quien se define como “un alumno menos que mediano”, dice del maestro que “Su vida era esencialmente de recogimiento interior”. Alvarado, epónimo de la universidad centro-occidental y del liceo más viejo de Barquisimeto, alcanzaría dimensiones enormes en los predios de la inteligencia. Como médico estudió el cuerpo y la mente del ser humano, pero también la naturaleza, la historia, la lengua, y la cultura a través de las costumbres. Igual va en barco

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Una de las villas del Parque Ayacucho

Avenida Lara

a Europa donde será diplomático que en burro, desde Ospino donde será médico. El mundo es su provincia. Sus trabajos sobre las Sobre Guerras Civiles del País (1894) y su Historia de la Revolución Federal en Venezuela (1904) son útiles para comprender aquellos episodios. Dicen que una vez, estando ambos en funciones diplomáticas, a dos antiguos estudiantes de “La Concordia” los encontró la Navidad entre los fríos decembrinos de Inglaterra. Lisandro Alvarado y José Gil Fortoul, que de ellos se trata, se antojaron de comer hallacas y buscando en el inagotable comercio londinense fueron consiguiendo los ingredientes necesarios. Solo faltaban las hojas para envolver. Gran problema. ¿Dónde habrá matas de plátano? La cultura de los urgidos por la nostalgia gastronómica y la audacia de su gentilicio se unieron para encontrar solución. Se fueron para Kew Gardens, el jardín botánico de la capital del Imperio Británico; allí estaría la exótica materia prima aguardando su destino inesperado, y con el bisturí del Doctor Alvarado cortaron las

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hojas necesarias, y hallacas hubo. El episodio desentona con los públicos rigores victorianos, pero se aviene con los tiempos de su sucesor Eduardo VII, hijo de la reina y epónimo de un comedor en el restaurant Rules, cuyos manteles honraba con la actriz a quien amaba, en la misma dirección del distrito de los teatros, en la cual abre todavía hoy sus puertas cada día, para gozo de los comensales que visitan sus acolchados asientos de terciopelo rojo oscuro y profundo, adornos dorados. Allí traen el oloroso azuloso queso Stilton entero, para que el goloso excave de sus entrañas y lo coma bebiendo Oporto rubí. “Lo que Dios ha unido –diría a propósito Winston Churchillque no lo separe el hombre.” El Stilton es un queso madurado, no fresco como el de crineja o el de taparita, placeres más cotidianos. No conocen en Rules el lomo prensado, ni la gloria de las caraotas mogolloneras con tropezones de arepa pelada, ni el mondongo o mute cabudareño, ni el dulce de higos que equilibra dulzores y texturas, complejos, exquisitos y pecaminosos todos. Muy pecaminosos. No los conocen. Pero deberían.

Gil Fortoul usaba monóculo y hablaba con dejos de acento extranjero, pero era barquisimetano de nacimiento y tocuyano de crianza. Bachiller en Filosofía de “La Concordia” y abogado de la Universidad Central. En 1880 funda en El Tocuyo el periódico El Ciudadano y el ochenta y seis hace las maletas pues es nombrado cónsul en Burdeos, donde la confluencia de los ríos Dordoña y Garona forma el Gironda, y uvas y vinos son de fama nada gratuita. De los aromáticos tintos del municipio de Pauillac a los blancos dorados de Sauternes. Falta muchísimo para que alguien imagine que en la vieja Altagracia habrá viñedos y que en Carora se producirá vino. Favor no confundir esa Altagracia en la Otra Banda, en cuyo camino se fabrican las tejas y mosaicos de El Alemán, con la urbana de las Memorias de Salvador, Garmendia como Julio el de La Tienda de Muñecos, aquel que fuera “lanzado sin consultas a las Nubes en persecución de unas enaguas”, antes que se elevara en Macondo el Padre Nicanor Reina, y Herman, el de El camino y el espejo, la columna clásica en las páginas de opinión del clásico de nuestro periódico,

El Impulso. Va Gil Fortoul de Burdeos a dos puertos. Primero Hamburgo, la siempre libre ciudad hanseática fundada en tiempos de Carlomagno, jamás gobernada por reyes ni príncipes. Después Liverpool en 1890, de donde transcurridos setenta y pico de años saldrían cuatro melenudos a cambiar la música y los gustos juveniles del planeta. Luego Berna, París, Berlín. Mientras viaja aprende, piensa y escribe. El Cojo Ilustrado de Caracas recoge sus artículos y van saliendo libros del horno siempre caliente de su talento. Dice: “El alma es libre, y llamamos alma a la resultante de las funciones cerebrales, porque ningún poder, personal o histórico, logra imponerle leyes inflexibles. Pero si por libertad se entiende el poder del alma para obrar independientemente de las circunstancias de los medios en que vive, el concepto de libertad pierde su carácter positivo para convertirse en una idealidad misteriosa, en una ilusión infantil”. Y como otros voceros del positivismo venezolano, de cuya segunda generación forma parte junto a Razzeti y Alvarado, se mete en política y sirve en el


Matrimonio de María Teresa Viacaba y Miguel Bravo en Sarare. Casa de Los Mascia

gobierno de Juan Vicente Gómez, a quien el antes mencionado Caballero más adelante llamará “tirano liberal”. El Tocuyo fue una bella ciudad colonial hasta la mitad del siglo XX, cuando un terremoto y sus secuelas la borraron, y en su lugar, en medio de ese valle hermosísimo, se levantaron avenidas y casas con mínima gracia. Sobrevivieron muy pocos testimonios de la ciudad vieja. La memoria de aquella está en los tocuyanos y en las tocuyanas. Todos aficionados al golpe, hablo de música, de música larense. Música como salida del horno de donde sacan las acemitas de la Niña Engracia. Ahora, un coro de campanas continúa esa tradición. Interpreta melodías de todas partes. De Venezuela y del mundo.

2 En febrero de 1913 abrió sus puertas el Colegio La Salle, el primero en Venezuela de los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Los religiosos franceses llegaron en tren desde Puerto Cabello. La apertura

del plantel es otra obra del episcopado fecundo de Monseñor Aguedo Felipe Alvarado, el cura nacido en las cercanías bobareñas de Piedra Colorada. A su labor como vicario diocesano se debe otra gran institución educativa larense, el Colegio Inmaculada Concepción, de la congregación francesa de San José de Tarbes que en abril de 2004 cumple su primer siglo. Más reciente aunque ya cruzó la esquina de los cincuenta años el María Auxiliadora de las Salesianas, orden de origen italiano, frente al Parque Ayacucho. Otro gran obispo larense fue Monseñor Salvador Montesdeoca, nacido en Carora y pastor de la grey valenciana, misión en la cual, en testimonio de Andrés Eloy Blanco, fue un amigo de los presos del Castillo de Puerto Cabello, olvidados por todo el mundo. A Montesdeoca se le conoce también como el Obispo Mártir porque murió asesinado por los nazis en un convento en Italia, como un monje de clausura más, por decisión de su fe y de su humildad.

De la calidad y mentalidad europea del Colegio La Salle ha dejado constancia uno de sus antiguos alumnos, Ramón Escovar Salom, quien entre otras cosas ha sido Canciller y Embajador en Francia y Naciones Unidas. Junto a las exigencias académicas, se practica el deporte como ingrediente de la formación integral. De esos corredores abiertos al Valle del Turbio, repito ahora que forman una gran casa barquisimetana para aprender del universo, y una gran casa universal para aprender a servir a Barquisimeto, a Lara y a Venezuela. Del Hermano Luciano es la cariñosa clasificación de barquisimetanos y barquisimetidos. Uno de éstos, Luis Herrera Campíns, Presidente de la República entre 1979 y 1984, agradece haber recibido en el colegio preparación para la vida y robustez para los principios. El también acarigüeño Gonzalo Barrios, contaba que había hecho un “bachillerato premegateriano”, en alusión a que la culminación de sus estudios es anterior al hallazgo, en Camay, de la osamenta del animal prehistórico por el Hermano

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Nectario María, cuidada luego por el Hermano Basilio. Entre los servidores de Lara y del país educados en La Salle brilla Eligio Anzola Anzola, cuyo pasaporte a la eternidad fue visado por el Señor cuando ya pasaba los noventa de una vida limpia y digna. Dos veces gobernó el estado, fue ministro, embajador y fundador de un partido que lideró en la región. Dejó una obra y un ejemplo. No es poco.

Vendedor en la Vía Barquisimeto-Quíbor

También Enio Anzola, sin parentesco con el anterior salvo el de la rectitud de la intención y el desinterés por la plata, abogado y político como él, pero socialcristiano. De esta filiación, un nutrido grupo de lasallistas sirvió en equipo cuando uno de ellos alcanzó la Presidencia de Venezuela. Tienen mucho en común entre sí, y bastantes diferencias, como es humanamente esperable. De ellos escojo a dos, cosas del afecto. Los hermanos Zapata Escalona, José Luis y Carlos, a quienes Dios guarde por muchos años. El primero, abogado y parlamentario, me regaló, con motivo de mi grado de bachiller en el Lisandro, un libro de

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comentarios de la encíclica Pacem in Terris de Juan XXIII, donde entre otros, está un ensayo del español Ruiz Jiménez, Raíz y Sentido de la Relación Política que ahora releo: “El término ‘política’ se enriquece y humaniza, porque no se reduce a la técnica de la conquista y la conservación del poder de unos hombres sobre otros, sino que penetra hasta las últimas raíces ontológicas de la persona y se abre a sus exigencias éticas”. Al otro, médico, gobernador del estado y rector de la universidad, le vi explicando el país y el mundo a la gente más sencilla, trenzando opiniones sobre el buen gobierno con consejos de higiene doméstica, en medio de infaltables visitas a enfermos. De ese mismo colegio salieron venezolanos de pensamiento diverso. El Hermano Gaudencio, a quien todos notábamos su preferencia por Gonzalo García Bustillos, nombraba mucho a Alirio Ugarte Pelayo, nacido en el montañero Anzoátegui, jurisdicción de Morán, entre siembras de papas y de café. El mismo pueblo de Blas y Marco Tulio Bruni Celli, y del varias veces Embajador de Venezuela


Busto al Soldado del Honor en Boyacá en Cabudare

Sadio Garavini Di Turno. Alirio escribía poesía y tocaba piano, representó al país en México y a Lara en el Congreso, donde presidió la Cámara de Diputados. Se confesaba admirador del New Deal de Franklyn D. Roosevelt. Un día leí de él: “Velásquez y Goya me han enseñado más de España que sus historiadores. Comprendo mejor a Italia en Leonardo que en el Dante. No llego hasta Spinoza sin pasar por Van Eyck. Durero me facilita escuchar a Beethoven. Creo que es una falla de la cultura norteamericana, el no haber encontrado el equivalente plástico del viejo Walt Whitman.” Entre los primeros alumnos del Colegio La Salle de Barquisimeto está un joven tocuyano de dieciséis años. Su nombre es José Pío Tamayo quien luego de regresar a El Tocuyo y fundar allí periódicos de corta vida, será obrero, periodista y revolucionario en Puerto Rico, Nueva York, La Habana, Panamá, Barranquilla, Guatemala y Costa Rica, hasta volver a Venezuela para caer el ventiocho preso del gomecismo, y en prisión enfermar hasta la muerte. La suya es una vida romántica, desmesurada, intensa.

No es lasallista, pero merecería serlo por su afán en descubrir en toda su riqueza la obra divina, un pariente de Pío nacido en Sanare, Francisco Tamayo, botánico, naturalista, conservacionista, folklorista, lexicógrafo, estudioso de la poesía, y de la pintura en algunas etnias indígenas. Esa misma curiosidad palpitaba en la sangre curarigüeña de Sigala el fotógrafo que quería mirar las cosas hasta que le lloraran los ojos, y que se fue apurado, debiéndonos muchas miradas indiscretas de su lente al paisaje y al alma humana. Curarigua de Leal tiene dos viejas iglesias, muchos zaguanes, y es tierra de tamunangueros. Pertenece a Torres pero mira a Morán. De allá, me parece, son Carlos Rafael Silva, dos veces ministro y Presidente del Banco Central, y Otmaro, Embajador de Venezuela, hijos de Rafael Domingo, autor de la Enciclopedia Larense y estudioso de las psicopatologías, en el soñador, en la poesía, y hasta en la revolución de Independencia. ¡Ah mundo y viviera hoy!

3 La más popular de las plazas caroreñas es la Plaza Chío, en cuyo centro está la estatua de Don Cecilio Zubillaga Perera, el “Caroreño Universal” en el libro de Juan Páez Avila, profesor universitario, escritor, periodista y político nacido en San Francisco, en el corazón de La Otra Banda, no en su novela, sino en el territorio situado a la ribera norte del Morere. Lo de Chío no son, como se dice, conchas de ajo. Nace en Carora, sale a Europa y vuelve a Carora, todo ello en una vida que cubre trece años del Siglo XIX y cuarenta y ocho del XX. En Carora funda periódicos y escribe para la prensa del país. Difunde las ideas de un socialismo de raíces cristianas y pelea con media humanidad, mientras ama sin límite ni pausa a la otra mitad. Vaya una muestra del hombre de quien hablamos en este párrafo, que es de una carta a Alirio Díaz, escrita en 1943, “Yo he oído bastante ‘Parsifal’. Hay allí un Wagner raro, porque por esas graves armonías se pasea un Wagner católico. A mi modo

El Mercado del Manteco

de ver, las tempestades de este genio son panteístas o paganas en otras de sus grandes obras. En el ‘Coloquio de Sigfrido en el Bosque con las aves’ , está todo lo que pudo expresar el gran germano como confidencia del hombre pleno, hundido en las maravillas de la naturaleza. Pero en ‘Parsifal’ es otra cosa: es la aceptación por el hombre del mandato de la muerte, dominada ésta, como la vida, por la divinidad; una divinidad que no son los dioses de las leyendas folklóricas de los rubios arios, ni Odín en las selvas nibelungas trajinando con héroes, con bacantes. El Dios de Parsifal es Dios. El nuestro; el unipersonal. El de la unidad de lo creado. Aquel que dicta su Ley por sobre la prepotencia de los dioses.” De Carora salió Pastor Oropeza, el médico de los niños, a fundar los servicios nacionales de pediatría y puericultura, la División Materno-Infantil del Ministerio de Sanidad, en tiempos de la primera política de salud propiamente dicha que tuvo Venezuela, y el Consejo Venezolano del Niño. Cuentan que el Doctor Enrique Tejera, cuando organizaba su equipo, leyó el libro El Niño de Oropeza y lo mandó a buscar

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Santuario de La Paz, carrera 16 con calle 29

Busto de Lisandro Alvarado

para ofrecerle el puesto, pues quien escribiera eso a cuarenta grados a la sombra debía ser sumamente inteligente. Ya había estudiado sanidad infantil en la Universidad de París, con Marfan y Nobecourt, pero viaja a Cuba y Puerto Rico a conocer los programas de su especialidad implantados en países similares al nuestro a partir de la experiencia norteamericana. El Doctor Oropeza, quien había conocido los calabozos gomeros de Las Tres Torres, nunca le tuvo asco a la política. Durante el medinismo fue diputado y Presidente de la Cámara y ya a los sesenta y siete años, a finales de la década del sesenta y comienzos de los setentas, acepta ser concejal de Petare y presidir aquel ayuntamiento cuya fama no venía de ser lo que se llama reluciente. Porque miedoso, no era. Caroreño también es Luis Beltrán Guerrero. Escritor de prosa noble. Poeta. Tragón antológico, aún en la medida desmedida de su ciudad natal. En Carora se come mucho y bien. Y así como una vez compré “La historia vasca del mundo” de Mark Kurlansky, en una librería

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de Portobello afamada en cinta con Julia Roberts y Hugh Grandt, creo que se podría escribir una “Geografía Universal de la Mesa Caroreña”. Sus Candideces son una fiesta del idioma y una verbena de la cultura. De su Debate absurdo y exquisito va, para muestra, “EL DEBATE era absurdo, contrario a toda razón, desrazonable, aberrante, insensato, ridículo, estrafalario; sinónimos todos de la manifiesta absurdidad.” Si la cuenta no me falla, llegaron hasta la decimasexta serie. En la I, la XI, y la XIII, por lo menos, se ocupa de Guillermo Morón, quien “sabe también de riego: no sólo el de su inteligencia creadora y reconstructora, por la fantasía, la investigación y la educación; y el de las mentes, corazones y manos que ha guiado en aulas varias; sino de un riego aún más difícil: el del Arbol de la Amistad.” Y en la undécima, del barquisimetano Pascual Venegas Filardo: “Ensayista, crítico literario, esconde tras su rostro rígido y solemne, las palpitaciones de un noble, generoso y leal corazón de amigo verdadero.” Otra vez la amistad. Que no el amiguismo tan nuestro, que tantos males nos ha producido, es cierto, pero infinitamente menores que los

que nos ha procurado el también vernáculo enemiguismo. Como droga, el enemiguismo causa adicción. Venenoso como la envidia, paralizante como el resentimiento.

al mundanismo municipal. Suficiente como para regresar al tema, y atender el llamado.

De Carora es también Luis Alberto Crespo que anda por ahí, cabalgando versos. Y, si no me equivoco, Teódulo López Meléndez, traductor de Pessoa, entre otras cosas.

No es que vaya llegando. En realidad falta mucho pero hace rato que se me acabó el tiempo y, por más que sea, no es bueno abusar de la paciencia editorial. Por eso doy un salto vital hasta el vecindario de mi generación.

4 Qué van a ser universales el queso de chivo y el suero, me digo de repente, cuando bajo a pie por la carrera veintiuno, de los árabes que venden muebles a los chinos que surten quincallas y buhoneros. Son prodigios provincianos y, más que universales, son sí, algo del otro mundo. Recuerdo entonces a mi abuela Adela, cuya educación era cabudareña, casera y periodística, y sabía de batallas napoleónicas y capitales europeas, y tenía desarrollado el instinto para la gente y para la política. Razón por la cual debo respeto

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Hablo, por ejemplo, de Freddy Castillo Castellanos, ahora rector en el verdísimo Yaracuy, de una universidad que tiene que ver con la cultura de la mesa. Aunque la incultura no da hambre per se, no hay incultura peor que el ayuno obligado de quien no tiene pan. Porque con el estómago vacío nada puede hacerse, y de hacerse, uno no sabe lo que hace. También trabaja la universidad yaracuyana con la cultura del deporte, una cosa griega y, más acá, inglesa. Freddy, quien lee y piensa en cantidades navegables, podría escribir mucho más pero es de minuciosa exigencia con sus páginas. Y no se deja complacer por ellas así como así.


En Incisiones, protesta contra “El tercermundismo cultural” y dispara: “Atribuirle al estado beligerancia en la creación artística, más que un disparate, es una aberración. La génesis del arte no se verifica en oficinas ni se decreta. Cerca o lejos del poder, el arte siempre está en su contra.” Rosario Anzola quien sin dejar de ser maestra, escribe poemas y cuentos para niños, así como canciones que ella misma les canta con la voz y con los ojos grandes. En su Canto a los niños del Tercer Milenio está. “Siempre los niños.../ Desde las cuevas hasta los rascacielos/ la misma sed de abrazos” En estos días nos mostró las cosas más sencillas de Aquiles Nazoa. Escribe sin dejar de hacer y hace sin dejar de escribir. Lo mundos de sus viajes son los mundos interiores, vistos desde lo próximo, lo íntimo, lo cotidiano. Como en aquel cuento en voz baja: “parecían representar una misma e idéntica comedia con resultados a la vez-iguales y a la vez-distintos. Era entonces como estar frente a un teatro de mimos escenificado dentro de una zaranda donde, a cada vuelta, cambiaban los colores.”

A Freddy y a Rosario los conozco desde que éramos niños. Yo vivía en la dieciséis, él en la diecisiete, y ella en la dieciocho. Freddy y yo entre treinta y ocho y treinta y nueve, predios de San Juan. Cerca del mercadito Bella Vista donde vendían suplementos de Santo, el Enmascarado de Plata de José G. Cruz, y del Parque Ayacucho. Rosario más abajo, en la esquina de la calle ventiocho, en una casa grande llena de hermanos y hermanas, y amigos y amigas de todos ellos. Con Freddy organizamos algún recital de poesía en la Facultad de Derecho de la Central, y traíamos para que leyera los versos a un muchacho liceísta que en su apurado viaje por la vida ejercería de actor. Era Mariano Alvarez. Cada cabeza es un mundo, y el de Rafael Arráiz Lucca es ordenado, metódico. Tiene a Barquisimeto en la sangre aunque nació caraqueño, unos años después que nosotros, pero todavía en los cincuentas. Una mañana lluviosa, como corresponde, nos encontramos en la estación de autobuses de la vecina población de Oxford, donde él regentaba la Cátedra Andrés Bello en el Saint Anthony’s College. Entramos a

una librería y me llevó a visitar la magnífica Bodleian, una biblioteca cuatricentenaria de más de seis millones y medio de items. Después nos fuimos a almorzar y a conversar en un restaurant viejo de sillones mullidos, comprensivos con el humo de mi tabaco, lo cual se agradece. Allá escribía un libro sobre la poesía venezolana. Pero no hablamos mucho de eso, sino de cosas cívicas. De esa angustia sin resolver que nos acosa de un tiempo a esta parte. Ya entonces. Y, así de pasadita, sobre la globalización, sobre la cual años más tarde Rafael, que la ha visto y pensado, escribiría un manual útil para entenderla. Con el mundo sucede que unos lo creen pequeñísimo, del tamaño de su propia pequeñez, y otros demasiado grande. Otros hay que lo imaginan, lo que no estaría mal, si no cometieran el exceso de trazar un mapamundi y escribir una historia universal, y convertir a uno y a otra en cuestiones definitivas y de obligatorio acatamiento. Menos son quienes tratan de comprenderlo. Es más difícil, pero de mayor provecho. Gracias a Dios existen. “Pasa con Borges que cada quien tiene el suyo” ha escrito Freddy

Mercado Bella Vista, carrera 18 con calle 38

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Ramón Guillermo Aveledo (Barquisimeto, 22.08.50) es Abogado de la UCV, con diplomas en Inglés y Literatura Inglesa del City of London College y del Programa Avanzado de Gerencia del IESA, y cursos de Economía en el INCAE de Costa Rica y de Legislación en el Public Law Center de las universidades de Tulane y Loyola en Nueva Orleans. Actualmente culmina estudios doctorales en Ciencia Política en Madison University. Ha sido Presidente de la Cámara de Diputados del Congreso de la República, Presidente de Venezolana de Televisión, y directivo de empresas públicas y privadas. Profesor de post-grado en la Universidad Metropolitana, donde dirige la Especialización en Gerencia Pública, y en la Escuela de Estudios Políticos de la UCV.Columnista de prensa, Director de “Notas y Documentos” la revista latinoamericana del Instituto Jacques Maritain y Presidente de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional. Autor de quince libros y coautor de doce, sobre temas políticos, históricos y jurídicos. Casado con Amalia Teresa Coll, es padre de tres hijos: Valeria, Guillermo Tell y Luisa Jacinta.

Castillo Castellanos. El Jorge Luis Borges de Arráiz Lucca, es ese que murió porque “ tenía cáncer, estaba viejo y harto de ser Borges” cuya obra “está sentada sobre la idea platónica de la existencia de dos mundos”. En cuanto a quien escribe, no se cuantos mundos hay. Si uno, dos, o mil. Antes puede que lo supiera, pero ya no. Confieso sin rubor que antes sabía más cosas. Ahora disfruto más con las pocas que sé y me maravillo ante el espectáculo formidable, abrumador, aplastante, de las que ignoro. Tengo para mí que cada cabeza es un mundo, y recorrida a grandes trancos la geografía universal de mis paisanos, encuentro elementos suficientes como para sustentar mi hipótesis. Al menos por un tiempo.

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Comercio y banca en la economía larense. 1963-2003 Reinaldo Rojas

La economía y la sociedad larense en 1963 Una aproximación a la historia económica y social larense a propósito de los cuarenta años de fundación de Casa Propia, Entidad de Ahorro y Préstamo, debe ubicarse en el año de 1963, como punto de partida en la evolución de esta institución financiera y como referencia cronológica en el tiempo a fin de contextualizar el acto fundacional en el cuadro económico-social y político de la región y del país, en ese momento histórico. Como se sabe, gobernaba el país el Presidente Rómulo Betancourt junto al partido Acción Democrática, después de haber culminado el 23 de enero de 1958 el gobierno militar del General Marcos Pérez Jiménez. En Lara, el Dr. Eligio Anzola Anzola terminaba su mandato de gobernador del estado, el cual había asumido en 1959, para dejarlo en manos del Dr. Argimiro Bracamonte. Grandes expectativas acompañaban a la Venezuela que salía de la dictadura, tanto en el campo

económico como político y social. Es evidente, que la idea central de aquel imaginario colectivo era construir un sistema político democrático, modelo establecido en la Constitución de 1961, y en el campo económico, impulsar el desarrollo integral de país de la mano del petróleo y de la industrialización. Democracia e industrialización eran, por decirlo así, los dos grandes vectores de la visión de progreso y bienestar de los años 60, sin olvidar que ambos procesos eran asumidos al inicio de aquella década desde perspectivas ideológicas diferentes y hasta encontradas producto de la contradicción que desde la Segunda Guerra Mundial caracterizaba las relaciones internacionales, como era la llamada confrontación esteoeste la cual va a tener su mayor expresión de conflicto a partir de la revolución cubana de 1959, país que asume en nuestro continente el paradigma socialista como modelo de desarrollo. Pues bien, si ambos modelos persiguen el establecimiento de un sistema democrático y de desarrollo industrial como

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instrumentos de progreso, la contradicción ideológica de aquellos años críticos entre capitalismo y socialismo dará paso a una confrontación de fuerzas en el terreno militar que colocará al país en los escenarios de la violencia armada.

Antiguo edificio de los Montero & Segura

Cualquier proyecto económico tenía pues que enfrentar una realidad de crisis política que lamentablemente consumió casi toda la década de los 60, hasta alcanzar la pacificación en el gobierno de Rafael Caldera, a partir de 1968. Este cuadro general es el que define el surgimiento de Casa Propia como entidad bancaria regional. ¿Cuál era la situación social y económica de Lara y de Barquisimeto en aquellos años?

La Agricultura y el comercio: dos tradiciones seculares En anterior estudio sobre la economía larense, (Rojas: 1996: 75 y ss) ya habíamos establecido dos grandes periodos para abordar el análisis del proceso de industrialización larense:

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Entre 1945 y 1964, un período donde la agroindustria tradicional de la caña, del sisal y la leche pasteurizada señalan el inicio de la industrialización, seguidas del cemento y la metalmecánica, contando con el apoyo decisivo del capital público, a través de la Corporación Venezolana de Fomento, institución creada en 1946. Y un segundo período, a partir de 1964, con la creación en ese año de COMDIBAR, organismo con el que se inicia la política de las zonas industriales en Barquisimeto.

mts. s.n.m. Una segunda zona, la de El Tocuyo propiamente dicha, con una extensión de 36 Kms² y un aprovechamiento de 4.500 has. de cultivo “entre las

Efectivamente, en ese período, la economía larense está dominada por la actividad agropecuaria localizada en renglones como la caña de azúcar, café, sisal, legumbres, papas y ganado. Según el Censo Agropecuario de 1950, Lara aportó a la producción nacional 346.240,95 toneladas de caña de azúcar (Perales Frigols: 1954: 205) equivalente al 10 % de la producción nacional. En la clasificación del Ministerio de Agricultura y Cría, tres zonas participan en el cultivo de la caña: La zona de los Humocaros, la menos importante con apenas 700 has. de cultivo en un valle angosto del río Tocuyo a unos 900

De este sector cañero surgen en 1952 los tres más importantes centrales azucareros de la región, contando con el apoyo financiero de la Corporación Venezolana de Fomento: La C.A. CENTRAL EL TOCUYO, el CENTRAL LA PASTORA, en Carora y en Barquisimeto El CENTRAL RIO TURBIO, inaugurándose éste último en 1956. (Lameda Acosta: 1957: 129).

haciendas Almorzadero al sur y Playón al norte, cerca del distrito Torres” (p. 206) y una tercera zona denominada “Valle Turbio”, la mayor, con 6 kilómetros cuadrados de extensión, “desde la

hacienda “San José”, al suroeste de Barquisimeto, hasta la que lleva el nombre “El Ingenio”, al noreste de Yaritagua en Yaracuy.” (p. 206).

En cuanto al café, las cifras que arroja el Censo de 1950 colocan a la entidad en el segundo lugar, después del Táchira con 7.465 toneladas de un total de 60.933 toneladas producidas en el


país. Para ese momento, dice Perales Frigols: “Los cafetales

más extensos están en las laderas de la sierra de Barbacoas y Portuguesa, o sea, en las pendientes de las estribaciones andinas que llegan a Lara; y como se sabe en los municipios de Sanare y Guarico, vecinos entre sí, se recoge más de la mitad de la cosecha estadal.” (p. 195 y 196).

Es evidente, que la mayor proyección de la economía cafetalera regional la vamos a encontrar en la conformación de esa importante red comercial que se organizó desde fines del siglo XIX en Barquisimeto vinculando los espacios de cultivo rural con el centro comercial urbano conformado por las Casas Comerciales nacionales y del exterior que funcionaron en Barquisimeto y en otras poblaciones de la región y la conexión de ésta con el mercado exterior a través del Ferrocarril Bolívar. En verdad, la ciudad económica del siglo XX hunde sus raíces en la tradición comercial de producción de café para la exportación cuyo auge estuvo ubicado entre 1890 y 1930. (Rojas: 1996: 52).

Y del sisal, el otro gran rubro comercial, Lara ocupa para la década de los 50 el primer puesto como productor nacional según las cifras del Censo que venimos citando. De un total de 2.928,85 toneladas de fibra producidas en 1950, 2.388,37 toneladas corresponden al estado, seguido apenas por Trujillo con 240.33 toneladas. Para ese entonces, los distritos que encabezan la producción eran Iribarren, Urdaneta y Crespo, abasteciendo de materia prima las cuatro empresas textiles que se fundan en Barquisimeto entre 1940 y 1956, a saber: La C.A. FIBROTEXTIL DEL ESTADO LARA, instalada en 1940, la CORDELERÍA OCCIDENTAL, creada en 1950 y propiedad de J.A. Tamayo Pérez, SISALTEX, empresa fundada en 1955 por Ricardo Orellana y Oscar Ochoa Pile, y la INDUSTRIA SISALERA propiedad de Moisés Alvarez y en funcionamiento desde 1956. (Lameda Acosta: 1957: 136).

Este proceso de industrialización tradicional, surgido de manos de agricultura se completa con la ganadería de leche que dio paso a las primeras plantas pasteurizadoras en Barquisimeto, Carora y Duaca. En el Censo de 1950, Lara ocupa el octavo puesto como entidad productora de ganado bovino cuyos principales

sitios de crianza están ubicados en los distritos Torres, Morán y Urdaneta. Pero es en la ganadería lanar caprina que Lara ocupa el primer puesto y el segundo puesto nacional después de Falcón en la ganadería caprina de carne. Cuando analizamos los tipos de ganadería que se desarrollan en el estado, las cifras colocan en primer lugar a los caprinos con 353.527 cabezas, seguido del ganado bovino con 187.524, aunque sobre esta última cifra, señala Perales Frigols, “en Carora

Réplica del Ferrocarril Bolívar, frente a la sede del IAAFE

nos aseguran los ganaderos que esa cifra es evidentemente baja, pues calcularon que solamente en Torres, hay más de 120.000 reses.” (Perales Frigols: 1954: 241).

Para fines de la década de los 50, Lara cuenta con tres importantes plantas pasteurizadoras: PRODUCTOS LACTEOS DE LARA, C.A. puesta en funcionamiento en Barquisimeto en 1952, la PASTEURIZADORA CARORA, fundada en 1955 y la PASTEURIZADORA DEL NORTE C.A. (PANOCA) fundada en Duaca en 1956. En cuanto al comercio, la tradición en Barquisimeto es evidente, dejado su impronta

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en la propia estructuración urbana de la ciudad con su Calle Comercio, actual Av. 20, la zona del Manteco, entre la carrera 24 y la Av. 20 y toda la calle 30 anterior Av. 5 de Julio y sus alrededores, red vial que vinculaba las casas comerciales instaladas en el centro de la ciudad con el Ferrocarril Bolívar que venía del puerto de Tucacas, Estado Falcón, y que se conectaba con ese centro urbano comercial a través de un tranvía movido por caballos. Sin embargo, cabe destacar que esta organización tradicional de la ciudad para el comercio al mayor y al detal se afianza inicialmente con la creación de una red moderna de mercados en la ciudad a partir de la desaparición de la dictadura gomecista, que en Lara estuvo representada por el General Eustoquio Gómez. Es así como a partir de 1936, se construyen el Mercado Central, en la carrera 18 con calle 26 y los mercados de Altagracia, Bella Vista y El Manteco. Ya en la década de los 50, aparecen los mercados de la carrera 15, Terepaima y Concordia. (Orellana: 1980: 175).

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Tenemos, pues, cuando se inicia la década de los 60, una economía regional movilizada fundamentalmente por las actividades agropecuarias, un incipiente desarrollo agroindustrial tradicional y una actividad comercial en Barquisimeto heredera de la antigua economía del café. Es en ese contexto que Barquisimeto, como principal centro urbano regional, asume el reto de la industrialización como palanca fundamental de cambio hacia una economía moderna y generadora de mayor riqueza para la región.

La dinámica poblacional del Estado Lara entre 1961 y 2000 Ahora bien, ¿cuál es el comportamiento poblacional de Barquisimeto y de la entidad larense en su conjunto cuando se inicia la década de los 60 y cuál su evolución posterior en términos económicos? Según las cifras que nos arroja el Censo de Población de 1961, de un total poblacional en la entidad de 489.140 habitantes, estaban ocupadas 137.408, es decir, el 28,09 %, distribuidas

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en las siguientes ramas en orden descendente: 51.427 en la agricultura, cría, canteras y minería, 27.399 en servicios públicos y privados, 19.694 en comercio y banca y 17.851 en la industria manufacturera. (Rojas: 1996: 85). Es decir, que mientras el sector primario agrícola ocupaba el 37,5 % de la población económicamente activa, el sector comercio y banca (14,3 %) y el sector de servicios (19.9 %) concentraban el 34,2 % de la población ocupada, porcentajes que evolucionan a favor del sector comercio y servicios en los censos de 1971 y 1981. Mientras en 1971 el sector comercial y las instituciones financieras ocupaban el 13,9 % de la población económicamente activa, en 1981, el porcentaje llega al 20,6%, lo cual hay que sumar al crecimiento del sector servicios, que pasa de 22,3 % a un 23,4 % en esa década, mientras la agricultura desciende de un 26,5 % a un 17,6 % y el sector manufacturero evoluciona entre el 11,7 % en 1971 y 13,0 % en 1981. El total poblacional larense pasó en esta década

industrialista de los 60, de 671.410 a 945.064 habitantes. (OCEI: XI Censo General de Población y Vivienda: 1981). En este mismo contexto, el proceso de urbanización avanza aceleradamente: Si en 1961, el 59,8 % de la población larense estaba ubicada en centros urbanos, en 1971 el porcentaje se eleva al 66,4 %, en 1981 al 76,0 %, en 1990 al 78,1 % hasta llegar en 1997 al 81,0 % (OCEI. El Censo 90 en Lara: 1991; Lara en cifras. FUDECO: 1997) El principal centro urbano receptor va a ser Barquisimeto, ciudad que si bien en 1961 contaba con 198.981 habitantes, un acelerado crecimiento poblacional nos dará el siguiente comportamiento: 330.815 habitantes en 1971, 523.101 en 1981, 625.450 en 1990 y 856.383 habitantes en 2001, decir, el 55,0 % del total poblacional de todo el Estado Lara, ubicado según este último censo en 1.556.415 habitantes. Este crecimiento sostenido ha venido creando un preocupante desequilibrio territorial regional que ha colocado a la “ciudad de los crepúsculos”, en el límite de su expansión urbana frente a un amplio espacio rural despoblado


Sede comercial de Covencaucho

y con un sistema de ciudades intermedias como Carora, El Tocuyo y Quíbor que no superan los cien mil habitantes. Ahora bien, es en este cuadro demográfico caracterizado por el crecimiento urbano de Barquisimeto y el desarrollo de los sectores de comercio y servicios en la ciudad, como principales fuentes de empleo y generación de riqueza, se va desarrollar la actividad industrial impulsada desde el propio estado nacional y donde va a aparecer como sector de intermediación financiera, la banca comercial y, en el caso que nos ocupa, las entidades de ahorro y préstamo dirigidas a canalizar el ahorro para la adquisición de vivienda propia. Veamos este comportamiento:

De la expectativa industrialista de los 60 a la crisis de los 80 Para 1962, según datos del Ministerio de Fomento, “existían

en el Estado Lara 365 empresas, de pequeña, mediana y gran industria.” (Álvarez: 1963: 61) Para 1963, la región centroccidental

en su conjunto registraba 1.925 establecimientos industriales y artesanales que ocupaban directamente unas 12.820 personas (MARNR: 1976: 44) De este parque, el 95 % eran establecimientos artesanales de pequeña industria que absorbían el 48 % de la mano de obra y generaban apenas el 24 % del valor de la producción industrial. Para 1968, se registran 2.300 establecimientos en las mismas condiciones, “aunque

la proporción de la artesanía disminuye” (MARNR: 1976:

44) La mayoría de estos establecimientos, clasificados en la terminología económica como de tipo I y II por estar dirigidos a satisfacer necesidades de mercados locales, están localizados en Barquisimeto. Las industrias de tipo III, orientadas a mercados regionales decrecen en cuanto al numero de establecimientos entre 1963 y 1968, aunque en ocupación total logran un crecimiento al aportar el 29 % del valor agregado de la producción que se coloca en un 94,7 %. Las industrias tipo IV, las cuales cubren demandas de tipo regionalnacional y hasta internacional

crecen en el periodo dando el siguiente comportamiento: 27,3 % de establecimientos, 18,4 % de la ocupación y un 25,3 % del valor agregado de producción industrial. Para 1969, este es la estructura económica que presenta Barquisimeto.

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Comercio en el Manteco

Como puede apreciarse, al culminar la década de los 60, la estructura económica de la ciudad sigue siendo tradicional, dominando las empresas de comercio al detal en cantidad de establecimientos, aunque aparece el sector de servicios gubernamentales con el mayor índice de ocupación de mano de obra. En el área industrial, si bien los establecimientos tipo II, es decir, industrias intermedias y tradicionales, son los que cuentan con el mayor número de unidades, es la tipología III, de la gran industria, la que con menos establecimientos ocupa la mayor cantidad de personas, un dato a favor del impulso de la industrialización fabril maquinizada de la ciudad. En 1975, en pleno auge del V Plan de la Nación, encontramos nueva información de la actividad económica de la ciudad a partir de los datos que recaba la encuesta de ese año llevada a cabo por el MOP y FUDECO. Estos son sus resultados.

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������������������������������������������������������������������������� ����� ������� Tipo I Tipo III Tipo IV Actividades Estab. Pers. 238 765 Industria ������������������� ������������ Servicios financieros y seguros

09 Comercio mayorista 02 Comercio detallista 2.927 13 Transporte Servicios gubernamentales al público y empresas 16

Otros servicios Totales

15 04 5.032 48

Estab. Pers. 445 3.439 37 253

Estab. Pers. 3.230 88 745 09 25 1.322

70 366 602 62

11 35 12 15

955 1.712 4.336 4.336

356 4.297 127 39 1.852 3.701 815 4.626 39 5057 9.603 2.783 21.117 361

520 1.009 442 826

Estab. Pers. 20 3.871 -

Estab. Pers. 791 11.305 745 09 63 1.573

02 -

105 -

92 402 3.541 90

2.037 6.013

536 21.337 2.706 9.773 8.230 61.237

14.96407 1.446 24.504 29

Tomado de: Asociación Regional de Ejecutivos. Barquisimeto, situación y perspectivas. 1976.

1.595 2.723 9.810 2.373


Pues bien, estas cifras confirman la persistencia de una estructura económica tradicional en la ciudad, comandada por establecimientos tipo I, que tiene más unidades tiene (5.057) frente a los establecimientos tipo III que es el más empleador (24.504 personas), mientras apreciamos un leve crecimiento de sectores modernos como la industria de la construcción, los transportes, los servicios bancarios y los seguros. Sin embargo, es evidente que el sector más empleador es el de los servicios gubernamentales, lo cual va dando el perfil de una economía urbana que sin dejar atrás su tradición comercial, se va abriendo progresivamente al campo de los servicios, que en este caso representarían, los servicios financieros, los seguros, los transportes, agua, energía, la construcción y los servicios gubernamentales, que por cierto en la documentación consultada no se definen, pero que en total, frente a las actividades de transformación industrial, presentan este cuadro final de estructura económica de la ciudad en plena década de los 70.

Barquisimeto ��������������������������� Sector Económico Estab. % Ocup. Industrial Comercio mayor y menor

791

% ��� 11.305 19,6

Sede del Instituto Autónomo del Ferrocarril.

7.556 ���� 25.066 43,4

Servicios públicos 536 ��� 21.337 ���� y privados Total ����� 100,0 57.708 100,0 ����������������������������������������������� en cinco siglos. 1996.

Aquí apreciamos claramente el peso que en la ciudad tiene aún el sector comercial en establecimientos y en ocupación laboral. Si a ello agregamos el sector de los servicios, podemos concluir que Barquisimeto, a pesar del esfuerzo industrialista de la década anterior, aún mantiene su perfil de ciudad comercial y de servicios. Veamos, en el ámbito regional, la estructura de la ocupación de la mano de obra en relación con los sectores económicos presentes en ese momento, ente 1981 y 1990.

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Mercabar

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De estas cifras podemos derivar las siguientes consideraciones: En primer lugar, se aprecia que el mayor incremento se produjo en el sector comercio y servicios diversos (74,0 %) seguido del sector de la industria manufacturera (60,6 %) aunque en términos del peso porcentual de ambos sectores en la distribución poblacional de los dos años de referencia, 1981 y 1990, las cifras nos colocan en una situación de mayor peso especifico del sector comercial y de servicios, ocupando el 44 % de la mano de obra en 1981, y el 50,7 % en 1999, mientras la industria se mantiene estable entre un 13,0 y 13,7 %. Y es, casualmente es en esta área de comercio y de

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servicios donde se ubica el sector bancario, el cual crece de manera muy significativa en la década de los 80. Panorámica de Barquisimeto

Ahora bien, estas cifras, que reflejan la estructura de la ocupación y nos permiten visualizar a los sectores más dinámicos en la generación de empleo, deben confrontarse con los números relacionados con la generación de riqueza, para con ello sopesar el peso de la tradición comercial, que vive de la ganancia que genera el intercambio de mercancías, con los nuevos escenarios económicos que requiere la ciudad y la región a objeto de elevar el valor agregado de su producción económica regional. A este respecto, revisemos las cifras que reflejan la estructura del Producto Territorial Bruto regional a partir del aporte por sectores. ���������������������������������������������������������������� �������������������������������������� ��������� ������ ���� � ���� � ���� ����������� ��� ��� ��� ��� ����� ����� ���� ����� ���� ����� ������������ ��� ��� ��� ��� ������������������������� ��� ������ ����� ���� ����� ���� �����

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Comercio de repuestos. Carrera 18 entre calles 38 y 39

Como puede apreciarse en este cuadro, el aporte de la industria manufacturera a la composición del Producto Territorial Bruto regional es evidente, aunque el mayor incremento en la década lo tiene el sector agropecuario que vive un proceso de modernización a partir no sólo de la mecanización y el uso de fertilizantes que inciden en la productividad por hectárea, sino en la expansión de rubros eminentemente comerciales como las hortalizas y legumbres que experimentan una importante expansión en zonas agrícolas por excelencia, incorporadas a la explotación intensiva en la década de los 70, como el valle de Quíbor. Sin embargo, se aprecia en la evolución del aporte de la industria una caída importante en a finales de la década de los 80, por efectos de la crisis económica nacional que se inicia con la devaluación del bolívar en 1983, lo cual paralizó muchos proyectos de desconcentración industrial planteadas en aquella década crítica de nuestra historia económica y social latinoamericana y mundial.

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Esta circunstancia de dependencia de la dinámica regional a la orientación de las políticas económicas generadas desde los organismos centrales del Estado Nacional, muchas veces sin considerar las realidades históricas de nuestras regiones geoeconómicas han tenido sus efectos negativos en su desenvolvimiento económico, como son las dificultades que ha tenido la entidad larense de desarrollar una economía estable en el contexto de un país eminentemente petrolero, en el cual las remuneraciones y la demanda de bienes y servicios que esta genera requiere de recursos que no le son propios. Se trata de un problema de acumulación regional de capital donde la banca juega un destacado papel, situación que se agrava con los desafíos que impone a los espacios regionales la dinámica económica de la globalización. Por no ser sede de actividades petroleras, el estado Lara ha permanecido como un estado agrícola, característico de la Venezuela prepetrolera en el cual, a finales del siglo XX, aún predominan para 1995 las siguientes ramas industriales:

- Alimentos y bebidas - Productos metálicos, maquinarias y equipos - Industrias metálicas básicas - Sustancias y productos químicos. (FUDECO: Lara en cifras: 1997) En este concepto, la entidad aporta a la producción nacional el 8,2% de los alimentos manufacturados, el 16,5 % de los productos minerales no metálicos (insumos a la construcción) y el 6% de la producción de bienes de capital. Por su parte, Barquisimeto se ha consolidado en su condición de polo de desarrollo comercial y de servicios, con importantes centros de apoyo a la producción y al comercio nacional como son, entre otros: El Mercado Mayorista (Mercabar), las grandes almacenadoras localizadas en las cuatro zonas industriales de la ciudad, la Aduana Centroccidental con comunicación ferroviaria directa con Puerto Cabello e integrada a la línea de los llanos de Portuguesa que llega hasta las zonas productoras de Acarigua-Araure y servicios relacionados con empresas de transporte de carga, comercio


mayorista especializado, transporte ferroviario, aeropuerto internacional, empresas del sistema financiero, (bancos, inmobiliarias, aseguradoras, etc.) servicios profesionales y técnicos, empresas de servicio en general, a la par que se ha convertido en un centro de aprovisionamiento y comercio a gran escala para un mercado que trasciende sus límites geográficos regionales. Los recursos mineros no metálicos, como materia prima abundante, también han contribuido al desarrollo del estado. La expansión de la actividad artesanal apoyada en el uso de arcillas se ha convertido en importante fuentes de ingresos. Lara es un estado rico en la elaboración de objetos provenientes de elementos como madera, lana, arcilla, vidrio, metal, papel, entre otros, que unido a la creatividad dan origen a piezas únicas en su estilo. La vinculación de los servicios prestados por las universidades con el sector productivo a pesar de encontrarse debilitado por la dispersión institucional y el predominio de la docencia sobre la extensión y la producción, tiene

sin embargo grandes posibilidades de desarrollarse si se asume como política universitaria dirigida a diseñar e implementar actividades de formación permanente, investigación y extensión, considerando las demandas del entorno económico local y regional, las necesidades tecnológicas del sector productivo y los problemas de gestión y calidad de las empresas. Según cifras de 1994, por ejemplo, la matrícula estudiantil universitaria estaba ubicada en 36.295 estudiantes repartidos en tres universidades públicas nacionales, dos universidades privadas regionales, un tecnológico superior público, tres privados y un colegio universitario, amén que las principales universidades nacionales tienen en Barquisimeto alguna sede o extensión, como son los casos de la Universidad Simón Rodríguez y la Universidad Nacional Abierta. Frente a estos desafíos y contando con la tradición económica arriba descrita, veamos en términos generales cual ha sido la evolución de la banca comercial y de las instituciones financieras en la región, en especial, en la ciudad de Barquisimeto.

Mercado Bella Vista

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La banca regional: Casa Propia Es en el contexto del proceso de industrialización que vive la región a partir de la década de los 40, que aparece en Barquisimeto el sector bancario y financiero, inicialmente vinculado a las Casas Comerciales que llegan a la ciudad en la época del auge cafetalero. Tal es el caso de la primera sucursal del Banco de Venezuela, el cual inicia sus actividades en 1915 en la sede de la Casa F. Ramos y Co., hasta que en 1946 el Banco de Maracaibo inaugura su primera agencia en la ciudad. En 1936, abre sus puertas el Banco Agrícola y Pecuario y en 1949 ya están en funcionamiento las sedes del Banco de Fomento Regional de Barquisimeto y del Banco Obrero, mientras que el primer banco regional, el Banco de Lara, inaugura sus actividades en agosto de 1953. Luego vendrán el Banco del Caribe y el Italo Venezolano en 1955 y en 1956 el Banco Unión y el Banco Mercantil y Agrícola. (Rojas: 1996: 77).

Sede de Casa Propia EAP

Sobre este capítulo de nuestra economía regional es casi nada lo que se ha escrito y a este

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respecto, conviene diferenciar las dos vías de instalación de bancos en la región: Por un lado, la apertura de agencias de bancos nacionales y extranjeros y, por la otra, el establecimiento de una banca surgida en la región, con recursos propios o en alianza con entidades nacionales, como es el caso del Banco de Lara, fundado en 1953, Casa Propia en septiembre de 1963, Hipotecário Centro Occidental y el Banco Capital fundado en agosto de 1981. Ahora bien, en cuanto al sector bancario y su presencia en el desarrollo económico venezolano contemporáneo hay que señalar, en principio, que su proceso de formación y desarrollo tiene más que ver con la distribución de la renta petrolera en el aparato productivo interno que con la industrialización del país. Se trata de una deformación típica de una economía capitalista influida por los grandes recursos provenientes de una fuente externa al sector productivo y de transformación nacional como lo es en nuestro caso, el proveniente de la explotación del petróleo. Al recurrir a los antecedentes

de la banca nacional, es de gran importancia revisar el lapso que sigue a las primeras explotaciones petroleras en el Zulia en 1917, pues, entre 1918 y 1920, vamos a encontrar un aumento extraordinario de depósitos en la banca comercial, mayoritariamente extranjera, pasando en estos dos años de Bs. 17,4 millones a Bs. 117. En este cuadro de expansión del circulante monetario, antes de la Crisis del 29, el estado venezolano promoverá la creación de las dos entidades bancarias más importantes de este periodo con fondos provenientes del erario público y no con dinero de préstamos extranjeros como era lo tradicional: el Banco Agrícola y Pecuario, en operaciones a partir de 1928, “...con el capital

más elevado de cualquier institución financiera del país...” y destinada “...a financiar el crédito agropecuario, mediante garantía hipotecaria.” y el Banco

Obrero, establecido también en 1928 con el propósito de “Efectuar

préstamos a obreros, destinados exclusivamente a la adquisición de viviendas urbanas, garantizando el préstamo con hipoteca de primer grado”. (Harwich Vallenilla:1986: 87-90)


Como consecuencia inmediata de la gran crisis económica mundial que quebró literalmente la economía cafetalera nacional y llevó a la desaparición de las Casas Comerciales y al retiro progresivo de la banca extranjera del país por la depresión que vive el país en la década de los 30, el sistema financiero nacional asumirá su rol en nuevas condiciones económicas y políticas. Por un lado, la banca pública irá ocupando el puesto que antes había asumido la banca extranjera como fuente de crédito, mientras mantienen su continuidad histórica los sectores privados vinculados a la existencia de una banca fundada entre finales del siglo XIX, como el Banco de Maracaibo (1882), el Banco Caracas (1890) y el Banco de Venezuela (1890) y segunda década del siglo XX, que es cuando se funda en 1925 el Banco Venezolana de Crédito. Más adelante, será el Banco de Venezuela, entidad privada, quien dominará la estructura crediticia del país hasta 1935, cuando producto de la nueva política económica de los gobiernos que siguen a la muerte del General Juan Vicente Gómez irá tomando una mayor preponderancia la

banca pública, cuyo circuito crediticio se completa en 1937 con la creación del Banco Industrial de Venezuela, en el contexto del “Programa de Febrero” del Presidente López Contreras y la creación del Banco Central de Venezuela, “... la más significativa de las reformas del sistema financiero nacional..., según Nikita Harwich Vallenilla, cuya ley puso en manos del Estado venezolano la emisión de billetes y la centralización de las reservas monetarias, regulando entre otros el comercio de oro y de divisas. Sin embargo, a pesar de que proyectos como el de creación del Banco Industrial abrían la posibilidad de que tanto el capital privado nacional como el del estado participarán en la fundación entidades bancarias bajo un esquema mixto, como bien señala el historiador Nikita Harwich Vallenilla: “Unos estrechos intereses de clase y la carencia de una visión a largo plazo siguieron orientando al capital financiero privado venezolano hacia operaciones de índole comercial, ligadas al crecimiento de la economía por efectos del ingreso petrolero y sus consecuencias en cuanto al

proceso de inversión por parte de capitales extranjeros o por parte de los capitales del Estado.” (p. 100). En cuanto a nuestra región de estudio, según se señala en la Memoria del Banco Central de Venezuela correspondiente al año de 1962 y tal como lo refiere la Guía Especial del Estado Lara (1963), al comentar el crecimiento geográfico de la banca en el país: “En el Estado

Lara se manifestó esta tendencia de la expansión territorial, de una manera tan significativa, que puede considerarse una de las entidades federales mejor servidas por la Banca privada. Exceptuando las oficinas del Banco Agrícola y Pecuario y del Banco Obrero, el Estado cuenta con 22 Oficinas Bancarias: dos de las cuales son Casas Matrices; 9 sucursales y 11 agencias, lo que representa el 4,8 % de las Oficinas Bancarias del país.” (p. 87). �������� �������������� ���������� �������� ����� �������������������

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Para nuestro interés, se aprecia la expansión sostenida de los servicios aunque hay una disminución de la población servida, que nos es el problema central de la banca comercial toda vez que lo fundamental está en el cliente y sus capacidades de ahorro, hecho que se aprecia al consultar del mismo informe la evolución de los depósitos del público en la banca comercial de la región. Según los datos que aporta la Superintendencia de Bancos los depósitos pasan de 312,4 millones de bolívares en 1971 a 885,6 millones de bolívares en 1975. Los depósitos totales, incluyendo los del gobierno, ascienden para el 30-06-75, a 953,3 millones en el Estado y 804,4 millones en la ciudad de Barquisimeto, lo cual refuerza su condición de centro urbano de servicios. Ahora bien, en términos comparativos, al 30 de junio de 1975, señala el estudio de la Asociación Regional de Ejecutivos

“La ciudad Barquisimeto disponía de 1.001,1 millones de bolívares en depósitos totales, superado apenas por los depósitos del sistema de Maracaibo y de Valencia y, claro está, por el

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Distrito Federal. De hecho, la red bancaria del sistema de ciudades que orbita con Barquisimeto, tiene, en cuanto a depósitos del público, un rango muy parecido al de la red bancaria del sistema de ciudades dominado por Valencia, la principal ciudad industrial del país. A ello, en buena parte obedece el que de diciembre de 1973 a junio de 1975 se hayan abierto 10 nuevas oficinas bancarias y se espere la ubicación de unos 3 nuevos bancos con agencias o sucursales en la sub-región.”(p. 84). En cuanto a la banca de origen regional, también habría que diferenciar la banca comercial, representada por los bancos de Lara y Capital, de las entidades de ahorro y prestamos, ya que estas últimas surgen en 1961 como parte del Sistema Nacional de Ahorro y Préstamo - decretos presidenciales 520 y 655 -, con el propósito de promover el ahorro entre los sectores de capas medias urbanas para la construcción de vivienda bajo un enfoque de cooperación donde priva el principio: “Del ahorro de todos al servicio de todos”. Es así como nace Casa Propia, como Asociación Civil, el 30 de

agosto de 1963, (Azparren: 1978: 8) con un capital de 250.000 Bs. el cual alcanza un ahorro acumulado que pasa de 105,5 millones de bolívares en 1974 y 127,8 millones de bolívares en 1975, “con un promedio de Bs.

4.000 por ahorrista, similar al promedio nacional y superior al de todas las entidades de ahorro del interior, y de algunas del área metropolitana de Caracas. (Álvarez: 1963: 82).

En síntesis, una marcada tendencia de la población de la región a ahorrar, la emergencia de un sistema regional bancario de ahorro y préstamo que encabeza Casa Propia frente a una política conservadora de la banca comercial en cuanto a la inversión productiva, puesto que como señalan los informes oficiales consultados, “... sólo

cuatro entidades bancarias tiene, a nivel de gerencia o junta de créditos autonomía para otorgar créditos superiores a doscientos mil bolívares.(p. 81) por lo que este excedente monetario regional, o bien se distribuye a otras regiones o bien se canaliza a la obtención de una renta fija en el mercado inmobiliario, por lo cual el ahorro deja de ser un

factor de impulso a la actividad productiva. Por ello, como bien señala el informe de la Asociación Regional de Ejecutivos (1976) preparado por FUDECO: “...no puede

pensarse que se establezcan en la ciudad y su área de influencia nuevas industrias y modernas explotaciones agrícolas y agroindustriales, ni que todo el personal técnico y profesional formado en los diversos niveles de educación especial y superior puede (sic) emplearse y/o generar o dirigir nuevos proyectos, si las instituciones crediticias no instauran una política más adecuada” (p. 85)

a la inversión reproductiva. Bien sabemos que este vacío es el que intenta cubrir la banca y las instituciones financieras públicas pero partiendo de criterios más políticos que técnicos y económicos. En la década de los 80, pasando por el año crítico de 1983, la conducta del sector bancario regional fue la siguiente: En operaciones activas, es decir vinculadas a la inversión, colocación y préstamos de dinero, el comportamiento del


Centro Comercial Churún Merú, Av. Lara

sector fue de un moderado crecimiento a partir de los tres tipos de instituciones que operan en esta década en la región: Banca Comercial, hipotecaria y entidades de ahorro y préstamo. La primera colocó en el mercado 2.887 millones de bolívares en 1981 pasando a 3.605 en 1984. En el ramo de inversión, la banca comercial colocó 100 millones en 1981 hasta llevar esta suma a 332 millones de bolívares en 1984. La Banca Hipotecaria tuvo un crecimiento en créditos protocolizados de 290 millones a 320 millones de Bs., mientras que el sector de las Entidades de Ahorro y Préstamo, en el que se ubica Casa Propia, colocó 1.135 millones de Bs. en 1981 frente a 1.855 en 1984. En cuanto a las operaciones pasivas, relativas a los depósitos, la banca comercial pasó de 3.603 a 4.334 millones de Bs. entre 1981 y 1984, apreciándose un mayor volumen de dinero en los depósitos a la vista mientras el mayor crecimiento lo obtuvo el depósito de ahorro, el cual pasó de 830 a 1.076 millones de Bs. en el período mientras los depósitos oficiales aparecen con un incremento de 551 a 541 millones de Bs. (FUDECO: 1984: 37).

Ya en la década de los 90, entre 1990 y 1992, el comportamiento del sector financiero es el siguiente: En primer lugar, además de la banca comercial, hipotecaria y de ahorro y préstamos aparecen las Sociedades Financieras manejando la cartera de depósitos a plazo fijo, bonos y certificados. En relación con las operaciones activas, la banca comercial incrementa sus colocaciones e inversiones de 18.863 en 1990 a 30.645 millones de Bs. en 1992, mientras la banca hipotecaria se mueve entre 2.097 y 1.471 millones de Bs., las entidades de ahorro y préstamo entre 3.085 y 4.784 millones de Bs. y las Sociedades Financieras entre 2.262 y 3.437 millones de Bs. Cabe destacar que los acontecimientos políticos del año 92 tuvieron sus efectos en el sector ya que se aprecia caída de colocaciones entre 1991 y 1992 en la banca comercial y en el ramo de inversiones de las Sociedades Financieras. En las operaciones pasivas, la banca sufre los efectos de la crisis económica que se vive en esos años, con un crecimiento moderado del ahorro en la banca comercial y una caída en la

banca hipotecaria entre 1991 y 1992, mientras las Entidades de Ahorro y Préstamo ven crecer los depósitos entre 1990 y 1992 de 1.389 a 1.882 millones de Bs., así como las Sociedades Financieras que pasan de 1.700 a 2.659 millones de Bs. en el periodo. En todo caso, el sector financiero aparece ahora como un renglón específico en los indicadores económicos de la entidad aportando al PIB de 1990 el 1,7%, frente al 10,3 % del sector agrícola y el 20,4 % que aporta el sector manufacturero. Esta relación se mantiene en el 1,8 % para 1991 y 1992. (FUDECO: 1992: 15) A partir de este año, al no existir estadística de las cuentas regionales producto de los efectos de la descentralización administrativa que revaloriza las instancias estadales sobre las unidades regionales, se hace difícil conocer la evolución cuantitativa del sector en la economía larense. Sin embargo, es evidente que Barquisimeto se ha transformado en una de las principales plazas financieras del país, producto – entre otros factores - del puesto que ocupa la región en el movimiento comercial agrícola nacional.

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Barquisimeto siglo XXI: Por una economía moderna en el área comercial y de servicios Cuando se habla de cambios sustanciales en la base tecnoeconómica de la sociedad, de una base industrial fabril a electrónica e informatizada, donde el conocimiento se transforma en un factor fundamental en la generación de riqueza, entonces es posible que la industria de servicios en el campo de la formación y de la información tengan para Barquisimeto y otras ciudades de la región que no han consolidado sus aparatos industriales tradicionales una oportunidad de trasformar la vocación comercial y de servicios de Barquisimeto en un verdadero sector de punta en la nueva economía de la información y del conocimiento. Es allí, donde la universidad y sus servicios de alta tecnología junto al fortalecimiento de las capacidades de puerto comercial a escala nacional e internacional que tiene la ciudad y el desarrollo en el entorno regional de una agricultura moderna, sustentable

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y sostenible, pueden jugar papel fundamental como factores que bien orientados y dirigidos pueden impulsar desde adentro la reactivación del aparato productivo regional generando empleo y bases firmes para un crecimiento económico y social realmente integral y sostenido en el tiempo. Es una realidad que en este contexto, el sector bancario, tanto en su dimensión de servicio de intermediación financiera como de factor de inversión, ahorro y préstamo, debe jugar un papel muy importante en el futuro económico de una región que a la par de contar con la presencia de la banca nacional y extranjera ha podido participar desde su interior en la formación de un sector bancario regional donde Casa Propia, Entidad de Ahorro y Préstamo ha ocupado un puesto de primera importancia en la captación y orientación del ahorro para su inversión en el sector de la vivienda y hacia la pequeña y mediana industria, labor que habrá que estudiar con mayor detenimiento en investigaciones futuras. Sirvan estas líneas para motivar más amplias y profundas investigaciones sobre

este capitulo ignorado de nuestra historia económica regional.


Nueve rostros del desarrollo y la tradici贸n de Lara



De Barquisimeto a Iribarren Ramón Querales. Cronista Municipal

Orígenes y Evolución Político Territorial del Municipio Iribarren El Municipio “Juan Guillermo Iribarren” y su capital Barquisimeto tienen su origen en la evolución que tuvo la jurisdicción Barquisimeto, un espacio geográfico muy considerable que de Este a Oeste iba desde la quebrada Las Guardias, lindero con la jurisdicción de El Tocuyo, hasta las riberas del Mar Caribe; y de Norte a Sur, desde el Río Tocuyo, lindero natural con la jurisdicción de Carora hasta el Río Acarigua, límite natural con la provincia de Barinas. Con el paso del tiempo y el surgimiento de otros centros urbanos, se redujo dicha jurisdicción dando ocasión a lo que actualmente es el Estado Lara y su municipio capital “Juan Guillermo Iribarren”. La fundación de San Felipe redujo sus límites hasta la quebrada llamada Guararute, en 1732. Constituida la provincia

Situación Geográfica y Potencialidades Naturales El Municipio Iribarren está situado hacia al centro-este del Estado Lara siendo las coordenadas de su capital las siguientes; lat: 10° 3’ 56”. Longitud Oeste de Greenwich, 69º 18’ 53’’ , con una elevación sobre el nivel del mar de 585 m aproximadamente, en una planicie central donde se encuentra Barquisimeto, un extenso valle fértil que riegan dos ríos a los cuales afluyen innumerables quebradas desde el sur y desde el norte: el Valle del río Barquisimeto o Turbio ancestralmente usado en la agricultura que fue y podría ser, no sólo de caña sino de productos tan variados como frutas y granos de todo tipo; lomas y serranías montañosas de clima semiandino, apto para la cría, la agricultura y la recreación; zonas desérticas de cálidos soles pero climas atemperados por aires amables y permanentes con probadas reservas de minerales no metálicos que pudieran ser base para su explotación altamente provechosa. Sus límites son: Norte, con el Municipio Urdaneta; Sur, con el Estado Portuguesa y Municipio Jiménez; Este, con los Municipios Peña del Estado Yaracuy, Crespo, Palavecino y Simón Planas del Estado Lara; Oeste, Municipio Andrés Eloy Blanco, Jiménez y Torres. Su superficie actual es de 2.758 Km² División político territorial Parroquias Catedral Juan de Villegas Concepción Santa Rosa Unión El Cují Tamaca Aguedo Felipe Alvarado Buena Vista Juárez

Capital Barquisimeto Barquisimeto Barquisimeto Barquisimeto Barquisimeto El Cují Tamaca Bobare Buena Vista Río Claro

Nota al cuadro de los datos geográficos: Teniendo como centro a Barquisimeto desde y hacia las cuatro poblaciones mencionadas, cada una de las cuales igualmente sirven de centro hacia diversos escenarios geográficos, económicos y culturales, tanto los habitantes del Estado como los visitantes que en considerable cantidad nos visitan, pueden acceder por vías carreteras hacia climas y paisajes de montañas agrícolas, principalmente cultivadas de café y otros rubros importantes como en el caso de Río Claro y Buena Vista; hacia una región semidesértica dedicada a la ganadería menor y el cultivo de plantas propias de este tipo de región como es la piña, el sisal y el agave cocuy, o hacia el templo de Santa Rosa donde reside la Divina Pastora, una advocación mariana de gran influencia espiritual en miles de venezolanos, en Barquisimeto, un clima agradable, excelente, servicios de todo tipo de actividades financieras, comerciales, industriales, agro-industriales, artesanales, culturales, ofrece las más óptimas y diversas posibilidades para todos los intereses y gustos.

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Barquisimeto en 1832 el Cantón Barquisimeto se formó con las parroquias Barquisimeto, Santa Rosa, Cabudare, Duaca, Bobare, Sarare, Altar y Buría. (Ambrosio Perera. Historia Constitucional de los Estados Lara y Yaracuy, 1946, p. 70).

Casa de Eustoquio Gómez vista desde la Plaza Bolívar

Panorámica de Barquisimeto

La creación del Cantón Cabudare en 1844, lo redujo por el sur, hasta las corrientes del Río Turbio; la creación del Distrito Crespo en 1900, lo redujo por el noreste hasta la quebrada Tacarigua, límite natural de aquella entidad con su entidad matriz, Barquisimeto. Con la fundación de Quíbor en el siglo XVII, se crearon problemas limítrofes que sólo pudieron resolverse hacia 1847, cuando una junta ad-hoc de barquisimetanos y quiboreños, fijó los límites entre ambas jurisdicciones. Barquisimeto, que según el decreto de creación de la Provincia de Barquisimeto en 1832, se constituyó en una parroquia, permaneció así hasta 1856 cuando por decisión de la Asamblea Provincial, se dividió en dos pero con el tiempo tuvo nuevas divisiones

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Iglesia de Bobare

hasta la constitución de su división territorial actual en diez parroquias.

Parroquias Concepción y Catedral Creadas por resolución del 17 de noviembre de 1856, una al oriente y otra hacia el poniente, quedando como límite entre ambas la Calle del Mercado, hoy calle 25, entraron en vigencia el 1º de enero de 1856.

Parroquia Buena Vista Por decreto de la Legislatura del Estado Barquisimeto que entonces presidía Toribio Silva, fueron erigidos en parroquia los caseríos Buenavista, Aroba, Guaiquiba, Guabana y Quemados que habían sido parte de la parroquia Concepción. Sus límites fueron: Este, la quebrada que divide el caserío Buena Vista de El Quemado; Oeste, la quebrada de Guabana; Norte, los filos del Totumo hasta Loma de León; Sur; Ríesito y Bucaral.

La parroquia quedó oficialmente instalada, no el 1º de mayo, como lo contemplaba el decreto, sino el 19 de julio de 1876.

Parroquia Juares Por acuerdo de la Asamblea Legislativa, que presidía Tomás Párraga, el 8 de marzo de 1916, fue erigido en parroquia el caserío Río Claro cuyos límites no se contemplaron en dicho acuerdo pero es obvio que la nueva entidad se formó en terrenos pertenecientes tanto a la parroquia Catedral como a la de Concepción. El acuerdo dio el nombre del General Aquilino Juares a la nueva parroquia.

Parroquia Bobare No conocemos un instrumento legal mediante el cual la parroquia de Bobare haya sido erigida como tal pero de parroquia eclesiástica, con límites establecidos desde la fundación del pueblo de Bobare en 1732, pasó a ser parroquia civil, con iguales límites, según la Constitución de Colombia de 25 de junio de 1824, al igual que Santa Rosa también lo era desde esa misma fecha. Se le

dio el nombre de “Aguedo Felipe Alvarado” desde el 26 de enero de 1943.

Parroquia Unión y Santa Rosa Por decreto de la Asamblea Legislativa que presidía el Profesor Francisco José Rojas, el 21 de diciembre de 1965 se crean los Municipios Unión y Santa Rosa, con los siguientes límites, el primero de ellos: Este, lindero divisorio del Municipio Catedral, desde la actual carretera panamericana, intersección de la calle 25 en línea recta hacia el norte hasta el lindero divisorio del Municipio Aguedo Felipe Alvarado. Noreste, lindero divisorio del Municipio Aguedo Felipe Alvarado hasta encontrarse con la actual carretera panamericana. Sur, desde el punto de partida, por la panamericana y Avenida Las Industrias, hasta el Obelisco. Suroeste, desde el Obelisco, por la panamericana (carretera vieja de Carora) hasta el lindero del Municipio Aguedo Felipe Alvarado; y, Este, autopista que desde Pata e´Palo, a Barquisimeto sobre la Av. Libertador corre al norte, vía Duaca.

Parroquia Juan de Villegas Por decreto del 17 de mayo de 1978, la Asamblea Legislativa, que presidía José Antonio Revilla se creó el Municipio Juan de Villegas, como entidad territorial de la ciudad de Barquisimeto y sus límites quedaron así: Este, desde el Obelisco, limitando con la Parroquia Concepción, por el centro de la Av. Rotaria hasta el Aeropuerto y por dicha avenida hasta llegar a Río Claro lindero del Municipio Juares. Sur, Municipio Juares y Buena Vista por el lindero Norte. Oeste, con el Municipio Jiménez por el lindero oeste del actual Municipio Iribarren entre el lindero norte de Buena Vista y el lindero sur de la parroquia “Aguedo Felipe Alvarado”, rumbo sureste hasta el Obelisco.

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Datos Demográficos El Municipio Iribarren, antes Distrito Barquisimeto, o Cantón, Departamento, Corregimiento o Parroquia, ha evolucionado poblacionalmente siempre de modo ascendente y, por general, a costa del éxodo humano que se produjo en los demás Municipios del Estado Lara o de regiones circunvecinas del Estado Yaracuy, Estado Falcón, Estado Cojedes, Estado Trujillo e, incluso, del Estado Zulia. Las cifras contabilizadas en el siglo XX, así lo demuestran:

El Obelisco

1923: 1929: 1936: 1941: 1950: 1961: 1971: 1981: 1986: 1993: 2001:

43.541 59.187 73.098 93.904 139.408 234.254 466.120 548.315 669.213 782.710 895.989

Este creciente aumento poblacional del Municipio se produce principalmente en su capital en la cual prosperan las actividades de educación,

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comercio, finanzas, artísticas, comunicacionales, religiosas, festivas, gubernamentales, de empleo y oportunidades distintas de trabajo, industriales, artesanales, hospitalarias, tribunalicias, de registro legal, etc., etc. Un ejemplo de esta desorbitada concentración humana en Barquisimeto, con todos los inconvenientes que conlleva tal situación, puede verse en lo que fue el movimiento demográfico de 1981, cuando la población de todos los Municipios, menos Palavecino e Iribarren, decreció en relación con respecto a la población total del Estado: Crespo bajó de 7,85% a 2,80%; Jiménez de 12,09% decreció a 5,02%; Morán devino a 8,21% cuando antes había estado en 16,81%; Torres de 19,81% pasó a 12,80% y Urdaneta, quizás la baja más aguda, fue de 10,93% a 4,4%; Palavecino aumentó de 4,41% a 6,25% e Iribarren, absorbió todo ese desplazamiento humano creciendo de 26,48% a 58,02% lo que, aunque ejemplo de hace 20 años, creemos ha permanecido constante.

La población del Municipio, según cifras del censo 2001, es de 895.989 habitantes que habitan en 232.392 viviendas. La superficie de la entidad es de 2.758 km2. La densidad poblacional por km2 es de 335,81 habitantes. Según el censo el aumento de población del Municipio en el 2001, fue de 30,4%, una cantidad de 363.254 habitantes más en relación con la población del año 2000. Setenta y siete y medio (77,5%) por ciento de su población la concentra el Municipio en las parroquias Juan de Villegas, 34,1%; Unión, 15,4%; Catedral, 14,3%; y Concepción, 13,7%. El Municipio Iribarren cuenta el 57,6% de la población total del Estado, distribuida por parroquias así: �������� �������������������� ������������ ����������������������������������� ���������������� ���������������������� ����� ���������� ���������� ������

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Museo de Barquisimeto y su Capilla San Miguel

Características de Barquisimeto Con visiones de hondo pesimismo o de amables y nostalgiosos pareceres, Barquisimeto ha sido sentida de muchas maneras, dibujada y nombrada, puesta en música, hecha novela o cuento y pintura de toda o partes de ella. Un poeta llamado Rafael Torrellas Urquiola, hijo de un gobernador un presidente (1914 – 1916), escribió un poema que fue publicado por El Diario de Carora el 4 de enero de 1939, el cual es una feroz requisición contra ese dominante, y al mismo tiempo, lacayuno mundillo de abogados, médicos, sacerdotes, beatas, matronas, periodistas, maestros, jueces, funcionarios públicos de varia laya hacendados, empleados de comercio y comerciantes pero un poco también, visión dolorosa de la gente menos afortunada de la ciudad:

“Cruces sobre las lomas. Rojos caminos y campos desolados: Blancas casuchas, sobre la tierra plana, Negra techumbre y negros campanarios, Hoscos labradores, flacos rocines, bueyes tardos... En las casonas egoísmo espiando… Por las callejas, mujeres místicas Y hombres refractarios. Coloniales prejuicios, Odios rutinarios Triunfando siempre, triunfando: ¡Pueblo dormido!; ¡Pueblo incauto”

Otros intelectuales, Víctor H. Paiva, Magdalena Seijas, Alberto Castillo Arráiz, Obdulio Pulido, Salvador Garmendia, Julio Garmendia, hicieron de Barquisimeto tema de sus narraciones. Y poetas como Marco Aurelio Rojas, José Parra Pineda, Simón A. Escovar, Rafael Garcés Álamo, Antonio Lucena, Álvaro Montero, Pascual Venegas Filardo, le cantaron su emoción y amor. ¡Y cuántos no la han cantado con música ya inmortal: Antonio Carrillo, Rafael Ángel López, Simón Wohnsiedler, Ángel María

Abarca, Ricardo Mendoza, Isaac del Moral, Napoleón Lucena y muchos enamorados más! Sus calles, templos, paisajes han reclamado la atención de decenas de pintores y uno de ellos, Armando Villalón, dedicó su vida a capturar en el lienzo maravilloso, el alma, el espíritu de su valle mágico, largo, ancho y generoso. Paralelamente la vida y el quehacer de la ciudad que ha sido definida como musical, de desarrollo, crepuscular, universitaria, comercial, y muchos otros títulos amables, ha concitado calificativos, si no difamantes, intentando mostrar sus lunares, sus debilidades o sus pecados. Así lo hizo, por ejemplo, en 1779, nada menos que el Obispo Mariano Martí quien registró en su diario de visita la vida desordenada de sus principales personajes incluyendo gobernantes y mujeres. Y un presidente del siglo XIX, Antonio Guzmán Blanco, en venganza tal vez por agravios recibidos aquí en su visita guerrera de 1870, llamó a

sus habitantes de “pulperos enfranelados” y Lope de Aguirre, en 1561, los llamó peyorativamente “comedores de arepa”. Los caroreños han sido poco gentiles a la hora de referirse a Barquisimeto. Según parece, Idelfonso Riera Aguiragalde la motejó: “ciudad fenicia” y aunque en verdad es una ciudad eminentemente comercial, la referencia fue descalificándola como centro ajeno a las tareas del espíritu. Y el general Juan José Perera, la llamó “duro mollejón” donde toda buena intención se lograba limar; “de estéril” la calificó Chío Zubillaga y le daba como símbolo el condón; y Guillermo Morón, en encendida polémica de auto-desagravio le dijo “ciudad baldía”. Con buenos ojos la vieron el poeta Abigail Lozano quien la llamó “Sultana de Occidente”; Luis Beltrán Guerrero, y ello reivindica a los caroreños, descubrió en su nombre las cinco vocales del alfabeto y así la identificó. A cada actividad que se realiza de manera destacada en Barquisimeto se le toma para

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Iglesia de Santa Rosa


Edificio sede de la Alcaldía del Municipio Iribarren

apellidarla: ciudad puerto seco, ciudad convención, ciudad musical, ciudad del desarrollo, ciudad universitaria, ciudad de los crepúsculos, y por estos últimos se le ha dicho, en la tradición, que el Libertador habría expresado que “por ver unos crepúsculos barquisimetanos valía la pena perder una batalla”, cosa a la cual no le damos mayor credibilidad; pero reconocemos que es muy hermoso.

Patrimonio Edificado Entre las edificaciones del patrimonio cultural venezolano existente en el Municipio Iribarren algunos templos cuya arquitectura, antigüedad y uso, los califican entre los más importantes del país: templo de Santa Rosa, templo de la Inmaculada Concepción, templo de San Francisco, de la Paz, de San Juan, de San José, de El Cristo, todos en Barquisimeto donde además se encuentran la Catedral, sobre la Avenida Venezuela. En las parroquias, debe mencionarse el templo de Nuestra Señora de Guadalupe, en Bobare, la más antigua del Municipio pues las

otras, afectadas gravemente por movimientos sísmicos en diferentes épocas, han debido reconstruirse total o parcialmente. Edificaciones civiles de valor patrimonial son: la sede del Colegio La Salle, el local del Museo de Barquisimeto, el antiguo Cuartel Nacional, en la carrera 15, el Palacio Municipal y el de la Gobernación en la calle 25, la casa donde vivió Eustoquio Gómez, la de su hija frente al Parque Ayacucho, carrera 16 por medio, las casas solariegas, estilo colonial de la carrera 17 y plaza Lara, desde la calle 22 hasta la 24, destacándose allí la casa del Centro de Historia Larense y la del Archivo del Consejo Legislativo. Otros son: el edificio del Liceo “Lisandro Alvarado”, la antigua Maternidad “Luisa Cáceres de Arismendi”, en la carrera 15, barrio de San Juan.

Parques y plazas importantes del Municipio son, principalmente en Barquisimeto: la de Bolívar, el Parque Ayacucho, los del Este y el Oeste, Loma de León o Francisco Tamayo, en la parroquia Juan de Villegas, Saroche, en la parroquia Aguedo Felipe Alvarado, el Cardenalito, y otros.

Edificaciones del cuatricentenario que merecen declararse como patrimonio cultural del Estado son muchas, entre ellas, el Hospital Central, la Casa Sindical, la sede actual del poder Judicial, conocido como Edificio Nacional, el Obelisco, etc.

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Situación actual del municipio. 1961-2001 Fue lento el crecimiento de esta entidad en sus procesos demográficos que, sin embargo de observar algunos niveles de aumento hasta el censo de 1941, no fue sino hasta esta década de los cuarenta cuando, seguramente por descontroles económicos y sociales del país, la población del Estado emigró hacia la capital, llegando a 139.408 habitantes para luego duplicarse de una a otra década de modo regular.

Estación del Ferrocarril

Y es, precisamente a partir del cuatricentenario de Barquisimeto, cuando su desarrollo alcanza niveles que, no obstante, no impidieron que la capital larense bajara de importancia en relación con otras capitales. Caracas, Maracaibo, Valencia. De cualquier modo, pueden señalarse los siguientes importantes elementos del desarrollo barquisimetano:

Bosque Macuto

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Comdibar La actividad industrial del Municipio está principalmente concentrada en Barquisimeto; funcionan zonas industriales con un total de 850 hectáreas con 545 empresas que ocupan un total de 15.892 trabajadores. Estas empresas se distribuyen, por zonas industriales, así. Zona Nº 0. 166 Zona Nº 1. 108 Zona Nº 2. 163 Zona Nº 3. 108 Total 545 Hay planes bastante adelantados para una segunda etapa de la zona industrial III con una superficie de 44,35 hectáreas que alojarán 230 nuevas empresas con 9800 empleos entre directos e indirectos; la inversión realizada hasta hasta 1999, alcanzó la cifra de 478.971 millones de bolívares.


Mercabar Haciendo honor a su tradición de ciudad comercial, una extensa zona de Barquisimeto se especializó en el mercado distribuidor de la mayor cantidad de producción agrícola de toda clase de víveres de manufactura nacional e importadas pero fue de opinión general que dicha zona, denominada popularmente El Manteco, debía cesar su funcionamiento en una zona tan céntrica de la ciudad como la que ocupaba y el 3 de octubre de 1983 se estableció en un terreno de 108 hectáreas, la empresa paramunicipal conocida nacionalmente por sus siglas MERCABAR la cual distribuye entre el 40 y el 70% de la producción agrícola siendo el mayor mercado mayorista de los cinco que existen en el país. Mercabar comenzó en 1983 con 132 comerciantes.Distribuye en la actualidad (2003) entre 12 y 14 mil toneladas de alimentos. Esta importante empresa paramunicipal funciona con un personal de 90 personas: 13 ejecutivos, 70 empleados y 7 obreros; dispone de 300 locales

concentrados en 10 hectáreas de las 108 que es su superficie total. Su ubicación geográfica es al oeste de Barquisimeto a un poco más o menos de cinco kilómetros de El Obelisco, entrada por la Av. Las Industrias y su dirección exacta es Zona Industrial III Av. Carlos Guiffoni Centro Financiero Arturo D’ Carlos.

Carrera 23, El Manteco

Educación El Municipio Iribarren posee una considerable concentración educativa que, sin incluir, población universitaria, reúne 217.428 estudiantes sumadas las instituciones públicas y privadas, que en número de 660 existen en el Municipio, y cuya dinámica en 2000-2001 puede observarse en el siguiente cuadro:

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Jesús, vendedor de el Mercado Municipal Terepaima

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Genaro Pérez, emblemático barbero de la ciudad

Vendedor en el Mercado Municipal de Bella Vista

Trece instituciones universitarias hacen vida regular en la ciudad capital: seis de carácter privado y siete de carácter público con carreras tan diversas como la ingeniería, el derecho, periodismo, arquitectura, medicina, veterinaria, agronomía, administración, ciencias pedagógicas y carreras técnicas de innumerables disciplinas.

Salutación Cuarenta y tres abriles, don Genaro, Manipulando a diario las tijeras, Impúlsanme a escribirle estas sinceras Frases de aliento. Infatigable “guaro”. Ya le confieso que no soy “taparo” … Para fácil rimar, a mis maneras Hoy salgo a flote para izar banderas; Con mi salutación a don Genaro.

Servicios Hospitalarios En el Municipio Iribarren funcionaban hasta el año 2000 sesenta y cinco (65) clínicas privadas dedicadas a la atención de las más diversas enfermedades de los larenses, cuatro grandes hospitales públicos, setenta y cinco ambulatorios, 41 urbanos y 34 rurales, 80 laboratorios y seis centros médicos de carácter semiprivados.

Que sus diestras de fígaro excelente Las conserve el Señor, perfectamente Brindándonos tan útil beneficio. Porque yo, que también soy medio “guaro”; Quedo muy satisfecho, don Genaro, Por su intachable dote en el oficio! J. T. Fernández Barquisimeto, 16-11-91

En estos centros de salud fueron atendidos en 2001 setecientos cuarenta y siete mil doscientos sesenta y tres pacientes, en el Municipio siendo tratados de diferentes dolencias. El Municipio, además, ofrece los servicios de 180 farmacias que completan el sistema de salud de la entidad, hasta el año 2001.

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Fuerza de Trabajo La población mayor de 15 años del Municipio es, según cifras del Censo 2001, de 338.677 personas divididas así: del sector público, 48.215 (14,3%) y del sector privado, 284.552 (84%) y no declarada, 5.910 (1,7%). Para el sector formal de la población de 15 años y más ocupada en el Municipio cuyo total es de 320.284, corresponden 172.425 personas y en el sector informal 145.225, y no declarados 2.634, lo cual quiere decir que ambos sectores están cuantitativamente más o menos a un mismo nivel de importancia cuyas consecuencias podrán determinarlo los especialistas.

Transporte En Barquisimeto existen 33 empresas de transporte con 500 unidades mayores de nueve puestos cada una que sirven a la población del Municipio internamente y en sus necesidades de movilización terrestre hacia otras poblaciones y entidades federales. (Datos de A.M.T.T.).

Según el Sindicato Automotor del Estado Lara existen tres tipos de rutas: 1. Urbanas con un total de 54 líneas formadas así: a) Rutas Urbanas, veintinueve (29) líneas. b) “Rapiditos” de cinco (5) puestos, 10 líneas. c) “Libres”, quince (15) líneas. 2. Extraurbanas las cuales están formadas de dos modalidades: a) Inter-urbanas, circulan de Estado a Estado. b) Suburbanas, circulan todo el Estado desde y hacia los Municipios. Las empresas de este tipo son en total sesenta y cinco (65) líneas que, en su mayoría, son del primer tipo. (Datos suministrados por el Sgto. Mayor José Rangel del Instituto Nacional de Transporte).

Hoteles y Restaurantes En el Municipio, principalmente en Barquisimeto funcionan ciento noventa (190) hoteles de categorías diversas; treinta (30) restaurantes de comida internacional; veinticinco (25) especializados en tipos de comidas diversas; cincuenta (50)


de comida criolla y unos setenta (70) de comida rápida.

Actividad Comercial La ciudad capital principalmente desarrolla una actividad comercial muy importante en todos los ramos imaginables de productos nacionales o importados, naturales o elaborados en el país, contándose por ejemplo ciento sesenta (160) empresas de electro-domésticos, ciento diez (119) ferreterías; trescientos (300) de ventas de repuestos automotriz, zapaterías, quincalla, perfumerías, etc., en cantidades altas como quizás existen en muy pocas ciudades del país.

Catedral de Barquisimeto

La antigua pulpería, unidad urbana de distribución de productos alimenticios, es sólo un recuerdo, estampa nostalgiosa de la ciudad de ayer.

Panorámica de la Zona Industrial

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Plaza de la Justicia de Barquisimeto y Edificio Nacional (Sede del Poder Judicial)

El Barquisimetano de Hoy En Razas Humanas, Augusto Panyela, Director del Museo Etnológico de Barcelona, España, su autor dice: “El estudio de la génesis de los pueblos es tan complejo que a menudo requiere analizar siglos y aun milenios de prehistoria e historia de un territorio para seguir el proceso de su formación”. Pone el ejemplo de Pericot, un investigador quien en busca de las “raíces” del pueblo español ha visto la necesidad de “hurgar en los inicios del Paleolítico superior, a unos 50.000 años de distancia, considerando que en aquellos hombres de la raza Cromagnon, se encuentra la verdadera base biológica y cultural” del pueblo español, a lo que habría que agregar, para tener más o menos completo el inventario de elementos humanos que intervinieron en ese proceso las “inmigraciones, invasiones, colonizaciones e hibridaciones”, las cuales “provocaron cambios, se modificaron las sucesivas lenguas y culturas desarrolladas” por los antepasados del pueblo español.

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¿Cuánto más podríamos decir del pueblo venezolano, en general y del larense en particular, producto de milenarias movilizaciones que desde el Asia pasaron, según las hipótesis más aceptadas, por el estrecho de Bering a nuestro continente, a cuyos descendientes se unió, esa fabulosa amalgama de pueblos que era la España del siglo XVI en proceso desarrollo de su unidad político territorial. De África, no olvidemos este extraordinario aporte de la posible cuna de la humanidad actual, fueron extraídos, como mano esclava, miles de seres humanos y trasladados a la fuerza, por sus parientes europeos a mezclarse con sus parientes americanos e iniciar así una vez más, al otro lado del universo, el milagro de una nueva regeneración directamente emparentada, por entre las venas y sangre de los tiempos, con la que 50.000 años antes fue, entones, la afirmación del hombre sobre el planeta. Con ese origen y largas raíces extendidas por la tierra y en el tiempo, inician una vez más grupos humanos diversos la ocupación del territorio que ahora llamamos Municipio Iribarren. Tal

es nuestro origen humano y tales las bases primarias del proceso cultural no concluido todavía e intervenido, modificado, alterado muchas veces, hibridizado en numerosas oportunidades, invadido y colonizado sin sosiego. En la génesis formativa de los diferentes grupos humanos que habitan las parroquias del Municipio se detectan profundas diferencias “étnicas, culturales y lingüísticas”, que de muchos modos, influye en la manera de ser y existir de cada uno de dichos grupos pues si en Bobare, por ejemplo, y en Santa Rosa está presente el pueblo gayón, entre ellos existen particularidades geográficas, climáticas y culturales muy señaladas y Buenavista y Río Claro, de pueblos ajaguas, se marcan características muy distintas a la gente de Matatere que desciende de ayamanes y de la de Barquisimeto, heredera de sangre caquetía, de gente de origen africano y señaladamente de españoles y otros grupos europeos. Agréguense todavía los elementos culturales y biológicos aportados por las sucesivas inmigraciones

del siglo XX barquisimetano, principalmente de libaneses, chinos, españoles, portugueses, italianos, rusos, etc.; yaracuyanos, portugueseños, falconianos, trujillanos, zulianos de todos los tiempos y hagámonos estas preguntas: ¿qué priva en la población del Municipio Iribarren ahora a los comienzos del siglo XXI? ¿Las diferencias étnicas milenarias, seculares y actuales o su lenta e interrumpida evolución hacia una unidad étnica homogénea producto final de un proceso constante de sincretismo biológico y cultural?. Posiblemente responder qué somos sea bastante difícil y resulte más fácil contestar lo que no somos: un pueblo homogéneo, integral y definitivo lo que importa tener en cuenta a la hora de decidir, bienes o perjuicios sobre nosotros.


Ramón Querales (Matatere, 1937) Escritor de una extensa obra literaria y de investigación histórica. Su labor como estudioso abarca la Historia Municipal, la bibliohemerografía, antologías, ensayos y Poesía. Ha merecido importantes premios con sus libros de poesía: Aguas Negras(Premio José Rafael Pocaterra, 1968); Exiliado del Alba(Premio Asociación de Escritores, 1974); La Guaroa (Premio Universidad del Zulia, 1974), y Habitación de Olvido(Premio Municipal D.F, 1982). Se encuentra en edición el libro La Comarca Mancillada. Historia de Barquisimeto 1530-1700, primer tomo de un cuarteto dedicado a nuestra ciudad. Investigador de prestigiosos centros como el Celarg, la UCLA, el Congreso Nacional, la Biblioteca Nacional y la Academia Nacional de la Historia. Fundador y redactor de varias revistas y periódicos. Desde hace seis años se desempeña como Cronista Oficial del Municipio Iribarren y miembro de la Junta Directiva Nacional de Cronistas de Venezuela de la cual ha sido Secretario de Organización (1995-1996) y Presidente (1997-1999).

Apéndices Fechas claves de la ciudad 1530. Llega al valle del Río Turbio, y permanece en él, durante 14 días, Nicolás de Federmann, representante de los Welser, explorando por vez primera el territorio occidental de Venezuela. 1552. Juan de Villegas funda a Nueva Segovia, a orillas del Río Buría, en la segunda quincena de mayo. 1553. Levantamiento del Negro Miguel en las minas de Buría, contra la explotación esclavista. 1556. Primero, de los seis traslados que tuvo, de Nueva Segovia al valle del Turbio. 1596. Dotación de los ejidos para la ciudad por el gobernador Diego de Osorio, el 9 de mayo. 1561. Rebelión y muerte de Lope de Aguirre, 28 de octubre.

1668. Captura y ajusticiamiento de la cacica gayón Ana Soto quien luchó, desde 1618, contra la ocupación española de estos territorios.

1844. El territorio actualmente ocupado por los Municipios Palavecino y Simón Planas son separados del Cantón Barquisimeto para crear el Cantón Cabudare.

1797. Nace en Araure el 25 de marzo, Juan Guillermo Iribarren, desde 1936 es el epónimo del Municipio.

1856. Epidemia de cólera y primera visita de la Divina Pastora de Santa Rosa a Barquisimeto el 14 de enero.

1812. Un terremoto destruyó el sexto asiento de la ciudad, el 26 de marzo.

1900. El territorio actualmente ocupado por el Municipio Crespo es separado del Distrito Barquisimeto para crear el de Duaca.

1813. Batalla de los Horcones. Fuerzas patriotas comandadas por el General José Félix Ribas, derrotan la de los españoles, el 26 de julio; - Batalla de Cerritos Blancos. Fuerzas patriotas comandadas por el General Ramón García de Sena, derrotan la de los españoles, el 13 de septiembre; -Batalla de Tierrita Blanca. Fuerzas patriotas comandadas por el Libertador Simón Bolívar, son sorpresivamente derrotadas por las españolas, el 10 de noviembre.

1936. La Asamblea Legislativa consagra en la Constitución aprobada ese año, a Juan Guillermo Iribarren como epónimo del Distrito Capital. 1952. Conmemoración del cuatricentenario de la fundación de Nueva Segovia para lo cual se escogió el 14 de septiembre.

1832. Por gestiones de Don Bernabé Planas, el Congreso Nacional crea la Provincia de Barquisimeto, el 29 de marzo.

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Ubicación relativa estadal

Municipio Iribarren - División Política MUNICIPIO URDANETA

Parroquia Aguedo Felipe Alvarado

MUNICIPIO CRESPO

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MUNICIPIO IRIBARREN

Parroquia Unión

Parroquia Catedral

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Parroquia Sta. Rosa

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BARQUISIMETO MUNICIPIO JIMÉNEZ

Parroquia Juan de Villegas Parroquia Concepción

Buena Vista Parroquia Buena Vista

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MUNICIPIO PALAVECINO

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Parroquia Juárez

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ESTADO PORTUGUESA

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Torres, una región esperanzada,con perfil de desarrollo económico-social (1963-2003) Alejandro Barrios. Cronista Municipal

La tierra caroreña a decir del humanista y sabio Cecilio Acosta “es oro cuando se pisa y pan cuanto se toca.”

Carora y todo el Municipio Torres constituye un monumento significativo a la aridez del paisaje. Sus tierras calcinadas por el sol reflejan el elemento principal de su naturaleza como área geográfica que siempre produce la sensación de un calor seco y humeante, reflejado en su vegetación escuálida de frondosidad, permanentemente permeable a los inclementes rayos del sol. Esa vegetación constituida por diminutas tunas, solitarios cardones y grisáceos cujíes, los cuales revelan la sequedad de su suelo adormecido al compás de sus vientos. Estos vientos, a los cuales hace referencia el poeta Luis Alberto Crespo en esta frase lapidaria: ...” A Carora se la va a llevar el viento... ” Para sintetizar el poder de esa brisa que a veces es fresca en esa sabana. La carencia de lluvias en la región, característica fundamental de esta zona climática, donde abunda abiertamente el deseo del agua venida del cielo, como canícula de alivio refrescante

Situación Astronómica

El Municipio Torres esta ubicado, desde el punto de vista astronómico a 10°34´9´´ de latitud Norte y a 70°15´42´´ de longitud Oeste.

Aspectos Geográficos

El Municipio Torres está ubicado en la Región Centro Occidental del país. Posee una superficie de 8.829 Km2, constituyendo el de mayor territorio de todos los municipios que conforman el Estado Lara. Este Municipio está rodeado de montañas con un relieve irregular lo que conforma una gran depresión. (Datos tomados del Atlas del Estado Lara. Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables y Gobernación del Estado Lara,1998)

Limites

El Municipio Torres limita con tres estados vecinos: al norte, con el Municipio Urdaneta y el Estado Falcón; por el sur, con el Municipio Morán y el Estado Trujillo, por el este: con los Municipios Jiménez e Iribarren, por el oeste: con el Estado Zulia.

División político Territorial

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Ruinas de la Iglesia La Divina Pastora en Barrio Nuevo

Imagen del Cementerio de Curarigua

al calor y a la resequedad, este permanente espacio vital ha sido motivo de inspiración a las letras venezolanas, no en el sentido del paisaje como tal, sino a la producción de escritores alumbrados por la luz refractaria que a veces derrite las ideas y las hace salir más fluidas a la composición musical, poética, narrativa, a la creación de ideas fortalecidas en el éxito y plasmadas en la evolución histórica en el trabajo fecundo de sus mujeres y hombres, para convertir esta región en un punto de referencia para el desarrollo y el progreso de Venezuela.

Primeros Pobladores y Fundación Históricamente, en tiempos prehispánicos, vivían en esa región los aborígenes Ajaguas, Gayones de los grupos Caquetíos, con un valor y coraje tan grande demostrado por su fortalecida resistencia ante el invasor español. Carora, la capital del Municipio Torres, fue fundada aparentemente, el 8 de septiembre de 1569, ya que no hay acta de fundación, por el Capitán español Juan del Thejo con el nombre de Nuestra Señora de la Madre de

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Dios de Carora. El mencionado militar había sido Capitán de Justicia y Alcalde Ordinario por esta razón se justifica a Carora su proceso fundacional con la categoría de ciudad. Estos aguerridos aborígenes quemaron por completo la ciudad recién fundada, pero un tiempo más tarde, en junio de 1572, vino el Capitán Juan de Salamanca pacificó a los indios y repobló la ciudad; la rebautizó con el nombre de Ciudad del Portillo de Carora. Estas dos aventuras fundacionales provinieron desde la ciudad Madre, El Tocuyo. El Municipio Torres tiene una interesante variedad climática, desde las altas montañas andinas de San Pedro y El Jabón, donde predomina un agradable clima frío, pasando por las Sierras de Jirajara y Ziruma, con su clima templado y vegetación boscosa, hasta los fértiles valles de Sicarigua, Curarigua, Arenales y Río Tocuyo. En este Municipio predomina la producción agrícola y pecuaria, aunque posee una amplia extensión con vegetación xerófila, semidesértica y un clima cálido y seco, además abundan el ganado caprino y ovino, lo que le da una característica singular.


Pero también ha desarrollado la ganadería bovina hasta consolidar la Raza Carora como elemento de productividad y adaptación a la región tropical, ganado de doble propósito, es decir, de carne y de leche.

Las Vías de Comunicación Carora, su capital, está ubicada al centro del Municipio por la cual la atraviesan tres grandes vías de comunicación terrestre como lo son las carreteras: Centro –Occidental, Lara Zulia y la Panamericana, las cuales conectan la ciudad capital con Barquisimeto, el resto de la región Centro- Occidental, con el centro del país y las llanos centrales, con la región zuliana y el estado Falcón, con la región andina y la república de Colombia. Además la ciudad posee un Aeropuerto denominado “La Greda” fundado en el año 1952, y que actualmente solo se usa para el despegue y aterrizaje de avionetas.

Hidrografía Este extenso territorio semiárido está atravesado por seis ríos: Tocuyo, Curarigüita, Morere, Diquiva, Quediche, Los Bucares y el Sicare (Misoa).

Antiguo Puente Torres

El Río Tocuyo: Es él más largo de la Región Centro occidental del país, nace al oeste del Páramo de Cendé a 3.583 metros, en la Sierra de Jabón en el municipio Morán, en los límites con el Estado Trujillo, baja desde la cordillera para nutrir y fertilizar todas las vegas de su paso, continúa por Atarigua, donde es represado en la actualidad, en un gigantesco embalse; posteriormente se le une el río Curarigüita y las aguas termales de Sogoré, en la Parroquia Camacaro se le agrega el río Morere y de ahí otros más hasta su desembocadura en el Mar Caribe, en la región de El Tocuyo de la Costa, en el Estado Falcón. El Río Curariguita: Su nombre se debe a que pasa por la población de Curarigua, nace en el lugar llamado Papayal, por la unión de las quebradas El Vino y La Muñosa. Después se une al Río Tocuyo en el lugar del Chino.

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El Río Los Bucares: Nace de la confluencia de las Quebradas Villegas y Agua de Obispo, las cuales nacen en el estado Trujillo y luego se une al río Morere. El Río Diquiva: afluente del Morere nace en Lomas de Caballo. El Río Morere: Es el principal río del Municipio Torres y atraviesa toda la ciudad de Carora, este río precisamente ha causado grandes inundaciones a esta ciudad, en consecuencia se ha producido el movimiento y la transformación urbanística de la misma. Fue conocido por los aborígenes como el “Zanjón de las Auyamas” y nace este río nutrido de varias quebradas que bajan de la región de Monte Negro al oeste de la región de El Empedrado. Sus aguas son dulces, turbias debido a que es alimentado también por varias quebradas de la Otra Banda y del río Diquiva. Este río fue bautizado por Ildefonso Riera Aguinagalde como “Hilo de miel de perezoso curso” y el poeta Marco Aurelio Rojas lo llamó “Arroyo aprendiz de río”. En la actualidad está contaminado.

Portál de la Capilla del Calvario en Carora

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El Río Sicare: afluente del río Misoa y éste a la vez tributario de la cuenca del Lago de Maracaibo, nace por quebradas y arroyos en la región de El Blanco, Municipio Torres.

El Relieve La zona de la Depresión de Carora se presenta de una manera muy peculiar, su topografía está conformada por una vegetación Xerófila semi-desértica, que cubre casi la totalidad del paisaje de la zona, la época de lluvias se da entre los meses septiembre, octubre y noviembre aunque caen lluvias aisladas y esporádicas durante el resto del año. Hay pequeños cerros o lomas redondeadas separadas entre sí por hondonadas, que se convierten en quebradas de pequeñas rocas y arenas blanqueadas, de forma calizas, éstas a su vez forman grandes quebradas que tornan el paisaje geográfico accidentado de esta zona.

El Clima La amplia Depresión, donde se recalientan las masas de aire, por encontrarse en contacto


Ventana de casas del centro colonial de Carora

con suelos sumamente secos, desprovistos de humedad, con una vegetación muy pobre, xerófila, de cardones, yabos, cujíes y tunas. La nubosidad es muy poca sobre esta depresión, los vientos pasan muy altos, estos vientos húmedos se condensan, el vapor de agua al encontrarse con las altas montañas de la cordillera andina. Los vientos Alisios que circunscriben la ciudad provienen del Este y del Noreste y cuando llegan a esta Depresión vienen recalentados porque son vientos bajos.

Recursos Minerales Existe una breve descripción de los recursos mineros conocidos y otros que se hayan sin explotar: Mercurio: Existe un yacimiento de mineral de mercurio en La Mesa a 34 kilómetros de la ciudad de Carora en la Parroquia Chiquinquirá, este yacimiento fue explotado desde 1940 hasta 1945, y a partir de esa fecha la explotación fue paralizada, ya que el Mercurio importado era más barato, y nosotros carecíamos de recursos tecnológicos para la obtención y procesamiento.

Arcillas Blancas: Existen unos yacimientos en las zonas de Curazaíto y Sogoré ubicado al este de Carora, (Parroquia Antonio Díaz) las cuales son utilizadas en cerámica y en la industria del cemento. Calizas: Existe una gran variedad de calizas en el Municipio, principalmente al sur de la ciudad.

Vegetacion Nuestra extensa geografía se caracteriza por tener la siguiente vegetación: cujíes, yabos, cardones (de lefarias, de datos, y guanajos) tunas (guazábaras y Úbeda) buches, vera, dividive, olivo, mamita, maguey, sisal, cocuy, trompillo, curaríes, suspire, chiriguarito, caracolí, higuerón, charo, hueso de pescado, carbonero, caudero, sangregrado, pomarrosa, guamo, cedros, apamates, araguan, bucare, corozo o coruba y el singular cemeruco, árbol símbolo del Estado Lara.

Aves Entre las aves más conocidas se pueden nombrar: el cardenalito, que es el ave símbolo del Estado Lara, zamuros, catanejos, titirijí, lechuzas, garzas, piguas, patilingo, turpiales, palomas, burreritas, santa cruz, el cardenal, paraulatas o chuchubas, sanantonitos, congo o pájaros negros, alcaraván, chupa flor o colibrí, chirrita, turpial, cotorra, loro cara sucia, gonzalico, cristofué, arrendajos, paují, poncha, perdiz, gallinetas, pavas y guacharacas y el chemeco.

Animales Terrestres Venados, zorros, chigüire, conejos, osos hormigueros, gato cervantes, linces, zorros, guaches, tigres (en proceso de extinción), picure, rabipelado, lapas y puercos de monte.

Reptantes Iguanas, culebras (cascabel, coral, mapanare, macaurel, terciopelo, cazadora, tragavenados, joberas y loras) tuqueques, salamanquejas, ciempies, alacrán, bisure, lagartijos, lagartijos de colores o

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guitarreros, sapos y ranas.

Peces Bagres, guabinas, sardinas y corronchos.

Economía del Municipio Torres La economía del Municipio Torres se basa en la actividad agrícola y ganadera. El Municipio ha sido una área tradicionalmente orientada hacia la actividad artesanal y a la producción ganadera, no sólo caprina, sino también bovina, destacándose a partir de la segunda década del siglo XX, un impulso fundamental con la ganadería vacuna en el ámbito nacional con el ganado Raza Carora, adaptada a las condiciones climatológicas tropicales con alta productividad de leche y carne.

Tejas de El Alemàn

Presenta excelentes perspectivas para la producción, comercialización de hortalizas y frutales, es una de las regiones de mayor producción de caña de azúcar, manteniendo dos centrales azucareros: La Pastora y Carora, que procesan el 26% de la producción nacional. Actualmente

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se ha desarrollado la actividad vinícola (Empresas Pomar) la cual ha alcanzado renombre nacional e internacional. En el cuadro Nº 1 se detalla la productividad de rubros agropecuarios por parroquia en el Municipio Torres.

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Ganado en las playas de Torres

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El Alemán

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Estatua de Don Chio Zubillaga en el sector Cerro de la Cruz en Carora

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Viñedos de Altagracia

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En la ciudad Capital Carora funcionan bienes de servicios como mercados, supermercados, tiendas por departamentos, y entidades bancarias, hoteles, restaurantes que proporcionan un perfil de encrucijada comercial en la región.

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Iglesia San Juan Bautista

Hoteles

Restaurantes

Carora posee una infraestructura hotelera con capacidad de alojamiento de 489 personas, insuficiente cuando se presentan en la ciudad eventos de gran importancia como sus Ferias Agropecuarias, el Concurso Internacional de Guitarra Alirio Díaz, Congresos Nacionales como el de ATAVE (Asociación de Técnicos Azucareros de Venezuela) y otros eventos de carácter nacional. Sólo cuatro hoteles tienen categoría de tres estrellas: Hotel Posada Madre Vieja, Hotel El Amparo, Hotel Katuca y el Círculo Militar. El resto esta conformado por hoteles de una estrella de poca capacidad de hospedaje: Hotel Irpinia, Bari y hotel Indio Mara. Existen en las afueras de la ciudad dos moteles: Le Barón y El Solar del Abuelo. En algunas capitales de las parroquias se encuentran Posadas como La Asomadita en San Pedro, El Centro Turístico La Escondida en Altagracia entre otras.

La ciudad posee un gran número de restaurantes, donde se sirve comida criolla e internacional. Entre los que podemos mencionar: El Campestre, La Represa, El Negro Urriola, Don Beto, Doña Celina, La Vaquera, El Bologna, El Criollito, Los Coleadores, Los Indios, El Cantón, La Megaleña, Diablo´s Pizza, Diablo´s Pollo, Los Chinchorros, Roma, Micky Mouse, entre otros. Es de hacer mención que en la Avenida Francisco de Miranda existe el Paseo del Hambre, donde se puede saborear toda clase de comida rápida. En Arenales localizamos la Fuente de soda Katy, donde vende una deliciosa parrilla de guabina; en Altagracia encontramos el restaurant Monte Libanesa, donde se puede degustar la famosa parrilla de monte y en Aregue hallamos el suculento chivo asado de Doña Mercedes Zambrano. Actualmente se desarrolla una zona industrial la cual está cerca de su consolidación definitiva.

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Iglesia San Dionisio en la calle La Democracia

Atractivos Turísticos El Municipio Torres posee una gama de excelentes y heterogéneos paisajes desde las gélidas zonas de la Cordillera Andina en las tierras de San Pedro y Jabón como las de Agua Linda. También encontramos en el paisaje seco o cálido cursos de agua como Las Veritas, Puente Torres, Río Tocuyo, Paso de San Antonio y el Embalse de Atarigua conocida como la represa “Ricardo Meléndez Silva”. Asimismo cuenta con zonas de reserva ecológica como lo es el Parque Nacional Saroche. Es importante señalar la artesanía comenzando por las policromáticas y antiguas cerámicas indígenas de Camay, con la producción de ladrillos y tejas de Alemán y El Coyón, la artesanía de Los Arangues y de San Pedro Caliente, los trabajos hechos en madera de algunos artesanos torrenses, la fabricación de instrumentos musicales como el luthier Antonio Navarro, la cerámica de Bruno Crespo e Hildemaro Piña. Además esta tierra es rica en el ámbito de la gastronomía, donde se destacan: el Negro Urriola con

su suculento Lomo Prensado, la Tostada Caroreña, la familia Cañizalez con sus apetitosos mondongos dominicales, Doña Celina de Maureira con su cabrito asado y los hornos fabricados de barro que brindan las aromas y texturas de los panes de tunja, el pan de leche y la acemita en las manos de Rosario Barrios y Ramoncita Martínez.

Ilustres, el Portal de Los Zubillaga y el moderno Teatro Alirio Díaz.

La zona colonial de Carora guarda en sus añejas paredes de barro, pisón y adobe grandes tesoros arquitectónicos entre las que se pueden nombrar: la Casa Amarilla, lugar donde sesionó el Cabildo Colonial Caroreño y sitio donde se originó la Leyenda del Diablo de Carora en el siglo XVIII, el Balcón de los Álvarez, antigua casa colonial donde se hospedó el Libertador Simón Bolívar a su paso por Carora en 1821, el Club Torres, la casa de la familia Riera Montes de Oca, la casa de la familia Zubillaga entre otras, Asimismo Carora tiene hermosos templos como la Catedral San Juan Bautista construida en el siglo XVII, la iglesia San Dionisio, la Capilla del Cerro de La Cruz y la muy barroca y simbólica Capilla El Calvario. En esta misma zona está ubicado el paseo Los

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Altar de la iglesia de Arenales

Iglesia de Arenales

El Municipio Torres Evolución Alcances y Desarrollo (1963-2003) Es difícil escribir la historia como hecho presente sin ver las consecuencias del proceso y la dinámica que la población realiza en torno a la dialéctica producida por el intercambio entre las fuerzas productivas y la realidad cultural que la rodea. Después de una profunda meditación acerca de este proceso histórico, quiero señalar que los grandes alcances de nuestra historia se han logrado por nuestro propio esfuerzo, por autogestión y la participación decidida de nuestra sociedad civil, donde cada uno de los habitantes de este vasto territorio colabora de acuerdo a sus posibilidades para desarrollar acciones en beneficio a su trabajo y en el bien común, no esperando que todo lo realice la paternidad absoluta del Estado. A partir de 1960, la ciudad de Carora comienza a experimentar un crecimiento poblacional y urbanístico bastante considerable, motivado a una política sanitaria preventiva

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que aumentó el crecimiento vegetativo y poblacional del Municipio. Desde 1950 a 1961 la ciudad de Carora registró un incremento poblacional de 86,6%, es decir, de 12.450 habitantes aumenta a 23.227 habitantes. En 1971 aumenta a 36.115 habitantes con un 55.4 %. Durante la década del 60, respondiendo al Primer Plan de la Nación, se construyeron viviendas de interés social, llevadas a cabo por el Banco Obrero. Asimismo se creó el Acueducto situado en el Cerro San Vicente, el cual produjo más litros de agua potable para el consumo de la población en crecimiento. Desde el punto de vista económico funcionaban en la ciudad dos plantas procesadoras de leche: Alimentos Kraft de Venezuela, fundada el 2 de noviembre de 1959, la cual procesaba diariamente 30.000 litros diarios de leche y la INLACA, fundada el 24 de junio de 1958, industrializaba 90.000 litros de leche. También funcionaba la empresa Alimentos Carora. Fundada el 5 de marzo de 1965, productora de alimentos para forraje de animales con

una capacidad de producción de 800.000 kilogramos al mes; una Fábrica Nacional de Aluminios Carora, fundada el 15 de septiembre de 1965; la Planta Eléctrica de Carora, la cual generaba el sistema de electricidad de la ciudad; Alfarería Carora, fundada en el mes de enero de 1946 y producía unas 15.000 piezas de diferentes tamaños diariamente. El Central Pastora, fundado en 1952 y más tarde el Central Carora absorbe la población económica activa con empleos directos e indirectos los cuales van a ayudar a fortalecer el crecimiento de la ciudad y el Municipio. Por otro lado en la década del 1960 se produce una migración de la población de muchas regiones cercanas a Carora, sobre todo de los estados vecinos quienes vienen a ocupar nuestro territorio. El cuadro que a continuación presento de todas las urbanizaciones que comienzan a fundarse en Carora motivadas a la expansión explica claramente que de diez sectores urbanos que existían desde la fundación hasta la década de

1950, Desde 1960 hasta el año 2000 se han creado más de treinta y nueve urbanizaciones unas consolidadas y otras que requieren con urgencia la intervención del estado ya que requieren los servicios públicos elementales.


Portal de la Casa de Comercio de Los Zubillaga


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Iglesia y Plaza Bolívar de Curarigua

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Instituciones La tradición cultural espiritual de Carora viene desde los primeros años de su fundación. Tierra de poetas, historiadores, escritores de sesudo pensamiento, pintores, músicos de elevada creatividad, en esta tierra la cadencia y el ritmo corren de manera silvestre por todo el ambiente torrense. Entre sus manifestaciones folclóricas podemos mencionar: El Tamunangue, La Bamba de San Pedro, El San Benito de Jabón. Y no podemos dejar pasar por alto los nombres de los Maestros Alirio Díaz, nativo de esa aldea musical, La Candelaria, que vibra como una caja de resonancia por el fuerte sol y los vientos frescos nocturnos y Rodrigo Riera oriundo de Barrio Nuevo, el barrio


musical, de recuerdos, nostalgias y espiritualidad de una ciudad que baila al son de la Canción Caroreña. Mención aparte merecen las instituciones como la Casa de la Cultura de Carora, fundada en enero del año 1965, bajo la batuta del Dr. Juan Martínez Herrera, acompañado de un grupo de personas quienes respaldaron esta corporación; de cuyo seno salieron El Orfeón Carora, una de las instituciones corales más viejas de la provincia venezolana, la Orquesta Sinfónica Infantil de Carora, fue la primera creada en el país. Así como los movimientos teatrales, escuelas de danzas que le han dado prestigios a la ciudad nacionalmente. También debo hacer referencia al trabajo cultural desarrollado en las Parroquias Antonio Díaz por el Profesor y Cronista Parroquial Bernardo Yépez en Curarigua y en la Parroquia Camacaro por el también Cronista Parroquial Orlando Ballestero Piña en Río Tocuyo. Así mismo en el caserío Los Aranguez se ha desarrollado una acción cultural y participativa de toda la comunidad. La cual representa un punto de referencia de la cultura popular en el ámbito

nacional e internacional. La Escuela Municipal de Arte y Oficios”Juancho Querales” ha despertado y disciplinado, en la última década, un significativo trabajo de aprendizaje y desempeño de niños y jóvenes dedicados al arte de la música y al canto.

Teatro Alirio Diaz de Carora

Con relación a los centros educativos, en Carora funcionan más de 40 instituciones, Preescolares, Básicas, Media Diversificada y Profesional, Y además cuenta con tres centros (Núcleos) de educación Superior (UCLA, UNA y Politécnico). En el Municipio existen 11 Núcleos de Escuelas Rurales, a los cuales están adscritas 248 escuelas y además funcionan unidades educativas del Educación Básica y Diversificado, de donde egresan, con el grado de bachiller, muchos jóvenes de las parroquias foráneas. En el aspecto de la salud el Municipio Torres posee 60 establecimientos distribuidos de la siguiente manera: Hospital Tipo III “Pastor Oropeza Riera”, con capacidad de 200 camas, Ambulatorio Urbano Tipo

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III (El Quirúrgico), 8 Ambulatorios Urbanos Tipo I, 16 Ambulatorios Rurales Tipo II, 32 Ambulatorios Rurales Tipo I. Además en la ciudad funcionan dos Clínicas Privadas: Policlínica Carora y Policlínica Loyola. Carora es considerada la ciudad levítica de Venezuela, porque en ella se han ordenado más de 250 sacerdotes en toda su evolución histórica, una gran cantidad de monjas y ha dado a la grey venezolana 5 obispos, entre ellos Monseñor Salvador Montes de Oca, obispo mártir quien está en proceso de canonización. Y el actual obispo de la Diócesis de Carora Monseñor Eduardo Herrera Riera.

Zaguán de La Casa de la Cultura de Curarigua

Con relación a los medios de Comunicación de masas tenemos como impresos: El Caroreño y como semanario El Diario de Carora, entre los medios Radiales operan en la actualidad dos emisoras en las bandas de AM: Radio Carora y Radio Cardenal, y en FM funcionan: 100.5 Carora FM, 97,3 FM Stereo y la 104. 5 FM Comunitaria. De igual manera funciona una sala de cine, el Teatro Colonial. Entre las edificaciones deportivas

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podemos mencionar: el Estadium “Antonio Herrera Gutiérrez”, inaugurado en 1964, el Polideportivo Padre Juan, Parque “Dr. Ricardo Álvarez” y El Pentágono “Carlos Alberto Santelíz”, así como también diferentes campos deportivos en la ciudad y las parroquias. Espacios donde la juventud torrense desarrolla las disciplinas deportivas.

ciudad de Carora nueve entidades bancarias de servicios: Banco Provincial, Banesco, Corp Banca, Banco de Venezuela Grupo Santander, Casa Propia Entidad de Ahorro y Prestamo, Central, Banco Industrial de Venezuela, Banco Mercantil y Banfoandes. Instituciones que prestan un servicio de crédito y de trámites financieros a la economía torrense.

La ciudad cuenta con un moderno y espacioso terminal de pasajeros donde salen las diferentes rutas de transporte terrestre para las diferentes parroquias y para las principales ciudades de Venezuela.

Carora igual que todas las ciudades de Venezuela no ha escapado de la fractura económica que vive la nación, se han cerrado algunas empresas como INLACA, Alimentos Carora, sólo existen tres fuentes de empleo privados directos e indirectos que lo constituyen: El Central Pastora, el Central Carora y Vinos Pomar; sin contar desde luego los organismos públicos que emplean un gran número de personas. Muchas personas se dedican a las labores del agro y la actividad pecuaria debido a esta situación ha crecido desproporcionalmente la economía informal y ha engrosado el tercer nivel de su economía, la ciudad se ha llenado en las principales vías y en las plazas públicas de buhoneros, sin

Cercano a la ciudad funciona, en la Hacienda El Papelón por la carretera Lara- Zulia, el Centro de Inseminación Artificial Carora, lugar donde seleccionan y congelan semen bovino de la Raza Carora con el firme objetivo de practicar esas inseminaciones en las diferentes haciendas del Municipio y de esta manera conservar y apoyar la producción láctea y de carne de esta raza, orgullo de los torrenses y de Venezuela. Actualmente funcionan en la


Alejandro J. Barrios P (Carora ,1959). Historiador especializado en Historia de América y Venezuela. Docente y cofundador del periódico Literario “Yaguaraha” y el Semanario “Pregón”. Articulista de “El Diario de Carora”, “El caroreño” y otros medios impresos. Coordinador del Fondo Editorial de la Alcaldía de Torres, Director Ad-Honoren de la Biblioteca Pública Municipal “Ismael Silva Montañés”. Ha publicado “El inicio del Nuevo tiempo político en Venezuela” (coautor), trabajo merecedor del premio Municipal de de Ensayo en 1985; “Camay y el Valle de los Caroras” para el estudio de la segunda etapa de Educación Básica. También es Locutor y productor de Radio; actualmente ejerce el cargo oficial de Cronista Municipal del Municipio Torres y es el Secretario de la Asociación de Cronistas Municipales y Parroquiales, además de miembro de la Asociación de Escritores del Estado Lara.

embargo la Alcaldía ha construido dos centros buhoneriles como es el “Corpahuaico” y el “Ildefonso Riera Aguinagalde” donde se han organizado en espacios cerrados y con excelentes servicios, lo cual ha mejorado desde el punto de vista visual las características de ciudad persa que presentaba Carora. A pesar de todas esas circunstancias que actualmente vivimos, siempre somos optimismistas, ya que muchas generaciones de caroreños y torrenses, quienes han finalizado o cursan estudios en los diferentes centros de educación superior del país, persisten en una constante preparación académica, técnica, científica y humanística. Será el recurso humano que conjugue con su tesón y el apego a su raigambre que es el sentido de pertenencia a la tierra y a sus valores, el ejemplo permanente de sus antepasados, el cual proporcionará el cambio estructural que requiere el municipio Torres para vencer con la fuerza del trabajo el liderazgo de una región y la productividad en beneficio común del país nacional.

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Ubicación relativa estadal

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Municipio Torres - División Política

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El Tocuyo… Una historia para ser contada Arnaldo Guédez

Orígenes de fundación de una ciudad Cuando nos referimos a la historia de este municipio, obligatoriamente tenemos que trajinar casi con toda la historia de Venezuela, y es que de acuerdo a los documentos estudiados y los aportes hechos por la arqueología, estamos en presencia de un territorio ocupado desde aproximadamente unos 25.000 años. El cronista Italiano Galeotto Cey en su descripción sobre los territorios del nuevo mundo dice que al llegar los colonizadores al valle de El tocuyo, se consiguieron con una zona densamente poblada y donde de acuerdo a su descripción, existía un cultivo extensivo del maíz. Lo que denota que ya para la llegada del hispánico a la ciudad de los lagos verdes, las antiguas culturas agro-alfareras radicadas en el valle habían desarrollado sistemas productivos que las hacían sedentarias. Cuenta la historia que no sólo a El Tocuyo llegaron españoles, también pasaron por estas tierras,

alemanes, tan solo que estos, no tenían intenciones de colonizar o poblar. Los registros aseguran que estos últimos vinieron por estos mundos de Dios sólo como parte del largo camino que debían recorrer para llegar realmente al destino que se habían propuesto: El Reino de Granada, donde según la leyenda se encontraba todo el oro del mundo. Fue así como El Tocuyo, que en lengua aborigen significa zumo de yuca, fue explorado antes de su fundación hispánica por los alemanes. Jorge Spira es el primero en mencionarse, pero no se tiene suficiente certeza que haya llegado a este sitio en 1534; en ese mismo año Nicolás Federman, Teniente General de Spira, autoriza una incursión y envía al Capitán Diego Martínez por la serranía de Carora, hasta llegar al Valle de Tacarigua; desde allí parte según los estudios hechos por Ambrosio Perera, hacia El Tocuyo “tierra fértil de abundantes comidas naturales”.

Municipio Morán capital El Tocuyo El Tocuyo posee un clima agradable. Las precipitaciones anuales de estas tierras son de 528, 7 a 590 mm. La temperatura es de 25º a 27º y la clasificación climática es de tipo semiárido al norte y subhúmedo al sur. La vegetación es de bosque bajo, asociado a cultivos y de espinar claro y denso. También hay áreas de cultivo en el Valle. La superficie del municipio Morán es de 2.263 km2 aproximadamente, y tiene una elevación sobre el nivel del mar de 635 metros. Las coordendas geográficas son Latitud norte 9º 47’ 12’’ y longitud 69º 47’ 34’’ De El Tocuyo se dieron las órdenes y las expediciones que fundarían los siguientes pueblos de Indios: San Antonio de los Naranjos de Humocaro (Humocaro Alto); Nuestra Señora del Rosario de Humocaro (Humocaro Bajo); Nuestra Señora de Altagracia de Quíbor, Santa Cruz de Guarico, Santa Ana De Sanare, San Miguel de Cubiro, Y San Felipe de las Barbacoas. Estos pueblos constituirán más tarde el Corregimiento de Indios de El Tocuyo, que luego será uno de los centros más extensos y poblados de la Gobernación de Venezuela. Según el actual ordenamiento territorial sus límites son: Por el Norte, el Municipio Torres, por el Sur el estado Portuguesa, por el este linda con los Municipios Jiménez y Andrés Eloy Blanco y por el Oeste con el Estado Trujillo.

Asimismo Diego Martínez, encuentra en la zona unos españoles que se unieron a los alemanes para enfrentar a 4.000 indígenas, quienes, de acuerdo

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Antíguo acueducto de la Hacienda Santa Rita en el Tocuyo

con las crónicas, fueron vencidos. Con este hecho, aseguran la llegada de Federman al campamento y de esta forma se puede considerar que fue Diego Martínez el primer colonizador o europeo que se asienta en las sagradas tierras de los indios Coyones o Tocuyos. Las excursiones hechas antes de Juan de Carvajal a El Tocuyo y otras zonas, representan sólo un paso para los exploradores, quienes utilizaban este camino por un corto o largo periodo, de acuerdo al cansancio de la expedición. También se añade que estas tierras estaban previamente habitadas por los aborígenes y eran apropiadas por los aventureros del oro para su estancia, más no para ser pobladas; algunos investigadores sostienen que el recorrido de Coro pasando por Carora, El Tocuyo y parte de la zona de los Andes, tenía como proyecto la llegada al Nuevo Reino o a Cartagena de Indias; es ésta la razón por la cual no se puede hablar de fundación antes de Carvajal, ya que los alemanes tomaban estas tierras usurpadas como simples aposentos.

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De acuerdo con los documentos, los alemanes y otros expedicionarios previos a Carvajal, por lo menos hasta ahora, no querían establecerse en el valle, ya que aún cuando éste presenta un conjunto de condiciones climáticas y económicas que pueden permitir el desarrollo del aprovechamiento agrícola de la zona, su objetivo era otro: conseguir mano de obra para sus planes de explotación de minas de oro y el saqueo de estas riquezas. Las incursiones hechas por Spira y Federman en casi todo el territorio larense, no arrojaron resultados relacionados con las llamadas fundaciones de pueblos en términos concretos, pero si sentaron las premisas para que posteriores inclusiones de colonos adquirieran conocimientos del territorio y sus habitantes, para más tarde ocupar tierras y establecer los llamados pueblos de blancos. Para el año 1545, Juan de Carvajal, vino a Venezuela con el cargo de Capitán General y Gobernador de la Provincia de Venezuela. Durante este período se desarrolla una fuerte disputa

entre los Welsares y españoles por el dominio y control de estas tierras. A mediados de abril de 1545, sale de Coro con el fin específico de poblar el valle de El Tocuyo. Cuando se habla detalladamente de conquistar este sitio, tomaremos como referencia la apreciación hecha por Ambrosio Perera, quién sostiene que a diferencia de otros expedicionarios, Carvajal, cargó con ciento veinte hombres, sus mujeres e hijos y todo tipo de ganado, lo que demuestra una intención clara de establecimiento. De igual manera el escritor José Gil Fortoul, al referirse a la llegada de Carvajal dice que esta expedición va a significar no sólo la simple fundación de un pueblo continente adentro, sino que va a permitir echar las bases para el verdadero proceso de dominación colonial española sobre nuestro territorio, por ello se produce el enfrentamiento definitivo entre los españoles contra los Welsares. La fundación hispánica de El Tocuyo es atribuida a Juan de Carvajal. De acuerdo al historiador Ambrosio Perera fue así: “al llegar éste al valle de El

Tocuyo, funda una ranchería y comienza un verdadero proceso de conquista de tierras, esta actividad la mantuvo por un largo período y según el cronista Oviedo, el 7 de diciembre de 1545 le da el nombre a la nueva ciudad de Nuestra Señora de la Pura y Limpia Concepción de El Tocuyo; y conforme como lo refiere el mismo cronista procedió, Carvajal, a repartir solares y encomiendas de indios”. Una vez instituida la ciudad de El Tocuyo, Juan de Carvajal y Juan de Villegas, realizan el proceso de repartimiento de tierras y encomiendas. Al parecer, según algunos autores, primero se efectuó la creación de la ciudad, y para ello, es bueno hacer una reflexión histórica y colocarse en el momento en que se desarrollan los acontecimientos. Es de suponer por los antecedentes, que los aborígenes no iban a aceptar de buena manera la invasión, por lo tanto, necesariamente hubo una fase de resistencia, que pudo concluir con la dominación de los pobladores originales y que en el lugar donde se estableció la primera ranchería, pudo haber sido el pueblo que describieron los alemanes en su primera


Plano original de El Tocuyo en el Museo Lisandro Alvarado (Copia)

incursión a estos territorios; posteriormente puede haberse concretado, la ocupación de la ciudad y el trazado de las calles de acuerdo con las Ordenanzas. Sobre el proceso de la fundación de la capital morandina, existen posiciones encontradas, las cuales son reseñadas por Ambrosio Perera en su obra El Tocuyo Conquistado y Conquistador. En esta publicación conseguimos la siguiente cita que nos sirve de referencia para comprender cómo se produjo el proceso de ocupación a través de las llamadas rancherías: “El cronista Fray Pedro Simón, niega a Carvajal, la gloria de la fundación de El Tocuyo y dice, que los que tal cosa han afirmado, lo han hecho por haber sido Carvajal, el primero que se rancheó, siempre continuando sin mudar de sitio”. De la misma manera dice el mismo viejo cronista, que otros atribuyen a Juan de Villegas la susodicha fundación “por haberse él adelantado a Carvajal cuando iba de Coro y tener hechos allí los ranchos cuando el Carvajal llegó”.

Y fue allí, donde definitivamente se asienta la ciudad madre de Venezuela, la más antigua. Francisco Tamayo comenta que los europeos dibujaron El Tocuyo de la siguiente forma: los terrenos eran divididos en manzanas, cada una de estas se subdividía en cuatro parcelas. En cada una de estas últimas, quedaba una casa, la cual se construía en una de las esquina. Con esta distribución, había lugar para la casa, el patio, los jardines, los huertos y las caballerizas. Por lo general la casa tenía dos puertas: la principal con zaguán para el uso de la gente y la puerta de campo que permitía la entrada y salida de los animales, como vacas, caballos y burros de carga, propiedad del dueño de la casa.

Franciscanas, tenían sus centros misioneros, en donde además enseñaban lo más elemental del español. En muchos de los casos, los indígenas pagaban el “adoctrinamiento” con trabajo forzado y castigos.

La población aborigen que vivía en El Tocuyo tenía un sistema de riego muy avanzado para el cultivo en la zona. Parte de esta población, fue repartida en encomiendas entre los españoles y eran explotados totalmente. Lo primero que hacían estos extranjeros era alejarlos de sus prácticas y costumbre milenarias, imponiéndoles la religión católica. Es así como los curas de las órdenes Dominicanas y

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Ruinas del Templo de Belén, uno de los siete Templos de El Tocuyo

La siembra hispana

pasaba en segunda instancia al hijo mayor”.

El hispano comenzó a sembrar, granos, ajos, y frutas oriundas del viejo continente. Después, vendría el café a poblar las faldas medias de las montañas. Mientras los españoles, tenían las mejores tierras para cultivar, los nativos sembraban en unas pequeñas parcelas llamadas “conucos” familiares.

Con el tiempo se dio el caso de que la población aborigen era encomendada al ser bautizados y reconocer al Rey de España como señor. Por esto ganaban la condición de vasallos del Rey. Esta suerte no la tenían los esclavos negros que fueron traídos de África.

Tamayo explica que la repartición de las tierras se realizaba bajo el régimen de encomienda, “que lo encomendado eran los indios, para ser adoctrinados en la fe católica, pero en la práctica el usufructo se refería al cultivo de la tierra, pues el indio tenía que pagar tributo en una gruesa porción de las cosechas, además de trabajo personal, como si se tratara de esclavos”. Las encomiendas se repartían entre los españoles partiendo de los méritos y servicios que estos hubieren prestado al Rey. Al respecto Tamayo dice “las tierras eran consideradas de la corona, la cual daba la encomienda por dos vidas, esto es al padre en primera instancia, y al morir éste,

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El establecimiento de El Tocuyo como un pueblo de españoles junto al desarrollo de la economía basado en el sistema de encomiendas, produjo el establecimiento en la zona de un modelo económico floreciente que requirió la incorporación del negro africano en calidad de esclavo y como mano de obra para hacer más productiva la región. Fue así como desde aproximadamente el año 1596, cuando procedente de las factorías de Cabo Verde, llegan los primeros africanos a estas tierras, comerciados por las compañías negreras dedicadas a este terrible pero lucrativo negocio.

La existencia de esta nueva realidad económica social introdujo en la estructura étnica colonial la diferenciación de los grupos sociales que la conforman. Posteriormente estos grupos se mezclaron de una forma muy rápida, a diferencia de otras zonas del continente americano, produciéndose de esta manera el fenómeno social más importante del llamado nuevo mundo: el mestizaje. El Blanco, negro e indio se fueron fusionando lentamente, surgiendo el cruce genético en las nuevas generaciones. En la mayoría de la población larense, todavía se pueden observar los rasgos del sincretismo étnico heredado, haciéndonos una comunidad particular que nos da ese carisma cosmogónico de pueblo sin complejos raciales.

El río siempre El río Tocuyo quizá fue una de las razones de más peso para el establecimiento de los colonizadores. Pues el agua, era imprescindible para el lavado, el baño, el riego de las plantas y para atender a los animales. De igual forma se convirtió en un elemento fundamental para el establecimiento de la economía.

Las haciendas donde se cultivaba la caña de azúcar, tenía por lo general un sistema hidráulico que dispensaba de agua no sólo a la casa, sino que la misma hacía las veces de un acueducto romano que llevaba agua a la gran rueda hidráulica del trapiche. En opinión de los historiadores que han trabajado este espacio como región neohistórica, los “ríos han servido de fuentes de energía, medios de comunicación y espacio de asentamiento para las actividades agrícolas y urbanas”. El río Tocuyo nace en el Páramo del Cendé en los límites de los Estados Lara y Trujillo y recorre unos 316 Km. Este desemboca en el Mar Caribe, en el Estado Falcón, drenando una superficie aproximada de 1.400.000 ha. En gran medida el crecimiento y desarrollo de la ciudad de Barquisimeto se debe a que ha contado con el agua del río Tocuyo. Asimismo desde el año 1.973 la región tiene a su disposición el servicio hídrico del embalse Dos Cerritos, construida sobre este río, cuya área de captación abarca cerca de 91.000 ha. Hasta la fecha, suministra el preciado líquido al 80% de


la población del Estado Lara; principalmente a las ciudades de Barquisimeto, El Tocuyo, Quíbor y Bobare. Desde el año 1973 en adelante, el embalse Dos Cerritos se han acumulado grandes volúmenes de sedimentos como producto de la intervención antrópica desordenada del ambiente. Para 1992 la sedimentación era de 1.200.000 mg. (Rodríguez, 1992). Con estos datos y de mantenerse ese ritmo, esta obra vería reducida su vida útil a 51 años en comparación con los 100 años estimados en el proyecto original. A esto se une la contaminación del cuerpo de agua por aguas servidas y biocidas altamente contaminantes.

El Tocuyo: cuna de grandes hombres A diferencias de otros pueblos, este municipio se ha caracterizado por un importante desarrollo cultural expresado en el aporte que sus pobladores, hombres y mujeres de diversos estatus sociales han dado al país. No es una casualidad que el fundador en Caracas de la primera escuela de música

y canto sea un tocuyano: el sacerdote Francisco Pérez Machado. Tanta es la tradición musical, que la capital morandina cuenta con la existencia de la orquesta sinfónica para todos los niveles.

Museo de Humocaro Bajo “Rosa Emilia Gil”

Asimismo posee el Coro de Campanas de El Tocuyo, una extraordinaria expresión musical, la cual es una experiencia única en Suramérica. La historia recuerda que en la ciudad madre, nació Tomás Gil Yépez, el primer doctor en derecho civil egresado de la real Universidad Pontificia de Santiago de León de Caracas. Al buscar una explicación sobre la fecundidad intelectual de un pueblo, tan pequeño y aislado, el doctor Lisandro Alvarado lo atribuía, a la buena educación que desde siglos se prestaba a los tocuyanos y con especial atención hace referencia a las enseñanzas del Br. Egidio Montesinos, quien evoca Don Lisandro con especial cariño, refiriéndose a éste, como el mentor de occidente, hombre que en las tarde continuaba a la luz amarillenta de las vela y los mecheros de alcohol, las lecciones de la escuela. Era común, decía don Lisandro,

Plaza Boulevard de Humocaro Bajo

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encontrarlo en su casa rodeado de abogados, médicos y gente sencilla, con quienes mantenía una excitante tertulia que daba paso a una gama de saberes incalculables.

Juan Carlos Sánchez, hacedor de Acemitas en El Tocuyo

De estas tierras, fueron los precursores anónimos de la arquitectura venezolana. Muchos levantaron, en la época colonial, los templos de Santo Domingo, La Basílica de la Inmaculada Concepción, entre otros monumentos, que por su belleza le dieron un nombre a El Tocuyo: la ciudad de los siete templos. Allí construyeron verdaderas maravillas arquitectónicas que lamentablemente sufrieron los embates del terremoto que sacudió a la ciudad en 1950. Lo que quedó a salvo del fenómeno natural, fue arrasado por las empresas dedicadas a la construcción. Ellos no miraron el daño patrimonial que se le podía causar, y procedieron a demoler edificaciones que bien han podido ser recuperadas y restauradas, dejando sólo para la añoranza y el recuerdo la imagen de una ciudad hermosa, que frecuentemente es evocada en los golpes tocuyanos, como pesadumbre de un recuerdo que nunca se podrá olvidar.

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Asimismo incidió en la demolición de la ciudad el espíritu lucrativo. Antiguamente debido a la inexistencia de agencias bancarias (recuérdese que fue en el año de 1940 cuando el General Eleazar López Contreras crea el Banco Central) la gente guardaba el dinero en sus casas, escondiéndolos en cofres y botijas o enterrándolos, pues a nadie le gustaba la idea de que otro cuidase su dinero. A causa de esta practica medieval, los buscadores de tesoros optaron por derribar las casas de El Tocuyo colonial y otras estructuras para buscar los tesoros escondidos. Por otra parte, otro símbolo inequívoco de la cultura moderna como es el periódico y el periodismo tienen una especial mención en la historia de este municipio. Fue así como, de acuerdo a las investigaciones realizadas por Francisco Suárez, desde 1800 la ciudad de los lagos verdes se desarrolló actividad periodística contado con impresos hechos en el mismo lugar. La ciudad madre también fue un buen lugar para la práctica de las artes plásticas. Específicamente en la pintura


Rafael Monasterios (España, 1914)

colonial, pues después de dos siglos de investigaciones, se ha logrado esclarecer el nombre del afamado pintor de El Tocuyo. A mediados de 1994, de acuerdo a los reportes de la prensa nacional, se conoció que el artista anónimo cuya máxima creación la realizó durante los años finales del siglo XVIII, se llamaba José Francisco Rodríguez. Este ha sido catalogado como el máximo representante de la llamada Escuela del Pintor de El Tocuyo. Rodríguez era un pardo que se dedicó a la actividad artística, según los documentos. Cabe destacar que la “gente de color” que habitaba esta ciudad tenía como oficio cultivar las artes plásticas, el canto y la música de la región. Todavía a principios del siglo XX, en el barrio Los Pardos de la capital morandina, se continuaba con este tipo de trabajo. De esta época, se recuerda a Manoquiel (Ezequiel) Jiménez, por su labor pictórica que posteriormente continuó su hijo Chemaría Jiménez, quien después formaría parte de la escuela de paisajistas larenses, la cual liderizó el maestro Rafael Monasterios.

La Familia Morán El Municipio Morán del estado Lara debe su nombre a su héroe epónimo José Trinidad Morán, un gran militar que participó en la gesta emancipadora para liberar a Venezuela de la dominación colonial. Morán nació el 26 de noviembre de 1796 y murió fusilado en Perú el 3 de noviembre de 1854. A la edad de 17 años en 1913, se incorporó al ejército de Simón Bolívar, cuando este invadió las fronteras de La Nueva Granada. Desde ese instante, da inicio a una dilatada carrera militar donde se destacó sobresalientemente. Estuvo en todas las batallas de la Campaña Admirable y en la famosa ofensiva de la Victoria comandada por el general José Félix Rivas. Fue protagonista de la Migración de Oriente, la cual califica como desastrosa, por los pesares que ella implicó, al esfuerzo patriótico. Acompañó a Bolívar en su huida hacia Carúpano y luego a Bogotá, allí es capturado por los españoles y obligado a pasarse a las filas de los realistas, pero luego de ganar su confianza, vuelve a las filas de los republicanos, incorporándose

Rostro de Humocaro Alto

en el sur del continente a las tropas comandada por el Mariscal Antonio José de Sucre. Morán Jugó un papel protagónico, de acuerdo al análisis de muchos historiadores quienes le dan prácticamente el triunfo en la batalla de los Horcones confrontación determinante en el triunfo de los libertadores en el sur del continente. Alfredo Guinanassi Morán, familia de Trinidad Morán, publicó en el año de 1915 una obra autobiográfica de este importante personaje, donde se refleja una exhaustiva narración de los acontecimientos de la gesta emancipadora y de los que fue testigo de excepción. Del seno de las familias radicadas en este municipio, han nacido hombres y mujeres que no necesariamente se destacaron en las artes militares. Maestros, poetas, escritores, artistas, científicos, empresarios y políticos, también engrandecen la historia de El Tocuyo y el Municipio Moran.

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Corteros de Caña de la Hacienda Santa Rita.

Roberto Montesinos, un intelectual que tuvo como oficio escribir buena literatura y poesía y practicar la docencia y el periodismo, es el primero en la lista de tocuyanos importantes. Esta figura del pensamiento universal venezolano, se puede definir como un filósofo, que supo manejar el noble trabajo de pensar para profundizar en la búsqueda de la comprensión del mundo para así explicar la razón de existencia del ser y específicamente el hombre que puebla esta parte del continente. A El Tocuyo se le llama “la Ciudad de los Lagos Verdes” por el título de un libro escrito por Roberto Montesinos. En el mismo se describe como en el barrio de los hornos de la ciudad antigua, habían en el suelo muchos hoyos que se llenaban de agua los alfareros para después amasar la arcilla. Debido a la duración, estos pantanos que cada vez eran más anchos, se revestían de ninfáceas, más o menos degeneradas que los obreros y vecinos llamaban lámparas o mariposas por la semejanza de éstas con aquéllas.

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También se encuentra en esta lista los nombres el de Egidio Montesinos, un intelectual en el sentido estricto de la palabra quien durante setenta y tres años, moldeó con sus enseñanzas, la inteligencia y el espíritu de varias generaciones. Fue un pedagogo extraordinario y filósofo. Lisandro Alvarado es otro de los hijos de El Tocuyo. Este fue un destacado médico, filósofo, historiador, lingüista, poeta, escritor, sociólogo, etnólogo, antropólogo y políglota. Bajo la influencia de sus maestros Adolfo Ernst y Rafael Villavicencio se impregna de pensamiento científico de la época: Augusto Conte, Darwin y Spencer. Conoce en Caracas a Cecilio Acosta y por medio de él, al gran intelectual cubano José Martí. Alvarado escribió el libro titulado “Los Delitos Políticos en la Historia de Venezuela”

La alfarería fue una de las pequeñas industrias que en

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tiempos ya remotos sustentaban la prosperidad de esta población, junto a la ebanistería, talabartería, pirotecnia, fundición de campanas e hilanderías, que dieron el famoso lino o lienzo llamado “Lienzo Tocuyo”.

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y “Neurosis de los Hombres Celebres en Venezuela”, siendo este última considerada su mejor obra intelectual en el terreno histórico. Esta tierra también cobijó a Francisco Tamayo, un excelente botánico, profesor y etnólogo del siglo XX en Venezuela. Recorrió el país entero estudiando no sólo las plantas, sino las ideas de la gente, de los pueblos. Entre los libros que escribió se encuentran: “Genealogías Tocuyanas”, “Lecciones de Caminos”, “Árboles en Flor de Venezuela”, “Caminos para ir a Venezuela”, “Ensayos de Clasificación de Sabanas Venezolanas”, entre otros. Entre los escritores podemos mencionar a Julio Garmendia. Cuando se habla de un estilo literario propio, es necesario hacer referencia a las obras de este venezolano, que con su arte le da vida a la literatura fantástica en el país. Aún con las restricciones que implica la vida en el país para los intelectuales, debido a la ausencia de libertades políticas, logra formar parte de un selecto grupo de venezolanos conocidos como la generación del 18 entre los que destacan:

Blas Millán, Andrés Eloy Blanco, Antonio Arraiz, José Semprún, entre otros, de esta forma se convierte en uno de los mas exquisitos redactores del diario El Universal de la ciudad de Caracas. Se marcha a Europa y allí escribe “La Tienda de Muñecos”. Regresa al país en el año de 1940 y 11 años después en 1951 escribe y publica lo que para muchos críticos constituye la literatura fantástica en Latinoamerica “La Tuna de Oro” trabajo final de su carrera literaria. Vale destacar que en El Tocuyo nació Pío Tamayo, un hombre que soñó por construir un mundo distinto. Sus biógrafos aseguran que se destacó en todos los campos donde incursionó. Es por eso que así como fue buen empresario, lector, intelectual, luchador político y hombre de avanzada. Formó parte del mundo de la literatura vanguardista venezolana en 1920. Se dice que fue un soñador. Fundó en Barquisimeto una imprenta para publicar así los poemas de toda una generación de literatos, también creó una sala de cine que después traslado a El Tocuyo, ciudad en la que


Iglesia de la Concepción

tiempo después abriría el botiquín “El Júpiter”, sitio que fue refugio de intelectuales y revolucionarios. A Tamayo se le agradece la conformación de una especie de organización como la Cruz Roja, la cual tenía un personal que visitaba a los enfermos de día y de noche. Quiso tanto a la humanidad, que repartió tierras a los peones de su hacienda, la cual administró exitosamente, según los investigadores. A este pensador se le ocurrieron muchas ideas que tenían como base el progreso. Por ello, se le atribuye la creación de la primera línea de transporte entre El Tocuyo y Barquisimeto. Raúl Agudo Freitez en su libro Pío Tamayo y la Vanguardia asegura que este personaje: “trató de explotar, lamentablemente sin éxito, la industria del aceite de tártago. Malgastó esfuerzos instalando una cochinera porque tenía el empeño de lograr cruces y ejemplares de concurso, de acuerdo con conocimientos, que realmente no sé donde los había aprendido. Más aún trató de instalar una central, que reemplazara al viejo sistema de muelas. Por su cuenta importó

maquinaria que se quedó en la aduana. Cuando trató de interesar a los agricultores de la región para formar una cooperativa, lo miraron con desconfianza. Algunos lo tildaron de loco. El proyecto fracasó. Pero quedó la iniciativa como muestra de que el joven, apenas un adolescente, veía con claridad el porvenir”. Alcides Lozada, Edilio Lozada, Cruz Limardo, Argimiro Bracamonte, Saturno Rodríguez, Rafael Guédez, Juvenal Anzola, José Antonio Rodríguez López, Espíritu Santos Gil, Coronel Pedro Montesinos, José María Lucena, José María Pérez Limardo, Carlos Yépez Borges, José María Rodríguez, Alirio Ugarte Pelayo y Pablo Rodríguez , fueron también hombres importantes del Municipio Morán. La historia de esta ciudad esta repleta de personajes populares, gente sencilla , que representa la cultura de esta urbe. Entre ellos se menciona a artistas plásticos como Adrián Pérez, quien es conocido como “Grone Romepri”, Juan Bautista Boza, Olegario Gil, Armando Torres, Gregorio Sánchez, Ramón Escorche, Meter Valera, Pancho Perdomo, Avilio

Gil, entre otros. También en la ciudad de los lagos verdes han existido personajes populares como “Quiebrapalo”, “Mi Niño” y Ramón Peraza “El Mono”. Estos como caminaban libremente por las calles de El Tocuyo, eran conocidos por todos y por esta razón llegaron a formar parte de la tradición cotidiana de este pueblo. Ellos han quedado en el recuerdo de los tocuyanos. Además de los anteriores, vale mencionar a Juancito “El Arrugao”, Juan “Chacataco”, María Prudencia y Mercedes “La Cometa”, una mujer que declamaba poesías satíricas sin rima. Sus poemas eran una especie de rapsodia, que era comúnmente oídos porque sus versos constituían un caudal de verdades sobre la realidad. El loco “Ventura”, el ciego “Ño Acasio”, Vicente “el ciego” y Jesús “Corronchino”, son recordados por las personas mayores que todavía viven en El Tocuyo.

Ruinas de Belén

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Calle de Humocaro bajo

La tierra del baile y del Tamunangue Morán bien podía ser llamada la capital cultural de Venezuela “es la tierra del tamunague y del viento de huracán”. El baile de Negros o Tamunague representa una de las joyas culturales más importantes de Venezuela y quizás de América, de acuerdo a los entendidos en materia de tradiciones populares. En esta danza se pone de manifiesto el profundo sentido de mestizaje que se desarrolló en esta región. En la medida que se ejecuta esta danza compuesta por siete sones se pueden apreciar los diversos aportes que cada cultura cedió para conformar la variedad étnica que nos caracteriza y de la cual nos sentimos profundamente orgullosos ya que en esencia expresa nuestras raíces. Esta manifestación de arte considerada como la más colorida y rica de Venezuela es una especie de fiesta de origen rural apegada a las tradiciones del trabajador del campo específicamente el obrero de los cañaverales. Carlos Bujanda

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dice sobre el tamunangue que: “sus maravillosos movimientos representan situaciones que van de lo eminentemente religioso y sublime, a la elegancia aristocrática del vals,” agregándosele a esta descripción, el teatro expresado del son del poco a poco y los elementos eróticos que expresa en el transcurso de todo su discurso melódico de cortejo a la figura femenina. Este baile se realiza en honor a San Antonio el negro, como lo llaman en Boro Cujizal, y esta compuesto de las siguientes piezas: la salve, el galerón y el seis figuriao o corrio, las cuales expresan el aporte hispánico o el componente blanco y el poco a poco, los calambres y la batalla, que están relacionadas con la rebeldía y la cadencia del componente africano, manifiesto de manera relevante en el sonido de tambor o tamuco. El resto del componente de la suite, como también se le considera, tiene relación con el aborigen, expresado en la bella, el yiyivamos, la juruminga y la perrendenga.

Para el momento de la fiesta el orden como se presentan las sones son de siguiente manera: La salve, la batalla, el yiyivamos, la bella, la juruminga, la perrendenga, el poco a poco, el galerón y el seis figuriao o seis corrío. No se conoce a ciencia cierta en que momento surgió esta manifestación cultural. Sólo se sabe que ella se conformó como producto de las circunstancias históricas que rodearon el tiempo colonial, en ella se mezcla el dolor y la soledad de esos aventureros navegantes internados continente adentro, rodeados de la más exuberante vegetación. Los españoles no tenían otra alternativa que en las tardes sentarse a la luz de las velas a entonar sus cantos de nostalgias acompañados de sus guitarras. Asimismo los negros traídos a la fuerza de África, sometidos a la esclavitud, unas de las acciones más detestables de los seres humanos, olvidaban sus desgracias tocando su tambor, instrumento que lo hacía volar libremente a su tierra de dioses; así pues, se reencontraban con Changó, Elegua, Ochum, entre otros.

De igual forma los aborígenes de esta tierra, dieron su aporte al tamunangue. Mediante las maracas, el hombre natural, el libre y dueño de todo el horizonte, expresaba sus sentimientos y entonaba con añoranza un espíritu que le hiciera volver su libertad secuestrada pero no perdida. Es así como El tamungue o Sones de negros es la fiesta ritual por excelencia nacida en el Municipio Morán pero extendida en toda la geografía larense. El 13 de junio de cada año se toma como el día de los sones de negros ya que esta en fecha muere en Italia San Antonio, quien es llamado de Padua porque predicó por mucho tiempo en esa ciudad del Véneto italiano.


Tamunangue a San Antonio. Conjunto de Tamunangue Cruz Blanca


Tradición, gastronomía y datos económicos En los estudios realizados en la región referidos a las potencialidades de desarrollo económico, el municipio Morán, tiene un atractivo turístico, eco-cultural y recreacional. Este indicador es evidentemente un acierto ya que en este municipio existen exuberantes monumentos naturales que unidos a la rica gastronomía convierten a este pedazo de tierra en un rincón agradable y de descanso. En términos culinarios podemos mencionar platos que datan de la época colonial tales como: el asado de cochino hecho con el lomo del animal, exquisitamente aliñado y espolvoreado con nuez moscada y alcaparras. El mute tocuyano, es una especie de asopado cocido con cambures verdes y costillitas de cochino, que finalmente se convierte en un potaje agridulce con un sabor y presentación espectacular. De igual manera existe otro plato antiguo tocuyano, como es la olleta de gallo, una pasta agridulce hecha con harina y

Patio interior de La Casa de la Cultura de El Tocuyo

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papelón aliñada debidamente con clavos, canela, trozos de carne de gallo o pollo grande, todo ello mezclado en una taza de vino dulce; verdadero manjar para recrear el paladar y el buen gusto. Existen servicios turísticos como posadas y restaurantes que en ocasiones son rebasados por la demanda de turista que asiste al lugar en fechas como: fiestas patronales, carnavales, semana santa, actividades de navidad y año nuevo. El Municipio ofrece una diversidad de paisajes atractivos y muy contrastantes, como por ejemplo: la Cascada del Vino en Barbacoas, la Cascada de Humocaro, la Represa Dos Cerritos y su balneario, el balneario Las Margaritas en El Tocuyo, Los baños de Guagó en Guarico, Paisajes de Valle Lindo en Anzoátegui, además de las reliquias coloniales de El Tocuyo con una buena dotación de hoteles y posadas coloniales. El factor ecológico juega un papel muy importante en el desarrollo local con lo cual se pueden promover iniciativas y actividades productivas en el medio ambiente


Cañaveral

local. Es por ello que se debe mantener el mismo para cumplir con el objetivo primordial como es, satisfacer el campo de los nuevos desarrollos sociales, ligado por supuesto a la calidad ambiental. En la actualidad, se están creando puestos de trabajo íntimamente relacionado con el ambiente tales como la gestión del agua, protección y mantenimiento de parques nacionales, turismo ecológico y el reciclado y tratamiento de residuos sólidos, etc. En el Municipio Morán se están desarrollando actividades de protección y mantenimiento de Parques Nacionales, tal es el caso del Parque Nacional Dinira, de la represa Dos Cerritos, la Cascada del Vino entre otros; esto es muy importante para el desarrollo del turismo ecológico. En los años 1997-1998 se realizó en la zona el VI censo Agrícola, teniéndose el número de explotaciones agrícolas, la superficie agrícola y la mano de obra según condición y sexo.

De acuerdo con el censo, Morán es el mayor productor estadal de Caraota con un 66.2%. También produce ajo (41.03%) pepino (90.57%), repollo (60.55%), café (47%), papas (43.95%) y zanahoria (100%). De estos rubros el de mayor producción es el café, con una obtención anual de 7.448 toneladas métricas, siguiéndolo la caña de azúcar con 246.675 toneladas métricas. Vale destacar que las actividades de explotación agrícola como el Café no tienen la asistencia técnica adecuadas, estando en su mayoría muy abandonadas; mayormente se dedican al cultivo del café sin ninguna técnica agronómica apropiada. Los agricultores se limitan a plantar este grano sin darle la asistencia adecuada, solamente recogen la cosecha para trasladarla a los centros de acopio para su comercialización, la misma no se hace en las mejores condiciones de precios lo cual incide negativamente en el cultivo en sí, lo que hace que los campesinos se desmotiven para incrementar las siembras, abandonando algunos prácticamente este rubro.

Cosecha de la Caña

Aunque este Municipio era uno de los principales productores de papa del Estado Lara, su cultivo a través de los años ha disminuido considerablemente debido a factores que atentan con la comercialización, tales como la competencia desleal de importaciones y la devaluación de la moneda, puesto que la semilla es importada. El comercio y los servicios locales están poco desarrollados, generalmente los pobladores se dirigen a otros centro poblados para adquirir bienes y servicios, tales como ropa y calzado, inclusive los productos del agro, una vez que son enviados a los centros de acopio son reingresados a la región para el consumo interno, e igualmente pasa con los productos procesados en las empresas Nestlé y de la Azucarera Pío Tamayo. También ofrece a sus visitantes el Museo “Lisandro Alvarado” y el Museo Arqueológico J.M Cruxent ubicados en la ciudad madre y un importante museo de colección ubicado en Humocaro Bajo.

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Interior del Museo Lisandro Alvarado

La agricultura es su principal fuente económica. Acá sus agricultores velan por los sembradíos de caña de azúcar, en haciendas como: el Callao , El Hatico, El Molino, San Rafael, El Jobo, La Palma, Santa Rita, Sabana Grande, Los Boros, Los Palmares, La Estrella, entre otros. El café y la papa son rubros de gran importancia ya que son permanentes en el tiempo. Cabe destacar que el café producido en esta zona, tiene una proyección internacional, ya que existen cooperativas de países europeos como Alemania que adquieren este producto. Por otra parte, en el valle del río Tocuyo se desarrolla la actividad hortícola de piso bajo (tomate y pimentón). También se cultivan uvas, y especies exóticas como nuez de macadamia, onoto, té, espárragos, cúrcuma, cardamomo, manzanas, fresas, moras, duraznos, membrillo, trigo y champiñones. En Morán existen yacimientos minerales no-metálicos de excelente calidad, en especial arcillas blancas y rojas, así como también arenas silíceas

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con una planta de tratamiento o procesamiento en Anzoátegui. En los últimos años, se ha instaurado una zona industrial que ha generado otro tipo de empleos no tradicionales. Entre las empresas más grandes de la zona se encuentran: Nestlé de Venezuela, Metalúrgica El Teide, Café Cardenal, Fábrica de Hielo y la Fábrica de Ropa Escolar. Igualmente, presenta condiciones favorables para la introducción de nuevos rubros como la ganadería de altura, hortalizas de piso alto y frutales. Los morandinos viven de la agricultura, también trabajan con la actividad pecuaria, en la cual predomina la cría de caprinos con 40.000 animales, ovinos (15.000) y porcinos (854). A esto se le puede agregar que la producción de leche es de 7 millones de litros al año. En el municipio Morán habitan 114.553 personas. Esta cifra representa el 7,2% de la población del estado Lara. De acuerdo con las cifras de Fudeco, el índice de masculinidad es de 180 hombres por cada 100 mujeres. La población predominante de 0 a 24 años representa el 56,9% y de 25 a 64 años el 37.63%. Y de 64

años y mas representa el 5.47% . La densidad de la población es de 50,41 habitantes por km2. En relación con la educación la misma se limita a la primaria y secundaria; únicamente en la capital existe un Núcleo de Educación Superior de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA) donde solamente se dicta la carrera técnica relacionada con la agroindustria, los demás estudiantes tienen que trasladarse a otros centros poblados (en especial a Barquisimeto) para culminar sus estudios superiores. El sector comunicacional se está iniciando en el uso de nuevas tecnologías de la información tales como TV por cable e Internet, centro de comunicaciones, sin embargo el uso de tales recursos se limita a pocos usuarios particulares. En correspondencia con el Municipio Morán no existe una integración entre los cuatro sectores productivos, solamente una escasa unión intersectorial entre el primario y secundario representado por pequeñas y prósperas cooperativas que de


Arnaldo Guédez (El Tocuyo, 1962) Profesor de Historia en 1988 en la UPEL-IPB. Magíster de la Universidad Santa María. En el año 2002 realizó una compilación de estudio sobre Francisco Tamayo. Asesor Pedagógico, Escritor, Gerente y Director de publicaciones que han tenido como único objetivo el mejoramiento de la enseñanza. Ha sido editor de los siguientes libros: “Lunerito”, Lengua y Literatura de Primer Grado (1997), “Lunerito”, Guía Didáctica del Docente de Primer Grado (1997), “Valores, una nueva educación” (1998), “Devolvamos la escuela a los niños” (1998), “Historiografía Venezolana a través de la obra de Francisco Tamayo” (1998), “Praxis Constructiva para la Aplicación del Currículo Básico Nacional”,(1998), “Guay Historia del Municipio Morán” (2000) y Memorial Nuestro de Cada Día (2003). Actualmente es director de la revista pedagógica Luxes, una propuesta editorial para resolver problemas en el aula de clases.

alguna manera se dedican a la explotación de actividades manufactureras, utilizando como materia prima algunos productos agrícolas allí cultivados y la elaboración de cerámicas rústicas y de adornos (tejas, baldosas, etc.) explotando las minas de arcilla de la Parroquia Anzoátegui. También existe un poco de actividad en el sector terciario.

aporte más fecundo que puede dar pueblo alguno: la capacidad de sus hombres y mujeres en producir obras de trascendencia intelectual, que demuestran que la riqueza no es solamente petrolera, sino que el verdadero progreso radica en la capacitación del hombre.

Por último podemos decir que El Tocuyo cuenta con carreteras pavimentadas que comunican a Morán con otros municipios y estados. Están perfectamente condicionadas y se enlazan con las vías principales del país. La vialidad agrícola no corre con la misma suerte, pues presentan algunas deficiencias, lo que dificulta el transporte de los productos en épocas de lluvias. Aunque el gobierno local y regional destina recursos para el acondicionamiento de las vías de penetración agrícola, el mismo, al parecer, no es suficiente. El Tocuyo tiene un lugar muy importante en la memoria de quienes estudian la historia de Venezuela y del continente, no solo por sus potencialidades económicas, a ellas se agrega el

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Ubicación relativa estadal

Municipio Morán - División Política

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Quíbor, el valle de la caimana Nildo Echegaray. Cronista Municipal

A partir de 1907 de acuerdo a la Ley Política Territorial del Estado Lara, le fue conferido a Quíbor, los mismos linderos que poseía desde tiempos antiguos con una extensión territorial de 1.600 Km2. Quíbor es la capital del Municipio Jiménez, del Estado Lara, ocupa el quinto lugar por su población de acuerdo al Censo 2001. La palabra Quíbor procede de la voz indígena: QUIBOC, KIBOC, KIBURE, equivalente a siembra o cosecha en el lenguaje de sus primigenios habitantes. Fue fundado jurídicamente un día del mes de Junio de 1620, por el Capitán General Francisco de la Hoz Berrío, entonces Gobernador de la Provincia de Venezuela, durante el régimen colonial. El valle estaba originalmente poblado por las tribus o naciones de los Gayones, Ajaguas, Camagos, Ayamanes, Cuibas, Caquetios y Quibures. Posteriormente, el conquistador español, trajo a estas tierras a los indios Jiraharas. Todos los documentos fundacionales llevados a cabo por tan valioso personaje se perdieron de regreso a España en un lamentable naufragio de unos

de los buques pertenecientes a la flota real. Los españoles que se establecieron en el Valle fueron sus primeros encomenderos en la segunda mitad del siglo XVI, figuran los capitanes Diego Gómez de Alvarado y su hijo Gracián de Alvarado y Francisco de Mendoza. Al principio su encomienda estaba en el Salinero, pero más tarde se vincularon a la fundación de la Ermita y al actual pueblo de Quíbor. El pueblo de Quíbor desde su fundación en 1620 quedó como Cantón de El Tocuyo hasta la época de la independencia. En 1821 Quíbor pasa a ser Cantón y adquiere la categoría de Villa con su correspondiente Municipalidad. El 26 de Diciembre de 1925 la Asamblea Constituyente del Estado Lara le da el nombre de Jiménez al Distrito que antes se denominaba Distrito Quíbor, para rendir homenaje a nuestro héroe epónimo General Florencio Jiménez a petición del Diputado quiboreño Don Eudoro Liscano. El 3 de Agosto de 1934 se decreta como día de fiesta para conmemorar el natalicio de nuestro epónimo. El 9 de Agosto de 1988 el Congreso de la República le da el nombre de

Situación Geográfica El Municipio Jiménez cuenta con un área de 968,47 Km2 y Quíbor con un área de 3,69 Km2 tiene una altura sobre el nivel del mar de 700 metros, sobre el atrio del Templo Parroquial Nta. Sra. de Altagracia y una población estimada actualmente en 85.000 habitantes. Ocupa la parte central del Municipio Jiménez en medio del mismo valle que es realmente una explanada o sabanas de Quibure. Sus coordenadas geográficas son: Longitud Este de Greenwich 69o-24´-40” Longitud Norte de Greenwich 9o-55´-41” Temperatura Máxima de 30, 50 OC Temperatura Mínima de 25 OC Quíbor es la capital de la Parroquia Juan Bautista Rodríguez. Los límites geográficos del Municipio Jiménez son: Este: Municipio Iribarren. Oeste: Parroquia Bolívar del Municipio Morán. Norte: Parroquia Castañeda del Municipio Torres. Sur: Parroquia Sanare del Municipio Andrés Eloy Blanco.

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Lomas de Cubiro

Municipio a lo que antes era Distrito y los Municipios los denomina Parroquias. En 1978 la Asamblea Legislativa del Estado Lara con el consentimiento de la municipalidad de Jiménez, donó casi la mitad de su extensión para crear un nuevo Municipio que se denominó Andrés Eloy Blanco y luego en 1987 con la Ley de División Territorial aprobada ese año, se anexó al Municipio Iribarren una parte de la extensión Territorial que se encuentra al suroeste del Edo. Lara, quedando en 768 Km2, actualmente la Comisión de Límites del Consejo Legislativo Regional de Lara tiene en sus manos este reclamo de los jimenenses.

Origen Geológico de la Región de Quíbor Se originó a partir de la era Mesozoica o secundaria en una gran fosa tectónica de lo que hoy es Falcón, Lara y Yaracuy. Esta gran fosa estaba cubierta por aguas marinas, pero desde el período Oligocénico de la era Terciaria o Cenozoica, comenzó el retiro de la aguas hacia el

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Atlántico. Entre el Cenozoica Medio (Mioceno) y el superior Plioceno, debido al levantamiento de los sistema Coriano y Andino provocó la salida al Mar de la aguas que estaba represada en la región Quíbor – Carora. Desde este momento ocurre un proceso de rellenamiento con sedimentos aluvionales, llegando Quíbor a tener hasta doscientos treinta metros de espesor que formó lo que hoy llamamos sabanas o valles de Quíbor.

Formas de Relieve del Municipio Jiménez La Planicie: zona de 22 Kms. De Norte a Sur y 16 Kms. De Este a Oeste, con unas 40.000 héctareas aprovechables, sobre partes de ellas está edificado nuestro pueblo y que históricamente los llamamos valle. Pie de Monte: zona de transición entre la planicie y la montaña. Se localiza en la parte Sur del Municipio a 800 metros de altitud. El cordón montañoso: se localiza al sur del Municipio desde lo 800 a los 1700 metros de altitud, limitando con los municipios

Andrés Eloy Blanco e Iribarren, pertenece a las estribaciones Andinas de la Sierra de Portuguesa que termina cerca de Barquisimeto.


Tradición Religiosa Se venera la imagen de la Patrona Nuestra Sra. de Altagracia quien se encuentra en el Santuario de la Ermita, pintada por un artista desconocido de apellido Tovar en el año de 1605, Parece ser una copia de la existente en Higüey República de Santo Domingo.

Nuestra Señora de Altagracia en La Ermita

Sus festividades tradicionales religiosas son realizadas el 3er. Viernes del mes de Enero de cada año, haciendo su entrada triunfal la imponente y venerada figura de Nuestra Sra. de Altagracia, luego de su recorrido desde la Ermita, donde tiene su sede permanente, en medio del júbilo y algarabía popular, fuegos artificiales, elevación de globos de papel de seda con bolas de fuego interno que lo hace elevar a grandes alturas y que es admiración de propios y visitantes.

Iglesia de La Pura y Limpia vía Paso Real

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Iglesia de Guadalupe

Casa de Los Lara en Quíbor

Valores Militares y Civiles En tiempo de la Independencia Quíbor contribuyó con la sangre y valor de sus heroicos hijos, siendo unos de los Municipios que más aportó patriotas a la causa independentista figurando entre ellos: los Generales Florencio Jiménez y Juan Bautista Rodríguez, Coronel Mariano Peraza y el Cabo Primero José Bernardo Dorante (corneta de Orden de los Ejércitos de la Libertad) y otros como los hermanos Hernández, etc. Más tarde en los diversos períodos de la República, Quíbor ofrece su cuota de próceres civiles, humanistas, científicos y otros aspectos culturales como: Mateo Liscano Torres, Félix Francisco Rodríguez, el Obispo Agüedo Felipe Alvarado, Eduardo Alvarez (Pepe Coloma), Don Francisco Torrealba Arráiz, los hermanos Eudoro, Clemente y Tomás Liscano, y los doctores Fréitez Pineda y Baudilio Lara Peraza. Hermanos Adelmo y Juan Pablo Ceballos, Pastor Cortés Vásquez, Rafael Rodríguez Boquillón y otros tantos que son orgullo del gentilicio quiboreño.

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Aspecto Económico Quíbor ha incrementado los rubros del comercio, industria, textiles, madera y cerámica en cada uno de estos aspectos surge con mayor auge la extraordinaria riqueza indígena, cuyas creaciones han traído la admiración de todo el país y países extranjeros. Finalmente en el aspecto agrícola Quíbor está calificado como el mayor emporio de esperanza en el regadío de su valle con las aguas del extraordinario proyecto Hidráulico Yacambú – Quíbor, que consiste en traer las aguas del río Yacambú desde Sanare a través de un túnel de trasvase de 24 Kms, hasta el portal de salida en San José de Quíbor y que surtirá de agua para consumo humano Quíbor, Barquisimeto, El Tocuyo, Cabudare y otros sitios, así como también para el regadío de aproximadamente 30.000 hectáreas. Es preciso enfatizar que el Valle de Quíbor es una hermosa explanada que posee un suelo prodigioso del cual se obtiene gran variedad de productos agrícolas. De igual forma se extrae de la arcilla, materia prima que luego de ser moldeada de una manera

artesanal da como resultado la hermosa cerámica reconocida a nivel regional, nacional e internacional. Nuestros artesanos trabajan igual la piedra, la madera, el gres y la lana, de allí que se le considera la ciudad artesanal de Venezuela. Sus rasgos geográficos están definidos por la extensa aridez del suelo, un agobiante calor atmosférico y una sequía permanente, que los pueblos que la habitaban tenían que ser muy creativos para poder sobrevivir a estas inclemencias naturales.

Análisis de la realidad sociocultural del Municipio Jiménez en los últimos 40 años La agricultura es la actividad predominante en el Municipio Jiménez y nos viene desde la época aborigen hasta el presente. La fertilidad de sus tierras ha traído como consecuencia abundantes cultivos y de calidad insuperable, a pesar de la aridez de sus suelos. Pero no todo ha sido tan fácil, el estudio de regadío del Valle de Quíbor, abarca un


Monumento a la memoria de Pepe Coloma. Cementerio de Quíbor

largo período, siempre signado por el desafío a la inclemencia a que ha sido sometido este pueblo por los rigores de la sed. Es digno destacar la perseverancia de los hombres y mujeres que han tomado con toda seriedad las riendas del proyecto hidráulico Yacambú – Quíbor, para convertir en un edén a esta tierra que tanto necesita del preciado líquido. Después de la caída de la dictadura perezjimenista, ocurren acontecimientos de suma importancia que van a cambiar el destino de esta comunidad. En el año 1959, ocurren hechos de trascendencia, como es la extracción del agua del subsuelo y el inicio de la vida constitucional, que van a dar al extenso Valle la verdadera dimensión de zona agrícola y comienza la transformación del medio ambiente a través del esfuerzo del hombre que logra la producción de grandes extensiones de tierras para sustento de él y su familia y darse el lujo de llevar los alimentos producidos al resto del país. Los quiboreños tuvimos grandes aliados en este proyecto que forma parte del desarrollo jimenense y es importante mencionar a la C.A. Central Tocuyo y sus directivos el Dr.

José Rafael Colmenárez Peraza, el Ing. José María Ochoa Pile, especialista en hidrología y un enamorado de su profesión, quién logra determinar la riqueza de los acuíferos del subsuelo de Quíbor y su área norte.

2007. Los quiboreños tenemos fe y esperanza en este ofrecimiento, que será la bendición sobre esta tierra sedienta que nos convertirá en el mayor emporio de riqueza de los quiboreños, larenses y de todo el país.

Gracias a la movilización iniciada por la C.A. Central Tocuyo, con apoyo del Concejo Municipal y del Ministerio de Obras Públicas de entonces, allí surge el primer informe denominado “Aprovechamiento de las aguas del río Yacambú para riego de los valles de Quíbor y suministro a Barquisimeto”. Después de numerosas gestiones ante los organismos competentes se logra el inicio de la obra el día 4 de Diciembre de 1959, fecha que queda inscrita en la historia de este pueblo que ha sabido luchar con todos sus hijos para lograr mitigar la sed que nos agobia desde el mismo momento en que fuimos fundados allá en el 1620. La comunidad jimenense y todo el Estado Lara tienen cifradas sus esperanzas en este gran proyecto que según los directivos del mismo y de acuerdo a los avances que se han llevado a cabo hasta este momento, se tiene previsto como fecha de culminación el año

Es importante destacar la presencia de la Colonia Canaria a partir de los años 60, con deseos de asentarse definitivamente en estas tierras y quienes estaban acostumbrados por naturaleza a extraer el producto de la tierra sin el agua indispensable y de allí surgieron experiencias y enseñanzas al utilizar el agua de pozos y construcción de lagunas para la contención del agua de lluvias que se perdía en las quebradas y aliviaderos hasta llegar al mar. Quíbor desde ese momento se convierte en un emporio de riqueza que va a incidir en la economía de este pujante Municipio. Los quiboreños debemos reconocer públicamente que la presencia de los isleños cambió totalmente la vida de los habitantes de este terruño. Quíbor les estará siempre agradecido, porque gracias a la tecnología utilizada por ellos se logró sembrar 5 mil hectáreas y que la producción cubre lo

Edificio Sede de la Alcaldía del Municipio Jiménez

interno y sirve para el consumo del centro del país, e inclusive para la exportación. Debemos imaginarnos lo que será el valle de Quíbor con la culminación del proyecto hidráulico YacambúQuíbor que servirá para regar unas 30 mil hectáreas que producirá en gran escala lo que hasta ahora hemos producido. Estos últimos cuarenta años, han sido de un desarrollo constante, que ha logrado mejorar la calidad de vida del quiboreño, que se ha contagiado con el trabajo creador y hoy por hoy a pesar de la crisis económica que vive el país y que también ha afectado a los agricultores en su producción. Ha habido un aumento desproporcionado en los insumos agrícolas, así como también en la mano de obra. Todo esto ha dado como resultado que la producción haya bajado en forma alarmante y por consiguiente la situación económica haya disminuido sustancialmente, hecho esto que ha repercutido sensiblemente en todo el aspecto socioeconómico de este municipio. Sin embargo la esperanza sigue cifrada en ese gran proyecto, que será la salvación de los agricultores de este gran valle y por

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consiguiente el desarrollo que se ha visto frenado por todas estas circunstancias.

La Artesanía Jimenense El valle de Quíbor ha sido cuna arqueológica que reflejan la forma de vida de seres ligados a nuestros antepasados, por lo tanto, aparecemos en las páginas de la literatura venezolana y extranjera por los descubrimientos de yacimientos indígenas en diversos sitios del Municipio. Los estudios arqueológicos se remontan al año 1930, cuando el Hno. Nectario María realiza excavaciones en Guadalupe, en los sitios conocidos como el Tiestal, las Dos Puertas, La Faldas y el Patriota, estos 2 últimos cercanos a las tierras de los indios, llamada así, por conseguirse allí muchas muestras de una cultura indígena existente de épocas inmemorables.

Artesanías de Guadalupe

En el año 1965, por una mera casualidad del destino, cuando se encontraban arreglando el sistema de cloacas, en la Av. Pedro León Torres frente a la casa del Dr. Baudilio Lara y Centro Social Quíbor, surge

Antiguo Club Social Pepe Coloma de Quíbor

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numerosos restos de osamentas humanos asociado a vasijas, collares, pectorales, cubresexo y otro que ocasionaron una gran conmoción a nivel regional, nacional y hasta internacional por la importancia histórica del mismo. Al principio todo marchó muy bien y recibió el apoyo del entonces Gobernador del Estado Sr. Miguel Romero Antoni quien le asignó un presupuesto especial y contrató el servicio del antropólogo Adrián Lucena Goyo, quien con un grupo de jóvenes quiboreños, se dedican a las excavaciones en diversos sitios y se consigue con esqueletos de tamaño muy pequeño que al principio se creía firmemente que eran pigmeos, situación esta, que fue descartada, luego de profundos y meticulosos estudios, que dieron la verdadera realidad de que nuestros antepasados eran de estatura pequeña y otros pertenecían a niños, llegando a la conclusión de que toda la zona del Boulevard era un cementerio indígena o pudo haber sido producto de una epidemia y que esta zona sirvió de emergencia. Dada la connotación que trajo este descubrimiento, el gobierno regional le asignó la sede del antiguo Centro de Salud Dr. Juan


Eladio Morales en la Siempre Viva

Alberto Olivares y comienza esta institución como Centro de Investigaciones Científicas Antropológicas y Paleontológicas adscrita a Fundacultura. A partir de 1981 fue convertido en Museo Arqueológico, como un reconocimiento a la actividad científica y educativa que cumple a través de una Cátedra donde se dictan talleres de cerámica, con asistencia de jóvenes interesados en conocer todo lo referente a nuestros antepasados. Es importante destacar que la base fundamental para que todo esto ocurriera, es la gran cantidad de material obtenido en el sitio Boulevard y que según los estudios data del 145 DC de hasta 575 DC. Este museo, ha sido centro de enseñanza y núcleo conductor de numerosas investigaciones que han dado a conocer con propiedad la cultura de los antiguos pobladores de Quíbor. El museo ha recibido gran cantidad de material arqueológico proveniente del sitio Boulevard, Rincón de Guardias, las Dos Puertas, El Botiquín, la Pura y Limpia, lo que hace que sea un sitio de atracción para propios y los turistas que a diario visitan sus instalaciones para conocer parte del origen de nuestra

cultura. En la actualidad nuestro museo cuenta con amplias salas de exposiciones, laboratorio, sala de conferencia, biblioteca y en proyecto, habitaciones para pasantes e investigadores, fuente de soda y baños. Ha habido aportes muy importantes por parte de la Gobernación de Lara, del Instituto de Patrimonio Cultural, que ha sido el gran benefactor de nuestro museo. Tiene firmado convenios con las principales universidades del país. Con motivo de haberse celebrado recientemente el centenario del Natalicio del Dr. Francisco Tamayo, se le dio su nombre a este centro de cultura y de investigación que es sitio de obligatoria referencia, porque de esa manera conocemos la importancia de nuestros artesanos cuyo trabajo es admirado en el mundo entero. La ocupación artesanal ha sido fuente de ingreso para muchos quiboreños que han instalado en sus hogares pequeños y grandes talleres, donde laboran el padre, madre, hijos, hermanos y de ese quehacer obtienen el sustento diario. Sobre todo en estos últimos años donde la actividad agrícola ha sufrido sus peores

momentos, la artesanía ha venido a suplantar los menguados ingresos. Nuestros artesanos se han dedicado a la fabricación de réplicas de las piezas halladas en las excavaciones, en especial el conocido trípode, mal llamado tinaja, aquí también ha funcionado el ingenio de los pobladores que gracias a su creatividad han logrado crear piezas de distintos tipos y que son vendidos a centenares de personas que nos visitan a diario. Como consecuencia del auge que ha tenido la artesanía en el Municipio, el gobierno regional conjuntamente con la Alcaldía del Municipio Jiménez, han construido un mercado Artesanal en la redoma que conduce a Cubiro y El Tocuyo y allí se expende artesanía criolla y provenientes de otros estados. Esta aldea artesanal, como ha sido bautizada, recibe a diario centenares de visitantes que vienen en busca de piezas artesanales provenientes del trabajo creador de nuestros ceramistas, así como también trabajos tallados en madera, sobre todo procedente de Guadalupe donde utilizan una madera muy fuerte y resistente, como es

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Horno del Taller Loma Roja de Miguel Angel Peraza en la Costa

Zaguán de la Siempre Viva

la vera que en este momento se encuentra en período de extinción por la utilización de la misma en forma desmedida y sin control de ninguna especie, que pone en peligro su existencia. Los talladores de Guadalupe se han visto obligado a recurrir a otros Municipios donde se produce esta madera, tales como: Urdaneta y Torres. Además de la vera, se utiliza el curari, el miguelito, el matetere, que no son igual de fuerte, pero son maderas fáciles de trabajar y de allí se fabrican tazas y cucharas muy buscadas para ser utilizadas en el hogar. También se esmeran en el tallado de juegos de dominó, ceniceros y otras piezas utilitarias. Últimamente se han dedicado a la fabricación de piezas que tienen bastante aceptación entre los turistas y allí los talladores se han dado cuenta que las figuras religiosas, históricas y de especies animales, son solicitadas en forma masiva, situación esta que le ha dado rango comercial a la producción que se origina en Guadalupe. En el caserío Tintorero, famoso por la realización allí de las famosas ferias que por el éxito obtenido se han convertido en

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internacional y hoy por hoy tiene una fundación que se encarga de la organización de la misma. En los años 60 se criaban grandes rebaños de ovejas y de ellas se obtenía la lana que era utilizada para la fabricación de cobijas llamadas burreras, hamacas, alfombras, mantos y adornos para ser colocados en paredes. Tal ha sido la utilización de la lana en forma no controlada y también por el aumento de los consumidores, que en este momento la fabricación de todos estos materiales se hace con hilo comercial y son muy pocos los que trabajan con lana de origen animal. Todos estos inconvenientes no han sido motivo para que la producción de todos estos enseres sean de menor categoría, los artesanos de Tintorero trabajan intensamente para que esta zona se mantenga con la vigencia y que siga siendo sitio de referencia turística de primera línea.


Finca Mocheteros de Eladio Morales. VĂ­a Guadalupe


Venta en la autopista Quíbor - Barquisimeto

Tejedor de Cobija en Tintorero (Casa de Los Mendoza - Torrealba)

Aspecto Educativo Rama Secundaria Los jóvenes que egresaban de 6º grado de los diferentes institutos escolares del Municipio, se veían obligados a quedarse trabajando en la localidad o dedicarse a otras actividades, porque Quíbor carecía de un instituto de educación secundaria. En Quíbor solamente existía el Colegio Privado Nta. Sra. de Altagracia, donde podían asistir aquellos jóvenes que sus padres tenían suficientes recursos para el pago de dicho colegio. Después de la caída de la dictadura perejimenista un grupo de quiboreños comienzan nuevamente la lucha para lograr la fundación de un Colegio de Secundaria para Quíbor y es así con maestros de la categoría de la Sra. Concepción Cortés de Lara, Orlando Jiménez y Pedro Ernesto Jiménez, comienzan a motivar a las instituciones representativas y la Sociedad Civil existentes para la época ,en la preparación de un documento que sería entregado a nivel del Ministerio de Educación en Caracas, Gobernador de Lara, Concejo Municipal y al Jefe de la Zona Educativa, dirigida por un quiboreño, Prof. Jorge

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Alvarado, quien recibe todo el apoyo del gobernador, Miguel Romero Antoni, quienes en forma conjunta decretan un liceo para Quíbor. El 3 de agosto de 1.976, queda instalado este instituto de educación secundaria con sede provisional en la calle 9 entre Av. 6 y 7, casa de la niña Eloisa Agüero Cortés, se le designa con el nombre del Liceo “15 de Enero”, como homenaje a los maestros que trabajaron para que esta institución fuera posible. Se designa Director al Prof. Vicente Gallardo, con un equipo de profesores que ponen todo su empeño en estas primeras 4 secciones de 1er año. Sin embargo, como la población aumentaba todos los años, el gobierno se ve en la necesidad de construir un local propio y con motivo de los 350 años de la Fundación Jurídica de Quíbor, en 1970 se da inicio a la construcción que es inaugurada el año 1971. El Ministerio de Educación le da el nombre del Dr. Tomás Liscano, destacado jurista quiboreño y padre adoptivo del Dr. Rafael Caldera, Presidente de la República para ese momento. Este año ocurren tres hechos transcendentales en la vida educativa de Quíbor:


1. Se estrena el edificio recién construido. 2. Se elige el primer Centro de Estudiantes en forma directa y secreta. 3. Egresa la primera promoción de Bachilleres, casi todos van a la Universidad y hoy son profesionales en las distintas ramas del saber. En 1977 se inicia una nueva campaña en la construcción de un edificio más cómodo y cónsono con el aumento de la matrícula estudiantil y gracias a la donación del terreno por parte del Dr. Hugo Mario Jiménez (Q.E.P.D.), se da inicio a los trabajos y se consolida lo que es hoy la sede de este importante centro de educación secundaria, que le ha dado a Quíbor, 33 promociones, hoy la mayoría son profesionales y sirven a su pueblo con dedicación, esmero y vocación de servicio. Este es uno de las etapas que en el sistema educativo que ha vivido Quíbor y que no debe pasar desapercibido, sino más bien recordar a todos aquellos que tuvieron que ver para que esto fuera posible.

Educación Primaria Escuela Básica La Ermita Luego de la caída de la dictadura del General Juan Vicente Gómez se inicia un verdadero auge en el sistema educativo, sobre todo en el medio rural, que había estado condenada al total abandono, por no ser de interés de que la gente del campo tuviera educación. En Quíbor después de la visita de las llamadas Misiones Rurales se construyen 2 locales escolares, una en el Barrio El Calvario y otra en el Barrio La Ermita, todo este acontecimiento ocurre en el año 1939. Allí estuvo inicialmente una docente que duró apenas un año y argumentando falta de matrícula esta escuela se ve obligada a cerrar sus puertas y es reubicada en la Escuela Jiménez. Pasan varios años y la comunidad no hizo ninguna gestión para lograr la reapertura de las aulas de clase y pasa el tiempo con la edificación en pleno abandono, sin embargo como sucede siempre hubo preocupación por parte de algunos representativos del barrio y en el año 1955, por gestiones realizadas por el maestro Orlando Jiménez se

Museo Arqueológico de Quíbor Lisandro Alvarado

Iglesia de La Ermita (Nuestra Señora de Altagracia)

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Paisaje Via Guadalupe

Granja avícola El Tunal

logra su reactivación, pasan 4 años y en 1959 el Ministerio de Educación con la relación estadística y dándose cuenta de que la matrícula aumentaba cada año, ordena la construcción de otras aulas para que albergara a toda esa población del Barrio La Ermita que había crecido aceleradamente. En esa oportunidad se le da el nombre de escuela La Ermita. La población escolar seguía aumentando y un Comité presidido por Orlando Jiménez y con la colaboración de la comunidad hacen todas las gestiones para lograr una edificación confortable que se da inicio el 03 de Agosto de 1970 y se pone en servicio al año siguiente con la culminación de un moderno edificio, por donde han pasado centenares de alumnos que van a estudiar en los distintos institutos de secundaria del Municipio. La comunidad educativa y la sociedad civil y el personal de la Escuela La Ermita como una manera de rendirle homenaje póstumo a quien fuera su fundador y primer Director, han solicitado a las autoridades educativas que se designe con el nombre de Prof. Orlando Jiménez a este importante institución que debemos reconocer cambió

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totalmente el proceso enseñanza y aprendizaje en tan populosa Comunidad.

Escuela Básica Estatal Edilberto Sánchez Cáceres El 1º de Octubre de 1963, empieza sus actividades como Escuela Unitaria en el populoso barrio “La Ceiba”, lo que hoy conforma este importante Centro Educativo. Su primera maestra fue la Sra. Marbella de León, luego la Sra. Petra de Mendoza y finalmente en la época de más auge con la Prof. Bertha Marina Martínez. En la actualidad tiene categoría de Escuela Básica, funciona un centro nocturno de Educación de Adultos y tiene una matrícula de casi 2 mil alumnos.

Liceo Ricardo Arcadio Yépez Creado por el Ministerio de Educación el 01-10-77 con el nombre CBC “Creación III” y al año siguiente se le designa con el nombre del insigne educador quiboreño: “Ricardo Arcadio Yèpez” su Director fundador fue el Prof. Luis Piñeros y un grupo de

docentes que se dan a la tarea de rescatar las viejas instalaciones de lo que fue la Escuela “La Ermita”. En la actualidad tiene una matrícula de más de mil alumnos y su planta física ha sido mejorada, haciéndola acorde con la educación que se imparte allí.

Escuela Básica Estatal “Florencio Jiménez” Barrio 1ro. De Mayo Debido al crecimiento demográfico de este parte de la población de Quíbor, la Escuela “La Ermita” se hace insuficiente para albergar a todos los niños que requerían sus estudios primarios y aparte que esta institución les quedaba distante, de allí surge la creación de otra institución educativa y un 3 de agosto y como un homenaje al héroe epónimo se crea esta institución, que ha venido creciendo con el tiempo y hoy goza de buenas instalaciones de aula, comedor escolar, biblioteca, servicio médico, canchas deportivas y un buen grupo de docentes que han rescatado con sus enseñanzas a los jóvenes de este populoso barrio, que ha luchado a brazo partido para mantener lo que han logrado con mucho esfuerzo.


Nildo Echegaray Profesor de Literatura egresado del Pedagógico de Barquisimeto. Ha sido profesor en instituciones educativas de Barquisimeto y Quíbor. Cronista del Municipio Jiménez desde 1994. Miembro de la Federación Venezolana de Maestros, del Club Pepe Coloma, del Club Quíbor, la Fundación Funda Cortés y la Asociación de Cronistas de Venezuela.

Casa de la Cultura “Adelmo Ceballos” Nace este centro de cultura a petición de un grupo de quiboreños que veían sus inclinaciones por el desarrollo de las actividades culturales sin ningún tipo de atención especializada por el estado. Empieza su construcción en el año 1983 y es inaugurado el 28 de Julio de 1984. Inicialmente la institución era concentrar toda la actividad musical en el mismo y de allí sus espacios adaptados a esta disciplina, después se fue abriendo para albergar todo el quehacer cultural del Municipio. Está dotada de un buen escenario y 300 butacas, allí se han presentado artistas nacionales e internacionales, así como también conferencistas y grupos musicales de conocida ascendencia en la cultura popular. Se le dio el nombre de Don Adelmo Ceballos como homenaje póstumo a un gran músico y compositor nativo de esta tierra.

Museo de tradiciones Don “León Lara Peraza” Fundado por un quiboreño preocupado por conservar y dar a conocer todo lo referente al Siglo XIX. Dedicado en sus años mozos a la actividad política, retirado de la misma se dedica a la agricultura y en estos últimos tiempos ha organizado en su propio hogar suficientes espacios para la exhibición en ambientes y secciones de objetos del pasado. Los quiboreños y visitantes reconocen la gran labor realizada por Saul Lara Freitez, quien no recibe ayuda del Estado sino colaboraciones particulares que engrandecen la labor museísticas que realiza desde 1970.

Conclusión

representante de la Municipalidad y la Sociedad Civil Organizada.

Toda época de la historia ocurrida en apenas 4 décadas puede caracterizarse por logros positivos y negativos, sin embargo lo que hemos vivido en Quíbor se sintetiza por los avances logrados al convertir una urbe semi-rural en lo que es hoy realmente el pueblo de Quíbor.

Tenemos la confianza que en el momento que llegue el agua de Yacambú y se desarrolle en forma gradual los cultivos en todos los rubros agrícolas, ya se tenga cierto control este problema que afecta a todos los habitantes de Jiménez.

Unas de las cosas que ha sido imposible controlar por el hombre es el equilibrio que debe existir entre el ser humano y el medio ambiente. El Municipio Jiménez, de acuerdo a las estadísticas que llevan los centros especializados en contaminación, ocupamos el primer lugar que en este caso no debe ser motivo de orgullo sino mas bien una situación que nos debe preocupar porque en ellos esta comprometido el futuro de las nuevas generaciones. Las enfermedades genéticas derivadas de la contaminación ambiental ha sido motivo de serios estudios por los organismos competente y existe en el Municipio una comisión especial de calidad ambiental, integrado por los especialistas en la materia y por

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Ubicación relativa estadal

Municipio Jiménez - División Política ����������������

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Palavecino, una mirada en el presente Taylor Rodríguez García. Cronista Municipal

Al admirado maestro Francisco José Rojas Rodríguez (Coché). in memoriam.

Comarca cabudareña, cenicienta del Estado Lara Recién concluía la administración de la dictadura militar policíaca encabezada por el general Marcos Pérez Jiménez y abierto el postigo hacia la democracia representativa, cuyos ideales muy bien puede tener sus raíces en el epílogo de otro gobierno de fuerza, es decir la administración de Juan Vicente Gómez y las protestas masivas del pueblo venezolano en el transcurso de 1936, en el Distrito Palavecino un grupo de ciudadanos, en su mayoría, hijos de la comarca cabudareña toman la aplaudible iniciativa de darle el soplo vital a una organización social fundada en la aurora de 1958, la cual trascenderá en el devenir histórico local con el nombre de Junta Pro-mejoras de Cabudare. Integran su directiva inicial los ciudadanos: Roseliano Palacio, Juan de Dios Troconis, Nedda

Alvarez, Eurípedes Ponte, Juan de Dios Meleán, Julio Alvarez y Pedro López Amaya. Al unísono se establece una seccional en Barquisimeto conformada por los señores: José Ramón Brito Calles, Tomás Lucena Yépez, Asisclo Vásquez, Elías Marrufo, Alejandro Rojas, Teobardo Brito, Honorio Dam, José Arangú Sequera, Ignacio Rojas Meza, Francisco José Rojas Rodríguez. El Profesor Rojas Rodríguez será el líder máximo de esta corporación social que realizará el más profundo diagnóstico sobre la vida económica, social y cultural del extenso Distrito Palavecino, que para la fecha la integraban los Municipios Cabudare, José Gregorio Bastidas y Simón Planas; cuyas capitales eran las comunidades de Cabudare, Los Rastrojos y Sarare, respectivamente.

Superficie 283 Km2 aproximadamente Ubicación Cabudare esta situado al pie de la Serranía de Terepaima. Sus coordenadas geográficas son. Lat. Norte 10º, 02’ 10’’ y long. Oeste 69º, 15’, 41’. Con 450m; sobre el nivel del mar.

Clima Precipitación media anual: 757,5 mn. Temperatura media anual: 24,5º C Clasificación climática: semiárido cálido.

Iniciativas que no se limitaron al simple diagnóstico, puesto que la fragua se orientó al logro de respuestas oficiales, oportunas y eficientes, dado el cuadro crítico que identificaba a la entidad distrital, particularmente la deficiencia o inexistencia de los servicios públicos.

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La radiografía efectuada por la Junta Pro-mejoras de Cabudare, es presentada en el siguiente compendio: a.- El Distrito Palavecino carece de tierras ejidales, lo cual limita su futuro crecimiento urbano.

Tumbas del Cementerio Municipal de Palavecino

b.- Son contadas las empresas industriales establecidas en la entidad local. De paso algunas de ellas cancelan sus impuestos en el vecino Distrito Iribarren. c.- El servicio de acueducto en la capital del distrito es totalmente deficiente, ello limita la instalación de la red de cloacas. Problema colectivo que igualmente está presente en otras comunidades de Palavecino. Era inaceptable que al transcurrir los años todavía a finales de la década del sesenta, las aguas negras corrieran libre y cotidianamente por diversas calles del pequeño casco urbano de Cabudare. d.- En materia de salud los directivos de la Junta Pro-mejoras destacan que se desconoce el servicio del higienista escolar. Mientras que en la medicatura

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los galenos y resto de personal laboraban en un escenario ayuno del mobiliario mínimo necesario, en determinadas circunstancias sin medicamentos. Lamentable herencia de la administración Perezjimenista. e.- El delicado cuadro sanitario incluía otros problemas no menos grave. En correspondencia remitida a las autoridades nacionales, los líderes de la mencionada organización social, advierten que ...”el Distrito Palavecino es uno de los más afectados por la existencia del chipo (mientras que su criadero)... el rancho de paja está presente tanto en el municipio capital como en el resto de municipios y caseríos”. (1) f.- Cerraba esta radiografía con dos dificultades adicionales. En primer lugar se requería con urgencia la reconstrucción de obras de infraestructura, caso del antiguo Puente San Nicolás que facilitaba la unión del centro de Cabudare con el sector Pueblo Arriba (oeste de la pequeña ciudad).

Puente ubicado frente a la Avenida Libertador, principal arteria vial de la capital de Palavecino. Por otra parte Cabudare, Los Rastrojos, Sarare y La Miel carecían de centros de educación media. En consecuencia los niños y niñas al concluir el sexto grado, de acuerdo a la capacidad económica de su familia se ven obligados a residenciarse en Barquisimeto, otros en Acarigua, o sencillamente participar de un itinerario cotidiano hacia la capital larense. En última instancia al no contar con el recurso económico quedan al margen del nivel educativo inmediato. Es obvio que la iniciativa de la Junta Pro-mejoras de Cabudare vulneró el simple diagnóstico y de inmediato se solicitaron soluciones a instancias oficiales, locales, estadales y nacionales. Al efecto se realizaron infinidad de diligencias en torno a los siguientes objetivos: Compra de la Hacienda La Mata, patrimonio del Dr. Julio Alvarado Silva, por parte del gobierno nacional, ya que con


esta adquisición Cabudare y comunidades inmediatas contarían con abundantes fuentes de agua para mejorar el servicio de acueducto, solucionando a la vez el problema de la red cloacal, además de otorgar el ejecutivo nacional el área geográfica correspondiente a la citada hacienda (o parte de la misma) a la municipalidad palavecinense, en el futuro mediato quedaría resuelto presuntamente la carencia de tierras ejidales destinadas a las potenciales construcciones de inmuebles para uso residencial y quizás determinados lotes para la instalación de pequeñas industrias o distribuidoras de víveres y frutos.

Igualmente era impostergable mejorar las obras de infraestructura vial, así como el mejoramiento de espacios públicos y la dotación de un instituto de educación media o al menos un vehículo (autobús) para facilitar el traslado de estudiantes hacia Barquisimeto. Advertían los directivos de la citada junta que esperaban respuestas oportunas a este cuadro de problemas colectivos, ya que no aceptarían que la entidad distrital palavecinense continuara cumpliendo el papel nada envidiable de la CENICIENTA DEL ESTADO LARA, así convertida por la dictadura que cerró sus puertas el 23 de enero de 1958.

Entre el universo de problemas colectivos determinados por el diagnóstico en referencia, la Junta Pro-mejoras asignó prioridad además de los servicios públicos indicados, a la construcción de viviendas rurales para ir solventando las diversas dificultades que generaban las antiguas casuchas, caldo de cultivo de chipos y otros animales que tenían su hábitat en techos pajizos.

Plaza La Cruz

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Taller Hoja de Agua en Agua Viva

Perfil de la economía en el distrito Palavecino Concluye la reconstrucción histórica de esta década indicando el perfil de la economía local, el registro demográfico contenido en los censos de 1950 y 1961 y por último se mencionan algunas de las obras de carácter colectivo logradas por las constantes e indeclinables acciones de las autoridades municipales y en particular de los miembros de la Junta Pro-Mejoras de Cabudare.

Perfil de la economía 1950 - 1961

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Terepaima. La abundante producción de la leche vacuna de Simón Planas, además de abastecer la demanda local tenía por destino la empresa pasteurizadora de Barquisimeto. Entre las industrias resaltan cuatro embotelladoras de productos gaseosos, una fábrica de productos de charcutería, una envasadora de jugos y una empresa del ramo licorero, esta última ubicada en La Miel, igualmente otros establecimientos que en documentos oficiales se les registra como industrias. A saber: un pilón de maíz, dos fábricas de bloques y tres carpinterías.

Destaca la producción agrícola en los Municipios Cabudare y José Gregorio Bastidas y la cría de ganado vacuno y porcino en el Municipio Simón Planas.

Entre el universo de firmas comerciantes destacan los establecimientos de los ciudadanos Augusto Casamayor, Hermanos Vásquez, Vicente Palacios, Vayhari Grabino y Juan Hernández.

Entre los rubros agrícolas ocupa lugar de importancia la caña de azúcar, sin descontar las cosechas de maíz e incluso de café, especialmente en el ámbito y linderos de la serranía de

Llama la atención que la única sala de cine existente en Cabudare identificada como Cine “Juares”, propiedad del Sr. Domingo Macías Fuentes se le incluye en la lista de “Industriales”

en registros oficiales. Como dato de interés para una futura reconstrucción de la historia del comercio local, se anota que en esta década los comerciantes de origen extranjeros establecidos en el Distrito Palavecino tienen raíces árabes e italianas, todavía no se habían recibido como vecinos a migrantes asiáticos. La cancelación de patentes por parte de comerciantes e industriales generaba un ingreso mensual a las arcas municipales de 3.025 bolívares, es decir, 36.300 bolívares anuales.

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Como se observa el balance intercensal es positivo al incrementarse el universo poblacional en 4.794 nuevos habitantes en un lapso de once años, es decir, un estimado de 435 por año, lo que realmente


Iglesia San Juan Bautista de Cabudare, frente a la Plaza BolĂ­var


Tendal, Hormas de Papelón y Carreta en la Hacienda Santa Rita

no es significativo. Véase que el mayor aumento lo experimentó el Municipio Simón Planas (2347 nuevos habitantes) situación que en próximos estudios debe relacionarse con tasas de natalidad y mortalidad, así con nuevas fuentes de trabajo en dicha entidad local.

como la de la comunidad de La Montaña y ampliación, reparaciones en la escuela Atures de La Miel en el Municipio Simón Planas.

Reivindicaciones colectivas

Reparaciones al puente San Nicolás y en sus inmediaciones construcción del Parque Dr. Ezequiel Bujanda.

Este aspecto, razón de ser de la Junta Pro-mejora de Cabudare, que es decir del Distrito Palavecino, las acciones emprendidas no fueron todas en vano, puesto que en el transcurso de la década, Cabudare y resto de comunidades de su jurisdicción alcanzaron algunos logros que incidieron favorablemente en su calidad de vida.

Educación Creación de las escuelas Valmore Rodríguez, Nueva Segovia y Héctor Rojas Meza (algunas de ellas con otra identificación al principio) y el decano instituto de educación media, el actual Liceo Jacinto Lara. Además fueron construidas las sedes de escuelas

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Obras de infraestructura

Obras religiosas Construcción de las sedes de las capillas Corazón de Jesús y San Rafael, además de la iglesia de la comunidad de La Piedad.

Obras deportivas Edificación de la planta física del estadium Terepaima en plena área urbana de Cabudare.

Viviendas Modestas viviendas en la comunidad de San Pedrito, jurisdicción de La Miel, Municipio Simón Planas.


Puente San Nicolás, construido bajo el gobierno de Patiño, 1865

Quizás la obra más trascendente fue la definitiva adquisición en agosto de 1960 de la antigua Hacienda o Fundo La Mata por parte del Ejecutivo Nacional, que luego otorgarían (presuntamente no la totalidad del área geográfica) a la municipalidad palavecinense que convertida en terrenos ejidos daría origen a urbanizaciones como Banco Obrero (Daniel Carías) y La Mata. Importa destacar que estas nuevas urbanizaciones en principio fueron escenario vital para familias con raíces en el Distrito Palavecino, entiéndase que esto no motivó la migración de entidades distritales vecinas, tampoco de otros estados del país, así se verifica al observar que en el balance censal entre 1950-1961, apenas registró un incremento de 1355 de habitantes para el entonces Distrito Cabudare (hoy Parroquia Cabudare). El proceso acelerado de urbanismo y el incremento demográfico se iniciaría en el bienio 1974-76, tema que se aborda en el siguiente capítulo.

Una década de transición hacia la consolidación urbana de Cabudare 1970-1980 A pesar de los inmensos e indiscutibles esfuerzos de los directivos de la Junta Promejoras de Cabudare y de las autoridades locales, el Distrito Palavecino empezó a transitar por una nueva década sin haber solucionado a plenitud delicados problemas colectivos heredados de los años pre y post dictadura perezjimenista. La investigación de diversas fuentes escritas contribuye a realizar el siguiente balance relacionado con los servicios públicos en la ciudad de Cabudare.

Acueducto

Cloaca Es inaceptable que todavía para 1972 este servicio estuviera instalado apenas en el 31% del área geográfica de la ciudad de Cabudare. Las zonas que estaba al margen de la red cloacal donde residían 4.500 vecinos se les ofertó atenderles en proyectos futuros.

Drenajes Un estudio técnico a principios de 1972 determinó que la capital del Distrito Palavecino ...”no dispone de un sistema de drenaje...”. Por lo tanto ...”en los períodos de fuertes precipitaciones, la falta de medios de captación y conducción del agua, se hace sentir sobre todo en las dificultades para el tránsito” (2) . Situación problemática que ha persistido sin negar algunas iniciativas oficiales en la última década.

De un universo aproximado de 6.400 habitantes, el 6% carece de este servicio. Mientras que diversas comunidades de los Municipios restantes, José Gregorio Bastidas y Simón Planas, carecían del vital servicio.

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Áreas pavimentadas con sus respectivas aceras y brocales

estaba atendida en la demanda de electricidad, logrando satisfacer más de 2.500 suscriptores en su mayoría residenciales.

Cabudare contaba para el amanecer del mismo año 1972 con casi el 50% de calles pavimentadas, pero de acuerdo a una evaluación técnica del Ejecutivo Nacional, era la ciudad larense con la red vial más deteriorada.

Sin embargo las zonas rurales de Palavecino no estaban totalmente atendidas en tan importante servicio.

Obviamente existía una indiscutible limitación para ampliar la superficie vial transitable. Como se indicó casi el 70% del área urbana de la ciudad capital carecía del servicio de cloacas y un 6% no poseía acueductos. De no instalar previamente dichos servicios eran en vano las inversiones destinadas a la obra de pavimentación.

Para el primer trimestre de 1972 los vecinos solicitaron para el futuro mediato el servicio automático, puesto que estaba anticuado el de carácter manual todavía empleado en Cabudare para la fecha mencionada.

Electricidad y telefonía Del universo de problemas presentes en los servicios públicos se exceptuaban la electricidad y la telefonía. El balance indica que para el primer trimestre de 1972 el cien por ciento de la ciudad de Cabudare

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En relación al servicio telefónico el universo era muy pequeño en comparación con otras ciudades larenses como Carora y El Tocuyo. Apenas 58 clientes poseía la empresa telefónica en Cabudare, aunque a decir verdad la planta instalada tenía capacidad para 70 líneas.

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Un nuevo balance a mitad de década A finales de 1975 la Junta Directiva de la Cámara de Comercio e Industria del Distrito Palavecino

realizó un amplio estudio sobre la realidad económica y social de la entidad local, el cual fue remitido al despacho de la ciudadana Gobernadora del estado Lara, señora Doris Parra de Orellana. En el estudio en referencia destacan los siguientes aspectos: a.- Es indiscutible el crecimiento urbano y demográfico del Distrito Palavecino, en particular el eje Cabudare-Los RastrojosLa Piedad. Situación asociada necesariamente a una política económica del Estado venezolano que más adelante se comenta, conocida como Política de Desconcentración de la Industria (P.D.I.) b.- Dado el crecimiento demográfico, el Distrito Palavecino requiere con carácter de urgencia la edificación de un hospital, con ello se contribuiría a descongestionar los servicios prestados por el hospicio Antonio María Pineda de Barquisimeto, fundamental centro sanitario de la Región Centro Occidental de Venezuela.

c.- Era impostergable aumentar el número de radiopatrullas y agentes policiales para la seguridad personal y familiar. Además, indica el estudio de la Cámara de Comercio, era necesario dotar de recursos al cuerpo policial local, ya que ...”para los efectivos actuales no existe el requerido número de uniformes ni las armas suficientes”. (3)

d.- El acueducto además de deficiente presenta averías permanentes. La Oficina del Instituto Nacional de Obras Sanitarias (INOS) establecida en Cabudare carece del número de personal y los recursos técnicos para realizar oportunas labores de mantenimiento. Lo más grave, la red de acueducto instalada corresponde a ...” una localidad 10 veces más pequeña que Cabudare”. (4) e.- El servicio telefónico a tres años del anterior balance donde presentó un perfil eficiente en cuanto al número de líneas atendidas, para finales de 1975 estaba colapsado.


Ciertamente ya había sido instalada una central móvil y el servicio era automático, pero ahora se requería satisfacer 1.500 nuevas solicitudes de líneas, dándole prioridad a la comunidad de La Piedad en franco crecimiento poblacional desde principios de esta década, tal como lo indicaba el estudio de la Cámara de Comercio e Industria antes citado. Como se observa el proceso de urbanismo de Cabudare en el futuro inmediato logrará expandirse hacia el eje Los Rastrojos-La Piedad y con ello el aumento del universo de habitantes, situación que conllevará a la necesidad impostergable de actualizar los servicios públicos acorde con esta nueva realidad urbana que tiene su génesis con la construcción de las urbanizaciones La Hacienda, Chucho Briceño (Varias etapas) y el conjunto habitacional de apartamentos El Palmar (256 unidades) a partir de los años 1974-1976, todas estas urbanizaciones edificadas por la empresa privada, sin olvidar que particulares (no inmobiliarias necesariamente) y algunos organismos oficiales fueron

Hacienda Santa Bárbara

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construyendo un significativo universo de inmuebles para uso residencial en La Piedad durante el trienio 1967-1970. Personajes de Cabudare

Como se subrayó anteriormente en este nuevo cuadro urbano y demográfico del Distrito Palavecino, el eje Cabudare-Los Rastrojos-La Piedad, había dado sus iniciales pasos a finales de la década anterior, ya para el bienio 1974-75 tendía a consolidarse. El testimonio de la directiva de la Cámara de Comercio e Industria local fechado en el transcurso del último trimestre de 1975 es elocuente, resaltando la vecindad de este eje con la capital larense. Al respecto el presidente de la citada corporación gremial afirma: ...”No es aventurado señalar que por su situación privilegiada, abundancia de terrenos planos, clima agradable, etc., esta zona (Cabudare-Los Rastrojos-La Piedad) pasará a ser para Barquisimeto en muy poco tiempo lo que hoy en día es el Distrito Sucre del Estado Miranda para Caracas”. Subrayado nuestro (5)

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Restaría agregar finalmente otras causas sobre el proceso de urbanismo e incremento demográfico del entonces Distrito Palavecino. A manera de hipótesis se mencionan las siguientes: En primer lugar la carencia de alternancia de cultivos presuntamente repercutió la capacidad productiva de la tierra en diversas unidades de producción local, al transcurrir el tiempo los balances económicos en torno a las actividades agropecuarias, (ocupando lugar jerárquico el subsector agrícola al menos en los Municipios Cabudare y José Gregorio Bastidas) no resultaban los más favorables, por lo tanto descendientes directos de los antiguos propietarios, decidieron reorientar el uso del suelo, destinando antiquísimos escenarios productivos a la construcción de inmuebles para uso residencial, en menor cantidad para instalar establecimientos comerciales. En segundo lugar a través de los Decretos 1477 y 1478 de marzo de 1976 el Estado Venezolano implementó la Política de Desconcentración Industrial


Iglesia Sagrada Familia en Los Rastrojos

(P.D.I.), que entre otros objetivos se proponía trasladar desde el Area Metropolitana de Caracas... “un conjunto de industrias que han sido calificadas como inconvenientes...” (La fuente no las identifica), hacia cinco centros regionales previamente organizados. A saber: a.- Barcelona-Puerto La CruzCumaná b.- Barquisimeto c.- Maracaibo-Costa Oriental del lago d.- San Cristóbal – San Antonio – La Fría e.- Ciudad Bolívar- Ciudad Guayana En la ejecución de esta política las empresas desconcentradas hacia los mencionados centros regionales disfrutarían de una serie de incentivos oficiales en materia financiera, excensiones fiscales e ... “infraestructura productiva y social...”. (6)

La P.D.I. repercutió a corto plazo, y acopló con planes de inversionistas privados que coetáneo a la medida oficial ya habían decidido establecer sus empresas en el ámbito de la Región Centro Occidental, al entrar en vigencia los Decretos Nº 1477 y 1478, se fortaleció la iniciativa del sector privado. Así se desprende al considerar las cifras correspondientes a los proyectos aprobados para nuevas industrias en Venezuela para el trienio 1975-1978, donde obviamente los empresarios recibían el respaldo financiero del Estado. Para la Región Centro Occidental se aprobaron 350 proyectos, que generarían ocupación a 32.990 plazas laborales y exigiría una inversión de 4.274.644 bolívares. De las entidades que integran esta región administrativa destacaba Lara con 203 proyectos, una ocupación de 16.318 plazas de trabajo y una inversión de 2.000.910 bolívares. Es válido pensar que la instalación de estas nuevas empresas en jurisdicción

larense, que en su mayoría han debido establecerse en el Distrito Iribarren, repercutiría en el proceso de urbanismo y crecimiento demográfico de la entidad distrital más vecina, es decir, Palavecino. De acuerdo a los datos precisos del Presidente de la Cámara de Comercio e Industria del Distrito Palavecino, Ingeniero Jorge Gómez Ruiz, para finales de noviembre de 1975, en el eje Cabudare-Los RastrojosLa Piedad, se edificaban 2000 viviendas...” y la iniciativa privada tiene en proyecto la ejecución inmediata de 10.000 viviendas más...”. (7) El proceso era irreversible, tres años atrás correctamente lo había visualizado la Oficina Municipal de Planificación Urbana (O.M.P.U) del Distrito Iribarren, al presentar un proyecto de Convenio de Mancomunidad Urbanística entre aquella entidad municipal y Palavecino. Entre otros considerándos el citado proyecto (elaborado originalmente por la OMPU en 1972 y ampliado en 1974 al

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incorporarle un capítulo aportado por la Dirección, Oficina, Departamento o Gerencia de Catastro, indicaba: “Que el crecimiento demográfico, unido al desarrollo económico y social de la ciudad de Barquisimeto, ha provocado un proceso constante de expansión hacia el centro urbano integrado por la ciudad de Cabudare”.(8)

Fachada de la casa en donde nacio el Arzobispo José Antonio Ponte en Cabudare

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Los registros censales del Distrito Palavecino para el período 1971-1981 mostraron una verdad indiscutible, en una década se incrementó el universo de población en un 61,4%, de 36.314 moradores (1971) se ascendió a 59.096 (1981), el balance intercensal fue totalmente positivo, pero será en las dos últimas décadas del siglo XX que ocurrirá la consolidación urbana del Distrito (Luego Municipio) Palavecino, a la vez persistirían delicados problemas sociales, otros surgirían en el nuevo cuadro urbano demográfico.

Consolidación urbana, evolución demográfica y servicios públicos en el período 1980-2001 Un ilustre galeno de posible ascendencia italiana, Dr. Remo Bernieri, quien cumplía labores profesionales como médico rural de Cabudare a principios de 1953, avizoró oportunamente que en el devenir del tiempo la capital de Palavecino conformaría un eje urbano con la capital larense. Planteamiento contenido en un interesante informe suscrito en el mencionado año, donde exponía una serie de acciones a implementar como medidas preventivas en el plano de la salud pública local, lo cual redundaría en mejores condiciones de vida los vecinos e incidiría a mediano plazo en el crecimiento poblacional, en un pequeño centro urbano, que ciertamente en su rostro todavía quedaban marcas rurales, en un futuro no muy lejano, aumentaría su universo de habitantes y terminaría ...”formando parte de la gran capital del Estado Lara...” (9)


Medio siglo después el cuadro urbano y demográfico del Municipio Palavecino le da la razón al talentoso médico que anotó a tiempo observaciones concretas sobre el potencial poblacional de la entidad local. Realidad urbana-demográfica que como se subrayó tienen su génesis en el bienio 1974-1976 y que un lustro después iniciará su etapa de consolidación con la construcción de conjuntos habitacionales uni y multifamiliares. Algunos años después edificación de inmuebles para fines comerciales, destinados a la venta al detal en la mayoría de los casos. Destacan los centros mercantiles Terepaima I y II, en los cuales también funcionan algunas entidades bancarias, y salas de diversión para niños y jóvenes, incluidos servicio de Internet. El proceso de urbanismo prosigue un ritmo sostenido hasta el presente, inaugurándose nuevos conjuntos habitacionales, producto de inversiones privadas. Es el sector inmobiliario el que recibe las mayores cifras de capital particular, no el industrial, puesto que el número de

corporaciones es muy limitado. En otros casos áreas habitadas surgidas de la presión social en la necesidad de solucionar el problema de carencia de viviendas. En determinadas comunidades que al principio han tenido un perfil desordenado desde el punto de vista urbano, posteriormente la ejecución de obras de carácter colectivo por parte de organismos oficiales intentan corregir esta situación. Un tercer bloque de conjuntos habitacionales corresponden a iniciativas de entes gubernamentales dependientes del ejecutivo larense o del gobierno nacional responsables de esta materia, por ejemplo la Urbanización El Placer, construidas por la Fundación Regional de la Vivienda (FUNREVI), cuya Cédula de habitabilidad fue otorgada en 1999, según documento archivado en la Dirección de Catastro. En esta oportunidad se edificarían 277 viviendas.

por la Dirección de Catastro, fechado hasta diciembre de 2001, si se exceptúa las viviendas uni y multifamiliares construidas hasta 1979.el balance de unidades residenciales edificadas en la entidad local para el período 1980-2001 suman 19.525 viviendas.

Aquilino Juárez Rumbos (1846 - 1904)

Es obvio indicar que la dotación de obras de carácter colectivo por parte del Estado venezolano y la oferta de productos y servicios por las empresas privadas, esto unido a las causas expuestas es el segundo capítulo de las presentes notas, influyen indiscutiblemente para que numerosas familias venezolanas y algunas de origen extranjero, decidieran escoger a Palavecino como su escenario vital.

Considerando el Inventario de Inmuebles de Uso Residencial del Municipio Palavecino realizado

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Taller Tierra Quemada de Jorge Barreto

Los registros de los tres últimos censos nacionales fechados en 1981, 1990 y 2001 respectivamente, testimonian el irreversible incremento poblacional de la entidad palavecinense. Véase la siguiente matriz.

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Esta fue la conclusión del equipo de investigadores de la Fundación para el Desarrollo de la Región Centro Occidental (FUDECO) al interpretar los registros del censo de 1990.

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Entre los inmuebles para uso residencial construidos en el Municipio Palavecino para el lapso 1980-2001, ocupan el primer lugar las casas quintas y quintas, con 7.583 y 6.585 unidades respectivamente, mientras que las viviendas identificadas en el inventario catastral como social artesanal, artesanal social y social, apenas sumaron 3.013. No requiere esfuerzo alguno indicar entonces que el Municipio Palavecino devino en su vida económica-social de entidad

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agropecuaria a escenario de varios servicios, especialmente el inmobiliario, lo que expresa un sostenido incremento demográfico como se subrayó, esto motiva el establecimiento de numerosas firmas comerciales al detal, en particular las dedicadas al ramo de víveres, frutos y quincallería.

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“Principales actividades económicas: a) Se está desarrollando una importante actividad en el área de comercio y servicios, tanto para la población, como de apoyo a empresas y al sector agrícola”. (10) Agrega el estudio de Fudeco la existencia de ganadería de carne y de leche y la presencia de desarrollos agrícolas en rubros frutales, hortalizas y caña de azúcar en el Municipio Palavecino todavía para 1990. Es de interés esperar los resultados íntegros del censo

del 2001 a objeto de efectuar las confrontaciones respectivas. Puede pensarse que dado el sostenido crecimiento urbano en la última década, el área geográfica destinada a labores agropecuarias tiende a mermar. Esto debe verificarse al realizar el balance intercensal. La misma fuente censal reporta la existencia de 39.208 viviendas para el referido año de 2001. Si se contrastan los dos últimos censos se infiere que en una década se edificaron 17.799 viviendas, es decir, un estimado de 1.779 por año. Por último interesa anotar los resultados preliminares del censo de población del año 2001, comentado por la Lic. Deysi Alvarez, Directora del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) en el Estado Lara, en reportaje publicado por el diario El Impulso. Destaca la mencionada autoridad que el Municipio Palavecino casi duplica el crecimiento poblacional experimentado por la entidad larense en lapso 1990-2001. Así se indica en la siguiente información hemerográfica:

“El Municipio Palavecino.... el cual forma parte del área metropolitana de Barquisimeto aparece como un importante polo de atracción poblacional al presentar un crecimiento de 57,9%, casi el doble del reportado para la entidad de 30,4% ...” (11) Subrayado nuestro. Como se infiere de la anterior cita el crecimiento poblacional es irreversible hasta la actualidad, sin embargo se han generado agudos problemas que seguidamente se comentan, en el marco del acelerado proceso de urbanismo e incremento demográfico de nuestro municipio.

Puntos álgidos en el proceso de urbanismo del municipio Palavecino No es fácil aproximarse a este tema, complejo y polémico, cantera aparentemente inagotable de confrontaciones ya que este proceso ha venido ocurriendo en el marco de delicados problemas que afectan a diversas


Tallas de Santos y figuras para vestir en el Taller de Restauraciòn de “Hoja de Agua”

comunidades palavecinenses. Quizás el más grave lo representan los drenajes, el cual ha requerido año tras año de elevadas cifras de los organismos oficiales pero hasta la fecha no termina de solventarse. En septiembre del año 2002, la Lic. Carmen Julia Viloria del diario El Impulso realizó un amplio reportaje sobre esta situación, precisando sus orígenes siete décadas hacia el pasado cuando corrientes naturales como: ...”Tabure, Tomo, Taburito y La Mata fueron borrados (a raíz que)... los propietarios de las antiguas haciendas del Valle del Turbio dedicados al cultivo de la caña, implementaron la mecanización por terraceo”. (12) Transcurrido el tiempo un nuevo agravante se haría presenteagrega el suscrito-expresado en al reorientación del uso del suelo, tal como se indicó en capítulos anteriores, los pretéritos escenarios agropecuarios devinieron en áreas urbanizadas y en determinados casos no se cumplieron a plenitud las normativas técnicas correspondientes. Lo cierto es que el problema

persiste y en el período de lluvias las consecuencias no se hacen esperar. Al respecto concluye la citada periodista: “Actualmente hay un explosivo crecimiento de áreas urbanizadas y no existe un plan integral del Estado sobre los servicios públicos, (que incluye la implementación de respuestas a la ... crisis del sistema de drenajes...” (13) En el contexto de este irreversible proceso de crecimiento urbano del Municipio Palavecino, el otro talón de Aquiles lo representan los servicios públicos que aparentemente no han logrado incrementar la capacidad de atención del universo de usuarios, o en otros casos por ausencia de control y conductas anárquicas conlleva a mermar la eficiencia de alguno de estos servicios, específicamente la electricidad. Así se desprende de una investigación reciente realizada por el estudiante universitario (UCV-Núcleo Barquisimeto) Jorge L. Unda Cassany, quien expone que la Empresa Enelbar para el año 2001 atendía la demanda de unos: ...“19.600 suscriptores, lo

que comparado con el número de viviendas (unas 30.000) representa que muchas de las viviendas tienen tomas clandestinas” (14) En relación a otros servicios, el futuro profesional de la arquitectura, identifica al telefónico como ....”muy deficitario”, sin negar que ha venido creciendo en los últimos años. Igualmente ...”Existen grandes deficiencias” en el servicio de acueducto... “La población servida es de un 91% el municipio sirve con un sistema de cloacas a un 87% de la población”. Mientras que el aseo urbano presenta similar característica ...” Ha sido deficiente, el municipio no cuenta con rellenos sanitarios y (son pocos) los camiones para el aseo domiciliario” (15) Si al estudio realizado por el estudiante ucevista, se agregan los problemas presentes y cada día más agudos en el servicio del transporte, en particular las líneas con destino a Barquisimeto y viceversa, que incluye unidades de empresas legalmente establecidas y las llamadas vulgarmente piratas, se concluye que no es del todo favorable el

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Taylor Rodríguez García (Río Tocuyo, Municipio Torres). Historiador y Profesor universitario. Tutor en la maestría: Enseñanza de la Historia en la Universidad Pedagógica Libertador. Autor de los siguientes trabajos: Dos ensayos de interpretación de la obra historiográfica del maestro Cecilio Zubillaga Perera; El hombre y la tierra en Curarigua; La cría de caprinos en la historia económica y social de Carora; Vínculos económicos-sociales entre las jurisdicciones Carora y Trujillo 1830-1900; Impacto de la Guerra de Independencia en la economía caroreña; Vínculos globales de Venezuela con Puerto Rico, del tiempo histórico precolonial a finales del siglo XX.; Líneas historiográficas en la obra de Don Lino Iribarren Celis; Kabudari. Árbol Grande (Texto complementario de historia y geografía del Municipio Palavecino). También ha escrito varios cuadernos de historia local del Municipio Palavecino así como de ensayos publicados en periódicos larenses y revistas especializadas en Historia de Venezuela. Tiene inédito, Historia económica y social de Carora, siglo XIX (Contribución a su estudio) y Acciones de secuestros en el Valle del Turbio, 1815-181. Cronista Oficial del Municipio Palavecino desde el año 1995. Dirige la Biblioteca Universitaria de Cabudare “Maestro Héctor Ferdinando Rojas Meza”, fundada por él y un grupo de docentes de Cabudare. Columnista de El Diario de Carora y miembro de su directorio.

saldo del crecimiento urbano del Municipio Palavecino en el período 1974-2001. Amén de la carencia de plazas laborales, que conlleva al itinerario cotidiano de numerosos vecinos hacia la capital larense y quizás hacia el eje AcariguaAraure, generándose la ausencia de identidad y valoración de los nuevos residentes con su entorno vital, donde habitan sólo en el descanso nocturnal y de fin de semana. Como consecuencia de la carencia de escenarios laborales, en los últimos años se incrementa la economía informal, lo que atenta contra el libre tránsito de peatones y el ornato público en pleno corazón de la ciudad de Cabudare, sin negar que estos humildes compatriotas tienen el legítimo derecho de lograr los ingresos cotidianos para la subsistencia familiar, pero deben ser organizados para que no se atente contra otros derechos de los vecinos y visitantes. Corolario de los problemas colectivos, que al unísono afecta al país en general, en la entidad

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municipal palavecinense los actos delictivos cada día alcanzan nuevas cifras, posiblemente el hurto de vehículos encabeza tan dolorosa lista. Sin dudas que este conjunto de problemas afecta la calidad de vida de las familias palavecinenses, las que aquí tienen sembradas sus raíces centenarias, o las venidas de otras ciudades y pueblos venezolanos a construir el presente y alcanzar un mejor porvenir para sus hijos.

Epílogo Entre la infinidad de respuestas oficiales que esperamos los vecinos, soñamos con el rescate de la ruina de la Hacienda Tarabana, presuntamente todavia patrimonio del Estado venezolano; en este escenario Palavecino y sus habitantes pudieran contar con un amplio museo de la pretérita vida campesina en el Valle del Turbio, una gran área verde para el esparcimiento y el descanso, un singular espacio para soñar junto a los hijos y futuros nietos.

Ojalá que esta utopía encontrara eco en las autoridades municipales, estadales y nacionales. Nos imaginamos un paseo dominical partiendo del ansiado museo, luego visitando el Parque Botánico del mismo valle (ofrecido por el ejecutivo larense en mayo de 2001); por último ascendiendo por Agua Viva a la serranía de Terepaima, allí unidos a las familias contar las experiencias eternas, la historia sencilla y profunda del sempiterno Kabudari, inspirados por los antiquísimos nichos vivenciales de las Ajaguas y Cuibas, así la memoria colectiva palavecinense no se extinguiría, puesto que sería una herencia acariciada y defendida por las nuevas generaciones. Recuerden las autoridades locales, el sentido de pertenencia no despierta por decretos, no, se requieren urgentes espacios formativos, más allá del espectáculo. Reflexionen al respecto y asuman las acciones impostergables. Ojalá que esta y otras utopías algún día logren florecer cobijadas por el firmamento palavecinense, miles de rostros de niñas y

niños, unidos al maestro Juan Horacio Escalona (Eufracio), a la maestra locera de La Piedad Berta Burgos, los Tamunangueros palavecinenses y la infinidad de artesanos de la otra banda del Turbio, nos reciben en el horizonte con una inagotable y profunda sonrisa. Utopías posibles que alimenten el corazón y el alma de los humanistas... se escuchan voces solidarias... ojalá la espera no sea eterna.


Citas (1) Correspondencia de la Junta Pro-mejoras de Cabudare al ciudadano Ministro de Agricultora y Cría. Cabudare, 18 de marzo de 1958. (2) República de Venezuela. Gobernación del estado Lara. Dirección de Fomento y Obras Públicas. Inventario de Servicios Públicos. Distrito Palavecino, abril de 1972. p.4 (3) Correspondencia de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio e Industrias del Distrito Palavecino a la ciudadana Doris Parra de Orellana, Gobernadora del estado Lara (s/ páginas numeradas) (4) Idem. (5) Idem. (6) Evaluación de la Política de Desconcentración Industrial. Cordiplan. Comisión de Ordenamiento Territorial. Caracas, 1976. p.2

(7) Correspondencia de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio e Industrias del Distrito Palavecino a la ciudadana Doris Parra de Orellana, Gobernadora del estado Lara (s/ páginas numeradas). (8) República de Venezuela, estado Lara. Concejo Municipal del Distrito Iribarren y del Distrito Palavecino. Oficina Municipal de Planificación Urbana. Proyecto de convenio de mancomunidad urbanística, Distrito Iribarren-Palavecino. Barquisimeto, Octubre 1972. Capítulo correspondiente a Catastro, octubre 1974. p.1 (9) Informe Sanitario del Distrito Palavecino a la Gobernación del estado Lara. Cabudare, 1953. Suscrito por el Dr. Remo Bernieri, médico rural de Cabudare. (s/ páginas numeradas)

(11) SÁNCHEZ, Pacífico. “La población de Lara es de 1.556.415 personas”. En: El Impulso. Barquisimeto, 24 de noviembre de 2002, cuerpo D. p.4. (Entrevista realizada a la Licenciada Daysi Alvarez, directora estadal del Instituto Nacional de Estadística (I.N.E.) en el estado Lara). (12) VILORIA, Carmen Julia. “Palavecino: un municipio de lagunas”. En: El Impulso. Barquisimeto, 9 de septiembre de 2002, cuerpo D. p.7. (13) Idem. (14) UNDA CASSANY, Jorge L. Crecimiento urbano histórico de Cabudare. Mimeografiado. (s/ páginas numeradas). (15) Idem.

(10) Fundación para el Desarrollo de la Región Centro Occidental (FUDECO). Cifras relevantes de los municipios del estado Lara. Municipio Palavecino. Censo de 1990. (s/ páginas numeradas)

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Ubicación relativa estadal

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Urdaneta en cuatro claves Juan Alonso Molina Morales

A don Rafael “Chel” Guaidó

Clave primera El Municipio Urdaneta es, con mucho, la zona más distante del Estado Lara. O, dicho de otro modo, ha sido y sigue siendo el territorio cuyas comunidades acusan un menor contacto con la capital del estado, el menos transitado por los visitantes de éste y también el menos favorecido en la distribución de las inversiones públicas. Es tan así que los demás larenses que no tienen nexos familiares u obligaciones de trabajo en Urdaneta comúnmente no conocen su territorio y aún es poco lo que llegan a saber de él. Para el resto del país casi no existe. De hecho, hace cuarenta años, cuando en mi infancia oía hablar de Siquisique o Aguada Grande, invariablemente recibía la impresión de ser aquellos unos pueblos de costumbres y usos ásperos que vivían una suerte de tiempo detenido en el pasado, más allá incluso de la ley y el orden tal como los conocíamos entonces en una ciudad como

Barquisimeto. Por mucho tiempo en mi memoria guardaron ese carácter intimidador. Ahora bien, si uno mira con detenimiento su orografía entiende fácilmente el por qué de tal alejamiento. Aparte de ocupar el extremo nordeste de un estado cuyas principales ciudades se ubican hacia el sur, casi todo el borde de sus límites y gran parte de su interior está atravesado por serranías extremadamente “quebradas”, como gustaban decir los antiguos cronistas, aunque no de mucha altura. Además, casi todas ellas áridas, muchas pedregosas y con predominancia de vegetación espinosa. Nada fácil, pues, para el trazado ni para el mantenimiento de caminos seguros y confiables. La distancia física se acrecienta de este modo por efecto del relieve.

Urdaneta en cifras Territorio Límites Norte: Municipios Democracia, Federación y Unión del Estado Falcón. Sur: Municipios Crespo, Torres e Iribarren del Estado Lara. Este: Municipio Bolívar del Estado Yaracuy Oeste: Municipio Torres del Estado Lara. Superficie territorial 4.256 Km2 División político-territorial Parroquias Siquisique, Moroturo, San Miguel y Xaguas. Actividad agrícola 5.249 explotaciones agrícolas que abarcan un área total de 148.680,52 hectáreas (3º y 2º lugar, respectivamente, respecto de los demás municipios del Estado).

Por otra parte, desde tiempos prehispánicos, los habitantes de su territorio parecen haberse vinculado con las zonas circunvecinas fundamentalmente por el oeste, hasta entroncar con la ruta de la sal que pasaba por las inmediaciones de Baragua comunicando precisamente las salinas falconianas con los

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valles del Tocuyo y del Turbio, y a través de éstos con los llanos occidentales. De allí la importancia capital que tuvieron las huestes indígenas de José de los Reyes Vargas en la lucha independentista, precisamente por la necesidad de controlar el tránsito de la que entonces era la vía principal de intercambio comercial y abastecimiento del centroccidente venezolano. Pero con la virtual desaparición del camino de Coro a Carora por El Paso de Baragua, inducido por la llegada del Ferrocarril Bolívar a Barquisimeto en 1891, se vieron cada vez más aislados, obligados a transitar nuevas rutas por zonas de difícil acceso en dirección a Barquisimeto, poco apropiadas para el intercambio comercial por los costos en tiempo y dinero que suponían.

Iglesia de San José de Siquisique

Tuvieron que esperar hasta mediados del siglo XX los urdanetenses para ver asfaltada la carretera que con pocas variaciones es la misma que en el presente une a Siquisique con la capital del estado, de la cual, por cierto, quedó prácticamente excluida la antaño más importante Baragua, que todavía clama, con razón, por una vía

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moderna de acceso. Resabio de aquellos viejos nexos son el precario pero insistente intercambio que aún se realiza entre los caseríos del oeste de Urdaneta y pueblos como Río Tocuyo del municipio Torres. Una población que no pudo adecuarse a los cambios en los patrones de producción e intercambio fue, por ejemplo, San Miguel, que cedió a favor de Aguada Grande, su antigua preponderancia local. Más reciente aún, Santa Inés despunta como un pequeño y significativo polo de desarrollo, favorecido por su relación con la vecina Churuguara, en Falcón, y la productividad de las tierras del valle de Moroturo, una vez superadas las condiciones de insalubridad que hicieron cobrar fama a las endémicas fiebres en el pasado comunes en la zona. Con todo, el mayor problema que en materia de comunicaciones se le plantea actualmente al municipio Urdaneta no es ya la vía a Barquisimeto, relativamente bien mantenida y suficiente para el tráfico que posee, sino la falta de caminos asfaltados que unan las numerosas comunidades campesinas dispersas por su

interior, hoy aisladas y carentes de los más elementales servicios públicos aunque al mismo tiempo depositarias de las tradiciones productivas sobre las cuales se ha sostenido históricamente la sociedad local y que tienen mayor potencial de desarrollo en el mediano y largo plazo.


Clave segunda Un hombre tan buen conocedor de la problemática del semiárido como Saulo Olavarrieta hace tiempo nos aclaraba que la particularidad más decisiva de esta zona no es, como creen muchos, la escasez de lluvias sino la erraticidad de las mismas. Es decir, que no tanto faltan las lluvias como que caen de modo aleatorio a lo largo del año, de manera tal que la agricultura de secano y la vida misma se ven seriamente comprometidas con frecuencia nada deseable. Todo Urdaneta, con excepción de las montañas de Parupano y el valle de Moroturo, corresponde a la condición geográfica de la zona semiárida. La vegetación no falta propiamente pero en ella predominan espinosas cactáceas y ágaves, así como árboles de hojas menudas y recias maderas que luchan al mismo tiempo con la inclemencia del sol, la pobreza del suelo y los prolongados períodos de sequía, aunque generalmente con éxito. Incluso, en algunas ocasiones también con la violencia de los deslaves provocados por lluvias tan intensas como impredecibles.

No faltan allí, desde luego, las especies aprovechables por el hombre y no sólo entre la flora sino también entre la fauna. No mentimos si afirmamos la riqueza de usos alimentarios, medicinales, constructivos, decorativos y utilitarios en general que proveen la mayoría de las plantas y animales propios de la zona. Por eso, sus casas están llenas de objetos de lo más variopintos manufacturados artesanalmente por las propias familias a partir de materiales extraídos de su entorno. Sin embargo, lo accidentado del terreno, la escasez de fuentes de agua permanentes, la intensidad de la radiación solar a lo largo de casi todo el año, la pobreza de la tierra, las referidas dificultades de acceso y el consecuente distanciamiento de los beneficios del progreso, hacen allí a la vida dura y esforzada. El día comienza temprano para aprovechar el frescor de las primeras horas. Más tarde, la canícula obligará a recogerse bajo la sombra de árboles o techumbres. La dureza de las condiciones hace a los hombres solidarios y pacientes, como

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que a diario experimentan el valor del trabajo en común que es requisito indispensable para sobrevivir en semejante medio. No otra cosa exige el frágil equilibrio del ecosistema que constituye al semiárido, donde por no sobrar los medios de vida y por ocupar cada especie y aún cada accidente geográfico una función tan específica dentro del conjunto, cualquier pequeño exceso en la intervención humana sobre el entorno puede fácilmente desencadenar una reacción en cadena que ponga en peligro la existencia misma del hombre y del sistema.

Calle de Baragua

Esto también ha hecho a su población característicamente austera en su vivir cotidiano aunque muy generosos como anfitriones, tal como lo demanda ese curioso espíritu suyo, festivo mas no escandaloso, orgulloso pero sin pedantería alguna. De allí que una política de verdadero desarrollo, no únicamente económico sino sociocultural en el más amplio y justiciero sentido del término, no pueda ser articulada con éxito en esta región sin atender al entramado de relaciones

Cosecha de Cebolla Vía Siquisique - Baragua

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de provecho mutuo entre los diferentes componentes físicos, biológicos y antropológicos que sostiene al ecosistema semiárido, o, lo que viene a ser lo mismo, sin considerar a la sociedad humana como parte de un ecosistema del que depende para su supervivencia.


CrĂ­a de Ovejos, sector Las Quintas


Clave tercera Son notorios todavía a simple vista los predominantes rasgos indígenas de la inmensa mayoría de los pobladores de Urdaneta. Desde luego, no es casual.

Secado de Sisal, sector Las Quintas

Los núcleos poblacionales principales del municipio fueron en su origen pueblos de indios, fundados a principios del siglo XVII con los restos de las encomiendas que inicialmente se habían constituido para distribuir la mano de obra indígena entre los vecinos españoles sobre todo de Carora. Por supuesto, el desdén por las labores del campo característico de los encomenderos y -una vez que el régimen de encomienda fuera abolido por la Corona españolade los hacendados que fueron sus herederos, hizo a estas tierras escasas del elemento étnico europeo, situación que unida a la considerable distancia de las “villas de españoles” más cercanas repercutió en el hecho demostrado de que arribaran al propio siglo XX con una considerable proporción de población de sangre y cultura indígenas.

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Miguel Esteban Pacheco, olvidado prohombre de la cultura urdanetense que escribió un singular trabajo lamentablemente inédito hasta el presente llamado Geografía e Historia del Distrito Urdaneta, recuerda en él cómo en su infancia, allá por los años iniciales del siglo XX, pudo ser testigo de las asambleas que para discutir problemas colectivos de suma gravedad convocaba el Jefe Civil de Siquisique con asistencia de los “caciques” y demás miembros de las comunidades indígenas, entonces reconocidas de hecho y de derecho por el Estado venezolano y cuya anuencia era indispensable para la eficaz ejecución de las actividades gubernamentales que afectaban su vida, siendo como eran la mayoría determinante de la población local. No extrañará tampoco que los últimos hablantes de lenguas indígenas del Estado Lara fueran precisamente habitantes de estas tierras, cuyos testimonios han alimentado durantes décadas el debate sobre su estructura y filiación lingüísticas. Resulta asimismo evidente que la consistencia de sus rasgos


identitarios indígenas están en la base de las dificultades que durante el siglo XIX, desde los inicios de su vida republicana tuvo el poder central nacional para garantizar la lealtad política de los urdanetenses. Seguramente los tuvo en la mente Guzmán Blanco cuando afirmó aquello de que “Venezuela era un cuero seco...”. No en balde, en un rapto de autoritarismo centralista hizo una vez de este territorio por pocos años un distrito federal, administrado por lo tanto directamente desde Caracas. Razones parecidas seguramente debieron estar, tiempo después, en la decisión de Cipriano Castro de convertir, entre los años de 1904 a 1909, el entonces Distrito Urdaneta en parte del Estado Falcón. Y cuando el General Juan Vicente Gómez decidió la eliminación de la propiedad comunal de las antiguas tierras de los resguardos indígenas, afectó sobre todo a comunidades como las de Urdaneta, donde importantes extensiones de tierra se habían mantenido durante siglos al amparo de la voracidad terrófaga de los latifundistas, precisamente por contar con un estatuto legal

que por un lado garantizaba la posesión colectiva y por el otro prohibía la enajenación a título individual de alguna parte de ésta. En cierto modo, detrás del afán de modernización capitalista del gomecismo, bulle también la intención más o menos expresa de deshacer los lazos identitarios de las comunidades aborígenes que, aunque hablantes del castellano, vestidos con vergüenza del cuerpo a la usanza europea y cobijados por casas aprendidas a hacer de la mano de los primeros alarifes españoles en los albores de la colonización, sin embargo, seguían reconociéndose a sí mismos y eran reconocidos por los otros -es decir, por gente como nosotros, mestizos, criollos, pretendidos descendientes exclusivos de los conquistadorescomo “indios”. Los campesinos que constituyen hoy día la mayoría poblacional del Municipio Urdaneta son sus herederos, y en su particular forma de entender los ritmos vitales, en la cadencia de su verbo, en la precisa sabiduría de su entorno, en el sincretismo de su religiosidad, en su estoicismo y su fortaleza, hay que buscar las letras del alfabeto que permita

Casa de Teja de Rosario Antonio “Iter” Camacaro. Sector Saladillo, cruce entre Baragua y Urucure

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una comunicación de calidad suficiente como para promover un mayor protagonismo y un aporte más significativo al conjunto de la sociedad. Siembra de Sisal

En este sentido, la conservación del Baile de Las Turas, en el modo en que se celebra actualmente en Moroturo -es decir, mucho más una necesidad de comunión colectiva con su propia cultura de ascendencia indígena que un espectáculo folklórico para el consumo de turistas-, debe ser interpretada fundamentalmente como una manifestación de resistencia cultural mediante la cual estos campesinos han logrado mantener vigentes sus ancestrales vínculos tanto con la tierra como con su propia historia.

Divina Pastora en la Iglesia de Aguada Grande

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Clave cuarta Con todo y ser dominante en algunos aspectos la ascendencia indígena, no sería justo ni con la historia ni con la cultura negar aquí el mestizaje. Los que vinieron a ser los pilares fundamentales de su actividad agrícola así lo demuestran: la producción del aguardiente de cocuy y la cría de caprinos. Ciertamente la planta del cocuy se aprovechó de múltiples maneras desde tiempos prehispánicos. Las crónicas abundan en referencias sobre el uso dado por nuestros indígenas particularmente a las hojas y la base a la que están adheridas, o lo que popularmente se denominan las “pencas” y la “cabeza” o “macolla”, para producir, luego de ser horneadas, piladas y prensadas, un zumo que dejándolo fermentar devenía en embriagante cuanto deliciosa bebida. Hasta allí el componente autóctono prehispánico. Probablemente por influjo del entonces creciente intercambio comercial entre la Capitanía General de Venezuela y el puerto de Veracruz del Virreinato de Nueva España -donde ya se

producía tequila-, a fines del siglo XVIII debió empezar a experimentarse en territorio venezolano con la destilación de zumos de plantas, entre ellos el de la planta del cocuy. Esto produjo por vez primera un aguardiente de cocuy, es decir, un destilado del guarapo de cocuy fermentado.

Detalle de la escultura de José Gregorio Hernández realizado por Sergio Parra en sector El Copey

Con el tiempo, dicha actividad se convertiría en una fuente de ingentes riquezas para muchos productores de Urdaneta, que hicieron conocer las bondades de esta bebida en un radio que abarcó, además de los estados Falcón y Lara en que se producía, el centroccidente del país, incluyendo los llanos altos occidentales, y los estados centrales hasta llegar a Caracas. La cría de caprinos también es un aporte europeo. Las cabras introducidas por los primeros conquistadores españoles encontraron en tierras como las de Urdaneta un escenario propicio para su reproducción y en sus pobladores indígenas una sociedad necesitada de sus múltiples beneficios y dispuesta a aprender los secretos de su cría. Rápidamente las cabras se

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convirtieron en un miembro indispensable de toda familia campesina. El relieve montuoso, los espinares y la aridez no fueron obstáculos para su aclimatación. En consecuencia, el paisaje las incorporó y la vida campesina giró cada vez más alrededor del aprovechamiento sus productos, desde las agujas de hueso hasta la carne asada, desde el cuero hasta el queso de cincho, desde cuerdas para los instrumentos musicales hasta la leche.

Iglesia Parroquial San Rafael Arcángel (1859-1906) Restaurada en 1972. Baragua

Incluso se dio una asociación entre la planta del cocuy y las cabras, basada en el uso que como forraje tiene las pencas para estos animales. Aún muchos productores de cocuy de Urdaneta, reconocen la planta de mejor calidad para ser cosechada cuando en su parte superior el vástago tierno del maguey ha sido retirado por algún chivo y el hueco dejado ha comenzado a ennegrecerse. Justo allí -”cacho negro” suelen llamarla- es cuando se cosecha y aporta su mayor rendimiento y calidad. Por lo tanto, la persecución de la cría de caprinos, que tanto inflamara el verbo del ilustre baragüeño que fue Ignacio

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Epiménides Lameda Acosta en defensa de la llamada “vaca del pobre”, así como de la producción artesanal de aguardiente de cocuy a partir de la década de 1950 -desatada por la dictadura pérezjimenista en alianza con poderosos grupos económicos regionales interesados en las tierras y en las oportunidades de negocio que podían quedar vacantes-, puede entenderse como el intento de asalto final por parte del poder central a las bases fundamentales de la sociedad campesina de ascendencia indígena, núcleo entonces dominante en muchos aspectos de la vida social en Urdaneta. Pero fue en aquellas circunstancias el relieve accidentado, la dispersión misma de las unidades productivas y la distancia, los factores que finalmente impidieron la desaparición definitiva tanto de una como de otra, aunque haya que reconocer que hasta el presente no han vuelto a tener la importancia económica ni la significación social que tuvieron en la primera mitad del siglo XX. Otra manufactura popular de origen europeo que ha obtenido rango de ícono de Urdaneta,

es el Pan de Aguada Grande, versión propia del conocido pan de tunja de origen colonial que particularmente en manos de la familia Arráez -sus más importantes productores y comercializadores- ha constituido durante décadas un sostenido factor de desarrollo local y un excelente instrumento de promoción de los valores tradicionales.


Abraham Güere. Sector La Turiquía

El pasado inmediato y lo por venir... En general, las últimas décadas han sido para el Municipio Urdaneta las de la lucha por acortar las distancias con los poderes nacional y regional, particularmente en la búsqueda de una inversión mayor en su infraestructura física, que la ponga a tono por lo menos con la que ostentan el resto de los municipios larenses. También ha visto desplegar el afán de muchos propietarios y campesinos por crear fuentes alternas de subsistencia, particularmente en materia de introducción de nuevos cultivos como los de melón, piña, cebolla, zábila, sorgo y uvas, los primeros de los cuales han logrado estabilizarse en el tiempo, así como en el desarrollo de la cría de ganado vacuno, especialmente en la Parroquia Moroturo. Incluso, la producción artesanal de aguardiente de cocuy tiende a crecer bajo el impulso de la despenalización y fomento de la misma llevada a cabo por los últimos gobiernos regionales a instancias de los propios productores organizados -entre los cuales destaca con luz propia el ejemplo del finado don

Domingo Guaidó, impulsor de la primera asociación local de productores de cocuy y defensor infatigable de sus derechos- e investigadores de organismos técnicos y universidades que tratan de construir a mediano plazo una opción productiva sustentable con calidad de exportación. Más difícil ha sido para los productores caprinos el repunte de su actividad, a pesar de la fama bien merecida de algunos de los subproductos derivados de su cría, como es el caso de los quesos de cabra artesanales, así como de la importancia que aún mantiene el consumo de su carne entre la población regional.

ha permitido una relación más directa entre una gran parte de la inversión pública y los ciudadanos a cuyo beneficio va dirigida, pero sería una necedad negar que ésta sigue siendo presidida por una actitud clientelar, asistencialista y paternal de la dirigencia política local, copiada del patrón de conducta tradicional de las élites políticas nacionales, la cual ha encontrado en un municipio tan empobrecido especiales condiciones para proliferar, lamentablemente a costa de un desarrollo mayor de las potencialidades de la gente.

Sin embargo, los años transcurridos sin reconstruir el puente sobre el río Tocuyo, que da acceso a Siquisique, hablan elocuentemente de la escasa importancia que aún se le asigna a esta zona en muchos círculos de la administración pública, especialmente nacional. Obviamente, los cambios en la estructura de los poderes locales y en el sistema de elección de sus gobernantes, establecido en el país a partir de finales de la década de 1970 y hoy consolidado,

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Ubicación relativa estadal

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Ley de Protección y Desarrollo de la Planta de Cocuy (Agave Cocui Trelease) en el Estado Lara. EXPOSICIÓN DE MOTIVOS LOS INTEGRANTES DEL CONSEJO LEGISLATIVO DEL ESTADO L ARA PREOCUPADOS UNA VEZ MÁS POR EL RESCATE, PROTECCIÓN Y PROMOCIÓN DEL PATRIMONIO CULTURAL EN NUESTRO ESTADO, HAN TOMADO LA INICIATIVA DE CREAR UN INSTRUMENTO JURÍDICO QUE SIRVA PARA REGULAR LA PROTECCIÓN Y DESARROLLO DE LA PLANTA

AGAVE COCUI TRELEASE COMO PARTE DE LA CULTURA E IDENTIDAD DEL PUEBLO LARENSE. A NTES DEL DESCUBRIMIENTO DE A MÉRICA, EL AGAVE COCUI TRELEASE REPRESENTABA PARA NUESTROS ABORÍGENES EL SUSTENTO Y LA VIDA, PRUEBA DE ELLO SON INNUMERABLES TESTIMONIOS DE VIAJEROS QUE DEJARON COMO LEGADO EN SUS CRÓNICAS, LOS DIVERSOS Y MÚLTIPLES USOS DE ESTA NOBLE ESPECIE, QUE ENTRE OTRAS COSAS, ERA USADA PARA EXTRAER SU FIBRAS Y PRODUCIR ARTESANÍAS, ADEMÁS DE OBTENER UNA EXCELENTE BEBIDA ESPIRITUOSA FERMENTADA, QUE POSTERIORMENTE FUE DENOMINADA DE FORMA TRADICIONAL COCUY O

CUCUY Y QUE LUEGO ASIMILADA POR EL COLONIZADOR, CONSTITUYÉNDOSE EN UNA EXPRESIÓN DE LA CULTURA HISPÁNICA COLONIAL. EN VENEZUELA LA ELABORACIÓN DE ALCOHOLES PARA EL CONSUMO HUMANO, COMIENZA PRÁCTICAMENTE CON EL NACIMIENTO DE LA CAPITANÍA GENERAL DE VENEZUELA. ES A PARTIR DEL 4 DE OCTUBRE DE 1821, CUANDO EL CONGRESO DE LA GRAN COLOMBIA EMITIÓ UNA LEY REFRENDADA POR EL LIBERTADOR, DONDE DECLARA ESTA ACTIVIDAD COMO FUENTE DE RIQUEZA, TANTO PÚBLICA COMO PRIVADA Y ELIMINABA EL MONOPOLIO DE LA PRODUCCIÓN. ESTA LEY JUNTO A OTRAS DICTADAS POSTERIORMENTE TRANSFORMARON LA INDUSTRIA DEL AGUARDIENTE EN UNA EN UNA ACTIVIDAD LEGAL Y EN CONSECUENCIA IMPULSARON SU DESARROLLO COMO ACTIVIDAD ECONÓMICA. ESTO PERMITIÓ QUE LA ELABORACIÓN DE LA BEBIDA DEL COCUY, SE VIERA FAVORECIDA Y QUE MUCHOS PRODUCTORES REGISTRARAN SUS EMPRESAS PARA PRODUCIRLO, LLEGANDO A CONSTITUIR UNA IMPORTANTE FUENTE DE INGRESOS ECONÓMICOS.

L A LEGALIZACIÓN DE LA INDUSTRIA, ESTIMULÓ A SU VEZ EL APROVECHAMIENTO DE OTROS DERIVADOS DEL AGAVE COCUI TRELEASE, COMO SON: LA PRODUCCIÓN DE LA FIBRA LLAMADA COMÚNMENTE DISPOPO, HIPOPO, DIPOPO CON LA CUAL FABRICAN MARUSAS, MECATES, CINCHAS, CHINELAS, CHINCHORROS, SACOS Y OTRAS ARTESANÍAS; EL MAGUEY ES DESTINADO A LA CONSTRUCCIÓN DE CASAS DE BAHAREQUE QUE FORMAN PARTE DE LAS PAREDES Y TECHO, ÚLTIMAMENTE UTILIZADO EN EL EMPALADO DEL TOMATE; LAS PENCAS SIRVEN DE ALIMENTO A LOS CHIVOS; LAS CABEZAS CRUDAS AFEITADAS O NO SON FORRAJE PARA MARRANOS, BURROS, CHIVOS, GALLINAS Y HORNEADAS COMO ALIMENTO HUMANO, BIEN SEA MEZCLADA CON LECHE DE CABRA O DE CONSUMO DIRECTO; EL GUARAPO QUE SE EXTRAE DE ELLAS TIENE UN USO MEDICINAL Y UNA VEZ FERMENTADO ES REQUERIDO PARA DESTILAR EL COCUY; LA VINAZA O MOSTO Y LA FIBRA DEL PRENSADO SE USAN COMO ALIMENTOS PARA LOS ANIMALES O PARA FORMAR PARTE DE LA TORTA DE BARRO QUE SE APLICA EN LAS CASA; EL JIBE ASADO SIMILAR AL PALMITO, ES ALIMENTO HUMANO Y CON LAS FLORES O BICUYE SE PREPARAN ENCURTIDOS.

EL AGAVE COCUI TRELEASE, ADEMÁS DE SER FUENTE DE MATERIA PRIMA PARA LA ARTESANÍA Y LA INDUSTRIA, POSEE OTRAS VIRTUDES BIOLÓGICAS Y ECOLÓGICAS QUE LA CARACTERIZAN COMO UNA PLANTA CONSERVACIONISTA, LA CUAL AYUDA A PREVENIR LA EROSIÓN DE LOS SUELOS EN LAS ZONAS SEMIÁRIDAS DEL ESTADO L ARA, SE TRATA DE UNA ESPECIE ECOLÓGICAMENTE CAPAZ DE TOLERAR AGOBIOS CLIMÁTICOS, FUERTE RADIACIÓN Y PROLONGADO BRILLO SOLAR CAUSANTES DE UNA INTENSA EVAPORACIÓN Y TRANSPIRACIÓN, QUE RESTRINGEN LA PRESENCIA DE OTRAS ESPECIES VEGETALES, ESTA CUALIDAD FAVORECE, NO SOLAMENTE A LA PLANTA EN SI, SINO TAMBIÉN AL ECOSISTEMA, AL SUELO Y A LA VARIADA FAUNA SILVESTRE DE VERTEBRADOS E INVERTEBRADOS QUE COMPLETAN LA CADENAS TRÓFICAS LOCALES Y QUE DEPENDEN DE ESTA FUENTE VEGETAL PARA SU SUPERVIVENCIA .


EN LA ACTUALIDAD, SOLO SE OBSERVA EL CRECIMIENTO DE FORMA ESPONTÁNEA DEL AGAVE, SIN QUE EXISTA UNA ACCIÓN CONCERTADA PARA LA REPOBLACIÓN DE LA MISMA LUEGO DE ESTADO. A NTE LA AMENAZA DE UN PROCESO DE INDUSTRIALIZACIÓN INDISCRIMINADO, SE BUSCA PROMOVER MEDIDAS DE REPOSICIÓN Y PROTECCIÓN AL ECOSISTEMA, ASÍ COMO EL FOMENTO Y DESARROLLO DE PLANTACIONES PLANIFICADAS DE LA PLANTA AGAVE COCUI TRELEASE EN EL ESTADO L ARA. SU EXPLOTACIÓN, LO QUE PONE EN PELIGRO SU CONSERVACIÓN Y PRESERVACIÓN COMO PATRIMONIO CULTURAL DE NUESTRO

ESTA LEY SE FUNDAMENTA EN LA CONSTITUCIÓN DE LA R EPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA, LA CUAL EN SU ARTÍCULO 112 ESTABLECE: “TODAS LAS PERSONAS PUEDEN DEDICARSE LIBREMENTE A LA ACTIVIDAD ECONÓMICA DE SU PREFERENCIA, SIN MÁS LIMITACIONES QUE LAS PREVISTAS EN ESTA CONSTITUCIÓN Y LAS QUE ESTABLEZCAN LAS LEYES, POR RAZONES DE DESARROLLO HUMANO, SEGURIDAD, SANIDAD, PROTECCIÓN DEL AMBIENTE U OTRAS DE INTERÉS SOCIAL. EL ESTADO PROMOVERÁ LA INICIATIVA PRIVADA, GARANTIZANDO LA CREACIÓN Y JUSTA DISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZA, ASÍ COMO LA PRODUCCIÓN DE BIENES Y SERVICIOS QUE SATISFAGAN LAS NECESIDADES DE LA POBLACIÓN, LA LIBERTAD DE TRABAJO, EMPRESA, COMERCIO, INDUSTRIA SIN PERJUICIO DE SU FACULTAD PARA DICTAR MEDIDAS PARA PLANIFICAR, RACIONALIZAR Y REGULAR LA ECONOMÍA E IMPULSAR EL DESARROLLO INTEGRAL DEL PAÍS.” ESTO SEÑALA TRES ASPECTOS FUNDAMENTALES QUE SE INCORPORAN EN LA PRESENTE LEGISLACIÓN ESTADAL, COMO SON LA JUSTA DISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZA, LA PROTECCIÓN DEL AMBIENTE Y LA PLANIFICACIÓN, RACIONALIZACIÓN Y REGULACIÓN DEL

AGAVE COCUI TRELEASE, COMO ACTIVIDAD ECONÓMICA DEL ESTADO L ARA. A PESAR QUE EL AGAVE COCUI TRELEASE HA TENIDO UNA RICA TRADICIÓN DE MÚLTIPLES USOS DOMÉSTICOS Y ARTESANALES, HASTA AHORA NO HA LLEGADO A ALCANZAR NIVELES DE DESARROLLO, COMO ACTIVIDAD ECONÓMICA EN NUESTRO ESTADO, LOS ARTESANOS QUE LO APROVECHAN ESTÁN DESAPARECIENDO PROGRESIVAMENTE DE LA ESCENA Y MUCHO DE LOS USOS DE LOS DERIVADOS DEL COCUY ESTÁN SIENDO REEMPLAZADOS POR PRODUCTOS INDUSTRIALES QUE, ADEMÁS DE COSTOSOS, EN NADA FAVORECEN A LA ECONOMÍA LOCAL, ES POR ELLO QUE SE HACE NECESARIO UNA LEGISLACIÓN ESTADAL, QUE REGULE EL DESARROLLO INTEGRAL Y SUSTENTABLE EL AGAVE COCUI TRELEASE COMO ACTIVIDAD ECONÓMICA DEL ESTADO, Y QUE PROMUEVA LA PROTECCIÓN Y EL FOMENTO DEL CULTIVO DE LA PLANTA COMO FACTOR DE PRESERVACIÓN DEL MEDIO AMBIENTE, ASÍ COMO LA UTILIZACIÓN DE LAS ZONAS SEMIÁRIDAS DEL ESTADO, PERMITIENDO EL FOMENTO DE ASOCIACIONES, COOPERATIVAS Y DE PEQUEÑAS Y MEDIANAS EMPRESAS ARTESANALES.

BARQUISIMETO 25 DE JUNIO DE 2002.


El Municipio Crespo: Aspectos económico sociales, políticos y culturales 1960-2000 Reinaldo Rojas. Cronista Municipal

Orígenes de Duaca y del Municipio Crespo En la tipología de pueblos fundados por los españoles en el siglo XVII, Duaca viene a ser un pueblo de doctrina de indios, formado por población aborigen sometida al régimen de encomiendas. Su fundación hispana data de 1620 y como no se conoce el documento de fundación se ha tomado el 24 de junio, día del patrono de la ciudad, San Juan Bautista, como la fecha de fundación de San Juan Bautista de Duaca. (Rojas: 1997: 11) Los primeros pobladores de la zona eran indígenas gayones, quienes hablaban el betoy, una lengua de la familia chibcha (Agagliate: 1994: 32), aunque en la sierra de Aroa, se encontraban para 1530 poblaciones de lengua caribe, los cyparicotes, que le dieron en nombre a la zona de los Chispes o Chipas, localizada al sur de la quebrada de Tumaque. De aquella cultura y de aquellos ancestros de los duaqueños de hoy quedan diversos testimonios, no sólo en la sangre y en el nombre de muchos sitios

y poblados, incluyendo el nombre de la ciudad Duaca sino el primer libro de historia de los duaqueños, los Petroglifos de Tumaque, inscripciones en la piedra que indican caminos y señalan hechos de la historia antigua de esta tierra larense con mensajes que aún permanecen desconocidos a nuestros ojos y entendimiento. (Molina: 1990: 9) Sin embargo, han pasado al legado cultural de municipio a través de sus símbolos municipales, recientemente aprobados, pues una inscripción del Petroglifo de Tumaque aparece en el primer cuartel diestro de nuestro escudo municipal.

Datos del Municipio Crespo Superficie: 774 km.2 aproximadamente Duaca es al capital del Municipio, está ubicada en la Parroquia Freitez. Sus coordenadas geográficas son latitud norte 10º 17’ 12’’; longitud oeste 69º 09’ 35’’ con una elevación sobre el nivel del mar de 720 metros aproximadamente. Duaca fue fundada el 24 de Junio de 1671. El municipio conforma un piedemonte que geológicamente pertenece al cuaternario reciente, rica en rocas calcáreas. Su clima tiene una precipitación media anual de 732,3. Temperatura media anual: 22,5Cº. Semiárido templado.

De los acontecimientos que señalan la evolución colonial de Duaca cabe destacar que a pesar de la fundación política llevada a cabo en 1620, por orden del entonces Gobernador y Capitán General de la Provincia de Venezuela, don Francisco de la Hoz Berríos, el poblado prácticamente estuvo deshabitado hasta muy entrado el siglo XVIII, ya que el régimen de encomiendas obligaba al indígena duaqueño a cancelar su tributo al español encomendero en trabajo, es decir, laborando de sol a sol

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Iglesia La Asunción en El Eneal

y toda la semana en haciendas y hatos ubicados lejos del pueblo, hacia Barquisimeto, unos, o hacia el valle de Aroa, otros, lugares donde se desarrollaba la agricultura comercial de la caña y del cacao. Es por ello que una tradición iniciada por los capuchinos señala al fraile Miguel de la Madrid como fundador de Duaca, cuando vino a ser, en todo caso, el refundador religioso del pueblo, puesto que a su llegada en 1673, el pueblo ya existía, pero contando apenas con “un vecino llamado Juan Beros” y una humilde iglesia de paja que desde 1625 venía administrando un cura doctrinero y en la cual encontró entre otras imágenes religiosas “un retablo de San Juan Bautista y otro de Santa Rosa, una Santa Lucía de barro, poco más de un palmo.”(En: Rojas: 1997: 83) que vienen a ser las imágenes más antiguas que tuvo la antigua iglesia duaqueña en el siglo XVII. El primer cura doctrinero de Duaca fue Francisco Sánchez de Oviedo, en funciones desde 1625 cuando visita el pueblo el Obispo fray Gonzalo de Angulo. (Araque: 2002: 26) Es en la segunda mitad del siglo XVIII, cuando la encomienda

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se puede pagar en dinero o en especies, que el poblado indígena toma forma y aparecen las primeras viviendas estables y se elige Cabildo Indígena y se empieza la lucha por la demarcación de las tierras de resguardo indígena, tal como se aprecia en la visita que el Capitán Juan de Salas hace a Duaca en 1765. (Rojas: 1995: 217) Esta lucha se hace efectiva el 11 de mayo de 1808, cuando el Visitador General Joseph de Alamo manda a proceder a la demarcación de las tierras indígenas de Duaca, superficie formada por “una legua a cada viento” cuyo proceso posterior de desintegración legal, bajo las condiciones que impone la Ley de Tierras Baldías y Ejidos de 1912 cerró en 1914, “so pena de pasar a los respectivos municipios en condición de ejidos” (Rojas: 1995: 220), base del litigio que desde 1988 lleva adelante el cabildo del actual municipio Crespo sobre la condición ejidal de una parte de las tierras del antiguo resguardo indígena colonial. Según nuestros cálculos (Rojas: 1997: 24) la población de Duaca se desenvolvió en el periodo colonial de la siguiente manera:

236 habitantes en 1691, 500 en 1758, 551 en 1771, 452 en 1784 y 592 en 1788. Este proceso histórico se interrumpe con la guerra de independencia y ya no será hasta finales del siglo XIX, con el auge que toma la región por la explotación del café, que Duaca sufrirá la más importante transformación socio-económica y cultural de su historia, cambios que definen a la Duaca de hoy como un modelo de ciudad del café.

Del auge cafetalero de fines del siglo XIX al estancamiento económico de la segunda mitad del siglo XX La suerte de los polos agrícolas tradicionales en una economía rentística petrolera Si alguna población del Estado sintió los efectos transformadores de la economía cafetalera de exportación de fines del siglo XIX y principios del XX en su estructura urbana, en su constitución social, en su crecimiento económico y desarrollo cultural, esa ciudad


Plaza Bolívar de Duaca

fue sin lugar a dudas el antiguo pueblo de doctrina de indios de San Juan Bautista de Duaca. Su comportamiento demográfico en el siglo XIX, antes de la explotación cafetalera de exportación, había sido negativo: 1.130 habitantes, en su mayor parte indígenas, en 1835, (Araque: 2002: 78) para descender a 852 en 1881. Luego salta a los 2.428 habitantes en 1891, y en pleno auge cafetalero, a las 3.583 personas en 1920. (En: Rojas: 1997: 62) Detrás de este fenómeno de crecimiento demográfico esta la transformación de las serranías duaqueñas en campos de cultivo de café y la ciudad en centro de comercio y estación principal del ferrocarril Bolívar, el cual extiende su camino de hierro entre Tucacas y Aroa, construido antes de 1877, hasta Barquisimeto en 1891, partiendo de la estación de El Hacha. (Rojas: 2002: 177) Los inicios del cultivo del café en las serranías duaqueñas se inicia con el reparto de tierras baldías de 1837 (Giménez: 2001: 50) y se continúa con mayor fuerza a partir de 1870 cuando al lado de la expansión de la frontera agrícola aparecen formas de

Tierras de Cultivo

crédito a los cultivadores por parte de instituciones religiosas y hacendados, así como formas de autofinanciamiento siempre vinculadas al mercado de Puerto Cabello que ya demandaba importantes cantidades del aromático fruto para su exportación. Ya para los años 70 y 80 el café era un cultivo de futuro y hacia su explotación en gran escala se encamina Duaca, lo cual propicia la extensión de la línea ferroviaria que servía a las minas de Aroa para la explotación del cobre a la ciudad de Barquisimeto, con el propósito de servir al comercio de exportación del café. El paso del Ferrocarril Bolívar por Duaca, no sólo obedecía a razones geográficas, sino también a factores de orden económico. Por lo cuatro puntos cardinales – dice Orlando Cardozo en estudio sobre el tema - prácticamente se cultivaba café y señala como sitios de producción: “Tumaque Arriba” y “Tumaque Abajo”, “Los Volcanes” , “Agua Fria”, “La Fila de Colmenárez”, “Camburito”, “Rincón Hondo”, “Limoncito”, “El Huso”, y “Caraquita”. Además nos recuerda como principales productores de la época a Juan

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Pacheco Romano, Eulogio Segura Sánchez, Serapio García, General Cipriano Bracho, Juan Eduviges Sira, José de la Paz Alvarez, Ramón Alvarado, Francisco Bortone, Luis Bracho, Balbino Bracho, Br. Leopoldo Camejo, Pascual y Victor Candia, Francisco Camarán, Juan Casamayor, José Luis Delgado, Pedro Duno, Nicolás Daza, Carmelo Saggiomo, José Ramón Urdaneta, Cipriano Sangronis, Pedro Javier, Raúl Giménez Sorondo, Aurelio Jiménez Méndez, Pedro Felipe Rueda, General Ramón Vásquez, Pedro Blanco, Francisco Maiorana, Fermín Manzanares, Ramón Herrera, Evaristo Mendoza, Sabás Rodríguez y Encarnación Lucena. (En: Rojas: 1997: 50)

Iglesia de San Juan Bautista de Duaca

Balcón de la casa de Los Delascio vista desde el Zaguan de la casa de Los Bortone

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En esta lista de los cafetaleros más importantes de Duaca en las dos primeras décadas del siglo XX, se pueden apreciar los apellidos de aquellos hombres que vendrán a ser los refundadores de la Duaca actual, pues de su seno saldrán las familias más ilustres de la Duaca de café, no sólo por razones económicas sino también por el quehacer educativo y cultural que muchos de ellos le impusieron


Casa del Artesano, entrada de Duaca

a la sociedad de entonces, con aquel espíritu de progreso y de modernidad que hicieron de Duaca “la Perla del Norte” fundando instituciones sociales como el “Club Bolívar” en 1895, (Núñez: 1971:67) instituciones educativas y periódicos y centros culturales. (Giménez Lizarzado: 2001: 107) Hay allí también otro dato de gran interés social: la presencia de una importante inmigración extranjera que llega a la zona desde finales del siglo XIX y principios del XX alrededor del negocio cafetalero, unos por cuenta propia y otros como parte del personal de las Casas Comerciales que como la Casa Bortone & Cia, Römer Sucs, Basch, Blohm & Cia, Boulton & Cia, R. & O. Kolster, H. Ash & Cia., I. A. Senior e hijos, M. Frey Ermen & Cia, junto a F. Ramos & Cia llegaron a establecerse en Duaca y a quedarse finalmente para formar parte de una comunidad que aparece en el siglo XX totalmente diferente al humilde poblado indígena de la colonia y de primeras décadas de la republica. Criollos y extranjeros, agricultores y comerciantes, productores rurales y educadores, líderes políticos y líderes

Casa cafetalera de la familia Bortone

culturales, todo eso conoció la Duaca del café en una época de esplendor económico que tuvo su correlato cultural significativo con la creación de instituciones que dieron lustre y sentido de progreso educativo a una ciudad que logra su transformación de municipio de Barquisimeto en distrito en 1899, es decir, en el contexto del auge cafetalero. Y efectivamente, el ascenso de Duaca a Distrito no fue un hecho del azar o el resultado de una simple componenda política. Fue el reconocimiento de las autoridades del Estado Lara al crecimiento demográfico, económico y social de una entidad municipal fundada en la riqueza del trabajo productivo. Una verdadera descentralización, para decirlo en términos contemporáneos, ya que no surgió del reparto de un presupuesto centralizado sino de las capacidades productivas propias. El documento que redacta la Junta Comunal de Duaca al Gobernador del Estado para alcanzar esta transformación administrativa son clara evidencia del sentido de autonomía que tenía el liderazgo cívico duaqueño de entonces.

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Bodega

Imagen del Nazareno (Interior la Iglesia de San Juan Bautista de Duaca)

Así reza la solicitud elevada por la Junta Comunal del Municipio Duaca al Poder Ejecutivo del Estado Lara en 1893: “3° Que Duaca tiene las rentas suficientes para sostener aquella categoría, pues que aquellas no bajan de cuarenta mil bolívares anuales; que tiene una producción anual de 60 a 80 mil sacos de café, según datos estadísticos y fuera de frutos menores; que su población según el censo de 1891 no publicado aún, está alrededor de 14 a 20 mil habitantes; que tiene cerca de veinte pueblos y caseríos con vida propia y fecunda y en el centro de los cuales se destaca Duaca, con bella situación topográfica, con estación de primera importancia en el ferrocarril S.O. de Venezuela, con un famoso templo y dos capillas, con casa municipal cómoda y decente; con bellos edificios y varias calles bien pobladas y con un área de cerca de 1.600 metros cuadrados ya ocupados por calles y edificios y sobre todo, tiene una sociedad honorable y escogida y bastante notable por capitalista, honorables, laboriosa y fuerte.” (En: Perera: 1946: 311)

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Producto de esta contundente solicitud, el Presidente del Estado, General Juan José Perera decreta el 11 de septiembre de 1893 la creación del Distrito Crespo con la unión de los municipios Duaca y Aroa. Sin embargo, este decreto no tuvo efectos por lo que será el General Jacinto Fabricio Lara, en decreto del 27 de diciembre de 1899 que crea definitivamente el Distrito Duaca, para luego, el 17 de enero de 1900, denominarlo Crespo en honor al General Joaquín Crespo, caudillo liberal muerto en combate en La Mata Carmelera el 16 de abril de 1898. De esta época de expansión económica y progreso cultural quedó como símbolo inequívoco de aquella riqueza el imponente templo de San Juan Bautista, construido entre 1871 y 1924, obra iniciada por el Padre Virgilio Díaz entre 1871 y 1879 con el levantamiento de las tres primeras naves, continuada por el Padre Félix Quintana con la ampliación a cinco naves y sus cúpulas, entre 1900 y 1911, y culminada con la construcción del piso de mosaico en 1924. (Araque: 2002: 94) Esta obra de ingeniería civil fue declarada monumento nacional

en 1960 y en la actualidad ha sido restaurado su techo, torre de campanario, frente y cúpulas por iniciativa del Cronista Oficial del Municipio, contando con un diagnóstico elaborado en 1995 por el Instituto de Patrimonio Cultural (IPC) y recursos aportados desde 1996 por el ejecutivo nacional, la gobernación del estado Lara, la Alcaldía de Crespo y la propia comunidad a través de la Sociedad Amigos del Patrimonio Municipal Duaqueño. Actualmente se lleva a cabo con artistas de la comunidad la restauración de las pinturas murales elaborados para el interior de las cúpulas por el artista italiano Pietro Gnesoto en 1954. (Aranguren: 1994: 19) Quedan, además testimonios materiales de la existencia del ferrocarril Bolívar, en el puentón de hierro localizado cerca de Guape, así como el tanque, parte de los jardines y casa del jefe de la estación Duaca. Asimismo, la antigua casa de la estación ubicada en la carretera de El Eneal a El Toro. Igualmente, la actual estructura urbana de la ciudad, con sus calles y amplias casas con su patios para el soleado del grano, es un producto

de la época cafetalera y que viene a ser ahora uno de las ciudades de nuestro estado Lara con el mayor patrimonio edificado en la época del café. Sin embargo, este crecimiento no mantuvo su continuidad en el tiempo sino que sufrió una interrupción fatal con la crisis económica mundial de 1929-1933, que echó abajo los cimientos de la economía cafetalera de exportación a partir de la abrupta caída de los precios del grano en el mercado internacional. De 137,60 Bs. que era el precio en que se cotizó el saco de café en 1919 se llega a 143,23 Bs. en 1928, para empezar a caer desde 1929 en adelante hasta llegar a la bajísima cifra de 31,88 Bs. en 1940. (Rojas: 2002: 228) Esta circunstancia económica, sumada al ascenso de la economía petrolera como fuente de ingresos estables y crecientes para el país, decretaron la crisis histórica de nuestra agricultura de exportación. Ausente en esos años de gobierno gomecista, de políticas de apoyo financiero a los productores, el sistema agrario de entonces, caracterizado por el predominio del latifundio dio como resultado la salida


Antigua Estación del Ferrocarril Bolívar, en la carretera de El Eneal a El Toro

que todos la conocemos: la emigración del campesino a la ciudad, fenómeno que se da en Lara a partir de la década de los cuarenta cuando una ciudad como Barquisimeto transita entre 1941 y 1950 de 54.176 habitantes a 105.108, crecimiento que se nutre de poblaciones campesinas que vienen de distritos foráneos como Crespo, fenómeno demográfico que van a ser una constante hasta la actualidad, de lo que se deduce que la única forma de revertir esta tendencia migratoria es fortaleciendo un sistema de ciudades y poblaciones intermedias basadas en una moderna y equilibrada – ahora sostenible y sustentable economía agrícola y pecuaria.

Cúpulas de la Iglesia San Juan Bautista

la ciudad retoma un crecimiento importante que se mantiene constante en las décadas siguientes hasta la actualidad. Ahora bien, ¿qué ha pasado en la entidad para que se de este comportamiento demográfico?

En términos poblaciones, este es la evolución de Duaca, el Distrito Crespo y el estado Lara entre 1941 y 2000. Estas cifras dan una idea de los cambios suscitados en el Municipio a partir de la crisis de la economía cafetalera de exportación. La entidad pierde su base económica de sustentación lo cual se refleja en el estancamiento poblacional que se aprecia entre 1941 y 1971, que es la década a partir de la cual

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Antiguo tanque de agua del Ferrocarril Bolívar

Casa de Los Delascio

Población y economía en el Municipio Crespo 1960-2000 En primer lugar, hay que señalar que en la década de los cincuenta, en pleno estancamiento, por iniciativa del recién nombrado cura párroco de la Iglesia de San Juan Bautista de Duaca, Monseñor Alejandro Zaini, se funda en 1956 la primera institución de educación secundaria del municipio, el Colegio Padre Díaz, acontecimiento de gran importancia no sólo educativa sino social en la medida en que, por un lado, va a permitirle a los duaqueños darle educación secundaria a sus hijos sin necesidad de emigrar a Barquisimeto u otras ciudades del país y, por el otro, por la naturaleza privada del Colegio, este va funcionar hasta la década de los 80 como internado atrayendo un importante grupo de estudiantes de otras regiones del país que acuden a Duaca por la calidad de la enseñanza que se imparte en esta institución. Será ya entrada la década de los 70, concretamente en 1974, que se fundará el Liceo

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Efraín Colmenárez, con lo que la educación secundaria duaqueña ampliaba su cobertura de servicio, esta vez con una institución de carácter oficial. Más tarde, a finales de los 90, la antigua Escuela Nacional de El Eneal, fundada en 1877, será ampliada hasta cubrir el 5to. Año de Bachillerato. Sin embargo, si esta ampliación de los servicios educativos a nivel secundario han detenido la emigración de la familia duaqueña es en el campo económico donde persiste la gran debilidad de la economía municipal ya que su base agrícola y pecuaria no ha logrado contar con factores públicos y privados que motiven su impulso y desarrollo. Hay, en todo caso, excepciones puntuales como la creación en 1956, alrededor de la ganadería de leche, de la Empresa Pasteurizadora del Norte, C.A., PANOCA, una de las primeras empresas de lácteos en el estado, fundada conjuntamente con la Pasteurizadora Carora, establecida en la ciudad del Morere un año antes. (Rojas: 1996: 78) Luego habría que señalar la llegada de una importante

inmigración canaria que va a introducir a partir de la década de los 60 la agricultura de hortalizas, transformado al Municipio Crespo en un importante productor de papas, tomates y demás hortalizas, rubros de comercialización nacional que le dan a la entidad un impulso tal que la Fábrica Tiquire Flores evaluó las posibilidades de instalar en El Eneal una industria procesadora de tomate. (Ecos de Guape: 1969: 1). Por otro lado, un rubro tradicional desde la colonia, como la caña de azúcar sufre un estancamiento que lleva al cierre de los dos ingenios tradicionales que funcionaban en la hacienda Moroturito y El Milagro, ambas entre Duaca y El Eneal. El otro rubro tradicional es el sisal, cultivado comercialmente desde las primeras décadas del siglo XX, partiendo de la tradición de cultivo de cocuiza en la región.(Rojas: 1996: 71) Aun quedan haciendas de sisal a lo largo de carretera de Barquisimeto a Duaca, zona CujíTamaca-Rastrojitos, las cuales mantienen cultivos de esta planta cuyas hojas sirvieron de materia prima a la industria textil y ahora sirven además a la industria farmacéutica, junto a la sábila


Imagen popular de San Juan Bautista

y que en el caso del Municipio Crespo aún se mantienen en la Parroquia José María Blanco, sitios de Tacariguita, Los Pocitos, Tucuragua y Agua Salada, donde el sisal se combina con el cultivo de la piña. Ahora bien, cuando el Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables (MARNR) elabora en 1987, la Caracterización ambiental del Estado Lara, partiendo de la puesta en vigencia en 1976 de la Ley Orgánica del Ambiente y en 1983 de la Ley Orgánica para la Ordenación del Territorio, se ubica al entonces Distrito Crespo como parte de la denominada subregión Barquisimeto, conjuntamente con los distritos Iribarren y Palavecino. (MARNR: 1987: 229) Esta subregión concentra para ese año el 66 % de la población total del estado Lara y en su dinámica económica y socioespacial juega un rol fundamental la ciudad de Barquisimeto, al punto “que la tendencia es a una mayor concentración en Barquisimeto...”(p. 230) transformando ciudades periféricas menores como Duaca y Cabudare en parte de su espacio

suburbano. Las consecuencias han sido evidentes: la transformación del eje DuacaEl Eneal y sus alrededores en zona de expansión urbana de Barquisimeto, minimizando sus condiciones agropecuarias propias. Sin embargo, esta absorción ha sido lenta ya que Duaca, desde la década de los 80, ha venido aportando un importante caudal de fuerza de trabajo a Barquisimeto, hecho que explica el posterior restablecimiento de la curva de crecimiento urbano de la ciudad, puesto que se ha creado una división espacial del trabajo, donde Barquisimeto se ha transformado en zona de trabajo y Duaca ha quedado reducida a zona de residencia. Los datos educativos, de salud y trabajo de 1990 son indicativos de esta nueva situación. De una población total en el Municipio de 31.665 habitantes, Duaca concentra 16.414, es decir, el 51,8 %, para una entidad eminentemente agrícola y pecuaria, lo que equivale a afirmar que se trata de un municipio que no está volcado al agro y su población se ha residenciado en la ciudad capital,

pero con miras a su inserción en el mercado de trabajo de la gran urbe barquisimetana, en un movimiento pendular que se aprecia cotidianamente entre las dos ciudades. Este fenómeno de concentración urbana al interior del municipio se puede analizar mejor cuando revisamos las cifras que se corresponden con la Parroquia Fréitez, capital Duaca: En 1990, la parroquia contaba con 22.574 habitantes, lo cual significa que Duaca concentraba a ese nivel parroquial, que incluye la zona alta cafetalera y de producción pecuaria, el 72,7 % del total poblacional. Ahora bien, ¿de que vive esa población?: Los datos de Fudeco señalan que de la piña, las hortalizas, café, sisal y derivados de la leche. Sin embargo, para esa década la tasa de desempleo estaba ubicado en el 12,7% de la población económicamente activa mientras el 88 % de los ingresos del municipio viene por vía del Situado Constitucional. (Fudeco: 1993)

Vitral de Divina Pastora. Interior de la iglesia San Juan Bautista

una base económica orientada a los servicios, a la actividad agrícola y ganadera de sus alrededor, y dentro de la esfera de influencia directa de Barquisimeto, a causa de su relativa cercanía a la capital del Estado.” (MINDUR: 1992: III: 1) Este rango y esta caracterización ha servido de punto de partida para la realización en 1992 del Plan de Ordenación Urbanística –Plan de Desarrollo Urbano Local Duaca-El Eneal que como instrumentos legales de planificación urbano-local han partido de un diagnóstico y proyección del desarrollo del Municipio Crespo en la primera década del siglo XXI. Según las estimaciones llevadas a cabo, la población total de los centros poblados, Duaca-El Eneal, contará en 2006 con 34.481 habitantes, pasando en el 2011 a los 40.034 habitantes. (MARNR: 1992: III: 4) Revisemos, aunque sea someramente, el correlato socio-cultural de este periodo.

Sin embargo, el Plan de Ordenación del Territorio del Estado Lara (POTEL) el eje Duaca-El Eneal se ubica “en el grupo de los Centros de Apoyo, con

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Alcaldía del Municipio Crespo

Hacienda El Danubio

Sociedad y Cultura en el período democrático representativo 19602000 Ya hemos dicho que la fundación del Colegio Padre Díaz en 1956 es uno de los acontecimientos educativos más importantes del municipio en esta segunda década del siglo XX. Asimismo, habría que señalar la puesta en circulación en enero de 1960 del quincenario Ecos de Guape, bajo la dirección del Profesor Carlos Vicci Oberto por su protagonismo informativo y cultural en la década de los 70 y como gran acontecimiento general, la celebración del Tricentenario de fundación de Duaca, celebrados en 1971, (Núñez: 1971) aunque ya sabemos que en todo caso la ciudad estaba cumpliendo 351 años de fundación hispana. Sin embargo, alrededor de esta celebración, lo duaqueños retomaron nuevamente el sentido de lucha colectiva por el progreso de la entidad, desarrollando eventos de encuentro con los duaqueños residenciados en otras ciudades del país, propiciando acciones como remodelación

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en 1969 de los Baños de Guape, como moderno centro turístico, la inauguración, en diciembre de ese mismo año 69 de la red telefónica de Duaca, por parte del Dr. Victor José Delascio, Viceministro de Comunicaciones y duaqueño. Dos obras de ingeniería civil se llevan adelante, además en este contexto: la inauguración de la carretera Duaca-Aroa en 1971, cuyas relaciones económicas, sociales y culturales datan de la colonia, y la Avenida Tricentenaria con la cual se une la ciudad de Duaca, desde la Plaza Bolívar a la carretera hacia Aroa. Después de la red ferroviaria que pasaba por Duaca en 1891, con dirección norte- sur y sobre la cual creció la ciudad, este nueva vía va a mover el crecimiento urbano hacia el oeste, por donde más adelante se construirá el edificio del Liceo y la Manga de Coleo de Duaca. En esa década de los 70, ya por testimonio personal se fundarán las dos instituciones culturales más antiguas del municipio: En 1972, la Casa de la Cultura de El Eneal y el Grupo Cultural Duaca en 1975, instituciones que han servido de vanguardia de la vida cultural del municipio en estos treinta últimos años del siglo

XX y que junto a la Orquesta Sinfónica Juvenil de Duaca luchan por la consolidación de una infraestructura cultural para el municipio. Asimismo, cabe señalar el papel jugado por la Sociedad Amigos del Patrimonio Municipal Duaqueño en la restauración externa y de pinturas murales de la Iglesia de San Juan Bautista, organización de la sociedad civil creada en 1994 y la inauguración de la primera emisora radial del municipio en 2002, La Perla del Norte.


Reinaldo Rojas (Caracas, 1954). Docente universitario e historiador. Doctor en Historia egresado de la Universidad Santa María, Caracas 1992. Profesor titular de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Profesor invitado de Universidades nacionales y del exterior, entre las que destaca la Universidad Michel de Montaigne en Bordeaux, Francia, Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, España y Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia en Tunja, Colombia. Fundador de los estudios de postgrado en historia y enseñanza de la historia en la región centroccidental. Autor, entre otros trabajos, de los siguientes libros: El 19 de Abril de 1810 (1985); Historiografía y política sobre el tema bolivariano (1986); La crisis: seis ensayos de interpretación histórica (1992); El Régimén de la Encomienda en Barquisimeto Colonial (Caracas 1992); Historia Social de la región de Barquisimeto en el tiempo histórico colonial 1530-1810, (Caracas 1995); La economía en Lara en cinco siglos (1996); Temas de Historia Social de la Educación y la Pedagogía (Valencia 2001); De Variquicimeto a Barquisimeto (2002) y La Rebelión del Negro Miguel y otros estudios de Africanía (2004). Premio Nacional de Historia en 1992 y Premio Continental de Historia Colonial de América “Silvio Zavala” con sede en México en 1995. Fundador junto con otros historiadores de la Fundación “Buría”.

Duaca y sus posibilidades de desarrollo en el siglo XXI Cuando amanece el siglo XXI, Duaca, con trescientos ochenta y tres años de historia escrita a partir de la llegada de los españoles pero con una secular tradición cultural que se remonta más allá de 1620, avanza con la esperanza de hacer realidad el sueño del progreso con bienestar material que nace de la riqueza que genera el trabajo y desarrollo integral que supone respecto al medio ambiente, cultivo de las tradiciones y formación cultural. Esta “Perla del Norte”, que ha tenido entre sus hijos a creadores de instituciones modernas en la Venezuela del siglo XX, como Kotepa Delgado, en el campo del periodismo, y Amabilis Cordero en el del cine, y que ha contado con profesionales destacados a nivel nacional como el Dr. Victor José Delascio, experto venezolano en Derecho Aeronáutico y la destacada cirujana Dra. Magalis Torrealba, con artistas plásticos como Manuel Vicente Mujica y Hugo Daza, músicos como Juan Linarez, Martin Diaz Peraza y Wilfredo Cuicas y educadores

como Alejandro Zaini, venido de Italia, Efraín Colmenárez, Daniel Segura, Rosina Grimaldi, Manuela Duin y Carmen Teresa Delgado, esta “Perla del Norte” merece reencontrarse con su historia para que con la fuerza que da el sentido de pertenencia a una comunidad y a una cultura pueda alcanzar de nuevo un espacio propio en la vida económica, social y cultural de Lara y Venezuela. En esa noble aspiración colectiva, debemos y podemos todos los duaqueños aportar nuestro mayor empeño y dedicación.

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Municipio Crespo - División Política ������������������

Ubicación relativa estadal

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Municipio autónomo “Simón Planas” Antonio José Lucena Lucena. Cronista Municipal

Breve reseña histórica El mundo indígena o aborigen Casi todo el Estado Lara y gran parte del país, venía siendo habitado por indios desde 17.000 años antes de Cristo. Estas regiones se hallaban geográficamente e históricamente habitadas o cohabitadas por indios Caquetíos, una etnia Arahuaca, cuyo vocabulario desgraciadamente se ha perdido en su totalidad. En el siglo XVI, el Marqués de Barinas dirigió un extenso memorial al Rey de España, causando innumerables abusos, pues los Españoles entraban a los Llanos de Sarare a cazar indios para servirse de ellos como si fuesen jabalíes. Si bien es cierto, que los indios le deben mucho a la civilización, no menos cierto es que en las márgenes y cavernas de aquellos ríos, había una cultura incipiente que debió respetarse. En las venas de la tierra donde el agua dejó de aflorar y correr hace cientos de años, tal vez milenios, nuestros aborígenes encontraron el ambiente propio para celebrar sus ritos y resguardar los restos

de sus seres queridos. En las serranías pertenecientes a las Parroquias Buría y Sarare, existen numerosas galerías o cuevas, no todas conocidas, que fueron utilizadas por los indios como lugares de vivienda y enterramiento.

Municipio Simón Planas

Los años de la conquista y la colonización

Norte: Con la Parroquia José Gregorio Bastidas, del Municipio Palavecino y el Municipio Peña del Estado Yaracuy. Sur: Con el Municipio Araure del Estado Portuguesa. Este: Con el Municipio Anzoátegui del Estado Cojedes y el Municipio Páez del Estado Yaracuy. Oeste: Con la Parroquia José Gregorio Bastidas del Municipio Palavacino y el Municipio Araure del Estado Portuguesa.

Durante los años de 1535 y 1537, tanto Nicolás de Federman, como Jorge de Spira, en años diferentes atravesaron en sus pasos hacia la Nueva Granada, estas tierras pobladas en algunos sitios (Cerro Azul y Buría) por indios Jiraharas. El camino real antiguo fue hechura de los Caquetíos, quienes bautizaron con el nombre de Sarare, el río que bordea a Sarare de Norte a Sur, cuyo vocablo en lengua Arahuaca significa fiesta de nutrias. En Sarare sólo existían algunos indios dispersos, colorados, ladinos, taparitas, Guamontoye y guyones. En 1716, se sucede la Fundación por Fray Pedro de Alcalá, con blancos, mestizos, mulatos, negros e indios, entre ellos los Atures, venidos del bajo Orinoco.

Capital: Sarare.Superficie: 808 Kmts2 Ocupa el 4.08% de la superficie en relación al Estado.

Ubicación

Está ubicado al Sureste del Estado Lara.

Límites

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Retrato de Teresa Adriana Borges, intitutriz de la casa de la familia Insausti, constructores de la casa de los Mascia

Luego de instalado, el Real en el mes de Abril de 1.553 (Campamento), cerca de las minas de Buría, el Negro Miguel esclavo de Don Pedro del Barrio, se fugó sólo y organiza una fuga masiva de negros e indios, lo que viene a producirse en agosto de ese mismo año. Los indios Jiraharas lo ayudan y en una meseta cercana construye con la colaboración de estos, la mitad de lo que fue un pequeño poblado, llamado Cordubare. Con la huida general, matan y hieren a todos los españoles en el sitio El Real de las Minas y se asientan en dicho poblado. Avisado, Don Diego de Lozada, quien estaba en la Nueva Segovia a poco trecho del Real, prepara a soldados y voluntarios para darles caza y terminar con ellos, y así sucedió; pues teniendo el Negro Miguel espías en las tres entradas del poblado, Lozada manda una avanzada de dos soldados y sorprenden a los espías matándolos; y así teniendo el camino libre para entrar en el pequeño fuerte y poblado, lo toman mediante una feroz lucha de ambos bandos y allí muere el Negro Miguel y su gente, menos las mujeres y niños que Lozada respetó. Así termina el primer grito de Libertad que se dio en

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Buría, Venezuela y América. Las Autoridades Municipales nombraron una comisión para celebrar los 450 años de esa acción por demás temeraria y la que se llevará a efecto en Agosto del 2003. En 1716, Sarare fue fundado por Fray Pedro de Alcalá. En 1779, es visitada Sarare por el Obispo Mariano Martí, quien el 30 de Marzo de 1791, creó el Curato de Sarare, creando así mismo la Parroquia Civil, sujeto a las leyes españolas que existieron para esa época.

La Independencia El día 8 de Noviembre de 1813, el Libertador entró por primera vez a territorio Larense y se reúne con el General Rafael Urdaneta bajo el Samán de Gamelotal, donde pernotan ese día, para proseguir hacia Barquisimeto, donde se dio la Batalla de Tierritas Blancas, sufriendo el ejército patriota un inesperado revés. Al regreso se refugia en el Altar, con las reliquias de la División a tomar cuantas providencias sean necesarias para la salvación de la patria que se encuentra en riesgo inminente.

Durante la acción de guerrillas en el territorio, ocupado por el Municipio Sarare, se desarrollaron muchas escaramuzas. Francisco Javier Yánez, después de la gloriosa batalla de Araure, acota lo siguiente: “Entramos en el año de 1814, año funesto en que desarrollándose las bárbaras políticas de Monte Verde, para ese mismo tiempo se desencadenaran las furias infernales para destruir a Venezuela”. Juan Vicente González, difunde el cuadro con mayor intensidad y se refiere a las guerrillas realistas que impiden las comunicaciones y esparcen por todas partes el horror y el exterminio, señalando las de Ospino, Sarare, Araure, San Felipe, El Tocuyo y Barquisimeto. Según el Doctor Vicente Lecuna, ofrece los nombres de los jefes de las partidas de guerrillas a saber: Pedro Ramos, entre Araure y Sarare y Reyes Vargas en Carora. La que comandaba el feroz Torrealba en los alrededores de Ospino; la de Carlos Blanco y Genaro Ponce de León, que, obrando en las cercanías de San Carlos, tenía la misión de impedir la comunicación por el camino de San Carlos-Sarare. Cerca de este último sitio, se bifurca dicho camino para los Llanos de

Occidente y para Barquisimeto; la de Francisco Parra (Chuco Galeno) que evolucionaba entre Barquisimeto y Sarare, escondiéndose en las montañas del Terepaima, para vigilar el camino de Barquisimeto a Sarare. Varias de estas partidas fueron exterminadas; por ejemplo la del Chuco Galeno, sucedió un día después de la Batalla de Araure, en la aparición de la CortezaPortuguesa. En 1821 se produce la insurrección del Padre y Teniente Nicolás Torrellas. Se proclama la Independencia con gran valentía, a principios de Mayo, según se desprende de la Carta de El Libertador al señor Fernando Peñalver, fechada en Boconó de Guanare el 17 de Mayo de 1821. Dicha carta dice en el último párrafo así: “Para que Usted calcule cual está de decidida la opinión de los pueblos por nosotros, basta que sepa la insurrección del Padre Torrelles en Sarare. A principios de este mes proclamó la Independencia con un atrevimiento inaudito porque estaba sentado entre la 3ª división Española que estaba en Barquisimeto y la 5ª que se había establecido en Araure. Ya tenemos allí una fuerte guerrilla


de 90 hombres de caballería y una compañía de infantería que observan a todo el ejército Español y lo molestan”.

Bolívar… Desde esta fecha Torrellas se convierte en el jefe Militar de Sarare, luego recibe dos cartas de El Libertador, siendo la última fecha el 30 de mayo de 1821, la cual dice así: “Al ciudadano Nicolás Torrellas, Comandante Militar de Sarare”. “S. E.” El Libertador presidente. Ha visto con satisfacción el oficio de V.M. de fecha del 27 y me manda diga Usted las gracias por su celo en el servicio. El Teniente Coronel Ibarra, Edecán de S.E. El Libertador, pasa en una importante comisión a Barquisimeto. El va encargado también de comunicar a V.M. algunas órdenes cuyo cumplimiento se le recomienda. Dios guarde a V.M. muchos años. Firmado. Pedro Briceño Méndez”. Ref. Archivo de El Libertador: O’Leary. Vol. XVIII, Primera parte, F° 291 vto. El Teniente y Prebístero Torrellas, se une a El Libertador cerca de San Carlos, en su marcha

hacia Carabobo y luchó bajo el mando del General Urdaneta. Bolívar por sus servicios a la causa patriótica y por su arrojo, y después del glorioso triunfo, lo asciende a Coronel de los ejércitos Colombianos. Alcanza el grado de General en la guerra de la Federación, por parte de Juan Crisóstomo Falcón. Los Municipios El Altar y Buría se extinguieron, el primero en 1893, y el segundo en 1897, cuyos territorios fueron incorporados al Municipio Sarare en esos mismos años. El 6 de Diciembre de 1829, los vecinos de Sarare envían carta al Congreso de Colombia, pidiendo la separación de Venezuela de Colombia.

La República La Parroquia Buría, fue dotada por el Gobierno Nacional de 2500 has. de ejidos, desde los años de 1830 al 1836. El Municipio El Altar, fue fundado y dotado de ejidos el 15 de Abril de 1757, con 2500 has. La visita pastoral de Mariano Martí, se realizó el 12 de Febrero de 1779, ya había visitado a El Altar el día anterior. Erección

Imagen del patrono de Sarare San Nicolás de Bari ( 270 d.c. - 342 d.c.)

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Sala de la antigua casa de Los Mascia

del Curato de Sarare por parte del Obispo Mariano Marti, el 30 de Marzo de 1791, creándose al mismo tiempo la Parroquia Civil.

Formación geográfica de Sarare Sarare está situado en una llanura denominada tradicionalmente “La Garganta del Llano”, por representar una introducción de los llanos altos occidentales en la congruencia de los sistemas montañosos de la costa y de los Andes venezolanos. Geológicamente la formación Sarare pertenece a la era Cuaternaria, al Paleógeno y al Cretáceo Metamorfolizado, presentando suelos lateríticos Podzólicos (amarillos rojizos); Regosoles aluviales y Grumosoles. Estos suelos son húmedos y de buen drenaje, lo que los hace excelentes para todo tipo de cultivo. Hacia la región montañosa del Norte, situada en el Parque Nacional Terepaima, existen yacimientos minerales entre los que se destacan oro y cuarzo de baja calidad.

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El terreno presenta un 30% de llanos en su extensión, el resto, el 70% son las estribaciones de las cordilleras de los Andes y de las Costa; estas serranías llegan hasta 1250 metros sobre el nivel del mar, en el Sector Cerro Azul y los Llanos, parte entre Sarare y Buría y a partir de Sarare hacia La Miel, y desde el Cerro La Vieja hasta los linderos con el Estado Portuguesa.

Clima Las alturas geográficas más importantes son El Cerro Azul y el Cerro los Caballos ambos con 1250 metros sobre el nivel del mar. Las diferencias en el relieve, determinan los pisos térmicos, encontrándose Mega térmicos del tipo Tropical ó Cálido en Sarare y de tipo Sub-Tropical en las elevaciones de Cerro Azul. Los paisajes ubicados entre los 100 y los 1250 mts presentan temperaturas medias anuales de entre 14 y 28º C, con un promedio de 25.5º C. La diferencia de altitudes implica la existencia de diversos tipos de clima, tales como el Tropical lluvioso de Sarare, el Sub-Tropical y el Seco

de Estepa. Este último provee de una corta estación de lluvias, entre los meses de Junio y Julio, con un promedio de precipitación de 900 mm.

Hidrografía Es el Municipio con mas recursos hídricos con que cuenta el Estado Lara, así lo confirman sus ríos, quebradas y corrientes subterráneas. Sus ríos son: Sarare, Nuare o Nuarito, Charay, Buria o San Pedrito, que en su parte sureste fue donde Don Juan de Villegas, fundador de la Nueva Segovia (Barquisimeto); descubrió en sus exploraciones las célebres Minas de Oro; los ríos Cojedes y Sarare son represados, mediante derivaciones, para formar el embalse Las Majaguas, situado en San Rafael de Onoto Estado Portuguesa. Sus quebradas: las Parchas, Nacimiento del Río Sarare, cuyo nombre toma en el sector Cerro Azul; San Antonio, los Cristales, El Hato, Papelón, El Limón, La Amarilla, Pilancones, Quebrada Honda, El Altar, Bumbí, Bucarito, la Cimarrona, Los Castros, La

Miel, El Pesquero, La Roldana, La Rosqueña, Las Majaguitas, Botucal, La Esperanza, El Bebedero, Aguirre, Arrecife, Barimira, El Batato, La Benoa, Cachapero, Caribe, Las Carfetas, Las Lapas, Las Manzanas, Santa Inés, Totumo, Trapichito, y Tucuragua. Existe una laguna de aguas permanentes, denominada Zanjón Bravo, ubicada entre el caserío Gamelotal y El Vado, con una superficie de 5000 mts2 aproximadamente. El Río Sarare, nace con el nombre de Quebrada Las Parchas, en el Cerro del mismo nombre, ubicado en el Parque Nacional Terepaima. Sus afluentes principales son: Quebrada Los Cristales, Seca, El Hato, Agua Blanca, El Cobre, El Molino hasta el Norte de Sarare y al Sur-Este: El Limón, Amarilla, El Pesquero, La Miel, San José y La Cimarrona.


Vegetación

Fauna

La flora existente se distribuye en bosques ralos y bosques de galería en las riveras de los cursos de agua y sus nacientes, así como en las depresiones entre serranías. Las sabanas existentes están cubiertas de pastos en las fincas cultivadas de cañaverales. En los asentamientos campesinos y fincas privadas, las especies mas comunes de árboles son: Jabillo, Cedro, Caoba, Roble, Samán, Ceiba, Bototo, Yacure, Espinito, Drago, Yagrumo, Palo de Maria, Jebe, Mijao, Camoruco, Flor Amarillo, Carreto, Mora, Rabo de Ratón, Cañafístula, Indio desnudo, Uveda. Existen tres bosques artificiales de Pino de Caribe, Eucalipto y Melina, propiedad de la empresa Smurffy Cartones de Venezuela.

Las especies que existen actualmente son:

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Ventana casa de Los Mascia

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Recursos minerales Piedras Calizas y Marmóreas, Arcilla, Arena y Granzón y Piedras.

Población Según la OCCI, el Municipio Palavecino capital Cabudare, que forma parte del área Metropolitana de Barquisimeto, aparece como un importante polo de atracción poblacional, al presentar un crecimiento de 57,9% casi el doble del reportado para la entidad 30,4% le siguen en importancia de crecimiento los municipios Simón Planas 41,6% capital Sarare y Jiménez 39,7% capital Quíbor. La población femenina es mas numerosa, siendo el índice de masculinidad 97,8 hombres por cada 100 mujeres, esto con relación al estado, valor ligeramente superior al registrado en el Censo de 1990, (98,3). Nota: la población total del Censo comprenderá el dato presentado en este informe, más la estimación la población omitida que se obtenga de la encuesta evaluativa del Censo realizado con este fin.

Zaguán Casa de Los Mascia

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Con respecto al Censo Poblacional al reciente del 2001 realizado por la OCCI, no esta terminado, por lo que no se incluyen las Parroquias y sus capitales. Pero existe un Censo del año 2000, entonces, se incluyen ambos por ser importantes al dar resultados muy confiables. Los caseríos y barrios de las tres parroquias, cuentan con servicios básicos, además, se viene consolidando a través de la gestión de las autoridades Municipales-

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Tasas anuales de crecimiento geométrico % 1.990 – 2.000

3,13 Interior de la Iglesia Nicolas de Bari de Sarare

Como se puede apreciar, la población del Municipio es relativamente joven, con unos 11.000 niños y adolescentes, representando un 31 % aproximadamente del total de la población.

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Casa de Los Mascia (1854)

Turismo Se cuenta con el Balneario las Mayitas, visitado frecuentemente por las personas de Cabudare, Barquisimeto, Araure y Acarigua, con más afluencia en las épocas de Carnaval, Semana Santa y vacaciones Escolares.

Potencialidad Turística En la Parroquia Buría: Las Ruinas del Templo de Nuestra Señora del Carmen; el sitio en el Río San Pedrito, o Buria, donde existía la Mina de Oro y el Caserío El Cuadrado, donde Juan de Villegas fundó en 1552, la Nueva Segovia. En la Parroquia Gustavo Vegas León, está la Piedra del Santo, donde apareció San Francisco, ubicada a orillas del Río Guache, Sector San Pedrito, La Miel.

Monumentos naturales

En la Parroquia Sarare: El Samán histórico de Gamelotal, donde Bolívar y Urdaneta acamparon y pernotaron el 08 de Noviembre de 1813, (Batalla Tierritas Blancas). La Cueva de La Vieja, a quien el hermano Nectario María calificó como “La Puerta o Boca del Llano” y según la tradición oral,

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allí enterró el Negro Miguel, o Rey Miguelito, un tesoro en oro, traído de Buría, luego de lanzar el primer grito de libertad de los esclavos de América. Los Bosques: Bachiller Guerrero y Mijagual, donde existe una enorme roca donde apareció San Nicolás de Bari, según la tradición oral, en ésta, según dicen, se puede observar o ver la imagen de San Nicolás de Bari, ubicada en el Parque Mijagual. Se establece la ruta cultural, histórica, que inicia en las Ruinas del Templo en Buría, Gamelotal, Cerro La Vieja, Piedra del Santo, Bosques Guerrero y Mijagual y el Balneario las Mayitas. Otros potenciales turísticos son: El Salto La Churumba en el Sector Camoruco, La Cascada de Cerro Azul y La Cascada de El Altar.

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Cuevas La Vieja, La Estefanía, El Bartolero, El Altar y otras diseminadas en la serranía que viene desde El Altar, hasta el Sur de Sarare. Ruinas del Templo de Nuestra Señora del Carmen en Buría.

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Cascadas

quienes dejaron sus vestigios en un Cementerio Indígena.

Cerro Azul, El Altar, la Churumba, ubicadas en el sector Camaruco.

Parroquia Gustavo Vega León

Áreas protegidas Parque Nacional Terepaima, en el área que ocupa dentro del territorio del Municipio hacia la parte Noroeste, con una superficie de 8.485 hectáreas. Aproximadamente, es decir el 50% del total de la extensión del mismo, compartida con el Municipio Palavecino. El Parque Nacional Terepaima, fue creado por el Ejecutivo Nacional el 10 de Junio de 1.976, con una superficie de 16.971 hectáreas, de las cuales solo 300 son planas. Este parque posee una belleza natural muy excitante, tiene extensos bosques y variada fauna. Existen muchas especies de Orquídeas y fuentes de agua. Históricamente en la época precolombina fue Camino Real de los Indios Caquetios en sus desplazamientos desde Coro y el Tocuyo hacia los Llanos de Cojedes y Portuguesa. El sector Cerro Azul, enclavado en el mismo parque fue asiento de la tribu los Jiraharas o los Jirijaras,

Fachada de la Iglesia de Sarare

Río Guache, es el principal de esta Parroquia, nace en el Cerro las Margaritas dentro del Parque Nacional Terepaima, siendo sus afluentes las Quebradas El Oro, San Antonio y La Rondana. El Río Auro, nace en la serranía Paujisal, entre los Estados Lara y Portuguesa y es el lindero natural entre los Municipios Araure y Simón Planas.

Parroquia Buría El Río más importante es el Buría o San Pedrito, que en su parte Suroeste, fue donde Don Juan de Villegas, fundador de la Nueva Segovia, hoy Barquisimeto, encontró las minas de oro. Están, además, el Río Nuarito o Nuare y el Río Turbio.

Cerros El Torrellero y El Cacao

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Principales Hechos Históricos a partir del Siglo XX Uno de los que merece ser resaltado, es el relativo a la conquista de la autonomía, es decir, la separación del Municipio Palavecino, para convertirnos en Municipio Autónomo el 09 de Octubre de 1990. En Diciembre de 1992, se suceden las elecciones para lograr el primer Gobierno Municipal, el que se instaló el 06 de Enero de 1993, con un Alcalde y Siete Concejales.

Patio interior de la Alcaldía del Municipio Simón Planas

Personalidades célebres nacidas en el municipio El Prebístero y General Nicolás Torrellas, quien, nació aquí en Sarare en la última década de 1700. Parte de su vida o biografía, está inserta en el aparte correspondiente a la guerra de Independencia. El Licenciado Andrés Guillermo Alvizu, nació también en Sarare, en el año 1804. Fue uno de los mejores jurisconsultos del occidente del país. Como representante de la nación,

Sede de Demaseca en Sarare

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fue Miembro del Congreso Constituyente de Venezuela, instalado en Valencia el 06/ 05/1830, fue Diputado a los Congresos de 1835, 1836 y 1837, jefe Político del Cantón Barquisimeto en 1833 y en 1837. Juez de 1ª Instancia en 1840, 1855 y 1856. Dos veces Diputado Provincial y otra dos veces Presidente del Congreso Municipal de Iribarren. Redactó el primer periódico en 1833, “El Barquisimetano”, y en 1842, redactó El Correo de Occidente. Fue miembro de la Convención Nacional, instalada en Valencia el 05/07/1859. Murió en Barquisimeto el 15 de Noviembre de 1880, a los 76 años de edad.


Plaza Bolívar de Sarare

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Símbolos del municipio Bandera: Autor: Leida Carrera Escudo: Autor, Jovanny Rodríguez Himno: Letra: Dr. Jack Pérez Viacava Música: Prof. Vladimir Pérez Peraza

Símbolos naturales Ave: El Loro (Psittacus Erythacus) Árbol: El Mango (Anacardiácea) Flor: La Cayena (Cayenne Sinople) Color: Verde. Las Ruinas del Templo de Nuestra Señora del Carmen de Buría, edificada en el Año de 1.764, la que data desde la colonia como símbolo de resistencia histórica a la misma naturaleza.

Actividad económica Se puede decir que la agricultura, la ganadería, y el comercio son las actividades más importantes, ya que Industrias solo existen 10, de las cuales 3 se pueden catalogar de generadoras de más de 600 empleados y obreros, que son Licorerías Unidas, Demaseca y Cartones de Venezuela. No existen planes, proyectos y programas concretos en la actualidad.

Aspectos socio culturales Al instalarse el día 06 de Enero de 1.993 el primer Gobierno Municipal, la sociedad civil, con sus viejos y nuevos lideres comienza a inquietarse, se agita como una brizna de paja al soplo del viento. Quiere hablar y ser oída en la cotidianidad del entorno del nuevo territorio autónomo. Aspira consolidarse ella misma, para ir concretando varios planes en estado embrionario desde tiempos lejanos y recientes. Manzanita, La Miel y Sarare con toda su gente que habitan las tres

Parroquias y de las cuales son sus Capitales, van retomando fuerza, para ir en pos del incansable andar de la cultura. Pero ya no están solos, tiene al ente Municipal y esperan su ayuda moral y material. En el devenir de estos 10 primeros años de gestión gubernamental en el Municipio se esta vislumbrando un porvenir mas cercano a la realidad, de estos sueños preñados de presagios y de buenos augurios. Así ha venido sucediendo. En todos los caseríos y barrios existen asociaciones de vecinos. No solo luchan por sus reivindicaciones socioeconómicas, sino que auspician el desarrollo cultural y se convierten en garantes del ecosistema y de los Recursos Naturales Renovables.

muñequería, cestería, dulcería, gastronomía, floristería, y sastrería. La alcaldía ha creado la Casa de la Cultura, la Escuela de Música Hermanos Godoy, la Banda Show, y otros grupos de actividades artísticos culturales. Así como un canto a Simón, en memoria permanente a nuestro epónimo Don Simón Planas, el cual se desarrolla cada año en el marco de la celebración de la Creación del noveno Municipio del Estado Lara y con la expresión espontánea de nuestro folklore. En el participan niños, jóvenes y adultos de ambos sexos y en diferentes categorías con premiaciones dignas del evento.

Han logrado formar conjuntamente con la Alcaldía, el Consejo, la Dirección de Cultura del Estado y otros entes ligados a la materia, grupos de músicos folkloristas, como tamunangueros, conjuntos musicales de cuerdas, o criollos, arpa cuatro y maracas; grupos de danzas y teatrales, titiriteros, artesanos de la arcilla, tejidos,

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Licorerias Unidas

Tradiciones Se celebra el Carnaval, Semana Santa, el Velorio a la Cruz, el Tamunangue a San Antonio, el 24 de Mayo, Día de la Patrona de La Miel, María Auxiliadora, el 16 de Junio día de Nuestra Señora del Carmen de Buría, San Pedro y San Pablo, el 9 de Octubre, Creación del Municipio Autónomo, el 6 de Diciembre Día del Patrono de Sarare, San Nicolás de Bari, las Navidades y Año Nuevo. Entre las leyendas más populares, tenemos el primer grito de libertad en toda la América, lanzado en Agosto de 1553 por el Negro Miguel en Buría, cuyos 450 años se celebran por primera vez este año (2003). Otra es que San Nicolás de Bari, tiene pisada una descomunal culebra que subyace en las profundidades de la tierra en que está asentado el pueblo de Sarare y si deja de pisarla se destruiría. Otras manifestaciones folklóricas son: Toros coleados, bolas criollas, papagayo, trompo.

Medios de comunicación Existen los servicios de Ipostel e Internet, Telefax, hay un periódico

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semanal y otro mensual; están en proyecto instalar una radio, vía Ferroviaria Yaritagua – Sarare – Turén, cable satelital, SubEstación de servicios eléctricos. Las vías de comunicación internas del Municipio, en su mayoría, están asfaltadas, entre ellas la Troncal 4 que une a Barquisimeto por AraureAcarigua y enlaza los pueblos de Las Matas, Pueblo Viejo, La Miel, Sarare, Gamelotal, Las Aroitas, Cujicito, Camoruco, Chupa la Flor y Maporal. Hasta La Tronadora está asfaltada, lo mismo que de Las Matas a Sabana Alta. Hasta Buría la carretera es de tierra y en malas condiciones, sin embargo, según MINFRA, la Gobernación y la Alcaldía, dentro de poco será asfaltada. Nos comunicamos con las ciudades capitales de Municipios por carreteras asfaltadas. Contamos con la Línea interna San Nicolás, que llegan hasta La Miel, Sabana Alta y El Caballito. La ruta Bolivariana que va de Sarare a estos mismos caseríos, además de La Tronadora, El Torrellero y Buría. Otra en Manzanita que recorre varios caseríos. En transporte externo tenemos el Metro y la Ruta 11,

con trayecto solamente hacia Barquisimeto y las líneas de Barquisimeto-Araure-Acarigua, que son: Bonanza, 23 de Enero, 1º de Octubre y 12 de Octubre. No existe terminal de pasajeros, ni transporte aéreo.

red cloacal; contaminación del aire por emanaciones de plantas procesadoras de gas y derivados cárnicos, la fertilización con vinaza, tratada en cultivo y la quema de caña de azúcar en época de zafra.

Estado físico actual del aspecto ecológico en el municipio

Estado físico actuales de los recursos naturales

El municipio cuenta con unas condiciones óptimas en materia ambiental, por sus extensas zonas vírgenes y en el desarrollo de actividades enmarcadas en estado de ruralidad y semi ruralidad, a pesar de las presiones actuales, por ocupar espacios para el desenvolvimiento de las actividades agrícolas. Esto no significa, que no se generen acciones que pretendan lesionar o degradar el ambiente, las cuales vienen dadas como productos de la vida en comunidad de la actividad del hombre; entre éstas tenemos: la contaminación del Río Sarare, por el vertido de las aguas servidas de Sarare y La Miel; contaminación de los acuíferos subterráneos por infiltración de las aguas negras en áreas densamente pobladas que no cuentan con

La actual situación económica ha dado base para que se den acciones ilícitas en contra de los recursos naturales, especialmente con la flora y la fauna. Nuestro municipio no escapa a tal situación; su riqueza en árboles maderables, presentes en la mayoría en sus bosques naturales, se clasifican como secos tropicales y húmedos montañosos bajo, y la rica gama de pájaros y animales silvestres que los habitan, aunado a la deficiencia de los servicios de guardería, hacen de nuestro territorio, un lugar apropiado para la cacería furtiva, a pesar de las acciones de vigilancia y control que se ejercen.


Imรกgenes del Cementerio de Sarare


Proyecciones para el desarrollo del municipio En materia de saneamiento ambiental, gestionar la construcción de los sistemas de tratamiento de aguas servidas en la población de Sarare y La Miel; otra obra de importancia, que se requiere impulsar en las construcciones de un pequeño embalse sobre las Quebradas Los Cristales, para lo cual es necesario, realizar los estudios de factibilidad técnica. Con la ejecución de esta obra de almacenamiento, pudiéramos satisfacer la demanda futura de agua de las poblaciones de Sarare y La Miel.

Fachada de la Alcaldía del Municipio Simón Planas

Desde el punto de vista legal, se ha creado y promulgado una normativa municipal, para afianzar la acción en materia ambiental, conformada por Acuerdos y Ordenanzas. Entre los acuerdos, se tienen, los de Nombramientos de la Comisión Permanente de Evaluación y Seguimientos de la Problemática de la Contaminación de la Quebrada “El Hato”; de repudió por el saque indiscriminado de madera y creación de la Comisión

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de Vigilancia de Control sobre los ríos, quebradas, plazas, parques y balnearios. Se han dictado Decretos para la promoción de áreas de protección como los Bosques Municipales “Bachiller Guerrero” y “Mijagual” en la Población de Sarare y de “Mi Veguita” en La Miel, teniéndose una propuesta para la creación del Parque Municipal “Los Morros del Torrellero”, formulada por una tesis de la Universidad Yacambú. Otros decretos tienen efecto específico como la referencia a las prohibiciones de bote de desechos en la áreas rurales y zonas protectoras de cauces, del lavado de vehículos y vertido de efluentes en cursos de aguas, de quema de basura en áreas urbanas y Creación del Comité Municipal para la Educación Ambiental, igualmente, se cuenta con la Ordenanza sobre el servicio de Aseo Urbano y Domiciliario, además, se tiene en estudios, la Ordenanza General del Ambiente. Se ha establecido un trabajo en función de: La producción del Ambiente; La Administración de los Recursos Naturales Urbanos, la Educación Ambiental para la concientización y


Antonio Lucena Lucena. (Sarare, 1928). Perito Forestal desde el año 1949. Columnista del Diario El Impulso y Cronista Oficial del Municipio Simón Planas desde el año 1993 y Secretario de Asuntos Ambientales y de los Recursos naturales renovables de la Asociación de Cronistas Municipales del Edo Lara. Miembro de la Asociación de peritos Forestales de Venezuela. Ha publicado Personajes y hechos de Sarare (1994). Notas para la Historia de Sarare (1995); Apuntes Históricos sobre el municipio Simón Planas (2001), redactor del Órgano divulgativo del Concejo Municipal de Simón Planas y Crónica de Simón Planas, Historia menuda sobre el Municipio (2001). Por su amplia labor a favor del Ambiente y su trabajo por su pueblo, ha recibido numerosas reconocimientos de diferentes Instituciones y gremios Larenses y Nacionales. Dirigente deportivo y pionero del ciclismo en su Municipio.

formación; la promoción de la participación ciudadana, la represión de acciones que degraden el ambiente, así como la supervisión, control y fiscalización de la actividades que fluyen sobre los recursos naturales; la reestructuración de áreas degradadas de repoblamiento vegetales (se han realizado cuatro campañas de reforestación); se han adelantado algunos trabajos sobre el Ordenamiento del territorio, conscientes en recopilación de información básica del Municipio. En conjunto con la función Comité Pro-Embalses “Las Vueltas”, se maneja el Vivero Forestal “Expedito Cortez”, el cual tiene una capacidad de producción de 12.000 plantas. Igualmente, en una acción integrada con la Federación de Organizaciones Ambientales de Venezuela (FORJA) se procuró en el año 2.002, la formación de la Junta Ambiental Municipal Autónoma del municipio.

mapa de zonificación municipal por áreas caracterizadas por potencialidad de uso sobre las bases de sus restricciones y limitaciones físicas, así mismo de la normativa para su ampliación. Referente a los planes de acciones ambientales, se integrará una acción interinstitucional, con una mayor participación de la Sociedad Civil en procura de su mayor protagonismo, para afianzar la consecución de niveles óptimos de vida en la población simonplanense y el desarrollo sustentado en un Municipio Ecológico.

En otra consideración, a corto plazo se iniciará la formulación del Plan de Ordenamiento Territorial, documento contentivo del

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Municipio Simón Planas - División Política ������������������

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UBICACIÓN RELATIVA ESTADAL

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Semblanza de Sanare José Anselmo Castillo Escalona. Cronista Municipal

Antecedentes Históricos, Geogróficos y Culturales Ayer domingo o cualquier día de la semana, enero, marzo o cualquier mes del año; pero sí el año de mil quinientos sesenta y cinco cuando los misioneros con asiento en El Tocuyo, se dispusieron a evangelizar o introducir la doctrina cristiana en la región del Dinta, denominada así, una zona de pequeños valles y extensas montañas situadas al este de la Ciudad Madre de Ciudades de Venezuela, región habitada por diversas naciones indígenas, posiblemente de origen timotocuicas y con las denominaciones de ayamanes, ajaguas, coyones o gayones, u otras que nuestros investigadores han logrado conocer y exponer como verdades históricas. Sería casual aquel acontecimiento ocurrido un día del año mil quinientos noventa y siete (1597) a unos veinte (20) años de fundada la Misión Yacambú, cuando una incursión de los Jiraharas que estaban ubicados en las inmediaciones del Terepaima,

muy cercanos a Barquisimeto, llegó hasta las confluencias del río Astriuo hoy Yacambú, se adentró hasta el sitio Moreco donde el misionero Fray Jerónimo del Espíritu Santo celebraba una misa campal a la cual asistían los indígenas, y en ese momento inesperadamente asaltaron la Misión, mataron a varios indios, degollaron al misionero e hirieron al encomendero, quien huyó hacia la zona selvática, desconociéndose lo que en adelante le sucedió, y por supuesto las informaciones que él tenía sobre este primer hecho de fundación del nuevo pueblo desaparecieron en el tiempo y el espacio. Lo que si se puede afirmar es que los misioneros decidieron emigrar con sus indígenas a una zona más cerca de El Tocuyo, a los fines de evitar otra incursión y poder continuar evangelizándolos.

Este municipio cuenta con una superficie de 708 Km2. Se estima que tienen una población de 39.052 distribuida en tres parroquias: Pío Tamayo, que tiene el poblado de Sanare, que a su vez es la capital del municipio, aporta 22.761 habitantes del total del municipio; Yacambú, cuya población más importante, La Escalera, tiene 8.551 y La Quebrada de Honda del Guache, que tiene como capital La Bucarita tiene 5.222 pobladores. La densidad demográfica del total del municipio es de 52.90 hab/Km2, lo cual representa el 2.67 por ciento de la población del estado Lara. Es una población joven, el 45.9 por ciento es menor de 15 años. Este municipio limita con los municipios Jiménez e Iribarren por el Norte; con el estado Portuguesa por el Sur; con el municipio Iribarren y el estado Portuguesa por el Este y con el municipio Morán por el Oeste.

Transcurría el año de mil seiscientos veinte (1620), en sus primeros meses y en cualquier día de una semana, el Gobernador Francisco de la Hoz Berríos, visitó la zona y dio orden de fundar un pueblo, por lo que Fray Melchor Ponce de León fundó el pueblo de Sanare y lo encomendó a

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Nuestra Señora Santa Ana. El naciente pueblo fue ubicado en unas tierras, que acorde a investigaciones, pertenecían a los pobladores Gutiérrez de La Peña el Menor, Andrés Ponce de León, Capitán Francisco de San Juan y Gracián Alvarado Muñatones, quienes las cedieron gustoso a los indios para la fundación de Sanare y se ha logrado concretar que la visita del Gobernador fue para el mes de marzo y la fundación de Sanare sucede hacia el día veinte (20) de este mismo mes. Es así como nace Sanare y quedó ubicado en las Coordenadas Geográficas Latitud Norte 9° 44’44’ y Longitud Oeste 69° 39’42’, en una meseta rodeada por pequeños afluentes acuíferos, a una latitud de mil trescientos cincuenta y ocho metros (1358 mts.) sobre el nivel del mar, gozando de un halagador clima caracterizado por una temperatura media anual de dieciocho grados centígrados (18 C°), circundado por bosques y montañas que le premian con un envidiable paisaje y fecundos campos capaces de producir diversos productos agrícolas y permitir la explotación de algunas

La Santísima Trinidad, Iglesia de Sanare

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fuentes para la cerámica y demás artes manuales. El desarrollo de este pueblo continúa en un ambiente de tranquilidad y pocos acontecimientos resaltantes a través del tiempo y el espacio. Indios, misioneros y pobladores trabajan en clima de calma y sana paz. Los acontecimientos bélicos independentistas no tienen registros importantes en esta zona. Este pueblo avanza lentamente y llega el año mil ochocientos lo cual permite que para el mil ochocientos setenta y ocho (1878) por solicitud de los habitantes de la Parroquia llamada Sanare, fue elevado a la categoría de Departamento y se le instala un primer Concejo Municipal conformado por el General Juan Pablo Goyo, Concejal Ramón Durán, Concejal Gabriel Corrales y Rafael Arangú, la duración de este Concejo Municipal fue de poco años y el pueblo regresa a la categoría de Parroquia perteneciente al Distrito Jiménez. Para la segunda década del mil novecientos Sanare es dotado de una carretera construida por sus mismos habitantes, mas tarde


El Caimán de Sanare: Humberto Castillo

se construye un rudimentario acueducto y al transcurrir de los años se instala una planta hidroeléctrica, sustituida posteriormente por una de gasoil y es para la década de mil novecientos sesenta cuando se consolida el alumbrado público con la llegada de CADAFE y el pueblo inicia un nuevo desarrollo dotado de servicios fundamentales como: acueducto, luz eléctrica, cloacas y un centro asistencial.

El Municipio Andrés Eloy Blanco en sus últimas cuatro décadas Arribamos inmerso en un clima de confusión política al año de mil novecientos sesenta (1960), a dos años del derrocamiento de la dictadura que había implantado el General Marcos Pérez Jiménez y en un sistema de gobierno democrático bajo la presidencia del ciudadano Rómulo Betancourt, que tiene que hacer frente a controversias político-partidistas especialmente en las filas internas de su partido Acción Democrática convulsionando por un clima de división, esto le obligó a formar

una coalición con los partidos COPEI Y URD. Han resurgido en Venezuela los partidos políticos y en la palestra pública están: Acción Democrática (AD), Unión Republicana Democrática (URD), el Comité de Organización Popular Electoral Independiente (COPEI) y el Partido Comunista de Venezuela (PCV); además los partidarios del derrocado presidente han organizado la Cruzada Cívica Nacionalista, pero en las filas de los principales partidos se mueven un clima de desavenencias, poco entendimiento y una amenaza divisionista, y es así como en esta década nacen las agrupaciones electorales: Movimiento Independiente Revolucionario (MIR), Movimiento Electoral Popular (MEP). Nuestro país funciona dentro de un convenio político llamado AMPLIA BASE producto del PACTO DE PUNTO FIJO firmado entre los principales dirigentes, el cual se tambalea dentro de un ambiente de poco entendimiento. Sanare Capital del Municipio del mismo nombre y perteneciente al Distrito Jiménez, experimenta unos años de floreciente agricultura. La siembra de papa

ocupa el primer lugar y constituye un rubro de importancia a nivel local, regional y nacional y la actividad laboral está representada por la colonia isleña quienes con algunos criollos dan fuerza a la Asociación de Horticultores de Lara, organización salpicada también por la conmoción nacional de la división. Los terrenos de cultivo unen al tractor, los bueyes, caballos charrugueros y sembradores o arrancadores y además; mujeres, hombres, adolescentes y niños montan diariamente en el tres cincuenta o Toyota Pick-up para ir al campo a la recolección o siembra de la papa, mientras el café sigue su rudimentario existir criollo en fincas sin tecnificación y baja producción. La salud pueblerina y campesina no tiene un deseado y añorado bienestar, las enfermedades parasitarias, bronquiales, dermatológicas y estomacales ocupan un alto nivel, existe un puesto de salud ubicado entre las calles Bolívar, Páez y José Elías Silva, frente al Grupo Escolar Manuel Antonio Carreño, que hace honor al nombre de Efraín Franco Urrieta, el cual debido al

Panorámica de las tierras cultivadas de Sanare

crecimiento poblacional esta en sus finales, pues se ha iniciado a construir un nuevo hospital que lo sustituirá y traerá una mejor asistencia médico-sanitaria para la población. El Dr. José Antonio Pérez Cazale funge de director y a su lado está el Dr. José Briceño Guerrero, detrás y en el recuerdo de nuestros pobladores han quedado los nombres de médicos de gran humanidad tales como el Dr. Ceballo, Adames y aún más lejano el Dr. José María Bengoa. Aún existen las visitas médicas a domicilio a un valor de diez bolívares (Bs. 10) por consulta y otras a la buena voluntad del médico. Sanare recibe la década del sesenta con un antiguo acueducto completamente deteriorado, no existe servicio de cloacas y las letrinas llenas de agua campean en diversos solares de viejas casonas que invaden el sentimiento de melancólicos sanareños dedicados a la producción literaria, las calles permanecen sin asfaltar y existen algunas empedradas. Nuestras áreas campesinas carecen del auxilio asistencial médico sanitario, gozando esporádicamente de la

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visita llena de cariño, amabilidad y de espíritu humano de un valor y baluarte como lo fue José de Jesús García. Allá en las lejanas montañas de pocas vías de comunicación y con barrialosos caminos y peligrosos atolladeros, nuestros campesinos tienen que cubrir las emergencias en la salud mediante la consulta al curioso, curanderos, médico chamarreño o brujos, quienes utilizan como principales medicamentos las hierbas buscadas en la farmacia abierta del campo montañero donde se encuentran: altamisa, suelda con suelda, zarzaparrillo, romero, toronjil, toda especie, grama, cariaquito morao, paraíso, tacamajaca, rua, cambur negrito, jengibre, jeranio, rosa de montaña, rosas blancas, sopas de rabipelao, de conoto y otros elementos vegetales o animales usados como medicamento curativo para específicas enfermedades. El traslado emergente de algún enfermo a Sanare, se hace a pie o a caballo, usando en algunas oportunidades la parihuela como auxilio ambulante para llevar a un enfermo. Para mil novecientos sesenta y tres (1963), Sanare contaba ya con el Centro de Salud Integral que tenía con

Templo parroquial de Sanare, dedicado a venerar a Nuestra Señora de Santa Ana

Imagenes de Santa Catalina y Nuestra Señora de Santa Ana

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el siguiente personal tres (03) médicos, una (01) odontólogo, una (01) laboratorista, dos (02) enfermeras graduadas, diez (10) enfermeras auxiliares, dotado de veinticinco (25) camas y los servicios de medicina general, pediatría, maternidad, laboratorio, odontología, hospitalización, consulta interna y rayos X. Nuestro territorio recibe el sistema democrático con unas vías de comunicación bastante precarias, pues sólo existen unos pocos kilómetros de deterioradas carreteras de penetración agrícolas, las cuales constituyen un recuerdo de la eficaz labor efectuada por la Sociedad Amigos de Sanare en la década anterior, aún los arreos de mulas con sus características campaneras, culateras y arriadores caminan a diario por nuestras montañas, el tilín tilán de las campanas salpica los aires de frescos y oscuros bosques selváticos, arreos que a diario llegan a Sanare por la vía de Mortero y Morterito y algunos por Monte Carmelo la Quebrada Arriba vía Guaja. Existen pocos carros y sólo unos cuantos camiones como el de Leotulfo, Agustín González o Manuel Figueredo son usados

para el traslado de alimentos a la ciudad capital del Estado o para la traída de los mismos hasta Sanare. Para el uso de los viajeros o servicio de pasajeros están los autobuses de la línea Sanare entre ellos El Paramito, El Kasanare y los autobuses de los Aguilares que para esa fecha fueron adquirido por un venido desde los llanos de nombre Luis Vera; además una limosina como único servicio de carros por puestos; pero para los efectos de servicio urbano en Sanare, la mayoría de los habitantes realizan sus diligencias a pie o en bicicletas, y es muy corriente el uso del caucho para protegerse de las lluvias y las botas de goma para el chapaleo del barro. Para la comunicación rápida se cuenta con una oficina telegráfica. Son pocos los televisores, radios y los diarios El Impulso cuenta con algunos pocos lectores.

Parroquianos de Sanare. Plaza Bolívar

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Lo Cultural En lo cultural muchos pobladores tratan de mantener la preocupación de los viejos sanareños, aún quedan las brisas de un programa de alfabetización iniciado en el gobierno anterior, son pocas las escuelas existentes en nuestros caseríos, algunos padres de familia pagan maestras para la enseñanza de las primeras letras, número y operaciones fundamentales de matemática a sus hijos. El pequeño pueblo de Sanare con su clima de permanentes brisas selváticas, sus campos lleno de agradable verdor y sus bosques y montañas sometidas a la arremetida del tractor y la maquina de oruga, cuenta para esta década con el Grupo Escolar Manuel Antonio Carreño, que tuvo su origen en la Escuela Federal, que funciona en un edificio inaugurado en mil novecientos cincuenta y dos (1952); y además brinda servicio educativo un colegio privado diocesano de nombre Santa Rosa de Lima, fundado en septiembre del mil novecientos cincuenta y ocho (1958). Un grupo de personas preocupadas por el desarrollo cultural educativo del Barrio Santa Ana funda la

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Escuela El Volcancito, a la vez que nace la Cooperativa de Ahorro y Crédito Sanare y se trata fundar una emisora similar a Sutatensa de Colombia. Existe un salón de lectura con el nombre de Andrés Bello, que abre sus puertas en las primeras horas de la noche y presta sus servicios a unos pocos lectores que utilizan su escasa bibliografía conformada por viejos libros y unas pocas revistas entre ellas El Farol y SIC, el mismo está en decadencia, pues cuenta con un menguado presupuesto, surgen el club social Excursionista Mateo Segundo Viera, que agrupa a unos jóvenes ávidos de lucha y preocupación social y cultural. El Centro Cultural Unión fundado en mil novecientos cuarenta y cuatro (1944), está en una etapa difícil y trata de seguir cumpliendo con los objetivos para lo cual fue fundado, la colonia isleña y algunos criollos fundan el Club Social Deportivo Sanare. Culturalmente la vida de los primeros años de Sanare es similar a la de otros nacientes pueblos, y en resumen podemos resaltar la existencia de una imprenta para los años de mil novecientos dieciséis, un

periódico titulado EL SANAREÑO para esa misma época, en mil novecientos cuarenta y cuatro (1944) fue fundado el Centro Cultural Unión y circula el periódico ECOS DE LA MONTAÑA, en mil novecientos cincuenta y tres fue fundada la Sociedad Amigos de Sanare, organización Ejemplo de pueblos y circula el periódico SURCOS, en mil novecientos sesenta circula el Semanario Avance y para mil novecientos sesenta y dos fue fundado el Club Social Excursionista Mateo Segundo Viera y circula el periódico Ciclón. El periodismo sigue despertando interés algunos jóvenes y adultos y es así como circula el Semanario CICLÓN. A mediado de la época del sesenta existía en Sanare, entre otras las siguientes organizaciones: Sociedad Amigos de Sanare, Cooperativa de Ahorro y Crédito Sanare, Bloquera Unión Sanare, Semanario CICLON, Club Social Excursionista Mateo Segundo Viera, Centro Cultural Unión, Club Deportivo Sanare, Terribles Béisbol Club, Colegio Santa Rosa de Lima, Grupo Escolar Manuel Antonio Carreño, Asociación de Horticultores de Lara, Asociación

Venezolana de Caficultores Seccional Sanare, Junta de Desarrollo de la Comunidad, Junta de Prevención de Incendios Forestales, club 5V, Club Amas de Casa, Junta de Prevención de la Delincuencia, Cáritas, todas estas organizaciones eran coordinadas pro una central con las siglas DIMS. El aspecto social de la década del sesenta (1960) se deja sentir en el Municipio Sanare por un acentuado estado de pobreza, aún existen algunas casas con sus techos de paja, piso de tierra y paredes de bahareque, la alpargata, cotiza y pie pelado constituye el calzado de la mayoría, la vestimenta es de clase humilde y de pocos medios económicos, ello permitió que la Alianza para El Progreso llegase hasta esta zona con el programa Cáritas. Ha avanzado unos años la década del sesenta, a nivel nacional han sido rotos los pactos políticos, ha sido inhabilitado el partido comunista y surgen las guerrillas opuestas al régimen imperante, es así como la región sanareña se convierte en zona roja, que somete a todos y cada uno de sus


Cementerio de Sanare


Capilla de La Virgen del Carmen en Monte Carmelo

Niños de Bojó

habitantes a días de inseguridad. Una obra con ínfulas de futuro se inicia en La Angostura del Río Yacambú y a los efectos se instala el primer campamento que en una inesperada noche es incendiado y allí tiene su final activo la histórica máquina de la Sociedad Amigos de Sanare, pues los guerrilleros además de meterle fuego le echan azúcar al motor. Los años son difíciles llega el ejercito a Sanare, la represión se hace presente a cada instante, los pobladores están sometidos a un involuntario toque de queda que les hace dormir a muy tempranas horas de la noche, Castro Hernández es fusilado en Chamiza y a cada momento el caminante puede encontrarse una alcabala de chequeo donde el abuso autoritario de la bota somete a vejámenes a hombres, mujeres y jóvenes, mientras tanto los grupos guerrilleros hacen de la suya en las montañas. El campesino habla de Argimiro Gabaldón, el Dr. Cortez Mújica, también del célebre Tamacún y el Gavilán. Siguen los fusilamientos tantos por parte del ejército como de los guerrilleros y deben caer acribillados por las balas José Antonio Divides, un cieguito en La Cruz y otros varios agricultores

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de nuestra zona. La Juventud sanareña se organiza y funda el comité de Ayuda Campesina, actitud apoyada por dos levitas de nombre Benigno Mejías y el Padre Freitez, quienes a nombre de la iglesia son responsables del programa CHARITAS o CARITAS, que permite auxiliar en comida y prendas de vestir a las familias más necesitadas de Sanare.

La economía La economía sanareña está centrada en la agricultura siendo el principal la siembra de papas, la caficultura es orientada por la Asociación Venezolana de Caficultores seccional Sanare. Existen para esta época unos pocos comercios que atienden las necesidades de la población urbana y campesina. Existe una incipiente ganadería sustentada por las fincas San Quintín de los hermanos Zerpa, Rancho Grande de los hijos de Juan Pérez Santana, Veracruz de Pablo José Tamayo, Bojo de Cornelio Pérez Domínguez, entre éstas la que toma algunos elementos técnicos es San Quintín, cuyos dueños instalan ordeños e introducen algunos


ejemplares de ganado de raza. Los avances progresistas más importantes acaecidos en la década del sesenta en el Municipio Sanare fueron: Fundación del Club Social y Deportivo Sanare, primera excursión al Volcán o Fumarola de Sanare, Aparición de una Fumarola en Quebrada Honda de Guache, primera visita del un Presidente Constitucional Dr. Raúl Leoni, visita del Arzobispo Juan José Bernal, Director Estorne Instituto Prof. Rodríguez Angulo, fundación del Instituto Morse para telegrafía Civil, fundación de la Cooperativa de Ahorro y Crédito, nacimiento de la Escuela El Volcancito, reorganización de las Directivas del Centro Cultural Unión y Sociedad Amigos de Sanare, inicio de fundación de una Emisora para Sanare, inauguración del hospital, acueducto, calles asfaltadas y red de cloacas.

Panorámica de Sanare

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Después de la Tormenta Han suavizado las brisas ventisqueras, la tempestuosa inseguridad de la década anterior al parecer está amainando, la turbulencia del clima político nacional parece tomar un nuevo rumbo, así es como recibimos el mil novecientos setenta (1970), bajo la Presidencia de la República el Dr. Rafael Caldera dirigente del Partido Social Cristiano COPEI, ésto como fruto de unas elecciones libres y democráticas. Este hecho da inició a un importante capítulo de la historia política venezolana, pues la alternabilidad se hace presente al recibir la banda presidencial de manos del Dr. Raúl Leoni de Acción Democrática. El Dr. Caldera abre las páginas de la pacificación, dando una alternativa a los hombres que se mantienen en armas en la montaña a integrarse libremente a la lucha política partidista nacional, al respecto les ofrece una amnistía general. Se hacen presente los primeros minutos de la ansiada paz y tranquilidad para los sanareños, se presagia la culminación de la acosante persecución,

Monumento a la Zaragoza realizado por Sergio Escalona

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la denuncias malsanas y malintencionados tienden a desaparecer conjuntamente con las inesperadas detenciones, y es así como la ciudadanía puede circular tranquilamente a cualquier hora por las calles sanareñas. Parece que el bello tiempo de las madrugadoras serenatas y los mañaneros caldos o sancochos de gallinas mal adquiridas, han resucitado en el ánimo de los adolescentes y algunos adultos de este simpático pueblo montañero. Vuelve la juventud a sus libres, alegres y sanas andanzas deportivas, a disfrutar tranquilamente en los nocturnos picoteos y galanteados bailes populares en el Centro Unión, y este ambiente da apertura al espacio de nuevas inquietudes en los jóvenes que en su pensar y andar buscan la prosperidad de su tierra, lo cual provoca el nacimiento de un deseo de organizarse y fundar agrupaciones de luchas por un Sanare mejor, próspero y progresista, y de esta forma se fortalecen las ligas deportivas, se organizan fiestas carnavalescas que se ven interrumpidas con el lanzar de sustancias nocivas, harina de trigo y agua. El Centro Cultural Unión es el escenario

para las reuniones de inquietos atardeceres, tertulia y fuente de organización para dar auge al béisbol, futbol y voleibol, allí se observa el florecer de las inquietudes deportivas de jóvenes y adultos sanareños. El tiempo avanza y Sanare se envuelve en un clima de suaves brisas alternado con altas temperaturas, sus habitantes ven disminuir aceleradamente los bosques montañeros, pues el tractor y las máquinas de orugas han hecho su aparición y la deforestación indiscriminada adquiere un lamentable auge con las consecuencias de cambios bruscos en el clima. Desde las altas cumbres avistamos el paisaje sanareño y notamos entristecido la ida involuntaria de muchos de nuestros sauces, inspiradores de la creatividad musical y poética de connotados escritores, se ha alterado el bello paisaje y nuestras fuentes acuíferas enturbian sus cristalinas aguas al perder parte de su vegetación protectora. Los pobladores amantes de la naturaleza, sano ambiente y recursos naturales renovables, entre ellos Expedito Cortez elevamos nuestra voz y lamentamos los cambios


Casa/Posada de la calle José E. Silva

ambientales. La sequía se acentúa y por supuesto la escasez de agua se deja sentir en los hogares que se ven sometidos a un obligado racionamiento. Así sucedieron los primeros meses del año setenta, que presentan unos momentos decadentes en el funcionamiento de las instituciones. El Club Social Excursionista Mateo Segundo Viera ve cumplido su cometido y ha perdido la funcionabilidad, el Centro Cultural Unión lucha por mantener su existencia, la Sociedad Amigos de Sanare tambalea y trata de resucitar en su agónico final, pues Pablo José Tamayo, el hombre fuerte del origen de esa organización ejemplo de pueblos, dejó de existir en los finales del mil novecientos sesenta y nueve (1969), al tomar la trágica decisión de suicidarse. Existe el Centro de Salud Integral, mal llamado por los sanareños hospital, pero el mismo se debate en una crisis auspiciada por un sindicalismo mal entendido. Han nacido algunos ambulatorios de diversos caseríos, pero los mismos carecen de personal, auxilio médico y medicinas. La cultura experimenta la necesidad de ampliar el campo de acción formativa, es necesario que

Depósito de Café

nuestros jóvenes tengan la oportunidad de estudiar hasta el tercer año de bachillerato en Sanare, existe la prioridad de una biblioteca funcional, que en realidad cumpla los objetivos en beneficio de quienes se refugian en la lectura para ampliar sus conocimientos, hace falta una casa de la cultura para coordinar las inquietudes culturales de la juventud y las tradiciones populares, se plantea la necesidad de una mejor orientación a las escuelas rurales que les transforme el sistema unitario a una amplitud que responda a los intereses del niño campesino, la orientación agroartesanal se considera como elemento fundamental para la formación de los futuros jóvenes sanareños y de esta forma integrarlos al trabajo creador en su propio territorio. Para los últimos días del mes de agosto y los primeros del mes de septiembre de mil novecientos setenta (1970), las inquietudes de la juventud sanareña toman una nueva orientación y un grupo representativo de inquietos jóvenes se reúnen en el Centro Cultural Unión con el interés de fortalecer la liga de futbol, promocionar y dar una mayor importancia a este deporte, pero

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Asociación Civil de Monte Carmelo (Moncar)

Panes de las panaderas de Bojó

en el discutir, analizar y tertuliar sobre lo mismo consideran que se deben ampliar los objetivos y toman la feliz decisión de fundar una nueva organización y de esta forma se produce el nacimiento de la JUVENTUD INCANSABLE PRO DESARROLLO DE SANARE (JIDESA).

Las Mejores Luchas Finalizó el gobierno constitucional del Dr. Rafael Caldera y se inicio la campaña electoral, los dirigentes de JIDESA no escatimaron esfuerzos y mucho menos perdieron su tiempo y al respecto a cada candidato que visitaba a Sanare le invitaron a reunión y le presentaron diversos planteamientos con las necesidades del Municipio. Fue así como los Jidesistas se reunieron con: José Vicente Rangel, Héctor Mujica, Carlos Andrés Pérez, Dr. Rafael Caldera, Piñerua Ordaz y otros personeros importantes de la política nacional. A raíz de esta campaña fue electo presidente para el período 1974-1978 el ciudadano Carlos Andrés Pérez, gobierno que se caracterizó por la condonación de la deuda, los subsidios, créditos y una gran abundancia monetaria por lo

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que surgió a campo abierto la corrupción administrativa. Además durante este período gubernamental surgieron diversos paros estudiantiles, desordenes universitarios con lamentables pérdidas de vida. Se acentuó la problemática del servicio de agua para la población sanareña, surgieron las protestas, desde Quíbor se presionó a Sanare por el uso de las aguas de la quebrada de Atarigua o Guaja, hubo un hecho de trascendencia en el cual agricultores de Quíbor apoyados por la autoridades se hicieron presentes en Sanare, detuvieron a humildes labriegos, tumbaron sistemas de riego y hasta empujaron bombas de agua hasta el centro de lagunas, lo mismo provocó una protesta general y el pueblo sanareño unido tomó la acción de desobediencia, retuvo a patrullas, policías y logró desarticular la acción. Por otra parte se analizó el marginamiento en el presupuesto pues la Junta Comunal de esa época solo tenía un situado aproximado a los once mil bolívares mensuales (Bs. 11.000,00), las obras fundamentales para este Municipio eran retenidas en la

capital del Distrito y hasta allí llegaban, ello provocó que JIDESA, tomara la decisión de plantear la necesidad de SANARE DISTRITO, y al respecto emprendió una dinámica campaña para lograrlo, actividad que ocupó el trabajo jidesista por unos cinco años. El ocho de Abril de mil novecientos setenta y ocho (1978) se hizo realidad la elevación de Sanare a Distrito mediante un Decreto de la Asamblea Legislativa del Estado Lara, el cual contra la voluntad de los sanareños que solicitaban el nombre de Andrés Bello para esta nueva jurisdicción, designó la denominación de Andrés Eloy Blanco para el recién creado Distrito y el de Pío Tamayo para su única Parroquia. La lucha de JIDESA logra como obras palpables para Sanare la creación de la educación secundaria, la construcción y funcionamiento de la Biblioteca Andrés Bello, la institucionalización de la Posta o Fuego Patrio, la construcción del Edificio del Liceo, construcción del Gimnasio Cubierto. Para el período mil novecientos setenta y nueve, ochenta y tres (1979-1983) es electo presidente de

la República el Dr. Jaime Lusinchi, gobierno dotado con las mismas características del anterior, y como fruto de las elecciones el nuevo Distrito es dotado de siete Concejales, los cuales reunidos en Sesión el veinticuatro de junio de mil novecientos setenta y nueve (24-06-79) instalan un segundo Concejo Municipal, ya que el primero fue instalado el 20 de marzo del 1878, cuando por Decreto de la Asamblea Legislativa del Estado Barquisimeto creó el Departamento Alcántara con capital Sanare, la Junta Directiva de este nuevo Concejo Municipal quedó integrada de la siguiente forma: Juan Rodríguez (presidente), José Leandro Lucena (vice-presiente), y Vocales Rafael Darío Zambrano, Rafael Rubén Riera (COPEI), Baudilio Rojas, Erlindo González (AD) y Jeovanni Tovar (PCV), para la sindicatura Municipal fue electo José Anselmo Castillo (Síndico Procurador). Los aires frescos sanareños reciben los primeros meses del mil novecientos ochenta (1980), Sanare es la capital del octavo Distrito larense, JIDESA esta comandada por preocupados


jóvenes sanareños. La lucha y el trabajo jidesista continúan con optimismo y dedicación, sus protestas desde el PREGON JIDESISTA se acentúan al darse cuenta que el Concejo Municipal no cumple a cabalidad con los objetivos propuestos, no responde efectivamente al deseo de sus creadores, por lo mismo plantea y solicita un mejor funcionamiento, más actividad de los concejales, respecto a los derechos populares, presionan para que se organice una Junta Comunal para la administración del Municipio Pío Tamayo. En los primeros meses del ochenta JIDESA toma un receso para reactivarse nuevamente con la campaña para el fomento y creación de Juntas de Vecinos. A nivel nacional la década del ochenta se caracteriza por los períodos presidenciales del Dr. Luis Herrera Campins (19791984), mandatario de carácter cordial, refranero, chistoso en su hablar, de buen comer y buena chispa popular, este presidente da paso a la liberación de precios, se produce un enfriamiento de la economía y dicta las medidas cambiarias, en términos generales suceden dos acontecimientos de

repercusión nacional El Viernes Negro y el indulto a Vinicio Carrera.

Los Ochenta Plaza Bolívar de Sanare

El Sanare de los ochenta sigue su rumbo político, económico y cultural en un clima de inestabilidad como reflejo de política nacional, el Presidente de la República Dr. Luis Herrera Campins realiza una visita a este pueblo, pone en funcionamiento un puente en la quebrada Atarigua o Guaja, a los fines de permitir una mejor comunicación vial de Sanare con Bojó y Monte Carmelo, los Jidesistas desde su Boletín Informativo hacen llegar un saludo de bienvenida al Presidente y a la vez le lanzan un mensaje en el cual exponen su descontento con la visita que esta realizando, pues es improvisada y no responde completamente al deseo popular pues existe grandes fallas en las obras realizadas. El tiempo va avanzando y los sanareños continúan su rutina sin notar una buena gestión municipal a pesar de que cada año la Cámara Edilicia elige un nuevo presidente de la

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María Valeria González, de su casa salen el 28 de Diciembre Los Zaragozas

Corporación y es así como a Juan Rodríguez le sucede Rafael Rubén Riera, luego Rafael, luego Rafael Darío Zambrano, sigue Iván Guédez, Prof. Antonia de Zerpa y Rutilio Colmenárez. JIDESA eleva su voz y entre otros casos hace valer su protesta al exponer: Tres años de labores lleva nuestro Distrito, un primer período en manos de una Junta Administradora de dudoso proceder, poca labor y la cual causa las primeras lujaciones al recién nacido Distrito, pues solo administró un presupuesto de lo cual el pueblo no tuvo información, comprometió parcelas de terrenos ejidos, los años subsiguientes siempre estuvieron bajo la dependencia de los partidos del Gobierno Nacional. El trabajo del Concejo Municipal aunque le tocó producir las primeras Ordenanzas y organizar su gestión no respondió a los deseos populares, durante esta década se conmemora el bicentenario del natalicio del Libertador Simón Bolívar para lo cual por recomendación de JIDESA se construye e inaugura el monumento a los Símbolos Patrios y el Anfiteatro para el Folklore y La Cultura “Simón Bolívar; además se inauguran

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las edificaciones de las Fuerzas Armadas de Cooperación, se pone en funcionamiento el Mercado Campesino de poca duración, se organiza el aseo domiciliario y se construye el nuevo Matadero Municipal. Otro acontecimiento de repercusión municipal fue el fallecimiento del concejal Baudilio Rojas con unas honras fúnebres de extraordinaria participación popular. JIDESA continúa incansable su trabajo y lucha, analiza la situación del pueblo, y desde su boletín informativo EL PREGON JIDESISTA se hace eco de la voz de protesta popular y expresa: En el Estado Lara, Sanare es la capital de la papa, pero también de los niños desnutridos. ¿Cómo se explica esto?. En Sanare hay un MERCADO CAMPESINO, donde en lugar de ser los campesinos los vendedores, son campesinos los compradores. ¿Cómo se explica esto? Sanare es el JARDÍN DE LARA, pero la única flor que abunda es de la papa. ¿Cómo se explica esto?... Para el año mil novecientos ochenta y seis, JIDESA da inicio a la lucha por lograr que el caserío La Escalera sea ascendido a Municipio Foráneo, esta solicitud

introducida ante la Asamblea Legislativa en el año mil novecientos ochenta, plantea la necesidad de crear el Municipio Quebrada Honda de Guache; a los efectos levanta censos e informes para lo cual cuenta con la eficaz ayuda del experto cartográfico Rafael Plessman. El período presidencial del Dr. Jaime Lusinchi (1983-1993) se caracterizó por la continuación de la política del anterior Presidente, se acentúa la corrupción y a su lado una dama adquiere grandes poderes, el refinanciamiento de la deuda externa, recibe el Papa Juan Pablo II, acusado de comprar con dineros gubernamentales vehículos rústicos para la campaña electoral de su partido, pero para 1996 fue liberado de toda culpa. Luego viene el Segundo mandato de Carlos Andrés Pérez (1988-1993) caracterizado por la inestabilidad económica, grandes conflictos políticos, sucede el fracasado golpe liderizado por el teniente Hugo Chávez Frías que produce innumerables muertos en la ciudad de Caracas. El presidente suspendido de sus funciones y luego de acalorados debates, se le dicta encarcelamiento


domiciliario, lo cual da como resultado la elección de Ramón J. Velásquez para un gobierno de transición y de corta existencia. En una convulsionada vida económica, social y política nacional arribamos a la década mil novecientos noventa (1990) final del siglo. La situación económica se agrava cada día y la protesta pública se hace más notoria. Entramos en un clima de elecciones y el Dr. Rafael Caldera presenta su candidatura, totalmente apartado de su partido político y logra llegar nuevamente a la silla presidencial para el período 1993-1998. A principios de esta década entra en vigencia la nueva Ley de Régimen Municipal y aparece la figura de Municipio por Distrito y de Parroquia por Municipio Foráneo y desde luego el Alcalde como máxima autoridad administrativa del Municipio. En el Municipio Andrés Eloy Blanco del Estado Lara, como fruto de las elecciones es electo alcalde el Sr. Rutilio Colmenárez, preocupado sanareño que realiza una labor aceptada como positiva por un significativo número de pobladores y para otros no responde completamente a los

deseos populares, por lo que en las siguiente elección resulta electo Ramón Pérez González, que se caracteriza por sus visitas a la zona campesina y por el reparto de ayudas y por rodearse de un grupo de personas que provocaron el rechazo de sus electores, es así como en las siguientes elecciones se lanza nuevamente Rutilio Colmenárez y logra el triunfo con un significativo caudal de votos, esta vez se caracteriza por un programa de salud rural, cría de cabras en sectores campesinos y no pone mayor atención a las necesidades de área urbana de Sanare, su gestión no alcanza los frutos deseados por lo que llegada las elecciones asciende a la Alcaldía el Radiólogo Israel Daniel Quiñonez, quien por varios años se venía desempeñando como concejal de férrea oposición al alcalde anterior. Quiñonez es el actual Alcalde, y el programa de gobierno con el titulo de UNA NUEVA IMAGEN, se caracteriza por diversas obras de infraestructura entre las que están: Canchas Deportivas, Aceras y Asfaltado rígido en el área urbana de Sanare, remodelación de la Plaza Bolívar y de los Símbolos

Iglesia de Santa Ana de Sanare

Zaragozas

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Consuelo Gil de Torrealba continuando la tradición de Teodora Torrealba la locera de Yai

Patrios, diversas extensiones de alumbrado eléctrico, instalación del monumento UNA FLOR PARA SANARE del arquitecto Fruto Vivas, continuación del embellecimiento con plantas ornamentales y árboles a lo largo de la vía que une al Municipio Andrés Eloy Blanco con Jiménez y crea en las mismas instalaciones municipales un servicio de salud integrado por: Servicio de laboratorios, Odontología y asistencia médica. A pesar de la preocupación de las autoridades municipales por la salud, de los diversos operativos realizados por la Alcaldía y Rotary Club Sanare, ésta sigue soportando la crisis como reflejo de lo que acontece a nivel nacional, en el único centro asistencial se notan la fallas de ambulancias, de servicios de laboratorio, radiología y otros. Las áreas campesinas no alcanza a tener una mayor atención y las capitales de las Parroquias Quebrada Honda de Guache y Yacambú siguen solicitando servicio médico permanente. Sanare cuenta en la actualidad con un núcleo universitario que profesionaliza a docentes en

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servicio, una Unidad Educativa con diversificado en ciencias, varias unidades educativas con ciclo básico, cuenta con un significativo número de escuelas bolivarianas, varias escuelas primarias y preescolares, pero sin embargo la enseñanza no está adaptada a los intereses comunitarios y a las características agropecuarias y artesanales de este municipio. El nivel de preparación estudiantil es significativamente bajo con altos porcentajes de aplazados cada año; además existen instituciones educativas privadas tales como: Colegio de niñas campesinas (O.S.P.A.), escuela de música “Daniel Ortiz”, Unidad Educativa Los Zaragozas en Palo Verde y otras. Este Municipio esta compuesto por una población que entre sus características están las diversas iniciativas para organizarse y trabajar por el desarrollo del mismo, en este aspecto por cuanta con diversas organizaciones entre las que están: Rotary Club Sanare, JIDESA, Grupo de Posta Sanare, Grupo de Rescate “Simón Bolívar, casa de la Cultura “José Nemesio Godoy”, servicio cooperativo


Jose Anselmo Castillo Escalona (Fila Rica, Caserío Londres, Sanare 1941) Cronista Municipal del Municipio Andrés Eloy Blanco del Estado Lara. Hijo de Federico Castillo y Josefa Antonia Escalona de Castillo, hermanos: Regino, Facundo y Onésima (fallecidos), Cástulo, Cruz, Esteban, Antonia y Marina (vivos). Educador, además de carpintero, albañil y cultivador de plantas. Aprendió a leer y escribir en una escuela Campesina de Caspito, Municipio Sanare Estado Lara (1948), costeada por su padre y vecinos. Cursó primaria en la Escuela Federal Manuel Antonio Carreño de Sanare Estado Lara (1951 - 1956), en el Seminario de la Divina Pastora de Barquisimeto, Educación Normal en El Seminario en el IMP, (1957 a 1965), incursionó en estudios de Licenciatura de Educación (1975 a 1978) en la Universidad Central de Venezuela. Maestro Normalista. Fundador Club Social Excursionista Mateo Segundo Viera, JIDESA, Rotary Club Sanare, Director fundador de los órganos periodísticos: AVANCE, CICLON Y ALERTA. Miembro y Directivo de la Asociación Nacional de Cronistas de Venezuela y la del Estado Lara . Operador de estaciones de radio aficionado, Realizó cursos de: Historieta, caricatura, publicidad, dibujo animado, aritmética, didáctica en las matemáticas, cobranzas municipales, supervisión y administración escolar, física, ayudas audiovisuales y otros. Ha escrito varios libros, ha recibido la Orden “Andrés Eloy Blanco” en su Única Clase” ; Insignia Honor al Mérito de las Fuerzas Armadas de Cooperación, Regional N° 4 (1983); Yacambú de Diamante del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales Renovables Barquisimeto (1995), y el Samán de Aragua en su Primera Clase (1998).

agrícola representado por Alianza en las Lajitas con su programa ejemplar en esta área y otras. El área económica actual del Municipio Andrés Eloy Blanco experimenta un mejoramiento en la comercialización del café con unos precios aceptables, el cultivo de las papas ha menguado a raíz del alza de los insumos necesarios, se está desarrollando una pequeña ganadería representado por varias fincas agropecuarias, PACCA-SANARE es la principal empresa económica de municipio, la artesanía ha adquirido cierto auge pero no alcanza una vitalidad importante, existen unas pocas casas comerciales e innumerable bodegas, fruteras y comercios eventuales de alimentos. Las fuentes empleadoras han disminuido por lo que el desempleo es bastante alto, en este aspecto las principales fuentes empleadoras son: Hidráulica del Yacambú que no llena completamente las expectativas, la Alcaldía y el Concejo Municipal están colapsados por una alta burocracia, la banca comercial representado por varias instituciones y desde luego el

Ministerio de Educación. Para finalizar puedo afirmar que el Sanare o Municipio Andrés Eloy Blanco de los últimos cuarenta años ha girado entre los problemas sociales, culturales, de salud y en un desarrollo que aún no llena las expectativas en los deseos populares; sin embargo ha habido avances que han venido dando un cierto cambio guiado hacia la visión positiva y es de esperar que en las próximas décadas haya un notorio mejoramiento en las diversas áreas que nos desenvolvemos quienes con orgullo llevamos el gentilicio de ser sanareños y pertenecer a uno de los más halagadores municipios del Estado Lara.

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Municipio Andrés Eloy Blanco - División Política �������������������

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Ubicación relativa estadal


Paisaje sonoro, o son de oro de los músicos de Lara Luis Enrique Silva Ceballos

Con este significativo título trataremos de expresar en estas líneas la importancia que tiene la música y sus expresiones para los larenses. Mágica en talentos, topografía que une la aridez y el calor, con la Cordillera Andina, paisaje sonoro que muestran de artistas geniales como los torrenses Alirio Díaz y Rodrigo Riera, que han llevado el nombre del Estado Lara por el mundo. El solo nombre de ambos guitarristas nos conmueve por ser símbolo de un Estado donde sus habitantes llevan la música por dentro, al ejecutar un instrumento, al cantar unas melodías compuestas por Rafael Miguel López, Antonio Carrillo, o Juan Pablo Ceballos, esto nos da una idea del talento, la creatividad y la musicalidad del pueblo larense, trataré describir en este trabajo las diferentes expresiones musicales, las escuelas instrumentales, su riquísimo folklore y sus principales manifestaciones, las diversas instituciones y organismos que difunden su actividad musical, en fin una aproximación al Paisaje Sonoro de los músicos larenses. Nuestra ciudad es conocida como la Capital musical de Venezuela

así lo indica el profesor José Manuel Castillo en su libro Lara - Musical y Folklórico publicado por la Alcaldía del Municipio Iribarren en julio de 1994, y en los años anteriores el poeta y escritor barquisimetano Luis Beltrán Guerrero llamó a nuestra Ciudad “Ciudad Musical” , luego en los años 60 Don Raúl Azparren, a raíz de los primeros festivales folklóricos y las primeras Ferias Internacionales de Barquisimeto, se consolida la ciudad por su gran movimiento musical y sus famosos Festivales de la Voz de Oro, donde la ciudad se proyectó a nivel nacional e internacional, eventos creados por el periodista José “Cheché” Cordero. Todo este desarrollo musical, que a lo largo de muchos años ha tenido nuestra historia en el campo de la música, se basa en un trabajo de investigación que comenzó el los años 40 el Doctor Rafael Domingo Silva Uzcátegui y la publicación de su importante obra “Enciclopedia Larense”. Luego en los años 60 el maestro Rafael Miguel López nos presenta su importante libro titulado “Apuntes sobre la cultura musical larense”, en el cual nos informa de un inmenso caudal de

valores y personajes musicales de extraordinaria proyección a partir del siglo XIX, todos estos datos dados por el maestro López, sustentan numerosos trabajos de investigación donde podemos definir y conocer instituciones, escuelas, orquestas populares, expresiones musicales, instrumentistas, músicos populares, expresiones folklóricas, desarrollo de la escuela pianística, figuras de gran importancia en el siglo XIX y el siglo XX, y los mas importantes instrumentistas tanto en el violín, el piano y la guitarra. Nuestra Ciudad también ha sido cuna de grandes baluartes en el campo musical, uno de ellos es el maestro barquisimetano Vinicio Adames, quien además de excelente cantante fue por mas de 25 años director titular del orfeón universitario de la UCV, agrupación coral que hoy es patrimonio cultural de la nación, y donde el maestro Adames desarrolló toda su carrera como compositor y director coral, con el nombre de este maestro y su singular trayectoria artística la fundación que lleva su nombre realiza en Barquisimeto cada dos años un festival coral nacional

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e internacional que le ha dado a nuestra ciudad nombre y prestigio debido a la calidad de las agrupaciones que en este evento se presentan. Orquesta Mavare (1905)

Así como hemos tenido destacados exponentes de la cultura musical larense también tenemos que reseñar en este trabajo la importancia de sus instituciones musicales, como es el caso del Conservatorio de Música que lleva el nombre del ilustre maestro mirandino Vicente Emilio Sojo. Fundado hace más de 50 años, es una de las mas sólidas instituciones musicales del País. El organismo cuenta con todas las cátedras instrumentales, vocales y teóricas, posee cinco orquestas sinfónicas y una orquesta profesional, que ya tiene en su haber un prestigio internacional por las giras que ha realizado por Latinoamérica y Europa, actualmente es dirigida por el maestro Tarcisio Barreto Ceballos, quien ha trabajado con la orquesta las mas exigentes obras del repertorio universal llevando a la agrupación a sitiales artísticos de gran relevancia y prestigio.

Amado López en su academia Cuatros y más Cuatros

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Hoy en día la Orquesta Sinfónica de Lara grabó un CD con obras de autores Venezolanos, edición discográfica que es patrocinada y editada por Casa Propia entidad de ahorro y préstamo, C.A. Como nos expresamos anteriormente, nuestro Conservatorio posee además de las agrupaciones orquestales ya mencionadas cuatro agrupaciones corales, una estudiantina, una orquesta típica y es la única institución musical del país que posee un programa de “Educación musical para sordos mudos, ciegos y niños excepcionales”, así como también un programa de educación musical para adultos, que ha dado un gran resultado porque se le da oportunidad a personas adultas y de la tercera edad para formarse musicalmente, aprender y disfrutar del “arte de los sonidos” y ejecutar un instrumento. Por último debemos mencionar con respecto a nuestra institución que es la única que posee las cátedras de Historia de la Música en Venezuela y Música Latinoamericana, contribuyendo así a la formación de nuestros alumnos en cuanto a la música de nuestro país se refiere y en cuanto

al conocimiento de la música del continente latinoamericano. Otra de las instituciones que debemos mencionar en el presente trabajo es la Banda de Conciertos del Estado Lara la cual lleva el ilustre nombre del maestro “Antonio Carrillo” (1892-1962) una de las bandas de conciertos mas prestigiosas del país, la cual tiene mas de cien años de fundada y en su brillante trayectoria ha tenido numerosos directores, uno de ellos fue el maestro Antonio Carrillo quien la dirigió por varios años logrando un alto nivel musical con sus arreglos y sus interpretaciones. Pertenece en actualidad a la Gobernación del estado Lara y su actual director es el Licenciado Antonio Giménez Freitez.

Auditorio del Colegio María Auxiliadora, frente al Parque Ayacucho

El repertorio de esta agrupación musical es muy variado, además de todos los himnos oficiales, ejecuta valses, canciones, merengues y música popular internacional, piezas que son interpretadas con arreglos especiales realizado con distintos maestros, esta música pertenece a una de las tradiciones mas significativas del estado Lara como son las retretas en las

Sede de la Orquesta Sinfónica de Lara

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Programa de mano en Italia, en donde participa el músico larense Franco Medina. 1914

plazas públicas y los boulevares de la Ciudad de Barquisimeto. Merece una mención especial en estas líneas sobre los músicos larenses la Orquesta “Mavare de Barquisimeto” agrupación que pertenece a lo que podríamos llamar el símbolo musical de la ciudad. Fundada el 31 de Diciembre de 1898 por Don Miguel Antonio Guerra, La Orquesta Mavare es la agrupación en su genero más antigua del país. Esta agrupación orquestal ha difundido las más importantes composiciones de los autores larenses. Por más de 104 años esta orquesta típica ha cultivado los más expresivos motivos musicales de nuestro estado, para convertirse en patrimonio musical de los larenses con un particular sonido orquestal “único en el país” por el uso de los instrumentos de viento junto a la cuerda y los efectos especiales de la percusión. Hoy en día la orquesta Mavare de Barquisimeto, es patrocinada por la Dirección de Cultura de la Universidad Lisandro Alvarado. El estado Lara es una de las entidades que posee un riquísimo folklore musical, nos vamos a

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referir en este renglón a tres de estos importantes temas que los investigadores señalan en sus diferentes trabajos: La Salve, El Golpe Larense y El Tamunangue. Con respecto a la salve debemos mencionar que es un canto devocional que en el estado Lara tiene varias funciones, primero se utiliza en los velorios de Cruz de Mayo y luego en los velorios de santos especialmente para “San Antonio” que el 13 de Junio de cada año se efectúa como promesa de los tamunangueros al santo milagroso para pedir por los enfermos, por las cosechas y por otras circunstancias mágico – religiosas, en segundo lugar debemos mencionar que la salve se canta en honor a la virgen de Altagracia todos los sábados por la tarde en la ciudad de Quíbor, como promesa que desde la colonia los campesinos quiboreños le cantan a su virgen milagrosa llamada por ellos “La Caimana” según la tradición, con una polifonía popular que parece muy influida por los polifonistas españoles del siglo XVI que tanta importancia tuvo dentro de la música renacentista de la época, polifonía que se difundió en el Tocuyo colonial y en las ciudades

fundadas por los españoles. Con respecto al “Golpe Larense” debemos mencionar que es la forma como en Lara se arraigó nuestro joropo, se canta básicamente a tres voces, sus melodías se van intercambiando entre los cantadores. Hay una notoria diferencia entre el Golpe Tocuyano y el Golpe Curarigueño, el Tocuyano es ágil, vivaz y rítmicamente muy rápido, mientras que el Curarigueño es lento, cadencioso y su ritmo es combinado en una interesante amalgama de voces solistas y coros con instrumentos de cuerdas y tambora colgante. El “Golpe Larense” por sus voces, su timbre y estructura musical, tiene un notable parecido con los corridos y huapangos del folklore mexicano, coyuntura histórica que debemos analizar con detenimiento y que fue descubierta por los profesores Luis Felipe Ramón y Rivera, Isabel Aretz y Rafael Salazar, los cuales fueron reseñados y publicados en diferentes fechas, curiosamente interviene un instrumento de seis cuerdas con el nombre de “Jarana” cuya forma y afinación es similar a la del “Cinco Larense”. También hay que reseñar lo que

en sus trabajos de investigación apunta el Prof. Raúl Colmenarez, ilustre Tocuyano, quien afirma que el “Golpe Larense” desciende directamente del “Tamunangue” y especialmente del ultimo de los sones “El seis Figureao” o “Seis Corrido” donde encontramos el ritmo de seis por ocho, utilizado en muchos de nuestros joropos.

El Tamunangue o sones de negros Definitivamente una celebración popular de participación colectiva, no puede estar desvinculada del trabajo del hombre. El Tamunangue o sones de negros constituye indudablemente una de las fiestas agrarias mas significativas del país. Esta celebración que conmemora originalmente la entrada de las lluvias y el canto a la fertilidad, se tornó en un ritmo religioso de carácter cristiano, en homenaje a “San Antonio de Padua” “El vencedor de los Moros” con el arma de la fé oficiante de el Tamunangue, según la tradición larense. En los pueblos de Lara se celebra el Tamunangue cada 13 de junio, día de San Antonio. El Tamunangue es la danza


Escuela de música Juan Pablo Ceballos Liscano en Quíbor

folklórica venezolana de mayor riqueza coreográfica. Se baila en diversos pueblos del estado Lara desde la época colonial y en ella se sintetizan influencias de las tres culturas que incidieron en nuestro mestizaje racial: la indígena americana – la blanca española – la negra africana. El Tamunangue es la viva expresión de lo que somos como pueblo, es la mezcla de nuestra raza hecha voz, baile, música, y tambor, los ancestros y la combinación maravillosa de las tres culturas, que identifican al estado Lara como una de las entidades que posee la manifestación mas completa no solo de Venezuela sino que hoy en día es la más importante de América Latina. Dentro de este panorama de la música y los músicos de Lara, es significativo mencionar el nombre de Don Pío Rafael Alvarado quien fue un genuino representante del golpe y el tamunangue. Nace en Curarigua Municipio Torres el 4 de Marzo de 1895, y muere en Barquisimeto el 24 de Agosto de 1983.

El Golpe y El Tamunangue deben su gran difusión a Don Pío Alvarado, uno de los compositores y cantantes populares mas importantes de la región larense, quien a través de su modesto sello disquero “Piora” logro grabar 16 LP con su propio conjunto típico. Para la época del compositor y cantante Pío Alvarado, ninguna otra persona había grabado 16 discos sobre música popular y folklórica larense como lo hizo él con sus famosos Golpes Larenses. Don Pío Rafael Alvarado, fue un destacado compositor de golpes y décimas, composiciones que tienen sus raices en los antiguos golpes folklóricos, que él oyó en los campos cercanos a Curarigua como el Uvedal y la Rinconada, motivos musicales que jugaron una profunda influencia en su creación. Podemos asegurar que quizás hay composiciones de Don Pío que aun no se han conocido lo cual debe servir para abundar en las investigaciones que en torno a este cantor popular deben realizarse, y para quien se le debe rendir un homenaje permanente.

Las expresiones y modalidades de la música larense Uno de los estados con mayor cantidad de expresiones y modalidades musicales es sin duda el Estado Lara, por cuanto en su historia musical los compositores se dedicaron a crear canciones, valses, y merengues con una característica muy especial: “Su línea melódica” única en el país por su belleza y su integración con el texto perfectamente descriptivo. Estas características se pueden apreciar en la canción, el vals y el merengue, este ultimo trabajado de forma instrumental por el maestro Rodrigo Riera (1923-1999) quien compone el único merengue para guitarra que existe en el país. Es notable la lista de los compositores que trabajaron la canción, el valse y el merengue con las propiedades y cualidades de una música propia de la región. Esta destacada lista de autores incluyen, además de su tratamiento melódico la inclusión de un texto poético que va estrechamente ligado con el ritmo melódico y entre melodía y poesía se crea un clímax artístico

lleno de belleza y paisaje que reflejan el talento y la creatividad de estos autores.

Escuela pianística larense Nuestra escuela pianística la podemos situar a mediados del siglo XIX con una de las figuras resaltantes de la música Larense, como el Dr. Simón Wohnsiedler, notable pianista, compositor, y un destacadísimo médico, actividades que desarrolló con gran profesionalismo, contándose entre una de sus destacadas discípulas la pianista barquisimetana Enma Silveira (1894-1932) artista notable por sus grandes dotes de pianista virtuosa y su pasión por la enseñanza. Enma Silveira perteneció a una de las familias barquisimetana más distinguidas y en su trayectoria musical se recuerda con profunda emoción su extraordinario concierto de piano realizado en el teatro Juárez el 28 de Octubre de 1914 como reseñan sus diferentes biógrafos. Otra barquisimetana digna de mencionar fue Berenice Álamo quien poseía también una impecable técnica, producto de

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La Orquesta Sinf贸nica del Estado Lara


sus estudios musicales realizados con Alfredo Paz Abreu y Federico Villena, esta fina pianista nació en Barquisimeto en 1865 y falleció en esta misma ciudad en 1917, fue muy estimada en su época por su dulce toque y su fino equilibrio pianístico. Nuestra ciudad tiene una bella historia en lo que al piano se refiere y por supuesto en la pedagogía del instrumento que ha tenido un desarrollo único en Venezuela por la alta calidad de sus representantes. La labor pedagógica y de difusión de la música larense se debe también a dos excelentes pianistas Josefina Rivero de Hurtado y María Pérez, quienes a lo largo de su vida profesional enseñaron en las escuelas y liceos de la ciudad, así como también difundieron la música pianística del Dr. Simón Wohnsiedler como mencionamos anteriormente uno de los más importantes representantes de esta escuela. Otro aspecto digno de mencionar fue la fundación en 1904 del Colegio Inmaculada Concepción de la congregación de las hermanas tarbesianas, la fundación de este colegio trajo

como consecuencia la creación de una cátedra de piano, la cual fue regentada por muchos años por la hermana Martha María quien formó en esa cátedra a distinguidas discípulas como Doralisa Jiménez de Medina quien formará a su vez una generación de destacados artistas que le han dado nombre y prestigio a nivel nacional e internacional a nuestra ciudad. Otro aspecto digno de mencionar en estas líneas fue la alta preparación pianística que recibió la hermana Martha María de uno de los mas grandes pianistas caraqueños de la época, nos referimos a Ramón Delgado Palacios (18671902) quien le enseño no solo el repertorio universal del piano sino sus propias composiciones sobre todo sus excelentes valses de conciertos los cuales son de una alta exigencia técnica e interpretativa. Es notoria la influencia que ha ejercido este maestro caraqueño en la escuela Pianística Larense, por cuanto la hermana Martha María formó además de Doralisa Jiménez de Medina en Barquisimeto, a Doña Josefa Bereciartu de Lara en Quíbor, quien fue a su vez la maestra de los destacados artistas quiboreños Juan Pablo y Adelmo

Ceballos, maestro de reconocido prestigio a nivel nacional. Otra destacada discípula fue Doña Rita Tamayo de Rodríguez López, hermana de Pío Tamayo, quien realizó en el Tocuyo una extraordinaria labor pedagógica fundando el kinder musical, uno de los primeros creados en el interior del país, donde salieron destacados músicos tocuyanos. De la generación de pianistas formados en Barquisimeto por Doralisa Jiménez de Medina se pueden mencionar los siguientes nombres: José Vicente Torres, el pianista larense mas laureado en el exterior, El Dr. René Rojas, el Prof. Omar Vásquez Sánchez y el Dr. José Antonio Abreu figuras que no necesitan presentación. La ultima etapa de esta Escuela la vamos a situar los años 40 al 50 donde aparecen talentos de gran valor, como por ejemplo Antonio Bujanda Octavio, formado en sus primeros pasos musicales en Barquisimeto, luego en el exterior, continuándolos en Caracas con Harriet Serr, demostrando sus dotes artísticos en Venezuela y el exterior, con notable críticas. Otros dos nombres dignos de mencionar son los de Olga López Medina y Freddy Hammond Figueroa jóvenes artistas

El Maestro Franco Medina acompañado al piano por la Señorita Petrica Saldivia en el año de 1940

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del teclado que han llevado dignamente La Escuela Pianística Larense a sitiales de honor dentro del panorama pianístico Latinoamericano.

La escuela violinística larense

Franco Medina en Italia. Esta foto ilustró un escrito de Francisco Jiménez Arráiz en “El Cojo Ilustrado” No. 203

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Así como en el piano tenemos unos dignos representantes tenemos que mencionar en este trabajo la importancia que para los larenses tiene la escuela violinística, tanto en lo popular como en lo Académico. Su importancia radica en el repertorio, que a lo largo de muchos años se ha compuesto en ambos géneros. En cuanto al violín popular esta escuela comienza aproximadamente a mediados y finales del siglo XIX con los primeros violinistas populares que existieron en El Tocuyo, Quíbor, Carora, Duaca y Barquisimeto, y que luego en los comienzos del siglo XX se consolidará en el Municipio Jiménez, especialmente en Quíbor y Tintorero con Don Sixto Sarmiento que además de artesano de las cobijas fue también un fino violinista y compositor popular, quien consolidó esta tradición

preparando una generación de discípulos que han seguido sus aleccionadores consejos en el arte de tocar el violín popular. Marcial Perozo y Pastor Jiménez, son entre otros los dignos representantes de esta Escuela del violín popular larense la cual va a tener una gran vigencia en todos los Municipios del Estado, porque hoy conseguimos jóvenes talentos que se dedican con pasión al estudio y la interpretación del violín popular. Pero el arte violinístico en lo que respecta a lo académico lo tenemos que situar en pleno Romanticismo en las figuras de los hermanos José Antonio y José Eligio Torrealba, Don Saturnino Rodríguez, Don José Ángel Rodríguez López, y el mas notable de todos por su virtuosismo y talento creador fue Franco Medina (1874-1960) sin duda, el mas significativo virtuoso larense no solo en Venezuela sino también en el exterior, por cuanto vivió en la ciudad de Milán – Italia, donde trabajo como profesor de violín en su propia academia Nicolo Paganini, en esa ciudad Italiana publicó un importantísimo método para violín, que todavía tiene plena vigencia. Además


de gran virtuoso el maestro Franco Medina fue un brillante compositor y dentro de su catálogo se puede mencionar un concierto para violín y orquesta una obertura para gran orquesta, y una cantata para coro y orquesta. Entre la larga lista de alumnos que formara el maestro Medina, podemos mencionar los nombres de Rafael Miguel López, Ana Mercedes Asuaje de Rugeles, Ada Elena Alvarado de Sauce, Blanca Estrella de Mescoli, Américo Asuaje, Nelly Figueroa de Hammond, Petrica Saldivia, Gemma Mujica, Simón Alvarado, Ana Emilia Oropeza de Liscano, Rafael Maria Ponte, Simón Calderón y muchos más que son el trabajo pedagógico de una de las figuras de mayor importancia en la cultura musical larense.

Los instrumentistas, los compositores y su música Además de todo lo expuesto la labor destacaremos que han tenido los compositores larenses creando obras que podríamos llamarlas excepcionales en su estilo, por cuanto la línea melódica de estas composiciones son muy distintas a las del

resto del país. Hay una estrecha relación entre la melodía y el texto poético, creando un clímax de gran belleza expresiva. Esto lo podemos notar en las canciones del maestro Rafael Miguel López (1910-2002) donde la policromía del crepúsculo barquisimetano siempre esta presente en esta música. De igual manera debemos mencionar a otro destacado maestro, se trata del quiboreño Juan Pablo Ceballos (19011988) quien a través de su fino talento creador nos ha brindado paginas de gran expresividad y emotividad que llenaron toda una época en la historia de la música larense. Dentro de esta historia debemos mencionar la figura del maestro Antonio Carrillo (18921962) considerado para la época como el mejor mandolinista de América Latina por su exquisita ejecución y expresividad, las composiciones del maestro Carrillo pertenecen a lo que podríamos llamar “La época de Oro” de la música instrumental por cuanto su conjunto de cuerdas, tenía un sonido muy característico, combinando los solos de la mandolina con los bloques homofónicos de los demás instrumentos. Antonio Carrillo fue un símbolo de la

“Capital Musical de Venezuela”. Así como el maestro Carrillo fue conocido como gran compositor, debemos mencionar a una larga lista de nombres que con sus composiciones le han dado al Estado Lara ese sitial que hoy ocupa, ellos son: José Ángel Rodríguez López destacado violinista y compositor Tocuyano, quien realizó también una destacada labor pedagógica; también de la ciudad del Tocuyo fue el maestro Napoleón Lucena y su hermano Juan Bautista Lucena, mejor conocido como Juanchito Lucena, estos dos destacados compositores mantuvieron viva la presencia de la famosa Orquesta Mavare de Barquisimeto por muchos años, agrupación musical que también fue un símbolo para la ciudad.

Músicos de la Orquesta Sinfónica de Lara

Los nombres no se detienen y la ciudad sigue inspirando a los autores, y este es el caso de Juan Ramón Barrios (1914-1980) quien a través de sus “ Noches Larenses” describe el paisaje sonoro de su ciudad natal. De la tradición musical quiboreña es significativo mencionar el nombre del maestro Adelmo Ceballos (1908-1994) pianista,

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Luis Enrique Silva Ceballos.Músico y docente Barquisimetano de larga y sostenida trayectoria en la música larense y del país. Profesor del Conservatorio de Música “Vicente Emilio Sojo” en Barquisimeto. Formado por los músicos más destacados de Venezuela, entre ellos el maestro Antonio Estévez entre otros. Promotor de eventos musicales de gran trascendencia en la región; como el Concurso Internacional de Guitarra Alirio Diaz, el Festival de Guitarra Rodrigo Riera, el Festival de Música Popular Instrumental Larense Juan Pablo Ceballos y el Festival Coral Regional Vinicio Adames en Barquisimeto. Ha trabajado en casi todas las instituciones oficiales dedicadas al fomento de la cultura como el INCIBA, CONAC, y Fundacultura. Ha publicado La vida y obra de Don Pío Alvarado (1995). Productor desde hace más de quince años de programas dedicados a la difusión y el conocimiento de la música y los músicos en el mundo.

compositor y destacado director coral, quien realizó una destacada labor dentro de la pedagogía musical de su ciudad natal. Otros dos nombres están estrechamente vinculados a la música de la ciudad por el 1900, ellos son Virgilio Valera y Juvenal Romero quienes con sus respectivos conjuntos marcaron el sonido musical de Barquisimeto de comienzos del siglo XX. De esta generación debemos mencionar a Elías Rivero, compositor, saxofonista y arreglista, quien con su famoso cuarteto difundió la música de los compositores de todo el Estado Lara. Concluiremos este breve panorama de la música larense con los nombres Universales de Alirio Díaz y Rodrigo Riera (19231999) dos grandes guitarristas que no solo le han dado nombre y prestigio al estado Lara sino al país, a través de su labor concertística y pedagógica, y en el caso del maestro Riera sus composiciones para la guitarra se ejecutan en toda Europa, como referencia podemos señalar las ediciones que han realizado en la ciudad de Londres, el destacado guitarrista y pedagogo John Duarte quien se ha expresado

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en diferentes trabajos sobre la calidad y el notable desarrollo guitarrístico de las obras del maestro Rodrigo Riera. Los nombres universales de Alirio Díaz y Rodrigo Riera cierran este paisaje de oro los músicos de Lara.


A lomo (prensao) por la gastronomía larense Juan Alonso Molina Morales

Si dispusiéramos de cuantas mesas necesitasen los platos, preparaciones e ingredientes más representativos de la cocina larense actual para posarse ante la vista de los curiosos, ¿qué impresión tendríamos? Desde luego, aclaremos antes qué cosas no podrían faltar allí. Comenzando por lo más conocido, veríamos seguramente diversas preparaciones hechas con las carnes y vísceras de cabritos y chivos. Muy cerca estarían los platos elaborados con la carne del ovejo, nombre con que los larenses calificamos indistintamente al cordero y al carnero, es decir ejemplares jóvenes o no del ganado lanar. De ambos animales y especialmente de la carne de bovinos, habría piezas a las brasas, como quiera que una de las vocaciones principales que ha tenido nuestra entidad federal a lo largo de su historia ha sido la actividad agrícola y pecuaria, lo cual ha traído consigo una marcada influencia de sencillas formas de cocción propias del ámbito rural como el asado y un reconocimiento nacional de las excelencias de su carne de res. No olvidemos tampoco la

especial condición de la madera del cují y la úbeda como leña, ambos árboles muy abundantes en el semiárido larense. A nuestro calumniado y, sin embargo, generoso cochino se le habría tenido que asignar un puesto destacado y no tan sólo porque de su corte más magro se produce finalmente una de las preparaciones más características y de mayor valor gastronómico de la cocina larense, cual es el lomo prensado. Además, está el hecho de que por lo menos tres sitios de nuestra geografía hayan devenido en verdaderos santuarios del consumo porcino, a saber, las cercanías de Sarare, por la vía a Acarigua; Tamaca, por la vía a Duaca; y Carora, centro especialmente relevante por la riqueza del aprovechamiento culinario que sus habitantes hacen de las distintas partes constituyentes del rechoncho animal, una elaborada charcutería. Asimismo, no faltarían en aquella mesa algunos platos de carnes de cacería como las de lapas, iguanas y venados, los cuales, con más frecuencia de la que es recomendable

para su supervivencia como especie, suelen servirse en más de un restaurante de la región, obtenidos en sus rincones más agrestes. Aunque limitado su consumo a una ocasión al año, no debería excluirse chigüires y babas, indispensables en la mayoría de los fogones hogareños durante la Semana Santa. El conejo, el pollo y la gallina, también acudirían aunque no podamos reconocer de éstos una preparación especialmente característica de nuestra entidad, más allá del casi extinto guiso de conejo sanareño, las gallinas rellenas caroreñas o el popular pollo en brasas que ha difundido desde Barquisimeto, la conocida cadena Pollo Sabroso. Otra ave muy importante sería el pavo, que además de su protagonismo decembrino cuenta entre nosotros con una excelente sopa elaborada con sus suculentos muslos. Pescados habría, cómo no. Y no tan sólo por su consumo en Semana Santa, cuando la gente se vuelca a las calles a adquirir sus piezas de pescado salado, fundamentalmente los bagres y dorados traídos de los caños llaneros y las rayas y agujas de origen marino, así como el

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Jóvenes vendedoras del Mercado Terepaima, Av. Venezuela

bacalao para las familias de origen europeo más pudientes. En realidad, por lo que respecta al resto del año, específicamente pescado de río, por fuerza se consume hoy mucho menos de lo que pudo ser hace cincuenta años, ya que muchísima menos agua corre por los lechos de estos maltratados cursos fluviales y los peces la necesitan más que nadie; no obstante, allí deberían estar las guabinas fritas que se han hecho famosas en Arenales durante los últimos años así como las cachamas y tilapias cuyo cultivo la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado ha contribuido a convertir en rentable ocupación para no pocos larenses y que ya son habituales en los mostradores de numerosas pescaderías. De mar, igualmente deberían figurar algunos hoy por hoy merluzas, curvinas, carites, róbalos, tajalíes, agujas, dorados y meros, amén de las consabidas sardinas  porque sobre todo sus principales ciudades no están a más de 2 o 3 horas de distancia de la costa y hoy día esto es nada para la velocidad del transporte automotor y las bondades de la refrigeración comercial. Las preparaciones serían las mismas que en otras partes del país,

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todas ellas de marcada influencia europea suroccidental, ya sean cazuelas, paellas o frituras. No podría pedírsenos originalidad en el tratamiento de tales pescados, o mariscos o moluscos, porque ellos recién se han venido aclimatando en nuestras mesas hace unas pocas décadas, de la mano de inmigrantes europeos que son aún sus principales consumidores aunque para el resto no dejen de tener un aura de distinción que bien saben explotar los camareros de tascas y marisquerías. La arepa de harina de maíz blanco precocida reinaría como guarnición, seguida muy de cerca por el arroz blanco. Como una nota evocadora de tiempos idos, aunque no del todo extintos, figurarían arepas de maíz pilado. Se echarían de menos si acaso faltaran unas arepas de chicharrón que, es obvio, no suelen consumirse propiamente como guarnición. Un poco más allá encontraríamos a la yuca, sobre todo cocida pero también frita, indispensable acompañamiento de las carnes a la brasa, particularmente la de res. Y no desentonarían las papas, fritas


Un domingo en “La Picatierra” de Agustín Iglesias

o como puré, que se han vuelto guarniciones indispensables para hamburguesas, ciertos sandwiches y pescados. Del mismo modo, el plátano, frito ya maduro en forma de tajada o más bien verde como tostón.

zanahoria y, eventualmente, remolacha, servida con mayonesa y perejil o cilantro, picadito) y ralladas (de repollo blanco y zanahoria, servida también con mayonesa), no podrían dejar de ocupar un espacio importante.

Puesto que hay una panadería regional de vieja raigambre hispánica con características propias, aquí se darían cita panes de Tunja, roscas y acemas tocuyanas, cepelines, panes de horno, catalinas, gofios, acemas yayenses, panezos y canelitas, no en balde la mayoría oriundos del tiempo en que el territorio larense fue productor de trigo de reconocida calidad.

En materia de leguminosas, a las que somos tan aficionados los larenses, habría recetas de mucho valor, hoy con bien ganada fama más allá de los límites del Estado Lara, como es el caso de la “mantequilla” de caraota que crearan en Las Palmitas de Carora los recordados Adelis Sisirucá y doña Mercedes, su esposa.

Las hortalizas no serían muchas ni variadas, seguramente debido a que en la región su presencia constante en los estantes de abastos y supermercados es muy reciente, y por tanto su consumo restringido a ciertos sectores de clase media vinculados a culturas alimentarias foráneas, bien sea por parentesco o experiencia personal como viajeros. Sin embargo, las reiterativas ensaladas mixtas (de lechuga, tomate y cebolla blanca, a veces con aguacate), cocidas (de papa,

Las frutas provendrían de dos fuentes: los estantes de la oferta comercial  en que casi todo es lo mismo que se ofrece en el resto del país  y los frutales de la zona cuya cosecha se recolecta en temporada, la gran mayoría de la cual no es objeto de venta alguna, no obstante ser muy apreciados estos frutos por la población local. De la oferta comercial, son de especial significación aquellos cultivados en territorio del estado y que han conseguido un especial reconocimiento por su calidad, como es el caso de

los melones de Siquisique, las piñas de Bobare y las uvas de mesa de El Tocuyo. Aunque su presencia en los abastos es poca, sin embargo deberían hacerse presentes mamones y ciruelas de huesito, como quiera que desde hace por lo menos una década puntualmente son ofrecidos año tras año en las intersecciones de las principales avenidas de nuestras urbes regionales. Aquellos obtenidos por vía de la recolección espontánea en los solares de las casas de familia o en los campos, estarían encabezados por el semeruco, no en balde el árbol emblema de la entidad larense. Otros importantes serían los datos, lefarias, brevas, buches, suspires, cotoprices o cotoperices y frutas mayas, entre otros propios del semiárido, así como guayamures, nuezas, chirimoyas, caimitos, membrillos, duraznos, fresas y moras, provenientes del piedemonte andino y demás zonas altas y húmedas. Naturalmente, destacarían quesos y demás derivados lácteos de vacas y cabras, en los que ha sido siempre muy rica la gastronomía regional. Allí se disputarían el espacio

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Pat`e Grillo

quesos de tapara  de leche de vaca únicamente, pues los originales de cabra prácticamente desaparecieron de mercados, queseras y puestos ambulantes , quesos de crineja, cuajadas, quesos frescos de cincho, queso toncha, quesos tipo provolone y quesos blancos rellenos de jamón o aliñados con vegetales, entre los de origen vacuno; y quesos de cincho duros, cuajadas, quesos tipo canario y ahumados, entre los de origen caprino. Además, estarían otros derivados lácteos como las mantequillas criollas envueltas en hojas de maíz secas, las cremas de leche, las cuajadas ácidas, los sueros cremosos, el suero de tapara y el suero tradicional ligero, de beber, por el lado vacuno; y los sueros de leche de cabra, solos o aliñados con vegetales, por el correspondiente lado caprino. Y en punto a los ajiceros, en los que es tan prolífica la cocina venezolana, tendríamos una representación muy particular en la figura de los ajiceros de suero de tapara, sobre todo si son acompañados de nuestro nunca bien ponderado bicuye, uno más de los subproductos alimenticios de la generosa planta del cocuy.

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Sobre las hierbas y especias de adobo, el muestrario sería amplio puesto que el larense es generoso en su uso, particularmente de los clavos de olor  que le dan, en conjunción con sabias dosis de papelón, una nota distintiva a su cocina de sal, cuando en el resto del país se usa casi exclusivamente en la confección de dulces , del orégano, del comino, del onoto y del cilantro de monte o cilantrón. Como una nota especial, figuraría el llamado “mojo” de semilla de auyama, propiamente una especie de adobo, elaborado a partir de semillas de auyama secas, tostadas y molidas, mezcladas con sal y algunas otras especias, el cual se usa para aliñar arepas y pericos. Entre las llamadas especias dulces, reinarían, amén de los clavos, el anís, la canela, la vainilla actualmente sustituida por la mediocre vainillina y, en menor medida, la guayabita. Una esencia antiguamente extraída de forma artesanal en las casas de familia, que a pesar de tener que importarse hoy día, aún se mantiene en uso de forma indispensable en algunas recetas regionales, es el agua de azahar que por tanto tampoco podría faltar.

En cuanto a aquellas preparaciones que hemos dado en llamar la “comida rápida tradicional”, conseguiríamos en lugar destacado nuestra empanada de pabellón, invención barquisimetana hoy extendida a muchos rincones del país; a cuyo lado, naturalmente, hallaríamos las infaltables arepas rellenas, pasteles y cachapas, con un espacio muy especial para la conocida entre nosotros como empanada “chilena”, en realidad una versión tan particular que casi no acusa ningún parentesco ni organoléptico ni de forma con las legítimas pero, no obstante, popularísima en amplios sectores de nuestra población. Si pensáramos en los aportes de cocinas nacionales extranjeras arraigadas en la memoria gustativa del larense, no podríamos dejar por fuera a los platos más conocidos de la cocina árabe, particularmente libanesa y siria; de la cocina italiana, especialmente sus pastas, salsas y pizzas; de la cocina española, sobre todo sus paellas de mariscos; de la cocina china, sus consabidos arroces, carnes salteadas con vegetales y lumpias; y de la cocina

colombiana, sus descomunales bandejas paisas, sobrebarrigas y papas chorreadas. Pero como todo lo que se come exige de una cierta humedad para la que no se bastan los medios de la cavidad bucal, aquí habrían de considerarse desde los refrescos carbonatados como Astor, Grapette y Marbel, hasta el inestimable cocuy de penca artesanal, pasando por las bebidas pasteurizadas de Prolaca, el jugo de caña con limón y la chicha callejera, así como la tocuyanísima resbaladera de arroz o el muy barquisimetano coctel “coloraíto” que dieron no poca nombradía a ciertas casas de familia. Así, pues, tendríamos una mesa servida verdaderamente vasta y heterogénea, sobre la que habría que reflexionar detenidamente, primero que todo para determinar lo que de específicamente larense tiene, es decir, aquello que expresa una forma particular y característica de la cultura alimentaria venezolana. Aquello que en otras partes de la nación o no se conoce, o se prepara o consume de manera distinta, o que para el larense tiene


un significado especial, una importancia mayúscula. Entonces tendríamos que hacer una selección puesto que, como salta a la vista, una parte significativa de lo expuesto así en esta mesa imaginaria corresponde más bien a los aportes y desarrollos que en el plano alimentario ha traído consigo en Venezuela el proceso de urbanización, con su consecuente homogeneización de la oferta pública de productos, preparaciones y costumbres alimentarias, sobre todo en sus grandes ciudades. Al lector atento, no se le habrá escapado que hemos preferido obviar la mención siquiera de las trasnacionales del “fast food”, pero no se debe a que desconozcamos la importancia creciente que para la dieta de la clase media y para su cada vez más deteriorada salud tiene sino al hecho inobjetable de que no aporta ninguna nota distintiva a la cultura alimentaria regional. De plano, lo particular larense quedaría restringido: a) el consumo de los productos autóctonos, de raigambre indígena, y sus múltiples

formas de aprovechamiento documentadas y aún conservadas; b) a los platos y preparaciones producto del mestizaje de origen colonial; c) a los aportes de cocinas nacionales extranjeras definitivamente incorporados a la experiencia gustativa regional durante el período republicano; y, d) a los usos particulares que el ingenio popular o la industria locales han propiciado respecto de ciertas materias primas o procesos de transformación alimentarios.

Hervido de Chivo

La autoctonía culinaria Como tal, debemos entonces considerar la cultura alimentaria propia de los aborígenes de la región, conocedores de procedimientos como el asado, el horneado, la cocción húmeda, la salazón y el secado al sol, apertrechados de budares, tazones y chirguas de barro, y trabajados utensilios de madera, hueso y piedra pulida, aprovisionados de miel de abejas para endulzar y de onoto, ajíes picantes, cilantrón y orégano orejón, entre otros aliños con los cuales realzaban los sabores

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Para la olleta... el Gallo


propios de la original despensa americana. Entre los que pudieran ser los más antiguos aportes gastronómicos larenses encontraríamos platos como las conservas de buche, en que se aprovecha el interior de un cacto pequeño de forma redonda  conocido en el oriente del país como pichigüey o pijigüey al que se desprende la corteza espinosa y se somete a una decocción a la que se le cambia el agua hasta que da el punto de textura y sabor que permita almibararlo para ofrecerlo bien como dulce de cuchara, blando, o como conserva propiamente dicha, duro. Desde luego, es obvio que en tiempos prehispánicos debió endulzarse con miel de abejas. Por supuesto, también tendríamos que contar a la multiforme y multisápida transformación del maíz, antes y ahora el cereal americano por excelencia, que a la llegada de los primeros europeos a nuestras tierras plenara los fértiles valles del Turbio y del Tocuyo. Mazamorras, chichas, jojotos asados, cachapas, hallaquitas y arepas debieron desde tiempos inmemoriales ocupar los camazos, totumas

y bateas del cotidiano yantar aborigen. De este origen es igualmente la antaño enorme variedad hoy confinada al sector rural del consumo de leguminosas, capitaneado por la caraota negra, y su consumo en conjunción con la no menos variada familia de las legumbres de hoja autóctonas, que no en vano dio lugar a la denominación común de “piras” para aquellas sopas o guisos en que ambas se realzan, particularmente por el sabor aportado por piras acederas, berros, verdolagas, cilantrón y bleo. Sin embargo, el que pudiera ser el uso más ingenioso y, al mismo tiempo, el más elaborado de la ancestral praxis culinaria indígena regional es, sin duda, el aprovechamiento del agave cocui, la planta más generosa de todo el semiárido, cuyos subproductos alimentarios son tres, a saber: sus flores en capullo, cocidas y conservadas encurtidas; el palmito de la base del maguey que surge en su centro al alcanzar la madurez, también cocido, consumido como verdura; y, finalmente el

Cocina de Hacienda

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más importante, la base  o “cabeza” de la que surgen las pencas curvilíneas que la caracterizan y aún estas mismas, todas las cuales se hornean bajo tierra, en un característico sistema de cocción americano, para forzar la reducción de sus azúcares y favorecer con ello la posterior fermentación propicia a la embriaguez, pero también a la formación posterior de un medio ácido favorable a su uso como conservante natural. Pero como al Estado Lara también lo conforma el húmedo piedemonte andino, no podríamos cerrar estas referencias autóctonas sin recordar el antiguo consumo de la nueza que ya reportara en sus memorias Galeotto Cey, en las montañas aledañas a El Tocuyo, a mediados del siglo XVI. La nueza cocida, la arepa, el atol y las fragantes conservas de nueza, se erigen así en sobrevivencias gastronómicas en las que resuena el espíritu preterido. El gusto por ciertas carnes de cacería como las de iguanas, báquiros, venados y lapas, por poner tan sólo tres ejemplos hoy día vigentes, así como de

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pescados como los “corronchos” o “chupapiedras”, que dieran lugar a tan recordados sancochos a orillas del río Tocuyo, sería asimismo una herencia ancestral de inestimables efectos sobre la cultura alimentaria del presente.

El mestizaje forzoso Indudablemente, los siglos de dominación colonial hispánica son el crisol en que se gestan las bases del régimen alimentario actual. En lo esencial, significó la incorporación de los productos de la despensa europea, fundamentalmente mediterránea, y la aceptación pero también el abandono o marginamiento de muchos alimentos habituales en la dieta indígena. Algunos de los productos incorporados de origen europeo, lo fueron porque lograron aclimatarse en el trópico  como el ganado, la caña de azúcar, la cebolla, el ajo, o el trigo en las tierras altas de Lara y otros porque el español insistió en traerlos de Europa u otras tierras de origen  casos del vino, las especias o el aceite de oliva. Conforme avanzó el tiempo, los productos europeos que vinieron a constituir la parte más

significativa del nuevo régimen alimentario regional surgido a empellones del proceso de colonización, fueron las reses, cerdos, ovejos, chivos y gallinas, por un lado, y el trigo, la caña de azúcar, y las especias, por el otro. Sin platos como el lomo prensado, el mute, la “pat´e grillo” y los hervidos, o subproductos como las longanizas, las “pimpinetas”, las asaduras, los quesos, natas, mantequillas y sueros, es simplemente inimaginable el régimen alimentario larense. Pero tampoco podría comprenderse la extensión, riqueza y calidad de nuestra tradición amasandera sobre cuyo ejercicio tantas y tantas familias han erigido su bienestar, sin hacer mención a la antigüedad y éxito inmediato que tuvo en la época colonial el cultivo del trigo y la caña de azúcar en las tierras altas y en los valles mejor irrigados de nuestra entidad federal. Traten de pensar, no digamos tan sólo en la cocina larense sino en Lara mismo, sin acemas tocuyanas, panes de tunja, canelitas, “cepelines” y catalinas, y se darán cuenta de lo que afirmo. De allí también data entre nosotros la práctica de las


frituras, el uso de hornos de barro  que hizo posible la aparición del pan de horno y los gofios, panes originalmente elaborados no a partir de trigo sino de maíz fermentado , los utensilios de metal y de vidrio, la introducción del complejo arte de la charcutería que tan extraordinarias expresiones conserva entre nuestros cocineros y la particular sazón que permitió el conocimiento del orégano, la pimienta, el clavo de olor y el comino, para la comida de sal, y del mismo clavo de olor, la canela y el anís, para las preparaciones dulces. Hubo asimismo productos que aunque de origen americano se introdujeron como parte de la actividad colonizadora, de los cuales nos interesa destacar el caso del cacao, que en tiempos coloniales se convirtió en una de las actividades económicas principales de la región, popularizándose desde entonces el consumo del chocolate. Lo mismo podría decirse de la vainilla, la guayabita o la papa. Tal vez como consecuencia del comercio justamente del cacao, entre la entonces Capitanía

General de Venezuela con el puerto de Veracruz, perteneciente al México virreinal, a finales del período colonial debió empezar a aplicarse al antiguo guarapo fuerte de cocuy, el proceso de destilación que derivó en la elaboración del cada vez más estimado aguardiente de cocuy artesanal.

Guanabuena (Postre con base de guanábana y Suero Silva, creación de Juan Alonso Molina M.)

Pero no diríamos lo más importante, si dejáramos de mencionar el aporte que desde el punto de vista gastronómico verdaderamente cambió de forma y fondo la cultura alimentaria preexistente, cual es la concepción misma y el conjunto de hábitos relativos al comer que impusieron los españoles. Ya no se comió más acurrucado o sentado en el suelo, alrededor del fuego, se empezaron a sentar para comer, todavía no en un comedor, probablemente en la sala o en la propia cocina, que empezó a existir como un espacio diferenciado en las nuevas casas que sustituían a los antiguos bohíos. Diferenciación que se extendió a las labores culinarias, donde sirvientes o esclavos se especializaron en sus secretos como una forma de obtener alguna estima que compensara

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su sometimiento. Se introdujeron prescripciones religiosas que afectaban la dieta cotidiana, revalorizando, por ejemplo, el consumo de carnes de cacería como la del chigüire durante la Cuaresma y que otorgaron valor místico a alimentos como el pan y el vino, en detrimento del valor que en la cosmovisión indígena tenía otros como la chicha fuerte. Los horarios del comer se hicieron más rígidos, correspondiendo a la mayor especialización de las labores.

Los otros, lo nuestro Una vez que, como nos lo señala el maestro José Rafael Lovera, el régimen alimentario venezolano se consolida a mediados del siglo XIX, la huella que sobre la gastronomía regional han venido dejando los inmigrantes hay que buscarla en el siglo siguiente. En efecto, es a mediados de éste cuando la magnitud demográfica y la influencia que sobre la economía habían logrado ciertas colonias extranjeras, las hace proclives a expresarse bajo la forma de restaurantes, pequeñas luncherías o kioscos callejeros donde empiezan a expender comidas típicas de

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sus lugares de origen, así como a establecer puestos de venta en mercados públicos u otras zonas comerciales para la oferta de productos importados de valor étnico. Obviamente, este es un proceso propio del ámbito urbano, no solamente porque allí se concentran los inmigrantes en búsqueda de mejores condiciones de vida, sino también porque en el ámbito rural las costumbres alimentarias de familias extranjeras quedan reducidas a sus mesas domésticas, limitadas por tanto para repercutir sobre el cuerpo social. Probablemente, las primeras influencias notorias hayan sido entonces las de árabes, principalmente sirios y libaneses, italianos, portugueses y españoles, sobre todo canarios. Posteriormente, tomarían cuerpo las de chinos, actualmente tan vigorosas que recientemente han dado lugar a un pequeño mercado ambulante de especialidades chinas importadas ubicado en la calle 31 entre carreras 21 y 22, en pleno corazón del antiguo sector barquisimetano de El Manteco. Así, para los habitantes de las ciudades y pueblos mayores

del Estado Lara, la sazón y los platos más importantes de la cocina árabe son una experiencia común, con la que se resuelven muchos almuerzos cotidianos y celebraciones ocasionales, amén de ser practicadas cada vez más por nuestras amas de casa, independientemente de no contar con parentesco familiar alguno en los países del oriente medio. Tal vez, por esta vía se explique la sazón imprescindible del agua de azahar en preparaciones tan representativas de la cocina larense como la resbaladera de arroz o el propio pan de azahar que tan magistralmente elabora aún en Carora doña “Chayo” Barrios. De italianos, portugueses y españoles, es poco lo que se pueda decir distinto de lo ocurrido en otras partes del país, es decir, su importancia en la generalización del consumo de pastas y sus salsas, ciertas hortalizas y legumbres, los variados tipos de panes salados y las arepas rellenas. Sin embargo, aquí habría que destacar la decisiva participación de los canarios en la conversión del Estado Lara en uno de

los principales productores hortícolas del país, con las obvias consecuencias sobre la disponibilidad local de tales productos y su consumo. Por otra parte, hoy día se registra una importancia creciente de su labor en materia de producción de quesos de cabra de unos tipos distintos a los tradicionales en la región aunque también de muy buena calidad (verbigracia aquellos de molde redondo, de pasta suave, frescos o ahumados, elaborados en las inmediaciones de El Tocuyo). Por lo pronto, todavía es prematuro para hallar en nuestra mesa pública platos en que pueda evidenciarse una simbiosis de influencias culturales alimentarias entre estas cocinas extranjeras y la regional, pero no es descartable que ello esté produciéndose en los fogones domésticos.

Ser en la gastronomía Una invención relativamente reciente puede darnos idea del particularismo gastronómico larense. Nos referimos a una hoy día ampliamente difundida en casi toda la geografía nacional


pero que tiene lugar y fecha de nacimiento debidamente testimoniados. No es otra que la empanada de pabellón que creara el ingenio de los esposos Oscar y Teresa Castellano allá en su rinconcito de la carrera 17 con calle 27, en Barquisimeto, por el año 1979. En efecto, sus virtudes dicen mucho del sentido popular del placer gastronómico. Por una parte, mantuvo la suficiencia nutricional del pabellón pero al reunir sus componentes dentro del recinto cerrado que constituye la empanada, obligó a la simbiosis de sus sabores y fragancias, y, como si esto fuera poco, otorgó a este prolijo emblema de la cocina venezolana un formato de comida rápida que lo actualizó, ampliando las posibilidades de su consumo. Puede afirmarse que hasta la aparición de la empanada de pabellón, almorzar con empanadas era poco menos que un mal necesario, casi vergonzoso. Desde entonces, a la oferta comercial del mediodía se sumó en muchos lugares por derecho propio, convirtiéndose, de hecho, en la empanada por excelencia del almuerzo de quienes por falta de tiempo o dinero ponen justificadamente en ella sus esperanzas de

satisfacción del hambre, capacidad que delata el mayor tamaño con que siempre se elabora. La reciedumbre calórica y proteínica de esta versión regional de la empanada no es en modo alguno una excepción. Del mismo temple son la ya famosa “tostada caroreña”  en esencia, una reunión de arepas rellenas de jamón, queso, vegetales y salsa rosada, rebozadas, servidas con caraotas refritas y cochino frito  y la antigua costumbre doméstica de las “migas”. Es decir, la afición por reunir en un mismo plato, partiendo de trozos de arepa recién hecha, suero y queso rallado, algunos otros ingredientes de ocasión como pueden ser trozos de aguacate, alguna carne preparada, caraotas refritas y aderezo picante, el cual suele preferirse como desayuno, obviamente por estómagos entrenados que no escasean entre los coterráneos. Hasta la misma panadería artesanal es prueba concluyente de esta intuición. Una gran cantidad de nuestros panes tradicionales  como catalinas, cepelines, roscas y acemas 

incluye en su elaboración leche, huevos, quesos y mantequillas, lo cual aunado a la antigua práctica popular de aprovechar la capacidad leudante de la propia harina, es decir, de prescindir de levaduras industriales, produce esos panes característicamente pesados, de miga suave pero densa al mismo tiempo, capaces de sostener a cualquiera por medio día con el sólo complemento de un café. Otra particularidad tiene que ver con los fundamentos de la sazón larense. Aún admitiendo que ésta asume, como en cualquier otra región, variados matices dependiendo de cada familia o servicio alimentario, es posible reconocer algunos rasgos suficientemente generalizados como para identificarla. En primer lugar, no es Lara territorio en que reinen, como en el centro del país, el uso de la pimienta negra, las salsas inglesa o tabasco. Para empezar, estas tan sólo se encuentran en uso, y ciertamente restringido, por parte de familias de clase media y sobre todo media-alta, así como en restaurantes de cierta categoría o dentro de éstos tan sólo para ciertos platos, en las ciudades

más grandes. Además, la pimienta se usa casi exclusivamente molida y mayormente formando parte de adobos preparados, con lo cual no consigue transmitir sus cualidades a los condumios en que se utiliza. Mucho más recurridos y característicos de numerosas recetas, vienen a ser el orégano, el comino y el onoto actualmente éste en retroceso frente a la facilidad de uso del polvo colorante “Carmencita”, amén del uso frecuente, ya comentado, del clavo de olor y del papelón en platos de sal. Si a esto agregásemos la tríada de cebolla, ajo y pimentón, así como perejil y cilantro, para las zonas urbanas, y cebollín y cilantro de monte para las zonas rurales, tendríamos definidos los ingredientes en que descansa nuestra sazón; como pueden ver de contundente sabor. Desde el punto de vista procedimental, los elementos más característicos son las largas cocciones y el predominio y variedad de sofritos como factor saborizante. En definitiva, el larense promedio es poseedor de un paladar aficionado a los sabores y aromas definidos e intensos, especiados y herbales, y de un sistema

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Juan Alonso Molina Morales. Historiador formado en la Universidad de Los Andes, Mérida, Venezuela. Especialista en conservación documental. Investigador en el campo de la historia de la alimentación regional, particularmente del Estado Lara. Sus crónicas gastronómicas han aparecido en los diarios El Impulso, El Informador y Diario de Tribunales (Barquisimeto) y El Nacional (Caracas), así como en la revista Exceso y Cocina y Vino. Organizó durante los años 1998 y 1999 los Festivales de Panadería Artesanal Larense, en Sanare (Edo. Lara). Fue propietario y Chef Ejecutivo del Restaurante La Sartén de Palo, en la sede del Colegio de Abogados del Estado Lara, donde desarrolló una propuesta de recreación de la cocina tradicional larense. Productor artesanal de cocuy e instructor de cocina, actualmente se desempeña como profesor de la cátedra de Historia de la Gastronomía y Coordinador del Espacio Académico Ciencia y Cultura de la Alimentación en la Universidad Nacional Experimental del Yaracuy (UNEY) en San Felipe, (Edo. Yaracuy).

digestivo habituado al consumo de preparaciones de alto valor proteínico y calórico, aunque en general ellas provengan de una cocina que no puede ser considerada precisamente barroca. Por lo contrario, el examen de sus técnicas y procedimientos, así como del número de ingredientes que entran en cada receta, revela más bien sencillez y, en todo caso, una utilización muy sabia de éstos, de modo que podríamos al respecto afirmar que aquí la sencillez no condujo a la austeridad sino a una especie de sobria brillantez de los recursos a la mano. Cocina franca, sin artificios, tal vez humilde pero sabrosa. Cocina que sustenta en la seguridad de los rotundos sabores que conoce, su aspiración al pleno disfrute del paladar.

La mesa que vendrá Si en el plano alimentario las últimas décadas, por lo menos en las zonas urbanas, han sido básicamente el período de entronizamiento de la oferta del fast-food transnacional, también debe reconocerse que fue tan sólo en estos últimos años  concretamente en la década de

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1980  que un cocinero popular larense logró alcanzar por vez primera renombre nacional, convirtiéndose su restaurante en un verdadero centro de peregrinación gastronómica. Nos referimos al finado don Adelis Sisirucá quien, en compañía de su esposa, doña Mercedes, hiciera de Las Palmitas, en la salida de Carora hacia Maracaibo, a un costado de la temida carretera Lara-Zulia, una referencia gastronómica de primer orden. La merecida fama de don Adelis señala entonces un punto de inflexión en que la oferta alimentaria larense pareciera haber comenzado a reaccionar frente a la generalización del consumo de los consabidos perros calientes, hamburguesas y pizzas. A partir de allí puede notarse un incremento sustancial en el número de restaurantes dedicados al cultivo de la cocina tradicional larense, particularmente aquella identificada con la gastronomía propia del semiárido. Asimismo, cada vez es más solicitada nuestra cocina tradicional como protagonista de eventos gastronómicos dentro y fuera del Estado. Platos como la

“mantequilla” de caraota han sido recreados por cocineros tan ilustres como Helena Ibarra y asimismo el conocido Centro de Estudios Gastronómicos (CEGA), que dirige en Caracas el maestro José Rafael Lovera, suele incluir corrientemente en sus menús versiones del lomo prensado y del mute de chivo, entre otros cuya realización forma parte de la preparación de sus futuros chefs. Pero para que esta nombradía pueda sostenerse sobre bases sólidas y sobreviva en el tiempo, hemos de hacer todavía un esfuerzo mayor, cual es el de romper definitivamente con el sentimiento de vergüenza que todavía embarga a muchos cuando piensan en la posibilidad de ofrecer en ocasiones de significación y sobre todo frente a extraños, una muestra de nuestra cocina tradicional, particularmente empresarios turísticos y autoridades gubernamentales. Si logramos efectivamente volver del todo la mirada a las potencialidades culinarias de nuestro entorno geográfico, si le damos al cultivo y comercialización de especies autóctonas de comprobado valor gastronómico el impulso

que necesita, si nos hacemos capaces de estudiar con detalle y sin complejos las técnicas y procedimientos propios de la cocina tradicional y si orientamos la enseñanza de la cocina, hoy en boga, hacia la recuperación, perfeccionamiento y recreación del recetario tradicional, es completamente seguro que Lara ya no sólo será, al decir del maestro Lovera, la región en que habría que buscar los orígenes de la gastronomía venezolana, sino también aquella en que habría que venir a paladear una de las cocinas más gustosas, estructuradas y diversas del país.


Anotaciones para imaginar una ciudad Julio Bolívar

I Todos lo sabemos, la cultura es un conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grados de desarrollo artísticos, científicos, industriales, en una época y en un grupo social. También son las manifestaciones de la vida tradicional de un pueblo. La imagen o representación que tiene el hombre de sí mismo. Hasta aquí lo sabido. Lara, desde siempre ha sido un espacio de riqueza cultural y espiritual. Nuestro modo de vida y costumbres ha mantenido un vínculo apegado a los hábitos de la tierra que propician en la región una particular vocación por los ritos que desde hace mucho tiempo ha establecido el hombre con ciclos asociados a la vida de campo y su íntima y vital relación con la naturaleza. Podemos decir que Lara es una región con vocación campesina. Esto hace que esta parte de la zona centro occidental, haya desarrollado unos hábitos culturales que se han mantenido en el fondo del imaginario colectivo, cierta homogeneidad

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“El Segundo Frente” en Quíbor

en su vida colectiva; acudo a la interrogante que se hace el historiador francés Jean-Pierre Rioux “¿Por qué hay tantos golpes de memoria y tanta rememoración en nuestras inquietas sociedades?” (La memoria colectiva, en Para una Historia Cultural, Taurus, México, 1998.) Tal vez, porque es nostalgia y también inquietud, por eso escribimos y reescribimos detalles de nuestros pueblos, única manera de existir en medio de la saturación de símbolos e imágenes culturales que no sólo son parte del fenómeno de transculturización, sino que si no tenemos unas raíces profundas, sostenidas precisamente en la práctica de recordar, pueden diluirse en el mercado uniforme de la globalización. “Le corresponde al historiador de lo cultural confirmar la fábula, pero sin hacer trampa”, se responde el mismo Rioux. Manifestaciones tradicionales que pudiéramos llamar, una manera de estar en un lugar y de ser, de hacer; esto se pudiera llamar una cultura, la que hace que pertenezca a un país y que sea distinta, en definitiva eso es lo que algunos han nombrado cultura larense, que viaja entre

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dos polos que se integran, el campo y la ciudad, muchas veces en conflicto y otras en armonía. Travesías que vienen de zonas agrícolas y ganaderas y recorren zonas que desconocemos, nos cruzamos con múltiples actores, imaginamos cómo viven “los otros” en los otros espacios urbanos. Unos hábitos para comer, para cantar, para llorar a nuestros muertos, para soñar, y para tallar la madera y modelar el barro, un cielo con sus colores encendidos en las mañanas y en las tardes, y sus resolanas, un sonido que nos hace únicos, y una manera de hablarnos, hacen de nosotros un paisaje particular en el espacio de la cultura nacional. Así como el resto del país hace de su pequeña historia regional un universo, su diferencia y su similitud en valores y símbolos que nos hacen nación, que siempre serán más trascendentes, particularmente, por lo que afirma el ensayista larense Freddy Castillo Castellanos “lo universal en la historia de una comarca es la eternidad de signos que en ella subyace, no en sus linderos o en sus cifras económicas”. Un despliegue por la región en las últimas cuatro décadas puede

dejar un panorama completo de lo que ha significado el desarrollo de la cultura y de las posibilidades que tiene en su devenir como industria y mundo simbólico de una gente en sus comunidades. Ahora bien, ¿cómo es el espíritu de una región que el azar ha colocado en el corazón de un país, por la situación geográfica de cruce de caminos en la que está, de entradas y salidas por todas partes? ¿De dónde viene ese espíritu, si lo pudiéramos llamar así, o mejor qué emoción nos transmite en sus maneras suaves y cordiales, ásperas y desconfiadas que es la forma de comunicarse del larense, que lo hacen distinto al resto del país? Ese especial trato oscilante entre lo acrimonioso y a la vez de confianza y afecto con el otro.


Parte del “universo” de José Sigala... su habitación de la Hacienda Santa Rita

II “El nombre no es una cosa postiza y artificial, sino que tiene que ver con el ser del objeto y con su destino” Arturo Uslar Pietri. Las Nubes

Barquisimeto es una ciudad plana. Algunos la ven como una meseta, entre una quebrada y un río. Dicen los más viejos, que siempre ha tenido una calle que sube y otra que baja: la veinte y la diecinueve. Antes las llamaron la calle del Comercio y la calle Libertador. Su parque emblemático fue, desde su hechura, El Parque Ayacucho, hoy en un costado de la ciudad y es probable que también de la referencia de una gran parte de los que la habitan, único en su diseño, el cual puede perfectamente ser modelo de espacio público. ¿Qué pasó con las retretas de la Orquesta Mavare, que oíamos en las tardes de los domingos en el redondel de la estatua del Mariscal Sucre? Habían otras plazas con los mismos nombres de ahora; San Francisco, Lara, San Juan, La Mora. En ellas se vive el espíritu sencillo de los pueblos, como diría la periodista Violeta Villar

Liste, en un trabajo periodístico a propósito del cumpleaños del medio impreso laico más viejo del país: El Impulso. El crecimiento ha llevado a la ciudad hacia las afueras y lo que puede todavía llamarse la vieja ciudad ha sido transformada en una ciudad olvidada de casas más o menos importantes en el desarrollo urbano, pero perdidas en la poligonal urbana. Ciudad de, tal vez, más de un millón de habitantes de familias ligadas al suelo larense. Los cañicultores aún pelean por un valle que recuerdan con menos casas, gente que se reconoce en su labor, reunida en torno a una parroquia y a una sola feligresía: La Divina Pastora. Imaginario de la fe y la dominación de la comunidad indígena de los gayones asociada a un milagro que diezmaba a la población de la ciudad inicial de 1856. En el nacimiento de la llamada era democrática, y en todo su transcurso hasta finales del siglo, la ciudad de Barquisimeto comenzó un proceso de crecimiento y transformación realmente importante. Emergió otra ciudad. Sobre ella y a

los costados. Surgieron las alteridades y las diferencias y la ciudad se fragmentó y el recorrido por ella produjo cambios en la percepción haciéndola inabarcable, se abren nuevas polis, o micrópolis como afirma el antropólogo N. García Canclini, refiriéndose a estos crecimientos urbanos. Se trata ahora de entender a la ciudad desde un fenómeno de expansión formado por migraciones que vienen de diversos lugares de la misma región, exigiendo un trato diferenciador, lo que nos lleva a la necesidad y las urgencias interpretativas de la microhistoria. La lectura de lo que el chocante gentilicio llama la barquisimetanidad, exige un acogimiento distinto e incluyente para el que arriba a la ciudad.

III Una libre interpretación de la espiritualidad ayuda a explicar el pegamento emocional y cultural que genera cada 14 de enero la procesión de la Divina Pastora, rebaño de convivencia que nos hace iguales ante la pastora coronada, almas descarriadas unidas para siempre. O, mejor, el olor a cocuy que invade a la

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ciudad el 13 de Junio en honor a San Antonio, y el consenso que generan los Cardenales de Lara, en su larga historia de estar a punto de ser campeones, hasta que por fin llegó en 1991 y luego en dos ocasiones más, suficiente hazaña para sentir de nuevo la pasión por el béisbol y comenzar a recordar las viejas glorias del pasado y a los viejos clubes como el Japón y el América, entre otros. Todos estos macrodiscursos de la cultura parecen unirnos a una manera de ser de este lugar, pero la pregunta que nos hacemos es, ¿cómo la perciben los habitantes de esta gran ciudad que viajan de un lado a otro durante el día cuando ahora tiene más calles que suben y más calles que bajan? Todo el mundo se conoce, dicen, o decimos los que vivimos en esta tierra; es probable que eso haya sido posible en el Barquisimeto de 1776, en la ciudad de 22.604 habitantes, en el que la región Barquisimeto tenía poco más de 77 mil seres, datos que arroja la investigación de Reinaldo Rojas en su libro sobre la Historia Social de la región de Barquisimeto en el tiempo colonial 1530-1810. También ayuda a fortalecer este

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aserto que esa sociedad estaba organizada entre españoles y mestizos, blancos criollos, negros, mulatos y esclavos, así todo el mundo se conocía porque estaban contados por la estructura colonial. O la ciudad diezmada de 1812, después del terremoto. De un tiempo a esta parte, esa frase no deja de ser un dicho y más que una realidad, es un deseo, el deseo de seguir siendo un pueblo pequeño. Nos recuerda Salvador Garmendia, observador privilegiado de nuestros hábitos “no hay barquisimetano que no sueñe con una granja cerca de Barquisimeto, vivir cerca de los animales y plantas, es una cosa que les encanta” (Edición Barquisimeto en 100 Años. El Impulso 23 de enero de 2000).

públicos como operativos de emergencia, o la presencia matutina de vecinos que ven en su plaza local un espacio de solaz y presencia de las fechas patrias; este desplazamiento ha quedado para los mayores, ahora es ir a un centro comercial o a los grandes mall, repletos de una oferta planetaria. La ciudad funda sus nuevas estéticas en, primer lugar, las miradas melancólicas del pasado a través de las casas que dan albergue a nuevas funciones como las casas de la cultura o museos y las iglesias, y por otro ángulo, creciente, las miradas de la modernidad en la oferta comercial y multicultural de los grandes y seguros conglomerados comerciales.

En una ciudad contemporánea como Barquisimeto, con todos los medios tecnológicos a su alcance, es muy probable que casi nadie se conozca, o sus relaciones están sostenidas en los lazos de familias que aún religiosamente se visitan los domingos y en vínculos de trabajo. Ir al centro de la ciudad ya no es verse en la plaza Bolívar, a pesar de los fenómenos puntuales del uso de los espacios

Una relación incompleta y fragmentaria de la expansión de esta ciudad desparramada, se puede describir así, más o menos: se inauguraron urbanizaciones como la Antonio José de Sucre, José Gil Fortoul, Patarata, Bararida, la Urb. El Obelisco, la urbanización Terepaima; se inauguró el hotel Príncipe, el Mercado Terepaima, La Estación, el Hotel Hilton, el parque Bararida,

IV

el mirador de El Manzano, la Zona Industrial I, se remodela la Avenida 20, se inaugura la Biblioteca Central Pío Tamayo, la Catedral de Barquisimeto, se construyó la sede actual del Palacio Municipal, que fue Premio Nacional de Arquitectura, el cementerio nuevo, se creó el Museo de Barquisimeto en lo que fue el antiguo hospital de La Caridad, Sidetur, la vía Quíbor – Cubiro; Santa Rosa, que ahora es la frontera con Cabudare, ciudad dormitorio, urbanizaciones a granel que exigen una lectura, una explicación y una estrategia de recepción para los que la habitan y llegan de otros lugares. Se creó el liceo Mario Briceño Iragorry, la Escuela Normal Miguel José Sanz, el liceo Eliodoro Pineda, la Casa del Periodista, la Universidad Centro Occidental, hoy Lisandro Alvarado, se creó del Politécnico, el colegio San Vicente de Paúl, el liceo Rafael Villavicencio, el Estadium de Barquisimeto, COMDIBAR, Fudeco, la Plaza Bolívar de Río Claro, la capilla La Sagrada Familia. En lo ecológico se siembran catorce mil árboles en la reforestación del Río Tocuyo,


se está recuperando El Bosque Macuto, que se deforesta y se reforesta en un ciclo permanente del recuerdo y del olvido como un primer lugar de solaz de los barquisimetanos. Se compra la empresa eléctrica ENELBAR, se abrió también la sede de lo que hoy es la UPEL. Se inició el tránsito del ferrocarril desde Barquisimeto hasta Puerto Cabello, se anunció el tramo Barquisimeto-Carora, el gobierno central apoyó el inicio de la industrialización de Barquisimeto, la avenida Rómulo Gallegos, el Terminal de Pasajeros, se comenzó la obra del embalse Yacambú, el polideportivo Máximo Viloria, el INCE. Además, esta ciudad tuvo el honor de ser visitada en diversas épocas por poetas como el del Canto General, Pablo Neruda, además del poeta español León Felipe y otro poeta chileno: Pablo de Rokha. Tenemos la experiencia más exitosa en materia de cooperativas como es Cecosesola; Premios Nacionales de literatura, arquitectura, artes plásticas y matemáticas.

Institutos y universidades privadas: Fermín Toro, Yacambú, Tecnológico Andrés Eloy Blanco; sedes de núcleos de la USB, UCV, UNICA, el Instituto Antonio José de Sucre, entre otros. Más de 60 años de la radio en Lara simboliza una de las vocaciones características del larense como es la de hablar y crear medios de comunicación y estar informado; Radio Barquisimeto es su estandarte, observándose un gran desarrollo de este medio en más de 26 emisoras, además de tres canales de televisión regional, y tres medios impresos. Esto y más posee Barquisimeto, pero sin aspaviento.

José Requena en su taller

V Las fiestas rituales, testimonios tangibles de la fe, son unas de las manifestaciones más notables de la cultura popular y en ellas se hallan presentes los aportes de los grupos indígenas, europeos y africanos que forman el núcleo original de nuestra nacionalidad. Los Zaragoza de Sanare se celebra el 28 de diciembre, se pagan las promesas de los Santos Inocentes. Una sociedad religiosa organiza el evento de ese día, que

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Bailarines de la Plaza Bolívar de Barquisimeto

consiste en una larga procesión en honor a un lienzo de autor anónimo con la escena de la degollina de los niños mártires que narra la historia sagrada. Se ofrenda por las curaciones a los niños, luego salen a danzar en grupos con atuendos femeninos disparatados y multicolores, y máscaras elaboradas por los artesanos locales. El 12 de Junio empieza la celebración del santo de la salud, de los objetos perdidos y de la búsqueda y el encuentro con la pareja deseada. Estamos en medio del solsticio y en medio del velorio con cantos y ocurrencias estimulados por el cocuy. Un espíritu elevado se prepara para sacar al santo y recorrer un espacio de peticiones y bailes. En El Tocuyo, Curarigua, Sanare, Cabudare y Barquisimeto, San Antonio de Padua irradia su magia y su poder benéfico hasta las tierras venteadas de Falcón y las anegadas llanuras de Maturín. Invocado por mujeres y el deseo de fertilidad, el tamunange se convierte en el hilo del sonido que teje en los antiguos sones de negro la celebración del santo de las mujeres. Velorios de santo y novenarios preceden el día del

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negro de Padua más tentado del mundo. Las diversas cofradías desatan su entusiasmo y su despliegue de fuegos artificiales para anunciar el inicio de la procesión marcada por los sones sin fin del tamunange. La misa en Lara cambia ese día luminoso, todos los San Antonio particulares son colocados frente al altar mayor y la música que reina es la del cuatro y de las campanas y la pólvora. Una batalla de garrote inicia el recorrido, el pueblo asume la conducción de la misa, la bella sigue a la batalla, la perrendenga, el poco a poco, el galerón y el seis figuriao corrío cierra el tamunange y se repite el ciclo en el altar escogido para pedir y pagar las promesas ayudados por el espíritu del cocuy, alzando la fe al cielo anaranjado de Lara.

VI Hombre de la contemporaneidad, José Sigala dejó un testimonio de su tiempo y del imaginario de un país como documento insoslayable. La obra de este fotógrafo larense recoge uno de los más auténticos ángulos de visión de la Venezuela en los últimos cincuenta años. Su

ojo inagotable puede ser un verdadero reportaje del desarrollo de un país, sus prácticas de trabajo y los hábitos urbanos sin abandonar sus raíces profundas, que en su caso están en Lara, más precisamente en Curarigua, y aún más en las tierras de aguas abajo en las haciendas de caña de su padre Don Alirio Sigala y en los rincones de la panadería que habitó su madre doña Rosa Venegas, en la carrera 21 con 29. Rumor de la infancia que no se puede olvidar, imagen amorosa de la lenta construcción de una ciudad. Sigala estuvo ligado siempre en su trayectoria vital, a todo lo que significara cambio y tradición, fue un reportero de lo que era, o es, símbolo de las ciudades, en su lente se contuvo el aliento de imágenes inolvidables: era, como decía el artista plástico Claudio Perna, un inventor visual, luchaba constantemente por crear su propia escenografía de un mundo que siempre quiso idealizar y registrar en sus imágenes. Vinculado a la tradición venezolana de la fotografía, que podemos decir se inicia con Luis Felipe Toro ”Torito” y Domingo Lucca hasta Luis

Brito, y Alexander Apóstol, fotógrafos comprometidos con el país, Sigala estimula los retratos del pasado en la desaparecida Galería Fototeca que inauguró con María Teresa Boulton a mitad de los años 70. A pesar de ser un hombre de las artes, Sigala prefería mostrar el trabajo que se hacía en los medios impresos. Sigala registró para la historia gráfica del país, desde la vida social hasta los rituales urbanos, las faenas de su universo en las haciendas, los oficios para las diversiones colectivas como los toros y el circo, la vida íntima de los seres y sus espacios; en sus retratos Alirio José Sigala dejó la huella de una sensibilidad y una geografía de seres, niños, adolescentes, artistas, madres y padres, ancianos, modelos, gerentes, escritores, políticos, animadores, artesanos, actores, cantantes, toreros, jugadores de pelota, personalidades públicas y personas de la vida cotidiana, ciudades, casas y espacios en destrucción, en fin, el mundo de un fresco que es Venezuela, todo con la luz especial de su mirada. Con él podemos, también ver al país que está en su pasado y en su presente, esperando por nosotros para ver si lo comprendemos,


esa fue la lección Sigala; la de comprender la emoción, sentida por los ojos inagotables que nos miraron.

VII Dice Alfredo Boulton que Rafael Monasterios, está vivo entre nosotros “Porque nos ha relatado de dónde procedemos y con ello el referirnos de que si somos como somos es porque venimos de donde venimos y a ese pasado al que le debemos ser lo que somos” (Monasterios. Alfredo Boulton. Macanao Ediciones, Caracas, 1988). Parece un juego de palabras, cuando Boulton nos habla de un pintor como el maestro larense, se refiere de alguna manera, a que la obra del pintor, o del artista, siempre será lo que hoy llaman una representación del pasado, de los mitos fundadores, de las sagas interminables y de sus episodios constitutivos, una “memoria larga” para usar la idea del historiador Francoise Zonambend (La memoria colectiva, en Para una Historia Cultural, Taurus, México, 1998).

Edgar Sánchez y su obra

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Cerámica de Miguel Angel Peraza

Tardío en su formación académica, Monasterios logró, es posible que por su madurez personal y su particular sensibilidad, dejar en la pintura venezolana y en especial la larense una pasión por el paisaje. Es verdad que el arte siempre mira su entorno, y esto convierte el tema del paisaje en un centro que no sólo recrea sino que el paisaje simboliza también una emoción atada a la búsqueda de la raíz ontológica del ser que somos. En ese paisaje habitamos, ese paisaje somos también y en esa permanente recuperación estamos. Monasterios pinta los detalles más íntimos del paisaje: nuestras pobres calles de pueblos, de casa, serranías, patios abandonados, capillas, anchos campos llenos de luz, “lugares todos estos donde él halló la mejor razón de su vivir”, insiste Boulton en su texto, al describir el valor de la obra pictórica de Monasterios. Y lo hizo con talento. ¿Qué es entonces el paisaje?, ¿la recreación realista del entorno, topografías, construcciones, fondos y relieves, fauna y flora?, ¿es el simple cuadro que expresa una geografía, un pueblo o una ciudad, o se trata de algo más profundo e invisible que

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no podemos ver, sino sentir?, ¿parte de una fina sensibilidad que compartimos por ser de un lugar, una luz, unos aromas y la sequedad de un día que reconocemos al simple vuelo o sonido que nos es familiar? Todos estos elementos han servido al paisaje para expresar la belleza, la conmoción en nuestra memoria. En Monasterios podemos encontrar en sus paisajes estos elementos emocionales de la cultura, el espíritu de nuestra tierra. Insiste Don Alfredo Boulton que Monasterios es “un pintor que canta pintando”. Le tocó además representar en sus cuadros un período de transición y transformaciones de pueblos a ciudades, en los años 40. Sin embargo es posible hallar en sus pinturas un acto de contemplación sutil y algo ingenua, intuitiva, sin mayor esfuerzo en sus magníficas composiciones de color. Por eso crea lo que llaman una escuela. El motivo era central en su obra, dándole valor, a partir de la sencillez expresiva del pintor barquisimetano. Simple y directa era su pintura, diáfana y mesurada, aquí palpita la semilla de lo que después se llamó La

Escuela paisajística de Lara; descubrir el paisaje que emerge lentamente en la observación, hecho con pinceladas a veces imperceptibles, conectado, quizás, a lo que luego se denominará el postimpresionismo y la gestualidad. Su tradición continúa en otros pintores larenses, otorgándole certificado de origen a la pintura hecha en Lara y a su propia obra. Es posible que la insistente presencia del paisajismo en Lara esté vinculado a una visión romántica de la vida lenta y observadora del larense, en particular a la luz y el color, muchas veces sin importar las escenas de lo que sucede en el entorno, sino el paisaje mismo en su esplendor y su belleza. Es probable que la visión que tenemos del paisaje encaje sus bases en la función ideológica del positivismo europeo, que tiene en Lara a sus mejores representantes (L. Alvarado, José Gil Fortoul) y en particular en el testimonio dibujado por los exploradores de América: Humboldt y todos los naturalistas alemanes y franceses que viajaron por estas tierras y dejaron en sus dibujos y pinturas

el testimonio de la naturaleza que vieron. Inquietud científica y existencial, en la búsqueda de explicación del mundo natural, en ello se recrearon, en sus paisajes y estribaciones. Los grabados de Parboni basados en los bosquejos del naturalista alemán, las pinturas de F. Séller y otras visiones del paisaje venezolano y americano inspirados en los bosquejos de Humboldt y su imagen del mundo. Aquí pudieran estar las bases del paisaje que heredamos y de la ruptura con la pintura del renacimiento y la pintura religiosa, que tuvo, como afirma el investigador Willy Aranguren “su prestancia y sitio privilegiado” en el Pintor del Tocuyo. (Revista Bigott Nº 46. Lara, El Arco Secreto). Un breve paseo nos dará la demostración de la continuidad del hábito de pintar la naturaleza en Lara. Herederos de lo que se llamó La Escuela de Lara, algunos íntimamente conectados a la de Caracas, representadas en Pablo Benavides, Manuel Cabré y Humberto González. Este poderoso grupo de pintores está encabezado, sin duda por José Requena, que es, tal vez, el más notable alumno de


Paisaje de Armando Villalón

Monasterios. Su amor por el dibujo como soporte estructural de su obra, impone un rasgo particular como afirma el crítico W. Aranguren, en su “propuesta colorística objetiva donde la estructura cromática de los objetos juega un papel predominante”. (J. Requena, ¡maestro!, Catálogo, 1996. Ediciones del Museo de Barquisimeto y el CONAC). Requena, asume también la enseñanza como un norte que hereda de sus maestros, Marcos Castillo y Monasterios. Fortaleciendo la tradición del paisaje en Venezuela, junto con Trino Orozco y el valenciano Braulio Salazar, Requena forma parte de lo que podemos llamar un largo período de artistas que tenían una particular sensibilidad por el paisaje, la naturaleza venezolana vista en todo su despliegue y variado mundo de luz y color. En esta tradición que tendrá sus posteriores desarrollos individuales encontramos a Ramón Díaz Lugo, Arístides Arenas, uno de los fundadores más originales de esta escuela; Che María Jiménez, Esteban Castillo en sus inicios, César Lobo, Alirio Bracamonte,

Roseliano García, Alirio Infante, Ramón Lizardi, Antonio Scorches, Armando Villalón, Antonio Montes de Oca, Miguel Ángel Granados, María Elena Rojas, Ángel Hurtado, Edgar Sánchez y Leonardo Figueroa. De este grupo de artistas encontraremos visiones renovadas y múltiples del paisaje larense; desde el paisaje de pueblos y lugares de la ciudad, calles y valles, la ciudad como fantasmagoría en el caso de Edgar Sánchez y sus paisajes frágiles y conmovedores en su tono nostálgico y existencialista, o “estéticas clásicas que buscan la perennidad de lo bello” en el caso de Ángel Hurtado (Marta de la Vega. La obsesión del paisaje. Catálogo del Museo de Barquisimeto, 1995). Los elementos de nuestra tierra semidesértica vistos en su luz y disolución hasta reflejar una mirada íntima del entorno en sus detalles y en su silencio como la obra luminosa y metafísica de Leonardo Figueroa.

VIII El espacio urbano y humano siempre ha sido literatura y a su vez la literatura es sin duda un “hecho urbano”, es decir una ciudad y dentro de ella el hombre para imaginarla. Esto nos conduce a una permanente producción de imaginarios poéticos y novelados que nos exige, no solamente pensarla como materia física sino como una “estructura eminentemente cultural y por lo tanto de diversísimas miradas” (Fernando Cruz Kronfly, Las Ciudades literarias, en Pensar la Ciudad, compilado por Fabio Giraldo/ Fernando Viviescas, TM Editores. 1998), por ejemplo la mirada literaria, desde La Ilíada que nos legó a una ciudad sitiada y a unos dioses jugando con el destino de sus habitantes, o a un Quijote dando vueltas sobre sí mismo sin lograr salir nunca del lugar imaginario de La Mancha, para fundar la modernidad en la novela con todo su poder transformador, o al indescifrable texto de Borges: Tlön, uqbar, orbis tertius, en la cual se diseñaba la utopía de una civilización desconocida que existía en las páginas de una enciclopedia como el tercer

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planeta, o como cita Guillermo Sucre, en el imaginario y utópico planeta Tlön “hay poemas famosos compuestos de una sola enorme palabra”. O como en “Las Bucólicas”, el paisaje ensoñado de Virgilio, o la Lisboa de Fernando Pessoa que en sus últimos tres días de vida es visitado por sus heterónimos en su lecho final para describir sus viajes por la geografía portuguesa, hasta llegar a medianoche como fantasmas, para contarles sus diversas composiciones e incluso recetas de cocina, imaginado en el libro del italiano Antonio Tabucchi. (Los tres últimos días de Fernando Pessoa, Alianza, Barcelona,España).

Obra de Esteban Castillo

“Enamorado del silencio al poeta no le queda más recurso que hablar”. Esta frase de O. Paz puede ser un punto de partida desde donde nace la imaginación del entorno como morada que guarda en su interior a la imagen cotidiana que aparece y desaparece como la ciudad. Nuestra ciudad ha sido cantada por sus escritores constantemente, en verdad todas las ciudades son temas de la poesía y de la escritura. Este mismo texto lo corrobora.

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En el fondo de toda escritura lo que hay es deseo, el deseo de una ciudad imaginada, soñada, como “un secreto obvio” dice el poeta barquisimetano Antonio Urdaneta (El Milagro de Pablera, UCV, 1988). Ciudad de todos en la que debemos saber que los, mares que sueñan/ viajes y ausencias se retratan en los ojos y la melancolía/ y nadie sabe por qué. Es probable que el poeta en su íntima canción crea que todos la cantan igual, pero siempre es distinta. Más allá de ese conjunto urbano de casas y edificios, está la interioridad síquica y sus múltiples relaciones, que en Barquisimeto se dan caminándola y hacen de ella una ciudad, como afirma sin tacha Manuel Caballero, “la ciudad menos misteriosa del mundo, con sus calles tiradas a cordel, sus casas sin aleros que protejan del (mucho) sol y de la (escasa) lluvia” (Texto sobre el libro de Rafael Cordero “Tiempo muerto de nostalgia” 1997 Ediciones de la UCLA). Así la imagen del poeta Urdaneta que en la primera lectura parece hermética, se puede iluminar en la medida que es secreto, pero que todos lo sabemos, en esta ciudad plana y extendida, tal como cita el mismo Caballero hablando


Músicos de la ciudad

de la ciudad que recorren los personajes de S. Garmendia: “si pusiéramos una bola de plomo en el extremo de una de estas calles, allí se quedaría para siempre, eso dice con aburrimiento un personaje de la novela de Salvador Garmendia, El Capitán Kid.” En fin, se trata de una ciudad que, por sus cambios constantes, es la literatura la que puede transfigurar para mantenerla en la memoria, ligada a los lugares por donde estuvimos un día, objetos que nos acompañaron, casas que están en una fotografía. En el caso de R. Cordero, la ciudad es un viaje, una planicie para el desplazamiento de la vida de un muchacho que sólo camina y describe la ciudad como un jardín en donde depositar el aprendizaje del bello viaje y como evocación de los lugares perdidos “Día por día me acompañaba la impresión de tropezarme con las instancias reales de Cabudare: Plazas y cielos aldeanos, calle Real, Puente Bolívar con su Ceiba conexa, quebradas pedriscosas de los alrededores… imágenes corpóreas que poblaban el mundo a partir de los relatos de mi tía” (Na’Guará de Rafael Cordero, Ediciones de la UNY, 2002). El transeúnte que vaga por la ciudad es un producto histórico

de las reglas urbanas, por eso decimos que sin la ciudad no es posible pensar un transeúnte que mientras la discurre, la imagina, y la recrea, le abre nuevas posibilidades de registro en la memoria. La imagen de una ciudad siempre parecerá un caleidoscopio. “Ameno valle y tierra llana/ fértil y pobladísima ribera”, la llamó Juan de Castellanos. “¡Virgen desamparada!/ ¡Reina de occidente!”, Paradoja de Abigail Lozano en 1872; “Tendida en la planicie, como una/ muelle alfombra de ubérrimos verdores”, la describió Rafael Garcés Álamo en 1914. “Viejas calles largas de la tierra mía/ Con su eterno manto de melancolía/ Cuando nace el alba, cuando nace el día” sintió las calles barquisimetanas Antonio Arráiz, y Otto Cornett en 1944 escribió: “La tarde guinda una lenta/ agonía de coral:/ sempiterno vesperal de la ciudad somnolienta…Barquisimeto de antaño/ campesino y colonial”; hasta el poeta caroreño Alí Lameda en un largo poema en verso libre, queda tendido en la nostalgia de la ciudad que llamó “pequeña patria …aquí estoy gimiendo junto al río/ que bordea

tu exacta/ planicie anochecida/ y frente al incendiado vestíbulo que vibra/ con su magnificencia dolorosa/ la luz de tu abismático crepúsculo infinito”. Hasta Rosario Anzola y Álvaro Montero, en el caso de Rosario lamenta la presencia del cemento y pide un abrazo para poder encontrar la ciudad que ya no ve: “¡Qué dolor de grises y cemento!/los disfraces decapitan adioses/no te vayas/ quédate a contemplar esta ciudad ajena/En un abrazo podríamos encontrar la nuestra”; en cambio A. Montero usa con destreza el recurso de la historia: “Todo comenzó cuando el cólera/ Era la época de las grandes procesiones/ los muertos amontonados en los zaguanes/ esperando su turno para caminar sobre el río/ los muertos correteando unos con otros hasta romper la formación de las aguas…/ Macario un loco de aquellos entonces/ nos marcó para siempre…/ A Totonó lo sorprendió Juan de Carvajal/ lanzó los dados/ y el destino lo ensartó por un ojo/ En Nueva Segovia de Barquisimeto/ hicieron una feria/ y Guaicaipuro no pudo levantar/ la gran pira”. (Los poetas y la ciudad, Yeo Cruz, Ediciones Guachirongo, Barquisimeto, 2003). Y como si adivinara que las ciudades

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Julio C. Bolívar, Profesor de Literatura UPEL y Estudios de Maestría en Literatura Latinoamericana Contemporánea USB. Consultor en Comunicación e imagen corporativa formado en Corpa. Caracas. Escritor y colaborador en diarios y revistas del país. Gerente Cultural. Director Ejecutivo de la Fundación Museo de Barquisimeto (1997-2001). Miembro activo de las fundaciones Nuevo Sur, Aurín y La Otra Banda. Editor. Dirige la Colección de poesía El hacha de Seda de Maltiempo Editores de la Fundación Aurín. Ha publicado Literatura y censura en los libros para niños y Jóvenes (Ensayo). Fondo Editorial del Caribe Catálogo (Poesía), Fondo editorial Río Cenizo. Aparece en la Antología de poesía Larense Imaginar la distancia , compilada por Yeo Cruz, editado por la Asociación de Escritores del Edo. Lara; y en el libro Desarrollo Cultural y Gestión en Centros Históricos (Varios autores) editado por FLACSO en Quito, Ecuador. encierran más de una metáfora Tito Núñez Silva escribe que “Nunca una ciudad es una ciudad/ dos ciudades/ dos ciudades es una ciudad/ la ciudad se divide en dos”. Para luego describir el mundo de sensaciones y dualidades que tiene una ciudad como puede ser Barquisimeto en su sencilla vida de gran ciudad, obra de arte colectiva, de encuentros y desencuentros.

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Valores, asociatividad y organización social de la población en Lara Nelson Freitez

Introducción En todo el país existe la apreciación de que la población larense cuenta con grados significativos de organización social y que ha gestado y desarrollado proyectos importantes para enfrentar problemas y necesidades colectivas. Se valora la disposición con la que sectores diversos de nuestra sociedad llegan a acuerdos y se organizan en procura de superar carencias y lograr aspiraciones. Esta propensión a construir organizaciones sociales se fue construyendo a lo largo de la historia contemporánea de la entidad, en la medida en que sus principales actores gestionaron la intervención del Estado a través de políticas e inversiones nacionales y fueron generando respuestas económicas y sociales, a partir de sus dinámicas productivas, sus tradiciones y sus experiencias acumuladas. En diversos campos del quehacer social y productivo se evidencia la presencia organizada de la gente que vive en la entidad promoviendo e implementando empresas, cooperativas, agrupaciones civiles,

gremios, tanto en la ciudad como en el campo, llevando a cabo alternativas novedosas, y algunas de gran efectividad, para resolver sus requerimientos de vida más sentidos. Tales alternativas han surgido en distintos momentos del siglo XX, sobre todo a partir de los años 60, en campos tan diferentes como la producción agrícola y la distribución de alimentos, la salud, la educación, la construcción de viviendas, la producción y distribución de artesanías, la defensa y preservación ambiental, la organización de grupos musicales. Lo resaltante de lo que se ha gestado en Lara es no solamente la cantidad de experiencias con logros valiosos, sino el carácter de relativa autonomía de una gran parte de las mismas con respecto a las acciones, inversiones y decisiones del Estado y las características de las organizaciones que se constituyen, las cuales son propiciadoras de mayor participación ciudadana y comunitaria. Existen factores históricos, económicos, sociales y políticos, que han posibilitado el surgimiento

de tales iniciativas, cuya identificación puede ser útil para apreciar algunas de las posibles particularidades presentes en las características de nuestra población. No se trata de encontrar una especie de “esencia” larense que explicaría unas determinadas actitudes y comportamientos de la población, tal como si viniesen inscritas en un código genético, sino de reflexionar acerca de las posibles influencias que hemos recibido y que hemos gestado a lo largo de un tiempo histórico. En tal sentido, debe señalarse que los rasgos socioculturales de la población de Lara no son únicos en Venezuela, seguramente algunos de los mismos se encuentren no sólo en otras poblaciones del país sino incluso en otros países de Latinoamérica y del Caribe. Además, es claro que los grupos sociales que la conforman no son social y culturalmente homogéneos y que no existen “larenses puros” como si fuesen gestados en una burbuja, sin influencias de los valores, las actitudes, las representaciones sociales de poblaciones provenientes de otras zonas del país y de otros países. Sin embargo, se pueden

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identificar factores que vinculados y entrecruzados históricamente influyeron para generar unos determinados rasgos expresados en los valores predominantes, las actitudes y las prácticas de diversos grupos de la población.

Los rigores del medio físico y la austeridad como valor El territorio larense presenta una gran variedad y diversidad de tipos de paisajes naturales, existiendo desde páramos hasta montañas, valles y piedemontes; sin embargo, el paisaje predominante lo constituye las montañas bajas y las depresiones bajo un clima semiárido con severas restricciones de agua1. De tal manera un poco más del 60% del territorio larense lo conforman las zonas semiáridas y áridas. Dadas tales limitaciones físicas, distintos grupos de la población han logrado, en el transcurso de diversos períodos de nuestra historia, desarrollar cultivos y crianzas de ganado apropiados a esos medios físico-naturales, otorgándole un uso productivo a la tierra bajo un adecuado

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aprovechamiento de la escasa disponibilidad de los recursos de suelos y aguas. La entidad ha mantenido, aún en las vicisitudes de cada tiempo histórico, su vocación agrícola y pecuaria, aportándole al país proporciones significativas de rubros agrícolas y productos pecuarios y caprinos, logrando preservar asentada en el campo a una de las mayores proporciones de población rural entre las entidades federales del país, incluso en los períodos de más intensas migraciones campociudad que ha experimentado Venezuela en los últimos 60 años2. Es conocido que la actividad agropecuaria exige para lograr excedentes productivos, además de la posesión de los recursos naturales y de los instrumentos de trabajo, esfuerzos humanos permanentes y sistemáticos, los cuales deben multiplicarse en las condiciones que ofrecen los territorios áridos y semiáridos. Las poblaciones que han practicado la agricultura y la crianza de animales en tales medios naturales desarrollan valores y actitudes predominantemente proclives al uso austero de recursos que

tienden a ser escasos. La cultura de la captación y uso del agua entre los productores del Valle de Quíbor, caracterizada por la utilización “gota a gota” de ese recurso tan escaso, constituye un clara ilustración de lo expuesto. Esas prácticas y comportamientos austeros que surgen de las realidades y necesidades de la actividad productiva en el campo, es posible que se hayan diseminado por toda la entidad con los procesos migratorios campo-ciudad protagonizados ampliamente por las poblaciones rurales desde mediados del siglo XX larense3. Dado que una proporción importante de tales poblaciones se trasladó de los campos hacia las capitales de sus municipios y, en mayor medida, hacia la ciudad de Barquisimeto, seguramente llevaban entre sus saberes y valores, el de la preservación y uso apropiado y no dispendioso de sus recursos. Igualmente tales valores pudieron estar presentes en el surgimiento de las primeras industrias larenses importantes en los años 40 y 504, en cuyos orígenes también se constata la presencia de capitales acumulados en

actividades agropecuarias desarrolladas en los campos del interior de la entidad bajo condiciones exigentes para su generación. De tal manera, que una proporción significativa de los capitales y de la fuerza de trabajo productiva de la entidad se desarrolló históricamente ligada a las actividades agrícolas y ganaderas marcadas por las restricciones y los rigores del medio físico-natural aludidas. Diversos sectores organizados de la entidad han expresado la significación de tales valores en el desarrollo de sus iniciativas; entre tales grupos sociales destaca uno de los movimientos sociales que ha alcanzado mayores niveles de logro, el movimiento cooperativo que organiza desde el año 1.983 las Ferias de Consumo Familiar5 “La austeridad ha sido un factor fundamental que ha dejado honda huella en el proceso cooperativo de la esta región y en especial, en el desarrollo del programa de Ferias”6. Este valor se encuentra también presente en una variedad de sectores sociales de la entidad. En un Taller sobre “Experiencias de Gestión Social en Lara”, un


conjunto de protagonistas del surgimiento y desarrollo de experiencias organizativas y proyectos innovadores en salud cardiovascular, recuperación nutricional infantil, producción y distribución de alimentos, promoción sociocultural y fabricación agroindustrial de azúcares, señalaron, consensualmente, que entre los principales factores que propiciaron los proyectos que llevaban adelante, se ubicaban el “Inicio con escasos recursos...actitud austera en programación y manejo de recursos financieros” y la “Administración rigurosa de recursos financieros”7. La austeridad está presente al crear empresas, cooperativas y asociaciones con recursos escasos, “trabajando con las uñas”, como suelen iniciarse muchas de las experiencias asociativas en la entidad; incluso algunas de las más desarrolladas se iniciaron o lograron avanzar sin aportes o con escasas contribuciones financieras del Estado, manteniéndose muy prevenidas en los momentos que los han recibido.

En función de esto es posible establecer como hipótesis que en Lara se puede encontrar agrupaciones de desarrollo social que, dada la restricción de recursos con las que han nacido y han avanzado, han propendido a construir organizaciones poco costosas y sofisticadas, escasamente jerarquizadas y con una importante incorporación de un voluntariado social, como lo explicitaremos más adelante.

Mercado Bella Vista

Se puede señalar que la propensión sociocultural a “arroparse hasta donde alcance la cobija”, como señala el refrán popular, presente, en mayor o menor medida en diferentes grupos de la población, está altamente condicionada por el carácter limitado del crecimiento económico de la entidad, basado fundamentalmente en la producción agropecuaria y artesanal, en el comercio y los servicios y en la pequeña y mediana industria. Si se le compara con estados del centro político-administrativo e industrial del país, con las entidades sedes de explotaciones e instalaciones petroleras y petroquímicas o con los estados en los que se ubican grandes empresas de

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Artesanas de Loma Roja

transformación manufacturera de minerales como Guayana, Lara presenta ostensiblemente una menor capacidad de generación y circulación de ingresos y riquezas. Incluso, se podría comparar la distribución del gasto público por regiones en Venezuela en los últimos 60 años y, es posible que se determine que Lara, aunque ha recibido una porción determinada del gasto y de las inversiones del Estado, seguramente ha sido menor que otras áreas relativamente privilegiadas del país, como las señaladas en el párrafo anterior La entidad recibe esta determinada proporción del gasto público, potenciando la generación de una dinámica propia de producción, acumulación y circulación de capitales y riquezas que, en cierta medida, se ha logrado preservar y reestructurar en medio de la crisis que vive el país desde hace décadas. El surgimiento y la preservación de tales capitales y la creación de otros pequeños o medianos capitales, ha exigido de valores y actitudes proclives al trabajo y al ahorro, ya que en la entidad no se tiene la expectativa de contar siempre con las

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facilidades que ha brindado el apoyo estatal en otras entidades del país o con las bondades del medio físico-natural8. De tal manera, la austeridad que está presente, por una variedad de razones, en diversos grupos sociales de Lara, representa en el plano de los valores y de los comportamientos sociales, una manera de asumir una realidad vivida por sus habitantes a lo largo de un importante tiempo histórico.

Estabilidad residencial de su población y vigencia de las familias extendidas Lara es una de las entidades federales del país que cuenta a comienzos de este nuevo siglo con una mayor proporción de población residente nacida en la misma entidad. En efecto, mientras en todo el país un 71,7% de su población residía en el mismo estado en el cual nació, en el Estado Lara tal población representaba el 85,3%9. De tal manera, que algo más de 8 de cada 10 nacidos/as en Lara vive en la entidad; en gran medida una

proporción de tales nacidos/as ha migrado de su específico lugar de nacimiento a Barquisimeto, pero no se ha ido de la entidad, lo cual se constata al apreciar el ritmo de crecimiento de la capital en comparación con el de los municipios del interior del estado. Aunque no siempre durante el siglo XX la población larense mantuvo su estabilidad residencial en la entidad, este estado ha preservado una importante permanencia de gran parte de la misma en su propio territorio federal de nacimiento. A partir de los años 60 del siglo XX hasta el presente la entidad no ha perdido población, por el contrario recibió y sigue recibiendo población de otras entidades del país, logrando revertir la tendencia migratoria fuera del estado desencadenada en los años 30 con la crisis de la producción cafetalera, la actividad más generadora de ingresos y de empleo10. Desde mediados de los años 50, Lara experimentó un desarrollo económico basado en la expansión y cambio progresivo de sus unidades productivas generadas desde décadas anteriores y con la


creación de nuevas empresas, tanto agropecuarias como comerciales e industriales, aprovechando las inversiones del Estado en infraestructuras de apoyo a la producción (vías terrestres y férreas, obras hidráulicas, zonas industriales, etc) y los apoyos crediticios para la constitución y consolidación de empresas11. Sin embargo, tal desarrollo económico no evitó las migraciones del campo a las ciudades, intensificadas sobre todo desde los años 60, ni propició la generación de empleos bien remunerados para una creciente fuerza de trabajo que se asentaba en tales centros urbanos, sobre todo en Barquisimeto. En las décadas subsiguientes se puede señalar que, a pesar de cierta modernización de la economía de la entidad, su característica central es que es básicamente agropecuaria, comercial, de servicios y con una industria mayoritariamente pequeña y mediana y presenta una limitada capacidad de generación de empleos y excedentes. Este rasgo fundamental influye en que los grupos familiares motivados por la necesidad de garantizar su

sobrevivencia, hayan desarrollado un conjunto de vínculos como una forma de adaptación a los rigores y exigencias de la vida urbana. Tales grupos familiares, sobre todo los de bajos ingresos que representan más del 70% de su población, han cultivado relaciones de apoyo mutuo y reciprocidad para garantizar su existencia material y la protección de sus integrantes12. Se puede establecer la hipótesis que los núcleos familiares, en la medida de sus necesidades y posibilidades, mantienen las relaciones entre sus integrantes entrecruzando la familiaridad, los apoyos en servicios y el respaldo material permanente o eventual, para enfrentar las carencias y restricciones que no pueden solventar en el mercado de bienes y servicios o con la intervención del Estado. A los grupos familiares se les planteó históricamente la necesidad de apoyarse para procurarse servicios y préstamos de recursos, lo que requirió el cultivo intenso de las relaciones con familiares, “parientes” y compadres, trascendiendo los límites de la familia nuclear, que tiende a restringirse a los vínculos de padres e hijos/as. Las familias

Vitral de la Divina Pastora en la Catedral de Barquisimeto

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Mural en la Iglesia de Altagracia en Quíbor

actúan como redes de apoyo, tratando de garantizar, además de la sobrevivencia material, la preservación de tradiciones y referencias válidas para la vida de sus integrantes. Entre tales tradiciones pueden señalarse algunas que refieren a modos de compartir el trabajo y el apoyo mutuo sin pagar el valor de la fuerza de trabajo que se solicita y se aporta, tales como la “Mano Vuelta”, la “Cayapa” y el “Convite”13, las cuales constituyen formas de trabajo solidario que se practican en el campo entre familiares, compadres y vecinos/ as en las que no se intercambia un pago monetario sino que se retribuye el apoyo recibido con trabajo. Tales tradiciones están en la base de los valores y las actitudes de quienes emprenden iniciativas para la constitución de organizaciones basadas en el apoyo mutuo como las empresas asociativas y las cooperativas en el campo, tal como el caso de la Cooperativa “Alianza” del Municipio Andrés Eloy Blanco, cuyos integrantes refirieron que sus padres y abuelos/as practicaron la “Mano Vuelta”14. Esta reciprocidad está estimulada por la necesidad, por

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la imposibilidad de cancelar el valor de la fuerza de trabajo y las tradiciones socioculturales. Debe subrayarse que si bien tales modalidades de trabajo solidario son típicas de formas de producción precapitalistas y han sido ubicadas en distintas partes del país, sobre todo en zonas campesinas de los Andes, se puede suponer que debido a la escasa dispersión geográfica de grupos sociales con migraciones cercanas a sus zonas históricas de residencia en el campo y al papel desempeñado por grupos familiares extendidos y con fuertes conexiones campo-ciudad, se ha facilitado en el Estado Lara su relativa preservación o su reutilización bajo características organizativas particulares como lo es en el marco de organizaciones cooperativas y de otros tipos.

La intensidad de las relaciones económicas y socioculturales entre el campo y la ciudad Barquisimeto, sobre todo después de la puesta en operación del ramal sudoeste del Ferrocarril Bolívar a fines del siglo XIX, se constituyó progresivamente en un “nodo” de redistribución comercial15 de productos que provenían de áreas circunvecinas y que eran consumidos en la ciudad o diseminados comercialmente en una amplia y variada zona de influencia. Tales funciones y la jerarquía de la ciudad fue consolidándose, sobre todo a partir de los años 60, dada su privilegiada localización en el mapa del occidente venezolano, lo que le fue confiriendo ventajas significativas en el enlace de regiones y economías, apuntaladas por la construcción de nuevas vías terrestres y ferrocarrileras desde comienzos de los años 50. Las interconexiones con los llanos occidentales, los Andes, el Zulia y la región centronorte costera, le confieren a la ciudad una importante jerarquía en esta


parte del país. La configuración histórica de la ciudad se hizo a lo largo de todo el siglo XX y hasta el presente, en una estrecha vinculación con la producción agropecuaria que se desarrolla tanto en el interior del estado como en entidades vecinas, dadas las funciones comerciales, administrativas y de servicios con las que ha contado. El mercado mayorista de alimentos “El Manteco” ubicado en el centro de la ciudad, que existió como tal desde los años 40 y que posteriormente fue mudado a un moderno centro mayorista denominado MERCABAR, es una de las expresiones más evidentes de esa articulada e intensa relación campo-ciudad que caracteriza al Estado Lara16. Asimismo, las señaladas Ferias de Consumo Familiar organizadas por un vasto movimiento social y cooperativo, que han logrado articular durante 20 años a productores campesinos asociados con habitantes pobres organizados de la ciudad, en un circuito de producción, distribución y comercialización de alimentos, representan una palpable muestra de la relación

La Divina Pastora. Santa Rosa

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que referimos. Las vinculaciones campo-ciudad en la entidad, obviamente, también se han hecho presente históricamente en el desarrollo de una parte importante de la actividad manufacturera, la cual se dedicó al procesamiento industrial de materias primas agrícolas y pecuarias, tal como se señaló desde fines de los años 40 y comienzos de los 50, con la fabricación de tejidos de la fibra del sisal, de azúcares con la transformación de la caña, de bebidas gaseosas con los azúcares, de leche pasteurizada. Asimismo, una porción de la industria metalmecánica, por ejemplo, está dedicada a la producción de implementos y equipos que se usan en las actividades agropecuarias. De igual manera, en la actividad de producción artesanal que se desarrolla en los centros urbanos puede apreciarse las vinculaciones aludidas. En el histórico mercado “El Manteco”, además de la distribución de alimentos, se localizó hasta décadas recientes, la producción artesanal de chimó, alpargatas, sombreros, sillas de

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montar caballos y talabartería en general, además de una amplia comercialización de plantas medicinales que no sólo se mantiene sino que se ha expandido en los últimos años. La multiplicación de talleres artesanales en la ciudad capital y en los centros urbanos capitales de municipios como Quíbor, Carora o Sanare, en particular a partir de los años 80, en los cuales se elaboran productos artesanales, inspirados en modelos, destrezas y hasta rituales, provenientes de zonas rurales, es seguramente una expresión de las relaciones en cuestión. De esta manera, se continua en las ciudades las tradiciones productivas que históricamente se originaron en los campos, a través de “…la destreza que poseen muchísimas personas de mi tierra para hacer a solas o en común el vaso del que beben, el santo que veneran, el chinchorro en el que duermen, el plato del que comen, la mesa misma y el mantel que aclimanta sobre ella…Muchas huellas de labores milenarias perduran en esos espacios donde el barro es material sagrado, sólo tocable por las manos astrales de unos

campesinos que cantan y soplan para darle vida a lo inerte”17. De igual manera, las conexiones en referencia se establecen a través de vinculaciones familiares entre residentes de la ciudad capital con sus parientes del interior del estado y de zonas campesinas, lo cual es claramente comprensible dados los procesos migratorios escenificados en la entidad, sobre todo desde mediados del siglo XX. Tales relaciones familiares campo-ciudad pueden llegar a entrecruzarse con vínculos productivos y comerciales18. En las zonas de barrios de la ciudad capital se puede percibir una forma de ocupación y organización del espacio doméstico, que refleja modos de existencia de las familias extendidas y de los núcleos familiares de su vida rural, sobre todo lo que tiene que ver con el cultivo de plantas y la cría de animales para el autoconsumo. De tal forma, se valora la tenencia, hasta donde sea posible, de parcelas de terreno en las cuales se pueda practicar tales actividades como respuesta a las necesidades de sobrevivencia. Sin embargo, las relaciones

campo-ciudad no se restringen a la esfera económica y a las formas de ocupación y uso del espacio. Existe una rica variedad de tradiciones socioculturales de origen rural que son practicadas en los centros urbanos y, en particular, en Barquisimeto. Una evidencia la constituyen los velorios a la Cruz de Mayo y el pago de promesas a San Antonio, los cuales son comunes en las áreas de bajos ingresos en las fechas conmemorativas asumidas por familias que preservan tales tradiciones por razones religiosas y por apego a sus raíces culturales y a sus referencias familiares y comunales. Igualmente, debe subrayarse la multiplicidad de grupos practicantes del Tamunangue y de músicos ejecutantes de Golpes Tocuyanos existentes en las comunidades populares, los cuales surgen de forma espontánea, no inducida por el Estado o por entes externos a la comunidad. Seguramente debido a los rasgos que hemos referido, el agudo escritor larense Salvador Garmendia decía “El barquisimetano es y quiere seguir siendo provinciano y es una cosa que tú notas en


cuanto llegas…y a medida que conoces más te das cuenta que la ciudad, extrañamente, participa más de lo rural que de lo urbano…los modos de vivir, incluso los anhelos, son más hacia lo campesino que hacia lo urbano…”19

Histórica disposición y capacidad para la negociación y la generación de acuerdos La vocación comercial de la ciudad de Barquisimeto la catapulta el Ferrocarril Bolívar, el cual otorga el “impulso decisivo” como señala Gorsemn, para el desarrollo progresivo de las funciones comerciales que hoy son características de la ciudad. En esta urbe se ha desarrollado a lo largo del siglo XX, un intenso flujo de intercambios comerciales de una variedad de productos generados en la entidad y fuera de esta, destacando los de productos alimenticios perecederos y no perecederos. Progresivamente, debido al crecimiento poblacional desde los años 50, al mejoramiento y expansión de la vialidad

interurbana e interestadal y al crecimiento y modernización de la producción agropecuaria y agroindustrial, desde los años 60 se desarrolló un mercado mayorista de alimentos20 que, hasta el presente comercializa, por ejemplo, las hortalizas de hojas de Los Andes, los granos de Portuguesa, los plátanos del sur del Lago de Maracaibo, las hortalizas del Valle de Quíbor, las frutas de zonas áridas de Bobare y de Urdaneta y los productos no perecederos de las agroindustrias de Carabobo y Aragua.

Rutachivo vía Guadalupe

La estratégica ubicación de la ciudad, que facilita llegar en menos de cuatro horas por vías terrestres a alrededor de más del 84% de la población del país, ha propiciado históricamente que la entidad y, por su intermedio, la ciudad de Barquisimeto se haya convertido en “…lugar de transbordo y de comercio para una región extensa, y es ante todo el comercio el que ha caracterizado su fisonomía”21. Esta histórica vocación hacia el comercio ha ido conformando grupos de la población poseedores de un conjunto de destrezas, habilidades y actitudes proclives al intercambio, la

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Casa de Las Loyos, artesanas de Potrero de Bucare

negociación y al establecimiento de acuerdos, sin las cuales es imposible concretar y “cerrar negocios”, no sólo en el comercio formal, moderno, sino también en el hoy creciente comercio informal que prácticamente “inunda” una parte considerable de los espacios céntricos de la ciudad capital. Es posible suponer que tales actitudes y destrezas negociadoras de la población no sólo existen en las actividades comerciales, sino que también han estado presentes en la generación de acuerdos destinados a la conformación de organizaciones sociales y al diseño y puesta en práctica de proyectos de resolución colectiva de necesidades. La existencia de una multiplicidad de carencias y problemas sociales irresueltos, en una entidad con una base económica limitada y una población con referentes socioculturales comunes y tradiciones solidarias, unida a sus facilidades para la negociación y la concertación social, seguramente ha influido en el surgimiento de la multiplicidad organizativa que hoy destaca en Lara. Recuérdese que

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organización social es sinónimo de acuerdo, decisión compartida, criterios comunes.

en términos de los recursos con los que operan y a las decisiones que adoptan.

En este mismo orden, debe subrayarse que entre algunas organizaciones e instituciones importantes de Lara, se aprecia como un valor organizacional resaltante la participación del personal en la gestión organizacional y la toma de decisiones por consenso, practicando procesos internos en los cuales después de desarrollar amplias discusiones se procura convencer y llegar a acuerdos antes que decidir por votación o por imposición jerárquica. Este ha sido el caso de FUDECO, CECOSESOLA, ASCARDIO, entre una variedad de organizaciones de la entidad.

Resalta en los escasos estudios hechos sobre la naturaleza de las organizaciones sociales, una cierta propensión a la búsqueda de autosoluciones a los problemas económicos y sociales más que a la reivindicación y confrontación con el Estado o con los propietarios del capital, además del amplio uso del voluntariado como parte del personal de las organizaciones23. Es posible que la capacidad de negociación y concertación social, por lo menos de una porción de la población, se haya dirigido fundamentalmente, sobre todo en las últimas décadas a la generación de organizaciones y de proyectos con mayor énfasis en las respuestas propias, basadas más en la autoayuda que en la exigencia de políticas públicas y de los recursos presupuestarios del Estado, frente a la aguda crisis económica, social e institucional que afronta el país desde los inicios de los años 8024.

En la entidad ha sido documentada a mediados de los años 90 esta amplia y variada gestación de agrupaciones de diversa índole22, evidenciándose, por un lado, una significativa cantidad de organizaciones en áreas muy diversas y en sectores sociales diferentes y, por otro lado, el carácter de relativa autonomía de una porción de las mismas con respecto al Estado


Extendida religiosidad expresada en un amplio y asociativo voluntariado social Quizás las formas de vivenciar la religiosidad de la población en Lara sea uno de los aspectos de la vida social de la entidad menos explorado y sobre los cuales se ha hecho menos reflexiones sistemáticas. De entrada valga señalar una realidad palpable, el Estado Lara es sede de uno de los cultos religiosos de mayor convocatoria y tradición practicante en el país. El culto a la Virgen de la Divina Pastora se expresa anualmente en una multitudinaria procesión de fé y devoción a la cual asisten miles de personas de toda la entidad y de otras partes del país. Si bien este no es el único culto, digamos de carácter “regional” en Venezuela o del mismo Estado Lara, el de la Divina Pastora constituye uno de los que durante más tiempo continuo ha motivado la realización, año tras año, de procesiones cada vez más masivas 25, las cuales no se limitan a un día anual determinado, sino que,

posteriormente, la imagen es movilizada hacia la mayoría de Parroquias eclesiásticas de la ciudad capital26. Debe resaltarse que alrededor de la organización de tales procesiones, se agrupan conjuntamente con los párrocos un amplio grupo de vecinos/as para realizar un conjunto de acciones destinadas a motivar la mayor incorporación de la población y a garantizar su enaltecimiento y significación, otorgándole a tales actos un carácter de gran participación comunitaria...

Escolares en la Plaza Bolívar de Carora

Asimismo, la religiosidad ha sido influida por la existencia durante todo el siglo XX de importantes colegios religiosos, los cuales han desempeñado un papel de valía en la formación de valores y capacidades entre sectores tanto de las élites del estado como de sectores populares. El Colegio La Salle de Barquisimeto, el cual cumplió recientemente 90 años, no sólo fue pionero, conjuntamente con el Colegio Inmaculada Concepción regentado por monjas Tarbesianas, de la educación religiosa en la entidad

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Patio interno del Colegio María Auxiliadora, frente al Parque Ayacucho.

sino que representó el primero de los colegios de tal congregación religiosa en el país. Desde este colegio se impulsaron los estudios arqueológicos para el mejor conocimiento de la historia social y de las características físico-naturales de la entidad, hasta llegar a organizar el primer museo de ciencias e historia natural existente en la ciudad capital. Igualmente, se impulsaron obras sociales hacia las comunidades del entorno de su sede y se promovió la organización de los estudiantes en función de tales obras como parte de su formación humana. Desde los años 20 hasta los años 70 del siglo XX se constituyeron un número significativo de colegios religiosos27. Los Colegios Sucre, posteriormente, San Vicente de Paúl, María Auxiliadora, Javier, Santo Ángel, Madre María, Mariano Martí y los colegios creados por Fé y Alegría, regentados por una diversidad de órdenes religiosas, atendieron una importante matrícula escolar en la ciudad capital, diseminando una influencia religiosa en la conformación de valores y actitudes de una porción importante de descendientes de

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variados grupos sociales de la entidad y de estados vecinos. La influencia de las congregaciones religiosas en la conformación de la religiosidad de la población del estado, también debe buscarse en el aporte que religiosos/as han hecho en la constitución de organizaciones sociales destinadas a enfrentar problemas colectivos de las comunidades. En especial, destaca la promoción y formación de organizaciones cooperativas, en el campo y en los barrios urbanos, impulsada con gran intensidad por la Congregación de los Jesuitas desde mediados de los años 60, para lo cual constituyeron una filial del Centro Gumilla en la ciudad, única en el interior del país y desplegaron una importante labor formativa y editorial28. En este mismo orden, debe reseñarse que a finales de los años 60 se realiza en Barquisimeto una importante reunión de religiosos/as denominada Conferencia Prodesarrollo del Hombre, motivada por las conclusiones de la Conferencia de Obispos Latinoamericanos en Medellín, en la cual se

reflexionó sobre la necesidad de concretar el compromiso religioso acompañando al pueblo pobre en su realidad. A partir de tal reflexión algunos/as religiosos/as deciden separarse de los colegios privados para mudarse a los barrios populares y a zonas campesinas a objeto de vincularse al pueblo y promover su organización social29. Desde inicios de los años 70 éstos/as desarrollaron una sistemática labor de promoción y acompañamiento de Comités de Salud, Cooperativas, Comunidades Cristianas de Base, Grupos Juveniles. Este trabajo de pastoral social, bajo las concepciones de la denominada “Teología de la Liberación”, alcanzó una cobertura y unos impactos importantes en términos de las organizaciones constituidas y de los proyectos sociales impulsados. Es posible que la variedad de influencias religiosas que hemos reseñado, entre otras posibles, difundidas por diversas vías, que pregonan la solidaridad, el servicio social, el apoyo a los más vulnerables y desposeídos, como un camino para la redención y la salvación espiritual, hayan


estimulado, históricamente, la disposición presente en grupos de la población de la entidad a ofrecer su trabajo voluntario para realizar “obras sociales” relacionadas con la iglesia católica como con otras iniciativas no directamente religiosas. En los casos, por ejemplo, del área de la atención de la salud, la infancia, personas discapacitadas y de la tercera edad, es evidente la masiva incorporación de personas de distintas clases sociales, aunque predominantemente de sectores medios y de altos recursos, que ofrecen su trabajo voluntario en una cantidad de fundaciones y asociaciones civiles. Este voluntariado, inspirado por valores religiosos y por aprendizajes familiares y comunitarios de apoyo mutuo ya referidos, surge en una entidad como Lara que presenta una elevada y creciente población en situación de extrema pobreza, desprotegida y excluida de un sistema público de seguridad social cada vez más ineficiente y privatizado desde los años 80.

En líneas generales, puede señalarse que en gran medida la

organización social, sobre todo comunitaria, que ha prevalecido en la entidad desde los años 70, ha estado influenciada por concepciones religiosas que han pautado sus formas de agrupación y de acción.

Las fortalezasdebilidades de los rasgos socioculturales de una población Las características de los comportamientos sociales de una población están orientados por una gama de valores, creencias y representaciones sociales, los cuales están condicionados históricamente por la ubicación social y la dinámica de las relaciones económicas y sociales bajo las cuales se encuentren los diferentes grupos de una determinada población. En el caso del estado Lara, hemos abordado de una forma muy aproximativa algunas reflexiones sobre los principales factores que pueden estar condicionando tal universo de valores y de comportamientos sociales, sobre todo los que se refieren a las prácticas afiliativas y asociativas.

Estatua en la entrada de el campo de Beisbol de Bobare

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Sede de Badan Lara

A continuación, a partir de los factores señalados y de los rasgos socioculturales identificados, abordaremos algunas, a nuestro juicio, de las principales fortalezas-debilidades que guardan relación con tales rasgos. Partimos de la consideración que una característica sociocultural no representa en sí misma una capacidad o una limitación para enfrentar los retos que plantea la realidad, sino que dadas las relaciones sociales en las cuales se encuentren personas y grupos sociales, la dinámica de generación de excedentes económicos y de poder en un momento histórico determinado y de acuerdo a los objetivos y aspiraciones que se planteen, tales características pueden ser apropiadas o no para el logro y realización de los mismos. De nuevo, explicitamos que no aspiramos a generalizar lo que este ensayo presenta sobre tendencias, propensiones o disposiciones que percibimos entre grupos de la población; en una medida importante algunas de las apreciaciones y juicios cualitativos ameritarían la realización de estudios sistemáticos para una mayor profundización y/o constatación.

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Acerca de la tendencia a la solidaridad y al apoyo mutuo presentes entre diversos grupos de la población para enfrentar necesidades y problemas comunes. Señalamos que, indudablemente, este rasgo sociocultural propiciado por tradiciones y valores generados en el campo y en otros tiempos históricos, cultivado por las características de grupos familiares extendidos y refrendado por la promoción de valores religiosos, ha facilitado el surgimiento de organizaciones sociales y el emprendimiento colectivo de proyectos de autosolución de sus carencias y problemas. En una entidad con una proporción elevada de su población en situación de pobreza, la vocación solidaria se ha desarrollado para responder a tales realidades. Algunas de tales resoluciones han llegado a constituir ejemplos nacionales e internacionales de capacidades sociales en el enfrentamiento de necesidades sociales, constituyendo una evidente fortaleza en una población que cultive tales rasgos socioculturales. La solidaridad

y el apoyo, presente en mayor o menor medida en distintos grupos sociales, indudablemente puede contribuir al enfrentamiento colectivo, público e integral de los problemas de la sociedad, trascendiendo su resolución individualista y unilateral por la vía, siempre excluyente, del mercado de bienes y servicios. Sin embargo, una solidaridad familística-afiliativa30 y religiosa que asuma el enfrentamiento de los problemas básicamente entre grupos muy delimitados de la población y procure exclusivamente la autosolución de los mismos antes que la asunción global de sus causas generales y su resolución también por vía de políticas y decisiones públicas, orientándose fundamentalmente por motivaciones caritativas o de ayuda paternalista, tiende a restringir los impactos de su acción, a obviar la relación con las instancias decisoras de la sociedad y a autolimitar la contundencia y magnitud de sus iniciativas. En última instancia, una concepción así de la solidaridad y la organización surgida de la misma, tiende a estar al margen y

soslayar la existencia y dinámica de los grupos de poder en la sociedad y no se plantea acciones frente a éstos para el cambio de la realidad y la resolución de las necesidades. Algunas de las prácticas que desarrollan agrupaciones sociales en la entidad, están orientadas por los criterios que hemos señalado, evidenciando, a nuestro juicio, debilidades para lograr una adecuada profundización de la tendencia al apoyo mutuo y la solidaridad, el pleno desarrollo de tales organizaciones y la efectiva superación de las necesidades que enfrentan. En relación a la estabilidad residencial y a la preservación de referencias y tradiciones socioculturales entre amplios grupos de la población. Apuntamos que la permanencia de una significativa porción de la gente en la entidad, su relativamente cercana vinculación con las dinámicas del campo y la vigencia de las familias extendidas, propicia condiciones favorables para que, en el marco de las restricciones materiales características de la entidad y bajo la promoción de grupos, en gran medida, religiosos, se haya


conformado una multiplicidad de asociaciones e iniciativas colectivas de enfrentamiento de necesidades. Tales condiciones favorables y los valores y actitudes proclives a la afiliación y la asociatividad representan un “activo” social que constituye una indudable fortaleza, presente como potencialidad entre importantes sectores de la sociedad larense, por que les facilita enfrentar problemas que individualmente no podrían ser abordados. Ahora bien, la estabilidad residencial y el apego a las tradiciones, puede influir en la conformación de actitudes de fuerte resistencia a los cambios y de conservadurismo, sobre todo si las familias y los valores religiosos operan como guardianes de la preservación de normas y creencias que terminan por convertirse en frenos para avances sociales favorables al progreso y al desarrollo. Una escasa movilidad de la población fuera de la entidad, puede limitar que ésta carezca de referencias provenientes de la vida de otras sociedades

regionales o de fuera del país31, limitando una apropiada incorporación y procesamiento de elementos culturales que podrían nutrir los desarrollos de la entidad. De esta manera se podría existir con ignorancia o ingenuidad desconociendo otras posibilidades u opciones para mejorar o modificar las condiciones de vida.

Lectores de la Biblioteca “Sergio Parra” de Bobare

Sobre la propensión a estilos de vida y consumo austeros, valoradores de lo que se obtiene con esfuerzo propio. Señalamos que estos valores que se perciben entre distintos sectores de Lara, son propiciados por el enfrentamiento a las restricciones fisico-naturales del medio ambiente, los limitados excedentes que generan sus principales actividades económicas y la relativamente acotada inversión del gasto público que se ha registrado históricamente en la entidad. Tal estilo de vida ha facilitado la construcción de organizaciones y proyectos poco costosos, flexibles, con fuerte presencia de lazos afiliativos, que han tendido a aprovechar al máximo los limitados recursos con los

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que cuentan, evitando su uso dispendioso. En un país en el cual este valor y estas prácticas no son comunes, la existencia de amplios grupos de una población que, hasta hoy ha vivido de esta manera, representa una fortaleza para enfrentar las exigencias de la difícil realidad que existe en Venezuela.

El Manteco

Si bien la austeridad representa un valor, su exaltación idealista puede conducir a reforzar la valoración de la escasez y promover la resignación hacia las restricciones materiales, convirtiéndolas en una “virtud”. No debe olvidarse que, en determinada medida, los estilos de vida de diferentes grupos sociales de la entidad han estado influidos por una religiosidad judeo-cristiana que pregona la humildad, la sencillez, el rechazo a la ostentación y la virtualización de la pobreza. De tal manera, puede convertirse en una debilidad que una población aprecie, mayoritariamente, que la generación de excedentes económicos está asociado a la pérdida de valores y solidaridades sociales, vinculando per se a la prosperidad material con la insensibilidad humana. Todo

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lo cual puede llegar a inhibir el emprendimiento de nuevas iniciativas o el crecimiento de las existentes, debido a la escasa valoración de los esfuerzos productivos, su rechazo o a su censura. Con respecto a las actitudes y capacidades para la generación de acuerdos y la concertación social. Enfatizamos que son propiciadas fundamentalmente por la histórica vocación comercial existente en la población y por la intensa relación e intercambio campo-ciudad que se produce en el marco de una base económica restringida, lo que estimula a diversos actores a unir recursos y establecer vínculos duraderos y confiables. Subrayamos el carácter de fortaleza que constituye la relativa facilidad con la cual distintos grupos de la entidad, acuerdan crear agrupaciones, impulsar proyectos y acciones, coordinar sus relaciones e iniciativas e incluso distribuir recursos. La rica variedad y multiplicidad de organizaciones existentes es una evidencia de ello.

Sin embargo, es posible apreciar entre algunos grupos de la población, la tendencia a evadir los desacuerdos para evitar los conflictos, rehuyendo el debate y la confrontación en la búsqueda de resolución de las contradicciones que se presentan en la dinámica tanto de familias, comunidades, empresas u organizaciones sociales. La tendencia a la exclusiva autosolución de los problemas más que a la exigencia justa y apropiada de políticas y recursos públicos para su resolución, representa una evidencia de esta tendencia a”existir sin conflictos”, ya que tal exigencia puede significar confrontaciones con autoridades públicas o con actores políticos, lo cual se evade aunque lleguen a sacrificarse derechos, objetivos, posicionamientos o mayores proyecciones sociales. Bajo esta orientación, la capacidad de gestar acuerdos se convierte en una debilidad ya que los que así actúan tienden a subordinar o relegar aspiraciones que pueden ser justas y legítimas. Asimismo, se puede inhibir una disposición a la búsqueda de mayor influencia social y al establecimiento de


Mercabar

alianzas con otros sectores en función de lograr decisiones favorables a la resolución de las realidades que se aspira cambiar. Sobre el surgimiento de organizaciones sociales escasamente jerarquizadas, poco costosas y participativas. Puede percibirse en la entidad el surgimiento y desarrollo de agrupaciones sociales destinadas a la búsqueda de respuestas a problemas y necesidades de poblaciones venidas de los campos o con escasa experiencia en actividades urbanoindustriales, que propenden a constituirse bajo formas organizativas poco jerarquizadas. Dichas organizaciones, condicionadas por las limitaciones de sus recursos, tienden a estructurarse sin mayores divisiones del trabajo burocráticas, especializadas y onerosas, promoviendo una amplia participación de sus integrantes para alcanzar el uso más eficiente y productivo de sus esfuerzos y el logro de la mayor identidad y cohesión organizacional, como corresponde a quienes trabajan en una agrupación bajo una

alta motivación afiliativa. Estas organizaciones suelen adoptar decisiones sobre la base del consenso y le dedican un gran tiempo a las reuniones para garantizar una amplia circulación de información y para la generación de criterios comunes, que les faciliten el establecimiento de acuerdos. El ejemplo más logrado de estas organizaciones lo constituye las cooperativas, cuyas formas organizativas y dinámicas de funcionamiento pueden ayudar a explicar las razones de su permanencia e impactos, por más de 20 años en la experiencia de las Ferias de Consumo Familiar. Esta disposición a constituir agrupaciones con estas características representa una fortaleza, por que se crean y preservan organizaciones sin elevados costos y con grados importantes de integración y eficiencia.

la medida en que se exacerbe una toma de decisiones en las que se postergan los asuntos sobre las que no se alcanza el consenso y se evite producir las confrontaciones necesarias para resolver los posibles conflictos que se presentan en la cotidianidad de las organizaciones sociales. También ocurre en algunas agrupaciones de la entidad que más allá de los grados de participación de sus integrantes, existen instancias informales de decisión, en las cuales, al final, sus líderes, por lo general, fundacionales terminan decidiendo sobre la marcha de tales grupos. En tal sentido, se puede realizar la motivación afiliativa y asociativa de la gente, pero se diluye o se inhibe la motivación social al poder el logro de mayor influencia tanto al interior de las organizaciones como en el contexto social.

Ahora bien, el esfuerzo por construir organizaciones poco jerarquizadas y especializadas internamente, que deciden preferentemente por consenso, puede convertirse en un freno para su propio desarrollo, en

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Nelson Freitez Sociólogo Barquisimetano (UCV), especializado en Gerencia de Políticas Públicas, con maestría en la Universidad Simón Bolívar en Ciencias Políticas. Investigador de larga trayectoria en la Región Centro Occidental vinculado a proyectos de la economía informal, cooperativas, participación y ciudadanía y colaborador permanente de publicaciones especializadas como la revista Nueva Sociedad y de instituciones como FUDECO, ILDIS y la COPRE. Además es profesor en sociología del trabajo y planificación de la UCLA y participa en los programas de doctorados sobre estudios del desarrollo en convenio con el CENDES.

Consideraciones finales El estudio de los valores, las creencias y, en general, de las mentalidades de una determinada población constituye un reto para el conocimiento, dada la complejidad de factores y elementos que históricamente participan en la conformación de las mismas. No es posible comprender el rico, variado y contradictorio mundo valorativo de una población, sin los aportes de la historia, la economía, la antropología, la etnopsicología, la sociología, ya que tal universo está condicionado por el entrecruzamiento de variables económico-sociales, políticas y culturales en cada tiempo histórico. Hemos ensayado el abordaje de los factores influyentes en los procesos de surgimiento y desarrollo de un conjunto de agrupaciones sociales, originadas en las últimas décadas en el Estado Lara, para encontrar algunas pistas acerca de los principales elementos que pueden haber condicionado su gestación.

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Identificamos una gama de valores, creencias y representaciones que entremezclada puede estar en el sustrato de creación de estas organizaciones. Tales valores no tienen “vida propia” sino que han surgido en un contexto que los ha propiciado, por tanto no son inmanentes en la población larense, ni tampoco los asumen todos sus grupos sociales. Debemos, además, señalar que no son estáticos ni permanentes, que cambian con las modificaciones coyunturales y estructurales de la realidad, dado su carácter histórico. En tal sentido, el tratamiento que hemos hecho se corresponde con unas determinadas características de la realidad regional y nacional, la cual tiende a modificarse sustancial y aceleradamente en la actual coyuntura del país, en una dirección de agudización de los problemas y carencias que enfrentaron otrora las organizaciones sociales que consideramos de una determinada manera y con unos determinados valores. El mundo de organizaciones sociales que ha surgido

históricamente en Lara está siendo impactado por la vorágine de contradicciones económicas, políticas y sociales irresueltas que estamos viviendo, sobre todo las que se derivan de la ausencia de proyectos de transformación de la realidad que sean coherentes, consistentes y que interpreten los anhelos y profundas aspiraciones de las más amplias capas de la población. En un tiempo de dinámicas globalizadoras y de un mundo interconectado y altamente complejo, como marco de referencia de la acción social, aumentan los retos y las exigencias para grupos de la población que requieren ubicarse ante tales coyunturas para garantizar su continuidad y su futuro. La austeridad, las decisiones por consenso, las facilidades para buscar acuerdos, la disposición para trabajar en equipos sin jefaturas burocráticas, la valoración de las relaciones afiliativas, pueden continuar siendo un potencial para el desarrollo de la entidad, en tanto las organizaciones asuman la necesidad de comprender

e interpretar la dinámica de los cambios sociopolíticos y participen en la construcción de esos futuros posibles.


Notas 1 Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables y Gobernación del Estado Lara. Atlas del Estado Lara. Barquisimeto, 1.998. 2 Mientras que la proporción de población rural representaba el 15,89% en el promedio nacional, en el Estado Lara constituía un 21,99%, según el Censo del año 2001. 3 Hablando de la gente de Barquisimeto y del tipo de medio natural predominante en la entidad señaló el historiador Manuel Caballero “tal vez no haya otra ciudad que, nacida de un conjunto de carencias y negaciones, haya alcanzado pareja importancia entre las poblaciones de Venezuela…lo que esta ciudad signifique se le debe a sus gentes actuales y presentes: no es un regalo de la naturaleza”. Caballero, Manuel. “La ciudad vista por sus personajes”. En Varios Autores. Así es Barquisimeto. Editora Soledad Mendoza. Caracas. 1.994 4 Véase Rojas, Reinaldo. La economía de Lara en cinco siglos. Ed. Asamblea Legislativa del Estado Lara. Barquisimeto, 1997. 5 Constituyen un circuito articulado de organizaciones sociales dedicadas, entre otras

actividades, a la producción, distribución y comercialización de productos alimenticios, que vincula a alrededor de 300 productores agrícolas organizados en 20 grupos campesinos y a 11 unidades de producción comunitaria de alimentos procesados, con 50 agrupaciones cooperativas y asociaciones civiles que asumen la comercialización de tales productos, las cuales atienden semanalmente a unas 40.000 familias con productos, en promedio 25% por debajo de los precios del mercado. Las Ferias vendieron en el año 2002 al año alrededor de 30.000 millones de Bolívares. 6 CECOSESOLA. Buscando una convivencia armónica. Escuela cooperativa “Rosario Arjona”. Barquisimeto, 2003. 7 Freitez, Nelson y Machado, Gustavo. “Experiencias exitosas de Gestión Social en Lara” en Bernardo Klisberg (Compilador). El desarrollo humano en Venezuela. Monteávila Editores- PNUD. Caracas, 1.994. 8 “En 1950, se dijo oficialmente que Lara era el único estado del país que no dependía del petróleo…En todo caso, y esto es particularmente verdad de Barquisimeto, no ha dependido su vida de un azar de la naturaleza”: Caballero, Manuel, ob. cit.

9 Instituto Nacional de Estadística. Primeros resultados del Censo 2.001. Caracas, 2002. 10 Chi Yi Chen. Distribución espacial de la población venezolana: diagnóstico y perspectiva. Ed. Ministerio de Fomento. Caracas, 1.973. 11 Gormsen, Erdmann. Barquisimeto una ciudad mercantil en Venezuela. Ed. Arte. Caracas, 1966. 12 Existe una corriente de estudios antropológicos en América Latina acerca de las estrategias de sobrevivencia de sectores poblacionales urbanos de muy bajos ingresos sobre la base de las redes familísticas y de compadrazgo. 13 La “Mano Vuelta” es un intercambio entre personas y familias que necesitan y solicitan el aporte de trabajo de amigos/as y vecinos/ as en las faenas de producción agropecuaria a cambio de devolver el apoyo en el momento que éstos/as lo requieran “manito que lleva, manito que trae”. La “Cayapa” constituye una forma de trabajar en colectivo en la cual un grupo de familiares y amigos/as realizan colectivamente un trabajo para resolver una necesidad colectiva o de una familia, sin percibir remuneración y sin jefaturas. El “Convite” resulta un

trabajo para el cual “convida” una persona o una familia para construir sobre todo viviendas, obsequiando bebidas y comidas al grupo de familiares y amigos/as que trabaja al terminar de hacerlo. 14 Freitez, Nelson. Evaluación de Impactos del Proyecto INTERCOOP. Cooperación entre la Confederación de Cooperativas Agrícolas Francesas y el Movimiento de Ferias de Consumo Familiar. Mimeografiado. Barquisimeto. 1997. 15 “…Se entiende como nodo, a una porción del territorio que por poseer ventajas comparativas de accesibilidad física se convierte en un centro de intercambio y cruce de vías de comunicación. Por definición, la capacidad física del sistema de transporte y el volumen de bienes intercambiados, va a ser superiores a las necesidades de consumo y movilización de la población residente en el nodo”. MARNRFUDECO-ONU. Sistemas Ambientes Venezolanos. Proyecto VEN/79/001. Región Centrooccidental. Vol. 2. Caracas. 1982, pág. 200. 16 Freitez, Nelson. Aportes para el estudio del desarrollo histórico comercial de la ciudad de Barquisimeto. Análisis de un caso: la evolución del Mercado “El Manteco”. Museo de Barquisimeto.

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Mimeografiado. Barquisimeto, 1984. 17 Castillo, Freddy. “El alma de los pueblos”. En Varios autores. Así es Barquisimeto. Editora Soledad Mendoza. Caracas. 1994. 18 Los casos del Pan de Aguada Grande y de la Acemita Tocuyana, ambos de reconocida tradición y calidad en la entidad, producidos artesanalmente y distribuidos, en gran parte, por redes de familiares que se encuentran tanto en esas poblaciones como en la ciudad capital, puede ser objeto de un estudio sistemático para evidenciar cómo se tejen tales redes y se entrecruzan la producción, el comercio, la afiliación familiar y el paisanaje.

23 Salas, Héctor. Sistema político venezolano y Sociedad Civil larense (1.959-1.995). Tesis de Licenciatura en Ciencias Políticas. Universidad “Fermín Toro”. Cabudare, noviembre 1.995 Barreto, Heiber, Despolitización del Movimiento Popular del Estado Lara 1.968-1998. Tesis de Licenciatura en Ciencias Políticas. Universidad “Fermín Toro”. Cabudare, marzo 1999

19 García, Juan Carlos “Barquisimeto una ciudad aluvional”. Entrevista a Salvador Garmendia. Suplemento especial de “El Impulso” ‘Barquisimeto en 100 años. Una conquista de todos’. Barquisimeto, 23 de Enero de 2000. 20 De Medinaceli, Alvaro. Del Manteco a Mercabar. Crónica de un mercado. Ed. Fundación PolarFUDECO. Caracas. 1995.

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24 Este tema sobre las orientaciones ideológicas de las organizaciones sociales amerita el desarrollo de estudios que permitan trascender el reconocimiento de la disposición afiliativa y organizativa de la población para abordar la caracterización ideológica de sus principales orientaciones y prácticas sociales. 25 Desde hace 147 años se realiza anualmente el traslado de la Virgen de la Divina Pastora desde el templo donde está ubicada permanentemente en el poblado de Santa Rosa, en las afueras de la ciudad de Barquisimeto, hasta la Catedral de la ciudad

21 Gorsemn, E., ob. cit., pág.148

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22 Entre otros registros véase Centro para el desarrollo y apoyo de la Sociedad Civil del Estado Lara. Directorio de Formas Asociativas y Organizativas en el Estado Lara. Mimeografiado. Barquisimeto, 1997.

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26 “A partir de 1950 Monseñor Críspulo Benitez fomenta la devoción hacia la imagen y se establece como tradición que la Divina Pastora viaje hacia las parroquias de Barquisimeto…” Villar Liste, Violeta “En el viaje 142 de la Imagen se revive la tradición de un pueblo”. En Bienvenida ¡Oh piadosa y amante Pastora!. Suplemento Especial de “El Impulso”, 14 de Enero de 1998. 27 Yordy, Sadia. El Colegio Juan XXIII de Fé y Alegría. Barquisimeto. 1.9621.980 Fundación Buría. Colección Historia de la Educación en el Estado Lara. Serie Instituciones Educativas No 6. Barquisimeto, 2002. 28 Una de las experiencias cooperativas con mayores resultado, promovidas por el Centro Gumilla en Lara, lo representa COPALAR, que agrupa a más de 700 familias campesinas de pequeños caficultores del Municipio Morán, los cuales, entre sus logros, incluyen la exportación de café lavado a varios países europeos y la marca de café industrial con la que cuentan. 29 Entrevista colectiva con religiosos/as de las Congregaciones “Sagrado Corazón de Jesús” y de los Jesuitas. Colectivo de Formación Popular. Barquisimeto. 20/08/1986.

30 Entendida como inclusión, en las iniciativas y proyectos de solución de problemas y necesidades, fundamentalmente a aquellos que se consideran la familia, los/as propios/ as o los/as más allegados/as. 31 “…a nosotros nos faltan referencias, perspectivas. Normalmente, las referencias que tenemos son las de Barquisimeto mismo, nos miramos unos a otros. Con mucha frecuencia falta el mirar hacia fuera, ver otras cosas… Estamos deseando siempre que lo que tenemos no cambie, es más hay temor al cambio, queremos vivir siempre en lo mismo”. Amerouso, Angela. Entrevista “Omar Arrieche. El teatro en Barquisimeto está anclado en el pasado”. El Impulso. 04/09/1998.



Ubicación relativa nacional

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Indice General 007

Presentación. José Rafael Sigala Arévalo.

009

A manera de introducción. Alfredo Álvarez

011

La Divina Pastora. José Rafael Sigala Arévalo

015

La pastorita de Sevilla. Felipe Yajure

019

Cada cabeza es un mundo. Ramón Guillermo Aveledo

029

Comercio y banca en la economía larense 1963-2003. Reinaldo Rojas

045

El mapa de la diversidad

047

De Barquisimeto a Iribarren. Ramón Querales

061

Torres, una región esperanzada con perfil de desarrollo social. Alejandro Barrios

079

El Tocuyo… Una Historia para ser contada. Arnaldo Guédez

095

Quíbor, el valle de la caimana. Nildo Echegaray

109

Palavecino, una mirada al presente. Taylor Rodríguez García

127

Urdaneta en cuatro claves. Juan Alonso Molina Morales

141

El Municipio Crespo: Aspectos económico sociales, políticos y culturales 1960-2000. Reinaldo Rojas

153

Municipio autónomo “Simón Planas”. Antonio Lucena Lucena

169

Semblanza de Sanare. José Anselmo Castillo Escalona

187

Paisaje sonoro, o son de los músicos de Lara. Luis Enrique Silva Ceballos

197

A lomo (prensao) por la gastronomía Larense. Juan Alonso Molina Morales

209

Anotaciones para imaginar una ciudad. Julio Bolívar

221

Valores, asociatividad y organización social de la población en Lara. Nelson Freitez

245

Bibliografía General

248

Hemerografía



Agradecimientos �� ����� � �� ���� �� Fue Impreso sobre papel Lumisilk 150 grs en el contenido, y papel glasé 230 grs en la tapa, usando laminado matte en el tiro. En su composición tipográfica se usaron caracteres ITC Leawwod Book en los párrafos, Helvética Condensada para los titulares principales y Vendetta light para textos especiales . Se usaron los programas Adobe Photoshop CS para la manipulacion fotográfica, Adobe Ilustrator 10 para letterings especiales, graficos, cuadros y mapas y Adobe InDesign 2 para el montaje editorial. Toda la fotografía de este libro es digital, salvo algunas excepciones donde se usó película formato 6 x 6, digitalizandose dichas peliculas en un scanner agfa duoscan T1200. El encuadernado de este volumen está hecho mediante cuadernillos cosidos y pegados a la tapa usándose Heidelberg, Kolbus, Muller Martini. La Pre-Prensa fue procesada a través de un film maker Heidelberg Signasetter Pro. Este libro fue impreso en una imprenta plana Heidelberg Speed Master CD 102.5l de pliego de 5 torres, usándose planchas Agfa. Editado por Casa Propia Entidad de Ahorro y Préstamo. Se terminó de imprimir en Caracas en el mes de Agosto de 2004, en Editorial Arte.

Queremos dejar constancia de nuestro agradecimiento a las siguientes personas, sin su apoyo en la hechura y recorrido de este libro, tal vez, algunas cosas e imágenes echaríamos en falta, si ellos no hubiesen estado en el momento en que las requerimos, o en las que generosamente ofrecieron su conocimiento sobre la región que hemos querido retratar en estas páginas. Maria Alejandra Novoa (Casa Propia EAP), Ramón Querales, Claudia de Medinaceli Vega, Sergio y David Sallusti (Hotel Principe de Barquisimeto), Héctor Concari (Hotel Hilton Barquisimeto), Ing. Jesus Saavedra, Luz Elena Coronel (Central La Pastora, Carora), Ing. Pedro León (Central La Pastora), Alba Morón, Fernando Briceño, (en Carora) Gema Andrade de Rey, Jenny Lucena (Sarare), Diana Jiménez de Linarez, Jesús María Escalona; Irma Palencia de García, Casa de María Valeria de González y Erlindo González, María Alvarado, Carmen Gamboa, Judith Mendoza, Julia Gamboa, América Cecilia García, Narcisa Castillo de Pérez, Luz Mary García de Pérez, Gaudy García, María De la Cruz Pérez, (en Sanare, Monte Carmelo y Bojó), Mirna Loyo y Marelis Adan (en Potrero de Bucare), Nilda Pastora Bonilla (en Copey), Mario Jiménez (en Bobare), Gina López Juárez de de la Roca, Carolina Sigala Venegas (en Barquisimeto), Carmen Peraza de Vargas y Santos Vargas (en Humocaro Bajo), Irma Beatriz Escalona de Sánchez y Juan Carlos Sánchez (Hijo)(en El Tocuyo), Familia González Rodríguez, Eufemia González, Margarita Infante (en El Alemán), Bernardo Yépez (Cronista de Curarigua), Rubén “El Coto” Rojas, Roland Carreño, Belkis Catarí, Elvis López, las ingenieros de la Alcaldía (en Aguada Grande), Augusto Perozo (en Siquisique), Rosario Antonio Camacaro “Iter”, Familia de Eliseo Carrasco (en Baragua), Doña Elvira Guédez Franchelli de Bortone, Nelly Véliz, María Eugenia Bortone de Durán, Mateo Panizia, Kelvin Martínez, Beatrina Castillo, Ramón Guédez, Carmen Alicia Riera (en Duaca), Agustín Iglesias y al personal del restaurant La Picatierra en Barquisimeto, Juan Hernández (Mercabar), Rafael Simón Ramírez y su Señora Mary Partidas de Ramírez (en La Quesera San Antonio en Barquisimeto).






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