La salvacion de sonny

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La salvaci贸n de Sonny

Carol Lynne

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La salvación de Sonny

Carol Lynne

RESUMEN

Sonny amaba su vida como agente del FBI, pero cuando su padre muere y es requerido de vuelta en casa, renuncia y se convierte en ranchero. Ahora, varios años después, Summerville, Nebraska, comienza a volverse un poco solitaria. Un ranchero, abiertamente homosexual,

en

el

medio

de

Nebraska,

no

tiene

muchas

posibilidades de concretar citas. Eso, hasta que Garron Greeley se muda a la ciudad. Garron es el más reciente chico malo del pueblo, un cantinero con el pelo, castaño oscuro, a la altura del hombro y tatuajes tribales. Sonny es golpeado por la lujuria, a primera vista. Las cosas entre ellos fueron viento en popa, hasta que Sonny descubre que Garron es el hermano, del dueño del rancho vecino. El hombre al que considera su enemigo, hecho que provoca en él, un conflicto. ¿Qué es más importante, la disputa con su vecino, o una, potencialmente abrasadora, relación con Garron?

Advertencia al lector: Este libro contiene escenas de sexo M/M.

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CAPÍTULO UNO Sonny Good colgó el teléfono mientras gritaba un montón de maldiciones. Su hermano mayor, el sheriff de la ciudad, arqueó las cejas mientras iba hacia la cocina. —¿Qué te tiene tan enojado está mañana? —Rawley Good tomó una taza del armario vertiendo el fuerte café en ella. —El toro del tipo nuevo de al lado entró en nuestros pastos anoche. Shelby piensa que podría haber preñado a algunas de mis Angus. —Sonny fue a sentarse de regreso a la mesa de la cocina y tomó otro sorbo de café, quemándose la garganta al tragarlo. Justo lo que necesitaba—. Te lo digo. Ese chico de ciudad no se merece un rancho. ¿Por qué Jack decidió vendérselo a él y no a mí? Es un misterio. Te apuesto que el tipo no había visto una vaca antes de la semana pasada. Rawley rió en silencio. —Jack siempre tenía una razón para todo lo que hacía. Apuesto a que lo descubriremos. ¿No dijiste que Jack te contó que había conocido al tipo de la cuidad cuando fue a Chicago para la convención de ganado? Tal vez vio algo en él que hizo que Jack pensara que sería un buen ranchero. Sólo ha pasado una semana. Deja al pobre chico tranquilo un tiempo. Tal vez si trataras de ayudarlo en vez de estar siempre criticándolo, se convierta en un buen ranchero. —Rawley meció hacia atrás su silla sosteniéndola sobre dos de sus patas. Sonny lo miro fijamente, achicando los ojos. Su madre lo hubiera matado por hacer eso si todavía viviera allí. Llevando la taza vacía al fregadero, Sonny la lavó con agua y la colocó en el escurreplatos. —No, creo que dejaré que el chico de ciudad salga corriendo. Déjale que joda todo, así estará obligado a venderme el rancho. —Tomó su sombrero de vaquero que estaba en el gancho cerca de la puerta y lo puso sobre su cabeza—. ¿Vas a venir a casa para la cena? Poniendo la silla sobre sus cuatro patas, Rawley sacudió la cabeza. 3


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—Tengo una cita con Meg. Probablemente no vendré a casa en absoluto. Voy a guardar un uniforme extra en la camioneta. Sonny, que había comenzado a girarse, se detuvo. —¿Cuándo vas a admitir que eres gay y dejar de dar esperanza a esa pobre muchacha? Han pasado casi dos años y si no ha pasado aún, no va a pasar. Rawley sacudió la cabeza mientras ponía su taza sobre el escurreplatos. —No soy gay. Con tres Good gays en está familia es más que suficiente. Ya he tenido mi ración de peleas con algunas personas de está ciudad. No estoy interesado en otra. Además, ¿cuánto tiempo piensas que le llevaría a está ciudad aceptar a un sheriff gay? Y sólo para dejar las cosas claras, Meg y yo somos perfectamente felices. —Rawley tomó su sombrero del gancho que estaba cerca de la puerta—. Y ahora que ya te he contado todo sobre mis asuntos personales, no lo preguntes otra vez. —Rawley pasó por delante Sonny y camino hacia el SUV marrón del sheriff. Sacudiendo la cabeza, Sonny camino rápidamente hacia el granero gritándole a su ayudante: —Shelby. Vamos a arreglar la cerca.

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Eran cerca de las siete y media cuando Sonny decidió que ya era suficiente por ese día. Sentía dolorida la espalda mientras se quitaba la camiseta. Los veranos en Nebraska eran malditamente calurosos y este año no era ninguna excepción. Por mucho que quisiera sentarse delante de la televisión con el aire condicionado y beber una cerveza, su estómago le decía que también necesitaba alimentarse. Andando hacia la casa, Sonny fue quitándose el resto de la ropa de camino al cuarto de baño, pensando en darse una ducha fría rápidamente, para irse a La Zona Muerta para tomar una cerveza y comer un bocado. 4


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De pie, bajo el chorro fresco de la ducha, Sonny se enjabonó las manos y las pasó sobre su cuerpo. Era el primero en admitir que no era un vaquero grande y resistente como los que la gente veía en las películas. Media solamente uno setenta y ocho y no pesaba más de ochenta y un kilos. Sus músculos, de eso sí que estaba orgulloso (no era aficionado del tipo loco levantador de pesas), pero lucían bien sobre su menudo cuerpo. Moviendo la mano hacia abajo, Sonny rápidamente alivio la tensión del día. Después de correrse, se limpió otra vez y cerró la ducha. Necesitaba tener sexo con alguien y dejar de ocuparse él mismo de eso, decidió mientras se ponía un par de vaqueros limpios y una ceñida camiseta negra. Agarrando las llaves del aparador y poniéndose el sombrero negro de salir, Sonny se encaminó hacia la ciudad. Su estómago gruñía mientras entraba en el estacionamiento de

La Zona Muerta. Parecía bastante vacío, pero claro, era martes. Normalmente La Zona estaba repleta los viernes y sábados, una vez que la gente había terminado el trabajo de la semana. Aunque para Sonny, el trabajo nunca terminaba. Había vuelto a casa cuando su padre murió y asumió el mando del rancho por su madre. Ella había estado feliz de entregarle las riendas e irse a vivir con su hermana a Florida. Sabía que uno de sus hermanos podría haber asumido el mando, pero Rawley era el sheriff de la ciudad y sus hermanos gemelos controlaban su propio rebaño de vacas. Por eso, Sonny renunció a su trabajo con el FBI y regresó a Summerville. Abriendo la pesada puerta del bar, entrecerró los ojos, intentando que se ajustaran a la poca iluminación que había allí dentro. Caminó hacia su mesa habitual en el fondo, y tomó asiento. Lilly vino directamente. —Hola, guapo. ¿Quieres lo de siempre? —Lilly hizo un globo con su chicle y le guiñó el ojo. Conocía a Lilly desde que era una niña con coletas. Ahora sólo tenía veintiún años, y él no entendía en que estaba pensaba su madre al dejar a una belleza como ella trabajar en la barra de un bar con vaqueros escandalosos. 5


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—Sí. Tráeme lo de siempre. —Sonny finalmente miró alrededor—. Parece que esto está medio muerto está noche. —Se acomodó el negro sombrero. Este era un lugar donde quitárselo no era necesario. Lilly asintió. —Sí, por eso me voy tan pronto, en cuanto tome tu pedido. El camarero nuevo, Garron, te atenderá. Me aseguraré de traer tu cerveza primero. —Con otro guiño, Lilly se acercó a la barra y habló con él camarero. ¿Gary? Garron. Eso era.

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Sonny miró al hombre corpulento detrás de la barra. Definitivamente era su tipo. El pelo negro le llegaba hasta el hombro, sostenido en una especie de cola de caballo. Era grande, al menos uno noventa, con hombros mucho más anchos que los de un granjero. Parecía mucho más tosco, también. Así era como le gustaban a Sonny. Si quisiera dulzura y paseos a la luz de la luna, saldría con mujeres. No, a Sonny le gustaba que el sexo fuera fuerte y rápido. Los hombres no necesitaban otra cosa. Por supuesto que un rápido revolcón antes de levantarse por la mañana y marcharse a su casa estaba bien, pero no quería a nadie colgado de su cuello todo el tiempo. Cuando trabajaba para el FBI en Dallas, había tenido su parte tosca, había salido con motorista como éste. Eran, con diferencia, sus favoritos. No querían ningún tipo de ataduras. Sexo con regularidad estaba bien para ellos. Lilly lo trajo de regreso de sus reflexiones al poner una cerveza frente a él. —Te veo más tarde. ¿Cómo están Ranger y Ryker, por cierto? No les he visto por aquí últimamente. Sonny sonrió a Lilly. Todos en el pueblo sabían que había estado enamorada de sus hermanos gemelos durante años. 6


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—Bien, la planta de engorde está yendo sobre ruedas ahora mismo. Deberías pasarte uno de estos días por allí, a saludarlos. —Sonny era un hombre malvado y lo sabía; sus hermanos habían pasado los últimos cuatro años huyendo de la pobre Lilly. —A lo mejor lo hago. Te veo más tarde. —Lilly se desató el sucio delantal mientras caminaba hacia la barra. Se dirigió hacia la parte trasera y recogido su bolso, diciéndole algo al delicioso camarero y señalando hacia Sonny. Agitó la mano a modo de despedida mientras salía por la puerta. Tomando un buen trago de la cerveza, Sonny siguió mirando al camarero. Podía ver un tatuaje tribal en su nuca, que se extendía hacia cada lado del cuello como una garra.

Mierda, era muy sexy. Sonny se preguntaba si tendría algún otro tatuaje escondido en su cuerpo. A esa distancia, podía ver que tenía uno en cada brazo, más el que estaba en su cuello. ¿Qué diablos estaba haciendo un motorista en Summerville? En ese mismo instante, a Sonny no le importaba. Mientras tuviera ese agradable pedazo de hombre musculoso al que mirar, vendría a La Zona Muerta más a menudo. Sonny casi se atragantó con la lengua mientras miraba al perfecto espécimen de virilidad que caminaba hacia él con un plato de costillas para su cena. Sus ojos eran tan negros como el carbón, enmarcados por largas y espesas pestañas. Sonny bajó la mirada rápidamente hacia las largas piernas del hombre. Mmm... piernas que parecían no querer terminar nunca, más largas que la mayoría, tensas bajo los vaqueros que llegaban justo hasta sus caderas. La ceñida camiseta amarilla de La Zona Muerta acentuaba su bronceada piel a la perfección. Mmm. La comida fue puesta delante de Sonny, regresándolo de sus lujuriosos pensamientos. —Plato de costillas, ¿verdad? Alzando la vista hacia la cara de ese dios, Sonny cabeceó carraspeando. —Sí. ¿Podría molestarte pidiéndote otra cerveza antes de que te marches? —Ningún problema en absoluto. —Garron caminó de regreso a la barra. 7


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Sonny miró como aquel perfecto culo se movía a través del bar. Deslizó la mano por debajo de la mesa e intentó ajustar su dura polla. Cuando él Señor Perfecto trajo su cerveza, Sonny sonrió. —Al parecer soy tu único cliente. ¿Te importaría sentarte un rato y beber conmigo? —Sonny recogió con descuido otra costilla asada y comenzó a comer, mientras esperaba la respuesta de Garron. Garron miró a Sonny comer durante unos segundos, luego asintió. —Creo que podrías conseguir que hiciera lo que quisieras. Voy por algo para beber. Cuando Garron volvió, giró la silla poniendo el respaldo de cara a Sonny y se sentó a horcajadas sobre ella. Sonny casi gimió, pero se las arregló para mirarlo de forma natural mientras lamía la salsa de sus dedos. Se limpió la mano con la servilleta y la extendió. —Soy Rutger Good pero ese era el nombre de mi padre también, por eso la gente suele llamarme Sonny. Garron extendió su gran mano y envolvió la de Sonny. —Mucho gusto en conocerte. Soy Garron. La mayor parte de gente sólo me mira raro y no me llama de ninguna manera. El calor que trasmitía la mano de Garron viajó a través del brazo de Sonny, directamente a su erección ya dolorida. Cuando Sonny intentó liberarse, Garron no se lo permitió. —¿Puedo ser sincero contigo? Sonny tragó y asintió. —Seguro. —Lilly me dijo que a lo mejor estabas buscando a alguien que calentase tu cama y me gustaría solicitar la posición, o posiciones. —Guiñó un ojo y liberó la mano de Sonny. Arreglándoselas apenas para no tragarse la lengua, Sonny tomó un trago de su cerveza. —¿Por qué diría algo así Lilly? 8


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Encogiéndose de hombros, Garron miró a Sonny tomar otra costilla. Sonny sintió los ojos de Garron sobre él mientras tomaba la cena con entusiasmo. Cuando Sonny comenzó a lamerse los dedos, Garron estiró la mano, agarrando el brazo de Sonny, suspendiéndolo en el aire. Atrajo la mano a su boca y muy despacio, chupó la salsa de sus dedos. Moviendo los ojos hasta tenerlos completamente abiertos, Sonny gimió. —Ah, joder. ¿Por qué tienes que ir y hacer eso? —Sonny abrió los ojos y miró a Garron—. Considera la posición ocupada. ¿A qué hora terminas? Garron se puso de pie y miró alrededor del bar, completamente vacío. Tiró del brazo de Sonny hasta levantarlo de la silla y lo condujo hacia el cuarto de baño. En cuanto la puerta estuvo cerrada y el seguro puesto, Garron empujó a Sonny contra la pared. —Termino en tres minutos —comenzó a desabrochar los vaqueros de Sonny—. ¿Y tú? —Demonios, sí. —Sonny alcanzó la sexy y erecta polla. Se sorprendió cuando al levantar la camiseta de Garron, se encontró con que era saludado por la punta de su erección, que sobresalía de la cinturilla de los vaqueros. —Maldición, eso es muy sexy. Podría ser muy peligroso. No deberías mostrar una cosa tan bonita por los alrededores, a todos en la ciudad. Infiernos, esto podría meter a cualquier tipo en un montón de problemas. Garron empujó contra la mano de Sonny mientras bajaba la cremallera de sus vaqueros. —Eres el primero en hacer que Goliat se haga notar. Y puede ser que él esté contento de que lo hayas logrado. —Garron enredó las manos alrededor de la gran polla de Sonny, mucho más grande de lo normal y comenzó a acariciarla. Sonny le devolvió el favor y lo besó. No era galante ni dulce, era un beso de reclamación, todo lengua y dientes. ¡Ah, mierda! Este hombre se sentía tan bien. Cuando Garron puso sus largas piernas entre las de Sonny, rompió el beso y echó la cabeza hacia atrás, pegándole a la pared detrás de él un fuerte golpe. 9


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—¡Ah! Joder, esto es tan bueno. Ha pasado demasiado tiempo. —Sonny montó los muslos de Garron como el vaquero que era—. Me voy a correr, hombre. —Sonny tuvo la sangre fría de subir la camiseta de Garron más arriba, así su semen no la arruinaría. Su polla estalló en un chorro después de otro, mientras su esencia perlada borboteaba. Garron miró hacia abajo como su mano ordeñaba la polla de Sonny. Una sola mirada al semen de Sonny fue suficiente para enviar a Garron al límite. Mientras los músculos de su estómago se encogían y su polla continuaba disparando, Garron se inclinó hacia él y le besó otra vez, profundamente. —Hermoso. —Tomó la boca de Sonny otra vez—. Eres un hombre malditamente hermoso. —Se separó y tomó algunas toallas de papel mojadas, limpiándolos a ambos. Garron examinó sus ojos—. Termino de trabajar en aproximadamente tres horas. ¿Quieres quedarte o nos encontramos en algún sitio? Sonny guardó su todavía media erecta polla en los vaqueros. —¿Por qué no vienes al rancho y entras? Estaré desnudo y esperando en el primer dormitorio en lo alto de la escalera. —Movió la mano hacia abajo, hasta tocar la parte delantera de los vaqueros de Garron. —Me parece bien. Sólo dame algunas indicaciones de cómo llegar y estaré allí en cuanto pueda. —Garron empujó sus caderas contra las de Sonny. —Baja por la calle Fisher, aproximadamente siete millas. Es el Flying G. —Sonny se inclinó hacia delante y besó a Garron largo tiempo. —Bien. Eso está justo al lado del rancho de mi hermano. No voy a tener que ir muy lejos para conseguir ropa limpia por la mañana. —Garron quitó el seguro de la puerta del cuarto de baño y comenzó salir. Sonny lo detuvo, poniendo una mano sobre la puerta. —¿Eres hermano de Jeb Greeley? Garron asintió. —Sí. ¿Por qué? Sonny sintió como el calor aumentaba en su cara. 10


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—Porque ese hijo de puta bueno para nada, compró ese rancho a mis escondidas. No sabe ni una maldita cosa sobre crías. Incluso dejó que su toro Hereford montara a mis vacas Black Angus.

Garron miró a Sonny entrecerrando los ojos.

—No soy yo el que anda con cuentos, pero te voy a decir de frente que Jeb no compró ese rancho a tus escondidas. El resto, tendrás que hablarlo con él. Soy su hermano, no su guardián. —Garron puso las manos sobre las mejillas de Sonny, levantándole la cara para que sus ojos se encontraran—. ¿Eso va a ser un problema?

Rompiendo el contacto con sus ojos, Sonny se encogió de hombros.

—No lo sé. Necesito un poco de tiempo para pensarlo. —Miró de nuevo a Garron—. ¿Tienes algún problema con eso?

Garron se inclinó y golpeó con su lengua los labios de Sonny hasta introducirla a través de ellos.

—Ningún problema, vaquero. Eres demasiado hermoso como para ser desechado sólo porque tienes un problema con mi hermano. Cuando lo resuelvas, en esa cabeza tan dura que tienes, ven a verme. —Garron levantó a Sonny y lo movió de su camino. Antes de ponerlo nuevamente sobre sus pies, Garron le besó, lenta y profundamente. Abrió la puerta y le miró.

—No lo pienses demasiado tiempo. Quiero un pedazo de ese culo y no voy a ser capaz de pensar en nada más hasta que lo consiga.

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CAPÍTULO DOS El viernes por la tarde, Sonny estaba en su oficina trabajando en la contabilidad, cuando su hermano Ranger entró. —¡Eh! hermano. ¿Cómo va todo? —se arrojó literalmente sobre el sofá rojo de cuero y colocó los pies sobre la mesita de centro. Gruñendo, Sonny le hizo señas a Ranger. —Baja los pies de la mesa, muchacho. ¿Te criaron en un granero? —Bueno, sí, en realidad, creo que así fue. Como a todos nosotros. Pero eso contesta mi pregunta. —Ranger bajó los pies de la mesa y se levantó—. Vi a Rawley hoy, me dijo que has estado de un humor asqueroso. ¿Qué pasa? —Nada. Sólo que intento pensar en cómo hacer para ampliar el rancho lo suficiente para que dé algo más de dinero. Sonny se levantó y se sirvió un vaso de whisky con agua. Ranger caminó hacia la barra. —Creía que el rancho daba bastante dinero. ¿Qué ha pasado? —Ranger se sirvió su propia bebida, un whisky solo. —El rancho va bastante bien, pero el asunto es ¿debo dejar mi carrera si no puedo mejorar en ella? —Sonny se hizo hacia atrás y vació el vaso en dos tragos y lo dejó. Ranger entrecerró los ojos. —No deberías haber dejado tu trabajo y volver a controlar el rancho si no querías. Lo habríamos entendido. Pasando los dedos por sus oscuros rizos color medianoche, Sonny suspiró. —No es el rancho. Me gusta este lugar tanto como a cualquiera de vosotros. Y tampoco es que deje mi trabajo. Soy yo, Ranger. —Sonny caminó hacia atrás, a su escritorio y se sentó—. En Dallas, no tuve problemas encontrando hombres, pero en Summerville es casi imposible. 12


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—Pensé que habías echado el ojo a ese camarero nuevo de La Zona. Eso es lo que dijo Lilly. A propósito, gracias por enviarla con comida. Eres un verdadero capullo. Nos llevó más de dos horas deshacernos de ella. —¿Por qué diría eso Lilly? —Sonny sacudió la cabeza y agitó la mano—. Bien, adivino que no importa, de todos modos. Me gusta, sí, pero es el hermano de Jeb Greeley. Es sólo que no puedo hacerlo. No importa cuánto piense en todo ese pelo y esos tatuajes. No puedo meterme en la cama del hermano de mi mayor enemigo. —¿Enemigo? Y un cuerno. Ni siquiera conoces al hombre, ¿cómo puedes considerarlo un enemigo? —Ranger sirvió a Sonny otro trago y se lo pasó. Tomando la bebida, Sonny miró por la ventana. —Déjame contarte. Siempre pensé que tenía una relación especial con Jack. Era como un tío para todos nosotros. Durante años, añoré su tierra. Prácticamente le rogué que me la vendiera cuando me enteré de que tenía cáncer. Simplemente se negó y siempre se mantuvo alejado de mí, ahora sé por qué. Era un maldito homófobo. Esa ha sido la única cosa que he tenido con él. Ranger tomó el vaso vacío de Sonny y caminó hacia la puerta. —Tú y yo sabemos que Jack Anderson no lo hizo por avaricia. Si le vendió esa tierra a Jeb Greeley habrá tenido una maldita buena razón. Deja de compadecerte y déjalo. — Antes de desaparecer por la puerta, se giró para mirar a Sonny—. Me parece que si te gusta el chico de La Zona, no debería importarte quién es su hermano, ¿o sólo estás detrás de algún culo?

**** Sonny estaba sentado en su camioneta azul fuera del bar. Maldita sea su hermano. Entre Ranger y los tres whiskis con agua estoy algo borracho, reflexionó Sonny. Pensó en Garron e inmediatamente se puso duro.

¡Joder! Ahora no. 13


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Dispuesto a que su erección bajara, se puso a recordar todas aquellas noches que había pasado en el rancho antes. Tenía treinta dos años, todavía era relativamente joven, ¿por qué no debería seguir cosiendo su avena 1 salvaje? Con la polla semi erguida, cerró la camioneta y entró. La música y el humo lo golpearon en la cara en cuanto abrió la puerta.

Nada como La Zona un viernes por la noche pensó. Había una pequeña banda de música country en una esquina y la pista de baile estaba completamente llena. Como no encontró una mesa vacía, miró hacia la barra. Garron hablaba con uno de los vaqueros, pero sus oscuros ojos negros se dirigieron hacia Sonny. Sonny cabeceó y encontró un taburete vacío al final de la barra, al lado de la pared. Miró como Garron llenaba otra bandeja para Lilly y se dio vuelta hacia él. Garron que limpiaba la barra delante de Sonny le sonrió. —¡Qué bueno verte otra vez! ¿En qué puedo servirte? Casi soltando lo que realmente quería, Sonny dijo: —Puedes conseguirme una cerveza, por ahora. —Los ojos de Sonny sostuvieron los de Garron por otro par de segundos. Con un leve alzamiento de la comisura de su boca, Garron se dirigió hacia el refrigerador. A Sonny le impresionó que recordara la marca que bebía. La deslizó a través de la barra, pero rechazó el dinero de Sonny. —Va por mi cuenta —le lanzó una sonrisa como diciendo: “es un placer” y se movió a servir otro pedido de bebidas. Sonny miró alrededor para ver si alguien más había notado el gesto y se encontró con la sonrisa de Lilly, que lo miraba directamente. Sonny hizo rodar sus ojos y sacudió su cabeza. Maldición. No era como si toda la ciudad se acabase de enterar de que era gay, pero le gustaban los encuentros discretos. Sonny tenía el presentimiento que su asunto con Garron no sería nada discreto. Todo un juego de palabras el que tenemos aquí, la autora usa, “outs” que puede significar, testículos, gay, o polla. (N.T.)

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Tomando un largo trago de cerveza, Sonny miró alrededor de la barra. Las mismas viejas caras conocidas que había visto mientras había ido creciendo. Vio como Betty Jameson rechazaba la invitación a bailar de Short Delbert. Sonny sonrió en silencio. Él y sus hermanos se habían metido en innumerables problemas cuando habían sido más jóvenes. Toda la ciudad los llamaba “chicos buenos” 2 , porque siempre habían hecho exactamente lo que habían querido y sufrido las consecuencias más tarde. Recordó la vez que había metido a Delbert en problemas con su padre, cuando cometió el error de irse de juerga con los chicos buenos. Delbert no había estado cerca de ellos desde entonces. Desde luego también podía tener algo que ver con sus preferencias sexuales, pero eso era problema de Delbert. Una mano en su brazo hizo girar su cabeza. Garron se inclinaba sobre la barra y lo miraba a los ojos. —¿Te quedas y me esperas? Sonny le miró durante un largo tiempo antes asentir despacio. —Cuenta con ello. Tendré que llamar a Shelby y decirle que comience las tareas sin mí por la mañana. Tengo el presentimiento que puede ser una larga noche —dijo, sorprendido por la aceptación de Garron. Garron humedeció sus labios. —Tengo un descanso corto en cuarenta y cinco minutos. Pero no es suficiente tiempo como para follarte, pero sí como para salir. ¿Interesado? —Infierno, sí. —Sonny hizo subir el ala de su sombrero. —Sólo dime dónde. Garron se movió sobre la barra y pellizcó un pezón de Sonny a través de la camiseta. —En la despensa. Sonny frotó su pezón mientras miraba como se retiraba el hermoso culo de Garron. Sintió un cuerpo apretarse contra su costado y giró la cabeza. —¿Qué diablos quieres? Otro juego de palabras con el apellido de Sonny, Good, que también significa bueno, Una ironía de la autora, cuando parece que estos chicos eran bastantes traviesos. (N.T.)

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—Solo quería decirte qué lindos se ven los dos. Me hace poner la carne de gallina ver a dos tipos coquetear el uno con el otro. —Sí. Bueno, no vayas esparciéndolo por ahí. Ya es bastante duro ser gay en esta ciudad sin que los ciudadanos piensen que somos demasiado abiertos sobre ello. Lilly golpeó su cadera contra Sonny. —Bueno, por lo que vale, creo que se ve muy caliente. Sonriéndole. Sonny volvió hacia la barra y se dedicó a su cerveza. Terminó el resto de un trago antes de volverse a ver a Garron. Garron estaba del otro lado del refrigerador y lo cerraba. Al inclinarse, puso los antebrazos sobre la suave superficie de la barra de caoba, Sonny estaba hipnotizado por la demostración de músculos atrapados debajo la apretada camiseta amarilla. Se inclinó hacia Garron sutilmente. —Quiero besarte. Levantando una ceja, Garron se inclinó más hacia delante. Sus labios ya estaban tan cerca de Sonny que ni siquiera un cabello habría pasado entre ellos. —Entonces bésame. Sonny pensó en la mesa de palurdos de la esquina. Aunque la mayor parte de los presentes, excepto él, eran de la ciudad. A algunos les gustaría causar problemas. Él y sus hermanos se habían metido en varias reyertas durante los últimos años. Para la mayor parte, el problema parecía haberse extinguido, pero Sonny temía que solo estuviera cociéndose a fuego lento bajo la superficie. Miró hacia atrás y vio a Lionel en una mesa, junto a sus perros falderos. Al diablo con las consecuencias, Sonny abrió la boca solo un poco y empujó su lengua en la boca de Garron para un beso corto pero profundamente sensual. Se separaron cuando algunos comenzaron a gritar alrededor de la barra. Parecía que tenían audiencia. Sonny miró a Garron y le sonrió. Se giró y miró a los que habían gritado desde la barra, muchos habían crecido con él. 16


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—Bueno, y qué ¿Acaso chicos, nunca habéis besado a nadie en público? Sólo porque mi cita tenga pelo en el pecho no es motivo para que arméis una escena. Eso rompió la tensión y consiguió que todos en la barra rompieran a reír. Sonny se volvió hacia Garron e hizo rodar sus ojos. —Palurdos. Tienes que quererlos. Garron sacudió la cabeza. —Ah mierda. Tengo el presentimiento de que dónde vas consigues toda clase de problemas. —Le sonrió y se dio vuelta para seguir trabajando.

****

Una vez que todos se marcharon y ellos hubieron limpiado, Sonny salió a sentarse en su camioneta. Esperaba que Garron cerrara y subiera a su enorme Harley negra. Sintió el estruendo en su pecho cuando Garron encendió la moto. Lo miró mientras Garron montaba y cruzaba el estacionamiento hasta su camioneta. Sus piernas largas parecían aún más largas sentado a horcajadas sobre aquella maldita cosa. Sonny empujó el botón de encendido y su ventanilla se deslizó hacia abajo. —Te seguiré. No tiene sentidos que muerdas mi polvo todo el camino. Garron asintió con un gruñido. Sonny puso la camioneta en marcha y lo siguió detrás. Lamentó no haber dejado la camioneta en casa. Sólo le quedaba imaginarse encima de esa moto, con sus piernas abrazando a Garron mientras la ruidosa máquina los llevaba al cielo. Recordó la cita anterior en la despensa. Tienes que amar a un hombre que lleva su análisis de SIDA en la cartera. Sonny jamás lo habría pensado, pero era obvio que Garron era muy serio con el tema. Había ido el día después de su cita con Sonny y se había hecho un análisis. Quince minutos más tarde llegaron a la entrada del rancho de Sonny. Era todavía una casa con buen aspecto, a pesar de tener más de cien años. Cada generación se aseguraba de dejar su marca. Sonny ya había restaurado la cocina y los cuartos de baño. 17


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Esperaba tener una buena temporada que le permitiera añadir una galería y tal vez instalar un jacuzzi. Se detuvo frente a la entrada mientras Garron caminaba hacia él. —Vamos. No es mucho, pero es mi casa. —Abrió la puerta y le enseñó el camino hacia la cocina. Abrió el refrigerador, sacó dos cervezas y le dio una a Garron. Sonny tomó la mano de Garron y lo llevó por las escaleras a su dormitorio. Mientras tomaba su cerveza, Garron inspeccionó el cuarto. Estaba muy sorprendido de verlo tan ordenado. Nunca imaginó que un vaquero pudiera ser particularmente aseado. —¿Te gusta limpiar? Sonny se quitó el sombrero y lo colocó sobre el colgador de la puerta de su dormitorio. —No siempre fue así. Esto viene de haber estado cuatro años en el ejército. —¡Qué mierda! Dejé los marines hace cinco años. Garron tomó la cerveza de Sonny y puso las de ambos sobre la mesita de noche. Tiró a Sonny contra sus brazos y lo besó. Sonny mordisqueó los labios de Garron. —¿Y qué hiciste después de la marina? —dijo frotando con sus manos el culo de Garron. —Fui a trabajar para el Departamento de Policía de Chicago. —Garron se miró a sí mismo hacia abajo—. Estuve en antivicio hasta que Jeb me pidió que viniera por un tiempo. —Sin ánimo de ofender, hombre, pero ¿por qué dejaste un trabajo en Chicago para venirte a Nebraska de camarero? —Sonny lo besó otra vez antes de que Garron pudiera contestar. —Mmm, esto es agradable. —Garron lo sostuvo aún más apretado—. Vine porque Jeb me lo pidió. No sólo somos hermanos, somos la única familia que tenemos. Haría 18


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cualquier cosa por él. —Le quitó la camiseta—. Más. Tengo que ver más. —Y se puso a trabajar sobre la cremallera de los vaqueros de Sonny mientras éste se quitaba sus botas, Cuando Sonny se paró delante de Garron completamente desnudo lo miró con temor. —Maldita sea, eres perfecto, debes gustar a las mujeres y a lo hombres por igual. ¿Cómo es que nadie te ha atado? Tendrás que creer en lo que digo. Pienso mantenerte amarrado a mi cama por el resto de nuestras vidas Sonny se ruborizó y miró hacia el suelo. —Si crees que soy guapo ni se te ocurra acercarte a ninguno de mis hermanos. Soy el feo de la familia. Garron levantó la barbilla de Sonny sosteniéndola para encontrar sus ojos. —No eres feo. Eres perfecto. Jamás he visto unos ojos de un color como los tuyos en toda mi vida. ¿De qué color son? ¿Una sombra de azul o son violetas? —Garron pasó los dedos por el contorno de los ojos de Sonny. Sopló sobre las largas pestañas negras suavemente. —Mi madre siempre decía que eran del color de la amatista. Vienen de la familia de mi padre. Todos mis hermanos los tienen iguales. —Sonny tomó la camisa de Garron y se la quitó—. Vamos a desnudarte. Quiero sentir tu piel. Cuando Garron estuvo de pie ante él tan desnudo como el día en que nació, los ojos de Sonny se pusieron como platos. —Te ves mejor que en mis fantasías. —Sonny pasó la lengua por los tatuajes en los brazos de Garron. Un diseño tribal en uno, y en el otro un brazalete de alambre de espinas. Sonny se movió del brazo a los tatuajes en el pecho de Garron. Él observaba como Sonny miraba sus pezones marrón oscuro, antes de avanzar e inclinarse a chuparlos con su boca. Lo mordió con cuidado, lo suficiente como para que Garron lo sintiera. —Tan caliente. Garron lo tiró a la cama. —Te necesito. Ahora. 19


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A toda prisa retiró las mantas y ambos se tumbaron sobre la cama en un enredo de brazos y piernas. Sonny pasó su mano hacia abajo por las seis tablas de Garron 3 , y se detuvo en el corto vello púbico. —¿Cómo haces para meter toda esa polla en esos apretados y gastados vaqueros que llevas? Pasó la mano de arriba a abajo a lo largo del miembro de Garron. Empujándose hacia el toque de Sonny, Garron se encogió de hombros. —Sólo la meto. Normalmente no hay ningún problema, a no ser que te vea aparecer por la puerta. Pensé que la maldita bragueta iba a estallar anoche cuando te vi. Garron recorrió con la mano la espalda de Sonny de arriba abajo, luego pasó un dedo a todo lo largo de la grieta de Sonny y aplicó algo de presión en su fruncido ano. Sonny se empujó hacia atrás contra su dedo. —Sí. Lo necesito. Se sentó y alcanzó el lubricante del cajón de la mesita. Sostuvo el tubo. —¿Quieres prepararme o quieres mirar? Se le hizo la boca agua ante la polla que tenía delante de él. Garron sacudió la cabeza y alcanzó el lubricante. —Si bien disfruto muchísimo mirándote, ahora mismo tengo que sentirte. Garron lanzó un chorro de gel lubricante en sus dedos y tiró a Sonny hacia atrás y lo puso boca abajo sobre la cama. Colocó a Sonny para que se sostuviera sobre sus manos y rodillas y miró su premio fruncido. —Lo siento, pero necesito probarte urgentemente. Pasó la lengua sobre su grieta y la introduzco en su agujero. Sonny se inclinó más para apoyarse sobre los hombros y usó las manos para extender las mejillas de su culo. —Se siente maravilloso. Si, amigas lectoras estos chicos son todo un portento musculoso, ¿no es un desperdicio? (N.T. envidiosa), 3

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—Mmm ¡Umm! —Garron siguió lamiendo y besando el agujero, mientras lo sentía relajarse. Retirando la lengua, empujó primero un dedo y luego dos dedos dentro del apretado calor del cuerpo de Sonny. —No puedo esperar más. Te necesito. Una vez que Sonny se relajó, Garron resbaló otro dedo en su interior. Lo movió en círculos hasta que encontró la glándula de la próstata de Sonny. La masajeó con las suaves yemas de sus dedos. Garron lo acarició allí, una y otra vez. Mientras Sonny se retorcía en éxtasis, Garron usó la otra mano para acariciar su polla. Agarró el tubo lubricante y lanzó un chorro generoso en la punta de su miembro. Colocándose en posición, Garron quitó los dedos y los substituyó con la cabeza de su polla. Despacio se meció hacia adelante y hacia atrás hasta que todo el glande y un tercio de su longitud estuvieron dentro. Agarrando las sábanas en una mano apretadamente, Sonny gimió. —Oh. Mierda. Garron pasó su mano por las nalgas de Sonny para relajarlo otra vez. —Está bien. No te haré daño. Sólo empuja contra mi polla. Déjame entrar. Mientras seguía acariciando con su mano las nalgas de Sonny, podía sentir como se relajaban sus músculos. Garron recogió el lubricante y aplicó un poco más mientras seguía acariciándolo lentamente y empujándose. Al final, se enterró hasta la base de su polla, sus pesadas pelotas rozaban la suave piel de Sonny. Garron dejó de moverse y saboreó como se sentía el cuerpo de Sonny. Sintió su pecho apretarse cuando miró hacia abajo. Se veían perfectos, unidos. Mierda, jamás había sentido antes de esta manera.

¿Qué estaba mal? Sonny lo miró hacia atrás. —Perfecto. Ya estoy listo. —Él mismo se reforzó, sosteniéndose sobre las manos y comenzando a retroceder. 21


La salvación de Sonny

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Siguiendo sus movimientos, Garron comenzó a deslizar su polla dentro y fuera del culo de Sonny. Cuando Sonny se estiró, acomodándolo, Garron inició su ritmo. Pronto se estaba conduciendo con fuerza y profundamente dentro de Sonny. —Oh Dios. No creo que pueda resistir mucho más. —Garron rodeó el cuerpo de Sonny y tomó su polla goteante. La sostuvo con fuerza y le dio unos tirones y el calor de Sonny explotó sobre su mano y sobre las sábanas. El aroma de su liberación apretó el culo de Sonny sobre su polla y lo envió al borde con un aullido. Garron fue tan ruidoso que podría jurar que sacudió las ventanas. Se estaba derrumbando sobre Sonny cuando la puerta de dormitorio se abrió como con una explosión. Se encendió la luz y Rawley apareció desnudo, de pie en la entrada, todavía medio dormido. —¿Qué? ¿Qué pasa? La cabeza de Garron no había girado cuando Sonny ya comenzaba a reírse. —Nada, hermanito, todo está bien. Sólo un poco de diversión. Finalmente Rawley pareció comprender que estaba desnudo y rápidamente bajó una mano para ocultar su todavía dormido pene. —Demonios, Sonny. Me diste un susto de muerte. Garron los giró, mientras se colocaba detrás de Sonny. Luego buscó una punta de la sabana y cubrió la polla de Sonny con la mano mientras éste hablaba con su hermano. —Lo siento, pensé que esta noche te quedabas con Meg en la ciudad. Creí que estábamos solos. Sonny miró la manera en que Garron había protegido su polla, cubriéndola. Alzó la vista hacia Rawley y rió. —Vamos, tranquilízate. Todo estará tranquilo, te lo prometo. Puedes volver a la cama. Rawley los miró a los dos y asintió. 22


La salvación de Sonny

Carol Lynne

—Los veo en el desayuno. —Comenzó a cerrar la puerta y se detuvo—. Espero que esto te ponga de mejor humor, Sonny. Habíamos empezado a pensar, Ryker, Ranger y yo, que no te sobreviviríamos. Cerró la puerta y Garron pudo oírlo reír mientras caminaba por el pasillo. —Asno simpático. —Sonny giró en los brazos de Garron y lo besó. —Lamento esto. Es el sheriff duro de la ciudad. Y proteger le sale naturalmente, incluso si está desnudo. —Los ojos de Garron lo examinaron—. Ni siquiera intentes irte con mi hermano, tiene novia y rechaza admitir que es gay. Garron rió y lo besó otra vez. —No es mi tipo. Demasiado grande. Me gusta que mi amante sea lo suficientemente pequeño para que entre en mis brazos. Como tú —besó la nariz de Sonny—. Pero mi hermano, es otra historia. Rawley es exactamente su tipo. A Jeb le gustan grandes. Y resistentes. Acurrucándose contra Garron, Sonny suspiró. —Bien, has pasado la prueba de Rawley. Sólo queda Ranger. Ambos son mucho más ardientes que yo. —No lo creo posible. —Garron dibujó círculos sobre la espalda de Sonny con sus dedos—. Mi corazón está puesto en ti. Y no aceptaré sustitutos. Pellizcando la mandíbula de Garron, Sonny empujó su polla semi erguida contra Garron. —Bien, porque pienso conservarte. —Pasó los dedos entre el pelo de Garron. Moviendo las manos hacia las nalgas de Sonny, Garron las exprimió. —Me gusta esa idea. —Besó la cabeza de Sonny. —Duerme, vaquero. Haremos otra ronda antes del desayuno.

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La salvación de Sonny

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Garron tenía a Sonny apoyado contra la secadora de ropa cuando Rawley entró. Girando los ojos, se acercó y tomó el tocino que se quemaba en la cocina. —Agradable desayuno. Sonny y Garron se separaron. —Maldición. Ese era todo el tocino que teníamos. —Miró los labios hinchados de Garron—. Pero, tengo que decir que valió la pena. —Hizo señas hacia Rawley—. Quiero presentarte a Garron Greeley. Este es mi hermano, Rawley. La sonrisa silenciosa de Rawley acompañó su mano. —Tendría que haber estrechado tu mano anoche, pero me pareció que la tenías ocupada con la polla de mi hermano. —Puedes jurarlo. —Sonny se apartó, así Garron podía estrechar la mano de Rawley. —Mucho gusto. Sonny me contó que eres el sheriff de la ciudad. Supongo que no necesitas gente en tu departamento. Acabo de dejar Chicago y preferiría el trabajo de policía a ser camarero. Rawley se frotó la mandíbula. Sus grandes manos eran casi del mismo tamaño que las de Garron. Sonny lo notó. —Lo siento, no necesito ayuda ahora mismo, pero que tal vez en Lincoln sí. Podría hacer un par de llamadas por ti. Si no te importa conducir una hora a diario. Creo que mi hermano me mataría si te fueras a vivir a otra ciudad. Asintiendo, Garron atrajo a Sonny entre sus brazos. _En Chicago trabajaba en antivicio. Los tatuajes y el pelo me permitían trabajar encubierto, pero no estoy seguro que en una ciudad del tamaño de Lincoln necesiten un policía como yo. _No lo sabremos hasta que no lo pregunte. —dijo Rawley y miró alrededor de la cocina—. Y bien, ¿qué tenemos para desayunar? 24


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CAPÍTULO TRES Un mes más tarde, Sonny estaba sentado dentro de la cabina del tractor, disfrutando del aire acondicionado y escuchando la radio, mientras pensaba en Garron. Habían tenido un par de pequeños altercados con Lionel y su equipo, pero nada demasiado grave, de momento. Sonny presentía que el momento se acercaba, y no le sorprendería nada que la ciudad empezase a elegir bando cualquier día de estos. Sintiendo una vibración baja en el pecho, Sonny echó una mirada alrededor. Sonrió al ver la Harley de Garron atravesando el campo de heno recién cortado. Ese burro loco

un día se va a matar pensó riéndose, mientras apagaba el tractor. La cabina de éste era demasiado pequeña para que los dos entrasen. Sonny se bajó y esperó que Garron llegase a su lado. El rugido y el estruendo de la Harley vibraron en el pecho de Sonny cuándo Garron paró a su lado. Sonny admiró la hermosa máquina. Dios, ¡adoraba cabalgar detrás de Garron sobre aquella cosa! Apagando el motor, Garron le sonrió. —¿Pensando en el paseo que dimos la otra tarde? —Maldición, sí —dijo Sonny colocando la mano en su bragueta para ajustar su polla empalmada—. ¿Te has jugado el pellejo para venir aquí y darme otro paseo? Riéndose, Garron lo atrajo hacia sus brazos. —Vine a decirte que conseguí el trabajo en Lincoln. Me parece que estaré atascado en los alrededores. Sonny se inclinó sobre él y lo besó. —Mejor que estés atascado a mi alrededor —dijo recorriendo con las manos la elegante camisa de etiqueta de Garron—. Bonita camisa, por cierto. Pero no combina bien con la motocicleta, no le hace justicia. Sonny comenzó desabrochando la camisa de Garron, besando hacía abajo por su pecho. 25


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Cogiendo con una mano su cuello, Garron lo dirigió hacia su pezón. Sonny cerró sobre él la boca con fuerza, lamiendo con gula y avidez mientras gemía. Garron jadeó. —Que bueno. —Dime que esta noche vendrás a casa con Rawley a cenar, para celebrarlo. Sonny soltó su pezón y lo miró. —¿Con Jeb? —Síp. Iremos juntos, necesitan hablar. Quizá lo que tenga que decirte modifique la opinión que tienes de él. Mirando al hombre del que se estaba enamorando tan rápidamente, Sonny no pudo negarse. —Bien, pero si él comienza cualquier mierda, yo la terminaré. Garron lo miró y sonrió. —Tú puedes hacerlo, vaquero. Pero en este momento ¿por qué no terminas lo que estabas haciendo? Feliz, Sonny comenzó a desabrochar el botón de los pantalones de Garron. Aliviando su dura polla al bajar la cremallera, Sonny suspiró. —Umm, hoy aún no he almorzado. Arremolinando la lengua alrededor del glande, Sonny comenzó a lamer a Garron. Recibiendo un gruñido del hombre que adoraba, tomó la cabeza de su polla en la boca, Sonny sentía las aristas bajo la lengua mientras la utilizaba para apretar la sensible parte de abajo del glande de Garron. Sintiendo que el dolor martilleaba en su polla, Sonny abrió su bragueta y con la polla en la mano comenzó su almuerzo. —Oh Dios, sí. Garron jadeó a la vez que pasaba los dedos por los rizos de Sonny. Mirando hacia arriba para encontrar los ojos de Garron, Sonny lo tomó tan profundo en la garganta como pudo y gimió. Supo que las vibraciones que hacía con la garganta rodeando su polla, llevarían a Garron al límite y tuvo razón. Dos golpes más tarde, Sonny 26


La salvación de Sonny

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fue recompensado con un chorro dulcemente salado de la esencia de Garron, lanzada hacia abajo por su garganta. Después de lamerlo y limpiarlo, Sonny se levantó y besó a Garron. —Eres tan bueno conmigo —dijo Garron entre besos y moviendo su mano hacia abajo empezó a ejercer presión en la polla de Sonny. Meciéndose en la mano de Garron, Sonny tomó el siguiente beso tan profundamente como le fue posible, sin hacerle a Garron una tonsilectomía 4 . Sentía que sus pelotas se levantaban apretadas, Sonny perdía terreno contra la mano de Garron con pequeñas descargas. Sintió una ola de placer subir por su polla hacia arriba, por los músculos de su estómago, por su boca, y rompiendo el beso gritó el nombre de Garron al henar. Sonny se desplomó contra Garron, que todavía estaba sentado de lado en el asiento de la motocicleta. —Agradable —retumbó contra el cuello de Garron. Después de varios minutos más de besarse y acariciarse, Sonny sacó una bandana 5 de su bolsillo trasero para limpiarse los dos. Lo besó subiendo hacia arriba por el pecho de Garron. Cuándo acabó de abrocharle la camisa de etiqueta, retrocedió para mirarlo. —Maldición, que caliente eres. Garron arrancó la motocicleta y se inclinó para otro beso. —¿Crees que estarás preparado alrededor de las siete? —Sí, ¿por qué no haces una llamada por mí a Rawley y le pides que se reúna allí conmigo? Sonny dio una última pasada a través del pecho de Garron, pellizcando su pezón en el proceso. —Más tarde —dijo Garron con un guiño, antes de irse campo a través. Sacudiendo la cabeza, Sonny subió al tractor. ¿Cómo demonios pude venir a enamorarme? 4

Operación de extracción de amígdalas

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La salvación de Sonny

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**** Tratando de domesticar sus rebeldes y negros rizos, Sonny no podía creer lo nervioso que estaba. —Para de joderla con consideraciones, hombre, no es tu primera cita. ¿Cuál es tu problema? Miró su polo, de un púrpura profundo y se preguntó si debía cambiarlo. Nunca se lo había puesto, pero su madre se lo había regalado en Navidad. Dijo que resaltaba el violeta de sus ojos. Pensó en lo estúpido que le había sonado en aquel momento, así que ¿por qué se lo había puesto ahora? No necesitaba impresionar a Jeb ni a Rawley, y a Garron ya le gustaba. ¿Pero lo amaba? Por último, decidiendo la causa de sus nervios, Sonny dio por perdido el pelo y se puso las botas buenas de vestir. Agarrando las llaves del aparador, bajó la escalera dirigiéndose a la puerta principal. Subiendo en la camioneta, respiró hondo. —Puedes hacerlo. Puedes acercarte y jugar agradablemente con el idiota que compró la tierra que querías. Conduciendo por el camino del rancho, Sonny esperaba que su maldito hermano ya estuviera allí. Aparcando detrás del coche de sheriff de Rawley, Sonny suspiró profundamente. —Gracias a Dios. Mirándose en el espejo volvió a arreglar sus rizos desordenados por el viento cuando alguien golpeó en su ventanilla. Asustado, Sonny pegó un brinco y se giró. Entrecerrando los ojos miró a Garron y abrió la puerta. —¿Quieres que me dé un infarto? 5

Pañuelo atado en la cabeza .

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La salvación de Sonny

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Garron lo aprisionó contra la camioneta con su largo cuerpo. —Maldición, me parece que esta noche estás fantástico. Por lo general, el único momento que te veo sin sombrero es cuando estás en la cama. —Garron jugó con los rizos de Sonny—. Tan bonito —susurró contra la boca de Sonny, poco antes de besarlo. Olvidándose, Sonny puso sus brazos alrededor del cuello de Garron y envolvió las piernas alrededor de sus caderas, moliendo su polla endurecida contra Garron. Un carraspeo los separó rápidamente. Avergonzado, Sonny permitió que sus piernas resbalasen hasta el suelo. Un magnífico hombre rubio estaba al lado de Rawley. Agradable

imbécil, fue su primera impresión. Garron empezó a reír y lo palmeó en el trasero. —No te preocupes, Jeb no es un puritano —dirigió a Sonny hacia el porche—. Te presento a mi hermano, Jeb. Sonny extendió la mano y sacudió la de Jeb. —Supongo que ya has adivinado quien soy. —Me alegra conocer al hombre del que mi hermano no puede parar de hablar. Vamos, la cena está casi lista. —Jeb se giró caminando hacia la casa, seguido de cerca por Rawley. Volviéndose hacia Garron, Sonny sonrió. —¿Viste la manera en que mi hermano miraba el culo del tuyo? —Sacudió la cabeza y rió—. Es tan gay. —Shh, no le digas eso. Permítele que se dé cuenta por sí mismo. Garron tomó la mano de Sonny dirigiéndose hacia la casa. Jeb y Rawley ya estaban sentados en la mesa de la cocina con una cerveza en las manos, cuando entraron. Sonny tomó asiento enfrente de Jeb cuando Garron le dio una cerveza. —¿Puedo preguntar algo antes que empezamos la charla? Sé que sonaré como un asno, pero tengo que saber. ¿Por qué te vendió Jack el rancho en vez de a mí? —¡Sonny! —gritó Rawley—. Muestra algunos modales, chico. No entras de buenas a primeras en la casa de un hombre y le preguntas algo como eso. 29


La salvación de Sonny

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—Está bien —dijo Jeb. Se frotó la mandíbula y tomó otro trago de su cerveza. —Jack Anderson era mi padre. No supe que existía hasta cerca de tres meses antes que muriera. Al parecer, tuvo un asunto con mi madre. —Jeb miró a Garron—. Ella estaba casada con el padre de Garron —le señaló con la cabeza—, mi padre en aquel momento. —¿Y Jack no sabía de ti? —Sonny no pudo evitar preguntarle esto. —Él lo sabía, pero mi madre le dijo que no interfiriese. Habría arruinado una familia entera. Así que Jack mantuvo la boca cerrada hasta que averiguó que se moría. Vino a Chicago, nos encontramos y hablamos unos días. Me habló acerca del rancho, de ti y de tus hermanos y que vivían al lado. Sonny sentía su lucha interior. Aquí estaba delante de un hombre que sólo había conocido a su padre verdadero unos días, y él se había vuelto loco porque Jack no le había vendido el rancho. Se sentía como un verdadero bastardo. —Lo siento. —Está bien no pasa nada. Jack me dijo cuánto significaste para él. Y esto me hizo pensar sobre si debía decirte la verdad o no. —Jeb miró Garron—. Y mi hermano mayor ha estado acertado acerca de contarte toda la historia. —Lo siento, he sido un burro. Si necesitas cualquier ayuda o consejo espero que me llames. Sonny agarró la mano de Garron bajo la mesa, Garron le dio un apretón y Sonny supo que todo iba a ir bien. Después de cenar, Garron llevó a Sonny a dar un paseo en motocicleta. Volaron por los estrechos caminos vecinales. Sonny se agarraba con fuerza. Dios, amaba esto. Sentir el viento en su pelo y acurrucarse contra el hombre que amaba. Inclinándose hacia delante, besó el tatuaje que Garron tenía en el cuello. —Te amo —susurró contra su piel. Sabía que Garron no podía oírle, pero se sentía bien diciéndolo en voz alta. 30


La salvación de Sonny

Carol Lynne

Tomando el camino viejo de una granja, Garron los condujo a los dos rebotando por los surcos hasta llegar al final del camino. Apagó la moto y tiró de Sonny hacía su regazo. —¿Has dicho algo allí atrás? Estudiando los oscuros ojos castaños de Garron, Sonny quería gritarlo en los tejados. —Dije: te amo. Cerrando los ojos, Garron suspiró hondo antes de aplastar el cuerpo de Sonny en sus brazos. —Yo también te amo. Hace un tiempo que lo sé, pero no me creía capaz de decirlo. —Bien espero que sepas lo que significa esto. —Sonny empezó desabrochar los vaqueros de Garron. —¿Qué significa, vaquero? —Garron se encogió de hombros para quitarse la camiseta y la tiró al suelo. —Significa que tienes que estar preparado para ser el centro de los chismorreos del pueblo, porque tengo la necesidad de que vivas conmigo. Y puedo pensar en por lo menos un par de personas que quizás tengan algún problema con eso —Sonny tomó la polla de Garron en la mano y bajó la cabeza. Recostándose en la moto, Garron gimió. —Tráemelos aquí.

FIN

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