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Precios máximos al gas LP

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“Quelonius”

“Quelonius”

Fluvio Ruíz Alarcón

Apartir del pasado 1 de agosto, entraron en vigor los precios máximos al consumidor de gas LP, con base en la Directriz de Emergencia y la Metodología que emitieron, respectivamente, la Secretaría de Energía y la Comisión Reguladora de Energía. Dichos precios máximos están diferenciados para 145 regiones del país, y dependen de los costos de operación asociados a cada una de ellas. Los precios máximos se ajustarán semanalmente y podrán ser consultados en el sitio de internet de la Comisión Reguladora de Energía. Vale la pena recordar, que la última vez que un gobierno intervino directamente en los precios de los energéticos, fue en agosto de 2016, cuando a través de un acuerdo administrativo emitido por la Secretaría de Hacienda, se congelaron los precios de las gasolinas y se decretó una disminución del 10% en el precio del gas LP. El establecimiento de precios máximos para el gas LP, responde al compromiso del Presidente de la República, de que durante su mandato no se incrementarán, en términos reales, los precios de los energéticos. Esta medida es una respuesta al incremento desmedido de los precios del gas LP que, semana tras semana, ha reportado la Procuraduría Federal del Consumidor. Los precios del gas LP se han disparado por dos razones principales: por un lado, la evolución de los precios de referencia internacionales ya que importamos más del 70% del gas LP que se consume en el país; y por el otro, una estructura del mercado nacional con fuertes rasgos oligopólicos. Esto último ha propiciado que los márgenes de comercialización en el sector del gas LP sean mucho mayores que los observados para los combustibles automotrices. El diferencial entre el precio final al consumidor del gas LP y el de las Terminales de Almacenamiento y Reparto, puede llegar a superar el 80%, mientras que, en contraste, en el caso de las gasolinas, los mayores diferenciales se sitúan en torno al 15%. El consumo de gas LP es inelástico, es decir, que no depende del precio, sino que se basa en el hecho de que es un combustible ineludible para cocinar, calentar el agua y, en general, para la vida cotidiana de los hogares mexicanos. Aunque en los últimos años se ha dado un ligero incremento en el uso del gas natural, este aún se encuentra muy lejos (7% de los hogares) del nivel de utilización del gas LP. Asimismo, el gas LP es utilizado en el 60% de las empresas de servicios, mientras que el 30% usa leña y solo el 10% emplea gas natural. La importancia del gas LP en la economía nacional y la vida cotidiana de las personas, justifica la intervención del gobierno para garantizar su abasto a precios accesibles para el conjunto de la población. El lento y hasta ahora, infructuoso camino establecido en la Ley Federal de Competencia Económica, que requiere de una declaratoria de inexistencia de condiciones efectivas de competencia por parte de la Cofece, que nunca se ha dado pese a todas las evidencias en ese sentido; hizo que el gobierno tomara una ruta legal alternativa para evitar la formación de precios excesivos del gas LP, en detrimento de los consumidores.

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