Poetas sin Fronteras
Febrero 2022 Año 9 Ejemplar 106 1
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Ramón Hernández Olivares Director y Editor
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INFINITA SOLEDAD Amarilis Siu Rivas Venezuela Voy enhebrando las razones en abismos En el umbral de los silencios Donde han quedado mis tantas mutaciones Adheridas al sueño amordazadas al olvido. En mi extraviado corazón Y la ansiedad que atormenta mi alma De soledad interminable En velos del tiempo Y la rebelión de mis versos ALMA AMARILIS SIU RIVAS CIUDAD BOLIVAR/VENEZUELA Alma espérame en donde la levedad persiste sombría Alma espérame al final de la luna llena Aunque habitemos parajes diferentes Converso contigo, sé que no estoy sola Tu ausencia me hace compañía Y en la brisa vislumbro tu presencia Alma llévame de la mano en el amanecer de las vigilias A esos espacios únicos acompañantes de mi desvelo Transmuta esta agonía del desespero Quiero ocultarme del canto del miedo De no poder con mis recuerdos Que se fueron y ya no serán De esperanzas que duelen cada mañana
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LA DAMA DEL UNIVERSO Ana Ahumada Espinoza Chile Ahí está la dama del universo, con su vestido negro salpicado de estrellas. Con sus cabellos lácteos y blanquecinos. Su rostro pálido nos mira impasible desde el cielo, muda necrópolis de deseos truncos. Su aliento invisible apacigua los mares O los empuja a azotar la roca. Moviliza las corrientes marinas, para que la vida allí florezca La dama del universo guía los pasos de las estaciones, que tomadas de la mano danzan su danza eterna en lluvia, hojas, flores y frutos. Ella nos mira con sus ojos ciegos como si estuvieran abiertos y suspendidos eternamente en la agonía cósmica. Continúa su viaje eterno, girando y girando alrededor de la tierra. Observándonos, vigilándonos, mostrando siempre el mismo rostro, y el mismo vestido. La luna es el rostro de la dama del universo, un rostro petrificado, estático, resquebrajado. Un rostro triste, por el que nunca resbalará una lágrima.
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LA LUNA ES ESDRÚJULA Ana Ahumada Espinoza Chile Luna lunística Tan fantástica y lumínica a veces caótica, otras muy cálida. Se muestra tan artística, tan acuarelística, con su espléndida y blanca túnica. Tan romántica, algo erótica sus labios prístinos, son el depósito de besos furtivos, de deseos húmedos. Carece de fonética, Pues suele ser bastante drástica, aun en silencio puede ser sarcástica. Cuando su humor mengua, suele ser gótica, algo escéptica Oscurece sus párpados con carbón cósmico Sobre su mejilla, tatuada una lágrima. La luna es esdrújula, sin ser júpiter porque es fantástica, brillante y carismática. Aunque creas que es un satélite cíclica y estática, En realidad, es un poco maniática caótica, pero muy mágica.
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Y LLEGÓ LA NOSTALGIA Angela Pinales Valdez República Dominicana Y llegó la nostalgia vestida de recuerdos Con el alma húmeda, con los pasos trémulos y cansados, cómo si arrastrara en cada pisada pedazos de una vida azarosa y desdichada. Tenía la mirada hundida. Oscuras ojeras, cubrían su cara. Sus labios crispados con una triste mueca con sabor a pasado. Más después de mirarme fijamente a los ojos, me dijo: ¡tranquila, no temas! No vine para quedarme a tu lado. Soy ave de paso, solamente por aquí pasaba. Entonces tomó su desventurado equipaje cargado de ayeres, de ausencias, de soledades y dando media vuelta desapareció con la misma prisa que había llegado, dejando mi rostro con una leve sonrisa y mi corazón algo sobresaltado.
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PALABRAS ANGELA PINALES VALDEZ REPÚBLICA DOMINICANA Las palabras pueden ser un veneno mortal o afilado puñal que profundo se clava en el centro del pecho, traspasa el corazón el alma desgarra sin compasión. Quedan grabadas como sello indeleble adherido a tu ser. Las palabras tienen el poder de elevarte hasta el cielo motivarte a lograr tus sueños y anhelos o aniquilar todos tus deseos llevarte a pensar que no vales nada. Sin remedio hundirte en el mismo averno. Las palabras también cual caleidoscopio son capaz de crear un mundo mágico con formas y colores de increíble belleza tornarse en flores de agradables aromas 7
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o en dulce manjar que produce placer en tu interior. Con ellas puedes componer, bellos versos nocturnos que te hagan suspirar de pasión. Palabras gratas dichas con amor son caricias al alma besos al corazón.
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MEMORIA HUMANA Angélica Arreola Medina Ciudad de México, México El humo de mi memoria se restriega en el tiempo fuera de toda conciencia y sabiduría permanezco inmóvil, no pienso, apenas existo. El vacío llena mi existencia y el sin sentido cubre la realidad sólo está esta inmensa, sórdida, agobiante soledad. Antes, la vida fluía, solo… había que vivirla. Una canción de cuna, los juegos felices de la infancia, un consejo siempre a tiempo, se agolpan en mi memoria. Hoy… sucumbo ante lo inefable, el dolor revolotea en mi interior, y me carcome, lento y voraz Inhóspito sentir embravecido. Y tú y tú y tú, en el cielo Infinito, donde lo único cierto, es la incertidumbre
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LAS DOS FRIDAS Angélica Arreola Medina Ciudad de México, México Había conseguido una beca para estudiar su doctorado en Letras, en la Universidad de la Ciudad de Nueva York. se instaló en un departamento compartido, con Tania, una chica brasileña, que estudiaba Arte. Esa noche se inauguraba la exposición de Frida Kahlo, en el Museo de Arte Contemporáneo. Como mexicana, quería observar la recepción de la pintora mexicana en aquella ciudad cosmopolita. Se detuvo frente a un cuadro de gran formato, “Las dos Fridas”: ambas se encontraban sentadas, tomadas de la mano; una con vestido blanco, de encajes, de estilo europeo, otro de gran colorido, oaxaqueño; representando dos culturas y dos tradiciones. Sobre las blusas, los corazones expuestos, palpitantes, de donde emana la arteria, el hilo rojo que los une y sobre la falda blanca, las tijeras que rompieron ese corazón. Ahí la conoció, era alta, de rasgos finos, traía consigo una copa de vino y la mirada brillante. Tania se la presentó, Marisa era su maestra, sabía mucho de pintura, le explicó que Frida Kahlo pintó ese cuadro cuando se separó de Diego Rivera y su corazón se encontraba escindido, que expresaba la dualidad de su sufrimiento: el del cuerpo, por sus múltiples enfermedades y el de su alma, contradictoria; así como su origen europeo y su identidad mexicana. Nunca se imaginó la atracción que ejercería sobre ella; había tenido en México algunos novios, nada de importancia. Marisa era una mujer madura, tenía 55 años, pero la vitalidad que la caracterizaba, la hacía parecer de menos, ella cumpliría apenas 30. Fueron a tomar una copa, hacía mucho frío, le acomodó la bufanda, no se volvieron a encontrar. Dos años después, regresó a México. Una tarde, en un tianguis de artesanías la volvió a ver. Marisa, fina y elegante como siempre, la invitó a comer, tomaron vino charlaron de pintura, música y literatura, luego la invitó a su departamento, le quitó suavemente la blusa 10
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bordada que había comprado en Michoacán y se amaron hasta el amanecer. Era un amor imposible. Marisa estaba casada, la diferencia de edad, además, sus padres nunca aceptarían esa relación; sin embargo, ya la amaba. Marisa volvió a Nueva York y ella continuó con su vida, daba clases en la universidad, en ocasiones asistía a galerías y exposiciones con la esperanza de volverla a encontrar. Tiempo después se enteró que Marisa había muerto. Se había suicidado, cortándose las venas, un hilo rojo de sangre llegó hasta el piso. Sólo entonces comprendió que era la única manera de separarse. El destino, que las unió como la arteria, el hilo rojo de “Las dos Fridas”, las separó con ese fino hilo rojo que escurría entre sus dedos.
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AROMA A NARDOS BERTHA LARAF Veracruz, México Recórreme otra vez con la mirada perdida en el infinito o con el táctil sopor de la mañana. Abrázame de nuevo con el brillo de la luna por la ventana para sentir el cielo terrenal. Báñame de besos en las esquinas, en las alturas y recónditos pasajes de mi crispada emoción. Acaríciame con el suave intento del sutil viento, impregnado de nardos, aroma que exalta los sentidos Invádeme, que tu mente se estremezca al sonido de mi turbación, rodeada de tus brazos. Pídeme destellos del más puro amor, chispas de candiles imprecisos de ayeres, vueltos a comenzar hoy!
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NO SE SI A TI BERTHA LARAF México No sé si a ti te pasa que cuando la lluvia es incesante, se le agrega que es martes os invade la nostalgia de los tiempos idos de las fiestas de abril acaso de día del niño. No sé si a ti te pasa que cuando el día está gris tienes entre tus manos una extraña una nube que se escurre entre tus dedos, te acuerdas de tu madre que porque dios lo quiso ella ya no está contigo. No sé si a ti te pasa que te has quedado solo y hablas con tu gato le cuentas de tus amores perdidos los que son platónicos y los concretos que se han muerto de inanición por falta se sentimiento, de estar juntos, de la fatiga constante de hablar de la nada, que sí existe en el vacío del corazón incierto.
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LLORA LA LUNA Elena Guzmán Ramón México Lágrimas plateadas perlas a nuestro mundo no ajena resplandece luna nueva Iluminando nuestras noches brilla su luz plena. Vierte plateadas perlas así llora la luna por nuestra bella tierra. Silenciosa contempla el azul planeta. En plenilunio ilumina brilla luz cinérea se da toda entera luces azules y rojas en luna llena. Y hasta los confines su esplendor comparte sorprende su belleza cuando llora la luna, la noche sin estrellas se encuentra.
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CERTEZA DE AMOR Elena Guzmán Ramón México Sensaciones, emoción vibraciones bellas. Duradera y cierta paz resuelto está todo en el momento real. Sueño no es, no es dolor la luz en la oscuridad las células del cuerpo recorridas por ondas de relajación. Convicción de sentir y hacer sentir ternura, verdadera, sincera. !!Eso es amor!! La certeza de amar. soledad se disfruta rodeada de paz Te ama con certeza, quien te brinda esta realidad. Certeza de amor si lo das lo recibirás.
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LA TIERRA COMO EL CIELO UNIVERSAL. Elena Guzmán Ramón México Dos mil veintidós nuevo año amanece hoy día uno. Bendice señor todos los venideros. Socorre a los desfavorecidos y a los que se encuentran enfermos. A todos los seres vivos, del espíritu santo cólmanos con amor y empatía hacia nuestros semejantes. Haz de la tierra como el cielo universal: encantador pleno estelar, maravilla singular, belleza sin igual. Salvaguarda nuestro hogar, la tierra, el azul planeta de desastres de inundaciones, incendios, terremotos y guerras. Tengamos un escudo protector de salud y para los males que nos acechan. Que sigamos teniendo más vida y más metas. Atraigamos todo lo bueno, con pensamientos de amor y paz. A mis familiares, a mis amistades y a todos sus seres queridos llenas estén sus vidas de armonía, felicidad, salud y prosperidad.
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HUÉRFANOS DE AMOR Elena Guzmán Ramón México Soñolientos aún se levantan en una casa hogar Despiertan con alegría innata de su edad. Huérfanos de amor en día de Navidad alientan sus ánimos saber que se acerca una inolvidable fecha. Cada año esperan juguetes y fiestas sus rostros pequeños y su mirada tierna bondad y regocijo a sus vidas llegan. Su fe se alimenta su hambre aprieta anhelantes de la torta para aliviar su dieta. Es tan fácil hacer sonreír a un pequeño o pequeña en su mundo infantil la soledad no les pesa más un abrazo sí, un abrazo quisieran. Aunque saben que la espera se les hace lenta conformes de su vida Amor no esperan.
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ANHELOS Elena Guzmán Ramón México En el marco de mi soledad me abrigo en la blancura de un campo protector que envuelve mi vida. Solíamos ser libres sin saber que éramos felices. Libres de anhelos que nos habitan hoy. Deseando pase el daño llamado COVID Me envuelvo en una túnica blanca, envuelvo mis anhelos como todos. Mis mayores anhelos son la salud mundial y la paz. Somos energía vibrante todos somos aquellos que el universo concede deseos reunamos nuestros cielos Y pensemos cual gigantes ser podremos.
Covid.- Coronavirus
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Volver a Tenerte Evelyn Covarrubias Vera Los Andes – Chile Del Poemario Amor, Desamor y Esperanza Te he vuelto a tener en mis brazos, he vuelto a sentir tus labios, dos maravillosos lazos, que los hago solo míos. Te he vuelto a mirar a los ojos, que siguen con ese hermoso brillo, afuera quedan mis despojos, y me planto ante ti con orgullo. Poner mi cabeza en tu pecho y escuchar el latido de tu corazón, juntos al asecho hasta perder la razón. Vuelvo a sentir tus manos que, tomadas de las mías, tú y yo nos miramos y un beso me darías. Volver a sentir esta pasión, que me cala hasta los huesos, no tengas de mi compasión, que ya de este amor, estuvimos presos.
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Si Soy Evelyn Covarrubias Vera Los Andes – Chile Si soy hada de aire; volaré hasta donde estés, seré luz en tu oscuridad, soplare tu rostro cuando triste estés. Si soy hada de tierra; seré tu escudo protector, tu dama del corazón, juntos beberemos el néctar del amor. Si soy hada de fuego; sucumbiré en tus sueños de placer, como una salamandra dejaré mi olor y cuando despiertes tú, me buscaras. Si soy hada de agua; me deslizare por tu piel, refrescare tu sed de amor como una ondina te encantaré.
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Deseos Isidoro A. Gómez Montenegro México Existe un tiempo de ausencia. Cubierto con túnica blanca... Cómo la de Jesús... O los esenios en donde vivió y fué instruido un tiempo. Soy o fui viajero inalcanzable... Por esa túnica blanca... Protectora... Soy viento caudal agua que descansa un momento. Trata de purificarse... Hay tantos yerros y errores propios. Enmedio de tanto sufrimiento y dolor por pérdidas y ausencias heridas pasadas, dejadas otros tiempos y nuestra actual Pandemia. En esos pasos vacilantes, con túnica blanca soy cazador de estrellas, que alumbren tus manos y las mías. Y la lluvia con lenguaje, borre desdichas, saudades. Perfume las horas... Vista las calles de esperanza y caminar en este tiempo de ruinas desoladas... Y pueda verse la sonrisa de las gentes... Sin ese cubrebocas que ha muchos nos ha salvado la vida
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Marisol. Isidoro Arturo Gómez Montenegro México Mujer. Creadora de grandes elementos... Mujer. Voz de la tierra Surco dónde de aloja la simiente Mujer. Sintió dónde converge Y cierra la noche. Conoces la oscuridad secreta de la noche Mujer, Tempestuosa, lanzas a la vida al hombre a qué aprenda a morir. No dejes que derriben las columnas, sostienen los astros eleven poemas en canto. No dejes que zarpen y busquen el templo la iglesia sumergida. Hazlos volar como hojas secas Al cielo cifrado de estrellas. El fuego transita en altas llamaradas. Se tu mi faro. Mi guía La rosa de Saron El punto cardinal que no he conocido Los ojos que sonríen ante mis dislates La Hipatia que conocí O quién inspiró " Huellas en la noche. Quien me ha dicho que somos más que tiempo Y está sostenido por arcángeles. Tiempo de ausencia hoy te convoca. Te coronan de luz nimbos a distancia. Las ajorcas en tobillos y manos... 22
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Son de la nena de danzante La que fluye y permea este senecto cuerpo. Y en la sombra breve de tu pecho...alcanzó tu luna Tu imagen, donde convergen amistad, virginal camello, impoluta tu figura y comportamiento. Perdona éste atrevimiento. Sol emerges de un sueño, Sin esperanzas para mí... Pues soy madera...seca. Con tan poca cosa que ofrecer. No me quites tu amistad, tu aprecio, tu cariño En dónde apenas la pasión convergio. En los sueños de años atrás. Cómo estás fluye el agua lenta...tantica Y el recuerdo de aquel beso de despedida en Teocelo. Guardado celosamente hasta hoy. Te escribo esto como agua de un beso.
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Pídeme James Connor Monterrey, México Pídeme Que te cuente las estrellas A mi lado en ese vaivén De caricias en tu piel De mover mi mundo para ti Pídeme hacer espacios Y estar contigo y caminar Bordando la luna juntos Cubrir espacios juntos pídame cubrir los espacios Qué hay en tu vida a mi lado Pídeme que te dé el sol Cuando mis manos te acaricien Y que cuente las pisadas En la arena cuando juntos Caminamos juntos en la arena En las arenas del tiempo Pídeme que no te deje de pensar Ni un minuto cuando escribo poesía Y pueda en este amor inmarcesible Volar a tu lado y juntos estar Pero no me pidas por favor Que te deje de amar
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Título: Día del Amor Autor: James Coonor Ciudad: Monterrey México El amor es así en helechos suaves que transpiran un te quiero fugaz en la agonía de un amor intermitente que te ama hermosa yo sé que vienes a decirme que amas eres como un ángel huyendo en mi ciudad de sueños... tierra de poetas y suspiros donde un verso tiembla Entre mis dedos al mirarte. Y así, con ternura te veo pero te digo hay un silencio que te hace mía, noche de insomnio Y tiempo de frío... Calle empedrada Camino en ella contigo y tus ojos de fuego me besan en cada paso aún buscando los míos.
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Título: Por si Muero Autor: James Coonor Ciudad: Monterrey México No puedo decirte cuánto te amo Quizás ocuparía miles de rosas Para escribirlo con cada pétalo Quizás con todas las estrellas Para iluminar cada paso que dimos Con mis manos tocando las tuyas No puedo decirte cuánto te amo Porque en cada mirada dentro de mi Necesitarías estar para saberlo Quizás en cada latido de mi corazón Se produjo un te amo sin parar O en cada letra de palabra emitida Pudiste saber cuánto te amo No puedo decirte cuánto te amo No encontré otra forma de decirlo Porque basta tu mirada en la mía En ese brillo inefable cuando sonríes caminando junto a mi... No sabes cuánto te amo, Pero si hubiera otra forma de decir Cuánto te amo, quizás la inventaría hoy que me voy, O que tu marchas a otro cielo, nuestras almas Dirán eternamente sonriendo No, no sabes cuánto te amo... Pero siento que es infinito En un laberinto iluminado de amor forjado con todos estos años, Un velo de sol en la mirada Cuando contemplamos nuestra hermosura, nos amamos sin llorar No, no sabes cuánto te amo... 26
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DETRAS DE LA OSCURIDAD Lola Vara San Vicente Argentina Me perdí allí en lo más oscuro de mis rincones entre las miserias de la misma humanidad. En la locura de tanto insomnio de cada amanecer entre la desolación y la búsqueda del abrazo Sanador. Me busque, en los negros huecos más dolorosos de mi misma. Arrinconada envuelta en un llanto incontrolable, casi en cenizas temerosa, vulnerable me hallé desgarrada. Lamí mis propias heridas cubierta de espinas. …no me reconocí. Caminé lenta entre las sombras me arrastré en medio de la humillación de las heridas... Intentaré reconstruirme no sé cómo 27
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no sé cuándo. Sólo sé que al encontrar la luz cubriré mis llagas con el mismo acero de aquella mortal águila de las lanzas que me lastimaron. Vestiré una coraza, sobre mi máscara pintaré una leve sonrisa. Cuando lo logre ya no seré la misma dejaré mi corazón en las cenizas. Juro, ya no seré la misma.
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No llores Luna Lucila Reyes González Ciudad de México, México. No llores Luna, no, no llores por alguien que no te amó, no dejes que el amor te atormente tampoco te lamentes, por el tiempo que pasó. Luna no llores, no dejes que tus lagrimas caigan al suelo, un suelo que el pisó sin merecerlo, luna intenta no quererlo, que no sea causa de tu desconsuelo. Siempre habrá otro día que cambiará tu ciclo y si hoy te sientes obscura de nuevo llegará tu brillo, disfruta todas tus fases sin lamentarlo, disfruta la vida y poco a poco dejaras de amarlo. Luna eres hermosa con tu sonrisa enigmática, deja que el imagine otra cosa al ver tu mirada, has que sufra y que por ti llore, has que regrese y te implore. Y cuando por fin venga rendido de amor por ti hazle saber que lo has olvidado que otro astro su amor te ha dado y otro ciclo comienzas a vivir. 29
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Reclamo. Lucila Reyes González Ciudad de México, México. Luna he venido a reclamarte por ser tan chismosa, ¡yo si le amo!, tú le dijiste otra cosa, que pronto lo olvidaría, y bueno soy un poco olvidadiza, pero a él, si le quería y tú de mí, lo has apartado, que se fuera a otro lado, a buscar otro tipo de mujer, que fuera diferente de mí, que yo no lo iba a querer, porque yo era así. Y ahora te pones a llorar con tus claros fulgores y tu pálida faz cuando dijiste que lo iba a olvidar, que te compre el que no crea, de lo que eres capaz, de destruir los amores, con falsos rumores acabar con su amor y su paz. Así que no me vengas con lunáticos cuentos; que me enamoraré de nuevo en abril, para hacerme pasar malos momentos ya sé cómo eres de vil. Ahora me enamorare de día donde el sol me ilumine, donde con tu cobardía, el amor y la vida, no me arruine.
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Muerte a ti. Lucila Reyes González Ciudad de México, México. Muerte, mi más fiel compañera, quien ha visto lo que sufrido al quitarme el ser querido, y dejarme sola en la tierra. Ya que te llevaste a mi amado, mándame el consuelo del olvido te lo pide mi corazón estremecido por las lágrimas que he llorado. Llévame contigo amiga muerte, mira como estoy sin consuelo, al tomar su cuerpo inerte mi corazón en pedazos cayó al suelo. No soporto el dolor del duelo tanta súplica lance al cielo al cielo, Dios no derritió su corazón de hielo, y me dejó aquí en el desconsuelo. ¡Ya que no escuchaste mi llamado!! disfruta de mi triste suerte ¡ve como lloro por mi amado! ¡se feliz con mi llanto, maldita muerte!!
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Versos nocturnos de invierno (acróstico) Mariateresa Galaz Ciudad de México, México Versos nocturnos de invierno (acróstico) ¿Ves esa estrella? Esa no es una estrella. Rompe los linderos del viento sin moverse. ¿Oyes su rumor, acaso? Sin ruido se desliza. Nadie la nota ondulando en el espacio con ritmo elegante. Todo cambia a su alrededor: una corriente de aire rasgando el espacio nos la devuelve. Orbita sobre nuestras cabezas, sobre nuestros cuerpos, dejando aromas de recuerdos entre nosotros. Imaginamos que es una estrella, nube de espejismos vaho de invierno. En nuestra existencia remembranzas de una vida no lejana. Ondea: es un copo de nieve.
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Memorias del alma Mariateresa Galaz Ciudad de México, México Memorias del alma Hay vidas que nos recogen a medio camino que nos prestan su luz por un rato. Hay vidas con las que nacimos tan indispensables que nos dejan a oscuras cuando se van. Hay vidas que sin conocerlas las sospechamos: Nunca sabremos la verdad con la que vivieron. En mi alma marcas indelebles todas ellas dejaron: Memorias con las que cada tarde juego a las cartas cuando se pone el sol.
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La muerte, compañera etérea Mariateresa Galaz Ciudad de México, México La muerte, compañera etérea Aquí estás, una vez más de frente acompañándome en mi soledad. Solo tú y yo sabemos las veces que has venido y te has ido con las manos vacías. Hace años que me espías, que me observas, que me sorteas entre tu cúmulo de cartas desgastadas con que una y otra ocasión juegas al destino. Solo tú y yo sabemos las veces que has venido y me has dado el favor de tu partida solitaria, prometiendo que regresarías sin decir claramente cuándo. Solo tú y yo sabemos las veces que te has ido conmovida por mi debilidad conmovida por mi tristeza con la lástima que sola tú puedes sentir. Y, sin embargo, mírate a mi lado en el espejo, transparente y etérea compañera en mis soliloquios gemela vigilante de mi tiempo.
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Los prodigios de mi memoria Mariateresa Galaz Ciudad de México, México Los prodigios de mi memoria Aquí, sola en mi habitación, puedo recrear las humedades del verano o el desierto del invierno en San Andrés. Vuelven los colores de la lluvia, el aroma del pan recién hecho el perfume de las flores en el monte. Veo el vuelo de los pájaros cuando se regresan al norte como por mayo. Me salpica el agua de la poza que en torrente cae cuando vamos a nadar los domingos temprano. Regresa de repente el mundo que ya no está, que quién sabe si aún es. Llevo mis recuerdos guardados en la cajita mágica de mi memoria.
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Con el tiempo Rosa Caldevilla España Con el tiempo te das cuenta De cómo se escapa la vida Con los años te das cuenta Que conoces el principio Desconoces el final Que el pasado ya se fue Lo que cuenta es el hoy Y el mañana, si llega Que no es tiempo de jugar Que ya es hora de compartir el viaje Las penas y alegrías Y ese pesado equipaje Que los años y la vida Pusieron a nuestras espaldas Co un compañero fiel Y entre los dos construir Nuestra pequeña guarida. Madre Rosa Caldevilla España Por esos desvelos tuyos Por mil noches sin dormir Por todos los disgustos Que sin querer yo te di Siempre a mi lado estabas Cuando yo te necesité Y Eda ayuda q me dabas No la supe agradecer Ahora q yo soy madre Más valoro tu quehacer Ese cariño entrañable con total desinterés 36
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Si llegara Rosa Caldevilla España Si llegara el día en que no volviéramos a encontrarnos Si nuestro silencio se extendiera en el tiempo Si nuestro camino se divide en senderos No es q lo vivido haya caído en el olvido Si algún día volvemos a cruzarnos Aflorarán los recuerdos dormidos Como algo q pertenece a un pasado Aunque nunca hayan caído en el olvido Si los senderos se funden en un camino Y volvemos de nuevo a encontrarnos Recordaremos secretos compartidos Como los buenos amigos que hemos sido Lo que fue ya no podrá volver a ser Pues la distancia abre grandes abismos Y aunque no podremos olvidar el ayer No podremos saltar el precipicio.
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Memorias del alma Silvia Aquino Xochimilco, Ciudad de México I.- ¿Y la Poesía? Las poetisas declaran que un poema ha de ser imagen musical y ritmo. ¿Qué responden cuando las palabras solas crean imágenes? Cuando las palabras, sin saberlo, crean música y ritmo. Como la realidad es imagen, la escritura se confunde, tiene su propia música y su propio ritmo. Luego, la palabra no es realidad, pero ¿de dónde saca la imagen, música y ritmo? Entre estos senderos cruzan las realidades poéticas. Yo he de suavizar palabras, dentro de una realidad.
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II.- Un viaje memorial Un día viajé, solitaria, atravesaba el Peloponeso, pasaba Atenas, y mi fin era Macedonia. Iba yo sola en el mundo, miraba las lunas griegas, asombrada, grandes y ricas como quesos de cabra. Mi diario despertar era encontrar felicidad: templos antiguos, museos arqueológicos, comida griega, cantos y bailes con los griegos. Nada me preocupaba: podía caerse la cúpula de Santa Sofía; hacía que la historia antigua se pasmaba ante mis ojos. Atravesaba el Olimpo, antes de llegar a Pela, la capital de Filipo el Macedonio. El fin: la antigua Mieza. La antigua Mieza donde Alejandro, con sus amigos, veneraban a las ninfas de Pan, rústica deidad. El niño Alejandro, muy temprano, llegaba a la escuela venerable… 39
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(Plutarco vio los asientos de piedra de los jóvenes alumnos de Aristóteles y los paseos defendidos del sol). No pude encontrar los paseos, pero sí la cueva donde Alejandro imaginaba la imagen primaveral de un nuevo mundo. Con lentitud y cautela, me adentré a la cueva donde la imagen y la palabra se convirtieron en una. No era el fantasma de Alejandro, era la voz del adolescente Alejandro, quien, recostada su tierna cabellera sobre la bella edición de la Ilíada que su viejo maestro le obsequiara; escuché, maravillada, en tenue voz, las palabras de Príamo previo el entierro de Héctor: “Troyanos, traigan ahora leña a la ciudad, y en el ánimo no teman una astuta emboscada de los argivos. Pues Aquiles, al despedirme de las negras naves, se ha comprometido conmigo, a no hacer ningún daño hasta que llegue la duodécima aurora”. ¿Nadie lo puede creer? Yo lo creí firmemente. Este poema no necesita verídicas palabras. Ha sido en mi alma, donde la memoria crea imagen, donde el ritmo se hace humano, donde la música hace la historia. 40
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III.- Un día invernal Ventanas y portillos cerrados no permiten pasar la frialdad de la noche, la frialdad del cielo, el lanzamiento frío y congelado de los copos de nieve, señoritos copos nocturnos, desbordados, malvados. El impío cielo de tonos azules obscuros y morados, sin una cálida estrella, los suelos de la tierra, imposibles de tocar o palpar. Ni las pequeñas gallinas saldrán del fondo de sus grutas. El frígido viento como la muerte, crea una imposibilidad humana de intercambios, vistas fugaces que causan el perecer del alma. Solo es plausible meterse a la tina o a un temazcal; mientras sudan las venas tras las ventanas y se miran los saltos de los nevados copos, adquiridos en consciencia del último fin. Dentro del agua hirviendo el cuerpo adquiere tibieza, la mente se aclara, 41
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hay un tipo de felicidad humana, el calor existe dentro de casa con el fuego de la eléctrica leña. ¿Qué más hacer? Solo escribir un poema; solo hacer una declaración sobre la eterna noche que no ha de deshacer las palabras escritas sobre el papel pues, allí, cada letra suena como el fuego… Escribir que los hombres y mujeres se vuelven solitarios; escribir canciones que permitan dar abrazos, adormecer la frialdad de los blancos copos de la nieve. Solo escribir la única esperanza que Prometeo dio al hombre, solo el calor, el fuego, que aleja la tristeza profunda y deja abrazar la felicidad, donde la nada se volverá infinita, en la longitud de los infiernos de los infinitos copos de nieve nocturnos… No hay nada más…
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Cadáver exquisito Bertha Lara Flores, María Luz Olivares Aldana, Rosario Lagunes María Guadalupe Martínez Bernal, Ángel Eduardo Valenzuela Ruvalcaba Isidoro Arturo Gómez Montenegro, Ramón de Jesús Hernández Olivares
habito en los abismos del mar de la tranquilidad El mar de mis pensamientos intuye tu divina presencia Ideas inconclusas, en un mar de borrascas y cíclicas como tristezas mal logradas Se diluye la máscara que cubre mi sonrisa Dualidad única impregnada de dudas Comparto mi deconstrucción, mi respuesta empírica a las interrogantes que acosan mis altibajos. Por soledad que asolan los sentidos. Mar de espuma baña mi cuerpo dolorido, tañer de flor, nace a la mitad del río, corazón y pensamientos de permanentes imágenes.
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