JUSTIFICACIÓN POLÍTICA De acuerdo con su etimología, la palabra justificación habla del hecho o acción «ción» de demostrar lo que para la ley o la moral es propio y aceptable; de modo que el hecho de justificar, [al igual que el ad hóminem y la teoría reduccionista] conlleva el desglosé de conceptos a través de distintas teorías con el fin de explicar el accionar, el pensar y la conducta de un objeto o constructo social (en este caso político). Por otra parte, la palabra política proviene de la expresión: poletiké techne, que significa no más que el arte propio de los ciudadanos para vivir en sociedad. Con estos significados en mente, esta justificación debe de estar justificada [valga la redundancia] en función de los principales elementos que conforman al Estado, los cuales son: el gobierno, la nación, el territorio y la manera en como el estado se regula. El gobierno, a través de como este actúa para y por la nación y como la nación a través del territorio moldea la manera en como el estado actúa per se. Ante la adversidad de cualquier cosmovisión resolver el problema después de conocer sus elementos, es más fácil que resolver el problema sin conocerlos. Viene el hombre natural, indignado y fuerte, y derriba la justicia acumulada de los libros, porque no se le administra de acuerdo con las necesidades patentes del país. Conocer entonces es Resolver. Una característica importante del presente apartado es que toda justificación lleva dentro de sí la pregunta: ¿Para qué?
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