Huellas scouts en Valladolid (Tomo 2) como el autor lo concibió originalmente (tomo ii)

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QUINTA HUELLA:

PAÑOLETAS POR LAS CALLES (El regreso del escultismo a Valladolid – 1968-1981)

Scouts vallisoletanos en la Rosaleda (Grupo Scout 103 “San Jorge”) –Circa 1971-

PRIMEROS SETENTA (1968 A 75) Aquel septiembre de 1968 olía a comienzo del curso escolar. También olía a puestos callejeros, a algodón de azúcar, a real de la feria en la Rubia. Eran las fiestas de San Mateo y el “Tragaldabas” y los “Cabezudos” acababan de recogerse tras su recorrido de charanga por Valladolid. La noche caía y se iluminaban los faroles y bombillas de las Ferias y de las atracciones. El humo marcaba desde lejos el horizonte al final del Paseo Zorrilla y desde donde te dejaba el autobús, frente al cine del mismo nombre que el barrio y los jardines, ya se notaban los apretones y la multitud. Los zapatos limpios de domingo acababan embarrados por el lodo que se formaba frente a los puestos del tiro Madrid y los accesos a la noria y las demás casetas. El verano no había sido todo lo feliz que me hubiera gustado y el panorama del colegio que empezaría en breve me empujaba a tratar de exprimir al máximo los últimos coletazos de las vacaciones. Esa tarde la había pasado deambulando por la 2


ciudad con los amigos de la pandilla. Habíamos empezado el recorrido en la Plaza Zorrilla, donde solíamos quedar. Unas veces lo hacíamos frente al escudo de Valladolid que ahora ocupaba el lugar en el que antes estaba el teatro Pradera, otras en la zona de los ciervos, dentro del parque junto a la fuente de la fama, y en otras por fin, como en esta, en el reloj de sol ante “Avícola Guerra”, la tienda de animales junto a la oficina de información y turismo en la que a todo el mundo le han comprado alguna vez un pollito. Las monedas luminosas entraban intermitentes en la hucha de bombillas de la caja de ahorros sobre el edificio. Dimos una vuelta llegando al depósito de coches en las ruinas de la iglesia de San Agustín y al final del paseo desembocamos en la Plaza de San Pablo. Los pequeños se columpiaban en las cadenas y los mayores fumaban y paseaban a los niños en los cochecitos frente a la Capitanía General. El tema del día había sido la propuesta que nos había hecho nuestro Jefe de Círculo de Flechas, José Manuel Blanco, al que todos conocíamos más por su segundo apellido: Alcañiz. Mi nombre es Paco y ese verano, como los dos anteriores, había estado de campamento como cadete de la OJE en Covaleda, como antes lo estuviera como flecha y Pelayo en el Frente de Juventudes cuando era más crío. Con Valdés y otros formaba parte de un buen grupo de amigos que allí también habíamos compartido lo nuestro como buenos camaradas. Nos habíamos estado reuniendo en los locales de la calle San Blas o en el “hogar” de Gamazo varios años. Sin embargo la última experiencia no había sido muy buena para casi nadie. Se nos había dicho que se pretendía que el grupo se "repartiera" en círculos diferentes por la edad, y nosotros no queríamos separarnos. Llevábamos mucho tiempo juntos. Los enfados, malos humores, castigos y tensiones habían sido los únicos recuerdos que nos habían quedado en aquella ocasión. Por eso aunque nos pilló por sorpresa no nos sorprendió mucho, no sé si me entendéis, la propuesta que nos acababa de hacer nuestro antiguo jefe. Por aquel entonces Alcañíz tendría 20 o 21 años. Iba a abandonar la OJE. Decía que no le veía futuro a lo de los flechas. No tenía aún muy claro qué era lo que iba a montar pero iba a montar algo. De aquello estábamos seguros. Cuando a Alcañíz se le metía una idea en la cabeza no paraba hasta sacarla adelante. Otra cosa no sé, pero se podía afirmar sin temor a equivocarse que era hombre de recursos. En todos los sentidos del término, pues de todos era conocido que pertenecía a una de las familias pudientes de la ciudad y que el comercio de sus padres en la Plaza Mayor era muy antiguo y boyante. La cuestión era que nos había propuesto a nosotros embarcarnos con él en lo que fuera que iba a crear. Y allá que nos fuimos sin dudarlo. Al fin y al cabo era uno de los nuestros. Es más, era nuestro jefe. Y nos sentíamos mucho más cercanos y fieles a él que a la Organización, su uniforme y sus campamentos. En total le acompañamos en aquella aventura cerca de 150 entre chavales y mandos. Allá fueron Mostaza, Vecino.. y entre los mayores Valdés, Pinacho, Noriega..

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Con lo oficialista que era y la formalidad con que hacía las cosas no hizo más que recibir nuestra respuesta positiva de palabra y se apresuró a pasarla a papel para dejar constancia del nacimiento de algo que aún no tenía nombre ni forma. Con el tesón, la energía y la fuerza de voluntad que siempre le caracterizó empezó su particular ronda de contactos. Simultáneamente se documentaba y leía sobre mil y un temas relacionados con las actividades que nos gustaban a los chavales de nuestra edad. Tenía algo en mente pero no nos lo quería explicar hasta que tuviera visos de concretarse. La reciente ley sobre asociaciones permitía crearlas y aquello era nuevo para todos. A José Manuel siempre le habían gustado los retos y más si conllevaban un cierto reconocimiento jerárquico o de mando, todo hay que decirlo. Se veía dirigiendo algo grande. Su propia OJE o algo así. Aquellos dos años fueron geniales, intensos y vertiginosos para todos nosotros. Parecíamos imbuidos de una pasión especial. Teníamos una misión. Hacíamos algo nuevo y nuestro. Consiguió gracias a su insistencia que nos cedieran en los locales de las “Juventudes Josefinas”, tras la iglesia de San Benito, todo un piso para las actividades de nuestro nuevo “club”, luego fueron varios más. El padre Soto era el enlace y nuestro consiliario. Allí hacíamos las mismas cosas que antes hacíamos en la OJE: hablábamos de futbol, quedábamos para salir, jugábamos al futbolín, a la baraja.. Lo decoramos bajo su dirección con un estilo parecido al de nuestro antiguo “Hogar”. Costeros de madera hasta un metro de altura y paredes blancas. Madera, mucha madera. Y motivos rústicos. Como si en medio de Valladolid hubiera una especie de refugio de cazadores. Todo lo hacíamos nosotros. Era nuestro rincón. Barnizábamos, pintábamos, encalábamos.. El grupo pronto empezó a crecer y a los originales muy rápidamente se nos sumaron muchos más chicos del barrio a los que les atraía la idea de tener su propio local para las fiestas. Los guateques y bailes con chicas que allí organizábamos a veces, ayudaron en esta captación de interesados. Un buen día en las Navidades de paso hacía 1969 nos empezó a hablar concretamente del proyecto que tenía en la cabeza. Nunca supe si lo había sabido desde el principio o había nacido fruto de sus lecturas. Nos habló de algo a lo que llamó “Exploradores”. No había elegido aún el nombre pero barajaba el de “Exploradores josefinos” o alguno de ese estilo. Se trataba de algo similar a lo que habíamos vivido en la OJE, pero distinto y nuestro. Un “Hogar” a imagen y semejanza de los que conocíamos en el que hacer cosas como las de nuestra época en la OJE (Cursos de francés, guitarra, Judo..) mezclados con eso que había leído y a lo que llamaba escultismo. Alcañiz siempre tuvo la habilidad de hacernos sentir importantes y desde el principio nos supimos especiales (sobre todos los que nos habíamos ido con él de la OJE) pues no nos trataba como la carne de cañón de su experimento (aunque en el fondo lo éramos) sino como parte del mismo, como los iniciadores de aquello. Para reforzar este reparto de tareas y esta motivación nos dio a todos cargo como jefes. 4


Así nació la “Unión Juvenil de Exploradores”. Se barajó la denominación “Emperador Carlos”, pero se desechó y se quedó en U.J.E. Ese fue su nombre inicial y así la conocimos durante aquel año y medio. Bajo ese nombre funcionamos primero de manera autónoma bajo la cobertura de las “Juventudes Josefinas” y finalmente en 1970 oficialmente.

Original de la nota a través de la que se informa el 7 de Noviembre de 1970 de la constitución oficial de la “UNIÓN JUVENIL DE EXPLORADORES” en el seno de las “Juventudes Josefinas” en la anterior Asamblea de esta (la “Unión” llevaba funcionando ya algún tiempo en formación).5


Por aquel entonces, sería septiembre de 1970, uno de aquellos días que estábamos en el local jugando al futbolín, comprando refrescos en el piso de arriba o leyendo, Alcañíz salió de su pequeña oficina en el segundo piso y nos presentó al que iba a ser nuestro nuevo subjefe de grupo. Se llamaba Luisjo, y nos contaron que habían coincidido en un campamento concertado entre la OJE y su colegio en el pasado donde se habían conocido. Que tras reencontrarse en la plaza mayor en verano le había invitado a unirse a la aventura y que allí estaba. Luisjo tenía un tío o algo así, que había sido Scout antes de la guerra civil. Tenía 18 años y parecía un tío noblote. Era grande y de mirada sincera y simpática. Me cayó bien desde el principio. Solo dos meses después y movidos por la búsqueda de referentes en cuanto a metodología contactamos con la Asociación Nacional de los Scouts de España ofreciéndonos a ser su delegación en Valladolid. En aquellas primeras comunicaciones nuestra prioridad era conseguir que nos mandaran desde el Cuartel General de Madrid materiales, publicaciones y documentos para hacernos una mejor idea de donde nos estábamos metiendo y qué era aquello de los Scouts. Hubo alguna entrevista con un tal Enrique Genovés que debía ser alguien importante en ese movimiento. Así lo hizo constar con detalle Alcañíz, que ya por entonces empezaba a firmar y a ostentar cargo como Jefe de Tropa. Tras estudiarlo por todos y aprobarlo (es un decir pues no era la votación el sistema más frecuente de toma de decisiones) se comunicó oficialmente a ASDE la decisión de ingresar de manera efectiva y convertir nuestra “Unión Juvenil de Exploradores” en Grupo Scout. Un detalle había en el que no habíamos caído. Desde Madrid se nos dio número de registro. Seríamos el grupo scout número 103 según el orden de fundación e inscripción en los registros de ASDE a nivel nacional. Iríamos tras el Grupo del Barrio del Pilar de Madrid. Ellos se llamaban “Luján”. Desde la sede central se nos preguntó ¿Cómo os llamareis vosotros? ¿Cuáles serán los colores identificativos propios de la pañoleta de vuestro grupo? No teníamos respuesta. No habíamos hablado de estas cuestiones. Tampoco parecía lógico mantener la denominación de la Unión Juvenil ahora que pasábamos a ser otra cosa. Así que hubo que buscar un nombre y unos colores con prisa. La verdad es que en aquel momento no supimos ver la trascendencia que tendría nuestra decisión y simplemente éramos conscientes de que había que dar una respuesta a Madrid cuanto antes. Alcañiz había leído que el patrón de los Scouts era San Jorge y le pareció un buen nombre para la nueva Tropa de Scouts de Valladolid. Tampoco la elección de los colores de la pañoleta tuvo nada de mística ni de iniciación mágica y mistérica o de referentes a simbolismos secretos y arcanos. Simplemente eran dos colores que combinaban bien desde el punto de vista estético.

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1970 es pues la fecha oficial de nacimiento del grupo scout número 103 de ASDE como tal. El “San Jorge”. Con su pañoleta amarilla y negra. Y la del regreso formal del escultismo a la capital vallisoletana tras treinta años.

Primera página de la Memoria del grupo scout 103 - San Jorge- Ronda 1970-1971 en la que queda constancia del paso de Unión Juvenil de Exploradores a grupo scout. El escultismo vuelve a la ciudad de manera oficial tras la dictadura

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-----------------------Tras ese parto los primeros pasos del “San Jorge” fueron rápidos. Ya el 27 de febrero de 1971 los Scouts del grupo recibieron la visita en sus locales de un mítico personaje del escultismo español. Víctor José Malo de Molina (“Ojo de Lince”), quien, ejerciendo funciones de Comisario Nacional para las Relaciones Públicas de ASDE, inaugura en un acto oficial que trata de dar carta de naturaleza y reconocimiento al grupo, la base de este en las Juventudes Josefinas. Trae consigo los mejores deseos de la Asociación Scout que representa y como símbolo de acogida felicita al grupo firmando en un gran retrato de Baden-Powell "Al grupo scout San Jorge, 1º de Valladolid. En recuerdo de su fundación e inauguración de sus bases. 27-II-1971." Venía de ver al grupo que había en Toro y el día anterior había estado en Medina hablando con el sacerdote que estaba allí formando un grupo, y al que recordó su dependencia del San Jorge (aunque según contó aquello no le gustó mucho). Aquel año de 1971 se celebraba en Madrid la 5ª Asamblea Nacional de la ASDE (o ANEDE como se conocía entonces a la asociación scout a nivel de toda España a la que pertenecía). Alcañiz asistiría en su calidad de delegado en Valladolid o Comisario Local oficioso –cargo con el que se referían a él en ASDE- . Así que organizó una gran excursión de fin de semana a la que acudieron 32 de los Exploradores acompañándole. Estuvieron allí los dos días mientras se desarrollaba la asamblea. Visitaron el museo del ejército, el zoo, el retiro... Se alojaron en los locales de otro grupo de Madrid que se llamaba también San Jorge, el número cinco. Los siguientes meses fueron frenéticos de actividad y crecimiento. Se tarda más en contar casi que lo que se tardó en hacer. En solo un semestre el grupo creció exponencialmente abriendo “sucursales” en forma de nuevas Tropas en número de hasta seis. Pronto además de la Tropa inicial de las Juventudes Josefinas, a la que llamaban la número uno, habría hasta cinco Tropas más. Además una inicial manada de lobatos se pone en marcha a la vez que las patrullas. Para liderarla Alcañiz se apoya en los mayores de los Scouts de las patrullas que hacen labores de guías y ayudantes de jefes de rama o incluso de jefes de rama a pesar de su edad. Cuenta para ello sobre todo con la inestimable ayuda en los primeros años de su amiga Puri. Así aunque al empezar la ronda solar en 1971 hay en torno a 60 Scouts en aquel embrión del grupo pronto crece de manera vertiginosa materializando el interés de los jóvenes vallisoletanos por este tipo de actividades. Sin ninguna duda el esfuerzo en parafernalia externa y en dar protagonismo a lo vistoso y estético tuvo gran importancia en ello. Por tanto y a modo de resumen y presentación, en esos primeros momentos del grupo habrá una Tropa en la Calle de la Encarnación en los locales de las Juventudes Josefinas formada por los primeros que acompañaron a Alcañíz en su salida de la OJE. En ella estarán las patrullas, que irán cambiando con el tiempo, del 8


Lobo, la Gacela, el Dragón, el Búfalo, el Centauro, Lince, Pantera. Puri sería la Akela de la manada de aquella Tropa desde el 72. Igualmente sucedía con la llamada Tropa dos (o Tropa “volante” por su continuo emigrar de un lugar a otro). Estuvo en la Rondilla en la parroquia que había en la calle Torquemada, en Ruiz Hernández y en Queipo de Llano desde el 73 (que luego se llamaría Bajada de la Libertad), encima de almacenes Monedero, donde estarían de alquiler dos años compartiendo el sitio con un personaje de origen irlandés -aunque este último dato es confuso pues cuando se fueron allí ya lo hacían como primeros pasos del que sería el grupo Manitoba y del que hablaremos extensamente más adelante. En todo caso, fuera como Tropa dos o ya como Manitoba, el hecho fue que a alguien no le debió sentar muy bien que hicieran rodar un tocón de grandes dimensiones por todo el piso por lo que tuvieron que abandonar aquel local. El tocón forma parte actualmente del mobiliario de la patrulla panteras de Manitoba-. La Tropa dos contaba con las patrullas Murciélago, Delfín, Castor y Águilas y eran sus Jefes Luis José Carrera (Luisjo) y Jose Luis Rodríguez Valdés, a los que se llamaba “Ayudantes del Jefe de Tropa”. Fue en esta Tropa en la que aparecería avanzado el tiempo un tal Luisma, del que haremos en su momento cumplida referencia. Una tercera Tropa surge inicialmente en un el antiguo “hogar” de la OJE de Leopoldo Cano, muy pronto se traslada a la parroquia del Salvador y finalmente allá por 1974 es acogida en el Colegio la Salle por el apoyo expreso del Hermano Antonio Vigil de las Escuelas Cristianas. En un futuro, cuando en unos años el grupo se divida y nazcan como grupos scouts en sí mismos Manitoba y San Juan de la Cruz, esta Tropa será la que dé continuidad formal y constituya la línea de herencia del grupo manteniendo el nombre, número y pañoleta. Entonces estaba compuesta por cinco patrullas de lo que se llamaban “aspirantes”. Dirigían aquella tercera Tropa varios que ya estaban, a los que se añadieron otros llegados con el tiempo de la Tropa de las Juventudes Josefinas. Eran Carlos Vaquero –Hathi-, Jesús Senovilla, Javier Miranda, Javier Sanz, Pocobruto, Chili, Chema, Pedro Cubillo... Vinieron luego de la patrulla Dragón y otros como Antonio Calonge y sus hermanas (Mari Carmen y Pilar a las que años mas tarde se uniría Marta), Antonio Fernández Navares, Toño y Javier Moreda, Margarita Candau (que venía de las guías), Fernando Navas, Juanjo Fernandez.. Estaban entre los Exploradores que la formaban algunos como Jesús Casado, Félix Romano y su hermano, Javier Badás,.. y lobatos como Santos, Javi Romano, Alejando Abón (en el 74) y Javier Zaloña (en el 75). Más tarde, sobre el 76 se unirían a los jefes Jesús Rey, Julio Muelas.. y en el 77 Rafa March (y su hermano Jorge en lobatos) que venían de un grupo gallego y traían un estilo más tradicional al grupo. Fue muy importante en esa Tropa y época el Hermano Resines, que aportaba al consejo de grupo un espíritu renovador en lo educativo. La Tropa cuarta de San Jorge era pequeña y desapareció en breve. Estaba en el barrio España.

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Conocedores desde Medina del Campo desde el principio de esta iniciativa un grupo de jóvenes contacta con Alcañiz. Allí un sacerdote, el padre Juan Francisco Dimas, carmelita descalzo, trataba de sacar adelante una Tropa Scout. Comenzaron haciendo las reuniones en un local cedido por los Carmelitas anexo a la Inglesa de San Juan de la Cruz y en unos locales del hospital “Simón Ruiz”. El escultismo había tenido históricamente en esa localidad latidos intermitentes (en 1968, muy recientemente, se había intentado desde allí la reactivación de los “Scouts Hispanos” con la llamada “Federación Scout de Centro”, el MSC tendría un intento que tampoco fructificaría con el “Edelweis”, etc.) y era lógico que alguno de esos impulsos terminara adoptando alguna forma concreta como fue el caso. Fruto de esos contactos se forma en Medina una Tropa del grupo San Jorge (la quinta). Un nombre destaca en aquella época entre los jefes: Tirso, quien por desgracia ya nos dejó, que en 1973 crea una manada de lobatos en el grupo y se pone al frente. Sería la segunda manada de San Jorge. En calidad de Tropa de “San Jorge” acudieron al ”Camporee Centro Scout Castellano MAFEKING 72” que se celebró aquel año en Quintanar de la Sierra y en el que nos detendremos más adelante. La sexta de las Tropas de “San Jorge” sería la de la parroquia de La Pilaríca, que aparece en 1972 promovida por varios seminaristas jesuitas del Colegio San José que encontraron apoyo en el párroco de la iglesia, el padre Buenaventura, al que todos en el barrio y en Valladolid llaman Cura “Ventura” por su implicación social. Un auténtico promotor de la vida de aquel barrio entonces marginal. Se cuenta que se accedía al local del grupo por una puerta trasera en la que había instalado bombillas rojas y amarillas para “apaciguar a los grises” cuando venían tras de quienes se refugiaban en la iglesia desde las manifestaciones. Fue su Jefe de Grupo Luisma algún tiempo hasta que el grupo cerró y se fue a la Tropa segunda. La aventura Scout en La Pilarica ha sido históricamente discontinua. Aquella Tropa casi desapareció antes de empezar, pero años más tarde se retomaría el proyecto de tener allí un grupo scout cuando entre el 83 y el 87 entrara en escena “Aitana” (historia que ya relataremos más adelante por lo menudo). También MSC tendría allí un grupo algunos años en la década de los 90. Para la asociación a nivel nacional el “San Jorge” era algo raro. Un grupo nuevo que en unos meses era mucho más grande que muchos con cierta antigüedad con una estructura extensa con Tropas en varios barrios e incluso en otra localidad distinta alejada de la capital vallisoletana. Para ellos a todos los efectos en aquellos momentos era algo parecido al antiguo concepto anterior a la guerra de una tropa con agrupaciones. Su jefe de grupo era considerado de facto comisario local (así le llamaba el Jefe Scout Nacional) asistiendo en representación de la zona a las asambleas de ASDE. Era algo así como la delegación de ASDE en Valladolid y provincia, y tenía reconocida la capacidad en esos primeros años de dar carta de reconocimiento a los

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nuevos proyectos que iban surgiendo, que, hasta nuevo formato, se entenderían a su vez como ramificaciones o subdelegaciones suyas. Con el tiempo (poco) algunas de las “Tropas” de “San Jorge” se conformarán como grupos en sí mismos. Tal es el caso de la de Medina del Campo, que se convertiría en el Grupo Scout 211 ”San Juan de la Cruz” a inicios de los 70. También es el del 232 “Manitoba” que derivaría de aquella segunda Tropa como veremos. ------------------------------------

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En esos primeros años es prioridad “hacerse lo más scout posible” Para ello los aspectos tradicionales, sobre todo las cuestiones más externas como la vestimenta y los símbolos, son elementos fundamentales a los que se presta la mayor atención. Los fundadores del grupo se proponen como prioridad dotar a este de “rasgos scouts” para diferenciarse de otras ofertas juveniles existentes no muy apreciadas y autoafirmarse de paso. Se pretende con ello también una integración normalizada en una sociedad que no conoce de más realidades juveniles que las derivadas del “frente de juventudes”. En parte como herencia del bagaje traído de la OJE y en parte como expresión de esa necesidad de autoafirmación una de las principales prioridades de la jefatura de grupo en ese momento es la de la uniformidad. Para lograr que todos los chicos que se incorporaban cumplieran rigurosamente con ella se reglamenta la cuestión y se establece un sistema de “tienda scout” interna y de pago a plazos. Un cierto sentido de “escultismo proyectado al exterior” aparece como manifestación del deseo de diferenciarse y de dar personalidad propia a la nueva entidad en la ciudad. Como siempre estas cuestiones tendrán mucho más que ver con el carácter de las personas concretas que lideran los procesos que con pautas metodológicas planificadas educativamente a nivel nacional. La terminología scout será también otro elemento de ambientación que supondrá una gran ayuda en estos inicios a efectos organizativos. A los scouters se les conoce como Jefes, se da gran importancia la figura de los Guías de patrulla y en general a los cargos, el grupo y sus divisiones o ramas (Tropa y Manada) pues aun no hay Clan Rover y la Tropa es vertical. En lo metodológico Alcañiz, Luisjo, y los primeros scouters hicieron un gran esfuerzo adaptando lo que les contaban desde Madrid y lo que leían en los libros que caían en sus manos y en los documentos a que tenían acceso, a su experiencia anterior en la OJE y a la realidad vallisoletana. De esa parte más educativa se encargan Luisjo, Valdés, etc., que leen el “Pistas”, el “Escultismo para muchachos”.. y se documentan cuanto pueden. De la parte organizativa y económica se encarga Alcañíz. En esos momentos iniciales se funciona por Patrullas fijas (recordemos que es un grupo aún sólo masculino y que no hay escultas). Los antiguos forman la de las “Gacelas” y a medida que van incorporándose nuevos niños y jóvenes sin experiencia previa van creándose las de los “Dragones”, los “Bisontes”, “Ciervos”, etc. El desarrollo metodológico del escultismo se da básicamente en actividades y vida de Patrulla. La Tropa, entendida como unión de las patrullas, tiene al principio una vida reducida. Se organizan por ejemplo “Competiciones Interpatrullas” como la que se llevó a cabo en Valdestillas el 12 de Marzo de aquel año. También la práctica deportiva, con formación de equipos y campeonatos entre patrullas, es otra forma inicial de hacer actividades en el grupo. 12


El primer campamento del grupo fue esa misma ronda, al acabar el curso, el verano de 1971, en Colagón. A su finalización el grupo fue de campamento volante a Santiago de Compostela de peregrinación scout. Para unirse al resto de los Exploradores de toda España que la estaban haciendo se empezó desde Puentearenas. La inexperiencia aparecía en los pequeños detalles. Las primeras pañoletas que se hicieron en el grupo se bordaron mal. Fueron las que se hicieron para las promesas de aquel verano y las que se llevaron a Santiago. Solo allí, al ver las de otros Scouts, se cayó en el error. El ribete negro no se había bordado al borde sino al través y el efecto no era el correcto.

Exploradores Vallisoletanos en la peregrinación a Santiago de Compostela (Grupo Scout 103 “San Jorge”) –1971-

Para llevar a cabo aquellas primeras acampadas, campamentos, campeonatos, competiciones, salidas y excursiones, pero sobre todo para ayudar con los temas de uniformidad y con la confección y adquisición de los elementos simbólicos externos (banderines de Patrullas y Tropas, bandera de grupo, faldones de tambores, guiones, etc.) y materiales necesarios (furgoneta, tiendas, materiales de acampada y cocina, etc.) la cuestión económica era vital. Una buena parte de la vida de las Patrullas en esa fase (inicios de los 70) en la que el último franquismo no tiene 13


políticas de juventud más allá de las de apoyo a las propias instituciones del régimen, serán las “campañas”. Se trata de actividades meramente orientadas a la consecución de fondos y a proyectarse en sociedad como nueva entidad presentándose a los vallisoletanos mediante el socorrido recurso de la venta de productos casi puerta a puerta, la lotería de Navidad, las “operaciones papel”, los repartos de guías telefónicas, los pases de películas, los guateques en los locales, etc. Para los “extrajobs” de reparto callejero en años sucesivos, a la vista de lo difícil que era efectuar la tarea a pie, se construyeron unos carros especiales y finalmente se terminó haciendo con la furgoneta que para ello y para más cosas se había adquirido. La prioridad por tener presencia normalizada en sociedad junto al protoasociacionismo juvenil en Valladolid se materializa en forma de participación asociativa. Así el grupo scout “San Jorge” aparece en el documento fundacional de “Cruz Roja Juventud en Valladolid” como miembro fundador. De hecho esta entidad organizaría en 1974 su primer curso de socorrismo y sus alumnos fueron scouts de San Jorge, miembros de la Juventud Josefina y de la OJE. En las actas de creación del Consejo Local de la Juventud de Valladolid, años más tarde aparecería junto al otro grupo scout que ya estaba en funcionamiento de ASDE en Valladolid: “Manitoba”. La otra materialización es más monumentalista, estética, y hasta cierto punto exhibicionista. El grupo scout “San Jorge”, asumiendo actitudes propias y aprendidas de la OJE, crea su propia banda de tambores y cornetas, recordando a otros momentos del escultismo ya muy anteriores, con la vistosidad que proporcionan los cuerpos de niños y jóvenes uniformados y había sido tan del gusto de una época. Pronto acompañarán a los tradicionales pasos de Semana Santa Vallisoletanos y desfilarán por la Calle Santiago y la Plaza Mayor.

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Además de las salidas, campeonatos y acampadas, e independientemente de su mayor o menor acierto desde el punto de vista metodológico scout, el grupo llevará adelante otras iniciativas. Tendrá su propia tuna, sedes en que se organizaban fiestas y encuentros, futbolín, pequeño bar, charlas, se hacían obras de teatro, cenas benéficas, concursos de dibujo, una peña quinielística, clases de apoyo, clases de francés, judo, etc. Y todo ello desde cero y en el plazo de dos o tres años a lo sumo.

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Torneos deportivos (Grupo Scout 103 “San Jorge”) – Circa 1971-

Una de las mayores actividades de esas primeras rondas fue el gran viaje que nueve de aquellos intrépidos Exploradores, con su jefe Alcañiz a la cabeza, hicieron en el verano del 72. Se trató de un campamento volante en furgoneta que recorrió 23 ciudades. Recorrieron Levante y todo el norte de España. Varias son las anécdotas de aquel viaje. La primera de ellas se refiera a la capacidad del vehículo y la logística de la organización. Era una furgoneta de nueve plazas y ellos eran diez (mas sus bultos) por lo que uno de ellos tenía que hacer autostop en cada etapa turnándose. Por la zona de Andorra, regresando de noche, nadie hizo en esa ocasión la etapa en autostop, y llevaban al más pequeño del grupo escondido debajo de unas mantas. Les paró aquella Guardia Civil de "a pie" que había entonces, pero debieron verles caras de buenos pues les dejaron seguir. Se dieron un golpe con un 600 en Salcedón (Guadalajara) al saltarse un stop y mientras declaraban para dar el parte se presentaron otros dos coches accidentados en el mismo punto exacto minutos después que ellos. En otra ocasión, en Somo les sorprendió una gran tormenta por lo que se acercaron a la instalación que allí tenía la OJE en busca de auxilio para que les dejaran pasar la noche en sus barracones pero no pudo ser y acabaron durmiendo en

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un pajar que les cedió un vecino de Loredo. En ese viaje Puri (Akela) estuvo a punto de ser arrastrada por la resaca pero varios compañeros la ayudaron a salir. También se hacían colaboraciones de carácter social como la cuestación del “Domund”, durante la que Scouts de “San Jorge” en uniforme completo de gala se situaban, “haciendo guardia”, en la mesa del casino de la calle Duque de la Victoria, recordando aquellos viejos tiempos en que en la “fiesta de la flor”, casi 60 años antes, se hacía un papel similar. Durante décadas el “San Jorge” mantuvo esta forma de colaboración luego con “Caritas” y finalmente en los 90 con “Unicef”, aunque las formas cambiaron. Serán nombres a recordar de aquella primera época aparte de todos los citados los de Cesar Bernal, Fernando Sancho, Jesús Moure, Javi Vecino, Juan Carlos Duque, Antonio Fraile (Fogo), Miguel Ángel Acero, Fernando Olmedo, Pasalodos, Miguel Ángel Ruiz (Richi), Chema García Herrera, las hermanas Llorente (Mari Carmen y Belén), África, Hervás, Mostaza, Celso, Argúello, Torreño, Chuchi, Cesar Herrero, Bosco, Pereletegui, Juan Carlos Noriega, Anselmo Ercilla (que luego se iría a Manitoba), etc. Algunos de ellos tenían tradición scout familiar como era el caso comentado de Luisjo o el de Julio Muelas, al que hemos citado y del que volveremos a hablar, a cuyo padre, Felipe, nos le encontramos hace años en 1924 en la Tropa de Tordesillas. También son merecedores de recuerdo los nombres de sitios míticos ya para quienes vivieron esos momentos: Entre ellos “Colagón” o “Revenga” en Quintanar de la Sierra, destino de los primeros campamentos del grupo. Por entonces la festividad del San Jorge, el 23 de abril, era de gran importancia y el otro único momento del año en que se reunían todas las tropas (e incluso otras de otros grupos a medida que fueron apareciendo). Tales fueron los casos de 1973 en el Monasterio del Henar o de 1974 en Montelareina a iniciativa de la diócesis de Valladolid. En este último encuentro se contó incluso con la presencia de guías.

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En cuanto a la relación con la Iglesia ya hemos visto que varias de las Tropas de “San Jorge” reciben el apoyo de parroquias, colegios, etc. Una de ellas se formó en el Colegio “La Salle”. Un primer grupo de hermanos vio en ello una posibilidad de ofrecer mayor abanico de actividades extraescolares a los alumnos fuera de los cauces “oficiales” y políticamente contaminados de la OJE. También valoran el hecho de poder tener así su propio grupo de niños y jóvenes con los que hacer “labor pastoral” en la naturaleza fuera de las aulas y en otro tipo de actividades que empiezan a ser demandadas por ellos y bien vistas por sus padres. Ese será el germen de la continuación del grupo en el futuro pues cuando las distintas Tropas se desgajen será esta la que se quede con el nombre, el número y los colores identificativos. A esa visión tampoco es ajena la propia entidad de las “Juventudes Josefinas” primera que apoya, desde las instalaciones que cede, tras la iglesia de San Benito, al grupo naciente. La vinculación del grupo con la estructura eclesiástica en un momento sociopolítico tan confuso, lejos de resultar antinatural es completamente lógica, insertado como está desde sus comienzos en una entidad (ASDE) que se califica en aquel momento de pluriconfesional. Vamos a ver que esta relación fue bastante generalizada en los 70 en Valladolid y que las distintas instituciones eclesiásticas tendrán mucho que ver en la aparición y la estabilización de los diferentes grupos scouts en esta primera época durante la transición.

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Lobatos vallisoletanos en la catedral (Grupo Scout 103 “San Jorge”) –Circa 1971-

------------------------------------..Porque de una manera casi simultánea a la aparición de “San Jorge” aquel 1970 se están produciendo en ese mismo momento varios procesos de creación de grupos scouts en la ciudad casi siempre vinculados a colegios privados de religiosos católicos o parroquias. “San Andrés” (MSC) en ese barrio. En el Colegio de Lourdes el grupo scout “Plus Ultra”, en el Colegio Centro Cultural Marista el grupo “Pisuerga”, e “Íberos” luego en Maristas de la Inmaculada, pertenecientes a la asociación de Scouts de Baden Powell (SBP), dan también en esos años iniciales de la década sus primeros pasos. Un grupo scout con un nombre tan vallisoletano como “Pisuerga” comenzó sus primeras actividades de aire libre en el Centro Cultural Vallisoletano, propiciadas por hermanos Maristas en su mayoría jóvenes como Cayo, Ángel, etc. Inicialmente tomó como modelo el del denominado “Movimiento Líder”, que tenía una base discriminatoria al apoyarse fundamentalmente en los alumnos con buenos resultados académicos. Con ellos se organizaban campamentos de verano en el Juniorado Marista de Arévalo (Ávila). Empezaron en torno a 1968 para terminar convirtiéndose oficialmente en grupo scout en 1972 de la mano del hermano Jesús Díez, quien fuera su coordinador del 71 al 76. Eligen como colores para su pañoleta el azul ribeteado de amarillo. Algunos nombres de Scouts de aquella primera etapa son los de Juan Francisco Revenga, Fernando Urquijo, Cesar Perez, Fernando Martín, Pedro Valerio,.. Uno de sus primeros scouters no marista fue Noriega, que provenía “San Jorge” y antes de la OJE. Comenzaron sus actividades en las primeras bases situadas en los sótanos del colegio, a las que llamaban el “Refugio”, donde un grupo de chicos de 12 y 13 años empezó a fraguar las primeras marchas y campamentos (Viana de Cega, Arévalo,...). 21


Fue, como en todo el primer escultismo vallisoletano de la transición, una etapa de pocos medios pero de una gran ilusión. A partir de 1971 empezaron la formación de jefes, pues lo que hasta ese momento era una suma de buenas voluntades se empieza a ver como un proyecto más serio. Se hace en las instalaciones del Juniorado del Hispano Americano cerca de Laguna de Duero, hoy residencia de hermanos Maristas. Por entonces se realizaron las primeras promesas scouts y empezó la andadura de construcción del grupo por el empuje del hermano Jesús Diez, apoyado por los también hermanos Ángel, Raimundo, Julio, Braulio,... Ese año había habido un cierto intento de fusión entre ASDE y MSC que no fructificó y que ayudó al nacimiento de SBP. Por ello tras un muy fugaz paso por el Movimiento Scout Católico ingresan en 1972 en la Asociación de Scouts de Baden Powell con el deseo de convergir finalmente todos en una misma entidad. En él estarán hasta su integración final en ASDE en 1989. Desde ese momento el grupo, ya con denominación de origen, plena integración en el SBP y reconocimiento scout “oficial” (Entrecomillo porque recordemos que el SBP no llegó nunca a estar reconocido por el Buró Mundial de Escultismo), había empezado a crecer. Gracias a la iniciativa de estos hermanos maristas el escultismo se conocía y fomentaba lentamente en centros educativos religiosos como las Carmelitas Descalzas del Museo, el colegio del Apostolado, el de la Inmaculada, el de las Agustinas, el de la Anunciata,... y muchos de sus alumnos y alumnas se incorporaron al grupo. También, desde “Pisuerga” se apoyó la creación de grupos scout en los colegios de Lourdes, San Agustin, Castilla de Palencia,... por ello con su apoyo nacerán en esos primeros años de los 70 otros grupos como “Íberos” (En Maristas de la Inmaculada en la ronda 73/74) y “Álamo” en las “Cubanas”. En cierto modo lo que para ASDE fue el “San Jorge”, el “Pisuerga” lo fue para SBP. Era un momento de reuniones de jefes que alcanzaban 60 personas, salidas en San Jorge con 10 y 12 autocares,... Llegó a tener una base permanente al aire libre a 35 km de Valladolid a orillas del Duero en un pinar. Era la conocida como casa de Aurencio, de Quintanilla de Onésimo, que tenía hasta gloria, todo un descubrimiento en las frías mañanas de invierno. El primer campamento de verano sería el de la ronda 72-73 a Barruelo de Santullán, Palencia. Luego llegarían los de Vegacervera (74), Oña (75) y Candelario. Como curiosidad hay que indicar que en aquella época los sexos habían de acampar separados por lo que los campamentos se realizaban en dos turnos, uno para chicos durante la última quincena de julio y otro para chicas durante la primera quincena de agosto. La época de consolidación vendría a partir de 1976 con Pedro Valerio al frente hasta el 79. Desde esas fechas los campamentos comienzan a ser mixtos. De “Pisuerga” y de estos grupos hablaremos más adelante.

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Por su parte el grupo “Plus Ultra”, que seguramente naciera del germen plantado por Fernando Rodil en 1967 en el Colegio de Lourdes, aparece en el panorama scout de la ciudad en esas fechas de los primeros años 70. El “Lourdes”, con el Hermano Eulogio Peirotén en la Dirección, les abre sus puertas para sus actividades entendiendo que es una buena oferta complementaria a la educación formal que se imparte en el centro, y que a través de ella es posible hacer su labor pastoral con los jóvenes. El proyecto escultista pareció un buen entorno educativo pues desde el colegio no se limitan los hermanos de la Salle a recibirles sino que se impulsa y potencia como actividad propia. Tal es así que cuando en 1972 el Hermano Eulogio reciba el encargo de dirigir el otro centro lasaliano en la ciudad también dará un gran apoyo al grupo scout que allí se encuentra funcionando; el definitivo “San Jorge”. En Lourdes quedará al frente el hermano Pedro Chico que seguirá apoyando el escultismo de “Plus Ultra” hasta que se vaya del colegio en 1978 (el hermano y el grupo). El grupo comienza en la cabeza del hermano José Luis Moya. Le acompañaban uy sustituían los hermanos José Luis y José María. Los tres se fueron al poco tiempo. La primera "base" donde empiezan con sus actividades será un local situado junto a la piscina en lo que se llamaba “la gratuita” (aproximadamente por donde ahora tiene el colegio su polideportivo), en la parte más cercana al muro que da a la zona del “cuadro” y al rio. Hicieron una estructura de maderas con altillos a los que se accedía por unas estrechas escaleras. El conjunto formaba una especie de cabaña con la zona de los mayores arriba y la de los pequeños debajo. Esta era una imitación de una gruta cuyas paredes estaban pintadas con escenas del libro de la selva de Disney que se acababa de estrenar en España. Después pasaron a un sótano en el patio de los pequeños, bajo la sala de baile, en el túnel con acceso de salida a la calle Paulina Harriet (en los bajos del edificio de la izquierda del colegio con el local de manada a la derecha nada más bajar y las patrullas enfrente). Los primeros jefes eran postulantes. Había muchos por lo que podía haber Jefe de tropa y ayudantes. Luego se fueron. El primer jefe de lobatos, en el año 72, se llamaba José María Fernández Llamazares. Entonces era jefe de Tropa Carlos García Calvo. Algunos scouts de aquella época son Alberto García Lorente (lobato), "Pirulo" que luego sería un conocido jugador de rugby vallisoletano y jugaría varios años en la selección nacional, Mario Buitrago, Ángel Mínguez, José Luis Rojo, Los hermanos Cruz José y Carmelo Alonso Temiño, José Luis Rojo, Francisco Gago, Eduardo Beortegui Gonzalo García, Juan Antonio Recio, que luego fue Akela durante muchos años... En esta fase inicial el grupo era solamente masculino. El primer campamento fue en Bujedo. Se fue a la Santa Espina y a un San Jorge. Al año siguiente a otro en Abadía. El tercer campamento fue en Quintanar de la Sierra junto a “Íberos”. Los comandos fueron en Navidad a Aguilar de Campoo. Se intentó un campamento conjunto con “Pisuerga” pero hubo de suspenderse por falta de gente. En el 77 los lobatos y scouts visitaron el “Diario Libertad”, la tropa estuvo en la casa de SBP de 23


Matapozuelos, 14 personas asistieron al curso de formación para futuros jefes y ese verano fueron de campamento a Candanchú en Julio. En el 78 a San Miguel de Valero. Sacaban la revista “En Marcha”. Al poco tiempo el jefe de tropa se fue y quedó solo Juan Carlos. Los comandos empezaron a desempeñar funciones de monitores y se buscó a gente en COU en el colegio. Lo mismo sucede con “Brownsea” que nacerá también por esos primeros momentos de los 70 vistiendo su pañoleta amarilla y gris vinculados a la parroquia de San Francisco de Asís, en el poblado de FASA del barrio de Las Delicias, junto al colegio de donde procedía la mayor parte de sus Scouts. En esta fase inicial hicieron acampadas conjuntas con “San Jorge“ y otros grupos aunque con este de manera especial. Separados por sexos los lobatos y las alitas hacen actividades distintas.

Una excepción a esa regla de vinculación religiosa con los orígenes lo constituye el grupo scout “Manitoba” que, precisamente nace en parte para evitar esa dependencia. A mediados de 1974 las desavenencias entre los dirigentes de la segunda Tropa de San Jorge y el jefe de grupo se habían acrecentado. Los puntos de vista eran diferentes. Un día de septiembre de ese año José Luis Rodríguez Valdés se dirige a Luisjo, que llevaba algún tiempo fuera del grupo, para proponerle retomar el viejo proyecto que siempre les había rondado la cabeza de formar su propio grupo. Le hace saber que él, junto con Carlos Vaquero, Jose Luis Mostaza y Montserrat Prieto había dejado el “San Jorge” y que les habían seguido los miembros de la Tropa y de la Manada que llevaban. Se trataba en buena parte de los jefes mas “metodológicos” del escultismo que habían pasado por aquel grupo y tenían en la cabeza un modelo que no habían podido llevar a cabo. Esta era su oportunidad. Luisjo, Luis José Carrera “Buho cavilante”, representaba el sentido de lo educativo en el tándem. Valdés la naturaleza, 24


el pionerismo, la técnica scout. De esta forma sin nada en un principio, pero también sin dependencias de ningún tipo, consiguieron un local en la calle Duque de Lerma. Era pequeño por lo que a los pocos meses, gracias a las gestiones de uno de los padres del grupo, Carlos Godoy, tristemente fallecido en accidente de circulación, se trasladaron a otro más grande, en la misma calle pero en el número 7 donde el grupo desarrollaría su historia durante los siguientes 25 años. Se trataba de una vieja casa con patio en el que crecía un árbol. Estaba en el medio de la ciudad, prácticamente en la plaza de la Universidad. Las escaleras de madera gemían cuando los lobatos subían hasta aquel segundo piso por ellas corriendo los sábados por la tarde. Las paredes fueron decoradas con elementos scouts por los propios chavales durante años.. Cuando el grupo hubo de abandonarlo en los 2000 una parte importante del escultismo vallisoletano y de los recuerdos y vivencias de cientos de chicos y chicas se derribó en aquel solar. Allí quedaba una huella de la infancia de los Arias, de Harpo, de Koldo, de José Luis y Chelo, de Juan Diego, de Andrés, de Mariano, de Cintia, de Enrique, de Nacho.. En el caso de “Manitoba” la elección de unos colores para su pañoleta y un nombre de grupo tiene rasgos especiales. Los scouters querían buscar un símbolo de individualidad que representara a cada uno de los Scouts que pasara por el grupo. Un icono que pudiera significar cómo cada persona tomada de una en una puede crecer y progresar en Valladolid y en esta tierra castellana convirtiéndose en algo importante y propio con la ayuda del escultismo, que por otra parte era un abono, una ayuda y venía del extranjero. Encontraron la perfecta metáfora en la semilla que germina en el campo castellano. Pero no cualquier semilla. La de trigo que nos es más propia. Y no cualquier modalidad, sino una extranjera que hubiera arraigado bien entre nosotros. La variedad de trigo “Manitoba” proveniente de Canadá (Es el nombre de la región en la que habitaban los indios Cree y viene de “Manitou bou”, que significa “Tierra del gran Espíritu”) era la más indicada. La palabra tenía sonoridad y se sentían identificados con ella. Era lo que buscaban. Su pañoleta fue desde el primer momento marrón como la tierra y amarilla como aquel trigo. Estaba decidido. Al poco tiempo de comunicarlo reciben de ASDE el 232 como número identificativo propio. Curiosamente un poco más adelante en aquella primera época de “Manitoba” (77) convivieron una Tropa masculina de Scouts con una “Compañía” de Guías de manera separada. Años más tarde la coeducación llegó y las unidades se hicieron mixtas. Llevaban las unidades o ramas como entonces se las llamaba, Valdés y Luisjo en la Tropa y Montse (Akela) Dora García Callejo (Bagheera) y Mostaza –Mosti(Baloo) en la Manada. Carlos Vaquero por su parte participó en todo este proceso de gestación, pero prefirió finalmente seguir tratando de sacar adelante la Tropa de San Jorge en La Salle. La amistad que les unía y la afinidad en puntos de vista sobre el método scout hizo que los siguientes años los caminos de ambos grupos fuesen muy 25


parejos y compartieran gran cantidad de reuniones, acampadas y campamentos. En una de aquellas reuniones en La Salle se nombró oficialmente a Luisjo Jefe de grupo. Así por ejemplo el campamento de aquel año, que se hizo de manera conjunta entre ambos grupos. Se llamó “MAFEKING 75” (Ya había habido un “Mafeking” en el 72 del que hablaremos más adelante) y desbordó las expectativas de los scouters de las dos formaciones scouts. Se llevó a cabo en Quintanar de la Sierra (en la finca de Revenga, junto a la Ermita, donde “San Jorge” acostumbraba desde hacía tres años a hacer estas actividades. Aportaba más acampados “Manitoba” (tres patrullas) que “San Jorge” (una) y compartían responsabilidades. Carlos Vaquero dirigió el campamento, Valdés llevó la intendencia, Luisjo la Tropa apoyado por Antonio Calonge, un Rover del Clan de “San Jorge”, y Dora, Mosta y Montse la manada. También estaba Juanjo, el padre de Miguel, que formaba parte de un pequeño Clan que se ocupó de algunas infraestructuras y de hacer las comidas a los lobatos. Allí estaban los Arias, Pedro, los hermanos Carlos y César Herrero, Alfredo Santacruz,... En las Tropas de aquella época era costumbre para organizarse situarse en un punto el primer día y marcar a las patrullas una distancia y un rumbo, dándolas una orientación del máximo radio que podían alejarse. A partir de ahí las patrullas se iban a montar sus parcelas y hacían su vida y sus actividades durante los días siguientes de manera individual incluida su comida. De vez en cuando recibían la visita de sus jefes por si necesitaban ayuda o para hacer alguna actividad concreta. Se trataba de patrullas grandes en que había chavales (aun no chicas) de entre los 12 y los 16 años. No existía todavía la Unidad Esculta y de Tropa se pasaba directamente a Rovers. La Tropa, pues, acampó por patrullas, desperdigadas entre los árboles, en la ladera del monte, prácticamente metidos en el bosque. Las patrullas de aquel campamento eran Kanguro, Murciélago, Pantera, Puma y ... Arcoranfus Papa (un animal prehistórico), esta última procedente del 103 de La Salle. En aquel campamento estaban Pedro, Sergio, Isidro, José Enrique, Aitor, Goyo, Salvador, Tony, Miguel Ángel, Harpo, Bruno, Jose, Fran, Rafa, Alfredo, Silverio, Pedro Cubillas, Toño, Anselmo Ercilla y muchos otros. Se hicieron muchos juegos, algunos muy complicados, diurnos y nocturnos, salidas del campamento, progresiones de grado, reuniones, fuegos de campamento, representaciones, rastreos, competiciones y días enteramente dedicados a un solo tema, como el Día del Arte, en que se montó un tenderete para que, al final del día, cada Scout expusiera su obra de arte. Un chaval leyó una poesía dedicada a un tronco seco y retorcido que por allí se mantenía en pie, con toda la Tropa en silencio, casi con la respiración contenida, en aquel bosque de pinos, con un sentimiento y una profundidad, que les dejó atónitos. Otro hizo una pequeña escultura de arcilla, representando a un hombre sentado en el suelo, con la cabeza entre las piernas y las manos sobre las rodillas, como abatido, también de una gran fuerza expresiva. Vio que le gustaba a Luisjo y se la regaló. Aún la tiene en su biblioteca, entre los libros. Un día llegó Valdés, cuando estaban reunidos en círculo, sentados en el suelo, y les puso en medio un magnetófono, con el "Padre Nuestro del labrador", de Víctor Jara. En 1975 26


era una canción prohibida, todavía vivía Franco. La escucharon en silencio, mientras la brisa sonaba entre los pinos. Una de las cosas que durante la Ronda habían estado pensando cómo reformar era la totemnización, que en años anteriores había degenerado. La habían dado mil vueltas, cómo prepararla, qué pruebas hacer, con qué finalidad,… defendiendo que se trataba de una prueba que, bien enfocada, podía ser de mucha utilidad educativa, con altas posibilidades creativas para el totemnizado y motivo de leyenda y empuje para la Tropa. Y allí, en Quintanar de la Sierra, una noche, bajo un espectacular cielo estrellado, uno de los Exploradores totemnizados respondió de tal manera, que de pronto hizo válidas todas las vueltas que habían dado y, todavía más, con su ilusión y su entrega les dio la llave, la verdadera clave del gran juego. Su nombre y totem, Pedro, “Ánade Voluntarioso”. La Ruta estaba abierta.1 El apoyo de los padres fue fundamental aquella primera ronda de “Manitoba” para sacar adelante aquel proyecto y hay que nombrar especialmente a Jose Antonio Arias y Ángel Goyenechea entre ellos. De la misma manera y en un proceso natural la antigua Tropa cinco de “San Jorge” sale de la órbita y dependencia jerárquica y organizativa de su grupo matriz y se convierte, con el número 211, en el grupo scout “San Juan de la Cruz” de Medina del Campo con fecha 14 de febrero de 1974 (lo que se les comunica oficialmente el 15 de enero del año siguiente). Eligen para sus propios colores de pañoleta el amarillo en recuerdo de su pertenencia al “San Jorge” en sus inicios y por el trigo castellano, al que ribetea un marrón pardo relacionado con la orden de los carmelitas descalzos que les diera tanto apoyo al empezar. Siguió sirviéndoles de base en aquella época el local cedido por los carmelitas anexo a la Inglesa de San Juan de la Cruz y luego los locales del hospital “Simón Ruiz”, en los que el grupo estuvo una gran cantidad de años hasta que hubo de abandonarlos para ubicarse en una casa baja de la Calle Isabel la Católica. Pero eso fue muchos años más tarde de lo que ahora hablamos. Fueron algunos nombres reseñables de ese periodo inicial los de Charo Alonso, Paco Mendo, Paco Cesteros, Roberto Anderson, Juan (Juan A. Giralda Calderón), Ana Pérez, Tixta Juan B. García Fernández, Mª Victoria Fernández Alonso, Domingo Renedo, Miguel , Lorenzana, Cristóbal Ordóñez, Jaime de León, Víctor M. Alonso (Mamel), Gonzalo (el Mago), Juan Manuel Sahornil, Jose Antonio Garrido y Lucio, Juan Pedro Nuñez (Pito), Juan Pablo Rodríguez (Pata), Luis y Alberto (tijo) Svolsack, Antonio (Cenu), Alfredo Casado (casco), Javier, Galindo, Jesús (esparrells), Jose Antonio Tapia, Fernando Martín Manzano (Zilón).. Ya ese año 74 hacen su campamento solos como grupo en San Rafael, Segovia. Los dos anteriores los habían hecho como Tropa de “San Jorge” en Quintanar de la Sierra.

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“Diario de un scout. Apuntes para la historia del Grupo Scout Manitoba” Luis José Carrera

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Esa ronda 74/75 en el colegio “El Pilar” nace el grupo de ese mismo nombre. Lo dirigían los marianistas y de hecho su jefe de grupo era uno de ellos. En sus primeros años se da un mayor desarrollo del continente que del contenido. Ese año van de campamento de verano a Navarredonda de Gredos (Ávila). Aun no pertenecen formalmente a ninguna de las asociaciones scouts existentes. Se terminarán uniendo al MSC en 1985. Por su parte en la Iglesia de San Andrés, que tiene al frente a don Domicio un sacerdote alto y fuerte, de pelo moreno rizado, y mirada penetrante tras sus gruesas gafas de pasta, que se convierte durante décadas en verdadera alma de la parroquia- también abre sus puertas un grupo con el nombre de la parroquia y el barrio. Su aventura durará desde 1975 al 85. Fueron algunos de sus nombres destacables de aquella época los de Javier Campos, Iñaki, Chusmi, Charco y Ramiro. Desde el principio se adscribiría al naciente “Movimiento Scout Católico” en la ciudad. De la mano de hermanos maristas que han dado sus primeros pasos en el escultismo en el grupo “Pisuerga” nace en la ronda 73/74 el grupo scout ”Íberos” en el Colegio de la Inmaculada de la Huerta del Rey. Como su grupo hermano de origen pertenece inicialmente a la asociación de Scouts de Baden Powell (SBP). Años más tarde en los 80, como detallaremos, se integrará en el Movimiento Scout Católico. Su pañoleta marrón oscuro con ribete amarillo. Uno de los nombres más significativos en esta primera época del grupo será el del Hermano Toribio. En Tudela de Duero en el 73 había nacido adscrito al SBP de la mano de Jose Luis Madrazo el grupo scout que llevaría ese nombre, y desde entonces funcionaba. Paqui era por entonces lahini del mismo.

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También en el colegio del Apostolado (o “Las Cubanas” como es conocido en Valladolid) aparece en aquella etapa un grupo scout, en este caso inicialmente solo de chicas, al que se llama “Álamo”. Allí estaban con su pañoleta azul clara y azul oscura algunas guías como Merche (que ingresó en ellas en 1969), Laura, Fernanda, Margarita,.. Cuando el grupo “Plus Ultra” deje de estar en el Lourdes muchos de sus Exploradores ingresarán en” Álamo”. Años más tarde, sobre el 81/82, dejaría de ser solo femenino y pasaría a ser mixto, abandonando en el 83 el colegio y dando lugar a “Altair” también perteneciente a SBP como su grupo de origen. Pero de nuevo nos adelantamos muchos años. ___________________ En esa primera mitad de la década los distintos proyectos scouts que van naciendo inician su consolidación. La relación entre ellos es vital para ese objetivo. Por ello en 1972 por ejemplo se lleva a cabo el “Camporee Centro Scout Castellano MAFEKING” en Quintanar de la Sierra, Burgos, al que, en una muestra envidiable de hermandad scout que no se ha vuelto a repetir desde entonces, acuden Exploradores vallisoletanos y palentinos de dos de las asociaciones existentes (30 scouts de SBP de Valladolid–de los grupos scouts “Plus Ultra” (seguro pues se distingue su pañoleta claramente en las fotos) y “Pisuerga” (probablemente)-, otros 30 del provenientes del grupo scout “Castilla” de Palencia (que por esa época también pertenece todavía a SBP) y 60 de varias de las Tropas activas de “San Jorge” incluidos los Scouts de Medina del Campo. La anécdota más relevante de aquel campamento fue la ocasión en que se presentó durante su desarrollo la Guardia Civil para pedirles ayuda. Resultaba que en los bosques de alrededor, de naranjas pinos de montaña, se había perdido ¡¡un campamento entero de la OJE!! que no les había sido posible encontrar. Se paralizaron los trabajos del campamento lógicamente y se organizaron las batidas de búsqueda hasta que se les encontró.

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Aquella pradera y pinar de “Revenga”, entre Quintanar y Duruelo, con sus parcelas del “Pino del Ingeniero” y de ”La Ermita”, sus tumbas excavadas en la roca, su piedra partida.. fueron para aquel primer escultismo vallisoletano de esencial importancia. De manera muy especial para el grupo “San Jorge” que llevó a cabo gran cantidad de sus primeros campamentos en ellas, pero también como hemos visto para otros grupos. En ella, en agosto de 1974 y aprovechando las estructuras de campamento de verano del 103 que acaba de terminar el suyo allí, se celebra por primera vez en España un curso propio de Insignia de Madera. Asisten veinticinco alumnos y hacen labores de intendencia, cocina y de patrulla de servicio varios scouters y scouts de “San Jorge” como Alcañíz, Juanjo, Toñín, Calonge.. Este importante hito tiene relevancia dado que hasta ese momento la formación de los scouters había sido imposible por falta de estructuras y plan de formación propio. Los “jefes” se formaban como tales únicamente por la vivencia personal, el ejemplo, la observación, las lecturas y documentación, el trabajo en el equipo de jefes y la experimentación. El sistema Gilwell de formación, seguido en todo el mundo desde principio de siglo, nunca había llegado a España en los casi setenta años que llevaba existiendo. Las poquísimas personas que se habían formado en este marco lo habían hecho en el extranjero, principalmente en la escuela de formación scout “Insignia de Madera” de Portugal y seguían viéndose como altos cargos con un elemento identificativo externo; la pañoleta salmón y las maderitas al cuello que daban nombre al distintivo de servicio y a las escuelas que por herencia de Gilwell Park 30


podían dar formación en aquel sistema. El primer “Curso Insignia de Madera: Quintanar 74” marca el comienzo en España de la Formación Gilwell reconocida a nivel mundial y de la posibilidad de que quienes se formaran en él pudieran en el futuro crear escuelas reconocidas e impartir estos cursos y reconocer esta formación y sus distintivos internacionales para los alumnos que superaran sus cursos. Como algunos de ellos habían obtenido su tercera madera en 1973 y otros la cuarta en 1975 (que les cualificaban como Directores de Formación y Ayudantes de estos) ya se podían organizar estas acciones formativas sin necesidad de contar con los recursos, siempre bien recibidos, de formadores extranjeros. Así nace la Escuela “Insignia de Madera” de ASDE, que en un principio es una sola para todo el país. A aquel primer curso asiste como alumno Carlos Vaquero “Hathi” de la Tropa de “San Jorge”. De verificarse que acabara su etapa de formación se trataría del primer scouter vallisoletano en formarse bajo este nuevo esquema. Quien sí consta de manera documentada que lo hiciera al año siguiente fue Luisma, que en 1975 hace su etapa básica de formación scout en El Escorial y uno más tarde, tras su etapa avanzada en Valencia, será el primer “Insignia de Madera” verificado de la historia de tal distintivo de servicio en materia de formación scout en 62 años de escultismo en Valladolid. En breve obtendría su tercera y cuarta maderas. Desde entonces muchos grupos scouts, entre ellos el “San Jorge” varias veces, han vuelto a ir cada verano a esa campa. Con casi absoluta seguridad podemos afirmar que no ha habido un solo verano en estos 40 años en que no haya estado presente la flor de lis entre los pinos altos y naranjas de Quintanar de la Sierra. Un lugar que, por su significación para el escultismo vallisoletano, regional y español en general, quizás mereciera un reconocimiento en forma de pequeño monumento o de placa adosada a alguna de las rocas que durante este tiempo han servido de campo de juegos a varias generaciones de Exploradores, en las que han rebotado durante décadas los gritos de alegría y que han sido mudos testigos de incontables ceremonias de promesas scouts. Hoy el lugar sigue siendo reconocible a pesar de los cambios. Allí se ha construido a su entrada, ahora vallada, un museo de la madera y un parque de cuerdas, pasarelas y tirolinas entre los pinos. La casa de la Ermita, a cuyo lado se celebraban las izadas de los campamentos de aquellos 70 se ha convertido en alojamiento rural.. y, por suerte, sigue habiendo pañoletas a su alrededor cada Julio. ______________________ El escultismo es una realidad semiasentada y suficientemente generalizada aunque aún no normalizada en el Valladolid de 1975 cuando Franco está a punto de morir y la democracia de aparecer.

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Scouts vallisoletanos (Grupo Scout 103 “San Jorge”) –Circa 1971-

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Una aproximación aérea a una época scout y una ciudad A nivel nacional en 1966, como en un guiño cómplice con otros tiempos en que a la cabeza de la asociación se encontraban títulos y grandezas de España, había sido nombrado presidente de ASDE don Cristóbal Colón de Carbajal y Maroto, Duque de Veragua, descendiente de Colón. En su niñez y adolescencia había sido Explorador de España. Esto supuso un respaldo y reconocimiento público de gran prestigio al escultismo recién salido de la clandestinidad. Algunos años más tarde otro de estos aparentes pestañeos se producirá cuando Don Juan Carlos –ya como Rey en ese momento- acepte la presidencia de honor de ASDE poniéndose a la cabeza, aunque fuera formalmente sólo, del escultismo español como ya lo hiciera su abuelo años atrás y su padre y tíos como Exploradores efectivos. Su esposa la Reina doña Sofía había sido guía en su juventud en Grecia y el mismo había sido lobato “de cuota”. Al Duque de Veragua lo matará ETA en uno de sus brutales atentados dentro de algún tiempo, marcando con ellos toda una época de España. Pero esto aún tardará. A mediados de los sesenta en ASDE Enrique Genovés seguía en su cargo de Jefe Scout Nacional hasta que le sustituyó en 1972 Santiago Matas. Mientras la otra rama de escultismo que se ha consolidado, la católica del MSC, ya está efectivamente establecida. Al barco se van subiendo delegaciones diocesanas de otros lugares de 33


España como Valencia, Pamplona, Mallorca y Sevilla. Los castellanos y leoneses se irían acoplando sobre la marcha en los años siguientes: Salamanca (1969), Burgos (1972)… Por lo que respecta concretamente a Valladolid durante ese periodo se han ido formando y consolidando, como estamos viendo, los grupos scouts tanto de ASDE como de MSC y SBP. En 1968 ASDE celebró Asamblea General y en ella se hizo recuento de Scouts, grupos y representación por provincias. En aquel censo aparecían ya, no como zona sino como unidad, representaciones incipientes de Valladolid y Medina del Campo. El germen del que más tarde fue el grupo pionero en el resurgir del escultismo vallisoletano, el grupo scout “San Jorge”, acababa de ser plantado. También lo estaban siendo en SBP los de “Plus Ultra” en el colegio de Lourdes y “Pisuerga” en el Centro Cultural Marista. Simultáneamente los Scouts católicos de Valladolid se unirían al proyecto de MSC de manera oficial en 1973 aunque de hecho ya estaban haciendo escultismo desde hacía algún tiempo. De esta manera en Valladolid -como en Palencia, León, Segovia, etc.- las iniciativas scouts que fueron surgiendo iban adquiriendo la experiencia necesaria para conformarse como grupos. En Salamanca, provincia especialmente proclive al escultismo, había ya a finales de los sesenta y principios de los setenta ocho grupos del MSC, en Segovia aparece el “Siete Picos”, en Burgos el Grupo Scout “Arlanzón” y en Palencia el “Castilla” ambos en Maristas (inicialmente en esa etapa eran de SBP hasta el paso de todos los grupos de Maristas a MSC en los 80, como le sucederá a “Íberos” en Valladolid -menos “Pisuerga” que entra en ASDE- ).

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Los grupos católicos por esa época cada vez están más coordinados entre sí y con su organización a nivel nacional, sobre todo con los grupos catalanes que son los pioneros. En 1969 el escultismo católico en la región se siente tan fuerte como para hacerse cargo de la organización de la Asamblea Nacional en Salamanca. Aquello tuvo varios efectos positivos; les hizo saber que eran capaces de grandes cosas y dio a sus responsables confianza en sí mismos, les permitió demostrárselo a la iglesia que les patrocinaba, les ayudó con su imagen dentro del Movimiento, trasladó a la sociedad la imagen de la presencia normalizada del escultismo y la publicidad que supuso sirvió para captar voluntarios para el futuro inmediato. A medida que se acercaba 1975 y que todos veían el fin del franquismo acercarse, cada cual iba tomando posiciones de cara a la nueva realidad que se avecinaba. La OJE contaba en Valladolid con una estructura potente y cuadros de mandos formados y capacitados. Algunas mentes vieron lo que podía suceder y prefirieron pasar al futuro como una más antes que desaparecer, por lo que iniciaron trámites para ser asociación juvenil como lo habían tenido que hacer las entidades scouts. El “escultismo” 2 que hacía la OJE se perpetuaría de esta manera en la posterior democracia. A través de su solicitud de ingreso en diversas federaciones, apellidadas a sí mismas scouts de manera no oficial, reconocía, como era evidente, su origen. A fecha de hoy en Valladolid un reducido grupo de la OJE, equivalente a un grupo scout de tamaño mediano, sigue haciendo esa forma de pseudo escultismo paralelo en su “hogar” de la Calle Jardines junto a la Plaza Circular. En un tiempo la sede del escultismo oficial de ASDE en Castilla y León estuvo prácticamente enfrente durante varios años. Las relaciones entre el escultismo oficialmente reconocido a nivel mundial y este otro de la OJE no son malas en la actualidad sin haberse producido nunca acercamientos hacia la integración de OJE Valladolid en ASDE o MSC que parece el destino lógico. Son estas y las relacionadas con la influencia que tuvo en el escultismo oficial que nacería en Valladolid en esta época -como hemos visto al hablar del Grupo Scout “San Jorge” o al comentar los orígenes de algunos scouters de esa época-, las razones por las que la OJE aparece en una cronología del movimiento Scout en Valladolid. En 1970 ASDE había decidido un cambio de nombre para fortalecer su reivindicación de heredera de la antigua “Asociación de Exploradores de España”. Durante siete años volvió así al clásico con sus nuevas siglas ANEDE (Asociación 2

En la actualidad la OJE, al integrarse en la “Confederación Europea de Escultismo” y mantener relaciones con entidades irregulares como la de ”Guías y Scouts de Europa” se encuadra en el ala más tradicional del escultismo no reconocido oficialmente. Forma parte de la corriente europea que al no pertenecer a la OMMS (Organización Mundial del Movimiento Scout) carece de carácter oficialmente Scout. Se trata de una corriente que acentúa el componente confesional (católico) y europeo como elemento distintivo diferenciador, que reivindica la vuelta a lo que consideran “orígenes Scouts” y en su mayor parte sigue trabajando en la separación entre hombres y mujeres en sus actividades. (Fuente wikipedia)

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Nacional de los Exploradores de España). Con los reconocimientos oficiales de las distintas instancias se consolidó el proceso de retorno del escultismo a la vida pública. En 1972 la Conferencia Episcopal Española reconocía a ANEDE y en el 74 la Delegación Nacional de Juventud la otorgó la categoría de entidad colaboradora. En noviembre de ese año el Gobierno reconoció y autorizó expresamente las actividades scouts sobre la base de su legalización conforme a la Ley de Asociaciones de 1964. Algunos rasgos de la personalidad del escultismo de la década de los setenta en Valladolid y su entorno: Son las postrimerías del franquismo, que ya no es el mismo que tras la guerra aunque le resten aún diez años de vida largos. En materia de jóvenes se ha ido produciendo suave pero insistentemente un gran cambio en el que, a cada cual lo suyo, los ideólogos de la OJE han tenido un importante papel. Su intención era distanciar a la organización de la idea extendida de entidad politizada y adoctrinadora (sambenito del que les costará deshacerse y que incluso el escultismo arrastrará en años posteriores por identificación entre el público con algo parecido al Frente de Juventudes). En una inteligente maniobra de anticipación de la que será una importante discusión en pocos años sobre la legalización de los partidos, promueve en el Consejo de la Juventud el debate relacionado con el asociacionismo juvenil. Desde que en 1964 se promulgó la ley de asociaciones se ha ido creando una cierta red de colectivos oficialmente reconocidos. En un último ejercicio de mimetismo con el escultismo de cuyas fuentes bebe y para hacer externo y visible ese cambio de orientación ante la sociedad, cambian la camisa azul por la parda como la que por entonces llevaban ya los Scouts que poco a poco volvían a hacerse públicos. También va sustituyendo la apariencia premilitar por una imagen más amable (por ejemplo retiran del uniforme las botas negras claveteadas). Paulatinamente va abandonando la herencia monumentalista de las grandes concentraciones y el aparato paramilitar por el ambiente y actividades demandadas por los jóvenes de sus “hogares”, más orientado hacia lo educativo, el debate y trabajo en equipo, lo juvenil y formativo. En la animación y el tiempo libre se empieza a ir a formatos más activos, menos directivos y más participativos, que rechazan lo tradicional y jerárquico. Ello abrirá puertas al escultismo, que había trabajado más en esa línea. Así en Valladolid una buena cantidad de niños y jóvenes se empiezan a plantear nuevos modelos, referentes y realidades en las que llevar a cabo su ocio. El escultismo, empieza a ser tomado en serio desde las instancias educativas. Muchos colegios privados de la mano de hermanos y religiosos conocedores de su fuerza en otros países -sobre todo latinoamericanos- se interesan por la posibilidad de ofrecer como actividad extraescolar la que proporciona un grupo scout en su seno. Ello sucede en Valladolid como hemos visto en muchos centros: Lourdes, La Salle, Maristas del Centro Cultural, de la Inmaculada en Huerta del Rey, del Apostolado.. y sucederá más tarde en el Colegio San Agustín, El Pilar, etc.. El escultismo se presenta como alternativa 36


pedagógica fresca e intuitiva con una alta dosis de atractivo y motivación sugerente para los niños y adolescentes. Los planteamientos de Baden-Powell, vistos sin el prejuicio de la posible connotación negativa que algunos quieren ver en su carrera militar, aparecen a los sorprendidos ojos de la comunidad educativa oficial (sobre todo religiosa) como novedosos y muy válidos. Basta con adaptar los textos y mensajes a los tiempos usando un lenguaje comprensible para los jóvenes de los 70. Se aprovecha para actualizar y renovar estructuras y métodos. Estas adaptaciones no estuvieron exentas de tiranteces ni consecuencias. En ese momento surgen como lógica expresión de la tan española teoría del péndulo dos concepciones de escultismo que tendrían una clara expresión en el Valladolid de principios de los setenta. Una es más tradicional y se considera más apegada a lo que considera “orígenes del movimiento”. Otra es más progresista y cree que el escultismo, que siempre ha sido desde su nacimiento pionero educativamente, vanguardista y revolucionario en lo pedagógico, debe seguir en esa vía introduciendo los nuevos conceptos, métodos e ideas del momento. Una no le tiene miedo a los niveles y las diferencias entre Scouts, incluso jerárquicas, y aboga más por la pureza del método, de la vida de patrulla, de la técnica scout, de las actividades en la naturaleza, de las funciones y cargos, de los elementos externos como motivadores del escultismo para los muchachos, de los reconocimientos de méritos, del ceremonial… La otra le tiene más respeto al qué dirán social y apuesta por distanciarse de lo que suene a militarismo o identificación, aunque sea erróneo, con lo que hay en el imaginario de la época cuando se ve a niños organizados. Reconoce la realidad más urbana del escultismo de esa época, los cambios de percepción pedagógica, quiere dar mayor protagonismo al Scout en su propia educación, al fomento de hábitos democráticos en la forma de organizarse por encima de las jerarquías y cargos, los principios que dan contenido a la promesa y la ley sobre sus formalidades, anular las diferenciaciones entre Scouts que no aporten educativamente, etc. Esta polarización es manifestación de una tendencia lógica en el momento en que el escultismo vive y a la vista de su reciente pasado. En un momento en que empiezan a aparecer nuevas corrientes y métodos pedagógicos que ponen el acento en la participación social, los sistemas de decisión por asamblea, las dinámicas de grupo, la animación lúdica y educativa en el tiempo libre (curiosamente traídos por teóricos provenientes del escultismo principalmente catalanes), etc.. hay quien tiene miedo de que eso suplante demasiado a las técnicas scouts y la vida de naturaleza, la mística de la fogata y los valores o el orgullo de pertenencia a una Patrulla o una Tropa. El miedo a “hacer mera animación en el tiempo libre” se manifiesta. Curiosamente no corresponde esta dualidad a cada una de las organizaciones existentes. Tanto en MSC como en ASDE hay representación de ambas tendencias. Ni siquiera a nivel de grupos unos serán esencialmente más “conservadores” o “progresistas” que otros, ya que hay grandes debates internos en 37


los Kraales y Consejos de Grupo, y ciclos o momentos dentro de sus vidas como colectivos en que serán más de lo uno que de lo otro y viceversa. Se trata más de las personas. Ellas harán en cada momento que la rama en la que trabajen o sus Consejos de grupo y Kraales durante esa época se inclinen en cada instante por una u otra tendencia. Sin embargo es fácil usar el cliché y se extiende de manera generalizada la idea de grupos más “tradicionales” frente a grupos más “vanguardistas”. Incluso se da difusión de manera interesada, según quien lo diga, a la idea de que el MSC es más abierto y progresista educativamente que el escultismo que hace ASDE o al contrario; que el tradicionalismo de la iglesia hace más rígido y formal el escultismo del movimiento scout católico. Ambas afirmaciones serán falsas en la medida en que sean generalizaciones. Habrá escultismos de ambas tipos en las dos entidades en la base y las dos competirán a nivel institucional y de sus programas educativos oficiales una particular carrera a ver quién es más innovador y avanzado. Se trata de una categorización sobre todo usada por personas que sienten que se está de alguna manera traicionando al escultismo convirtiéndolo, con las nuevas innovaciones, en algo distinto a lo que debe ser y apartándose de la original concepción. Olvidando muchas veces el papel valiente, intuitivo y revolucionario que el propio Baden-Powell jugó con su movimiento respecto a los parámetros educativos de la época, se usa la figura del fundador para hacer una llamada a los orígenes. Se pide por parte de algunos una vuelta al verdadero escultismo, el de B-P, según ellos. Esta tensión hizo que aparecieran diversas iniciativas. Así en 1968 en Medina del Campo se había creado la “Federación Scout de Centro” que intentaba aunar las tendencias revisionista y tradicionalista existentes, pero no duró ni un año. Bastante más éxito tuvo el movimiento que Julio Hernández Roselló encabezó desde 1969: La Asociación de Scouts de Baden-Powell de España, SBP, que, como su nombre indica, reclamaba esa vuelta a los supuestos “orígenes” escultistas o al menos evitar hacer del escultismo lo que no debía ser. Su creador había pasado por ASDE y por MSC y consideraba que ambas se alejaban del ´”Espíritu Scout” original por lo que había que dar a nuestro país la alternativa de un escultismo verdadero. Sin embargo su escultismo nunca fue reconocido a nivel mundial y aunque tuvo un éxito significativo en la década de los setenta sus grupos terminaron uniéndose a alguna de las asociaciones de escultismo oficial existentes. Irónicamente los grupos del SBP estuvieron entre los primeros en que hubo a la vez niños y niñas aunque no de manera coeducativa aún. En Valladolid el SBP tuvo en esa década y la siguiente una fuerte presencia e implantación hasta el proceso de integración que se daría a mediados y fines de los 80. Como hemos visto estaba bien representado por grupos como el extinto grupo “Plus Ultra”, “Pisuerga”, que fue su número 92 en toda España, “Álamo”, “Íberos” (que luego pasaría a MSC).. y tendría más aun en los años siguientes con “Altair” y “Ácrux” como vamos a ver en unas páginas.

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Algunas de las nuevas circunstancias y modificaciones que aparecen en este periodo estuvieron relacionadas con el carácter marcadamente masculino y la entrada de la mujer en el escultismo, la extensión en número de grupos y aumento de los Scouts, el intento de proyección al medio rural, la implicación social y política, la conciencia de la importancia como educador del adulto y la necesidad de su capacitación para el desarrollo de sus funciones, las innovaciones pedagógicas, etc. Hasta este momento de su historia el escultismo ha sido una realidad principalmente masculina. El papel de la mujer se había reducido a ser instructora de lobatos. El escultismo femenino trabajaba desde hace años por separado a través el guidismo (o movimiento guía) y había seguido un camino paralelo al masculino en cuanto a clandestinidad durante esta etapa si bien la vertiente femenina sufre menos “persecución” al no ser considerada una amenaza a nada. No hay excesiva constancia de actividad guía en Valladolid aunque se sabe que en 1976 tenían su local en la calle Muro donde hacen actividades hasta 1982 y que el grupo “Álamo” en el Apostolado funcionó hasta 1983 (aunque en su última fase era ya mixto). Algunos nombres de sus dirigentes en esta primera etapa son los de Fernanda sobre el 77 o 78, María José, Mar, Esperanza, Laura, .. Varias de ellas pasan al escultismo durante ese tiempo: Merche (Mercedes González López, en cuya ficha aparece que se une a las guías en 1969) va a “Amaranto”, Margarita Candau a “San Jorge” en La Salle,.. En la memoria 71-72 de este grupo consta una actividad conjunta entre la Tropa scout de las Juventudes Josefinas y la Compañía de Guías. Consistió en una recogida de ropa usada para los traperos de Emaus y en el San Jorge del 73 en “Montelareina” hay constancia de guías. Era frecuente que algunas de ellas acompañaran a los grupos en sus salidas. A nivel nacional se produce un acercamiento a las guías de España por parte del MSC. Es por esta época cuando empiezan a cohabitar (que aun no coeducar) y aparecen por primera vez grupos en los que hay unidades femeninas. En Valladolid eso sucede así por ejemplo en “Manitoba”, donde convivieron un par de años o tres una Tropa de Scouts (masculina) con una Compañía de Guías (femenina) hasta que llegó la plena coeducación en torno a finales de los 70 y principios de los años 80. Allí estaba entre otras Marta Ercilla. En estas fechas se produce en un campamento de “Pisuerga” la anécdota de que la visita de la Guardia Civil obligara a reorganizar el campamento para separar en dos áreas diferenciadas separadas por una distancia “conveniente” a los chicos de las chicas. En este marco se produce un nuevo problema terminológico. El libro de la selva parece un marco más atractivo y trabajado desde el punto de vista educativo y metodológico incluso para trabajar con niñas pero el movimiento guía tiene su propio mundo de fantasía educativa para esta edad: el bosque de las pequeñas hadas que para ellas creara Baden-Powell. Por ello durante algún tiempo se oye hablar en las manadas femeninas vallisoletanas de “Lahinis” (Así llama Kipling a las lobas de la manada en su obra) o de “alitas”, que es una tergiversación de las “haditas”

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del marco simbólico para niñas de BP. Con los años ganará esta particular batalla de palabras la expresión “lobatas”. Esta fase (1968-1975) como estamos viendo supone el resurgir del escultismo vallisoletano tras el franquismo en sintonía con el fenómeno en toda España. Aparecen muchos grupos en este periodo, aumenta exponencialmente el número de Scouts que ingresan en ellos, de adultos que se incorporan a tareas voluntarias, etc. Así sucede también en Medina del Campo y ya fuera en Palencia, León, Burgos y especialmente en Salamanca. A la vez que aumenta el escultismo en cantidad (llega a haber once grupos trabajando simultáneamente a mediados-finales de los setenta entre las tres asociaciones existentes) se aprecia un aumento del esfuerzo por su calidad. La preocupación por la correcta aplicación del método se convirtió entonces para muchos en eje. Había que estar vigilantes ante posibles distorsiones, usos inadecuados del escultismo como excusa, etc. La experiencia de la manipulación política estaba muy reciente para no aprender la lección. Era necesario estar atentos a intentos de mejor o peor fe, de usar el escultismo y sus estructuras para lo que no eran. También desde el otro lado del espectro político había amenazas en ese sentido si bien más personales que otra cosa. Una nueva generación de jóvenes deseosos de la libertad que no habían disfrutado podían convertir a sus grupos scouts, sin darse cuenta a veces de no estar haciendo lo correcto, en plataformas de proselitismo político. Curas jóvenes e ilusionados, chavales imbuidos del espíritu predemocrático que cantaban a Serrat, Aute, Víctor Manuel, y Víctor Jara, tenían ahora un enorme ascendiente sobre chicas y chicos más pequeños que ellos. El momento era emotivo y pleno en los sentimientos “políticos”. A ello hay que añadir que muchas veces la necesidad de autoafirmación de los adolescentes y jóvenes cobraba forma de un equivocado sentido del ejemplo en estas cuestiones. Por todo esto también es la época de la tensión entre dos concepciones educativas. Una más controladora y otra más confiada en las posibilidades de los Scouts, una más vertical en lo organizativo y otra más horizontal y participativa en sus estructuras. De aquellas dos tendencias que en esta época nacen beberá el escultismo vallisoletano en ambos aspectos durante los siguientes cincuenta años hasta la fecha. Es una fase de experimentación en cierto sentido para saber qué es lo adecuado y lo que no. Por ello en aquel momento se dan distorsiones aberrantes en lo metodológico que en algunos casos se han consolidado y en otros por suerte no. La edad y la falta de experiencia y formación de los responsables del momento, la falta de documentación a la que acudir y de ejemplos que adoptar (que no fueran el frente de juventudes y la OJE) hacen normal que en los grupos apenas haya adultos y que sea visto como normal que menores de edad hagan labores de scouters o responsables (La delegación Diocesana del MSC en Salamanca en 1975 se propuso como objetivo “que todos los grupos tengan al menos un adulto”). Es tiempo en el que no es extraño oír hablar de “quitar o conceder promesas”, usando el compromiso voluntario del Scout 40


como premio, recompensa o castigo. De expulsiones como sanción disciplinaria, de “orgullo por los colores del grupo” y competitividad absurda antes que de hermandad scout, etc. Es la época de las “clases” (Scout de primera, segunda o tercera..), de las pruebas a superar para subir de una a otra, etc. Otras manifestaciones personalistas de “estilos” de escultismo que en ese momento aparecen son el rigorismo un tanto dogmático, en ocasiones desde posturas iluminadas que veían en la estructura del grupo scout el “culto al líder” a escala con el que ellos mismos se habían educado y ahora proyectaban en sus pequeños espacios de influencia. Muestras de un “escultismo hacia fuera” heredado del monumentalismo de la OJE también hubo. Todas estas y algunas más fueron algunas de las características e idiosincrasia del escultismo vallisoletano del momento. De la mano generalmente de personas concretas con nombres y apellidos. No obstante gracias a la dedicación y al buen hacer de la mayor parte de los voluntarios en labores educativas y de gestión de aquel momento y años posteriores resurgió el escultismo en Valladolid. En las cuestiones de fondo también es, lógicamente dados los tiempos, momento de grandes cambios. En lo puramente educativo scout en este periodo se terminará por asentar al final de la década la división en edades con cuatro ramas a las que según el sistema de programas educativos que se siga y la asociación de pertenencia se llamará de diferente manera: lobatos, Scouts/Rangers/Troperos, Escultas/Pioneros/Comandos y Rovers/Rutas. La idea de Tropa en su concepción larga inicial (entre los 12 y los 16 o 17 años) a la que se conoce como Tropa Vertical, con la que nacen los grupos de principios de los 70, pierde espacio ante la división en dos Tropas (Scout y Esculta/Pionera) para atender mejor las necesidades educativas de cada momento psicosociológico del crecimiento del Scout. También se consolida el método de proyectos en cada rama (Safaris/Cacerías en manada, Aventuras en la Tropa Scout/Ranger, Empresas en Pioneros/Escultas y Descubiertas en el Clan Rover/Ruta). Los vallisoletanos, como españoles que son, manifiestan en algunos casos una gran resistencia al cambio (que veremos también años más tarde en cuestiones de terminología, uniformidad, etc.) y los que se proponen requieren de grandes periodos de adaptación hasta unificarse y ser aceptados como normales por todos. En muchos de ellos residirán las razones para desavenencias e incluso disidencias que marcaron el periodo permitiendo la aparición de nuevos grupos por escisión de los existentes, con lo que se enriquecerá así el panorama escultista de Valladolid. En el escultismo, como en la mayor parte de los recién estrenados movimientos sociales de finales del franquismo, surge una reacción de rechazo a lo vivido. Contra el exceso de los formalismos en el uso del uniforme y simbología externa como insignias y banderines de tiempos pasados se produce una gran libertad de expresión en cuanto al uso de las prendas de uniformidad pasándose de la homogeneidad a la diversidad y personalización. También en lo metodológico y en el 41


tipo de actividades que se llevan a cabo la teoría del péndulo, tan española, hace aparecer nuevos métodos pedagógicos. La dinámica de grupos, la expresión corporal, el teatro, la experimentación, los debates, cine fórums, etc. mejoran la simpleza original de las reuniones, y excursiones convirtiéndose en tan importantes o más que las técnicas scouts y las salidas o acampadas. Ello da un nuevo protagonismo a la reunión semanal sobre las excursiones, lo que hace que algunos acusen a esas nuevas ideas de urbanizar al escultismo. La mística de la naturaleza y de la ética individual dejan paso al compromiso social, un nuevo sentido de servicio a la comunidad y de “lucha” o al menos reflexión sobre la injusticia y la marginación. De la mano de ideologías de izquierda más o menos larvadas entre los jóvenes que dirigen los grupos y por la influencia del Concilio Vaticano Segundo, los movimientos de cristianos de base y la influencia de la Teología de la Liberación, en el caso del Movimiento Scout Católico (y varios grupos de ASDE que tienen su base en colegios católicos privados), aparece la figura del “escultismo de barrio” que en Valladolid tendrá expresión durante esa década con grupos como “San Andrés” y “La Victoria” en sus barrios, “Impeesa” en el de La Rubia, “Don Bosco” en Pajarillos, “Amaranto” en la zona de la plaza Circular y Delicias, “Altair” al otro lado del río cerca del Monasterio del Prado y en menor medida “Manitoba”. Se tratará de toda una corriente que no solo consistirá en “ser el grupo scout” de una barriada concreta de la ciudad o una parroquia, sino que también supondrá que los Scouts, aun los que no pertenezcan a grupos que tengan su sede en barrios, entiendan el servicio a la sociedad como lucha contra la injusticia y la pobreza cercana en sus descubiertas de clan, sus ayudas, sus campañas, etc. Esta cierta “personalidad” de grupo será un curioso rasgo hereditario de muchos de ellos en las sucesivas generaciones. La otra expresión de esas tendencias sin embargo fallará. El escultismo no tendrá excesivo éxito en su salida del casco de las urbes o de las localidades de cierta importancia demográfica a pesar de intentos serios en esa dirección. Y los pocos que arraigarán en el medio rural, salvo excepciones, terminarán cerrando (“Áster” – Miranda de Ebro-, “Panacasle”-Paredes de Nava- de Agustín Genovés, hijo de Enrique Genovés, “Ibia” –Aguilar de Campoo-, “Pueblo Libre”.. y en localidades como Toro, Benavente, Ponferrada, Peñaranda de Bracamonte, Aranda de Duero, Villamuriel..). En Valladolid sucederá con Tudela de Duero. En otra faceta de la realidad, esta es la época en la que empieza a aparecer en España la conciencia medioambiental y los primeros movimientos y colectivos ecologistas. La educación ambiental ve en los jóvenes un campo magnífico sobre el que trabajar y el escultismo, que lleva casi 70 años trabajando en ese momento desde el respeto a la naturaleza como máxima, se abandera esta causa para sí. Una vez más la iniciativa de personas concretas será fundamental para que aparezcan ramas o incluso grupos enteros apellidados de ecologistas de manera informal (aún no han aparecido documentos definitorios de la personalidad de grupo que habrá en los 90 como el “Proyecto Educativo de Grupo”). 42


La juventud de los dirigentes aportaba frescura y espontaneidad, pero el tema de la falta de madurez, edad, experiencia y formación de los scouters/responsables/educadores voluntarios, destaca desde el principio como el mayor problema en esta época. La corta duración en los cargos y responsabilidades, la inestabilidad, la amenaza del paro, la excesiva juventud con la que los jóvenes se hacen cargo de las tareas de dirección de los grupos y su voluntariado educativo arrastran como hemos visto, y no podía ser de otra manera, lógicas carencias que se ven desde el primer momento. La primera de ellas es la inexistencia de conciencia de su labor como educadores scouts. La mayor parte de ellos se ven a sí mismos como guías mayores, Scouts a los que se les da un cargo de confianza, pero Scouts al fin y al cabo. Jóvenes a los que se da la oportunidad de gestionar recursos y estructura, a los que se da confianza y agradece su voluntariado con cierta “maqueta” de poder y capacidad de influencia sobre otros, que sus amigos en otros ámbitos (estudiantiles, de pandilla, etc.) no tienen. Casos muy individuales y localizados como los de Luisjo, Luisma, el hermano Resines y otros, que son plenamente conscientes de su rol como educadores, son la excepción que confirma la regla. La falta de madurez propia de edades en que se está en pleno proceso de autoconstrucción de la personalidad, de dudas, de autoafirmación, de búsqueda vocacional y existencial, etc. se proyecta sobre los Scouts de los grupos y sobre las estructuras. La mínima diferencia de edad entre los Exploradores y sus responsables deriva en inseguridades, falta de claridad del rol, etc. A eso se suma que hablamos de una fase en que en sociedad y por el momento histórico se están estrenando nuevos hábitos sociales y de participación democrática y que se huye, por péndulo, de toda idea de imposición y de jerarquía. Todo ello abunda en los planteamientos de unos jóvenes que, como todos los que lo son, por esencia no admiten que nadie sepa más que ellos y menos si es de su misma edad. Aquellos jóvenes, como los de todas las épocas, estaban como regla general contra la burocracia, y a favor de la autonomía y participación directa. A finales de ese periodo y principios de los ochenta había clanes rovers que se “rebelaban” contra la imposición de tener Scouter de Clan como una figura interpuesta para controlarles desde el Kraal o el Consejo de Grupo y que pedían con insistencia el relevo generacional al frente del grupo configurándolo como un derecho al que accedían y no como una responsabilidad o un servicio comprometido. Ese exceso de inmadurez conllevaba falta de criterio suficiente en las actuaciones de algunos scouters y responsables. Es por todo ello más de admirar el alcance de los logros y resultados que consiguieron toda una generación de “Jefes” de aquella época y la década siguiente.

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La precariedad de medios fue otro rasgo propio del escultismo del momento en Valladolid. Ha sido llevado con orgullo por las generaciones que lo vivieron en aquella época. Un cierto sentido de austeridad y de “club juvenil propio” hacía que hubiera un continuo trasiego en los locales de los grupos de mobiliario de fortuna cedido por padres, colegios, particulares, etc. La expresión “esto servirá para la base” se repetía constantemente. Los Scouts se sienten responsables de sus materiales, de su cuidado, de su mantenimiento. Es su base, su sede, sus locales. Son una pandilla autogestionada que usa recursos propios de la infancia y la juventud para dotarse de medios. No será el primer ni el último sofá recuperado de la calle donde estaba tirado y llevado durante manzanas hasta la base de grupo por los miembros de una patrulla para que les diera comodidad en sus reuniones. Otra expresión de esa austeridad de medios económicos serán las campañas de captación de fondos que se convertirán en eje en muchas ocasiones de las actividades de los Scouts hasta hacer que para muchos aquellos repartos de guías telefónicas o ventas de lotería para pagarse el uniforme sea el primer recuerdo con el que relacionen su paso por los Scouts vallisoletanos del momento. En algunos casos extremos documentados estas actividades alcanzaron un protagonismo metodológicamente inaceptable convirtiendo al grupo o a la Tropa más en una máquina de conseguir dinero que en lo que debía ser. En lo eminentemente educativo se hacía necesario desterrar viejos métodos a los que se tendía como salida rápida a falta de recursos y experiencia: juegos excesivamente físicos y competitivos, castigos y recompensas como único sistema de motivación, excesos de disciplina y rigorismo, etc. Los referentes de la animación y el tiempo libre que tenían como ejemplo cercano los nuevos scouters no eran los más adecuados. 44


Por todo ello y también para servir de elemento unificador y de homogeneización “doctrinal” una de las principales prioridades que en esa época se marca el escultismo vallisoletano es la de la formación de sus scouters. Desde la legalización de las asociaciones en 1964 se permite crear entidades formativas en el seno de las agrupaciones juveniles. Por ello la segunda mitad de la década y, sobre todo, la década posterior es la época en la que se empiezan a pergeñar las primeras escuelas de formación scout (“Insignia de Madera” en ASDE y las “Escuelas de Animación de MSC” en las delegaciones), en la que se diseñan los primeros programas formativos específicos para responsables scouts y scouters, en que se empiezan a retomar los programas Gilwell y las iniciativas que empezara años atrás a nivel nacional el Clan Lobo Gris, los distintivos internacionales de servicio y formación como scouter (tímidamente se empiezan a ver a finales de los 70 en Valladolid algún nudo Gilwell y pañoleta Salmón tras celebrarse en Quintanar de la Sierra en el 74 un curso nacional de formación y acudir algunos de los scouters vallisoletanos –Luisma y otros- a cursos en Cantabria, Madrid y otros lugares en los años posteriores), etc. Esto es especialmente reseñable en un paisaje en el que las preocupaciones de los movimientos juveniles del momento consistían básicamente en subsistir y aprender a gestionarse. El escultismo vallisoletano y en general todo el castellanoleonés del momento sin embargo picaba más alto. Para ello el único elemento de comparación de aquella realidad eran las escuelas de formación de cuadros de mando (jefes de centurias, de círculo, etc.) con que se había dotado el Frente de Juventudes y la juventud de Falange. Pero por supuesto su modelo no era el deseado por muchos motivos incluido su carácter adoctrinador en lo político. No obstante algunas de las estructuras y modos se copiaron al principio, aunque más se trató de copiar el modelo Gilwell británico que nos era más afín lógicamente. El mayor enemigo de este proceso fueron las titulaciones oficiales requeridas para llevar a cabo campamentos (monitores 45


y coordinadores de tiempo libre) pues el esfuerzo por aprovechar la formación para una titulación válida oficialmente aglutinándola con la necesaria para ser un buen scouter, aunque tenía puntos en contacto, muchas veces impidió diseñar e impartir una formación específica para scouters y hubo de centrarse en las habilidades que exigía la administración por encima de las capacidades y recursos de trabajo con el método scout en cada sección. Era algo así como las malas autoescuelas que enseñan a pasar el examen pero no a conducir. También por esta época empiezan aparecer por Valladolid las primeras publicaciones Scouts traducidas de las inglesas, portuguesas, italianas y francesas principalmente. La mayor parte de las que se manejarían serían ediciones para el mercado latinoamericano y principalmente mejicano. Primero tendrán el formato de copia cutre conseguida no se sabe bien como por un amigo de un amigo y repetida en ciclostil hasta no poder leerse. Luego ya habrá sellos propios y publicaciones scouts españolas. El “Escultismo para muchachos” y otras podrán conseguirse en la ExpoTienda Scout de MSC en Salamanca y en Valladolid más tarde en las estanterías de “otras actividades” de las librerías religiosas como la de las Ediciones Paulinas que regentan aún las monjas frente a la Iglesia de las Angustias. Con el tiempo llegarán las colecciones del Manglar y los cuadernos de caza en tiendas de deportes como la desaparecida Torres en la esquina entre Dos de Mayo y General Ruiz, o en la tienda Scout de ASDE que llevaría el grupo scout “Amaranto” en los bajos de las galerías de la plaza circular en la que junto a la camisa caqui o la insignia se podía adquirir el “misalito” de pruebas para la primera, segunda y tercera clase. Todos estos rasgos definitorios del escultismo vallisoletano del momento tendrán en ASDE una especial significación incluso a nivel federal unos años después. Cuando se trate de describir y dar personalidad propia al escultismo español, que lleva a cabo esta entidad en su conjunto. El encargado de hacer el documento base de la ponencia será un vallisoletano. Luis Manuel González Renedo “Luisma” escribirá su famosa ponencia “Compromiso asociativo de ASDE” desde la realidad que le es más familiar como es lógico. Ello hará que su defensa de un modelo de escultismo concreto tenga los rasgos del que aquí se conocía. Por ello recogerá en su descripción del escultismo de ASDE en forma de “contrato de compromisos con la sociedad” esa preocupación medioambiental, de innovación educativa, de implicación política y ciudadana, de voluntariado, etc. que caracterizaban al escultismo vallisoletano del momento de la redacción. La primera etapa del escultismo que se desarrolló de manera incipiente pero arrolladora entre los años 1965 y 1975 gracias al voluntarismo de unos pocos, resulta también de gran interés en la faceta organizativa local y regional. Los primeros grupos que aparecían parecían desconectados entre sí hasta extremos que a veces rozaban lo ridículo. En ocasiones se desconocía casi la existencia de experiencias e 46


iniciativas que se estaban dando casi simultáneamente no solo entre distintas asociaciones sino en el seno de la misma. La descoordinación era norma pues el paraguas lo daba por ejemplo en ASDE la Asociación a nivel nacional sin intermediación cercana pues la que luego sería la Zona XX aun no contaba con estructura propia ni organización al faltar el contacto entre grupos. Estos pedían número y adhesión a ASDE a nivel español sin saber que en el barrio de al lado otro grupo podía estar haciendo lo mismo. En realidad esto no era tan exagerado dado que muchas veces se llevaban a cabo actividades y campamentos conjuntos (Como el “Camporee Centro Scout Castellano Mafeking 72” o el “San Jorge 75” en la finca “El Álamo”, o la reunión que tuvo lugar en el antiguo “hogar” de OJE en la calle San Blas en el 77, a la que acudieron grupos de Valladolid de todas las asociaciones scouts de la ciudad. También porque se tenía noticia informal de lo que otros hacían o porque el nuevo grupo nacía de una escisión de uno ya existente y por tanto sus componentes se conocían. Lo que no había aún eran encuentros organizados en exceso ni demasiado formales. Algunas disensiones provocaron separaciones artificiosas entre grupos únicamente originadas en malas relaciones personales. Algo de esto hay entre grupos de ASDE que nacen en este momento en Valladolid y su provincia como vimos al hablar de los primeros momentos de “San Jorge”, “San Juan de la Cruz”, “Manitoba”,.. Por todo lo dicho empiezan a fraguarse las entidades supragrupales. El MSC contaba con camino recorrido en este sentido pues su Delegación Diocesana de Escultismo vallisoletana ya aglutinaba a los grupos de MSC que había en Valladolid en 1973. La realidad del SBP era bastante confusa y los grupos que existían (“Plus Ultra”, “Pisuerga”, “Íberos”, ”Álamo”, “Tudela” y luego “Ácrux”, “Altair”..) no tenían contacto organizado e institucional entre ellos sino más bien oficioso y por canales de relaciones personales. En ASDE toma forma lentamente la Zona XX como delegación en Castilla, León y Cantabria, pero aún no habrá un órgano propio de los grupos de la ciudad como sería posteriormente la “Coordinadora de Grupos Scouts de Valladolid” en los 90. Ello llevaría en breve, como veremos en el siguiente capítulo, a la creación en ASDE del “Área” de Castilla y León primero, que luego sería la primera entidad inscrita en el “Registro de asociaciones juveniles y Consejos de Juventud de Castilla y León” con el nombre de “ASDE-Exploradores de Castilla y León” cuando la estructura autonómica se hizo con las competencias en esta materia. El MSC mientras tanto y a la vez plantaba la semilla de lo que luego sería “Scouts de Castilla y León” (y concretamente en Valladolid mucho después SVA). Desde 1976 responsables de Valladolid, Medina del Campo, Burgos y Salamanca mantenían encuentros con el objeto de formar la “Supradiocesana de Castilla la Vieja” que nunca llegó a formarse con ese nombre. El proceso, como en ASDE, fue largo y se materializó en ambas entidades finalmente en el contexto del nuevo Estatuto Autonómico de Castilla y León, a principios de los ochenta. -----------------------------

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Una nueva perspectiva (1975-81) En Noviembre de 1975 muere el General Franco. Se abre en todos los frentes un terreno inexplorado para dos generaciones. Los primeros pasos de casi todo son confusos, dubitativos.. para terminar estallando en expresiones polarizadas al estrenar lentamente la nueva libertad. El lustro que seguirá hasta los primeros años 80 será apasionante por nuevo en gran cantidad de aspectos. También esa nueva perspectiva se proyecta sobre el escultismo y concretamente sobre el vallisoletano. La falta de hábitos democráticos y orgánicos tanto interna como externa dificultará los avances pero hará que los que se vayan dando lo hagan con más estabilidad. La teoría del péndulo volverá a hacer aparición en aspectos de lo más variado como los relacionados con lo metodológico, la uniformidad, la importancia de lo urbano frente a las actividades en el medio natural, las nuevas tendencias pedagógicas, etc. Aquel año en lo referente al escultismo vallisoletano, los grupos scouts de Valladolid sin distinción de asociación de pertenencia celebraron su fiesta de San Jorge juntos. Por aquella época un sacerdote les dejaba usar a todos ellos unos terrenos que había entre Matapozuelos y Valdestillas a los que llamaban la finca de “El Álamo”, que disponía de una edificación donde había literas. Se usaba como “campamento permanente” y prácticamente no había fin de semana que no fuera utilizada por uno u otro grupo. Allí se desarrolló el San Jorge de ese año asistiendo representaciones de “Manitoba”, “Íberos”, “San Jorge”,.. En una ocasión, mientras estaban allí haciendo una ceremonia de promesas, se presentó sin avisar el arzobispo de Valladolid, Monseñor Delicado Baeza, de visita.

San Jorge 1975 en la Finca “El Álamo” (En la foto Luisjo de Manitoba en el centro, Moreda de San Jorge, el Hermano Toribio de Íberos, y troperos como Jesús Casado y otros , etc..)

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Esa segunda mitad de la década serán años frenéticos en la creación de grupos en Valladolid. Ese año 1975 aparece en la vida del grupo “Manitoba” una figura que iba a tener una gran importancia para el escultismo vallisoletano, castellanoleonés y español en general en un futuro cercano. Luis Manuel González Renedo, “Luisma” como le conocen todos, llega proveniente de la sexta Tropa de San Jorge en la Pilarica, donde había aterrizado casi por casualidad. Miembro en el 72 y 73 de la OJE, estudiaba en el colegio “San José” cuando llegaron a COU varios seminaristas a los que desde la orden jesuita se había dado instrucciones de empezar a hacer cosas con jóvenes en el ámbito asociativo. Se unió pues a ellos con 16 o 17 años en la aventura de montar una Tropa Scout que por organización dependía en aquel momento de San Jorge. Hacía labores de monitor de los más pequeños por entonces. Hizo allí buena relación con el párroco, el cura “Ventura” del que ya hemos hablado, quien un doce de octubre de 1974 le propone hacer la promesa scout en el marco de una eucaristía dominical y tras la ceremonia en la que le impone la pañoleta le presenta ante la congregación como jefe del grupo scout de la parroquia. La aventura de la Tropa de la Pilarica no dura mucho por diversos motivos y trató de montar otra en la cercana parroquia de San Juan para dar continuidad al proyecto, pero tampoco fructificó. Por todo ello entonces se une a Luisjo y Valdés subiéndose al carro de “Manitoba” que ya estaba en marcha. Eran un poco mayores que él pero su interés y experiencia vino bien al grupo por lo que rápidamente pasó a formar parte del equipo de responsables que trataban de sacarlo adelante. Durante los cuatro años de su pertenencia a “Manitoba” pasó por los locales de Queipo de Llano (Bajada de la Libertad) y los dos locales de la calle Duque de Lerma. En uno de aquellos campamentos Luis Manuel se convierte en educador scout con plena conciencia de serlo. Cuenta como para dar ese importante salto cualitativo le sirvieron las palabras de Luisjo, quien le insistía en que para preparar una acampada con los chavales no había que pensar tanto en la actividad que quería hacer como en el objetivo que se proponía conseguir. Él tenía en la cabeza gran cantidad de ideas que sabía iban a ser divertidas para los chicos, pero Luisjo le hizo recapacitar y pensar en el valor que quería trabajar con ellos antes que en la dinámica concreta a través de la que iba a hacerlo. Eso era lo educativo. Era un lenguaje nuevo en el que nunca le habían hablado. Siempre había programado únicamente teniendo en cuenta el factor diversión (construcciones, actividades de montaña, etc.) pero no se había parado a pensar en su utilidad para conseguir ningún fin. En aquel campamento, siguiendo sus indicaciones, experimentó aquel nuevo itinerario. Se propuso trabajar con los Scouts la idea del libre albedrío, de la libertad. Hablar de ella con ellos, hacerles pensar en sus distintos significados. Solo cuando ya lo tenía decidido pensó en una actividad. Y eligió la de leerles a sorbos, por la noche, a la luz de la hoguera, los capítulos de un nuevo libro que había llegado a sus manos. Se llamaba “Juan Salvador Gaviota” y se prestaba especialmente para ese fin. 49


Así lo hizo y noche tras noche junto a la fogata leía algunas páginas a quienes querían oírle. La magia que se generó en aquellas lecturas decidió el futuro de Luis Manuel. Quería ser scouter. Pero de verdad. Un educador. Un adulto que acompañara a los Exploradores mientras crecían, y que lo hacía usando para ello el método scout.

Scouts vallisoletanos (Grupo Scout 232 “Manitoba”) -Autor Luis Manuel González RenedoCampamento Brania-Osoria (Fuente La Flor, entre Barruelo y Brañosera)- Ronda 75-76- salida de la Tropa Scout

Las salidas y acampadas de fin de semana eran continuas. Eran muy frecuentes a Valdestillas pues los pinares cercanos se prestaban y estaba muy bien comunicado por tren. En una de ellas se vieron acompañados por unas monitoras de guías que se ofrecieron a ayudar con los lobatos. Se presentaron en la estación con una gigantesca y pesada mochila cada una de ellas. A los scouters del grupo les parecía aquel un peso excesivo, máxime cuando había que hacer un tramo de marcha andando hasta el lugar de la acampada. Entre los troperos de “Manitoba” ya era por entonces enseñanza aprendida la de eliminar lo superfluo para restar peso al macuto. Bastante llevaban ya con las herramientas que solían usar (hachas, sierras, etc.) para sus construcciones. Como habían previsto finalmente hubo que ayudarlas con el exceso de carga en el trayecto. Cuando llegaron a su destino y los chavales empezaron a desplegarse para hacer sus prácticas de pionerismo las dos guías abrieron sus petates y descubrieron el motivo del sobrepeso al empezar a sacar botellas de refrescos (de 50


vidrio por entonces recordemos) y patatas fritas para todos. Los scouters de “Manitoba” no daban crédito. En otra de aquellas ocasiones cuentan quienes asistieron, y no hay motivo para no creer su palabra scout, que cuando al atardecer se retiraban e iban hacia la estación para coger el tren de vuelta, hicieron un alto para hacerse una foto de despedida. El fotógrafo les pidió moverse para evitar el contraluz. Entonces se fijó en el extraño cuerpo que había en el horizonte acompañando al sol al que al principio confundió con una nube. Cuando se volvieron para verlo todos ellos fueron testigos de las extrañas evoluciones aéreas de un objeto que describieron como una lente con luz, que se movió en línea recta haciendo un ángulo de noventa grados rápido en el cielo antes de que tras sacar dos pequeños extremos se alejara hacia el firmamento. Nadie dijo palabra y casi pierden el tren de vuelta por el ensimismamiento. Así me lo contaron y yo lo reflejo. En aquellos años el grupo “Manitoba” fue de campamento a Quintanar de la Sierra en el 75 (¿aún como tropa de San Jorge?) y a Barruelo de Santullán al año siguiente (siendo en ambos jefe de grupo Carlos Vaquero). En el 77 fueron a Priaranza de la Valduerna, Guardo en el 78, Villaescusa del ebro en el 79 y Mahide (Zamora) en el 80 con Luisma de jefe de grupo al que volvería a sustituir Luisjo luego como veremos luego. En la ronda siguiente, la 76/77, aparece en el panorama escultista el grupo “Ácrux”, que se inserta inicialmente en el SBP. Tiene sus locales en los espacios que le cede el colegio San Agustín y su pañoleta es roja y blanca. En el grupo se da como buena la fecha de 1 de enero de 1976 como la oficial de comienzo de actividades. Abre con una Tropa. Ese año las primeras patrullas comienzan a funcionar y son bautizadas como Coyotes, Panteras, Pumas y la legendaria Linces. Pronto se compraron tiendas y se empezaron a hacer salidas. Lugares como Puente Duero, Simancas y Portillo conocen de sus andanzas iniciales. En Abril llega el Campamento de Semana Santa, que se realiza con su grupo hermano del colegio de los agustinos en Madrid, el Cruz del Sur de pañoleta negra y roja. Se hace en Cadalso de los Vidrios, entre Toledo y Ávila. Ese año ya iría de campamento de verano a Salinas de Pisuerga en Palencia. Todo era nuevo, pero había cosas como el cocinar por patrullas en hogueras, que fueron experiencias inolvidables para aquellos primeros Scouts de “Ácrux”. Hicieron construcciones, mesa, bancos, altar, estanterías y hasta una jaula para los conejos que criaron. Allí se hicieron las primeras promesas del grupo. En pocos años se convertirá en un referente del escultismo vallisoletano aportando un estilo propio. En la ronda siguiente llegaron tres nuevas patrullas y se construyen las bases en el colegio San Agustín, proyecto en el que todos se implican dedicando los fines de semana y las vacaciones de Navidad. Durante el curso 78/79 empieza a experimentar con una nueva sección dividiendo la Tropa en dos por edades. Entonces se llamaban Comandos a los Scouts de entre 14 y 17 años en el escultismo del SBP. Lugares como Matapozuelos, 51


Arbeiza (Navarra), La Santa Espina, Huerta de Rey (Burgos), La Alberca (Salamanca), Cardaño de Abajo (Palencia), Sepúlveda (Segovia) y Ezcaray (Logroño) serán su terreno de juegos escultistas en las acampadas de Semana Santa y campamentos de verano de estos años. Al año siguiente empiezan a trabajar con el lobatismo como método para la edad de 8 a 11 abriendo su manada. También crean una segunda Tropa dada la demanda existente. Por esta situación se hace necesario que los Comandos hagan labores de monitores a pesar de su edad y falta de experiencia y madurez con el consiguiente desconocimiento y desorganización inicial, pero con unas tremendas ganas de trabajar y aprender. Ese año entra Mariano en juego, un nombre sin duda indispensable para entender la historia del “Ácrux”, como lo sería luego en la de “Cruz del Sur”. Ese año se sube a la cima del pico Murcia. En el 80 ya se forman algunos scouters y el “Ácrux” se empieza a relacionar con los demás grupos scouts de su alrededor. Del campamento de aquel verano en Ezcaray siempre quedará el recuerdo del "Día de la Edad Media", así como la celebración de las "Bodas de Alambre" por los 5 años de existencia del Grupo. También fue el primer campamento en el que se sobrepasaron los 100 scouts acampados

------------------------En esta segunda parte de los setenta asistimos a varios hitos importantes. En 1976 se celebran en Palencia los “Encuentros Interscout” en los que los responsables de varios grupos de ASDE y SBP definen la tendencia hacia la que quieren llevar el nuevo escultismo para hacerlo más moderno y acorde con los tiempos. Sus conclusiones se recogen en un documento, publicado dos años después como libro por 52


la editorial San Pio X de Madrid, llamado “Encuentros Interscout-Palencia76-juntos reflexionando por un escultismo mejor” cuya lectura hoy día, casi 40 años después, demuestra lo avanzado de aquellas posturas que cimentaron las bases del escultismo actual y de conceptos que entonces eran innovadores y hoy han quedado plenamente asentados. En su preparación y desarrollo tienen un papel protagonista varios scouters vallisoletanos de entre los que merece especial mención Fernando Resines, de San Jorge, auténtico ideólogo en lo pedagógico de aquellas revolucionarios posicionamientos para la época. Al año siguiente, por otra parte, se lleva a cabo a instancias de Julio Muelas una importante reunión en los locales del antiguo “hogar” de la OJE en la Calle San Blas. Lo especial del encuentro reside en que están presentes delegados de todos los grupos scouts de la ciudad y de las tres asociaciones. Por el MSC vallisoletano acudieron representantes del grupo “San Andrés” y de un posible “San Ildefonso” (¿Plus Ultra en su segunda etapa?). Por SBP “Íberos” (que por entonces aún no ha ingresado en MSC como haría en breve) y “Pisuerga”, y por ASDE fueron de “San Jorge” (Ya en La Salle por esa época) y de “Manitoba”. También asistió una representación de las guías con su jefa Fernanda al frente a la que acompañaba María José. Su importancia radicó además en el hecho de que la finalidad del encuentro fuera la de analizar la realidad del escultismo local para adoptar posturas comunes de cara al futuro en diversos aspectos. De aquella reunión entre otras conclusiones se sacó la convocatoria de una acampada de manadas en Valdestillas para aquel año.

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En 1977 el escultismo recuperó su personalidad jurídica tras casi 40 años de suspensión pues el 31 de Enero de ese año el Ministerio de la Gobernación de acuerdo con la Ley de Asociaciones de 1964, registra a la “Asociación de Scouts de España" (que vuelve a llamarse así tras siete años de terminología oficial como ANEDE aunque hasta sus propios cargos la seguían llamando ASDE. Su Asamblea Extraordinaria de Noviembre toma esa decisión dejando ANEDE para la sección juvenil. Con el tiempo hasta esto se abandonará) y la concede la categoría de “Entidad de Utilidad Pública”. El MSC, por su parte, llevaba algún tiempo actuando con reconocimiento oficial en tanto que asociación eclesiástica bajo la cobertura de la curia y en el marco legal del régimen. Por estas fechas se empieza a poner en práctica la coeducación como apuesta educativa pionera (unidades mixtas -con chicos y chicas juntos-). En ASDE esta decisión se adopta formalmente en la Asamblea de 1976 aunque la realidad iba por 54


delante de la norma en algunos grupos. Aquello, que hoy nos parece natural y lógico, costó mucho. Era la época en que se debatía en sociedad la conveniencia de dar o no en clase a los alumnos la materia controvertida de la “Educación sexual”. En muchos grupos de toda España el compromiso es hacer actividades juntos “pero dormir en tiendas separadas”. En Valladolid ya había grupos en torno a 1977 y 78 poniendo tímidamente en práctica esta nueva fórmula. En “Manitoba” se unen al cabo de poco tiempo las ramas separadas por sexos, en “San Jorge 103” las primeras “Lahinis” o “alitas” se ven en los locales de “La Salle” en la ronda solar 1977-78. A la siguiente ronda ya se las llamará ”lobatas” e irán al campamento de verano. Ya hay clanes rover en los grupos de nuevo y la tropa vertical ha sido sustituida por la separación en rangers y comandos o pioneros en MSC y en Tropa de Scouts y Tropa de Escultas en ASDE (en breve pasará a llamarse Unidad para diferenciar ambas). También aquel año se da un importantísimo paso en lo relacionado con reconocimiento internacional del escultismo que ha vuelto a España. El “Comité de Enlace” que, como hemos contado, estaba haciendo gestiones desde 1961 para la vuelta oficial del escultismo al reconocimiento mundial, crea la “Federación de Escultismo en España”, que queda formada por el MSC, ASDE y la “Asociació Catalana de Escoltisme” (que dejaría de serlo de pleno derecho para pasar a ser entidad observadora más tarde bajo el nombre de ”Federació Catalana d’Escoltisme i Guiatge”. Así se volverá un 16 de Marzo de 1978 a pertenecer como miembros de pleno derecho a la Conferencia Scout Mundial, que solo admite una organización por país. Se le asignará el número 113. Se entiende así que a pesar de que la “Asociación Nacional de los Exploradores de España” había sido miembro fundador de esta Conferencia en 1922 ha perdido su lugar en la misma durante el periodo de la dictadura franquista y ahora vuelva a retomarlo. Los Scouts de Valladolid que pertenecen desde esa fecha a grupos de MSC o de ASDE vuelven a ser Scouts de pleno derecho reconocidos oficial y mundialmente como tales, recuperando el derecho a portar la insignia scout mundial que acredita oficial y reconocidamente a quienes lo son, a denominarse así y usar esta terminología en sus actividades, a participar de la hermandad scout mundial en pie de igualdad formando parte de contingentes en Jamborees o haciendo por ejemplo uso de la red de instalaciones scouts existentes por el mundo. Aquel fue uno de los motivos que animaron finalmente a algunos de sus dirigentes a la integración de algunos grupos de SBP en ASDE. Ese es también, como es sabido, el año del referéndum y la aprobación de la Constitución Española. Al año siguiente su Majestad el Rey D. Juan Carlos I acepta la Presidencia de Honor de la Asociación de Scouts de España. Su abuelo Alfonso XIII había recibido este mismo nombramiento de los Exploradores de España en 1917.

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Por esas fechas los grupos que ya funcionan o se están asentando en Valladolid se integran en colectivos superiores. En MSC desde 1976 responsables de la capital y de Medina del Campo junto a los de Burgos y Salamanca estaban intentando formar la “Supradiocesana de Castilla la Vieja” que daría lugar a “Scouts Castilla y León” a principios de la década siguiente. El 19 de enero de 1978 en Medina del Campo, los jefes de los grupos “San Nicolás”, “Brownsea”, “San Andrés” y “Edelweis”, firman los primeros estatutos de la “Delegación Diocesana de Escultismo de Valladolid” (que en algunos documentos aparece como “Scouts Castilla y LeónDelegación Diocesana de Escultismo de Valladolid-Movimiento Scout Católico”) y que con el tiempo se terminará convirtiendo en la actual SVA (Scouts de Valladolid) Por su lado los de ASDE conformaban la llamada Zona XX (la asociación a nivel nacional se había dividido territorialmente en delegaciones así denominadas a cuyo frente se nombraba a un “Comisario de zona” -a todos los efectos un delegado de ASDE en ese territorio. Aun no hay conciencia autonómica y la visión centralista (única conocida) predomina-. En este periodo la delegación de ASDE en Castilla y León y Cantabria, denominada “Zona XX”, está operativa y centralizada en Valladolid. Desde que oficiosamente en 1970 fuera tenido Alcañiz como comisario local le sucederán, ya de manera oficial, Charo Alonso Domínguez, jefa de grupo en Medina del Campo, y Javier Moreda Blanco de “San Jorge”, a quienes se considera de manera colegiada y ya documentada primeros Comisarios de Zona XX. En un segundo momento se quedó Charo sola en la Comisaría de zona hasta Abril de 1980 que se hiciera cargo Julio Muelas. Sobre el dintel de la puerta del local que hay junto a la parroquia de “Nuestra Señora de La Victoria” en el barrio al que esta Virgen da nombre se lee un cartel que dice “Grupo Scout -1979- Barrio de la Victoria” que nos indica el año de nacimiento de este grupo de MSC que aún hoy sigue en pleno funcionamiento. A caballo entre ese año y el siguiente nace también “Amaranto” que se adscribe desde su principio a ASDE y elige el fondo azul y el ribete blanco para su pañoleta. Como vimos atrás encontrábamos a Luisma en el grupo “Manitoba”. Llegado 1979, con 21 años, fue llamado a filas y ante la duda de su destino, dado que podía ser enviado a hacer la mili lejos, optó por comunicar a sus compañeros su salida del grupo. Sin embargo le tocó Valladolid y se encontró de golpe con un montón de tiempo libre. Se planteó volver pero no le pareció justo para con ellos puesto que ya se habían repartido responsabilidades, cargos, ramas.. Ante esta nueva situación retomó su viejo proyecto y se embarcó en la creación de un nuevo grupo scout. Con un grupo de amigos entre los que estaban Alfonso, Maika, Mari Carmen González López y su hermana Merche, que venía de las guías de España, Rodolfo, Alicia, Peli,.. empezaron a materializar su proyecto. En ese camino les acompañaron algunos Escultas y Rovers como Javier Prieto, Mónica, Ana... Y así nace 56


“Amaranto”. Desde el grupo se entiende que el 1 de Noviembre de 1979 se puede establecer como fecha inaugural oficial. Al poco tiempo también entraría en el grupo en la Tropa (que era vertical todavía) un chaval llamado Roberto Gutiérrez Herrero que tendría mucho que decir en la historia del escultismo vallisoletano en el futuro. Luisma traerá la nueva división y experimentará con los “Escultas” de los que había recibido formación en los cursos a los que había asistido. Estaría en esa aventura los 6 primeros años del grupo. Luego dejaría la vida de scouter activo para pasar a la formación scout y a la gestión del escultismo regional. El grupo inició sus actividades en una buhardilla de la plaza del caño Argales, de donde pasaría temporalmente a la parroquia de San Andrés (para entonces el grupo de MSC ya no existía) y luego en el Santuario de manera fugaz. A principios de los 80 pasó a la plaza Circular, donde tenía sus bases en un local en los bajos de unas galerías comerciales junto a panaderías, pescaderías y carnicerías. De aquella primera etapa del grupo se guardan en la memoria curiosas anécdotas. Por entonces tenían firmado una especie de acuerdo con ICONA por el que se les cedía una pequeña parcela para acampar cerca de Puente Duero. Ellos a cambio tenían que mantenerla (clarear, desbrozar, limpiar..) y hacer pequeños servicios. En una ocasión el guarda forestal llamó a Luis Manuel para que le echaran una mano con un problema que le había surgido. Algún desaprensivo había volcado en la espesura del pinar un camión entero de huevos podridos. Aquella montaña hedía a kilómetros por lo que había que enterrarla cuanto antes. Sin embargo el guarda no contaba con medios y desde ICONA no podían proporcionarle una pala excavadora. Así que allá que fueron. Durante muchos días estuvieron excavando un gigantesco hoyo para lo que tenían que taparse la nariz y la boca con las pañoletas, bajo las que metían tomillo y romero para tratar de tapar el mal olor. Nadie aguantaba más de cinco minutos cavando cerca de semejante pestilencia por lo que tenían que turnarse continuamente para dar las paladas que enterraban los huevos. En otra ocasión uno de los Scouts llevó a la reunión un libro que le habían regalado en el que se recogían ideas de actividades chulas para hacer en pandilla. Uno de aquellos proyectos consistía en construirse una ampliadora fotográfica casera. Al principio les pareció demasiado ambicioso y casi imposible. Sin embargo se lo tomaron como un reto y aquel año todas las fotos del campamento de “Amaranto” se revelaron en aquella ampliadora con el consiguiente ahorro. Tal fue así que varios padres también se apuntaron al ahorro y revelaron las suyas. Al final todo el mundo en el grupo estaba revelando a precio casi de coste. De aquella aventura nace la posterior afición a la fotografía semiprofesional por parte de Luisma.. y aquella afición se convirtió en profesión para Javier Prieto que hoy publica sus reportajes en el Norte de Castilla y edita libros con preciosas imágenes de Valladolid y toda Castilla y León. Años más tarde, en 1983 como veremos en su momento, varias escultas de “Amaranto” se aventurarán a su vez en la creación y puesta en funcionamiento de un 57


grupo scout con “Aitana” en la parroquia de Pilarica de nuevo, con lo que se cerrará un cierto círculo poético que empezara con Luis Manuel en la Tropa sexta de “San Jorge”.. También aquella última ronda solar de la década, la 79/80, empieza en el barrio de “La Rubia” el andar del grupo scout “Impeesa” cuyo primer local es el que les cede la iglesia Nuestra Señora del Rosario, en el barrio (poco después pasaron a uno en la Cañada Real y más tarde a una casa Molinera en la Calle Final). Su pañoleta azul apagado ribeteada de raso verde esmeralda materializa en un grupo una idea, un proyecto, la suma de varios hechos, coincidencias, personas e ilusiones. Al principio se organizaron varios campamentos de verano en lo que se llamó inicialmente “Grupo Scout La Rubia”. Aquellos campamentos tenían de scout poco más que el nombre, ya que los chavales que acudían por entonces, volvían con la sensación de que habían estado unos días en el campo en plan salvaje, con la presencia de unos adultos que les acompañaban y cuidaban y poco más. Pero surgió entre algunos de aquellos monitores la idea de dar un paso más allá, de dotar a eso de cierto sentido y apoyarse en la filosofía scout, haciendo algo más que campamentos en verano y realizando actividades a lo largo de todo el año. Varios fueron los nombres de aquellos emprendedores, pero entre ellos podemos destacar los de Teo, Ángel, Balta (Baltasar, el primer coordinador), Agustín Quirós… Así nació oficialmente el “Impeesa 379”, perteneciente a la Zona XX de ASDE (que englobaba entonces a Castilla y León y Santander). Poco a poco fue creciendo con la llegada de más chavales (varones, aún no había chicas) y monitores. Proveniente de San Jorge llegaron el scouter Rafa March y su hermano pequeño Jorge. Ambos traían experiencia e ideas (cada uno para su edad, Jorge era tropero), y ayudaron a dar más “personalidad scout” al grupo. Había manada, tropa scout y tropa esculta (los proyectos de instaurar un clan fueron muy tímidos y no salieron adelante en un primer momento).

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Es tal la aceleración del proceso de creación de grupos scouts en Valladolid a finales de los 70 que los datos son confusos. Por esa época más o menos Santiago Domínguez empieza en el colegio de los Salesianos con el grupo scout “Don Bosco”, que inicialmente estaría en ASDE aunque años después, tras un cierre prolongado, renacería en MSC para terminar cerrando. Santiago o “Santi” como todos los jóvenes en Castilla y León le conocen, recibiría el premio de Juventud del Consejo Regional años más tarde en agradecimiento a su labor. Hay constancia, como ya se ha señalado, de presencia de un grupo en la parroquia de San Ildefonso por entonces, pero este dato parece cruzarse con el hecho de que para esta época el grupo “Plus Ultra” ya no esté en el colegio de Lourdes y desarrolle sus actividades durante un corto periodo de tiempo en la parte baja de los locales parroquiales de esta Iglesia cercana. El “Edelweis” funciona en Medina del Campo pues en esas fechas consta su firma en los primeros estatutos de SCA (por entonces “Delegación Diocesana de Escultismo de Valladolid”). También existe por entonces el “Brownsea” y el “San Nicolás” que son otros grupos firmantes en el 78 junto al ya consolidado “San Andrés”. Algunas pistas parecen indicar que en la Iglesia de La Merced se da comienzo en esa época al grupo scout “Torozos” (allí “Capi”, que fuera scouter luego de Impeesa, empieza su aventura). Más firmes y concretos son los datos de los grupos que habían nacido en el lustro anterior y ahora atravesaban su plena fase de consolidación.

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Por su parte “San Jorge” ya se ha estabilizado para esta época en los tuneles que le sirven de bases en el colegio La Salle donde cuentan con el apoyo del director del momento, el hermano Javier Miranda y de Bartolo, que hace labores de enlace aparte de ayudar en manada. El grupo ha visto reducido su número de socios a unos 95. También se ha reducido su estructura y sus locales (Ya solo tiene la sede de “La Salle” y cuentan con el apoyo y patrocino de los hermanos de las escuelas cristianas, que les ceden los antiguos túneles de subsuelo del patio cubierto para sus actividades). A su frente ya no se encuentra Alcañíz, que fue relevado como era lógico por una nueva generación de “jefes” que aportaron frescura e ideas nuevas. Se trataba en muchos casos de los propios Scouts que habían pasado por sus filas en los años inmediatamente anteriores. Son nombres de scouters de esta etapa los de Carlos Vaquero, Antonio Calonge, Resines, Rey, Moreda, Julio Muelas, Fernando Navas, Javier Badás, Juanjo “Baloo”, Jesús Casado “Bagheera”.. a los que posteriormente habría que añadirles a inicios de la siguiente década los de Margarita Candau, proveniente de guías de España que sería una magnífica “Akela”, Jorge y Fabiola (primeros viejos lobos de la manada de San Jorge una vez ya en La Salle), Rafa March (quien antes de su etapa de “Impeesa” pasó por la manada de “San Jorge” como “Hathi”), etc. En el 76 han hecho su campamento de verano en Orbaneja del Castillo y en el 77 en Hontoria del Pinar.. En ambas ocasiones con el grupo “Nubis” de Palencia del colegio lasaliano de allí. Los campamentos de los años 78, 79 y 80 serán en Vidrieros, Oña y Ura respectivamente. Ya en estos dos últimos hay presencia femenina por primera vez en el grupo durante los campamentos como scouts y lobatas. Son nombres de aquellas primaras “Lahinis” los de Pili Rey, María Luisa Arrojo, Tere, Ana, Nieves, Beatriz… contándose entre las troperas a Mari Carmen de la Fuente, Pilar Calonge, Gloria Renedo y algunas otras. Aquel Ura en 1980 es el primer campamento del autor y guarda de él los recuerdos que un niño de 10 años puede tener: el día del teatro, el juego límite de la discusión simulada entre Rodrigo y un scouter, Oscar cayendo al rio en un stalking, la primera vez que usó unas letrinas, la víbora que se encontró el último día en el agujero del mástil, los amigos que se hacen a esa edad, Gabriel, Carlos, David, Simón, Vaquero, Ríos,..los guiños inocentes al otro sexo y el primer amor platónico de verano con aquella niña de trenzas tan seria que se llamaba María Luisa, el día de colada antes del día de padres, escribirles postales y echarlas al buzón hecho con un tambor de detergente,.. En la Tropa de “Plus Ultra” en 1976 entra Emilio Orobón Lazcano con trece años, luego sería Comando, Rover, Scouter y con el tiempo se convertiría en el Comisario de Zona para Castilla y León de SBP. Aunque provenía del Colegio San Agustín allí no había aún Scouts hasta pocos meses después con “Ácrux”. Seguía llevando la Tropa Carlos García Calvo. Al poco tiempo, en 1978, los hermanos de La Salle consideraron acabada su colaboración con el grupo y este entró en una fase de 60


declive. Los scouters no siguen con esta nueva aventura. Hay quien se va a “Álamo”. Pero Emilio, acompañado de otros Rovers y Comandos, se hacen cargo. Por aquel entonces, los padres participaban bastante y se hacían muchas actividades en familia. Aquellos voluntarios ayudados por los padres consiguieron que la parroquia de San Ildefonso les cediera un local grande que posee en los sótanos de la iglesia para hacer las reuniones (El gimnasio bajo el escenario de su salón de actos). Allí iba a desarrollarse la vida del “Plus Ultra” durante los siguientes casi tres años. Sin embargo en aquel primer momento del traslado, cuando ya estaba en marcha y se sentía que el grupo iba a salir de la crisis, los anteriores scouters volvieron para encargarse del “Plus Ultra”. Aquello no sienta bien a los Comandos y Rovers que se habían echado la responsabilidad a la espalda a la salida del Lourdes, por lo que deciden dejar el grupo. Formarán el “Clan Rigel” del que hablaremos a continuación. Por esa época aunque al principio era una actividad solo masculina, se admitieron chicas, Las primeras serían hermanas de los Exploradores que ya estaban en el grupo. así que el grupo ya era mixto. Algunas Scouts como Consuelo Digón pasaron por sus filas por entonces. Los recién regresados scouters tuvieron que valerse, ante la salida de los Rovers, de los Comandos más jóvenes en aquel momento como Javi, Cesar, Minguez y sobre todo Juan Antonio Recio, que sería un buen “Akela”. En un breve periodo de tiempo, hacia 1981 u 82, encontrarán acomodo en pleno centro de la ciudad, en una bicentenaria casa de la plaza del ochavo donde naciera el patrón de la ciudad San Pedro Regalado. A los nuevos locales se accedía por el estrecho portal que había bajo los soportales junto a la taberna que hacía de chaflán en uno de los lados del octógono, el que da a Platerías hacia el Poniente. La sede era de suelos de madera con siglos de historia y rechinaba a cada movimiento. Allí mismo una sociedad esotérica vallisoletana hacía sus experimentos por las noches grabando sicofonías en busca de voces fantasmales. Las paredes perdían yeso dejando ver la estructura de mimbre y paja que durante años la habían mantenido enfoscada. En la sala de Tropa había un agujero por el que se veía el abandonado piso de abajo. No era un lugar que se prestara mucho a los juegos y actividades de los chicos y chicas del grupo. Aquellos Comandos (Ya Rovers) que se habían ido de “Plus Ultra” pidieron permiso a SBP y se constituyeron como Clan Independiente (sin grupo) al que llamaron “Rigel”. Su pañoleta era verde oscura con una cinta amarilla. Era su jefe de Clan Cruz José Temiño y lo componían hasta catorce rovers entre los que estaban Enrique Sanz Robles, el mismo Emilio Orobón Lazcano, Carmelo Alonso Temiño, Javier Zancajo, Jose Antonio Garrote, los hermanos Villanueva (Luis y Pepe).. Mantenían sus reuniones en el café Moka al principio. Luego conocieron a un seminarista peruano llamado Umberto que había sido scout allí y les dejó usar un corto espacio de tiempo los locales de la iglesia de Filipinos. Así estuvieron dos años en los que llevaron a cabo dos campamentos volantes en Pirineos y su actividad estrella: La empresa “Rover-Felix”. 61


Se trataba de organizar, con la excusa de homenajear a Félix Rodríguez de la Fuente, recientemente fallecido, un encuentro entre todos los grupos scouts de todas las asociaciones existentes. Esta intención y este objetivo fueron el germen de la posterior fusión de los grupos de SBP en ASDE en la década de los 80. El buen poso que quedó tras llevarla a cabo y las magníficas relaciones que se establecieron durante su preparación serían la base para que años más tarde este proceso se desarrollara de manera fluida y nada traumática en Castilla y León a diferencia del resto del país. El acto final que cerró el proyecto fue una multitudinaria plantación de árboles a la que acudieron todos los grupos de ASDE y de SBP, mas no de MSC. “Manitoba” entre tanto sigue a pleno rendimiento en sus locales de la calle Duque de Lerma enfrente de los cuales acaba de instalar el escultor vallisoletano Coello sus talleres. Al frente en este periodo siguen estando Luisjo, Valdés, Mosti, Montse, Dori, Luisma.. y a ellos se suman a lo largo de los siguientes años Pili, Chusa, Pepe, Pedro, Carmenchu, Rafa, Pablo, Leopoldo, Maica, Faelo, Cristina , Sergio, Berta, Acacio, Toni, Harpo, Isidro, Jesús, .. entre los Scouts los hermanos Arias, Koldo y muchos más.. Habíamos visto que en esos años sus campamentos de verano fueron en Barruelo de Santullán, Palencia, en 1976 (Dori –lobatos-, Luisma, Valdés –tropa-, Luijo –escultas-..), Priaranza de Valduerna al año siguiente (Pili, Chusa –lobatos-, Luisjo y Luisma –Tropa-, Dori, Pepe y Valdés –Escultas-), Guardo (Palencia, con Pedro, Montse, Chusa Mosti y Carmenchu en manada, Luisma, Rafa y Luisjo en tropa y Valdés Dori y Pepe en escultas) en el 78, Villaescusa de Ebro en 1979 (Con Salvador como intendente y Pedro, Chusa, Paco, Maica y Leopoldo en lobatos, Luisma y Faelo en tropa y Dori y Valdés con los escultas), Mahide (Zamora con Luisa, Pedro Maica y Cristina en manada, Faelo, Sergio, Berta y Acacia en tropa y Mostaza, Montse y Leopoldo en escultas) en el 80 y Espanillo (León) en el 81 (Campamento Incola con Toni, Chusa, Pablo y Cristina en manada, Harpo, Acacio e Isidro en Tropa y Pedro y Berta en escultas). En la ronda 75/76 abren unidad Esculta de la que se encarga inicialmente Luisjo. Al año siguiente fue el de la apertura de las unidades de alitas y guías dirigidas por Pili, Chusa y Montse y también se crea la escuela de padres. Entran chicas directamente en Escultas y se lleva a cabo la marcha de "la croqueta" a Cabezón. A mediados de ronda se funda el primer Clan Rover y surgen las especialidades en Escultas. Será en la ronda 77/78 cuando haya problemas entre la tropa de Scouts y la Compañía de las Guías, que al final se solucionaron con una parodia que hicieron en el campamento, los jefes y los lobatos. Se hizo una Kermesse. Los escultas fueron de acampada de Navidad a Valcobero. Durante los años siguientes se empieza a pensar por parte de Luisma y algún otro de los jefes en montar otro grupo. En la ronda 78/79 se decide unir las unidades y hacerlas mixtas. Se empieza con Manada y Tropa. Ese año sale el primer número de la revista “Rizo”. Los róvers fueron de acampada de Navidad a Oña. 62


La ronda 79/80 es la del abandono de Luisma del grupo y en el que monta “Amaranto”. Varios scouters, rovers y escultas se van con él. Esa ronda Luisjo volverá a ser jefe de grupo relevando a Luisma. Ese año se decide para el campamento hacer una construcción de grupo, concretamente un puente. Después de organizar un concurso sobre el proyecto, Nacho Arias y Nacho Aguirre se encargan de ello. Aquel verano fue el del juego de las “operaciones Érik” que consistían en secuestrar a gente durante la noche por parte de los escultas. El campamento de verano del 81 se llamó “Incola” y hubo desagradables incidentes con las banderas que ocasionaron algunas expulsiones. También pasó por el grupo fugazmente un sacerdote. Ese año se había hecho la acampada de inicio de ronda en Viana de Cega. El grupo scout 92 “Pisuerga” inició a partir de 1975 un proceso de "descentralización” en materia de gestión y educativa respecto al colegio. Ello fue en parte motivado por la marcha del hermano Jesús y por criterios de mayor eficacia. Desde 1976 empezó a consolidarse con Pedro Valerio al frente. En ese periodo hizo su escultismo y celebró sus campamentos en Candelario (Salamanca-76), Hermosillo (Ávila-1977), Pedrosa de Valdeporres (Burgos-1978), La Cándana del Río Curueño (León-1979) y Camposolillo (León-1980).

Scouts vallisoletanos (Alberto y Félix del Grupo Scout 92 “Pisuerga”) Campamento de verano –Hermosillo- 1977 63


Esta etapa estuvo marcada por la inestabilidad política que se vivía en la sociedad española y el establecimiento de las asociaciones a nivel nacional (MSC, Scouts de Baden Powell, Scouts de España). Desde esas fechas los campamentos ya eran mixtos y se abandonó el sistema de turnos, lo que fue una auténtica revolución y piedra de escándalo para algunas mentes biempensantes. El campamento de Candelario (1976) fue el primero llevado a cabo por entidad juvenil alguna en Castilla y León que puede calificarse realmente como mixto. Tal fue así que le costó al grupo “Pisuerga” una seria amenaza de la "Sección Femenina" con denuncia incluida para que separase y delimitase de forma inmediata la zona de acampada de "niñas" de la correspondiente a los "varones". Un apercibimiento que les llego al segundo día de campamento vía Guardia Civil con sello del mismísimo Gobernador Civil. Aquellos fueron también los años de la definitiva consolidación y de la participación en los órganos de representación juvenil emergentes. En el año 1979 Pedro Valerio, cedió el testigo de coordinador (Jefe de Grupo) durante un año al hermano José Ramón Soto, que lamentablemente fallecía algunos años después y el grupo, ya un proyecto sólido, empezó su maduración. Por entonces Abilio ocupó el cargo de jefe de grupo hasta 1981, año en que tomó su testigo Jose Antonio Moreno. Los Scouts de “Brownsea” hacían sus reuniones cada 15 días al aire libre. Una de sus antiguas lobatas de entonces, Itziar Morejón, hoy madre de Scouts recuerda cómo se iban de marcha por la mañana con la comida a pueblos de alrededor: Puente Duero al rio, a Simancas, Viana etc…., se hacía un gymkhana, juegos, etc. También tenían como costumbre hacer en todos los campamentos supervivencia por seisenas. Les daban una manzana, una zanahoria, cantimplora con agua y pan y se tenían que buscar la vida durante tres días con dos noches. Recuerda aún hoy con cariño que en una de estas ocasiones el primer día llegaron a un pueblecito llamado Triollo, donde a cambio de dormir en un pajar y comer lo que les dieron sus dueños estuvieron todo el día echándoles una mano con la mies, haciendo montañas de paja en torno a un gran palo y más tareas. Encima de aquella paja descansaron luego más que cómodos después de un día bastante ajetreado y la señora les dio una sopa con una carne exquisita. También recuerdan que en otra marcha de supervivencia de dos días a un segundo pueblo pudieron dormir en las escuelas tras hablar con el cura. Eran antiguas y todo de madera. Se tumbaron en el suelo, sin saco ni aislante. Pasaron mucha hambre. La tarea fue limpiar las escuelas. Luego les hincharon a fruta y leche. Fueron recuerdos muy felices. Su campamento especial fue el de verano de Vidrieros (Palencia). El grupo cerraría en 1980. Los scouters se fueron a San Jorge mayoritariamente y a otros grupos.

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También siguen funcionando con normalidad los scouts de “El Pilar” que esos años van de campamentos a Navaleno (Soria-76) y Fuente Tejeriza-Arauzo de la Miel (Burgos) durante varios años seguidos. En el 79 empiezan a ser grupo mixto. Por su lado los de “Íberos” en el colegio Marista de la Inmaculada y “Álamo” en el colegio del Apostolado continúan su consolidación. En Medina del Campo “San Juan de la Cruz” tiene por jefa de grupo a Charo (María del Rosario Alonso Domínguez), durante las rondas del 77 al 79. A quien sucedería en la ronda 79/80 el padre Gabriel García Rodríguez y a este para las siguientes rondas desde el 80 al 84 Francisco E. Cesteros López. En Tudela de Duero mientras tanto el grupo que llevaba el nombre del pueblo y había nacido en 1973 de la mano de José Luis Madrazo con un grupo de amigos que liderados en ese momento por un sacerdote llamado Emilio (Toribio) habían creado su primera patrulla que denominaron LOS PALADINES, en poco tiempo había crecido espectacularmente. Ampliaron su sede en la calle Pablo VI al lado de la iglesia de Nstra. Sra. De la Asunción. Con la marcha del sacerdote (Toribio) y su relevo por Juan Antonio Sanz Hernandez comenzó una nueva etapa con cambio de sede incluida. Para Tudela en aquella época el grupo scout constituyó la única oferta de animación en el tiempo libre y esa fue la razón de su éxito. El trabajo de consolidación fue muy duro y en él han de ser mencionadas personas como los citados Toribio y Juan Antonio, o Jose Luis Madrazo, Jaime Lobo, Jose Miguel Armendariz, Dario G.de Castro, Chema Lara, Manolo Gorgojo, Fernando Garcia, Manu, Pili Perez, Sole Giménez, Chati, Maribel de Blas, Chus, Mari Carmen, Ana Palomo, Tere, Jesus Ceballos, Jose Luis Martinez (que nos dejó), Timi, Michel Villamuza, Maribel Gutiérrez, Miguel Valentín, Chema Salcedo, La saga de los Milla, Julio Gutiérrez, y tantos otros..

El grupo scout Tudela supuso mucho para la localidad. Era la vida juvenil del pueblo y se sentían trabajando para mejorar su Comunidad más inmediata y cercana. Se llevaban a cabo actividades como la redacción, edición y distribución del periódico de Tudela (“Calle Mayor”, aun existente) qué era imprimido a mano por los 65


Scouts del grupo en sus locales con una imprenta de madera para luego ser vendido por ellos por las calles. También en aquella época se colaboró con el Ayuntamiento local en diversas formas como plantaciones en el día del árbol, haciendo las primeras luces colgantes para adornar las calles para las fiestas patronales y reyes, se organizaba la Cabalgata de Reyes, se preparaban cucañas en fiestas, etc. El grupo estuvo presente en las comisiones de festejos durante muchos años. El Grupo Scout hacia actividades en sus bases prácticamente a diario, actividades de todo tipo incluso abiertas a personas que no pertenecían al mismo pues se consideraban los locales como una especie de casa de todos. Una actividad que se hacía para disfrute de la juventud de todo el pueblo era el día de Nochevieja que se organizaba en la Casa de la Cruz con una fiesta de disfraces que duraba hasta la madrugada y siempre se llenaba. En este mismo local se organizaban los domingos campeonatos de futbolín y ping pong y se vendían algunos refrescos para sacar un poco de dinero para la base. Durante la vida del grupo el papel y la implicación de los padres de los Scouts fue vital en todo tipo de funciones de apoyo al mismo (cocinando, haciendo bocadillos para las ventas en las diferentes concentraciones que se hacían en Tudela como el rallye de coches de La Parrilla., etc.) De las miles de anécdotas que se podrían enumerar de los 14 años del escultismo en Tudela de Duero una de ellas puede que sea la más bonita y la más entrañable: Cuando el grupo se iba de campamento se quedaba para salir juntos todos en la plaza del pueblo. Cada uno iba llegando con sus mochilas acompañado de sus padres, hermanos, abuelos.. La despedida de los que se iban era multitudinaria por parte de todo el pueblo. Pero más aun lo era la recepción a la vuelta. Era emocionante ver todos los acampados cogidos por las manos cantando la canción de la despedida era muy emotivo pues el Grupo Scout Tudela era muy querido en el pueblo. Durante algún tiempo se mantuvo una segunda sede en un pueblo cercano (Villabañez) donde temporalmente el escultismo fraguó. Durante algún tiempo sus componentes asistieron a los campamentos con los Tudelanos. En su historia el grupo de Tudela tuvo sus sedes en la Calle Pablo VI primero y luego en la Calle Antonio Machado, y sus campamentos de verano se celebraron en la finca del Álamo en Matapozuelos los años 76 y 77, en Ribadelago, Zamora, en el 78, Hermosilla, Avila, en el 79, Rábano, Valladolid, al año siguiente, en Fuentidueña, Segovia, en el 81, en el 82 y en el 83, en Villaseca (también en Segovia), en el Cañon de rio Lobos en Soria en el 84 y por último en Castronuño, Valladolid en el 85.

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-----------------------------------------Para cerrar la década la zona XX de ASDE celebra en Abril de 1980 su patrón “San Jorge” en Tordesillas. Los terrenos del actual camping frente al parador les acogen. Para los lobatos hubo juegos de Kim y actividades de hermanamiento con otras manadas y entre ellos. Lleva cada uno por ejemplo una medalla que había hecho él mismo para intercambiar allí. Los lobatos de San Jorge las estuvieron haciendo sobre troncos serrados escribiendo sus nombres y grupo en los escalones que daban acceso a la base. Otros lobatos las hacen sobre círculos de marquetería.

En ese momento en Tordesillas se está intentando sacar adelante un grupo scout en el colegio de las Italianas. Sus miembros visitaron los dos días que duró el San Jorge las actividades y participaron de ellas. Finalmente la iniciativa no prosperó. En el autobús de regreso de los asistentes del 103, un clásico se despide del grupo y recibe el homenaje de todos los viajeros. Un detalle y un emocionado aplauso le dan el adiós del grupo. Va a seguir vinculado al escultismo vallisoletano y de Castilla, León y Cantabria, pero en otras responsabilidades a nivel nacional. Julio Muelas, que fuera Scout de la patrulla Dragón del primer San Jorge diez años atrás, y durante algún tiempo jefe en el grupo ha sido nombrado “Comisario de Zona XX” y desde ahora 67


llevará la voz del escultismo vallisoletano y de toda la Zona a Madrid ante el “Consejo Scout Nacional” del que formará parte. --------------------------------

Scouts vallisoletanos (Grupo Scout 370 “Amaranto”) Manada y Tropa en el Congreso de los Diputados. – 1981-

La tarde del 23 de Febrero de 1981 era la de un día de la semana normal y corriente. Lunes. En los túneles de “La Salle”, como era costumbre, se reunían a la salida de clase algunos lobatos de las seisenas (los que iban al colegio allí mismo) y troperos en sus bases. Tenían allí bonitos cubiles hechos de costeros de madera. En el de la seisena azul había un viejo zorro disecado, una silla destartalada y cojines que en otro tiempo formaron parte de sillas de furgoneta hoy desguazadas. Un ventanuco dejaba pasar la luz del local de la manada donde reinaba un impresionante mapamundi hecho en plastilina sobre dos grandes tablones soportados por caballetes. El Safari de ese trimestre era una vuelta al mundo. Sobre el tablero de juegos cada sábado por la tarde los jefes movían las figuras para que todos supieran en qué parte del mundo estaban esa semana. Había canciones y danzas de ese rincón, y luego Margarita, que era Akela, leía un capítulo del libro de la selva mientras Rafa (Hathi) tocaba el flautín para dar ambiente y Jesús (Bagheera) y Juanjo (Baloo) preparaban un juego en el patio de los columpios. Mientras el seisenero preparaba con los lobatos presentes las pruebas que querían pasar ante sus jefes al sábado siguiente en la reunión, uno de los rovers entró a la base llamando a gritos a los demás para que salieran a la calle porque en los túneles no había señal de radio. ¿Señal de radio? Se preguntaban los lobatos. ¿Para qué necesitaban oír la radio? Si era lunes y no había partido de futbol…. Todos corrieron fuera, a la calle, a la entrada del Colegio, donde apelotonados alrededor del coche de uno de los entrenadores de baloncesto con las puertas abiertas y la radio a 68


todo volumen se agolpaban los de su equipo, sudados y en ropa de entrenamiento, como si les hubiese sorprendido algo en medio del ejercicio y se hubieran interrumpido. También estaban allí parados y callados unos padres y un abuelo que había ido a recoger a la salida de clase a su nieto, uno de los hermanos de la Salle que “patrullaba” el patio haciéndose cargo de recoger al final de la jornada las redes de las porterías, los balones de los equipos y los objetos perdidos, y algunos curiosos que acudían a ver qué sucedía. A pesar del frío de un atardecer de febrero a las siete de la tarde nadie se movía. Aquellos lobatos pegaron la hebra curiosos para saber qué estaba sucediendo pero no conseguían entender nada. Solo sabían que los adultos estaban muy callados y serios y que en la radio se oía hablar de tiros en el Congreso de los Diputados y de tanques en la calle. El hermano Saturnino se hizo cargo de la situación y supieron que algo raro pasaba cuando les dijo que se fueran corriendo todos a casa con sus padres y que iba a cerrar las grandes puertas del Colegio. Aquellos lobatos estaban confusos. Nunca habían visto a tantos adultos callados escuchando serios la radio de un coche. Poco importaba. Uno de ellos había oído que a lo mejor al día siguiente no había clase.

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Juego de Pistas:

“Seguid esta dirección”

Si seguimos nuestro particular rastreo por la ciudad no podemos dejar de visitar las sedes de los dos principales movimientos Scouts que hay en ella. Valladolid, como centro administrativo de la Comunidad Autónoma reúne las dependencias, oficinas y sedes sociales de ambas. ¿Sabrías encontrarlas? Primero trataremos de localizar la que una vez lo fue y ya no. En la década de los años 20 la sede de los “Exploradores de España” en Valladolid se encontraba tras la Academia de Caballería, en la misma manzana pero por detrás, en la calle Doctrinos. ¿Reconoces el sitio? Por ese portal han entrado y salido muchos Exploradores vallisoletanos de uniforme a principios de siglo XX. Desde esa sede se preparaban las acampadas y salidas que en esta obra se mencionan en los primeros capítulos. Por ella entraron Lucio Zamora, Lucas Carretero, etc..

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Si volvemos al Valladolid de la actualidad nos podemos encontrar en nuestro juego con la sede de ASDE-Exploradores de Castilla y León. Tras usar durante mucho tiempo como dirección para recibir las comunicaciones postales las direcciones particulares de los propios Comisarios de Zona o la de alguno de los grupos scouts, en torno a finales de los años ochenta -cuando pasa de ser Zona XX a Área (Asociación)- se opta por la búsqueda de una sede que reúna las condiciones necesarias para su función (archivo, material, tienda scout, reuniones, etc.). Por ello pasa por varias direcciones eventuales en régimen de alquiler. La primera de ellas estará a media altura de la Calle de la Asunción. Se tratará de un piso en entresuelo que servirá inicialmente hasta que años más tarde, al verse la necesidad de un espacio más grande en la época en la que se empieza a contar con personal administrativo para dar apoyo a las gestiones se alquila en una calle cercana (Jardines) también de la plaza Circular un local comercial a pie de calle, frente por frente del hogar de la OJE vallisoletana.

En la década de los 90 la Asamblea de esta asociación empieza a plantearse el destino que dar a los remanentes que quedan a final de año tras finalizar el ejercicio 71


presupuestario. Las ideas giran alrededor de la adquisición de inmuebles. Los sucesivos equipos directivos estudian fórmulas relacionadas con la ayuda a los grupos que lo necesiten en materia de compra de locales en propiedad y más tarde de ayudas a alquileres. En el año 94 la Asamblea decide dedicar los superávits que se obtengan con los presupuestos de los siguientes años a la adquisición de una sede propia para la entidad. Así se hace en 1996, año en el que se adquiere, con el apoyo de la Federación de Asociaciones de Scouts de España, la actual sede en el número 92 del Paseo del Cauce de la ciudad. Firmará el contrato de compraventa el entonces presidente de la Asociación Juan Antonio Espeso. Durante ese año y el siguiente Fernando Álvarez Ossorio, del grupo “Altair” y de varios Equipos Scouts de Asociación, dirige (y ejecuta en su mayor parte) las obras de acondicionamiento que el local necesita para convertirse en la sede que es hoy. A la fecha acoge la biblioteca asociativa y las salas de reuniones, el archivo de la asociación, el almacén de material de préstamo, los puntos de conexión a Internet, la sede de la Escuela “Insignia de Madera”, la zona de gestión del equipo directivo y de la “Comisión Coordinadora de Grupos Scouts de Valladolid”, el Punto de información Juvenil, la oficina del personal administrativo, además de zonas de aseo y otros espacios auxiliares. En ella se llevan a cabo sesiones formativas y cursos, reuniones del Consejo Scout de Asociación, de programación de los grupos scouts, atención al público, gestiones, etc. Su teléfono de contacto es el 983–307047.

También el Movimiento Scout Católico en nuestra Comunidad (“Scouts de Castilla y León-MSC”) tiene su sede central en esta ciudad. Está en el número 1 de la calle González Dueñas, y desde allí se presta a los grupos de esta entidad servicios de apoyo y gestión, se hacen reuniones de coordinación, representación institucional ante las administraciones, Consejos de Juventud y entidades del tejido asociativo regional. Su teléfono de contacto es el 983–263756. SVA (“Scouts de Valladolid”), delegación

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diocesana del escultismo vallisoletano del MSC tiene su sede en la calle Sim贸n Aranda n潞 13 en los locales que les cede el arzobispado.

Representantes de los dos movimientos Scouts presentes en Valladolid firmando en 2004 el convenio de colaboraci贸n entre ambas

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SEXTA HUELLA:

EL NIETO DEL PINTOR (Hacia un nuevo escultismo – 1981-1990) Simón, Quique, Nacho, Alberto (al que todos llamaban Guerra por el apellido), y Toño (Espeso) jugaban a “Zurrúscame la pelleja” en las fuentes del patio exterior del colegio “La Salle” de Valladolid. Los cuatro tenían nueve años y eran alumnos de tercero de EGB en la clase del hermano Santos. Era Octubre de 1979. Hacía frio y amenazaba lluvia. La noche caía pronto a la salida de clase a las seis y media. El primero en irse fue Alberto que tenía catequesis aquel viernes. Luego desfilaron Quique y Simón. Toño quedó solo esperando a su madre que le iba a ir a recoger al patio cada día a la salida de clase. Su hermano Quico, un año más pequeño, estaba en Judo, dentro, en el acceso al patio cubierto. Allí se dirigió al empezar a llover fuera para que cuando llegara su madre los encontrara juntos. Vendría con José Ramón, el pequeño, que iba a entrar al colegio al año siguiente. - ¡Espeso! - Le llamó el hermano Saturnino. – ven un momento. Ayúdame con unas cajas. Y allá lo siguió. El hermano abrió una pesada puerta que Toño siempre había visto cerrada en los recreos. Daba al patio y por fuera no tenía indicación alguna. Salía por el cristal roto tras la verja de aluminio olor a rancio, a húmedo y a cerrado. Cuando la luz se encendió pudo ver un largo pasillo que llevaba a otra puerta cerrada al fondo y al que se accedía bajando ocho o nueve escalones. En él se apilaban cajas de “Vida y Luz”, la revista colegial. El hermano Saturnino, un lasaliano de mediana edad y carrillos colorados, le puso un par de cajas en los brazos y le dijo que saliera y las llevara a portería, que era como todos conocían la recepción. La otra puerta al final del pasillo le miraba cerrada. Sobre el marco un cartel de madera rezaba “SCOUTS”. Toño tomo nota mentalmente con curiosidad. Aquella noche ya en casa, merendando tras recogerle su madre una vez hecho el recado, pensó en el cartel y en el misterio que se escondía tras aquella puerta que hasta aquel día nunca había visto. Lo de “SCOUTS” le sonaba a aventura, a naturaleza, a camaradería y a campamentos. Era la época de “Acorralado” e “Indiana Jones” en los cines y de las correrías de los Tres investigadores en sus lecturas. Había leído algo en algún sitio y los había visto en alguna de las películas ñoñas de Rock Hudson o Doris Day que su madre veía los sábados en “Sesión de tarde” en la televisión en blanco y negro del salón. Recordaba haber visto “Veinte docenas de hijos” en la primera cadena o en el UHF. Tenía algo así como un recuerdo vago. Sabía remotamente de ellos, pero hasta ese día no imaginaba que los hubiera en España, menos en Valladolid y ni de lejos en su colegio. Creía que eran algo inglés o americano. 74


De pronto recordó donde los había visto. Se levantó y fue al estante de su habitación. Cogió el tomo 16 de la “Enciclopedia de la juventud” y entre sus pastas rojas y brillantes encontró lo que buscaba. La entrada decía “Escultismo: un servicio a la juventud” y hablaba de una organización fundada por un general inglés, de las actividades que aquellos chicos hacían, de cómo se organizaban y de los nombres tan molones que tenían todas las cosas relacionadas con ellos: lobatos, rovers, jamborees.. Pero la mayor magia la producían aquellas cinco fotos. En una había tres muchachos americanos (en los pañuelos de sus cuellos ponía “Boston”) entablillando a un cuarto una pierna en un simulacro de accidente. En otra cinco chavales de uniformes y sombreros de ala ancha cabalgaban a caballo por la campiña inglesa. Parecían de su edad o un poco más. Uno de ellos al frente, era ligeramente mayor que los otros. Reían en la foto mientras trotaban. En la tercera una frase rezaba al pie “Scouts canadienses hacen prácticas en la nieve” y en ella se veía a varios de ellos muy abrigados haciendo nudos sobre ramas rectas para hacerse algo así como un trineo. Una era un paisaje de un lago con un abeto bajo el que a la entrada de una tienda de campaña un chaval cocinaba algo en una fogata. El humo hacía volutas subiendo paralelo al majestuoso árbol. La nieve de las montañas del fondo brillaba al sol del amanecer. En la última, cerrando el artículo, un crio de su edad levantaba dos dedos haciendo una V hasta su visera a guisa de saludo. Tras él uno mayor hacía un gesto parecido pero con tres dedos rectos hasta el ala del precioso sombrero que llevaba. Era idéntico al de su Geyperman guarda-montado del Canadá. Había algo en aquellas imágenes que le fascinaba. ¿Cómo podían unos chavales casi de sus años cocinar y dormir en tiendas, montar a caballo, curar a un herido, hacerse un trineo..?, ¿Por qué les dejaban vestir uniformes tan chulos si no tenían edad para ser soldados?, pero no era solo eso.. algo faltaba en aquellas fotos .. Adultos. No había adultos. ¿Cómo podían hacer todas esas cosas maravillosas y además hacerlas sin adultos? Ya había caído. No había marcha atrás posible. Sin duda quería ser uno de ellos y salir en aquellas fotos. Al día siguiente en el recreo trató de explorar y saber más de aquella misteriosa puerta. Pegó su cara al cristal roto que daba al patio pero la oscuridad solo le permitía vislumbrar los primeros escalones y no le dejaba siquiera leer el cartel que intuía al fondo, esperándole. Su amigo Simón le seguía excitado como cómplice de una aventura misteriosa de descubrimiento de un secreto escondido. Por la tarde bajaron corriendo al patio y al doblar, a Toño casi le dio un vuelco el corazón. Sobre el techo del patio cubierto las gotas de lluvia golpeaban violenta y rítmicamente haciendo un ruido ensordecedor que se mezclaba con los chillidos de los niños jugando y corriendo arriba y abajo. Pero todo parecía no importar. El tiempo se había parado. Ambos 75


miraban extasiados la puerta abierta de la que salía luz al fondo. Allí estaba el cartel como el día anterior. Sobre el quicio de la puerta. “SCOUTS”. Pero no estaba cerrada. Sin tener que mirarse bajaron lentamente aquellos escalones. Uno detrás del otro, con cautela, prestos a volver corriendo sobre sus pasos a la mínima señal de vida humana. Se sentían entrando en una trampa como hipnotizados. Llegaron hasta la segunda puerta al fondo del corredor bajo el cartel y Simón metió la cabeza sigilosamente. Parecía Lord Carter antes de pronunciar su famosa frase. - Ven. Mira. No hay nadie.- dijo. Toño oía voces amortiguadas al fondo y no quería problemas. Aun así se atrevió a mirar. Había dos puertas extrañas con forma de semicírculo que daban paso a unos túneles alargados. La decoración era curiosa y no parecía hecha por manos muy expertas. Sobre la hoja de una de ellas un lobo aullaba a la luna. Por las rejillas de madera de los respiraderos se colaba la luz del interior y salían las voces de los niños que hablaban dentro tranquilamente de sus cosas. Había un perchero bastante maltrecho, como cogido de un basurero, del que colgaban tres abrigos. En la pared a su izquierda un dibujo morado de un signo que no reconoció rodeado de una cuerda rematada en nudo flojo. Y en la pared de enfrente un texto. Frases cortas en orden una sobre otra dentro de un marco que imitaba un pergamino antiguo: “LA LEY SCOUT. Artículo 1: El Scout cifra su honor en ser digno de confianza.. Artículo 2..” De pronto una de las puertas se abrió y de ella salió un chico de unos dieciséis años. Su cara les sonaba de haberla visto entre los mayores del colegio. Su actitud no fue amenazadora ni agresiva y sin embargo no les dio tiempo a quedarse a comprobarlo. Sus pies les llevaban ya escaleras arriba hacia territorio conocido y propio. Solo cuando estuvieron a cincuenta metros se permitieron parar la carrera desbocada de huida. No tenían muy claro que era lo que acababan de ver. No hablaron de ello. Solo recuperaron el fuelle y rieron como los niños que eran. Simón tenía que irse. Comenzaba su clase de guitarra. Había una niña en ella que le gustaba. Se despidieron. Fuera seguía lloviendo. Nati, la madre de Toño, se alarmó cuando vio a su hijo venir corriendo hacia ella bajo la lluvia. La cogió de la manga y la hizo entrar casi a rastras en el patio cubierto. Iba diciendo algo de un túnel y de que había Scouts en España y en su colegio. Ella no tenía ni la más remota idea de lo que les estaba hablando su hijo de nueve años. El mayor. Solo sabía que allí estaba, con él detrás casi empujándola a bajar unos peldaños que se internaban en un pasillo que acababa en una puerta semiabierta. Estaba cansada del trabajo, empapada por la lluvia y tenía mucho que hacer, pero su hijo estaba excitado y había logrado entender algo así como que quería que le apuntara a aquella actividad extraescolar que tenía el colegio. Así que bajó, entró y tímidamente preguntó en alto si había alguien. Toño, agarrado a su falda, miraba todo con nuevos ojos ahora que estaba protegido con la presencia de su madre. Al cabo salió uno de los monitores con el que habló. Toño le miraba ensimismado. Rafa era larguirucho y delgado. Su nuez pronunciada subía y bajaba al 76


explicarse. No tendría ni 20 años pero a Toño le parecía todo un adulto. Hablaron de lo que se hacía en el grupo, de los horarios de las reuniones los sábados, de las edades mínimas, de los precios, de las acampadas, de los materiales, del uniforme.. Y quedaron en que ese sábado por la tarde Toño probaría a ver si le gustaba. - A las cuatro y media el sábado nos vemos, chaval. Ya verás cómo te lo vas a pasar bien. Y trae a tus amigos si quieres. – se despidió Rafa. Al día siguiente le contó su aventura a su pandilla y les habló de aquella invitación que el monitor le había hecho. Acordaron hablarlo en sus respectivas casas con sus padres. Ese sábado Simón, Alberto, Quique y Toño fueron juntos a su primera reunión de los Scouts. A la puerta, en el patio, antes de entrar a los locales donde se desarrollaría la reunión, todos los niños miraban a los nuevos. Les sorprendió ver allí a Nacho Ares, su compañero de juegos del que ni sospechaban que estuviera metido en aquello, y a Oscar Alonso, otro de su clase del que tampoco sabían que estuviera en los Scouts. Ambos tenían allí hermanos mayores. Aquel primer día de reuniones todos parecían conocerse entre si menos ellos. Los que ya habían estado otros años llevaban alrededor del cuello una tela enrollada amarilla y negra a guisa de corbata. Había visto algo parecido en las fotos de su libro. Otro grupo estaba un poco apartado también y como ellos parecía un poco perdido y sin amigos. Dos de aquellos chicos eran idénticos y creyeron entender que eran unos gemelos primos de alguno de los que ya estaba el año pasado o algo así. Se presentaron entre ellos con la complicidad en que se refugian quienes están igual de descolocados en un ambiente que aún no es el suyo. Rodrigo y David eran sus nombres. Acababa de nacer una amistad que duraría muchos años. Pero en aquel momento todas estas cuestiones pasaron de pronto a segundo plano pues acababan de descubrir algo que iba a cambiar completamente su percepción de dónde se estaban metiendo. ¡¡Allí había niñas!! Aquello situaba en un nuevo prisma eso de los Scouts. En un colegio como el suyo, en el que eran todos niños, el hecho de que una de las actividades fuera mixta era inconcebible. Iban a ser la envidia de los demás de clase. Los de Judo, balonmano o baloncesto no podían decir lo mismo. Ellos estarían cada sábado con niñas. Así en aquellas reuniones se empezaron a codear con María José, la hermana de Quico, una belleza pecosa de larga melena que con nueve años haría suspirar a más de uno, o María Luisa, siempre tan seria, lo que la hacía tan misteriosa, o Nuria, o Sonia, o Ana, o Pili, o Tere, o Beatriz.. Una vez dentro les dijeron donde debían sentarse. Lo hicieron juntos, claro. Mirándolo todo con la boca abierta. El sitio era pequeño e incómodo. De las paredes de ladrillo curvadas en forma de túneles colgaban gotas de la humedad condensada. Olía a cerrado y rancio. Las sillas y mesas estaban destartaladas y viejas. En cada esquina una especie de pared hecha con trozos de cortezas y costeros de madera formaba un rincón propio para cada pequeño grupo. Era el paraíso para cualquier niño de 9 años. Los monitores dieron la bienvenida a los nuevos y empezaron las 77


actividades sin más preámbulos. Todos les llamaban con nombres extraños. En el descanso salieron al patio cubierto a jugar. Les dijeron que ahora eran “lobatos” y les asignaron a cada uno a una seisena por colores. Aquello de que les separaran no les gustó mucho, pero al ver que era para hacer equipos para los juegos les pareció bien. Así competirían entre ellos. Aquella primera reunión fue simplemente genial. ------------------A principio de ronda el grupo iba a Hornillos de acampada para inaugurar el curso. Era al fin de semana siguiente y ni Toño ni sus amigos tenían nada de lo necesario. Aquellos monitores de nombres tan raros insistieron para que fueran y así vieran en qué consistía eso de los Lobatos. Sus padres le dejaron ir pero solo una jornada para que viese a su nueva manada en su salsa y jugara durante el día con sus nuevos amigos, pero al anochecer del sábado pasaron a recogerlo por allí. Así de paso ellos veían donde estaban apuntando a su hijo y qué se hacía. Eran muy novatos aún y temían que pasar la noche fuera de casa fuera demasiado para Toño. Para otros la acampada de inicio de ronda era una especie de prueba de fuego. Si les gustaba se quedaban y ya empezaban en serio con las cuotas, el uniforme y todo eso. Para Toño no era necesario. Ya tenía decidido que aquello era lo suyo y que le iba a gustar. Cuando llegaron sus padres para llevárselo no se quería ir. Los lobatos habían hecho una divertida mesa cavando una trinchera rectangular en la arena del pinar de modo que se pudieran sentar dentro. Tenían hasta respaldo. Una pequeña fogata estaba encendida iluminando las idas y venidas de los chavales con sus potos y platos a por la sopa y las salchichas. ¡Cómo iba a irse de allí ahora! Margarita, que era “Akela”, explicó a Juan Antonio y a Nati que aunque Toño no tuviera saco de dormir no iba a pasar frío pues le podían hacer uno de fortuna con una manta doblándolo sobre él en tres pliegues. Allí estaba Nati agradeciendo a Margarita sus explicaciones, horrorizada porque su niñito fuera a dormir en el suelo con solo una manta. Toño estuvo tan pesado durante todo el domingo que ese mismo lunes a la salida del colegio estaba con su madre en “Deportes Olimpiada” comprándose un saco de momia, un plato de aluminio, unos cubiertos de acampada y una mochila. Su primera mochila. Era roja, con dos bolsos exteriores a los lados y tapa. Sin cinto ni florituras. No podía esperar a llegar a su casa en el número 33 de la calle Labradores y abrirla para llenarla de cojines y ponérsela a la espalda desfilando por el pasillo orgulloso. Al mes siguiente irían a “Deportes Torres” en la calle Dos de Mayo a por unas chirucas y unos calcetines altos grises de lana. También compró una publicación de bolsillo apaisada especial para lobatos que había en el mostrador: “El cuaderno de caza”, en cuya tapa correteaban idealizados dos lobatos con un perro de larga cola. Allí le habían dicho que se podía comprar el uniforme. De momento valdría con la camisa y las insignias. La de lobatos tenía hombreras y era gris a diferencia de la caqui que ya podían vestir troperos, escultas y rovers. Para cosérselas en el bolso del pecho y la manga le dieron un bordado de un lobo azul, pues era el color de su seisena, y una esquemática flor de lis verde esmeralda estilizada sobre el fondo del mismo color que 78


la camisa. Luego se enteraría de que aunque su grupo era de ASDE se había comprado la camisa e insignias de SBP, pero nadie parecía dar demasiada importancia a que la uniformidad fuera rigurosa. Su seisenero, Jorge, que era hermano de Hathi -aquel Rafa que les recibió el primer día-, le había dicho que sólo los lobatos que habían formulado ya su promesa podían vestir al cuello la pañoleta amarilla con el borde negro del grupo. Los “patatiernas”, que era como se llamaba a los recién llegados en la manada, tenían que llevar el triángulo de tela amarillo sin el ribete negro del borde, para los juegos y las ceremonias. Toño se había fijado en que sobre el bolso de la camisa de alguno de los lobatos mayores figuraban unas bonitas estrellas. En unos casos solas y en otros en pareja. También había visto unos rombos chulísimos con las distintas especialidades que cada lobato o scout tenía: cocinero, socorrista, naturalista.. Quería tenerlas él también adornando su camisa. Nadie en aquella manada vestía el casquete de lobato que veía en las fotografías. Parecía muy británico. Más castiza, española y fácil de conseguir, aunque no fuera uniformidad reglamentaria, era la boina negra con el rabo capado puesta de medio lado. En una ocasión, toda la nueva pandilla formada por Simón, Rodrigo, David, Quique y Alberto, fue a unos almacenes destartalados que había tras la plaza de toros, donde les habían dicho que se podía comprar ropa militar usada muy barata. Allí entre montañas de pantalones azules de aviación y verdes de faena, chandals viejos, botas gastadas y forros guadrapeados había una pila enorme de boinas en las que el dueño les dejó rebuscar hasta que encontraron cada uno la de su talla. Pagaron quince pesetas por cada una y salieron con ellas en una bolsa de plástico de “Galerías Preciados”. Cuando llegaron a su casa sus respectivas madres echaron las boinas a hervir para despiojarlas y a sus hijos les frotaron tanto en la ducha que salieron colorados. Un sábado por la mañana, mas por curiosidad que por gasto pues ya no les quedaba un duro de la propina del mes, se acercaron a la tienda scout que tenía el grupo “Amaranto” en los bajos de las galerías interiores que había en la Plaza Circular, donde tenían sus locales. Se trataba de ver a Scouts de otro grupo y echar una ojeada a las cosas de la tienda. Allí había un par de cintos, pasadores de cuero para las pañoletas, insignias, la camisa scout oficial en tres tallas (que nadie compraba pues era casi igual que la militar que vendían en la Fuente Dorada en Coke y aquella era mucho más barata) y por encima de las demás cosas estaba, reinando en el escaparate, un sombrero scout de cuatro bollos al inalcanzable precio de setecientas pesetas sin incluir el portapenachos. Se quedaron extasiados pegados al cristal. Todo quedaba fuera de su alcance y eran caprichos impensables para su pobre poder adquisitivo. Pero aquel sombrero era otra cosa. Era tosco y de un fieltro malo comparado con la virguería que se exponía en la sombrerería Santos en la Calle Miguel Iscar (Un Stetson más alto, de cinto ancho y con el ala tan rígida como si fuera de cartón duro, que valía 2200 pesetas) pero era su sueño. Llegaría algún día en que siendo troperos mayores o 79


escultas pudieran vestir con su uniforme aquel sombrero que solo algunos privilegiados llevaban. --------------------------------Aquel jueves del curso, como todos los días puntualmente a las cuatro y veinte, Simón llamó tres veces al timbre del portal del número 26 de la calle Mantería. Era la señal “secreta” acordada entre ellos para que Toño bajara. Simón vivía en la cercana calle Panaderos y cada día pasaba a recogerle para hacer el último tramo del camino hasta el colegio juntos. Así habían empezado ese año y así seguirían cada tarde de clase durante otros cinco más. Mientras terminaba de lavarse los dientes, se ponía el abrigo y cogía su cartera con los libros del día para bajar a la calle, su abuela le volvía a insistir por enésima vez para que le dijera a su amiguito que subiera en lo que acababa. Desde el primer piso en que sus abuelos vivían, bajó a saltos los escalones de madera de la casa gritando un saludo de despedida y se encontraron abajo. Por entonces la calle Mantería tenía tráfico así que cruzaron a la altura del kiosco para subir por Simón Aranda hasta “La Salle”. Se pararon a ver los últimos TBOs de Mazinger-Z en el frente y las revistas porno que con poco disimulo trataba de ocultar a los niños el kiosquero en la puerta de atrás. Había hecho la comunión aquel año y sabía que estaba mal por lo que trataba de evitar volver la cabeza para verlas, pero no siempre lo conseguía. Toño era el mayor de tres hermanos en ese momento. Con los años llegarían otros dos. Cada día de diario le recogía su “yaya” Pepa a la puerta del patio para ir a comer. De camino pasaban ante a la Casa Socorro en Lopez Gomez, compraban el pan frente a “El Triunfo”. En la panadería que hacía esquina siempre había para él un “palote” y a veces un “donut”. Luego iban al mercado de la marquesina a ultimar la compra y subían a casa donde les esperaba Marcelino, su abuelo, el pintor, que leía el periódico o veía el parte con un cigarro entre los dedos manchados por pequeñas pintas con las que no había podido el aguarrás. Hubiera lo que hubiera de segundo plato siempre le acompañaba una fuente de patatas fritas enorme. Era el momento favorito del día para Toño. Con Simón hablaba de su tema favorito: los Scouts, y sobre todo de eso que les habían dicho que tenían que leerse: “El libro de las tierras vírgenes”. Toño había conseguido que su yayo se lo regalara comprándolo en la Librería Tierra, cerca de su casa. Eran dos tomos delgados de tapa blanda. En ambos la portada era un tigre desvaído que se dirigía al espectador amenazante. La diferencia entre ambos, más allá del contenido, era únicamente el número que acompañaba al título. El segundo tomo recogía varias fábulas de una mangosta, una foca, un cuidador de elefantes.. Pero era el primer tomo el importante. Se trataba del relato de las aventuras de un niño que se había criado entre lobos al haber sido abandonado por sus padres en una selva de la India. Ambos eran grandes lectores y a pesar de sus nueve años se habían devorado el libro en un mes. Hablaban con pasión de sus personajes y sus capítulos. Su favorito era 80


“Los perros jaros” donde Mowgli lideraba la manada de Seeonee para luchar contra los invasores canes del Dekkan. Les habían puesto en seisenas distintas. Simón en la roja y él en la azul. Hablaban de sus jefes, los viejos lobos. Jesús o “Susi” como le gustaba que le llamaran, era “Bagheera” la pantera del libro, Margarita “Akela”, la loba jefa de la manada, Juanjo era el oso “Baloo” y Rafa era “Hathi” el elefante que mandaba en la selva. Cada sábado era una sorpresa distinta y emocionante. Hacían actividades y juegos relacionados con el libro, hablaban de temas importantes, se relacionaban con chicas, pintaban, hacían teatro y danzas, competían en pandilla con sus nuevos amigos, se repartían trabajos, responsabilidades y funciones, hacían nudos, mensajes en morse, buscaban tesoros, seguían pistas, pasaban pruebas, aprendían cosas, vivían el tema de la ambientación del “safari” que tocaba ese trimestre, cantaban canciones, corrían jugando a “Bull-dog” o a “cadena” con los troperos en el patio cubierto si no había partido de baloncesto.. ___________________ En la reunión del Consejo de Roca de Diciembre Toño, Rodrigo y David pidieron su Promesa de Lobato. En aquella época, aunque con el tiempo ahora nos parezca extraño, por alguna razón había que pedir la Promesa y te la tenían que dar en votación los lobatos de la manada que ya la tenían. Se concebía más como un distintivo externo (la pañoleta completa de grupo) que simbolizaba tu ingreso y aceptación por los demás tras haber superado las pruebas de conocimientos mínimas exigidas, que un compromiso personal tal como era la idea original de Baden-Powell al pensar en ella. Era usada más como un premio, un ascenso, una recompensa, que como una muestra de confianza en la madurez del lobato que adquiría así voluntariamente un compromiso individual. Por eso se decía “tener” la promesa. A Rodrigo y a David se la concedieron. A Toño no todavía. Aquello le disgustó. No entendía por qué a unos si y a otros no si habían entrado a la vez. Hasta la siguiente reunión del Consejo en enero no se volvió a tratar el tema y entonces ya sí se la dieron junto a una niña que se llamaba Nuria. A finales de mes se organizó una salida para las ceremonias. Los sitios más frecuentes para este tipo de cosas eran los pinares de Antequera y Jalón, pero para esta ocasión fueron a las riberas del canal de Castilla cerca de la fábrica de Tafisa. Para llegar allí cogieron el autobús verde claro de la línea 11. Fueron pasando de uno en uno hasta el fondo donde el cobrador estaba con el cambio en monedas tras el pequeño mostrador de linóleo que hacía de taquilla. “Baloo” pagó por los catorce billetes las 420 pesetas que había recogido en el patio al comienzo de la salida y todos se sujetaron como pudieron a las manoseadas barras. Cuando llegaron hacía frio. El lugar era un despoblado al que se accedía tras una caminata de unos quince minutos desde la última parada del autobús. Tras los juegos y la comida todos se pusieron muy serios. Margarita llamó a los lobatos con su silbato y se formó un círculo por seisenas con sus banderines de cada color portados por los abanderados junto a los seiseneros. 81


Frente a los jefes había dos pañoletas de grupo enrolladas. Nuria y Toño se situaron ante Akela y los demás viejos lobos cuando fueron llamados por sus nombres. - ¿Quiénes sois? - Les preguntaron. - Nuria y Espeso - Contestaron cada uno. - ¿Qué queréis? - La promesa - ¿Para qué? - Para dar un paso más en la manada y ayudar a los nuevos –recitaron de memoria. - Pasad antes por las seisenas para que os sometan a sus pruebas. Y así pasaron uno tras otro por las cuatro seisenas. El abanderado en cada una les cerraba el paso con el banderín cruzado en diagonal hasta que contestaban adecuadamente. - No pasarás por la seisena negra hasta que nos digas las palabras mágicas de la selva.. Cuando completaron el recorrido volvieron a su lugar y una vez comprobado todo “Baloo” les dijo: - Decid ahora vuestra promesa. - Prometemos hacer lo mejor para ser amigo de todos, cumplir la ley de la manada y hacer cada día una buena acción. Luego “Bagheera” y “Hathi” les pusieron sobre sus uniformes grises sus nuevas pañoletas, ahora ya completas. Desde ese día podían vestirlas en las actividades y reuniones, participar con su opinión y su voto en las reuniones del consejo de roca y tenían la obligación de ayudar a los nuevos. Antes de regresar a sus seisenas en el círculo los lobatos sin promesa dieron un paso atrás y los demás les hicieron el “gran clamor”, su saludo de honor, en señal de acogida. -----------------------------

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Panorama del tejido scout de Valladolid en los 80. Rasgos organizativos: Los años 80 fueron periodo de cambios y estabilización en muchos aspectos. En lo político el golpe de estado del 81 marcará simbólicamente el punto de no retorno para la democracia, ETA tendrá en esta década la más sanguinaria de sus épocas, socialmente se vivirá una auténtica revolución sexual de la mano del destape en el cine, se debatirá y aprobará la ley del Divorcio, surgirán nuevos modelos familiares respecto al clásico, etc. Se empieza a oír hablar de la Objeción de Conciencia a hacer el servicio militar obligatorio como un derecho constitucional. Valladolid es una localidad que sale lentamente de su provincianismo y aun así sigue siendo tradicional y conservadora en muchos de los rasgos que caracterizan su sociedad. Esta será también la década del ingreso de España en la Comunidad Económica Europea y en la OTAN, la del Mundial 82,..Todo ello romperá de manera formal el aislamiento internacional y marcará el momento de la vuelta a la normalidad europea tras el franquismo. Aquel 1 de enero de 1986 en que volvimos a ser oficialmente europeos supuso el respaldo al proceso de transición que ya culminaba. Ese año se produjo también el controvertido referéndum sobre el ingreso en la alianza militar atlántica en el que esto se aprobó. Parecía que tras muchos años España volvía a contar en el panorama internacional y había cierta sensación de vuelta a la modernidad. Para que el lector se haga una idea finalmente de la realidad Scout a nivel nacional citaremos algunos datos y fechas de esa década. Así por ejemplo destacan en orden cronológico la renuncia a la Presidencia de ASDE de todo un símbolo scout durante la transición. El Duque de Veragua abandonará el cargo efectivamente en 1983. Tres años después, el 6 de Febrero de 1986 ETA lo asesinaría. Le sustituirá en calidad de presidente honorario el Rey Don Juan Carlos. En lo organizativo será para ASDE una época convulsa en la que habrá también una dimisión del Jefe Scout Nacional Santiago Matas en 1980 que será relevado al año siguiente por Joaquín Cano aunque el Equipo nacional sufrirá una larga y profunda crisis. En la Asamblea de 11 de Diciembre de 1983 se elegirá como Presidente Nacional (efectivo) a Víctor José Jiménez Malo de Molina y como Jefe Scout Nacional a José Manuel Prieto González “Gajo”. Mientras, esos años, el escultismo ha estado viviendo de manera gris en España su 70 aniversario nacional y 75 mundial en 1982. Pocos años después con motivo del 75 aniversario habría algunas iniciativas conmemorativas como un sello que suponía la primera ocasión en que el escultismo aparecía en este formato en España.

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“El Norte de Castilla” 25 de Febrero de 1982

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En el año 1987 “Gajo” asume los cargos de Presidente y Jefe Scout Nacional en uno que terminará llamándose con el tiempo Presidente Scout Federal. La década también fue momento de adaptaciones para el escultismo en Valladolid. Esta será la década de la integración de los grupos scouts de la asociación de Scouts de Badén Powell (SBP) en ASDE, de las grandes colaboraciones institucionales, de la presencia pública y de las grandes actividades como el San Jorge de la isla del Palero que cerrará el periodo. Emilio Orobón Lazcano, a quien encontábamos a finales de los 70 en “Plus Ultra” y el “Clan Rigel”, ocupará en estos años las responsabilidades como Comisario de Zona de SBP mientras que Rafael Mulas será el responsable máximo en MSC. Como vimos, el vallisoletano Julio Muelas era nombrado en 1980 para cargo y responsabilidad homónimas en ASDE. Desarrollará sus funciones durante los primeros años de la etapa dando relevo a “Charo” de San Juan de la Cruz y siendo su vez relevado al frente de la entidad por Manuel Monge Lobete más adelante. Por sus servicios en esta etapa recibirá de ASDE a nivel nacional en 1984 un reconocimiento en forma de “Medalla al Mérito Escultista” en su modalidad de plata, uno de las más altas condecoraciones que entrega la entidad.

Insignia al Mérito Scout en su modalidad de plata concedida a Julio Muelas (Colección personal)

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El periodo será también fascinante a nivel asociativo tanto para ASDE, como para SBP y MSC. Se producirá la unión de las dos primeras, se crearán las entidades de carácter regional con “Scouts de castilla y León-MSC” y “ASDEExploradores de Castilla y León”, etc. Ello trae un lógico proceso de tendencia a la normalización social. Cada vez se hace más frecuente la presencia en sociedad tanto a nivel local (grupos) como más amplio (institucional). Así por ejemplo abriendo la década, en 1982 se celebra en España la “Copa Mundial de Futbol”. Valladolid cambiará su fisonomía urbana por esta circunstancia. Se construirá el nuevo estadio José Zorrilla para dar cabida al evento y se derribará el viejo, con lo que quedará libre el solar que ocupará inmediatamente el Corte Inglés y las zonas dotacionales anexas. Se alojarán en nuestros hoteles durante los partidos de la fase previa los seguidores y miembros de los equipos que juegan aquí, de manera especial los kuwaitíes. Nuevos alojamientos hoteleros se construirán con esa excusa. Ante esta nueva realidad el Ayuntamiento de Valladolid contactará con las entidades a las que supone una conformación juvenil y predispuesta. Se pedirá a la OJE y a los Scouts vallisoletanos un esfuerzo de voluntarios para dar servicios a la ciudad. Buen número de scouters/responsables y rovers/rutas de los grupos de Valladolid hicieron un digno papel dando apoyo durante los partidos del Mundial haciendo servicios de protección civil en el estadio. Empieza un periodo fuertemente institucional. Dado que el escultismo ha sido durante el periodo inmediatamente anterior una de las manifestaciones de asociacionismo más fuertes desde la ley del 64, se ha convertido en cantera de jóvenes entrenados en su seno en hábitos democráticos y de participación que tienen las habilidades necesarias para desenvolverse en las nuevas reglas del sistema democrático, recién estrenado para todos y aún en pruebas. Pasan por los cargos de los Consejos de Juventud los miembros de sus equipos directivos, lideran movimientos ciudadanos y vecinales, etc. Ello hará que al llegar las nuevas estructuras municipales y autonómicas en este periodo y abordarse los temas de juventud desde una perspectiva diferente a la acostumbrada se mire a estas personas con nuevos ojos para ocupar cargos políticos o técnicos dando el lento relevo al personal heredado del franquismo que arrastraba consigo tics más propios de aquella concepción de los servicios a la juventud que de la que irá apareciendo con la democracia. Algunos nombres de Presidentes de Consejos de la Juventud de Castilla y Leon o del local de Valladolid que salen de Scouts en esos años o los siguientes son los de Roberto Gutiérrez, Agustín Matía, Jesús Álvarez Ossorio y lo serán años después en otras instancias los de Julio del Valle o técnicos de la administración como Luisma o de los propios Consejos de Juventud como Merche, Toñi, Randy y otros.

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En esta etapa de consolidación y autoafirmación para los grupos recién nacidos o en proceso de “adolescencia”, es fuerte la idea de grupo scout como entidad de adscripción por encima de otras instituciones (MSC, ASDE, SBP, Consejo Local de la Juventud de Valladolid, etc.) e incluso del sentido de pertenencia a la hermandad mundial. Ya hemos comentado que la gente se siente mucho más fiel a los colores de su pañoleta que a la lis mundial. Además concretamente el SBP no cuenta con reconocimiento mundial sin que ello suponga problema alguno para los muchos grupos de esta asociación (si bien en el fondo algo de eso habrá en el proceso de integración en ASDE que culmina a finales de la década). A lo sumo habrá algo así como un corporativismo erróneo en el hecho de sentirse más ASDE, que de MSC (no tanto con el SBP), o al contrario, por diferenciarse entre ellos (Y ya no digo nada de sentirse “de los Scouts” frente a los de la OJE en campamentos y marchas cuando se producían encuentros y cruces en el verano por los caminos durante las rutas y los raids.). Por eso en esta época empezarán a tener gran éxito los festivales de la canción Scout, que tuvieron una clara componente competitiva por entonces. Esta postura hará que muchos monitores no quieran saber nada de la existencia de otros grupos en su ciudad o de otras personas en su misma situación, problemática e inquietudes, y ello se transmitirá a los Scouts de su grupo para reforzar erróneamente el sentido de orgullo por el grupo en el que están. A pesar de todo ello un conjunto de circunstancias harán esta época especialmente fecunda para los encuentros entre scouters y las reuniones. La primera y más relevante será la edad media de los responsables, que es la postadolescencia y la juventud. Estas franjas demandan desde el punto de vista psicosociológico escenarios para el encuentro con iguales que les hagan sentirse “normales” al compartir inquietudes, gustos, puntos de vista, formas de usar el tiempo libre, obstáculos, estética, etc. Por ello las reuniones de scouters y responsables tienen tanto éxito. En ellas los jóvenes entrenan sus habilidades democráticas “haciendo” realidad, no en simulacros de laboratorio. Tratar temas serios y oírse a si mismos y a otros, debatir, tomar acta y seguir un cierto ceremonial serio de Asamblea suponen elementos de refuerzo en la importancia de lo que hacen y de autoconfianza en si mismos. A través de la puesta en común de sus puntos de vista van construyendo su carácter y personalidad y se reafirman en sus principios y convicciones exponiéndolos o viéndose reforzados por otros que piensan igual. Algo sumamente importante con esa edad. No hay que restar además importancia al componente sexual de estos espacios. No tanto por la posibilidad de materializar en algo concreto la manifestación hormonal que vivían (que no era así generalmente) como por el hecho de conocer gente a la que gustar y que les gustara.

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“El Norte de Castilla” 8 de enero de 1982

Es la época de las actividades asociativas (Festivales, San Jorges – Tordesillas en el 81, Las Salinas-Medina del Campo en el 82, etc.-, etc.), de las INDABAS y reuniones, de las Asambleas, de los cursos de formación, etc. Por otra parte desde la Constitución del 78 se ha dado una cierta “fiebre” por el asociacionismo. Se entiende que la juventud es la que ha de tomar el relevo futuro en política y vida ciudadana, para lo que ha de acostumbrarse a los recién estrenados mecanismos democráticos en los que sus mayores no tienen práctica. Por ello las subvenciones públicas van a apoyar esta nueva realidad, la formación se imparte alrededor de ella (Cursos de creación de asociaciones, legislación sobre asociacionismo, formación de cuadros directivos, liderazgo, resolución de conflictos, dinámicas de grupo, etc.), las publicaciones en materia de juventud en esta época son abrumadoramente mayoritarias sobre esta cuestión, etc. En último lugar la nueva estructura sociopolítica de las autonomías empuja a repetir en paralelo y a escala regional instituciones existentes a nivel estatal como las Direcciones Generales de Juventud y Deportes, los Consejos de Juventud de Castilla y León y Local de Valladolid, etc. Todo ese panorama lleva a que los grupos scouts de Valladolid se hagan conscientes de la necesidad de organización por encima de la de grupo. La pertenencia a ASDE, SBP y MSC respectivamente no es suficiente por tratarse de estructuras a nivel estatal y por tanto lejanas. En 1984 los grupos de SBP habían hecho juntos una actividad en Venta de Baños en la que ya se había hablado de esto. Ya era comisario de tropa de SBP por entonces Emilio antes de ser nombrado Comisario de Zona (muy apoyado por Carmelo Galdeano, un agustino que estaba al frente de “Ácrux”).

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En ASDE por su parte se produce el definitivo pase de Zona XX (delegación de ASDE a nivel nacional para Castilla y Cantabria) a Área (Asociación regional autónoma) cuando tras varias reuniones preparatorias en esa línea un 2 de Julio de 1983 nace formalmente “ASDE-Exploradores de Castilla y León” en los locales del Grupo scout “Manitoba” en el número 7 de la calle Duque de Lerma, con la firma de su acta fundacional por los Coordinadores de los diversos grupos de la Comunidad. Entre los nombres de los firmantes encontramos los de algunos clásicos del escultismo vallisoletano como Julio Muelas Alonso, Luis Manuel González Renedo o Juan Manuel Monge Lobete, que a la sazón ejercía en ese momento la Comisaría de Zona XX. Durante unos cuantos años el cambio de nomenclatura llevará con frecuencia a confusiones. El paso de “Zona XX” a “Area” de Castilla y león en esa época desembocará finalmente en el uso generalizado de la expresión “Asociación”, pero costará (hasta el punto de que treinta años después haya quien, aunque sea folclóricamente siga usando la terminología “Zona”) “Scouts de Castilla y León” por su parte ya se ha consolidado con otro tipo de estructura menos centralista ya que se limita a hacer representación institucional ante la administración regional y a dar cobertura jurídica a nivel regional a las Delegaciones Diocesanas Provinciales existentes, que son quienes ostentan realmente la personalidad jurídica a un nivel casi local. Culminaba con ello el proceso que se había iniciado con la andadura de su “Coordinadora regional”, que nacía “por la necesidad de compartir una pedagogía scout común y adaptada a cada rama, y de fomentar el sentido de región, de país castellano y leonés, entendido como ámbito común de problemas, folklore, costumbres, historia, y sobre todo de pertenencia al mismo para todos los miembros del movimiento scout.” Según palabras de uno de sus dirigentes en aquellos días. Entre ASDE y MSC todo ello se hace de manera independiente. Las relaciones y contactos entre ellas son en este periodo irregulares, aunque continuadas, corteses y amables. A pesar de algunas rivalidades personales, ambas asociaciones scouts convivían con cierta fluidez. Son las dos primeras y mayoritarias y ostentarán respectivamente los números 1 y 2 en el recién creado “Registro de Asociaciones Juveniles y Consejos de Juventud de Castilla y León” en que se aglutinarán las entidades juveniles de toda la Comunidad y especialmente las de carácter autonómico como era el caso. Un paréntesis: La integración de los grupos scouts de “Scouts de Badén Powell” en “ASDE-Exploradores de Castilla y León” (La relación ASDE-SBP en los 80) Sin embargo las cosas son distintas entre ASDE y SBP. Gracias a los primeros pasos que dio en su momento el “Clan Rigel” con la iniciativa “Rover-Félix” por el fomento de la relación entre los distintos grupos existentes en Valladolid se 91


produjeron buenas relaciones personales, ambiente adecuado y canales que facilitaron la fluidez entre ambas entidades. El Comisario de zona de SBP, Emilio Orobón, participaba en los cursos de formación de la escuela “Insignia de Madera” de ASDE en 1986 (entonces aún a nivel nacional), las actividades conjuntas entre grupos sin diferencia de asociación eran frecuentes, etc. A título anecdótico es destacable el hecho de que en las mismas tiendas de deportes (“Torres”, por ejemplo) se vendía la uniformidad de ambas entidades y era frecuente la confusión. Muchos lobatos de ASDE vistieron la flor de lis estilizada verde de SBP en su camisa gris y muchos comandos de SBP compraron la camisa marrón de ASDE por error al no tener claro al adquirirla otra cosa que su pertenencia al escultismo. Nunca hubo por ello en ningún grupo un solo problema por ello en las formaciones. A nivel nacional se mantienen negociaciones hacia la fusión de ambas entidades desde mediados de los 80, cuando SBP solicita reconocimiento a nivel mundial y no lo obtiene. La respuesta del entonces “Boureau Mundial” es que no tiene ningún elemento diferenciador que le haga propio y explique la necesidad de una asociación más como miembro de la Federación Española de Escultismo dado que su realidad se puede englobar en ASDE a diferencia del escultismo católico del MSC que sí la tiene (la confesionalidad) y del escultismo con sesgo territorial propio del escultismo catalán que le da personalidad propia. Se le está recomendando por tanto que se una a ASDE con la que en la práctica no se diferencia en nada. Los responsables nacionales de ambas entidades eran conocedores de la existencia de una buena relación en Castilla y León y de manera muy concreta en Valladolid, por lo que se trata a esta realidad como una experiencia piloto, una avanzada de la fusión en una sola entidad o la integración de SBP (minoritaria respecto a ASDE en España en ese momento y no reconocida oficialmente a diferencia de aquella) en ASDE. Como se ha dicho las relaciones aquí son magníficas y los temas para la integración están bastante avanzados. Tienen en ello mucho que decir las gestiones de Emilio Orobón como comisario de SBP en la zona y las de Luis Manuel Gonzalez Renedo por ASDE. Ayuda mucho también la nueva forma jurídica que desde 1983 tiene ASDE-Exploradores de Castilla y León, como asociación de carácter regional con personalidad jurídica propia. Sin embargo cuando más avanzadas iban las conversaciones en materia de integración (reconocimiento de la formación scout, de los profesores de las escuelas, sistemas de programas, uniformidad, estructuras, etc.) un brusco giro se da desde la nueva dirección de SBP a nivel nacional que, a las puertas de la firma del protocolo general de integración, pone clausulas leoninas como condiciones previas para ello (se exige la presidencia de ASDE o una mayor representación en la Asamblea Nacional que equilibre su ingreso). Aquello no sienta bien en Castilla y León -ni entre los grupos de ASDE ni entre los de SBP-, donde todo estaba ya más que decidido por la integración. Creó una disidencia aquí que generó tensiones con su dirección nacional. Por esta razón los consejos de los grupos de SBP de Valladolid (“Pisuerga”, “Íberos”, “Plus 92


Ultra”, “Altair”, “Tudela” y “Acrux” –“Álamo” no, pues cerraría en 1983 dando paso a “Altair”-) se sienten de alguna manera liberados de sus obligaciones y deciden, de uno en uno, firmar por separado protocolos de integración en ASDE o en MSC. El primero de los que se pasarán a ASDE será el, por entonces, nuevo grupo de Emilio, “Altair” (del que hablaremos más adelante), que recibe el número 385 al integrarse en Exploradores de Castilla y León en 1987. Le seguirá al año siguiente “Acrux”, cuando se produzca la escisión que veremos en el 88/89. “Plus Ultra” participará en las negociaciones pero no llegará a la integración pues desaparecerá en 1985, antes de que se llegue a materializar y fructifiquen las gestiones. Lo mismo sucedería con el grupo de Tudela de Duero, que desaparecería en 1986 antes de integrarse en ASDE. La situación de los dos grupos de Maristas (”Pisuerga” e “Íberos”) es más compleja. Por esas fechas entre la comunidad marista hay una importante representación de grupos scouts por toda España. La mayor parte de ellos pertenecen al MSC y a SBP habiendo solo alguno en ASDE. Es tal la cantidad de grupos que se llega a hablar incluso de la formación de su propia asociación de grupos scouts aparte de las tres citadas. Finalmente esta idea no saldrá adelante y de manera abrumadora optan en toda España por integrarse en MSC los que no lo estaban (Y así sucede en toda Castilla y León con “Arlanzón” en Burgos, “Castilla” en Palencia..). En Valladolid cada uno de los grupos hará una elección distinta y a finales de la década (en la ronda 88/89) “Pisuerga” firmará el protocolo de integración en ASDE e “Íberos” en MSC. El SBP aportó a ASDE en Valladolid su trabajo ya bastante avanzado sobre educación conjunta de chicos y chicas y la presencia de la mujer, que aunque algunos grupos como “Manitoba” ya traían desde hacía tiempo (y otros habían empezado en los últimos años de la década anterior como “San Jorge”), estaba más estructurado en SBP. También trajo desarrollo de programas educativos para la edad de la adolescencia. SBP trabajaba con “Comandos” desde tiempo atrás, y en eso iban por delante de los grupos de ASDE, en los que la nueva Rama Esculta asomaba tímidamente a principios de la década como experimento (Luisma lo pone a prueba en “Amaranto” de manera bastante adelantada) entre un mar de tropas verticales. No sería hasta el 85 que pudiera decirse que era ya una realidad asentada en el escultismo vallisoletano de ASDE pues, aunque prácticamente todos los grupos contaban con esta nueva rama, la metodología de la misma era la que más problemas traía por su poco desarrollo teórico y aplicación práctica hasta la fecha. Curiosamente uno de los grupos punteros de SBP en la integración, como fue “Altair” sería el más reticente a esta nueva rama en Valladolid y el que más tiempo trabajara con Tropa Vertical hasta finales de los 80.

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Por último el mayor efecto que aportó SBP a ASDE en Valladolid, como es obvio, fue la multiplicación del número de socios y el crecimiento exponencial al aparecer de golpe tres nuevos grupos completos. --------------------------------------Merece la pena detenerse por un segundo en la cuestión del uso de la terminología “SCOUT” entre ASDE y MSC en Valladolid y la recién estrenada Comunidad. Se produjo la casualidad de que cada una de las entidades eligió para su nomenclatura oficial un término distinto, con lo que no había discusión y todos de acuerdo. Para ASDE quedó “Exploradores” y el MSC en Castilla y León se quedó para su nombre con el término “Scouts”. De ese modo desde aquel momento pasaron a reconocerse como “ASDE-Exploradores de Castilla y León” y “Scouts de Castilla y LeónMSC” respectivamente. En su origen los dirigentes de ASDE prefirieron este término por entender que ello entroncaba su entidad más directamente con la tradición de los “Exploradores de España” de la que son herederos y la reforzaba, y por el regionalismo existente que reivindicaba en aquel momento el uso del término castellano sobre el anglicismo “Scouts”. El tiempo ha venido a dar en mi opinión la razón a quienes desde MSC eligieron con más vista el de SCOUTS ahora reivindicado por todos por su universalismo y fácil conocimiento por cualquier europeo del siglo XXI. Un término cosmopolita y conocido por el mundo entero que sugiere en quien lo oye o lee mensajes de educación en valores y extensión por todo el globo y que, con más de cien años a las espaldas, es garantía de calidad ética, diversión, educación intuitiva y amable, y solvencia pedagógica. El asociacionismo incipiente favorece como decíamos los encuentros de todo tipo entre los voluntarios en labores educativas y de manera especial los cursos de formación. Esta década será la de la motivación y el compromiso. La de la formación y los cursos. Con la excusa de la consecución de los títulos exigidos legalmente para poder llevar a cabo actividades en el tiempo libre los scouters y responsables se juntan en cuanto pueden para intercambiar experiencias y puntos de vista. Además el desempleo es paradójicamente un notable recurso. Permite a los jóvenes disponer de más tiempo libre y hace que se planteen que lo mejor es usarlo en adquirir habilidades que en el futuro puedan resultar útiles (campamentos organizados por administraciones locales, Diputaciones y la propia Consejería de Educación y Cultura, requerían temporalmente de monitores y coordinadores de tiempo libre durante la campaña de verano). Junto al nacimiento de las Asociaciones regionales se produce en paralelo el de sus estructuras de formación. Las escuelas de tiempo libre en principio nacen para dar capacitación a los futuros voluntarios scouts en labores educativas y facilitar a los grupos la consecución de las titulaciones que se les exigen administrativamente. Son especialmente apreciadas entre los futuros scouters y responsables por no haber 94


demasiadas en el panorama y sobre todo por su grado de especialidad. La formación que en ellas se organiza e imparte está muy focalizada al papel de responsable y scouter en un grupo, se lleva a cabo mediante acciones formativas que se desarrollan en “lenguaje scout”, etc. Al escultismo en general estas estructuras le sirven para dar coherencia, homogeneidad y calidad pues sirven para dar la formación metodológica necesaria para poder desarrollar sus funciones como educadores a los alumnos. Aparecen bajo los nombres de “Escuela INSIGNIA DE MADERA DE CASTILLA Y LEON” y “CENTRO DE ANIMACIÓN de Scouts de Castilla y León-MSC” respectivamente. En este sentido es destacable la recuperación del clásico sistema de formación de scouters que se retoma en esta época con su nomenclatura adaptada a la realidad española (Etapas básicas y avanzadas/profundización de Formación Scout) que se hacen casi corresponder con las titulaciones oficiales de Monitor y Coordinador respectivamente (siendo por ejemplo en ASDE más exigente la formación Scout que la oficial pues para aquella se exige esta y además un trabajo o proyecto de investigación posterior a modo de “doctorado scout”). Lentamente empiezan a aparecer en el panorama de responsables y formadores los primeros Scouters con nudos Gilwell y pañoletas salmón con las colgantes “insignias de madera” llamadas vulgarmente “pelotillas”, distintivos mundiales tradicionales de servicio y nivel de formación y capacitación de los scouters reconocidos por todo el movimiento scout a nivel internacional. Sin embargo son escasos pues la exigencia para su obtención es alta en dedicación y tiempo, y no todo el mundo puede acceder a ellos por lo que son vistas por algunos más como distintivos de “jerarquía” que de servicio. Como las entidades recién creadas necesitan una dirección de referencia para recibir las comunicaciones y correos más o menos oficial de administraciones, asociación nacional de pertenencia, etc. empiezan siéndolo los propios domicilios de los responsables o de alguno de los grupos. Sin embargo pronto se cae en la cuenta de la necesidad de un mayor espacio físico más allá de una mera dirección postal. Hay que reunirse de vez en cuando y los bares no siempre ofrecen las comodidades necesarias. Empieza a haber un archivo importante de documentación y correo de entrada y salida que hay que ir guardando, se requiere un lugar donde tener la tienda scout más allá de lo que una sede de un grupo pueda ofrecer, etc. El MSC la tiene tradicionalmente en Salamanca por estos años, que es donde más se ha venido desarrollando el escultismo católico castellano y leonés, y donde se les ceden espacios más acordes con sus necesidades. En ASDE mientras tanto se pasa de usar como sede oficial la dirección particular de sus Comisarios de Zona, que ahora se llaman ya Presidentes de Asociación, a buscar acomodos en varios lugares sucesivamente. Así su sede estuvo primero en un piso entresuelo de la Calle Asunción, luego en la Calle Jardines durante varios años en la década de los 90 para acabar en la actual dirección del Paseo del Cauce.

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Ciñéndonos al ámbito vallisoletano al finalizar la década de los 80 en ASDE, los nombres de Merche González, y Luisma se convierten en referentes en “Insignia de Madera” y la dirección de “Exploradores” (que por entonces vienen a ser prácticamente lo mismo). Ellos, junto a otros importantes nombres burgaleses, medinenses, palentinos, mirandeses y salmantinos serán en ese momento los auténticos motores en lo asociativo (gestión, dirección, impulso organizativo e ideológico, animación, formación, etc.), la participación de ASDE-Exploradores a nivel nacional en su federación, en el tejido asociativo juvenil de la Comunidad, la representación ante las instituciones y la administración, etc. La dedicación de aquellos pioneros que abrían paso al escultismo allá donde no llegaba el nivel grupal era plena y absorbente. --------------------------Características educativas del escultismo vallisoletano del momento La mayor parte de las actividades se hacen en el local los sábados y a la salida de clase entre semana. La concepción de “bases” de grupo como local de la pandilla o como herencia/copia de la idea de “hogar” de las OJE se ha extendido. Ello hace que el escultismo de Valladolid, como todo el escultismo de España en general en esta fase, se vuelve más urbano. En lo educativo y respecto a las actividades mismas que se hacen en estas reuniones y acampadas, esta es la fase de las teorías sobre “Animación en el Ocio y el Tiempo Libre”. Una nueva tipología de actividades protagonizan el escultismo restándoselo a las antiguas salidas de los domingos: las reuniones de los sábados. Ello supone la llegada masiva de las dinámicas de grupo, los debates en mil formatos (juegos, videoforum, revisiones y evaluaciones..), los juegos cooperativos, role –playing, Phillips 6x6, las grandes gymkanas urbanas y juegos de ciudad, juegos de Kim en las bases, pruebas fuera de los locales, juegos tradicionales en las plazas o zonas verdes, torneos deportivos (sobre todo de futbol), exposiciones temáticas, semanas scouts, limpiezas de zonas contaminadas dentro del casco urbano, festivales de canción y de villancicos, y campañas de recogida de libros o alimentos y otras acciones solidarias, cabalgatas de reyes, etc. En gran medida todos estos nuevos elementos van sustituyendo a los anteriores (las técnicas scouts y de vida en la naturaleza, los nudos, el morse, el semáforo, las pistas, la mística de la fogata y los valores o el orgullo de pertenencia a una patrulla o una Tropa, etc.) que erróneamente se empiezan a considerar desfasados. Por otra parte se da más protagonismo al Scout en su propia educación. Hay más espacio para la autogestión y la recién estrenada democracia interna y las habilidades e instrumentos del asociacionismo (liderazgo, debate, resolución de conflictos, etc.). Se refuerza la figura de la asamblea de sección en detrimento de la excesivamente dirigista postura de los anteriores scouters (heredada del rol de los mandos de la OJE y del antiguo papel de los instructores y jefes de Tropa). Sin embargo aún no hay la suficiente confianza en el niño o joven por la que otros escultismos 96


europeos, más maduros y continuos, se caracterizan. Por ello el papel del responsable/scouter sigue siendo preponderante en la programación de las actividades. La llegada de las dos ramas separadas (Rangers/Pioneros) o “Tropas” (Scout y Esculta, que ya por entonces han pasado a llamarse Tropa y Unidad para diferenciarse) hacen que las circunstancias y necesidades psicofísicas de los Scouts estén mejor atendidas educativamente pero comporta que las diferencias de edad sean menores. La tendencia a eliminar todo lo que suene a diferenciador y jerárquico en los scouts lleva a una huida hacia adelante en materia de reparto de funciones y responsabilidades difuminando la tradicional pedagogía de cargos de patrulla y rama. Todos estos rasgos limitan la posibilidad de que los guías de patrulla puedan ejercer el papel que en la patrulla Phillips se les asignaba. Es la época del asambleísmo de sección y la horizontalidad en las decisiones del Kraal y el Consejo de Grupo bajo la creencia equivocada de que lo que no es así no es democrático (También es manifestación de la “responsabilidad compartida”, concepto muy en boga en el momento y que no era otra cosa que una expresión que escondía la lógica consecuencia de la corta edad de los monitores en quienes luchaban en tensión por una parte su “poder” para tomar decisiones y por otra su “miedo” a las consecuencias de estas si no eran bien aceptadas). Porque la edad media de los responsables y voluntarios en este momento sigue siendo en el escultismo vallisoletano bastante baja. Esto es claramente herencia de la filosofía de aumentar de responsabilidad a los chavales antes de tiempo que se ha estado llevando a cabo desde mediados de los 70 hasta mediados de los 80, época en que no era infrecuente encontrarse, bajo el eufemismo de “ayudantes de jefes” a jóvenes de 16 o 17 años. Cómo es lógico, la falta de experiencia, formación, madurez y recursos, hace que se “quemen” antes de tiempo y no acaben sus progresiones naturales como Scouts, amén de impedirse así la renovación normal de los Kraales y Consejos. Valladolid especialmente ha venido arrastrando desde entonces un serio problema de concepción según la cual las generaciones se consideraban con un cierto derecho a relevar a las anteriores por quintas enteras y que los responsables mayores sean vistos como una figura anecdótica y minoritaria con lo que conlleva de pérdida de recursos para un grupo. Esta visión traerá problemas en casos concretos durante esta década como veremos por ejemplo en “San Jorge” o en “Ácrux”. También hará que durante muchos años hasta la actualidad en Castilla y León en general y en Valladolid en particular no sea habitual encontrar scouters de más de 28 años a diferencia de otras zonas de España. Todas estas cuestiones son ni más ni menos que un reflejo de la tendencia educativa del momento en lo scout. Los 80 se definen como los años de la transición, también en este ámbito, de lo formalista y rigorista a lo plenamente educativo. La mejor prueba de ello es el uso del lenguaje. Probablemente si le dijeras a uno de los que jugaban con los lobatos y preparaban la siguiente reunión del sábado que era un “educador” te habría dicho que aquellas eran palabras demasiado mayúsculas y que se 97


consideraba más un animador o un “jefe” scout. Y sin embargo son notables los ejemplos prácticos de lo contrario en su consagración y calidad de su voluntariado educativo o en las horas de reuniones que dedican. En torno a 1990 esa percepción ya va cambiando de manera oficial de manera clara hasta su plena asunción a lo largo de la siguiente década. En ASDE a ello contribuirá sobremanera el proyecto federal “Andrómeda”. En el MSC a nivel nacional se ha vivido toda una revolución hacia lo pedagógico en cuanto a concepción, materiales y publicaciones, lenguaje, etc. Han iniciado en esta época, en palabras de sus dirigentes “una etapa de confirmación, consolidación y estabilidad pedagógica del escultismo en Castilla y León, no sólo por el aumento del número de grupos y asociados, sino por la continuidad alcanzada en la aplicación del método y por la permanencia de los grupos. Ejemplo de ello es la conmemoración en 1980 de los veinte años de escultismo en Salamanca. O la celebración de una asamblea en la que se acuerdan las líneas pedagógicas a seguir: formación permanente de los responsables, el trabajo de la palabra y el espíritu scout, y la recuperación del trabajo de los adultos en los grupos y en la DDE. Estas líneas de actuación se harán extensibles al resto de delegaciones de Castilla y León”. La década de los ochenta es la de la toma de conciencia de la importancia educativa del movimiento, no solo en términos históricos sino actuales y concretos. Ya se ha asentado definitivamente la división en edades que en la época anterior se inició. En ASDE el sistema “HR82” (Sistema Histórico Reformado aprobado aquel año) es sustituido al acabar el periodo por el nuevo “ASDE´90” que se está diseñando. El proceso será lento y tardará años. Nadie discute ya a estas alturas la validez de la rama esculta/pionera pero sigue siendo la más coja en cuanto a programación educativa dada su “novedad”. Aunque ha tardado, a medida que avanza la década de los ochenta se observa como se ha ido venciendo aquel inicial rechazo a las cuestiones terminológicas y cambios que aparecía al principio de la misma. Estos aspectos acaban siendo asumidos hasta por los reticentes y por ejemplo la figura del “ayudante de rama” en forma de joven de 16 o 17 años ha desaparecido ya sobre 1985 y es vista cada vez como una aberración metodológica. El uso de la terminología “jefe” ha sido abandonado paulatinamente sustituido ya de manera extendida por “responsable” o “monitor/animador” (o “scouter” en la década siguiente), etc. 3 La mala situación económica general tiene también su proyección sobre el día a día de los grupos scouts de Valladolid. Aquella cierta actitud anecdótica de 3

Curiosamente este será un aspecto especialmente difícil de extirpar y aún en la fecha de redacción de esta “historia del escultismo vallisoletano” hay culturas de grupo que lo siguen usando a modo de “homenaje” a los viejos tiempos y como seña de identidad “tradicional” de su escultismo. Superado el “rechazo social” que el término implicaba por su connotación de posible relación con el autoritarismo de épocas pasadas, su supuesta relación con lo militar y su sentido jerárquico nada hay ya que se oponga al uso de un término tan tradicionalmente scout (usado por el propio B-P en sus escritos) e igual de bonito que “scouter” –término cuyo uso también recomiendo-. Lo mismo sucede con otros que se han ido dejando de lado o perdiendo sentido como “Rama”, “Unidad”, “Tropa”, etc. Lo políticamente correcto tiene la ventaja de que es reversible.

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austeridad por principios y por necesidad de los 70 que hacía que no fuera infrecuente ver a los Scouts organizándose para ir a recoger sillas y mesas que alguien iba a tirar o regalaba al estorbarle (mientras que podían hacer un buen servicio en las bases del grupo), llega en los 80 a extremos de auténtico virtuosismo. Con la excusa de aportar a la decoración de los locales muchos sábados la reunión es un constante trasiego de mesas de camping, sillas de jardín plegables, etc. El grupo es una gran familia y muchos padres se sienten muy integrados a menudo pensando en el de sus hijos antes de tirar nada por si les pudiera valer para los campamentos esa sombrilla o esa nevera de picnic. Este último aspecto, el de la relación con los padres en los grupos, establecerá las bases de la que será en el futuro. Esta es una realidad muy característica de los grupos Scouts de Valladolid que, como regla general, no han sabido acertar con el modelo adecuado. En la fase inicial de primeros momentos del asociacionismo y con la juventud de los voluntarios y responsables no se supo aunar en un modelo de comunidad educativa en que cada uno tiene un rol y todos el mismo fin. Muchos grupos optan erróneamente por una relación de cliente-prestador del servicio, que lleva a asambleas en que se rinden cuentas ante los padres. Otros, la mayor parte, tratan equivocadamente de alejar a los padres lo más posible de la gestión del grupo tratándoles únicamente como terceros en la relación que los “responsables” tienen solo con los Scouts, como si los padres no formaran parte de la ecuación educativa. Algunos intentan un formato más institucional en el que uno de los miembros del Kraal o del Consejo de grupo sirve de enlace (a veces de buzón de sugerencias, delegado, etc.), lo que muchas veces oculta simplemente un parapeto para evitar el contacto con quien puede hacer crítica a tu forma de llevar el grupo. Otros en fin, intentan fórmulas intermedias como comités y escuelas de padres o incluso ramas de adultos. Todas ellas son manifestaciones de las características propias de la edad media de los scouters que componen el Consejo. --------------------------------…. Y por fin... los grupos scouts de Valladolid. Sin embargo a pesar de todo lo dicho la célula grupal sigue siendo la base del escultismo real. La idiosincrasia del escultismo vallisoletano se manifiesta en rasgos sumamente positivos como la inmensa labor que hacen sus voluntarios, la ingente dedicación aun a costa de sacrificios personales y la altísima calidad de la vida de grupo. Pero también en rasgos menos positivos como los ya citados de la mano de la inmadurez de los voluntarios por su edad y el exceso de endogamia de los grupos que se aprecia a menudo entre los de ASDE sobre todo, que prefieren vivir autónomamente y de manera independiente sin casi vida en común entre ellos (a nivel de Scouts) salvo excepciones como los “San Jorges” cada 23 de Abril y los “Festivales de la Canción” que, con un cierto componente de competencia, se consolidan como 99


punto de encuentro al final de la década en sustitución de aquellos. El sentimiento de pertenencia al grupo antes que de hermandad Scout es un rasgo característico del escultismo vallisoletano de esta época en la que el Scout lo es antes de “San Jorge” o de “Amaranto” que de su Asociación o del movimiento mundial y en la que tus colores de la pañoleta a veces actúan como refugio icónico para distinguirse de otros de los demás grupos. Hay una larvada (y a veces no tanto) competitividad excesiva entre los grupos, que se agrupan entre sí con criterios a veces rocambolescos en el plano informal (grupos pijos y grupos de barrio, grupos grandes y pequeños, grupos más “tradicionales” y más “modernos”, mas uniformalistas y menos, por estéticas similares, etc.) y a la hora de defender posturas en las asambleas o incluso acampar juntos en las actividades conjuntas (En el MSC en ese sentido la realidad no será tan polarizada pues ya por entonces se ha generado una envidiable cultura de intercambio y el trasiego de responsables y materiales pedagógicos era una constante entre grupos y dirigentes a nivel local y regional.). Al empezar la década en Valladolid habrá dieciseis grupos scouts. Esta década será la del pleno funcionamiento de los grupos que nacieran en la etapa anterior y época de más socios (por el boom demográfico habido años antes). ASDE contará con seis grupos: “San Jorge”, “Manitoba”, “San Juan de la Cruz” (en Medina del Campo) y los recientemente creados “Don Bosco”, “Impeesa” y “Amaranto”. Pronto se verán ampliados con “Aitana” (del que hablaremos). En SBP están ya por entonces a pleno funcionamiento “Pisuerga”, “Iberos”, “Ácrux”, “Álamo”, “Plus Ultra”, “Tudela”.. Algunos de ellos desaparecerán durante este tiempo, otros como “Altair” nacerán, y todos los que queden se unirán a ASDE antes de entrar en los 90 en el proceso de integración que se producirá. La excepción será “Iberos” que pasará a MSC, que por su parte está representado a principios de los ochenta por “La Victoria”, “San Andrés”, “Brownsea” y “San Nicolás” (El segundo desaparecerá en 1985 y “Besana” vendrá a ocupar el lugar del cuarto más tarde. Es confusa la información sobre “Torozos” en La Merced 4, ”San Ildefonso”..). “Edelweis” por su parte en 1978 estaba en funcionamiento en Medina firmando los estatutos de la delegación diocesana de escultismo de Valladolid. En breve se les unirá “El Pilar” en 1985, que aunque funciona desde hace años hasta esa fecha no ingresará en el MSC. Una vez pasados los inicios tras el nacimiento en que la prioridad era la supervivencia, cada grupo de los existentes y de los que vayan apareciendo, asienta lentamente una personalidad propia. Habrá algunos fuertemente vinculados a su barrio, su parroquia, su colegio,.., les habrá más urbanos, más tradicionales, más 4

Una scout de este grupo (Arantxa) fue miembro directivo de SVA, vicepresidenta y luego presidenta de “Scouts Castilla y León” (MSC). También nos consta el nombre de otro de sus scouts: Juan Pablo B., con cuyos hermanos (Oscar, Javier y Cristina) formó parte del “Castilla” de Palencia y más tarde, cuando la familia se trasladó a Valladolid, pasó a “Torozos” mientras sus hermanos se integraban en “Íberos”. También ocupó cargos directivos en “Scouts de Castilla y León” (Responsable de Institucionales y luego Tesorero).

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grandes, más pequeños.., más endogámicos y ajenos a los demás y más cooperativos y abiertos.. Como ya ha quedado dicho ello obedecerá en casi todos los casos más a rasgos personales de los propios miembros del Kraal o el Consejo de Grupo, a pie de calle, que a líneas establecidas de manera “política” por la entidad a la que pertenece cada grupo, que aunque dan a través de sus órganos de dirección marcos generales en todos estos ámbitos, aún son percibidas cono realidades lejanas por los Scouts y sus jefes, quienes se sienten mucho más formando parte de “Impeesa” o de “San Andrés” que de ASDE o del MSC. Los grupos que ya están funcionando al empezar la década de los ochenta en Valladolid tienen rasgos evolutivos similares a pesar de las circunstancias que a cada uno dan su idiosincrasia. Se vive en ellos, por ejemplo un cierto abandono del rigor por la uniformidad que había caracterizado al periodo anterior. Su obsesión es no ser confundidos por la sociedad con los movimientos juveniles del régimen político precedente y en ese empeño todo lo que pueda recordar al militarismo estorba. Una gran parte de la población vallisoletana sospecha en ellos, ante el desconocimiento, grupúsculos raros que pueden albergar sectas, refugios para nostálgicos del viejo régimen o elementos paramilitares. Para quien lo vive desde dentro nada hay más lejos de la realidad. Antes al contrario, muchos de los grupos se convierten en puntos de encuentro para jóvenes de militancia izquierdista y estética setentera. Representantes y activistas de una juventud orgullosa de su regionalismo recién estrenado. Oyentes e imitadores de los cantautores que aparecen recuperando lo propio del medio rural castellano, gente que vive su nueva libertad política y social con alegría. Miembros más o menos formales de movimientos de corte ecologista o de promoción del derecho a la Objeción de Conciencia, estudiantes parados en su mayoría y en pleno boom de la explosión demográfica que puebla las aulas de la Universidad. Aunque habrá de todo, ese era un perfil bastante significativo del “jefe” Scout del momento 5, término del que se empieza a huir por su connotación jerárquica y a ser sustituido por responsable en los grupos del MSC y por otros menos afortunados en ASDE como monitor o animador scout. Los fuegos de campamento de la época se pueblan de instrumentos típicos castellanos y de canciones traídas del acervo regional que por entonces ya recogen, coleccionan y difunden “Jarcha” o “Nuevo Mester de Juglaría”. También es la época de las canciones de misa, de las que vienen de Hispanoamérica y las de los cantautores, además de las más o menos revolucionarias que los niños de diez años repiten sin saber su doble sentido y carga política. Se canta “Chouí”, “Santa Barbara”, “El padre nuestro” con la música de Simón y Garfunkel, “Odela Chao”, “la canción del guerrillero”, etc… Un joven Joaquín Sabina canta a “Madrid” y a su “Princesa” y todo el que sabe tocar una guitarra en una acampada enamora a las Escultas imitándole. 5

De hecho también hay de lo opuesto y años más tarde el “episodio de las banderas” en Manitoba demostraba esta divergencia.

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Porque ha ido desapareciendo la tropa vertical (o se está en ello) y además la presencia femenina ha dejado de ser excepcional a mediados de los 80 en los Scouts. Casi la mitad de los chavales de los grupos y de los miembros de los Consejos y Kraales son mujeres. Al acabar la década ya se trabajará plenamente en los grupos desde la coeducación. Tras el proceso que es en sí misma esta década las ramas serán completamente mixtas a todos los efectos. En este periodo nos encontramos a “Manitoba”, uno de los “viejos del lugar” ya para esas fechas llevando a cabo sus campamentos en lugares como Vañes (Palencia-82- con Pablo, Lola y Antonio en lobatos, Acacia, Isidro y Jesús en tropa y Berta, Bruno y Pedro en escultas) en verano y Valcobero (los escultas) y Neila (la tropa) en Semana Santa así como a Villaescusa en Navidad la tropa. Ese año participaron además en el San Jorge de Las Salinas en Medina del Campo. Al año siguiente fueron en verano a Quintanar de la Sierra (Burgos-83- con Pablo, Lola y Fernando con los lobatos, Berta e Isidro con la tropa y Bruno con Nacho Aguirre con los escultas) y en Inicio de ronda a Valdestillas, Semana Santa a Tariego y a Valcobero la tropa en Navidad, a Boñar (León) en el verano del 84, con Lola, Fernando y Pablo en manada, Paco, Mar, Iisdro y Cristina en tropa y Nacho Arias y Nacho Aguirre en escultas. Esa misma ronda la acampada de Inicio se había llevado a cabo en Cubillas, el festival de Navidad en las Adoratrices, las acampadas de Navidad en Canalejas de peñafiel los lobatos, Revilla de Pomar la tropa, Cervera de Pisuerga los escultas y Quintanar los Rovers. En Semana Santa fueron a Bayona. En el 85 de nuevo Espanillo (León) –repiten pues fueron en el 81- con Pili, Arturo, Miguel, Jorge y Eduardo en manada, Rafael Vega, Rafael Aguado, Isidro y Cristina en tropa y Paco y Javi en escultas. Los troperos fueron a Aguilar en Navidad y los escultas al Espigüete. A Bayona lobatos y tropa en Semana Santa y al Cares los escultas. A Torneros de la Valdería fueron en el verano del 86, a Boñar (León) de nuevo, en el 87, Mallo de Luna en 1988 (donde se encargaron de los troperos Fede, Antonio y Rafa). Esa misma tropa había ido a Bejes (Cantabria) en Navidad. Cerrando la década con la ronda 88/89 fueron de campamento de verano a Pardavé (León-89). Se encargaron de los lobatos Ángeles, Enrique Tresierra, José Luis Martín y Ana. Katy, Rafa y Fede fueron los scouters de tropa y Ramón e Ignacio los de escultas. Esa ronda la tropa había ido a Matamorisca (Palencia) de acampada de Navidad. El grupo se ha consolidado definitivamente desde su nacimiento en 1974 y ha concretado una personalidad propia y un escultismo reconocible por su sentido tradicional y pionero, pecando quizás de un exceso de endogamia en algunos de sus planteamientos. Por aquellas fechas, en la ronda 84-85, un tal Rafael Vega aterriza en los locales de Duque de Lerma. Entra directamente como scouter de Tropa ayudando a sus amigos que ya están allí. Con los años se convertirá en una persona querida por todos en el grupo por su sentido del humor y su amistad. Todos los vallisoletanos le 102


debemos, seguro, haber sonreído en algún momento. Durante décadas en los años posteriores firmará sus viñetas en “El Norte de Castilla” como Sansón.6 Los “jefes” de aquella etapa fueron, como hemos ido viendo, Pablo, Lola, Antonio, Acacia, Isidro, Jesús, Bruno, Berta, Pedro, Fernando, Nacho Aguirre, Paco, Nacho Arias, Mar, Cristina, Pili, Arturo, Miguel, Jorge, Eduardo, Rafa, Javi, Fede,.. Y ya de a mitad de la década al final: Antonio, Ángeles, Ana, Enrique, Jose Luis, Katy, Ignacio, Ramón, Javier Arias, Cintia, Chelo.... (No aparecen datos de sus scouters de rovers hasta el año 1992 lo que permite deducir que o no había clan, o este no tuvo scouter hasta esa fecha). Durante aquellos años 80 en “Manitoba” (principalmente en sus campamentos) sucedieron millones de cosas: Cristina, en tropa, se hirió durante la acampada de Navidad del 82/83 cortando el chocolate con una navaja y hubo que trasladarla por turnos en una camilla de fortuna. Aquel año el campamento se hizo con San Juan de la Cruz pues había un problema de títulos por su parte que compartieron. Nacho Aguirre se hizo cargo de la jefatura de grupo en el 84. En el 85 también se hizo el campamento conjunto con otro grupo, en este caso de Madrid. Fue el año de la fantasmagórica “aparición de Sir Arthur” que dejó imborrable recuerdo en muchos lobatos. Para cerrar la década en el campamento de 1989 hubo que contratar a una coordinadora de tiempo libre (Tikky) por la falta de titulación necesaria en el seno del Consejo pero aquella experiencia no gustó pues esta persona no entendió la esencia del método scout. Los escultas de aquella ronda construyeron una atalaya y la canción del verano fue “Mi vida cambió” de Moncho. Aquel año por primera vez desde hacía quince años que naciera el grupo se redactó un documento que planteaba por escrito la línea de este y sus objetivos. La faceta “educativa” y de calidad programática y de documentación de los procesos se iba abriendo paso gracias a la asistencia a formación de algunos scouters. A pesar de esta mayor involucración progresiva en la vida de su asociación la salida de sí mismo siempre fue para “Manitoba” un reto a vencer. De hecho aquel año el Consejo decidía no participar en el proyecto estrella del escultismo vallisoletano y castellanoleonés: El San Jorge “Descubre tu Isla” en la isla del Palero. Por su parte el “Plus Ultra”, que en el 78 había abandonado el colegio de Lourdes y se había instalado en los locales que les cediera la parroquia de San Ildefonso, seguiría allí hasta que se trasladaron a principios de los 80 al piso de la plaza del ochavo del que ya hablamos. En él siguió sus últimas rondas y desde allí participó en el proceso de integración de su asociación (SBP) en ASDE, pero en su caso no llegó a materializarse pues el grupo terminó cerrando en 1985 antes de que culminaran las negociaciones. Muchos de los Scouts de este grupo pasaron a otros como fue el caso de Chelo Digón que recaló en “Manitoba”, o de otros que fueron a “Álamo” (que desde 1983 ya era mixto y estaba también en el proceso de cierre que culminaría en la apertura definitiva de “Altair”, que veremos a continuación, donde terminaron 6

Una de las cuales está en el capítulo nueve de esta misma obra.

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aterrizando varios Exploradores y Exploradoras provenientes originariamente de “Plus Ultra”) En el colegio de San Agustín “Ácrux”, perteneciente a SBP desde que había empezado a funcionar en 1977, continua creciendo y aumentando durante la ronda 81-82 su presencia asociativa y su relación con otros grupos especialmente de su entidad (“Iberos”,“Pisuerga”..). En las Navidades de ese año 82 hicieron un festival conjunto con “Álamo”, que por entonces aún era completamente femenino. Aquella Semana Santa habían ido a Pesquera de Duero, donde el frío que se recuerda alcanzó tintes de leyenda, y en verano a Navarredonda de Gredos en Ávila. También se creó la “Tribu Iroquesa”. Al año siguiente fueron a Cogeces de Iscar y a Prioro en León. Allí Paco Ruiz agitó el panorama con sus ideas de marchas nocturnas, en línea recta, etc. Tres scouters de prácticas navarros del grupo scout “Arco Iris” les acompañaron en esta ocasión. En la ronda 83-84 se crea el primer Clan de Rovers de la historia del grupo y ese año van a Santa María de Redondo en Semana Santa y en verano. La “revolución” llega al grupo cuando en el curso 84-85 se admite por primera vez la participación de chicas. Se empieza por la manada, donde 12 “lahinis” se integran perfectamente dando un aire nuevo al grupo. En el colegio que les da patrocinio aún no hay féminas, que llegarán en el curso siguiente, por lo que se sigue el “experimento” coeducativo con atención. Será su destino en Semana Santa “El Henar” en Segovia y para el campamento de verano se fueron a San Pelayo, en Burgos. Cuando en 1987 celebran los 10 primeros años del grupo la presencia femenina se ha acentuado. En el 86 se había acampado en Semana Santa en Montelarreina, en Zamora y en La Carrera del Barco, Ávila, en Verano. De nuevo Montelarreina será su destino en Semana Santa al año siguiente y Salinas de Pisuerga (¡de nuevo tras diez años!) en el 87. Tras una década de funcionamiento se entra en el periodo de madurez del grupo. Las unidades ya funcionan perfectamente engranadas y coordinadas por unos scouters veteranos a la vez que jóvenes. Se hacen actividades numerosas y atractivas. Para los más veteranos la ronda 87-88 es calificada como la mejor de la historia del Grupo. En paralelo se está llevando a cabo el proceso de integración de los grupos de SBP en ASDE, al que “Ácrux” llegará un poco más tarde que los demás. Ven como sus grupos más cercanos progresivamente van dando el paso pero ellos no se deciden aún. Tienen otros problemas que solucionar. La Ronda había transcurrido normalmente. Se seguía creciendo en número y en calidad de actividades. Se había ido en Semana Santa a Sepúlveda, en Segovia, y en verano al Payo, en Salamanca, desarrollándose ambos a la perfección. Nada hacía presagiar los oscuros nubarrones que se acercaban. Pues la ronda siguiente (88/89) es uno de los momentos más críticos de la historia del “Ácrux”. En ella se produce una escisión que culminará con la salida de gran parte de los miembros del grupo. De esta manera la mayor parte de los scouters, rovers y comandos se van del colegio San 104


Agustín y se instalan en las dependencias de los anexos del “Círculo Campestre” en el Pinar de Antequera formando allí un grupo con ese nombre y los colores de pañoleta originarios teniéndose por continuadores reales sin solución de aquel “Ácrux” inicial. Entre ellos encontramos a Jose Javier Lechuga Rueda, que entonces tiene 16 años y volverá a aparecer en nuestro relato. Este grupo al año siguiente abandonaría SBP para integrarse en ASDE con ese nombre y colores recibiendo el número 518. Mientras, el colegio San Agustín retoma la iniciativa scout con los miembros que no se han ido. Se cierra el clan pues los rovers que quedan pasan a ocupar responsabilidades como voluntarios en las ramas y ese año no hay acampada de Semana Santa ante la necesidad de resituarse ante la nueva realidad. De esta manera se dará la paradoja de que durante varios años (Desde 1988/89 hasta la ronda 91/92) habrá en la ciudad dos grupos “Ácrux” con idéntica pañoleta blanca y roja. Uno pertenecerá a ASDE y estará en el Pinar de Antequera, y otro a SBP en el Colegio San Agustín. Habíamos dejado en la década anterior al grupo “Pisuerga” con el hermano Abilio al frente tras el malogrado hermano José Ramón Soto. En esta tercera etapa de su existencia a la que sus “biógrafos” describen como la fase “con uso de razón” ya hay una consolidación y madurez. En 1981 tomó el relevo en la jefatura de grupo otro marista: José Antonio Moreno. En el seno del grupo de la pañoleta azul por el rio vallisoletano y amarilla por el trigo castellano, nacerá ese año el G.E.P. (Grupo de Espeleología Pisuerga), que en breve adquirirá entidad por sí mismo y, aunque ya fuera de su estructura, mantendrá durante varios años el vínculo con él. También hay que destacar la “Empresa” que consistió en descender el río Duero y se llevó a cabo entre el 4 de Julio y el 6 de Agosto de 1981, uno de los más grandes proyectos realizados por este Grupo y auténtico ejemplo de capacidad de superación y espíritu aventurero, a la misma altura de reto y nivel que el que unos años más tarde, en el verano de 1984, llevaría a cabo la recién creada Red Tucán y que consistió en recorrer a pie los 400 kilómetros que separan Gijón y La Coruña. En 1982 algunos antiguos miembros del G.E.P. crean la S.M.P. (Sección Montaña Pisuerga). Estos pioneros sembraron en el grupo la semilla de la afición al alpinismo y la escalada, el amor por la montaña y por la ascensión de cumbres, que sigue viva en el grupo aún hoy día. También aquel año se creó la tribu “Totoneka”, que será recordada muchos años más tarde por su camaradería y sus peculiares nombres. Los campamentos de esa época son a Neila (Burgos-81), Villayandre (León82), La Carrera (Ávila-83) y Salinas de Pisuerga (Palencia-84). La segunda mitad de la década Es la etapa de la mayoría de edad. Empieza con el cambio de coordinador en 1984, cuando el hermano Cesar Cañón asume la 105


jefatura de grupo. Lo dejará en 1987, fecha en la que llegará uno de los ciclos más bajos de la historia del “Pisuerga”. La situación se volverá crítica y Alberto Hernández asumirá la coordinación del grupo en esta fase. Con esfuerzo de todos el grupo vuelve, poco a poco a la normalidad. 1988 abre una época de grandes cambios. El primero en la ubicación de las bases pasando de los sótanos del Colegio a los áticos del nuevo polideportivo, lo que, por increíble que parezca, supuso ventajas finalmente, no solo en comodidad y bienestar del grupo, sino en el aumento de espacio y por consiguiente de capacidad para incluir a más miembros. Pero el cambio más importante es sin duda el cambio de asociación. “Pisuerga” firma un protocolo de integración por el que deja SBP entrando en ASDE, donde seguirá hasta la fecha, como miembro de pleno derecho. Parte del acuerdo consistirá en el respeto a la antigüedad del número en SBP, por lo que mantiene su 92. Por ello consta con el número más bajo que el 103 de “San Jorge” aunque este lo obtuviera anteriormente en ASDE.

Protocolo de integración en ASDE-Exploradores de Castilla y León del Grupo Scout Pisuerga desde “Scouts de Baden-Powell” – 8 de Junio de 1988-

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En esa última fase de la década los campamentos de verano se llevaron a cabo en Riaño (León-85-), Huerta del Rey (Burgos-86-), Santa Eulalia del Río Negro (Zamora-87-), La Vecilla (León-Campamento Kahniwara-88-), Valero (SalamancaCampamento Bora-Bora-89-) y Cármenes (León-1990-). A mediados de esta década ingresa en el grupo como Scout Julio del Valle Iscar. Años después, en su etapa de Esculta, Julio participará en un San Jorge. Allí el entonces Consejero de Bienestar Social, Don Javier León de la Riva, se le acercará para interesarse por detalles como el significado de los colores de las pañoletas de los grupos. Presente en esta anécdota se encuentra el Teniente de Alcalde, Don Ángel Velasco, en aquel momento. Con el tiempo las tres figuras coincidirían en política juntas, el primero como alcalde de la ciudad, el segundo como portavoz del partido socialista y Julio del Valle como Concejal en el Ayuntamiento Vallisoletano. El de Julio será un nombre de gran relevancia en la historia del escultismo vallisoletano, castellanoleonés y español en general como veremos más adelante. Tras su etapa de explorador años más tarde llevará a cabo funciones como educador en el seno de su grupo, formador en la escuela “Insignia de Madera” de ASDE-Exploradores de Castilla y León y ocupará cargos de gestión a nivel asociativo regional. La relevancia de la figura de Julio del Valle para el escultismo vallisoletano sin embargo se destacará cuando a finales de los años 90 se incorpore a responsabilidades scouts a nivel nacional como encargado de representación institucional en varios equipos federales de ASDE e incluso llegue a presidir en su calidad de Scout el “Consejo de la Juventud de España”. De esta manera un Scouter Vallisoletano, que en otras facetas de su vida personal tendría además importantes responsabilidades políticas como Concejal del Ayuntamiento de la Ciudad de Valladolid en dos legislaturas y Diputado Provincial en otra, llegaría a ser Presidente Scout de ASDE y en tal calidad, según el sistema de representación acordado con las otras entidades, cabeza de la Federación Española de Escultismo y representante del escultismo español ante el movimiento scout mundial. A lo largo de su trayectoria Scout Julio del Valle recibiría múltiples reconocimientos por la misma entre los que cabe destacar el que la Junta de Castilla y León le otorga por su trabajo a favor de la infancia y juventud, dado que por su puesto ejerce cargos de alta responsabilidad en instituciones como la Plataforma por los derechos de la Infancia, “Pobreza cero” y un largo etcétera. Un Scout de Valladolid representa así al escultismo español y dirige ASDE durante varios años. Tendremos más noticias suyas en siguientes capítulos. El “San Jorge”, entre tanto, ha empezado a ser conocido por la combinación de nombre y número que de manera indisoluble será su seña durante el resto de su existencia. De este modo, a diferencia de otros grupos, en los que el número será tan accesorio que será casi olvidado, empezará a ser conocido, sin saberse muy bien porqué a este grupo si y a otros no, con ambos elementos juntos, y así se le reconocerá desde entonces con el nombre completo de “San Jorge-103”. 107


En esta época vive una época tranquila en lo superficial pero convulsa interiormente. Asentado de manera sólida y estable en los túneles de la Salle y alimentado por el continuo recambio de alumnos del colegio, su principal cantera, no tiene problemas de miembros y cuenta con el apoyo del centro, que durante este periodo pone a uno de los hermanos Lasalianos en todo momento haciendo funciones de enlace entre el centro y el consejo de grupo. Serán esos nombres los de Bartolo, Fernando Resines, el hermano Ángel Zamora, Antolinez.. Se verá desde fuera como un grupo grande y fuerte, con tradición, recursos, etc. Varios de los scouters que pasarán por sus unidades aportarán un gran nivel en lo intelectual, metodológico y educativo aportando las bases filosóficas al escultismo del grupo como método educativo. El “San Jorge” contó con algunos ideólogos que lideraban ese proceso de reflexión o aportaron a la construcción del edificio educativo y de valores que allí se trabajaba. Entre ellos en la primera parte de los 80 destaca Resines que finalmente no tomaría el babero lasaliano pero cuya vocación educativa y compromiso como teórico e ideólogo de la educación scout y la pedagogía marcarían una época de gran nivel. Es aún en este momento un grupo predominantemente masculino aunque en torno a finales de los 70 y principios de los 80 las chicas habían empezado a llegar tímidamente. Entre los scouters del momento están Julio Muelas, Moreda, Fernando Resines, Fabiola, Jorge.. que están de retirada y siendo sustituidos por los Fernando Navas, Jesús Casado, Antonio Calonge, Margarita Candau, Rafa March, Bartolo, Juanjo.. más tarde por Chema, Mercedes, Teresa, .. y más avanzados los 80 todavía por Rosales, Romano, Alejandro Abón, Santos, Gloria, Alonso, Zaloña, Pilar Calonge, Tapia, etc.. En las unidades de aquellos primeros 80 están, en la manada y tropa los hermanos Centeno (Alberto, Quique y Fernando) y sus primos los Peña (Luis y Francisco), Pedrules, Jorge March, Quico Santos y su hermana Maria José, Pichi, Simón Calle, Enrique Díaz, Ignacio Áres y su hermano Julián, Rodrigo y David Colmenares, la saga de los Espeso (que a lo largo de los años estaría compuesta por Juan Antonio, Quico, Jota, Henar y Nacho), Cristóbal y Juan de la Mano, Manolo y su hermana Beatriz, Gabriel, el hermano de Margarita Candau, Luis “el bolígrafo mejor”, Miguel, José Luis, Nieves, Ana, Isabel, Paco, Eva y Cristina Rubio, Oscar Alonso y todos sus hermanos mayores, Alberto Guerra, Cristina Manjarrés, Pili Rey, María Luisa Arrojo, Fernando Paisán, Juan Rodríguez Casado, David, Juan Antonio Ríos, Oscar y Nuria Aguado, Vaquero y su hermano pequeño, Sonia, Juan Luis y Víctor,… Llegarían luego los Fernandez (Alberto, Mario y Eduardo), Daniel y Susana Pelaez, Mónica y Nuria, Rubén Aragón, Laura Fernández Concellón, Tere Moral, Fernando y Estela, Roberto, Susi y Yoli, Carmela, María José Andrés y su hermano Daniel, Palmero, Goyo y Begoña, Miki, Julián y MIguel, Toño “Ninja”, Marino, Marcos, Mariano y Javier Beltrán, Tola, Leo, Encinas, Jorge y José Luis de la Fuente,.. y muchísimos más. En Escultas y Rovers 108


otros nombres propios de la década serían clásicos como Manjarrés (Manaja), Alonso, Bayarri, Zaloña, Maestro, León, Bayo, Tapia,... En la ronda 81/82 algunos de aquellos Rovers y scouters de primer año como Chema y Manaja disconformes con la forma de llevar el grupo plantean abandonar la Salle llevándose al 103 con toda la impedimenta (materiales, tiendas, etc.), nombre, número y colores. Interviene en la discusión la Comisaría de zona que finalmente da la razón a los que quieren dar continuidad al proyecto, por lo que los iniciadores de la escisión se van y tratan de montar su propio grupo en el barrio de La Victoria (¿?) que finalmente no cuaja. El “San Jorge 103” continua en La Salle muchos años más. A medida que avanzaran los ochenta otros nombres aparecerían como Celia, Francisco, Marcos y Silvia, M.A., Pili Rubio, Ana y Alberto San José, Juanjo y Henar,.. Luego empezarían a llegar los hermanos pequeños de aquellos de los primeros 80 como Henar Espeso, Patricia Rubio y Jorge Centeno… y otros como David Sierra, Paula y Sergio García, Perico y Raúl Fontenla, etc. En cuanto a los campamentos del grupo, a los cinco años seguidos que el grupo fue a Quintanar de la Sierra en los 70, tras Colagón en el 71, más Orbaneja del Castillo en el 76, Hontoria en el 77, Vidrieros en el 78 y Oña en el 79, se unirán en este momento los de Ura en 1980, Navaleno en el 81, Huelde 82, Hontoria del Pinar, Oña de nuevo, Oseja de Sajambre, Prioro, Fuenteaguinaldo, Acebedo (del 83 al 88 respectivamente) para cerrar el círculo volviendo a acampar en el verano de 1989 en Quintanar de la Sierra de nuevo. Fueron los años de “Navalot”, la ambientación medieval del campamento del 81 al que fueron, ya solo de visita, Fernando Resines, Moreda con su perra Sacha.. La torre de vigilancia y la muralla alrededor de la tienda de jefes que en el día común hubo que tomar al asalto en una guerra de harina y agua, el día de las “justas y el torneo” con los “lisones”, monedas hechas para el campamento hechas con un molde de un cinto scout.. También los de los 15 días pasados en Huelde a la sombra de una gran obra que por 1982 estaban construyendo cerca de Riaño. Aquella presa, entonces en construcción, cubriría con su embalse en pocos años toda la región Huelde incluido. En la manada en 1980 los lobatos dieron una imaginaria vuelta al mundo durante la ronda visitando cada día un país y sus costumbres con Rafa (Hathi) disfrazado y Margarita (Akela), Juanjo (Baloo) y Susi (Jesús-Bagheera) leyéndoles capítulos del libro de la selva en la penumbra del túnel de los cubiles. La tropa en 1983 haría una aventura sobre la música como excusa para organizar una minidiscoteca como fin del proyecto en la que sentirse mayores. Carteleras de Fiebre del Sábado noche y de Footloose decoraron la base en aquellos tiempos y las patrullas eran “halcones”, “cóndores”, “jaguares”, ”antílopes”.. 109


La que fuera su antigua quinta tropa en Medina del Campo ya es en 1980 grupo scout por si mismo desde hace años. Juan Francisco Dimas, el sacerdote carmelita que lo fundara con Tirso ha fallecido trágicamente en accidente de tráfico. Charo Domínguez deja la coordinación del grupo y la Comisaría de Zona para convertirse en religiosa. El “San Juan de la Cruz” contará en esta década entre sus scouters con gente como Mari Cruz Alonso, Mari Luz Ordóñez, Begoña Mendo, Anabel Ordóñez, Mari Carmen, Olga, Gloria Basas, Natalia, Susana Casado (Casca), Marimar Rodríguez, Marta (Zapatero), Isabel Tapia (Hueso), María Fe Vaquero (Chuchuna)… Es la época de la SUMUE (super unidad de mujeres Escultas). Francisco E. Cesteros López es ahora jefe de grupo y lo será hasta el 84, en que le sustituirá en esta responsabilidad Juan A. Giralda Calderón durante tres rondas. En esos años habían estado yendo de campamentos de verano a Quintanar, San Rafael, Somo y Laredo, Navarredonda, El Hornillo, Boñar, Galende, Huerta del Rey, El Hornillo de nuevo.. En 1983 el campamento de verano se haría en Quintanar de la Sierra de manera conjunta con el grupo “Manitoba”. Al año siguiente Candelario y en los consecutivos Garciahernandez, San Vicente de la Barquera, Toral de los Vados, Toral de los Guzmanes y Lebeña en el 89. Juan B. García Fernández se hace cargo de la jefatura de grupo en la ronda 87/88, le sigue Roberto López Anderson la ronda siguiente. Cristóbal Ordóñez Alonso cerrará una década y abrirá otra en este cargo.

“Íberos” en el colegio de la Inmaculada de los Maristas empezará este decenio integrado en SBP aunque lo acabará en el MSC. El triángulo marrón y amarillo de su pañoleta irá en los sucesivos veranos a Camposilillo, Becedas, Villaescusa, 110


Verdiago, Tolibia, Caleao, Pontedo, Villayandre, cerrando de nuevo a Caleao en el 89. Los hermanos Raimundo y Toribio dejarán paso a las nuevas generaciones. El grupo, plenamente consolidado desde que arrancara en la ronda 73/74, se convertirá así en uno de los referentes del escultismo de la ciudad desde sus locales en la Huerta del Rey. Los dos grupos de ASDE recién creados, “Amaranto” e “Impeesa”, a finales de los 70 asientan su andadura. Por su parte “Amaranto” se ha trasladado a sus locales en la plaza Circular en los bajos de unas galerías comerciales. Esto será un hito en la historia del grupo pues les dará cierta estabilidad. Desde allí atienden además, como queda dicho, la “Tienda Scout” de ASDE para todos los Exploradores de Valladolid, lo que conlleva un esfuerzo en gestión y una proyección del propio grupo. Ello influirá en que esta etapa se caracterice para “Amaranto” sin duda en un enfoque fuertemente asociativo de gran participación e implicación en estos aspectos dentro de ASDE y fuera. Algunos de sus scouters harán en este sentido una fuerte apuesta personal en cuanto a asistencia a formación scout y su posterior organización e impartición aquí. Es el caso de Merche tanto en lo asociativo como en lo formativo scout (tercera madera en 1986), o de Luisma quien por ejemplo interviene activamente en los tres momentos más importantes del asociacionismo de Exploradores de Castilla y León de este periodo: el proceso de creación misma de la asociación, que se verifica en la primera mitad de la década, el de integración de los grupos de SBP en ASDE que igualmente se llevará a cabo en esta fase (segundo lustro) y la organización a finales de la década del San Jorge de la isla del Palero (amen de la creación de la Escuela “Insignia de Madera” y otros proyectos relevantes a nivel incluso federal). Roberto Gutiérrez a su vez, asumirá en el futuro responsabilidades en equipos de gestión asociativa y presidirá el Consejo de la Juventud de Castilla y León. A lo largo de estos años “Amaranto” se trasladaría primero a la calle Sevilla en las Delicias y luego a la calle Trabajo. Una fecha trágica que marcó la historia del grupo fue el accidente sufrido durante una de las actividades del Campamento en el verano de 1982 y que le costó lesiones a una de sus rovers. Beatriz lo superaría y aunque tendría secuelas de ese accidente seguiría varios años en el grupo como scouter y de manera activa a nivel asociativo en las reuniones de los Consejos representando a su grupo. Sin embargo no cabe duda de que en lo anímico y moral fue un duro golpe para todos que todavía se recuerda.

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Accidente del Clan Seattle del Grupo Scout Amaranto en su campamento de verano “El Norte de Castilla”

En 1980 el grupo scout número 379 de ASDE, “Impeesa”, entra en su segunda ronda solar con Baltasar Alija, “Balta”, su fundador, al frente. Ocupará ese cargo hasta fin de la ronda 81/82, en que será sustituido por Puri Mata que liderará al consejo de grupo durante cuatro años y será a su vez relavada por Miguel Delgado, con quien el grupo se recuperará tras una crisis y acabará la década de los ochenta. En ese periodo habrán hecho campamentos de verano en Iscar (Valladolid), Ura (Burgos), Villayandre (León), Villaescusa del Ebro (Cantabria), Monterrubio de la Demanda (Burgos), Lois (León), Tubilla del Agua (Burgos), Luerces (Asturias) y Moradillo del Castilla (Burgos). Son el grupo scout del barrio de “La Rubia”. El año de 1982 fue fundamental en la historia del grupo. Dos hechos marcaron la vida aquella célula de escultismo tan joven. Por un lado dos de sus primeros scouters y fundadores del grupo, Teo Pérez Gil y Ángel Guerra Polo, perdieron la vida mientras escalaban el Espigüete. Su fallecimiento, una vez superado el inicial desánimo, lejos de apagarles sirvió como revulsivo para que el grupo caminase más firme que nunca. Por otro lado el abandono de los locales parroquiales también fue definitivo. Hacía tiempo que los scouters barajaban la idea de hacer mixto al grupo, pero siempre habían recibido en ese sentido la negativa del párroco de la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, que les cedía espacios. Llegó un momento en el que los scouters tuvieron que elegir entre seguir vinculados a la parroquia o dar entrada a las chicas y terminaron decantándose por la segunda opción, con lo que el 112


grupo “Impeesa” terminó por trasladarse con sus actividades a otros locales (en la Cañada primero y en una casa molinera de la calle Final después). En esos primeros años se había incorporado al consejo de grupo Rafa March, proveniente de la manada de San Jorge, donde fuera “Hathi” y a la que, a su vez, había llegado de un grupo gallego. Venía acompañado de Jorge, su hermano, que esa ronda pasaba a la tropa scout y había sido un fantástico seisenero de la azul en aquella manada. A mediados de la década, en la ronda 86/87, el grupo hizo un parón para coger fuerzas (estuvo a punto de cerrar) y la carrerilla que necesitaban para retomar su camino. El consejo de aquella época llevaba ya mucho tiempo funcionando, y el desgaste de cada uno de sus miembros y otras circunstancias hicieron que sus miembros decidiesen dejar el barco y cerrar. Sin embargo, dos personas (Miguel Delgado y Javier Cardeñosa) les propusieron que en vez de un cierre definitivo la cosa quedase en un cese temporal de actividades durante un año; ellos dos intentarían encontrar a gente suficiente para sacar el Grupo adelante durante esos meses, y si no lo conseguían “Impeesa” se cerraría definitivamente. El consejo accedió y su asociación de pertenecía, ASDE-Exploradores de Castilla y León, recién constituida tres años antes, no puso ningún problema a la idea, así que durante lo que debió ser la Ronda Solar 86-87 Miguel y Carde fueron reuniendo gente para formar un nuevo consejo de grupo. La cosa salió bien, y en octubre de 1987 “Impeesa” volvió a aullar fuerte, claro y esta vez ya sin pausas. La Ronda Solar 87-88 fue importante, además, por que supuso la aparición ya total y definitiva del Clan Rover Aconcagua. Habíamos dejado a los miembros del “Clan Rigel”, y a Emilio Orobón Lazcano entre ellos, con su empresa “Rover-Félix” tras dejar el grupo “Plus Ultra” en los locales de la parroquia de san Ildefonso. Aquellos rovers, llegada la ronda 81/82, se percataron de que se les acababa el recorrido. Por ello buscaron un nuevo reto scout que encontraron en el grupo “Álamo” de SBP, al que se ofrecieron como scouters. El grupo hasta su llegada era femenino, pero en poco tiempo (una ronda) la idea de hacerse mixto (como le estaba pasando a “Impeesa” simultáneamente a pocos metros de allí en el mismo barrio) fue tomando forma. También, como a su grupo hermano en ASDE, aquello desagradó a la entidad que les patrocinaba cediéndoles locales. Las religiosas del colegio del apostolado les comunicaron que a la vuelta del campamento de Toral de los Vados, en el verano del 83, habrían de buscarse otro lugar donde seguir con sus actividades. Aquello generó una crisis importante que costó el precio de la vida del grupo “Álamo”, pero la ilusión de varios de los miembros del consejo de grupo y el apoyo decidido de algunos padres que formaban la asociación de padres se materializarían pronto en un nuevo proyecto scout en la ciudad. Así nace “Altair”, en cuya génesis fueron especialmente activos Emilio Orobón de entre los scouters y Sebastián González Salvador, “Sebas”, entre los padres. Otros nombres merecerán especial mención en esta historia del grupo de la pañoleta color naranja butano y negra. Entre los de los momentos iniciales los de Luis Baruque 113


Maeso en manada y Quique Sanz Robles en el clan (Emilio llevaba la Tropa Scout). Más tarde aparecerían los de Garrido, los hermanos Álvarez Ossorio y García de Soria (Fernando, Reyes y Jesús), Maite Martínez, Teo y Charo Chávez, Yoli..

“Sebas”, presidente de la asociación de padres de “Álamo” se toma como una cuestión personal el nuevo grupo y les encuentra un local en la avenida Salamanca. Se trata de la “Casa Donato”, junto a la Goya al otro lado del Puente Colgante, que les servirá de base en sus inicios hasta su derribo, de ahí pasarían por varios centros cívicos. También es una gran ayuda en la búsqueda de apoyos, voluntarios, etc. gracias a su trabajo en las instalaciones deportivas de Fasa-Renault en el pinar, donde trabaja. Quienes pasaron por aquel grupo guardan grandes recuerdos de los campamentos como el de Cobarcil en el 87 o Toral de los Vados. Se trató de un grupo curioso cuando menos desde el punto de vista metodológico. Mientras que en toda España el movimiento de Scouts de Badén Powell había sido adelantado en algunos aspectos como la presencia de la mujer en sus actividades o en la nueva Unidad pionera de 14 a 17 años, “Altair” (por influencia del mismo Emilio Orobón que paradójicamente fue pieza fundamental en la integración plena de los grupos de SBP en ASDE en esta ciudad) opta por el sistema ISO.PER.CO. frente al “Histórico reformado del 82” (HR82) que se ha impuesto en los demás grupos. De esa manera entre otras cosas por ejemplo será el único grupo con tropa

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vertical que haya en Valladolid a finales de los 80. Sus troperos tendrán de 12 a 16 años y desde ahí pasarán directamente a rovers. Esto cambiará cuando en los últimos años de la década “Altair” sea el primer grupo de SBP que formalmente se integre en ASDE a la firma del protocolo de fusión tras las peripecias que ya comentamos. Se le otorgará el número 385. De “Altair” partirá con el tiempo un equipo de personas que pasados los años montarán en León el grupo scout “Grisú”. También por sus filas pasará, aunque informalmente, a ayudar de manera puntual, Rafa March, a quien vimos en “San Jorge” y en “Impeesa”. Allí conocerá a Cristina, Baloo, con la que se casaría. Sus hijos pasarían años después por el grupo “Laguna” en cuyo comité participarán activamente. También aparece en escena en 1983 otro nuevo grupo scout: el “Aitana”, en el que Raquel, Esther, Matilde y otras Escultas de “Amaranto”, materializan su deseo de crear un grupo y ser scouters. Eligen como colores de su pañoleta el azul oscuro ribeteado de verde claro. De nuevo la parroquia de “La Pilarica” cede sus espacios para que en ella haya un grupo scout (antes había sido la sexta tropa de San Jorge y de manera efímera el paso de “Amaranto” por ella). Las aventuras de “Aitana” fueron cortas ya que el grupo cerró cinco rondas más tarde en la 87/88. Por su lado el grupo “El Pilar”, estaba funcionando desde 1979 (74?) en el colegio de los Dominicos. Sus campamentos de estos años han sido en Fuente TejerizaArauzo de la Miel (Burgos) durante los veranos del 80 al 83. En el periodo que va desde el año 84 al 88 no hicieron campamentos de verano. Durante ese periodo el grupo atravesó una grave crisis en la que asumió los mandos Julio Cabezas, quien evitó que se cerrase el grupo y consiguió que se mantuviesen los mínimos en materia de actividades. En 1985 “El Pilar” se uniría al MSC al vincularse a la Asociación Diocesana de Escultismo de Valladolid. En 1988 fueron de campamento a Pola de Lena (Asturias) y al año siguiente cerraron la década en Hoyocarzo-Huerta de Arriba. (Burgos) En 1986 el grupo “Tudela” cerró definitivamente. Son confusos los datos de otros grupos en este ápoca como “Torozos”, “Brownsea” o “Besana” y muy poco concretos los de “Edelweis”. Incluso hay referencias muy puntuales de otros grupos (hasta el punto de no estar clara siquiera su existencia) como “San Ildefonso” o “La Pilarica”.

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Valladolid tiene su propio Brownsea: La Isla del Palero:

La década acaba para el escultismo vallisoletano a lo grande. En 1989 la Asociación regional de ASDE decide, como gran proyecto de normalización en sociedad, y operación de relaciones públicas y visibilización, volcarse en una gran actividad que se llevará a cabo en el interior del casco urbano de Valladolid bajo el nombre de “Explora tu isla”. Aquel año el encuentro de grupos llamado “San Jorge”, en conmemoración del patrono de los Scouts de todo el mundo el 23 de abril, se desarrollaría en los terrenos tradicionalmente denominados “Campos de Lourdes” (recientemente enajenados por entonces por los hermanos de “La Salle” en una operación con el Ayuntamiento de Valladolid) junto a la Isla del Palero que daba nombre al encuentro Scout y a la que se podría pasar por la pasarela que los Scouts construirían dirigidos por Fernando Álvarez Osorio.

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La idea surgió de la manera más casual cuando Luis Manuel y Merche, entonces formadores en la escuela “Insignia de Madera” se encontraban en la casa de esta última en la torre de pisos que se encuentra frente a los campos de Lourdes en el comienzo del barrio de Arturo Eyries. Mirando abajo por la ventana tenían enfrente la Isla del Palero, en medio del río Pisuerga entonces prácticamente olvidada por los vallisoletanos y abandonada a la maleza y las zarzas que la cubrían impidiendo ver su superficie, aislada a falta de acceso para otra cosa que las ratas que atravesaban nadando el canal o los cuervos y cornejas que llegaban a ella por el aire. -

Habría que hacer algo con esa Isla- dijo Luisma- No sé. Es como tener nuestra propia isla de Brownsea en medio de la ciudad y no usarla.

Y así, de la manera más fortuita surgió la idea como surgen las grandes iluminaciones. Pronto estaban trabajando para darle forma y manos a la obra para materializar aquella visión: una acampada con la Isla del Palero como eje. Rápidamente lograron transmitir su contagiosa fe en aquella idea a la mayor parte de los grupos 7 de ASDE y SBP que por entonces se estaban integrando, y se concretó que la celebración del San Jorge de aquel año giraría en torno a la limpieza de los márgenes del río, la contaminación, el servicio a la ciudad, la proyección del escultismo como servicio a la comunidad, su difusión, visibilización social y normalización, que habría un

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“Manitoba” desde el principio dejó claro que no iba a participar.

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gran juego de ciudad abierto a quien quisiera compartir ese rato de diversión con los Scouts, etc.

Los preparativos del encuentro fueron ingentes. A su cabeza Luis Manuel González Renedo, “Luisma”, que hace una gran labor de coordinación del ejército de voluntarios que se ofrecen para las más diversas labores y lidera una labor institucional enorme desplegando todos los recursos y contactos de la asociación con idea de transmitir a las autoridades, administraciones públicas y sociedad en general la imagen de compromiso y voluntariado potente que los scouts representan. Nombres de scouters vallisoletanos como los de Fernando, Roberto Gutiérrez Herrero “Guti”, Merche y otros muchos más contribuyeron a hacer de aquella reunión el notable éxito que fue. Las gestiones fueron enormes y a todos los niveles. Se pretendía que las autoridades locales y regionales, civiles y militares, el público y la sociedad en general volvieran a ver a los Scouts como lo que un día fueron para Valladolid. En una de las ocasiones, con motivo de una reunión operativa con mandos de la región militar de Valladolid en capitanía se les expuso el proyecto por parte de Luisma. También los mandos castrenses eran conscientes de la necesidad de un lavado de cara ante la sociedad y tenían órdenes de colaborar en este tipo de eventos poniendo medios al alcance del tejido ciudadano para hacer útil en lo inmediato en la 118


vida civil al ejército (amen de poder usar sus recursos de vez en cuando para algo más que para desfilar). Por ello estaban deseosos. El ejército terminaría poniendo a disposición de la organización varios camiones aljibe para beber agua, tiendas comedor, personal, vehículos y equipos de comunicaciones, etc. En la citada reunión se les habló del proyecto de tender pontones para comunicar la orilla del río con la isla haciendo accesible el paso a los Scouts y a todos los vallisoletanos que quisieran acercarse a conocer su propia isla. Al oficial de mayor rango presente al mando de la operación aquella idea le encantó. Era su posibilidad de dar tarea a su unidad de pontoneros e ingenieros y se ofreció a encargarse de esa parte de la infraestructura. Pronto empezó a dibujar en el aire necesidades logísticas y medios, calendario y acciones a llevar a cabo. Sin embargo los representantes de los Scouts, cuando oyeron hablar de talar árboles, se negaron en redondo. -

Es imprescindible -dijo aquel Teniente Coronel- si no, no se pueden meter las máquinas. No hay otra forma de hacerlo. Nosotros nos encargamos. No se preocupe, Eso lo quiero ver yo - afirmó irónico.

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Cuando unos meses después, el día de la clausura, aquel oficial vio lo que un puñado de scouters y rovers motivados habían sido capaces de hacer no tuvo otra que acercarse a Luis Manuel para desdecirse felicitándole. Se había encargado de coordinar aquel montaje Fernando Álvarez Ossorio y a la operación se habían presentado voluntarios scouters y rovers en activo y un puñado de “antiguos” en cuya experiencia en “técnica scout” tenía Luisma plena confianza y a los que había llamado personalmente sin gran esperanza de que pudieran ayudar dadas sus actuales ocupaciones. El día del comienzo de la instalación no faltó ni uno a la llamada. Allí 120


estaban, como hacĂ­a aĂąos, siempre listos, con sus guantes de trabajo, sus botas y sus navajas al cinto.

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También se quiso contar con la Iglesia como parte de las fuerzas vivas de la ciudad y en la medida en que era de reconocer el apoyo que esta había prestado a los reinicios del escultismo en Valladolid durante la transición, máxime en una entidad 122


como ASDE que se declaraba pluriconfesional y tenía a varios de sus grupos scouts acogidos en centros religiosos educativos como “La Salle” y el “Centro Cultural Marista”. Por esa razón se consiguió que el Arzobispo de Valladolid don José Delicado Baeza, aceptara dar una misa de campaña el domingo por la mañana. Sin embargo finalmente sería otro sacerdote el que la oficiara pues … nadie fue a recoger al Arzobispo a la hora fijada por olvido. Muchos de los que eran scouts entonces y vivieron el encuentro recuerdan con especial agrado el juego del “bidón radioactivo” por toda la ciudad y el fin de fiesta con el baño de espuma con el que los bomberos de la ciudad regalaron a los Scouts vallisoletanos cubriendo por entero la campa.

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“Gajo”, venido en representación de la Federación, acompañaba en los actos de clausura a Luisma en la tarima de autoridades. Estas estaban compuestas por un joven Javier León de la Riva, ocupando a la sazón responsabilidades como Consejero de Educación y Cultura antes de ser Alcalde de Valladolid, y un casi desconocido llamado José María Aznar en su calidad de Presidente de la Junta de Castilla y León antes de ser Presidente del Gobierno. Estos, luego de pasar con más o menos dificultades por la pasarela de fortuna extendida sobre el rio, hicieron la visita al campamento guiados por sus anfitriones para cerrar el acto clausurando con un discurso en el que el que luego fuera líder del PP nacional y presidente de la nación sorprendió a los Scouts allí presentes recordando como 25 años atrás había formado parte de la Patrulla “Halcones” siendo él a su vez Scout en su infancia.

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El San Jorge de la Isla del Palero marcó un hito en la historia del escultismo vallisoletano sin ninguna duda. Desde su celebración la sociedad empezó a saber más de su existencia, muchos padres empezaron a dejar de ver a aquella institución con sospecha y prevención, los medios de comunicación prestaron su atención, sus micrófonos y columnas a lo que se apellidara “scout” -o al menos no lo desecharon 125


desde entonces sin leer antes la nota de prensa-,.. Al fin y al cabo las autoridades locales y regionales le daban cancha.. algo debían tener. De los resultados de aquel esfuerzo ha seguido bebiendo el escultismo vallisoletano un tiempo después. Mientras tanto, ahí fuera, en el siglo, otro hito cerraba la década. La noche del 9 al 10 de Noviembre de 1989 el muro de Berlín caía derribado por la ilusión y la alegría de dos mundos que volvían a rencontrarse y se abrazaban simbolizando el fin de una época. Los noventa asomaban. Iban a ser años de importantes cambios revolucionarios para el escultismo vallisoletano.

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Juego de Pistas:

“Agua potable”

Los símbolos scouts más famosos son la pañoleta y la flor de lis. Todos los scouts visten al cuello su pañoleta o foulard. Es el símbolo de su pertenencia al movimiento, de su promesa scout, de sus valores y su código. Solo quien es Scout puede vestirla aunque a veces se use también como elemento de agradecimiento a “scouts honorarios” por su apoyo al escultismo aunque nunca hayan formulado su promesa ni vivido en patrulla o ido de campamento scout. En Valladolid cada grupo tiene una con sus colores y además hay una por Delegación diocesana (SVA), una por “Scouts de Castilla y León” y una por “ASDEExploradores de Castilla y León”. También podéis ver a scouters vistiendo una pañoleta especial de color rosa salmón en distintivo de su servicio como educadores y su formación para esta función.

En cuanto a la flor de lis, cada grupo, cada país, cada asociación, cada región,.. adapta este signo universal a su realidad para sentirla como propia. Por eso 127


verás tantas flores de lis distintas y de tantos colores. Sin embargo todos los Scouts del mundo tienen a la flor de lis como su icono identificativo. Además de la personalización que se haga cada uno para esta adaptación, el movimiento scout mundial dispone de su propio símbolo oficial. La llamamos “La lis Mundial” informalmente. Es morada y tiene de especial que está rodeada por una soga cerrada por un nido de rizo (si no sabes que nudo es eso pregunta a un Scout). Tiene dos estrellas de cinco puntas en ambas hojas. Sobre nuestro pecho en el uniforme simboliza, como la pañoleta, nuestra pertenencia al movimiento scout mundial oficialmente reconocido. Solo quienes son Scouts miembros de una entidad perteneciente a la Organización Mundial del Movimiento Scout pueden llevarla en su uniforme. La flor de lis mundial ha estado en casi todos los países del mundo, en la cima del Everest ¡¡Y hasta en la Luna!! En nuestra ciudad estos símbolos del Escultismo están representados en piedra en algún lugar secreto. Un monumento en roca que nos recuerda cuando pasamos por allí nuestra promesa. ¿Sabes dónde están?

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SÉPTIMA HUELLA: UN ESCULTISMO DE COLORES (La década de los noventa) Aquel abril estaba siendo clemente con los pioneros de “Íberos”. Habían podido hacer su acampada de Semana Santa tal como la habían planeado y además una salida de dos días para probar los coches de madera en los que habían estado trabajando ese segundo trimestre. Begoña había tenido ese periodo muy ocupado pues se encargaba de los temas de diseños y materiales en la empresa. Sin embargo no hizo más que llegar mayo y empezó a jarrear. Por el miedo a que lloviera ese sábado anularon la excursión que tenían prevista para las promesas y la cambiaron por una reunión al aire libre en el Campo Grande. El tiempo era bueno ya y en caso de que finalmente les cayera agua podían refugiarse. Habían quedado a la misma hora de cada sábado por la tarde en sus locales, las setenteras hexagonales estructuras futuristas de los bajos en el Colegio de los Maristas de la Inmaculada en la Huerta del Rey. Desde allí salieron hacia el parque principal de la ciudad. Los pioneros pasaron con cierto desorden por el puente de Isabel “La Católica” dejando a la derecha el recientemente construido edificio de Usos Múltiples. Por San Ildefonso y luego cruzando el Paseo Zorrilla atravesando ante la Academia de caballería. Cuando hacían esas escapadas se reunían en la glorieta del libro. Allí, en los bancos de cemento formando un círculo amorfo, entre los arbustos cerca de la pajarera grande, les esperaban algunos pioneros que vivían más cerca y ya habían avisado de que irían directamente al lugar. La fuente apenas goteaba y era horrorosamente fea con aquellos pegotes y el ladrillo que se entreveía. Los bancos eran incómodos por fríos y a veces encharcados (por no hablar de los respaldos que les clavaba los afilados acabados rugosos de los armados rodillos de argamasa en la espalda). Sin embargo podían estar todos sentados en derredor y hacer las ceremonias en un lugar lo suficientemente apartado y entre árboles. Begoña amadrinaba a Celia, una de las que esa ronda había pasado de rangers. Hoy haría su promesa Scout ante la unidad. Estrenaban la nueva uniformidad. No terminaba de acostumbrarse a tanto colorido. Se sentía más cómoda en su antigua camisa de color arena aunque tenía que reconocer que esta nueva de un fuerte color rojo era más bonita y vistosa. Las tela era más basta, y el grupo parecía un arco iris en las formaciones con el amarillo de los lobatos, el azul claro de los rangers, el verde de los rutas.. Una cosa tenía buena. A ella le parecía muy bonito cuando en los días de padres el grupo entero se ponía el uniforme. Con el anterior su grupo nunca había sido muy amigo de la uniformidad. Quizás con el nuevo esto cambiara. Aún así no terminaba de acostumbrarse a vestirlo por la calle como en esa ocasión.

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Curiosamente por esas fechas los otros scouts que había en Valladolid, los de ASDE, también acababan de cambiar su uniformidad. El día que empezaban la acampada de Semana Santa estaban en la Estación de trenes sentados o tumbados sobre las mochilas esperando que llegara su tren. Entonces entraron en la estación un centenar de scouts cuya pañoleta desconocía. Begoña se dirigió a su hermano mayor, Carlos, que casualmente también era esa ronda su responsable en la unidad, para preguntar por el grupo de aquellos otros scouts. - Vaya rama ranger más enorme –dijo- ¿por qué algunos son tan mayores? ¿De qué grupo son? Carlos rio – No son rangers. Al menos todos no. ¿No ves que hay chicos y chicas mayores? Son los del grupo “Pisuerga” de ASDE y lo que pasa es que ellos han cambiado también de uniforme y ahora todas las ramas llevan camisa azul. - Aaah. – expresó Begoña su comprensión – ya decía yo. Mientras los nuevos pioneros de “Íberos” hacían sus promesas en el campo grande el mundo se movía a su alrededor. A finales del año anterior caía el muro de Berlín. Gorbachov llevaba a la práctica su “Perestroika” y los estados comunistas empezaban a abrirse a occidente. Esta iba a ser la década en que Internet hiciera su aparición en España y en la que todo el mundo hablaría de varios nuevos fenómenos cuyo significado todavía no se entendía muy bien: globalización y efecto invernadero. Irak invadiría Kuwait y habría una guerra a la que unos llamarían “del Golfo” y otros “la madre de todas las batallas”. Los años 90 convirtieron a la “Comunidad Económica Europea” en la “Unión Europea”. Fue la década de “Forrest Gump”, “El silencio de los corderos”, “Pulp Fiction”, “Bailando con Lobos”, “Drácula”, “La lista de Schlinder”, “Thelma y Louise”, “En el nombre del padre”, “Cyrano de Bergerac” o “Sin Perdón”. Los movimientos y asociaciones scouts en aquella época buscaban su sentido, su encaje en las clasificaciones de las administraciones, una terminología que las permitiera ser entendidas con pocas palabras ante la sociedad y lograr su visto bueno. En ese debate sobre la esencia, la nomenclatura, la categorización y la imagen exterior tiene su razón de ser el cambio de uniformidad a una más amable y alegre que alejara la visión militarista del punto de vista de sus convecinos. También en ese marco se explica la necesidad de presentarse ante la comunidad y ante las administraciones como entidades de “voluntariado” y ONGs. Ese era un término respetado y en boga entre la ciudadanía. Era positivo ser visto como una de ellas.

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En España la Objeción de Conciencia a la realización del servicio militar obligatorio era una realidad consolidada. La ley obligaba a los jóvenes que la alegaban para no hacer la mili, a hacer una prestación social sustitutoria que duraba el doble que la propia mili. Aun así el número de objetores crecía cada año y las administraciones se veían desbordadas para dar destino a todas las solicitudes. Por esta razón se ofreció la posibilidad a las organizaciones sociales que lo quisieran de que se convirtieran en demandantes de prestacionistas. El ministerio de defensa mataba así tres pájaros de un tiro pues se quitaba de encima el problema de buscarles acomodo durante el periodo que duraba su prestación, quitaba de las listas de desempleados a todas aquellas personas y dotaba de recursos gratuitos a este tipo de entidades. Aquello suscitó una seria controversia polémica en el seno de las asociaciones scouts. Muchos de los voluntarios en labores educativas en los grupos o de gestión en las estructuras institucionales (delegaciones diocesanas, asociaciones, etc.), como Carlos, el hermano de Begoña, eran a título personal objetores de conciencia ante su obligación legal de hacer el servicio militar. Por otra parte a las entidades a las que pertenecían se las ofrecía la posibilidad de convertirse en colaboradoras como organizaciones en las que se podía hacer el servicio social. Incluso se las decía que podían pedir prestacionistas si lo deseaban ¿Por qué pedir a las administraciones que les remitieran a terceros ajenos al escultismo para que hicieran una prestación consistente en hacer algo similar a lo que ya hacían sus propios voluntarios? ¿Por qué no pedir sus propios voluntarios para ello? ¿Por qué si había dentro gente con ese perfil y en esa situación?—aun más.. ¿Por qué no promover que lo que ya hacían los scouters y responsables fuera en sí mismo “convalidable” como tiempo de la prestación social que habían de cumplir? El viejo adagio escultista de que “El Scout no espera recompensa por sus buenas acciones” cobraba un nuevo sentido en este marco. Para algunos era tonto no aprovechar aquella oportunidad. Para otros era una especie de contraprestación por un servicio a los demás que los adultos habían de dar de manera desinteresada o no tenía valor en caso contrario. Este tema, que con la distancia del tiempo puede parecer baladí, ocupó grandes discusiones y tiempos de debate. En la Conferencia Nacional de ASDE de 1990 en “El Escorial” se trataba la cuestión en dos de las mesas (“Compromiso asociativo” y “Un escultismo para el 2000”). A los scouts no les afectaba directamente (a los rovers y rutas sí en algunos casos) pero en la medida en que era un tema de vital importancia para los responsables y scouters (sobre todo los varones) afectaba a la vida de los grupos en lo referente a disponibilidad de estas personas. Aún estaba lejos, aunque llegaría a principios de la década siguiente, el fin del servicio militar obligatorio. En Valladolid el edificio del Duque de Lerma, el más alto de la ciudad, estaba abandonado y solo servía como gran cartel para las pintadas reivindicativas que formaban letras con sus ventanas. El Ayuntamiento organizó en el verano de 1990 el encuentro internacional de folclore “Europeade” que inundó nuestras calles de trajes 131


regionales de toda Europa. Se terminó y puso a pleno funcionamiento el nuevo y flamante Corte Inglés. Las aulas de la universidad estaban abarrotadas pues habían llegado a ellas los frutos del boom de los 70. Clases de 350 alumnos eran tan habituales en la facultad de derecho como impensables actualmente. Ya no se trataba de aquellos estudiantes implicados políticamente de los 70 o los 80. La democracia se había asentado y convertido en normal e incluso rutinaria. Conceptos como el de voluntariado o el de ONG se convierten en refugio para quienes tenían inquietudes de carácter altruista o social. El paro era el puerto en el que un 80% de los estudiantes universitarios recalaban durante un año o dos antes de iniciar aventuras profesionales. Ese era el panorama del scouter medio en el Valladolid del momento: entre 20 y 24 años, estudiante universitario o recién diplomado o licenciado y en situación de desempleo, que generalmente (en torno a un 75 u 80%) había sido antes ruta o rover en su grupo tras una larga trayectoria scout y continuaba, hasta cierto punto por inercia, con sus amigos en la “siguiente” rama. El asociacionismo juvenil vallisoletano y castellanoleonés ya se habían consolidado como un tejido vivo. Los Consejos de Juventud, local y de Castilla y León respectivamente, (ambos con sede en Valladolid) llevaban a cabo un conjunto de programas y actividades que se habían ido convirtiendo en propias y “tradicionales” como el premio de la Juventud en la Seminci del Consejo Local, o los “Foros Regionales”. También fue, en lo político y administrativo, época de cambios pues el gobierno autonómico, la Junta de Castilla y León, empezó llevando los temas relacionados con los jóvenes desde la Consejería de Educación y Cultura a través de la Dirección General de Deportes y Juventud, y acabó trasladándoselos a la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, de nueva creación, en la que se creará una Dirección General específica ya solo para temas de Juventud. Esta es la etapa de la “Comisión Coordinadora de Políticas de Juventud”. En todos estos procesos los Scouts de la Comunidad, y de manera muy protagonista las vallisoletanos, tienen una participación muy directa e incluso una implicación activa. También entre los cuadros técnicos de diversas administraciones y Consejos tiene de alguna manera presencia el escultismo pues algunos puestos y cargos se ven ocupados en esta fase por antiguos scouts o scouters e incluso personas en activo en el movimiento en la ciudad. Trabajaba en el Consejo de la Juventud de Castilla y León al principio de la década Merche (ASDE) y al final de la misma lo harcían Toñi (MSC) y Randy (ASDE). En lo político la influencia fue mucho mayor. Será presidente del Consejo Regional Roberto Gutiérrez Herrero (ASDE) y luego lo será Agustín Matía Amor 8 y más tarde David Pequeño (MSC). En el Consejo Local de la Juventud de Valladolid será presidente Jesús 8

Dos nombres de responsables de MSC destacan en estos años y la década siguiente en el ámbito institucional scout en Valladolid: Agustín Matía y Mario Díaz, como lo hará desde ASDE el de Julio del Valle. Tiene mayor espacio este último dado que es de los tres el único vallisoletano aunque todos ellos llevan a cabo buena parte de sus tareas de representación en o desde Valladolid.

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Álvarez Ossorio (“Mochilo”) y gerente luego Randy, ya a finales de los 90. Luis Manuel Gonzalez Renedo ganará en oposición una plaza de Técnico de Juventud en el Ayuntamiento de Palencia y de ahí en unos años pasará a la estructura regional en materia de juventud, con lo que llevará a estas instancias la visión de alguien que ha pasado por todos los puestos, responsabilidades y cargos del escultismo vallisoletano. La consolidación del asociacionismo tendrá su expresión en el escultismo vallisoletano. Apoyados en las asociaciones nacionales (MSC, ASDE y SBP), la Iglesia, los ayuntamientos, las políticas de juventud que se trazan a partir de 1985, y también gracias al traspaso de competencias en materia de juventud a las Comunidades Autónomas (que, sin duda, aproxima y facilita la gestión de muchas cuestiones relacionadas con los jóvenes) se logra una cierta estabilidad. Aquel primer año de la década ASDE celebró en “El Escorial” su Conferencia Federal. En ella se llevarán a cabo debates y adoptarán decisiones que marcaron el nuevo rumbo de su escultismo para el futuro. Así fue en materia de Programa Educativo, nuevas tendencias, y adaptaciones, etc. El ponente y redactor del documento que se debatió en la mesa “Compromiso Asociativo de ASDE” fue Luis manuel González Renedo, “Luisma”. Había redactado un texto, que sometió al trabajo previo, al debate durante la mesa de trabajo, a la aprobación de la Conferencia y luego de la Asamblea, en que se define la propia ASDE y su “ideario” como entidad. En su redacción, como no puede ser de otra manera, se esforzó en reflejar la enorme diversidad de realidades que componían la asociación. Sin embargo su punto de vista estaba condicionado naturalmente por su experiencia subjetiva personal. En el documento se apreciaba claramente su trayectoria ideológica y vital. El “Compromiso Asociativo” que se aprueba en el Escorial en 1990 fue fiel reflejo de la forma de concebir el escultismo en Valladolid y en Castilla y León. Las reflexiones que se habían estado llevando a cabo aquí a nivel local tuvieron así su proyección finalmente en el modelo de escultismo que se asumió para toda España. Se puede decir así que, de algún modo, el escultismo vallisoletano impregnó el modelo que se definió como horizonte ideal para el escultismo español de ASDE. Fue aquella la Conferencia del nuevo uniforme. Recién adoptada la decisión del abandono del caqui por el azul celeste el salón del plenario se llena de camisas azules portadas por los delegados de todas las organizaciones federadas asistentes en señal de compromiso con esa nueva filosofía de modernización, normalización y visibilización del escultismo de ASDE. La otra aportación vallisoletana a la Conferencia no fue tan meritoria. Como en todo foro solemne siempre tiene que haber quien dé la nota y dos scouters vallisoletanos de veinte y veintiún años (a los que el propio presidente de mesa llamará la atención en tono de broma por su actitud durante la Conferencia llamándoles “bandarras”) acudieron aún con camisa marrón, visitaron las habitaciones de otros delegados (y delegadas) entrando por la ventana que daba al tejado y, en 133


general, se divirtieron con lo que se espera de gente de su edad sin hacer mal a nadie. Me acuerdo como si fuera ayer. ¡¡Que buenos tiempos!! Para el escultismo vallisoletano la mayor revolución que las conclusiones allí adoptadas supusieron no fueron solo las estéticas relacionadas con el nuevo uniforme. Nace una nueva etapa de cierta “profesionalización” en lo educativo (no en su sentido de remunerada obviamente, sino en el de necesidad de dedicación y calidad de la misma: formación, programación educativa, etc.). De la mano de los scouters asistentes a aquella conferencia regresa a Valladolid una nueva visión del escultismo que exige otro rol al scouter distinto del tenido hasta ahora. Se hace la broma de que hasta esa fecha el “Jefe” lleva una navaja al cinto y desde “El Escorial 90” llevará una cartera con documentos y manuales. En paralelo a los procesos que la educación reglada está experimentando y siguiendo tendencias similares (La LOGSE, con su enorme carga innovadora en lo pedagógico se publicará ese mismo año, el 3 de octubre) se trasladan al escultismo de ASDE nuevos conceptos y puntos de vista que aportan definitivamente el paso del asociacionismo juvenil y de la animación en el tiempo libre a la plena conciencia educativa del escultismo como movimiento en España. El nuevo sistema de programas que se aprueba, el “ASDE´90” vino a acabar con la diversidad de sistemas existentes hasta ese momento (HR82, ISO.PER.CO, S.D.F…). Fue desarrollado en una ejemplificación exhaustiva por Fidel Benjumeda en lo que se conocerá luego como “El tocho de Fidel”. Abundaba en el rol del scouter como educador y en la necesidad de preparación de su intervención (programación educativa previa) dirigida a metas pre establecidas con arreglo a necesidades concretas detectadas. Ponía el acento en la respuesta a la diversidad y a la adaptación a cada realidad concreta (Cada lugar, cada grupo, cada sección, cada Scout..) trayendo conceptos que ya nunca se dejarían de relacionar con el día a día del escultismo de ASDE como contenidos educativos (habilidades, actitudes y conceptos), ámbitos, etapas educativas de progresión, documentación del proceso de aprendizaje y mejora del educando, fichas de seguimiento, secciones en lugar de unidades o ramas, etc. Se abandonaba, al menos en el plano teórico pedagógico, la carga que arrastraba el escultismo menos actual que aún se resistía a desaparecer y que se basaba en los premios, recompensas externas y reconocimientos, la diferencia de nivel entre Scouts, etc. dando el protagonismo al compromiso voluntario de los chicos y chicas y confiando en su madurez para la asunción de responsabilidades, el trabajo en equipo, la autogestión, etc. Estas nuevas tendencias se simbolizaban muy gráficamente en las insignias como elementos simbólicos externos, que pasaron a reducirse para evitar sentido de “ascenso por méritos” y a vestirse no al final, como signo de meta alcanzada, sino desde el principio como identificativo de etapa en que se estaba en cada momento. También se reforzó el uso de la pañoleta como distintivo de decisión personal, voluntaria e individual de compromiso y esfuerzo por la vivencia de los valores scouts recogidos en la ley. Se superaba así (en teoría, insisto) la dañina visión 134


tradicional de la misma como icono elitista de pertenencia “lograda tras el esfuerzo” a un grupo especial, de consecución de ingreso en algo parecido a un grupo de elegidos a donde no todos podían llegar y para lo que había que superar duras pruebas selectivas de iniciación. Con el fomento de la adaptación del escultismo a cada realidad distinta apareció la concepción de “personalidad de grupo” que se reflejaría en los proyectos educativos correspondientes. Serán reconocibles así grupos con mayor connotación social, concienciados con las cuestiones medioambientales, de carácter confesional, etc. También se dio un giro al papel del scouter en el nuevo sistema de programas ASDE´90 que se aprobó aquel año en “El Escorial”. El “Voluntariado educativo” se concebía en él desde el plano de la calidad de su intervención, lo cual subirá el listón de autoexigencia y de organización de los consejos de grupo como foros educativos. El grupo, entendido como comunidad educativa, ya era tal y funcionaba así, pero fue desde este nuevo Sistema de Programas conceptuado como tal en los textos escultistas. Contra este nuevo entorno surgieron pronto voces de detractores que lo acusaban de excesivamente teórico, de inaplicable, de alejado de la realidad en cuanto a las posibilidades de dedicación de los voluntarios dado el ingente volumen de tiempo que tal nivel de calidad exigía,.. En lo estético el cambio se vio concretado en la nueva uniformidad que sustituía la camisa de corte militar por la azul clara más “urbana” y vestible que llevarían los Scouts de España hasta su relevo por el polo actual. También este cambio generaría las esperadas resistencias y rechazos que este tipo de procesos suelen llevar aparejados. Sin embargo en poco tiempo era una realidad asumida, asentada y extendida. Es también en los primeros años 90 cuando apareció en España la rama de los Castores por debajo de la manada. Algunos de los grupos de Valladolid tenían Colonia ya en torno a 1992 o 93, como es el caso de San Jorge, que en su campamento de Montuerto ya lleva una Colonia en la que hay castores como JuanFa, Ángel, Carmen.. En 1992, Begoña pasaba a Rutas. Ese verano todo parecía girar en torno a las Olimpiadas de Barcelona y la Expo de Sevilla. España entera llevaba preparándose para esos eventos desde hacía más de un año. Mucha gente desconfiaba de que fuéramos a estar a la altura que las circunstancias requerían. Se trataba de una organización gigantesca y sumamente exigente y los españoles no teníamos precisamente fama de eficacia. Había bromas sobre que el estadio no iba a estar acabado para la fecha. Sin embargo todo salió bien y aquello supuso el definitivo espaldarazo de España ante nuestros socios en el mundo en el que nos interesaba 135


estar. En muchos campamentos hubo “olimpiadas” como actividad estrella y la ambientación de muchos campamentos fue ese verano sobre este tema. Durante diez de ellos el escultismo español vive momentos de grandísima importancia. Ese año, mientras España está inmersa en la vorágine de las Olimpiadas en Barcelona, la Expo de Sevilla, los actos de conmemoración del centenario del Descubrimiento de América y la capitalidad cultural europea de Madrid, se celebra en esta ciudad el Jamborette de ASDE al que asisten Scouts vallisoletanos. En Valladolid es el año del Festival Scout Federal en el que casi 5000 Scouts de toda España desembarcaron en nuestra ciudad invadiendo Valladolid con su escultismo multicolor. Otro hito fundamental fue la elección del equipo federal liderado por Antonio Llorente Simón, que sería elegido presidente de ASDE en 1996. En su equipo el vallisoletano Julio del Valle Iscar ocupaba responsabilidades en materia de representación institucional. En esas funciones y durante ese periodo ASDE, con Julio en su representación, ejerció la presidencia del Consejo de la Juventud de España. Pero la más relevante de las influencias que este hito tuvo fue el programa con el que ese equipo scout federal se presentó a las elecciones y que hubo de poner en práctica cuando las ganó. Lo llamaban ANDRÓMEDA y pretendía ser un antes y después en la evolución del escultismo español en materia de presencia pública, normalización, promoción de la democracia y la participación interna, implicación de los propios Scouts de los grupos en su federación, viabilidad y aplicación real del programa educativo de la federación, innovación educativa, publicaciones, colaboraciones y presencia institucional, etc. Para muchos el intento que supuso ANDROMEDA de dar un giro y nuevo impulso ilusionante y motivador a ASDE tuvo éxito y ese cambio se vive claramente hoy día. Paralelamente el MSC estaba llevando a cabo también muchos de estos mismos cambios. Esto era señal inequívoca de que eran verdaderas demandas sociales y necesidades de adaptación a los tiempos que en todas las entidades educativas en que se trabaja con niños y jóvenes se detectaban y aplicaban. El escultismo católico de estos años dió prioridad por tanto a la necesidad de deshacerse de elementos del pasado sin perder la esencia que estaba claramente definida en el método. Había un gran desprendimiento de uniformidad y simbología, se hizo una nueva lectura de la fórmula de la promesa, del uso en las actividades de textos religiosos, etc. Se produjo un marcado acento en la orientación de los programas hacia las actividades de carácter social. Se sustituyó terminología en una clara tendencia a lo políticamente correcto para contribuir a facilitar la superación de posibles rechazos sociales. Desapareció la palabra «patria» de la ley y la promesa siendo usado desde ese momento «comunidad, país o región». Los «deberes y obligaciones» se transformaron en «responsabilidades », la idea de «hermandad» se suavizó convertida en «amistad o 136


solidaridad», las de «lealtad, voluntad o esfuerzo» fueron relevadas por «compromiso», el «honor» se trabajaría como «respeto a uno mismo» y «Dios» tendería a sustituirse por «palabra». En ambos escultismos se observó un descenso fuerte del número de Scouts en sus grupos en este periodo. Los 80 habían sido los años de la expansión por razones demográficas y porque los jóvenes estrenaban nuevos derechos y formas de relacionarse que estaban más que dispuestos a exprimir hasta su última gota. Era normal, simplemente por base sociológica, esa reducción leve pero constante. Sin embargo la realidad es otra en cuanto a los grupos scouts en Valladolid. Estos habían tenido en las dos décadas anteriores su periodo de nacimiento y estabilización tras la dictadura y se encontraban ahora, en los 90 en una fase de fortalecimiento. El ciclo de vida de los grupos scout, que es similar al de un ser vivo con nacimiento, vida y muerte, se produce con naturalidad. A pesar de que varios habían ido quedando por el camino por diversas cuestiones (el barrio, los apoyos, la falta de voluntarios o de compromiso, el carácter juvenil que tienen, el voluntarismo de sus agentes, las limitaciones de medios materiales y personales, la inmadurez de algunos de sus responsables a veces..) en realidad el escultismo vallisoletano sale reforzado. Podríamos decir que ha habido cierto proceso de selección natural y los que han quedado tras la criba son ahora más fuertes. Desde 1992 en que el último grupo scout vallisoletano que quedaba en el SBP pide su ingreso en ASDE (Para ese momento ya se llama “Cruz del Sur”) ya solo hay grupos de esta entidad o del MSC en la ciudad. Como además en Valladolid, a diferencia de lugares como Salamanca, el fenómeno del escultismo salvaje o independiente (fuera de estructuras supragrupales) nunca ha tenido expresión (hasta 2012 en que aparecerá la asociación independiente Gilwell en el barrio de la Victoria) todos los grupos están encuadrados en estructuras scouts reconocidas oficialmente y pertenecientes al Movimiento Scout Mundial. Todos los Scouts vallisoletanos en esta fecha lo son con carácter regular y reconocidos. Todos ellos pueden desde entonces vestir la flor de lis mundial como símbolo de pertenencia al movimiento scout mundial legalmente establecido. El panorama de grupos scouts al empezar los noventa es por tanto que tenemos en funcionamiento a “Altair”, “San Jorge”, “Impeesa”, “El Pilar”, “Pisuerga”, “Íberos”, “Manitoba”, “Amaranto”, “Ácrux” (de ASDE en el Pinar de Antequera) y “Ácrux” (de SBP en el colegio San Agustín), “La Victoria”, “Don Bosco”, “Torozos” y “San Nicolás” en Valladolid capital y a “San Juan de la Cruz” y “Edelweis” en Medina del Campo y a “Tudela” allí (Son confusos los datos de “Brownsea” y no queda claro que empezara la década existiendo. Han quedado por el camino “Álamo”, “Plus Ultra”, “San Andrés”, “Aitana”..). En pocos años algunos de ellos como “Don Bosco” o “San Nicolás” desaparecerán y otros vendrán a reemplazarlos como “Laguna”, “Parquesol”, “Santovenia” o “Besana”. 137


Será época de movimientos, mudanzas y traslados para algunos de ellos. “San Jorge” se verá obligado a abandonar sus locales en La Salle y pasará por varias bases que veremos hasta llegar a sus actuales locales en la calle de la estación. “Impeesa” se moverá por La Rubia y el Centro Cívico Juan de Austria hasta que llegue a sus actuales locales en Covaresa, Otros grupos peregrinos en esta fase serán “Amaranto”, “Altair”.. Para el escultismo de ASDE los puntos más notables de últimos años de los 90 son la III Conferencia Scout Federal de ASDE que se celebra en Mollina (Málaga) en 1998, la elección de un nuevo equipo scout federal al año siguiente en la que es elegido como Presidente Miguel del Cerro Calvo y la participación en 1999 en la XXXV Conferencia Scout Mundial en Durban (Sudáfrica) en la que Fernando Guimaraes (Comisionado de Internacional de A.S.D.E.) es elegido miembro del Comité Scout Mundial, siendo el primer español que ocupa este puesto. ---------------------------------------

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En los 90 el rasgo más característico del escultismo vallisoletano fue sin duda su intento de “normalización” en sociedad. Se pretendió, casi hasta la obsesión por parte de los distintos responsables asociativos y cargos gestores, la aceptación social como meta prioritaria. Para ello se constituyó como mantra casi sagrado la idea de la “visibilización” y se repetía continuamente en todas las programaciones la idea de “salir a la calle”. Cinco fueron las líneas prioritarias en persecución de ese objetivo: 1.- Nueva uniformidad. 2.- Presencia Institucional 3.- Festivales scouts. 4.- Actividades de calle, exposiciones y conferencias. 5.- Apariciones en prensa UNIFORMIDAD: Las calles del Valladolid de los noventa empezaron a ser testigo de la vuelta a la normalidad “externa” y pública del escultismo tras superar una época de cierto “respeto” a mostrarse por la posible identificación equívoca que los vallisoletanos podían hacer. Ya empezaba poco a poco a entenderse como un fenómeno normal eso de “tener scouts” los sábados. Eran muchos ya los que tenían a algún conocido que tenía un hermano o un hijo en eso de los Scouts y cada vez era menos sospechoso de ser algo raro o lavacocos. La imagen de los autobuses partiendo en verano de la plaza Colón hacia los campamentos o de los chavales sentados sobre sus mochilas en el gran hall de la Estación del Norte en espera del tren que les llevaría a sus acampadas de Semana Santa era cada vez menos extraña. A aquella normalización contribuyó en gran manera el cambio de uniforme. Por primera vez se empezaban a ver camisas de colores además de las pañoletas. Aunque en Valladolid, a diferencia de otros lugares, no ha estado nunca muy extendido lo de que a las reuniones de grupo de los sábados se vaya uniformado, era más y más frecuente ver al menos a la salida de las grandes actividades la variedad multicolor del nuevo uniforme de MSC y el nuevo azul del uniforme de los Scouts de los grupos de ASDE. Como en todo grupo humanos al que se le cambia algo, hubo un cierto rechazo inicial, Todos tenían cariño al uniforme con el que empezaron en el escultismo. Las nuevas uniformidades, aprobadas en ambas asociaciones a principios de los 90, fueron siendo asimiladas, como era lógico, con el paso del tiempo y la llegada de nuevas hornadas que ya no usaban el anterior. Cuando este estuvo en minoría fue el momento del cambio definitivo. Y hasta los más reticentes entraron por el aro y vieron las ventajas de unos colores más vivos y alegres, más urbanos y vestibles, más ponibles en ciudad.

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PRESENCIA INSTITUCIONAL: Las dos asociaciones Scouts que funcionaron en Valladolid en los 90 (ASDE y MSC) nacieron oficialmente en la década anterior. Sin embargo cuando realmente despegan como tales entidades será en esta. Una vez liberadas de las presiones iniciales y de las preocupaciones por la mera supervivencia sus dirigentes se empiezan a plantear políticas ambiciosas y acciones de cierto calado con el escultismo como marco. Se estableció como prioridad la de reforzar la presencia institucional. Las distintas administraciones y entidades de la provincia y de la capital (Ayuntamiento, Junta de Castilla y León, Centros educativos, Cajas, entidades vecinales, etc.) y sobre todo sus líderes y personal tenían que saber qué era eso del escultismo. Los sucesivos equipos directivos de las asociaciones scouts se aprestaron a la tarea. Fueron nombres destacables de aquellos momentos los de la burgalesa Ana María Lopidana Rubio quien con Luis Manuel Gonzalez Renedo y Merche iniciaron en estas lides la tarea en ASDE. A Luisma se deberá a nivel Federal en ASDE el “Compromiso asociativo” del que fue ponente en la Conferencia de 1990 y en Castilla y León el diseño del modelo de Formación Scout “modular”. En el MSC cabe citar a Agustín Matía Amor y a Fernando Durante entre otros. También serían nombres importantes a lo largo de la década los de Guti, Fernando Álvarez Ossorio, Jose Luis y Chelo, Randy, “Mochilo”, Raul Clavero, David herencias, Teo Chávez, etc.

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A nivel local también ambas entidades se organizan y adquieren protagonismo. Por los Scouts de Castilla y León (MSC) la representación local en Valladolid la lleva la “Delegación Diocesana de escultismo de Valladolid” que con el tiempo pasaría a llamarse SVA (Scouts de Valladolid). ASDE está representada por la unión de grupos scouts de la capital que se denomina “Comisión Coordinadora de Grupos Scouts de Valladolid”, más conocida como “La Coordinadora”. Este será de hecho su momento de mayor auge cuando recién creada y con las pilas cargadas es plenamente consciente de su papel dinamizador de la vida scout en la ciudad y de su obligación de fomentar las actividades entre grupos en los que la proximidad facilita el trabajo. De esta iniciativa surgirán de manera espontánea grandes ideas que se irán asumiendo como lógicas con el tiempo como la de hacer los rovers de tercera etapa servicio en labores de apoyo educativo en grupos necesitados de este apoyo aunque sean distintos al propio. En materia institucional de representación propiamente dicha el esfuerzo personal y asociativo es intenso en este periodo. En el Consejo Local de la Juventud de Valladolid la intervención del escultismo es determinante. Ello es así tanto en el plano de la participación, el organizativo o el de la gestión. Varios presidentes del Consejo Local serán Scouts como el caso de su primera presidenta, Olga , de Don Bosco, o Jesús Álvarez Ossorio- “Mochilo” de “Altair”. Lo mismo sucederá en el Consejo de la Juventud de Castilla y León, donde Roberto Gutierrez Herrero “Guti”, de “Amaranto” será su presidente, y luego Agustín Matía Amor y David Pequeño de MSC. Por último durante esta década (a mediados) la presidencia del Consejo de la Juventud de España la ostentará Julio del Valle Iscar, Scouter y formador vallisoletano del grupo “Pisuerga”. Todo ello empezó a dar sus frutos y las administraciones empezaron a tener en cuenta el escultismo vallisoletano como una realidad de dimensiones y alcance importantes. Una buena prueba de ello (y de lo pronto que las autoridades cayeron en la cuenta de la fuerza de su voluntariado) fue la colaboración que se estableció entre el Ayuntamiento de Valladolid y los Scouts para la cobertura de los servicios voluntarios que requería la celebración del Festival Internacional “Europeade´90” que se llevó a cabo en la ciudad aquel año. Para atender a los grupos internacionales de folklore regional que se deban cita a nivel europeo en Valladolid se hacían necesarios los servicios de voluntarios que hicieran labores de traductores y de guías-acompañantes. Para ello se solicitó la colaboración del escultismo local, que, como no puede ser de otra manera, dio el paso adelante. A los más casi cien escultas, rovers y scouters que se presentaron voluntarios se les asignaron grupos extranjeros. Su labor consistía en servir de guía por la ciudad a los choferes de sus autobuses, enlace con la organización, intermediarios con los responsables de cada contingente y los traductores, y hacían de guías locales. Dormían con sus invitados en los alojamientos que se les habían habilitado en los centros 141


escolares de la ciudad, les acompañaban durante todo el día de los tres que duró el encuentro, mostraban la ciudad, etc. Fue tal la calidad del servicio prestado por los Scouts vallisoletanos en el desarrollo del festival que a la finalización del mismo recibieron el agradecimiento expreso de su ciudad por medio del Ayuntamiento quien les homenajeó con una recepción en su honor.

-Balcón del Ayuntamiento y Plaza MayorHomenaje dado por la ciudad de Valladolid a los Scouts vallisoletanos con motivo de su actuación voluntaria como guías en el marco del festival internacional de Folklore EUROPEADE 1990 (Archivo grupo scout 103 “San Jorge”)

FESTIVALES: Los noventa son sin duda la década de los Festivales Scouts. Se trata de una gran actividad en la que todos los grupos de la misma entidad se reúnen para competir de manera sana entre ellos mediante una canción que ponen en el escenario en su presentación. Se valora la canción, la instrumentación, la coreografía, la animación desde el público.. Y el ganador suele representar a la asociación en el encuentro a nivel nacional. Pero más allá de esta excusa formal el gran objetivo reside en el fondo en el conocimiento mutuo entre Scouts de distintos grupos y la oportunidad de estrechar entre ellos lazos de hermandad scout en una de las pocas actividades no grupales que se llevan a cabo a lo largo de la ronda. 142


Como es lógico una gran concentración de scouts de estas características (vistosidad, potencia institucional de representación -ante los medios, las autoridades, la sociedad..- es usada como gran tarjeta de presentación en desarrollo de la política de difusión del escultismo de la que hablábamos. Por ello no se deja esfuerzo sin hacer ni piedra sin remover para lograr en estos años que esta actividad tenga repercusión mediática adecuada. Es muy rentable (en términos de interés social, normalización, acogida y aceptación) cada llamada y cada insistencia a un medio para que cubra el evento aunque sea con una pequeña columna o un breve. Fruto de aquella insistencia fueron las noticias que año tras año cubrieron estos acontecimientos dando al escultismo una imagen más amable en sociedad de la que tenía hasta ese momento. El de 1990 se llevó a cabo en colaboración entre los Exploradores de Castilla y León y sus hermanos Cántabros. Fue en Santander. Se acampó en el mismo lugar donde en 1928 habían tenido un campamento conjunto ambas “Tropas” (Vallisoletana y Santanderina), en los terrenos cerca del Faro que ahora se habían acondicionado como camping. Era reciente la experiencia de ambas entidades conjunta en su calidad de Zona XX (que abarcaba Castilla y Cantabria) y los contactos eran aun sólidos. La cercanía además siempre ha facilitado las actividades conjuntas.

Festival Scout 1990

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Scouts vallisoletanos en el festival Scout de Santander -1990(Archivo del Grupo Scout 103 “San Jorge”)

El festival se celebró en un auditorio cercano al Palacio de la Magdalena. Hubo paseos en barco, recorridos por la ciudad, etc. Aquel año ganó el Festival el grupo “San Jorge” que representaría a Castilla y León al año siguiente en el Festival Federal de Zaragoza (que anecdóticamente ganó el grupo “San Miguel” de Palencia quien pidió asistir al concurso de manera extraordinaria ya que la representación de ASDE-Exploradores de Castilla y León ya la llevaba “San Jorge”). Al año siguiente el festival regional se celebraría en Burgos y como es lógico acudieron los grupos vallisoletanos.

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Festival Scout Regional 1991

En el 92 se llevó a cabo en Palencia y lo ganó el grupo scout de Miranda de Ebro: “Áster” que representaría a Castilla y León en Valladolid en el Festival Federal de ese año.

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Festival Scout Regional 1992

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Especial mención merece este Festival Federal de 1992. Valladolid se convirtió aquel año en capital del escultismo de ASDE en toda España en su calidad de anfitriona por haber ganado el festival nacional el año anterior. Un encuentro de esas características (se barajaba la posibilidad de que asistieran en torno a entre 5000 y 7000 Scouts de toda España) requería toda la experiencia en planificación que ya se había entrenado pocos años antes para el San Jorge de la isla de Palero, pero elevado a la n. Por ello se tocaron todos los resortes posibles en cuanto a contactos y programación previa y se empezaron los preparativos con la suficiente antelación. Se buscaron patrocinios privados como el que se consiguió del Corte Inglés y otros.

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Festival Scout 1992

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Festival Scout 1992 El Norte de Castilla 22 de Abril 149


Las reuniones y encuentros con los políticos y técnicos del Ayuntamiento se sucedieron en la agenda preparatoria en busca de los máximos apoyos posibles y el respaldo institucional buscado, no solo en lo económico sino dando el aporte de prestigio y respetabilidad que normalizara a los Scouts de una vez por todas tras el franquismo en la vida de la ciudad.

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El Ayuntamiento de Valladolid cedió para la ocasión los terrenos de acampada del Pinar en Puenteduero y la Plaza de Toros de la capital. La zona de acampada se acondicionó y los preparativos para recibir a los visitantes se ultimaron.

Portada a la zona de acampada durante el Festival -Puente Duero-

El coso se engalanó convenientemente para la celebración del evento y todo quedó listo para ese fin de semana de 2 y 3 de Mayo. Los primeros grupos scouts y representaciones de otras comunidades autónomas llegaron el viernes y ya hicieron noche en la zona de acampada como estaba previsto. Por la mañana del día siguiente fueron llegando uno por uno los grupos restantes y sus acompañantes hasta un total de los más de 4000 que finalmente vinieron desde todos los puntos de España La mañana del sábado se dedicó a las pruebas de sonido y visitas por la ciudad. La tarde al festival en sí mismo. Esa noche el Ayuntamiento hizo una invitación institucional a los presidentes de las distintas asociaciones regionales llegadas a la ciudad.

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El festival en sí mismo fue un éxito y permitió comprobar a los Scouts de toda España en sus propias carnes que el mito de la frialdad del clima de nuestra ciudad no es tal. El aire hizo un tanto desapacible una jornada estática y larga de mayo. 153


Un Clan de Barcelona representó a su Comunidad Autónoma con la pegadiza “Som el Clan” que se cantó en catalán. El grupo “Áster” que representaba a Castilla y León se vio arropado por todos los grupos scouts vallisoletanos de su asociación que, al ser en su ciudad, cargaron lógicamente con el peso de la organización y de la animación a su representante. El grito de “Áster arrasa, estás en tu casa” atronó la plaza de toros tras su actuación.

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A la mañana siguiente, el domingo, los grupos con más distancia por delante salieron en sus autobuses. Los demás hicieron recorridos culturales y callejeros, juegos de ciudad, visitas, etc.

Durante los siguientes años, con el impulso del Festival Federal de Valladolid, se prepararon y celebraron varios festivales más de carácter regional en los que brillaron con luz propia las interpretaciones y puestas en escena de los grupos scouts “Áster” de Miranda, “San Miguel” de Palencia y sobre todo “Cruz del Sur” de Valladolid que ganó consecutivamente durante dos años seguidos las convocatorias regional y nacional en 1993 y 1994 inaugurando una exitosa representación del escultismo vallisoletano en este tipo de encuentros que tendría repetición años más tarde cuando en el 2010 ganó de nuevo regional en Valladolid y Nacional en Alfaro, la Rioja.

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Festival Scout Regional 1994

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Festival Scout Regional 1994

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ACTIVIDADES DE CALLE, EXPOSICIONES, CONFERENCIAS: Los actos públicos, “de calle” como se los conoce, se convierten en los 90 en una herramienta de publicidad magnífica para los Scouts. Se trata de aprovechar los espacios a los que la sociedad tiene abierto acceso para dar a conocer el proyecto escultista en la ciudad y dar difusión a los grupos existentes y sus actividades. Es una forma mejor que muchas de normalizar y visibilizar a los Scouts. Durante esta década se suceden las “Ferias de Asociaciones”, “Campañas”, “Juegos de ciudad”, “Actividades de calle”, “Campañas de captación”, “Colaboraciones publicitarias”, “Muestras”, “Exposiciones”.. A principios de 1994 una conocida marca de colonia masculina, interesada en vincularse entre su potencial mercado con los valores y la imagen de la aventura y el deporte, contacta con los grupos scouts de Valladolid para exponerles su proyecto. Se trata de un concurso a nivel nacional cuyo ganador recibe un lote de productos de la marca y un viaje a la selva amazónica. Las pruebas se van desarrollando por localidades de toda la geografía española y consisten en actividades multiaventura. Con la excusa de garantizarse que el ganador final pueda “soportar” los rigores de la vida de aventuras que le esperan en su periplo aventurero, el concurso trata de seleccionar a un “cachas” que “de bien en las fotos” recibiendo el premio y vinculándose su imagen de deportista multidisciplina a la marca. El papel de los Scouts en el evento es dar difusión a la iniciativa entre los rovers y scouters por si alguien está interesado en participar, pero sobre todo aportar su voluntariado para las cuestiones organizativas (montar el rocódromo en el paseo de coches de la acera recoletos, los puestos, atender a los participantes, etc..) Es la época de los programas de la Ruta Quetzal de De a Cuadra Salcedo y se busca una cara conocida en la misma línea para esta campaña. El elegido es el escalador Pérez de Tudela quien hará labores de imagen y relaciones públicas durante el concurso. La noche anterior llega a la ciudad el conocido montañero y una representación institucional de Scouts va a recogerle y le acompaña a su hotel. Una vez hechas las cortesías se dan cita con él para pasar a la mañana siguiente a recogerlo para conducirlo a la inauguración de la actividad de la que es imagen. De la amabilidad del famoso escalador, su simpatía y sencillez guarda un magnífico recuerdo este autor, encargado de la recepción en su calidad de presidente de la asociación en aquel momento. Compartir aquellos minutos con él antes de que se retirara a su habitación y oír de primera mano algunas de las anécdotas de sus aventuras tantas veces antes leídas es uno de los mejores recuerdos que guardo de mi paso por labores de representación asociativa. -------------------------------

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Esta es también la etapa de las muestras deportivas de calle como maratones deportivos o “24 horas del deporte”: actividades públicas y abiertas a los jóvenes de la ciudad consistentes en el desarrollo de prácticas deportivas o predeportivas consecutivas y sin solución de continuidad, campeonatos de baloncesto, futbito, voleibol, etc., que generalmente se enmarcaban dentro de un programa relacionado con la salud (prevención de drogodependencias, hábitos saludables, etc.) y que eran usadas descaradamente para hacer visible en la calle el escultismo de los grupos de Valladolid.

Maratón Deportivo Julio 1994

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Otra actividad característica de esta línea de difusión y salida a la calle fueron las muestras y exposiciones. A través de ellas se pretendía llamar la atención de posibles interesados en llamar a las puertas de los grupos para ingresar en ellos, despertar el interés de potenciales voluntarios que no conocieran esta posibilidad de llevar a cabo su vocación altruista, romper en algún sentido la posible idea de endogamia que, como prejuicio, pudiera residir en la sociedad respecto al movimiento y difundir y dar publicidad a la cercanía e inmediatez de la oferta scout en la ciudad para padres, administraciones y sociedad en general. Las diversas muestras que en esa época se organizaron (por parte de los grupos, las asociaciones regionales, la coordinadora de Valladolid, la delegación diocesana..) tuvieron como escenarios las salas de centros cívicos, salas de espacios públicos cedidos por el Ayuntamiento, etc. No sería hasta años después que se montara una exposición scout en una gran superficie comercial como veremos más adelante.

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Expo-Scout 1998

Las “Ferias del Asociacionismo Juvenil�, normalmente organizadas desde el Consejo Local de la Juventud de Valladolid con el apoyo del Ayuntamiento de la ciudad, 161


son magníficas oportunidades para hacer llegar al gran público vallisoletano la oferta educativa de calidad que es el escultismo. Ambas formas de concebir este (la opción confesional de MSC y la plural de ASDE) están presentes en ellas. A veces incluso cada uno de los grupos tiene su propio stand. Los lugares habituales vuelven a ser la carpa que se instala en el paseo central del Campo Grande, la Plaza Mayor, etc. A los puestos informativos acompañaban juegos y dinámicas más o menos vistosas protagonizadas por los castores, lobatos y scouts de los grupos, a las que se suman los niños y niñas que lo desean.

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APARICIONES EN PRENSA: Dar cobertura mediática a lo que se estaba haciendo fue el último esfuerzo por divulgar el escultismo vallisoletano en los 90. Esta etapa inaugura la de las notas de prensa, de los artículos monográficos, de los breves y de las entrevistas, de los reportajes, etc., aunque sería la década siguiente la más importante en este sentido. Por primera vez se toma conciencia de la “potencia” visual de las actividades scouts y del posible interés que por esta nueva realidad muestran los medios de Valladolid. Se asume como normal informar con antelación a estos de las actividades (al menos las más grandes) que se van a llevar a cabo por si quieren cubrirlas e informar a su público de ellas. Más allá de la aparición del fenómeno de la información juvenil con sus PIJ, redes, etc., y de las publicaciones internas (de grupo, de asociación, de delegación diocesana) con las que se pretende dar soporte a la información más destacada, se empieza a creer en el escultismo mismo como posible materia de interés informativo. Se cae por fin en la cuenta de que los medios aprecian las aglomeraciones uniformadas y la vistosidad (normalizada con los nuevos colores y uniformes, que lo facilitan mucho.) de las actividades scouts.

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Una cuestión destacable de esta década del escultismo en Valladolid fue para ASDE-Exploradores de Castilla y León la adquisición en propiedad de sus nuevos locales en el Paseo del Cauce en el 96 para destinarlos a sede asociativa. Se trató de la consecución de una idea largamente estudiada durante mucho tiempo y para la que se había ido apartando dinero cada ejercicio en los presupuestos asociativos. Por fin aquel año se contó con la cantidad suficiente y el apoyo económico de la federación y pudo iniciarse la compra. El local, en bruto, fue acondicionado por Fernando Álvarez Ossorio, quien dirigió los trabajos en los que participaron algunos voluntarios en lo que trató de ser un taller de oficios. Con los años la sede de la asociación y de la oficina de gestión y apoyo a los grupos fue remodelándose y amueblándose hasta el actual resultado. En ese ámbito esta es también la época de la aparición de personal profesional estable al servicio de la gestión necesaria dado el volumen alcanzado. En ASDE algunos antiguos Scouters y Scouts, que cumplen los requisitos técnicos necesarios para ello, cubren las primeras plazas contratadas para estas cuestiones. Juan de la Mano en la Escuela Insignia de Madera, Susana y luego Isabel en temas administrativos,.. (en realidad Mercedes Gonzalez López ya había hecho labores técnicas remuneradas en la oficina asociativa durante seis meses entre el 88 y el 89 gracias a una subvención de empleo juvenil). Al final de los 90 llegaría Eva Calle a ocupar un puesto de nueva creación en la gerencia asociativa (Y luego Rocío García, Randy..) Aparece por entonces una fórmula de financiación para las asociaciones promovida por la Dirección general de Deportes y Juventud: la gestión de bases de acampada como hospitaleros en el Camino de Santiago, a la que se apuntarán tanto MSC como ASDE. La primera llevará durante muchos años la Base de acampada de Villafranca y Montes de Oca con un programa de voluntariado que da grandes resultados. La segunda gestionará la de Hospital de Órbigo. Con esta iniciativa la Junta de Castilla y León conseguía tener abiertas, sobre todo en año santo Jacobeo, estas instalaciones para dar atención a los peregrinos y se aseguraba de una alta calidad en la atención por el alto grafo de formación y motivación de los voluntarios, amén de un importante ahorro en los costes al no tratarse de empresas privadas. Se apuntaba el tanto por otro lado, del apoyo a las entidades sociales y a las asociaciones juveniles. Por su parte los dos principales representantes del escultismo en Valladolid (Y Castilla y León) se ganaban la confianza de la administración regional asumiendo este reto y superándolo con creces en cuanto a calidad de los resultados sobre las expectativas existentes, e ingresaban unas cantidades económicas que contribuían a sus presupuestos anuales de manera relevante. Las fórmulas fueron diversas según los años y la entidad.

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Esta década ve los primeros castores en Valladolid. El grupo San Jorge, con Scouters como Nuria San José, Javier Zaloña y Pilar Calonge y el apoyo de Rovers de Servicio como Jose Ramón Espeso, se atreven con la aventura de montar la primera colonia, para lo que se documentan detalladamente en lo metodológico antes de abrir la inscripción a nadie de esa edad. Algunos nombre de castores de aquella primera Colonia son los de Ángel y su Hermano Juan Fabio, Elvira.. En 1999 se celebrará en Chile el Jamboree Internacional. Scouts vallisoletanos de ambas entidades acudirán formando parte de sus respectivos contingentes y vivirán una de las más intensas experiencias Scouts de la historia del escultismo vallisoletano. David Herencias, del grupo scout “Impeesa”, liderará el grupo que formará ASDE para ello. Luego en el 2000 iría también encabezando el contingente castellanoleonés de ASDE a la Moot de Méjico. La Escuela de Tiempo Libre “Insignia de Madera” de ASDE implanta por entonces una nueva visión de la formación de los Scouters sobre la base del reconocimiento de la experiencia como elemento complementario a la formación clásica o presencial. Luis Manuel González Renedo, el creador del que se llamaría “Sistema Modular de Formación” hace de esta forma una nueva aportación de gran calidad con la contribución del resto del claustro a su idea. Por entonces se vuelve a editar, publicar y distribuir desde la sede de ASDE en Valladolid la revista “Tirolina”,

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con lo que se recupera una antigua publicación Scout de esta entidad. Dirigieron aquellos números sucesivamente Randy, Chelo Digón.. A mediados de esa década, como dijimos, había llegado a la dirección federal de ASDE a nivel nacional un nuevo Equipo con un proyecto ilusionante. Encabezados por Antonio Llorente y con la participación del vallisoletano Julio del Valle llevaron a cabo su programa “ANDROMEDA” hacia una nueva concepción del escultismo más actual y adaptada a los tiempos. En los grupos de Valladolid el nuevo sistema de programas del 90 y luego el del 98 (concreción y mejora del anterior) se iba implantando lentamente. Su nueva filosofía tenía un alto componente psicopedagógico y los Scouters se sintieron (para lo bueno y para lo malo) educadores y se habla con fuerza de “Voluntariado educativo”. Aquel sistema exigía un gran cambio de mentalidad y de formas, y el rechazo al cambio (en este ámbito también) hizo de las suyas, por lo que no todos los grupos scouts de ASDE en Valladolid se adaptaron a la misma velocidad. Aquellas nuevas ideas sobre evitar premiar con las insignias o usar la promesa como incentivo, empezar desde el principio usando la de cada etapa de progresión, los nuevos términos a usar (ámbitos, etapas, secciones..).. tuvieron en Valladolid grandes defensores y detractores. El nuevo rol del Scouter exigía mayor dedicación, implicación en trámites, visión de planificación previa de la educación, etc. Los que menos a gusto se sentían con el sistema lo acusaban de excesivamente técnico (de moverse en un plano excesivamente teórico en comparación con los sistemas anteriores, de esconder tras la excusa de la libertad para la adaptación una falta de concreción, excesivo esfuerzo en documentación de procesos educativos con la confección de programas educativos de asociación, grupo, proyecto educativo de grupo, programa anual de grupo y de sección, etc., etc.) y de tendente a la profesionalización dado el nivel que exigía del Scouter en todos los frentes. Algunos de estos aspectos se tratarían de corregir en la “segunda edición” que fue la adaptación del sistema del 90 que se hizo en el 98. La palabra “Programación educativa” se repite y convierte en clave. Cada grupo se dota de una personalidad propia y se reconoce esta diversidad con los “Proyectos Educativos de Grupo” en los que cada uno se definirá y recogerá su carácter diferencial convirtiéndose en oficial lo que hasta entonces era oficioso (grupos de barrio, confesionales, medioambientales, con mayor implicación social, con perfil más pedagógico,, etc.) La década en los grupos scouts de Valladolid. Algunos datos. “San Jorge 103”: A finales de la ronda anterior (89/90) el Consejo de grupo se había reducido de manera alarmante. Varias fueron las soluciones que se sugirieron y aunque inicialmente no contó con el apoyo de algunos scouters como Rubén Aragón, terminó ganando la propuesta de tantear a varios “antiguos” para su retorno al grupo en calidad de scouters. La idea fue de Ríos y se hablaba de gente como Simón, David, Rodrigo y Randy. Aquello marcó lo que hasta el propio y reticente Rubén calificó luego 174


como una de las mejores épocas del grupo. Ese año de 1990 la dirección del Colegio la Salle, que les había dado cobijo durante los últimos 16 años les comunicó que iba a dejar de hacerlo y que debían retirar los materiales que tenían almacenados allí y abandonar las bases. Se acordó que a la vuelta del Campamento de Quintanar de la Sierra ya no llevarían sus cosas al Colegio por lo que habían de buscar otro almacén y otra base. Fue un momento muy triste para el grupo, sus Scouts y Scouters. Las cuestiones sentimentales lógicamente vinculadas a tan larga duración en esos mismos locales se mezclaban con la lógica incertidumbre de cara al futuro. No obstante debió primar el agradecimiento a una institución como la de los hermanos de las escuelas cristianas del Colegio, que durante más de quince años había estado completamente unida al escultismo de San Jorge y había sido su cantera con mayúsculas. Desde esa ronda el grupo trasladó sus actividades al Centro Cívico del Puente Colgante hoy ya desaparecido (de ahí a los pocos años -1995- también les pidieron que lo dejaran para construir en el solar el actual edificio de la Federación de municipios y provincias). Durante varias rondas las reuniones y actividades se estuvieron llevando a cabo en precario. Durante ese periodo los Scouters del grupo, encabezados por Simón, y con la ayuda de algunos Rovers como Mario, Miki, Jota, José Luis... estuvieron acondicionando una bodega que cedió temporalmente el padre de Simón para este fin en un bajo de la calle Panaderos. En 1996, cuando ya estaba acondicionada allá se fueron la Unidad Esculta y los Rovers mientras que con los lobatos y los troperos se trabajaba en el cercano Centro Cívico del campillo. En 1998 conseguirían un alquiler en la calle estación casi haciendo esquina con Labradores, donde siguen hasta hoy, 15 años después. Esta es la época de las colaboraciones con UNICEF (mesas petitorias en la calle Mantería y a la entrada del Corte Inglés, etc..) Algunos nombres de personas a las que hará ilusión verse mencionados aparte de los ya citados son los de Juan Antonio Ríos, Juan Casado (quien salvo prueba en contra será el primer Nudo Gilwell del grupo con el permiso de Alejandro Abón y Javier Romano que acabaron la etapa pero de los que no se tiene constancia de que se les fuera impuesto el distintivo de servicio y nivel de formación), Jose Ramón Espeso, que fuera tras más de 20 años de historia del grupo, el primer Insignia de Madera de la historia del “San Jorge 103” (si consideramos que Luisma la obtiene ya en Manitoba y que –Carlos Vaquero –Hathi-, primer scouter de San Jorge en formarse en el sistema Gilwell, no llegó a obtenerla en los años 70.), Rubén Aragón, Maria José Y Daniel Andrés, Eva Rubio, Julián, Alberto Fernández, Toño del Rey y sus hermanas Mari Carmen y Marina, Oscar Alonso, Enrique Díaz Carbajo, Rodrigo y David Colmenares, Miguel Ángel Tola, .. Los campamentos de San Jorge de esa década fueron a Quintanar en el 90 repitiendo el del año anterior, Cármenes en León en el 91, Lebeña (Cantabria) en el 92,

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Montuerto en el 93, de nuevo Cármenes en el 94, Fuenteaguinaldo en el 95, Riofrío 96, Quintanabaldo (Burgos) en 1997, Salinas de Pisuerga en el 98 y Manzaneda en el 99. En 1995 el grupo celebró sus primeros 25 años de existencia con varias actividades.

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El Norte de Castilla. Lunes, 3 de Abril de 1995

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“Ácrux”: Empieza la década en sus locales del círculo Campestre en el Pinar de Antequera, tras la escisión de la ronda 89/90 (recordemos que durante algún tiempo se dio la paradójica situación de haber dos grupos con el mismo nombre y pañoleta pero distintas asociaciones –Uno en ASDE y otro en SBP en sus antiguos locales del Colegio San Agustín, que en el 92 pasaría definitivamente a ASDE cambiando de nombre a “Cruz del Sur”-). Algunos nombres a recordar en aquella época en el grupo son los de Jose Javier Lechuga Rueda, Fernando Pino, etc. Durante estos años fueron de campamentos a Cardaño de Arriba (Palencia) en el 89 ya como “Ácrux” en el Círculo Campestre, Abejar en 1990, Manzaneda (León) en el 91, Gistain (92), Lois (93), San Felices de los Gallegos (94), Ríolago (95), de nuevo San Felices al año siguiente, Ribón en el 98 y Quintanabaldo para acabar la década en el 99. “Íberos”: Mientras tanto el grupo de Maristas “La Inmaculada” con el Hermano Raimundo a la cabeza como su fundador, el hermano Jovino, Patricia Miranda (Pady) su familia, María Errasti, que tristemente nos dejara, y otros muchos .. llevaba en esos años sus campamentos a cabo en Oseja (90), Puenteasnil (91), Gobezanes (92), Carmenes (93), Puentedey (94), Verdiago (95), Tolibia (96), Cades (97), Caleao (98), y Villayandre en el 99. Por su parte “El Pilar” entre las rondas 1989-93 ha cambiado profundamente. La renovación más relevante tuvo lugar cuando Carlos de Miguel tomó las riendas y el Kraal como conjunto empezó a plantearse objetivos, formación sistemática, contenido pedagógico de las actividades, etc. En 1992 se apuesta de lleno por el trabajo serio en un campo tan apasionante como el de la integración. Dos años después el grupo celebró su 20 aniversario con el “Scoutival” (Vº Festival de la Canción Scout de CyL) como actividad cumbre. Finalizará le década con hitos como la creación de su propia página web, en el 98 y las actividades que cierran el periodo con los actos de conmemoración del 25 aniversario al año siguiente (encuentro con los antiguos miembros, visita del alcalde la ciudad, fotográfica histórica, gran fiesta de cumpleaños, proyección de cine “Scine”, excursión a Tejeriza, etc...) Los lugares y ambientaciones de sus campamentos fueron en este periodo: Campamento La Mata. Navaleno. (Soria) en el 90, Chinefraguas. Asturianos. (Zamora) en el 91, Campamento Natural. Rabanera del Pinal.(Burgos) en el 92, Campamento Gaia. Rabanera del Pinar.(Burgos) 93, Campamento Isla. El Payo. (Salamanca) 94, Campamento Robinson. (95), Campamento Habitat. Villavés (Burgos)-96-, Campamento Juglaría. Villamiel de la Sierra (Burgos) -97-, Campamento Fagus. Lanchares (Cantabria) -98-, y Campamento Legado. Regumiel de la Sierra (Burgos) en el 99.

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El grupo scout “Pisuerga” denomina a esta época la de la estabilidad en su cronología por lograrse en ella el asentamiento en actividades y número. Destaca la participación de su Clan Rover en la Rover Moot de 1993.

Después de la etapa como coordinador de grupo de Richi (Ricardo Sainz Marinas), en la que la actividad más reseñable fue el Descenso del Canal de Castilla (que tuvo mucha repercusión en los medios de comunicación local y regional), llegó en la ronda 90-91 a la jefatura de grupo la figura de Tomas Briongos, un joven hermano Marista que imprimirá personalidad propia al grupo desde la perfecta comprensión del método y del alcance del escultismo y su potencialidad como movimiento educativo. Estará en sus funciones de coordinador hasta la ronda 1996-1997. Durante estas rondas el Grupo experimentó un repunte en el número de miembros como hacía tiempo, rondando los 200, fueron años de expansión y de apreturas en sus bases, que no estaban todavía preparadas para albergar tal número de Scouts. Esta situación se mantuvo unas pocas rondas, disminuyendo y estabilizándose su número posteriormente. En 1997 algunos miembros del Grupo se atreven con la aventura de crear otro: el GS “Laguna”. La vinculación entre ambos será sumamente estrecha y compartirán durante varios veranos los campamentos de verano hasta su despegar definitivo. En las rondas 1997-1998 y 1998-1999 el coordinador de Grupo fue Raúl Clavero, que dejó el cargo al ser elegido Presidente de ASDE-Exploradores de Castilla y León. Esta fase se caracteriza por iniciar una de gran implicación y compromiso de este Consejo de grupo con su estructura asociativa y federal. Así es de destacar la presencia cada vez mayor de miembros del grupo en los órganos de decisión a nivel Regional, y también Federal, en la persona de Julio del Valle que en 2006 será elegido Presidente 179


Scout Federal. Acaba la década con Alfonso Vera al frente de la Coordinación de grupo en la ronda 99-2000. Los campamentos y ambientaciones de “Pisuerga” en estos años son en Carmenes (León) “Camelot” -90-, Sta. María de Redondo (Palencia) –Hobbits- 91, Igueña, Colinas del Campo de Martín Moro (León) “La Galia” 92, Cardaño (Palencia) 93, Almuzara (León) 94, La Carrera (Ávila) 95, Cremenes (León) 96, Quintanabaldo (Burgos) 97, Castrocontrigo (León) 98 y Riaño (León) “La Atlántida” 99. “San Juan de la Cruz” (Medina del Campo) tuvo como Coordinadores de grupo durante este periodo a Cristóbal Ordóñez Alonso en las rondas 89/90, 91/92, Juan M. Sahornil en la ronda 92/93, Jaime de León en la 93/94, Oscar López Rogado desde el 94 al 96, Jose M. Ordoñez durante la ronda siguiente y David Alonso desde el 99 hasta acabar la década. Hicieron sus campamentos así mismo en el 90 en Antrialgo (Asturias), en el 91 en Torrestio (León), en Hoyos del Espino (Ávila) en el 92, Candelario (Salamanca) al año siguiente, Valdelugueros (León) en el 94, Ribón en 1995, Quintanabaldo en el año 1996, Argüebanes en el 97, Vinuesa (Soria) en 1998 y Nocedo de Curueño (León) para acabar el decenio. Además tuvieron sus locales durante la ronda 98/99 en una casa baja de la Calle Isabel la Católica, ronda en la que también abrieron la sección de castores en el grupo. Son algunos nombres a destacar en esa época del grupo los de Ulpi Baz, Laura Santana, Miguel Angel, Fuente Milán (Lechero), David Zapatero, Carlos Rapado, Oscar López, Miguel Ángel Coria, Jorge González (pincha), José Manuel Ordóñez, Gloria González, yoyo, Fernando Casado, Susana Sahornil, Jerónimo Alonso, David Alonso, Mafalda Herrero, Oscar Magro, Cristina Sparrels, Carolina, Sara Badallo, Elena Castañeda, Eva y Ana Lamua, Javier Dominguez, Jesus Enrique, Borja, Sergio, Javi, Jorge Alonso.. El G.S. “Impeesa” atraviesa en esos años un pequeño bache. El final del campamento de verano de 1991, por ejemplo, estuvo a punto de volver a provocar un nuevo cierre. Pero también hubo grandes momentos como el ver listados a más de 100 personas a mediados de la década. En esta fase el grupo se atrevió a participar en su primer Festival de la Canción e incluso a organizar uno. Otros momentos sin embargo fueron especialmente dolorosos, como la Ronda Solar 1994-95, en la que otros tres antiguos miembros del Grupo (Paquito, Mamen y Jose) perdieron la vida en distintos momentos. En “Impeesa” siempre habían tenido la pequeña espinita de no haber podido tener su propio Colonia de Castores. Se hizo un intento entre 1997 y 1998, en lo que se llamó la Colonia Pluma, pero el escaso número de niños hizo que el proyecto no

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fructificase, y el número demasiado ajustado de scouters, que ha habido desde entonces, hizo que no se pudiese volver a intentar montar una. El grupo es coordinado en los 90 por Javier Tejerina (ronda 89/90), Agustín Quirós del 90 al 92, Miguel Delgado de nuevo del 92 al 96, José David Herencias del 96 al 98, y otra vez Miguel Delgado en la ronda 98/99. El grupo cambia de locales a unos en la calle Depósito (compartidos con la asociación juvenil “El Cántaro” de JOC-E). Más tarde se irán a un local en la calle Aurora (compartido con la Asociación de Vecinos Reina Juana) y finalmente desarrollarán sus actividades en el Centro Cívico Juan de Austria. Durante esta década hacen sus campamentos en Vinuesa (Soria) en 1990, Ura (Burgos) en el 91, Sagallos (Zamora) 1992, Moradillo del Castillo (Burgos) en 1993, El Payo (Salamanca) 94, Igüeña (León) 95, Brizuela (Burgos) 96, Torneros de la Valdería (León) 97, Chanos (Zamora) en 1998 y Mijares (Ávila en el 1999) Con el fin de los 80 y llegada de los 90 desaparecen grupos como “San Andrés” y “Aitana”. Otros que todavía existen a principios de los 90 cerrarán sin embargo pronto sus puertas. Es el caso de “Edelweis:” en Medina del Campo, que todavía existe en el 93 (hace campamento conjunto con El Pilar) pero ese año ya desaparece. Era Juanra responsable en el grupo en ese momento. También es el caso del grupo “Torozos” que así mismo cerrará en ese año. Jairo del Caro Ortega estuvo en el grupo hasta Rutas. El animador del clan se llamaba Jesús Paniagua. Tres cuartos de lo mismo pasará con “Don Bosco” de ASDE, en Pajarillos, que también se extinguirá a lo largo de los 90 tras un curioso periplo pues cerraría en 1992, para reaparecer en 1997 adscrito a MSC. No obstante duró poco pues los salesianos tienen mucha oferta distinta y no pueden atender a toda (Grupos Arco Iris, Juventud Aleste..) Por entonces “Manitoba” ha cambiado de “Jefe de Grupo” en la ronda 89/90 cuando se ha hecho cargo de esta jefatura Ignacio López quien también sería intendente en el campamento “Nojoé90” en Moradillo del Castillo (Burgos) con José Luis, Enrique, Blanca y Cintia en la manada, María López, Katy y Fede en tropa y Nacho, Javi Arias, David, Ángel y Carlos en escultas. Fue el campamento de verano en que Moncho volvió a atacar con el tema “Mi vida cambió” y la ronda del retorno a la vida asociativa de este grupo. Al año siguiente (ronda 90/91) José Luis Martín Esteban se hizo cargo de la Coordinación de grupo relevando a Ignacio. La manada fue a Peñafiel de acampada de Navidad y el grupo entero a Luanco en Asturias en Semana Santa y a Torneros de la Valdería en verano. Fue aquel el campamento “Chinosoco”. En el que se hizo la broma de “El señor de la Valdería”. Fueron de intendentes María y Blanca (con el apoyo de José Luis) y con las secciones Blanca y Javi Arias, Cintia Martín y Carlos Nieto en manada, Nacho Guerra, María López y Olga Tresierra en tropa y formando un trío que sería mítico Enrique Tresierra, José Luis y Chelo. 181


La ronda 91/92 sería para “Manitoba” la del regreso de la tribu al grupo. 5 valientes ingresaron tras pasar las pruebas de totemnización. En la acampada de Navidad que hizo el grupo a Quintanar de la Sierra en Burgos nació el “Scolti tu”. Seguía en la jefatura de grupo José Luis. Aquel año el grupo fue de campamento de verano a Pardavé de nuevo, con Ignacio de intendente y Javier Arias, Olga Tresierra y Carlos Nieto con la manada, Nacho Guerra, María López Consuelo y Matín en tropa, José Luis y Chelo en escultas y, por primera vez en muchos años, dos scouters con el Clan: Enrique y Blanca. En aquel campamento se invitó a mucha gente pues se celebró el “día de los antiguos miembros” que fue un éxito. En la ronda siguiente los rovers fueron a Candelario (Salamanca) en Navidad y luego todos en verano a Muelas de los Caballeros. Fue una ronda en que los rovers apenas funcionaron pues eran muy pocos. Ese año las jefaturas se repartieron de manera que con los lobatos estaba Cristina Zúñiga, Javier Arias, Raquel Martín y carlos Nieto, con tropa David, Ángel, María López Consuelo y Matín, con escultas siguieron Chelo y José Luis y con Rovers Enrique y Nacho Guerra. El campamento de verano se llamó “Grajoxunta”. Como intendentes fueron Nino (rover) y Cuca. Por primera vez ayudaron en tareas de educación dos alumnas en prácticas ajenas al grupo en manada y tropa respectivamente. Al año siguiente en Navidad la manada fue a Villavaquerín (Valladolid) y los Rovers a Revilla de Pomar (León). Luego en Semana Santa fueron a Huerta del rey (Burgos) El campamento “Popobelos” en verano se llevó a cabo en Espanillo (León-94). Nino y Ángel se encargaron de la intendencia. Los rovers llevaron las bicicletas. Ricardo recibió la “hostia mahon” como premio a su destreza. Los jefes montaron dos “tertulias”. Ese año se habían repartido las secciones con Raquel, Nino, Julia y Cristina en manada, David y Javi Arias en tropa, Nacho Guerra, Edu (Ruso) y Carlos Nieto en escultas y José Luis y Chelo en el Clan. La ronda 94/95 fue la del cambio en la Coordinación de grupo para Manitoba. A José Luis le sustituyó David Guerra. Fueron en Navidad a Alaejos (Valladolid) los lobatios, y luego todos a Tábara (Zamora) en Semana Santa. En verano Nacho Guerra lleva la intendencia en el campamento “Pintxomin” en Cernadilla (Zamora). Ese fue el campamento de la torre que los escultas montaron, y la de la mesa giratoria, el horno y el frigorífico de los rovers. El campamento en que se empezó a gestar el “Klan Pollo” (Clan de apoyo) y el del incendio del último día de campamento o el accidente de María en el Montaje. Habían llevado las secciones esa ronda María y Julia en lobatos, David y Ángel en tropa, Javi Arias, Edu (Ruso) y Carlos Nieto en escultas y José Luis y Chelo en rovers. En el curso 95/96 Raquel Martín se convirtió en Jefa de grupo, manada y tropa fueron a Brañosera (Palencia) en Navidad y todos a Sotillo del Rincón (Soria) en Semana Santa. El campamento “Manolo’96” se desarrolló en Torneros de la Valdería (León) y Carlos Nieto y Javi Arias fueron los intendentes. Destacó la participación de Niro y Mariano que fueron a dar talleres e hicieron coger insectos a todas las secciones para sus bicharios. Los rovers hicieron un guiñol y actuaron en varios pueblos de los alrededores. María Marroyo, Ricardo Andrés y Jorge Rivilla 182


fueron ese año los viejos lobos, Raquel, Dani Romo y Javi Nieto se encargaron de la tropa, Julia Abad, José Marroyo y Diego Sánchez lo propio con escultas Y Nacho Guerra, Cristina Zúñiga y Ángel fueron scouters de rovers. La acampada de inicio de la ronda siguiente fue en Valdestillas. La manada fue en Navidad a Vallejo de Orbó, la Tropa a Matamorisca y la Unidad esculta a Vergaño, en Palencia ambos. Los rovers fueron a San Emiliano (León). En Semana Santa fueron a Candelario (Salamanca). Fueron los jefes de las distintas secciones: Ricardo Andrés, Jorge Rivilla, Patricia Martín y Ana Quindos, en tropa estaban Dani Romo, Javi Nieto, Dani Nieto, María Marroyo y Ángel Torres. Los scouters de escultas fueron Diego Sánchez y Jorge Marroyo con el apoyo de julia Abad, y en el Clan Raquel Martín y Jorge Marroyo se vieron ayudados por David Guerra. El campamento de verano se llamó “Vamostodos´97” y se celebró en Muelas de los Caballeros con David Guerra y Ángel Torres como intendentes. Dos chicas hicieron allí sus prácticas del título de monitor de tiempo libre: Sonia y Bea. Diego es nombrado coordinador de grupo en la ronda 97/98. Esa fue la ronda en la que el grupo abrió su página web en internet. En la acampada de inicio de ronda en Cubillas fue difícil dormir para todos, acamparon con ellos unos "scouts" muy raros con un equipo de música muy potente y unas extrañas pañoletas. Hicieron su festival en los locales que les cedió Acción Católica y se fueron de acampada de Navidad a Vallejo de Orbó (Palencia) los lobatos y troperos, a Gama (Palencia) Los escultas y a Duruelo (Soria) los rovers. La acampada de Semana Santa fueron a la nieve a Navarredonda de Gredos. Ese año los escultas hicieron el descenso del canal de Castilla y los rovers fueron a Picos de Europa con el dinero que habían sacado limpiando la oficina de la asociación. El campamento de verano “Campamento nº1” en El Payo (Salamanca) salió muy bien, excepto por algunas "tiranteces" con chicos del pueblo, que les rompieron las letrinas, pincharon una rueda, rayaron el coche, cambiaron las señales del campamento, etc. Fueron de intendentes Dani Romo y el mismo Diego. Durante esa ronda habían sido scouters en cada sección: Jorge Rivilla, Ana Quindós, Mario Andrés y Patricia Martín en manada, Dabi Romo, Dani Nieto, Jorge Marroyo y Rosalía Pidre en tropa, Diego Sánchez principalmente (apoyado por Raquel Martín y Ángel Torres) en escultas y maría Marroyo y Ricardo Andrés en Clan. En la ronda 98/99 el grupo se dispuso a celebrar su 25 aniversario y lo hizo con una exposición en los locales y con unas camisetas conmemorativas para cuyo diseño se eligió el dibujo mediante un concurso. Aquel año se cambió el logo del grupo y salió el primer número de la revista del grupo "El unicornio ". La acampada de Inicio fue en Viana de cega el festival repitió en Acción Católica, así como Vallejo de Orbó como destino para la acampada de Navidad de tropa y manada, mientras los escultas iban a Vergaño y los rovers a Gama. En Semana Santa fueron a Sotillo del Rincón en Soria. El Campamento de verano se llamó “Las murallas de Jericó” y fue en Becedas (Ávila). Allí hubo varios sucedidos de los que son destacables la Broma del panadero y el robo de galletas al campamento vecino. Fueron los scouters que componían el consejo de grupo Ana Quindos, Mario Andrés, Miguel Pérez Moneo,y María Bermejo en lobatos, Dani Nieto, Jorge Marroyo, Rosalía Pidre, Mario Romo y Miguel en tropa, Jorge Rivilla, Ricardo Andrés y Dani Romo en escultas Y Diego Sánchez y María Marroyo en clan. 183


Acaba la década con la ronda 1999/2000 en la que Ricardo Andrés es elegido coordinador de grupo. Nuevo festival en acción católica y acampada de >Navidad para rovers en San Emiliano (León). Esa ronda el grupo abre su colonía de castores por primera vez. De ella se hacen cargo Diego, María, Elena y Ana. Son viejos lobos Laura, Miguel, María y María, scouters de tropa Mario, Dani, Rosalía, Miguel y Astrid, en escultas Pablo, Gemma y Jorge y en clan Ricardo y Dani Romo. El campamento de verano fue el de “Las termas de San Paulinoslinos” en Boñar (León) y en el los rovers hicieron rafting y la tropa cruzó el embalse a nado.

Simultáneamente otros grupos como “Amaranto”, “La Victoria” o “Altaír” seguirán poniendo en práctica un escultismo de calidad en Valladolid. Y a todos ellos se unirán los que vayan surgiendo que serán otros tantos. “Cruz del Sur” da comienzo a su nueva andadura con este nombre en 1992 tras los acontecimientos que ya hemos comentado con anterioridad. En la ronda 89/90 “Ácrux” se escinde saliendo del Colegio San Agustín y se sale de SBP para ingresar en ASDE. Lo que queda en este centro al principio no tiene fuerza suficiente para ser por si mismo un grupo pero en breve revive. Se da la paradoja de que hay dos “Ácrux” con el mismo nombre y pañoleta -Uno en ASDE en el Círculo Campestre y otro en San Agustín de SBP-. Hasta que en el 92 el de San Agustín decide su ingreso en ASDE y abandono del SBP –ya era el último grupo que quedaba en Castilla y León de esta asociación- pero no se le permite, como es lógico, usar el mismo nombre y colores que uno ya existente, por lo que se cambia a “Cruz del Sur” y elige como nueva pañoleta la actual negra y roja (con doble ribete) a imagen y semejanza de su grupo de referencia en los agustinos de Madrid. Se le da el número 532. La figura central de ese periodo es Jose Luis Garayoa, un Agustino que dirigirá el grupo hasta que su vocación le lleve a Sierra Leona donde trabajará en misiones hasta la actualidad. José Luis deja un poso en todos los que le conocen, de religioso comprometido antes con los débiles que con ninguna otra cosa, transmitiendo siempre una imagen cálida y fraterna, de buena persona con mayúsculas. Quienes le tratan saben lo cerca que han estado de un cristiano coherente y vividor de su fe, que ha dado energía para vivir la suya propia o descubrirla en otros muchos. Uno de esos católicos que aun formando parte de la estructura eclesiástica hace sentir a todos el verdadero sentido del mensaje de Jesús. Un hombre, al fin, que merece la pena haber conocido y de cuyo paso por el escultismo vallisoletano debemos estar especialmente orgullosos.

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Los principales hitos de la historia del “Cruz del Sur” desde la creación del grupo por la escisión son: En primer lugar el esfuerzo enorme que los mayores del grupo (que tenían 15 años en ese momento) junto con los dos únicos scouters que quedaron, hicieron para sacar el grupo adelante. La llegada de Jose Luis Garayoa, en la ronda del 91/92, que venía con espíritu renovador es el segundo. El grupo deja de pertenecer a la Asociación SBP y se integra en ASDE con un nuevo nombre. Tras un año de prueba, se produce el ingreso definitivo del grupo con el número 532. La ronda 92/93 es la primera en la que “Cruz del Sur” se presenta a un festival scout de la canción quedando en primer puesto en el festival Regional de Miranda de

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Ebro (Burgos) y repitiendo primer puesto en el Nacional de Tarragona con la canción “Promesas de Algodón”. Al año siguiente tras 5 años se vuelve a crear el Clan de Rovers y por primera vez se abre la Colonia de Castores (Nipawa). Ese año el grupo, en su calidad de ganador del del año anterior, se encarga de organizar el festival regional en el que de nuevo gana el primer puesto con la canción “Chispas…la Flor de Lis”, canción que representará más tarde a Castilla y León en el Festival Federal de Gijón y que volverá a llevarse el primer puesto nacional por segundo año consecutivo. En la ronda 94/95 el campamento de verano se celebra en Caleao (Asturias). Tras 7 años se vuelve a realizar una totemización y la tribu Iroquesa se amplía. Durante el curso 97/98 José Luis Garayoa deja el grupo para irse a desarrollar su auténtica vocación como misionero a Sierra Leona. Tras pocas semanas de su marcha los medios de comunicación hacen que a todos los Scouts vallisoletanos que le conocemos nos dé un vuelco al corazón; José Luis había sido secuestrado por tribus rebeldes. Afortunadamente, es liberado semanas después. Se conoce la noticia de su liberación mientras el grupo realiza una actividad en “San Pablo” en solidaridad con su antiguo coordinador en compañía de todos sus familiares. Para darle el relevo al frente del grupo llega Ángel María Ríos. Durante estos años los campamentos de verano de “Cruz del Sur” se realizan en Tábara (Zamora 90), El Payo (Salamanca-91), Boñar (León-92), Ruenes (Asturias-93), Salinas de Pisuerga (Palencia-94), Caleao (Asturias) 95, Santa Cruz del Valle Urbión (Burgos) 96, Moraña (Pontevedra) 97, Caleao (Asturias) de nuevo en el 98 y Sotoserrano (Salamanca) en el 99.

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Son algunos nombres de históricos de esa época que merecen ser recordados los de Paco, Carmelo, Mariano y Mariví, Toño, Chimeno, José Manuel Berruete.. y por supuesto los ya citados José Luis Garayoa y Ángel María Ríos. Más tarde vendrían nombres míticos como el de Elena Rodríguez Saez o luego Xurry (Oscar Aguilar), Carlón, Negro, Cristina, Moro.. En 1990 aparece “Besana” en La Rondilla, que pronto se trasladará a los locales que hasta ese momento ocupara el grupo scout “San Nicolás”, en la parroquia de ese nombre, que cierra. También nace a comienzos de la década (concretamente en 1992) el grupo scout “Parquesol” que tiene sus locales en el comienzo del paseo de los Almendros en la cuesta frente a la carretera Salamanca al arrancar la subida hacia el barrio. Algunos valientes antiguos Scouters de “San Jorge 103” como Mario Fernandez o Goyo intentan en 1995 crear un grupo que tendrá corto recorrido en “Santovenia”. En 1996 nace el grupo scout “Laguna” en esta localidad.

La historia del Grupo Scout Laguna 589 es la historia de un reto, de una ilusión y de la fuerza de la motivación compartida. La historia de una idea que surge una mañana del otoño de 1996 en un bar que ya no existe en el que se juntaron dos jóvenes scouters del Grupo Scout Pisuerga 92 en vez de estar en clase, como debería 187


ser a esas horas. A partir de ahí la idea fue tomando forma y el proyecto se fue plasmando en documentos, reuniones, personas, esfuerzos y acciones concretas. Con la idea clara de que el crecimiento demográfico de aquellos años hacía de Laguna de Duero el lugar ideal en Valladolid para formar un Grupo Scout, y la ventaja de contar con scouters sobre el terreno ya que Luis Fernando Grande Clavero vivía en Laguna e impartía clases de inglés en una academia, lo que garantizaba el contacto con la administración y con las familias y chavales, en 1997 comenzó la andadura en este municipio. El apoyo y la presencia del Grupo Scout Pisuerga 92 en este proceso fue clave, no sólo porque la mayor parte de las personas que iniciaron el proyecto fueron scouters del GSP sino también por el apoyo humano, logístico y material que aportó durante los cinco primeros años de existencia, visible en acampadas y campamentos conjuntos y préstamos de material fundamentalmente, básicos por otra parte para un grupo que partía de cero. Los cuatro primeros años de la historia del GSL no obstante no están exentos de sinsabores, de momentos duros en los que en más de una ocasión a punto se estuvo de tirar la toalla. A la poca permanencia en el grupo de muchos scouters, por razones comprensibles como los estudios o las responsabilidades laborales, se unía el hecho de que el número de miembros no terminaba de despegar, lo cual dificultaba enormemente afrontar retos que conllevaran una cierta dimensión económica. Oficialmente, en relación con la posterior creación del Grupo Scout Laguna, la primera vez que dentro de un Consejo de Grupo del Grupo Scout Pisuerga (GSP) se plantea la posibilidad de fundar un nuevo grupo scout se remonta a los inicios de la Ronda Solar 1995/96. De hecho el GSP tenía ya experiencia en estos asuntos, si bien es cierto que esta experiencia era, cuándo menos, remota. A decir verdad pocos eran los miembros del Consejo que pudieran recordar una experiencia de este tipo y con toda seguridad podemos decir que ninguno de ellos la había seguido de cerca dada su corta edad cuando tuvo lugar. No sólo se tanteó esta posibilidad dentro del Consejo de Grupo. En el seno del Clan de Rovers Araucana, ante los evidentes problemas de acceso de los rovers en tercera etapa de progresión al Consejo de Grupo, en el plazo de uno o dos años, Francisco Victorino Muñoz (Paco), como scouter de rovers en ese momento trasmitía esta idea. El escultismo no tenía por qué acabar en el propio grupo sino que podía proyectarse con fuerza a la lejana posibilidad de crear un nuevo grupo scout. Sin embargo tuvo que transcurrir un año aproximadamente para que volviera a oírse hablar con seriedad del tema. Un segundo hito en este proceso lo encontramos entre Septiembre de 1996 y Noviembre del mismo año. El anunciado problema de la sección rover se mostró con toda su crudeza: tres miembros del grupo, una vez terminada su etapa de progresión scout, tuvieron que abandonar el grupo sin pasar a formar parte del equipo de 188


scouters. Pues bien, esta situación dio lugar a que se desempolvara con fuerza la idea de fundar un nuevo Grupo Scout. De hecho en el plazo de un mes escaso, ahora con la participación activa de algún nuevo scouter, por lo tanto recién salido del Clan, esta idea recibió un nuevo y definitivo empujón. Así, en el mes de Noviembre de 1996, fue expuesta en el Consejo de Grupo del Grupo Scout Pisuerga una propuesta por parte de tres de sus scouters: la formación de un nuevo grupo scout. La idea no era nueva, llevaba varios años rondando en el ambiente, apuntándose como futuro proyecto a realizar. De hecho durante la Ronda Solar precedente al momento al que nos referimos, la Ronda Solar 95/96, se había aludido nuevamente con fuerza a esta posibilidad, especialmente en el seno del Clan de Rovers Araucana dados los problemas de acceso al equipo de scouters que se planteaban para algunos de estos rovers. Al mismo tiempo algunos scouters iban madurando esta posibilidad. Francisco Javier Alonso Magaz (Alarí), Rubén Hernando Martín y Jesús Manuel Martínez Trenado (Chuchi) creyeron oportuno, a principio de Ronda, mostrar su interés por llevar a cabo este proyecto. El Consejo de Grupo sensibilizado ante los problemas citados dio luz verde a la propuesta, dejando claro el apoyo explícito del GSP al proyecto en la medida de sus posibilidades. Igualmente un grupo de scouters, - Luis Fernando Grande Clavero, Luis Miguel Merino Díez, María Toquero Martín y Alfonso Vera González - mostraban su interés por participar de forma más o menos activa en la fundación del nuevo grupo scout. Esta era la primera vez que de forma decidida y clara se afrontaba la posibilidad de cambiar de aires. Aun así quedaban en el tintero varias cuestiones ¿dónde, cuándo y cómo formar el nuevo grupo?, ¿cuál sería su estructura inmediata?, ¿con qué recursos humanos contaría?. Todo ello se fue gestando en los meses posteriores a esta reunión, meses que hemos considerado que conforman la fase de aspectos preliminares. A raíz de la reunión del Consejo de Grupo a la que nos referíamos anteriormente la idea tomó cuerpo, se mostró como algo realmente posible, máxime cuando el apoyo del Consejo de Grupo del Grupo Scout Pisuerga fue explícito y contundente. Desde este preciso momento se inició un proceso de trabajo que desembocó, en octubre de 1997, en la formación del Grupo Scout Laguna, hoy miembro de ASDE - Exploradores de Castilla y León reconocido con el número 589. Asimismo desde octubre de 1997 hasta el presente el Grupo Scout Laguna ha seguido una dinámica de trabajo determinada, una evolución. Una vez fijado un mínimo grupo de trabajo interesaba responder urgentemente al primero de nuestros interrogantes. Una cosa había clara: a priori en el ámbito urbano de Valladolid se encontraba satisfecha la posible demanda tanto de grupos scouts como de otras actividades de carácter infantil y juvenil. Al mismo tiempo la ausencia de un desarrollo serio del escultismo en ámbitos rurales despertaba el

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interés de los voluntarios, que se dirigía fundamentalmente hacia dos poblaciones: Laguna de Duero y Tudela de Duero. Tudela de Duero ofrecía el atractivo de haber conocido en su momento la existencia de un grupo scout. Sin embargo la mayor proximidad geográfica y la joven estructura demográfica de Laguna de Duero inclinaron la decisión en favor de esta última. Por otra parte se tuvo especialmente en cuenta también el hecho de que en Laguna de Duero se abrían mayores expectativas a la hora de contactar con niños y familias. Esta decisión se tomó de forma consensuada por parte del equipo implicado en el proyecto durante una reunión realizada a finales de noviembre de 1997. Igualmente se aceptaba la oferta que Paco Victorino hizo al equipo en su momento, según la cual se prestaba dispuesto a entrevistarse con Jose Manuel Arribas, concejal de cultura del Excmo. Ayuntamiento de Laguna de Duero. La entrevista citada, que tuvo lugar a los pocos días, dio como resultado la citación para una segunda entrevista, a concretar la fecha, pero que en principio debería realizarse hacia los primeros meses del año 1997, en la que se debería concretar el interés y apoyo a recibir por parte del Ayuntamiento de Laguna de Duero. En aquella reunión del equipo en noviembre quedaban, no obstante, diversos asuntos por resolver, caso de la vinculación real de cada uno de los miembros del equipo al proyecto en caso de que este fructificara. De hecho la vinculación al GSP seguía aún vigente, así como la labor activa por parte de los miembros del equipo del Proyecto Laguna en las actividades de dicho grupo. Esto planteaba aún dudas sobre que determinación tomaría cada uno de ellos en el futuro. Mientras algunos optaban por una implicación directa e inmediata en la formación del nuevo grupo, otros preferían mantenerse realizando labores de apoyo que, no olvidemos, en momento tan delicado eran igualmente imprescindibles. De forma paralela a este proceso hemos de tener en cuenta el significativo momento por el que el GSP estaba pasando: la Ronda Solar 1996/97 estuvo marcada por la celebración del XXV Aniversario de dicho grupo. Ello conllevaba la ocupación del equipo de scouters en bloque en la realización de diversas actividades de carácter conmemorativo. Si a ello unimos la dedicación habitual de cada uno de los miembros del Equipo del Proyecto Laguna dentro de sus respectivas secciones del GSP tendremos una idea clara del motivo por el cual se pospuso hasta finales de Abril la reanudación de la dinámica de trabajo. Un tercer jalón clave en la dinámica de formación de GSL es el período comprendido entre los últimos días de Abril y primeros de Mayo. En este periodo se realizó un dossier dirigido al Ayuntamiento de Laguna de Duero en el que se explicaba qué era el movimiento scout, cuáles eran las pretensiones como grupo a formar, por 190


qué se había elegido Laguna de Duero y cuál era el apoyo que se solicitaba, así como los recursos básicos con los que se contaba. El 8 de Mayo hubo una reunión con Jose Manuel Arribas. El resultado de esta reunión se puede sintetizar en unas pocas palabras: la idea de la fundación de un grupo scout en Laguna de Duero no despertaba en sí misma mayor interés que el que podía despertar otro proyecto dirigido a la población infantil y juvenil; por otra parte se admitía la demanda de apoyo en lo referente a locales en los que realizar las reuniones, abriéndose la posibilidad de poder optar a ocupar alguna sala del Centro Cívico "El Cascajo", previa solicitud, así como la utilización del Salón de Plenos del Ayuntamiento para futuras reuniones con padres. En lo referente a posibles subvenciones el grupo debería inscribirse previamente como asociación en el registro de Laguna de Duero. Para posibilitar esta última medida Luis Fernando Grande Clavero optó por empadronarse en dicho municipio. Por fin se empezaba a vislumbrar el grupo como una opción de futuro; sin embargo al mismo tiempo permanecían abiertos algunos interrogantes: ¿cuál sería la relación entre el Grupo Scout Pisuerga y el futuro grupo scout de Laguna de Duero?, atendiendo al escaso número de scouters disponibles ¿qué estructura por secciones sería conveniente adoptar?, ¿de qué forma habría que adaptar las disposiciones federales de ASDE a este respecto, según las cuales un grupo ha de estar formado por un mínimo de dos secciones, teniendo que ser una de ellas obligatoriamente la sección scout? y, quizá las preguntas más apremiantes, ¿cómo y cuándo empezar a trabajar de cara a la población de Laguna de Duero?. A partir de este momento el proceso se aceleró. Por una parte se llegaba al acuerdo de formar inicialmente la sección de Manada y la sección Scout, decisión tomada basándonos en el análisis de la realidad que se hizo: las posibilidades de contactar verbalmente con familias de Laguna de Duero se centraban sobre todo en niños de edades comprendidas entre los ocho y los doce años. En este sentido fue determinante la opción de no llevar a cabo una campaña de captación en toda regla, que en caso de ser satisfactoria podría llegar a sobrepasar las posibilidades de los voluntarios. Igualmente pesó en la decisión el intentar respetar al máximo la formación y progresión de los futuros educandos, lo cual siempre ofrece mayores posibilidades de realizarse si se enfoca el trabajo desde abajo. Tomadas estas decisiones, y a la espera del inicio de la siguiente Ronda Solar, la única actividad que se vio posible realizar fue una participación limitada de niños de Laguna de Duero en el campamento de verano del GSP. Aprobada esta propuesta por este grupo se iniciaron los contactos personales con un reducido número de familias de Laguna de Duero, fijándose una reunión con ellas para el día 7 de Junio de 1997. A dicha reunión, fundamentada especialmente en el empleo de medios audiovisuales y breves explicaciones acerca de los objetivos del escultismo, acudieron aproximadamente diez familias, de las que únicamente dos optaron por enviar a sus hijos al campamento de verano. Para el resto supuso un primer contacto con el mundo 191


del escultismo. Algunas de ellas responderían meses después a un segundo llamamiento. De esta manera se consiguió que ya algún niño de Laguna de Duero hubiera participado en un campamento scout y esto potencialmente podía repercutir en una acogida más favorable al futuro grupo. El cuarto y definitivo momento se inicia a la vuelta del verano, en el mes de Septiembre. En esas fechas las prioridades se centraban en cuatro aspectos: concretar el equipo definitivo de scouters; contactar con un número mayor de niños y familias; asegurar la colaboración por parte del Ayuntamiento de Laguna en lo referente al local y delimitar el apoyo que el GSP prestaría a medio plazo al grupo por formar, teniendo siempre presente que en ningún momento el apoyo tanto material como personal ofrecido debía redundar de forma negativa en perjuicio del grupo que apadrinaba. Paulatinamente se fue progresando en los distintos aspectos. En lo referente al equipo de scouters se concretó la presencia de Luis Fernando Grande Clavero. Francisco Javier Alonso Magaz, Luis Miguel Merino Díez y Rubén Hernando Martín ya habían confirmado con anterioridad su decisión de vincularse al nuevo grupo. Asimismo se incorporaban al proyecto Feliciano Castaño Villar (Nano) y Luis Carlos Rodríguez Jiménez (Fritx), este último, antiguo rover del GSP se había visto afectado por los problemas de crecimiento de la Ronda Solar 95/96 anteriormente señalados. Por otra parte Jesús Manuel Martínez Trenado, Alfonso Vera González y María Toquero Martín e Isabel Zaloña, que a última hora había mostrado su interés por el nuevo grupo, decidían finalmente permanecer vinculados al Grupo Scout Pisuerga siguiendo el criterio señalado que en ningún momento el Proyecto Laguna debía afectar negativamente a la estabilidad del GSP. El problema venía ahora de la mano de la ausencia de educadoras scouts. Esta presencia se consideró siempre imprescindible, especialmente teniendo en cuenta las secciones con las que se planteaba comenzar a funcionar. Finalmente se incorporaron Helena Fernández Pérez y Virginia de la Fuente Herrero, quienes si bien nunca antes habían tenido relación con el movimiento scout si tenían amplia experiencia en el trabajo en diferentes grupos con niños y jóvenes. Por tanto quedaba configurado un equipo de scouters de ocho voluntarios. El segundo problema a resolver, la captación de miembros del grupo, se intentó llevar a cabo siguiendo el criterio ya expuesto de evitar un excesivo número de posibles incorporaciones. Así junto a los contactos verbales se envió un reducido número de cartas a chavales que en su momento habían estado en contacto con una asociación de ocio y tiempo libre con la que Nano había cooperado con anterioridad. A través de la correspondencia y las llamadas telefónicas se citaba a los padres de estos chicos a una reunión informativa para el 3 de Octubre. En tercer lugar el problema del local en el que llevar a cabo las reuniones se resolvió ya comenzadas las actividades una vez fue concedida por parte del Ayuntamiento la utilización de las instalaciones, dos salas en particular, del Centro 192


Cívico "El Cascajo". De hecho la primera reunión tuvo lugar en la Plaza de los Lavaderos. No obstante, como ya hemos indicado más arriba, el Ayuntamiento había puesto a su disposición el Salón de Plenos para las reuniones con los padres. El cuarto asunto, la relación entre el Grupo Scout Pisuerga y el nuevo grupo de Laguna de Duero, se resolvió a través de una reunión conjunta de ambos Consejos de Grupo el 27 de septiembre de 1997. Previamente se había creado una comisión, en la que Cesar García Asenjo y Tomás Briongos Rica representaban al GSP mientras el Consejo de Grupo procedente de Laguna estaba representado en pleno, en la que ambos grupos pudieran intercambiar opiniones de forma que a la reunión del 27 de Septiembre se llegara con propuestas concretas. Mientras el Consejo de Grupo del GSP trataba estos temas el Consejo de Grupo del nuevo grupo se centraba en el reparto de los diferentes cargos a desempeñar, a saber, coordinador, secretario, encargado de material, tesorero y encargado de uniformidad scout. La reunión con el Consejo de Grupo del GSP puso el broche final a un dilatado proceso de ilusión: la creación de un nuevo grupo scout en Valladolid, si bien en este caso en la provincia. Tras una Ronda Solar pasada llena de celebraciones a tenor del XXV Aniversario del Grupo Scout Pisuerga parecía llegado el momento de volver a echar raíces; sin ningún género de dudas nada más prometedor que comenzar a andar tras unas "Bodas de Plata". El acuerdo se centraba en los siguientes puntos: 1. El préstamo, sin intereses y con un plazo de devolución de dos Rondas Solares, de ciento cincuenta mil pesetas como "fondo de rodaje" del nuevo grupo. Igualmente se aprueba el préstamo de material siempre que fuera necesario y anunciado con la suficiente antelación. 2. Posibilidad de realización de campamentos u otras actividades de forma conjunta; además se respalda, de forma específica, la celebración conjunta de la Inauguración de la Ronda Solar 1997/98 así como del Festival de Navidad del año 97. 3. Reconocimiento de la total independencia de ambos grupos a la hora de tomar sus respectivas decisiones; en este sentido pese a la dependencia material y económica del nuevo grupo se expresa la voluntad de alcanzar una plena independencia en el plazo máximo de cinco años. 4. Finalmente se acuerda mantener una actitud respetuosa y no competitiva entre ambos grupos a la hora de asegurar el relevo de recursos humanos en el nuevo grupo scout ante la posibilidad de que parte de los rovers del Grupo Scout Pisuerga optasen por incorporarse al nuevo grupo como scouters una vez terminada su etapa de progresión scout; a este respecto se permitía libremente a cualquier rover vincularse al 193


futuro grupo scout, siempre que fuera necesario, a través de la realización de su proyecto personal en dicho grupo. Por todo ello el 27 de Septiembre de 1997 fue un día clave para explicar y comprender la génesis del nuevo grupo. Se plantearon y discutieron varias posibilidades de relación entre ambos grupos, pero finalmente la razón y la amistad prevalecieron a nuestro juicio dando lugar a un ejemplar comienzo: el nuevo grupo nacía gracias al apoyo del Grupo Scout Pisuerga y esto nunca podrá ser discutido. El resultado de esta actuación paralela en varios frentes dio lugar a que a primeros de Octubre tuviera lugar la primera reunión con los padres con el firme propósito ya de comenzar las actividades como grupo scout. Dicha reunión tuvo lugar el 10 de octubre. Previamente, el día 3 del mismo mes, se habían comprobado las dificultades que planteaba vivir a siete kilómetros de Laguna de Duero, cuando se llegó tarde por una serie de contratiempos a la primera reunión convocada mediante carta, que no pudo ser realizada. Se desconoce el número exacto de padres que acudieron, y la incertidumbre acompañó a aquellos scouters durante la semana siguiente. Realmente no era esto a lo que se llama empezar con buen pie. Tras mandar una nueva carta de convocatoria e información y pedir las disculpas oportunas por fin se realizó la reunión con los padres. El resultado podemos calificarlo de positivo constatándose la presencia tanto de padres como familiares y niños, algunos de los cuales eran en ese momento, sin ellos saberlo, futuros Scouts. Con esta primera toma de contacto se comenzó a percibir ya de forma práctica el interés que realmente el proyecto despertaba. Al mismo tiempo se convocaba para el día siguiente, sábado 11 de octubre, y sin mayor dilación, a los chavales para tener la primera reunión del grupo, abierta a todo aquel que quisiera acercarse a conocer al nuevo grupo y sus actividades. Por fin tras casi un año de espera y tras tantos trámites el esfuerzo mereció realmente la pena. Casi una docena de Lobatos y alguno más en la sección scout se pudo continuar con la extensión del escultismo. El día 16 de Octubre se convocó a los padres para una nueva reunión que esta vez trataría sobre temas específicos de cada una de las secciones. Se creía importante mantener un contacto estrecho con las familias, especialmente en un momento tan delicado. Es de destacar el especial interés de los padres por conocer nuestro método de trabajo así como las actividades que se ofertaban. Igualmente se ha de destacar la prácticamente total asistencia de los padres y familiares interesados en el Proyecto. Nuevamente el día 17 de Octubre se hizo la reunión semanal, que por primera vez se realizaba en el Centro Cívico "El Cascajo". Este día, en el que se impartió el primer taller práctico de cómo hacer una mochila y montar una tienda de campaña, se informaba de la primera acampada que, como grupo, se realizaría el fin de semana siguiente: la acampada de Inauguración de Ronda junto al Grupo Scout “Pisuerga”. 194


Los días 25 y 26 de Octubre de 1997 tuvo lugar la acampada de Inauguración de Ronda del Grupo Scout “Pisuerga” y el nuevo grupo de Laguna de Duero en Cubillas de Santa Marta, para este último con un significado añadido: el de ser la primera acampada como tal grupo y el momento en el cual iba a tener lugar su fundación oficial. Pese a las dudas de los padres, el deseo de sus hijos por asistir a la acampada permitió una alta asistencia - casi veinte chavales - si atendemos a la realidad de un grupo recién nacido. Todo resultaba realmente nuevo: los uniformes scouts de los monitores, la pañoleta - para ellos aún una simple "corbata" -, la acampada en sí, el tren, las mochilas, los sacos de dormir y, en definitiva, un grupo scout. En esta acampada debemos resaltar un acontecimiento histórico para el grupo: la presentación de su pañoleta, de sus colores, gris y burdeos, escogidos en perfecto consenso. En una emotiva ceremonia, el domingo 26 de Octubre, se realizó el cambio de pañoleta en los scouters; palabras de agradecimiento, unión y sincera amistad se escucharon provenientes de ambos grupos. De nuevo destacamos un hecho como muy positivo: el feliz encuentro del pasado con el futuro, la estrecha unión existente entre el Grupo Scout Pisuerga y el Grupo Scout recién creado. Más positivo incluso que el hecho de la unión entre los voluntarios y scouters de ambos grupos - por otra parte totalmente lógica - resultó el nacimiento espontáneo, amable, de futuras amistades entre educandos de ambos grupos; sin duda alguna este hecho muestra de nuevo el nacimiento no traumático del nuevo grupo de Laguna de Duero. "Ánimo" y "Enhorabuena". Estas fueron las palabras más repetidas durante este inolvidable fin de semana. Ciertamente una etapa nueva había comenzado. Se había dado el despegue. En esas dos rondas el grupo fue de campamento a Castrocontrigo (León) en el 98 y a Riaño (León) en el 99. En ambos casos con el G. S. Pisuerga 92. Llevó a cabo sus reuniones en el Centro Cívico El Cascajo, en la C/ San Juan de la Cruz s/n de Laguna de Duero. Son nombres que merecen la pena ser recordados y a los que gustará verse reflejados en este capítulo los de sus primeros Scouts: Laura, Choni, Hermi, Carla, Manu, Marina, Jesús, Chuchi, Lila, Bárbara, Edu, Samu, Sara, Aida, Rodo, Jose Carlos, Alfonso, Pablo… y los de sus Scouters fundadores: Luis Fernando Grande Clavero (Coordinador de grupo entre 97 y 98), Luis Miguel Merino, Feliciano Castaño “Nano” – que coordinó el grupo entre el 98 y el 2000-, Luis Carlos Rodríguez “Fritx”, Helena Fernández, Virginia de la Fuente, Javier Alonso “Alarí” y Rubén Hernando. También merecen su mención los rovers de Servicio: Miguel y Roberto (G.S. Pisuerga), Javo y Yajaira (G.S.Cruz del Sur) y Marta y Zaida (G.S. Impeesa).

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Juego de Pistas:

“Vadear el rio”

Los Scouts vallisoletanos y su ciudad A los 100 años de existencia la relación entre los Scouts de Valladolid y la capital castellana ha sido estrecha e intensa. Si has estado atento durante la lectura habrás podido reconocer gran cantidad de paisajes urbanos en los que se han ido desarrollando las aventuras escultistas en Pucela durante un siglo. Vimos a los primeros Exploradores vallisoletanos recibiendo su bandera en el paseo de coches del Campo Grande frente a la Acera de Recoletos con la presencia del mismísimo Teodoro de Iradier. Este rincón de la ciudad ha visto miles de actividades Scouts desde entonces

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Happening “Qué NO somos los Scouts” por la acera de recoletos de Valladolid

Juegos en jornada de puertas abiertas en el Paseo de Coches del Campo Grande

Talleres Scouts en el Paseo de Coches del Campo Grande 2011

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Actos en el día del Scouter de 2012

Acudimos con Luciano Bastardo al rescate de los niños atacados por un perro rabioso en San Andrés. Salimos de excursión quedando en “las puertas de Tudela” que estaban donde ahora está la plaza Circular. También les acompañamos cuando cogieron el tren para ir al Jamboree de la exposición mundial de Barcelona en la “Estación del Norte” como tantas y tantas veces desde entonces han cogido en ella trenes los Scouts hacia sus destinos.

Algunos de los Scouts que salieron de Valladolid formando el contingente de Castilla y León participante en el encuentro mundial de Londres en 2005

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Fuimos con ellos en el Tren Burra hasta Medina de Rioseco pasando a la ida y a la vuelta por el Puente Mayor, y a su regreso por el actual Paseo de Isabel La Católica que entonces era la carretera nacional Adanero-Gijón, el puente del Cubo, la calle de San Ildefonso hasta la estación de llegada (llamada del Campo de Bejar) que hoy es la de autobuses. Visitamos su sede llamada “Casa del Explorador” en la Calle de los Doctrinos y hemos paseado por rincones que llevan el nombre de exploradores vallisoletanos como “el aviador Gómez del Barco” o el protector del movimiento scout en sus comienzos en España “Miguel Primo de Rivera”. Más recientemente hemos jugado con ellos en calles y plazas hasta que el Ayuntamiento ha puesto el nombre en 2011 a una de ellas como “Plaza de Baden Powell”. Hemos estado en los locales de los grupos repartidos por toda la ciudad, en la calle Fray Luis de León, en Duque de Lerma, en la Bajada de la libertad, en la Plaza Circular, en la calle de la Estación, en Centros Cívicos (Campillo, Zona Sur, Puente Colgante, José María Luelmo..), en parroquias (La Victoria, La Merced, San Ildefonso, San Andrés, San Nicolás, La Pilarica.. recientemente en la Parroquia de Santo Domingo de Guzmán y San Mateo..), en Colegios (San Agustín, La Salle, Lourdes, Maristas La Inmaculada y Maristas Centro Cultural, San José, El Apostolado, Don Bosco, El Pilar..). Los Scouts han conquistado todos y cada uno de los rincones y barrios de la ciudad incluyendo la zona de la Universidad, de la Circular, de las Delicias, de Pajarillos, la zona sur, La Rubia, Pilarica.. hasta Parquesol y Covaresa en fechas recientes o las afueras en el Pinar de Antequera.

Campaña de difusión “Soy Scout” en la Plaza de Juan de Austria 2008

Hemos estado en la Catedral de Valladolid celebrando la llegada de la Luz de Belén, en la Plaza de Toros cantando en festivales de la canción, en el centro comercial Vallsur o en el Espacio Joven (en el antiguo matadero) haciendo exposiciones. 199


Los Scouts se sumaron a la marea humana de la indignación que llegó hasta la Plaza Mayor el día que ETA asesinó a Miguel Ángel Blanco, ..

..acamparon por lo que creían justo en la Plaza del Poniente reivindicando el 0,7% del presupuesto nacional para Cooperación al desarrollo, “vadearon el rio” y “tomaron” pacíficamente la Isla del Palero, llamando la atención de los vallisoletanos sobre algo que tenían allí mismo y habían olvidado.. Llevan participando desde entonces a través de su servicio y sus juegos en la vida social de su comunidad y su ciudad, en los medios de comunicación..

Scouts vallisoletanos en la televisión local 2005

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y en resumen llevan 100 aĂąos llenando las calles y plazas de Valladolid cada sĂĄbado de canciones, alegrĂ­a y colorido scout.

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OCTAVA HUELLA:

NUEVO SIGLO Y MILENIO Es la etapa que se inaugura con el 2000 nueva en todos los aspectos. Están pasando cosas a increíble velocidad en el mundo, en Europa especialmente, en España, en Castilla y León y en Valladolid, que es una provincia y una ciudad que cambia a ojos vista. El escultismo vallisoletano se ha normalizado definitivamente y prueba de ello es la multitud ingente de apariciones en medios públicos y sus apariciones en prensa e institucionales. Durante este periodo que se abre el escultismo recibirá reconocimientos de todo tipo y en Valladolid concretamente estos se materializarán en diversas formas (premios, espacios públicos, etc.). El siglo y el milenio empezarían de una manera un tanto confusa con el miedo al efecto 2000 que, se suponía, iba a afectar a todas las máquinas y ordenadores. Finalmente no fue tal. Sin embargo Internet ya empieza a ser lo importante que terminaría siendo en todas nuestras vidas, hasta el punto de terminar convirtiéndose en prácticamente imprescindible. En otro orden de cosas esta es la época en la que China se descubre como la gran potencia en lo económico que va a ser en los próximos años. Socialmente, aparte de muchos otros aspectos, surge con fuerza lo que se denomina el tercer sector. El ciudadano deja de aceptar que las únicas formas de organizarse para la consecución de sus fines sean los partidos políticos, los sindicatos, las administraciones públicas.. aparecen o se consolidan redes de colectivos que pasan a la acción concreta fuera de las estructuras gubernativas y públicas. El asociacionismo da el salto de lo meramente aglutinador de personas con intereses o aficiones similares a grupos de intervención directa, que además desean alejarse de la politización qe supone estar supeditado a un color político o a la financiación pública, siempre exigente con los fines a que se destine. La independencia y la autonomía se convierten en bandera. Colectivos con gran fuerza, aparecidos en los 80 y 90 han abierto las puertas a otros en ámbitos diferentes. Greenpeace, Cáritas, Amnistía Internacional, Cruz Roja, .. indican el camino a seguir a Médicos sin Fronteras, Aldeas Infantiles, SOS Amazonia,.. El público y la sociedad en general valoran muy positivamente a estos movimientos altruistas como alternativa honrada a las políticas gubernamentales a menudo sospechosas de intereses espurios. Al escultismo, como movimiento a nivel mundial y como organizaciones a nivel local –que ya empiezan a ser valoradas por si mismas fuera de las cargas y prejuicios que en España han arrastrado hasta esta fecha-, le interesa estar ahí. Se lo 202


merece además. Es el movimiento mundial más potente y grande y hace una función en lo educativo tan valiosa como la que más aunque a algunos les cueste entender su denominación como “O.N.G.” al no trabajar, como otras focalizando su acción en colectivos concretos altamente necesitados de apoyo directo o realidades ambientales que requieren especial protección y esfuerzo por parte de todos. Sin embargo durante esta década la labor de sensibilización en materia medioambiental, en materia de salud, de intervención directa en las comunidades en que está presente, etc.. harán que ese reconocimiento de su labor sea lenta pero inexorablemente conseguido más allá de su rol de “mera” animación educativa en el tiempo libre. Europa entera estrena en el 2001 nueva moneda y el servicio militar deja de ser obligatorio tras su abolición el 31 de Diciembre. En Valladolid la Plaza Mayor se viste de Rojo. El 2 de Noviembre de 2002 se produce el fatídico vertido del buque Prestige. La catástrofe natural que conlleva moviliza a la población en distintos frentes. Desde Valladolid, como desde el resto de España, multitud de voluntarios de grupos Scouts (principalmente rutas, rovers, scouters y responsables) se organizan y movilizan para ayudar en lo que haga falta. Se encargan así enfundados en sus impermeables blancos y sus gafas de protección, de la limpieza de las playas afectadas por el chapapote, que se resiste y queda pegado a las rocas y vuelve una y otra vez con la marea.

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ASDE celebra en el 2003 su IV Conferencia Scout Federal en “El Escorial”. En ella se elige como Equipo Federal al encabezado por Rafael Bailo Pola. Durante toda esta tercera época A.S.D.E. se ha venido adaptando a la realidad cultural, social, política y administrativa surgida en nuestro país con la implantación del modelo autonómico. Las antiguas Zonas de Scouts de España se han ido transformando en asociaciones de ámbito autonómico con personalidad jurídica propia y la estructura de ASDE se ha convertido en una organización federal (Federación de Asociaciones de Scouts de España). Destacan en esta década como hitos de relevancia la reelaboración de toda la serie metodológica federal mediante un fructífero trabajo de redes, que actualiza la metodología scout al nuevo milenio, tanto en lo relativo a los manuales para los educadores como en los cuadernos o guías para los Scouts, con una gran multitud de sugerencias y materiales de apoyo para aplicar en el día a día ese escultismo moderno, 204


actualizado y adaptado a la realidad del nuevo siglo y momento general en lo social y educativo. También es todo un hito histórico la aprobación, por fin tras años de intentos, de un sistema unificado para toda la federación en lo Formativo. Con la posibilidad a adaptaciones a las diferentes realidades se establece un Sistema federal de Formación que permite asegurar, al menos como modelo teórico, que todos los educadores scouts de toda la federación cuentan con los mínimos imprescindibles en cuanto a su cualificación como tales, para desempeñar con calidad sus responsabilidades. En ambas está presente el trabajo de Randy, que Coordina y supervisa los trabajos de la confección de la Serie Metodológica Federal y que diseña el documento base del Sistema federal de Formación. Por último el nuevo cambio de uniformidad de la camisa azul clara al polo aporta durante este periodo el último y necesario salto a la modernidad estética de un movimiento infantil y juvenil que demandaba esta adaptación. En registro regional las administraciones se reestructuran y se produce el paso de “Dirección General de Deportes y Juventud” a la demandada largamente monográfica “Dirección General de Juventud” que terminaría asumiendo la forma jurídica de “Instituto de la juventud”. En el 2002 se promulga para Castilla y León la “Ley de Juventud” que vendría a unificar la regulación de lo existente en algunos aspectos, abrir nuevos frentes hasta ese momento no regulados y cambiar otros. El Movimiento Scout Católico celebra en Covaleda (Soria) su actividad JAMCIEN en 2007 para celebrar el centenario del escultismo mundial. Se trató de una actividad de esas que marcan un antes y un después histórico para toda una organización. Así mismo consolidan otra de sus actividades estrellas con la llegada anual de la “Luz de Belén” cada Navidad a Valladolid, con la que los Scouts católicos vallisoletanos han conseguido convertir en bonita tradición la recepción cada fin de año de este símbolo, que tenido por destino la propia Catedral de Valladolid en alguna de las ocasiones. Destacan nombres como los de Gustavo, Tono, Carlos “C”..

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Por su parte ASDE empieza esa década organizando en la capital vallisoletana su Consejo Scout Federal en Junio del 2000 y reuniendo a todos los respectivos responsables regionales del país. ASDE-Exploradores de Castilla y León tiene en esta década varias de sus Conferencias Regionales, modifica por completo sus estatutos, aglutina en un nuevo reglamento interno todos los existentes hasta la fecha, consolida su sistema de programas educativos, establece un nuevo sistema de formación en paralelo al recientemente establecido a nivel federal, se producen con naturalidad relevos entre equipos asociativos, se adapta a la nueva normativa de juventud en múltiples aspectos, hace un especial esfuerzo en lo relativo a prevención de riesgos en actividades, etc. Son algunos nombres que merece la pena citar en todo este periodo los de David Herencias, Goyo, Mario, José Luis, Raúl Clavero, Toño Vinagrero, Miguel Pérez-Moneo, Javier, Carlos, Rubén Hernando, Juan Diego, Elena Rodríguez, Ana Luisa, Bravo, Javier Baranda, Tania, Zurro, Alejandro Rescalvo, Javi Ramos, Javier Quintero, Consuelo, Patricia, Raquel, Cristina, Xurry, Nacho, Yago, Vanessa, Clark, Henar, Guti, Isra, Javier Sánchez Usero, Nieves, Jorge Ortiz y su hermano Pablo, Patri, Julio del Valle, Gonzalo, Ruth, Samuel, Blas, Ángel, David Sierra, Apex, Andrés Carrera, Mariano, Alfonso, Eduardo, David Alonso, Jonás,.. y muchos más.

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Serán hitos fundamentales para el escultismo vallisoletano de ASDE en estos años (y hablaremos de ellos): - La concesión del “Premio a la Atención a la Infancia” que en su primera convocatoria, en el año 2003, haría la Gerencia de Servicios Sociales del Gobierno de la Comunidad Autónoma (Se vería acompañado por reconocimientos de la misma entidad años después a Julio del Valle y al MSC). - La celebración de los grandes eventos de celebración del centenario del escultismo mundial en 2007 JAMBOCyL para ASDE y JAMCIEN para el MSC. - El desarrollo del Festival Federal Scout de ASDE en Medina del Campo en el 2009. Es esta también la etapa en la que ha quedado contrastado que el volumen de gestión que las asociaciones scouts llevan a cabo que la gestión ha de profesionalizarse y ya se consolidan los puestos técnicos que hasta la fecha habían venido existiendo 208


pero habían sido considerados poco menos que mero apoyo puntual a la labor voluntaria de las directivas. Por las respectivas sedes de administrativas y oficinas de ambos movimientos scouts en Valladolid ocupan cargos técnicos en las áreas de trabajo cuyo volumen lo exige en este periodo: David Muñoz y Alicia Dávila en ASDEExploradores de Castilla y León llevan durante años la gestión de los programas federales vinculados a la Intervención Social y las líneas del Ministerio de Bienestar Social y apoyo a ONGs del 0,52% del IRPF (que luego sería el 0,7%). Rubén (que luego sería Presidente Asociativo), Tania y Oscar llevarían de manera sucesiva la parte técnica del área de formación y la gestión técnica de la Escuela de “Insignia de Madera”, y en otros momentos Clark, Zurro, Nacho.. dieron el refuerzo administrativo a las necesidades de crecimiento de los grupos y a las políticas de difusión, información juvenil, mantenimiento de la web y presencia en redes sociales y medios de comunicación de la entidad. Estuvieron coordinados sucesivamente desde la gerencia de la asociación por Eva Calle, Rocío García de la Barga y Juan Antonio Espeso. Pilar hace esas mismas labores para el Movimiento Scout Católico durante años y Arancha llevará la parte de la Escuela de Animación. En aquel 2000 actividades como el San Jorge o el San Crispín (en la que se aprovechó para que los más pequeños se familiarizaran y sensibilizaran con sus derechos como niños y niñas, y como no, se llevó a cabo en el paseo de coches del Campo Grande de Valladolid) abrieron y cerraron el año en lo asociativo.

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También es la década en la que se empiezan a tomar en consideración de una manera sistemática y planificada las cuestiones relacionadas con la seguridad en las actividades, la prevención de riesgos, etc. Algunas noticias, a menudo exageradas por el amplificador de los medios de comunicación que en verano tienen menos con que rellenar sus columnas (aunque en otras ocasiones, por desgracia, suficientemente justificadas), generan una alarma que contribuye a esta sensibilización de los distintos responsables. 210


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Mientras, a lo largo de estos años, y sobre todo en esos primeros, se suceden actividades variadas además de las propias de cada grupo scout (reuniones semanales, acampadas de fin de semana, de Inicio de Ronda, de Navidad y Semana Santa, Campamentos de verano..). Así las actividades de calado social y de difusión y divulgación asociativa siguen ocupando un lugar protagonista.

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En el año 2003 la Gerencia de Servicios Sociales de la entonces Consejería de Sanidad y Bienestar Social convoca por primera vez sus “Premios de Infancia”, con los que pretende reconocer a aquellas entidades que más trabajan en la Comunidad a favor de los niños y las niñas y la difusión de sus derechos y su crecimiento en valores más allá de la educación reglada. Los Scouts de ASDE llevan ya tiempo colaborando con la Gerencia en líneas de voluntariado y atención a colectivos desfavorecidos de menores. Por esta razón sus responsables animan a la directiva a presentar su candidatura a estos premios en su modalidad de “Atención a la Infancia”. Por aquel entonces Rocío y Alicia se echan a la espalda la presentación del proyecto y asombran al jurado cuando le hacen entender qué es el escultismo, qué objetivos persigue (y consigue), cuánto tiempo lleva ganándose su prestigio en todo el mundo y cuál es su extensión, grado de calidad y alcance de sus programas de voluntariado en nuestra Comunidad. De aquella “sorpresa” ante la nueva realidad de que las autoridades regionales se percatan con el potencial que en los Scouts hay, surgirán en el futuro grandes líneas de colaboración. En aquella primera convocatoria de los “Premios de Infancia” el escultismo obtiene un importantísimo reconocimiento al ser ASDEExploradores de Castilla y León la merecedora del “Premio de Atención a la Infancia” en la primera ocasión en que se convoca, lo que hace al premio doblemente valioso.

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El reconocimiento que aquello supuso fue un espaldarazo inmenso para todo el escultismo vallisoletano y castellano leonĂŠs en general. Las administraciones ya no solo asumĂ­an la presencia del escultismo como algo normalizado, sino que valoraban positivamente la labor que llevaba a cabo y tenĂ­an a los Scouts como interlocutor 217


valioso en la mediación con niños y jóvenes a la hora de implementar algunas de sus políticas y medidas en materia de información juvenil, atención a infancia en situación de exclusión o riesgo, salud, consumo responsable, medioambiente, etc. En los años siguientes Julio del Valle Iscar recibiría a título personal en su calidad de Presidente de la Plataforma de Organizaciones de Infancia y de ASDE a nivel nacional el “Premio de Promoción de los Derechos de la Infancia” y el Movimiento Scout Católico de Castilla y León una mención honorífica en “Promoción de la infancia”. La sociedad premiaba así la labor voluntaria de los educadores y el prestigio histórico y mundial del movimiento. Y ello era especialmente de agradecer en un año, el 2003, en el que los Scouts de ASDE en Valladolid (Y en Castilla y León) celebraban su 20 aniversario de “constitución oficial” como asociación.

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Aquel más profundo conocimiento de lo que los Scouts hacían en Valladolid por parte de la Gerencia de Servicios Sociales supuso el inicio de un periodo de fructífera colaboración entre ambas entidades. El ámbito en el que esa cooperación más se materializó fue el de la difusión de los derechos de la infancia. Las actividades scouts siempre se han prestado de manera especial para este tipo de acciones de sensibilización y divulgativas a base de stands informativos, charlas, reparto de trípticos, juegos de calle, etc. 219


Estas vinieron, durante esa época, a reforzar la política de normalización y visibilización que pretendían llevar a cabo los Scouts vallisoletanos y que se concretaba en participación en “Ferias de Asociacionismo Juvenil” y en organización de grandes eventos como Festivales de la canción. También por entonces, a propuesta de ASDEExploradores de Castilla y León, el Consejo de la Juventud de Castilla y León concedió a Scouts Castilla y León-MSC el “Premio Juventud”.

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De este modo los Festivales Scouts volvían a ocupar un protagonismo importante entre las actividades de este movimiento en detrimento de otras que en el pasado habían sido sumamente significativas como los “San Jorges” a los que daban el relevo. En esta fase, tras las reflexiones surgidas en sucesivas Conferencias asociativas y en las propias evaluaciones de los Festivales pasados, se da un giro a la propia filosofía de los mismos, que empiezan a dejar de tener el tinte competitivo que tenían hasta la fecha para desarrollar más en ellos la faceta de encuentros lúdicos y de conocimiento mutuo entre scouts de toda la región, que habitualmente no tienen tanta oportunidad de verse e intercambiar.

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El año 2005 marca un hito fundamental en la relación entre los Scouts de las dos asociaciones existentes en la ciudad a la fecha (“Scouts de España-Exploradores de Castilla y León” y “Scouts de Castilla y León-MSC”). Ambas entidades, conscientes de la pobreza que supone insistir más en las diferencias entre ambas que en las sinergias aprovechables firman en Valladolid un acuerdo de colaboración que más allá de lo meramente simbólico (que no es poco) entre ambas, baja al terreno de lo concreto fomentando, al menos en el modelo sobre el papel, necesitado de una posterior puesta en práctica real, la relación entre los grupos scouts de ambas, entre sus escuelas de formación scout, equipos directivos, etc. La Fecha de aquel 29 de enero no es baladí pues marca de manera significativa la aproximación entre escultismos. El escultismo vallisoletano vuelve a ponerse una vez más, como ya hiciera en la década de los 80, a la cabeza de las concepciones aperturistas de lo que los Scouts deben ser más allá de siglas y entidades de pertenencia, superando personalismos perjudiciales para la educación integral de los Scouts, auténticos protagonistas de todo este método y la estructura creada a su alrededor.

Estas y otras cuestiones producen un interés y una puesta del foco público sobre los Scouts vallisoletanos. Es por esas fechas que la proyección del escultismo de Valladolid empieza a adquirir nuevas dimensiones. Los medios ya no solo se interesan por el aparato externo, por lo vistoso de la uniformidad (aunque sigue siendo el elemento corporativo de imagen el que más atraiga y haga titulares), sino que empiezan a interesarse por los valores en que se educa detrás de esos ceremoniales y esos colores. Las noticias y breves que aparecen en prensa son cada vez más “profundas” en cuanto al calado del análisis y aparece una nueva figura: la de la entrevista individualizada. Periódicos señeros como “El Norte de Castilla” se plantean 223


las motivaciones que hacen que alguien quiera ser Scout, o dar el paso para convertirse en voluntario en labores educativas en alguno de los grupos de la ciudad y de la provincia. Se producen simultáneamente notas de prensa más o menos institucionalizadas en que se describe al escultismo por sus fines, objetivos y metodología, entrevistas a personas relevantes de la ciudad con relación con el movimiento, difusión de sus actividades, etc. Se acerca el año de celebración del centenario del escultismo mundial y la labor lenta y progresiva de difusión empieza dar los frutos esperados.

En el verano de aquel año un contingente de Scouts vallisoletanos de ASDE y de MSC asistieron como participantes al Jamborette de Londres que se usó como “campo de pruebas” para el posterior “Jamboree” de 2007.

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Aquella fase de entrevistas a Scouts, responsables, educadores y Scouters a título individual que se inició en torno al 2005 es paralela a una serie de reconocimientos personales a algunos vallisoletanos de gran relevancia en el escultismo. Ya hemos citado el que la Gerencia de Servicios Sociales hizo al Scouter y Formador de Valladolid Julio del Valle por sus servicios a la Infancia y a la Juventud. En 2006 fue así mismo reconocido a nivel estatal con la más importante de las condecoraciones existentes en nuestro país en el ámbito de la Educación, la “Cruz de Alfonso X”, que ya recibieran casi cien años antes importantes personalidades de la historia del escultismo español como hemos visto. Así quedó recogido en la prensa local, como sucesivas entrevistas a diversos Scouts y educadores.

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Paralelamente se sigue dando cobertura por parte de los medios a las distintas actividades scouts que en la ciudad se llevan a cabo y sobre todo, de entre ellas, a los Festivales Scouts, actividad ya plenamente consolidada para esta fecha, ya sea en su modalidad de Scouts de Castilla y Le贸n-MSC, a la que llaman SVAPOP, o en la 230


de ASDE-Exploradores de Castilla y León con sus “Festivales regionales”. También se cubren iniciativas de carácter solidario de diferentes grupos, “San Jorges”, días del pensamiento scout, etc.

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Pero sin ninguna duda la estrella de la década en cuanto a celebraciones scouts se refiere es a nivel mundial la conmemoración del Centenario del Escultismo que se da en diversos formatos y lugares por todo el planeta a lo largo del 2007. Todos los Scouts de cualquier punto del mundo celebran en esa fecha los cien años de éxito de un movimiento y una forma de ver la vida, y Valladolid, con sus grupos scouts no es menos. El Centro Comercial Vallsur, en la nueva zona residencial de COVARESA en la expansión de crecimiento vallisoletana hacia el sur, presta sus instalaciones para la realización de una muestra sobre escultismo que abre los actos en la ciudad suponiendo un extraordinario escaparate de lo que los Scouts han sido durante estos cien años y lo que son a la fecha.

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Por su parte Scouts de Valladolid organiza para el 1 de Agosto de ese año, fecha conmemorativa del centenario, un completo día de actividades que empieza con el “Amanecer Scout” y sigue con visitas a centros de tercera edad, donación de sangre, etc. Acabaron los eventos de celebración del centenario con una paellada abierta al público en las Moreras.

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Aquel verano de 2007 se llevaron a cabo las dos grandes actividades en conmemoración de la importante fecha. ASDE-Exploradores de Castilla y León celebró su “JAMBOCyL-Campamento de Campamentos” en el Valle de La Pernía en Palencia. 241


En un radio de menos de cinco kilómetros entre los campamentos más alejados cada grupo scout llevó a cabo el suyo. Se sucedieron las visitas entre los componentes de unos y otros, las actividades conjuntas, etc. Como eje central una pradera actuaba de pivote. En ella se celebraron los dos días centrales, en los que todos los participantes en todos los campamentos circundantes se concentraron para conmemorar conjuntamente el centenario con grandes juegos, gymkhanas, pruebas, etc.. Inauguró el día el Consejero de Familia e Igualdad de Oportunidades don Cesar Antón Beltrán. La mayor parte de los participantes en estos eventos eran Scouts de Valladolid. Por su parte Scouts de Castilla y León realizaba ese verano su actividad “JAMCIEN” en las instalaciones de que dispone la Junta de Castilla y León en Covaleda, Soria. Un campamento de grandes dimensiones con un programa extenso y profundo que supondría un fuerte impulso en motivación y organización para la entidad de cara al futuro próximo. También se participaba en el “Jamboree” mundial de Londres con una representación de Valladolid. Toda aquella actividad originada con motivo del centenario supuso una atención especial por parte de los medios locales, que comenzaron así a prestar al escultismo del día a día la atención que hasta entonces le había sido negada. Así empezaron a aparecer con frecuencia actividades y reseñas en prensa cada vez que una actividad se difundía mediante nota de prensa o reunía el suficiente interés para merecer su destacado. Ese fue el caso de la visita de un grupo de Scouts Bolivianos a la ciudad, de la entrega por parte de la Reina Doña Sofía al vallisoletano Julio del Valle en representación del escultismo español de la mención de honor de la fundación CREFAT (Que su majestad preside) por el trabajo en prevención de las drogodependencias entre los jóvenes, la ya citada concesión de premios por parte de la Gerencia de Servicios Sociales a ambos escultismos vallisoletanos, anuncios de comienzos de curso con actividades de inicio de ronda, encuentros por “San Jorges” y Festivales Scouts, etc.

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En Octubre de 2008 y dando continuidad al objetivo de difusión iniciado años atrás y reforzado con las acciones del centenario se instaló en la Plaza de Juan de Austria, junto al Corte Inglés, la carpa “SOY SCOUT”. Se trataba de un stand informativo en el que los peatones interesados (niños y niñas con sus padres habitualmente, por lo comercial de la zona y ser espacio de paseo) podían participar en talleres, ver videos y presentaciones, jugar a gimkhanas de puestos de habilidad, hacer karaoke, bailar, cantar, hacer dinámicas, pins, chapas.. pero sobre todo informarse de lo que los Scouts hacen y dónde lo hacen en Valladolid.

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Al año siguiente, en 2009, la gran actividad del escultismo vallisoletano de ASDE (sobre todo medinense) fue la de convertirse en anfitriones de los Scouts venidos de todos los puntos de España para celebrar allí, en Medina del Campo, el Festival Scout Federal, que fue un gran éxito de organización, participación y aplicación del método scout en un encuentro al que acudieron miles de Scouts. Hubo un completo programa de actividades con recepciones institucionales, muestras de paracaidismo, juegos de ciudad, instalaciones, talleres, actividades de servicio, etc. Actuó para animar la noche de los mayores el grupo PIGNOISE.

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Componentes del grupo PIGNOISE en el Festival Federal Scout de Medina del Campo

El año con el que finalizaba la década desde el punto de vista del escultismo vallisoletano termina con la cesión a ASDE por parte de RENFE-ADIF de la nave lateral junto a la estación del Norte para llevar a cabo en ella actividades de sensibilización medioambiental. En ellas, con motivo del día mundial del medioambiente, se desarrollarlo juegos y talleres de temática ecológica.

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La Gerencia de Servicios Sociales, con su por entonces Gerente -e inmediatamente posterior Consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades- Doña Milagros Marcos Ortega, quiso hacer un último homenaje y reconocimiento al escultismo en esa década cuando en Noviembre de aquel 2009, con motivo del día de los derechos de la Infancia, premió a las ramas de Castores, Lobatos y Tropa de ASDEExploradores de Castilla y León por su trabajo en materia de difusión y sensibilización sobre estos derechos en un acto celebrado en Valladolid.

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La década de los 2000 grupo a grupo: Esta etapa comienza con la mala noticia del cierre de uno de los grupos más antiguos. “Altair” cerrará en el 2002 y la antigua “Casa Donato”, que un día les sirviera de locales simboliza, con su derribo, esta desaparición.

Varios grupos celebrarán sus respectivos aniversarios y nacerán nuevos grupos scouts como el “Németon” (2009). “San Jorge 103” lleva a cabo sus campamentos durante esta década en Morgovejo (2000), Loma de Montija (2001), Cármenes-León- (2002), Lugueros (2003), Villardeciervos (2004), Velilla del Rio Carrión (2005), Castrocontrigo (2006), Santa María de Redondo (2007), y cerró la década con dos campamentos en Acebedo en el 2008 y 2009. En “El Pilar” en 2002 pasan a formar parte del grupo dos niñas saharauis de 13 años (Shalma y Matou), esta última asistiendo al campamento de verano. Comienza a funcionar la web www.elpilargruposcout.com. Dos años después, el Grupo celebra su 30 aniversario durante todo el año con diversas actividades: cóctel de antiguos, cena de grupo, acampada de kraal. En 2005, para completar las actividades de celebración del 30 aniversario, el grupo organiza el “Áuryn”, un encuentro de todos los grupos scouts de MSC de Castilla y León. Para su organización, se contó con la ayuda del colegio y sus infraestructuras. El clan ruta “Enea” gana el concurso organizado por Scouts de Castilla y León para proyectos de cooperación con Bolivia. El proyecto que el clan pone en marcha se titula “Árbol de Piedra” y su objetivo final es el envío de ordenadores a Bolivia, recogidos después de la publicación de una revista con fotos, relatos y dibujos realizados por scouts españoles y bolivianos. Al año siguiente, en 2006 fundaron la rama de castores. El grupo “El Pilar” cierra la década con un cambio de locales, del tradicional a un piso junto al colegio. Llevaron a cabo sus campamentos en Regumiel de la Sierra (Burgos)Campamento “Zircus” -en el 2000, Navaleno (Soria) –Campamento “Abadie” en 2001 en Huerta de Arriba (Burgos) –Campamento “Galeón” en 2002, Campamento 253


“Powwow” en Villamiel de la Sierra al año siguiente, “Ata Marama” de nuevo en Huerta de Arriba en 2004, “Shamsa” repitiendo en Regumiel de la Sierra (2005), Campamento “Folk” en Muelas de los Caballeros (Zamora) en 2006, participaron en el JAMCIEN en el 2007 en Covaleda (Soria), “Calendonia” en Huerta de Arriba de nuevo en 2008 y “Faerun” otra vez en Muelas de los Caballeros en el 2009. Por su parte el grupo “Amaranto” se trasladará en este periodo de manera definitiva a sus nuevos locales en la Calle Mirlo del Barrio de Pajarillos en el año 2005. Tuvieron por proyectos destacables del Clan en 2000 uno de Animación Cultural del Camino de Santiago y otro de Cooperación con Marruecos. El G.S.P. (“Pisuerga”) inicia la que considera su sexta etapa, la del crecimiento. En las rondas 1999-2000 y 2000-2001 el coordinador de Grupo es Alfonso Vera, el número de miembros ronda los 120 y comienza a estabilizarse, destaca la acampada de antiguos miembros realizada en Tudela de Duero, donde se reunieron varias generaciones del grupo. Es una fase de importantísima participación de miembros de este grupo en actividades internacionales. Así la pañoleta azul y amarilla está presente en el los Jamborees de Chile (1999) y Suecia (2011), en la Rover Moot Mundial en México (2000), en la Rover Way en Portugal (2003), en Italia (2006) y en Finlandia (2012). En las dos rondas siguientes el grupo está coordinado por Sergio del Valle. En esta etapa lo más destacable es la celebración durante la ronda 2001-2002 de su XXX Aniversario con diversas actividades: cena con antiguos miembros, día de campamento en el Centro Cultural Vallisoletano, capea... Entre las rondas 2003-2004 y 2005-2006, el coordinador de Grupo es Miguel de la Vega Tomé y entre las muchas actividades realizadas en esas rondas cabe reseñar la vuelta a la participación activa en los Festivales Regionales de la Canción que el grupo tenía un poco abandonada desde hacía algunas convocatorias. Lo hacen con las canciones “Ven aquí”, “ Déjate llevar” y “Un día de lluvia”. Aquella participación logra la motivación para seguir asistiendo a los festivales, aunque fuese sin canción. En la ronda 2006-2007 el grupo cumplió su XXXV Aniversario junto a los 100 Años de Escultismo a nivel mundial. Un nuevo coordinador, Javier Sainz de Baranda dirige al Consejo. El grupo comienza a trabajar en la Mesa Scout Compostela y varios voluntarios del grupo participan muy activamente en la preparación del JAMBOCyL. Con Javier Ramos Casares al frente de la Coordinación en las rondas 2008-2009 y 2009-2010, el grupo aumenta sus miembros considerablemente. El grupo empieza una fase de gran implicación en la participación en la estructura de dirección de su asociación y su Federación. Julio del Valle, miembro del grupo, vuelve a ser elegido como Presidente de ASDE-Scouts de España y Santiago Rodríguez, "Yago" como Vicepresidente primero y responsable de Crecimiento de ASDE-Exploradores de Castilla y León. En estos años el grupo va de campamentos de verano a Morgovejo (León) en 2000 ambientandolo en “Roma”, a Arbejal (Palencia) en 2001 en su campamento 254


“Kapingamarangi”, a Bárcena de Pie de Concha en Cantabria en el 2002 “Taralejo”, a Prioro (León) ambientándolo en “Los Simpson” en 2003, a Manzaneda, también en León al año siguiente, a Agüera en Burgos en 2005 con “Don Quijote” como tema, a Milles de la Polvorosa en Zamora–con el eje en los Mundiales- en 2006, a San felices de Castillería (Palencia) al año siguiente, a Acebedo (León) con “La Edad Media” como mundo fantástico en 2008 y por fin cerrando la década a Valdepiélago (León) con Harry Potter como ambientación. “Manitoba” empieza la década en la ronda 2000/2001 con una jefatura de grupo colegiada que se reparten Mario Andrés y Miguel Pérez-Moneo. Acamparon para inaugurar la ronda en Valdestillas, hicieron su festival de Navidad en Acción Católica y los castores fueron junto a los escultas a Valsaín (Segovia) por Navidad y los lobatos a Fresno del Río (Palencia). A los mismos lugares repitieron en Semana Santa pero esta vez a Valsain castores, manada y escultas y a Fresno la tropa. Ese año fue el de la cena de gala escultas-tropa. Los scouters de aquel año fueron: Ana, Pablo, Laura, Irene, Attua y Diana con los castores, Maria, Laura, María, Marco, Marina y Juan Diego con los lobatos, Mario, Cuca, Roberto, Pablo, Rosalía y Astrid con tropa y Miguel, Dani Nieto, María, Goyo, Miguel y Rocío en escultas. El campamento “Troll-all-bow” fue en Muelas de los Caballeros (Zamora) y fueron de intendentes Chino, María y Laura. La ronda 2001/2002 ve el relevo en la jefatura colegiada y le toca el turno a Laura Tomillo y Diana. Repiten Valdestillas y Acción Católica para inicio de ronda y festival respectivamente. Así como Fresno del Río (Palencia) para la acampada de navidad de los castores y los rovers. La manada iría a Frómista. En Semana Santa van de nuevo a Vallejo de Orbó. Rosalía, Pablo, Laura y Diana llevan la manada, Juan Diego, Marco, Irene y Attua en tropa, Cuca, Roberto, Mario, Jaime, Rocío en tropa, María, Goyo y pablo en escultas y ambos Migueles en el clan. El campamento de verano “yapringoyoporti.com” fue en Torneros de la Valdería. Cubillas de Santa Marta es el lugar elegido para la acampada del siguiente inicio de ronda. También cambian de escenario para el festival de Navidad que hacen en San Juan Evangelista ese año. La manada se fue a Herrera de Valdeaños y la tropa a Gama. En Semana Santa todos a Candelario. El campamento de verano “A la fuga” fue en El Payo (Salamanca). Esa ronda 2002/2003 Laura, Marco y Elena llevan castores, Rocío, Alvaro, Rafa, Miguel e Isabel los lobatos, Juan Diego, Irene, Pablo, Cuca y javi la tropa y Diana, Maria y Mariana los escultas. La ronda 2003/2004 es la de María Fiz Fuertes en la jefatura de grupo. Van a Valdestillas de inicio de ronda, hacen su festival en el centro cívico Rio Esgueva y van a Vergaño (los escultas) en Navidad. Ese año los Escultas se fueron de voluntarios al Camino de Santiago como empresa, y para celebrar la empresa se fueron a Valencia cinco días. El campamento de verano “Perrusco Redondo” transcurrio entre los días 17 al 31 de julio. Se hizo conjunto con el grupo scout Amaranto. El lugar escogido para el campamento fue 255


Cármenes en León, un pueblecito no muy grande cerca de las cuevas de Valporquero. Un sitio muy bonito y muy propicio para las marchas. El campamento se dividía en cuatro campas separadas por un rio en el cual se construyó un puente. Las campas no tenían ningún árbol, pero con mucha maña pudieron hacer sus tradicionales construcciones de grupo, sección, patrulla, etc. El campamento transcurrió con normalidad dentro de lo que cabe, aunque eran unos 150 acampados. Ese año se habían repartido las secciones con Yoli e Isabel en castores, Elena, Marco y Rocío en manada, Laura, Irene y Javi en tropa, Juan Diego llevando escultas, maría y Diana en clan y Álvaro, Cuca, Mariana y Miguel haciendo labores de apoyo. En octubre de 2004 empezaron la siguiente ronda acampando en cabezón y repitiendo salón de actos en el centro cívico Río Esgueva para las actuaciones de Navidad. Los castores fueron a Palazuelo de Vedija (Valladolid) de acampada de Navidad, a Cantalpino (Salamanca) la manada, a Vergaño (Palencia) la tropa, a Grajal de Campos (León) los escultas y a Abarca de Campos (Palencia) los rovers. En Semana Santa el grupo fue alñ Aula de la naturaleza “La Dehesa” en Candelario (Salamanca). Eran grandes castores Elena, Eduardo e Irene, viejos lobos Isabel, Mariano, Yoli y Mariana, scouters de tropa Rocío, Álvaro y Javi, de escultas Marco y Laura y de rovers María y Juan Diego. Apoyaban al consejo Diana y Cuca. Ese verano al campamento “Alguien voló bajo el coche de grupo” en Codesal (Zamora) Juan Diego, que iba como intendente, llevó una foca que fue secuestrada en varias ocasiones para pedir por ella suculentos rescates.

Sigue María Fiz al frente del grupo en la ronda 2005/2006. Con ella están en las secciones Elena y Laura en castores, Andrés, Álvaro y María en manada, Rocío, Miguel, Eduardo y itor en tropa, Mariano y Miguel en escultas y Marco, Isa y Laura en rovers. Al campamento de ese verano en “El Payo” vuelve a ir como intendente Juan Diego que vuelve a llevar “ayudantes” para la intendencia, esta vez lleva al Pirata Patata que ayuda en las tareas económicas a la foca del intendente y también es secuestrado en numerables ocasiones. En la ronda 2006/2007 Eduardo Fernandez Santos sustituye a María Fiz. Siguen con el festival en el centro cívico Rio Esgueva. Los rovers van de acampada de Navidad a Abarca de Campos. Elena y Laura llevan castores, José Vicente, Andrés y Álvaro la manada, Miguel, el propio Eduardo, Alberto y Aitor la tropa, Mariano y Miguel los escultas y Juan Diego el Clan. Es el año del centenario del escultismo en el mundo y el del Jambocyl en Castilla y León. Manitoba hace su “Jurasic Camp” en Casavegas (Palencia). Álvaro va de intendente y lleva a un cocodrilo de mascota. Se repiten los secuestros. Mariano Blanco Guerra da el relevo a Eduardo el año que el grupo tiene que dejar los locales que desde hace varios años ocupa en la plaza del Doctor Marañón trasladándose momentáneamente al centro cívico Rio Esgueva, donde siguen celebrando sus festivales. Ese 2007 hacen su acampada de inicio en Dueñas (Palencia) y luego los escultas y rovers irán a Valsain en Segovia por Navidad. Laura y Elisa llevan la colinia, José Vicente Corrales, Eduardo y Chuchi la manada, Andrés, Alberto y Cuco la tropa, el propio Mariano con Álvaro y Miguel la unidad esculta y Juan Diego sigue en el clan. En Semana Santa van al aula de la naturaleza de “La Dehesa2 en Sotillo del Rincón 256


(Soria) y en verano hacen su campamento “Sera Venenosa” en Torneros de la Valdería con Aitor y Álvaro como intendentes. Las dos últimas rondas de la década las hacen con Andrés Carrera Álvarez como coordinador de grupo. Esto cierra un círculo que se iniciara con Luisjo, su padre, muchos años atrás. Van ambos años (2008 y 2009) a Valdestillas (Valladolid) de acampada de inicio de ronda. El festival de Navidad de 2008 lo siguen haciendo en el centro cívico Rio Esgueva. Buscan nuevos locales en un entresuelo de la calle Fray Luis de León. También tuvieron que cerrar la colonia ese año. La acampada de Navidad la hicieron los lobatos y los rovers en Grajal de Campos y en Semana Santa fueron a Montesclaros en Cantabria. La manada la llevan ese año Chuchi, Iván y Nieves. La tropa Cuco, José, Elisa y Laura. Álvaro, Ana y Aitor la unidad esculta y Andrés y Juan Diego el clan. Hace labores de apoyo Eduardo. El campamento de aquel año se llamó “El corralito 2009” y fue en Cueva de Agreda (Soria). Álvaro Toranzo y Mariano Blanco actuaron como intendentes. En la ronda siguiente y última del decenio, la ronda 2009/2010 hicieron el festival en “El campillo”, la acampada de Navidad en Corporales (León) y la de Semana Santa en Los Molinos (Madrid). Volvieron a reabrir castores a cuyo frente estuvo Patricia de castro y Lucía Fernández. Los viejos lobos fueron en esa ronda Pablo Pérez, Iván Rueda y Alejandro Caballero. En tropa estaba un equipo formado por Javier Carrera, Mónica González, Juan García. Un rover de servicio del grupo scout Laguna, Gonzalo Marcos, les dio apoyo ese año. En escultas Álvaro Caballero, Bárbara Martínez y Ana Luisa Fresno y en rovers Juan Diego Pérez-Moneo, Mariano Blanco y Andrés Carrera. Ese año el campamento se ambientó en “Morucha D´Or, ciudad de vacaciones” y se desarrolló en El Payo, Salamanca. Fue de intendente Rafael Saiz y los jefes de rovers fueron suplantados por tres gnomos de jardín, los cuales fueron secuestrados por los jefes de tropa. La unidad rover subió el Jálama con el Gnomo Juan Diego. La tropa hizo un teepee que moló mucho. Los castores hicieron un estanque de nenúfares en su parcela. Los escultas se despertaban cada mañana con el sonido de una paellera golpeada con un tronco, a modo de Gong. Los lobatos ambientaron varios días del campamento, siendo especialmente divertido el día medieval, donde se podía ver a Baloo trotando por la campa.

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El grupo scout “Íberos” sigue en estos años en sus locales tradicionales del Colegio Maristas “La Inmaculada” del barrio de La Huerta del Rey. En esta época además la familia Miranda, que está vinculada al grupo desde hace tiempo, cede en su instalación de la granja escuela de “Las Cortas de Blas”, de su propiedad, un espacio para que pueda hacer funciones de base de campo. Los campamentos de verano del grupo se llevan a cabo en Cades en el 2000, en Puenteasnil al año siguiente, en Lugueros en 2002, Cades de nuevo en 2003, a Puentedey en el año 2004, San Mamés en el 2005, Susilla 2006, Muelas de los Caballeros 2007, Lebeña en 2008 y de nuevo Cades para acabar la década. Los de “Ácrux” por su parte fueron en Valdepielago, Sagallos, Los Llazos, Cidad de Ebro, Tejerina en el 2004, Regumiel de la Sierra, Manzaneda, Acebedo, Montuerto y finalmente Torneros de la Valdería. “Impeesa” se traslada a unos locales cedidos por el Ayuntamiento en la calle Vinos Ribera del Duero y posteriormente al Centro Cívico José María Luelmo donde siguen. En esta década coordinaron el grupo Miguel Delgado (99/2000), Angel Galdeano y Javier Quintero (“Quinte”) compartiendo coordinación en el 2001 y 2002 (luego repetirán esta fórmula en 2005, pero en 2003 y 2004 la asume sólo Ángel y luego sólo Javi en 2006. Juan Gonzalo es Coordinador de grupo entre el 2007 y 08, para cerrar la década Javier Sánchez Usero que lo será las tres siguientes rondas hasta 2011, en que volverá Javier Quintero. 258


Los campamentos de verano se celebrarán en Sagallos (Zamora), Quintanilla de Yuso (León), Regumiel de la Sierra (Burgos), Villardeciervos (Zamora), Acebedo (León) Camporredondo de Alba (Palencia), Torneros de la Valdería (León), San Felices de Castillería (Palencia), Coristanco (La Coruña) y Loma de Montija (Burgos). Los Scouts medinenses de “San Juan de la Cruz” tuvieron una década movidita de continuas mudanzas. Se trasladaron durante un año a una casa baja en la Calle San Lázaro (ronda solar de 2001/2002), pero ese local se les quedó pequeño pronto y volvieron a mudarse a la Calle Gamazo, a un edificio de dos plantas del que podían disponer libremente. Sin embargo la alta exigencia económica que requerían les obligó de nuevo a volver a su último local en el que estuvieron otra ronda solo pues finalmente terminaron instalándose en el Centro Cultural Integrado “Isabel la Católica” en el que siguen actualmente y en el que disponen de una sala por sección para hacer las reuniones de los sábados. Algunos nombres que merece la pena destacar de este periodo en el escultismo de Medina del Campo son los de: Jonás, Begoña Velicias, Teresa Lázaro Ordóñez, Elena Magro, María Elena Domínguez, María, Carolina Cid, Lucia, Rafa, Paco Javi, Alberto Santos, Rubén, Samuel, Voces, Mamen, (parrel) Carlos Alonso, Pilar, Aurora y Juan Ruiz Mangas, Francisco Javier Ordóñez, Nieves, Judith, Sharon, Santi, Mario (wadda), Mariita, Eva, Alexia, Victor, Cristina (cristipi), Maria (Mery), Daniel (lapa), Samu, Sergio (pico) y sus cocineras: Francisca Martín (Paqui), la madre de Sahornil, la de Carlos (de la Seca), José Ordóñez, .. Coordinaron el grupo en este periodo David Alonso entre el 99 y el 2002, Elena Magro del 2003 al 2004, Jonás Martín Vega los cuatro años que van del 2005 al 2009 en el que se volvió a hacer cargo David Alonso hasta la actualidad. “San Juan de la Cruz” ha realizado campamentos de verano en la década de los 2000 junto a otros grupos scouts en multitud de ocasiones. Fueron en Villarodrigo de Ordas, Caldevilla de Valdeón (León), Regumiel de la Sierra (Soria) -Junto con “Impeesa” -, Revenga -con “Doce Linajes” de Soria- en el 2003, Prioro con “Laguna”, Cármenes (León) junto con “ Cruz del Sur”, Riaño (León) en el 2006 con “Laguna”, en Carballo (Galicia) en 2008 –el verano anterior no pudieron hacer campamento de verano-, y finalmente en 2009 en Puentenansa (Cantabria) junto con al grupo scout “San Jose” de aquella Comunidad Autónoma.

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Por su parte en el grupo scout “Cruz del Sur” se elabora para abrir la década el Proyecto Educativo de Grupo en la ronda 99-00. Dos años después el Coordinador del grupo deja de ser un Agustino por primera vez y se vive un periodo de mayor autonomía del centro que les sirve de locales, sin que ello suponga que dejen de colaborar con este en todo lo que se les solicite. El Clan de rovers del grupo (“Tamarawa”) descubre en la ronda 2004-05 el Proyecto de la Fundación Escuela de Solidaridad de Granada, organización que tiene como objetivo la acogida y la intervención social sobre personas que viven el desarraigo, la desventaja social, el maltrato o la exclusión y que pretende recuperar el sentido de la familia de personas, que por diferentes motivos, no han podido ni pueden desarrollarlo. Será la primera pero no la última que el Clan del grupo se desplaza hasta Granada para participar en la Fundación. Además, la difusión que dieron entre los demás grupos de ASDE-Exploradores de Castilla y León, hizo que desde entonces hayan sido numerosos los Clanes que han querido participar en este proyecto hasta el día de hoy. Incluso 3 miembros del Kraal del grupo se fueron a vivir a la Fundación durante un tiempo. 260


La ronda 2006-07 vio como los que una vez fueron los primeros castores de la historia del grupo empiezan a tomar las riendas de éste integrándose en el Kraal de Scouters. El grupo asumió el reto de organizar el Festival de la canción scout de Castilla y León, que fue todo un éxito. Nombres señeros siguen siendo los de Elena Rodríguez o el de Oscar Aguilar (Xurri) El 2007 fue un año muy especial para “Cruz del Sur” que echó toda la carne en el asador para disfrutar con el JAMBOCyL ese verano. Los demás campamentos estivales de la década fueron a Bárcena de Pie de Concha (Cantabria-2000-), Morgovejo (León-2001-), Caleao -2002-, El Payo (Salamanca-2003-), Agüera (Burgos)2004.), Cármenes (León-2005-) ,Caleao (Asturias-2006-), Los LLazos (Palencia-2007-), Revenga (Burgos-2008-) y finalmente Acebedo (León-2009-). Para el grupo scout “Laguna” posiblemente un momento clave fue su decisión de participar en el Festival Regional de la Canción Scout de Soria, en 2001. Aquí encontraron una de las que en adelante se convertiría en seña de identidad del grupo: la capacidad de asumir retos como elemento clave de motivación para seguir adelante. Por primera vez se llenaba un autocar de chavales, y la sensación de triunfo, de haber conseguido algo grande, se tenía ya según partía el autocar en dirección a Soria. A partir de este momento la historia del GSL está vinculada a los Festivales Regionales de la Canción Scout habiendo participado en Soria, Palencia, Salamanca, Boecillo, Medina del Campo, Valladolid… y habiendo conseguido tres veces el premio a la Mejor Canción, así como habiendo participado en dos Festivales Federales en Cartagena 2003 y Lorca 2011. El Grupo también tuvo esos años presencia en actividades internacionales como el Eurojam 2005, o a través de varias Empresas escultas y Aventuras scouts realizadas en Coimbra (Portugal). Una de las constantes en el devenir del GSL en el periodo fue su enorme permeabilidad y capacidad de adaptación. Una de las causas profundas de esta característica tal vez haya que buscarla en el hecho de que por el grupo pasaran multitud de scouters, tanto procedentes de otros grupos buscando una nueva experiencia en el escultismo, como rovers de servicio o incluso personas sin vinculación previa a los scouts. La integración de personas de procedencia tan diversa fue posible por una apertura constante a ideas que vinieran de fuera así como por una apuesta por la formación scout permanente y consciente. Otra de las características del grupo en esta fase fue la opción por los campamentos conjuntos. Por necesidad en principio, y por convicción después, el GSL realizó campamentos de verano y acampadas de Navidad o Semana Santa con otros Grupos. La vinculación inicial al grupo “Pisuerga” fue grande, pero a partir de ahí compartieron aventuras con “San Juan de la Cruz”, “Kandersteg”, “San Jorge 103” , 261


“Santovenia”... Ambas situaciones permitieron al GSL conocer diferentes formas de hacer las mismas cosas y, en definitiva, poner en práctica el método scout. El espíritu de innovación, y de compromiso social, se pudo apreciar claramente en la Descubierta Rover “Babelia” en 2009, organizando un campamento urbano intercultural con niños inmigrantes. Por último el GSL siempre ha sido consciente de su pertenencia y compromiso con ASDE-Exploradores de Castilla y León, como lo demuestra su participación activa en el Jambocyl 2007 y en el Festival Federal de Medina del Campo 2009, o en actividades de rama, Festivales, Indabas… así como el hecho de que cinco de sus miembros hayan formado parte de Equipos de Asociación, tres más hayan trabajado profesionalmente en la estructura asociativa o diez hayan formado parte o colaborado con la Escuela Insignia de Madera, en tan sólo quince años de historia. El GSL nació con la idea de que hacer escultismo de calidad es sinónimo de innovar, de cuestionar, de buscar alternativas, de que la cosas no deben hacerse porque siempre se hayan hecho de una manera si esa manera ya no tiene sentido, y en el tuétano del grupo siempre ha estado la pasión por el debate, por la reflexión, por el cambio… Hoy el grupo scout “Laguna” tiene ante sí el reto de continuar educando, con calidad, con pasión, con compromiso y desde el escultismo. En esta década hizo sus campamentos en Morgovejo (León), Arbejal (Palencia) y Bárcena de Pie de Concha (Cantabria) en el 2000, 2001 y 2002, los tres con el “Pisuerga”. Al año siguiente en Casares de Arbás (León), en Prioro (León) con el grupo scout “San Juan de la Cruz” de Medina del Campo en el 2004, en Acebedo (León) al año siguiente, en Riaño (León) en 2006 ora vez con “San Juan de la Cruz”, en Santa María de Redondo (Palencia) con motivo del JAMBOCYL 2007, Castrocontrigo (León) en 2008 y cerrando el periodo en Quintanabaldo (Burgos) en 2009. Fueron sus coordinadores de grupo en esta década Nano (del 98 al 2000), Rubén la ronda siguiente, Tania desde el 2001 al 2005, Pepito hasta 2007, Clark las rondas 07 y 08, Patri, hasta 2009 y Sergio y Raquel desde entonces al 2010. En el año 2009 varios miembros de grupos de Scouts Valladolid-MSC (Enrique Román y Arturo Alonso dos antiguos responsables scout años atrás) comienzan a dar vueltas a la idea de poder abrir un nuevo grupo. Este es el germen del que luego sería el grupo “Németon” del que hablaremos en el capítulo siguiente.

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Juego de Pistas:

“Dividíos en dos y en cuatro”

También hay pistas en movimiento en nuestro juego, no solo las estáticas. A quienes han sido Scouts en Valladolid a lo largo de todos estos años y a quienes en la actualidad son Scouters, responsables, gestores voluntarios o formadores, les une a menudo con el escultismo un buen recuerdo, el de una infancia feliz e imborrable, el de un crecimiento pleno de memorias, de aprendizajes. De noches estrelladas, de valores y de experiencias compartidas. La estrecha relación con el grupo al que se perteneció se manifiesta además en un cariño especial por los colores del mismo. El sentido de hermandad scout mundial se traduce frecuentemente en la necesidad de manifestar a los demás un cierto orgullo por haberlo sido o serlo aún y en el de hacérselo saber sobre todo a otros posibles scouts por todo el mundo. El universo de símbolos scouts sirve a menudo como nexo de unión entre personas que, sin conocerse de nada, saben que comparten unos mismos valores en los que se educaron y se deben lealtad mutua por el mero hecho de haber hecho la misma promesa. También puede ser considerada una forma de apoyo externo al movimiento y al escultismo en general la muestra de elementos simbólicos scouts en el exterior. Por último quien aprendió de joven un determinado sentido del servicio a los demás con frecuencia gusta de hacer saber a todos de esa disposición a hacer el bien cuando se le necesite. En ese sentido los dos iconos más habituales de reconocimiento son la flor de lis y la pañoleta. Por todo ello por Valladolid podrás ver, si te fijas bien, estos símbolos estáticos en algunas ventanas y balcones, o en movimiento adornando los vehículos de las personas que se sienten orgullosas de ese pasado scout o que quieren expresar a los demás su espíritu de servicio. Cuando veas esos símbolos sabrás que en ese lugar vive un scout o alguien que lo fue, que puedes contar, si necesitas ayuda, con el propietario de ese vehículo,.. pues cuando era joven un día prometió “ayudar a los demás en toda circunstancia” en un grupo scout de Valladolid. 263


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NOVENA HUELLA: CAMBIAR PARA SEGUIR IGUAL La última etapa de nuestro viaje por un siglo de escultismo vallisoletano son los tres años que van desde 2010 a 2013 en que se celebra ese centenario. A pesar de la brevedad del lapso de tiempo son tres años intensos de vida escultista en Valladolid en los que suceden a ritmo vertiginoso hitos históricos para este movimiento en la ciudad y la provincia. Varios grupos scouts, que recordemos son entidades de carácter voluntario y de participación de los vallisoletanos en la vida de su localidad, celebran sus respectivos aniversarios. El hecho de que muchos de ellos cumplan 40 años de existencia (y más en algunos casos) sin interrupción ya parece milagroso a la vista de la media de pervivencia de movimientos asociativos y colectivos de muchos tipos. Pero esta circunstancia se convierte en casi milagrosa a ojos de quien no ha vivido intensamente el escultismo cuando se cae en la cuenta de que se trata de entidades sin ningún ánimo de lucro, alimentadas básicamente de ilusión, juegos, momentos, vivencias, felicidad y experiencias.. e impulsadas por la energía incansable de generaciones de voluntarios en labores de educadores scouts. En este trienio grupos como “San Jorge”, “Manitoba”, “Iberos”, “Amaranto”, “San Juan de la Cruz”, “La Victoria”, etc. soplaran distinto número de velas de duración y permanencia fieles al método scout y recordarán con acampadas, juegos de calle, exposiciones, notas de prensa, etc. su larga vida. Así por ejemplo “40 años, 40 campamentos” será el acertado lema de la exposición que en el Espacio Joven del Ayuntamiento de Valladolid lleve a cabo el grupo scout “Pisuerga” en conmemoración de una fecha tan señalada, pero habrá muchos actos como este repartidos por los tres años y por toda la ciudad. En el mundo en general también pasan un montón de cosas en estos meses. La más importante de ellas es la importante crisis que desde 2008 viene afectando a la economía a escala mundial y que desde 2010 se acentúa. El país vive en lo deportivo un periodo dulce con las victorias de nuestros representantes en el tenis con Nadal, el baloncesto con los Gasól, Navarro, Garbajosa y compañía, y sobre todo con los éxitos de la selección española de futbol en las Eurocopas de 2008 (Alemania) y 2012 (Ucrania/Polonia) y en el Mundial de Sudáfrica 2010. El escultismo de cada grupo vallisoletano continua sus pasos. -------------------------------------------

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“El Pilar” cambia de local nuevamente saliendo del piso en que estaba para volver al Colegio en un local que se les cede con entrada desde el patio. Hacen sus campamentos “Kwelanga” en Huerta de Arriba (Burgos), “Dokkan” en Acebedo (León) y “Maverick” en Duruelo de la Sierra (Soria). El “decano” de los grupos scouts en activo de la provincia, “San Jorge 103” atraviesa momentos críticos en que se llega a plantear incluso su cierre. La ilusión y el compromiso de los voluntarios que han estado llevándolo durante años (Ángel, David Sierra..) y de los más jóvenes, cuya falta de experiencia se ve suplida con creces por sus ganas, evitarán in extremis que una noticia tan triste llegue a producirse. Algo tan hermoso como que de esos 100 años el “San Jorge 103” haya vivido casi la mitad de ellos era razón más que suficiente para hacer aquel esfuerzo. Y quienes tenían que dar el paso al frente lo hicieron en la ronda 2010/2011. El grupo ha disminuido en tamaño, en volumen, en número de scouts y de scouters respecto a su pasado, pero no en tradiciones ni en calidad de su escultismo. Nombres como los de Ruth, Gonzalo, Blas.. se encargan de ello con una carga de energía e ilusión envidiable. Celebraron en este periodo con diversois actos y encuentros ese cumpleaños y fueron de campamentos a Prioro en 2010, Pesaguero, al año siguiente y “El Rajao”, junto a “Amaranto” en 2012”.

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En el GSP el coordinador de grupo durante las rondas 2010-2011 y 20112012 es Santiago Rodríguez Abengochea, "Yago". En esta época el grupo ha crecido hasta convertirse en uno de los más grandes de Valladolid por número de Scouts y de Scouters rondando siempre los 150. El proyecto protagonista en esta etapa para el “Pisuerga” es la celebración durante el 2012 de su 40 aniversario. Se organizaron un montón de eventos alrededor de esta conmemoración: una acampada de miembros y antiguos miembros del grupo, una exposición en el mes de mayo en el Espacio Joven de Valladolid, etc. En esta última se pudieron ver fotos de campamentos, antiguas insignias, ejemplares de las revistas de grupo “Al Lorín” y “Alerta”, viejos horarios de campamentos, programaciones, credenciales, un estante en el que se podían encontrar manuales de algunas de las secciones, estaban expuestos bombines, pañoletas, diplomas del Grupo... y por supuesto el protocolo de entrada del GSP en ASDE. También pudo verse un video recopilación de vivencias narradas por antiguos miembros del Grupo Scout Pisuerga. Del periodo también cabe destacar la participación de 6 miembros del Grupo en la organización del 22 World Scout Jamboree de Suecia en 2011 y la participación en los campamentos federales de ASDE con motivo del Centenario del Escultismo en España al año siguiente. El grupo ha estado vinculado a través de alguno de sus miembros de manera casi continua desde los 90 a la gestión asociativa y federal de ASDE. Durante estos años también es así pues cuenta en el equipo regional con la participación de Javier Ramos y Alejandro Rescalvo como secretario y responsable de internacional respectivamente. Cuando en Diciembre de ese año se celebren elecciones regionales Javier se quedará como Director de la Escuela de Formación Scout “Insignia de Madera” y Alejandro (Alex) asumirá la responsabilidad de la presidencia acompañado de “Yago” en la tesorería y de Israel Ramos en el área de recursos humanos, con lo que la participación del grupo scout 92 “Pisuerga” en la gestión asociativa queda sumamente reforzada y su voluntariado e implicación destacan. Todo ello además de la continuidad de Julio del Valle hasta finales de 2012 en la Presidencia Federal a nivel nacional. El Equipo Scout Federal que releve al de Julio contará como Secretaria con Rocío García de la Barga, también de “Pisuerga”. Al comienzo de la ronda 2012-2013 Elena Santamarta se hace cargo de la coordinación de grupo.

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El grupo ha estado yendo de campamentos de verano esos años a San Felices de Castillería, Acebedo, Valdepiélago, Pimiango (Asturias-2010) y San Juan de Redondo (Palencia-2011) ambientado en “La antigua Grecia”. En el verano de 2012 los Escultas y Rovers fueron a los campamentos federales que se organizaron para conmemorar el centenario del escultismo en España (Tenerife y varias Etapas del Camino de Santiago respectivamente), mientras que castores, lobatos y Scouts acamparon con el tema “El Circo del Sol” en Casaviejas (Ávila). La Tropa había tenido ya su campamento Federal en Murcia. Mientras tanto otros grupos como “San Juan de la Cruz” lo han estado haciendo a Puenteasnil, Pesaguero -Junto con San Jorge 103 de Valladolid- y Ogarrio. Los tres en tierras Cántabras desde el 2010 al 12 respectivamente. Los “Iberos” lo hacían en esos tres mismos años a Villota de Helines, Cades y Rebollar del Ebro, y “Ácrux” a Velilla del Río Carrión, Manzaneda y Quintanabaldo. Por su parte el grupo scout “Impeesa” sigue, caminando más o menos rápido, con sus momentos mejores y peores, adaptándose a los tiempos y manteniendo los elementos básicos de su personalidad.

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Calculan que en torno a las 2000 personas han vestido en estos años la pañoleta azul y verde. De todos ellos guardan especial recuerdo de Teo Pérez Gil, Ángel Guerra Polo, Paquito Miguélez, Josito Tarrero, Mamen Delgado y Alba González, que pasaron en estos años al eterno campamento. En el 2012 cumplen su sueño y abren por fin su propia Colonia de Castores. Siguen desarrollando sus actividades en el Centro Cívico José María Luelmo, junto a la plaza Baden-Powell de la que en breve hablaremos. Javier Sánchez Usero coordinará el grupo hasta 2011, en que volverá Javier Quintero a hacerlo. Van de campamentos de verano a Puentenansa (Cantabria en 2010), Vinuesa (Soria, al año siguiente) y El Payo (Salamanca en 2012).

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En la ronda 2009-2010 el grupo scout “Cruz del Sur” retoma su vena musical que tantos éxitos le diera en el pasado y vuelve a ganar el festival Regional de la canción scout celebrado en Valladolid, con su canción “Cambia el rumbo del Timón”. El proyecto conllevaba un esfuerzo de escenografía y decorados que requirieron de la fuerte implicación y la ilusión de los Scouts, sus padres y Scouters. Pero tuvo su recompensa cuando gracias a ello obtuvo el primer puesto del Festival Federal de la Canción Scout celebrado en Alfaro (La Rioja). Al año siguiente y coincidiendo con el 50 aniversario del Centro que les da cobertura (Colegio San Agustín) organizaron el festival regional en sus instalaciones reuniendo allí a más de 1000 Scouts. En estos tres años han estado de Campamento de verano en Caleao (Asturias-2010-), El Payo (Salamanca-2011-), y Ruesga (Palencia-2012-).

El grupo scout “Laguna” tiene en estos años por coordinadores a Raquel el primero, a Nacho en 2011 y a Gloria al año siguiente. De toda su andadura recuerdan especialmente a Goyo (que falleció mientras se escribía este libro), Nuria, César, Bea, Dalia, Silvia, Marta G., Txomin, Garde, Morci, Peluso, Burbu, Elena, Alicia, Marta P., Peky, Rodri, Rebe, Lila, Bárbara, Ana Ramos, Yeray, Juanón, etc. Sus campamentos de verano han sido a Muelas de los Caballeros (Zamora-2010), Cármenes (2011) y Lario al año siguiente (ambos en León). Los demás grupos continúan su actividad normalmente llevando a las más altas cotas de calidad educativa al escultismo vallisoletano (“Besana”, “La Victoria” y “Parquesol” en el MSC y “Manitoba”, “Amaranto”.. en ASDE-). Mientras tanto nuevos proyectos scouts ven su aparición en Valladolid a la fecha del centenario del escultismo vallisoletano:

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Así por ejemplo en el año 2010 Cristina y Alicia de la Serna, Rubén Asensio, y María Vanesa Babón se unen a la iniciativa que se empezara en 2009 con el proyecto “Németon” de creación de un nuevo grupo scout. Habían elegido este nombre, proveniente del pueblo celta, y que daba término a los claros que se abrían en medio de los bosques. Para ellos eran entendidos como santuarios, pues en estos lugares se celebraban reuniones y rituales. Eran lugares especiales, pudiéndose encontrar un roble creciendo en solitario o donde recoger sus hierbas. Para ellos simbolizó ese lugar especial, ese claro en el bosque donde poder reunirse, donde poder encontrar ese árbol solitario o recoger los ingredientes para el brebaje que necesitaban. Un lugar abierto y accesible. Muy luminoso en el que poder crecer, compartir y llegar a desarrollarse completamente. El 7 de Noviembre de ese año SVA (Scouts de valladolid MSC) aprueba como grupo scout en formación al nuevo grupo recién presentado. Aun no tiene Scouts. Trabajan sus responsables con los objetivos principales de encontrar sede y espacio propio. Tres meses después presentan el diseño de su pañoleta. Explican que pretenden significar con el mismo los colores de cada una de las ramas, simbolizando el proceso educativo que se vive dentro del grupo scout. Y añaden que eligen como color de paño el verde, porque su fin último es formar hombres y mujeres libres, críticos, comprometidos con su Fe y con el momento histórico que les ha tocado vivir. Distribuyen en el diseño los colores del resto de ramas de manera que las de los más pequeños quedan dentro, y sean “protegidas” por las de los mayores, pero teniendo todas su protagonismo, su espacio e importancia y su interrelación (el cruce de cintas en el pico de la pañoleta). Se unen al proyecto Francisco Nuñez, Marta de Miguel y Olga Treceño. Con el equipo ampliado continúan presentando su proyecto en varios centros educativos, hasta que tiene buena acogida en el Instituto Politécnico “Cristo Rey” en la avenida Gijón, que tras algunas conversaciones se convierte finalmente en la actual sede del grupo en 2012. El grupo cambia su nombre por el de “Németon-Cristo Rey” (en agradecimiento a la comunidad jesuita que les acoge). El 17 de Octubre de 2012 el grupo abre sus puertas como grupo scout ya realmente funcionando con las ramas de Lobatos y Rangers celebrando la primera actividad en el Centro con 24 chavales. En la ronda 2011-2012 hace su aparición en el panorama scout vallisoletano el grupo “Horizonte”, ubicado en el Patio de las Columnas del Colegio “San José” de la capital. Con sus orígenes en el anterior grupo de ocio y tiempo libre existente en el Colegio y que llevaba el mismo nombre. Esta iniciativa había surgido hacía años de la necesidad de continuar el Campamento, que tenía lugar en verano, y al que habían acudido decenas de generaciones de alumnos del colegio. Con idea de dar mayor continuidad a este grupo y de proporcionar una educación integral a los niños y adolescentes, formando hombres y mujeres libres, críticos, comprometidos y capaces de transformar la sociedad en la que viven, un grupo formado por monitores 278


de este campamento, profesores del colegio y antiguos alumnos se embarcaron en la aventura scout. El día 8 de marzo del 2012 fue admitido en el MSC. Desde entonces consideran ese como el día de su fundación. .

Llevaron a cabo su primer campamento en Espinosa de los Monteros (Burgos) en el verano de aquel 2012 También en Noviembre de 2011 inicia su andadura el grupo scout “Santa María de Cabezón” en Cabezón de Pisuerga con Toñi y Agustín al frente y en esa misma fecha (el 29) se fija el inicio del nuevo grupo del barrio de cuatro de marzo en la Parroquia de Santo Domingo de Guzmán y San Mateo, que se llamará “Aldebarán”. Al cierre de la redacción de este recorrido histórico llegan noticias de la aparición de un grupo independiente (No perteneciente ni a ASDE ni a MSC). El primero de Valladolid, el “Gilwell” en el barrio de La Victoria. Así mismo se oyen voces interesadas en la creación de grupos scouts en localidades del alfoz como Arroyo de la Encomienda (“Fénix”) o La Cistérniga. -------------------------------------------------------

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No solo para cada uno de los grupos vallisoletanos fueron tres años de gran importancia, para el escultismo vallisoletano, como conjunto, también lo han sido. A finales del año 2009 un horroroso terremoto había asolado Haití provocando una tragedia enorme en vidas humanas y destrozos materiales. Los Scouts de Valladolid se proponen colaborar en la medida de sus posibilidades en la reducción de los daños. En Marzo de 2010 se lleva a cabo, con la excusa de la celebración del Festival de la canción Scout de ASDE-Exploradores de Castilla y León, una recogida de fondos (fila cero, donaciones particulares, etc.). Aunque estaba inicialmente prevista para ser realizada en la acera de recoletos y en el parque de coches del Campo Grande finalmente ha de ponerse en práctica el plan B por la previsión de lluvia y se termina desarrollando en las instalaciones de la Fundación Municipal de deportes tras el edificio del Corte Inglés. Una carpa que normalmente se usa para hacer deporte se utiliza en esta ocasión para practicar solidaridad. Durante el acto hace acto de presencia el alcalde de la ciudad acompañado del vallisoletano Julio del Valle, a la sazón Presidente de ASDE a nivel Federal y Concejal del Ayuntamiento de Valladolid. Los Scouts vallisoletanos premian así mismo a los bomberos voluntarios de la ciudad que durante la catástrofe se desplazaron al lugar a ayudar.

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Don Javier León de la Riva - Alcalde de Valladolid En el Festival Scout a favor de Haití - 2010 (Archivo grupo scout 103 “San Jorge”)

Con el mismo triste motivo el grupo “La Victoria” organiza un mercadillo solidario en el barrio en el que se intercambian productos con la intención de recoger comida para enviar a la zona del desastre.

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Ese año el grupo “Cruz del Sur”, que había resultado ganador del Festival Regional y por tanto actúa en representación de toda la Asociación, consigue también el primer puesto nacional en Alfaro –La Rioja- donde había acudido acompañado por un contingente de Scouts y Scouters vallisoletanos y de otras provincias de Castilla y León que les animaron.

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2010 se cierra para los exploradores de Valladolid con su Conferencia y Asamblea Regionales en las que se debaten temas de gran calado como la Calidad del Escultismo, el papel de los adultos, etc. El scouter de “Manitoba” y formador de la Escuela “Insignia de Madera” Juan Diego Pérez-Moneo Agapito es elegido presidente de ASDE-Exploradores de Castilla y León.

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En el primer trimestre del año siguiente el grupo ganador de la convocatoria anterior organiza, como es costumbre, la nueva edición del Festival Scout Regional de ASDE en la Comunidad. El encargado es por tanto “Cruz del Sur” que prepara en el colegio San Agustín de Valladolid una divertida jornada en la que se dan cita más de mil Scouts de la región.

Ese año el Festival Scout Federal de ASDE se celebra en Lorca. Allí se desplazó un pequeño contingente de Scouts vallisoletanos para animar al grupo que representaba a la Comunidad. Desgraciadamente a los pocos días de su regreso un terremoto sacude la localidad. Los temblores generan gran cantidad de daños materiales y de damnificados que vuelven a activar la solidaridad de los exploradores de Valladolid que días antes cantaban en su plaza y la alegraban con sus pañoletas. Varios voluntarios se desplazan in situ para ayudar a las tareas de reconstrucción, animación de los más pequeños, apoyo a las familias, reparto de comida y agua, etc.

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Quienes no pueden acudir en persona inician campañas de apoyo y recogida de víveres y medios necesarios. En el Centro Comercial Vallsur Scouts vallisoletanos de SVA (MSC) promocionan su siguiente “Scoutyval” a través de un “Flashmob”

El propio encuentro “Scoutyval” se convierte aquel año en todo un hito para los Scouts católicos de Valladolid que marcará un antes y un después en la organización y que será recordado con mucho afecto por todos los que en el mismo participaron.

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A finales de año la prensa ya recoge una noticia que se venía negociando desde hacía tiempo: desde principios de 2012, celebración del centenario del escultismo español, una plaza de la ciudad de Valladolid llevará el nombre del fundador como homenaje a este movimiento mundial con motivo de este aniversario.

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De cara a la Navidad de 2011 los Scouts católicos vallisoletanos participan en la iniciativa ya consolidada de la llegada de la “Luz de la Paz de Belén” que ese año será acogida en la propia Catedral de la ciudad. Junto a la “llegada” y “reparto” de la propia llama llegada desde el lugar de nacimiento de Jesucristo, se organizaron actividades lúdicas y educativas, juegos, dinámicas, etc. por las calles de la localidad.

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El año 2012 es el de la celebración del centenario del escultismo en España. Con ese motivo se suceden actos y conmemoraciones de todo tipo por España entera. Valladolid no es menos y así se verá a lo largo de todo el año. La primera de las acciones en homenaje a esta fecha ha tenido su principio muchos años atrás. Desde hace mucho tiempo es un proyecto del escultismo vallisoletano el logro de algún tipo de reconocimiento de la ciudad al movimiento scout. Han sido múltiples las solicitudes formales y las conversaciones en ese sentido con los distintos responsables políticos. La idea más deseada ha sido siempre la de la colocación de una placa en algún lugar de la localidad o ya en un horizonte más soñador y utópico la dedicación al escultismo vallisoletano de una calle o plaza.

Todas esas expectativas se ven colmadas cuando a finales de 2011 se lee en prensa y se recibe la noticia de la concesión del mayor de los deseos para celebrar el centenario del escultismo. El Ayuntamiento de Valladolid ha tenido a bien conceder el nombre del fundador de este movimiento a un espacio público, una plaza de considerable importancia y dimensiones en el barrio de Parque-Alameda. Comienzan pues los preparativos para la inauguración de la “Plaza BadenPowell”, que se anuncia para el 21 de enero de 2012. Se informa a los grupos de Valladolid, se preparan actividades, se coordina con el gabinete de la alcaldía la agenda, los discursos,..

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Y por fin llega el día, que como es de esperar en enero y en Pucela, es frio. Allí está, cubierto por una gran tela que espera ser desplegada, el monumento que los Scouts de España donan a la ciudad en agradecimiento. Lucen brillantes y recién estrenadas las placas que rezan el nombre de la plaza, una placa anuncia el motivo del monumento, una roca separada del resto del conjunto marca el inicio y el fin de la pista. Un atril preparado para los discursos espera la llegada de las autoridades, pero los que van llegando son los cientos de Scouts de todo Valladolid que poco a poco desembocan desde las calles anejas y van llenando la plaza con sus colores, sus pañoletas, sus canciones y sus gritos.

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Para no hacer el acto demasiado largo son recibidas las autoridades con el alcalde, Don Francisco Javier León de la Riva, a la cabeza, por el presidente de la Federación de Scouts de España, el vallisoletano Julio del Valle, y por el presidente de ASDE-Exploradores de Castilla y León Juan Diego Pérez-Moneo Agapito, también de Valladolid y miembro del grupo scout Manitoba y de la Escuela “Insignia de Madera”. Tras el recorrido explicativo por el significado de los distintos símbolos repartidos por la plaza se desarrollan los discursos institucionales elogiando al movimiento, al escultismo en general, al vallisoletano en particular y a la figura de su fundador. Se agradece la presencia institucional y el detalle de nombrar la plaza así entrando a formar parte del callejero de Valladolid la figura de B-P. Se hacen varios regalos a los distintos representantes de las instituciones presentes y se descubren el monumento y la plaza que los Scouts de España donan a la ciudad. Se trata de una gran piedra de Campaspero sobre cuya superficie el artista ha tallado el símbolo de la hermandad scout mundial; la “Flor de Lis” rodeada por la soga y por el nudo de rizo que simboliza esa unión de todos los Scouts. Junto a ella las huellas de un lobo y una pañoleta y el lema “Construyendo un mundo mejor”. A sus pies la mencionada placa. Todo ello ante los Scouts de los grupos vallisoletanos que allí se han congregado provenientes de “San Jorge 103”, “Manitoba”, “El Pilar”, “Pisuerga”, “Acrux”, “Cruz del Sur”, “Laguna”, “Impeesa”, etc. que en cuanto acaban los actos protocolarios se vuelven a convertir en los auténticos protagonistas del escultismo con sus juegos.

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Presidente de los Exploradores de Castilla y Le贸n , presidente de ASDE y autoridades 21-enero-2012 Inauguraci贸n de la plaza de Baden-Powell en la ciudad

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Scouts vallisoletanos 21-enero-2011 Inauguraci贸n de la plaza de Baden-Powell en la ciudad

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Scouts vallisoletanos Disfrutando su nueva plaza (ObsĂŠrvese el monumento Scout tras ellos)

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Al dĂ­a siguiente la prensa local se hace eco en tono humoristico del evento.

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------------------------------------------------El 2012 no ha hecho más que empezar en cuanto a eventos y celebraciones para los Scouts vallisoletanos. En abril de ese año la Fundación Scout Mundial se reúne en España. La preside el Rey Gustavo de Suecia, quien es recibido en nombre de ASDE por el vallisoletano Alejandro Rescalvo, responsable de asuntos internacionales de ASDE-Exploradores de Castilla y León.

Alejandro Rescalvo-Scouter vallisoletano (izquierda de la foto en uniforme) en la reunión de la Fundación Scout Mundial de Abril de 2012 con su presidente el rey Gustavo de Suecia.

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Ese verano varios Scouts de Valladolid de grupos de ASDE y de MSC participan en eventos internacionales como el Jamboree de Suecia o la RoverMoot de Finlandia. ASDE-Exploradores de Castilla y León lleva a cabo en la localidad vallisoletana de Laguna de Duero su Asamblea anual al inicio de la ronda 2012-2013 gracias a los esfuerzos organizativos del grupo “Laguna” y de la implicación personal del alcalde de la localidad don Luis Minguela, gracias al que se cede el salón de plenos del propio Ayuntamiento para llevar a cabo las reuniones del plenario de la Asamblea.

Julio del Valle Iscar-Scouter Vallisoletano- abriendo en Laguna de Duero en presencia del Equipo Scout de Asociación regional, de las autoridades locales (Don Luis MinguelaAlcalde-) y del presidente del Consejo de la Juventud de la Comunidad, la Asamblea de ASDE-Exploradores de Castilla y León

Durante su desarrollo hay elecciones en ASDE-Exploradores de Castilla y León, y Alejandro Rescalvo, “Alex”, del grupo scout “Pisuerga” es elegido nuevo presidente.

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Recorte en prensa de la noticia -Norte de Castilla 3 de Septiembre de 2012-

A medida que el año avanza hacia su fin con la llegada del otoño y del nuevo curso se van sucediendo los últimos actos conmemorativos. La Fundación “Coello”, de significativo renombre en la ciudad, otorga a los Scouts de España su reconocimiento mediante la concesión del premio a la “Calidad Humana”. Entregó el premio el propio artista local en el incomparable marco del claustro del Museo Patio Herreriano.

Scouters Vallisoletanos recogen el premio “A la calidad humana” que concede en 2012 la Fundación COELLO de la ciudad al escultismo -Octubre de 2012-. 303


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Recorte en prensa de la noticia -Norte de Castilla 4 de Octubre de 2012-

También la localidad de Medina del Campo entiende que todo lo que significa el escultismo a nivel mundial y lo que ha supuesto para la propia Villa a lo largo de sus 100 años en los que prácticamente desde el principio se ha contado con la presencia de Scouts allí, merece algún tipo de reconocimiento por su parte. En ello se empeñan además los responsables del grupo “San Juan de la Cruz” presentes allí y activos al límite desde hace ya más de 40 años. Ambas entidades encuentran el motivo idóneo en el homenaje a uno de los fundadores del grupo y vecino de Medina: Tirso Lorenzo, cuya figura pone de acuerdo al grupo y al Ayuntamiento para que sea colocada una placa en su honor en lugar destacado de Medina del Campo. El acto de descubrimiento de la misma congrega a autoridades y Scouts el 18 de Noviembre en un acto sencillo seguido de la realización de talleres para los más pequeños y de un vino español para los visitantes.

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Homenaje del Ayuntamiento de Medina del Campo al escultismo y a “Tirso�, cofundador del grupo San Juan de la Cruz-211 -18 de Noviembre de 2012-

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Ese mes de Noviembre, a medida que se va acercando el cierre del año, es también la fecha de la celebración del 20 cumpleaños del grupo scout “Parquesol” que organiza un juego por el barrio, una cena conmemorativa y una velada con actuaciones.

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Aniversario del GS Parquesol -Norte de Castilla 26 de Noviembre de 2012-

Cierra el mes con los actos del “Día del Scouter” que se llevan a cabo en el paseo de coches del Campo grande y la Plaza Colón. Allí se desarrollan juegos y dinámicas en agradecimiento a la labor que los educadores scouts hacen. Hay concurso de abrazos, danzas, campeonatos, pruebas, etc.

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Durante la reunión de Coordinadores de Grupo que en Diciembre se realiza en los locales del Paseo del cauce se hace un bonito homenaje a Randy en agradecimiento a todos los años y servicios prestados al escultismo desde su grupo “San Jorge 103”, sus distintos cargos en gestión asociativa incluyendo su periodo como presidente y sus más de 20 años como formador Scout a nivel regional y formador de 308


formadores y Scouters a nivel Federal en “Insignia de Madera de castilla y León” y el Servicio Federal de Formación.

(Nota: Durante la fase de edición de esta obra llegan noticias de que otro Ayuntamiento de la provincia de Valladolid, el de Serrada, ha decidido otorgar al escultismo de Scouts de España su “Racimo de honor”, así como de que el Ayuntamiento de Laguna de Duero ha acordado en Pleno inaugurar en Abril de 2013 un parque de la localidad en honor al escultismo)

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Juego de Pistas:

Epílogo: “¿Fin de pista?”

Por las calles del Valladolid de 1914 jugaban y desfilaban unos 125 exploradores que componían la “Agrupación local de Valladolid” de la época. Así se podía leer en la prensa del momento. Cien años después más de 1400 chicos y chicas, acompañados por sus más de 200 Scouters y responsables voluntarios, salen de su casa cada sábado con su pañoleta al cuello para jugar al “Gran Juego” y llenar de colores y risas las calles de un Valladolid que les ha visto crecer a ellos y al escultismo como movimiento.

Mismo lugar cien años de diferencia.

El escultismo de Valladolid, hoy como ayer, más allá de las pequeñas diferencias propias de la evolución de la sociedad, de la propia ciudad y de un movimiento educativo como este que por definición se adapta a los tiempos, sigue teniendo la misma esencia. Hemos ganado mucho desde entonces. Al escultismo vallisoletano se han incorporado las chicas y los castores, que entonces no estaban en él. Por lo demás los Scouts son hoy igual que entonces los niños y jóvenes que protagonizan el escultismo como ideario y método educativo.

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Las salidas de cada Domingo a Tudela o la finca de Canterac han sido sustituidas por las reuniones de los sábados. Ya no se espera a los grandes encuentros de Exploradores de toda una zona o a los nacionales como los de Riofrío, “La Peñota” o Montjuic para hacer acampadas y campamentos de verano. Hoy cada grupo hace los suyos en Inicio de Ronda, Navidades, Semana Santa y Verano. El perfil de los maestrescouts poco tiene que ver con el de los y las actuales responsables de los grupos, educadores voluntarios y Scouters en general. Les une su voluntariado y dedicación y el agradecimiento que a todos ellos desde 1913 les debe la sociedad vallisoletana. Dentro incluso de la última fase de la historia del escultismo vallisoletano se aprecian esas mismas diferencias. Los Scouts y sus mayores han evolucionado como lo ha hecho Valladolid y el mundo en general. Al ritmo que iba cambiando el mundo se iba adaptando el escultismo vallisoletano en formas y modos. La esencia, el método scout, siguen siendo sin embargo los mismos: la adhesión voluntaria a la ley scout mediante la promesa, la auto-educación por la acción, la responsabilidad personal a través de la asunción de pequeñas tareas, funciones y cargos adaptados a las distintas edades, el trabajo en grupos cercanos y abarcables con sistema de patrullas, el servicio a los demás, la naturaleza como entorno educativo predilecto, los valores de su ideario... Los scouts siguen siendo, como hace cien años, las acampadas, las risas, las fogatas, los recuerdos, los progresos, ayudarse unos a otros, las construcciones. El escultismo mantiene en Valladolid la esencia. Son los artículos de la ley, la unión con la naturaleza en la que se hacen las más importantes de las actividades, la vivencia de la promesa, el compañerismo, la vida de patrulla, la unión del clan, el servicio a su comunidad, la magia de la manada, la noche con las estrellas como techo.. ¿Y sobre el futuro? 2013 es el año en que los Scouts de Valladolid celebran su centenario. Varios de los grupos celebran también sus respectivos aniversarios y las propias asociaciones Scouts de la Comunidad Autónoma (ASDE-Exploradores de CyL y Scouts de Castilla y León-MSC) conmemoran sus respectivos 30 años en funcionamiento coordinando y dando servicios en apoyo de gestión a los grupos scouts de la región. Puede que sea un buen momento para, además de celebrarlo, abundar en el sentimiento de hermandad scout, y más entre convecinos. ..pero el futuro, como diría Rudyard Kipling en el Libro de las Tierras Vírgenes, “es ya otra historia”. Buena caza y largas lunas. Juan Antonio Espeso (Randy) 312


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APÉNDICES

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APARICIONES EN PRENSA

Artículo sobre la historia del escultismo en Valladolid Autor: Emilio Carrillo Año: 1928 Medio: El Norte de Castilla

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Primera referencia impresa a presencia de Scouts en Valladolid “El Globo� 13 de Enero de 1913

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Primeras referencias impresas a presencia de Scouts en Valladolid “El Heraldo Militar�-16 de Enero de 1913

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Primeras referencias impresas a presencia de Scouts en Valladolid “ABC� 14 de Marzo de 1913

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Referencia impresa muy pronto a presencia de Scouts en Valladolid “El Heraldo Militar�-15 de Marzo de 1913

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“La Vanguardia”-18 de julio de 1913

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“El Globo” Martes 18 de Noviembre de 1913 Visita de Iradier a Valladolid

“La Correspondencia de España” Sábado 25 Abril 1914 323


“La Correspondencia de España” 15 Diciembre 1913

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“La Época” 15 Diciembre 1913 325


Primera referencia a Luciano y su hazaña a nivel nacional “La Correspondencia de España” Viernes 20 de Marzo de 1914

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“La Correspondencia de España” - 24 Abril 1914

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“La Época” – Domingo 26 de Abril de 1914 Crónica de Festival del Pardo

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ABC – Domingo 26 de Abril de 1914 Asamblea y exposición en el Retiro

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“El Liberal” - 27 Abril 1914

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“La Correspondencia de España” - 27 Abril 1914

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“El Imparcial” –27 de Abril de 1914 Crónica de Festival del Pardo

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La historia de Luciano Bastardo ABC – Lunes 27 de Abril de 1914 Campamento Nacional en “El Pardo” 333


ABC- 15-6-1914 Visita de Teodoro Iradier a Valladolid 14 de Junio de 1914

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Crónica del Campamento Nacional de Riofrío En la que el propio Iradier ensalzó las heroicidades de Luciano Bastardo “La Correspondencia de España”-28 de Junio de 1914

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Crónica del Campamento Nacional de Riofrío En la que el propio Iradier ensalzó las heroicidades de Luciano Bastardo “La Correspondencia de España”-27 de Junio de 1914

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Acto heroico de los exploradores de Valladolid en Salamanca “La Nación” Sábado 7 de Abril de 1917

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Regreso de Londres “La Voz” 13 Agosto 1920

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Participación de scouts vallisoletanos en campamento nacional de Guadarrama de 1923 “Madrid Sport” - Jueves 19 de Julio 339


Participaci贸n de scouts vallisoletanos en campamento nacional de Guadarrama de 1923 La vanguardia- 2 de agosto 340


ABC – Jueves 22 de Agosto de 1929. Presencia de scouts vallisoletanos en el campamento internacional de Barcelona

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La Vanguardia – Viernes 6 de Septiembre de 1929. Scouts vallisoletanos a su vuelta del campamento internacional de Barcelona pasan por Zaragoza

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Material grรกfico variado e insignias de los grupos scouts de Valladolid

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Antiguas insignias de nĂşmero y localidad del Grupo Scout 103 San Jorge

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Antigua insignia de nĂşmero de grupo del G.S. San Juan de la Cruz de Medina del Campo

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Antigua insignia de nĂşmero de grupo del G.S. Impeesa de Valladolid

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Pa単oletas de Grupos Scouts en Valladolid

ACRUX AITANA (desaparecido)

ALTAIR (desaparecido) AMARANTO

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BESANA CRUZ DEL SUR

DON BOSCO (Desaparecido)

EL PILAR

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ÍBEROS

LA VICTORIA

IMPEESA

LAGUNA (Laguna de Duero)

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MANITOBA

PISUERGA

FÉNIX

PLUS ULTRA (desaparecido)

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SAN JORGE

SAN JUAN DE LA CRUZ (Medina del Campo)

Guías de España en Valladolid (Alitas, guías y rutas respectivamente)

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EL PILAR

NEMETON

CRUZ DEL SUR

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LA VICTORIA

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ÍBEROS

SANTOVENIA (desaparecido)

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ALDEBARÁN LAGUNA

HORIZONTE

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¿Qué fue de Luciano Bastardo?

Obra: The Scots College in Spain. Capítulo 20: James Humble: La Guerra Civil

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Varias fotos del capĂ­tulo 3 tratadas para eliminar imperfecciones (CortesĂ­a familia Armengod)

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En estas fotos sin retocar se aprecian detalles que en las correspondientes del capĂ­tulo no, aunque he preferido dejar aquellas.

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Exploradores con nombre en la historia del escultismo vallisoletano: -

Teodoro de Iradier Herrero. Fundador del Escultismo español. Ruperto Ramírez de Arellano. Fundador del escultismo vallisoletano. José Gómez Sigler. Fundador del escultismo vallisoletano. Luciano Bastardo. Explorador. José María Gómez del Barco Sigler. Explorador. Lucio Zamora. Jefe de Tropa. Luis Gallego. Explorador y luego Instructor. Lucas Carretero. Explorador y luego Instructor y delegado provincial durante la guerra civil. Félix, Julio y Pedro Armengod. Exploradores vallisoletanos. José Manuel Blanco Alcañíz. Fundador del grupo San Jorge 103, primero en Valladolid tras la dictadura. Julio Muelas. Explorador, Scouter , Comisario de Zona, Insignia al mérito escultista en su categoría de plata. Luis Manuel González Renedo. Explorador, Scouter, Formador, Presidente de asociación, etc. Julio del Valle Íscar. Explorador, Scouter, Formador y Presidente de la Federación de Asociaciones de Scouts de España.

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AGRADECIMIENTOS -

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A Julio del Valle Iscar, presidente de SCOUTS DE ESPAÑA, por ilusionarme y motivarme para el proyecto. Al Ayuntamiento de Valladolid por su apoyo. A los grupos scouts de Valladolid que han aportado sus datos contestando a mis peticiones: “San Jorge-103”,”El Pilar”, “Pisuerga”, “Acrux”,”Cruz del Sur”, ”Íberos”·, “Németon-Cristo Rey”, “Laguna”, “Impeesa”, “San Juan de la Cruz” y “Horizonte”. A Joaquín Díaz y a la Fundación que lleva su nombre por la amable cesión de las ilustraciones de su colección particular y la de Don Ricardo Allúe. A la Asociación “Scouts de España-Exploradores de Castilla y León” por las facilidades dadas para el acceso a sus archivos documentales. A SVA (scouts de Valladolid-MSC) y de manera específica a Gustavo Martínez Ortega por su implicación en el proyecto en la recopilación de información de la historia de los grupos scouts católicos de Valladolid. Al Grupo Scout San Jorge 103 por la cesión de las imágenes de su archivo y especialmente a: o José Luis Velasco Álvarez y Jose Ramón Espeso “Jota”, archiveros oficiosos del grupo, por su labor de recopilación o Julio Muelas y José Manuel Blanco Alcañíz por el acceso a sus archivos personales de documentos, insignias y fotografías así como su colaboración personal desinteresada. o A Luis José Carreras, Luis Manuel González Renedo, Roberto Gutiérrez Herrero, Emilio Orobón Lazcano, Chelo Digón, José Luis Martín Esteban, Miguel Delgado .. por regalarme su tiempo y sus recuerdos y prestarse a mis preguntas y entrevistas. o A Fernando Álvarez Ossorio por lo mismo adornado con cajas y cajas de diapositivas y materiales de uno de los mayores coleccionistas scouts de todo el país. o A Eduardo Beortegui por movilizar a su red de contactos para recabar información del grupo “Plus Ultra”. A la Gilda de Scouts adultos de Valladolid Beta Crux y especialmente a Julio Armengod por la cesión para su divulgación de ilustraciones de la colección particular de su familia así como a los otros miembros del grupo, su secretario Julián Caballero San José y José Javier Lechuga Rueda. Al grupo Scout “Pisuerga” y de manera especial a Jaime Velasco, comisario de la exposición “40 años, 40 campamentos” por las facilidades dadas para el acceso a sus fondos y materiales. A la Asociación de Scouts de España (ASDE) por el acceso a las muestras de su Museo Scout Virtual. 374


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A Esteve Puigpinos, coleccionista Scout y director de la exposición del centenario de exploradores de España por la cesión de diversos materiales (fotografías y varios sobre la patrulla vallisoletana asistente al Jamboree nacional de Barcelona en 1929) y a Eladio Meroño Cruz, director del museo scout virtual de ASDE, por la calidad y la dedicación en la coordinación de los trabajos que me han permitido acceder a tantas fuentes. A “Scouts de Castilla y León-Movimiento Scout Católico” por su colaboración. Al Círculo de Coleccionistas Scouts y especialmente a su Director José Aragón.

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Notas: 1.- En el capítulo primero me permito la licencia de adelantar un año la apertura del comercio “La Camerana” en la calle Santiago y lo hago por motivos sentimentales ya que me apetecía hacer cliente del centenario negocio de mi familia al capitán Iradier y no podía permitir que un año simplemente me lo impidiera. Pido perdón por ello. (El autor) 2.- Varias de las piezas de la colección de Luciano han sido encontradas en Internet sin poderse determinar su propiedad. Principalmente las fotografías en color de latas. Ruego al coleccionista me dé su permiso o en caso contrario me lo indique.

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FUENTES -

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Hemerotecas: o “ABC” o “La Vanguardia” o “El Norte de Castilla” o Biblioteca Nacional de España. o Revista “La Senda” junio de 2000, páginas 18 y 19: Los Exploradores de Tordesillas (Jesús López Garañeda) o Museo Scout Virtual de ASDE:  Revista “El Explorador”  Boletín “La Patrulla”  Boletín “Voz Scout” Bibliografía: o “Así fuimos, así somos”, Federación de Asociaciones de Scouts de España. Autor: José María López Lacarcel. o “ Mis cincuenta años de escultismo”, Víctor José Jiménez y Malo de Molina “Ojo de Lince” o “Los Exploradores de España. Retazos de su Historia” Fabián Buendía. o “Valladolid hace cien años”, Castilla Tradicional, autor: Joaquín Díaz. o “Valladolid. Historia de la ciudad a través de sus protagonistas.” (El Mundo de Valladolid, Caja España y Ayuntamiento de Valladolid1991) o “Aquellos entrañables comercios de Valladolid (Tomo II)” –(Edita Cámara de Comercio de Valladolid y Ayuntamiento de Valladolid) Autor del texto Ángel Allúe Horna y de las ilustraciones Miguel Ángel Soria. o “Estudio de una institución del franquismo: fuentes y metodología para el frente de Juventudes” de Iván García Vázquez (Trabajo de tercer ciclo dirigido por el C.U. Pedro Carasa Soto.) o Artículo “El escultismo en Castilla y León, (1970-1983). un movimiento de juventud para la socialización y la educación en el tiempo libre”, Ediciones Universidad de Salamanca, autores: María Tejedor Mardomingo y José María Hernández Díaz (Universidad de Valladolid y Universidad de Salamanca). o “Diario de un scout. Notas para una Historia del grupo scout Manitoba”. Luis José Carrera. o “El escultismo del país castellano” Archivo de Scouts de Castilla y León.

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o “Nuevo escultismo en Castilla la vieja”, doc. Inédito 1976 (Asociación Diocesana de escultismo de Burgos) o “Valladolid, recuerdos y grandezas” (1900) –Tomo 1- Casimiro G. García-Valladolid. o El nacimiento del escultismo en Palencia (1914-1919)-Pedro Ortega Aparicio (Universidad de Valladolid) o “Cronología del Movimiento Scout”, Enrique Genovés (2ª edición1984) o Guía- anuario de Valladolid (Casa Santarén-1927) o La cartografía de Valladolid –Excmo. Ayto. de Valladolid-Tomo 1: 1982/2-85/3-86 (y especialmente los planos de la Casa Alberto Martín de Barcelona de 1911 y Chías Carbó de 1920 y la versión revisada en 1901 por el arquitecto municipal en el momento Don Juan Agapito y Revilla del plano de Ventura Seco de 1738.) -

Páginas web: o Vallisoletum.blogspot.org o Valladolid antiguo. o Soportal de Valladolid o Grupo scout “Pisuerga”. o Grupo scout “Manitoba”. o Grupo scout “El Pilar” o Perfil de facebook del grupo scout San Jorge 103. o ASDE-Exploradores de Castilla y León

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Archivos personales del autor.

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