Dos Poemas y un Café dospoemasyuncafe@yahoo.es
Editor: Javier Ocaña Gallego jogjsjcb@yahoo.es Edición electrónica: Raquel Bullón http://tuencuentrame.blogspot.com.es/p/dos-poemas-y-un-cafe.html © de las obras: sus autores Todos los textos y las imágenes se reproducen con permiso de los autores
Ilustración portada: Marina Anaya Ilustraciones interiores: Sandra March Coordinan: R. Bullón Acebes y J. Seafree Madrid, noviembre 2013 ISSN: 2340-5015
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Definición del vientre Todo está entre el pecho y la vagina. Todo lo importante está y seguirá estando aunque quizá las nubes se hayan ido y sólo quede hierba, muchísima hierba, escondida bajo la alfombra. La mascota soy yo. La mascota se saca de paseo a sí misma en un acto de tranquila rebeldía. La mascota no conoce el verano. La mascota se come a sí misma en un acto de amor. La mascota tiene órganos y todos se encuentran entre el pecho y la vagina. De qué manera podríamos definir el vientre. De qué manera la caja torácica esconde otra materia gris. El estómago está entre el pecho y la vagina. Más lejos o más cerca que los nervios. Más lejos o más cerca que el amor de la mascota. Todo se alinea y queda hierba. Mucha. Muchísima hierba.
Luna Miguel
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Detente y endulcémonos Se sobreponían las horas y las cargas, de un intenso mate, brumoso. Cualquier efluvio tiende a la condensación, tanta discapacidad, tanto trabajo inútil, perdiendo siempre, luchando contra nada. Pelando flores como quien busca las razones primarias de la belleza, sin ver, cegada por cúmulos de lágrimas que se vierten empapando el envés. Y sé que ahora es tiempo de creación, no de descubrimiento. No se me olvidan los tactos de la carne, todo el tocar, todo el saborear, frente a estos chorros de la lluvia prosaica, acartonada, frente a las cosas del comer, las cosas del querer, los días de cosecha húmeda y aromática, los días sin dinero, las noches abisales y limpias, llamándonos a gritos. Stop in the name of love, ahí, la vida. Detente y endulcémonos.
Inma Luna
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La sombra es alargada A esa hora en que la ciudad respira por todos los rincones, la sombra es alargada. Entonces, ella transita por la soledad. Sabe que a esa hora las calles se pueblan de seres vulnerados. Sテウlo espera reconocerse en una mirada, sentir el tacto de una mano, el calor de una mejilla, unas palabras para desprenderse un instante del silencio. Pero hoy, como tantos otros dテュas, a esa hora en que la sombra es alargada, todo le recuerda a テゥl.
テ]gela Serna
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Como quien se quiere a sí mismo queriendo a quien ama Y si me hubieras encontrado limpia, sin mala conciencia, sin pena en el sueño, sin mordiscos de otras arraigados en mis hombros. ¿Me habrías bañado de madrugada, lamido las legañas, peinado mi insomnio, acariciado mis manos arrugadas con tus dientes? Y si me hubiera vestido de algo parecido a ti, si te hubiera mentido contándote mis verdades, si te hubiera dicho que eras la única y no la primera.
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¿Me habrías desnudado con los ojos cerrados y las manos expertas, besado mientras te hablaba de mi vida, igualado en el pedestal tu nombre y el mío y hecho de este un amor a la par? Y si me hubiera vendido como el amor de tu vida, si te hubiera comprado como el amor de la mía. ¿Nos habríamos enamorado como quien se quiere a sí mismo queriendo a quien ama?
Elvira Sastre
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porque de allí venía yo también de tantos pasos hacia atrás de tanta pregunta sin respuesta todo ha sido recorrer la estepa aprender a ser humilde como de nieve era de caballos ¿lo sabías? mi solo ojo mi corazón único que hiberna ahora un tumulto mírame soy la voluntaria de mi alma vuélvase luz todo lo que soy todo lo que no soy y ya no soy joven y ya no soy creyente fuera siguen las copas de los árboles sobre una hoja el viento aún no termina de mostrarse y pienso en mi ser allegado ni tres minutos de amor le acribillan y aún se aguanta de pie se arrima a las paredes del camino aún no ha caído del todo ¿o no es eso al final lo que cuenta? si no me olvido aunque me olviden al borde de mi cara.
Isabel Tejada
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estoy con el bosque al otro lado de la bandada y no hay preparatoria no hay oportunidad correspondencia o reconciliación mira como me impronuncia no aparearme de amor no aparearme hasta el amor no tengo más que mi ejemplo siempre hacía sol en el otro mundo en la ficción de encontrarte claro que hubo un día una lengua donde iba a tener una pista pero sólo obtuve torpes constelaciones de desapego restos de mi nombre apolillado
Isabel Tejada
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No necesito un hijo que me quiera, ni que sea feliz, ni hermoso, ni que triunfe y me sonría, ni un hijo que me cuide, me proteja, me tutele. Necesito, simplemente, un hijo que me sobreviva y al que poder amar hasta el final. Si me faltara, ¿qué haría yo con tanto amor como me crece para él cada mañana?
Begoña Abad
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La medida de mi madre No sé si te lo he dicho: mi madre es pequeña y tiene que ponerse de puntillas para besarme. Hace años yo me empinaba, supongo, para robarle un beso. Nos hemos pasado la vida estirándonos y agachándonos para buscar la medida exacta donde poder querernos.
Begoña Abad
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Los cazadores Sin duda, no hay cacería como la caza de hombres y aquellos que han cazado hombres armados durante el suficiente tiempo y les ha gustado, en realidad nunca se interesarán por nada más. (Ernest Hemingway)
Los cazadores te miran con crueles ocelos desde la espesura de su fruncido ceño; utilizan cínicos cantos, silbos y trinos para llamar a la muerte a enamoradas aves. Los cazadores están llenos de rabia, de borracha testosterona cobarde: son señores que infunden respeto desde su planchado traje de entre semana, con su perfecto conjunto jara y sedal. Encañonan a ciervos, osos, elefantes y conejos, oyen palpitar sus corazones asustados pero no sienten misericordia, ni notan su angustia, el miedo; aprietan el gatillo palpitantes, azuzan a sus perros esclavos -a los que afirman querer y que luego ahorcan arrojan a una fosa cuando envejecen y no sirven para nada-.
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Los cazadores te desollan con manos de garfio, ensucian el campo con sus desafiantes risotadas, con cartuchos vacíos -flácidos como sus penes -. Hartos de vino y chorizo, se hacen fotos con sus trofeos: cabezas cortadas , sangre en el maletero. Los cazadores son especistas que gruñen orgullosos diciendo que su afición asesina y cobarde es propia de hombres hombres hombres -toreros y matarifes de fin de semanaSe envalentonan matando crías, Ignorando gritos de dolor, ensangrentando plumas y arrancando pieles. Vigilad, porque si el mundo envileciera más, los cazadores –ellos y ellas-, ya saben cómo apretar el gatillo sin empatía, desollarte, devorarte y que tu cabeza sea un bonito trofeo en su salón.
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Txus García
Etimología Antes de que cremaran a mi madre, mi hermano cogió el micrófono que ningún cura iba a usar y dijo: "Si una madre es la verdadera patria, hoy nos hemos quedado sin patria y sin madre". (La etimología no está siempre de parte de la verdad.) Desde entonces he intentado llevar dignamente el exilio: vigilando que se mantenga viva la lengua que hablamos los expulsados del paraíso.
Ana Pérez Cañamares
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Los árboles El autobús que nos lleva al metro pasa en su trayecto por un parque. A cada lado de la carretera nos escolta una fila de árboles que cada día asisten a la misma escena: mi hija desayunando las galletas yo viendo con la misma tristeza cómo mi hija desayuna frente a extraños, en un autobús. Giro la cabeza y ahí están, los árboles. Tristes y dignos como profesores prejubilados que han de callarse lo que saben. No conozco sus nombres ni cómo se llaman los viajeros con los que coincido cada día. Sólo sé que los árboles con su tronco negro por el humo me están susurrando: nuestro sitio no es éste.
Ana Pérez Cañamares
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Dice él en un recodo de mi cuello: hueles a viento.
Ana Pérez Cañamares
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Mujer tenías que ser
Lo escribí una vez y lo repito, no como quien tropieza dos veces en la misma piedra, ni como el mal estudiante que repite curso, no. Lo repito como quien escucha decenas de veces su canción preferida, como quien repasa en su mente la lección bien aprendida, como quien repite del más suculento plato: Volar es cosa de pájaros y de mujeres.
Y como todavía no puedes ser pájaro, ¡mujer tenías que ser!
Raquel Bullón Acebes
25 de noviembre: Tricentésimo vigesimonoveno día del año según el calendario gregoriano. Quedan treinta y seis días para finalizar el año. Día internacional de la No Violencia Contra la Mujer. Fuente: Wikipedia
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Gracias a: Marina Anaya (Madrid) www.marinaanaya.com
Elvira Sastre (Madrid) bleuparapluie.blogspot.com
Sandra March (Barcelona) www.sandramarch.com
Isabel Tejada (Jaén) susurroypienso.blogspot.com
Luna Miguel (Barcelona) www.lunamiguel.com
Begoña Abad (Logroño) Txus García (Barcelona) www.txusgarcia.com
Inma Luna (Madrid) inmalunatica.blogspot.com
Ana Pérez Cañamares (Madrid) elalmadisponible.blogspot.com
Ángela Serna (Vitoria-Gasteiz)
"Dos Poemas y un Café" noviembre 2013
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