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Rosario por las Almas de los Sacerdotes en el Purgatorio
Rosario por las Almas de los Sacerdotes en el Purgatorio
Se encomienda las almas de los todos los Sacerdotes y de algunos en particular. Se realiza la señal de la cruz:
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En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.
Se inicia con la oración por los Sacerdotes difuntos:
Señor misericordioso, que a tus siervos Sacerdotes, en el tiempo su permanencia entre nosotros, les has confiado tu Palabra y tus Sacramentos, permíteles exultar, por siempre en la liturgia del Cielo, por Jesucristo nuestro Señor, amén.
Luego se dice la jaculatoria:
Dios mío ven en mi auxilio, Señor date prisa en socorrerme.
Se reza el Gloria:
V: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, R: como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos, amén.
Después se dice la jaculatoria:
San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha, para ser salvados en el juicio particular y final.
Luego se reza el Salmo 129:
Desde el abismo clamo a ti, Señor, ¡Señor, escucha mi voz!, que tus oídos pongan atención al clamor de mi súplica. Señor si no te olvidas de las faltas, Adonaí ¿quién podrá subsistir? Pero de ti procede el perdón y así se te venera. Espero Señor, mi alma espera, confío en tu palabra; mi alma cuenta con el Señor, más que con la aurora, el centinela. Como confía en la aurora el centinela, así Israel confíe en el Señor; porque junto al Señor está la bondad y la abundancia de sus liberaciones, y él liberará a Israel de todas sus culpas.
Posteriormente se dice la jaculatoria:
Dale Señor el descanso eterno y brille para ellas la luz perpetua, que descansen en paz, amén.
Se inicia con las cuentas del Rosario:
En las cuentas del Padre Nuestro se dice 4 veces:
Nuestra Señora del Sagrado Corazón, ruega por la almas sacerdotales y religiosas.
En las cuentas del Ave María:
Padre Eterno te ofrezco, la preciosísima sangre de nuestro Señor Jesucristo, por las Almas de los Sacerdotes que sufren mayormente en el Purgatorio y están más abandonadas.
Al finalizar los cincos misterios se reza la siguiente oración:
¡Oh Señor Jesucristo! Sumo y Eterno Sacerdote, que en tu vida terrenal con generosa atención has socorrido a cada pobre, afligido y abandonado, te suplico vuelvas tu mirada compasiva por las Almas de los Sacerdotes que en el Purgatorio sufren más atrozmente y es de todos olvidada y abandonada, mira cómo estás Almas Santas, atormentadas por la voracidad de las llamas, con voces suplicantes te piden piedad y socorro. ¡Oh corazón misericordioso de Jesús! que en el huerto de los Olivos, en la amarga soledad, presa de los más crueles tormentos espirituales y sangrantes espasmo oraste, Padre si es posible, aparta de mi este cáliz de dolor, pero no se haga mi voluntad sino tú voluntad; por tu resignació n, dolorosa pasión y agonía, te pido tengas piedad de las Almas Santas de los Sacerdotes que están en el Purgatorio, por quienes te suplico te digne aliviar sus sufrimientos y consolarlas en su abandono, así como te consoló el Padre Celestial por medio del ángel, amén.
Después se dice la jaculatoria siguiente:
Dale Señor el eterno descanso y brille para ellas la luz perpetua, que descansen en paz, amén.
Se hace la siguiente oración a la Virgen del Sagrado Corazón:
Madre de la Misericordia y Madre del Sumo y Eterno Sacerdote, Reina de los Apóstoles, vuelve tu mirada piadosa hacia las Almas Sacerdotales, por las cuales te ruego; ¡oh dulce Reina del Sagrado Corazón! muéstranos tu amor, bondad y poder y libera las Almas de los Sacerdotes de las penas del Purgatorio, por los méritos de la preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, acuérdate madre Admirable de los Sacerdotes que están agonizando en este momento y sálvalos. San José, San Miguel Arcángel, Santos Apóstoles, Obispos, Sacerdotes y Almas Santas del Paraíso, intercedan por estas Almas Sacerdotales y Religiosas que sufren, consuélelas, sosténgalas, apresuren su liberación y su ingreso gloriosos al Paraíso. También ten piedad de mis parientes, amigos, conocidos, bienhechores y las almas más abandonas, por la Eucaristía que se ofrecen en las Misas en el mundo entero, obtennos la liberación del Purgatorio de todas ellas y que suban contigo al Cielo, amén.
Luego se reza 3 Ave María:
V: Dios te salve María llena eres de gracias, el Señor es contigo, bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús, R: Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, amén.