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Perú Por los cayos Florida

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Bebe y Vive

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Los cayos de Florida son un rosario de pequeñas islas de arena ubicado al extremo sur de la península Florida de USA entre el Atlántico Norte y el Golfo de México. Este territorio insular floridano comienza con Cayo Largo al norte, y se prolonga hasta Cayo Hueso al sur, sede del balneario y puerto de cruceros del mismo nombre, que es también el punto geográfico más meridional de los Estados Unidos de Norteamérica.

Para recorrerlo de extremo a extremo se utiliza la Overseas Highway; también llamada la “autopista sobre el mar”; que es la prolongación de la US Highwais No A1A, principal autopista del país. Esta autopista sale de la península Florida, desde Cayo Largo; la mayor isla del grupo; para arribar después de 156 millas a Cayo Hueso, isla donde concluye el territorio de USA.

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En Cayo Largo el visitante encontrará atractivos sumamente interesantes que bien vale conocer, como el Parque Marino John Pennekamp, un área de 120 kilómetros cuadrados que permite la protección de arrecifes coralinos y casi cuatrocientas especies de peces tropicales. Este cayo también brinda la oportunidad de vivir una aventura náutica abordo del “African Queen”; copia fiel del antiguo lanchón que dio su nombre al clásico cinematográfico “La reina africana” filmada en 1951, con Katherine Hepburn y Humphrey Bogart de intérpretes principales y John Huston en la dirección.

De Cayo Largo se pasa a Islamorada que es el núcleo central de un grupo de cayos más pequeños denominados “Isletas púrpuras” como Plantation, Windley y Matecumbe; porque según dicen, allí se encontró y explotó una gran concentración de caracoles marinos de color violeta de la especie “Janthina Janthina”. Islamorada es también uno de los principales lugares para la pesca deportiva del macabí y el torpón, habiendo estado entre sus más notorios practicantes de esta pesca los ex presidentes Bush.

Siguiendo la ruta de la autopista se cruzará otros cayos de gran interés turístico y ecológico como Indian Key, Ignumvit Key y Grassy Key, éste, último sede de un Centro de Investigaciones sobre Delfines; y de allí se prosigue hasta Cayo Maratón donde se encuentra un centro arqueológico de sumo interés, rezago de la ocupación primitiva del lugar por la tribu indígena de los “calusas”, que encontraron los conquistadores españoles, comandados por Juan Ponce de León en 1513 al descubrir el archipiélago..

Después de cruzar esta isla se llega al impresionante “Puente de las 7 Millas” que permite acceder a los cayos meridionales como Big Pine Key y Sugar Loaf Key donde aún supervive el diminuto venado de los cayos, que es objeto de una estricta protección.

Cayo Hueso

Y así, después de 249 kilómetros de viaje carretero y cruzar 32 puentes, se llega a Cayo Hueso (Key West), lugar de los Estados Unidos que está más cerca de La Habana que de Miami. Cayo Hueso luce un esplendor arquitectónico de tiempos pasados, especialmente del siglo XIX en que fue balneario exclusivo de políticos, millonarios y celebridades literarias y artísticas, reflejado en un ambiente de pintorescas callecitas que se suceden bajo una frondosa vegetación que medio oculta añosas casonas; como la residencia del ex presidente Harry Truman y la del novelista Ernest Hemingway, donde éste escribiría su famosa novela “Adiós a las armas” ambientada en Italia y Suiza después de la primera guerra mundial.

La casa de Hemingway también conserva objetos, libros y muebles que le pertenecieron, y por sus enmontados jardines es posible observar los descendientes de una rara especie de gatos que tienen la particularidad de ser “polidactilios”, o sea tener seis dedos en cada mano, a diferencia de la generalidad de estos mininos que solamente tienen cinco.

Otro distinguido escritor norteamericano que residió en Cayo Hueso fue Tennessee Williams, autor de “La gata sobre el tejado caliente”, obra que con Elizabeth Taylor como protagonista principal fue llevada al cine. También merece visitarse la casa museo de Mel Fisher, buscador de tesoros que encontró, entre otros, los restos del galeón español “Nuestra

Señora de Atocha”; naufragado en el siglo XVII a unos 70 kilómetros al oeste de la isla; donde rescató alrededor de 400 millones dólares en barras y joyas de oro y plata. Fisher con el resultado de sus exploraciones y descubrimientos sub acuáticos ha logrado montar un interesante museo marino donde se aprecian las riquezas extraídas de los pecios naufragados que ubicó.

Personajes también importantes en Cayo Hueso son los gallos; y lo decimos en serio; porque esos plumíferos crestudos y peleones de matutino cantar que odian os dormilones. Estos gallos son herederos de la antigua afición gallera del lugar, donde cubanos y españoles que aquí habitaban o venían de La Habana antes de la década del 1970, en que por acontecimientos políticos se detuvo el intercambio náutico entre ambas ciudades y también por la generalizada prohibición de peleas entre estas aves en los Estados Unidos, que dio como resultado que los dueños galleros de esta isla los abandonaran en las calles y playas del balneario, donde hasta hoy andan sueltos con sus poses de matachines ilusionando a las pollitas y asustando a las gaviotas. Pero sugerimos pernoctar, aunque sea una noche, en Cayo Hueso, para compartir con residentes y visitantes la tradicional “despedida al sol”, que se da cuando el astro rey al hundirse en el horizonte, pinta al crepúsculo de tan bellos colores que la audiencia reunida principalmente en el muelle Mallory Square, aplaude efusivamente expresando su admiración ante este grandioso espectáculo natural.

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