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Cosas que debes conocer de la imagen de Jesús del Gran Poder

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Bebe y Vive

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La imagen, inicialmente llamada El Nazareno, data de mediados del siglo XVII. Es una escultura tallada en madera en su totalidad con un peso aproximado de 160 kilos (sin contar las andas con las que sale a la procesión). La escultura detalla a un Cristo con la cruz a cuestas, cuya característica especial es que es una de las pocas imágenes en el mundo que viste un hábito franciscano.

La escultura no posee ojos de vidrio y no está elaborada con cráneo humano real. «Se confunde esta percepción con algunas otras obras que si estás realizadas con esta técnica, válida para la época. Una de ellas es la “Negación de Pedro” que la tenemos en el museo de San Francisco, y la otra corresponde al Cristo de la Columna que está en la reserva», indica Rodríguez.

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La cruz está elaborada en palo de balsa. La imagen es atribuida a un escultor destacado de la época del auge de la imaginería quiteña, el padre Carlos, aunque otros investigadores la atribuyen a un artista anónimo. Se desconocen datos específicos sobre quién es el padre Carlo, pero se sabe de él por una mención que hace Eugenio de Santa Cruz y Espejo en una de sus revistas de «Primicias de la Cultura de Quito», en un artículo que destaca el talento de los quiteños. En el mismo, se refiere al talento en la pintura de Miguel de Santiago y por el lado de la imaginería y escultura al padre Carlos.

Se desconoce sobre cómo fue elaborada la imagen, pero se la relaciona con un Cristo de similares características que se encuentra en Sevilla, del que incluso el padreAgustín Moreno tomaría el nombre de Jesús del Gran Poder para iniciar la devoción.

La procesión Sevillana de Semana Santa se homologó en Quito y era parte del ritual católico de los fieles hasta antes del gobierno de Eloy Alfaro. Luego, con la separación de la Iglesia y Estado, se vetó la posibilidad de realizar cualquier tipo de manifestación o procesión religiosa de manera pública, por lo que esta tradición quiteña se fue perdiendo en la memoria colectiva. Luego de 60 años, a mediados del siglo XX, los franciscanos promueven la iniciativa de retomar este culto y en 1961 se reinagura la procesión penitencial del Jesus del Gran Poder.

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