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EDITORIAL

Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa… Podríamos acogernos a la mística, en ella encontraríamos motivos para el alivio del alma. Tomemos aliento, no temamos y esforcémonos en resistir en todas nuestras vertientes.

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Es aquí, en la adversidad donde debemos mostrarnos los Nazarenos. Es ahora, cuando nuestra fe debe tener más fundamento que nunca. Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza…

Por tanto, estas circunstancias que nos vienen condicionando desde la Cuaresma del pasado año no deben ser obstáculo para seguir ejerciendo como cofrades, para continuar con nuestra devoción a Cristo, para postrarnos ante su Madre, qué es la nuestra, y acogernos a su intercesión, o para fundamentar una tradición de siglos. Debemos resistir. En estos complicados momentos es cuando más entregados debemos estar a nuestras Cofradías. Es en estas circunstancias, que escapan al alcance de nuestro entender, cuando debemos acogernos a Cristo en todas y cada una de las distintas advocaciones de nuestras Hermandades.

Ahora, necesitamos de su Amparo, aunque sigamos manteniendo la Fe, siempre impulsora de la bendita Caridad. No es momento para perder la Esperanza, nunca. Acaso, bien podríamos entregarnos humildemente a los brazos del Perdón. Siempre estará Dios para guiarnos, y en circunstancias como las actuales salir al Rescate de nuestra Salud. Después, si llegara el momento, beberemos la Santísima Sangre de Cristo antes de acogernos a su eterno Refugio. Y será Nuestro Padre Jesús Nazareno, con su serenísima Misericordia, el eterno Sepulcro que acoja las Angustias de María, nuestra Madre. En él descansará su cuerpo Yacente antes de verlo Resucitado.

Quién a Dios tiene nada le falta. ¡Sólo Dios basta!

Nosotros, quienes trabajamos cada año para que esta publicación sea una realidad, hemos permanecido pacientes en nuestro compromiso. No nos ha faltado la Fe. Quizá, este año, más que ningún otro, hemos encontrado Amparo en todos y cada uno de los autores que rubrican es fotografías que ilustran estas páginas. Como siempre, debemos corresponder al apoyo del Real y Muy Ilustre Cabildo Superior de Cofradías de Murcia. Este año, y de una forma muy especial, extendemos ese fraternal agradecimiento al Excelentísimo Ayuntamiento de Murcia, y en particular a la Concejalía de Cultura. Por tanto, La Procesión de 2021 ha sido, un año más, una labor común. Un proceso pandémico puede alterar las manifestaciones de fe en nuestras calles, pero no podrá impedir que podamos celebrar la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

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