4 minute read

El Valor cientifico de las corazonadas

BY ISMAEL CALA @CREEK

It is said that “a hunch” made the creators of Batman decide to let the Joker alive, today become one of the most sinister characters in the cinema. Not for pleasure, the new film is presented as one of the great film premieres of the year.

When we intuit something, we say we have a hunch. And it has been shown that the heart feels, thinks and decides. As you read. Recent studies confirm that the heart has its own brain. There are concentrated about 40,000 sensory neurons and a network of neurotransmitters with very specific functions, which communicate with the brain. They are called “the little brain of the heart.” It happens that between these two organs there is a communication that transcends the physical and takes us to the spaces of intuition and soul. How do scientists explain this phenomenon? Neuroscience studies are fascinating. The Heartmath Institute, an organization that has devoted 30 years to the study of the relationship between the brain and the heart, recently published an investigation on cardiac coherence, mindfulness, coherence, relaxation and mood of each individual. In the three-hour workshop, 13 people participated, between 26 and 62 years old. Thanks to the measurement and the collection of quantitative and qualitative data, it was shown that all the variables improved considerably, and that each individual reported a feeling of well-being and relaxation after the workshop. But, that the heart “thinks” does not mean that it does so in the same way as the brain. In fact, both intelligences complement each other. While the brain orders, classifies and does a more structured work, the heart synthesizes and works with intuition. But how can we improve the balance between both organs? Well, practicing activities such as yoga, meditation, mindfulness, chikung breathing and taichí, which precisely seek synchronization between brain and heart. The brain is our intellectual container, but it is the heart that drives action from love. That is why I share this idea of Nisargadatta, spiritual master of India: “The head builds the bridge, but it is the heart that crosses it.” If the mind-heart coherence is a real fact, endorsed by science, why live then divorced from the truth? Let’s be more empathetic, let’s listen more to what our heart has to say to the brain. www.IsmaelCala.com Twitter: @cala Instagram: ismaelcala Facebook: Ismael Cala

POR ISMAEL CALA @CALA

Se dice que “una corazonada” hizo que los creadores de Batman decidieran dejar vivo al Joker, hoy convertido en uno de los personajes más siniestros del cine. No por gusto, la nueva película se presenta como uno de los grandes estrenos cinematográficos del año.

Cuando intuimos algo, decimos que tenemos una corazonada. Y es que se ha demostrado que el corazón siente, piensa y decide. Así como lees. Estudios recientes confirman que el corazón tiene su propio cerebro. Allí se concentran cerca de 40.000 neuronas sensoriales y una red de neurotransmisores con funciones muy concretas, que se comunican con el cerebro. Las llaman “el pequeño cerebro del corazón”.

Sucede que entre estos dos órganos hay una comunicación que trasciende lo físico y nos lleva a los espacios de la intuición y del alma. ¿De qué manera los científicos explican este fenómeno?

Los estudios de neurociencias resultan fascinantes. El Instituto Heartmath, una organización que ha dedicado 30 años al estudio de la relación entre el cerebro y el corazón, publicó recientemente una investigación sobre coherencia cardiaca, mindfulness, coherencia, relajación y estado anímico de cada individuo. En el taller, de tres horas, participaron 13 personas, de entre 26 y 62 años de edad.

Gracias a la medición y a la recolección de datos cuantitativos y cualitativos, se demostró que todas las variables mejoraron de manera considerable, y que cada individuo reportó una sensación de bienestar y relajación posterior al taller. Pero, que el corazón “piense” no significa que lo haga de igual manera que el cerebro. De hecho, ambas inteligencias se complementan. Mientras el cerebro ordena, clasifica y hace una labor más estructurada, el corazón sintetiza y trabaja con la intuición.

Pero ¿cómo podemos mejorar el equilibrio entre ambos órganos? Pues practicando actividades como el yoga, la meditación, el mindfulness, la respiración chikung y el taichí, que justamente buscan la sincronización entre cerebro y corazón. Twitter: @cala Instagram: ismaelcala Facebook: Ismael Cala

El cerebro es nuestro contenedor intelectual, pero es el corazón el que impulsa a la acción desde el amor. Por eso comparto esta idea de Nisargadatta, maestro espiritual de la India: “La cabeza construye el puente, pero es el corazón el que lo cruza”.

Si la coherencia mentecorazón es un hecho real, refrendado por la ciencia, ¿por qué vivir entonces divorciados de la verdad? Seamos más empáticos, escuchemos más lo que nuestro corazón tiene que decir al cerebro.

This article is from: