Lo siento, no sin receta

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Lo siento, no sin receta

Regina Ela La prohibición de venta de medicamentos sin receta médica ha sido firmemente acatada por los farmacéuticos zaragozanos. -

Hola, buenos días, me puede dar un Clamoxil

porque existe desde 1975, pero hasta hace poco fue ampliamente ignorada.

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Los siento, pero si no trae receta del médico no se lo puedo vender.

Antes de la existencia de antibióticos las infecciones se trataban con antisépticos, que desinfectan pero penetran en los tejidos. En 1928 aparece el primer antibiótico, la Penicilina. Este medicamento abre un período de desarrollo farmacéutico que dura hasta nuestros días.

Esta es la situación que se encuentran todos los zaragozanos a la hora de comprar antibióticos. En España está prohibida la venta de antibióticos si no es bajo prescripción médica.

Por qué no me lo venden Antibiótico es toda sustancia química, natural o sintética, que impide el crecimiento de las bacterias. En el año 2010 se estableció en España una nueva ley que prohibía la venta de antibióticos sin receta médica. Realmente la ley tiene poco de nueva,

El control sobre el consumo de estas sustancias surge desde los inicio de la era antibiótica, en los años cincuenta. En esta época se establecieron los fundamentos sobre los que se basa la actual ley. En primer lugar, el uso indiscriminado e inadecuado de antibióticos produce resistencia bacteriana. “Los antibióticos se cargan al bicho, pero el microbio tiene la obligación vital de defenderse contra las agresiones externas” afirma el


Dr. Francisco Javier Lanuza, profesor del departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina en la Universidad de Zaragoza. Los seres humanos tardamos miles de años en integrar a nuestro organismo cambios que garanticen nuestra supervivencia. Sin embargo, en las bacterias estas mutaciones que le permiten adaptarse se producen en días, e incluso en minutos en determinados microorganismos. De esta forma, si hacemos un mal uso de los antibióticos, tomarlos cuando no se necesitan, hacerlo durante poco tiempo o no los usamos contra el germen adecuado, este se hace resistente al antibiótico. “Si no tomas un medicamento durante el tiempo estipulado por el médico, al poco tiempo te sentirás bien. El microbio ha sido debilitado, pero sigue vivo y ha adquirido resistencia. Si se lo pasas a otra persona, la medicación será inútil”. Por esta razón en España, y concretamente en Zaragoza existe una férrea política antibiótica. “No intentamos cazar mosquitos a cañonazos”. Los médicos procuran prescribir el medicamento que con la menor acción, elimine al microbio. Reservan así los antibióticos más potentes para los casos en que los primeros en recetarse fallen. “Si desde un principio prescribimos los más potentes, haremos que las bacterias desarrollen resistencia”. Por otro lado, los fármacos no son sustancias inocuas, todos tienen efectos secundarios. El paciente que se automedica no sabe realizar el cociente beneficio-riesgo respecto a un determinado medicamento. “Para tratar

un dolor de cabeza no vamos a ir con una morfina…pero para un dolor más importante sí merece la pena asumir el riesgo”. Es necesario utilizar el fármaco adecuado para cada caso y que este se adapte a las necesidades de cada paciente. Eso es algo que solo puede hacer un médico y justifica que estos medicamentos precisen una receta. La mayoría de las farmacias zaragozanas cumple estrictamente la nueva disposición. Según un informa de la OCU, es una de las ciudades más exigentes en la venta de antibióticos. Los medicamentos sin receta aún se venden, pero el porcentaje de farmacias que lo hace se ha reducido notablemente de un 55% a un 12% en nueve años.

Cómo se desarrolla la resistencia

Estructura de una bacteria

Los microorganismos han desarrollado diferentes métodos para resistir la acción de los antibióticos. El uso de medicamentos crea una presión evolutiva sobre las bacterias que las obliga a fortalecerse o morir. La resistencia cromosómica se produce por la presencia de mutaciones. Estos “errores” en el ADN, generalmente se producen de forma lenta y gradual. Pero


en algunas ocasiones generan rápidos y profundos cambios en el nivel de resistencia de un microrganismo. Estas mutaciones producen cambios en el ADN de la bacteria, cambios heredables. Como consecuencia la bacteria al reproducirse dará lugar a una nueva generación de agentes resistentes a un determinado antibiótico. El peligro de esta resistencia es que puede generar fragmentos de ADN mutado con diferentes características. Algunos pueden autorreplicarse, como es el caso de los plásmidos. Otros pueden integrarse fácilmente y en gran número en el ADN de las bacterias y generarle multirresistencia (Transpososnes). La resistencia también puede transferirse de una bacteria a otra. En este caso una bacteria obtiene el gen que codifica la resistencia de otra bacteria que ya es resistente. La posibilidad de que los microrganismos puedan intercambiar material genético crea el riesgo de la proliferación de organismos resistentes. Una vez la bacteria ha adquirido resistencia, esta puede actuar de diferentes formas: -

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Inactivando enzimáticamente el medicamento: La bacteria produce una proteína que anula la acción del fármaco .Constituye el mecanismo principal de resistencia adquirida a los antibióticos. La resistencia puede impermeabilizar la membrana del microbio, lo que impide al antibiótico entrar y eliminarlo.

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La modificación del objetivo del antibiótico. Este sistema permite a la bacteria modificar el blanco de acción del antibiótico para que no sea reconocido por este.

El abuso de antibióticos de amplio espectro (operan contra numerosos microbios), fomenta esta presión evolutiva. Este hecho acelera los procesos de replicación del ADN y los intercambios interbacterianos que generan las diferentes resistencias.

Qué pasa con los otros medicamentos. La ley contra la venta descontrolada de antibióticos no exime a los demás medicamentos de un control en su consumo. Existe en la mayoría de las comunidades, entre ellas Aragón, una normalización a la hora de consumir medicamentos tales como la Aspirina, Ibuprofeno, Frenadol… Como hemos mencionado antes, ningún medicamento es inocuo. Existe un listado de medicamentos que no precisa receta médica, que se pueden comprar con normalidad. Pero esto no significa que no presenten riesgos. El hecho de que un medicamento exija o no receta médica es más una decisión ministerial que científica. La exigencia de receta conlleva una subvención del medicamento, eso genera costes. “Sobre todo en estos tiempos en que la economía está necesitada se está abriendo más el espectro de medicamentos que no exigen prescripción médica”.


La persona que lo compra puede tomarlo mal, en exceso o en defecto y sufrir una intoxicación. “El Paracetamol se toma sin receta, pero si te pasas con él, tu hígado acaba hecho polvo”. Estos fármacos, en principio son más seguros, tratan síntomas concretos que el paciente conoce. Pero pueden causar complicaciones que, según el paciente, pueden ser más o menos graves. Un ejemplo de esto es el Frenadol. Este medicamento genera sueño, porque contiene un derivado morfínico, que quita la tos, pero produce sueño. Otro peligro es la interacción con otros fármacos. Un epiléptico o un hipertenso siguen un tratamiento y pueden desconocer si la interacción con su medicación es o no nociva. Es aquí donde debería entrar el papel del farmacéutico, cuando los medicamentos son sin receta. No debe vender siempre porque sí, sino advertir de ciertas cosas y preguntar al paciente sobre su historia clínica. En este sentido las farmacias de Zaragoza aprueban con nota. La mayoría de los profesionales, a la hora de vender un medicamento pregunta por los síntomas y aconseja la mejor opción.

Visitamos farmacias de dos ciudades, Zaragoza y Murcia en busca de un antibiótico, Amoxicilina. Posteriormente resultados.

comparamos

los

De las seis farmacias visitadas en Zaragoza, todas exigían la receta médica para la venta del medicamento. A pesar de poner excusas como “¿no te la puedo traer otro día?” o “es solo para la muela”, ninguna accedió. Sin embargo en Murcia los resultados fueron muy diferentes. De las ocho farmacias visitadas, solo dos exigieron la receta. En las otras seis la frase era directa: “en sobres o en comprimidos”. No existe ningún mecanismo para controlar la venta de antibióticos. Es cierto hay cierta vigilancia, pero no se puede realizar una visita continua a todas las farmacias. Además, no se hace constar qué medicamentos se han vendido con receta y cuáles nos. Existe pues, a pesar de que la ley es clara, libertad para acatarla o no.

DESPIECES Caso práctico: cumplen la ley?

¿Las

farmacias

Para comprobar el grado de cumplimiento de la ley de antibióticos realizamos una prueba.

Las enfermedades que no acaban Las enfermedades más comunes son las que han desarrollado una mayor resistencia a los antibióticos. Herpes, hepatitis, clamidia, son diagnosticadas, tratadas y curadas. No


ocurre lo mismo con las amigdalitis o las cistitis, más comunes y fáciles de tratar.

Zaragoza apuesta por la medicina alternativa

Las enfermedades “leves” no requieren un control médico, pero sí responsabilidad por parte del paciente a la hora de seguir el tratamiento. Pero esto no siempre es así. Cuando un médico prescribe un determinado antibiótico para una semana, es una orden a cumplir. Sin embargo, la mayoría de los pacientes abandonan el tratamiento a los pocos días, cuando los síntomas desaparecen. “Si tienes una cistitis, los síntomas desaparecen en cuanto te tomas el medicamento”. Pero la desaparición de los síntomas no supone la eliminación de las bacterias. Estas han sido debilitadas, pero al no eliminarse se vuelven más fuertes. Esta irresponsabilidad obliga a los médicos a recetar un medicamento diferente. Pero de volver a producirse el mismo error, no se consigue sino generar cada vez organismos más resistentes. Es de vital importancia seguir rigurosamente las órdenes del médico en materia de medicamentos. Sí no solo mejora la salud personal, sino dificultamos la proliferación de bacterias multirresistentes nocivas para la salud de todos.

Los remedios naturales se posicionan como la mejor alternativa a los antibióticos. Ofrecen la ventaja de que no agreden al organismo, no tiene efectos secundarios y no desarrolla resistencia por parte de las bacterias. En los últimos años estos remedios alternativos han tenido un gran éxito en todo el mundo. Zaragoza no se ha quedado atrás. En 2010 la Universidad de Zaragoza, junto a los laboratorio Boiron se asociaron para crear la cátedra en Homeopatía. La homeopatía es una medicina alternativa que emplea sustancias diluidas que generan los mismos síntomas de la enfermedad. Supone una consideración, no científica, sino espiritual y filosófica de la enfermedad. La de Zaragoza es la primera relacionada con la medicina homeopática de España. La nueva cátedra no ha estado exenta de críticas. Sin embargo, tras dos años, se


ha afianzado en la docencia y la Universidad no duda de su ĂŠxito.


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