COLUMNAS
21 de abril de 2021 l
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Necesitamos de esa Gente iempre nuestro país se ha caracterizado por su gente. Quién no recuerda en su barrio el señor que le hace favores a todo el mundo, la señora que cocina y reparte en todas las casas, el joven que abraza cualquier causa y la hace suya, los niños que demuestran su deseo de ser mejores, los hombres y mujeres en luchas comunitarias, en lucha por los derechos de todos y todas, en lucha por alcanzar los sueños de la comunidad. Quién no recuerda el nombre de esa persona que marcó nuestra vida, que cambió el rumbo de nuestra historia para el bien de todos y todas. Esa gente que cuando decía si, el cambio no era para unos cuantos sino para todos y para siempre. Ante los acontecimientos en medio del COVID-19 de ciudadanos que ponen en riesgo la salud de todos y todas, politiqueros que olvidan su responsabilidad entre luchas de poderes más que de deberes comienzo a pensar qué gente necesitamos para continuar. Sintiendo lo que hemos perdido en medio de esta pandemia y conscientes de lo que hemos ganado, pienso en qué gente necesitamos para seguir adelante. Porque ya no sólo necesitamos líderes, también necesitamos un pueblo, una gente que quiera ese bien común, que cumpla con su parte, que permita resurgir lo nuevo, que no descanse de señalar lo injusto, que esté dispuesta a proponer y lista a construir futuro. Necesitamos gente que quiera disfrutar su vida, pero no al riesgo de la otra. Necesitamos gente que se indigne de la politiquería que
Por Mariny del R. Vazquez Maldonado, Líder Comunitaria marinyvazquez1@gmail.com
prefiere los deseos de la economía mal entendida antes de preservar la vida, necesitamos gente que una sus brazos hasta que los nuestros lleguen a Vieques y sea tan fuerte el abrazo que los de Culebra también nos encuentren. Necesitamos gente que cocina pensando en los de la calle y vivamos aquello que decían los de antes; donde come uno comen veinte. Necesitamos gente agradecida de los que nos amaron primero, nuestros viejos y no continuar la vida dejándolos solos al desprecio. Necesitamos gente que apoye a la madre que trabaja y en línea estudia con sus niños, como al padre que también trabaja y le cuesta llegar temprano a casa. Necesitamos gente que no espere de un gobierno que aún no se pone de acuerdo en hacer lo que juramentó y comencemos a asumir nuestra gobernanza y juntos darles forma a nuestras calles, a nuestra
plaza, a nuestro pueblo, para que sean el lugar que juntos construimos y juntos merecemos. Necesitamos gente que no postergue sus sueños y caminen por las calles encontrando apoyo hasta lograrlos con empeño, necesitamos gente que no sólo piensa en sí mismo sino en el otro dónde nos reflejamos y nos construimos, necesitamos gente que cuide a los niños de nuestra tierra porque son el fruto de nuestro presente. Necesitamos gente que cuide del medioambiente no porque es moda sino porque nos toca, porque fue un regalo que recibimos y devolverlo lo tenemos pendiente. Necesitamos gente que respete a la mujer y al hombre por lo que son ni más ni menos que por su dignidad por ser gente. En este pensar que comparto descubro que lo mejor de todo es que esa gente vive aquí en cada comunidad de nuestro país. Puede ser que algunos puedan tener miedo de ser y hacer, de seguir o comenzar, que varios han comenzado, pero necesitamos más. Lo importante es que somos capaces de ser esa gente que necesitamos la que pienso que Dios soñó que fuéramos, necesitamos YA de esa gente que somos nosotros.
Don Ricardo Alegría y Águedo Mojica promotores de los Centros Culturales “La cultura es el alma de la nacionalidad” -- Ricardo Alegría as figuras de don Ricardo Alegría y Águedo Mojica evocan el orgullo de la puertorriqueñidad. Son humanistas que legaron un trabajo cultural monumental al país. Los recordamos por sus apostolados en defensa y aprecio de la cultura. Su papel protagónico en el desarrollo e implantación de las políticas culturales ha sido objeto de estudio por investigadores. Estamos celebrando el centenario de don Ricardo Alegría. Se le considera responsable de la conservación del patrimonio cultural, que actualmente define la identidad. Carmen Dolores Hernández señala sobre él lo siguiente; “La vida y la gestión profesional de don Ricardo Alegría marcaron un antes y un después en el desarrollo y evolución de la cultura puertorriqueña. No se trata solo de que dirigiera, imprimiendo su sello inconfundible, instituciones como el Museo de Historia, Antropología y Arte de la Universidad de Puerto Rico y el Instituto de Cultura Puertorriqueña (del que fue su primer director); también fundó el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe y el Museo de las Américas. Sus contribuciones en los campos de la arqueología, el folklore y las artes populares tuvieron, además, un impacto enorme sobre nuestra cultura y nuestra sociedad”. Águedo Mojica como sabemos fue filósofo, humanista, poeta, músico, matemático, orador, taquígrafo, políglota, contador, abogado,
Por Félix Báez Neris Docente jubilado de la UPRH
político, educador y estudioso de las artes y las ciencias. El profesor Cruz Santos nos dice; “La figura de Mojica Marrero ejemplifica la presencia activa del intelectual orgánico en el proyecto cultural liderado por Muñoz Marín. Cierto que no fue el único en su clase, hemos advertido. Pero resulta emblemático como intelectual, filósofo y académico de la Universidad de Puerto Rico que tuvo serias diferencias con el dirigismo cultural o el sometimiento de la cultura a las preceptivas del Estado, pero aún así decidió participar como protagonista legislativo en la construcción del imaginario que venimos analizando”. Uno de los proyectos que atendieron ambos humanistas fue el de la creación de los centros culturales. Águedo fue gestor del proyecto de los centros culturales adscritos al Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP). La idea la tomó del histórico Club Ariel. En una ocasión compartió con el gobernador Luis Muñoz Marín el Reglamento del Club Ariel. Muñoz lo examinó y le sugirió que aquel proyecto cultural había que extenderlo a todo el país. La Dra. Wilma N. Vázquez en su tesis “El Instituto de Cultura Puertorriqueña y la política cultural muñocista: el caso de los
Centros Culturales 1955-1968” señala lo siguiente: “Con la misión de lograr los objetivos de la entidad gubernamental, el Sr. Alegría comienza a difundir el proyecto cultural por toda la Isla. En una carta con fecha de 11 de abril de 1956, el Sr. Alegría le escribe al licenciado Águedo Mojica, informando sobre los objetivos del ICP en formar Centros Culturales en las poblaciones isleñas. Le exhorta a reunir un grupo de personas con interés en el asunto. La respuesta de la comunicación tiene fecha del 27 de abril de 1956, su contenido es de gran valor para lo que discutimos. En ella, el licenciado le informa a la agencia (Alegría), que reunirá a las personas el 9 de mayo en el Salón de Actos de la Escuela Superior Ana Roqué de Duprey, en Humacao, para la fundación del Centro Cultural. En la carta, expresa la esperanza de que sea en el pueblo de Humacao donde se inicie el primer núcleo del Instituto”. Águedo fue el primer presidente del Centro Cultural de Humacao que se fundó en 1957, siendo junto al de Yauco los pioneros en la Isla. En la actualidad, los Centros Culturales están adscritos al Programa de Promoción Cultural del ICP. Se le concibe como “el vehículo legítimo, y natural del ICP en las profundización de su obra en los pueblos de Puerto Rico y comunidades puertorriqueñas en el extranjero”. Reconocemos el valioso rol comunitario de los Centros Culturales y agradecemos a Don Ricardo Alegría y al Lcdo. Águedo Mojica sus grandes aportaciones a la cultura del país.
