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El PRI, ¿la última cargada?

Con la sucesión presidencial adelantada, los tiempos políticos electorales se aproximan como una avalancha hasta llegar a los niveles municipales, hace apenas un año y medio que tomaron protesta los funcionarios electos en el proceso 2021 y sin poder evaluar sus resultados ya los tenemos en campaña, algunos buscan su reelección, o quizás, avanzar un peldaño más en la escala del poder. En el estado, el gobernador continúa con su rampante euforia típica de un gobierno que adolece de precisamente, “la política”. Aunque seamos honestos, esos que llamamos “política” es una sucesión de eventos desafortunados que ocasionalmente llegan a convertirse en algo más que un juego de vencidas entre un par de parroquianos borrachos.

Dicha introducción que además de extensa resulta ociosa, es con el objetivo de dar contexto a dos acciones que pretenciosamente sus vendedores buscan ubicar como trascendentes, pero terminarán sonando “bofo”. En el PRI por fin hubo un desenlace, la señora Sara Rocha será la nueva dirigente estatal del otrora poderoso “partido de las mayorías”. La acompaña en la aventura la diputada federal Friné Azuara, oriunda del municipio de Axtla de Terrazas, es casi desconocida en la política potosina, aunque dicen que nadie es profeta en su tierra. Friné es hábil en las distancias cortas, es una mujer muy respetada en los círculos políticos del Estado de México y muy cercana al ex presidente Enrique Peña Nieto quien siempre le concedió el favor de su amistad. Friné es una mujer refinada que sin duda tardará un rato en encontrar su lugar en la política aldeana.

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La simulada elección del PRI no estuvo exenta de algún exabrupto penoso como el que protagonizó el diputado local Edmundo Torrescano quien acudió a registrarse sin la venia de la dirigencia nacional, es triste ver como alguien que uno pudiera erróneamente considerar inteligente resulta ser el fiasco del año. Edmundo, el poderoso operador del PRI durante el sexenio de Juan Manuel Carreras no puede ignorar que sin el aval de por lo menos un sector de los principales que integran al instituto político es mejor ni presentarse. Torrescano disfrutó durante todo un sexenio el poder absoluto en el revolucionario institucional, hacía y deshacía a su antojo, vendía candidaturas hasta en abonos y … chingó mucha gente, y todo eso tiene un costo. En cierta forma, Edmundo Torrescano es uno de los responsables de la debacle priista que los tiene al borde de la extinción.

No queda claro si la llegada de Sara Rocha al poder es obra del alcalde capitalino Enrique Galindo Ceballos o una imposición del dirigente nacional Alejandro Moreno. Enrique Galindo conoce a Sara desde su etapa larvaria en la política universitaria, compartieron desventuras y amistades mutuas. Sus anécdotas provienen de una época en que ninguno de los dos imaginaron que algún día serían el presidente municipal y la dirigente del partidazo con dos diputaciones a cuestas y varios cargos de relevancia. Sin embargo se ve difícil que Sara pueda echar andar la maquinaria, en el PRI solo quedan telarañas y los ecos de otros tiempos en que la cargada, la disciplina y el carro completo eran parte del breviario cultural. Ahora solo quedan migajas, auto conmiseración y deudas.

Está claro que el gobernador Ricardo Gallardo ejerce una fuerte presión en la política al interior de los partidos, ha participado de todas las decisiones desde que llegó al poder, incluida la elección panista. Esta no fue la excepción, varias corrientes internas promovieron la inclusión del ex diputado Óscar Bautista Villegas a la secretaría general del partido, hubiese sido un peligroso complemento, el tipo es un animal político, pero el gobernador lo conoce de cerca y lo sabe de cierto. Para muchos, Óscar Bautista es un impresentable, pero en tiempos de crisis no se hacen experimen- tos, al personaje le sobra experiencia y lo único que le falta es un motivo.

Actualmente el PRI se encuentra derruido y sin una estructura política al interior del estado, en las cabeceras distritales federales de Tamazunchale, Ciudad Valles, Matehuala y Soledad de Graciano Sánchez ni siquiera abren las oficinas del PRI. En Rioverde el alcalde priista Arnulfo Urbiola pasó a engrosar las filas del partido verde y lo único que queda del PRI en la zona media es precisamente el grupo de Óscar Bautista. Está claro que en el PRI desecharon la posibilidad de incluir al líder rioverdense porque le resultaba incómodo al gobernador, después de todo se conocen bien, hace algunos años compartieron curul y bancada. El poder es como una pistola, solo que algunos la usan para partir las nueces y otros para sacarle una flatulencia al vecino. Óscar Bautista es una bala perdida, no se sabe a quién le va pegar. Bien le vendría al alcalde capitalino Enrique Galindo que no existiera el PRI, ya se habría empanizado desde cuándo. Ojalá no le caiga la maldición de Xavier Nava Palacios que siempre se quiso vender como simpatizante, ciudadano, asociado, amigo con derechos, y cuando quiso ser candidato a gobernador le aplicaron el “potosinazo”, si te vi, ni te conozco. Ya hay algunas pulgas en la oreja de la dirigente estatal panísta Veronica Rodríguez que susurran intrigas para romper la alianza con el PRI en la capital, pero aún no hay quien ofrezca la solución al dilema de conseguir esos cincuenta mil votos que el PRI aporta. El PRI por si solo no gana la alcaldía de San Luis Potosí, pero el partido acción nacional tampoco, al final da los mismos perder por treinta mil que por ochenta mil votos de diferencia.

La verdad es los priistas son una monserga, ocupan espacios importantes de poder dentro del ayuntamiento capitalino y no aportan simpatía, experiencia o capacidad, por el contra- rio, siguen operando de la misma forma que los llevó al fracaso. No van a cambiar ni siquiera cuando estén muertos, y menos ahora que se sienten poderosos porque aún pueden cobrar otra quincena. Los priistas están en los estertores de la muerte y -aunque alguna vez me corrigió un pretencioso sabio potosino de apellido G. Chávez por una ligera confusión- se están revolcando en las miasmas de su pútrida agonía. Porque igual se puede revolcar un desahuciado en la pus, que en sus propios pedos, mayormente en esas esencias fétidas que salen de sus heridas y anuncian el último aliento.

Ah si, la otra acción, evento o suceso próximo será la visita de Adán Augusto López, una de las corcholatas más jóvenes que sin embargo todos consideran el más senecto, (tiene 59 años) algunos lo imaginaban compartiendo el pupitre con el presidente Andrés Manuel López Obrador, pero no es así, Adán es considerado “el caballo negro”, término usado en la jerga priista de los 70’s para referirse a un aspirante que parece no ser el más probable pero trae un as bajo la manga.

¿Será acaso Adán Augusto el “tapado” del presidente Andrés?

Se lo preguntaremos el próximo jueves 22 de junio en lugar y hora por definir, el coordinador estatal Antonio Lorca Valle tendrá a bien buscarme un lugar en la zona VIP para poder apreciar el discurso del secretario de gobernación en funciones de candidato.

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