Revista Reizu Comics Nº10

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Algea

Cap. 01 Por: Thomas Oni-sama

Aureus Graphers

Cap.08 Por: Suzaku

Umbrunculo Cap. 02 Por: Uor Reyken

Nยบ10 Mar 2017

Le-kroo

Cap. 10 Por: Omar Alberto Guevara

Master Of mana

Cap. 04 Por: Shirotaro

Necromancer Cap. 05 Por: Franco Sansores


Reizu Comics Vol. 10

Nueva entrega con Nueva historia! Ya tenemos 10 ediciones de la Revista de Comics/manga latino Reizu Comics, este trabajo es para el disfrute de ustedes lectores y sin ustedes tampoco hubiésemos llegado tan lejos. Gracias Lectores En esta edición Tenemos la Esperada Nueva serie Algea una historia emocionante llena de aventuras. Las series Dreamland y Earth Warriors estarán ausentes en esta edición por el contrario Umbrunculo, Aureus Graphers Lekroo, Master of Mana y la Novela ligera

Necromancer nos seguirán impactando con sus nuevos capítulos. En los extras seguiremos viendo ilustraciones de la mano de varios artistas. Y una pequeña nota de un taller de animación llamada Mangart. Sin más nada que decir disfruten de esta nueva edición

Equipo Editorial Editor en Jefe Shiro Rantaro Editor Asistente: Akuro Oruka Colaboradores en esta edición: Norman Leguizamón Andy Ryam Sebastian Giraldo (Suzaku) Luis Alberto Castro Mayorca Daniel Millan Redacción Shiro rantaro Imagen de portada: Thomas Oni-sama

Bienvenido a Reizu Nº 10

Diagramación Andy Ryam Diseño de Mascota Sebastian Giraldo (Suzaku) Fecha de publicación Mensual Marzo de 2017 Reizu Comics Nº10


CONTENIDO 7

Algea

Cap. 01

Por: Thoma Oni-sama

28

Umbrunculo

50

Aureus Graphers

79

Cap. 02 Por: Uor Reyken Cap. 08 Por: Shu Suzaku

Le-Kroo

Cap. 10 Por: Omar Alberto Guevara

97

Master Of Mana

129

Necromancer

148

Cap. 04 Por: Shiro Rantaro

Novela Grรกfica C.5 Por: Franco Sansores

Extras

Cortos e Ilustraciones Dosis de Vida por Mangart

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SERIES 6


NUEVA SERIE

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Algea-End 25


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Umbrunculo Artista: Thomas Oni-sama

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Umbrunculo-End


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Umbrunculo Artista: Uor Reyken 49


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Aureus Graphers-End


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Aureus Graphers Artista: Shu Suzaku

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Lekroo -End

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Le-Kroo Artista: Omar Alberto Guevara

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Master Of Mana-End 122


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Master Of Mana Artista: Shirotaro 127


NOVELAS GRAFICAS 128


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¡Por Mi Clan! Las puertas del Ayuntamiento estaban bloqueadas con mesas, sillas y todo lo que se pudiera usar, era un intento desesperado por evitar que los necro homus entren. Los pocos hombres vivos aguardaban el embate final, los golpes en la puerta sonaban más fuertes y los gruñidos arrítmicos anunciaban un gran número de enemigos queriendo derrumba la entrada. Los arañazos se silenciaron de repente, un fuerte y profundo golpe en la puerta, sorprendió los corazones de los sobrevivientes. —¡Abran! — gritó alguien afuera. Nadie hizo un el intento por responder al llamada. Se miraron entre ellos y uno negó con la cabeza. —¡Abran! — gritó con más fuerza. Los sobrevivientes agarraron sus espadas con más firmeza, estaban listas para cumplir su último deber proteger al Alcalde, que desde atrás escucha el ruego del extraño de afuera. —No abran es imposible que alguien esté vivo. ¡Son demasiados! —exclamó aterrorizado. Trataba de limpiarse el sudor de su cara con un paño que fue un regalo de su esposa ahora ya muerta. Los sobrevivientes eran los guardias del ayuntamiento sus armaduras y entrenamiento los habían ayuda a sobrevivir la primera oleada, sabía que estaban atrapados y no había señales de que la ayuda llegará pronto. —Los Seis, los Magos Reales vendrán pronto ellos nos salvarán. —balbuceaba incoherencias el Alcalde. El Capitán estaba entre los sobrevivientes, preguntó a sus pocos hombres. — ¿Mandaron la señal? — Sí, Señor la Orden de la Sagrada Luz fue la primera en responder. El Capitán se sintió un poco aliviado pero la cuidad estaba en estado de guerra, necesitaba más poder de fuego y no sabían cuando iban a aguantar. —¡Que abran! — gritaron con enojo. —¡Executie! — un hechizo oscuro que explota lo carne humana. Las puertas se abrieron de par en par y los muebles volaron varios menesus volviéndose un astillero su última barricada. Kreis salió de ese humo de madera. — No abren ni a uno de los suyos. Tiró a un guardia con la mano destrozada que quedó atrapado en la primera olea-

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da. — ni a su propia gente ayudan. — les reclamó. Kreis sacó su espada de hueso y comenzó atravesarlo lentamente por la columna, no lo cortó a la mitad, con la punta subió desde la espalda baja hasta la base de la nuca, cortándolo vértebra por vértebra, los gritos del hombre eran espantosos. Varios necro homus salieron de atrás de Kreis, eran el triple de los sobrevivientes. Un necro homus salto al cuerpo del hombre comenzó a comerle su espina dorsal. —Ayud...me... Algunos hombres cerraron sus ojos no podían aguantar la grotesca escena, unos de los suyos estaba siendo comido vivo. —Ojos bien abiertos. —ordenó el Capitán Las náuseas abundaban y los estómagos se revolvían. Un sonido de crunch y un grito ensordecedor de muerte anuncio que le habían partido en una fuerte mordida la columna. El hombre murió en ese instante. —Así tratan a su héroe, él fue el que envió la señal, ¡son unos viles traidores! Los castigare con una muerte peor de la que vieron. El pavor invadió a uno, tiró su espada y corrió desesperado a la entrada, como si Kreis le permitirá escapar. No dudó agacharse y en cortarle el pie de un golpe limpio, cayó frente a los necro homus que lo rodearon, lo comenzaron desmembrar. —¡Hey! — Los necro homus se detuvieron — los traidores son los últimos. No es así Alcalde!— gritó fuertemente, tanto que se hizo eco en la habitación. — Los Nigromantes de las Montañas, no puede ser ustedes están... —¿Exterminados? — Se rió — No, he esperado este momento 17 inviernos. Comencemos está masacre. Los necro homus entraron frenéticamente y comenzaron a atacar. Kreis fue directo al Capitán y le atravesó el corazón de un golpe. — Te mereces una muerte rápida por fiel. Tus hombres no tendrán la misma suerte. El Alcalde horrorizado corrió rumbo a las escaleras de la segunda planta. Abandonó a sus hombres a su suerte, tampoco podría haber hecho algo necesitaban un militar no un político. Dos Saltadores fueron tras él para asegurarse que no escape. —¡Tengo mucho que preguntar! ¡Será una larga sesión juntos! — gritó con sarcasmo Kreis. Uno de los hombres intento cargar sobre Kreis, siguieran se pudo acerca un necro homus lo interceptó y lo derrumbo al piso mordió su mano violentamente, luego con su boca ensangrentada busco su cuello. El hombre se defendió como pudo sacó una pequeña daga y se la clavo varias veces en las costillas salía sangre negra, no parada de intentar quitarse al atacante pero era inútil. El necro homus vomitó sobre de él una espesa niebla púrpura, el hombre al calor de la batalla respiró profundamente la niebla. Tomo su cuchilla y se la clavó en el cráneo, el necro homus paró de moverse había acabado con uno pero faltaba una veintena. Tomo su espada del suelo y se replegó con los demás.

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Los demás necro homus comenzaron a exhalar esa niebla púrpura. «El Alcalde Calbert Mortuus» decía el letrero en su oficina era una habitación amplía en el segundo piso, Calbert entró lo más rápido que pudo y se refugió debajo del escritorio sólido de caoba. Gritos desgarradores llegaron a su oficina, se tapó los oídos con las palmas esperando que cesaran, pero continuaron siento más intensos y cercanos. Un tétrico golpe a la puerta hizo que su corazón latiera agitado, un giro de la perilla lo inmovilizo de pánico. No había puesto llave, ni atrancado la puerta. —Alcalde Calbert ¿Mortuus?, sabes tienes apellido de mago. Unos pasos tranquilos sonaron dentro de la oficina. Calbert tenía la esperanza de que los pasos se alejaran y lo dejarán en paz. La perilla se cerró y los pasos se alejaron. El alcalde suspiro aliviado y se levantó rápidamente a ponerle seguro a la puerta. Una sombra negra lo tomo por atrás del cuello. —Eres mío— Kreis lo apretó y lo tiró al suelo. —¿Que quieren? , La guerra terminó estamos en tiempo paz. —¡Paz manchada de sangre!, ¡Nuestra sangre! Pero primero veamos una pequeña función. Kreis lo tomó del cuello y lo arrastró a la silla de un escritorio, lo obligó a sentarse de un gran empujón. La puerta se abrió y los hombres del Alcalde entraron a ayudarlo, se volvió a sentir aliviado. Las espadas azotaron en el escritorio, Kreis ni se inmuto, ni siquiera cuando las espadas se dirigieron a su cuello. —¡Muere! — gritó Calbert. Las espadas se detuvieron y la alegría se convirtió en estupefacción. — Ya llegaron los primeros actores, ¿dónde están los segundos? — el resto de hombres llegó muy maltratados pero vivos. Calbert no entendí que pasaba, ¿sus hombres lo traicionaron? Kreis se puso atrás de la silla, presionó los hombros de Calbert y le susurró al oído. —Te contaré una pequeña historia que sucedió hace varias décadas. Todo comienza cuando en el continente Edinfor 2 grandes países se encontraba en guerra. — Kreis movió sus manos Y presentó a los 2 hombres que se encontraba golpeados, tomo la tinta en el escritorio y se las lanzó — estos de negro representar la nación enemiga y estos — señaló a los que tenía a su lado — a tu país, — se paró en el escritorio extendió sus manos y pronunció. — peleaban entre ellos día a día por la extensión de sus tierras — sus hombres soltaron las espaldas para tomarse a golpes con los otros pintados de negro por naturaleza se defendieron, la sangre de las puñetazos salpicó el escritorio asqueando a Calbert, ambos mandos intercambiara golpes con violencia — la lucha estaba equilibraba era una guerra de desgaste — los hombres continuaban peleando sin descanso — hasta que alguien en el mando se le ocurrió una idea : los nigromantes de las montañas, que en ese tiempo eran unos gitanos sin hogar vagando por el continente sin que ninguna aldea les permita establecer,

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así que un día un joven aspirante a político llegó a ofrecer un trato. — paso su mano por la sangre fresca del escritorio y mancho la frente de Calbert — Tu! , El trato parecía bueno nosotros nos uniríamos a la Guerra y tu país nos daría un trozo de tierra para establecernos. Los más ancianos debatieron y aceptaron. — Kreis bajo del escritorio y se puso detrás del escrito tomó firmemente la cabeza de Calbert y lo obligó a abrir los ojos de par en par.— porque tu país sabía que nosotros conocíamos la forma de crear un ejército de hombres muertos, los necro homus, que con una orden devoraría a aliados y enemigos por igual. — un extraño sonido emitió Kreis. Los hombres parecían desorientados de donde se encontraban, sólo entendían que estaban peleándose entre ellos. Uno reacción cuando vio a Kreis sosteniendo de las cien a Calbert, intento brincar el escritorio y ayudarlo, un necro homus lo detuvo su mano y se la metió a su boca para darle una fuerte mordida que serseno 3 dedos dejándolo retorcido de dolor, otro necro homus lo atacó por la espalda y lo derribó encima del escritorio frente a Calbert, sus ojos lloraban de dolor apenas se había dado cuenta que tenía la lengua cortada y no podía gritar, el necro homus de su espalda le arranco de una salvaje mordida su oreja. Extendió su mano pidiendo ayuda a Calbert, su sangre salpicó desde las coyunturas de sus dedos manchado el escritorio de caoba, sintió un fuerte jalón del muslo izquierdo lo estaban arrastrado al centro de la habitación donde había ya destripado a sus amigos, su mano trato de aferrarse a la lisa madera del escritorio, un arañazo final llenó la habitación con un fúnebre sonido del hueso marcado la caoba. — Eso finaliza nuestro primer acto! —Aplaudió —falta el segundo, en ese tú tienes el papel protagónico. — se giró y se sentó en el escritorio evitando los charcos de sangre, después abofeteo a Calbert — reacciona. Calbert con una voz temblorosa apenas pudo responder. —¿Q...Que..Q ..Que qui...e...res? Kreis saco de su capucha negra un papel. —Antes de entrar por ti, me di una vuelta por el Ayuntamiento, esto — le enseñó el documento oficial — tiene tu firma. Calbert reconoció aquel permiso que firmó hace 17 años, no podía negar que sabía de sus existencia, pensó que lo había sepultado entre cientos de cajas de burocracia, pero Kreis lo encontró y vino por él. — Solo es... Un permiso para un desfile. Kreis se enojó, lo tomó de las ropas y azoto su cabeza con el escritorio. —Se acabó el descanso, que comience el segundo acto. Kreis tomo a Calbert de su cabello largo y canoso. — ¡Basta! ¿Qué quieres? — dio el grito desesperado. —Quiero que ruegues que te mate y negarte la tranquilad de la muerte. —Solo era un desfile, no sabía nada más! — Entonces déjame continuar la historia. — de sus ropas saco una yerra y lo comenzó a balancear enfrente a la cara del Alcalde — los ancianos habían usado a los necro homus para ganar la guerra, pero tenía

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un precio: su vida se acortó. Poco a poco los más fuertes de los ahora llamados Nigromantes de la Montaña murieron por la nueva tierra, por la nueva generación. — recito unas palabras mientras tocaba la yerra — y aquél intento de político que siempre iba a la aldea desapareció, durante años nadie supo de él hasta que un día fue elegido Alcalde de Noya Crom, — la yerra comenzada a sacar humo y brillan el candente naranja del hierro apunto de fundirse — después hace 17 años un ejército entró a la aldea y... —Kreis le pego la punta de la yerra ardiente en el hombro de Calbert. — Quien ordenó la masacre! Un alarido fue la respuesta de Calbert, gimió y se retorció aún podía mover su cuerpo, pero Kreis no dejo que salte del escritorio ordenó a varios necro homus que lo tomarán piernas y manos. —¡Arg! Ha agrg! Alaridos eran la respuesta del Alcalde Calbert. —¡Respóndeme!,¡Respóndeme! — exigió Kreis. —¡Nnoo! La yerra había derretido carne músculo y estaba el hueso y el hierro en contacto directo, Kreis no dejaba de ejercer presión y moverlo agrandando la herida. —¡Te hiciste ignorante de nosotros! ¡Volteaste a ver a otro lado! — le quito la yerra del hombro — te hiciste ciego, entonces te abriré los ojos — volvió a recitar un encantamiento a la yerra, inmediatamente le metió la punta en el ojo izquierdo le dio tres vueltas y saco completamente el globo ocular entre alaridos de dolor y desesperación. Calbert tenía el corazón demasiado agitado Kreis podría escucharlo. — Te daré un leve descanso. —Pauso la tortura — Pensándolo mejor no. ¡Coman sus pies! Los necro homus tomaron su cuerpo lo elevaron y lo tiraron al piso, la alfombra estaba impregnada de tripas y sangre, Calbert sintió varias manos jalando sus ropas, su piel algunos lamiendo sus heridas, saboreando su sangre. —¡Espera! ¡Espera! ¡Te lo diré! Kreis ordenó que se detengan. —Pensándolo mejor esto lo haré por diversión. ¡Continúen!— dijo sin una pizca de piedad. Calbert sintió como sus muslos eran arrancados por varias bocas, sentía como los colmillos atravesaba sus músculos y separaban su carne como los trinques a la cena recién servida, suplicaba que pararán mientras Kreis inmutable miraba sentado en el escritorio dibujando una gran sonrisa de satisfacción, hizo una señal y todos los necro homus se alejaron y salieron de la habitación. — Mira — levantó la cabeza de Calbert y lo forzó a abrir los ojos. La escena era tan repugnante que Calbert vomitó al instante. Sus piernas estaban desnudas

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solo se veía un hueso mascando y lo peor era los cuerpos de sus hombres los habían dejado peor que un matadero insalubre de cerdos. —Así se veía mi gente cuando tú ejército entró. Todos pagarán por eso, comenzando contigo. Kreis sacó su espada la uso para cortarle sus piernas después tomo la yerra del escritorio volvió a ponerla al rojo vivo y cauterizar las heridas, le acaba de amputar las piernas evitando que muera desangrado. Calbert se convulsiono de dolor y se desmayó, cuando se despertó estaban arrastrándolo por las escaleras no tenía pies, su hombro estaba inservible solo podría mover la mano derecha. Kreis lo soltó a la entrada del ayuntamiento. —Escribe esto — le tiró un papel. Calbert no entendía lo que decía, tampoco estaba en condiciones de escribí nada, estaba apuntó de desmayarse de nuevo, pero un intenso dolor en la única mano funcional hizo abrir su único ojo lo más grande que pudo. Le acababan de cortar su mano y la sangre brotaba. —Argg! — gritó fuertemente. — No tengo tiempo para esto. Kreis tomo su muñón sangrante y comenzó a escribí la sangre brotante del Alcalde Calbert. —Mátame! Mátame! Kreis tal como le dijo ignoró sus ruegos, con la sangre de Calbert escribo su mensaje en la pared. «Por Sefte»

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En la biblioteca los equipos ya se habían dividido. Baceli se encontraba camino a la parte noreste de la ciudad junto con Istry y Amika. El método que eligieron de nuevo para avanzar rápido sin llamar la atención fueron las cloacas. Baceli era un buen guía y rápidamente se acercaron a una salida. Unas tenues filtraciones de luz de luna anunciaban que habían llegado al lugar indicado.

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Istry usó su fuerza para abrir la tapa, Baceli quiso caballerosamente impedirlo, pero ella insistió en que era parte de su misión, estar en la delantera tal como se planteó el plan. —El mago tenía razón, casi no hay enemigos. — comprobó al asomar la cabeza Istry —Fouron es bastante listo, arrogante malhumorado y algo odioso a veces, pero listo.— dijo Baceli con cierto sarcasmo. —Donde aprendió a usar tantas naturalezas mágicas? —pregunto con curiosidad Amika. —Ni idea, no sabían que eso eran tan raro, él lo hace ver cómo algo normal. —La Superiora siempre decía que era posible pero sus hechizos serían débiles. —El hechizo de fuego que uso contra Jiag Hy y Kerry, hasta a mí me dio miedo. agregó Istry desde su puesto. —Y tu amigo tiene esposa. —¿El? ¡Por el Círculo! ¡Necesita mejorar su tacto con las mujeres! ¡Además de 2 ovejas! «Ovejas» quedó escéptica Amika. —Despejando nos movemos. —avisó Istry. Los tres subieron rápidamente por las escaleras hacia la calle. Amika tocó el hombro de Istry y le pregunto al oído. —Para que las ovejas? —Mmm — la abrazo y caminó un poco para apartarse del oído de Baceli —cuando los granjeros llevan mucho tiempo cuidando el rebaño lejos de sus mujer, toman a una oveja de la cintura y (...) —¿¡Ah!? ¿Con la oveja? —Necesita 2 ovejas así que está al doble de necesitado, es una bestia con cara de virgen. Istry dejo a Amika estupefacta de las revelaciones que le menciono, había que continuar —¿Baceli hacia dónde? Los barrios bajos eran casa sin uniformidad estaba pegadas casi todas, lo único que las separaba era el patio de atrás, había mucha mezcla de culturas en una casa podría estar alguien del norte, en otra gente del sur del continente y a lado extranjeros, lo comunidad de los barrios era más tolerante a tener gente fuera del país que la demás sociedad al fin y al cabo mientras cacen, cosechen, trabajen y no den problemas son iguales que ellos. Todos tenían que hacer algo para poder vivir en esa ciudad. Los techos de las casas eran de paja el equipo no podrían ir por los tejados hasta acercarse a la posición indicada. Tenían que caminar con cuidado y no llamar la atención del enemigo. Los necro homus estaban dispersos no parecían una horda controlada con la que se topó Baceli. —De aquí son 8 calles, 2 derechas, 3 a la izquierda y 3 rectas. — Baceli hizo un gara-

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bato en el suelo y les mostró el camino. —El lugar parece vacío, donde está la gente? — preguntó Istry. —Son casas de pajas cuando vieron fuego de seguro huyeron. —Pero a dónde? —Las montañas, si sigues caminado encontrarás la puerta de la muralla directo a los terrenos de caza. —Están preparados para unir. —La mayoría de gente de es extranjera y los demás pobres, aparecíamos más la vida que nuestras cosas. —Suena algo duro— dijo apenada Amika. —Para nosotros es normal. Los tres detuvieron su caminata tranquila. Estaban a punto dar la primera vuelta, Istry miro de reojo la siguiente calle estaba limpia. Istry sintió que algo no estaba bien el camino estaban demasiado despejando. Golpeó a Baceli y meneó la cabeza indicando que eche un vistazo discreto. Baceli igual pensó lo mismo esto estaba demasiado fácil. Sin hablar tomo del hombro a Istry, está se alegró por aquel rose, indicó otra ruta caminaron en silencio en cuclillas ocultándose por los rincones de las paredes a la mitad de la cuadra había una cerca de madera, algo alta pero los tres la brincaron sin problemas. Era un callejón entre los patios de las casas. Baceli escucho un sonido de gruñido era un necro homus que tenía su cabeza en la pared, golpeándose una y otra vez, parecía estar sumido en un ciclo sin sentido. Baceli se acercó por atrás y de un certero golpe de su nueva hacha lo decapitó. El callejón siguió en silenció no hubo reacción del ambiente. Justo lo que esperaba Baceli sin Kreis los necro homus se volvían muy primitivos, sin ataques coordinados solo usaban su volumen. —Si son muchos evítenlos, si son pocos mátenlos de uno en uno. Istry y Amika lo entendieron. Istry externo su preocupación. —Hay algo raro aquí, muy pocos enemigos. —Despoblado poca gente, algo pasó ahí.—afirmó Amika. —¿Sera? —Baceli se tocó cabeza —¿Será? Si ella es capaz. —balbuceaba en voz alta —Yo creo que sí. Istry y Amika se preguntaba que pasaba en su mente. Istry tomo la delantera y le dijo. —¿Alguna idea? — ¡Si!, vamos a mi casa. Istry fantaseo con esa frase ella y Baceli entrando a su pequeño hogar de seguro sería algo como las casas que estaban viendo, una cocina pequeña unas sillas de madera que el mismo construyó para ella y sus hijos serian 3, 2 niñas y 1 varón. Amika la golpeo en la nuca y la saco del trance. —Claro que si— respondió Istry con una sonrisa pícara de par en par. Todos caminaron con cuidado, Baceli rompió la formación y corrió a la casa de la

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esquina, una de las pocas que tenía un jardín en la entrada y un muro de piedras, en ellas estaba escrito la palabra «Vantor» en letras blancas y un pequeño dibujo de un arco. También estaba la silueta de las manos de 2 adultos y 1 hijo. Las dos manos era obvias a quien le pertenecía a Baceli y a su esposa la más pequeña a su hijo, tendría cuando mucho 2 años por el tamaño del dibujo. Las chicas entraron a la casa la puerta era de madera sólida, muchas cosas parecían estar hechas por los 2 tenían el toque femenino y la fuerza de mano de obra de un hombre. Ambos participaban con el hogar. —¡Madeleine! ¡Hijo! ¿Están?— grito en la casa sin respuesta. Baceli corrió a la cocina se detuvo al ver sobre la mesa una carta con un corazón. Era un mensaje de su esposa. La tomó y le dio la vuelta del otro lado estaba el símbolo del clan de cazadores y un niño hecho con palitos y bolitas. Entendía el mensaje estaban con su papá en las montañas. Abrió el sobre y al inicio había otro dibujo simple de un personaje que igual entendía. —¿Fouron? — reconoció el grafo. — ¿Una carta para Fouron?. Amika y Istry entraron a la cocina, no entendían porque estaba en silencio y le daba vueltas a la carta. Amika entendió lo que pasaba, los símbolos y dibujos en vez de nombres —¿No sabes leer? —Mmm Foruon apenas me está enseñando. — dijo con algo de vergüenza. —Con gusto te la leeré. —Toma.— le pasó la carta «Querido Baceli Vantor Deberías de aprender a leer, probablemente de tu compañero Foruon este leyendo esto. ¡No llegaste temprano a casa, de seguro te quedaste dormido! Bueno sé que morirás comido por estas cosas, ¡tienes que sobrevivir para que te regañe! Estamos a salvo con tu papá, nos fuimos al campamento de caza. La mayoría de los vecinos me siguió estará algo vacío el lugar cuando llegues. Tuve que encargar nuestro hijo mientras cubría los retirada, sólo pude con 73 de ellos estoy oxidada (dibujó una carita triste). Con amor Madeline PD: si tardas mucho vendré por ti.» Amika releyó el párrafo. —¡73! —¡73! — repitió Istry. —Yo llevó 27, me falta mucho para alcanzarla. — dijo Baceli en tono neutro. Amika e Istry se miraron. —¡17! —¡19!, Te ganó. — se rió Istry —¡Pero no le ganas a la Esposa de Baceli!— le tiró un golpe bajo Amika a Istry.

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Todos por un momento se habían olvidado del peligro que les rodeaba, la pequeña carta de Madeline había inspirado su competitividad, muy propio de ella. Baceli debía responderle así que pidió un favor a Amika. —¿Podrías escribir algo por mí? —Claro. «Querida Madeleine. Estoy sano y salvó, me pasó algo bien raro ahora soy un hombre troll, algo me hizo Foruon, no lo culpó estamos rodeados de estas cosas era la única salida. Tardaré en ir a buscarlos. Ayudaré a salvar la cuidad, no entiendo el plan pero lo haré. Cuida a nuestro hijo. PD llevo 27 pero son más feroces deben contar por 2. Con amor Baceli Vantor, tu amado que quiere verte» El esposo dedicado besó la carta, luego tomo un cuchillo de la casa y lo clavó en la mesa. Asegurándose de que su mensaje no se lo llevé el viento. Los tres salieron a calle abierta confiados de no tener un gran número de enemigos a que enfrentar y sí los hubiera sería débiles, servirían para incrementar el marcador. Caminaron con paso firme a su destino, si ver a nada que enfrentar. Al llegar al lugar vieron el edificio hecho de mampostería, plano de una sola planta largo y ancho parecía más un muro con una torre que un edificio funcional, era evidente la antigüedad de la arquitectura junto a la biblioteca palidecía de forma y sustancia, lo único que tenia de sobresaliente era la estatua que adornaba el centro de la torre cuadrada era en el punto más alto, el pedestal donde tenían que poner la Piedra de Orog. —¿Y ahora como subimos? — preguntó Amika. —Tiramos una cuerda y escalamos.— respondió Baceli. — ¡Yo subiré!— gritó alegre Istry. —Yo clavare una estaca lo más cerca que pueda, está un poco alto tendrás que darme un empujón. — ¿Catapulta? —Como en la Orden. — rio Amika — Atrás hay un mercadillo podremos buscar cuerda y algo para hacer la estaca. — dijo Baceli. —Dividamos para buscar — sugiero Amika. —¡De acuerdo! — respondieron. Después de un breve momento se reunieron enfrente del santuario. Istry acento en el suelo una caja de madera entre abierta. Tenía marcada la leyenda «Sisal» en la tapa, un puerto ubicado a 2 días en caballo. — Creo que topamos con un poco de suerte. — Debe de ser del viejo Bormin, sus cuerdas están hechas de enredaderas de las montañas, muy fuertes.

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Amika examinó el contenido. — Esto será muy útil. —Yo encontré esto — mostró un atizador de fuego — es de hierro sólido. —Yo tengo unos ganchos del carnicero. —Si los amarramos con la cuerda tendremos una buena ancla! — dijo animada Istry. Baceli uso varios nudos de marinero, para crear una ancla bien fijada, un buen cazador tiene que saber cómo amarrar sus presas. Amika tomó el artículo y lo comenzó a balancear, práctico un poco dándole giros y vueltas, cuando se sintió lista le hizo una seña a Istry, esta se puso en posición, con las piernas semi flexionadas y sus manos juntas en el centro, lista para impulsar a su compañera por los aires. Amika tomo distancia y en una carrera corta tomo la energía suficiente para ser catapultada en un sincronizado movimiento impulsándola varios menesus, en el aire giró pasándole toda su inercia al ancla improvisa y la dirigió directo a la parte más alta del edificio. La técnica dio excelentes resultados el ancla atravesó la mampostería y se arraigó con fuerza. Amika cayó en los brazos de Istry. Sana y salva. Baceli dio 2 tirones rápidos asegurándose que no había peligro. —¡Listo! — dijo a Istry mientras le daba la cuerda. — Si me caigo me atrapas en tus brazos. —Facilona — murmuró Amika desde lo lejos Istry tomó la bolsa que contenía la piedra de Orog, la aseguro a su cintura y comenzó a escalar, casi llegaba al final cuándo escuchó un gritó que identificaba a la perfección. Volteó al suelo y vió a Baceli arrodillado en el suelo junto Amika. —Baceli! ¿Que tienes? De su cuerpo comenzó a brotar humo negro y azul tan frío que hizo a alejar a Amika. —¡Baceli! — gritó Istry intentando descender. —¡No! La misión es primero! ¡Es por mi familia! — gritó los más fuertes que pudo intentando controlar su cuerpo. Se estaba comenzando a transformar sin que lo deseara, en su cabeza oía voces y sentía que su piel le ardía, las voces se convirtieron en llanto, en lamentos de agonía. Las imágenes veía claramente que estaba una aldea que jamás había conocido en llamas, un ejército había entrado y comenzó una masacre, no había guerreros, ni magos que pudieran defender a las personas que vivían ahí. Un anciano de cabello cortó intento hacerles frente, fue detenido por un pequeño grupo de jóvenes, ninguno parecía pasar de los 13 años. Las imágenes se volvieron difusas solo podía escuchar intentos de conjuros y al final un silencio sepulcral. El anciano lloraba entré las cenizas del su pueblo y los cadáveres de niños y mujeres. Sólo el parecía haber sobrevivido.

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Baceli se levantó del suelo, el sonido de su cabeza aumento, se llevó las manos a la cabeza y apretó su sien tratando de que parara. Sus brazos comenzaron a crecer, sus ojos se volvían negros y le costaba cada ves más estar consciente. Se paró y comenzó a correr tratando de poner a salvo a sus compañeras de él mismo. Su maldición estaba saliéndose de control. Volvió a ver algunas imágenes borrosas, se detuvo e intento ver como si fueran sus propios ojos, ya tenía clara la escena era otro anciano sin pierna, ni mano bañado en sangre sentando atrás de una pared que tenía escrito en la pared “Por Sefet”. El humo que lo envolvía de hizo más denso más oscuro. Una ráfaga de aire y un fuerte empujón tiró a Baceli en el suelo, en sus hombros sentían un fuerte apretón. Una brisa fresca y calidad iluminó su rostro aparto esas imágenes de sangre y muerte y le trajo el recuerdo más hermoso que tenía: el día que nació su hijo. Abrió los ojos y las nubes oscuras se habían apartado. Reconoció quien lo tenía sometido en el suelo. —¿¡Silia!? No sé qué hayas hecho pero gracias. La grifa se quitó de encima y alzó el vuelo. Baceli estaba transformado pero la maldición ya no lo atormentaba. Amika se mostró asombrada. —No sabía que los grifos podían hacer eso. —Pregúntale a Foruon es su grifa. —¿Desde cuándo es suya? —Yo diría que desde que nació, no se desde cuándo la tiene, yo la veo bastante grande para ser una cría. —¿Estás bien?— gritó desde lo alto Istry. Baceli seguía en su forma humano troll, levantó la mano en señal de bienestar, no entendía que acababa de ver, todas esas visiones se sintieron tan reales, aún recordaba los golpes de las espadas, la gente gritando e implorando piedad y los soldados que se negaban a escuchar clavando sus espadas en personas desarmadas. La única persona que lo podía explicarle era Foruon, él le puso la maldición en un momento desesperado y era quién podía quitársela. Istry estaba a punto de poner la primera piedra de Orog. La cuerda estaba algo lejos del centro, ella comenzó a columpiarse para poder acercase lo más posible al pedestal donde debería colocar el artefacto. Se preparaba para tomar impulso y brincar, pero la detuvo un temblor proveniente del edificio, se puso tan intenso que su agarre comenzó a peligrar. La ancla aún bién clavada comenzó a ceder. —¡Baceli, atraparme! - puso sus pies en vertical a la pared y de un fuerte impulso de sus muslos de aventó al vacío. Baceli corrió y la pudo agarrarla a tiempo. «Adoro verlo transformado» pensó mientras reposaba en sus brazos. El momento de admirarlo paso, el suelo comenzó brillar y un rayo verde cayó del

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cielo del impacto surgió una Bestia Elemental. En la entrada de la alcaldía Kreis veía el destello caer. —Predecible! - volvió al ver el cuerpo de Calbert - Como te dije te negare el descanso de la muerte. De las manos de Kreis comenzó brotar un fuego negro. —¡Coralrott! Golpeó con las dos palmas abiertas el suelo, las llamas oscuras se propagaron en un mar negro, convirtiendo todo lo que tocaba en cenizas, su objetivo era devorar a Calbert hasta los huesos y convertirlo en cenizas. Calbert dió el primero de muchos alaridos. Su cuerpo ya no existía, en su lugar quedaba un montículo de polvo negro al cuál Kreis comenzó a mezclarlo con otras opciones, mientras realizaba un lúgubre cántico, sacó una aguja de sus ropas y se sentó a contemplar la noche. —Dejare que te diviertas un poco Guardián, mientras yo me tatuó el alma del Alcalde Calbert Mouret, tu alma será mía. La mezcla comenzó a moverse y la cara de Calbert surgió intento dar un mudo alarido

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Necromancer Artista: Franco Sansores

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EXTRAS 147


Mangart

DiseĂąo y Animacion

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Es un taller creativo de diseño gráfico y publicidades de Colombia, uno de sus mayores inspiraciones es la cultura manga, han hecho varias publicación y también animación 2D como la serie que va por su segundo capítulo “Dosis de vida”


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Shiro Rantaro 151


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Thomas Oni-sama


Uor Reyken 153


Shu Suzaku 154


Omar Albero Guevara 155


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Nos vemos en la Siguiente ediciรณn de Reizu Comics

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