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Este relato nace con el deseo de plasmar la experiencias de un abuelo y su pasión por un tesoro musical, la marimba. Como nieto, estas experiencias de vida marcan un camino a seguir y influencian quien ahora soy. Mi abuelo “Tito Diaz” es una persona cálida, dedicada y esforzada. Comenzó a tocar la marimba desde muy chico, con inducción de su padre quien también tocaba la marimba. Toda su vida ha promovido la marimba nacional de algún modo. El toca, compone y construye marimbas desde cero hasta una composición perfecta.
Al crecer con mi abuelo, mi infancia estuvo llena de buenos recuerdos y esto es lo que aprendi:
Las presentaciones Eran excepcionales! viajamos a lo largo del país, presentándose en radios, eventos y contrataciones privadas. Pasábamos un excelente tiempo escuchando buena música, desde la madera de nuestras raíces. Cada una tenia una historia por contar, distancia por recorrer oidos por satisfacer.
La música La música clásica internacional y también la de compositores nacionales es de los mayores referentes de una buena marimba. Sin embargo, mi abuelo fue quien me enseño los mayores referentes de la música clásica como Mozart, Beethoven, Bach, etc.
Los lugares ¡No sabia que habían lugares tan espectaculares en el país! (El Salvador) es aquí donde a temprana edad conocí museos, teatros y galerías de arte. Mi favorito es el Teatro Nacional de Santa Ana, ¡cuanta historia hay detrás de ese telón! ¡Ah si! la mejor parte es estar del otro lado del telón. También recuerdo las presentaciones en pueblos del pais, fui ahi donde conocí pueblos como Ataco, Apaneca, Juayua, Ahuachapan y muchos más lugares que no hubiera tenido tenido la oportunidad de conocer si no hubiera sido por la marimba
La gente Se conoce muchísima gente, la gente que aprecia este tipo de música y la que no le da su lugar. Gente muy conocedora de música clásica y la otra que le gustaba más la músca contemporánea. Pero lo que más disfrutaba era a otra gente disfrutando de la marimba.
Las ďŹ estas Recuerdo las fiestas alegres, casi siempre de personas adultas pero llenas de vida, que siempre disfrutaban del sonido de la madera. Todos se excusaban para salir a bailar con su pareja, o solos, solo para disfrutar del momento ameno. ÂĄAh! y claro, no podia faltar el pasado de copas que ese era un espectĂĄculo aparte.
Como resultado de estas experiencias ahora valoro el arte y la cultura. Admiro y no dejo pasar por alto el trabajo de cualquier persona que se esfuera tanto por cumplir sus sueños, como mi abuelo, quien hasta el día de hoy disfruta componer, tocar y hacer marimbas. Es un ejemplo de exelecia y perseverancia. Eso es lo que también busco.
¿Te gustó la marimba? Comparte esta publicación y la lista de reproducción, y contribuyamos a conservar el arte de hacer sonar la madera.
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