MISION CIUDAD LUZ HEIMDALL –
Alienígena del planeta “Oxím” Autor: René Mauricio Salazar Mena
Dedicatoria Dedico este libro a mi difunto padre, Roberto Salazar por su apoyo y alta estima, heredándome un poco de su ingenio y sabiduría para la poesía y el cuento, como también, hacerme una persona de bien y responsabilidad al trabajo. A mi madre, María Rosa Mena, que sembró en mí un mar de ternura y amor, haciendo que en el camino de la vida buscara la verdad en Cristo Jesús. A mi adorada esposa Carmencita, por nuestros cuarenta años de apoyo, amor y comprensión, tiempo que ha pasado veloz como el viento, como un ayer de aventuras y episodios maravillosos que nos acompañarán hasta la eternidad. A mis tres lindas hijas, Carmen María, Lya Raquel y Denisse Renee, mis tres joyas de plena felicidad, ahondaron mi alma, espíritu y amor paternal. A mi nietecita Adriana Sofía, un hermoso regalo de Dios que sobrepasa todas mis aspiraciones y alegrías. A mis dos yernos, Luis y Jimmy, en los que deposité dos de mis valiosas prendas para que las colmen de amor y felicidad. A mis hermana/os, Ana Rina, Julio Roberto, (+)Rodolfito I, Ricardo Ernesto,(+) Rodolfo Fernando y Mario Héctor, por esta granítica unión familiar de abundante cariño, apoyo y comprensión. A mis cuñadas/os, por su aprecio incondicional y ser parte de esta gran familia. A mis sobrinas/os, que han ahondado mis sentimientos haciéndose buena parte de mi vida con su acercamiento y estima.
A mis tías/os y primas/os, que con su apoyo y sincero cariño me cultivaron el espíritu de la humildad y caridad, como un don preciado de Dios. A mi tío Salvador Salazar Arrué (Salarrue), por darme la inspiración de beber del manantial de su grandeza literaria. A mis amigos y amigas, que me dieron un poco de su tiempo y estima para que valorara la amistad como una verdadera hermandad. A mi Señor Jesús el más profundo agradecimiento, por haberme dado una vida llena de felicidad junto a los míos; por fijarse en este su siervo al brindarme paz y armonía en mi hogar; por darme tiempos de escases y abundancia, de tristeza y alegría, de intranquilidad y calma, de trabajo y descanso, de amor y odio, de libertad y opresión, etc. porque solo así pude reconocer la diferencia y aceptar que solo con su ayuda y protección,…..¡TODO ES POSIBLE!.
INDICE –Prologo ................................................................................... 9 CAPÍTULO PRIMERO 1.1– 1.2– 1.3– 1.4–
Preludio de mis experiencias...................................... 11 En México, Distrito Federal....................................... 15 Viaje al Continente Australiano................................ 16 De regreso a la patria.................................................. 20
CAPÍTULO SEGUNDO 2.1– 2.2– 2.3– 2.4–
Una visita muy especial.............................................. 23 La abducción o rapto.................................................. 24 En un planeta llamado “Ázhark”................................ 32 Un ángel protector..................................................... 36
CAPÍTULO TERCERO 3.1– 3.2– 3.3– 3.4– 3.5–
El Gran Salón Balhalla............................................... 41 El Palacio ¨Valaskjalf¨................................................. 46 Los Jardines del “Éddem”............................................ 59 La maravillosa “Heimdall”(Ciudad Luz).................... 63 Retorno al hogar......................................................... 67
CAPÍTULO CUARTO 4.1– 4.2– 4.3– 4.4–
El poder sanador del Espíritu Santo........................... 71 Mi amigo, un ángel de Dios........................................ 80 Retiro en la playa Shalpa........................................... 86 Por un mejor nivel de vida......................................... 92
CAPÍTULO QUÍNTO 5.1– 5.2– 5.3– 5.4–
Un lugar sagrado en la montaña................................ 99 En busca de apoyo internacional................................ 103 Envío especial desde el planeta Oxím........................ 111 Un viaje inesperado al Medio Oriente....................... 118
CAPÍTULO SEXTO 6.1– 6.2– 6.3– 6.4–
El gran proyecto de Dios............................................. 127 Inicio del proceso constructivo ................................. 136 El llamado a los aspirantes.......................................... 145 Confrontando con la delincuencia............................ 155
CAPÍTULO SEPTIMO 7.1– 7.2– 7.3– 7.4–
Mi país con el Plan Heimdall..................................... 163 La nueva Ciudad Santa.............................................. 168 La gloria de Dios reinaba en la Ciudad ..................... 173 Por un mundo mejor con ABBÁ–DIOS.................... 177
–Glosario................................................................................ 181
–PRÓLOGO Nací un 12 de Septiembre, del año en que se firmó la paz en nuestro planeta después de la Segunda Guerra Mundial. Desde entonces me ha inquietado el fenómeno “Ovni” (Objetos voladores no identificados). Estas naves espaciales han visitado nuestro planeta desde nuestros orígenes, muestra de ello, los hallazgos encontrados en las diferentes culturas: Maya, Inca, Egipcia, China, Nórdica, Griega, etc. y últimamente, las figuras geométricas en cultivos de trigo en Europa y parte de los EE.UU., sin conocerse su origen y significado, así como múltiples avistamientos de estas naves. Los raptos o ¨abducciones¨ perpetrados contra humanos y animales por los “Áliens” (extraterrestres), han ocupado los primeros titulares en las noticias. La imaginación cobra más vida sobre este tema, al dramatizarse en novelas de ciencia ficción y producciones cinematográficas de poco valer, en las que nos narran sobre extrañas criaturas del espacio en sus naves apocalípticas apoderando o destruyendo nuestro planeta. El autor destaca en este libro, la figura principal de “DIOS” (ABBÁ), como el mismo “Creador del Universo”, cuyo poder se extiende sobre todo ser vivo que habita en este conglomerado infinito de galaxias. Por lo tanto, “Hombres” y “Áliens”, son parte de su creación y potestad, haciendo que su amor y sabiduría les dé a estos seres su propio raciocinio y libre albedrío, para que tomen sus propias decisiones y destinos. El “Hombre”, por su soberbia y rebeldía, es el único ser que se ha distanciado de Dios al no someterse a su divina voluntad. El “Supremo Hacedor”, permite la intervención en nuestro mundo de estas culturas Alienígenas mucho más avanzadas que la nuestra, para crecer en nuestro nivel tecnológico, social y espiritual, así como convivir mejor con nuestros semejantes y alcanzar el nivel espiritual esperado por DIOS. No obstante, el “Hombre”, no ha aprovechado
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como debiera los conocimientos dados por estas culturas, utilizando estos, solo para satisfacer sus propias ambiciones y egoísmos, como es la producción de armas nucleares para dominar naciones. De igual manera, el poder económico mundial, ha sobrepasado los límites de la decencia y el respeto, al acumular las riquezas en pocas manos en detrimento a la pobreza que va en aumento, estimulando así el hambre, la prostitución, la violencia, las drogas, la pornografía, los vicios, las guerras, las pestes, la destrucción del ecosistema y por consiguiente, el constante alejamiento de su Dios. Por dicho motivo, el “Tribunal de Justicia Divina”, someterá a la humanidad al “Juicio Universal”, donde doce seres humanos llamados “Uniss” (Enviados de Jesucristo), son escogidos entre la gente común de nuestro planeta para testificar sobre su defensa, con el propósito de apelar contra su inminente destrucción y extinción. Esto sucederá en el día “Cero” que coincide con el final del calendario “Maya”, 21 de Diciembre del año 2012, manifestado con anterioridad en los escritos milenarios de las diferentes culturas de la Tierra. En la conclusión de este tan importante juicio, el “Supremo Consejo Galáctico”, formado por las diferentes poderes del universo y con el mismo DIOS como cabeza absoluta de sabiduría universal, aprueban concederle a la humanidad una nueva oportunidad, con el propósito de que el “Hombre” supere su bajo nivel espiritual y tecnológico acogiéndose al “Plan de Ayuda Interestelar”, bien llamado “Misión Ciudad Luz–Heimdall”. SALAMENA Autor –Derechos reservados. –Este libro no es una obra de ficción, aunque los personajes, nombres, situaciones, diálogos y argumentos que aparecen en ella son producto de la imaginación del autor y han recibido un tratamiento ficticio. Cualquier parecido con personas, grupos religiosos o acontecimientos reales es pura coincidencia.
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CAPÍTULO PRIMERO 1.1)– PRELUDIO DE MIS EXPERIENCIAS Desde mi infancia he vivido unas experiencias que se podrían considerar dentro de los “fenómenos paranormales”, aunque siempre fui escéptico al tema “Ovni” (Objeto volador no identificado), pero en estos casos que he sido partícipe, me han animado a verlos como una realidad todavía no comprobada, pero con grandes expectativas. El 24 de Febrero de 1958, a los 13 años, una tarde muy soleada, jugaba futbol con dos amigos y vimos en el cielo a tres “Ovnis” en forma de esferas plateadas moviéndose inteligentemente en dirección Sur; estas se cruzaban entre ellas a gran velocidad perdiéndose luego en el infinito, nos quedamos perplejos de aquel espectáculo, luego lo comentamos con amigos y familiares. El 10 de Octubre de 1967, a las 4.20 p.m., vi en el patio de mi casa y suspendido en el cielo un objeto de forma romboidal, similar a un diamante, de color dorado que giraba en su propio eje, mostraba sus diferentes caras triangulares reflejando la luz del sol inclinado al poniente. Mi padre y un amigo jugaban ajedrez en el comedor, les llamé y acudieron de inmediato; lo observamos durante unos minutos y el objeto no cambió de lugar pese al viento fuerte, solo giraba suavemente. Mi padre dijo: –“Debe ser un globo meteorológico, sigamos con nuestro ajedrez y nos avisas si cambia de lugar”. Mientras ellos continuaron jugando, subí a una escalera que conducía al techo de la casa con el propósito de ver mejor el “Ovni”, al poco tiempo, el objeto se movió lentamente hacia mí y al verlo tan cerca me asusté y quise tirarme de la escalera, pero al instante, dio un giro de 180 Grados y emprendió velozmente su retirada hacia el infinito desapareciendo de mi vista. Corrí donde mi padre y les conté lo sucedido, mi padre se encogió de hombros y continuó 11
embebido en su juego. Al salir de mi casa encontré a unas personas que comentaban del mismo suceso y coincidían con mi experiencia. El 22 de Septiembre de 1970, por la noche, estudiaba en casa de mi amigo Julio D., era época de exámenes universitarios. Su casa estaba ubicada muy cerca de la mía y tenía un terreno bastante amplio, protegido por un tapial en su contorno y un portón de hierro que conducía a la calle. Desde la acera se miraba el inmenso patio con sus frondosos árboles que ocultaban la casa situada al fondo. Luego del patio, un bello jardín de rosas circundado por el largo corredor de la residencia que conducía a las diferentes estancias de la casa en una sola planta, siempre estudiábamos en el comedor frente al jardín. Ese día, a media noche, nos sorprendió un sonido extraño, ambos nos miramos fijamente dejando la concentración del estudio, era un sonido como de hélices acompañado de un zumbido muy agudo que provenía del techo de la estancia, instintivamente nos levantamos y corrimos al jardín para ver que producía aquel sonido. Al salir, observamos una niebla muy espesa que no nos permitía ver a cierta distancia y la brisa no lograba disipar. Después de un instante, logramos ver entre la bruma seis luces rojas y anaranjadas que giraban sobre su eje y se escuchaba más cerca aquel sonido extraño. No recuerdo que sucedió en las dos horas que pasamos observando aquel fenómeno, ni lo acontecido posterior al avistamiento. Únicamente recuerdo cuando mi amigo Julio me condujo al portón de su casa para abrirlo y despedirnos. Luego confundido, caminé rumbo a mi casa por las calles solitarias cubiertas todavía por la niebla sin lograr recordar lo sucedido. En los días siguientes, continuamos con nuestras noches de desvelos por el estudio, pero jamás comentamos sobre ese incidente, pareciera que se nos hubiera borrado de nuestras mentes lo acontecido. Luego de dos años después de graduados, mi amigo Julio se fue a vivir a México y no supe más de él. El 29 de Diciembre de 1974, contraje nupcias con Carmen Isabel, mi adorada esposa, procreando posteriormente a nuestras tres
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preciosas hijas: Carmen María, Lya Raquel y Denisse Renée. Luego me contaron que en la misma época, mi amigo Julio se había casado en ese país Mexicano. En el mes de Agosto de 1976, estaba en el patio de mi casa, eran las siete de la noche cuando el cielo se iluminó como de día y se escucharon estruendos similares a grandes motores que se alejaban hacia el firmamento. La población se asustó de ese raro fenómeno y los medios dedujeron que, tal vez, sería la explosión de un asteroide en la atmósfera, pero no pudieron dar una razón valedera sobre las explosiones continuas que se escucharon hasta desaparecer en el firmamento. El fenómeno fue visto también en nuestros países vecinos que igual se sorprendieron. El 15 de Octubre de 1979, la turbulencia política en el país, iniciada desde hace cinco años, dio origen a un golpe de estado por la llamada “Juventud Militar”. Luego, el ejército nacional se enfrenta con la insurgencia civil, dando origen a la “guerra de guerrillas” en contra del sistema militar y opresor del país. El 10 de Abril de 1980, por una acción deliberada que condujo a un fatal “accidente” del avión presidencial que manejaba mi hermano Rodolfo Fernando, Mayor del Ejército, pierde la vida junto con dos de sus compañeros de armas, creciendo la confrontación de fuerzas que dividía al mismo ejército nacional, esta confusión es aprovechada muy bien por la guerrilla extendiendo su acción por todo el territorio nacional y principalmente en la ciudad capital, poniendo en peligro a toda la población por los combates contra el ejército en las diferentes calles, situación que me obligó a buscar la forma de emigrar para proteger a mi familia, acudiendo a mi amigo Jorge B., residente en México D.F., para que me facilitara trabajar en la empresa constructora de origen Catalán, que él dirigía; este amigo emigró tres años antes y habíamos sido inseparables desde cuando éramos solteros y estudiantes. En una época trabajamos construyendo Stand y pabellones en las diferentes Ferias Internacionales del país, así como en construcción de residencias, que se nos unió mi amigo
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y compañero de estudios, Rolando S., de origen Alemán; este al terminar la carrera profesional y casarse, emigró a su país de origen y no supe más de él, igual sucedió con mi buen amigo Jorge B., que por la situación del país, emigró a ese país Azteca. Fue así, que me comuniqué con este amigo y viajé en su búsqueda, para reunirme con los dueños de la empresa constructora y firmar el contrato por mis servicios profesionales. Luego, regresé a mi país para renunciar de mi anterior trabajo como supervisor en la construcción del “Aeropuerto Internacional Cuscatlán”, que ya estaba en su etapa final y recoger a mi familia para emigrar definitivamente a México.
–“Era un Ovni de forma romboidal como un diamante color dorado”.. –“En el interior de la nave los dos “Áliens” se sentaron adelante”…
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1.2)–EN MEXICO, DISTRITO FEDERAL El 29 de Noviembre de 1980, llegamos a la populosa ciudad Mexicana. De inmediato procedí a trabajar para la empresa constructora, como Director Técnico en la construcción de un complejo hotelero, fue todo un reto considerando mi poca experiencia en el sistema constructivo de ese país. Cierto día, mi amigo Jorge B. me dijo que debía contratar los servicios de dos asesores que tuvieran conocimiento pleno en el sistema constructivo y hotelero Mexicano. Al poco tiempo llegó con dos mexicanos, los ingenieros Humberto Reyes, señor jubilado de Nacional Hotelera e Ismael Betanzos., joven muy talentoso de Oaxaca; ambos de una gran experiencia y capacidad en el tema. Ellos fueron mis mejores amigos y compañeros de trabajo durante los tres años que duró la construcción de ese complejo. Al terminar mi contrato, mis asesores se quedaron ayudando en la operación misma del hotel, mientras yo era nombrado Cónsul General en México por el gobierno de turno de mi país, para ayudar a mis compatriotas que emigraban hacia los países del Norte, por la cruenta guerra civil. En esta nueva etapa de mi vida como Cónsul, conocí a Emmanuel S., un adulto mayor de gran experiencia en esa rama consular como Cónsul Ad–honorem. Don Manuelito, como yo le decía, fue mi apoyo y buen amigo en todo el tiempo que trabajé en esa embajada, así como mi asesor y guía en mis funciones Consulares. Aunque el trabajo era duro por las múltiples dificultades que atravesaban los emigrantes al pasar por ese vasto territorio Mexicano, Manuelito me ayudó a resolver muchos problemas de índole consular que solo, no lo hubiera logrado, haciendo aminorar mis cargas en ese rubro. En Mayo de 1985 nació en México la menor de mis hijas y en Octubre del mismo año, después de un fuerte terremoto en esa gran ciudad, volví a mi país con mi familia, renunciando a mi cargo de Cónsul y continuando con mi oficio profesional al abrir una nueva empresa constructora con otro buen amigo de estudios universitarios, Miguelito D., un ingeniero muy talentoso, apreciado por su humildad y sinceridad, junto con su esposa Aurora, mi esposa y yo, teníamos una buena amistad antes de irnos a México.
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1.3)– VIAJE AL CONTINENTE AUSTRALIANO En Agosto de 1989, la guerra civil en mi país se había intensificado, consideré necesario emigrar nuevamente y aprovechando una visita a ese país Azteca, fui al Consulado Australiano para ver la posibilidad de solicitar ayuda a ese continente lejano, recordando las muchas veces que gestioné en las diferentes embajadas cuando era cónsul, para que mis compatriotas que huían de la guerra civil, fueran protegidos por esos países amigos. En esa oportunidad la Cónsul, al escuchar de mi deseo de emigrar, no tardó en concedernos la calidad migratoria como “Residente Permanentes” en su país, partiendo con mi familia a esa nueva aventura el 3 de Octubre de ese mismo año. El Continente Australiano, llamado por algunos escritores como parte del continente perdido que se hundió en el Océano Pacífico, “Lemuria” (Kumari Kandam), donde “El Creador” envió desterrados desde su “Paraíso” a los dos primeros seres humanos de su creación, Adán y Eva. Dios por su infinita misericordia y amor al “Hombre”, pese a su pecado, le preparó un lugar similar a su “Jardín del Edén” y Australia es un verdadero paraíso en la Tierra. Nuestro destino, la bella ciudad de Sídney, muy limpia, ordenada, tranquila y acogedora. Al llegar residimos en las afueras de esta inmensa ciudad, sobre la calle Hamilton Road del suburbio de Fairfield West, cerca de colegios, supermercados, hospitales y centros técnicos para perfeccionar nuestro nuevo idioma. Con el pasar del tiempo y dedicarme a esquivar los muchos obstáculos que se anteponían para trabajar en mi profesión, entre ellos el idioma y el desconocimiento del sistema constructivo local, me aventuré con mi poco inglés, a ingresar a la Universidad para estudiar inglés técnico, diseño digital y el sistema constructivo Australiano. Lo que me hizo comprender, que el trabajo en mi profesión estaba muy distante, por las limitaciones y reglas Australianas para los emigrantes. Cuando me sentía frustrado y deseaba motivarme, acudía a la gruta de la “Virgen María”, donde me fortalecía con la oración. Cierto día, 16
como era costumbre, fui a la misma gruta, ubicada en los terrenos de la iglesia Católica de Fairfield, donde asistíamos los Domingos a escuchar la “Palabra de Dios”. Era un terreno muy grande, engramado y con pinos, muy acogedor, en el centro una pequeña capilla seguida por un parqueo; la gruta hecha de rocas negras, estaba a la derecha del templo. No había un alma esa mañana de aquel día, entre semana; la iglesia estaba cerrada, bajé de mi auto y me dirigí al lugar donde me esperaba la Virgen María adornada de múltiples flores. Me presté a entrar a su aposento, me sentía agobiado por los pocos logros obtenidos en los dos y medio años en ese país, pese a que trabajaba como ayudante en una oficina de diseño, propiedad del arquitecto George Leinch., pero no me sentía realizado en mis planes y proyectos. Este Arquitecto era de origen Yugoslavo, muy amigable, hijo de nuestros vecinos George y María, ellos eran unos ancianos muy agradables que tuvimos amistad desde que llegamos a esa residencia, compartíamos el enorme patio que colindaba con su propiedad y una pequeña puerta, nos comunicaba con su jardín, era una pareja sencilla y cariñosa. Al acercarme a la “gruta de la Virgen María”, pude observar a la “Madonna” más bella que nunca, su semblante de gracia exquisita y su santidad me conmovían, luego de unas oraciones y concentrado en aquella bella imagen, pude observar por el rabillo de mi ojo a un anciano alto, de tez y cabello blanco que me hizo sobresaltar y al voltear, observé que tenía una vestimenta muy peculiar, un traje blanco con mangas, un cinturón dorado y una estrella del mismo color en su pecho, estaba parado a mi derecha y me dijo: –“Hijo, debes regresar a tu país de origen, tendrás toda la ayuda para ese propósito, busca al padre José María”. Luego salió de la gruta y se dirigió al estacionamiento, al reaccionar de mi asombro, salí a buscarlo pensando que podría ser el sacristán de la iglesia, busqué por todo el lugar y no encontré a nadie, se había esfumado; confundido por aquella rara aparición, regresé a mi casa donde mi esposa me aguardaba. Al estar con mi amada esposa, no
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quise comentarle sobre aquella extraña visita, producto tal vez de mi inestabilidad emocional, manifestándole que me gustaría hablar con el sacerdote José María, nuestro párroco, para que me aconsejara sobre nuestro regreso al país. Mi esposa se sorprendió por mi actitud y comentamos largamente sobre esa posibilidad. Nuestra nostalgia por regresar se agudizó cuando nuestros compañeros de aventuras en ese país, Roberto y Claudia V., nos manifestaron que se regresaban con sus hijos a nuestro país de origen, aprovechando que la guerra civil había terminado y firmados los “Acuerdos de Paz” entre la guerrilla y el ejército. Los “Compadres”, como les decíamos, por hacernos padrinos de bautizo de su hija Karen, nacida en Australia; también tenían dos hijos mayores, Robertío y Claudita, posterior a ellos nació Diego. Su despedida nos dejó nostálgicos y con deseos de regresar a nuestra patria, por lo que decidí apresurar mi visita y reunirme con el sacerdote para que me aconsejara. Al día siguiente, el padre José María me recibió extrañado de mi visita y después de unos comentarios, le dije sobre la extraña aparición de aquella persona en la gruta; él se sonrió algo incrédulo, diciéndome: –“De seguro fue un mensajero de Dios, ten fe y descubre esa señal del cielo”. Le comenté sobre lo dicho por aquel anciano, que él nos ayudaría para regresar a nuestro país, pues no contaba con los fondos necesarios para ese largo viaje. Me miró fijamente a los ojos y me contestó sobresaltado: –“¿Cómo era el anciano?, ¿Cómo estaba vestido?. Y al explicarle, me dijo: –“No te preocupes, yo también tuve esa visita”….. Se quedó pensativo por un momento y luego dijo:
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–“¡Ah, conque eres tú el asignado!,……¡No hay duda que Dios no se equivoca, ha sido para mí un enigma desde que me lo reveló ese anciano, no puedo creerlo que de tu país salga el primero de los doce “Uniss”(enviados del Señor)!”. Y prosiguió después de tomar papel y lápiz: –“Sabía que vendrías a visitarme. A esta dirección de la ciudad de Camberra, enviarás los nombres de tu grupo familiar y copia de tu identificación, ellos lo esperan para ayudarte”. Algo confundido por sus palabras, quise que me explicara, pero me dijo: –“No estoy autorizado a decirte más, luego sabrás la verdad, ten paciencia”. Le di las gracias y me despedí, no comprendía lo que el cura decía. Dos días después enviamos la carta a la dirección apuntada y a la siguiente semana recibimos por correo los documentos para el viaje, que consistía en los boletos de avión, dinero suficiente para gastos y una tarjeta negra con un estrella dorada al centro, bajo ella, un escrito que decía: “Nonkroten perkma ABBÁ” (En idioma Áezir: “Protección absoluta de Dios”), aunque no conocía su significado, lo dejé en el sobre que guardaba los boletos del viaje, sin saber que esta tarjeta marcaría la diferencia. Al llegar al aeropuerto de Sidney y presentarnos en el mostrador de la aerolínea para el chequeo de boletos y maletas, la señorita empleada que era sin duda Filipina por su aspecto, nos cobró una gran cantidad de dinero por el sobrepeso de las múltiples maletas que llevábamos, pero del sobre que contenían los boletos aéreos, se deslizó la tarjeta negra que calló en el mostrador, la señorita sorprendida volteó a ver a su jefe que estaba en su oficina protegido por un vidrio y le mostró la tarjeta, el jefe le indicó que se la llevara. Después de unos instantes, la señorita y su jefe regresaron a nosotros pidiendo disculpas por el atraso ocasionado, manifestándonos que
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la tarjeta lo decía todo, recibiendo nuestras maletas de inmediato y sin cobrarnos nada, así como cambiar nuestros asientos a primera clase, para que nuestro viaje sea más confortable. El resto de empleados de la aerolínea salieron a saludarnos y nos despidieron muy amigablemente, así como los agentes aduaneros y de seguridad, conduciéndonos hasta el avión. No entendíamos que significaba esas atenciones con nosotros, pensando que tal vez se trataba de alguna confusión con algún personaje. Aunque luego recordé las palabras del anciano en la gruta: –“Tendrás ayuda para ese propósito”…., confundiéndome más, ya que me dejaba más dudas que respuestas sobre lo sucedido en aquella gruta, pero la alegría de regresar a mi patria me absorbió y disfruté con mi esposa e hijas de aquel maravilloso momento de regresar a nuestro querido terruño y volver a ver al resto de mi amada familia.
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1.4)–DE REGRESO A LA PATRIA El 21 de Febrero de 1992, regresamos al país recién firmados los “Acuerdos de Paz”, después de 11 años de cruenta guerra, al fin comenzaba el proceso de reconstrucción tan anhelado por mi pueblo. Al pisar tierra “Cuscatleca”, la alegría fue muy grande al ver de nuevo a mis padres y hermanos, los que me esperaban en el mismo aeropuerto que años atrás había participado en su construcción. Luego me incorporé a la vida productiva de mi país en el diseño y construcción de residencias. Comenzando el nuevo Milenio, el 18 de Octubre del 2000, súbitamente y gozando de plena salud muere mi padre, un mes antes de cumplir sus 88 años a causa de una aneurisma; fue un golpe muy duro afrontarlo, pero ante los designios de Dios nada se puede hacer, solo confortarme en la oración y pedir a mi Creador por su alma. El 18 de Marzo del año 2005, fui con mi esposa al velorio de mi amigo Fredy, hermano de Julio D., mi compañero de estudios de mi infancia, este había regresado de México para asistir a los actos fúnebres, al encontrarnos nos saludamos efusivamente y después de presentar a nuestras esposas, salimos del recinto en que velaban al difunto y nos sentamos en una pequeña sala situada en el pasillo para platicar. Julio me dijo: –“Contigo quería hablar de nuestra experiencia cuando estudiantes. Aquella noche que fuimos abducidos por una nave espacial, mi esposa cree que es producto de mi imaginación o locura, ahora quiero que tú se lo confirmes”. Le respondí sonriendo: –“Es verdad que en esa noche en tu casa, escuchamos ese raro sonido y vimos esas luces, pero de ser raptados, me parece exagerado de tu parte. Sin embargo, es muy raro no recordemos nada sobre lo sucedido en esas dos horas después del avistamiento”. Julio contestó muy emocionado:
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–“¡Tienes razón, es porque los “Áliens” nos borraron de la mente lo acontecido!. Hace algún tiempo se me aclaró lo sucedido y recuerdo todo con claridad, así como de nuestra misión salvadora……”. No pudimos seguir con nuestra conversación por las diferentes visitas que llegaban a darle el pésame por su hermano, quedando de acuerdo para reunirnos después del entierro de su hermano al día siguiente en mi residencia, pero inesperadamente me llamó por teléfono a mi casa para disculparse, pues, tenía que regresar a México por asuntos de su trabajo y no supe más de él.
CAPÍTULO SEGUNDO 2.1)–UNA VISITA MUY ESPECIAL Con el tiempo, a finales del año 2012, mis tres hijas muy aplicadas habían coronado sus estudios universitarios. Dos de ellas habían formado un nuevo hogar y nos visitaban con frecuencia en la misma residencia que había construido hace casi cuarenta años, ubicada en una zona fresca y arborizada, fuera del bullicio y la contaminación ambiental de la ciudad, con un jardín grande y agradable. En este lugar me sentía tranquilo y satisfecho de mis logros, era mi pequeño paraíso, gracias al amor de Dios. Lo más importante en mi vida: mi madre, mi bella esposa, tres cariñosas hijas, buena salud, vivir con lo necesario y en paz. El 5 de Octubre de ese mismo año, estando dormido en la madrugada, una mano pesada puesta en mi hombro interrumpió mi sueño y me hizo despertar abruptamente, vi frente a mí aquel mismo anciano que se me apareció en la gruta de la “Virgen María” en la ciudad Sídney, su mirada me daba confianza y paz, irradiaba por todo su cuerpo una luz blanca resplandeciente, más acentuada por la oscuridad de la noche. En el estupor de mi adormecimiento, pensé que solo era producto de un sueño, pero al ver al anciano con la misma vestimenta blanca y su mano cálida presionando mi hombro, terminé despertando. Ante mi reacción de asombro, me dijo: –“No temas, el fin de los tiempos está cerca, debes acudir con tu amigo Julio D. el próximo día Doce. Estaré contigo siempre”. Quise hacerle muchas preguntas, pero el anciano se fue desvaneciendo y se despidió diciendo: –“Para responder tus inquietudes, debes seguir tu propia intuición”. Y desapareció.
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Mi esposa que dormía a mí lado, se despertó al escuchar mis palabras, logrando ver una pequeña luz que se desvanecía a mi lado. Contándole de esa nueva aparición, ella me dijo: –“Tal vez algo grave le sucede a tu amigo Julio y necesita tu ayuda, acude a él pronto, bien lo dice ese ángel”. Dudando si era cierta esa aparición y que no fuera solo producto de una pesadilla, decidí salir de dudas e ir a buscar a mi amigo Julio el día señalado.
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2.2)–LA ABDUCCIÓN O RAPTO El día Viernes 12 de Octubre del año 2012, fui a visitar a mi amigo Julio D., un pariente de él me confirmó días atrás, que mi amigo había regresado al país hacía tres años y vivía en la misma vieja casa de nuestra infancia. Ese día por la tarde, después de una siesta, me dirigí al suburbio de la Colonia Guatemala, donde 67 años atrás me vio nacer y vivir los mejores días de mi vida. Esa infancia tan bella que a todo problema disfrazamos de juegos y alboradas, donde todo es fantasía y revoltosas carcajadas; es una inolvidable juventud, tantas historias y aventuras con mis hermanos y amigos de antaño. La juventud pasó como un abrir y cerrar de ojos, luego que a los 29 años dejara mi pequeña y cálida casa paternal ubicada en la 18 avenida Norte N–912, para seguir a mi verdadero amor y formar mi nuevo hogar, aunque siguieron frecuentes mis visitas para recibir consejos y regaños, muy comunes por el mal carácter de mi buen padre “Rupert”, como yo le decía. Después de la muerte de mi padre, todos los hermanos decidimos vender la casa y trasladar a mi madre a otra más cerca de sus hermanas en la ciudad capital. Pensé que sería bueno recordar mi infancia y recorrí en mi auto los alrededores de la colonia, pasando frente a mi antigua y humilde residencia donde viví gratos momentos de mi infancia, aquellos compañeros de estudios y diversión en las diferentes etapas de mi vida. Luego, vi el campo de softball, ahora rodeado de un muro alto manchado con “grafitis” y mal cuidado; la zona convertida ahora en una urbe muy poblada, sucia y desordenada, hasta que llegué a la antigua residencia de mi amigo Julio, todavía protegida por el muro de ladrillos que la circundaba y el portón de hierro ahora enmohecido y deteriorado, amarrado rústicamente con alambres oxidados. Me estacioné frente a la casa y al bajar de mi auto vi por las rejillas del portón un patio muy descuidado, con maleza y arbustos silvestres, aún conservaba los frondosos árboles de mangos, y al fondo, el jardín de rosas que tanto me gustaba, era ahora solo maleza seca. Con las llaves de mi auto, traté de llamar la atención de una señora que lavaba ropa en una vieja pila a un lado de la 25
casa, al oírme, se aproximó al portón y abrió el complicado zaguán diciéndome: –“¿Usted es Don René, verdad?”. Le confirmé con la cabeza y continuó: –“Don Julio lo espera desde hace mucho tiempo, habla mucho de usted. Desde que vino de México solo vive hablando de su misión, dice que usted es parte de ella”. Luego se sonrió y mientras fuimos hacia el corredor de la casa, me dijo: –“Tiene ya casi tres años viviendo aquí, pasa lamentándose y diciendo cosas sin sentido, él vive muy solo, se pondrá feliz al verlo”. Subimos por unas gradas, le pregunté su nombre y me dijo: –“Me llamo Lesbia, pero Don Julio me dice “Lulú”, he cuidado la casa desde que murió su mamá, Doña Meche, ahora me ha tocado cuidar de él”. Al llegar al corredor, ella me indicó que siguiera hacia el fondo. Logré ver a una persona acostada en una hamaca con unos libros en el suelo y una pequeña mesa con unos pocos alimentos, su apariencia era descuidada, delgado y sucio, con una barba como de semanas sin rasurar, su cabellera risada y despeinada, daba la apariencia de un descuido total de su persona. Me acerqué a él, su mirada vagaba fija observando un viejo álbum de fotos, así también unas cartas de correo bien ordenadas, amarradas con hules y dibujos de corazones infantiles en el frente. Se lograba leer: “Te amo papi”, así como unas fotos de dos pequeñas niñas. Su mente vagaba en sus recuerdos, me senté sigiloso frente a él para no interrumpirlo, cuando una lágrima rodó por sus sucias mejillas. Después volvió de su letargo y me miró fijamente, como dudando de mi presencia. Le dije: –“Mi buen amigo Julio, al fin nos vemos de nuevo después de tantos años”.
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Él se sobresaltó y quiso incorporarse, pero no pudo, por lo que me acerqué y lo abrasé efusivamente, Julio rompió en llanto diciéndome: –“Pensé que nunca llegarías mi buen amigo. Un anciano me aseguró que vendrías a mí algún día, nunca perdí las esperanzas”. Me pidió que le ayudara a incorporarse y lo llevé al lavadero, con la ayuda de la señora “Lulú”, le quitamos la sucia camisa y se metió de cabeza dentro de la pila llena de agua, temeroso de que se ahogara lo tomé de la cintura, luego saltó emocionado, sonriente y cantando disparates, me dijo: –“¿Qué día es hoy?,….¡Por favor dime la fecha!”. Le contesté: –“¡12 de Octubre, Día de la Raza!,….fecha cuando Cristóbal Colón descubrió América”. De inmediato gritó abrazándome y diciendo: –“!Nooo!,…. ¡Este es el gran día, mi buen amigo!”. La señora lo cubrió con una toalla y nos condujo de nuevo al corredor, nos sentamos en las sillas de madera y mi amigo, le pidió a la señora dos tazas de café que al instante nos sirvió; su semblante parecía diferente luego de secarse con la toalla y ponerse una nueva vestimenta que le llevó su empleada, dio un hondo suspiro, como queriendo ocultar sus emociones, me miró sonriente, y me dijo: –“Mi buen amigo, tengo tanto tiempo esperando, llegué a pensar que habías muerto o que estabas fuera del país, he dejado a mi familia en México, mi esposa no quiso acompañarme, dice que estoy loco. Esta misión es muy importante, hoy es el día señalado y es aquí, en el mismo lugar donde tuvimos de jóvenes estudiantes la primera experiencia”. Le contesté confundido: –“Sigo sin entenderte Julio, ¿De qué estás hablando?”. Y mientras se rasuraba me explicó más calmado: –“Te habrás enterado en los diferentes noticieros del mundo que temen por una catástrofe mundial el 21 de Diciembre del 2012,
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lo relacionan con el final del “Calendario Maya”, expresado en los manuscritos antiguos encontrados de las diferentes culturas del mundo, lo relacionan con el fin del “Año Solar Galáctico”, que sucede cada cinco mil años. Por consiguiente, el “Tribunal de Justicia Divina” precedido por un “Consejo de eminencias de todas las galaxias”, somete a evaluación todos los planetas habitados del Universo, con el propósito de decidir si debe continuar su evolución o ser borrados del sistema. La extinción de nuestro planeta y la humanidad, podría ser una realidad si no cumplimos con las expectativas de vida exigidas por ese consejo. Actualmente, el comportamiento de la humanidad está fuera de control y somos una mala influencia para los miles de habitantes de los diferentes planetas del Universo, sujetos al mandato divino de DIOS”. Después de tomar asiento continuó: –“El “Hombre” no ha dejado sus prácticas odiosas y detestables que entristecen a su Creador, negándose a rectificar su naturaleza pecadora y vivir de acuerdo a las Leyes Universales de DIOS. Los múltiples padecimientos en el mundo, son consecuencia de ello: el hambre, pestes, miseria, guerras, catástrofes, maldad, avaricia, soberbia, ambición, intolerancia, degeneración sexual, racismo y falta de fe. Para proceder con este juicio, el hijo primogénito de Dios, Jesucristo, llamado “Ódinn” en la cultura “Áezir” del planeta Ázhark (Paraíso de Dios), ha escogido de entre los habitantes de la “Tierra” a doce personas, llamados “Uniss”, como representantes de las “Doce tribus de Israel”, de acuerdo a la promesa de Dios en su “Nueva Alianza” con la humanidad, por medio de Jesucristo”. Mientras Lulú nos servía unos pastelillos, mi amigo prosiguió: –“El número 12, es el símbolo universal de la divinidad del “Dios Trino” en un solo Dios verdadero (Uno, equivalente al Padre, y Dos, el producto de la divinidad: Hijo y Espíritu Santo). Por esa razón, Jesús iniciando su misión en la Tierra escogió a sus doce apóstoles, seleccionados dentro de la gente común de las 12 tribus
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de su pueblo, con el propósito de cumplir con la alianza del Padre. Asimismo, Jesús dejó claro en su ministerio: –“Mi reino no es de este mundo” (Juan, 18:36) y “En la casa de mi padre hay muchas moradas” (Juan,14:2). Diciéndonos, que su reinado no solo es en la Tierra, se extiende también a todo el resto de moradas o planetas que comprende el vasto Universo. El poder del Padre Celestial, trasciende sobre todo ser vivo que habita en las diferentes “Moradas” que comprende su reino celestial que es universal y eterno. Los doce “Uniss” han sido escogidos para esta delicada misión, ambos nacieron un 12 de Septiembre, día del natalicio de la Virgen María, madre de Ódinn, llamada “Frigga”,(Reina Universal del Amor, la fertilidad y fidelidad). Estos Uniss han sido observados desde antes de su concepción en el vientre de sus madres y preparados para este gran evento”. Mi amigo Julio, se levantó de su asiento, tomo de mi hombro y prosiguió: –“Tú amigo, fuiste escogido como uno de los Doce enviados, es un orgullo para mí ser tu apoyo para esta gran misión, al resto de los “Uniss” también se les asignó un acompañante”. Luego tomó un sorbo de café y dijo : –“Tu símbolo Zodiacal es Virgo, que proviene de la virginidad de nuestra reina y madre, la Virgen María”. Ante lo expuesto por Julio, pensé que mi amigo estaba alucinando por efectos de alguna bebida embriagante, no le contradije sus locuras porque me intrigaba su relato. Me habló después de un planeta muy distante llamado “Ázhark”, al que iríamos en una nave espacial ese mismo día. La señora Lulú nos llevó alimentos para cenar, sin interrumpir nuestra charla, moviendo su cabeza confirmaba lo que Julio me decía, como si ella entendiera de la fantasía de mi amigo. Al instante, fuimos interrumpidos por el sonido de mi teléfono celular, era mi esposa, preocupada por mi ausencia. Me disculpé con ella por no llamarle,
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diciéndole que estaba con mi amigo enfermo y que llegaría tarde, ella accedió comprensiva y quedó tranquila, vi mi reloj y eran las diez de la noche. Mi amigo, continuó con su relato y poco antes de la media noche, interrumpió abruptamente, y me dijo: –“¡Ahora se acercan, es la hora!,… ¡Escucha!”. Al principio no escuché nada, pero al poner más atención logré oír aquel mismo sonido de cuando jóvenes, hélices con un zumbido extraño que se aproximaba, mi amigo me pidió que le ayudara a levantarse y de inmediato salimos al patio, yo estaba sumamente intrigado. El ambiente era igual de nublado, una niebla espesa cubría el cielo y hacía más oscura la noche, no se observaba nada; de pronto, fuimos iluminados por una luz blanca muy fuerte que venía de arriba y de inmediato comenzamos a elevarnos del suelo lentamente. Julio me agarró del brazo y me dijo: –“No temas, será igual que la anterior experiencia”. Se refería a su narración, sobre el posible rapto cuando jóvenes estudiantes. Me sentía aterrado, guardé silencio y vi como el techo de la casa entre la penumbra se alejaba de mis pies, al ver en lo alto, se hacían más visibles unas luces circulares de color rojo y anaranjadas que giraban alrededor de la luz blanca que nos conducía. Al instante, entramos en una enorme nave que nos aguardaba y al estar dentro de ella, la luz que nos envolvía, se fue opacando hasta lograr ver en su interior a cuatro Áliens, que nos observaban con sus grandes ojos almendrados, eran muy altos y delgados, de dos metros de altura, manos y dedos largos, boca y nariz muy pequeña, en su cabeza no tenían cabellos y su piel era color gris claro. Uno de ellos se nos acercó y nos dijo telepáticamente: –“No teman, enviados del rey Ódinn (Jesús). Son nuestros invitados especiales, por favor tomen asiento, saldremos de inmediato”.
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Se comunicaban con nosotros mentalmente, ya que no abrían la boca para hacerlo. Nos acomodamos en unos asientos de un material muy suave con apariencia de cristal, dos de los Áliens se sentaron frente a nosotros y se colocaron en sus cabezas unos aparatos como diademas plateadas, nos dijeron que eran para conducir la nave. Los otros dos se sentaron detrás de nosotros, Julio y yo todavía confundidos y asustados, solo nos mirábamos sin decir palabra alguna, estábamos a merced de ellos. La nave era espaciosa, su techo era transparente y permitía ver el cielo estrellado de la noche, una luz tenue y blanca salía de los extremos de la espaciosa estancia; aunque comenzó a moverse con una velocidad impresionante, dentro de la nave no se sentía ningún movimiento. Al momento, vi nuestro planeta azul alejarse, igual el sol que se perdió a mis espaldas. Mi amigo Julio, de inmediato fue seducido por el sueño, mientras mi lucha era por no dormir, producto quizás de mi incertidumbre. Recuerdo haber visto unos planetas distantes y un “Agujero Negro” que nos absorbía hasta entrar en un remolino obscuro que lanzaba relámpagos a nuestro derredor, yo me aferraba con fuerza a mi asiento. Después de un momento, vino la calma y volamos suavemente entre nubes multicolores, hasta ver de nuevo las estrellas en el firmamento, unas nebulosas al frente de gran intensidad lumínica nos aguadaban, estas de diferentes formas y colores se observaban majestuosas, como en un espectáculo de luces multicolores dándonos la bienvenida, hasta conducirnos a una constelación que se acercaba a gran velocidad, era la constelación de “Zeyprus” (Centro del Universo), que desde lejos tenía la forma de un gigantesco ojo humano con párpados, era el mismo ojo de Dios que miraba desde el centro del universo toda su creación. Al entrar a tan majestuosa galaxia, observamos millones de planetas y estrellas hasta que nos dirigimos al propio corazón de la nebulosa, era un enorme planeta, cinco mil veces el tamaño de nuestro planeta Tierra y el más grande de todo el universo llamado, “Ázhark” o “Paraíso de Dios”. En este planeta es que Dios inició toda su creación y que los científicos lo llaman “Bing Bang”,o sea el mismo centro de la misteriosa maga–explosión que hizo que los elementos se dispersaran por todo el universo formando 31
las nebulosas, galaxias, planetas y estrellas. Luego el Supremo Creador hizo la vida y adecuó los planetas para que los vegetales, animales y los seres inteligentes poblaran los planetas; nuestro planeta “Tierra”, es el último de los planetas habitados que hizo el Creador, es por eso que nuestro mundo es muy joven comparado con el resto de planetas del universo. Luego de luchar con el sueño, me dejé seducir por “los brazos de Morfeo”, cayendo en un profundo y bien merecido descanso producto de la tensión del momento.
–“Fuimos abducidos o raptados por un Ovni”….
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2.3)– UN PLANETA LLAMADO “ÁZHARK”. Al despertar, estábamos acostados en los mismos asientos reclinados pero en el centro de un enorme salón circular, iluminados por una luz blanca que bajaba del cielo de cristal del recinto. A nuestro lado, pude ver a otras personas, eran los otros “Uniss” y sus acompañantes, que recién habían llegado y se incorporaban de sus asientos confundidos, eran más de veinte personas de diferentes razas e idiomas de nuestro mundo, nos saludamos y conversamos sobre nuestros orígenes. Era raro que, aunque hablábamos diferentes idiomas, nos entendíamos como si fuera nuestra propia lengua, recordando la “Palabra de Dios” cuando en la fiesta de Pentecostés (Hechos, 2:4), los apóstoles después de recibir al Espíritu Santo de Dios, comenzaron a hablar en diferentes lenguas y todos les entendían, era similar esta situación, el “Paráclito Divino” nos acompañaba. En el enorme recinto llamado: “Edificio Oxkaya” (Gran Terminal de llegada), la luz blanca que nos iluminaba se fue desvaneciendo y pude ver mejor el resto del salón. La cubierta del recinto era una cúpula de cristal de enorme dimensión, color dorada y transparente, en el cielo se miraban dos lunas y miles de estrellas. El techo irradiaba una luz suave que permitía ver claramente el resto del salón, al fondo lo circundaba una pared sólida color café claro con figuras rectangulares en bajo relieve, no habían puertas ni ventanas; la gravedad era similar al de nuestro planeta, el aire era fresco y agradable con olor similar a un bosque de pinos y olivos. Después de un momento, llegaron varios jóvenes de aspecto humano y otros iguales a los seres que conducían la nave espacial, vi como atravesaban la pared sólida del recinto sin dificultad, como si se tratara de gelatina. Se acercó un grupo de personas a nosotros, nos saludaron amablemente dándonos la bienvenida; mi sorpresa fue ver entre ellos, a mi buen amigo y consejero espiritual de infancia, el sacerdote salesiano Juan Alas G., mi segundo padre a esa edad temprana; al salir de mi primaria él me inspiró a alistarme para entrar en el seminario y hacerme sacerdote, pero mi padre no lo
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permitió por ser muy joven. Luego al continuar con mis estudios en ese colegio, siempre fue mi protector hasta mi bachillerato. Por lo que guardo gratos recuerdos de él y del colegio que dirigía. Ahora estaba nuevamente frente a él, aún después de tantos años de fallecido, siempre fue de pocas palabras, se acercó y sonriendo me dio un abrazo diciéndome: –“Esperé mucho tiempo por este momento, me siento feliz de verte aquí como un “Uniss”, fui tu maestro y guía durante tus primeros estudios, ese era mi propósito”. Me conmovió al decirme que seguía inspirado en su música clásica, recordando las tardes que nos acomodábamos en la sala de su oficina como Director del colegio, escuchábamos a Bach, Mozart, Schubert y Beethoven, lo disfrutábamos y nos dificultaba volver a la realidad, al escuchar la campana para ir a clases, él con un gesto me indicaba que debía retirarme y se sonreía burlándose por mi obligada partida. Después de un tiempo, con un abrazo, se despidió. Luego, llegaron mi tías Tina, Lidia, Carmen y su hijo, Robertito (Pimo); Tío Chamba y Vicente, así como mis amigos de infancia Mauricio S.(Turco); Rafael S.(Rafa); Alberto E. (Careconcha); Ricardo Q.(Yiqui) y René P.(Pulmón), nos saludamos efusivamente y charlamos sobre nuestros recuerdos de infancia. Todos ellos habían sido protagonistas muy especiales en mi vida, ahora ya fallecidos. Seguidamente, llegaron mis amigos, Jorge B., Rafael V. y mi hermano fallecido, Rodolfo Fernando, comentando alegres nuestras aventuras pasadas y su propósito en ese lugar. De pronto, una mano me tomó del hombro por detrás y al voltear, era el mismo anciano que se me apareció en la “gruta” en Sidney, lo saludé extrañado y sonriendo me dijo: –“Eres el Uniss número Uno, estoy muy orgulloso de ti hijo mío, lo lograste”. Reconociendo de inmediato a mi padre fallecido hace 12 años, me dijo: –“Sí, soy tu padre y el mismo en las diferentes apariciones, así como en la persona de los dos ancianos asesores en México y tu vecino en Sidney, siempre estuve contigo”. Me sorprendió su relato, pero la felicidad de ver a mi padre me conmovía y procedí a abrazarlo. Unas lágrimas rodaron por mis 34
mejillas, no podía creerlo, mi padre estaba de nuevo conmigo; luego me explicó: –“Este planeta llamado Ázhark (Paraíso de Dios), es un mundo perfecto e inmediato al “Nonmus” (Cielo), está ubicado en el centro del Universo para recibir a todo ser humano o Áliens de limpio corazón, que han logrado dejar su morada corporal al fallecer. En este planeta, los habitantes somos llamados “Áezires”(Eternos), porque aquí no existe el tiempo y cuando llegamos, adquirimos el mismo cuerpo que tuvimos en la Tierra, ahora incorruptible y perfecto; es vivir una nueva juventud llena del Espíritu de Dios, sin enfermedades, sin defectos y revestidos con el traje santo de la pureza, que contiene la estrella de David en el pecho, simbolizando el “Fuego del Espíritu”; solo los escogidos por el Supremo Creador tienen ese privilegio de ser admitidos en este paraíso de Dios. Las almas que no lo logran son enviadas al “Poluss” (Limbo o Purgatorio) para ser redimidos y fortalecidos espiritualmente, solo así serán purificadas sus almas y podrán ser admitidos para vivir en Ázhark, si no lo logran, serán denigradas lejos de la presencia de DIOS y desterradas al “Notts” (Infierno, Averno), donde purgarán eternamente su condena”. Luego me explicó: –“En Ázhark , somos preparados espiritualmente para ascender al “Nonmus” (Cielo), donde gozaremos la vida eterna de cara a la “Gloria del Altísimo”. Mi apariencia de anciano, ante el resto de “Áezires”, es por haberme asignado Dios, el poder del “Tiempo y la sabiduría”. Fui enviado al mundo con el propósito de ser tu padre y protector desde tu niñez para esta importante misión. Todo es parte de un plan premeditado desde hace muchas décadas, igual es con los padres del resto de Uniss. Nada de lo que te sucedió en vida fue por casualidad, todo obedecía a un magistral plan, incluidos tus diferentes viajes a México y Australia, con el propósito de protegerte de la guerra civil de tu país. Cuando tenías 14 años ¿recuerdas?, te caíste a un abismo, donde pudiste morir, por lo que fue necesario colocar un árbol intermedio para que detuviera tu caída, así te lograste salvar. Así mismo, a tus 12 años, un amigo del mal disparo su arma contra ti, cuando jugabas con tus amigos, la bala 35
te habría matado si no desviamos su rumbo, es por eso solo rozó tu pierna izquierda. Son muchas las oportunidades que estuvimos para proteger tu integridad”. Después de comentar de otras situaciones en las que peligraba mi vida, mi padre se despidió. Luego conversamos con unas personas que habían sido “Abducidas en vida de la Tierra” y llevadas a Ázhark para tener mejores conocimientos en lo tecnológico y espiritual, así llevar a su regreso esos conocimientos a la Tierra. Entre ellos vi a Madre Teresa de Calcuta, Juan Pablo II, Albert Einstein, Mahatma Gandhi, Salarrué, Monseñor Oscar Arnulfo Romero, Stephen Hawking y muchos otros. Estas personas habían sido en nuestro mundo líderes religiosos, escritores y científicos.
El gran edificio “Oxkaya” (Terminal de Llegada)
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2.4)–UN ANGEL PROTECTOR Después de un tiempo, apareció una luz cegadora en el centro del “Gran Salón Oxkaya”, bajó del techo de cristal del recinto un ángel muy alto, irradiaba una luz blanca, era de cabellera larga y grandes alas, vestía un traje diferente de corte militar como los romanos, de color dorado y blanco con una estrella en su pecho, una espada de fuego en su mano derecha y un cetro de oro en su izquierda. Todos pusimos atención y nos dijo: –“¡La Gloria de ÁBBA–DIOS esté con Ustedes, sean bienvenidos enviados de Ódinn, nuestro planeta Ázhark de la constelación de “Zeyprus” sede del “Consejo Galáctico del Universo”, les damos la bienvenida!”. Los presentes hicieron una reverencia bajando la frente con la mano derecha como acción de respeto. El ángel continuó: –“Mi nombre es “Krounn” (Arcángel San Miguel), soy protector de este planeta contra el maligno “Mittra” (Demonio), están a mi cuidado mientras permanezcan en este “Paraíso de Dios”, por lo que les he asignado mis guías para cada uno de los ustedes; disfruten de nuestra hospitalidad y que el “Supremo Creador” les de sabiduría”. Luego se marchó extendiendo sus alas y atravesando la cúpula de cristal, los presentes nos quedamos maravillados de aquella majestuosa presencia. Después de unos momentos, se nos acercaron una pareja de jóvenes presentándose como nuestros guías, decían llamarse “Zem” y “Darah”, ambos delgados y de piel blanca. Zem, de cabello gris claro y ojos verdes claros; Darah, de cabello lacio color negro y de ojos almendrados color café, muy bella. Zem se dirigió a mí y me dijo: –“¿No me recuerdas René? soy tu compañero de estudios en la Universidad y socio en tu primer empresa de diseño”. Reconociéndolo, le contesté: –“¡Rolando S., que dicha verte de nuevo!. Te perdí de vista cuando emigraste a Alemania junto con tu familia, me sorprende tanto verte aquí”. Muy alegre me dijo:
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–“Mi única misión fue acompañarte en tus tiempos de estudiante para protegerte”. Después de una breve charla, nos presentó a su acompañante y hermana, Darah, que siempre vivió en Alemania. Seguidamente, nuestros guías nos invitaron a salir del enorme salón hacia el “Edificio Valhalla” (Salón de Banquetes de Odínn), atravesando los muros del “Gran Salón Oxcaya” que nos limitaba del exterior. Zem me indicó que le siguiera a través de la enorme pared; sentimos como la gruesa pared era atravesada por nuestros cuerpos como un cuchillo en gelatina, muy suave al tacto y al hacerlo salían unas pequeñas chispas de colores, su textura era agradable. Al salir del recinto, estaba amaneciendo y el sol se apreciaba saliendo en el horizonte, así como dos lunas casi juntas se observaban en el Zenit, una detrás de la otra. Los cuatro caminamos por una plaza de enorme proporciones hasta llegar a una acera en movimiento de cinco metros de ancho y muy larga, que se perdía en el horizonte tras las arboledas; las otras personas atrás nos seguían. En el transcurso del viaje, mientras Zem nos mostraba los jardines desde el paso peatonal que se movía suavemente, me dijo que estos eran los “Jardines Privados de Dios”, llamados del “Éddem”. Eran bastos y de una belleza absoluta que se perdían en el horizonte, donde los primeros humanos, Adán y Eva, permanecieron después de su creación hasta ser expulsados por su desobediencia. En estos jardines habían abundantes flores y aves exóticas, diferentes árboles cubiertos de muchos frutos, tres ríos bañaban el jardín y a lo lejos una cascada de aguas cristalinas que formaba un estanque y se limitaba por un espeso bosque. Las aves llegaban a beber a una bella fuente muy cercana así como mariposas de múltiples colores revoloteaban por los aires para libar las flores, era todo un espectáculo de belleza sin igual. A lo lejos se observaba un inmenso árbol sobre una colina que brillaba como una estrella, sus rayos de luz se dibujaban en el bello paisaje como si fuera el crepúsculo del nacimiento de un nuevo día. Mi guía adivinando mi pregunta, me dijo: –“Esa luz es del “Árbol del Bien y del Mal”. Por lo que le contesté a Zem: 38
–“¿Podrás llevarnos a ese árbol y conocer el inmenso jardín?”. Me respondió: –“Prometo llevarte, pero después del “Gran Juicio del Reino”, por de pronto debemos llegar al Gran Salón Valhalla, donde te presentarás al Rey Oddín”. –Todavía confundido, ya no hice más preguntas y continuamos con nuestro recorrido atravesando el bosque, los árboles eran majestuosos y se observaban diferentes animales muy raros similares a canguros, grandes osos, caballos alados y una variedad de aves, todos inofensivos; hasta que llegamos a un edificio más grande que el edificio Oxkaya, su inmensa cúpula en medio de cuatro torres muy altas sobresalían como agujas. Había varios pasillos que llegaban al gran edificio circundado por una enorme plaza, al llegar a esta, logré ver más de cerca las diferentes estatuas de oro muy fino, el piso de esta plaza era de mármol color claro, círculos dorados y una estrella también dorada al centro. Mi amigo Zem nos explicó sobre el diseño del edificio y su creador, el mismo “Arquitecto del Universo”. A nuestra derecha, muy distante, se observaba a lo lejos una enorme ciudad de color dorada que proyectaba una luz brillante, era la hermosa “Ciudad Heimdall” o “Ciudad Luz” de los Ázeíres o habitantes de ese planeta que era el mismo paraíso de Dios. Zem nos explicó sobre esa maravillosa ciudad, diciéndonos que también nos llevaría a conocer al terminar nuestra misión y que esta bella ciudad era un regalo de Dios para sus amados hijos, producto de su infinito amor por su creación. A partir de este planeta Ázhark, Dios creo todo el universo y a todas las especies que habitan los diferentes planetas, incluido la Tierra y al mismo Hombre. En su creación Dios todo lo comenzó en Él y para sus propósitos, toda creatura hecha por sus manos tiene el propósito fiel de ser parte de su Gloria y servirle, no somos un simple accidente, fuimos creados y planificados por Dios para ser parte muy especial de su creación, dios no dejó nada al azar, todo lo planificó para su propósito divino y este tuvo en cuenta sus fallos, inclusive el
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pecado. El motivo de Dios para crear sus creaturas fue su gran amor incondicional, porque el “Amor” es la esencia misma del carácter divino que llega a toda creatura en el basto universo, porque DIOS ES AMOR. Luego nos manifestó que el planeta “Ázhark”, tiene la forma de un corazón, porque es el mismo corazón de DIOS y está ubicado en el centro de la constelación de “Zeyprus”(Centro de la Creación), que a su vez, es el centro del universo.
–Arcángel San Miguel (Krounn)
CAPÍTULO TERCERO 3.1)–EL GRAN SALÓN BALHALLA Después de pasar por una plaza muy grande llegamos al enorme edificio del “Gran Salón Balhalla” (Lugar de banquetes del Rey Ódinn) y al pasar a través de sus gruesos muros logramos ver su interior, era un salón muy grande, el piso era de mármol fino color verde claro con figuras doradas y en el centro del salón, una mesa circular muy grande cubierta por una tela de seda muy fina color dorada y sobre ella, una banda roja en movimiento con diferentes manjares. Los asientos de cristal eran suaves y confortables. Los anfitriones esperaban la llegada del resto de invitados, con gentileza nos indicaron nuestros asientos. En la mesa habían copas de diamantes tallados con una maestría absoluta, cubiertos de oro y plata, los platos base eran de oro puro y el resto de celosía de la más fina porcelana. En el centro de la gran mesa, figuras caprichosas en cristal y diferentes flores exóticas en jarrones grandes de porcelana de diferentes formas y colores, iluminadas con luces que caían del enorme techo de cristal translúcido. Al sentarse todos los invitados al “Gran banquete”, vimos bajar de la gran cúpula una luz blanca muy brillante y luego, doce ángeles tocando sus trompetas, escuchándose muchas voces que decían: –“¡Gloria al hijo del Dios Altísimo!”. Luego fue bajando del mismo techo de cristal un grupo de ángeles, acompañando al Señor Jesucristo (Rey Ódinn) junto con su madre, la Virgen María (Reina del Cielo– Frigga), con toda su gloria y potestad. Se sentaron en los dos tronos de oro ubicados en el centro de la gran mesa. Jesús y su bella madre lucían en sus cabezas coronas de oro con incrustaciones de piedras preciosas y un cetro en su mano derecha. Sus vestimentas blancas volaban e irradiaban una luz dorada. Los ángeles se postraron a su alrededor y cantaban alabanzas al “Señor de Señores”, así como a su Reina y madre, Frigga. Después, quedó todo en silencio, Ódinn dijo con voz de trueno: 41
–“¡La gloria de mi Padre esté con todos Ustedes!”. Todos respondieron: – “¡Amén, Amén!”. Dirigiéndose Jesús a nosotros prosiguió: –“Los he invitado a mi mesa amados hermanos “Uniss”, para que me recuerden y hagan vida mis enseñanzas. Cuándo conviví con ustedes en su mundo, me sometí a mi sacrificio voluntario para la liberación de sus pecados, demostrándoles mi inmenso amor y fidelidad hacia ustedes, esperando que correspondan a mi amor”. Seguidamente, partió un pequeño pan y se multiplicó en miles, llenando varias cestas que se repartieron entre los presentes diciendo: –“¡Este es mi cuerpo!”. Tomó luego su copa de vino y dijo: –“¡Esta es mi sangre!”. De inmediato se llenaron todas las copas de la mesa con un exquisito vino tinto, que al tomarlo la copa se volvía a llenar. Asimismo, juntando sus manos e inclinándose, oró por los alimentos diciendo: –“¡ABBÁ nuestro que estás en el Nonmus, santificado sea tu nombre, venga nos tu reino y hágase tu voluntad…”; todos le seguimos. Terminadas las oraciones bendijo los alimentos y los invitados se sirvieron de los suculentos manjares que circulaban ordenadamente por la mesa, los coros de ángeles continuaron cantando bellas alabanzas al hijo de Dios, Rey de Reyes y Señor de Señores. Mi amigo Zem me explicó que en Ázhark, todos los alimentos eran de origen vegetal, ya que ningún animal era depredado por respeto a ellos, considerándolos sus hermanos. Todas las especies en ese planeta vivían en paz y armonía. Los variados platos contenían alimentos deliciosos, entre diferentes frutas nunca vistas, pastas, ensaladas y sabrosos filetes de Nopal que bien parecían verdaderas carnes. Disfruté de muchos alimentos y de grandes uvas del tamaño de naranjas, melocotones muy jugosos, manzanas y fresas, así como también de frutas tropicales como mangos, gustosos nísperos, zapotes, etc., y de otras frutas exóticas no conocidas pero de un sabor exquisito. El Señor Ódinn y su madre observaban de lejos a los presentes y sonreían, sus miradas era de amor y regocijo. Dirigí la mirada a Jesús, 42
él volvió su mirada a mí y sonrió, me sentí tan sucio en mi interior que me dije: –“Señor, no soy digno de estar en esta tu morada, he pecado contra ti”. Él sonrió y me contestó mentalmente: –“Nadie es digno hijo mío, yo te hago digno, tienes mi complacencia”. Un nudo en la garganta acompañó a mis lágrimas, me sentía sumergido en su inmenso amor, quise correr a sus brazos y verlo “Cara a Cara”, es el deseo de toda mi vida. Al terminar la Gran Cena, el Señor Jesús se levantó de su trono, se dirigió directamente a mi lugar y se detuvo frente a mí. Muy sorprendido sentí que mi corazón explotaba de emoción y ante un gesto de su llamado, la mesa se dividió en dos dándome paso. Con un suave gesto me llamó y acercándome, lo abracé con todas mis fuerzas mojando su vestimenta con mis lágrimas. El Señor dijo con una dulce sonrisa: –“¡Si este ha sido siempre tu deseo,René, así sea!”. Lo miré extenuado, su mirada piadosa, su cara que no logro borrar de mi mente, su sonrisa tierna y amorosa. Al fin estaba “Cara a cara” con mi Dios y Señor; no hay dicha más grande ni momento más preciado que éste, no quería separarme de su regazo. Luego de un momento se acercó su madre, la Reina Frigga, con todo su amor puso sus manos sobre mis hombros y Ódinn, sobre mí cabeza, mientras yo doblaba rodillas. En ese instante pasaron por mi mente todos los pecados cometidos desde mi niñez, sintiéndome liberado de todo mal y acogido por esa paz absoluta, caí en un profundo descanso fulminado por la energía de su inmenso amor. Después de un tiempo y al despertar de mi éxtasis, el rey Ódinn y la reina Frigga se habían retirado, junto a mí solo me aguardaban mis guías y el buen amigo Julio. Los otros “Uniss” habían corrido con la misma suerte de caer en descanso, ante la imposición misma de los Reyes del Cielo, era un gozo general que se expresaba en todo el salón.
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Luego, Zem y Darah nos dijeron que debíamos regresar al edificio Oxkaya para descansar, ya que al siguiente día acudiríamos al gran evento en el “Gran Salón del Reino” ubicado en el “Palacio Valaskjalf”, en el que enfrentaríamos al “Tribunal de Justicia Divina”, regresando de inmediato al enorme salón donde iniciamos la visita a este planeta. Al llegar al edificio Oxkaya, Zem nos condujo por un amplio corredor a nuestra habitación compartida con mi amigo Julio. El dormitorio era muy espacioso con varios muebles de cristal como mesas y sillones, así como dos grandes camas circulares muy acolchonadas, que las cubrían unas sábanas de seda fina color azul y al fondo de la estancia, dos puertas de vidrio obscuro conducían a nuestros lugares de aseo personal y fisiológico. Las altas paredes también de cristal, nos mostraban las bellezas del jardín del “Éddem” iluminado por las dos lunas en el infinito estrellado y raros pajarillos de luces multicolores revoloteaban. Luego, Zem y Dara se retiraron, comentamos con mi amigo Julio sobre lo acontecido ese día, hasta que cansados nos acostamos y disfrutamos del profundo sueño de los justos. Al siguiente día, nos despertó una música suave muy agradable, Zem y Darah acomodaban un suculento desayuno en una mesa circular con un bello florero en el centro. Al levantarme pude ver en la mesa de mi cama un cinturón dorado que me había llevado Zem; mi amigo Julio me indicó ponérmelo después de mi baño. Por las puertas de vidrio entré a una estancia grande de forma circular, habían dos tinas tipo Romanas de mármol, una con agua color azul y la otra, rosada, diferenciaban en su aroma, sus grifos eran de oro. Alrededor habían estatuas de mármol como columnas y sus paredes combinaban con vidrios y espejos que daban a los jardines. Procedí a aplicar un botón en la tina y comenzó a fluir un líquido tibio y oloroso color azul muy refrescante. Mi amigo Julio se sumergió en la tina rosada y conversamos. Al terminar el baño salimos a unos chorros de aire y rayos de diferentes colores que nos secaron por completo y sentía que la piel me la dejaba suave y tersa. Ya en el dormitorio, Zem me enseñó a ponerme el cinturón dorado y a explicarme de sus funciones:
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–“Cuando apliques el botón central, el traje cubrirá todo tu cuerpo, solo quedarán expuestos tus manos y cabeza. No temas, pues aunque estén expuestas, las protege el mismo traje con un aura de energía”. De inmediato me puse el cinturón y apliqué el botón indicado por Zem, el traje blanco de los “Aezir” me cubrió fácilmente. Me vi al espejo y parecía uno de ellos, con botines dorados del mismo material y la estrella de David en el pecho. El traje era de una tela suave y delgada como la seda, muy elástica y resistente, como una nueva piel; Zem me dijo: –“El traje te revestirá con la fuerza del “Espíritu Santo de Dios”, su material es muy resistente al calor y al frio, te protegerá de cualquier elemento corto punzante porque ningún objeto puede perforarlo. Su tela es como el “Grafeno”, material entregado por los Áliens al mundo desde el siglo XIX, pero no han logrado descubrir sus verdaderas cualidades”; y prosiguió: –“Este material es de un cristal bidimensional de un átomo de grosor muy transparente y flexible, pero duro como el acero que puede cortar fácilmente un diamante por su dureza extrema. Asimismo tiene la facultad de controlar la gravedad de cualquier planeta, por lo tanto quien lo usa puede volar por los aires sin dificultad y también irradiar energía a gran escala para sanar enfermedades o defectos congénitos. Otra de sus cualidades es aumentar en gran medida la fuerza corporal de quien lo usa y transportarse sin dificultad de un planeta a otro, no importando la distancia por su sistema de “Transporte integral de Gusano” (Agujero Negro); es muy conocida su capacidad de hacer invisible al portador del traje con solo aplicar el botón adecuado”. Luego me explicó: –“El traje es personal, solo puede vestirlo el asignado, si otra persona trata de usarlo el cinturón no lo permite y puede de inmediato desintegrar al usurpador, por lo tanto debe usarse con mucha responsabilidad y cuidado”. Me quedé maravillado sobre mi nueva vestimenta, pidiéndole en broma a Zem que me permitiera conservar el traje a mi regreso; me contestó que era muy difícil, pero que presentaría mi petición al Consejo Supremo. 45
Luego del desayuno salimos del edificio Oxkaya y nos dirigimos al “Palacio del Reino”–Valaskjálf– y al atravesar la gran Plaza que conduce a los bellos jardines pudimos apreciar el firmamento de color azul turquesa y los celajes que acompañaban al maravilloso paisaje. En el vasto jardín del Éddem, dos “Traduz”, animales similares al oso con tres ojos y enorme tamaño, retozaban libremente en el césped, así como tres caballos alados de color blanco llamados “Unitores” (Unicornios), bebían de una fuente y muchas aves de diferentes colores entonaban bellas melodías. El paisaje era impresionante, no hay forma de explicarlo, el limpio cielo azul con miles de aves volando en el firmamento; los setos y arbustos con coloridas y diferentes flores, así como las fuentes que adornaban los senderos, los ríos con sus cascadas de cristalinas aguas bañaban y daban vida al maravilloso Jardín del Éddem. Nunca había visto tanta belleza en su conjunto, un diseño propio del “Gran Arquitecto del Universo”.
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3.2)–EL PALACIO “VALASKJÁLF” Al llegar a la plaza del enorme palacio de cristal que era como en un cuento de hadas, sus grandes torres se erguían como lanzas y su estructura de granito tenía enchapes de mármol, oro y marfil, así como incrustaciones de piedras preciosas. En sus muros se dibujaban diferentes figuras talladas en oro, que matizaban con la belleza del lugar. En los diferentes pasillos que conducían al “Gran Palacio Valaskjálf ” del Rey Ódinn, varias personas caminaban hacia su interior a través de sus gruesos muros para llegar al enorme salón. Nosotros los seguimos y llegando a su interior, observamos su majestuosidad y belleza en su decoración, no tenía igual. El techo de cristal reflejaba los rayos solares que se filtraban en toda la estancia, transformándolos en diferentes tonos de colores que iluminaban bellamente al enorme recinto. Los invitados se acomodaban a los extremos, y al centro del gran salón se ubicaron ordenadamente: a la derecha, los “Áezir” (habitantes de Ázhark); y a la Izquierda, los “Drakos”, de las diferentes Constelaciones del Universo. Al llegar, nos sentaron en medio del salón junto con el resto de Uniss y nuestros acompañantes. Frente a nosotros se miraban unas gradas doradas que conducían a seis tronos; más arriba, otros tres mucho más grandes, el de en medio sobrepasaba en tamaño a todos. Los tronos eran de oro puro con incrustaciones de piedras preciosas, se dibujaban unas figuras en sus brazos similares a los símbolos griegos o egipcios antiguos. Al momento llegaron a nosotros dos personajes muy altos, medían más de dos metros y con una vestimenta diferente, largas batas negras. El más alto era de tez blanca y de ojos azules, con cabello largo rubio; y el otro, cabello negro, de ojos rasgados color celeste y piel gris. Muy atentamente se presentaron como los defensores de nuestro planeta “Tierra”, dijeron llamarse “Kam y Nork”, y se sentaron adelante, en asientos ya reservados para ellos. De pronto, hubo un silencio absoluto y comenzaron a escucharse unas alabanzas con voces angelicales y del centro de la gran cúpula apareció una luz blanca que iluminó todo el recinto, todos los
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presentes se inclinaron poniéndose de rodillas, nosotros los seguimos. Al instante, vi aparecer de la luz blanca a los siete arcángeles: San Miguel, San Rafael, San Gabriel, Chamuel, Uriel, Zadquiel y Jofiel, quienes se colocaron ordenadamente al principio de las gradas, acompañados de miles de ángeles que se postraban alrededor de los tronos alabando a “ABBÁ, DIOS”. Luego, llegaron por orden: Noé, Moisés, Abraham, Jacob, Buda y Mahoma, ocupando los seis primeros tronos. De la misma luz bajó jubiloso el Señor Ódinn acompañado por el profeta Elías, con todo su esplendor y gloria, sentándose en los extremos del trono principal, Ódinn a la derecha; en su cabeza brillaba una corona de oro y zafiros, su vestimenta era como de fuego y en su cintura tenía un lazo de oro, su semblante era de paz y regocijo; en el recinto hubo júbilo: –“¡Gloria, Gloria, al hijo de Dios Altísimo!”; era impresionante. De pronto, se escucharon unas trompetas y un gran estruendo en el salón, todos quedaron en silencio y comenzaron a bajar del mismo destello de luz, enormes “Lenguas de fuego”; su inmenso resplandor cegaba a todos los presentes y miles de ángeles alababan al “DIOS DE DIOSES” y “SEÑOR DE SEÑORES”, llamado por los Áezir, “ABBÁ” (Dios todo Poderoso). Lentamente fue bajando de la cúpula de vidrio del Gran Salón, su figura era similar a la humana con cabellera y barba blancas muy largas que se agitaban por los aires. Sus ojos eran como brasas encendidas y de su boca salían grandes lenguas de fuego. Su altura era como de treinta metros, desde el piso al techo de la enorme estancia. Logré ver en su pecho un cinturón de oro puro, así como su vestimenta de color blanca y dorada volaba a su alrededor, una enorme corona lucía sobre su cabeza, acompañada de un cetro de oro con piedras preciosas en su mano derecha y en su izquierda, una espada de fuego. Luego, con voz de trueno, dijo: –”¡YO SOY, EL QUE SOY!”,………… –“¡MI PAZ SEA CON USTEDES Y MI GLORIA SU APOSENTO!”. Todos los presentes clamaron al “Creador”, diciendo: –“¡ALABADO SEA ABBÁ, DIOS DEL UNIVERSO!......
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Era majestuosa su presencia e irradiaba una inmensa paz, todos caímos de rodillas. Luego, el “Todo Poderoso”, dijo: –“MI ESPIRITU REINARÁ EN SUS CORAZONES PARA QUE LA JUSTICIA PREVALESCA EN ESTE RESINTO SAGRADO, HACIENDOSE LA VOLUNTAD DE ESTE TRIBUNAL DE JUSTICIA DIVINA Y NO LA MÍA”. Todos con la frente pegada al piso, alabaron al Supremo Creador diciendo: –“¡Tu voluntad es santa y tu presencia eterna, te alabamos mi Dios y Señor!....
La Santa Trinidad (Coronación de la Reina y Madre del Cielo –Frigga–) 49
El corazón casi me estalla de emoción, no podía creerlo, estaba viendo la misma “GLORIA DE DIOS”, era la energía misma en su máxima expresión nunca vista por ningún ser humano. Ahora comprendía del porqué de nuestro traje protector, la radiación de la energía que irradiaba “El Creador” era extrema, no resistida por ningún ser humano. Mi amigo Julio que estaba a mi lado, me volteó a ver sonriendo igual de emocionado. La impresión nos había dejado sin habla, sentía un nudo en mi garganta y las lágrimas brotaban de mis ojos al alabar al mismo “ABBÁ–DIOS”. Luego, el “Gran Hacedor” se fue desvaneciendo, quedando sobre el trono principal una llama muy brillante que giraba y su destello iluminaba todo el recinto, era el “Espíritu Santo de DIOS”, que se quedaría observando el proceso como testigo fiel de DIOS. Ante tanta maravilla, el coro de ángeles y todos los presentes seguían murmurando oraciones, hasta que hubo completo silencio por varios minutos. Una voz interrumpió de pronto diciendo: –“El Tribunal de Justicia Divina, da inicio al Juicio Universal del planeta “Tierra”, su existencia futura depende de sus resultados”. Todavía emocionado tomó la palabra uno de los Drakos, del grupo de la izquierda, apoyado por sus compañeros que no pasaban de diez, habló sobre las razones del porqué nuestro planeta debía ser destruido diciendo: –“Los humanos no debieron ser creados por el “Gran Hacedor”, son violentos, egoístas, ambiciosos, soberbios y arrogantes, es la única raza del universo con esas características, se destruyen a sí mismos y a su propio ecosistema. El “Hombre”, aun poseyendo el conocimiento del “bien y del mal”, no valora a su “Divino Creador, como lo hacemos todos sus similares del vasto universo; por lo tanto, deben ser extinguidos conforme a las leyes divinas y universales”. Luego prosiguió otro de ese mismo grupo diciendo: –“En todos los planetas de las diferentes galaxias, el amor y la alabanza a nuestro “Creador” han prevalecido eternamente, mientras que el “Hombre” solo ha saciado sus ambiciones personales y materiales, olvidándose de Dios y sus enseñanzas divinas. Ante tanta miseria,
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los humanos no han crecido espiritualmente y no han buscado la redención; esa actitud, es causa cada vez mayor del alejamiento con ABBA–DIOS. Por su inmenso amor, el Creador ha permitido las diferentes alianzas con el “Hombre”: la primera, con Noé, para no volver a inundar la Tierra, firmado con el pincel divino plasmado en el cielo con el arco iris, para que la humanidad recordara siempre esta alianza. La segunda, con los Hebreos por medio de Moisés con el Éxodo, al liberarlos de Egipto y conducirlos a la “Tierra prometida”, donde brotaría leche y miel para que ese pueblo volviera a su Dios; y la Tercera, por medio de los Judíos, como pueblo escogido de Dios para dar en holocausto a su hijo primogénito, para así, salvar a la humanidad del pecado”. El siguiente exponente fue un Drako, describió las diferentes guerras y situaciones en que el ser humano había causado daño a sus semejantes, describiendo con detalle, en una proyección en el inmenso domo de vidrio del techo, todo un escenario de violencia y destrucción. Era impresionante lo expuesto, hasta que se detuvo el exponente acongojado por las imágenes de horror que se miraban durante la primera y segunda guerra mundial, las bombas atómicas en Japón, la crueldad del holocausto Judío por los Nazis, la guerra de Vietnam, las guerras del Golfo Pérsico y de Yugoslavia, la invasión a Irak, la guerra sangriénta en mi país y muchos otros enfrentamientos armados. El exponente decidió suspender su intervención al ver tanta atrocidad. Hubo un silencio absoluto, luego un representante del grupo de la derecha de los “Áezir”, continuó hablando de la miseria y el hambre en el mundo, así como de las riquezas en pocas manos; la opresión de los gobernantes contra los pueblos, las injusticias y la corrupción; el abuso sexual y la depravación; las enfermedades, el aborto premeditado, el abandono y corrupción de niños, las drogas y alcoholismo. No se escapó nada de la maldad humana, hasta que terminó recordando la destrucción de las ciudades de “Sodoma y Gomorra”, donde la depravación de sus habitantes llegó a sus límites, manifestando que hoy en día no ha cambiado nada en la Tierra. 51
Las personalidades en los diferentes tronos, escuchaban atentos sin interrumpir el proceso. Después les tocó el turno a nuestros defensores ¨Kam y Nork¨. El primero, habló de las enseñanzas religiosas y sus diferentes rituales en busca de Dios, esta búsqueda y acercamiento de las diferentes creencias a través del camino de la verdad trazada por Dios y del amor entre humanos, presentando la creación del mundo en todo su esplendor, sus animales y la vegetación que serían destruidos si se llegara a tal decisión. Concluyendo que, si bien el hombre es rebelde, soberbio, débil y pecador, hay que considerarlo por ser este muy nuevo en la historia de la creación de Dios, comparándolo con el resto de habitantes del universo que tienen mucho más tiempo de existencia, permitiéndoles alcanzar la perfección espiritual exigida por DIOS, haciendo de la Tierra mucho más joven en el sistema estelar, sin tener el tiempo adecuado para su maduración espiritual”. Diciendo Kam, al final de su discurso: –“No deberían los seres humanos ser destruidos y por el honor que el Supremo Creador me ha conferido, ruego a este Consejo Galáctico darle al planeta Tierra una nueva oportunidad, para continuar en su proceso evolutivo que este consejo exige”. Después del debate entre nuestros defensores y los Áliens, el Señor Ódinn se levantó de su asiento ante todos los expectantes, alzó su vista hacia nosotros los “Uniss” y dijo así: –“La lealtad de la humanidad hacia mi padre es escasa y mis enseñanzas dejadas en la Tierra no han dado el fruto esperado, causa suficiente para esta terrible demanda dictada por las Leyes Universales”. Su voz bajó de tono y continuó: –“Mi sangre derramada fue por mi inmenso amor por la humanidad, conviví con mis hermanos terrenales durante treinta y tres años, aunque en espíritu, los acompañé desde la creación del mundo. Les hablé reiteradamente de mi Reino Celestial y de la voluntad de mi Padre, para que me siguieran como su único camino para llegar a ABBA–DIOS”, (Juan 14:6).
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Es con mí sacrificio que se cumplió su voluntad, dejando al Espíritu Santo de mi Padre para que los guiara por el camino de la verdad. He entregado a la humanidad mi amor incondicional día a día, pero muchos no han aceptado mi legado escrito con mi propia sangre: “todo aquel que en mí cree, no perecerá jamás” (Juan 11:26). Por lo que suplico a mí amado Padre Celestial y a este Consejo Supremo, dar a la humanidad la oportunidad para que logre encontrar el camino de conversión hacia su Creador”. Todos alabaron al hijo unigénito de Dios diciendo: –“¡Gloria a Ódinn y Señor de Señores!”. “¡Gloria al Alfa y Omega!”. Luego habló el profeta Elías sobre la conversión y los alcances del ser humano. Después, Mahoma y Buda manifestaron su apoyo al Hombre para seguir su camino hacia Dios. Moisés habló sobre el Éxodo y las dificultades para llegar a la tierra prometida, diciendo que cuando creía que todo estaba perdido, su pueblo se volvió a su Dios. Al final se le dio la oportunidad a los Uniss. El primer enviado, habló sobre los avances en lo espiritual y tecnológico que había alcanzado la humanidad, de las organizaciones como la ONU, OTÁN y otras, el ecosistema planetario y la vida misma en el mundo. El segundo Uniss, habló sobre los diferentes santos y mártires durante la historia del Hombre, así como de lo alcanzado en la tecnología y de la continua búsqueda del amor de Dios por el hombre. El resto de enviados hablaron de diferentes tópicos en la humanidad y los últimos también manifestaron su temor de regresar a la Tierra, pidiendo ser dejados para siempre en Ázhark, para no ver la terrible destrucción que se avecinaba en nuestro planeta. Solo faltaba mi intervención, permanecí en silencio, nunca he tenido facilidad de palabras para expresar mis ideas. Vi de lejos a Jesucristo que había puesto su mirada penetrante en mi persona, luego escuché en mi interior su voz que me dijo: –“No temas, sé dócil a mi Espíritu, él te dará la fortaleza necesaria y hablará por ti, he puesto mis expectativas en tu persona, sé valiente y defiende a tus hermanos”.
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Sintiendo de inmediato un escalofrío muy agradable en todo mí cuerpo, me incorporé de mi asiento y con el poder santo del Espíritu, les sorprendí diciendo: –“No puedo aceptar que mi casa Terrenal sea destruida, así como mi gente, en ese mundo me espera mi amada esposa, una mujer muy especial y amorosa; así como mis tres cariñosas hijas y mi primer nieta, Sofía; una longeva madre y una maravillosa suegra; cuatro buenos hermanos y muchos sobrinos. Mi familia es muy grande y unida, por lo tanto, no renunciaré jamás a volver a verla y regresaré, aun viviendo el peor de los desastres. Mi familia es el mejor legado que ABBÁ–DIOS, me ha otorgado gratuitamente y sin merecerlo, si mi Padre Celestial me concede unos días más de vida, los quiero vivir con ellos. Mi mayor deseo es que no seamos destruidos, pero si es la voluntad de nuestro Creador y de este Consejo Supremo, seremos obedientes a su mandato divino. –Nuestro hermano e hijo del Altísimo, Jesucristo, nos enseñó que su Padre es un Dios de Amor, de perdón y también justo, pero nunca castigador. En su Palabra nos dice: –“Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna”(Juan 3:16). Ese sublime amor de entrega total hacia la humanidad de Dios, que hizo dar a su amado hijo para salvarnos del pecado, es lo que ahora necesitamos para buscar su salvación y no destruir el maravilloso legado dejado por Jesucristo. La iglesia de Cristo en la Tierra es el pedestal de sus pies, el Señor Ódinn es nuestra cabeza y fortaleza, si se destruye el mundo, de nada sirvió su sacrificio en la cruz del Calvario. El Señor Jesús, por amor a la humanidad entregó hasta la última gota de su sangre para salvarnos del pecado, así han seguido sus pasos muchos mártires como Pedro, Juan el Bautista, San Sebastián, San Pablo y miles más, que dieron su vida por seguir su ejemplo”. –“El Gran Hacedor, con su inmensa sabiduría y misericordia, puede enseñarnos a rectificar nuestros errores y alcanzar esa espiritualidad esperada como lo han hecho el resto de habitantes del Universo,
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con el tiempo necesario para alcanzar la perfección divina. En el planeta Tierra hay millones de personas convertidas a Dios, muchas todavía en busca de la verdad, los Cristianos, Budistas, Mahometanos, Musulmanes, etc., como instinto natural del ser humano desde hace siglos. Por lo que, deseo pedir al Alfa y Omega de la Creación y a este Consejo Supremo, conceda al planeta Tierra una nueva oportunidad, para así permitirle a la humanidad cumplir con el compromiso esperado por su Creador. Si no es posible detener esta hecatombe de borrar del universo nuestra morada espacial, solicito me regresen a mi mundo para esperar este desenlace fatal junto con mi pueblo”. El salón quedó en completo silencio. Después, se puso de pie el Señor Óddin y dijo: –“Han juzgado mal a mis hermanos terrenales, considero que la humanidad es muy joven en este vasto Universo, pero con grandes expectativas para encontrar en ellos la sabiduría y la perfección Divina. Mi Padre y yo hemos decidido dar al Hombre una nueva oportunidad. Estoy seguro que con nuestro apoyo lograrán avanzar al siguiente nivel espiritual esperado. Es mi deseo que los Uniss, proclamen “Mi Palabra” por toda la Tierra acompañados por mi espíritu que les dará fortaleza y sabiduría”. Luego, a un llamado de Jesús, los Uniss nos postramos de rodillas frente a Él, imponiendo sus manos sobre nuestras cabezas nos llenó de su Espíritu Santo y nos envió a servirle para proclamar su palabra por todo el mundo. Al estar de nuevo frente al Mesías, le dije: –“Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme”. Él me contestó: –“Al fin has entendido mi mensaje, proclama mi palabra” y sonrió. Cuando regresamos a nuestros asientos, los miembros del Consejo Supremo se pusieron de pié y aprobaron lo recomendado por ABBÁ–DIOS. Igual lo hizo el resto de los participantes concediendo una nueva oportunidad a la Tierra, hasta el próximo “Año Astral
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Universal” que comprende cada 5 mil años de la Tierra, para hacer una nueva evaluación de nuestro mundo y de sus habitantes. Todos los presentes aclamaron la medida con mucho júbilo. Los asignados a los diferentes tronos se retiraron ante la ovación de los presentes y alabanzas angelicales; los ángeles y arcángeles les siguieron. Después, Zem muy emocionado me tomó del hombro y me dijo: –“Esto hay que celebrarlo mi buen amigo”. Ambos felices nos encaminamos al salón de banquetes “Valhalla”. Mi amigo Julio y Darah se habían simpatizado y tomados de la mano gozaban el momento. Al llegar al Gran Salón comentamos sobre el majestuoso evento, mientras Zem nos explicó: –“La comunicación directa y personal con Dios está determinada por el nivel espiritual alcanzado, es por ello, que los habitantes de Ázhark somos los más próximos a la perfección exigida por ABBÁ– DIOS, estamos al nivel inferior para llegar al Nonmus(Cielo). En los inicios, solo había agua cubriendo el planeta Tierra. El Supremo Creador apartó las aguas e hizo los continentes y por su gran amor a la humanidad, llevó lo necesario de su jardín del “Éddem” para construirle al Hombre su nueva morada Terrenal, pese a la traición de Adan y Eva al comer del fruto prohibido del “árbol de la vida y el conocimiento”, después de su creación, siendo desterrados de su presencia, perdiendo así el derecho de convivir con su Creador; es el peor castigo que creatura alguna puede recibir, su lejanía con el Supremo Hacedor. Lo más distante a Dios es el “Notts” (Infierno), situado en otra dimensión paralela a la Tierra, donde solo llegan los condenados a penar eternamente sus pecados. Este terrible lugar, fue creado por el “Omnipotente” para albergar a una legión de ángeles caídos del cielo, dirigidos por “Mittra” (Luzbel), cuando se rebelaron contra DIOS y comieron del mismo fruto prohibido. Estos ángeles rebeldes combatieron contra los Arcángeles y demás ángeles, pero fueron dominados y castigados enviándolos al “Fuego Eterno”, alejados de su presencia divina. Es por ello que Adán y Eva fueron engañados por Mittra(Demonio),al inducirlos a comer del fruto prohibido y estos le obedecieron,
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pero DIOS que es justo y bondadoso, desterró a Adán y Eva a un nuevo hogar llamado “Tierra”, que está ubicada entre la “Salvación (Nonmus) y la Condenación (Notts)”, para que los humanos se rediman y busquen la verdad, solo así podrán regresar a su origen divino junto a su amado Dios”.
Adán y Eva en el Paraíso Le pregunté a Zem: –“¿Qué pasa con los que mueren en la tierra?”; me contestó: –“El morir no existe en nuestro idioma, es solo un estado de transición espontánea a una vida espiritual inmediata que nos conduce hacia otra dimensión paralela, llamada “Poluss” (Purgatorio), este lugar es de almas “bacías”, sin espíritu, porque al morir la persona, su 57
espíritu se separó de su alma por estar separados por el pecado. Con la redención al purgar sus pecados en el Poluss, el alma tratará de unirse nuevamente a su espíritu, para luego ir “Alma y Espíritu” al planeta Ázhark (Paraíso de Dios), donde obtendrá su original cuerpo físico, más joven, sano y perfecto para vivir eternamente gozando de la gloria de Dios. Las almas que no logran redimirse en el Purgatorio, deben esperar hasta el Juicio Final de Dios, donde tendrán su última oportunidad de salvarse o ser lanzados al Nott (infierno). Debes saber que el Hombre ha sido creado a la misma semejanza de Dios, con una misma Trinidad que comprende un “Alma, Cuerpo y Espíritu”. El “Alma”, es lo que nos diferencia de los demás de nuestra especie, nuestra Personalidad; el “Cuerpo”, lo material o físico, que es fácilmente desechado o restaurado por Dios; y el “Espíritu”, parte del mismo Espíritu de Dios o Paráclito, dado a la humanidad con el soplo divino, este es propiedad exclusiva de Dios por ser parte de su misma esencia, es lo que nos identifica como sus verdaderos hijos. Por lo tanto, al morir nuestro cuerpo físico, se degrada volviendo a la tierra, porque de polvo somos y a ese estado regresamos. El “Alma” (Ahura), es la energía misma del ser, su propia naturaleza y personalidad que nos identifica y diferencia ante los demás, el alma es lo único que nos llevamos al morir, porque el “Espíritu”, regresa a su único propietario que es Dios. Pero cuando se vive en comunión constante con Dios, “Alma y Espíritu” son uno, cuando el cuerpo físico muere, Alma y Espíritu regresa a Dios donde recobrará nuevamente su cuerpo físico para vivir eternamente en el “Paraíso o Eddem” que es el mismo planeta Ázhark. Así mismo, las almas condenadas en el gran Juicio Final, recobrarán su cuerpo físico para ser lanzados al tormento eterno donde rechinarán los dientes. Por este motivo, vale la pena entregar tu vida a Dios y tener comunión constante con el espíritu, para que tu alma sea salva y pueda entrar al Paraíso a disfrutar eternamente en la presencia del Supremo Hacedor”. Después de instruirnos sobre diferentes tópicos del reino de Dios, Zem nos invitó a conocer los maravillosos “Jardines del Éddem”.
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Palacio Valaskjรกlf
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3.3)–LOS JARDINES DEL ÉDDEM Al salir del recinto, el sol brillaba con todo su esplendor, con Julio ya más tranquilos, junto con nuestros dos guías caminamos por la plaza y bajamos por unas amplias gradas hacia el enorme jardín, era una maravilla, el pasto suave y aterciopelado de color verde claro nos hacía sentir estar sobre nubes. Las diferentes flores entre rosas, margaritas, tulipanes y muchas otras, adornaban el vasto jardín entre árboles con diversas clases de frutos. Tres ríos bañaban los jardines, “Piskón, Gihón y Tiggrís”, donde los peces multicolores nadaban en sus aguas cristalinas y en sus riveras muchos animales salvajes convivían en armonía.
Jardines del Éddem Las multicolores aves revoloteaban a nuestro derredor cantado bellas melodías; así también, pequeñas creaturas similares a “Ninfas”, volaban recogiendo flores, eran diminutas creaturas aladas, se acercaban a nosotros y nos susurraban al oído melodías muy gratas. Fue un momento muy agradable, estas creaturas con
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forma humana eran muy gentiles al llevarnos frutas de diferentes sabores, jugueteando con nosotros alegremente. Luego vimos entre los árboles a cinco bellas “Hadas” que danzaban frente a una cascada de cristalinas aguas, eran delgadas y altas, muy jóvenes, su cabellera negra caía sobre sus espaldas, diademas de oro y piedras preciosas en sus cabezas; su piel blanca como la nieve hacían sobresalir sus negros ojos rasgados, muy expresivos. La vestimenta era de seda color dorada, que al volar por los aires, hacían dibujar sus bellas figuras. Se acercaron a nosotros y con delicadeza nos saludaron muy sonrientes. La más alta y de larga cabellera, con un cetro en su mano derecha y una estrella en su frente, nos dijo: –“Soy Sofía, dirijo a mis hermanas Adriana, Aurora, Vanessa y Shara, para cuidar los jardínes del Éddem; pueden deleitarse con los frutos de este jardín, pero les advierto de no tomar del fruto prohibido del “Árbol de la vida y del conocimiento”, al hacerlo obtendrán la muerte espiritual y dejarán de ser amados por ABBÁ– DIOS”. Luego, las hadas extendiendo sus grandes alas translúcidas y se despidieron, volviendo a su danza sobre el verde césped, una música suave las acompañaba, era el bosque que producía la bella música. Después de aquel espectáculo, continuamos con nuestro recorrido saboreando los frutos de los diferentes árboles. A lo lejos se miraba la enorme cascada que adornaba el bello paisaje y un arco iris, que por acción de sus cristalinas aguas daba más realce al paisaje. Nuestro guía Zem, nos dijo: –“Desde lo alto podremos apreciar mejor los jardínes de Dios”. Lanzando al aire un silbido muy agudo, de inmediato se acercaron volando cuatro hermosos corceles, dos de color blanco y dos negros, con sus enormes alas desplegadas bajaron y se postraron ante nosotros muy dóciles. Con la indicación de mi amigo Zem, los montamos y los corceles extendieron sus alas se elevaron por los aires, me aferré firmemente de la larga crin y me sentí más seguro, observando como el paisaje se hacía más espectacular, el “Jardín del Éddem” era enorme, sus colores y belleza cobraban más vida, miles de especies de aves en bandada volaban por el cielo azul, mientras 61
los corceles nos dirigían rumbo a una enorme cascada, pasando cerca de sus aguas cristalinas que apenas tocábamos. Nuestra guía, Darah, nos señaló con su dedo un árbol enorme situado en lo alto de una montaña, sus ramas eran de oro y sus hojas de plata, las que irradiaban lenguas de fuego, pero el árbol no se consumía y sus frutos de cristal dorado llamaban la atención. Zem nos dijo: –“Ese es el árbol sagrado que se refería la hada Sofía, nadie puede tocarlo ni acercarse a él. Al comer de su fruto obtienes el mismo poder de Dios, pero también su condenación”. Al vernos cerca, nuestro guía no indicó que debíamos desviarnos por estar al límite permitido, cambiando nuestro rumbo, nos dirigimos hacia la maravillosa “Heimdall” o “Ciudad Luz”. Después al ver el horizonte, observamos a lo lejos, dos lagos muy grandes bordeados por montañas de color azul, el paisaje era maravilloso y en los bastos pastizales, habían diferentes clases de animales, no habían peleas ni ataques salvajes, solo disfrutaban en paz compartiendo los alimentos que les daba la naturaleza, las bestias salvajes y otros animales comían los diferentes frutos y el resto comían hierbas. Hasta que llegamos a los grandes lagos y entre las montañas se divisaba una enorme ciudad. Zem nos dijo: –“Esa es Heimdall, la Gran Ciudad Luz, con todo su esplendor, brilla como si tuviera luz propia, de allí su nombre. Es el orgullo de su diseñador y constructor, el mismo Arquitecto del Universo, ABBÁ–DIOS, la creó con su amor usando sus propias manos, así como todo lo que existe. No existe ciudad más grande y perfecta en todo el conglomerado de galaxias, Ciudad Heimdall es eterna y su extensión no tiene límites porque es infinita”. No entendí lo que mi amigo Zem me quería decir, al preguntarle, me dijo que posteriormente lo entendería. Diciéndome: –”Las cosas de Dios racionalmente no tienen sentido, son con la experiencia y la fe, que se logra entender su significado, es por eso que estás acá, para madurar en estas cosas. Ten paciencia y fe, porque llegarás a conocer mucho más del Supremo Creador y sus proyectos”. 62
Jardines del Éddem
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3.4)– LA MARAVILLOSA “CIUDAD LUZ–HEIMDALL” Al acercarnos a la majestuosa “Ciudad Heimdall”, era impresionante, sus edificios brillaban con los rayos del Sol, su diseño muy peculiar dejaba admirar sus caprichosas formas curvas y estilizadas, combinando con la misma naturaleza del lugar. Las edificaciones de granito y basalto eran enchapadas con piedra ónix y mármol blanco como la nieve e incrustaciones de oro puro, sus altas torres sobresalían como agujas en la inmensidad de sus edificios. Al acercarnos, observamos que sus habitantes se transportaban sobre las aceras móviles en diferentes niveles, unos volaban con sus trajes anti–gravedad y otros, se desplazaban por los aires como ángeles, desplegando sus alas. Dentro de la Gran Ciudad habían varias plazas con fuentes de aguas cristalinas iluminadas con luces de colores y árboles de narcisos, abedules, cerezos en flor y otras raras especies de arbustos cubiertos de hermosas flores, que se combinaban con hermosos jardines dándoles más colorido, así como esparcían su aroma por todas direcciones. De las pasarelas aéreas caían como cascadas diferentes tipos de enredaderas, con flores de mil colores, la ciudad misma era un verdadero paraíso. Después de volar en nuestros corceles por esa maravillosa ciudad, nuestro transporte nos dejó en una plaza muy grande, más grande que las otras, la adornaban bellas fuentes y estatuas de cristal, caminamos por un piso de mármol muy vistoso, con figuras talladas en plata y oro. Después de admirar esta gran plaza llamada “Kontrem”(Gran Encuentro), recorrimos por las anchas calles de la ciudad, viendo maravillados tanta belleza en los muros de mármol con enchapes de diferentes figuras en oro y piedras preciosas. La gente que pasaba a nuestro lado nos saludaba cordialmente con su mano derecha en la frente, igual lo hacíamos nosotros. Hasta llegar a la plaza principal y centro de la Gran Ciudad, era mucho más grande que las anteriores, esta plaza se llamaba “Viskaynna” o “Corazón de Dios”. En ella habían otros monumentos de cristal con incrustaciones de piedras preciosas, al centro de la plaza se observaba de lejos un monumento enorme que no lograba distinguir, me maravillaba su elegancia y los 64
bellos jardines que la circundaban, haciendo resaltar sus esculturas de vidrio que brillaban con los rayos del sol, mi amigo Zem, manifestó que eran de diamante tallado las esculturas y no de vidrio, era una maravilla todo su conjunto. Observé que habían diferentes fuentes de cristalinas aguas alineadas estratégicamente hacia el centro de la gran plaza, invitando a visitar su flamante monumento principal que sobresalía del conjunto.
Ciudad Luz o Heimdall Al acercarnos al monumento principal, pude ver una gran fuente y en su centro, un monumento de enormes dimensiones en forma de manos en oración y en la cúspide, al terminar sus dedos, un diamante de color rojo en forma de corazón como de cinco metros de diámetro. Del corazón salían aguas cristalinas de colores que irradiaban luces y bañaban la fuente; así también, salían tonadas de voces angelicales cantando alabanzas a Dios, similar a la música en la cascada del Jardín del Éddem donde las hadas danzaban. Las personas presentes en la plaza, se acercaban al contorno de la fuente a adorar al “Altísimo”, representado en el mismo corazón de “ABBÁ–DIOS”. Todos extendían sus manos en dirección a la joya
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que irradiaba destellos, parecía que tenía vida, ya que el corazón palpitaba y su energía llegaba a los presentes. Al acercarme y extender mis manos sentí la presencia misma de “DIOS”, un escalofrío muy agradable recorrió mi cuerpo, era indescriptible mi sentimiento de liberación, pasando por mi mente todo mi pasado desde que estaba en el vientre de mi madre hasta ese día; no quería dejar el maravilloso éxtasis. Al momento, cuando comencé a ver mi futuro, una mano me sacó de mi éxtasis, era mi guía Zem, que me tomó del brazo y súbitamente me desplomé al suelo interrumpiendo mi concentración. Luego mi amigo Julio, me ayudó a levantarme; Zem me dijo: –“Perdona René, pero todavía no estás preparado para saber de tu futuro”. Pidiéndome disculpas por mi abrupto despertar, nos retiramos de aquel santo lugar donde sentías la presencia viva de la misma GLORIA DE DIOS. Después de orar al Altísimo, nos retiramos para continuar con nuestro recorrido. Observamos la forma de vida de esa ciudad perfecta, donde sus habitantes trabajaban para el bien común, todos ordenadamente tenían un servicio que hacer y colaboraban con los demás. La tierra se cultivaba sola y los frutos brotaban como por magia en los árboles, solo había que recoger la cosecha que se hacía en pequeñas naves que volaban hacia el bosque recogiendo automáticamente los frutos, los habitantes solo la recolectaban en sus depósitos. La vestimenta era igual en todos, hombres y mujeres, solo usaban un mismo traje blanco que nunca se ensucia, ni deteriora, era como su propia piel. Mi guía Zem, aprovechó para explicarme más sobre la vestimenta y su cinturón, diciéndome: – “De los diferentes botones del cinturón, el botón triangular color negro es para iniciar su funcionamiento y revestirte del “Espíritu Santo”, el blanco también triangular es para suspender su función y regresar la vestimenta a su resguardo. De los seis botones alrededor de la estrella de David: el rojo, es para evitar la gravedad y permite volar por los aires; el amarillo, hace al portador invisible; el azul, hace extremadamente fuerte al portador; con el verde, lees la
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mente; el café, lanza rayos laser, y el botón celeste, te transporta a gran velocidad al “Gran Edificio Oxkaya”, que nos recibió al llegar al planeta Ázhark, no importando dónde el portador del traje se encuentre en el universo”. Luego de un momento, Zem nos dijo: –“Debemos regresar al Gran Salón, apliquen el botón celeste”. Al hacerlo, nos rodeó un remolino de nubes brillantes que giraban alrededor nuestro a gran velocidad y fuimos transportados de inmediato al edificio “Oxkaya”. Al momento estábamos flotando sobre el gran domo de vidrio rodeado de jardines y fuimos bajando a través del grueso techo de cristal hasta llegar al piso del gran salón. El resto de “Uniss” y sus acompañantes ya estaban esperando en el lugar.
“Lucían un traje blanco con una estrella dorada en el pecho, un cinturón del mismo color y una diadema para dirigir la nave”
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3.5)–RETORNO AL HOGAR Después de cambiarnos de ropa, procedí a entregar ese mágico cinturón a mi amigo Zem. Al momento, llegaron mi padre, mi hermano y mis amigos a despedirse. Mi padre me dijo: –“Cuida a tu madre y demás hermanos, cuéntales de este lugar y de nosotros, siempre los estaremos esperando para gozar juntos de este Paraíso de Dios”. Luego, se despidieron. Uno de los Áliens, nos dijo: –“Respetando su libre albedrío, pueden escoger si regresan a su planeta o se quedan a vivir eternamente en Ázhark, todos son bienvenidos”. Mi amigo Julio y muchos de los acompañantes decidieron quedarse. Los Doce Uniss, optamos no acceder a tan bella petición, por la misión encomendada por “Óddin” de proclamar su “Palabra” al regreso a la Tierra. Después, mi amigo Julio se despidió con un abrazo diciéndome: –“Siento dejarte René, amo a Darah y aquí seré feliz con ella, mi esposa ya tiene un nuevo hogar en México, no tengo nada por hacer en nuestro mundo”. Le di las gracias a Julio y lo felicité por su decisión. Luego me despedí de mis guías, pidiéndoles que cuidaran a mi buen amigo. Los doce “Unnis” nos colocamos en los asientos de cristal y de nuevo aquella luz blanca que salía del techo del recinto nos iluminó y fuimos subiendo suavemente hacia una enorme nave que nos aguardaba. Ya dentro de la nave que era mucho más grande que la primera y de forma cilíndrica, fui cayendo de inmediato en un profundo sueño. Al despertar, me encontré dentro de mi auto estacionado todavía frente a la casa de mi amigo Julio, ahora completamente a oscuras. Vi mi reloj que ya funcionaba, eran las 2:10 a.m., dos horas después de nuestro rapto. En las calles solitarias y silenciosas observé la misma niebla, optando de inmediato mejor conducir el auto en dirección a mí residencia, durante el viaje recordé de esa maravillosa aventura.
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Al llegar a casa, después de guardar mi carro en la cochera, corrí a la puerta principal gritando de alegría y llamando a mi esposa, subí por las escaleras hacia el dormitorio donde estaba dormida, la abrasé y besé; al despertar se sorprendió mucho, contándole sobre mi larga aventura, ella pensó que venía tomado licor y se limitó a escucharme aún incrédula de lo que le decía. Mi esposa me sugirió le terminara mi relato cuando amaneciera porque estaba cansada, decidí acostarme y logré conciliar el sueño después de un momento. Al despertar, muy temprano, fui a mi auto con el propósito de buscar alguna evidencia de mi aventura y hacer que mi esposa me creyera, en efecto, al ver en el asiento trasero estaba una caja negra con una estrella dorada al frente, la observé un momento y apreté un pequeño botón rojo, la caja se comenzó a abrir como una flor y pude ver en su interior el cinturón dorado que resguardaba el traje que usé en mi estadía en Ázhark, con una nota de mí padre: –“Para mi amado hijo: Cuida esta vestimenta del Espíritu de Dios, te servirá para la misión que se te ha encomendó”. Busqué de inmediato a mi esposa y al mostrarle la caja que resguardaba el cinturón, toqué el mismo botón y dejó expuesta la mágica prenda. Ella sorprendida, me pidió que le repitiera el relato de mi aventura, contándole en detalles mi maravillosa experiencia, así como de la nueva misión encomendada por el Señor Jesucristo para proclamar su “Palabra”. Ahora mi esposa se ha unido al Plan de Salvación Divina, llamado: “Misión Ciudad Luz –Heimdall”; me sentía feliz de estar de nuevo en casa con mi bella esposa e hijas, con ello me bastaba para iniciar una nueva vida en total convencimiento de servirle a DIOS y hacer de este planeta, un mundo mejor. El cinturón del Espíritu Santo, tiene al frente dos triángulos equiláteros, que juntos forman la estrella de David con seis puntas que indican en dirección a seis botones de colores que representan los seis elementos básicos en la naturaleza: espíritu, fuego, aire, alma, agua y tierra, ambos botones sirven para operar el cinturón. El triángulo negro superpuesto, simboliza al “Hombre” y al apretarlo,
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sirve para hacer funcionar el cinturón y revestirse con el “Espíritu Santo de Dios”; el otro triángulo Blanco, representa a la “Mujer” y al aplicarlo, el revestimiento regresa a su resguardo, ambos triángulos cerrados en un círculo, significan la unidad del hombre y la mujer como un solo ser, pero en dos representaciones distintas y con diferente propósito en la creación. Los otros botones laterales de forma rectangular, operan de esta forma: Anti–gravitatorio (Hacer que otros objetos vuelen por los aires), energía de sanación, Burbuja protectora, Viajar al pasado, Transporte gusano a otras galaxias y Viajar al futuro. Así también, el traje o revestimiento, hace que el portador obtenga los poderes mismos del Espíritu Santo, como son la fortaleza, el amor, la sanación, el discernimiento, agilidad, sabiduría, ciencia, piedad y el santo temor de Dios. El “Espíritu” le da al portador del cinturón todo el poder que emana del “Supremo Hacedor” y que por herencia sus criaturas tienen derecho.
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CAPÍTULO CUARTO 4.1)–EL PODER SANADOR DEL ESPÍRITU SANTO. –Después de dos días de volver del planeta Ázhark y contarles a mi esposa e hijas de esa maravillosa aventura, procedí a investigar sobre el funcionamiento del “Cinturón Santo”, única evidencia que tenía de esa incursión; lo saqué de su resguardo en su caja negra para comprobar su funcionamiento, temía no me respondiera y procediera a desintegrarme, recordando las explicaciones de mi amigo Zem, sobre el uso de este cinturón cuando un extraño lo manipulaba. Temeroso me lo ajusté a la cintura con mucho sigilo, apliqué el botón central y de inmediato se iluminó, esperé lo peor, más el cinturón me revistió de inmediato de pies a cabeza, sentía la presencia del Espíritu Santo y su cálido abrazo, una apasionada tranquilidad se apoderó de mí y su amor cubrió hasta mis huesos, lo que me hizo doblar rodillas y ponerme a orar por largo rato. Pasado un tiempo, aunque no quería alejarme de su presencia, lo guardé de nuevo en su caja protectora. El cinturón me daba fortaleza física y espiritual, haciendo que permaneciera en comunión con Dios y entrara a morar en mí y yo en Él, en un mismo cuerpo y un mismo espíritu, era maravillosa la sensación de sentir su inmenso amor. El propósito de revestirnos con el “Espíritu Santo”, es para recordarnos de nuestra propia naturaleza divina, como hijos predilectos de Dios y con plena semejanza de Él, para que con su poder gobernemos al mundo (Génesis 1:28–31). El Supremo Creador le dio al “Hombre” potestad sobre los cuatro elementos que rigen la Tierra: aire, agua, tierra y fuego, así como sobre todo animal o vegetal existente en la Tierra. Con el pasar del tiempo pareciera que el “mundo” tiene potestad sobre el “Hombre”, donde el ser humano ha perdido control de su poder divino al distanciarse de “Dios”, haciéndose vulnerable a las circunstancias y elementos que lo rodean, viviendo con temores y olvidando su verdadero propósito del porqué Dios lo plantó en este planeta, siendo la humanidad presa fácil del mal que
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gobierna este mundo, perdiendo así su Alma y Espíritu, elementos necesarios para llegar a DIOS. El Alma que es nuestra esencia y personalidad, y el Espíritu, la herencia misma de Dios, dada a cada uno de nosotros al crearnos, interpretado como el “Soplo divino” que nos hace semejantes a Dios. El Hijo Unigénito de Dios, Jesucristo, al habitar en con la humanidad por 33 años, después de su muerte y resurrección, nos recordó que tenemos el poder de hacer milagros al revestirnos con su Espíritu o Paráclito Divino, este misterioso y desconocido ser, fue dejado por Jesucristo para que nos aconseje y recuerde sobre estos poderes (Juan 14:25; 15:26; 16:13), pero nosotros no hemos atendido su llamado al no tomarlo en cuenta en nuestras vidas e ignorarlo, queriendo por sí solos resolver nuestros problemas y dificultades, por lo que llegamos a la frustración personal por no lograr nuestros propósitos. Este maravilloso cinturón podría ser parte de la vida de cada uno de nosotros, si pusiéramos atención a lo que el “Espíritu Santo de Dios” nos habla en cada día, bastaría con invitarlo a morar en nuestra vida y convivir en su santo propósito para que recobremos ese poder dado en gratuidad por el Señor. Este Paráclito Divino es un “caballero”, si no lo invitas, nunca llegará a morar en ti; Él es la misma esencia viva de Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu. La palabra de Dios nos dice: –“Así pues, no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús, porque la ley del Espíritu que da vida en Cristo Jesús, nos libera de la ley del pecado y de la muerte”,…“El que no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo. Pero si Cristo vive en ustedes, el Espíritu vive porque Dios los ha librado de culpa, aun cuando el cuerpo esté destinado a la muerte por causa del pecado”. (Romanos 8:1–10). Con el deseo de utilizar esta santa prenda, me dirigí donde mi anciana suegra Carmen Dolores, quién descansaba en su alcoba en la planta baja de mi residencia. Ella padece de un mal incurable desde hace unos años, enfermedad que a sus 86 años la había devastado en poco tiempo; al entrar en su habitación acompañado de mi esposa, todavía incrédula del poder del cinturón, procedí a
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imponerle manos a la anciana y oramos para que sanara de su mal; de inmediato el cinturón se iluminó y en ese momento sentí una fuerte energía que salía de mi cuerpo; mientras, la anciana cobraba viveza en su mirada antes perdida, reconociéndonos de inmediato y tratando de incorporarse de su cama, luego procedió a cantar alabanzas al Señor. Mi esposa muy alegre la abrazó y dimos gracias a nuestro Señor por tanta bondad al haber permitido su sanación. Era evidente que para sanar a una paciente, no era necesario revestirse con el traje santo, bastaba con usar a mi cintura aquella maravillosa prenda e invocar con fe al Espíritu Santo, por lo que de inmediato fui a ver a mi madre, a quién cariñosamente le llamaba “Chita”; ella tenía 95 años y padecía de inflamación en las piernas, estas le causaban dolor a consecuencia de la mala circulación de la sangre y yacía postrada desde hace años en una silla de ruedas. Al llegar, la abracé y tomándole de sus hombros le dije: –“Mamá, he venido a sanarte en nombre de Dios, debes tener fe y ser dócil a su Espíritu”. Ella que es muy religiosa, optó por cerrar sus ojos y orar conmigo, al tomarla de sus piernas con suavidad para no lastimarla, pedí con devoción al Señor que actuara en ella para sanarla, todavía mi madre se quejaba de sus dolores y al aplicarle mis manos, fue cambiando su semblante y me dijo: –“¡Es un milagro mi hijo, juro que ya no siento dolor alguno!.....¡Tu medicina dio resultado!”. Sus piernas se habían desinflamado y habían cobrado su color natural, mi madre se incorporó como un resorte de la silla, parecía más joven y saludable. Le pedí que tuviera prudencia que podía caerse, no me hizo caso y corrió hacia la cocina a contarle a María Elena, su empleada, quien la aguardaba extrañada de su actitud. Fue un momento muy emotivo y de gran alegría. Después le conté de mi viaje al planeta Ázhark, de mi aventura por el “Paraíso de Dios”(Eddem) y de la gran “Ciudad Heimdall”; ella me interrumpió y dijo: –“¡Por favor háblame más bajo, tu voz la oigo muy fuerte y afecta mis oídos!”.
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Se quitó su aparato de audición y me escuchó muy bien sin ellos, me sorprendí de su sanación auditiva, había olvidado este mal padecido desde su juventud. Motivado, continué con mi relato sobre mi padre, mi hermano Rodolfo y nuestros parientes en el planeta Ázhark; ella quedó muy conmovida e insistió que la llevara a morar a ese “Paraíso de Dios” para ver a su difunto y amado esposo, su hijo Rodolfo, sus padres Vicente y Celsa, así como sus hermanos Cristina, Lidia, Salvador y Vicente. Le contesté que solo Dios le podía conceder ese deseo. Después de un tiempo me despedí y me dirigí a casa de Tía Tere, hermana de mi madre. Ella vivía muy cerca de donde me encontraba, estaba muy enferma y al llegar me recibió con mucho cariño; estaba de visita su hermana Julita, ambas son muy entregadas a la oración y padecen de diferentes males. Luego de platicarles del propósito de mi visita, les impuse manos confiando en su sanación y de inmediato sintieron la energía de mi Señor. Ellas muy alegres por estar ya liberadas de sus males físicos, se dispusieron a servir a Dios en este maravilloso plan de “Ciudad Heimdall”. Luego mis tías me pidieron por su otra hermana, Elbita (Mema), quien padece de cáncer y emigró a la ciudad de San Francisco del país del norte hace 25 años; les dije que era muy lejos y no sabía si por vía telefónica podría funcionar el poder del “Espíritu”, pero ante su insistencia le llamé. Mi tía Elba estaba en cama después de su última quimioterapia, las diferentes intervenciones médicas la habían devastado y estaba muy delicada, le dije: –“Memita, el Señor quiere sanarte hoy, deseo hacer una oración para que el Espíritu Santo actúe en ti, pon tus manos sobre el lugar preciso donde tienes ese mal”. Ella muy dócil accedió a mi pedido y oramos juntos, de súbito del cinturón salió una gran energía que iluminó la estancia, concentrándose su poder como un torbellino en la bocina del aparato telefónico, se unió a la conducción eléctrica. Pasados unos minutos, Elbita me dijo: –“Ya no siento el terrible dolor que me aquejaba, he recobrado mis fuerzas. Había perdido las esperanzas y ahora el Señor se ha apiadado
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de mí para darme una nueva vida, me siento maravillosamente bien, fuera de todo mal…. ¡Alabado sea mi Dios!”. Mi tía saltaba y gritaba de alegría alabando al Creador, pidiéndole que no comentara de lo sucedido y que fuera a la iglesia a agradecérselo a Cristo Jesús. Satisfecho con el actuar del Señor, me despedí de ella y de mis otras dos tías, invitándolas para que se unieran a esta gran misión. Luego, camino a casa di gracias al cielo por permitirme nacer en una familia con raíces profundas de fe y amor en el Señor; así como unirme en matrimonio con una mujer bondadosa entregada a la oración; mi esposa ha influenciado en mi vida espiritual, así como en la de mis tres hijas, ella es como un regalo de Dios para nuestras vidas y ahora, mi brazo derecho en la conducción de esta gran misión. En los siguientes días visité a muchos pacientes en los diferentes hospitales de la ciudad, me acompañaron mi esposa y mi hermana Rina. Recuerdo que hace 6 años pertenecimos a un grupo carismático católico y visitábamos a enfermos para llevarles una voz de aliento y esperanza por medio de la “Palabra de Dios”. Iniciábamos estas visitas, con el deseo de sanar la situación espiritual y física de los pacientes, gracias a este cinturón sagrado. Nuestra primer visita fue el hospital “Terminal de Cáncer”, bien llamado “El Aeropuerto”, lugar en donde los pacientes en su etapa final, añoraban por vivir un día más y próximos a volar al Paraíso de Dios. Llegamos a la puerta principal y con sigilo pasamos a los salones para no interrumpir las labores normales de los médicos y el descanso de los enfermos; en el primer salón, con la Biblia en mano y a mi cintura, el cinturón santo oculto bajo una gabacha blanca; nos dirigimos a un paciente de 14 años que estaba acostado en su cama muy cerca de la puerta, se llamaba Manuelito, lo acompañaba su madre y al estar frente a ellos, los invité a una oración para que el Señor Jesús obrara en la sanación del muchacho; ambos, madre e hijo, accedieron a mi pedido, juntando nuestras manos nos dispusimos a orar. Su madre me comentó que Manuelito tenía siete años luchando contra la leucemia, los médicos lo habían desahuciado. El niño de
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contextura delgada y carita morena, reflejaba humildad y angustia por su delicada situación. Entonces me dirigí al niño, diciéndole: –“No temas Manuelito, los médicos tienen sus limitaciones, mientras que el Señor Jesucristo es Todopoderoso, Él es el Dios del Universo y creador de todo lo que existe. En sus manos están nuestras vidas, la tuya, la de tus padres y la mía, Él es un Dios de amor y justicia, por eso ha enviado a este su siervo a liberarte de tu terrible enfermedad, nunca olvides este día de tu sanación, servirá para que entregues tu vida al servicio del Señor, en lo futuro vivirás muchos años para obrar a su favor, llevarás muchas almas a su regazo”. Luego oramos: “Señor, tu que eres todo amor y comprensión haz que este niño sea el camino para la conversión, llevando paz y amor a su hogar…..”. El muchacho gritaba emocionado clamando al Señor, mientras lágrimas corrían por sus mejías infantiles, dando paso a la atención de todos los pacientes, enfermeras y médicos que estaban en el recinto. Al terminar la oración, por unos momentos Manuelito quedó inerte, pensé que había fallecido y de súbito se levantó de su cama y exclamó: –“El señor Jesús me ha tocado y lo he visto frente a mí, Él me ha sanado y liberado de este demonio que me tenía preso en esta terrible enfermedad, ahora me ha invitado a ser parte de su misión y juré serle fiel eternamente”. El niño me abrazó dándome las gracias, una enfermera que estaba a mi lado, sorprendida por el milagro se unieron al agasajo. Luego el muchacho corrió a abrazar a su médico que impávido observaba y juntos dimos gracias a Dios. Posteriormente su madre me explicó que había visitado a una bruja en su pueblo para que sanara a su pequeño hijo cuando comenzaba su enfermedad, causa de la contaminación de Manuelito; le pedí que rompiera esas cadenas del mal pidiendo perdón al Señor. Después de este suceso, continué visitando a cada uno de los pacientes, sanándolos de sus males, mientras los médicos y enfermeras se unían en oración. Cuando terminé con los últimos enfermos del salón, observé a un señor que escuchaba al fondo de
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la estancia y no participaba de la motivación general, sentado en su lecho me miraba fijamente, me acerqué a él, sus ojos eran de maldad y enojo. Le pregunté su nombre y me dijo: – “No te acerques Uniss (Enviado de Jesús), soy Kunnín (Legión de demonios) servidor del maligno Mittra (Luz Bell), atormento a este insignificante humano que me pertenece, aléjate porque no puedes intervenir. Como osas presentarte en mis dominios a perjudicar mi labor, solo eres una simple basura de este mundo”. Lo reprendí diciéndole: –“Con el poder del Espíritu Santo de Dios, te ordeno salgas de inmediato de esta persona y regreses al Notts (Infierno), donde pertenecen inmundo demonio”. Observé que del cinturón salía una luz azul muy fuerte que iluminó a los cuatro demonios que aprisionaban al paciente, estos comenzaron a gritar con chillidos agudos pidiéndome que los dejara en paz. Al extender mi mano sobre el paciente y sumergido en la oración, los demonios salieron de la persona gritando hacia el patio del hospital donde se esfumaron. Todos los presentes se quedaron en silencio, absortos observando la escena, luego el paciente recobró su normalidad y dio gracias a Dios por ser liberado, se incorporó al grupo para orar. Su nombre era Pedro, por años había sido atacado por los demonios del alcoholismo, las drogas, la maldad y la lujuria, acabando en un cáncer terminal de hígado; ahora ya liberado y sanado de su mal, feliz se marchó a su casa alabando al Señor. Al mirar que el salón era un completo alboroto por lo acontecido, procedimos de inmediato a abandonar el lugar, sin que nadie nos notara para no seguir alarmando a los presentes. En los siguientes días, continuamos visitando otros hospitales, logrando sanar a muchos pacientes en grave situación como en el Hospital Nacional de Niños, buscando no llamar la atención. Es el caso, entre tantos, de una pobre madre que la encontré llorando por la recién muerte de su único hijo de 5 años; estaba la madre al pié de la cama del niño, me conmovió su dolor, me le acerqué y le dije: –“No llores, ten fe que tu hijo sanará, para Dios no hay imposibles”. Un médico joven que estaba junto a la madre replicó:
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–“Como es posible señor, si el niño hace treinta minutos se declaró sin vida porque su corazón dejó de latir, solo esperamos llevarlo a la morgue y su madre no lo ha permitido”. Le respondí: –“Dios es mi único Doctor confiable y me ha dicho que el niño está solo dormido”. Luego tomé la mano del niño, invitando al joven médico y a la madre para que me acompañaran en oración, ellos accedieron y al terminar el niño despertó sonriendo y llamando a su madre, ella rompió a llorar de alegría y se abalanzó al niño para abrazarlo, gritando: –“!Milagro, milagro, mi hijo ha resucitado! El joven médico quedó sorprendido diciéndome que era la primera vez que presenciaba un verdadero milagro y que siempre había sido escéptico a creer en estos hechos paranormales. Luego me suplicó que le curara el mal de su ojo izquierdo que no lo dejaba ejercer su profesión; el joven padecía de un tumor maligno que lo estaba dejando ciego. Ante su insistencia le presioné el ojo dañado pidiendo a mi Señor por su sanación y de inmediato sanó, el joven doctor se levantó gritando de alegría y corrió a llamar a sus colegas, por más que le pedí que no lo divulgara. Me despedí de la agradecida madre y salí del lugar para no ser notado. Al día siguiente, después de visitar un hospital portando el Cinturón Santo, pasé por un centro comercial atraído por el llamado del Señor, cuando bajaba del auto escuché unos disparos; al voltear, vi correr a dos individuos con arma en mano pasar a mi lado, el más bajo de ellos al verme tan cerca optó por dispararme en dos ocasiones, las balas rebotaron antes de llegar a mí cuerpo, los delincuentes sorprendidos se subieron a un auto que los esperaba y partieron velozmente. Un guardia de seguridad estaba tendido en el suelo sangrando, corrí a auxiliarlo, el apenas respiraba y con su mirada vaga decía: –“Mis hijos, mis hijos, que será de ellos!”. Lo tomé del pecho y dije una oración, la sangre dejó de fluir; al momento llegaron sus compañeros y al verme vestido de blanco con mi gabacha, pensaron que era médico y me ayudaron. El guardia herido cobró el conocimiento y me vio asustado diciendo:
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–“Eres el ángel que envió Dios a salvar mi vida; mi esposa y mis tres hijos también te lo agradecen”. Los compañeros sorprendidos al ver que las heridas habían cicatrizado y que las tres balas estaban sobre su camisa todavía ensangrentada, me quisieron cuestionar; les dije que el joven había tenido mucha suerte, las balas solo habían rosado su cuerpo. Mientras los guardias atendían a su compañero por la pérdida de sangre, me retiré del lugar para no ser notado. Era evidente que el cinturón me había salvado también la vida, al activar un campo de energía magnética alrededor del cuerpo para que las balas no me hicieran daño; debido a este suceso, quise saber más de esta maravillosa prenda y conocer sus múltiples funciones. Transcurrido un tiempo, guardé el cinturón para evitar hacer notoriedad, ya en los medios de prensa se preguntaban quién era la persona o ángel que llegaba a los hospitales a sanar enfermos, así como el caso del joven de la seguridad del centro comercial que causó mucha expectativa; esto podía entorpecer el proyecto de Dios, siendo necesario no hacer uso de esa prenda hasta que el Señor me indicara el momento propicio para utilizarla, aun reconociendo la necesidad de las personas por sanar sus diferentes males. Me comuniqué con el Señor a través de la oración y al consultarle sobre el uso del cinturón, me dijo: –“Debes actuar con fe a lo que dicte mi “Espíritu”, todo lo obrado por Él hasta hoy es porque te lo indicó hacer y no por tu voluntad, no puedes limitarlo. Debes ser sujeto a su gracia para que tú y Él sean un mismo espíritu, solo así lograrás saber la verdad que embarga esta santa prenda y el uso adecuado de ella”. Por este motivo, debía buscar esa “Comunión Perfecta” con el “Espíritu Santo” para dejar toda duda o miedo sobre el uso de esta maravillosa prenda que albergaba el supremo poder del Creador. Su “Spiritu Sancto” es nuestro compañero y amigo, consejero y guía, es nuestro abogado celestial que nos defiende contra todo mal; es nuestro consolador, intercesor y maestro, él nos hace testigos de la obra de nuestro Señor Jesucristo (Hechos 2; Mt 10:19; Mc 13:11; Lc 12:12).
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El “Paráclito de Dios” espera pacientemente durante toda nuestra vida para que lo convidemos a morar en nosotros, y no lo hará, si tú no lo invitas. “Dios Padre” está reinando en su trono divino en el Nonmus (Cielo) y su hijo unigénito, Ódinn (Jesucristo), sentado a su Derecha; luego el “Espíritu Santo” (El Parakleto) que es la misma esencia del Padre y del Hijo, está en este mundo como la presencia viva de DIOS para hacer de la humanidad el pedestal de sus pies. La palabra de Dios dice: –“Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios. Pues ustedes no han recibido un Espíritu de esclavitud que los lleve otra vez a tener miedo, sino un Espíritu que los hace hijos de Dios. Por este Espíritu nos dirigimos a DIOS, diciendo: ¡Padre mío!. Y este mismo Espíritu se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que ya somos hijos de Dios” (Romanos 8:14–16).
El Espíritu Santo de Dios
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4.2–MI AMIGO, UN ÁNGEL DE DIOS. Cierto día, el “Espíritu Santo” me ordenó ir a visitar a un joven cuadripléjico para asistirlo en su enfermedad; le obedecí de inmediato y al llegar al lugar señalado, me sorprendió que era la casa de mi amigo de infancia Jesús (Chusito); su hermano mayor Alberto (Betío), era minusválido de nacimiento, sus padres eran muy pobres y no podían comprar una silla de ruedas. Cuando niño, llegábamos con otros amigos a jugar, ya que el campo de pelota de la colonia llamado “La Joya” estaba frente a su humilde casa. Las veces que llegué a estudiar, miraba a Betío postrado en una hamaca y hablaba con él, Betío solo reía y me tiraba su vieja pelota, yo se la devolvía suavemente ya que él no podía coordinar sus movimientos y la cabeza se le caía hacia adelante, yo se la colocaba derecha disimulando acariciar sus cabellos para que él no se sintiera mal de su defecto. Esto me hacía reflexionar sobre este pobre niño minusválido, como Dios en su infinito amor y misericordia podía permitir que mi amigo, a sus escasos años, sufriera este mal que no le permitía jugar como otros niños de su edad. Muchas veces le pedí a su hermano que lo lleváramos al campo de pelota a que nos viera jugar; como pesaba mucho lo cargábamos en la espalda por turnos. Al ver nuestra insistencia, su padre le hizo un carretón de madera para facilitarnos el viaje, Betío se ponía feliz cuando lo llevábamos y muchas veces le hacía participar del juego tirándole la pelota, él se sentía como un jugador más del equipo y era mi buen amigo. Pero por bagajes del destino y de mi carrera profesional, dejé de verlos y me ausenté largo tiempo de ese lugar. Pasados muchos años, ahora estaba frente al cercado de alambres de púas y la puerta rústica de madera, bajé unas gradas de ladrillos de barro hasta llegar a la casa de bahareque y techo de lámina, a la derecha las mismas matas de guineos y un árbol de aguacates, no habían cambiado mucho desde mi juventud. Dos perros me ladraron insistentemente, mientras un joven salió de la casa preguntando que deseaba, le di mi nombre y el propósito de mi visita, el muchacho calló a los perros y muy amablemente me hizo pasar, una
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pequeña sala me aguardaba, tomé asiento mientras el muchacho se presentaba como hijo mayor de mi amigo Chusito. Luego, del fondo salió mi viejo compañero de juegos, algo pasado de peso y canoso, se sorprendió al verme y me dijo: –“¡Mi buen amigo René, que dicha verte de nuevo!,….no has cambiado nada, eres el mismo de nuestra infancia, pero con unas libritas de más”. Un abrazo selló nuestra amistad, luego nos sentamos y conversamos de nuestro pasado, de mi ausencia y de la situación actual de nuestro país, las escasas oportunidades en nuestra profesión en el trabajo de diseño y construcción, así como en todas las disciplinas profesionales. Luego, le pregunté por su hermano Betío, él se entristeció y me dijo: –“Dios nos ha permitido disfrutar de su compañía por 68 años, pero ahora se encuentra muy mal, producto de su vieja enfermedad, agoniza en su lecho; los médicos no pueden hacer más y hace dos días lo trajimos del hospital esperando un desenlace fatal. Está a su cuidado mi hermana Gladis, ella vive contiguo a mi casa, te llevaré de inmediato con ellos”. Salimos de la casa de mi amigo y al fondo del terreno, una pequeña cabaña nos aguardaba, al frente había una terraza con dos hamacas que pendían de las columnas, seguidas por una puerta de madera que conducía a la estancia donde reposaba mi amigo Betío. En efecto, su hermana lo acompañaba sentada junto a su cama, secaba el sudor de su frente, me acerqué y se echó a mis brazos llorando, diciéndome: –“Que dicha verte de nuevo René, el Señor te ha traído con nosotros porque mi hermano no puede morir preguntando por ti, he orado a Dios para que vinieras pues no sabía donde encontrarte”. Me acercaron una silla frente al lecho de mi amigo Betío, ahora ya un adulto, muy delgado y pálido, lastimado por la vida y la enfermedad, su mirada perdida en el techo y su respirar cansado daba pié a pensar que su vida pendía de un hilo. Les pedí a sus hermanos me acompañaran a orar por mi buen amigo, recordando las veces que dentro de mi imaginación de niño soñé que mi amigo sanaba, ahora era la oportunidad para hacerlo realidad. Le impuse las manos con devoción, sabía que el “Espíritu Santo” no me fallaría, entre
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oración y súplica mi amigo fue disminuyendo su cansancio y sus ojos cobraron lucidez, volviéndome a ver dijo con voz clara: –“Al fin has venido mi buen amigo René, por más de 40 años aguardé por ti para lanzarte de nuevo mi pelota,….¿la recuerdas?”; se sonrió y tomándome de la mano continuó: –“Así como esta se deterioró, así ha sucedido conmigo; la vieja pelota la enterré en el patio junto al mirto que tanto nos gustaba, mi madre me sentaba bajo su sombra y contigo recogíamos sus azahares para disfrutar de su olor. Esta pelota fue símbolo fiel de nuestra amistad, esfumándose con tu lejanía, siempre aguardé por ti porque fuiste mi mejor amigo; cuando solo recibía compasión de los demás, tú me hacías sentir como un niño normal al involucrarme en tus juegos. Ahora que has regresado, quiero darte las gracias por tu sincera amistad y cariño”. Me sorprendió que Betío hablara con tanta elocuencia y claridad, cuando desde su nacimiento nunca pudo articular palabra alguna y continuó: –“El Señor Jesús me ha contado de tu misión y estoy feliz que seas uno de los nuestros. Mi secreto es que soy un ángel enviado por Dios para conocer cómo viven los humanos, pero mi tiempo ha terminado y es preciso regresar al “Nonmus” (Cielo), donde pertenezco. Durante mi vida en la tierra aprendí lo que es la felicidad, tristeza, amor, compasión, envidia, soledad y otros sentimientos que no conocía, no lo hubiera logrado sin mi maltrecho cuerpo, ya que conseguí ahondar en muchos corazones y hacer comprender que el cuerpo físico no es lo importante para purificar el alma. Recibí muchos cuidados que no merecía, sin poder compensar a mis padres y hermanos, tener su amor incondicional ha sido mi mayor satisfacción. El propósito de mi existir en este mundo está cumplido, he transformado muchas vidas, incluida la de mi familia y la tuya, al darme su amistad y cariño. Todo ser humano al nacer tiene un “Propósito” dado por Dios, debes descubrir el tuyo para llegar eternamente a morar con Él. Te esperaba para decirte, antes de regresar donde pertenezco, que “El Supremo Creador” no hace caminos torcidos, como tú de joven le reprochaste al verme postrado, Él es perfecto y todo lo que hace
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también lo es, porque todo tiene un “Propósito”, nunca dudes de su infinita misericordia y amor”. Con una sonrisa tocó mi cabeza y acomodó mis cabellos como yo lo hacía con él cuando éramos niños, miró a sus hermanos y se dejó caer en su almohada entregándose a los brazos del “Señor”, mientras tanto, un hermoso ángel salía de su cuerpo y se elevaba al cielo con la misma sonrisa que quedó en su rostro; hubo completo silencio en el recinto. Luego procedí a consolar a los dolientes que lloraban por su despedida; seguidamente comentamos sobre lo dicho por mi amigo al despedirse, ya que nunca pudo articular palabra por su enfermedad y sus movimientos siempre fueron torpes. No cabe duda, Betío era un ángel de Dios encerrado en un cuerpo imperfecto para enseñarnos que el verdadero valor está en nuestro interior. Pasado un tiempo, me despedí de mis amigos Chusito y Gladys, contándoles de la misión encomendada por Jesucristo y pidiéndoles me acompañaran a darle seguimiento, a lo que estuvieron dispuestos. Ya de regreso en casa medité sobre esta nueva enseñanza del Señor, comprendí que debo descubrir el verdadero “propósito” que Dios me ha encomendado en esta vida, para así ganarme la vida eterna en su paraíso celestial, esta es una búsqueda que todo ser humano debe hacer, porque no nacemos solo para habitar este planeta, nuestro propósito está ya escrito en “El libro de la vida” por nuestro Creador y debemos acudir a Él para conocer ese propósito y cumplirlo, solo así seremos salvos. Comprendí también que al sanar físicamente al prójimo, no significa que he salvado su alma; lo más importante para Dios es sanar su interior primero, para luego sanar su cuerpo físico. Así mismo, aprendí que estos males físicos, Dios los permite para recordarnos de nuestra fragilidad humana y que nuestra vida es pasajera, para que en breve busquemos nuestro “Propósito” y estar preparados para no ser desechados al Notts (Averno). Desde nuestra concepción se nos asigna una tarea, esta misión muchos la ignoran por fijar su mirada solo en lo material que ofrece el mundo, esto es: la comodidad, dinero, posición social, poder, sexo, vicios, etc., dejando su verdadero propósito a un lado para disfrutar de estos placeres, viviendo preso
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de sus propios males y deseos que lo conducen a perder la paz, la felicidad y el amor, que todo ser necesita para vivir, don que solo Dios puede dar a través de su hijo Jesucristo. Es con esta “Nueva Alianza” que en la “Ciudad Luz–Heimdall” se nos facilita este propósito para alcanzar la salvación eterna, acogiéndonos al maravilloso Plan de Dios para buscar el camino de la verdad en Cristo Jesús y reinemos eternamente con Él. Para dar inicio a este plan de Dios, organicé la primera comunidad cristiana de oración, dándole el nombre de “Misión Heimdall”, con el propósito de llevar la “Palabra” a todos los rincones del país y del mundo, haciéndoles ver la necesidad de acogernos a este nuevo “Plan de Salvación”. Se organizó el grupo de oración con nuestra familia, vecinos y amigos, el lugar de reunión era la terraza de mi residencia que al poco tiempo ya no dio abasto por la cantidad de creyentes que se sumaban; por lo que acudí a mi Señor Jesús (Ódinn), manifestándole de mis inquietudes de la falta de recursos para llevar alimentos y medicinas a los desposeídos, así como de un local más apropiado, ya que la comunidad crecía rápidamente. El Señor me contestó: –“Debes aprender a convivir con mi “Espíritu Santo”, la prenda que se te encomendó es para que hagas buen uso de sus poderes, debes adiestrarte con su vestimenta y confiar en su gran poder; retírate en soledad para que tu alma se una a mi Espíritu en completa armonía”. A los pocos días, como enviada por el Señor llegó a visitarme Margarita, prima hermana de mi esposa, para ofrecerme una propiedad que tenía en el mar para que la usáramos como casa de retiro espiritual para la misión, diciéndome además que se sumaría con su esposo Joaquín al grupo de oración. Esta oferta me motivó para contarle sobre lo dicho por el Señor, actuando en su corazón para cumplir su deseo de enviarme a un lugar solitario y adiestrarme en su prenda santa. Ella al escuchar mi relato, optó por decirme que le diera a esa propiedad el uso que estimara conveniente ya que estaba complacida en servirle a Dios. El “propósito” encomendado a Joaquín y Margarita por el Señor en sus vidas era sirviendo al necesitado, ellos ayudaban a muchas personas con problemas y
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eran entregados a la oración, ahora acogidos por el Señor en esta comunidad para seguir aportando a su mandato divino. A los pocos días se unieron sus hijas Carmen Margarita y Mónica junto con sus esposos; su otra hija Katya, nos ayudaría desde el país del norte que ahora era su residencia. Para facilitar provisionalmente un local más adecuado para la comunidad, nos trasladamos a una residencia más grande ubicada en la ciudad capital y sus instalaciones eran más adecuadas, contábamos con un salón enorme para las asambleas con capacidad para los doscientos servidores y trescientos visitantes, nos congregábamos dos veces por semana. Así como formamos diferentes grupos para visitar hospitales, cárceles, escuelas, casa de ancianos e indigentes, para llevarles alimentos y la “Palabra de Dios”. Al día señalado por el Señor dejé en manos de mi esposa y mi hermana la dirección de la comunidad para salir de inmediato a cumplir con su mandato, retirándome a meditar en la playa “Shalpa” para buscar esa estrecha relación que debía tener con mi maestro e intercesor, el “Paráclito Divino” (Espíritu Santo), hasta lograr ser parte de su naturaleza y poder, solo así podré hacer uso adecuado de esta maravillosa prenda.
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4.3)– RETIRO EN PLAYA “SHALPA” Al siguiente día, me encaminé temprano a la propiedad de Margarita, ansioso de aprender a usar el revestimiento del “Espíritu Santo” y conocer su verdadero poder. El viaje duró hora y media, rumbo a la carretera del Litoral y pasando por el puerto de La Libertad, después del primer túnel llegué a la hermosa playa “Shalpa”. Era una playa pequeña y privada, como de un kilómetro y medio de ancho, limitada por dos riscos montañosos; esta zona contaba con varios lotes y se limitaba por una cerca metálica que lo protegía del exterior, un portón de llegada y una caseta con su guardián de seguridad. La lotificación, en su mayoría de terrenos baldíos, permite que el lugar sea más tranquilo por sus escasas viviendas. Ingresando a sus instalaciones, llegué a la caseta del guardián quien me indicó la ubicación de la casa, por lo que siguiendo sus instrucciones y pasando por un camino de piedra, llegué a la propiedad de Margarita y Joaquín, pudiendo observar alrededor de la casa mucha vegetación, grandes árboles milenarios, arbustos floridos y jardines con enredaderas colgantes. Pasando por una cerca de maya ciclón y un amplio portón que estaba abierto, llegué a los engramados de la casa que me conducían a una senda peatonal de ladrillos de barro que bajaban a la casa ubicada estratégicamente en el intermedio del terreno. La casa se divisaba imponente entre la vegetación, un árbol de mango cubría la entrada principal, al bordearlo un pasillo me esperaba para llegar a una terraza muy amplia; luego, frente a la cocina, el comedor. En otro nivel de la terraza, unas hamacas pendían de las gruesas columnas y se miraban los dormitorios al fondo. La casa era acogedora, fresca y muy bonita, la playa estaba como a doscientos metros, bajando por la calle principal de tierra y piedra cuarta. La quietud del lugar era ideal para la meditación y concentración para cumplir con mi propósito de adiestrarme en el uso del cinturón. A mi llegada a la casa como a las ocho de la mañana, me esperaba una pareja de señores, Francisco y Ana, manifestándome ser los
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asignados al cuido de la propiedad, muy amablemente me ayudaron a bajar las pocas cosas que traía en el carro. Ana se acercó y me dijo: –“Don René, la señora Margarita me explicó que vendría ahora. Mi esposo Francisco (Paco) y yo, lo ayudaremos para que la pase muy bien, le cocinaré deliciosos platillos, mientras Paco hará la jardinería, cualquier cosa que necesite estaremos prestos a colaborar con usted”. Le di las gracias y luego me mostró la casa, llevándome a mi habitación. Al salir del dormitorio, ya me esperaba con un suculento desayuno; conversando con Ana sobre la zona y sus alrededores, me comentó que vivían en una casita a la entrada de Shalpa. Paco algo callado, solo observaba de lejos, como si su esposa le prohibía acercarse. Lo invité a un cafecito diciéndole: –“Paco, tú me ayudarás mucho en mi labor, luego te explicaré en que forma, por ahora llévame a conocer la playa y sus alrededores”. Luego de platicar sobre el lugar, el muchacho me llevó a caminar por las calles pedregosas hasta llegar a la playa, las olas rompían suavemente sobre la arena gris oscura, muchos pajarillos marinos comían caracolillos al retirarse las aguas de la playa y pequeños cangrejos compartían su alimento con estos; las gaviotas y pelícanos en formación, se desplazaban sobre las olas queriendo pescar su alimento. Subimos por unos riscos a ver el horizonte marino, el paisaje era imponente y las olas se estrellaban furiosas contra las sólidas rocas, formando una fuente de espuma y agua salada que nos bañaba con pequeñas gotas de lágrima marina, era un espectáculo de belleza natural. Más arriba, al terminar el risco, un farallón se hundía en el mar y una inmensa caverna se descubría cuando las olas se retiraban a alta mar y arremetían de nuevo. Me preguntaba: “¿Cuánta belleza se escondía en ese pequeño paraje de Dios?”; quedándome un momento a meditar y respirar ese bello paisaje, mientras mi amigo Paco regresaba a casa. Después de un tiempo, bajé de la montaña saciado de la brisa y del sol, comenzando a broncear mi piel descubierta; al llegar a la playa me quité las sandalias para pisar la suave arena, Paco y su esposa habían colocado una pequeña tienda, una silla muy cómoda y una
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mesa, la que hizo relajarme bajo su sombra y observar las maravillas del mar. Ahí me quedé meditando y orando largo rato, al llegar al mediodía, Ana y Francisco, llevaron unos alimentos que gustoso procedí a saborear. Después de una siesta en la silla reclinable, llegó Paco con mi pequeña maleta donde tenía guardada la caja negra que resguardaba el “Cinturón Santo”. Esperé que mis anfitriones se retiraran y al poco tiempo la playa quedó desierta, solo unos perros jugueteaban en la arena; procedí de inmediato a sacar el cinto y me lo coloqué, los cierres automáticos obraron de inmediato; no sabía cómo actuaría el cinturón, temiendo que me rechazara y pulverizara al hacer uso indebido de él, sus instrucciones en idioma “Áezir”, decían: –“Solo el asignado puede hacer uso de este cinturón; el usurpador será destruido por la misma energía contenida en su sistema”. Con temor apliqué el primer botón blanco, el traje me cubrió de pies a cabeza sobre la única prenda de vestir que tenía. Me sentí muy confortable y procedí a orar para que pudiera manejarlo debidamente, vi el horizonte marino y me dispuse a aplicar el botón rojo que me permitiría volar; al hacerlo, comencé a flotar sin control sobre la arena de la playa a una altura de un metro y luego, caí de golpe. No sabía que estaba pasando, lo intenté varias veces y solo lograba levantarme unos metros cayendo en la arena o chocaba contra los riscos, el traje me protegía de los golpes o rasguños de las rocas; al caer la tarde, solo había logrado estabilizar mi vuelo por cortas distancias, no pudiendo lograrlo sobre el mar por miedo a caer en sus profundas aguas. Al día siguiente, me levanté muy temprano y regresé a la playa a intentarlo de nuevo, pero al llegar encontré a dos jóvenes bañándose, una niña como de 12 años y un muchacho como de 16, ambos retozaban en las olas y gritaban alegres, apenas el sol comenzaba a subir en el horizonte. Por lo que me dispuse a orar y mirar el bello amanecer, los rayos del astro rey comenzaban a bañar con su luz matutina a las montañas y sus celajes adornaban el cielo azul, las olas algo picadas parecían danzarle enamoradas al nuevo día, crujiendo con su fortaleza al chocar contra la playa.
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De pronto, un grito muy agudo me despertó de mi letargo, una inmensa ola había arrebatado de la orilla a aquellos dos muchachos y una corriente peligrosa los arrastraba hacia mar adentro, apenas se podían ver sus cabezas y sus brazos pedían auxilio. Me incorporé y corrí hacia ellos, pero recordé que nunca he podido nadar bien, desesperado volví a ver si había otra persona cerca y no miré a nadie. Tomé de inmediato el cinto y pensé que era la única salvación para ellos, apliqué el botón adecuado y el traje me cubrió y sin yo aplicar el botón rojo, me elevo a gran velocidad en dirección a los muchachos, sin pensarlo ya estaba sobre ellos, la niña ya se había hundido y me sumergí rápidamente hasta tomarla de la cintura y la saqué del agua, luego al muchacho lo tomé de una mano y volvimos a la playa. La niña ya no daba muestras de vida, su hermano lloraba y me decía que era su culpa por haberse escapado de sus padres para ir al mar. Tomé a la niña de sus hombros y una gran energía brotó de mi cuerpo y se trasladó a ella haciéndola volver a la vida, todavía tosiendo y vomitando agua salada, me abrazó agradecida y alegre me dijo que era su ángel guardián. El muchacho muy sorprendido abrazó a su hermana y me dio también las gracias, les pedí que me prometieran no comentar con nadie de lo sucedido y que al regresar a su casa le dieran gracias a Dios, ellos se retiraron abanicando desde lejos sus manos. Comprendí que el uso de esta prenda era instintivo y cuando existe el pleno deseo de ayudar a los demás, esta vestimenta es parte de mi alma y cuerpo, porque se adhiere a mi persona como parte propia, solo así actúa eficientemente. Recordé mis enseñanzas cristianas, ante todo somos “Trinos” (cuerpo, alma y espíritu), esto es lo que nos da semejanza con Dios por tener un cuerpo físico (tan visible como lo fue Jesús), un alma (nuestra personalidad) y un espíritu (producto del soplo divino al ser creados). Este revestimiento del “Espíritu Santo”, hace reforzar estos tres elementos haciéndose uno solo. La emergencia con estos jóvenes había servido para enseñarme a comprender sobre el verdadero uso de esta maravillosa prenda, no actuar según mi instinto, sino dejar que el Espíritu actúe. Pensé sobre el bien que se podría hacer al interceder para que el “Espíritu”
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sane a los enfermos, haga ver a los ciegos y caminar a los paralíticos, proteger a los más débiles, dar de comer a los hambrientos y hacer posible el plan de Dios con su nueva “Ciudad Heimdall”. Al verme nuevamente solo en la playa, dispuse intentarlo otra vez, ahora siendo dócil al “Espíritu”; de inmediato me lanzó a volar sobre el mar, ¡fue maravilloso!; surqué los aires rozando las olas y me dirigí mar adentro logrando controlar la velocidad y cambiar de rumbo con plena seguridad en lo que hacía; subí lo más alto que pude hasta ver la curvatura de la tierra, a tal altitud no me afectaba la falta de aire o el frío, ni la presión atmosférica, el traje me protegía de todos los elementos. Luego regresé de picada mirando a las aves que se asustaban al verme, hasta llegar al lugar de partida donde Paco me buscaba pensando que algo me había sucedido, cuando me vio llegar atravesando las nubes, se sorprendió quedándose mudo del miedo. Al acercarme a él, no me reconoció y corrió espantado protegiéndose tras la mesa bajo la tienda, pero después de recoger mi traje y guardarlo en su cinto me logró reconocer, habiendo tenido que calmarlo. Lo invité a sentarse para explicarle de las maravillas del cinturón y del porqué lo tenía, así como de su propósito; con toda su sencillez y sin poder comprenderme me dijo que no comentaría ni con su esposa para que no lo creyeran loco. Por la noche, después de mis oraciones y una deliciosa cena preparada por Ana, me fui a la cama algo cansado. Llamé por teléfono a mi esposa para contarle de mi progreso en el uso del traje y de las experiencias vividas, ella siempre había estado conmigo en las buenas y en las malas, en el país y en el exterior, había sido mi apoyo y confidente durante toda la vida de casados; recordé nuestra vida en México y Australia, así como tantas aventuras juntos. Ya había conciliado el sueño cuando unos golpes desesperados en la puerta me despertaron, era el buen Paco que al abrirle, me suplicó le acompañara pues su nieta se estaba muriendo y quería saber si podía ayudarla. Solo tomé mi bata de baño y mi cinturón, luego corrimos a su casa que estaba a cierta distancia por la calle de acceso principal. Era una casa humilde de madera y lámina, al solo entrar estaban Ana con su hija mayor y madre de la creatura llorando, la
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niña de apenas 4 años acostada sobre una cama de madera, yacía inerte y apenas respiraba. Me contaron que padecía de pulmonía y posiblemente se trataba de una neumonía por su apariencia, el trayecto al hospital más cercano sería letal para la niña por la lejanía. Les pedí que me acompañaran con una oración, le impuse las manos sobre su cuerpecito débil y procedí diciendo:–”Señor, si es tu santa voluntad que esta niña sea sanada a través de tu “Espíritu”, haz que actúe para que tu energía de vida fluya a esta humilde hija tuya”; de inmediato vi como de nuevo aquel maravilloso destello de luz salía de mi cuerpo e ingresaba en la niña enferma. A los pocos segundos la niña abrió sus lindos ojos y me miró sorprendida, diciéndome: –“Tu eres el ángel enviado por Jesús, me habló de ti, dijo que está satisfecho con tu actuar en esta su misión de amor a la humanidad”. Le contesté:–“Solo soy un simple mortal, el Espíritu Santo de Dios es el que actúa”. Los padres y abuelos muy emocionados por su sanación, me dieron las gracias, diciéndome que era el verdadero enviado de Dios. Les supliqué que me prometieran no comentar nada y ese sería su mejor tributo de fidelidad a mi Señor. En el transcurso de las tres semanas siguientes, llegaron muchos enfermos a que los sanara y decidí hacer una capilla provisional en un terreno prestado por la directora de un centro escolar de la zona, todos los lugareños colaboraron con materiales y mano de obra para su construcción. En este nuevo local les impartía charlas para servir a mi Señor divulgando” Su Palabra”; a Paco, Ana y Gustavo los nombré dirigentes. Gustavo, un hombre muy entregado al Señor dirigió esa nueva capilla y todas las tardes se llenaba de feligreses sedientos de su palabra; por las mañanas y parte de la tarde me dedicaba a adiestrarme en el traje y adquirir sabiduría en la “Palabra de Dios”. Descubrí muchas funciones que tenía el cinto, como el volver al tiempo pasado, hacerme invisible, transportarme de inmediato, dominar los fenómenos atmosféricos, controlar los cuatro elementos (agua, aire, fuego y tierra), leer la mente humana, lanzar rayos laser, atravesar paredes, adquirir fuerza sobre humana y otros más; los más importantes eran sanar enfermos, volar a gran velocidad y adquirir sabiduría para ayudar a
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mis semejantes. Me sorprendía cada vez más mi nueva vestimenta, no había límites en su poder, porque el poder del Espíritu de Dios es ilimitado. Terminado mi adiestramiento, me despedí de la comunidad y de mis buenos amigos Paco y Ana, pidiéndoles cuidar a este grupo de oración, prometiéndoles regresar en el futuro para ver su progreso y convidarles a la nueva “Tierra Prometida o Ciudad Heimdall”, cuando esté construida.
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4.4)– POR UN MEJOR NIVEL DE VIDA. Al llegar a casa me esperaba mi esposa, le expliqué mis experiencias en “Shalpa” y de las diferentes funciones del cinturón que ayudarían en gran medida al progreso de la misión. Durante los días siguientes, la comunidad creció en el número de seguidores, trasladándonos a una residencia más grande propiedad de la familia ubicada en la ciudad capital; esta casa era adecuada para ese propósito por su tamaño y ubicación para esta misión salvadora de Dios. Recapitulando la reciente historia de nuestro país y partiendo desde los años 80, época en que durante 12 años, se libró una guerra fratricida en el país entre el poder militar y la insurgencia civil, motivada por el abuso militar contra el pueblo y financiada por la “guerra fría” internacional entre el este y el oeste del mundo. Esta guerra nacional se inició después de un golpe de estado por un grupo de jóvenes militares en contra de los abusos de poder y del manipuleo de los oligarcas al cuerpo militar; los rebeldes militares y verdaderos héroes de la democracia en el país, pararon ese desenfreno, pero el pueblo ya se había levantado en armas y se había declarado la guerra al sistema. Para parar este levantamiento civil, se nombró una “Junta de Gobierno” para que impulsara las elecciones libres y se nombrara al nuevo mandatario; ganando la contienda un partido político de línea cristiana y el siguiente período, lo ganó el partido de los oligarcas del país. Fue con este partido político de derecha que se firmaron los “Acuerdos de Paz” entre el ejército y la guerrilla insurgente al inicio del año 1992. Estos acuerdos trajeron una relativa paz en el país y consiguiendo que el poder continuara en manos de la derecha oligárquica durante los siguientes 20 años, haciendo del país su propio negocio al vender casi todo el patrimonio nacional, incluida nuestra propia moneda, con el propósito de favorecer a un grupo de sus allegados que eran propietarios de la banca nacional y así hacerla más atractiva para su posterior venta al exterior. En esos períodos la deuda internacional del país creció sustancialmente, saliendo nuevos millonarios de sus filas de poder, sin lograr hacer mucho por el pueblo, dejando caos en
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cada uno de los rubros más importantes de la vida nacional, como es la economía, seguridad, agricultura, salud, educación, producción y el desempleo, gobernando solo para un sector de la oligarquía, olvidándose de los grandes desafíos que exigía nuestro país. En Junio del año 2009, llega al poder por elección libre, la nueva corriente política de la izquierda representada por un conocido locutor de radio y televisión, encontrando al país quebrado y saqueado, con una delincuencia desbordante y un desempleo sin precedentes. La moneda que había sido adoptada del país del norte y que sustituyó a la moneda local, había producido una inflación desmedida poniendo en peligro de colapsar a nuestra economía, al producirse una desaceleración económica en el país propietario de esa moneda, asimismo porque nuestro país dependía de las remesas familiares que venían de esa potencia del norte. De igual manera, el grupo de oligarcas al ver frustradas las esperanzas de continuar en el poder, sacan su capital del país y lo llevan a invertir a otras regiones del continente, con el propósito de no dejarle al nuevo gobierno de izquierda, la oportunidad de recuperarse de la débil economía. Este nuevo gobierno de izquierda, pese a recibir muy enfermo el país, se programó para tratar de superar la problemática nacional, dándole prioridad a la inversión social; así como se han terminado carreteras y hospitales dejados abandonados por la anterior gestión, se ha atacado la corrupción heredada de los gobiernos antecesores; se han atendido las deficiencias del sector educación, salud y seguridad, buscando mediar con la delincuencia y sacar a las calles al ejército combinado con la policía, para controlar este mal de inseguridad que aflige al pueblo, logrando bajar significativamente los homicidios, aunque la situación de inseguridad permanece en todo el país. El desempleo se ha logrado disminuir, aunque falta mucho por hacer en este rubro; la producción todavía está en deuda, aunque la agricultura ha mejorado y la inversión continua muy baja, falta mucho por hacer en los diferentes problemas que aquejan al territorio nacional. Por consiguiente, en un país del tercer mundo sin recursos, endeudado y con una oposición detractora tratando de aniquilar la
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gestión gubernamental a toda costa, sin importarle el daño que le ocasiona, no pudieron lograr mucho en cinco años que duró ese período presidencial, teniendo que hacer uso de nuevos préstamos para hacer funcionar su estéril economía y cumplir con las metas trazadas. Al final consiguieron hacer que la economía despegara, impulsando en cierta medida los programas sociales, ganándose por ello, que el mandatario terminara su gestión muy bien evaluado por el pueblo; pero en cambio se ganó enemigos personales y gratuitos con la oposición oligárquica del país que quisieron difamarlo para lograr despojarlo de su mando. Ante esta nueva guerra política y después de una contienda electoral apretada y verbalmente violenta, el pueblo decide en las urnas darle el poder a un nuevo mandatario de corte izquierdista radical, curiosamente más humilde y conciliador que sus antecesores, para que pudiera darle continuidad a los programas iniciados por la anterior gestión. Pero la población continúa sumergida en sus problemas cotidianos de desempleo, alto costo de la vida, el desorden político, la corrupción institucional, delincuencia desbordante, la polarización política, el despilfarro de los pocos fondos del estado, la deuda internacional, el desempleo, la pobreza y el hambre, la deficiencia en la salud y la educación, etc.; todo esto hace pensar que el país está herido de muerte, complicando la misión salvífica de Dios, al tener una población concentrada en sus problemas cotidianos y sin esperanzas, mientras aumentaba la emigración hacia el país del norte en busca de mejores posibilidades de vida. Esta situación me hacía dudar del buen resultado de construir esta ciudad santa en mi patria. Al escuchar mis quejas y dudas sobre la nueva “Ciudad Heimdall”, el Señor me dijo: –“Ten fe, porque donde hay maldad abunda la gracia; el problema no es que haya maldad en tu país, el verdadero problema es que deje de existir la bondad y he visto todavía bondad en muchos corazones, es mi deseo que esta nueva Ciudad Santa se construya en esta nación”. Para hacer realidad esta maravillosa misión de Dios, debíamos mejorar la calidad de vida de la población y hacer de este territorio, un ejemplo de vida para el mundo al aplicárle el “Plan Heimdall”, que consistía en hacer de este país una potencia mundial, en lo
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económico, industrial, comercial, social y desarrollo urbanístico, utilizando la más sofisticada tecnología de los Áliens; lográndose así, satisfacer las necesidades de la población con una infraestructura vial adecuada; grandes y modernos hospitales; edificios de rehabilitación ortopédica, drogadicción y alcoholismo; grandes almacenes de alimentos y productos varios con bajos costos para la población; subsidios a la electricidad, gas, agua, vivienda y utensilios del hogar; protección a madres necesitadas y niños abandonados; albergues infantiles y casas de rehabilitación para jóvenes con problemas; grandes centros espirituales; granjas escuelas y campos de cultivo; verdaderos centros carcelarios en donde puedan rehabilitarse los reclusos e incorporarse a la sociedad; fuentes de trabajo digno y bien remunerado; evitar el acaparamiento de productos y la explotación empresarial; evitar la evasión fiscal; modificar todas las estructuras políticas del estado para que el país funcione adecuada y honestamente; construir parques y campos deportivos; escuelas con vocación espiritual, etc. Al mismo tiempo, del proceso constructivo de la “Gran Ciudad Luz”, se aplicaría el Plan Heimdall al país, dotándolo de todo lo necesario a la población, para que al sentir satisfechas sus necesidades cotidianas, pueda libremente buscar el camino a Dios por medio de esta Ciudad Santa. Esta misión es un plan integral de Dios para la humanidad, comenzando en nuestro país El Salvador, como centro de América y del mundo. Este pequeño país obtendrá la inversión necesaria para hacerla producir y competir con las mayores potencias comerciales del mundo. Conforme al éxito que tenga este plan de Dios para el país, podremos facilitar la misión encomendada y lograr construir la tan añorada Ciudad Santa, para la salvación de todos los creyentes, conforme a lo escrito en Apocalipsis 21: 2–5, que dice:– “Vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, bajando del cielo de Dios, preparada como novia que se arregla para el novio. Oí una voz potente que salía del trono: Mira la morada de Dios entre los hombres, habitará con ellos; ellos serán su pueblo y Dios mismo estará con ellos. Les sacará las lágrimas de los ojos. Ya no habrá muerte ni pena ni llanto ni dolor. Todo lo antiguo ha pasado”. Esta
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gran ciudad, será el pedestal del Supremo Creador, comenzando así una nueva era para la humanidad, donde se facilite su salvación, trayendo la misma “Gloria de Dios” al mundo. Por lo que también se ayudará a las naciones para superar sus problemas económicos y sociales, para luego tocar su espiritualidad y pueda, la humanidad, buscar el verdadero camino a Dios. Mi padre me decía: –“Si tocas el estómago de una persona, llegarás fácilmente a su corazón”. Así el Señor Jesús, se compadeció de la gente que lo escuchaba y multiplicó seis panes y dos pescados para darle de comer a cinco mil personas, quedando todos satisfechos y todavía sobró, dice su palabra (Marcos 6: 41). Por lo tanto, si descargas a la humanidad de sus preocupaciones, se sentirá libre para rescatar su espiritualidad. Los extremos son malos para el hombre, si tiene abundancia tenderá a perderse, porque su corazón se endurecerá al aferrarse a lo que el mundo ofrece; mientras que en la pobreza, es presa fácil del mal por ser absorbidos por sus propios problemas y necesidades, distanciándose de Dios. La pobreza y riqueza, ambos son un mal en el mundo, necesario será dotar al ser humano de una vida moderada, donde no le sobre, pero tampoco le falte, porque en abundancia se pierde y en la escasez se ahoga. Una sociedad donde todos vivan en igualdad de condiciones y se dignifique el trabajo honesto; donde el que más posee, dé al que no tiene, haciendo que las riquezas sean distribuidas equitativamente. Esta sociedad será feliz y vivirá en paz, dando pie a ser más receptiva en materia espiritual, haciendo que los seres humanos estén en completa armonía con Dios y sus semejantes.
CAPÍTULO QUINTO 5.1)–UN LUGAR SAGRADO EN LA MONTAÑA El Señor Jesús, me envió a lo más alto del volcán de San Salvador o “Quezaltepec” (Cerro de los Quetzales), conocida esa montaña como “Picacho”, de casi dos mil metros de altura sobre el nivel del mar; a las faldas de este volcán llegan los linderos de la gran ciudad capital de San Salvador y de la ciudad de Santa Tecla. Ante su llamado, acudí de inmediato después de revestirme con su “Espíritu”, surqué los cielos hasta llegar a lo más alto del gran volcán, donde logré ver en la penumbra de la noche una roca al final de una planicie, después vi una cabaña junto a unas antenas de repetición de televisión y de comunicaciones, sobre la roca una pequeña cruz, era el lugar señalado para el encuentro propuesto por el Señor. Esperé sumergido en mis oraciones por breves momentos, cuando una llama sobre la cruz llamó mi atención y de esa luz flamante, fue tomando su forma redentora el Señor Jesucristo, diciéndome: –“De este tu pequeño país que lleva mi nombre, El Salvador, debe salir la salvación para toda la humanidad, similar a la pequeña ciudad de “Belén” o “Bet Lehem” (Casa del Pan), que me vio nacer y mi legado se extendió por toda la faz de la tierra, trayendo al mundo el propio reino celestial de mi Padre. Con la nueva Alianza hecha con el Hombre, es mi deseo que el jardín de mi padre, llamado “Eddem”, se acerque a la humanidad para que en vida puedan disfrutar de sus delicias, sin que tengan que someterse a su muerte. Como siempre hago las cosas nuevas, mi deseo es que ingresen a mi paraíso con su propio cuerpo, que será perfecto e incorruptible por toda la eternidad. Este nuevo paraíso en la Tierra se llamará: “Ciudad Luz– Heimdall”, donde brotará la leche y la miel, así como en el mismo Paraíso de mi Padre”. –“Así mismo, concederé a este país el “Plan Heimdall”, para que tu pueblo tenga una vida mejor y pueda volver a mí, sin ataduras, ni necesidades que lo distraiga, con el fin de buscar la salvación
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eterna. Esta Ciudad Santa se construirá en el lugar que te indique”. Señalando al norte de la ciudad capital, un terreno ubicado entre dos pequeñas ciudades iluminadas que se veían en la penumbra de la noche. Y prosiguió: –“El lugar en que estás parado es sagrado, deseo que se edifique aquí un monumento a mi Padre, porque éste será el punto de unión cósmica entre el “Aposento de ABBÁ” (Cielo) y la Tierra, así como el medio de conexión entre la energía divina venida de Dios y esta nueva Ciudad Heimdall. Todo esto se logrará con la ayuda de mis hermanos en este planeta y del resto del universo. No temas, estaré siempre contigo”. Perdiendo su brillo corporal, me tocó la frente con las yemas de sus dedos dibujando su cruz y se desvaneció, me quedé por un instante en oración para meditar sobre mis debilidades como simple humano, acepté con humildad el reto de esta difícil misión que el Señor me había asignado, concluyendo que con su ayuda y protección todo es posible. Recordé que en su palabra nos dice: –“Si ustedes tuvieran fe, aunque solo fuera del tamaño de una semilla de mostaza, podrían decirle a esta morera: arráncate de aquí y plántate en el mar, y el árbol les haría caso” (Lucas 17:6). Después de este reencuentro, cuando tenía problemas o dudas, regresaba a ese mismo lugar y conversaba con mi Señor, así aliviaba mis cargas y, al usar el revestimiento espiritual me fortalecía su presencia y no me sentía solo en esta misión. Mis dudas surgían al ver las estadísticas nacionales sobre asesinatos diarios, considerado mi país como uno de los más violentos del mundo; la delincuencia formada por “maras o pandillas”, en su mayoría integrada por jóvenes eran manipuladas por el crimen organizado, escondido entre las altas estructuras de la sociedad. Este mal había sobrepasado los límites de la intolerancia de las leyes y del estado, contando con la indiferencia de una policía contaminada y atada de manos para combatir frontalmente este flagelo por falta de voluntad y recursos económicos; magistrados y jueces que por temor o desinterés de hacer bien su trabajo, se vendían a cualquier postor; casas de seguridad privada armadas hasta los dientes, eran
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posibles focos de contaminación delincuencial; gobernantes y políticos corruptos con poco interés para resolver los problemas de la nación. A esto se sumaba el desempleo, la falta de liquides del estado, un mal sistema educativo y de salud, la escases de alimentos, la inseguridad, etc. Así mismo, el panorama mundial no era nada alentador, un país en guerra interna como Siria, donde las masacres están a la orden del día, Israel bombardeando la franja de Gaza de los Palestinos; un Afganistán con una guerra prolongada por años; rumores de conflagración mundial entre potencias por la invasión de Rusia a Ucrania; levantamientos civiles en Venezuela, Brasil, Argentina, Italia, Grecia y España; el descontento por las políticas opresoras de las potencias y la escases de alimentos en diferentes países; la globalización que ha venido a darle el tiro de gracia a los países pobres y a complicar la economía mundial. Todo esto hace difícil el progreso de esta gran misión en el mundo. El Señor, al escuchar mis quejas, me contestaba: –“Recuerda que donde hay maldad, abunda la gracia. Solo aviva tu fe”. Haciendo caso a sus palabras, me concentré en su plan de salvación a través de su maravillosa Ciudad Santa. Esta debía ser edificada en un terreno extenso y de fácil acceso a la ciudad capital, ya seleccionado por Dios. Como Arquitecto, comencé a diseñar los requerimientos para este magno proyecto con las indicaciones precisas del “Creador” y las experiencias vividas en el planeta “Azhark”, así como de los requisitos para la reconstrucción del país. Cierto día llegó una nave espacial a mi residencia, se posó en el patio, esta nave era pequeña como de tres metros de diámetro y de forma esférica, color plateado. Me encontraba en el estudio de mi casa como a las once de la noche, al ver su brillo, me levanté de mi asiento y me acerqué a ella. Con gran sorpresa vi salir a mis dos amigos Zem y Darah, dándome nuevas ideas para el desarrollo del proyecto el bosquejo general de la gran Ciudad Santa, así como de la reconstrucción de mi país, solo faltaba la aprobación del Señor y complementarlo con detalles en sus instalaciones, equipos y elementos necesarios para su funcionamiento, como el
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sistema de abastecimiento eléctrico, hidráulico y estructural que sería con la ayuda de los Áliens por su extrema complejidad. El proyecto lo adecuamos a la topografía del terreno propuesto por el Señor, tomando satelitalmente fotografías de los accidentes y dimensiones precisas de la propiedad, aunque todavía no era nuestro ni sabíamos quiénes eran sus propietarios, confiábamos nos facilitarían la adquisición del terreno. El proyecto debía ser enviado para su revisión, complementación y aprobación, después de dos meses de arduo trabajo con mis amigos, Darah y Zem, terminamos el anteproyecto y nos despedimos. Mis amigos se llevaron el resultado del trabajo al rey Ódinn (Jesús) del planeta Ázhark. Al poco tiempo después, llegó a mi casa René y su bella esposa Zoila Antonia, ambos amigos y vecinos de infancia, con una comitiva de cuatro personas; me extrañó mucho su visita después de tantos años de no saber de ellos, ahora pertenecían a una comunidad carismática. Después de saludarlos, René me dijo: –“He sabido por medio de tu hermano Roberto de tu maravillosa misión, queremos ser parte de esta comunidad e integrarnos junto con mi grupo de oración a esta maravillosa misión que Jesucristo te ha encomendado, nuestra comunidad es de doscientos servidores y deseamos servir al Señor para esta su magna obra. Antes de venir contigo, recibí el mensaje del Señor en un sueño para ayudarte. Él me dijo que pusiera a tu disposición la hacienda heredada de mi padre, es de gran extensión, propicia para que construyas el sagrado proyecto de Dios, esta se encuentra al Norte de la ciudad capital”. No podía creerlo, al explicarme su ubicación coincidía con el terreno descrito por el Señor desde el “Picacho”; los senderos de Dios son impredecibles, me decía, ahora está actuando por medio de mi amigo René para hacer realidad nuestro propósito. Le di las gracias a mis amigos y los acogí en mi comunidad, luego se despidieron. Al estar solo, tomé el cinturón y con mi traje emprendí el vuelo para ver desde lo alto el terreno, era ideal y perfecto, plano y lleno de vegetación, se limitaba con la misma autopista y una lejana montaña, un rio bañaba la planicie cubierta de cañaverales y árboles frutales que daban sombra al ganado que pastaba. Era el terreno escogido por
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el Señor para construir la maravillosa “Ciudad Santa”, solo faltaban los fondos económicos para iniciar nuestro proyecto. Los servidores se multiplicaron con la llegada de estos nuevos hermanos en Cristo, por lo que nos organizamos para visitar los hospitales, cárceles, escuelas y llevar alimentos a los indigentes. Como los fondos eran limitados, el Señor me dijo: –“Debes hacer uso de la vestimenta de mi Espíritu para ir a visitar al Jaque de los Emiratos Árabes, él tiene una enfermedad terminal y daría toda su fortuna para su sanación. Así también, ve con el Emir de Kuwait, él te ayudará, ambos son mis aliados y conocen de mi proyecto. Ve con el Presidente recién electo de tu país, está muy mal de salud, sánalo en mi nombre y pídele su apoyo, lo necesitarás, él es humilde y sincero, te creerá y se convertirá. Igual debes visitar al Presidente del Norte, su hija Shelsy está enferma y sus padres son cercanos a mí, conocerás al mandatario de esa potencia mundial, que fue preparado en el planeta “Ázhark” para gobernar esa gran nación, sanarás en mi nombre a su hija y él recordará el propósito del porqué está en ese cargo, será muy útil en esta misión. Esta nueva “Ciudad Heimdall”, debe construirse con el esfuerzo de toda la humanidad, para que sea agradable a los ojos de mi Padre”. Luego me dio su bendición y me preparé para hacer lo mandado por mi Señor.
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5.2)–EN BUSCA DE APOYO INTERNACIONAL Al siguiente día, revestido con el traje del “Espíritu”, acudí a visitar al nuevo Presidente de mi país; después de surcar los aires usando la invisibilidad, llegué al edificio de su oficina y sin ser notado por el personal de seguridad, entré a su despacho. La oficina estaba vacía, tomé asiento en el costado derecho de una sala muy cómoda y esperé, su secretaria entró por breves momentos a colocar unos documentos en su escritorio y salió de inmediato, mientras la observaba acomodado en uno de los sillones. Al poco tiempo, llegó el Presidente con una comitiva de cuatro personas, venía tomándose del abdomen y lamentándose de un fuerte dolor, lo acostaron en el sofá y le dieron de inmediato un vaso de agua y unas pastillas, solamente su médico se quedó con él y le pidió internarse en un hospital; él se negó y le pidió al doctor que lo dejara solo, quería descansar unos minutos, el médico le aplicó una inyección y salió. Al verlo quejarse, me acerqué a él y le dije: – “Señor Presidente, no tema estoy aquí junto a usted”; él se sobresaltó y buscó insistentemente quien hablaba, pero no vio a nadie. Luego le manifesté: –“Solo vengo a sanar su mal, no quiero perturbarlo”. Me dijo con mucha valentía: –“Acaso eres la muerte que viene a llevarme, porque a mis años ya no le temo”. Volví a ser visible y al verme se sorprendió; le contesté: –“Soy solo un pobre mortal enviado por Dios, permítame imponerle las manos y su mal quedará sanado, luego le contaré del verdadero propósito del Señor”. Todavía dudoso accedió porque su dolor se había intensificado, la energía brotó de mis manos como una cascada de rayos luminosos, calmándole sus terribles dolores. Luego de un momento, me dijo sorprendido: –“¿Acaso eres mi ángel guardián del que tanto me habló mi madre?, ¿Ella te envió desde los cielos?”. Le contesté, dejando salir el último destello del Espíritu:
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–“No señor, su sanación es solo un milagro para que usted se convierta y nos ayude con la gran obra salvadora de Dios”. Luego de su sanación, muy alegre me dijo: –”Este cáncer me estaba consumiendo, impidiéndome gobernar el país, estaba presto a dimitir de mis obligaciones como mandatario, pero ahora me has dado una nueva vida, me siento joven y con vitalidad suficiente para ejercer mi trabajo. Deseo saber más del Señor y estoy dispuesto a ser parte de su reino celestial; enséñame cómo puedo ayudar a su proyecto”. Luego, nos sentamos a conversar sobre la misión evangelizadora, la reconstrucción del país y de la nueva Ciudad Santa, asimismo, de cómo fue escogido nuestro país para iniciar esta alianza para la humanidad. Después de un tiempo, de preguntas y respuestas sobre la misión, nos interrumpió el doctor y su secretaria, muy preocupados por el Sr. Presidente; y al verme, se alarmaron por mi presencia. El Señor Presidente, cuyo nombre por casualidad era “Salvador”, les explicó que era su nuevo confidente presidencial y dio la orden para que, de ahora en adelante, me recibieran como tal. El mandatario manifestó su interés en ayudar a la causa pidiéndome regresar pronto para iniciar su apoyo al proyecto de Dios, satisfecho me despedí fijando una nueva fecha para mi visita. Al siguiente día, fui a ver al mandatario de la potencia del norte. Para ello, surqué los cielos en dirección a ese país a toda velocidad rumbo a “Casa Presidencial”; mi cinturón ya sabía la ruta y el lugar de llegada, cuando estaba cerca tuve la sorpresa de verme muy cerca de dos aviones de combate, uno de ellos, creyéndome un objetivo militar me disparó dos misiles, los que mi traje esquivó con gran maestría y viendo que uno de los misiles viró y arremetió contra el otro avión de combate siguiendo el calor de su motor, lo perseguí a gran velocidad hasta alcanzarlo para que no lo impactara, desviándolo hacia el firmamento y ya lejos explotó, el otro impactó en el mar. Luego regresé a las naves para advertirles de no lanzar otros misiles, los pilotos del primer avión que salvé del impacto, ya me habían notado, aunque muy sorprendidos, me dieron las gracias moviendo sus brazos y se retiraron; cuando llegué a la otra nave hasta
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su cabina de mando, golpeé la burbuja de vidrio y los dos pilotos se asustaron de sobre manera al verme a un lado a esa velocidad, por lo que decidí aplicar el botón del cinturón para desaparecer, el avión se retiró confundido y continué mi viaje. Al llegar al edificio presidencial, me mantuve invisible para burlar la seguridad, recorrí los bellos jardines, luego entré a la gran mansión y pude ver a varios empleados que circulaban por los pasillos hasta llegar al “Salón Oval” de la oficina privada del Presidente, no había nadie, solo unas secretarias ocupadas en sus quehaceres normales; recorrí todo el edificio, pasando por los diferentes niveles y visitando unos amplios “Bunkers” o refugios para el Presidente y su personal en caso de ataques nucleares, ubicados en el sótano del enorme edificio. Luego al regresar al primer nivel, de casualidad llegué a un enorme apartamento frente a unos jardines al este del edificio, en una de las habitaciones unas enfermeras cuidaban de una joven, como de 14 años, ella parecía estar muy delicada de salud. Me acerqué cuidadosamente, ella dormía y de inmediato se despertó abruptamente y me dijo: –“¿Eres el ángel de Dios que viene a llevarme? Me sorprendí porque se suponía que nadie podía verme, y le contesté: –“Sí, soy un enviado de Dios, pero solo vengo a sanarte, no temas”. Las dos enfermeras que estaban en la amplia habitación, afirmaron que eran alucinaciones de la niña por su gravedad, saliendo de la estancia llamaron de inmediato a su madre que estaba fuera de la residencia cumpliendo sus compromisos como primera dama. Al quedarme solo con la niña, ella me dijo: –“No quiero que mis padres sufran por mi muerte, mi corazón está muy débil y este trasplante no ha funcionado, mi cuerpo lo ha rechazado por el raro tipo de sangre que tengo, no han encontrado un corazón que sea compatible”. Le contesté: –“Eres muy valiente y buena Shelsy, tu gozas de la protección y amor de Dios desde tu nacimiento, pero tu mal tenía un propósito, ahora el Señor quiere que sanes”. Le tomé de las manos y la invité a orar, ella muy gustosa me obedeció y repitió conmigo:
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– “Padre que estás con nosotros en nuestra alma y corazón, haz de mí tu eterna servidora y sana mi cuerpo de todo mal y mi alma del pecado, límpiame de pies a cabeza y trae tu inmenso amor por medio de tu Espíritu Santo a llenar estos vacíos. Gracias Señor por sanarme y hacerme parte de tu reino celestial, ¡Amén!”. De inmediato se levantó sonriendo y dando pequeños saltos de alegría, corrió hacia la puerta y llamó a las enfermeras que esperaban en el pasillo preocupadas pensando que agonizaba; al verla tan alentada se asustaron mucho y la tomaron de los brazos para regresarla a la cama, lo que ella rechazó, diciéndoles que nunca se había sentido mejor. Al momento llegó la madre junto con dos médicos, al examinar a la niña y verla completamente sana, los médicos se sorprendieron y dijeron que era un milagro; la madre corrió a abrazarla tiernamente y lloraron de alegría. Después Shelsy le dijo a su madre: –“Si madre, ha sido un milagro, Dios envió a su ángel para que me sanara y él está en la alcoba sentado en mi cama”. La madre no creía su versión y sorprendida entró al dormitorio de la niña junto con los médicos, pero no lograron verme; se miraban entre ellos pensando que la niña por su enfermedad se imaginaba al ángel. Shelsy me pidió que me hiciera visible, me incorporé y caminé hacia ella susurrándole al oído: –“Haz que salgan todos, solo quédate con tu madre pues quiero hablar con ambas”. Ella accedió y se lo manifestó a su madre, la Primera Dama le consintió a su hija lo que pedía y ésta solicitó amablemente a las enfermeras y médicos que se retiraran. Al quedarnos solos, la madre le dijo en son de broma: –“Bueno hija, ahora preséntame a tu ángel guardián, deseo conocerlo y darle las gracias por tu sanación”. Ella le contestó: –“Está parado frente a ti mamá ¿por qué no lo miras? ”. Dirigiéndome a la madre le dije: –“Por favor no se asuste señora, soy un enviado del mismo Dios de Israel”. Ella al escucharme se asustó mucho y quiso correr a la puerta pero su hija se lo impidió, luego apliqué el botón del cinturón y volví a ser visible. La Primera Dama muy sorprendida me dijo:
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–“¿Quién es usted para invadir la privacidad de mi hogar? llamaré a seguridad. Shelsy la calmó diciéndole que era su ángel salvador y que me escuchara; la señora más calmada, tomó asiento en la sala y me invitó a acompañarla, dándome las gracias por la sanación de su hija. Aprovechando su amable gesto, le dije: –“Soy un simple mortal y servidor fiel de mi Señor Jesucristo, El me manifestó Su deseo de sanar a su hija Shelsy y de la necesidad de que su país apoye el “Plan de Dios” para hacer que la humanidad se convierta por medio de la nueva “Ciudad Luz–Heimdall”; esta Ciudad Santa será parte del mismo paraíso de Dios (Eddem) para su glorificación. Usted y su familia han sido asignados por el Señor para ser parte de este maravilloso plan”. Ella se mostró entusiasmada por conocer sobre la misión y proyecto del Señor así como por la explicación del uso de mi vestimenta, estuvo muy atenta junto a su hija, les narré sobre mi visita al planeta Ázhark, del juicio contra nuestro mundo y la resolución final de ayuda que recibió la humanidad para poder recuperarse espiritualmente y buscar un acercamiento con Dios. Ella comprendió mi intención y con toda simpleza, muy humildemente me pidió perdón por dudar del propósito de mi visita y me dio las gracias por tan portentoso milagro, manifestándome que estaba presta a ayudar junto a su esposo, para que la misión fuera un éxito. De pronto, se abrió la puerta de la lujosa estancia y apareció presuroso el Señor Presidente preguntando por su amada hija y al verla levantada y llena de vida, la abrazó colmándola de besos diciéndole: –“Los médicos me contaron de este milagro hija, por tu sanación estaré eternamente en deuda con el Creador, no podría soportar tu pérdida y queriendo comprobarlo con mis propios ojos, regresé desde muy lejos”; luego saludó a su esposa y los tres juntos se abrazaron. Al notar mi presencia, su esposa le dijo: –“Él es el enviado de Dios y salvador de nuestra hija Shelsy, debes escucharlo porque trae un mensaje de nuestro Señor”. Después que me diera las gracias por ayudar a su hija, le amplié mi relato dándole detalles sobre mi misión; el mandatario se quedó
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pensativo, invitándome a pasar a su estancia en el “Salón Oval” para seguir con nuestra charla. Me despedí de su esposa e hija, quienes muy contentas me abrazaron cariñosamente pidiéndome que las visitara en el futuro. Salí de la estancia acompañado por el Presidente y dos custodios, luego de pasar por los largos pasillos de la residencia, llegamos a su despacho en donde pidió a su personal no ser interrumpido y me hizo sentar en un sillón frente a su escritorio, diciéndome luego: –“Quiero confesarte mi pasado, hace ya muchos años fui abducido con mi recién esposa por una nave espacial y fuimos llevados al planeta Ázhark, en ese planeta se nos preparó para gobernar esta potencia mundial; al regresar de ese lugar, los Áezires me introdujeron a la política y me llevaron a ser presidente. Hay muchos de ellos en todo el mundo encubiertos como funcionarios de gobierno, militares, religiosos, hasta como los mismos jerarcas de la iglesia; mi hija Shelsy nació en ese planeta, por lo tanto es un Áezir, es por esa causa que logró verte aún con tu traje de invisibilidad, ellos tienen esa facultad y tienen una misión que cumplir aquí en la tierra, así como todos nosotros. Ahora tú me has recordado mi verdadera misión y estoy presto a cumplirla.” Luego me mostró varias evidencias de las diferentes visitas a nuestro mundo por estos seres del espacio y me explicó lo referente al “Área 51”, donde se encuentra capturada una nave espacial y dos “Drakos” (habitantes de otras constelaciones). Estos Áliens fueron capturados en “Roswell”, Nuevo México en el condado de Chaves en el año 1947. Posteriormente me invitó a visitar dicho lugar en el desierto, por lo que partimos de inmediato en su helicóptero; durante el viaje le conté de mi rapto y de los cuatro Áliens que nos acompañaron en su nave al planeta Azhark y sobre la posible destrucción del mundo y el juicio frente al “Consejo Supremo”, y finalmente el perdón alcanzado por los “Uniss”(enviados de Jesús), así como del nuevo proyecto de “Ciudad Luz”; él me mostró su disposición a colaborar para que este proyecto fuera una realidad. Asimismo, me pidió que le ayudara a liberar a los dos Drakos capturados porque aun siendo el Presidente de esa nación, no lo había podido lograr. Al llegar
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entramos a un hangar de enormes dimensiones y por un elevador llegamos a otras instalaciones bajo tierra, era un recinto igual de grande al lugar donde me mostraron al primer áliens, se encontraba en una cápsula de vidrio hermética, parecía que su condición era deplorable, agonizaba. Les pedí que abrieran el inhumano espacio que lo aislaba del exterior, el mandatario dio la orden; procedí a imponerle las manos para que la energía del “Espíritu” actuara sobre él. El “Áliens” recobró la conciencia y al verme puesto el traje santo, se levantó de su aposento y me dijo en su idioma: –“¡Miktrez wkixtruz khantwus!”, (Gracias, pensé que nunca vendrían a liberarme, tu eres uno de los nuestros). Le contesté: –“Krom de Lick, zambrash hyz Kosh”, (Luego sabrás de mí, por de pronto veré que puedo hacer por ti y tu compañero). El presidente y su comitiva quedaron muy sorprendidos de mi poder sanador, haciéndome muchas preguntas, las cuales no contesté; pedí al Señor Presidente que ordenara me llevaran con el otro “Áliens”; éste se encontraba en una celda a poca distancia, la cual era de vidrio herméticamente cerrada. Al llegar, vi que estaba acostado en su litera, les pedí que me dejaran entrar, me acerqué a él con el deseo de que no se sobresaltara, éste no se inmutó, su tristeza era visible, me observaba calladamente; me senté en una silla frente a su cama, noté que medía como dos metros de altura y era del sexo femenino, muy delgada, de sus grandes y almendrados ojos corrían lágrimas. Me dijo mentalmente en mi idioma: –“Por tu vestimenta puedo notar que eres un Áezir, el tiempo se nos acaba y no deseo morir en este mundo. Fui capturada junto con mis otros dos compañeros al estrellarse nuestra nave, uno fue asesinado y el otro está muy grave, nos han maltratado y vejado por años, sin lograr entender que somos seres de paz y que hemos venido a ayudarles a avanzar en su tecnología, son gente mala y arrogante que no conocen del amor de Dios. Ya no tengo esperanzas de regresar a mi planeta”. Le contesté: –“No soy Áezir, soy un enviado del Señor para sanar a tu compañero y liberarlos de las garras del mal para llevarlos a su planeta”. El Drako se incorporó de inmediato y muy alegre me dijo:
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–“¡Oxk wkoxieh kroxthis!” (Al fin ha llegado nuestra liberación, gracias a mi Creador). Posteriormente le pedí al señor Presidente que diera la orden de traer a la celda al otro Áliens; al estar juntos, el mandatario y su comitiva se retiraron conforme a mi pedido, dejándome con los Áliens; el mandatario antes de irse se me acercó muy sigiloso y me dijo: –“Confío en que ayudarás a mis hermanos Drakos a regresar a su planeta, aquí son considerados un peligro para la seguridad nacional, te lo agradeceré siempre”. Seguidamente se retiró seguido por su comitiva y los guardianes, cerrando herméticamente la celda, uno de los jefes de seguridad exigió que se quedaran en la puerta dos de sus guardias. Estando ya solo con los Áliens, les pedí que se acercaran para poder estirar el cinturón y así nos cubriera a todos, era muy flexible y de inmediato nos circundó a los tres; procediendo luego a aplicar el botón conforme a las indicaciones, éste se iluminó y nos cubrió totalmente en una burbuja transparente de color dorada. Vi como los guardias daban la alarma y trataban de abrir las puertas de la celda, pero cuando toqué el botón blanco que nos trasladaría al planeta Ázhark, en un instante nos elevamos del suelo y giramos en un remolino sin fin que nos absorbió, surcando a gran velocidad el firmamento hasta llegar sobre la gran cúpula de vidrio del edificio “Oxkaya” (Gran Terminal de Llegada) del referido planeta, nuestro transporte fue bajando despacio hasta entrar al enorme recinto del edificio, en donde nos esperaban tres Áezires. Los dos Áliens que me acompañaban estaban muy agradecidos por haberlos liberado, uno se llamaba Resko y su compañera, Maykel del planeta “Oxím” de la constelación “Wrakhom”, muy amigables. Resko me dijo: –“Amigo Uniss, me has sanado y liberado, estoy feliz y agradecido contigo, soy el hijo del máximo líder del planeta Oxím, el rey Kromex, para pagarte mi deuda por este hecho tan noble, te enviaré un cargamento de “pekroz” que hay en abundancia en mi planeta y son muy útiles en tu mundo, cuenta con nosotros para el proyecto de la nueva ciudad. Te dejaré este brazalete, cuando desees comunicarte conmigo solo frótalo y te contestaré de inmediato”.
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No sabiendo el significado del contenido del cargamento, nos despedimos; luego se fueron los dos Drakos en una enorme nave que despegó de inmediato al planeta Oxim, de donde provenían. Me quedé un día más en ese planeta para saludar a mi padre, hermanos, amigos y parientes, contándoles del gran plan que se desarrollaba en nuestro país y el mundo, así como del progreso en nuestra comunidad cristiana, mi padre quedó muy impresionado de la labor efectuada y del futuro de nuestro mundo. Luego me despedí de ellos y volví al planeta Tierra para seguir con la dura tarea que el Señor me había confiado.
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5.3)– ENVIO ESPECIAL DESDE EL PLANETA OXIM De regreso en mi hogar y después de contarle de mi aventura a mi esposa, recibí una llamada telefónica del presidente del país del norte, para saber sobre el destino de los Áliens y manifestarme que estaba presto a colaborar con la misión, sin escatimar esfuerzos ni fondos económicos para hacer realidad ese magno proyecto de Dios. Le comenté de mi premonición, referente a un atentado al avión presidencial durante su próximo viaje secreto a un país del Medio Oriente y de unos traidores de su propio gobierno, involucrados en la preparación de este atentado. Él quedó muy sorprendido y me agradeció este gesto, actuando de inmediato para encarcelar a los culpables y aplazar ese peligroso viaje. En lo sucesivo, mantuve una comunicación frecuente con dicho mandatario del país del norte, ayudándole en varias decisiones de estado y acudiendo a él cuando me necesitaba; el revestimiento me daba la capacidad intelectual para discernir acertadamente sobre las decisiones políticas y económicas de estado. De igual manera le presté ayuda al presidente de mi país. En otra ocasión, el mandatario de la potencia del norte me invitó a cenar con su familia para platicar con su hija Shelsy, pues ella me había tomado mucho cariño. Acudí de inmediato con mi esposa, utilizando para el viaje el mismo sistema que ocupé con los Drakos, la rodeé con mi cinturón y se formó de nuevo la burbuja que nos envolvió, luego nos elevamos y surcamos los cielos a la velocidad de la luz hasta llegar a la Casa Presidencial. El Presidente nos aguardaba en los flamantes jardines junto a sus dos hijas y esposa, quienes muy sorprendidas vieron la esfera de cristal posarse suavemente sobre el césped, dejándonos frente a los huéspedes de la enorme residencia. Después de saludarnos y presentarles a mi dulce esposa, nos invitaron a pasar a su estancia, donde nos habían preparado un banquete; mientras comíamos, platicamos sobre muchos aspectos. Su hija Shelsy, seguía intrigada sobre mi vestimenta y sus poderes, así como de mi viaje al planeta Ázhark, por lo que me estuvo haciendo varias preguntas, a las cuales yo le estuve respondiendo. Así estuvimos
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compartiendo por varias horas con esta bella familia, hasta que el mandatario después de una llamada telefónica, muy preocupado se dirigió a mí y me dijo: –“Estoy siendo acusado por el Congreso y el Pentágono de haber permitido el escape de los dos Áliens, estos ayudaban al país con sus aportes tecnológicos a favor de la ciencia, así fue como obtuvimos el sistema digital e internet, los cohetes espaciales, los avances nucleares, la aviación moderna, armas estratégicas, medicinas efectivas, telefonía celular y muchos más, pudiéndose llegar a estancar nuestra ciencia por la falta de esa asesoría extraterrestre. Ahora quieren que les informe sobre ti para atraparte, apoderarse del cinturón y conocer su poder, para utilizarlo en las guerras que libra este país en Occidente y Oriente Medio”. Viendo su preocupación, le manifesté que podría obtener ayuda de los Áliens pero de una forma amistosa y científica, no bélica como el Pentágono quería. El Presidente estuvo de acuerdo y me propuso que lo acompañara a una reunión con los congresistas y jefes militares para explicarles. Después de la cena, dejé a mi esposa con su familia y viajamos rumbo al edificio del Congreso; durante la travesía, platicamos sobre el tema. Temiendo un mal entendido, conservé mi traje protector, porque no confiaba sobre los resultados que se obtendrían de esa reunión, principalmente con los jefes del ejército. Al verme con el traje, me dijo algo preocupado: –“Bien haces en protegerte, porque ni yo mismo me siento seguro con la acción agresiva de los jefes militares; pero no temas, también estarán en la reunión los senadores que en su mayoría me apoyan, no creo que se atrevan a hacer algo indebido en contra nuestra”. Al llegar, había un cordón militar que guiaba hacia el gran salón de reuniones; cuando llegamos ya estaban todos sentados esperándonos, entre militares y senadores, alrededor de una mesa circular muy grande, dos asientos estaban disponibles para nosotros, en total éramos como treinta personas. El Señor Presidente me presentó frente a la audiencia y les manifestó sobre la nueva opción de obtener colaboración amistosa de los Áliens; a continuación
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me dio la palabra para que les propusiera mis ideas, mientras todos escuchaban con atención: –“Reconozco su inquietud por la liberación de los Áliens, ellos ya habían cumplido con su misión de ayudar al mundo, estaban enfermos y agotados por las presiones y vejámenes que sufrieron en manos de este país por tantos años, por lo que no tardarían en morir, lo que ocasionaría una guerra entre nuestro mundo y los Drakos, habitantes del planeta “Oxím”, ya que uno de los capturados era “Rezko”, hijo primogénito del máximo líder de ese planeta. Los Drakos habrían destruido al mundo en pocos minutos si lo hubieran querido, pero ellos creen en la paz y vienen a este mundo solo para ayudarnos tecnológicamente; ese fue el caso de mis amigos Resko y Maykel, a quienes ustedes vieron como enemigos debido a que nuestra mente perversa cree que todo lo desconocido es una amenaza. Es así que el Señor Presidente me sugirió colaborar con el rescate de los prisioneros alienígenas para recuperar su confianza y buscar una conciliación, para continuar con un progreso científico en nuestro mundo”. Después de la liberación de Resko, puedo lograr una comunicación amistosa con los Drakos y obtener de ellos la ayuda que necesitamos. A continuación les hablé de mis experiencias en el planeta Ázhark, del juicio final contra nuestro mundo y de la oposición de los Áliens para que no fuéramos destruidos y darnos una nueva oportunidad. Ellos se emocionaron y la mayoría me apoyó, pero el jefe del Pentágono, un general de corte guerrerista se levantó agresivo y con pistola en mano me exigió que le entregara el cinturón para usarlo como arma letal contra el enemigo, tratando de quitar de mi cintura la santa prenda. Ante el forcejeo, el cinturón se iluminó de inmediato y lanzó unos rayos de luz que dejaron ciego al General, cayendo de inmediato al suelo, electrocutado; los otros militares que lo acompañaban indignados por la muerte del General, empuñaron sus armas y se dispusieron a disparar pero el mandatario los detuvo. Les expliqué que el cinturón se defendía por sí solo de cualquier agresión, pero que podía volverlo a la vida con la misma prenda. Imponiéndole manos logré que sanara su cuerpo calcinado y después
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de unos instantes el militar recobró la conciencia sin saber que le había pasado, optó por levantarse y todavía con un tono agresivo me dijo: –“Te exijo que me entregues por tu propia voluntad esa prenda, solo así te dejaré salir con vida de este lugar, tu esposa está en custodia en Casa Presidencial, solo esperan mi orden para capturarla. No tienes salida, es mejor que colabores con nosotros”. Era increíble la soberbia y ceguera de este jefe militar, que ante mi negativa y la oposición de la mayoría de los presentes como la de su comandante en jefe, el mismo Presidente de la nación, continuara con sus locuras ordenando a sus subalternos me apresaran. De inmediato, previendo una segunda agresión, el traje me hizo desaparecer ante el asombro de todos y en breves segundos me regresó a Casa Presidencial donde se encontraba mi esposa; ella, ignorante de lo que había acontecido, muy animada platicaba con la Primera Dama, quién se sobresaltó al verme llegar tan apresurado. Les comenté lo sucedido y viendo como muchos soldados trataban de ingresar al salón donde nos encontrábamos, le sugerí a la señora de Osamma la posibilidad de llevarlas conmigo para que no las dañaran; la esposa del mandatario me contestó que por su posición en el estado, no podía abandonar su cargo ni a su esposo; entonces tomé a mi esposa y me despedí de ella, surcando los aires de inmediato hacia nuestro país. A los pocos minutos estábamos en casa, allí dejé a mi esposa a salvo y regresé para ayudar al mandatario del Norte y a su familia. Al llegar de nuevo a la residencia del mandatario, encontré a miles de soldados que custodiaban a la familia, pero estos los protegían de los militares agresores. Entré sigilosamente y sin que me vieran me acerqué a la Primera Dama, como su hija Shelsy ya me había notado, le pedí que callara; luego le hablé al oído a su madre y ésta me suplicó que fuera por su esposo ya que ellas se encontraban seguras. De inmediato me dirigí al Pentágono, donde el mandatario todavía discutía con el General enloquecido y los Senadores, todos se encontraban rodeados por soldados insubordinados. El Señor Presidente les pidió que entregaran sus armas, prometiéndoles no
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tomar represalias en contra de ellos, pero al General sí le harían corte marcial por traición a la patria; los soldados obedecieron al mandatario deponiendo las armas, ésto enfureció al General quién abrió fuego, por lo que protegí al Presidente para que no lo hirieran y las balas rebotaran en mi traje; al mismo tiempo salió un rayo de mi vestimenta que no pude controlar y pulverizó de inmediato al General. Todos quedaron sorprendidos y el mandatario me dio las gracias por salvarlo y me pidió disculpas por lo acontecido, luego me invitó a ir al Congreso Nacional para explicar sobre la ayuda Alienígena al país del Norte, reunión que se hizo al día siguiente. Después de mi intervención, el Congreso aprobó legalmente la protección a los Áliens en ese territorio, para que pudieran visitarlo como “invitados especiales” y les ayudaran con sus conocimientos científicos; asimismo, liberaron de cargos al Presidente y me dieron el reconocimiento oficial del “Águila Dorada”, como amigo meritísimo de ese país del Norte. Al terminar el evento, me comuniqué por medio del brazalete con mi amigo Rezko del planeta Oxim, pidiéndole esta ayuda; él estuvo presto a colaborar junto con los Áliens de los diferentes planetas del universo, incluidos los “Drakos y Áezires”. Al poco tiempo, enviaron varios científicos provenientes de las diferentes galaxias para ayudar al ordenamiento tecnológico de esta potencia del Norte e implementaron las instalaciones del “Área 51” para albergar a los Áliens como invitados especiales del Pentágono. La misma tecnología fue llevada al resto de continentes en el mundo: Asia, América, Europa, África y Oceanía, buscando por medio de esta colaboración Alienígena, una mejor comunicación para que los países del mundo conozcan sobre el Plan Salvífico de Dios. A las pocas semanas, vi por la ventana una luz brillante que bajaba del cielo y se posaba en el césped del patio, por lo que fui con mi esposa a ver de qué se trataba, al llegar a la terraza y ver hacia el jardín, dos esferas como de cristal lo iluminaban. Me acerqué cuidadoso, las esferas medían como dos metros de diámetro cada una, luego apareció una imagen en su superficie, era la proyección de mi amigo “Rezko”, quién decía:
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–“Este es el primer cargamento de “Pekros” que te prometí, yo sé que te servirá de mucho para financiar ese proyecto de Dios. Llegaré a ayudarte para el diseño y construcción de esa gran ciudad con mi gente y equipo de trabajo”. Al momento, se abrió una compuerta y comenzaron a depositar en el césped unas cajas como de “grafeno” de color negro de diferentes tamaños, eran muy pesadas, al abrir una de ellas observé que contenía diamantes del tamaño de una pelota de tenis, su calidad era muy fina, unos eran de color azul, otros rojos y en su mayoría muy cristalinos; en otras cajas, habían lingotes de oro. Luego las esferas se retiraron velozmente hacia el firmamento. Posteriormente procedimos a almacenar el preciado cargamento en una bodega frente al patio, así como a clasificar adecuadamente cada joya. La bodega era espaciosa, de seis metros de ancho por diez de fondo, la construí con el propósito de guardar materiales y equipos de construcción, se encontraba enteramente vacía; su única puerta de acceso era de hierro sólido, muy segura y sin ventanas. En los diferentes estantes se colocaron los lingotes de oro y en unos depósitos los diamantes conforme su tamaño y color. Luego llegaron otros cargamentos, quedando lleno el almacén por la cantidad de joyas y oro enviados por el planeta Oxim. Al cabo de tres días, llamé para comentarle del embarque recibido al presidente del país del Norte, este me envió a un experto en joyas de su confianza, para que me ayudara a comercializarlas y así obtener suficientes fondos para la construcción de esta gran Ciudad de Dios y la reconstrucción del territorio nacional de El Salvador. El embarque fue llevado secretamente a un nuevo destino en donde fue comercializado. En lo sucesivo llegaron muchos otros embarques similares, los cuales sirvieron para capitalizar esta magna obra, se reunió tanto dinero que fue necesario construir un banco internacional llamado “Banco Heimdall” en nuestra propia ciudad capital y con sucursales en varios países del mundo, sumándose a estos fondos la ayuda económica de los diferentes países amigos unidos a esta gran misión. Estos fondos eran propiedad de la humanidad y servirían para ayudar también a mitigar la pobreza en todo el mundo por medio de la “Gran Fundación Heimdall”;
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se construirán grandes almacenes de abastecimiento en cada país con extrema pobreza, donde la gente necesitada pueda recibir gratuitamente atención médica y alimentos básicos, así como productos de uso personal y medicinas. Esta misma fundación construirá viviendas gratuitas para la gente de bajos recursos, con un sistema constructivo y materiales traídos del planeta Ázhark que renovará nuestro sistema constructivo; este programa comenzará en El Salvador para extenderse en todo el mundo.
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5.4)– UN VIAJE INESPERADO AL MEDIO ORIENTE Enviado por el Señor Jesús visité el Medio Oriente, primero llegué con el “Sha” de Kuwait, un hombre alto, barbado y muy rico que me recibió en su mansión, ya él sabía de mi visita por referencias del Presidente del país del Norte. El “Sha” me recibió muy amigable al saber que yo era un “Uniss”, me comentó que él también había sido preparado por los “Áezires” para gobernar ese país y ser parte de esta misión salvadora. Su lucha era contra su propia gente que no cree en Cristo Jesús como único camino para llegar al Padre, así como los mismos judíos que son el amado pueblo del Señor. Mi visita fue muy breve, el Sha estuvo dispuesto a colaborar para esta noble causa, después me despedí agradecido. Luego fui donde el “Emir” de los Emiratos Árabes, este hombre era muy testarudo y soberbio, conforme a lo descrito por el Señor, era déspota con su pueblo y por eso Dios había permitido que enfermara de muerte por su desobediencia. Lo encontré postrado en su lecho debido a una enfermedad terminal; en la enorme estancia de su lujoso palacio, se encontraban muchos médicos, enfermeras y empleados que lo acompañaban, corriendo de un lado a otro satisfaciendo sus caprichos, este les gritaba dándoles órdenes. Su pesadumbre y enojo era contra Dios por tenerlo postrado y se lamentaba diciendo: –“¿Porque Dios permite esta mi enfermedad, siendo yo el más poderoso y rico de la tierra?. He sido fiel a su palabra y dado siempre el diezmo a la iglesia, ahora Él así me paga”. Sin querer escuchar sus continuos lamentos, decidí conocer los alrededores del lujoso palacio, esperando se quedara solo el Emir, caminé por los amplios corredores del palacio oculto en la invisibilidad de mi traje; el edificio era de un gusto oriental muy exquisito, sus pinturas, gobelinos y alfombras Persas adornaban las diferentes estancias, las columnas de fino mármol contrastaban con el lujo del palacio, reflejando fielmente el poder y la riqueza del mandatario Árabe. Visité sus bellos jardines y los diferentes salones de recepciones y banquetes para las múltiples reuniones sociales, así como sus albercas y salones de juegos. La suntuosidad del bello
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palacio era evidente, producto de la explotación del abundante “Oro Negro” de sus dominios en ese país. En una enorme estancia estaban sus esposas que pasaban las doscientas, todas jóvenes y custodiadas por altos muros y guardias que no permitían el acceso a nadie, solo el Emir tenía la llave de la gran puerta, parecían prisioneras porque la única comunicación con el medio exterior era un elevador de carga que les suministraba los alimentos y bebidas. Frente a la estancia se encontraba un florido jardín con bellas fuentes y una alberca rodeada por unas altas murallas. A mi paso vi a una joven en una banca del jardín llorando, no pasaba de unos 18 años, me senté a su lado muy sigilosamente para que no se asustara; después de unos minutos le pregunté: –“¿Puedo hacer algo por ti hija mía?”. Ella se asustó mirando a su alrededor, buscando a la persona que le dirigía la palabra; al no encontrar a nadie, se levantó y quiso irse, pero la calmé diciéndole: –“No temas, soy tu ángel guardián y deseo ayudarte”; luego aparecí ante ella temiendo que se asustara y corriera, pero valientemente se quedó viéndome fijamente con sus grandes ojos negros todavía empapados de lágrimas. Luego me abrazó y rompió a llorar; entonces le dije: –“Mi niña, debes contener tu tristeza, cuéntame tu pesar, deseo ayudarte”, con una pieza de tela de su vestido se limpió sus lindos ojos y me dijo: –“Mi nombre es Lizette, me llaman Liz, he sido obligada a casarme con el Emir y traída a la fuerza a su palacio. Dejé en casa a mi amado padre que está muy enfermo y a mi prometido lo encarcelaron por oponerse, por eso muero de tristeza”. Le contesté: –“¿Cómo es posible, si el Emir está viejo y muy enfermo?”. Ella me explicó: –“En cada cumpleaños del Emir, es obligación que se busque una doncella del pueblo para casarla con él, así fue que hace dos meses fui elegida para ser su esposa, sin siquiera conocerlo”. Indignado le manifesté:
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–“¡De inmediato iremos por tu prometido y los llevaré donde tu padre, no temas, hablaré luego con el Emir y le haré saber del enojo de mi Señor por su actitud!”. La tomé de la cintura y emprendimos el vuelo en busca de su prometido, cubriéndonos con el traje para pasar desapercibidos ante los guardias. Al momento, llegamos a los calabozos, habían muchos encarcelados en condiciones inhumanas, después de buscar entre tanta gente, ella logró reconocer a un esbelto joven que estaba encadenado en una esquina de la enorme celda, aparecí con Liz frente a él y ella se lanzó a sus brazos diciéndole: –“¡No temas, es un ángel del Señor que ha venido a rescatarnos!”. El muchacho todavía sorprendido me suplicó que le cortara los gruesos grilletes para escapar, usando los rayos láser del traje le cumplí su deseo; luego, antes de que los guardias lo notaran los cubrí a ambos con mi traje para sacarlos de esa sucia cárcel; partiendo de inmediato y surcando por los aires llegamos hasta su humilde morada, donde se sintieron a salvo; ella se lanzó a los brazos de su padre que estaba postrado en su lecho de enfermo, estaba ciego y muy mal de salud, alegrándose por el retorno de su única y amada hija; al presentarme con su padre procedí a imponerle manos para su sanación, recobrando al instante la vista y salud. Todos muy emocionados doblaron rodillas y agradecieron al Señor; al terminar volví al palacio para continuar con la misión. Al regresar a los aposentos del Emir, estaba dormido y unos violines lo acompañaban con una suave melodía, luego los músicos caminaron en puntillas para no despertar a su amo, saliendo con mucho sigilo de la enorme estancia. Al quedar a solas, tomé una campanilla de oro que estaba en una de las mesas frente a su alcoba y la hice sonar con delicadeza, era un sonido muy agudo, al segundo intento, se despertó de súbito y dijo: –“¿Quién ha osado interrumpir mi sueño?. ¡Juro que lo sacrificaré como alimento de mis perros!”. Tocando nuevamente la campanilla sin permitir que me viera, le dije:
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–“¡Tu soberbia no tiene límites Emir, juraste ser humilde y fiel a tu Dios, pero te has convertido en un codicioso y avaro hombre del mal, has pisoteado el linaje de tu padre que era un hombre de bien, por lo tanto te has ganado el infierno eterno donde rechinarán tus dientes!”. Se quedó callado y muy asustado, volviendo a ver para todos lados y dijo: –“Si ya vienes por mí, santa muerte, por favor dame un poco de tiempo para redimirme de mis pecados que son muchos y poder enmendar mi pasado, no quiero ser pasto de las llamas y del sufrimiento eterno, como bien me lo advertía mi buen padre”. Le contesté: –“Tu Dios es fiel y bondadoso, por eso quiere darte una nueva oportunidad para que rectifiques tus pecados, dándote más tiempo de vida si prometes servirle para sus propósitos. Debes cambiar tu vida de egoísmos y despilfarros, de odio y miseria espiritual, de materialismo y sexo desenfrenado, a una vida de abundancia espiritual donde brote de ti paz y amor hacia tus semejantes, comenzando con tu sufrido pueblo que pasa hambre y represión por tu culpa. Si prometes cumplir con el mandato divino que se te ha encomendado, serás sanado y vivirás muchos años más. Si no cumples, morirás después de un largo sufrimiento y tu alma se irá de inmediato a morar eternamente al infierno”. Con voz temblorosa y buscando piedad, me dijo: –“¡Lo juro, lo juro con mi vida que le serviré a mi Dios de ahora en adelante!. Estoy arrepentido del mal ocasionado y quiero restituirlo con obediencia a Dios y ayudar a mi prójimo. Prometo liberar a los prisioneros y dar a mi pueblo toda mi fortuna a cambio de mi sanación corporal y espiritual que tanta falta me hace”. De inmediato aparecí ante sus ojos y sorprendido trató de levantarse, al manifestarle que no temiera, continuó postrado en su lecho. Luego procedí a imponerle manos pidiendo al Señor por su sanación, el Emir padecía de lepra en todo su cuerpo y ningún médico del mundo había podido sanarlo. Cerró sus ojos y me acompañó en mis oraciones, fluyendo de inmediato la energía del Espíritu a través de la vestimenta cubriendo al enfermo, su cuerpo brillaba en la oscuridad
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de la habitación hasta que se levantó sobresaltado y muy alegre al ver su cuerpo, las terribles llagas habían cicatrizado y el dolor había desaparecido; muy contento comenzó a danzar alrededor de la amplia estancia, alabando a Dios. Posteriormente se dirigió a mí dándome las gracias diciéndome que le pidiera lo que quisiera, que su fortuna era también mía. Le contesté: –“Solamente debes cumplir con lo prometido, sino todo lo concedido por Dios se revertirá en tu contra y regresará ese terrible mal a tu cuerpo, perdiendo una nueva oportunidad con tu Dios”. De inmediato hizo venir a sus sirvientes, que extrañados por mi presencia y sanación de su amo, corrieron a traer alimentos para celebrar el evento. Posteriormente el Emir ordenó a todo su personal y allegados a presentarse a su estancia, manifestándoles en ese momento que cambiaría su forma de gobernar, siendo magnánimo con sus empleados y su pueblo. Luego con toda humildad se acercó a abrazar a sus sirvientes y demás empleados, prometiendo darles mejor trato, haciendo de ese país una nación de paz y prosperidad, donde impere la justicia y la bondad, ofreciendo la mitad de sus riquezas para distribuirlas entre sus pobladores y promulgando una nueva ley para hacer oficial en ese país, el Cristianismo como único camino para llegar a Dios. Seguidamente procedí a hablarles de la “Palabra del Señor” y la misión salvífica encomendada, uno de los sirvientes, pidiéndole permiso al Emir, me pidió que acudiera con su pequeño hijo para sanarlo ya que estaba al borde de la muerte; le prometí que al terminar iría a su casa. Al final me quedé solo con el Emir y hablamos de la ayuda que necesitaba para la misión, él muy gustosamente accedió a todas mis peticiones y manifestó colaborar con todos sus medios económicos para esa sagrada misión, pidiéndome que lo visitara de nuevo para que observara el cambio que habría en su mandato. Le comenté también sobre Liz, la pobre joven cautiva por su mandato y del resto de sus esposas, accedió a decretar de inmediato la abolición de esa nefasta ley y liberar a todas sus esposas, así como a todos los encarcelados. Después de despedirme del Emir, fui con su sirviente llamado Omán a ver a su hijo enfermo, al llegar a su humilde casa me mostró a su
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familia, tenía cuatro hijos más. Su esposa Saraih, muy acongojada se lanzó a mis pies diciéndome: –“Eres el Ángel enviado de Dios, he oído de tus prodigios, por favor sana a mi hijo”. La levanté cariñosamente y le dije: –“No soy ningún ángel, solo un simple pecador obediente a mi Señor Jesús”. Y dirigiéndome al muchacho postrado en una pequeña cama, observé que el joven no pasaba de 12 años y su semblante era de un moribundo, muy delgado y de tez morena pálida, apenas podía abrir sus negros ojos y su temperatura corporal muy elevada. Le acaricié sus cabellos y procedí a mis oraciones, pensé en la pobreza que vivía esa gente, sin vivienda digna, salud y alimentos, mientras que el Emir y sus allegados gozaban de abundancia y lujos extremos. Pensé como de injusto es nuestro mundo, donde las riquezas anidan en pocas manos y la pobreza se pierde en la base de una pirámide sin fin. Me hacía comprender el verdadero “Plan de Dios” a través de su “Ciudad Luz–Heimdall” en la Tierra, para hacer conciencia en los que tienen el poder económico y político de construir en el mundo una sociedad más justa al servicio de las grandes mayorías; no como actualmente ocurre, que unos pocos oligarcas opacados por el poder y el dinero, menosprecian a Dios y al prójimo, formando falsos estratos sociales que deshumanizan al hombre y hacen que muchos vivan de apariencias con el deseo innato de la posesión y del consumismo, donde el valor de una persona se cuestiona por el dinero, obsesión que se vuelve insaciable, vulnerando la moral, la ética y el bien común, haciendo al individuo presa fácil de las fieras del poder absoluto y de la maldad. Después de un breve momento, el niño abrió sus ojos y me abrazó dándome las gracias por haberlo liberado de su mal, sus padres lloraban de alegría, les pedí que hiciéramos una oración al Dios de los justos. Al despedirme de ellos y tratar salir de la vivienda, una multitud me esperaba para que los sanara de sus múltiples males; escapando utilizando la invisibilidad del traje, logré regresar adonde el Emir, este se encontraba con sus funcionarios de estado en un gran banquete celebrando su sanación con suculentos platos de diversos alimentos, bebidas embriagantes y bailarinas semidesnudas, como
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las que acostumbraba muy a menudo en las orgías de su palacio. Me disgustó al ver con que rapidez el Emir había olvidado su promesa a Dios y aparecí de súbito en medio de la enorme mesa, la música y las bailarinas se detuvieron y los presentes se quedaron muy sorprendidos al notar mi enojo. Reprendí al Emir y a sus allegados diciéndoles: –“¡Emir, la salud y toda tu riqueza, el Señor te la quitará de inmediato, no has honrado tu palabra y has traicionado tu promesa al “Señor de los Ejércitos”!. Tu pueblo vive en miseria, sin salud ni alimentos, sin educación ni trabajo y en pobreza absoluta, mientras tú y tus allegados disfrutan de abundancia ofendiendo al Señor. Si prometiste ser un servidor de Dios, debiste comenzar por gobernar con justicia y ayudar a tu gente a vivir de acuerdo a las riquezas de este su país, eso hubiera sido agradable a los ojos de Dios. Pero como no has obedecido, te devuelvo todo tu mal”. Luego, del traje salió un rayo de luz cubriendo al Emir y las llagas comenzaron a brotar de su cuerpo, mientras que hincado pedía perdón gritando al Todopoderoso que se apiadara de él, prometiendo que sería más justo con su pueblo y cumpliría con su promesa de servirle solo a Él. De pronto, el rayo desapareció y quedó todo en calma, el Emir todavía lloraba besando el suelo, se levantó y vio su cuerpo nuevamente sano, por lo que se alegró mucho y envió de inmediato a sus subalternos a distribuir la mitad de su fortuna al pueblo y mandó a sus empleados a repartir aquel banquete a la gente necesitada. Cumpliendo el Emir con todo lo prometido a Dios, mi misión estaba concluida y satisfecho me despedí de él, pero le advertí que no jugara con su promesa; tocándole con mi dedo su mano derecha, de inmediato se le formó una llaga ya cicatrizada en forma de la estrella de David, para que recordara siempre su promesa al Señor. Él me dio las gracias pidiéndome que regresara a verificar lo logrado con su pueblo. Cuando salí de ese país pude ver desde lo alto a la gente del pueblo que bailaba en las calles alegres por la bondad del Emir y su nuevo gobierno. Al verlos pensaba: –“¡Cuantas cosas se pueden lograr en el mundo con solo un poco de voluntad y amor al prójimo!; los que tienen mucho, dar la mitad
de sus riquezas, esto no los hará pobres; los que viven acomodados, con dar un poco no perderán su comodidad; y los que tienen poco, el dar algo los hará santos; y así el mundo vivirá mejor”. Dice el lema: –“El que da vida y alegría con amor, se hace parte del mismo Supremo Creador”. Luego satisfecho por el logro alcanzado por el Señor, regresé feliz a mi patria.
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CAPÍTULO SEXTO 6.1– EL GRAN PROYECTO DE DIOS Al poco tiempo de regresar del Medio Oriente, recibí la ayuda económica de estos países amigos y procedimos a construir nuestra propia sede para esta magna misión, ubicada en lo alto de la Cordillera del Bálsamo, zona muy arborizada y de clima fresco; el edificio era de vidrio color obscuro construido con estructura de acero y en varios niveles, habían suficientes áreas de oficinas y estacionamientos. Al frente del edificio, un escudo con la “Estrella de David” y el nombre de “Misión Ciudad Luz–Heimdall” grabados con letras de oro. Este tiene una vista a la ciudad capital, al volcán Quezaltepec y al terreno donde se construirá la gran Ciudad Santa. En este mismo terreno se construirá la base para el sistema de transporte a base de góndolas aéreas que se usará para llegar al nuevo monumento sagrado ubicado en el “Picacho” del volcán. En las siguientes semanas visité los países europeos y asiáticos, cuyos mandatarios, al saber de la ayuda tecnológica y científica que aportaban los Áliens al mundo, así como de la ayuda económica que recibirían, decidieron ser parte de esta gran estructura que involucraba a todos los países sin importar su credo religioso, idioma, costumbres o cultura; logrando así acercarnos a la mayor cantidad de personas para que conozcan el proyecto de Dios y se conviertan al plan de salvación de Jesucristo, como único camino para llegar al PADRE, que en su palabra nos dice: –“Porque la voluntad de mi padre es que todos los que miran al Hijo de Dios y creen en Él, tengan vida eterna; y yo los resucitaré en el día último” (San Juan 6: 40). –“Yo soy la puerta: el que por mí entre, será salvo” (San Juan 10:9 ). Aprovechando las visitas a los diferentes países, tratábamos de explicarles el verdadero significado de estas palabras de Jesús en la Biblia, donde Él al convivir con la humanidad, nos enseñó el camino de la verdad que nos conduce a su amado Padre. Con
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nuestro fallecimiento corporal, la materia queda en su elemento y se deteriora volviéndose polvo; pero Jesucristo al resucitar de entre los muertos cuando tenía 33 años, conservando su propio cuerpo físico al triunfar sobre la muerte, podrá continuar en esa edad por la eternidad con un cuerpo incorruptible; así también nosotros podremos vencer a la muerte resucitando con nuestro cuerpo físico al ingresar a la nueva Ciudad Heimdall, conservando la misma edad de Cristo eternamente. En este nuevo plan del Señor Jesús, seremos rescatados de la muerte para entrar a morar directamente a su Ciudad Santa, donde brotará leche y miel, llamada por el apóstol Juan como la nueva “Jerusalén” o “Yerushalayim” –Ciudad de Paz, Casa de David, Ciudad Luz, Casa Sagrada– (Apocalipsis 21: 10–14); miles de estas ciudades se construirán en todo el mundo para acercar a la humanidad al verdadero Paraíso Terrenal y facilitar su salvación eterna. Es el mismo “Rapto de la Iglesia de Cristo”, donde el Señor Jesús estará visible para todos los habitantes de su Ciudad Santa, que creen en Él y quieren gozar eternamente de su presencia. Un aspirante para ser aceptado en la Ciudad Heimdall, debe de acudir al primer llamado del Señor Jesús, ya que nadie busca al Señor sin que Él antes lo haya escogido y llevado a su presencia, luego deberá cumplir con tres requisitos básicos: “Conversión, Amor y Servicio”. La “Conversión” es fruto del arrepentimiento, seguido por el cambio a una mejor vida en Cristo Jesús. El “Amor” es un sentimiento natural hacia Dios y el prójimo, porque todos tenemos un propósito en la vida y es “Amar y ser Amados”, porque nuestro Creador es la esencia misma del amor puro y nosotros somos parte de ese amor. Este sentimiento profundo nos induce al “Servicio” para con Dios y el prójimo de una forma incondicional. Los que no hayan aceptado como su Señor y Salvador al hijo primogénito de Dios –Jesucristo– (Rey Óddim, Allahu Akbar), no podrán ser parte de esta “Nueva Alianza” y no tendrán el derecho a ser considerados “aspirantes” para ingresar a esta Ciudad Santa. Este es el reto principal de los servidores del Señor y de esta misión, convertir a la mayor cantidad de creyentes a Cristo Jesús, no importando su credo o religión, cultura o costumbres, país de origen
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o nivel social, todos son llamados para ser parte de este maravilloso Plan de Dios y gozar de este privilegio. Los nuevos integrantes de este plan, deberán comenzar con hacer vida “Su Palabra” y trabajar en Su obra salvífica para llevar almas a Su reino. Porque muchos nos hemos acostumbrado a guardar para sí el Reino de Dios y no producimos frutos, haciendo perder la cosecha que Dios nos ha asignado; por lo tanto, perdemos el derecho de llamarnos hijos del Dios Altísimo y la comunión alcanzada con Cristo Jesús de nada nos sirve, porque nuestra misión es cosechar frutos en abundancia. Jesús nos dice: –”Mira, por tres años seguidos he venido a esta higuera en busca de fruto, pero nunca lo encuentro. Córtala, pues; ¿Para qué ha de ocupar terreno inútilmente?”(Lucas 13:7). Las personas que han hecho vida las enseñanzas de Dios a través de otras religiones no Cristianas, también podrán ser salvas, pero no podrán vencer a la muerte por estar sujetos al normal proceso exigido por el Creador; donde al morir, su cuerpo físico se hará polvo y su alma se transportará al “Purgatorio” donde purgará sus pecados, luego su alma ya redimida tomará de nuevo su cuerpo físico para presentarse al “Tribunal de Justicia Divina” para ser juzgado; después de ser absuelto de todo pecado ganará el derecho a vivir en el “Eddem” (Paraíso), que es el mismo planeta Ázhark; pero si es condenado, será lanzado al fuego eterno. En su “Palabra” el Señor, nos dice: –“No se admiren de esto, porque va a llegar la hora en que todos los muertos oirán su voz y saldrán de las tumbas. Los que hicieron el bien, resucitarán para tener vida; pero los que hicieron el mal, resucitarán para ser condenados” (Sn Juan 5:28–29). Mientras que los seguidores de Cristo y puros de corazón, serán elegidos para morar en esta Ciudad Santa, donde tendrán el privilegio de ingresar con su mismo cuerpo físico que será incorruptible por toda la eternidad. Asimismo, no serán presentados ante el “Tribunal de Justicia” porque serán llamados “Uniss” (Elegidos y enviados por Jesucristo).
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Los cristianos que aun habiendo sido llamados por Jesús no lograron ser aceptados en la Ciudad Santa, podrán continuar intentándolo durante toda su vida hasta purificar su alma; si no lo lograran al llegar la muerte, su alma seguirá el normal proceso hasta llegar frente al Tribunal de Justicia Divina, donde Jesús y su madre, la Virgen María, abogarán por ellos. Mientras que los ateos y pecadores que no busquen la redención de Dios, no tendrán ninguna oportunidad y serán enviados al infierno (Nott). Este es el principal objetivo de este Plan Divino, llevar la “Palabra de Dios” a toda la humanidad, para que acepten a Jesucristo y puedan ser parte de esta Nueva Alianza que el Señor nos ofrece, solo así no nos arriesgaremos a terminar en el suplicio eterno y perdernos de vivir una vida plena en abundancia en Cristo Jesús. Por lo tanto, es urgente proceder a hacer posible este magno proyecto de Dios en la Tierra. Para darle continuidad al proyecto del Señor, los Áliens me enviaron los planos constructivos de la primera “Ciudad Heimdall” a mi residencia; fue una noche en que una luz muy blanca que bajaba hacia el césped de mi patio, me sorprendió; se trataba de una pequeña pirámide de cristal como de metro y medio de altura con varias aristas que lanzaban luces; en una de sus caras se dibujó la figura de mi amigo Zem del planeta Ázhark, quien me dijo: –“Este es el proyecto de la nueva Ciudad Luz–Heimdall y de la reconstrucción de tu país, así como de los detalles para su construcción, recibe un saludo”. De pronto se abrió una compuerta y aparecieron tres pequeñas pirámides metálicas como de aluminio dorado en sus bases de monitoreo negras, contenían una gran capacidad de memoria, proyectaban en tres dimensiones su contenido con detalles. Estas tres pirámides contenían todo lo referente a este magno proyecto; al tenerlas en mis manos Zem continuó diciendo: –“El rey Ódim del planeta Ázhark desea que su nueva Ciudad Heimdall en la Tierra se construya conforme a su diseño. En la pirámide UNO, encontrarás lo referente a esta Ciudad Santa; en la DOS, la reconstrucción de tu país; y en la última, detalles técnicos del proyecto y del proceso constructivo. Enviaremos el equipo
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necesario, materiales y el personal idóneo para la ejecución física de la obra. Que Dios te acompañe mi buen amigo”. De inmediato la nave se elevó hasta perderse en el infinito. Luego, junto con mi esposa Carmen e hija Lya, procedí a descubrir como operar las pirámides; al aplicar un botón que tenían en su base la número UNO, salió una luz blanca y proyectó el diseño de la gran Ciudad en todo su contexto en tres dimensiones, revisé su contenido escrito en “Ozair” (Idioma usado en Ázhark), al tocar la punta de la pirámide, de inmediato se tradujo en mi idioma, haciéndose más fácil su lectura. El proyecto especificaba que la ciudad Santa debía ser protegida por un inmenso “Domo o cúpula” de cristal para resguardarla de los intrusos, del clima y la contaminación ambiental; así como por un muro protector en todo el contorno de la gran ciudad. Incluía los requisitos y normas divinas para habitar en ella, el diseño de toda la ciudad junto con los proyectos de los diferentes edificios, parques y jardines, fuentes, sistema estructural, hidráulico, eléctrico y transporte; vías de circulación, centros de recreación, etc. En este paraíso de Dios o Éddem, la humanidad tendrá el mismo acercamiento que Adán y Eva tuvieron con el Creador, donde disfrutaban de una amistad íntima con Él; en este paraíso no habían rituales, ni ceremonias, ni religión, solo una relación sencilla y cariñosa entre Dios y ellos; sin los estorbos de la culpa o el temor, una relación perfecta entre el Padre Celestial y sus hijos, pues para eso Dios nos creó, para vivir continuamente en su presencia. Adán y Eva perdieron el privilegio de esa amistad divina por su pecado; pero Jesucristo cambió esa situación, al pagar con su sangre nuestros pecados en la cruz, donde el velo del templo que simbolizaba esa separación entre Dios y el Hombre, se rasgó de arriba hacia abajo, como una señal de que el acceso directo con el Padre estaba de nuevo abierto. La Palabra de Dios, nos dice: –“Ahora tenemos la maravillosa alegría del Señor en nuestras vidas, gracias a que Cristo murió por nuestros pecados y nos hizo sus amigos” (2 Corintios 5:18); por lo tanto, ahora con su nueva Ciudad Santa, el Paraíso se nos abre para morar eternamente con Él.
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Sistema Habitacional (Ciudad Heimdall) Esta primera Ciudad del Señor Jesús, será construida en una propiedad de trescientas manzanas ubicada en la zona norte de la ciudad capital, pero el proyecto de la Ciudad Heimdall era de dimensiones impredecibles; una vez construido su muro perimetral se podían medir por fuera sus límites; mientras que por dentro, las dimensiones de la ciudad traspasaban lo imaginable, siendo infinitas, llegando a colindar con los límites del mismo Paraíso de Dios (Éddem) y con las diferentes ciudades Heimdall existentes en el Universo, por medio de un sistema de “Gusano Espacial o Agujero Negro”, comprendido dentro la naturaleza divina de esta Santa Ciudad, llamada por el apóstol Juan como la Nueva Jerusalén. El diseño de la Gran Ciudad era muy peculiar, similar a la original ciudad construida y diseñada por el mismo Arquitecto del Universo en el planeta Ázhark. Sus edificaciones muy estilizadas comprendían universidades, templos, escuelas, centros comerciales, bibliotecas, áreas residenciales, parques y plazas públicas, zonas recreativas y deportivas, etc.; estaban incluidos todos los servicios básicos de una
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gran ciudad del primer orden. Los habitantes llamados Uniss, ocupan un papel muy importante en esta sociedad, donde se experimenta un sistema nuevo de convivir en comunidad al colaborar por una misma causa y al servicio de los demás, así como en paz y armonía. El Señor Jesús espera que la humanidad pueda alcanzar esta misma forma de vivir en el mundo, ofreciendo su ciudad como ejemplo, donde los Uniss lo imitan a Él siguiendo fielmente sus enseñanzas para buscar la perfección espiritual y alcanzar la madurez necesaria para pensar, sentir y actuar como lo haría el Señor, este debe ser el verdadero propósito de cada ser humano en la Tierra. Por consiguiente, en esta Ciudad Santa no se permite entrar a los políticos que no se hayan despojado de su historial de corrupción y malos manejos del heraldo nacional; así como de sus mentiras, maldad e hipocresía. Igualmente no son admisibles los malos sacerdotes, pastores y demás dirigentes religiosos que no hayan experimentado una conversión auténtica apegada a las leyes de Dios. A los paganos, delincuentes, asesinos, violadores, pederastas, usureros, practicantes de la magia negra, terroristas, mentirosos, mafiosos, lascivos, degenerados sexuales, prostitutas, ambiciosos, etc.; todos ellos deberán primero demostrar que su conducta ha sido transformada conforme a los lineamientos exigidos por Cristo Jesús y que su conversión es sincera. Esto lo podrán lograr por medio de la comunidad Cristiana que será la asignada para testificar sobre su nuevo comportamiento y total cambio personal, como su deseo de servir a Dios y al prójimo. Cada aspirante deberá ganarse el privilegio de morar en la Ciudad Santa comprobando su completa metamorfosis a un alma libre de todo mal y así ingresar a través de las tres puertas celestiales, que son el filtro divino del Espíritu Santo de Dios. Jesús dijo: –“Yo soy la puerta: el que por mí entre, será salvo. Será como una oveja que entra y sale y encuentra pastos” (S.Juan:10:9). Frente a la entrada de Ciudad Luz, hay una plaza muy grande, luego un corredor como de 10 metros de ancho que conduce a tres puertas sucesivas, la de “Oro”, la de “Plata” y la última muy estrecha, de “Madera”. Cada una de estas puertas tiene la función de filtrar con
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rayos celestiales todo historial de maldad de un aspirante, poniendo en una balanza lo bueno y malo que haya obrado, escudriñando en su interior para determinar su sinceridad de renuncia al mal y su interés de conocer y permanecer en la verdad, porque para Dios no existe el secreto, su espíritu conoce tu alma y tu historia; luego, si eres aceptado al pasar por la última puerta, tu cuerpo se volverá incorruptible y sanará de todo mal o defecto físico haciéndose perfecto, llegando a ser parte de la eterna juventud tan anhelada por todo ser humano. Con nuestro libre albedrío decidimos buscar a Dios, todo ser humano será recibido, perdonado y purificado para ingresar a vivir en esta gran ciudad donde abundará la “Leche y la miel” para los seguidores del Señor Jesús, porque esta ciudad de Dios es la “Tierra Prometida” que le ofreció a su pueblo Israel en el Éxodo de la Biblia Sagrada. En esta maravillosa Ciudad no existirán las preocupaciones, el tiempo, la muerte, ni el dolor; solo el amor, la felicidad y la eterna paz, porque todo se integra en la misma armonía del Supremo Hacedor; habrá abundancia material y espiritual para que los Uniss puedan convivir con su entorno planetario universal, en una dimensión supra–estelar con sus semejantes de vidas pasadas, porque nuestros ancestros ya fallecidos están a la espera de esta conexión con nuestro mundo, para unirnos en una sola comunión con Dios. El deseo del Supremo Creador es que convivamos en armonía con todos nuestros hermanos y Áliens de los diferentes planetas del universo, porque todos somos fruto de su divina creación y espera que juntos lo glorifiquemos. Los “Uniss”(Enviados del Señor) y habitantes de esta Ciudad Santa, continuarán su búsqueda para purificar su alma y así ganarse el siguiente nivel en el planeta Ázhark y luego, buscar la perfección espiritual al llegar al “Nonmus” (Aposento de Dios), que es el máximo nivel posible de alcanzar y donde se transformarán en ángeles del Señor. Estas Ciudades Luz que se construyan en el mundo, estarán conectadas entre sí por medio de la “conexión inter–estelar–inmediata” como un solo cuerpo celestial. Todas estas ciudades estarán gobernadas por la Ciudad Luz construida en El
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Salvador, por poseer el monumento al “Corazón de Dios” que es el único enlace entre las ciudades construidas en el universo y Dios. El diseño de la Gran Ciudad es perfecto, sin embargo solo los Áliens tienen la tecnología para edificarla, que es muchos años más avanzada que la nuestra. Hay materiales que existen en nuestro planeta como el “Grafeno”, que aunque es conocido por el ser humano desde 1990, se desconoce su verdadera utilidad; su resistencia es extraordinaria y es usual que los Áliens lo utilicen en la confección de sus vestimentas y en la construcción; otros materiales son desconocidos, muy dúctiles y maleables como el “Pikrito” del planeta Pikuro, que sustituye al concreto armado y el “Mantex”, del planeta Xnair, que se utiliza para pisos decorativos. Todos estos materiales vendrán de la constelación de “Orión” para edificar la Ciudad Santa. El Pikrito tiene una consistencia similar a la gelatina y al construir con este material, no es necesario el uso de puertas ni ventanas, porque da paso al aire y la luz por ser transparente, pudiéndose adaptar a la textura o color que se requiera; al mismo tiempo es muy resistente, ya que si un extraño desea atravesarlo se endurece graníticamente, siendo necesario introducir una clave secreta para ingresar libremente al espacio deseado. El sistema de transporte de “Agujero Negro o de Gusano”, ya enunciado por la teoría de la relatividad de Albert Einstein, así como por la teoría de “Universos Paralelos”, todavía no comprendidas por la ciencia moderna, es un elemento básico para la edificación y funcionabilidad de esta “Gran Ciudad Heimdall” y su inter–conexión con todas las galaxias del universo, como medio de interrelación espontánea. La energía eléctrica de la Gran Ciudad será obtenida por el sistema de “Cuásar” (Quasi–Stellar) o Fuente Astronómica de Energía Electromagnética, cuya fuente será la energía interestelar del Universo. Ya el gran científico y “Áezir” de la historia, Nikola Tesla, de origen Croata y de nacionalidad Austriaca, quién fue abducido y llevado al planeta Ázhark para prepararlo en tecnología alienígena, creando de esa manera esta gran teoría a través de la famosa “Torre Tesla” (Wardenclyffe Tower), que consiste en la transmisión
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inalámbrica de energía a través del sistema planetario a cualquier distancia de la Tierra, siendo imposible para Tesla hacer realidad esta teoría a principios del siglo XX, por no contar con los materiales básicos para su construcción. Actualmente los Áliens han traído los materiales necesarios para hacerla realidad y suministrar esta energía nuclear a la nueva Ciudad y al resto del país; esta energía se obtendrá de la constelación de “Orión” por ondas magnéticas y podría suministrarse a todo el mundo si fuera necesario, ya que su capacidad es tal que duraría muchísimos años y no gastaría ni el diez por ciento de su energía absoluta, porque su fuente es inagotable.
Torre Tesla de energía en Ciudad Luz–Heimdall
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6.2)– INICIO DEL PROCESO CONSTRUCTIVO El 12 de Mayo, día de la Virgen María (Frigga), madre del rey Óddim, se inicia la construcción de la gran Ciudad Santa, comenzando con sus muros perimetrales de una altura de 20.00 metros y un grosor de 2.00 metros; el material a usar llamado “Zurkita”, fue traído del planeta Oxim en naves cilíndricas que llegaron a la propiedad. Muchos especialistas de las diferentes constelaciones, entre Áezires y Drakos estuvieron para ejecutar la obra; gente curiosa y periodistas abarrotaron la zona para conocer de este magno proyecto, pero no se permitía el ingreso a las instalaciones, por lo que los Áliens demarcaron los límites del terreno con instrumentos especiales colocando unos pequeños cubos metálicos, de ellos salía una luz vertical como reflectores que iluminaban el firmamento, formando una barrera de color café oscuro que no permitía ver desde el exterior. Luego, de la misma forma que colocaron los cubos, procedieron a enterrar simétricamente unos objetos cilíndricos como de metro y medio de diámetro por cinco de altura en todo el contorno de la propiedad; al estar todos instalados, una luz roja salió de cada cilindro hasta la altura de 20 metros. Las naves desde el aire cortaron como mantequilla el suelo utilizando rayos láser, formando grandes zanjas que unían éstos objetos; después los cilindros se abrieron como una flor, dejando escapar un líquido café oscuro que llenó las zanjas y este líquido se fue elevando hasta la altura que indicaban las luces, formándose un muro de grandes dimensiones que rodeó toda la propiedad, era impresionante, esto se hizo en un solo día. Posteriormente, se procedió a construir el gran “Domo” de vidrio, que dará protección aérea y subterránea a la urbe; ya que el mismo domo se edificará en el subsuelo, cerrando herméticamente la gran Ciudad como si estuviera dentro de una burbuja. Para la construcción de este enorme domo o cúpula, se instalaron de igual forma unas esferas grandes de cristal sobre el gran muro de dos metros de ancho, igual al diámetro de las esferas. Estas se colocaron en cadena, una después de la otra, saliendo seguidamente una luz de color azul de ellas, que se extendió por los aires a gran
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altura hasta llegar a juntarse con el resto de luces de las otras esferas, delimitando la propiedad en todas sus dimensiones sobre el gran muro; de igual forma fue en el subsuelo. Luego la cúpula de luz tomó forma hasta cristalizarse como un domo de hielo, luego se solidificó graníticamente formando la gran cubierta de protección para la gran Ciudad Santa en proceso de construcción. Los constructores alienígenos trajeron la más avanzada tecnología en equipos y materiales de construcción, así como a especialistas y mano de obra. Esto fue posible por el apoyo obtenido del presidente y el congreso de mi país, quienes firmaron junto con los Aliens, en mutuo acuerdo, un convenio de ayuda; este consistía en brindarles a los Áliens toda la documentación adecuada para ingresar y permanecer en el país mientras se construyera esta magna obra de Ciudad Heimdall y la reconstrucción de todo el territorio nacional. Este mismo convenio establece que el área territorial que ocupará la Ciudad Santa, será una zona protegida e independiente del resto del país, donde el gobierno central no tendrá incidencia alguna, como un área fuera del estado. Esto es vital, ya que esta ciudad es propiedad exclusiva de Dios y el hombre no puede usurpar sus límites sin permiso del Supremo Creador; esta concesión comprenderá un plazo de cinco mil años y recibirá nuestro país el beneficio de la ayuda alienígena para su desarrollo económico, tecnológico, educacional, científico y social, haciendo de El Salvador una potencia mundial de primer orden; convirtiéndose en el centro promotor para realizar esta santa misión en todo el mundo. Además de la construcción de la Ciudad Santa, se procedió a la reconstrucción del país a través del “Plan Heimdall” (Tecnológico Universal), que consiste en inyectar grandes capitales a la economía y desarrollar la tecnología avanzada de los Áliens, para hacerlo un ejemplo de desarrollo mundial de primer orden. Nuestro gobierno accedió de inmediato a este panorama de oportunidades para el país, ya que habíamos caído en una recesión de las peores en muchos años, la economía estaba en lo más bajo y la deuda externa lo ahogaba, la delincuencia desbordada agotaban las esperanzas de la población y consumían al estado, el país vivía solo
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de las remesas familiares que enviaban del exterior, la producción y exportación eran limitadas, el desempleo aumentaba provocando la emigración en busca de mejores condiciones de vida hacía el país del Norte, por ser este, la primera potencia económica mundial. Este enorme país del Norte tenía muchas riquezas naturales, pero su altanería lo había llevado a menospreciar a los países vecinos y mantenerlos distantes y subdesarrollados, pese a que eran sus aliados y que su gente había hecho aumentar sus riquezas al emigrar a ese territorio para mejorar sus ingresos a través de su trabajo. Estos pueblos pobres, que siempre han padecido hambre por el abandono de las grandes potencias, ahora son presa fácil de la delincuencia y de la corrupción, siendo utilizados también por el narcotráfico para conducir a otros territorios su producto ilícito. Estos países pobres, vecinos de esta potencia mundial, son un desastre económico, político y social, sin esperanzas de recibir ayuda internacional para solucionar los males ocasionados por la corrupción y la delincuencia que dejan estas hordas del narcotráfico, que a su vez inciden en su pobre economía y desarrollo. Siendo esta propuesta de los Áliens, la gran oportunidad para dejar la pobreza e iniciar el desarrollo deseado para nuestro país y el resto de países del continente. En la reconstrucción del territorio nacional se incluyó el pago de la deuda externa sin necesidad de retorno, ayudando a levantar la débil economía con la inyección de inversión para la industria, la agricultura y el comercio, así como en salud, educación y nueva tecnología, construyéndose nuevas y modernas autopistas en toda la república, puentes y un sistema de trenes subterráneos magnéticos de gran velocidad que cubrían todo el territorio nacional. Se incentivó la producción y nuevos sistemas agrícolas; se construyeron grandes hospitales, centros deportivos, se le dio vivienda digna a los pobres construyendo verdaderos complejos habitacionales, centros de acopio y distribución gratuita de granos básicos, así como almacenes de ropa y utensilios para el hogar. El estado implantó una ley de beneficios para jóvenes en proceso de estudio y para los desempleados, con incentivos económicos y una educación gratuita; al adulto mayor se le protegió con una cobertura
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económica vitalicia. Todo el sistema de salud fue nacionalizado, donde el total de servicios y medicamentos son gratuitos; las droguerías, hospitales y clínicas privadas son controlados y subsidiados por el estado, conservando su independencia administrativa. Entrarán en el mismo sistema de gratuidad, los colegios, escuelas, institutos técnicos y universidades privadas; igualmente lo serán el transporte público, que contarán con buses modernos y trenes subterráneos que cubrirán todo el territorio nacional; la energía eléctrica, cuya fuente será a través del sistema “Cuásar” y el agua, que se obtendrá de la descomposición del mar, donde la sal, el oro y otros minerales serán extraídos, adquiriéndose el agua purificada que se distribuirá a todo el país, porque el mar es una fuente inagotable de este preciado líquido, así como el mayor recolector de agua lluvia del mundo. El sistema de comunicación será también gratuito y funcionará por ondas magnéticas de gran alcance, colocando satélites en la estratósfera para tener mayor alcance. Asimismo se inició la construcción del monumento alusivo a Dios en lo alto de la montaña el “Picacho” del volcán de “Quezaltepec”, para ello se adquirió el terreno de 12 manzanas ocupado por antenas de señales radiales y telefónicas; el propietario al escuchar la oferta económica, no dudó en venderlo, trasladando las antenas a otro terreno de su propiedad cerca del cráter del volcán. Luego se procedió a construir el gran monumento de acuerdo al proyecto enviado por los “Áezires”, quienes también la dirigieron; este monumento será como un faro que iluminará cada una de las Ciudades Santas que se construyan en el mundo y será visto desde cualquier lugar del Universo, debido a que su iluminación será tan intensa como un “Cuásar” (Fuente astronómica de energía electromagnética). El diseño del monumento comprende una plaza, bellos jardines traídos del “Eddem” y en el centro una inmensa fuente de donde salen dos enormes manos en posición de oración que sostienen el “Corazón de Dios”, representado por un diamante de grandes proporciones en forma del vital órgano, símbolo del amor y la vida. Esta gran plaza se construirá con materiales también traídos de otros mundos, así como sus jardines de exuberantes flores de mil colores, solo vistos
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en el Éddem y que permanecen lozanas y frescas eternamente, sin variar su belleza y perfume. El lugar que comprende el monumento es santo, por lo que sus límites estarán protegidos por altos muros y custodiado por ángeles guardianes y Áliens, donde el visitante debe guardar completo respeto, ya que es un lugar de adoración por estar presente la misma “Gloria de Dios”. Para facilitar la llegada de visitantes a este monumento santo, se instalará un sistema sofisticado de transporte aéreo, cuya base de operaciones estará en el mismo “Edificio Heimdall”, sede de la misión y construido en la Cordillera del Bálsamo, frente al volcán. Este sistema de transporte consiste en pequeñas naves en forma de esferas de cristal con capacidad para seis personas, que viajarán en una sola dirección hacia la montaña y regresaran automáticamente a la base, por acción anti–gravitatoria y sin conductor. No podrán ir al monumento las personas que no crean en Dios, por lo que antes de abordar el transporte pasarán por un control para conocer sus intenciones, su modo de pensar y devoción al Supremo Creador.
Flores traídas del Paraíso
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Al pasar los días, el enorme monumento de veinticinco metros de alto ya estaba construido, igual que la gran plaza y sus bellos jardines. Una enorme nave llevó el “Corazón de Dios”, todavía cubierto con un material de protección, colocándolo entre las dos manos entrelazadas parecidas al monumento visto con mi amigo Julio en la plaza “Viskaynna” del planeta Ázhark. Al descubrirlo, se observó un diamante azul en forma de corazón de cinco metros de altura que iluminaba todo el lugar; sobre él, una delgada cruz, era impresionante. Los destellos azulados del diamante iluminaban como un faro la Ciudad Heimdall en construcción y aguas cristalinas, que brotaban de la cruz, bañaban al corazón que parecía estar vivo, derramando el agua a la base de la fuente que reflejaba un arcoíris de mil colores; no había mayor belleza que este divino efecto se dibujara en el paisaje; este “Corazón” es el faro de Dios que iluminará al mundo con su AMOR. La construcción de la gran “Ciudad Luz–Heimdall” y la reconstrucción total del país, estaban en franco proceso, era increíble la cantidad de Áliens que participaban en esa enorme construcción las 24 horas al día, no había descanso. En el área de la gran Ciudad Santa en construcción, no se permitía ninguna visita del exterior, para que los visitantes no se escandalizaran al ver Áliens con sus naves y equipo sofisticado operando; solamente en la reconstrucción del país se contrataron empleados nacionales y extranjeros de los países amigos, siempre con la asesoría y equipo de los Áezires, que eran similares a nosotros. Los grandes muros y el majestuoso domo de vidrio estaban ya construidos, el material utilizado en éstos era similar al sistema constructivo utilizado en los edificios del “Gran Salón Oxkaya”, “Balhalla” y el “Palacio Valaskjalf” del planeta Ázhark, ya que sus muros se podían atravesar sin dificultad usando el revestimiento del Espíritu; porque cuando un intruso quisiera usurparlo su contextura cambiaba y se volvía resistente como el granito. Dentro de la cúpula de vidrio el clima era agradable, una brisa suave y fresca se percibía; los rayos solares entraban leves a la ciudad, ya que la misma cúpula los filtraba. En las vías de circulación dentro de la ciudad no se permitía ningún tipo de automotor, para
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no contaminar el ambiente; el sistema de transporte era por medio de bandas electrónicas móviles y esferas de cristal electromagnéticas que se desplazaban por los aires, sin conductor, obedeciendo un plan pre–establecido. A los pocos meses de intenso trabajo y dedicación se terminó la “Gran Ciudad Luz– Heimdall”, era impresionante, la gente se aglomeraba en los alrededores para ver de lejos sus flamantes estructuras, cubiertas por un enorme domo de vidrio sobre los altos muros que circundaban la gran ciudad. Una vistosa plaza invitaba a acceder a las amplias puertas de oro de doce metros de alto y seis de ancho que daban paso al amplio corredor principal con columnas de figuras de hombres y mujeres tipo griegas, de la misma altura que las puertas, el cual está delimitado por bellos jardines a ambos lados; al terminar el pasillo, se llega a las siguientes dos puertas de plata más pequeñas, de siete metros de alto por tres de ancho; luego sigue un nuevo corredor con figuras de los doce apóstoles de Cristo en forma de columnas a ambos lados, se podían observar bellas cascadas de aguas cristalinas y enredaderas de flores multicolores que bajaban de los muros; éste conducía a la última puerta que fue construida con la misma madera utilizada en la cruz de Cristo, mucho más estrecha que las anteriores y de un metro de ancho por dos de alto. Estas tres puertas, simbolizan el proceso de conversión que cada aspirante debe experimentar para entrar a esta magna ciudad. La primera puerta “de Oro”, mineral muy preciado, dúctil y maleable, símbolo de la pureza, que necesita ser sometido a grandes temperaturas para poder darle la forma adecuada; al igual que nosotros que también necesitamos al orfebre que es “Jesús”, para ser moldeados según Su voluntad. La segunda puerta “de plata”, material preciado, que al ser pulido nos podemos reflejar en él y ver nuestras imperfecciones; esta puerta desnuda el alma para que reconozcamos nuestros errores y pecados. La última puerta “de Madera”, material de origen vegetal que expresa la extrema humildad y la vida, representa el amor de Dios en toda su plenitud, indicando nuestro propósito: ”Ser humildes para Amar y ser Amados”. Después de la puerta de madera, se encuentra un pasillo muy estrecho y oscuro,
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donde el aspirante solo pueda ver su interior y logre purificar su alma. El que logre pasar a través de estas tres puertas, será aceptado para vivir en la Ciudad Santa y tendrá vida eterna, no necesitando llegar a la muerte física. Su cuerpo será incorruptible y volverá a ser joven, fuera de toda enfermedad o defecto, esta es la vida santa que Dios en su infinito amor, quiere para cada uno de nosotros. Con este proyecto, el “Paraíso de Dios” es una realidad aquí en la Tierra para aquellos que aman al Señor, la misma gloria del Altísimo se ha proyectado a nuestro mundo para morar con el “Hombre” y que todos seamos salvos por la gracia del Espíritu Santo. Era sorprendente esta Gran Ciudad, su extensión sobrepasaba los límites del mismo terreno en que se había construido; por fuera parecían verse los límites de su gran cúpula, pero al estar en su interior, su extensión se ampliaba magistralmente cubriendo una inmensidad de terreno mayor que el territorio nacional, ese era el “Efecto de Gusano Espacial” dado por Dios, similar al efecto del arca, que con el diseño del Creador construyó Noé, que al verla por fuera, se podían advertir sus límites, pero por dentro su inmensidad era impredecible pudiendo albergar miles de especies de animales y vegetales, depósitos enormes de agua y alimentos, así como a su familia. Dios le dijo a Noé: –“Yo voy a mandar un diluvio que inundará la Tierra y destruirá todo lo que tiene vida en todas partes del mundo. Todo lo que hay en la Tierra morirá. Pero contigo estableceré mi pacto, y en la barca entrarán tus hijos, tu esposa, tus nueras y tú. También llevarás en la barca un macho y una hembra de todos los animales que hay en el mundo, para que queden con vida igual que tú” (Génesis 6: 17–19). Al encontrarse en el interior de la Ciudad Santa, ésta seducía con su encanto y belleza, no deseando regresar al mundo exterior para quedarse a morar eternamente en esa plenitud de amor y paz, su aroma conmovía y el amor de Dios se percibía en el ambiente. Cada vez que tenía que salir de la ciudad, tenía sentimiento encontrados, pero debía continuar con la misión; una gran tristeza me embargaba y me costaba dejar aquel bello paraíso de mi Creador, pero debía cumplir con el mandato encomendado por el Señor Jesús; el
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arraigo con esta bella ciudad y el amor a Dios, comprometían mis sentimientos hacia mi familia y deberes para con mi Señor, por lo que acudía a el Espíritu Santo que me fortalecía. En esta bella ciudad era el lugar adecuado para nuestros futuros encuentros con el Señor, porque su presencia era perenne y visible, para todo el que habitare en este lugar; Ciudad Luz–Heimdall es el mismo símbolo de la Nueva Jerusalén y del rapto o abducción, que Jesús anuncia en su “Palabra”, cuando venga por su iglesia para morar con ella eternamente en el “Paraíso Terrenal”, que es el mismo Paraíso de Dios o Éddem, construido en el mundo. El rapto será así: –“En aquel momento estarán dos hombres en el campo: uno será llevado y el otro será dejado. Dos mujeres estarán moliendo: una será llevada y la otra dejada” (San Mateo,24:40–41).
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6.3)– EL LLAMADO A LOS ASPIRANTES La gran “Ciudad Heimdall” estaba terminada, conforme a su diseño, solamente faltaban sus habitantes humanos, ya que del mismo Jardín del Éddem se habían llevado diferentes animales como aves y caballos alados, mariposas y miles de otras especies, su capacidad era ilimitada. El Señor Jesús estaba presente en este paraíso y el Espíritu Santo de Dios lo acompañaba, ambos regían sobre la gran ciudad; los nuevos Uniss eran revestidos con el Espíritu, que les daba la calidad de ser enviados de Jesús y podían morar eternamente en la Ciudad Santa, con un cuerpo incorruptible, joven y perfecto, formando parte del pueblo de Dios. Todos estamos invitados a este magno “Paraíso”, lo cual podemos lograr si cambiamos nuestra vieja naturaleza y nos hacemos parte de un estilo de vida diferente, centrados en Su “Palabra”. El aspirante deberá dejar atrás todos sus valores materiales, posición social o política, títulos y cualquier atadura que lo amarre con el mundo, para iniciar un nuevo amanecer en la dimensión que ofrece Cristo Jesús, donde gozará de la misma gloria de Dios por toda la eternidad. Los Uniss solo podrán salir al mundo exterior con un permiso del “Consejo Supremo Galáctico”, instalado en el planeta Ázhark; cualquiera puede renunciar a continuar viviendo en la gran ciudad para volver al mundo exterior, respetándosele su libre albedrío, pero ya no podrán ser parte de este maravilloso plan, teniendo que llegar a ser juzgados al final de los tiempos para poder considerarse salvos. En cambio, los sujetos a este “Plan Salvífico de Jesús” no conocerán la muerte física ni serán juzgados, porque el Señor ya compró con Su sangre su salvación, haciéndolos acreedores para morar eternamente en este paraíso. El llamado de Jesucristo a cada aspirante para llegar a la Ciudad Santa es personal, nadie llega sin ser invitado, estos deberán cumplir con cuatro requisitos básicos: a)–Conocer a Jesús, b)–Arrepentirse de sus pecados, c)–Conversión sincera, y d)–Amar y servir a Dios; esta Ciudad Santa es para toda persona que crea en la salvación eterna de Dios y haga méritos para ganarse su ingreso. El llamado
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es durante toda su vida, muchos acuden a la cita y se someten a su santa voluntad, pero no logran ser aceptados por seguir atados al mundo que los rodea. Dice Jesús: –“Porque muchos son los llamados, pero pocos los escogidos”(Mateo 22:14). –“Procuren entrar por la puerta angosta; porque les digo que muchos querrán entrar y no podrán” (Lucas 13: 24). –“Dichosos los que lavan sus ropas para tener derecho al árbol de la vida y poder entrar en las puertas de la ciudad. Pero afuera se quedarán los pervertidos, los que practican la brujería, los que cometen inmoralidades sexuales, los asesinos, los que adoran ídolos y todos los que aman y practican el engaño”(Apocalipsis 22:14–15). Los aspirantes que no fueran aceptados para entrar en la ciudad, ya tienen el llamado en sus corazones, por lo que deberán continuar buscando la verdad y nacer de nuevo en una vida llena de propósitos, paz y armonía en Cristo Jesús; al final, el Señor que es todo Amor, los premiará por su perseverancia; esta conversión deberá estar sujeta a la entrega total al servicio de Dios y al prójimo. Por lo que se hace necesario, iniciar su descubrimiento Cristiano asistiendo al grupo de oración que su comunidad le asigne, para ser guiado en la búsqueda del único camino que es Jesús y así no tener tropiezos al entrar por las tres puertas de la ciudad; pues los materiales de estas puertas sirven como sello protector, recordándonos nuestras debilidades y virtudes. El Oro: “Codicia y avaricia”; la Plata: “Soberbia y lujuria”, y la Madera: ”Humildad y entrega”; estos materiales existentes en el mundo representan para el Hombre la salvación o condenación, porque Dios en su creación perfecta nos dio el libre albedrío, creando el bien y el mal, el cielo y el infierno, para que pudiéramos escoger de entre ellos nuestro destino. Igualmente estos materiales despiertan en el hombre la codicia, como el Oro y la Plata, llevándolo a su condenación; sin embargo la madera, lo conduce a la salvación, por ser de la misma esencia de la vida vegetal, que induce a la humildad. Noé fue salvado del diluvio por una barca de madera, Moisés fue rescatado de las aguas del Nilo, cuando flotaba en una canasta hecha de madera y con su cayado, también de madera, dividió las aguas
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del Mar Rojo; asimismo la madera representa la pasión y muerte de Jesucristo. El vivir en esta Gran Ciudad, es una gratuidad concedida por Dios, donde sus habitantes viven en armonía y felicidad dedicados a crecer espiritualmente en un ambiente de paz con el Señor y sus semejantes. Dios nos regala nuestra propia vida y espera que le adoremos, por eso nos ofrece esta gran ciudad, para que le sirvamos a él y al prójimo sin esperar recompensa; sus habitantes (Uniss) tienen labores diferentes, sin obligaciones, todo a base de ayuda comunitaria, unos se dedican a recoger las cosechas que la tierra ya fertilizada con la gracia divina produce en abundancia, aún sin necesidad de cultivar; otros, son adiestrados en la industria con nuevas y sofisticadas maquinarias que producen lo básico; y el resto de habitantes, se dedican a los servicios básicos para que el sistema de la ciudad funcione. Estos Uniss al adiestrarse en las diferentes actividades van creciendo simultáneamente en santidad y amor a Dios, siendo evaluados por el Supremo Consejo en su progreso espiritual, para llegar al siguiente nivel que es el planeta Ázhark y luego, continuar su perfección hasta ascender al mismo aposento de DIOS, el “Nonmus” (Cielo) donde serán querubines. Cuando un aspirante es aceptado para habitar en la gran ciudad, se le asigna un rol específico de acuerdo a su capacidad y experiencia para servir en la comunidad. Todos los habitantes son parte activa de esta Ciudad Santa y pueden disfrutar de todo los que les brinda el lugar, aún del suculento vino sin añejar producido en los viñedos de esta Ciudad, éste proviene de sepas especiales traídas del planeta Ázhark que deleitan el paladar más sofisticado, fue el mismo vino que Jesús transformó del agua, en las bodas de Caná de Galilea (Juan 2:5–10). La ciudad estaba ya preparada para recibir a los primeros residentes, comenzaron a llegar frente a la gran plaza miles de personas. Todos querían ser parte de ese gran proyecto, pero cuando entraban por la primera puerta, ésta hacía descubrir su interior, porque ante el Espíritu no hay secretos, dejando expuestas sus intenciones y pasado pecaminoso, haciendo imposible continuar con el resto de pruebas;
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en la segunda puerta, su soberbia y vanidad los traicionaba; y en la última puerta –de madera– pasaban muy pocos por su estreches, ésta detectaba lo más escaso de la humanidad: la humildad, el amor y la entrega total a Dios, haciéndose difícil el acceso a la gran Ciudad. En lo alto del domo de la Ciudad Santa se observaba una luz brillar, era el arcángel San Miguel, guardián del paraíso, para resguardar el lugar de los usurpadores y seres de la obscuridad; su espada de fuego incineraba a cualquier intruso; apostados en lo alto del muro colindante, varios ángeles lo custodiaban celosamente. Así también, el arcángel Rafael junto a sus ángeles, cuidaban el monumento a Dios enclavado en la montaña; había una advertencia para prevenir al visitante de no usurpar el “Corazón de Dios”, que al no acatarla, podrían ser destruidos. Nuestra comunidad Cristiana advertía a los visitantes y aspirantes del peligro de esta advertencia, debíamos guiar al aspirante en la búsqueda de la verdad y garantizar su seguridad personal al ingresar a la gran ciudad. Un joven se me acercó y llorando me dijo: –“No puedo entrar a Ciudad Luz porque tengo las manos manchadas de sangre, he pertenecido a una pandilla del mal, estoy arrepentido y quiero reformarme, no quiero seguir delinquiendo y pecando contra Dios, no soy digno de ser perdonado”. Lo miré y le dije: –“Nadie es digno, solo el Señor nos hace dignos, si has venido es porque has acudido al llamado de Él que nos escoge y envía, es por su voluntad que somos admitidos en su reino sin importar nuestro pasado, solo nuestra conversión y arrepentimiento de corazón nos salva. Pasa y sométete a la voluntad de Dios que es justo y amoroso, solo Él sabe de tu pasado y conoce tu interior”; en seguida ya convencido, se unió al resto para entrar en la primer puerta, otros jóvenes lo acompañaban; al acceder a dicha puerta, dos de ellos fueron admitidos como aspirantes y lograron entrar a la ciudad, entre ellos el joven que habló conmigo; el resto de cinco jóvenes, aunque no fueron admitidos, optaron por servir en la comunidad Cristiana para conocer más de Dios y buscar en el futuro otra oportunidad. Era evidente la necesidad del pueblo por buscar a Dios y tener la oportunidad para ingresar al “Paraíso Terrenal” y vivir en armonía
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con Él. Deseando el Señor que todo ser humano sea considerado apto para morar en esta Santa Ciudad, me envió a visitar las cárceles del país para buscar a aquellas almas corrompidas que necesitaban un aliento de vida espiritual, escogiendo entre tanto reo a aquellos que querían redimirse y transformar sus vidas. Al llegar a la cárcel de máxima seguridad con un permiso especial del presidente del país, me encontré con los ocho jefes de las “maras” más temidas, que aun estando encarcelados dirigían desde ese lugar las pandillas. Los visité a cada uno de ellos en su celda, el primero llamado de sobrenombre “El Pomo” me dijo amenazante: –“Sé quién eres maldito Uniss, no te atrevas a acercarte, podría de inmediato asesinarte y llevarte al reino infernal; en el Averno no descansamos por culpa del que te envió; te destruiremos junto a toda tu estirpe”. Lo reprendí con la fortaleza del Espíritu Santo de Dios, diciéndole: –“¡Tú, inmundo demonio, serás el destruido y enviado al Infierno donde perteneces!”. Levanté la mano derecha hacia él y un rayo de fuego lo desintegró de inmediato. Luego, vi como tres demonios salían dando gritos y retorciéndose, el director de la cárcel y su ayudante que me acompañaban quedaron muy impresionados y temerosos, pidiéndoles que me acompañaran con unas oraciones para calmarlos; después de unos minutos continuamos con nuestro recorrido. El siguiente era otro demonio llamado “El Viejo”, que al vernos quiso engañarnos mostrando amistad con una Biblia en la mano diciéndonos: –“El Señor es mi pastor…., deseo ayudar a tu causa mi amigo Uniss”. Le contesté: –“¡Tu falsedad me sorprende sucio demonio, eres la esencia de la maldad, tu nombre es “Kroxom” (legión de demonios) y ahora terminarán tus fechorías!”. Alzando su voz gritó: –“¡Nunca podrás contra el poder de las tinieblas insignificante Uniss, mereces ser exterminado!”. Y se abalanzó con una fuerza brutal contra mi cuello tratando de morderme, pero una corriente eléctrica muy intensa salió de mi vestimenta y lo lanzó contra la pared de la celda, dividiéndose en siete
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serpientes enormes que me atacaron furiosas, éstas tenían grandes colmillos y de su boca salían perdigones de fuego que rebotaban en el traje, uno de los perdigones hirió al Director que cayó fulminado al suelo. Mi vestimenta se defendió lanzándoles rayos de fuego que desintegraron a las serpientes en un instante, saliendo de las cenizas demonios que gritaban asustados yéndose al ínferus (Notts). Al buscar al Director del penal, este yacía inerte en el piso y el resto de custodios habían salido corriendo al ver la escena, por lo que aproveché para revivirlo, quién muy agradecido me sugirió que continuáramos visitando el resto de celdas. En nuestro recorrido por ese penal ya no encontramos otros demonios, los demás eran simples reclusos que estuvieron dispuestos a colaborar para suspender su actuar delictivo y reincorporarse a la vida productiva del país. A los encarcelados que no quisieron colaborar, los sometimos a nuevas técnicas de rehabilitación recomendadas por los Áliens para que no siguieran haciendo daño a la población, con las que se recuperaban de sus pasadas experiencias, traumas e instintos asesinos, volviéndose dóciles y con deseos de superarse. El problema de las “Maras” en las calles se abordó de igual manera, lográndose que todas las pandillas se dispusieran a dejar esa vida pecaminosa y sin sentido; a todos los pandilleros que se habían incorporado al plan se les dio trabajo remunerado en la reconstrucción del país y se les brindó la oportunidad de que fueran parte del plan de Dios, integrándose muchos como miembros de la comunidad Cristiana y entregarse a la misión salvífica de Jesús que no es la mejor manera de vivir, sino la única manera de vivir, ya que Dios nos diseñó y creó de tal forma que todos hemos nacido en este mundo para adorarlo y servirle; si no lo hacemos, estamos en contra de nuestra propia naturaleza. Por lo tanto, si vives concentrado en tus propios planes, nunca podrás cumplir con los propósitos que Dios te ha asignado siendo presa fácil del mal; esto ha sucedido en la juventud actual, que dan la espalda al bien y se hacen parte de estas pandillas (Maras) siguiendo sus propias inclinaciones y valores errados que los arrastran a la maldad por falta de conocimiento sobre el camino verdadero que ofrece Jesucristo.
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Si nosotros hacemos conciencia en nuestros jóvenes que deben soltar las riendas de su vida y poner a Cristo Jesús a conducirla, podrán enfrentarlo todo, porque nada que Él tenga bajo su control puede quedar a la deriva, es una verdad comprobada, por eso debemos ser dóciles a su amor, esto lo puedes hacer muriendo un poco cada día. Jesús dijo: “Si alguno quiere seguirme, debe renunciar a las cosas que quiere, debe estar dispuesto a renunciar a su vida cada día y seguirme”…,“Te aseguro que el que no nace de nuevo, no puede ver el reino de Dios”. En los días siguientes, visitaba continuamente la Ciudad Santa traspasando con la vestimenta del Espíritu la gruesa capa de vidrio de la cúpula, debido a que crecía la cantidad de habitantes, ayudaba a asistir a los recién llegados reubicándolos en las diferentes estancias. Aprovechando las visitas que hacía, me reunía con el Señor Jesús frente a la “Torre Tesla”. En una de esas reuniones, Jesucristo me dijo: –“Luces preocupado ¿Qué te aflige?, estás en Mi paraíso, aquí no existe la tristeza solamente paz y alegría, la pesadumbre debes dejarla fuera”. Le comenté sobre mi anciana madre de 95 años, que pese a su reciente sanación, su vida era muy solitaria sin su amado esposo con quien tuvieron 65 años de vida matrimonial, esto la entristece mucho, por lo que me pidió que intercediera por ella para ingresar a la Ciudad Luz. Mi mayor felicidad sería que ella lograra reunirse nuevamente con mi padre en esa maravillosa Ciudad. El Señor cariñosamente me contestó: –“He escuchado muchas veces tus plegarias. Tú has sido fiel a mi mandato y proyecto, ahora te compensaré concediéndote entrar no solo con tu madre sino con cualquier persona, que a juicio tuyo y con el revestimiento de Mi Espíritu, selecciones para entrar en Mi ciudad, sin necesidad de ingresar por las puertas reglamentarias”. Me quedé sorprendido de la confianza del Señor para conmigo, me sentí confortado y con deseos de continuar mi misión al servicio de tan maravilloso Dios. Este otorgamiento, también implicaba mucha responsabilidad, por lo que procedí a elaborar un listado que
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comenzaba con miembros de mi familia y amigos cercanos, pero con la debida prudencia. Revistiéndome con el traje del Espíritu, visité a mi madre y le pregunté si deseaba de corazón ir al paraíso de Dios y juntarse con sus padres y esposo, a lo cual accedió; luego le impuse manos para que la vestimenta del Espíritu Santo aprobara la medida, aceptándola de inmediato; igual procedí con mi suegra Carmen Dolores y mi tía Tere, llevándolas juntas en la burbuja que se formó del traje, atravesando fácilmente el domo de vidrio. Al estar dentro de la Gran Ciudad, las tres ancianas se revistieron con el nuevo traje espiritual y sorprendidas comenzaron a transformarse físicamente hasta llegar a una edad de 33 años; estaban felices por regresar de nuevo a su juventud y fortaleza corporal; de inmediato aparecieron frente a nosotros a recibirles sus esposos ya difuntos: Roberto, mi padre; Ranulfo, mi suegro y mi tío Ramón, con un semblante de jóvenes de cuando se enamoraron. Muy alegres se abrazaron cada uno con su pareja y disfrutaron con regocijo ese momento que durará toda una eternidad. Fue muy emotivo este encuentro, después de un tiempo conversando con ellos de este gran proyecto de Dios, me despedí para que disfrutaran de nuevo como pareja en este maravilloso paraíso del Señor; mis padres me dieron las gracias y me felicitaron por cumplir fielmente la labor encomendada por Dios, luego nos abrazamos y volví a continuar con mis obligaciones en esta misión. Al salir de la Ciudad Santa, recordé la felicidad que los embargaba y pensé también llevar a mi tía Elba (Memita), hermana de mi madre, quien vivía sola en el país del Norte y había sido sanada por acción del Espíritu; ella era muy entregada a la oración y fiel devota de Jesús, pero su situación de soltería la situaba en una soledad sin precedentes, producto de haber perdido a su único amor de juventud; un muchacho llamado Armando, este había fallecido antes de su enlace nupcial, después de este fatal suceso ella optó por nunca casarse y quedarse soltera hasta ahora, teniendo ya 75 años; con el propósito de verla feliz me propuse llevarla a Ciudad Luz para que pudiera estar acompañada de sus padres y hermanos, como de gozar de la plenitud de ese paraíso. Es así como me dirigí a
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San Francisco en el país del Norte en busca de mi tía que vivía en esa ciudad, al llegar a su pequeño apartamento entré por la ventana utilizando la invisibilidad para pasar desapercibido ante ella que estaba desayunando, me senté en una de las sillas muy sigilosamente para que no se asustara e hice sonar el teléfono, que lo tenía a un lado de la mesa, ella de inmediato levantó la bocina y contestó. Le dije: –“Memita, soy tu sobrino René, estoy sentado a tu lado en la mesa presto a desayunar contigo, luces muy bien con esa bata color celeste con flores”; ella se sorprendió mucho y volvió a ver por todos lados sin decir una palabra, por lo que le repliqué: –“No temas, solo deseo visitarte y proponerte una situación que te hará muy feliz por toda la eternidad, confía en mí”. Luego de convencerla, aparecí frente a ella y le expuse sobre el porqué de mi visita y de la historia de mi vestimenta, así como de la nueva Ciudad Santa; ella muy complacida no quiso recoger sus pertenencias y me dijo que de inmediato la llevara a ese Paraíso. Formándose de mi traje una nueva burbuja, nos encaminamos a la Ciudad Santa y al llegar a los pocos minutos, se observaba desde lo alto la cúpula de vidrio de la gran Ciudad que la atravesamos entrando a sus entrañas; Memita se quedó sorprendida al ver lo bello y maravillosa que era la Ciudad de Dios. El Espíritu Santo bajó tiernamente sobre ella y la cubrió con su manto revistiéndola y de inmediato cambió su fisonomía en una joven muy bella y lozana, ella se puso a llorar de felicidad, dándole gracias al Señor por haberla acogido en su divina morada. Luego llegaron mis abuelos, Celsa y Vicente, padres de Memita, acompañados de sus hermanos: Vicente, Cristina, Salvador y Lidia, así como mi madre y tía Tere que acababan de llegar a ese paraíso; todos muy entusiasmados disfrutaron el encuentro. No muy lejos del festejo, observé a un joven distante de la escena, que miraba al grupo tristemente; parecía su cara conocida pero no lograba identificarlo, por lo que me le acerqué curioso y le pregunté: –“Perdona hermano pero creo conocerte y no logro identificarte, ¿Eres alguien de la familia o amigo cercano?”, él contestó:
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–“Soy Armando, el enamorado eterno de tu tía Elbita ¿Me recuerdas?, tu nos acompañabas al cine cuando la llevaba siendo novios, ahora temo me rechace; fue hace más de cincuenta años de nuestro sublime amor, pero la vida me la arrebató y no logramos nuestro propósito de formar un hogar, ella tal vez lo logró con un nuevo amor y me olvidó”. Muy emocionado le expliqué que también ella sentía lo mismo por él, este eterno amor hizo que nunca aceptara a nadie, ni contrajera nupcias, porque después de la muerte de su amado ella siempre esperó encontrarse algún día en el cielo con él y esta era la ocasión perfecta. Al momento, Memita guiada por su intuición, vio de lejos a Armando y apartándose del grupo corrió a los brazos de su amado, sobraron las palabras y en silencio se enredaron en un tierno abrazo y los dos lloraron de felicidad, luego se miraron cara a cara y un beso profundo selló su dramático encuentro; era un momento de amor sublime que solo en ese lugar santo era posible. Después de un tiempo disfrutando de mi familia y compartiendo tan bellos momentos, dispuse regresar a la realidad del mundo, satisfecho de verlos tan llenos de gozo en ese paraje de belleza y amor de Dios; todavía con lágrimas de inmensa felicidad, me retiré del lugar para continuar con esta santa misión de llevar almas a Cristo Jesús. Todos fuimos creados para cumplir con este propósito, al que Dios quiere que ahora te unas; si todos pusiéramos aunque sea un granito de arena, haríamos de este mundo un lugar más habitable y entregado al servicio de Dios. La palabra misión proviene del latín “Enviar”; por lo tanto, ser Cristiano significa ser “Enviado” como un representante del mismo Jesucristo; Quién en su palabra nos dice: –“Como me enviaste a mí entre los que son del mundo, también yo los envío a ellos entre los que son del mundo” (Juan 17:18). El mandato de Jesucristo no solo es para los sacerdotes, pastores, ungidos o misioneros, es para todo aquél que en Él cree y por lo tanto tienen escrito su nombre en el “Nonmus” (Cielo); por eso somos parte de la familia de Dios, porque desde nuestro nacimiento el Señor nos ha escogido y trazado el verdadero propósito en nuestra
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vida, de servirle y adorarle a Él, así como dar frutos para su santa misión. Jesús nos encargó en su palabra: –“Vayan, pues, a las gentes de todas las naciones, y háganlas mis discípulos; bautícenlas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Por mi parte, yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo” (San Mateo,28:19–20).
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6.4)– CONFRONTANDO CON LA DELINCUENCIA No toda la misión era de paz y armonía, también se procedió a combatir frontal y sistemáticamente a los carteles de la droga y bandas organizadas, lográndose acabar con las células delictivas al quitarles los territorios dominados, donde operaban sus negocios sucios como casinos, prostíbulos y bares en las diferentes ciudades importantes del país; así como destruir sus estructuras de poder dentro del mismo estado, estas mafias estaban integradas por funcionarios del gobierno, grandes empresarios y oligarcas de reconocida procedencia, antes intocables. La infiltración de estas hordas delictivas dentro del estado existía desde hace mucho tiempo los entre políticos, empresarios, diputados, jueces, magistrados, ministros, religiosos, policías y militares, que después de tantos años delinquiendo estaban muy organizados; nuestro plan de “Combate Duro” acabó con este mal en el país; fue necesario usar mi vestimenta de protección para acabar de tajo las bandas organizadas, en coordinación con las autoridades. El sistema de rayos laser del traje ayudó para que los sicarios se rindieran por miedo a ser desintegrados; a los de “Cuello Blanco” y jefes del cartel de la droga, los abordé en su propia casa o negocio capturándolos y encarcelándolos, otros lucharon hasta morir calcinados; no les dimos tregua hasta acabarlos y limpiar al país de estas lacras que tanto daño le han causado. Durante el plan de combate abordé al jefe máximo del cartel de la droga en el país, era un reconocido político y oligarca que manejaba a su antojo casi todas las células del crimen organizado. Su mansión hecha de robos al estado y del usufructo de las drogas, estaba ubicada en lo alto de una cordillera de montañas al sur de la ciudad capital; desde allí controlaba sus sucios negocios y a la par de la mansión tenía una base para helicópteros y guardianes que lo protegían, estos usaban armas de grueso calibre obtenidas clandestinamente del ejército nacional. Llegué a su residencia sin que me notaran los guardias de seguridad, oculto en la invisibilidad del traje, después de buscarlo por las diferentes estancias de la enorme mansión, lo encontré terminando de desayunar frente a su dormitorio en una
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pequeña terraza con vista a la ciudad, leyendo un periódico y con un habano en la boca; me acerqué a la mesa donde estaban los alimentos sin que me notara, le arrebaté el periódico y éste cayó al piso; él creyó que el viento le había jugado una broma pero al recogerlo, le dije: –“Falcón (nombre dentro del hampa), ya has hecho mucho daño a este país, tu fin está cerca, desearás no haber nacido”. De inmediato soltó asustado el periódico que acababa de recoger y dijo: –“¿Quién eres? ¿Cómo sabes mi nombre secreto? ¿Cómo te atreves a interrumpir en mi casa?”. Volteando a ver a todos lados tomó un puñal que tenía sobre la mesa y replicó: –“¡Sal cobarde de tu escondite, tu vida pende de esta daga, nadie osa entrar a esta residencia sin mi permiso, te haré añicos!”. Luego aparecí frente a él y asustado corrió a su dormitorio en busca de un arma, una escuadra nueve milímetros, con el deseo de asesinarme pero al apuntarme, le cuestioné: –“No te recomiendo disparar, ya que el proyectil podría rebotar en mi cuerpo y regresar a tu persona, tu mente asesina podría traicionarte Falcón; bien quisiera desintegrarte pero mi misión no es acabar contigo”. Al verme desarmado se sintió más seguro y continuó diciendo: –“¿Quién eres y qué deseas? ¿Cómo entraste a mi recámara sin que te vieran los de seguridad? podría dispararte ahora mismo por usurpar mi propiedad, pero no quiero implicarme, llamaré a los guardias para que ellos lo hagan”; haciéndome invisible de nuevo le contesté: –“Hazlo si quieres, tu seguridad no me verá y creerán que estás loco”; el alzó el tono y muy irritado exclamó: –“¿Eres el mismo demonio que ha venido a llevarme o eres un fantasma de los muchos que he asesinado?”; volviéndome de nuevo visible le contesté: –“Tu conciencia no te deja tranquilo Falcón, no soy ninguna de esas opciones, he venido a saldar cuentas contigo por el daño que le has hecho a mi gente y al país”. El mafioso enfurecido disparó su arma en repetidas ocasiones, el sonido sordo del silenciador hizo que los guardias no se dieran cuenta; dos balas que revotaron en
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mi vestimenta lo hirieron mortalmente en su pecho. Quiso decirme algo pero se fue desvaneciendo hasta quedar inerte. Luego pensé: –“Si el deseo del Señor es que muera lo aplaudiría pero Él tiene para Falcón un propósito y quiere que viva para utilizarlo para su misión”. Por lo que decidí volverlo a la vida poniendo mis manos en su pecho, vi como las dos balas salían del cuerpo y sanaban las heridas. De súbito abrió los ojos y me dijo: –“¿Eres el ángel que decía mi madre cuando niño y me mostraba este milagro?, al fin lo estoy viviendo”. Luego algo agotado y confundido continuó: –“Vi por un instante todo mi pasado y fui llevado al infierno que me esperaba, pero la mano de Dios me rescató y me mostró a las personas que había dañado, para luego darme una nueva oportunidad, estoy dispuesto a enmendarme”. Me sorprendió la forma que habían cambiado sus sentimientos, solo mi Señor podía hacer ese milagro en este criminal, no lograba entender su actuar pero tenía fe que era para bien. Luego, el delincuente se levantó ya más calmado y me pidió perdón, invitándome a desayunar para que le explicara sobre la nueva misión del Señor en la Tierra; al terminar, prometió que de inmediato destruiría el cartel de la droga que dirigía y se entregaría a la justicia, declarando en los tribunales contra los integrantes de esa mafia escondidos en las altas esferas sociales. Satisfecho de haber cumplido con el mandato del Padre Celestial, me despedí de Falcón confiando que Dios ya había cambiado a este personaje del hampa en una nueva creatura de bien. De esa manera logré entender que los diferentes caminos de Dios son incomprensibles cuando usamos nuestra propia razón, porque Él hace la diferencia y nos perdona pese a lo malo que hallamos actuado en nuestra vida pasada, como este maleante que se arrepintió y obtuvo el perdón de su Creador, para convertirse en una nueva persona al servicio de Dios. Después de un tiempo, los medios de prensa anunciaron que el ex mafioso Falcón, había declarado como testigo en contra del cartel de la droga en el país, pudiendo las autoridades apresar a todos los de la mafia, terminando con el flagelo de la narcoactividad; este
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ex personajes del hampa repartió todos sus bienes mal habidos a la gente pobre, uniéndose igualmente a esta causa varios oligarcas arrepentidos de explotar al pueblo. Las cárceles estaban hacinadas de delincuentes de todos los estratos sociales, por lo que se hacía necesario un nuevo y moderno reclusorio. Con el apoyo de los Áliens procedimos a edificar la “Ciudad Penitenciaria” al norte del país, con capacidad suficiente para resguardar a trescientos mil reos; estas instalaciones tenían todo el equipo de seguridad necesaria y de rehabilitación para que el reo pudiera reintegrarse a la sociedad y cumplir su sentencia. El sistema de rehabilitación en esta cárcel constaba de sofisticados equipos de origen alienígena, los cuales restablecían la mente de su historial delictivo, traumas de infancia e instintos agresivos, así como de problemas siquiátricos y sicológicos; estos aparatos se complementaban con un dispositivo que se colocaba en la frente y que solamente podía ser removido por la misma máquina; este hacía que el prisionero pensara positivamente y a favor de los demás, asimismo controlaba su ubicación y no permitía que el reo pensara en escapar. De igual manera actuaba como un “detector– corrector”, permitiendo que los custodios dentro del recinto carcelario fueran pocos, debido a que el control de los reos era por un sistema digital muy avanzado operado desde las oficinas carcelarias; si el prisionero intentaba escapar o se volvía agresivo, el dispositivo le daba choques eléctricos en su cerebro y anulaba esa intención, haciendo que el reo aprendiera a comportarse y a pensar de forma positiva; después de un año utilizando este dispositivo, los reos cambiaban su instinto asesino o delictivo por uno de servicio a la sociedad, pudiendo entonces salir en libertad condicional, cuando el Consejo Carcelario y la respectiva evaluación digital lo determinara. Luego de superar sus instintos de maldad, el reo es reinsertado en la sociedad, otorgándosele un trabajo digno de acuerdo a sus habilidades, pero manteniendo siempre el dispositivo de control hasta terminar su condena o ser exonerado de sus cargos. En la misma ciudad–resguardo el reo podrá educarse desde el nivel básico hasta el universitario; ser adiestrados en una diversidad de
talleres o cultivos agrícolas de técnicas avanzadas; al mismo tiempo estarían recibiendo enseñanza espiritual que los preparará para la misión conciliatoria con Dios. Para complementar el sistema de seguridad nacional, se organizó una “Policía Especial” con equipo de seguridad sofisticado proporcionado por los Áliens, así como el adiestramiento adecuado en nuevas técnicas para combatir el crimen organizado. El nuevo equipo consistía en un traje protector contra todo misil balístico y con capacidad para aumentar la fuerza corporal y velocidad; un arma de rayos paralizadores que al disparar sometía al delincuente, un localizador manual con pantallas de video para ver sus movimientos y escondite, radios especiales de comunicación y autos patrullas muy veloces con suspensión magnética alimentados por energía solar, un sofisticado sistema de video en todo el país que se controlaba vía satélite y cámaras de alta definición para la vigilancia en todas las ciudades y el territorio nacional. A los miembros del escuadrón policial, se les colocó un dispositivo para controlar su comportamiento, ubicación y servicio a la población, así como su honestidad y buen trato; éste estaba colocado en el cuello y era controlado por un sistema inteligente desde la central policial, que al actuar erróneamente le enviaba una descarga eléctrica. Con este programa, la delincuencia bajó sustancialmente y a los pandilleros se les dio una nueva oportunidad para dejar de delinquir y extorsionar, llegando a un acuerdo nacional por la paz y el desarrollo. Con el nuevo sistema de educación, todos los centros de estudio del país serán gratuitos, las instituciones privadas entrarán en este sistema financiado por el estado y deberán recibir a todo estudiante sin importar su nivel social, con penas estrictas de cerrar el local educativo al ignorar esta ley. Serán también gratuitos todos los textos, utensilios de trabajo, transporte, uniformes y zapatos, así como la alimentación; la jornada de estudio será de ocho horas diarias, con el propósito que el estudiante se encuentre ocupado todo el día y no tenga la oportunidad de divagarse, no teniendo tiempo de dedicarse a otras actividades que no fueran las propias del estudio o deportes. Si un estudiante es localizado fuera de su centro
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de estudios en horas de clase, será sometido si fuera necesario a una corrección, cuando no gozare del permiso de sus padres o colegio. Se abolió el Ejército Nacional, se suspendió la venta de armas y se desarmó a la población, imponiendo penas graves al que conservara algún tipo de armamento. Solo poseerá armas la “Policía Especial”; el ejército se transformó en una “Academia de Formación” a la cual asistirían todos los ciudadanos a partir de los 18 años de edad, para recibir el “Servicio Obligatorio” con el propósito de que los jóvenes aprendieran a servir a su patria y ser personas de bien, respetar a sus semejantes, conocer de moral, cívica y de la palabra de Dios; este adiestramiento durará tres años y no se les entrenará en ninguna clase de armas o equipo bélico. Durante este tiempo, se les reconocerá un salario suficiente para evitar su deserción y tendrán prioridad en las becas de estudio concedidas para el extranjero a cualquier universidad del mundo que escogieran. Asimismo no se permitirá el trabajo a menores de 21 años, después de esa edad, si el estudiante no termina una carrera técnica o profesional y se dedica a trabajar, perderá la ayuda económica dada por el estado. Bajo la supervisión de la oficina gubernamental “CES” (Control de Empleados Salvadoreños) se controlará que todo ciudadano tenga derecho a un trabajo digno. A las mujeres en estado de embarazo se les dará asistencia médica–hospitalaria gratuita, otorgándoseles durante los primeros tres años de vida del hijo un salario suficiente que cubra la manutención de ella y de su bebé. A los grupos familiares también se les otorgará un salario conforme a la cantidad de miembros, no importando si trabajan o no.
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CAPÍTULO SEPTIMO 7.1)– MI PAÍS CON EL PLAN HEIMDALL El “Plan Heimdall” ejecutado en nuestro país es un éxito, consiste en el desarrollo y progreso del estado como fuente de bienestar para todos sus habitantes; comenzó con nuevas industrias con tecnología de punta mucho más avanzada que las usadas en las potencias mundiales, haciendo del país uno de los primeros en producción y calidad; la abundancia de empleos bien remunerados y la seguridad de primer orden, evitaban que la población emigrara, más aún, regresaran al país del exterior al conocer de los nuevos beneficios que se recibían de parte del estado, de la estabilidad económica y política y del apoyo económico recibido al querer iniciar un negocio; la vivienda digna, educación y salud gratuita; protección económica a los jóvenes y ancianos; jubilación vitalicia, etc. optando los “Hermanos lejanos”, en incorporarse al desarrollo nacional para hacer de este país una verdadera potencia mundial, donde se viviera en paz y armonía con DIOS, haciendo de nuestro amado “Pulgarcito de América” una potencia mundial económica, política y social. El turismo creció sustancialmente, los extranjeros buscaban conocer la primera y única Ciudad Heimdall, por lo que el país se transformó en un verdadero “País de las Sonrisas” como se le conocía hace muchos años. También se erradicaron los grupos monopólicos empresariales y oligárquicos que explotaban al pueblo, ahora las riquezas se repartían equitativamente. Así, esta nación cambió a una sociedad más justa y a favor de las grandes mayorías, donde los explotadores del pasado al ver que ya no había posibilidad de hacer dinero fácil a costa de la población, emigraban a otros continentes, desapareciendo ese mal que tanto daño hizo. Los pocos delincuentes que todavía quedaban, entre ellos grandes empresarios del país, repartieron sus bienes a los pobres para acogerse a este plan, devolviendo lo robado después de confesar su práctica de evasión fiscal y estafas cometidas a los
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usuarios al aumentar el costo de los productos para obtener mayores ganancias; igual los farmacéuticos, se arrepentían de adulterar los medicamentos; los vendedores de granos básicos ya no acaparaban el producto, ni modificaban a su favor las pesas y medidas, etc. En cuanto a los políticos corruptos y apátridas que eran la mayoría, confesaban sus fechorías y se retiraban de esa vida de miseria y condenación; los malos funcionarios de gobierno, regresaban lo robado al país arrepentidos y se entregaban confesando sus múltiples delitos; los sacerdotes y pastores religiosos que abusaban de sus feligreses, se arrepentían de utilizar el nombre de Dios para hacerse ricos y con engaños abusar sexualmente de adultos y niños, estos regresaban lo estafado a su feligreses y confesaban públicamente sus fechorías, muchos se enfrentaron a la justicia, todo por ser parte de este maravilloso plan de Dios. Esto se daba ante un marco de justicia y paz con el Creador y lograr ser considerados como aspirantes a ingresar a la magna Ciudad Santa, pues debían despojarse de todo mal hecho a sus semejantes y entrar con la conciencia limpia, sin pecados y libres de toda culpa, sin llevar consigo ninguna prenda de valor adicional, ya que la puerta “estrecha” es muy estricta y reducida, al no permitirse ninguna carga adicional. Se logró hacer del país un modelo de sociedad igualitaria donde todos gozaban de los mismos derechos y oportunidades, terminando con la diferencia de clases al erradicarse la pobreza y la extrema riqueza, existiendo en el país una única clase social intermedia, donde todos tienen posesiones materiales y a nadie le falta; donde viven cómodamente, pero sin excesos, ni miseria y las leyes se aplican a todos por igual, de forma estricta y sin privilegios de ninguna clase. El salario mínimo se aumentó sustancialmente, para que todos pudieran tener una vida digna. El alto funcionario de gobierno trabaja honestamente para el pueblo sin recibir beneficios personales, solamente con el deseo de servir a la patria y hacer de este país un ejemplo de vida. En el campo se incentivó al agricultor con nuevas técnicas para cultivar la tierra, donándoles equipo de primer orden y tierras fértiles, abonadas y preparadas por los Áliens para hacerlas más
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productivas; igual sucedió con las granjas ganaderas y avícolas, para asegurar la producción alimenticia. En la infraestructura del país, se construyeron nuevas y modernas autopistas en todo el territorio nacional para facilitar la comunicación entre ciudades y pueblos; complementado con un sistema de transporte público a base de trenes subterráneos y magnéticos de gran velocidad, buses terrestres y aéreos. Se edificaron nuevos edificios en las grandes ciudades utilizando un proceso constructivo de vivienda vertical, donados por la “Fundación Ciudad Heimdall” para las familias que no tuvieran residencia, así como muchos estadios, gimnasios, parques recreativos, escuelas, institutos técnicos y universidades. El sistema de salud es para el servicio de todos los habitantes en concepto de gratuidad; los modernos hospitales estatales y privados, al igual que las clínicas, laboratorios y medicinas, se someterán al sistema integral de salud del estado, sin interrumpir su independencia operacional cuando sean privados; el estado pagará el servicio y los medicamentos de los pacientes, bajo un estricto control, incluyendo las consultas médicas. El sistema de transporte será nacionalizado y gratuito, se concesionará a las empresas privadas para su operación; a los empresarios y motoristas se les educará en el trato y servicio al usuario, donde serán supervisados bajo estricta vigilancia del estado y serán evaluados constantemente para revisar su comportamiento y posible consumo de estupefacientes. Habrá una carrera técnica de dos años, para los que deseen ser motoristas después del bachillerato, con el fin de adiestrarlos para un debido comportamiento, buena educación y habilidad en el manejo del tipo de automotor que escojan: terrestre (bus, tren, taxi o de carga), o aéreo (avión, ovni), así podrán obtener un diploma y la respectiva licencia en calidad de motorista urbano o rural; deberán usar uniforme y ser íntegros en su persona y desempeño. Se cambiará toda la flota de buses por unidades nuevas y modernas con todas las comodidades: aire acondicionado, asientos confortables y cámaras de seguridad; no se permitirá a nadie de pie cuando esté en movimiento la unidad.
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Sistema de Transporte El empleado no pagará ningún tipo de impuesto al estado, solamente lo harán las empresas y negocios de acuerdo a sus ingresos y utilidades; estos aportarán rigurosamente los impuestos por medio de un sistema digital sofisticado, que hará que la recaudación sea efectiva; habrá penas graves para cualquier evasor, incluso la cárcel. Se controlará el costo de todo tipo de producto y el estado será el que fije los precios para que no se abuse del usuario. Se instalarán grandes almacenes propiedad del estado con suministros alimenticios, de vestir y del hogar, de muy buena calidad, a precios bajos para favorecer al consumidor y promover una competencia más justa en el mercado. Para los niños desamparados abran grandes albergues propiedad del estado para su protección y cuidado, se les dará educación y salud. A los alcohólicos y drogadictos se les dotará de hospitales de rehabilitación con todo el equipo necesario y moderno, así como de un sistema adecuado para su incorporación a la sociedad. Para los inhabilitados que padezcan algún mal físico, psiquiátrico o de
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cualquier orden, existirán escuelas y hospitales especiales para su atención con programas sofisticados para su sanación e inserción. La maquinaria de empleados del estado se redujo en un 50%: la cantidad de Diputados se modificó de 84 a 24, siendo más que suficiente para un país tan pequeño como el nuestro, dos diputados por departamento; estos legislarán por un período de 5 años y no podrán reelegirse; no como los anteriores Diputados que se apoderaban de su curul haciéndolo vitalicio, considerando su empleo como un negocio y no como un servicio a su patria. Los Diputados suplentes y asesores quedaron en el pasado, pues solo habrán propietarios que serán escogidos dentro de los mejores profesionales, con méritos suficientes para ahondar sobre las soluciones del país, sin afiliaciones políticas que corrompan la moral y el buen nombre de estos; asimismo, se les suspenderá el “fuero”, tanto a ellos como a cualquier otro funcionario de estado. Todos los empleados públicos de alto rango serán elegidos por un “Consejo Supremo de Eminencias” formado por doce connotados profesionales de experiencia y honestidad comprobada, elegidos a través del voto libre y secreto del pueblo, sin ningún vínculo político, empresarial o de grupo, para que no puedan ser coaccionados o quieran favorecer sus propios intereses, como era usual en el pasado. Por lo tanto, queda abolido el sistema partidario para no seguir corrompiendo al país y los funcionarios cumplan con sus obligaciones. Los integrantes de este “Consejo Supremo”, serán elegidos cada 10 años y no podrán ser reelegidos, serán los responsables de la elección de los presidentes de los tres poderes del estado: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, así como de los ministros, magistrados, jueces y demás empleados de alto rango; también controlarán todo el aparato estatal para que funcione adecuadamente y si observaran alguna anomalía de corrupción o malos manejos de parte de cualquier funcionario, este “Consejo” tendrá el poder absoluto para destituirlo y someterlo a los tribunales correspondientes. El salario de todos los altos funcionarios, incluido el de los miembros del mismo Consejo será moderado, no pasando de tres salarios mínimos, debido a que su servicio al pueblo es un
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tributo a la patria, siendo compensados con honorabilidad y respeto; solo tendrán derecho a un automóvil con motorista por funcionario y lo podrán utilizar solamente en horas laborales; la seguridad para el alto funcionario ya no será necesaria, evitándose así las caravanas de carros y custodios de los anteriores, quienes hacían gala de su prepotencia y mala crianza. Con esta sociedad más justa y honesta, se inicia una nueva era para que el pueblo pueda vivir en paz y armonía; porque con una sociedad libre de prejuicios y sin escasez ni problemas, se pueden lograr mejores resultados para la gran misión Salvífica de Dios.
La Nueva Ciudad de San Salvador
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7.2– LA NUEVA CIUDAD SANTA La construcción de la Ciudad Santa duró varios meses como había sido programada, se erguía imponente ante la multitud que permanecía en la gran plaza de llegada esperando la oportunidad de ser admitidos; era como el arca de Noé, muchos querían ser parte de esta salvación concedida por el Señor, pero lastimosamente no era para todos, solo para los Cristianos de limpio corazón y concentrados en servirle al Señor y al prójimo; el Espíritu Santo daba el salvoconducto para ser admitidos. Del total de aspirantes, una pequeña parte logró ingresar, la mayoría se marcharon tristes esperando una nueva oportunidad en el futuro y solamente unos pocos se retiraron con un corazón vacío y sin esperanzas; estas personas debían madurar en su sentir espiritual para lograr sanar su corazón y perseverar para alcanzar la grandeza que nos da el Señor, comenzando por dejar atrás todo lo que les ata al mundo: posesiones, títulos, familia, nivel social, trabajo, negocios, vicios, etc., porque la conversión, la fe y el amor a Dios es ajena a las cosas del mundo y no tienen cabida en esta dimensión divina. Muchos doctos y letrados en la “Palabra de Dios” se quedaron fuera, porque sus conocimientos solo alimentaron a su mente y no a su corazón; este era el caso de ciertos pastores y sacerdotes que creyeron tener el derecho de habitar en la Ciudad Santa por haber dedicado su vida al servicio de la iglesia, pero fueron rechazados. Estas personas se quejaban de no ser recibidas, explicándoseles que la palabra “Religión” significaba “Tradición” y que el Señor no aceptaba ese término en su iglesia Cristiana; ellos se habían acomodado a un tradicionalismo trivial y habían utilizado su buen nombre para obtener privilegios económicos, dejando completamente vacío su propio corazón; sugiriéndoles unirse a la misión y ser parte de nuestra comunidad para alcanzar el propósito que el Señor les exigía; ellos estuvieron de acuerdo y pidieron perdón por su soberbia al reclamarle a Dios. La misión salvífica en la comunidad creció sustancialmente y se extendió por todo el país, convirtiéndose en la base principal para
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lograr el ingreso a la Ciudad Santa, donde el aspirante se preparaba espiritualmente y se le guiaba para que su transformación fuera de acuerdo al mandato del Señor. Luego, todas las iglesias Cristianas se unificaron en esta causa por medio de nuestra comunidad, iniciándose una cruzada nacional e internacional conformada por personas con pleno conocimiento de la “Palabra de Dios” para hacer conciencia al mundo sobre el concepto de servir y amar al Señor sobre todas las cosas, lográndose así un mayor número de elegidos para vivir eternamente en la maravillosa Ciudad Luz–Heimdall. Cierto día recibí la invitación del Santo Papa Francisco para que me presentara a su sede en Roma; de inmediato acudí, el Papa era una persona muy santa y humilde, que al verme llegar a las puertas del Vaticano en la plaza San Pedro, me mandó a recibir y conducirme hasta sus aposentos. Se encontraba en su lecho muy enfermo y al verme me dijo: –”René, el Señor me sugirió que te llamara para saber de la misión que Él te ha encomendado, así como de ayudarme a solucionar los problemas de esta sede; yo también soy un “Uniss” que fui enviado a Ázhark para prepararme para dirigir su Santa Iglesia, Él sabe que estoy presto a servirle y quiere que me una a sus santos propósitos”. Inclinándome le tomé de su mano y le dije: –“Santo Padre, estoy al servicio y disposición del Señor Jesús, Él me ha manifestado de las dificultades que usted tiene en esta su Santa Iglesia y me ha aconsejado utilizar el revestimiento del Espíritu Santo de Dios para solucionar los problemas existentes; pero primero debo sanarlo”. Imponiéndole manos en el pecho, logré con el flujo del Espíritu sanar ese terrible mal que lo aquejaba desde hace meses; después de unos minutos cambió su semblante de dolor y con una sonrisa amigable, muy característico de él, hizo unas bromas y me dio las gracias diciéndome: –“Mil gracias mi amigo, quería dejar este maltrecho cuerpo y volar por los aires al encuentro de mi Dios, pero antes deseaba regresar a mi país y ver la gran ciudad de Buenos Aires que me vio nacer”.
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Para que su deseo se cumpliera le propuse llevarlo de inmediato a su país, feliz, estuvo de acuerdo; con el revestimiento del Espíritu se formó la burbuja de vidrio y sin que nos vieran salimos de la flamante sede del Vaticano hacia Argentina. Disfrutando el Papa del paseo y de la velocidad extrema con que nos condujo por los aires, recorrimos la gran ciudad de Buenos Aires hasta llegar a la residencia de uno de sus hermanos, donde de incognito lo saludó alegremente como a sus sobrinos; luego regresamos a la Santa Sede para que no lo extrañaran. Al llegar, ya sus colaboradores lo estaban buscando y cuando nos vieron sentados en una de las salas del recinto se extrañaron de la buena salud del Papa, suspendiendo de inmediato su búsqueda. Al estar ya más calmados, le expliqué todo lo referente a mis experiencias y a la misión que el Señor me había encomendado; el Santo Papa me manifestó que quería ser parte de ella y que me apoyaría en todo lo necesario. Le manifesté que la mejor forma de colaborar con esta gran misión era repartiendo las riquezas que poseía el Vaticano, para ayudar a tanta gente pobre que había en el mundo y así, el Señor estaría muy complacido; el Santo Papa estuvo de acuerdo conmigo y me prometió que lucharía por esa causa, ya que era su mayor anhelo desde que comenzó en ese servicio, pero habían fuerzas más poderosas que evitaban sus propósitos; le ofrecí colaborar con él para resolver ese problema, lo cual podríamos lograr con la ayuda del revestimiento del Espíritu y sanear a la Santa Sede de los malos miembros, que ocultos en una sotana, la estaban corrompiendo; comenzando por el Banco Vaticano, en el cual habían indicios que lavaba dólares de la mafia. Fue duro el proceso y encontramos un sin fin de anomalías en el accionar de varios dirigentes, entre ellos Obispos, Cardenales y empleados del lugar, pero se logró sanear de estos demonios vestidos de ángeles que dominaban la Santa Sede. Luego, al terminar esta dura misión el Santo Padre me dio las gracias, optando por retirarme. Yo me encontraba muy contento por haber ayudado a tan humilde servidor de Dios y fue así como logramos que el Santo Papa fuera miembro activo de este maravilloso proyecto del Señor Jesús.
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Al regresar a mi país, fui directo a la Ciudad Heimdall para recobrar fuerzas en esa quietud que solo el Señor daba; la gran ciudad era imponente y su extensión era soberbia, dentro del domo de vidrio la ciudad era de una inmensidad infinita, muchas veces más grande que el mismo terreno en que se había construido. El traje protector me daba la oportunidad de atravesar fácilmente el gran domo y los muros laterales, similares a las gruesas paredes de los edificios que atravesábamos con mi amigo Julio durante nuestra aventura en el planeta Ázhark. Al interior del domo se observaban flamantes jardines, sintiéndose su fragancia combinada con la frescura del aire; estos jardines adornaban las vías de acceso. Abundantes parques sembrados con una gran diversidad de árboles, adornaban la bella ciudad; edificios de cristal subían caprichosamente hacia el cielo y en sus bases, plazas con diferentes tipos de fuentes, arbustos y enredaderas de flores variadas caían como cascadas desde las pasarelas aéreas; eran impresionantes los múltiples colores que matizaban con el paisaje. Aunque la ciudad todavía no estaba habitada, se sentía en ella el calor y presencia del amor de Dios, irradiado desde el Nonmus hacia el monumento a Su Corazón instalado en lo alto de la montaña del volcán Quezaltepec y luego, se reflejaba esta energía divina hacia la gran pirámide de cristal en el centro de la nueva Ciudad Santa, rodeada de una plaza que la circundaba percibiéndose una energía cuántica de grandes proporciones que invitaba a la meditación con la presencia misma del Supremo Hacedor. En la cúspide flotando alrededor de la pirámide, una enorme corona de oro y diamantes que iluminaba la gran plaza, simbolizando al Rey de Reyes y Señor de Señores del Universo, Jesucristo (Ódinn); era un espectáculo de luces y belleza. Los edificios alcanzaban grandes alturas, en ellos habían distribuidos estratégicamente zonas para vivienda, oficinas, recreación y deporte; habían grandes almacenes en forma de domos que guardaban lo referente al ornato y mantenimiento de la gran ciudad. Los habitantes se distribuían los trabajos de acuerdo a su capacidad y habilidad, todo era para beneficio de los demás, sin egoísmos ni envidias, trabajando para una misma causa, servirle a Dios y al
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prójimo. Había grandes parques y jardines, así como engramados para el esparcimiento de los habitantes; los restaurantes se esmeraban por atender a sus comensales y servían ricas viandas, afanosos de servir a sus semejantes que gustosos disfrutaban gratuitamente de esos banquetes. Los almacenes exhibían finos y diferentes productos en donde se llegaba a escoger la prenda a su gusto, así como en los supermercados, todo era gratuito. Era curioso, nadie poseía nada, pero los Uniss eran dueños de la totalidad de lo que había en esa gran ciudad, podían tomar sin límites de todo lo que existía, pero nadie abusaba, consumían solo lo necesario. El servicio a los demás era el único pago, sin esperar recompensa, se trabajaba afanosamente sin tener obligación de hacerlo, era un agrado servir. El Creador bien habría podido con su infinito poder darles todo, pero lo había decidido así para que los habitantes aprendieran a servir en comunidad, esto hacía que se sintieran útiles y practicaran así el servicio incondicional a Dios y al prójimo, con amor. La circulación peatonal era por medio de bandas móviles que se movían en ambas direcciones, como se usaba en el planeta Ázhark y sin contaminación alguna. Los Áliens iniciaron con la operación técnica de la gran Ciudad Luz, mientras adiestraban al personal que le daría continuidad a dicha operatividad; debido a que era un sistema sumamente sofisticado y nuevo para nuestra civilización.
La Creación de Dios y su Nueva Alianza para el Hombre 175
7.3)– LA GLORIA DE DIOS REINABA La “Gloria de Dios” que iluminaba la Ciudad Santa desde la montaña, era como un “Faro de Amor” hacia toda la humanidad; su luz se proyectaba como cascada de mil colores, haciéndola lucir su exuberante esplendor, como lo indicaba su nombre: “Ciudad Luz – Heimdall”; era impresionante su majestuosidad y belleza, digna del diseño del Arquitecto del Universo. La capacidad de alojamiento en esta gran Ciudad era infinita, escogida para los herederos del Señor que querían ser parte de su Plan Conciliador. Nuestra misión en la comunidad comenzó a dar sus frutos, fueron muchos los escogidos para habitar en la Ciudad Santa, éstos habían estado sirviendo al Señor para que este proyecto fuera una realidad, ahora tenían su recompensa; todos tenían el deseo de servir y adorar a Dios en la gran ciudad. A los que aún no habían sido escogidos, el Señor dice: “Pero deseamos que cada uno de ustedes siga mostrando hasta el fin ese mismo entusiasmo, para que se realice completamente su esperanza. No queremos que se vuelvan perezosos sino que sigan el ejemplo de quienes por medio de la fe y la constancia están recibiendo la herencia que Dios les ha prometido” (Heb. 5, 11–12), es una lucha personal alcanzar esa meta, que al final será nuestro premio. El llamado es para todo ser humano sin importar su pasado, por lo que la misión se extendió hacia las prisiones del país, obteniéndose mucha aceptación entre los reos; varios se convirtieron y pidieron ser parte del plan de Dios, por lo que se obtuvo amnistía temporal para que estos prisioneros pudieran ser considerados como “Aspirantes”, siempre que cumplieran con los requisitos necesarios para ser evaluados y aceptados para ingresar a esta Ciudad Santa. A los pocos días, cerca de ochocientos reos fueron favorecidos con la amnistía, pero solo sesenta fueron aceptados para vivir en Ciudad Luz, el resto regresó a su recinto carcelario a continuar buscando una nueva oportunidad y con el deseo de ser una nueva persona en Cristo Jesús.
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Muchos ricos no entrarán a este paraíso porque no pueden desprenderse de sus bienes materiales, de sus vicios y demás pecados; igualmente los políticos que siguieron con su vida pecaminosa y de corrupción; los dirigentes religiosos que optaron por continuar usando a Dios como objeto fácil para enriquecerse y tener impunidad ante sus propios delitos. Todos ellos desistían de buscar la verdad que esta Ciudad Heimdall les ofrecía, engañados por “Mittra”(Satán), amo y señor de la maldad, renunciando a la propuesta divina de esta Ciudad Santa, entregándose a los placeres del mundo, haciéndose candidatos al gran “Juicio Universal de Dios” para luego vivir eternamente en el “Notts” o “Inferus”; es la peor situación que puede sufrir el alma, el suplicio es mayor al estar eternamente alejados de su Creador, sin contar con el “Espíritu Santo” que es la misma esencia de paz y amor que toda creatura necesita para alimentarse y subsistir. El Señor en su palabra, dice: –”Es más fácil que quepa un camello por el hueco de una aguja, que un rico en las puertas del cielo”. Se refiere a la abundancia material y de pecados que nos alejan de Dios, porque esta lejanía nos llevará a la condenación eterna. Nuestra “alma” es como una llama, si no se aviva con el tiempo muere y desaparece en el abismo del pecado. Pero cuando nuestra alma está en la gracia de Dios, cobra brillo e irradia luz celestial, que ilumina a otras almas a su alrededor. Este es el fruto de nuestra comunidad, que nuestra luz llegue a otros seres y los guíe a los pies de Cristo Jesús, para que todo el que crea en Él, no se pierda, más tengan vida eterna. Si Dios escogió al pequeño pueblo de “Belén” (Casa del Pan) para que naciera su hijo Jesucristo por ser un lugar estratégico y central en el comercio de esa época, ahora escoge al pequeño país que lleva su nombre “El Salvador”, ubicado en el centro de América y del mundo, con el propósito de que el proyecto de su Ciudad Santa llegue a la humanidad, como medio de unión entre el paraíso de Dios y nuestro mundo. Esto solo se logrará con la “Nueva Alianza” entre Dios y el Hombre, llamada “Misión Ciudad Luz–Heimdall”, para darle una nueva oportunidad al ser humano de buscar a Jesucristo como único camino para llegar al Padre. Si hace más de 177
dos mil años, Dios acercó su “Reino” al mundo por medio de su hijo primogénito, ahora es su hijo que acerca su “Paraíso Celestial” al mundo, para que el Hombre se convierta y se le facilite su entrada al reino de Dios por medio de esta Ciudad Santa. Esta Ciudad mostrará a la Humanidad la misma “Gloria de Dios” en toda su plenitud, porque expresará la existencia de cuanto existe, incluida la humanidad entera, la naturaleza misma y el conglomerado que compone el basto Universo. La Gloria de Dios es la esencia misma de Él, su bondad, su amor, su poder y su eternidad. Esta gloria está en todo lo que Dios creó: en el mal y el bien, en lo feo y lo bello, en lo malo y lo bueno, en la alegría y la tristeza, en el vivir y el morir, en el cielo y el infierno, desde lo más pequeño y microscópico hasta lo más extenso del universo infinito; en todo ello aprendemos a comprender que Dios es inmensamente poderoso, pero igualmente amoroso, que disfruta de la creatividad y belleza, de la sabiduría y majestuosidad de su paciencia. La Gloria de Dios creó la naturaleza para llamar la atención al Hombre y conquistar su corazón: está en un amanecer y en un atardecer, está en las personas que cruzan en nuestro camino, está en nosotros mismos como templos del Espíritu Santo. La Palabra nos dice: –”La ciudad no necesita ni sol ni luna que la alumbren, porque la alumbra el resplandor de Dios y su lámpara es el Cordero. Las naciones caminarán a la luz de la ciudad y los reyes del mundo le entregarán sus riquezas”. –“Pero nunca entrará nada impuro, ni nadie que haga cosas odiosas y engañosas. Solamente entrarán los que tienen su nombre escrito en el libro de la vida del Cordero” (Apocalipsis 21:23–24; 27). –”Ya no habrá allí nada puesto sobre maldición. El trono de Dios y del Cordero estará en la “Ciudad”, y sus siervos lo adorarán. Lo verán cara a cara y llevarán su nombre en la frente. Allí no habrá noche, y los que allí vivan no necesitarán luz de lámpara ni luz del sol, porque Dios el Señor les dará su luz, y ellos reinarán por todos los siglos” (Apocalipsis 22: 3–5).
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El domo de vidrio de la Nueva Ciudad Luz–Heimdall
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7.4)– POR UN MUNDO MEJOR CON ABBÁ–DIOS El mismo desarrollo que se efectuó en El Salvador con el “Plan Heimdall”, se realizará en todos los países del mundo, cuyos gobiernos permitan la construcción de una “Ciudad Santa”. Estas otras ciudades estarán presididas por la primera construida y estarán interrelacionadas por el Sistema Espacial de Gusano proyectado desde el planeta Ázhark, centro del universo. Todos los países del mundo querían saber sobre el maravilloso “Plan de Dios” al observar los grandes beneficios obtenidos por el solo hecho de ser parte de este plan; dichos beneficios no solamente eran espirituales sino también en lo relativo al desarrollo social, económico y científico, como el que se tenía en el país, que superaba cualquier expectativa comprendida por el hombre; donde la delincuencia había sido controlada, el desarrollo económico se encontraba en su más alto nivel, no había desempleo y todo ciudadano tenía la oportunidad de salir adelante con su profesión, trabajo o negocio. El sistema de salud competía como uno de los mejores, contando con una infraestructura envidiable y una tecnología de punta, con amplias autopistas y un moderno sistema de transporte. Todo este progreso hacía de nuestro país el centro de atención mundial, las grandes potencias querían saber sobre nuestro progreso, conocedores de los pocos recursos con que se contaba en el pasado. Ahora se explotaba un enorme yacimiento de oro del subsuelo con equipos Alienígenas sofisticados que no dañaban el ecosistema; se continuaban recibiendo embarques de diamante, platino y uranio traídos en naves del planeta “Prixton”, constelación de Orión; este planeta fue donado por el rey Kromex, padre de mi amigo Maykel del planeta Oxím, lugar donde abundan estos materiales preciosos. Otra gran producción era la de nuevos alimentos traídos de las diferentes constelaciones; el turismo creció internacional y universalmente, por ser nuestro país el centro de llegada de los Áliens al mundo. Otros beneficios que les llamaba la atención para unirse a esta causa de Dios eran:
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–La obtención de la electricidad a través del material llamado “Nikriom”, traído por los “Áliens” desde la constelación “Knutt” del planeta “Nakrom”; este tiene la cualidad de producir una energía similar a la de nuestro sol, pero en una concentración cien mil veces mayor; una sola porción de tan solo un gramo, puede producir electricidad para una ciudad de grandes proporciones durante muchos años, razón por la cual ese servicio sería gratuito; en el país se había construido una estación con capacidad para suministrar electricidad por diez mil años a todo el mundo, su distribución era inalámbrica y utilizaba el mismo sistema de la “Torre Tesla”, por impulsos magnéticos. –La construcción de grandes parques y bosques para oxigenar el ambiente con la creación de las respectivas leyes para castigar a los depredadores y un sistema de control satelital, para velar por la fauna y la flora, controlando el sistema climático del mundo. –La construcción de grandes hospitales, entre otros edificios de gran envergadura como estadios y gimnasios; fue así como en el país se edificó el hospital más grande de América, llamado “Hospital Heimdall” (H.H.) para favorecer la salud de todos los Centroamericanos; el enorme edifico fue construido y donado por los Áezires y Drakos, al igual que su equipamiento que era único en el mundo. Su tecnología era muy avanzada y el servicio era completamente gratuito, financiado por la “Fundación Heimdall”; este hospital era dirigido por prominentes médicos como mi sobrino Ricardo, mi hija Carmen María y mis ahijados, Marilú y Mauricio; connotados médicos que fueron a adiestrarse al planeta Ázhark, así como el resto del personal seleccionado, cada uno en su especialidad. El gran desarrollo material y espiritual que pudieron observar en nuestro país, indujo a la humanidad a prepararse para ser parte de este gran Plan Divino de Dios. Los habitantes de El Salvador agradecían a Dios por haber sido escogidos para su plan divino; y como para poder gobernar el país tenían que nombrar un “Consejo Supremo de Eminencias”, me propusieron que yo formara parte de este consejo en sus inicio; por lo que acepté dirigirlo para que se hiciera como mi Señor quería,
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así ayudé a seleccionar junto con representantes de la población, al resto de integrantes. Estos doce miembros del Consejo serían los que reemplazarían las figuras presidenciales destacadas anteriormente en los tres poderes del estado –ejecutivo, legislativo y judicial–; estos connotados profesionales, considerados como eminencias en el país, nombrarán a todo el gabinete de gobierno y estarán sobre todo poder, aún sobre cualquier interpretación de la Constitución o disposición del Congreso. De la misma manera, se impuso como Ley de la República los tres elementos básicos de Dios: “la Justicia, la Misericordia y la Fe”, porque solo una economía misericordiosa podrá salvar al mundo del hambre y la miseria. No podemos permitir que la ceguera de los modelos económicos dominantes sigan conduciendo los destinos de la humanidad, que han hecho que aumente el número de desposeídos y marginados. Con esta nueva ley se transformará cualquier sociedad en el mundo, convirtiéndola en una más equitativa y justa. El Salvador había nacido de nuevo como un país próspero y de avanzada mundial en su carácter social, económico, científico y espiritual, como ningún otro en la Tierra y se esperaba que otras naciones alcanzaran el mismo desarrollo al unirse a esta gran causa copiando nuestro modelo de vida, así como Cristo Jesús nos enseñó a que lo imitáramos para ser admitidos en su Reino Celestial; todos lo podremos lograr siendo parte de este desarrollo sistemático y eficaz, que solo se puede realizar con el maravilloso Plan de DIOS, llamado “MISIÓN CIUDAD LUZ–HEIMDALL”.
FIN
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Glosario –ABBÁ:
Papito, papi o papá
–Áezir:
Habitantes del planeta Ázhark
–Áliens: Extraterrestre –Ázhark:
Corazón de Dios, Éddem (Planeta o mundo)
–Belém:
Casa del Pan, lugar o pueblo que nació Jesús.
–Ciudad Luz:
La Nueva Ciudad Heimdall en la Tierra (Herusalem o Jerusalem)
–Cuásar:
Fuente astronómica de energía electromagnética
–Drakos:
Áliens de las diferentes constelaciones del universo
–Éddem:
Jardines del Paraíso de Dios.
–Edif. Oxcaya:
Gran terminal de llegada
–Edif. Valhalla: Salón de banquetes del Rey Ódinn –Heimdall:
Ciudad de Dios en el Planeta Ázhark
–Heimdells:
Habitantes de la nueva Ciudad Luz
–Knutt:
Constelación donde se ubica el planeta Nakrom
–Kontrem:
Plaza del Gran Encuentro
–Kontrem:
Plaza del gran encuentro
–Kromex:
Rey del planeta Oxím
–Krounn:
Arcángel San Miguel, protector universal contra el mal
–Kunnín:
Legión de demonios
–Mittra:
Demonio, diablo, el ser de la oscuridad
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–Nikriom:
Mineral energético de los Áliens de gran capacidad y duración
–Nonmus:
Cielo, lugar donde está el trono de Dios
–Notts:
Infierno, averno, condenados
–Orión:
Constelación donde existe el Cuásar que dará la energía al país.
–Oxim:
Planeta de la constelación Wrakhom
–Ózair
Idioma de los Áezires
–Parakleto:
Paráclito, Spiritu Sancto, Espíritu Santo de Dios
–Pekroz:
Gemas, piedras preciosas
–Poluss:
Purgatorio, lugar donde se purgan los pecados
–Quezaltepec:
Hogar o reino del Quetzal (Ave de múltiples colores)
lugar
que
habitan
los
–Reina Frigga: Virgen María(Reina Universal del amor, la fertilidad y fidelidad) –Rey Ódinn:
Jesucristo (Jesús de Nazareth)
–Salón Balhalla: Lugar de banquetes del Rey Ódinn –Torre Tesla:
Sistema de distribución de la energía inalámbrica.
–Uniss:
Enviados del Señor Jesucristo
–Valaskjálf:
Palacio del Reino y sede del Tribunal de Justicia Divina
–Viskaynna:
Plaza del corazón de Dios
–Vizkaynna:
Plaza del Corazón de Dios
–Zeyprus:
Constelación central del universo y ubicación del planeta Ázhark
–Zurkita:
Material constructivo como el concreto