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Espiritualidad
DE MARTILLOS Y CLAVOS Hay frases que realmente nos invitan a pensar y a reflexionar en profundidad. Siempre hay alguien que lanza al ruedo una auténtica genialidad. En este caso, me referiré a la profesada por Bernard Baruch: "Si lo único que tienes es un martillo, todo te parecerá un clavo".
LA FRASE NO TIENE DESPERDICIO.
Julián Mellado
Es un alegato contra la pequeñez de miras, el dogmatismo y la ignorancia atrevida. Este riesgo lo tenemos todos. Muchas veces por profesar una ideología o una creencia, nos hace que absolutamente toda la realidad sea interpretada según esas ideas. No significa que las ideas o creencias estén equivocadas, sino que no se les reconoce sus limitaciones y se convierten en criterio único para evaluar o interpretar la existencia, los acontecimientos e incluso en clave para las relaciones personales. Cuando ocurre esto, el diálogo sincero y abierto es imposible. La vida es como uno la cree y no hay posibilidad alguna de que esté equivocado. Mi martillo sabe de clavos. Todos los asuntos, acontecimientos, desafíos, novedades encajan perfectamente en esta clave interpretativa, y si no es así, se hace que encaje. Ya los antiguos griegos recogieron este tema en el mito de la cama de Procusto. Renovación nº 62
Procusto construyó una cama para dar descanso a los caminantes que pasaban por delante de su casa. Los invitaba a entrar y descansar en esa cama que había construido con tanto esmero. Pero a veces el caminante era demasiado bajito, y no encajaba bien. Así que Procusto ideó la manera de estirarle las piernas. Ahora bien, se podía dar el caso contrario de que algún invitado fuese demasiado alto. Los pies se salían de su amada cama. ¿Qué hacer entonces? ¡ Sencillo! Procusto cortaba lo que sobraba de esas piernas y de esa manera el invitado "entraba bien" en las dimensiones requeridas. No deja de tener un sabor humorísticamente amargo, pero nos muestra perfectamente este fracaso de la inteligencia como diría Jose Antonio Marina. La realidad o la verdad debe encajar como sea en lo que de antemano ya se ha establecido como correcto. Si el asunto no "entra bien", entonces hay