En Metepec, hemos tenido la buena oportunidad de vivir con un trabajo que no ofrece grandes cantidades de dinero, pero sí muchas satisfacciones, especialmente la hoy tan rara de vivir con el orgullo de lo que sale de nuestras propias manos. Aquí radica mi gusto y mi dignidad. JOSÉ ALFONSO SOTENO FERNÁNDEZ
EL ÁRBOL DE LA CASA — Por Vivian Martínez Tabares* —
crecimiento de la institución--, invitemos a los nuevos visitantes a em(Texto publicado prender escaleras arriba para soren La Jiribilla prenderlos con el impacto visual del de Papel y Árbol y el prodigio de sus mil seispronunciado cientas sesenta y tres figuras de baen el homenaje a la Casa de las rro, bajo un simpático sol bigotudo, Américas — una luna delgadísima y caprichosa conjuntamente y una sirena coronada que nos mira con homenaje a desde el centro. Singular iconografía Alfonso Soteno— que lo distingue del resto de ejemen Metepec, 10 de plares de su especie, como si hubieoctubre del 2009) se sido creado exprofeso para el entorno insular y caribeño de la Casa de las Américas, junto al malecón habanero. Más que la pieza mayor de la colección de ocho mil y tantas a Sala Che Guevara, ubicada en las alturas que atesora la Casa por donativos de del tercer piso, es la sede de los principales sus autores, este Árbol se ha converacontecimientos que tienen lugar en la Casa tido en una especie de emblema de de las Américas. Cuando uno accede al amla institución, a los pies del cual han plio espacio, dominado a la derecha por el esplén- tenido lugar muchos de los principadido mural del chileno Roberto Matta titulado Pales eventos de la cultura del contira que la libertad no se convierta en estatua, y a la nente durante medio siglo. izquierda por obras igualmente significativas – que Pero la imagen del conjunto, imdurante mucho tiempo fueron las de Julio Le Parc ponente y humanísima en su exprey Víctor Vassarely y ahora un gran collage de Raúl sión popular, con sus inabarcables Martínez–, un punto de interés atrae las miradas y piecesitas firmemente engarzadas los pasos hacia el fondo, el Árbol de la Vida, de es- al eje central: estrellas marinas, pepectacular tamaño y colorido, que el maestro Joces de todas las configuraciones y sé Alfonso Soteno Fernández, fabricara y de forma colores, caballitos de mar, sirenas y especial seria plantado en La Habana para ilumicaracoles, y su ubicación al final de nar el Caribe desde 1975, en un espacio cimero en los recorridos, como resumen y cola casa de Haydee Santamaría, Manuel Galich, Malofón, construyen una suerte de meriano Rodríguez y Ezequiel Martínez Estrada. táfora festiva de cómo la labor de miles y miles de intelectuales y arEs común que muchos de quienes trabajamos tistas de Latinoamérica y el Caribe, y hasta de un en el edificio principal de la Casa –que ya cuenta poco más allá de sus confines geográficos, ha locon otros cuatro, por obra y gracia del desarrollo y grado dar vida y continuidad a la labor de promo-
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ción y valoración de la cultura de Nuestra América carachita Martina. De Richard Schechner disertando y de afirmación defensa de la identidad de nues- sobre interculturalidad a los excéntricos musicales tros pueblos desarrollada por la Casa por casi cin- de Udi Grudi liderando un grupo enfebrecido por facuenta años, y de proyectarla hacia el futuro. bricar instrumentos con material de desecho. El Árbol ha sido testigo de recitales de Silvio, PaY el Árbol ha sido testigo de una coherente blo, Noel, Víctor Jara, Daniel Viglietti, Chico Buar- y sistemática acción descolonizadora, con cuyo que, León Gieco, Gilberto Gil, Vicente Feliú, Carlos quehacer de cada día hemos aprendido a senVarela, Víctor Heredia y muchos otros, mientras tirnos más latinoamericanos y caribeños, miemcompartían enardecidas metáforas y recibían de bros plenos de una patria mayor. vuelta, la vibrante energía de identificación y comHace casi un año volví a la Casa para ser parte acpromiso de un público joven y apretado en un espa- tiva de uno de sus eventos, la Temporada de Teacio que les resultaba pequeño; también el Árbol ha tro Latinoamericano y Caribeño Mayo Teatral, de la compartido el espacio de las que soy curadora desde el año lecturas de textos de Eduar2001. Encontré al Árbol revido Galeano y Mario Benedetti, vido en su rotundez, vivos los con los que muchos debatierojos, los azules y los dorados, ron sobre el presente o descugracias a la colaboración del brieron el amor. Y ha comparAyuntamiento de Metepec, uno tido el reto de conciertos, cuasi de los más importantes cenbailables, de la música popular tros alfareros de México. cubana, de NG La Banda a Free El Árbol –y uso la mayúscula Hole Negro o Interactivo. pues es el más grande de su tiEn cincuenta ediciones del po fuera de México, lo que pude Premio Literario Casa de las comprobar hace poco en una viAméricas más de trescientos sita al Museo de Culturas Popunombres han sido pronuncialares, en el Centro Cultural Mexidos ante al Árbol, para iniciar quense, donde tienen el mayor o reafirmar una trayectoria de México, con 5.20 metros de artística. El Árbol ha presidialtura–, se ha convertido en un do los debates de encuentros signo que identifica un espíritu de intelectuales, teatristas, sey un estado del alma. Y por esa guidores de la obra de César historia que se sigue escribiendo Vallejo, estudiosos del legado hoy con los nombres de entondel grupo Orígenes, editores ces y con los de ahora mismo, es de revistas culturales, musiun privilegio escribir estas notas cólogos, diseñadores gráficos, Abel Prieto, José Saramago, Fidel Castro y como una trabajadora más de científicos sociales, activistas Ricardo Alarcón Taller “Cultura y Revolución”. la Casa de las Américas, que no de la educación popular, com- Casa de las Américas, 1999 (foto archivo Casa es sólo un edificio que mira al positores, entre otros hom- de las Américas) mar y en el que cotidianamente bres y mujeres del pensamienlabora un centenar de personas, to y la creación artística. sino que es, sobre todo, una red creciente de víncuEl Árbol ha sido estímulo para las fabulaciones, los constituidos por un conjunto de rostros, palabras encarnadas en el cuerpo de infinitos actores y ac- y voces que me recuerdan otra vez la policromía y la trices que en la Temporada de Teatro Latinoameri- multiplicidad del Árbol. El reto mayor es, bajo su somcano y Caribeño Mayo Teatral han presentado sus bra, saber hacer que las ramas sigan creciendo firmes propuestas o han entrenado cuerpo y mente en ta- y mantener vivo el aliento para continuar apostando lleres impartidos por los más notables maestros de al futuro desde el riesgo de todos los días. la escena. De Yuyachkani, recorriendo la diversidad *La autora es crítico e investigadora teatral, editora y profecultural del Perú con Los músicos ambulantes, a la sora. Forma parte del equipo de la Casa de las Américas desde mapuche llegada de Chile Luisa Calcumil, “Con es 1992. En la institución ha sido redactora de la revista Casa de las bueno mirarse en su propia sombra”. Del Odin Tea- Américas, jefa de redacción de la revista de teatro latinoamericano Conjunto, directora del Centro de Estudios del Caribe, destret construyendo una escena teatral a partir del de el 2000 directora del Departamento de Teatro y de la revispoema “A los instantes”, de José Martí, a La Colme- ta Conjunto, última responsabilidad que comparte actualmente nita integrando niños impedidos a la fiesta de La cu- con la de consejera cultural de la Embajada de Cuba en México.
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METEPEC — Por Berta Balestra —
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etepec está situado en la porción norte del Valle de Toluca, alrededor del cerro llamado Metepec de donde tomó su nombre, que en náhuatl significa “en el cerro del Los Magueyes”. Su clima es templado en primavera, caluroso en estío y muy frío en el invierno, debido a los vientos dominantes. Su superficie es completamente plana en su mayor parte, salvo por pequeños oteros y, desde luego, el Cerro de los Magueyes, corazón del territorio municipal. El territorio del hoy municipio de Metepec fue cuna de civilizaciones avanzadas desde tiempos muy antiguos; durante el periodo preclásico se asentaron grupos teotihuacanos en el Cerro de los Magueyes y sus alrededores. Desde el siglo XI albergó al floreciente reino matlatzinca, quien por su riqueza agrícola y forestal atrajo la ambiciosa mirada de los vecinos mexicas, de los que terminaron siendo tributarios desde 1477. Gonzalo de Sandoval conquistó este territorio para la corona española en 1524, y los frailes franciscanos para la fe católica, siendo Metepec el centro de su evangelización para la zona. A partir de entonces, fue un sitio tranquilo, donde las preocupaciones de la población giraban fundamentalmente alrededor de las condiciones propicias para la agricultura y la organización de las festividades. En los albores del tercer milenio, la ciudad de Metepec no se asemeja en nada a aquel asentamiento prehispánico alrededor de la gran laguna, rodeada de comunidades de pescadores y agricultores. Del periodo colonial, quedan en pie –después de varias transformaciones, superposiciones y reconstrucciones– el convento franciscano anexo a la parroquia de San Juan Bautista, y sus demás iglesias y capillas. Entre las calles y callejones, adoquinados en su mayoría, descubrimos a veces alguna fachada que nos remonta al siglo XIX y la primera mitad del siglo XX. De acuerdo con el INEGI habitan esta ciudad poco más de 200,000 personas,
aunque según las autoridades y los observadores, Metepec cuenta a la fecha con cerca de medio millón de habitantes, número conformado en gran parte por inmigrantes, la mayoría provenientes de la ciudad de
México. En este nuevo entorno pluricultural, todavía se conservan –esperamos que por mucho tiempo– infinidad de fiestas tradicionales, casi todas de origen religioso. Cada barrio, capilla y pueblo celebra con procesiones, feria, novenarios, mañanitas, salvas de cohetes, a su santo patrono. La fiesta en honor de San Isidro Labrador sigue siendo la máxima celebración en el municipio, a pesar de no ser ya una comunidad eminentemente agrícola. No se puede pensar en Metepec, mencionar a su población, costumbres y tradiciones, sin hablar de los artesanos, en especial de los alfareros. En número, son un parte significativa: se dedican a la artesanía unas trescientas familias. Los antecedentes de dicha actividad en el territorio se remontan a tiempos prehispánicos, según los hallazgos arqueológicos. Por siglos, la cerámica metepequense
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fue fundamentalmente utilitaria, pero desde hace unas cinco o seis décadas, cuando comenzaron a elaborar aquí los hoy famosos árboles de la vida, los alfareros se dedican cada vez más a este tipo de piezas que a las cazuelas, jarras, cántaros, poncheras, ollas pulqueras y ollas tlacualeras, que ocuparon sus hornos por varios siglos. Un paseo por Metepec incluirá necesariamente la visita a la plaza principal, denominada Parque Juárez, donde la Tlanchana, mitológica señora de la laguna, lo introducirá a la magia de esta ciudad. A unos pasos, el conjunto arquitectónico conformado por la iglesia y el ex convento franciscano de San Juan Bautista de Metepec; la Capilla del Calvario, una caminata por el cerro de los Magueyes hasta la ermita (en cuyos alrededores se han hallado los enterramientos prehispánicos)
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y desde luego, la visita al taller de algunos artesanos. Si se dispone de tiempo, seguir con el recorrido de las capillas coloniales, tomar una copa de garañona en el Bar 2 de Abril, pasar a la Casa de Cultura donde siempre hay alguna exposición interesante y, si es lunes de tianguis, comer un taco de plaza. Disfrutar de la puesta del sol desde el Cerro y quedarse a pasar un rato agradable escuchando música en los bares y peñas. Con esto, el visitante podrá comprobar –como lo hacemos a diario los habitantes— que Metepec es un sitio provisto de magia, en donde conviven la tradición y el ambiente provinciano con la modernidad y el progreso, donde la historia y los mitos nos salen al paso y se contagia la creatividad, el gusto por el color y la paz de espíritu propias de quienes han encontrado lo bello de la vida.
ALFAREROS DE METEPEC L a F amilia S oteno
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— Por Alberto Beltrán * —
n el pueblo de Metepec cuando se habla de los que tienen mayor tradición familiar en la alfarería, se menciona entre ellos a la familia Soteno.
La señora Modesta Fernández de Soteno es quien ha perpetuado los conocimientos, ya que es la descendiente de una larga familia conocedora y experta en la alfarería; su esposo Don Darío Soteno es albañil y sólo en algunas ocasiones ayudo a pintar las piezas que hacia su esposa. Los hijos de este matrimonio dedicados fundamentalmente a la alfarería son: Mónico, Ildefonso (o Alfonso) y Manuel, el resto de los seis hermanos, tienen otras actividades y entre ellos hay un estudiante universitario. En el año de 1971, Mónico y Alfonso ganaron los dos primeros lugares del Concurso de Alfarería que convoco el Fideicomiso para el Fomento de las Artesanías, uno con una yunta de las que tradicionalmente salen en la fiesta de San Isidro Labrador y el otro con una carreta de la muerte, llena de figuras diversas, ambas obras maestras. Esta familia aun posee moldes antiguos como los de la Virgen para nacimientos, el señor Santiago con
sus caballos, perros chatos, perros golondrineros y muchos más algunos con una antigüedad cercana a los cien años, sin embargo la generación reciente crea nuevas formas y figuras; Mónico reconoce que Alfonso modela mejor que él, y es verdad que los trabajos de Alfonso revelan su gran costo al modelar, pero Mónico no se queda atrás y emprende asuntos complicados como se aprecia en sus últimos trabajos dedicados a Don Benito Juárez. La familia Soteno recuerda que las cosas más viejas que hicieron sus antecesores fueron cornetas de barro bien cocido, tecolotes con silbato, pájaros y otros juguetes, ya entonces hacían figuras para los nacimientos que eran compuestos por los peregrinos, los Reyes Magos y otros elementos que completaban estas grandes escenas; por ahí se encontraban Adán y Eva con sus grandes hojas de parra, una por delante y otra por detrás, un tímido árbol de donde descendía la serpiente; este árbol fue creciendo y creciendo hasta adquirir la importancia principal y ser reconocido este conjunto como el Árbol de la Vida . Muy interesante es el dato de la hechura de cuadrillas para curar el aire, compuestas de 38 piezas, que aun siguen
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solicitando de vez en cuando los curanderos de la región, estos conjuntos se enriquecen con cazuelas de mole, tamales y otros agregados para hacer un huentle, que es la ceremonia para ahuyentar a los malos aires que tienen postrado al enfermo. Como todo el arte popular de Metepec se transforma y en algunos casos se pierden formas, pero otras nuevas se agregan, los leones coronados que hacía Don Juan Fernández, ya muerto, tío de Mónico y Alfonso, han dejado de hacerse; igualmente ya no se encuentran las mismas figuras decoradas con vivos colores, lo que todo se compensa por las aportaciones de las nuevas generaciones. Muchos artistas, no solo de México, han sido ad-
miradores del arte de estos alfareros, uno que tempranamente señalo su importancia fue Diego Rivera y con él algunos investigadores del arte popular. Un hombre, pobre entre los pobres, llamado Pablo Archundia Fernández, que encontramos trabajando como operario en uno de los talleres familiares en Metepec, nos dice que los Soteno tienen el mérito de haber logrado hacer hornos muy grandes para realizar esas piezas gigantescas que asombran en las exposiciones de arte que México envía al mundo y que, en cierto modo, han pasado a ser representativos. Los Soteno son excelentes exponentes de la calidad del artesano popular.
*(1923-2002) Pintor, grabador, periodista. Miembro del Taller de Gráfica Popular y amigo de la familia Soteno.
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EL ÁRBOL DE LA CASA
HISTORIA — Por Onoria Céspedes Argote —
Concurso de árboles de la vida gigantes La tradición alfarera de Metepec, ha dado muchas satisfacciones a México, es un arte que ha trascendido las fronteras aztecas para imponerse como representante del arte mexicano. El árbol de la vida es una de las manifestaciones artísticas que desde hace más de 60 años esta presente en la alfarería metepequense, como símbolo de la vida, la fecundidad y continuidad del hombre y las distintas especies, constituyendo una de las manifestaciones más hermosas del arte popular mexicano. Los artistas alfareros han encontrado en ello una forma de expresar no sólo sus raíces culturales, sino su interpretación muy particular de la vida. En el año 1974, el maestro alfarero de Metepec, José Alfonso Soteno Fernández, integrante de una dinastía de artesanos, fue llamado a presencia del entonces gobernador del Estado de México Carlos Hank González para que participara en representación del Estado de México en el concurso de árboles de la vida gigantes convocado por el Presidente de la República Lic. Luis Echeverría Álvarez. Soteno era el único en el país que había logrado la creación de un árbol de 2.50 metros después de varios intentos infructuosos y cuando ya estaba dispuesto a desistir, hazaña que atrajo la atención de todos en el Estado y especialmente de su Gobernador, Carlos Hank, quien lo adquirió para que fuera mostrado al pueblo mexiquense y foráneos en el recién inaugurado Museo de Arte Popular de Toluca El museo, llamado “La Bandera” estuvo ubicado entre la calle Hidalgo y el Panteón Municipal, y al constituirse el Centro Cultural Mexiquense en las afueras de Toluca cedió el espacio a lo que es hasta hoy la Biblioteca “José María Heredia y Heredia”, lugar donde los toluqueños recuerdan al cubano –mexicano que los distinguió como poeta, pedagogo, periodista, historiador, político, diputado, magistrado, juez, director de la actual Universidad Autónoma del Estado de México. Toluca está separada de Metepec por apenas una calle, y son varios los hitos que la unen a Cuba. Nos narra el maestro Soteno, que cuando el entonces gobernador Carlos Hank lo llamó a su despacho le pidió hiciera un árbol aunque fuera de 2.53
Recepción en Los Pinos, residencia del Presidente Luis Echeverría. Entrega del Árbol de la Vida a Haydee. Ciudad México, abril de 1975. (Archivo casa de las americas)
metros, pero más grande que el del museo, para llevarlo al concurso de àrboles de la vida gigantes. Una vez aceptado el reto, el gobernador estuvo al tanto de la preparación del árbol y todos sus detalles, ordenaba checar la obra sistemáticamente, para cerciorarse de la concentración del maestro, pues le pidió no se distrajera en otros trabajos. No imaginaba entonces el gobernador, que aquel árbol viajaría a la tierra hermana de aquellos jóvenes que ahora transformaban un país y que en el año 1956, siendo el presidente municipal de Toluca, recibió en su casa y despacho, ayudó y apoyó en su preparación para lograr la independencia definitiva de Cuba. De sus días en Toluca y en el Estado de México, del profesor presidente municipal, le contaría Fidel al maestro Soteno cuando se encontraron en la Habana, mientras que el historiador Heberto Norman en su libro La Palabra Empeñada, publicado por la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado de la República de Cuba nos da el testimonio de
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Ocho horas duró el traslado del Árbol desde Metepec a la Ciudad de México, en un recorrido que normalmente se puede hacer en hora y media, pues narra el maestro que montaron las tres piezas en una rastra a la que se le sacaba el aire de las gomas para poder pasar debajo de los diversos puentes de la carretera. La mayor de las piezas, que contenía la base del árbol medía 3 metros y era la que trababa el traslado En aquella época se comparó el recorrido del árbol con el realizado años antes cuando desde Puebla se llevó al Museo Nacional de Antropología e Historia la enorme escultura del Dios Tlaloc. El poeta Roberto Fernández Retamar, Presidente de Casa de las Américas de la Habana, entrega Llegando a los Pinos, casa del los premios Casa de las Américas 2010 a autores de Argentina, Brasil, Salvador y Cuba. Presidente de la República, el maestro Soteno armó su árbol y por sucómo el entonces Presidente Municipal, más conoci- puesto, superó a los elaborados por Michoacán y do como el profesor Hank, dispuso el apoyo a Fidel Puebla, los otros estados participantes. Castro, a Raúl y otros compañeros, durante los días El árbol ganador que estuvieron preparándose en el valle de México
del primer lugar donado a Cuba
“..viajaron Fidel y sus Compañeros… a Toluca a desayunar en la casa del profesor. Juarbe recuerda que Hank y su esposa Lupita los trataron magníficamente bien.” Y continúa “Desde un principio, Hank instruye al periodista Alfonso Sánchez García, director del periódico El Sol de Toluca, el de mayor circulación en la ciudad, que procure ayudarles en todo lo posible e incluso pone a su disposición una camioneta que conduce Luis Sicilia, secretario privado del profesor, para que realicen algunas prácticas de tiro en algún lugar apartado y solitario para que no tengan dificultades.” El Nevado de Toluca, Calimaya, Zaragoza entre otros sitios de la zona dieron el apoyo a los cubanos. Ahora sin saberlo, el profesor también apoyaba una creación artística que también trascendería desde Cuba. Elaborar el árbol de la vida con motivos marinos fue la decisión del artesano que quiso experimentar con otra temática. Modeló tres grandes piezas, qué conformadas en un todo, formarían el Árbol de la Vida mayor hasta entonces elaborado y con unas dimensiones que asombraron a todos: 6 metros de alto, 1663 piezas y dos toneladas de peso. El gobierno estatal se encargó de llevarlo de Metepec al Distrito Federal.
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Coincidió la premiación en Los Pinos con una Jornada Cultural Cubana que contó con la presencia de más de trescientos creadores de la isla de diversas manifestaciones artísticas. La Jornada Cultural de Cuba se desarrolló en el Distrito Federal del 15 al 20 de abril de 1975, en reciprocidad a la misión cultural mexicana que con características similares se había presentado en la Habana en enero de ese mismo año, donde se desarrollaron diversas actividades entre ellas la inauguración por la esposa del presidente, Esther Zuno de una gran colección de cinco mil piezas de arte popular mexicano, el día 6 de enero, donadas por el propio presidente, la cual fue enriquecida posteriormente por la colección de 50 piezas entregadas por Beatriz Paredes en el período que fue Embajadora de México en Cuba, según nos narra Lesbia Vent Dumois, destacada pintora, que trabajó en el departamento de artes plásticas de la Casa… desde 1963 hasta 2003 primero como especialista y después directora. La delegación cultural que arribò a tierra azteca estuvo encabezada por Belarmino Castilla Mas, vice primer ministro de Educación, Ciencia y Cultura, Haydee Santamaría, directora de Casa de las Américas, José Antonio Portuondo, Presidente deI Instituto de Literatura y Linguística,de la Academia de Ciencias de
Cuba, y vicepresidente de la Asociación de Relaciones Culturales Cubano-Mexicana Santiago Álvarez, vicepresidente del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos y Alicia Alonso, Directora del Ballet Nacional de Cuba, entre otras personalidades. “Cuba no vuelve a México como un extraño, porque somos un pedazo de la América Nuestra” expresó Haydee Santamaría al inaugurar la jornada cultural, donde además se refirió a los lazos que unen a México y Cuba , destacando la actitud mexicana al ser el único país de América Latina que no rompió los vínculos diplomáticos con Cuba.
artesanía, llamado Árbol de la Vida para el pueblo cubano.
La comitiva cubana fue invitada a la premiación del concurso de Árboles de la Vida Gigantes que realizó el presidente Luis Echevarría en los Pinos, y todos quedaron fascinados por la obra que estaban admirando y como nos cuenta el artesano metepequense, le hicieron varias propuestas para adquirirlo y llevarlo a la isla. El presidente Echeverría por su parte les propuso que el maestro le hiciera un réplica y a tanta insistencia de los visitantes, con un gesto más de hermandad y solidaridad, donó a nombre del pueblo mexicano el majestuoso árbol de la vida a la República de Cuba. Abrazos, saltos, gritos, fue la reacción de los visitantes y de inmediato se dispuso el traslado.
El Maestro recuerda entre las emociones de ese día el diálogo que sostuvo con el poeta y museólogo mexicano Carlos Pellicer: “Gracias a mi trabajo he podido conocer grandes personalidades como presidentes de la República, gobernadores, artistas. Pero guardo un recuerdo muy hondo y grato de la ocasión en que tuve la suerte de conocer al maestro y poeta Carlos Pellicer cuando llevé mi árbol a los Pinos. Él me dijo esto: “Ni volviendo a nacer haría una pieza tan majestuosa y espléndida como la que hoy nos engalana”. A mi vez respondí: ”ni volviendo a nacer y por mucho que estudiara, nunca sabría ni la mitad de lo que usted nos ha enseñado”
El periódico mexicano “El Nacional” informaba así este acontecimiento el domingo 20 de abril de 1975: Los miembros de la misión cultural cubana estuvieron ayer en Los Pinos, en donde el Jefe de la nación y su esposa los recibieron y compartieron con ellos la alegría de una fiesta mexicano-cubana. Hubo dos obsequios: El busto del general Lázaro Cárdenas para Fidel Castro y una obra de
Tonatiuh Gutiérrez, Director General del Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías fue el comisionado para organizar la entrega del Árbol a Cuba. Todavía se emociona el maestro Soteno narrando las vivencias de los dos viajes a Cuba en dos ocasiones para armar y montar el árbol en la Casa… El primer viaje lo hizo a bordo del avión presidencial, como él mismo narra en el artículo que sobre sus memorias de aquellos días incorporamos a esta publicación.
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Fidel Castro, quien entre otras cosas le pidió enseñara a los cubanos su técnica.
Clausura Premio Casa de las Américas. Pablo González Casanova, Alicia Alonso, Haydee Santamaría, Roberto Fernández Retamar, Armando Hart, Mariano Rodríguez. 1980.
El barco en que llegaba la preciada pieza quedó varado en el puerto en cuarentena por enfermedad de algún marino, regresó el maestro a México y cuando tuvo todo listo volvió a la Isla. De nuevo en Cuba... le deparaba ver las caras primero de intriga de los trabajadores de la Casa de las Américas que no daban crédito a que Fidel autorizara romper una pared del preciado edificio para colocar la pieza, y después la alegría y el asombro al ver la majestuosidad de la artesanía que acababa de llegar, como nos narró también Lesbia la curadora encargada de colocar el Árbol: En un día y una noche se quitó el escenario y la tramoya para desocupar el salón completamente. El árbol llegó en dos gauacales, uno muy grande, que hizo que se rompiera la pared superior de la casa, fueron depositados por una grúa en el salón y luego rodados con dos tubos hasta el lugar definitivo. En la Sala de actos “Che Guevara” fue armado por su creador, el maestro Soteno, ante la presencia de sus cuatro acompañantes encargados de empacarlo en México y desempacarlo en Cuba. Todas las piezas llegaron completas, en esta ocasión fue colocado sobre una base de madera que en los años 90 fue sustituida por una base de hierro, también el techo se preparó de forma acústica. Al principio estuvo ubicado sobre un fondo azul y en la actualidad su fondo es negro. Durante su estancia en la Habana, el maestro tuvo la oportunidad de entrevistarse con el presidente cubano
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El periódico Granma informaba a los cubanos y al mundo el sábado 5 de julio de 1975, que el día anterior se había realizado la entrega al país en la persona de Haydee Santamaría, miembro del Comité Central del Partido y directora de Casa de las Américas, una valiosa muestra de alfarería del hermano país de México consistente en un Árbol de la Vida de monumentales dimensiones, como una demostración más de la amistad fraterna del pueblo y gobierno mexicanos hacia Cuba.
Símbolo de la Casa de las Américas Desde su llegada a la Habana el Árbol, ubicado a unos metros del malecón habanero, en la sala de actos Che Guevara, una de las áreas principales de de la Casa de las Américas, ha sido cobijo por más de 35 años de los principales intelectuales y artistas del continente, quienes desde 1975 han estado acompañados en sus presentaciones, homenajes y premios, del Árbol de la Vida de Metepec, como lo reconocen todos. Por sus valores culturales y el lugar donde esta ubicado, el árbol… se ha convertido en el símbolo de Casa de las Américas, universalizando aún más la artesanía mexicana. Cuba exhibe con orgullo esta pieza, que se une a las que del maestro Soteno conservan instituciones, galerías y colecciones privadas en Estados Unidos, Francia, Suiza, Suecia, Japón, Alemania, Inglaterra, España, Japón, China, Brasil, Puerto Rico, entre otros países.
Dr. Miguel Barnet Laza, escritor, Presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, se dirige al auditorio en las palabras centrales del homenaje por los 50 años de Casa de las Américas y al Maestro Alfonso Soteno en Metepec, Estado de México.
Homenaje por el 50 Aniversario de Casa de las Américas y al maestro Artesano José Alfonso Soteno Fernández en Metepec
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La Casa de las Américas es una institución cultural fundada en La Habana el 28 de abril de 1959 (Ley Nº 229). Su primera directora fue Haydee Santamaría (1959-1980). Posteriormente sus directores han sido Mariano Rodríguez (1980-1986) y Roberto Fernández Retamar (1986 a la fecha).
u principal tarea es desarrollar y ampliar las relaciones culturales entre los pueblos de Latinoamérica y el Caribe así como su difusión en Cuba y el resto de América. Para ello busca estimular la producción e investigación cultural. Además de difundir el material artístico y literario de América y el Caribe por medio de actividades de promoción, conciertos, concursos, exhibiciones, festivales, seminarios. Realiza una importante tarea de difusión y colaboración científica y cultural. METEPEC Y LA CASA DE LAS AMÉRICAS La obra del Maestro Artesano José Alfonso Soteno Fernández, galardonado con la Presea Estado de México y Presea Metepec, entre otros reconocimientos, y con obra en varios países del mundo, está ligada desde hace 35 años a la Casa de las Américas. Un Árbol de la Vida creado por él y ganador del Concurso Nacional de Árboles de la Vida, en Los Pinos, residencia oficial del presidente de México, fue donado a Cuba por el presidente Echeverría. Este árbol de la Vida ocupa un lugar especial en dicha institución, al presidir la sala de actos Ernesto Che Guevara, donde se realizan sistemáticamente encuentros y presentaciones de los más prestigio-
sos intelectuales del mundo. Personalidades de todo el orbe han admirado el Árbol y conocido a Metepec y a México a través de esta obra. En el año 2007 coordinamos la participación de Roberto Zurbano director del Fondo Editorial de Casa de las Américas en el festival cultural “Quimera”, que desarrolla cada año el municipio de Metepec, con el objetivo de presentar algunos libros de dicho fondo. Zurbano contactó al maestro Soteno y a partir de entonces nos avocamos a conocer más de cerca su obra, conjuntamente con la Consejera Cultural de la Embajada de Cuba en México Vivian Martínez y el Agregado Cultural Mario Flores, y a su propuesta, organizamos en 2009, un evento de reconocimiento a la labor de la Casa... y al Artesano José Alfonso Soteno Fernández, creador de uno de sus símbolos, en el marco de los eventos culturales que se desarrollaron en México por los 50 años de Casa de las Américas, en recordación del 10 de octubre, 141 aniversario del inicio de las luchas independentistas en Cuba y el 20 de octubre, día de la Cultura Cubana.
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Mariachi “Potrillos de Calimaya” y Rosa María, profesora de Baile del municipio de Otzolotepec.
En el homenaje participaron el Ayuntamiento de Metepec, el Gobierno del Estado de México, la LVII Legislatura del Congreso del Estado de México, la Embajada de la República de Cuba en México, una delegación cultural de alto nivel de la República de Cuba, integrada por el escritor Dr. Miguel Barnet Laza Presidente de la Unión de
Visita de la delegación cultural cubana al taller del maestro Alfonso Soteno, en Metepec, junto a participantes y organizadores del homenaje. 10 de Octubre 2009.
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Escritores y Artistas de Cuba y el Dr. Jorge Fornet Gil Presidente del Premio Casa de la Américas y Director del Centro de Investigaciones Literarias de Casa de las Américas, Asociación Cultural Juárez- Martí A.C. unido a intelectuales, artistas del territorio y cubanos residentes en el Estado de México.
El Maestro Alfonso Soteno, junto a su esposa Oralia Elías entregan al Dr. Miguel Barnet Presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba una réplica del primer árbol de la vida elaborado por la familia Soteno, acompañados del Lic. Jaime Efraín Hernández González Secretario del H. Ayuntamiento de Metepec.
Palabras del maestro Alfonso Soteno en el Homenaje realizado en Metepec* PRIMERA INTERVENCIÓN* Este grandioso homenaje que hoy recibo lo quiero dedicar en primer lugar a mis compañeros artesanos que ya murieron y que le dieron fama a Metepec, deseando que ahora donde estén se encuentren bien. Es un honor para mí mencionar a estos grandes maestros que fueron nativos de aquí de mi pueblo: Metepec. Estos artesanos ya fallecidos, con su trabajo contribuyeron a que la artesanía de Metepec hoy sea reconocida en todo el mundo empezando por una gran mujer: Modesta Fernández, mi madre, pionera de artesanos, como lo fue también el admirado por mí Pablo Archundia, así como Timoteo González, Heriberto Ortega, Armando Nonato, Isidro Rivera, Ángel Fernández, Macario Garduño, Celso Rodríguez, Casto León, Paz López, Lucas Castillo, Lázaro León, José León, Nicolás Camacho, Asunción Quiroz. Asunción Nava, Mónico Soteno, Darío Soteno. Especialmente quiero volver a recordar a mi madre Modesta Fernández quien en compañía de mi padre Darío Soteno formó una familia de artesanos.
Este aplauso de ustedes, se lo dedico a todos ellos pues este homenaje es un gran día para Metepec. Vuelvo a reiterar las gracias a las personalidades que nos visitan de Cuba y es un gran orgullo de un servidor que el árbol elaborado por mis manos ahora este representando a Metepec en Cuba y aprovecho este momento para solicitar a nuestra presidenta municipal Ana Lilia Herrera, que ahora inicia su gestión para que también sean homenajeados otros artesanos del municipio que también tienen obras de trascendencia y se lo merecen. De nuevo muchas gracias. Iba a estar conmigo también en este homenaje un ex presidente de la República, tuve la oportunidad de llevarle personalmente la invitación, siempre me ha abierto las puertas de su casa, y aunque esta muy enfermo, tuve el honor de que me recibiera en su recámara y me dijo: tengo el honor de volver a estrechar tu mano, y que bueno que veniste a saludarme. El ex presidente Echeverría que me recibió, fue el que hizo el concurso de arboles gigantes que gane y fue donado a Cuba, desde ese momen-
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to varios presidentes me han encargado trabajos para representar a México. Muchas gracias SEGUNDA INTERVENCIÓN.* Voy a hablar un poco sobre la historia de este árbol de la vida que su servidor realizó ordenado por el Sr. Presidente Luis Echeverría, junto con el entonces gobernador del Estado Carlos Hank. Ellos conocían de mi trabajo y me hablaron que se desarrollaría un concurso en Los Pinos porque querían saber qué estado podría hacer el árbol de la vida más grande. Llegaron al concurso árboles de la vida de los estados de Michoacán, Guadalajara, de Acatlán, Puebla y el de aquí de Metepec. Cuando me ordenaron este trabajo el árbol más grande que yo había realizado medía 2.50 metros, y cuando me mando traer el profesor Hank me dijo: Sr. Soteno has hecho este árbol de 2.50, ahora te pido que me hagas uno aunque sea de 2.52, para que sea el más grande que podamos presentar ahí en Los Pinos. Me aboque a esa encomienda que me habían dado en representación de Metepec y en seis meses logré la pieza, que cuando llegó a Los Pinos tuvimos la gran satisfacción y orgullo de que Metepec fuera el ganador en el certamen. En eso llegó la delegación cubana con las personalidades de entonces y le decían al Sr. Presidente que querían comprar el Árbol, –porque lo queremos para Cuba, para nuestra Casa de las Américas, nosotros lo pagamos, no sabemos conque pero lo pagamos,– y el Sr. Presidente le decía este es para Los Pinos, aquí está el autor, si gustan le vuelve a hacer otro igual, y ellos insistían: póngale precio y en un momento dijo Echeverría que este árbol sería donado a Cuba y serviría para que México y Cuba se enlacen más, porque somos hermanos cubanos y mexicanos.
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Créanme, fue una inmensa alegría para las personalidades cubanas que brincaban, cantaban, yo los vi que hasta lloraban por el gusto de que ese árbol estaría en Casa de las Américas y ahí mismo me hicieron la invitación para que yo fuera personalmente a entregarlo. Fue una gran satisfacción y sorpresa que el Sr. Presidente me envió a Cuba en el avión presidencial, el que él utilizaba para recorrer el país. Cuando vieron en Casa de las Américas las cajotas enorme que estaba frente a su puerta, se preguntaban cómo iba a entrar y es que antes de eso Fidel no permitía que en esas paredes se clavara ni un clavo, y cómo era posible que ahora ordenara abrir una pared. Se preguntaban ¿Qué será? Y su servidor les decía, pues no más que lo descubramos ustedes van a ver qué cosa es, es un árbol de Metepec que va a estar en Casa de las Américas. Es una gran satisfacción y orgullo que también Don Fidel Castro en aquella ocasión que vio el árbol me dijo: hombre, Soteno, maestro, créemelo que yo quisiera que te quedaras en mi país para que enseñaras a nuestra gente a hacer un árbol del la vida… pero en aquellos tiempos estaba como representante de las artesanías en México el Lic. Tonatihu Gutiérrez, que estaba al frente del grupo y le dijo a Fidel: yo traje a Soteno y yo lo devuelvo si él te dice que vayas por él, yo encantado. Les vuelvo a repetir que ha sido una gran satisfacción en toda mi trayectoria artesanal, pues muchas personas han conocido cual es el trabajo de Alfonso Soteno. Muchas gracias *El Maestro Soteno tuvo dos intervenciones durante su homenaje.
EL ÁRBOL QUE NOS UNE
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— Por Jorge Fornet* —
ermítanme aprovechar la ocasión para agradecer en nombre de la Casa de las Américas este sentido y hermoso homenaje. Quiero recordar, sobre todo a quienes no están familiarizados con la trayectoria de la Casa, que ella fue fundada en abril del año 1959, a escasos meses del triunfo de la revolución cubana, y que su papel era precisamente establecer vínculos, contactos entre los intelectuales y artistas de todo el Continente.
ce mucho tiempo- estoy oyendo hablar del maestro Soteno, pensé que era un anciano, así que descubro con sorpresa que él apenas tenía treinta años cuando llegó a la Casa de las Américas con ese majestuoso Árbol que desde entonces es parte de nosotros. Viendo hace unos minutos las fotos del instante de la donación del Árbol en la residencia de Los Pinos, Desde el principio la Casa se propuso ser lo mas fue que cobré conciencia de cuán joven era usted abarcadora posible, lo que explica que de inmediato en aquellos días. creara espacios para el reconocimiento y la difusión Me gustó mucho lo que decía Vivian (con todo de la literatura, las artes plásticas, la música y el tea- el significado que ello tiene) de que el Árbol de la tro de la América Latina y el Caribe. Pero al mismo vida nos acompaña desde hace casi 35 años; yo tiempo fue consciente de que esto era apenas una también he tenido la posibilidad de observar el parte de su inmensa labor, de ahí que muy pronto efecto que la pieza tiene en quienes la descubren. asumiera que, tan importante como mostrar y pro- Me corresponde muchas veces guiar a visitantes mover las obras mismas, era acerque llegan por primera vez a la carse al espíritu que acompañaba Casa de las Américas; el Árbol esesas obras y a las personas que está en un salón imponente, el más taban detrás de cada una de ellas, importante de la Casa, llamado es decir, a los escritores y artistas Che Guevara. Por lo general hay que las hacían posible. Es esa decidos reacciones: la primera es al sión de funcionar como espacio de entrar en la sala; los visitantes se encuentro de obras y creadores lo quedan sin aliento cuando descuque le da sentido a una institución bren una obra de esa magnificencomo la Casa de las Américas. Sócia y esa belleza, aplastados por el lo que dicho espacio desborda las conjunto. Luego se van acercando paredes de su edificio y de la proy uno percibe una nueva pérdida pia Cuba, lo que podemos verifide resuello al percibir las partes, car aquí esta mañana. No es casual las centenares de pequeñas pieque la fundadora de la Casa –sobre zas que forman la pieza total. Caquien volveré- recordara una y otra da una de esas partes, como decía vez que los trabajadores de la CaVivian muy bien, son una suerte Haydee Santamaría en la clausura sa no eran únicamente aquellos que de metáfora de la propia cultura del Premio Casa de Las Américas 1978. (Archivo Casa de Las Américas). laboraban en sus oficinas, sino tolatinoamericana, ese todo que al dos los que, incluso desde los más mismo tiempo está integrado por lejanos rincones de nuestra América u otros sitios, millones de personas, de espíritus creadores. El la hacían posible. Árbol es eso y me parece que sí, que efectivamenDebo confesar que cuando Vivian Martínez Ta- te tiene ese doble encanto de aplastarnos por su bares me dijo que este sería un homenaje compar- grandeza y al mismo tiempo obnubilarnos con el tido a la Casa y al maestro Soteno, y que tendríamos detalle de cada una de sus piezas. el honor de que él estaría pesente, yo le pregunté Yo también me pregunto cómo fue posible que un (y disculpe, maestro, mi indiscreta pero inevitable Árbol como este se convirtiera en símbolo de la Careacción): “¿y el maestro todavía está lúcido?”, y sa porque –más allá de su belleza y su grandiosidadVivian, riéndose, me contestó que era un hombre si uno lo mira en frío, lo primero que pensaría es que muy joven y en plena actividad. Lo que ocurre es no encaja bien en un edificio como el de la Casa de las que como yo, desde que era niño –y de esto ha- Américas, un edificio muy lineal, deudor del art-decó,
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Árbol de la Vida elaborado por el maestro Soteno que hace 35 años fue donado la Embajada de Cuba; acompaña al maestro el embajador de Cuba en México Manuel Aguilera de la Paz. Junio 2010.
muy tieso y estirado, por decirlo así. El Árbol rompe con esa estética y quizá eso mismo le vino a aportar algo que le faltaba a la Casa de las Américas. Por cierto, debo aclarar que desde muy pronto, poco después de su fundación, la Casa se propuso incluir también el arte popular como parte de su perfil y de su patrimonio. Ahora que estamos preparando un libro con la historia de 50 años de la institución, hemos descubierto cartas y específicamente una de la fundadora de la Casa -ese ser excepcional que fue Haydee Santamaría, heroína de la revolución cubana, una persona que, como recordaba hace unos días en la UNAM Miguel Barnet, no era una gente con estudios, no tuvo la oportunidad de llegar nunca a la universidad y sin embargo tenía un talento y una inteligencia extraordinarios-, hay una carta de los primeros meses de la Casa, repito, en la cual Haydee escribía a diversas personas acá en México, diciendo cuánto le interesaría a la Casa contar con un museo de arte popular. Ese museo llegó muchos años después; es la Galería Mariano, nombrada así en homenaje a ese gran pintor cubano que fue
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uno de los pilares de la institución y presidente de la Casa por varios años. Lo cierto es que hoy se exhiben allí centenares de maravillas del arte popular de México, Perú, Venezuela, Chile, en fin, de casi todos los países de la región, de modo que aunque el Árbol del maestro Soteno es la pieza por excelencia de la magnífica colección de la Casa, forma parte de un valioso patrimonio conformado por muchísimas más obras. Me gustaría terminar recordando una anécdota que cuentan quienes vivieron la llegada del Árbol a la Casa en 1975. Resulta que la donación trajo, junto con la enorme alegría, un gran quebradero de cabeza: cómo trasladarlo hasta su emplazamiento definitivo. Venía dentro de un guacal enorme, y dicen los testigos que estaban allí que hubo que traer una grúa para alzarlo hasta un tercer piso muy alto, y romper puertas y paredes para poder introducirlo en ese sitio. En aquel momento ya era muy conocida en Cuba esa preciosa canción de Violeta Parra que se llama “Gracias a la vida”, y que seguramente muchos de ustedes recordarán. Permítame decir, maestro, que hubo un momento en que las personas de la Casa que estaban allí, frente al impresionante despliegue para llevar el Árbol a su destino, hicieron una especie de parodia humorística de aquella canción: “Árbol de la vida / que me has dado tanto, / sólo en la subida / ya me diste espanto”. Afortunadamente el espanto se transformó de inmediato en felicidad y, sin que nadie se lo propusiera, el Árbol -como se ha repetido- se convirtió en símbolo de la Casa. Incluso en símbolo de lo que ella representa, y aunque sea una gastada imagen hablar de árboles, de raíces, de ramas y de frutos para evocar la cultura y el conocimiento, la hermandad y la solidaridad, no puedo resistir la tentación de repetirla, porque el Árbol de la Vida es, desde hace más de tres décadas, parte esencial de la Casa de las Américas y síntesis del trabajo que ella ha realizado a lo largo de medio siglo. Muchas gracias, maestro, por su obra y su generosidad, y gracias a todos ustedes por acompañarnos en este doble homenaje. *JORGE FORNET (Bayamo, Cuba, 1963). Se licenció en Letras por la Universidad de La Habana y realizó la maestría y el doctorado en Literatura Hispánica en El Colegio de México. Colaboraciones suyas han aparecido en publicaciones periódicas especializadas de varios países. Desde 1994 dirige en La Habana el Centro de Investigaciones Literarias de la Casa de las Américas. Codirige, junto con Roberto Fernández Retamar, la revista Casa de las Américas.
ARTESANÍAS DEL ESTADO DE MÉXICO
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entro del arte popular del Estado de México, la artesanía tiene un papel fundamental por ser expresión auténtica de los valores culturales, raíces históricas, tradiciones y costumbres del pueblo mexiquense, ello, sin considerar que como actividad económica, el trabajo artesanal constituye la fuente de ocupación de miles de familias de origen mazahua, otomí, matlazinca, tlahuica y náhuatl, cuyo mejoramiento de sus condiciones de vida depende de la capacidad de afrontar bajos niveles de calidad y productividad, así como graves obstáculos para la comercialización de los productos artesanales. Por lo anterior el 16 de diciembre del 2004, se reforma la Ley Orgánica de la Administración Pública del Estado de México, con el propósito, de entre otros la creación de la Secretaría de Turismo y Desarrollo Artesanal, dependencia encargada de regular, promover y fomentar el desarrollo turístico y artesanal del Estado. En este sentido, el Instituto de Investigación y Fomento de las artesanías del Estado de México, se adscribió sectorialmente a la Secretaria de Turismo y Desarrollo artesanal, según acuerdo del Ejecutivo del Estado publicado en la Gaceta de Gobierno el 20 de junio del 2005. Actualmente el IIFAEM tiene como objetivo el rescatar, preservar, fortalecer y fomentar la actividad artesanal mediante la capacitación, organización, asesorías técnicas y financieras. Así como promover de la expansión y diversificación del mercado interno y exportación de las artesanías mexiquenses. Dentro de este contexto el Instituto tiene registrado un padrón de 21000 artesanos, los cuales identifica en 17 ramas artesanales y 69 subramas, brindando capacitación en tres grandes rubros Preservación de la actividad artesanal, Mejoramiento de los procesos de producción y Fomento de la cultura empresarial. Coordina el desarrollo de investigación y asistencia técnica en materia artesanal, con el fin de rescatar y preservar la producción de artesanías, así mismo impulsa la creación de figuras asociativas de grupos de artesanos, para acrecentar su actividad, con el fin de elevar los niveles de calidad, por otra parte apoya con diseños artesanales,
que aseguren continuidad en la producción de artesanías; promueve de igual forma el registro de marca lo cual permite a los artesanos adquirir identidad y acceder a un grado mayor de posicionamiento de sus productos en el mercado. Promueve la participación de los artesanos en ferias y exposiciones de carácter local, regional, nacional e internacional, incrementando así las expectativas del mercado, convirtiendo la producción artesanal en una actividad económica y rentable. Este Instituto proporciona opciones de comercialización, mediante la venta a consignación de artesanías, a través de las “Tiendas CASART” (Casa de las Artesanías), en destinos como: Toluca, Aeropuerto Toluca, Valle de Bravo y Huixquilucan. Con el mismo fin brinda a los artesanos espacios comerciales en el “CEDART”, (Centro de Desarrollo Artesanal). Es de esta forma se apoya de manera integral la actividad artesanal en el Estado de México.
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ALFONSO SOTENO FERNÁNDEZ DESCENDIENTE DE UNA DINASTÍA DE ALFAREROS
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— Por Thelma Morales* —
osé Alfonso Soteno Fernández, nació un 23 de enero de 1943, descendiente de alfareros por el lado materno, aprendió el oficio desde los ocho años, cuando moldeaba sus pequeñas figuras jugando. La familia Soteno es considerada en el municipio de Metepec, como una de las de mayor tradición alfarera. De los diez hermanos del matrimonio de don Dario Soteno y Modesta Fernández, la mayoría han continuado con esta tradición; ahora los hijos de ellos son herederos y siguen poniendo en alto el nombre de la familia. Don Alfonso Soteno, ha obtenido más de treinta premios nacionales, estatales y municipales, entre los que se destacan; la Presea Estado de México 2000 al Impulso Económico “Filiberto Gómez” en el rubro de actividades artesanales; Premio Maestro de Maestros en el Premio Nacional de Alfarería “Modesta Fernández Metepec 1996; Premio Nacional de Cerámica, Tlaquepaque desde 1988 a 1991; es considerado Maestro de Maestros en el Tercer Salón de Maestros del Arte Popular Bancomer en 1997. También por Fomento Cultural Banamex recibe la distinción de Gran Maestro del Arte Popular. Su hermano Mónico Soteno consideraba que las piezas de don Alfonso eran modeladas con gran maestría y ello queda de manifiesto al observar sus bellas piezas. aunque sus antecesores realizaban juguetes de barro, figuras para nacimientos, jarros y cazuelas, los árboles de la Vida le han dado fama no sólo a su familia, sino a todo Metepec, al Estado de México y al país. La monumentalidad de sus árboles ha permitido que sean representativos del arte que México envía al mundo, como sucedió en agosto de 1975, cuando el gobierno mexicano donó a Cuba un árbol de la Vida , elaborado por don Alfonso Soteno; el cual se integró por 1663 piezas de barro, con una altura
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de 6 metros, decorado con pintura vinílica y con un peso de poco más de dos toneladas. Dicho árbol se encuentra en la “Casa de La Américas” en la Habana. Sus árboles son piezas valiosas en museos de países como Japón, Suiza, Alemania, Francia, España, entre otros. El Árbol más grande realizado por él tiene un altura de siete metros y se ubica en el Centro Ceremonial Otomí en el municipio de Temoaya, Estado de México. Así mismo sus árboles se localizan en varias dependencias públicas federales, estatales y municipales y en museos públicos y privados, siendo el más reciente, el que elaboró para el Museo de Arte Popular, el cual fue inaugurado el 28 de febrero de 2006 por el Presidente de la República. Majestuoso el “Árbol de las Artesanías de México” recibe al público en el patio Central de la antigüa estación Central de Policia y Bomberos en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Alfonso Soteno hoy representa la cabeza de una dinastía y una empresa familiar exportando al mundo sus Árboles de la vida, sirenas, soles, calaveras, pegasos y otras piezas. su filosofía por la vida aparece en sus propias palabras: “…nosotros en Metepec, hemos tenido la buena oportunidad de vivir con un trabajo que no ofrece grandes cantidades de dinero pero si muchas satisfacciones, especialmente la hoy tan rara de vivir con el orgullo de lo que sale de nuestras propias manos. Aquí radica mi gusto y mi dignidad.” Alfonso Soteno hoy es un día de satisfacciones, porque su pueblo y el gobierno cubano, le rendimos un homenaje muy merecido por todo lo que nos ha brindado con su arte. Muchas felicidades 10 de octubre de 2009 *Directora del Museo de Culturas Populares del Estado de México
JOSÉ ALFONSO SOTENO FERNÁNDEZ CURRICULUM VITAE
LUGAR DE NACIMIENTO: Metepec, Estado de México. FECHA DE NACIMIENTO: Enero 23 de 1943 NACIONALIDAD: Mexicana ESTADO CIVIL: Casado DIRECCIÓN: Boulevard Toluca-Metepec 107 sur, Col. La Michoacana. C.P. 52166 TELEFONO: (52) (72 2)2322721 EMAIL: alfareriasoteno@hotmail.com PÁGINA WEB: www.alfareriasoteno.com
PREMIOS OBTENIDOS EN CONCURSOS DE ARTESANIAS
Primer lugar en el Concurso de Ceramistas de la Festividad de San Isidro Labrador ; Metepec, México;1971. Primer lugar en el Primer Concurso Nacional de Cerámica y Alfarería; Guadalajara, Jalisco; 1973. Primer lugar en el Concurso de Áboles Gigantes en Los Pinos¸ DF, México; 1975 Primer lugar en el Concurso Nacional de Miniaturas; Toluca, México; 1987. Segundo lugar en el III Concurso Nacional de Nacimientos; México, DF; 19788. Primer lugar en la Expo-Feria Metepec 88 (modalidad pieza relacionada a San Isidro); Metepec, México, México; 1988. Primer Lugar en el en el XII Premio Nacional de Cerámica; Tlaquepaque, Jalisco; 1988. Mención honorífica en el Gran Premio de Arte Popular 88; Querétaro; 1988. Primer lugar en el XIII Premio Nacional de Cerámica(modalidad cerámica de arcilla); Tlaquepaque, Jalisco; 1989. Segundo lugar en el XII Premio Nacional de Cerámica (modalidad cerámica navidad); Tlaquepaque, Jalisco;1989. Tercer lugar en el Gran Premio de Arte Popular 89; Querétaro. Querétaro; 1989. Primer lugar en el XIV Premio Nacional de Cerámica (modalidad cerámica en arcilla); Tlaquepaque, Jalisco; 1990. Primer lugar en el XV Premio Nacional de Cerámica (modalidad figura en arcilla); Tlaquepaque, Jalisco, 1991. Mención Honorífica en el concurso Estatal de Alfarería y Cerámica; Toluca, México; 1991. Mención Honorífica en el Concurso Estatal de Alfarería y Cerámica; Toluca, México; 1993. Segundo lugar en el Concurso Nacional de Artesanías Las Manos de México; Puebla, Puebla; 1983. Segundo lugar en la Exposición y Concurso Nacional de Artesanías 1994; Toluca, México; 1995. Segundo lugar en la XVIII Feria Internacional del Caballo Texcoco 95; Texcoco, México; 1995. Premio Viejo artesano en el Premio Nacional de Alfarería “Modesta Fernández”; Metepec, México; 1995. Presea Metepec 1995 en la modalidad de Arte Popular; Metepec, México; 1995. Premio Metepec y su Arte en Barro; Metepec, México, 1996. Premio Maestro de Maestros en el Premio nacional de Alfarería “Modesta Fernández” Metepec, México; 1996. Segundo Lugar en el Gran Premio de Arte Popular 97; México, D.F; 1997. Maestro de Maestros en el Tercer Salón de Maestros del Arte Popular Bancomer; México, D.F; 1997. Segundo lugar en el Gran Premio de Arte Popular 98: México, D.F.; 1988. Tercer lugar en el Concurso de Nacimientos Tradicionales; Toluca, México; 2000. Presea Estado de México 2000 al Impulso Económico “Filiberto Gómez” en el rubro de actividades artesanales; Toluca, México; 2010. Galardón Grandes Maestros en el XI Concurso Nacional de Nacimientos Mexicanos 2004; México, D.F.; 2004. Mención Honorífica en el XIII Concurso Nacional de Cerámica (Categoría Navideña); Tlaquepaque, Jalisco; 2009. Primer Lugar en el Concurso Nacional de Alfarería y Cerámica Metepec 2010 del Bicentenario de México; Metepec, México; 2010.
Publicación a cargo de Onoria Céspedes Argote
Corrección y edición: Cinthya Yazmin Aburto y Christian Iván Monroy. Diseño e Imagen: Rodolfo E. Preciado Salazar. Colaboradores para la publicación: Casa de las Américas, Alfonso Soteno, Oralia Elías, Juan José Soteno, Mariel Morales Espinoza, Alicia Ortega García, Sergio Jaime Villafuerte, Jaime Arriaga Flores. 3 Edición Unica Junio 2010
FOTOS Archivo Casa de Las AmĂŠricas.