La vida cotidiana en un asilo para alienados del siglo XIX
Dr. Adrián Inube González Residente Psiquiatría Sesión General del Hospital Psiquiátrico Cruz del Norte
Philippe Pinel (1745-1826) Médico francés dedicado al
estudio y tratamiento de las enfermedades mentales.
Introdujo el término alienado
en lugar del de loco en el circuito médico.
Pinel es el primero que
realizará un contacto personal con el enfermo y gestará lo que se conoce como tratamiento moral
Philippe Pinel liberando a los lunáticos de sus cadenas en el asilo
Salpêtrière en Paris en 1795
Las teorĂas ď‚— El tratamiento moral
comienza a mediados de 1780, y quiso poner fin a la barbarie de los tratamientos anteriores.
ď‚— Es conveniente estudiar la
moral de los enfermos, seguirlos en la marcha de sus ideas y de sus razonamientos, ver cuando su cadena intelectual se rompe (Robin, 1787) St. Mary of Bethlehem, 1735
“Frecuentemente, no es con medicamentos sino utilizando medios morales, y sobre todo, recurriendo a la ocupación activa, como podemos distraer al melancólico de sus ideas tristes, o incluso cambiar su dependencia viciosa” (Pinel)
Características esenciales del tratamiento moral de la locura Relación “moral” con el enfermo Individualización del tratamiento Perspectiva de todo un conjunto de técnicas nuevas Procedimientos que podrían hasta
tratar de penetrar en la ”lógica” interna del enfermo
André Brouillet, Une leçon clinique à la Salpêtrière. 1887.
La prรกctica del asilo
El aislamiento como medio para dar armonía al alma “El aislamiento actúa directamente sobre el cerebro y obliga a
éste órgano a reposar, al sustraer al alienado de las impresiones irritantes, al reprimir la vivacidad y la movilidad de las impresiones, al moderar la exaltación de las ideas y de los afectos” Esquirol 1838
“La experiencia demuestra todos los días que los enfermos
muy exaltados a menudo se calman por el hecho de su ingreso en un asilo. Dejan rápidamente de ser arrogantes y de dar órdenes como amos, como hacían en sus casas, en las que todo el mundo se plegaba a su voluntad, pues sienten ya la influencia de una disciplina, y de una autoridad a la que tendrán que someterse” Lagardelle 1870
Una vez internado el insano ¿qué debía hacerse?
Reprimir el fuego de la imaginación, la fugacidad de las impresiones, las inconstancias de los afectos del maniaco, presentando objetos nuevos, fijando sus atenciones mediante impresiones vivas, inesperadas. Distraer al melancólico de sus meditaciones e inquietudes … Es preciso excitar la atención debilitada del que se halla en estado demencia (Esquirol)
Al levantarse por la maùana ‌ La hora de levantarse era a las 5:30 en verano y a las 6 en invierno Råpido inventario de los estropicios de la noche Se dedicaba media hora al aseo. Mientras los alienados iban a tomar su desayuno las monjas y guardianes lavaban dormitorios, celdas, sacaban inmundicias, secar colchones, lavar orinales, desinfectar y luchar contra los malos olores.
Después de las oraciones se servía el desayuno en cada
sección. A las 7 de la mañana los guardianes llevaban a misa a los que
deseaban ir, a condición que no interrumpiesen el oficio. En la capilla cada sexo estaba rigurosamente separado, y el
conjunto de alienados, por su parte separados del resto de participantes.
TRABAJO En el asilo NO se toleraba
la ociosidad Horario de trabajo de 10
horas. La mayoría de los interno
tenía una actividad efectiva
Servicio de comedor Era al mediodía y era el momento de mayor actividad de la
jornada y el más importante. “Los enfermos presa de grave agitación y paralíticos no
podían masticar; los incurables glotones a veces se asfixiaban; otros se negaban a comer (los “perseguidos” convencidos de que los querían envenenar, los místicos que querían llegar más rápido al cielo o los “simplemente embrutecidos o indiferentes)”
Un orden inmutable Después del recreo, desde la 1:30 pm comenzaban las
actividades de trabajo hasta que cerraban los talleres a las 5 de la tarde. A la hora de la cena se volvía a repetir el ritual del mediodía. La recreación después de la cena era un momento de paz
relativa , en donde los más tranquilos jugaban cartas, damas o dominó, fumaban tabaco. Las mujeres bordaban o tejían.
Al acostarse … A las ocho de la noche en verano y 7 en invierno todos los
enfermos deberían estar acostados. Una breve oración precedía el último movimiento de la jornada. Cada hermana, cada guardián debía acostar a sus enfermos con “la
mayor decencia posible”. “Taparlos bien, amarrar con cuidado sus ropas, cerrar cuidadosamente las ventanas, las puertas de los cuartos y de las alcobas”. En la noche los corredores estaban iluminados y se hacían
rondines de dos en dos.
Orden de las cosas y del tiempo; primer antĂdoto contra el desorden mental
REPRESIÓN “¿Es legítimo, es racional, castigar a un alienado?. No tiene
conciencia de sus actos, por lo que no es responsable … Pero la mayoría sabe cuando obra mal, y no habría ni tratamiento moral ni disciplina posibles, si no se les hiciera sentir …” (Informe general sobre el servicio de alienados, Francia, 1874) Etapa punitiva Etapa represiva
Baño por sorpresa El baño por sorpresa, se ha dicho, conviene en la manía,
cuando se resiste a los demás remedios, por dar una perturbación general que puede cambiar la cadena viciosa de las ideas del maniaco, solo debe aplicarse semejante método en casos más graves y más extremos (Pinel) Con ayuda de un grifo se suelta bruscamente un chorro de
agua fría sobre la cabeza y esto desconcierta al alienado o lo sustrae de sus ideas predominantes
“Temor como medio de curación” “Es preciso aplicar el método perturbador, interrumpir el
espasmo mediante el espasmo, provocando sacudidas morales que disipen las nubes que cubren la inteligencia, que rompan la cadena viciosa de las ideas” Esquirol
“Cuando se trata de liberar a un hombre presa de un dolor
profundo, causado por la pérdida de un amigo, hace uno todos los esfuerzos para consolarlo, para dirigir su atención hacia otros temas … y si el hambre le aprieta, ve uno disminuir su dolor a medida que su atención se enfoca en su necesidad. Un hambre que lo mueva, os tomara tirria, pero lo curaréis” Leuret
“Si una sola cuerda vibra aún en ellos, la del dolor: Es preciso
tener el valor suficiente de pulsarla” Leuret
El mundo exterior
¿Cuándo se establecía contacto con el mundo exterior? Podían escribir una carta cada 15 días, tal vez cada semana. Las visitas autorizadas se realizaban en los jardines bajo la
vigilancia de los enfermeros, con duración fija. Los paseos eran la recompensa a los que se portaban mejor
(si se realizaban) en sitios cuidadosamente escogidos y aislados. Salidas y permisos eran raros, a veces de un día a condición
de que el enfermo durmiese en el asilo.
El fracaso Una enorme esperanza de curación surgió, en efecto gracias
al tratamiento moral y su lugar de aplicación ideal: el asilo, ese “instrumento de curación en manos de un médico hábil” (Esquirol)
¿Cómo aplicar un tratamiento moral, individualizado por
definición, en el seno de una reclusión colectiva, en asilos que, por su pretensión terapéutica habrán de llegar a presentar una gran sobrepoblación?
Pobres balances
Francia
Total de internos en el a単o
Altas de curados
Altas de Muertos mejorados
41 659
2 936
1 378
4 789
(7.04%)
(3.3%)
(11.49%)
3 192
2 043
6 539
(5.21%)
(3.33%)
(10.68%)
1874 Francia 1886
61 173
Hospital de Bethlem (1828)