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PORONGO EMPRENDE Y SAN JOSÉ DE CHIQUITOS ABRE SUS PUERTAS

54 horas pueden hacer la diferencia. “Porongo Emprende” ya tiene 72 nuevos negocios. Las alianzas son esenciales para avanzar.

Una idea guardada en el bolsillo, no sirve de nada, no genera valor. Y 54 horas de trabajo y aprendizaje pueden hacer la diferencia entre que siga siendo una idea o se convierta en un emprendimiento con un producto viable. Eso es lo que sucede en los Startup

Weekend que llevaron adelante la Universidad Católica Boliviana y la Fundación Trabajo Empresa (FTE) para ayudar a los emprendedores en el diseño y estructuración de su plan de negocio, en el marco de un proceso que luego se prolonga con asesoramiento e incluso, con la entrega de capital semilla. La última cita fue en San José de Chiquitos, donde jóvenes estudiantes de esa población y de Santa Cruz de la Sierra, junto a sus docentes, se animaron a decir en voz alta su sueño para arrancar un negocio. Aplicaciones para diferentes usos, elaboración de helados o fertilizantes orgánicos, difundir los usos y beneficios de productos como el aceite de copaibo, crear un banco de piel a partir de la tilapia, promoción y venta de productos en línea, promoción del turismo, alquiler de bicicletas y el cultivo de papayas fosforescentes, fueron algunas de las ideas que se lanzaron al aire.

De esas, siete fueron las elegidas para trabajar en grupo. Y las siguientes 50 horas fueron para concentrarse en cómo lograr el producto mínimo viable que pruebe la factibilidad del proyecto. El grupo de estudiantes de Agronegocios de la Universidad Católica Boliviana (UCB) se integró rápidamente con los alumnos del Instituto Tecnológico “Erwin Reck”, para dar forma a los proyectos que nacían para responder a una necesidad de la población chiquitana.

La importancia de las alianzas

Así, en pocas horas, se pusieron las bases para la creación de Motos Ya, Acopigran, Jasayé Chiquitano, Trabajando Ando, Caramelo de Paquió, una sandía injertada en calabaza y Sabor Chiquitano. Uno de los principales desafíos fue buscar el triple impacto, es decir, concebir una empresa que dejara beneficios económicos, sociales y ambientales para garantizar su sostenibilidad. Además, tendrán que integrar las premisas que hoy marcan los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas.

Al finalizar este proceso, las más de 40 personas que participaron en el ejercicio de fin de semana, quedaron integradas a un circuito de actividades para emprendedores que les permiten aumentar sus conocimientos, perfeccionar sus proyectos y acceder a competencias a nivel local e internacional. Incluso pueden llegar a participar en la Copa Mundial de Emprendedores, que se realiza cada año y que ya ha tenido a bolivianos entre los 100 mejores. Impulsar el emprendedurismo exige alianzas. En San José estuvo una universidad y el municipio. Cerca de la capital, en Porongo, hoy avanza otro proyecto que ha sumado el apoyo de instituciones como Plan Internacional, Fundación Repsol y otras, además del municipio. Tras tres años de trabajo, ya existen más de 70 negocios en marcha, todos bajo la premisa del triple impacto y varios de ellos, inspirados en la economía circular, que busca darles una segunda vida a los materiales.

Bajo el título de “Porongo Emprende” se ha trabajado para ayudar a los emprendedores, fundamentalmente mujeres y jóvenes, para que descubran las oportunidades de negocio para productos que ya elaboran o para otros que puedan generar. Salomón cuenta que una de las principales acciones en procesos como estos, “es ayudarlos a abrir los ojos para ver cómo dar valor agregado, por ejemplo, a las frutas de temporada, y que despierten al uso de la tecnología”.

“Provocamos que empiecen a soñar, que vean los problemas como una oportunidad”, afirma René Salomón, director ejecutivo de la FTE, y quien lidera los procesos de capacitación. El objetivo es que lleguen las soluciones al pensar en positivo y no limitándose a ver los problemas. Por ello, hoy ya no se requiere un “mapa de pobreza”, hoy los municipios comienzan a trabajar en su “mapa de oportunidades”, identificando las áreas de desarrollo y de posibles negocios.

“También se produce una recuperación de la cultura y tradiciones de nuestro pueblo, lo que se convierte en oportunidades y nos encontramos con negocios que comienzan al revés, van a generar un mercado”, precisa el director de la FTE.

Estas buenas experiencias logran mejores resultados si encuentran soportes como la promulgación de leyes locales que impulsen el emprendedurismo con apoyo a Empresas B y que pueden generar mayores beneficios para el municipio. Por ejemplo, Tarija y Sucre ya han avanzado en ese camino.

Otro de los objetivos es que los nuevos negocios estén amparados y dentro de la ley, lo que también puede incorporar buenas prácticas como el adecuado tratamiento de residuos, contratos y salarios adecuados y la creación de empleos.

El siguiente paso es dar valor agregado y precio justo a cada producto, que refleje realmente el esfuerzo y las horas de trabajo que implica su elaboración. Que las ganancias no se diluyan en los intermediarios y que el consumidor también lo valore, no sólo en el momento de pagar, sino en el uso responsable que haga de estos productos.

Oportunidades para todos

Aunque muchos de los programas están dirigidos a jóvenes, Salomón asegura que las oportunidades están para todos. Incluso habla de la “economía plateada”, donde los mayores de 60 ó 70 son los protagonistas. “La juventud es una actitud. Hay personas que siempre están mirando más allá, siempre debe prevalecer la creatividad y la convicción de que siempre hay una nueva opción”, afirma, al insistir en que en este grupo hay conocimiento, experiencia y diferentes capacidades que pueden complementarse.

Todos pueden ser emprendedores. Ese es el mensaje. Sólo hay que animarse a sacar las ideas del bolsillo.

Los proyectos de San José de Chiquitos

Motos Ya

Es una aplicación similar a Uber, pero para las motos que son esenciales para el transporte de la población josesana. De esta forma, se contribuirá al orden y a brindar mayor seguridad a los conductores y usuarios, además de hacer más eficiente el recorrido y reducir la contaminación.

Acopigran

El desarrollo de esta aplicación permitirá poner en contacto a los productores y los acopiadores de diversos productos, permitiendo a los agricultores más y mejores opciones a la hora de vender sus granos. Actualmente son “tomadores de precio” de los transportistas.

Jasayé Chiquitano

Está en proceso de elaboración, es una página en Facebook para la comercialización de los productos que elaboran las mujeres de la zona. El objetivo es mostrar la diversidad de artículos que elaboran, con el objetivo de aumentar sus ventas y lograr un precio justo por su trabajo.

Sandía y calabaza

Una innovación para el sector agrícola, que propone implantar plantines de sandía en plantas de calabaza, para darle a la fruta la mayor resistencia que ofrece el vegetal. Además,

Sabor Chiquitano

Elaborar helados con los sabores propios de la Chiquitania, como el sinini, para dar una alternativa a los potenciales clientes en una zona donde la mayor parte del año se registran altas temperaturas. Su buen sabor está probado y tendrán un 98% de ingredientes naturales.

Caramelo de Paquió

El rescate de la corteza de este árbol nativo, permite la elaboración de un caramelo que ayuda a combatir las enfermedades respiratorias y otras dolencias. Hay comunidades que hoy rescatan la materia prima y que podrían convertirse en parte del emprendimiento.

Trabajando Ando

La creación de una bolsa de trabajo permitirá conectar a quienes están buscando trabajo con las empresas o personas que demandan trabajadores. En este espacio, cada uno podrá poner sus perfiles. Además, se brindará información sobre las necesidades en la zona.

Grupo de Emprendedores del Proyecto Jóvenes Alcanzando Sueños ganadores de la primera versión del Concurso Porongo Emprende

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