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Basura Covid desafío en México
Por Anaisa Mendoza Mares
Licenciada en Ciencias de la Comunicación Egresada de la UAEH
Basura Covid,
desafío en México.
Tras el inicio de la pandemia por Covid-19 en México, mucho se habla de las repercusiones que tiene en los sectores económico, educativo, laboral y social, sin embargo, el tema del manejo de los residuos poco importa a las autoridades pese a que, durante la emergencia sanitaria, hay un incremento del 200 por ciento de generación de residuos peligrosos biológico-infecciosos (RPBI) que desechan los hospitales, clínicas y laboratorios donde se atienden pacientes infectados.
Además, en distintos puntos del país surgieron basureros Covid al aire libre sin ningún tipo de regulación sanitaria.
Ante ello, expertos en residuos biológicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), los recortes del Gobierno federal, que hizo de personal en la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), dejó imposibilitadas para hacer inspecciones y auditorías para atender este problema de contaminación biológica.
Advirtieron que el manejo de los desechos Covid incide en el aumento o disminución de los contagios.
De igual manera, la UNAM apuntó que las autoridades sanitarias tienen clasificados otros tipos de residuos biológico infecciosos, como los materiales de curación, gasas, vendas contaminadas, objetos punzocortantes de desecho, agujas de jeringas, bisturíes y residuos de cultivos y cepas utilizados en los laboratorios, por lo que cada tipo de residuo requiere un método distinto de eliminación para evitar que contamine.
En el estudio, los expertos, plantearon una serie de recomendaciones y advertencias, sin embargo, también se observó que el Gobierno federal tendría la obligación de atender a los pequeños hospitales que no pueden eliminar sus desechos al no tener personal capacitado para separar y etiquetar los residuos.
Al inicio de la pandemia, el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, elaboró dos documentos para el manejo de desechos
patógenos durante la pandemia. El primer documento habla de la gestión de residuos reciclables y el segundo para los domicilios en cuarentena.
El organismo, advirtió que los residuos con Covid-19 podían provocar infecciones, como virus o bacterias, así que debían colocarse en las bolsas rojas de los hospitales y previo a su disposición final debían ser inertizados, por ser residuos peligrosos.
En este paquete entran pañuelos desechables, pañales, apósitos con fluidos biológicos del paciente, guantes y mascarillas, envases y embalajes de alimentos que hayan estado en contacto con el virus, así como restos de alimentos consumidos y residuos generados en la limpieza de la habitación de aislamiento.
En el desamparo, trabajadores de limpias
Los trabajadores de limpieza y recolección de basura es uno de los grupos más vulnerables a sufrir contagios por Covid-19, ya que están en contacto directo con desechos peligrosos. Ante ello, desde la Cámara de Diputados, se pidió que los trabajadores de recolección de residuos sean considerados dentro de los grupos prioritarios a vacunar, debido al riesgo de contagio que corren en su labor. El diputado federal, Salvador Rosas, exhortó a la Secretaría de Salud, así como a la del Medio Ambiente, y a los gobernadores de los estados, instituir un programa unificado de gestión de desechos médicos originados en hogares y priorizar la vacunación de recolectores de residuos. “La interacción directa o indirecta de contagiados por Covid-19 no se reduce a los recintos que albergan los casos que ameritan hospitalización, sino que la gran mayoría de ellos vive el proceso quedándose en su casa”, alertó. Por ello, hay muchos desechos que podrían ser clasificados como médicos y lo más probable es que no estén separados en forma adecuada para su recolección y tratamiento. Por lo que es injusto que el trabajo de recolección de basura sea relegado.
El segundo documento aconseja que la bolsa de basura no debe llenarse y debe ser colocada dentro de una segunda bolsa con la leyenda “cuidado, no abrir”, así como la fecha de cierre, pues debe ser puesta en cuarentena por 72 horas, tiempo estimado para reducir la permanencia del virus en la superficie. Esta basura deberá estar en un sitio separado del resto de los residuos, con acceso limitado para vecinos, mascotas y niños. Asimismo, la persona que retire el residuo estará provisto de guantes desechables y un kit de limpieza en caso de ruptura de la bolsa.