6 minute read

PIDECO

Next Article
PERSITEC SALOU

PERSITEC SALOU

Advertisement

Més de 30 anys d’experiència en el sector, de les pintures i la decoració per a particulars i empreses ens avalen, a PIDECO disposem d’una àmplia selecció de productes i solucions per satisfer les necessitats de tots els nostres clients. Productes, de les marques més destacades del mercat, de qualitat contrastada a preus competitius.

A PIDECO trobarà la solució ideal en tot tipus de pintures amb una extensa gamma de colors. A més tenim diverses màquines, per personalitzar els seus propis colors, amb el nostre procés de producció a la carta amb el sistema «tinto mètric» en el qual som especialistes.

INSTAL·LEM TOTS ELS NOSTRES PRODUCTES

PINTURA DECORATIVA · PINTURA INDUSTRIAL · PARQUETS · CORTINES PAVIMENTS PVC · PÈRGOLES

Raval Sant Pere, 37-39 43201 REUS (Tarragona) Tel 877 068 190 / Mòbil 686 626 670 enric@pideco.es / comercial@pideco.es www.pideco.es

El Kintsugi: técnica, arte y filosofía

El arte del Kintsugi o Kintsukuroi, que se traduce en japonés por “reparación de oro”, es una técnica artesanal centenaria del país nipón que consiste en reconstruir la cerámica rota para hacerla más hermosa de lo que era antes.

Se dice que este arte comenzó en el siglo XIV, cuando el shōgun Ashikaga Yoshimasa (el shōgun era el gobernante de facto del país, en el que el Emperador delegaba la autoridad) mandó a reparar su tazón de té favorito a China. El resultado (le habían colocado unas grapas metálicas) le decepcionó enormemente, pues no solo se había perdido la belleza de la pieza sino que quedaba inservible, ya que el té se filtraba por las grietas. Por ello mandó a los artesanos japoneses idear un método de restauración que no solo volviera a hacerlo funcional, sino que no lo afeara.

De la imaginación de los encargados de esta tarea surgió, según la leyenda, el Kintsugi o reparación con barniz de oro, que consiguió convertir las piezas rotas en ejemplares únicos, y más bonitos aún de lo que fueron antes de romperse. También existen otras variantes que mezclan otro material con la resina: el Gintsugi, si se usa plata, y el Urushitsugi, cuando se usa laca urushi.

El kintsugi consiste en pegar los trozos rotos entre sí con barniz de resina o laca mezclada con oro o plata en polvo, y limar la superficie hasta alisarla y convertir el arreglo en vetas de metales preciosos incorporadas a la pieza.

Con esta técnica se consiguió darle una segunda vida a la cerámica que la enriquecía y le confería un carácter propio, con cicatrices como las que marcan a los humanos para significar el transcurso de una vida, solo que esta vez de oro para entenderlas como algo bello.

No se trata solo de hacerla estéticamente más bonita: se trata de impregnarla de un mensaje inspirador. La pieza se rompió, pero fue reparada, y ese episodio es una parte de su historia que la hace más valiosa por su capacidad de resiliencia. De hecho, los ejemplares antiguos de cerámica que fueron reparados usando esta técnica son más valorados que los que se han conservado intactos, sin haberse roto nunca.

La filosofía que se puede extraer de este arte es verdaderamente inspiradora: en lugar de ocultar las roturas y las reparaciones, se reivindican como una parte inherente a cada objeto que no hacen sino embellecerlo y dar testimonio de su capacidad de transformación. El uso de metales preciosos y el cuidado de una técnica bien manejada convertían las grietas no en un recordatorio del daño, sino de la capacidad de reconstrucción.

Esta técnica, además, ha servido para inspirar a varios artistas. Por ejemplo, el francés de origen armenio Sarkis Zabunyan la empleó en la línea de vajilla que creó bajo encargo de la marca de porcelanas Bernardaud con motivo de su 150 aniversario o La artista de Corea del Sur Yee Soo Kyung se basó en la misma idea de darle valor a las roturas (en coreano, las palabras para “grieta” y “oro” son homófonas) en su trabajo Translated Vase, en el que utilizaba añicos de piezas de cerámica rotas para construir una obra nueva de arte contemporáneo.

En un nuevo y sorpresivo movimiento, Pomellato, reconocida como la primera casa de joyería fina de moda italiana de lujo no convencional, toma de inspiración el arte tradicional japonés para producir de la manera más hermosa y romántica el reciclaje de gemas dañadas en una original colección cápsula.

Dentro de la lujosa visión de Pomellato sobre el proceso de reciclaje, las magníficas habilidades del orfebre italiano se unen al antiguo arte japonés del Kintsugi, así, las piedras Jet o azabache de color negro y el Kogolong que normalmente se descartarían cuando están dañadas ahora son reutilizadas para revelar un nuevo enfoque en la creación de joyas en una sofisticada reinterpretación de la antigua técnica de restauración japonesa.

Cuando lo roto mejora a lo original, es un concepto que en occidente cuesta de entender. Aunque poco a poco, va ganando terreno. Ya no nos parece tan extraño ver objetos imperfectos e incluso apreciamos el valor que tienen.

Llevado al campo de la decoración, al incorporar el estilo Wabi-Sabi en tu vivienda sabiendo que va junto al término Kintsugi, se está consiguiendo que los ambientes respiren dichas filosofías de vida. Se deja atrás ese concepto de objeto único, donde sólo se puede apreciar el valor de estos términos

Debido a ese cambio, nace una nueva forma de crear proyectos de interiorismo Wabi sabi. Las viviendas se convierten en nuestra filosofía de vida. Se fusionan objetos que aportan la técnica Kintsugi, con productos más minimalistas y espacios interiores que absorben la esencia del lugar.

Llevado a un punto más personal y psicológico, nos ayudan a hacer frente a cualquier obstáculo y sobreponernos a las adversidades, cómo hace el arte Kintsugi en los objetos rotos.

Cabe destacar que el método artesanal de reparar las fisuras o grietas, no es exclusivo para la cerámica. Existen piezas de madera que sus fisuras han sido reparadas con otro trozo de madera o con algo metálico. Aportando más valor a ese objeto, que antes de ser reparado.

En la decoración de interiores, el arte japonés kintsugi, lo podemos encontrar de diferentes maneras, desde papeles pintados que imitan las cicatrices doradas, azulejos, lámparas, mobiliario……. Y como no, en objetos de decoración, vajillas o jarrones.

• Toldos de fachada • Pérgolas bioclimáticas • Cortina técnica • Motorización

This article is from: