Programa Estatal de LeLecLectura c tura
Leer para c re c eeRR Mensaje del Lic. Isidro Muñoz Rivera, Secretario de Educación en la presentación del Programa Estatal de Lectura “Leer para Crecer”. Enero 18 de 2006, Centro Cultural Mexiquense, Toluca, México eer para crecer. Tal es la consigna y es también la convicción con la que inicia este programa. Quien lee, crece y con él crece el mundo que lo rodea. Se amplía su izonte, se le abren nuevos caminos, enriquece su xistencia y trasciende su actuar. Quien lee es más es mejor. Es cierto, hay nuevas formas de aprender. La sabiduría acumulada por la humanidad cabe en minúsculos contenedores al alcance de cualquiera. La palabra escrita compite, en clara desventaja, con la imagen y la realidad virtual; os libros dejaron de ser los depositarios únicos e la información y del conocimiento. Lo que ahora nta no es tanto qué estudiar sino cómo utilizar. La unidad gana terreno a la profundidad. El saber, es
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ya no sólo instantáneo sino global.
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Sin embargo, el libro ha sido nuestro compañero a lo largo de los siglos. Ha caracterizado nuestra modernidad. Nos dio la posibilidad de entender pero también de imaginar; de averiguar qué somos y en qué quisiéramos convertirnos; de visualizar cómo son las cosas y cómo debieran ser. Producto y a la vez productor de cultura, de identidad, de memoria, de certezas y de anhelos. Porque enseña, el libro libera. Porque libera, educa. Esa es su contribución o, mejor dicho, la suma de todas sus contribuciones a nuestra vida en común. Trasciende no sólo porque forma, sino porque, cuando forma, se desentiende del tiempo: pasado y futuro se le vuelven, en la palabra escrita, presente. En un libro, el autor comparte lo que sabe y lo que siente. En un libro, el autor comparte lo que sabe y lo que siente, motiva a seguir adelante, impulsa a ser cada vez mejores y prepara para la vida con desinteresada generosidad. Los libros marcan un rumbo, una meta, un destino. En ese sentido, su enseñanza es lección para la vida, conocimiento que germina en otros, misión que culmina, un saber que vuelve a sus orígenes. Es inspiración y paradigma. Por todo ello, la lectura es un indicador del valor de la educación. En momentos en que el nivel educativo del país —y dentro de éste, el del estado— es objeto de análisis severos y recomendaciones conminatorias, es urgente recuperar al libro como el eje del proceso de enseñanza-aprendizaje y, más que eso, como la base de todo formación. A eso se aboca este programa surgido de la iniciativa del Gobernador Enrique Peña, quien nos ha instruido su diseño y desarrollo para fomentar la lectura y hacer de ella un ejercicio
sostenido, extendido, trascendente; que se practique desde la infancia y alcance de toda la población; que el libro salga de la escuela y de la biblioteca para entrar a las casas y ser, dentro de cada familia, un tema de reflexión compartida y un motivo para intercambiar emociones. Leer más, para que sean más quienes lean y más los textos leídos. Asumimos hoy un compromiso serio, evaluable. Lo hemos calculado. Están dadas las condiciones para hacerlo; y lo vamos a lograr. En el arranque, en la presente temporada de invierno, los estudiantes de educación básica, leerán cinco millones y medio de libros. Y al inicio de la primavera, iniciaremos una nueva etapa, con retos crecientes. Se incorporarán los estudiantes de educación media superior y superior al programa. Tenemos un suficiente y variado acervo en las bibliotecas. El punto de partida son las bibliotecas de aula y escolares, gracias al apoyo de la SEP, derivadas del Programa Nacional de Lectura. Gracias por su presencia y respaldo, Señor Subsecretario Lorenzo Gómez Morín. Señor Gobernador, Señor Subsecretario: El libro no es sólo ingenio, sagacidad, experiencia. Es, sobre todo, medio de comunicar y de convencer. Es recurso de la razón que se impone al persuadir. Es valladar ante el cual choca la ignorancia y sus secuelas, la intolerancia y la arbitrariedad. Es vehículo para construir consensos, prueba de que se puede vivir civilizadamente. En este inicio de milenio, cuando la cultura sin fronteras se ofrece obsequiosamente a nuestros pueblos y la globalización nos hace cada vez más parecidos a los otros que a nosotros mismos, el fomento a nuestros valores surge como una
prioridad del Estado. Hoy que las ideas viajan de un extremo a otro del planeta en tan sólo segundos, debemos proponernos que la cultura no deje de fluir por nuestras venas. Los libros son esa sangre que nos nutre y revitaliza. México ha luchado en el ayer y pugna en el presente por ser un horizonte de infinitos, en donde la creatividad contribuye a que nunca el futuro nos olvide. Los hombres de ayer y de hoy tienen como denominador común que siguen sembrando esperanzas. A esos hombres está dirigida la tarea del gobierno; el centro de todas las políticas de la actual administración es el desarrollo del individuo. En momentos como éste, se impone evocar la figura de López Mateos, creador de instituciones y, entre ellas, del texto gratuito, orgullo de la educación pública. Inspirarse en su obra de gobierno es recuperar lo mejor de la política educativa con que contamos. La política que sirve al hombre y lo hace con ética, que cambia lo establecido para que sea más acorde a las expectativas de la sociedad. Que extrae su fuerza de la firmeza de los valores que define y, en esa medida, su fundamento es moral. Procuremos la armonía que se basa en el respeto a quienes son distintos, sin renunciar nunca a que formen parte del mismo proyecto. Recordémoslo siempre: quien desconoce la dignidad del hombre no podrá nunca servirle. La educación en el Estado de México es desafío enorme por lo que implica, por lo que abarca, pero sobre todo por lo que significa tener un sistema que, de la calidad de sus contenidos y de la cantidad de sus beneficiarios, dependen quienes asumirán, figurada y literalmente, esta gran tarea mexiquense. MAGISTERIO
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Jóvenes alumnos: Sor Juana consideró a la lectura como una tarea que exige aplicación y disciplina. Hábito demandante pero a la vez gratificador. Es sabido que la magnífica poetisa, en su afán lector, se imponía algún castigo si no cumplía con los plazos que ella misma asignaba para leer un texto. Uno de ellos, resalta por su dramatismo: al no leer y aprender una materia en un tiempo previsto, se cortaba la parte de su cabellera que en ese lapso hubiera crecido, pues, afirmaba, “no me parecía justo que estuviese vestida de cabello, cabeza tan desnuda de noticias”. Señoras y Señores: En esta temporada hagamos que nuestros niños hagan de los libros su abrigo y su cobijo. Rompamos el hielo con los libros, que con las letras se arropen; que en la prosa y en la poesía, en la narrativa y en la fábula, en el testimonio o en la ficción encuentren el manto que los cubra y los proteja.
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Leer por mandato Ma. Guadalupe Guadarrama Sánchez Casa del Maestro del Estado de México babidibu@hotmail.com
“Un texto no existe más que porque existe un lector para conferirle significado” Cavallo
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ecientemente se implementó en el Estado de México un programa de impulso a la lectura y pareciera que las políticas del gobierno federal contenidas en el Proyecto “Hacia un país de lectores”, nada tienen que ver con este ‘nuevo’ programa. Habría que revisar cuidadosamente el Programa Nacional de Lectura que está a punto de expirar y preguntarse ¿qué pasó con sus planteamientos? ¿cuáles son los resultados obtenidos? ¿qué funcionó? ¿cuántos lectores se incorporaron al arduo camino de los libros y cuántos en realidad se convirtieron en verdaderos lectores? y si, a casi seis años de querer impulsar la lectura en la escuela, en nuestro Estado hemos tenido logros MAGISTERIO
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significativos, porque eso de leer, por mandato, 15 minutos diarios, no funciona. Y no funciona porque no hay detrás de esta ‘buena intención’ un plan, ni estrategias, ni propósitos y, sobre todo, no existe motivación para leer: la lectura no es vista como una herramienta para crecer personal y profesionalmente. Habría que tener cuidado en la Entidad, para que no suceda lo mismo. Sabemos que un texto no adquiere significado más que a través de sus lectores, que no todos los textos se leen en la misma forma, ni los lectores comparten las mismas técnicas y competencias al leer, por lo que, aunque se lea un mismo libro, los modos de interpretación y comprensión del mismo varían de un lector a otro. Dicen Cavallo y Chartier que “(...) lo escrito no sabe a quien dirigirse que sea capaz de entenderlo, y a quien no debe hablar porque sea incapaz de recibirlo: en suma, no sabe quien, en su difusión incontrolada, le brindará el instrumento de su voz, que hará surgir de él un sentimiento mediante la lectura”,1 que no quiere decir sino que un texto es interpretado única y exclusivamente por quien lo lee. En la Grecia antigua, la producción de escritos fue un signo de democracia y la práctica de la lectura, una ocasión de vida social, mientras que en Roma era una práctica exclusiva de las clases altas y totalmente privada. Gracias a ello, surgió una
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creciente demanda de libros y lectura, que propició la creación de bibliotecas públicas y privadas, así como prácticas de lectura diversas. De entre ellas “se prefería la lectura en alta voz que aproximaba el discurso escrito al discurso hablado, proclamado”.2 En la época medieval por el contrario, la lectura se concentra en espacios cerrados como las iglesias, claustros y escuelas religiosas, y se leen preferentemente las Sagradas Escrituras. Es una lectura silenciosa, un instrumento de salvación, un símbolo de lo sagrado. Con el humanismo del Renacimiento, irrumpen en las bibliotecas los autores clásicos griegos y latinos, y gracias a la invención de la imprenta ya no hubo necesidad de copiar los libros a mano, proceso largo que impedía la producción en serie. Los libros ya podían producirse en menor tiempo, en mayor cantidad y con un precio menor, poniéndolos al alcance de un mayor número de personas. Cobra auge la lectura silenciosa, porque es más rápida. Además, en las bibliotecas se podía leer sin comprar, proliferan entonces, las bibliotecas circulantes y las sociedades de lectura. Pero —porque siempre hay un pero— “se empieza a ver a la lectura como un peligro para el orden político, como un ‘narcótico’ que desviaba las verdaderas Luces o como un desenfreno a la imaginación y los sentidos”,3 y aunque se dude, aún se le considera así, sobre todo porque la transmisión electrónica de textos genera nuevas formas de leer y el acceso a miles de libros se ha universalizado, y sobre todo,
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porque es más fácil manipular a los ignorantes que a los letrados. Esto exige de la escuela una transformación, no tanto de forma como de fondo: ya no es suficiente con enseñar (mostrar, transmitir), es preciso desarrollar las habilidades para que el alumno aprenda en forma autónoma. ¿Y cómo aprender en esta forma? Ciertamente no repitiendo, memorizando o mostrando algo ya acabado, más bien al indagar, interpretar, dar sentido, encontrar significados y, en consecuencia, tomar decisiones. Muy a menudo, la escuela olvida que cuando los niños ingresan, ya han desarrollado interpretaciones de la realidad, poseen conceptos, usan la observación y su propia experiencia para resolver problemas y pueden intervenir exitosamente en el contexto circundante. Pero ¿cómo aprenden a leer y escribir? considerando que “(...) el dominio de la lectura y la escritura no es una cuestión mecánica sino conceptual, porque el sujeto tiene capacidades cognitivas y competencia lingüística (...)”4 y que los contextos de aprendizaje reales son muy variados, lo mismo que las sus interacciones con otros sujetos. Leer no es descifrar descifrar,, ni verbalizar verbalizar, sino una actividad cognitiva que requiere de la voluntad y de las capacidades del sujeto y, sin embargo, en la escuela los maestros siguen utilizando prácticas por las cuales los niños aprenden a identificar los fonemas, formar palabras y recitar textos, pero que no les dicen absolutamente nada, pues ni los interpelan ni despiertan su interés. La forma en que se aborda
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Cavallo, Guglielmo y Roger Chartier (Comp). Historia de la lectura en el mundo Occidental. Santillana S. A., Taurus. España, 1998. p. 17. 2 ibídem, p. 28. 3 ibídem. p. 42. 4 Carvajal Pérez, Francisco y Joaquín Ramos García (Coord). ¿Enseñar o aprender a escribir y leer? I. Aspectos teóricos del proceso de construcción significativa, funcional y compartida del código escrito. Colección Colaboración Pedagógica. Edit. M.C.E. P. Sevilla, 2001. pp. 10-11.
la enseñanza está tan alejada de las estrategias espontáneas que el sujeto pone en acción para aprender, que la enseñanza obstaculiza y bloquea el aprendizaje en lugar de contribuir a generarlo”.5 ¿Qué es lo que falta entonces? Generar ambientes alfabetizadores e interactivos donde la actividad de aprender a leer y escribir sea gratificante y significativa para los alumnos, responda a sus necesidades e intereses y se de en un ambiente de cooperación que considere las experiencias y saberes previos de los aprendices. La lectura es la puerta de entrada a todas las producciones humanas: la ciencia, el arte, la literatura, la poesía. También es el instrumento que nos permite conocernos mejor, interpretar nuestra realidad y aprender significativamente. Y, sobre todo, puede convertirse en el más grande de los placeres, sobre todo ahora que lo virtual está ganando terreno. Un libro es un compañero fiel: lo podemos abrir o cerrar cuando queramos, lo podemos llevar de viaje, lo podemos disfrutar en el camión, el metro, el restaurante, el café, la playa o la montaña. Podemos saltarnos sus páginas o, tramposamente, ver el final o cuando nos atrapa, leerlo de cabo a rabo aunque ello implique quedarnos sin comer o sin dormir. Podemos releerlo al cabo de cierto tiempo y encontrar nuevos sentidos y nuevos planteamientos y luego devolverlo al librero a la espera de que nos volvamos a encontrar. Dice Teberosky en La entrada a lo escrito que “todos los niños saben que hay letras, donde las hay y para qué sirven”,6 es decir, tienen idea de la existencia de un código escrito aunque
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ibídem. Cita a Lerner. p. 24. ibídem. Cita a Teberosky. p. 101. 7 ibídem. p. 20. 6
El rollo de papiro es el antecesor del libro actual
sus ideas previas difieran entre sí. Ven letras en las calles, en el cine, en las revistas, en la televisión y tienen una idea, aunque sea vaga, de que se conectan con el lenguaje escrito. Esta conciencia es producto de los usos sociales de la lengua, de nuestras formas de hablar y de escuchar y de cómo vemos que se utilizan lo signos escritos, de modo que cuando elegimos un libro, cuando hacemos un escrito o modificamos un texto, estamos manifestando nuestra forma particular de entender los procesos de lectura y escritura que utilizamos. La escuela afirma que es ella la que enseña a leer y escribir, aunque de hecho los niños lo que hacen es decodificar y la comprensión parece muy lejana. Pero lo más grave es que ese ‘placer de leer’ del que tanto se habla no existe, o son demasiado pocos los que pueden darse ese lujo, aún cuando se sabe, sin lugar a dudas, que “el simple hecho de que los seres humanos aprendan a leer posee un alcance notable en el desarrollo de la psique”.7 De hecho, leer —como aprender— debiera ser una actividad de toda la vida. Tan es así, que los niños antes de ir a la escuela saben que la lectura evoca realidades que no están presentes o
que son ficticias e identifican cuándo y cómo se lee en su contexto. Y en forma quizá rudimentaria, reproducen actos de lectura y escritura en sus juegos, como cuando pretenden leer un libro (que se saben de memoria) y van señalando con su dedito lo que supuestamente van leyendo. En las últimas décadas y cuando menos a nivel de discurso educativo, se ha enfatizado que el objetivo real de las prácticas escolares es que los alumnos comprendan, e interpreten lo que leen. Así, carece de sentido leer un texto para luego contestar un cuestionario absurdo o leer 450 palabras en dos minutos sin entender absolutamente nada, o que todo del grupo lea en voz alta únicamente para llenar el tiempo, mientras la maestra sale un momento del salón o revisa trabajos. No hay en estas actividades un propósito claro ni mucho menos se pretende que el alumno comprenda lo que lee. Leer no es sólo reconocer palabras sino poder conectarlas con los conocimientos que se tienen, con la propia experiencia del mundo para producir una nueva visión del mismo. Esto exige establecer relaciones significativas, respuestas afectivas y un análisis crítico del contenido, para adecuarlo y utilizarlo posteriormente. MAGISTERIO
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Cuando los alumnos leen de esta forma, el maestro puede identificar lo que efectivamente saben sus alumnos sobre un tema específico, para luego buscar formas de compensar sus carencias o ampliar sus saberes y para ello las estrategias son muchas y variadas: propiciar discusiones, plantear dudas, hacer preguntas pertinentes, hacer afirmaciones categóricas, pero absurdas, etc., lo que permite que la comprensión del texto se enriquezca con las interpretaciones del grupo y se construyan nuevos saberes. Ahora bien, no puede responsabilizarse únicamente a la escuela del fracaso en la formación de lectores. Es un hecho que “los hijos de padres alfabetizados y lectores suelen tener la primera experiencia de ese placer a edades muy tempranas (dos o tres años) cuando les leyeron por primera vez un libro (...) La mayoría de los 8
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niños que asisten a las escuelas públicas no han tenido esa experiencia y tampoco la tendrán al ingresar a la escuela. Mal que les pese, la maestra no está allí para leer a nadie, sino para enseñar la mecánica de la lectura lectura”.8 Y esto lo dice todo. En la escuela basta con reconocer las palabras y recitarlas. La comprensión no es requerida. Y menos aún se intenta establecer conexiones con otros ámbitos donde los niños pueden adquirir y/o desarrollar sus competencias lectoras como la familia y la comunidad. Son múltiples las causas que contribuyen al fracaso escolar: que la familia convencional esté hoy en crisis, que haya un elevado número de hogares monoparentales, que una gran cantidad de padres trabajen fuera de casa, que los ingresos familiares sean muy bajos o de plano no existan, situaciones de stress que estas condiciones provocan en los niños, y, por supuesto, que coadyuvan a que no se desarrollen adecuadamente las competencias comunicativas, entre ellas la lectura. La escuela tiene ante sí un reto enorme: compensar esas desigualdades socioculturales a través de un programa de educación infantil de calidad, ya que Teberosky y Gallart, en su libro Contextos de la Educación Inicial, afirman que “son las prácticas letradas del hogar las que mejor explican las diferencias en relación con el rendimiento académico, el coeficiente intelectual y el desarrollo del lenguaje”.9 Esto lleva a considerar que no es lo mismo hablar y escuchar que leer y escribir, porque para las últimas se requiere conocer los códigos de la lengua. Así, un niño puede expresarse bien oralmente, pero si en su familia los actos de lectura y escritura son poco frecuentes, entonces su
aprendizaje —probablemente— será más pobre y mostrará menos interés en aprender la lecto-escritura. Por eso es aconsejable que a los niños desde los dos años se les cante, se les lean cuentos y se les digan rimas y adivinanzas, lo que además de incrementar su vocabulario, los empujará a buscar y utilizar palabras nuevas y a desarrollar el deseo de aprender a leer por sí mismos. Freire y Macedo dicen que “leer un texto implica leer el contexto (...) que leer implica compartir espacios, construir pensamientos y aumentar los aprendizajes”,10 y proponen una lectura dialógica, es decir, una lectura que no se reduce al aula sino que se extiende a otros espacios como la biblioteca, el hogar, los centros culturales. Tampoco es solamente interacción con el texto, a ésta se agregan las interacciones con otros niños y adultos que están a su alrededor en relación con ese texto, y la búsqueda de sentido se torna una actividad colectiva, de modo que el aprender a leer, más que del método depende tal vez, de la cantidad de interacciones de los niños con la cultura escrita. Es imprescindible transformar aulas y bibliotecas para que se pueda leer con otros, comentar libros, hacer escenificaciones, contar cuentos, dibujar. Pero no por mandato, sino por el placer de hacerlo y porque se desea mejorar cada día como personas. ¿Por qué no hacer de la lectura algo divertido, jugando a ser los personajes de un cuento o una novela? Recuerdo que en el TEC de Monterrey, cuando mi hijo iba a la prepa, les tocó escenificar a Shakespeare con personajes de Disney: McPato, Donald, Mickey
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ibídem. Cita a Emilia Ferreiro. p. 175. Teberosky, Ana y Marta Soler Gallart (Comp). Contextos de Alfabetización Inicial. Cuadernos de Educación 39 Multimedios, libros y comunicaciones S. A. de C.V. con autorización de Edit. Horsori. México, 2003. pp. 32-33. 10 ibídem. Cita a Freire y Macedo. p. 48. 9
Mouse, Daisy, Mimí, y fue todo un éxito. En lugar de imponer 15 minutos de lecturas obligatorias o de indicar que debe leerse a los clásicos ¿no sería mejor dejar que los alumnos elijan cómo, qué y con qué medios quieren hacer su lectura y cuánto tiempo requieren para ello? ¿Por qué no inducir a los niños a que escriban, inventen y cuenten sus propios cuentos, enseñándoles a matizar su voz para dar vida a los personajes? ¿Por qué no dejar que los niños toquen los libros, los manipulen y cuenten su propia versión del contenido? ¿Por qué no enseñarles a inventar historias a partir de imágenes, en lugar de pretender que en realidad saben leer cuando solo descifran? Si enseñamos realmente a leer, estamos enseñando a los niños a elegir. Si fomentamos el hábitos de la lectura, abrimos las puertas a nuevas realidades, a nuevos universos y a nuevas verdades, porque las palabras tienen el poder de evocar imágenes y nos permiten explorar mundos reales e imaginarios, conocer culturas y lugares remotos. Así que la lectura no puede darse por mandato: demanda un acto de conciencia en que el sujeto se compromete a encontrar significados y a construir sentidos, pues aún cuando leer requiere silencio, ese silencio está lleno de voces, porque “cuando leemos, habla alguien que no somos nosotros mismos” .11
11 Cavallo, Guglioelmo y Roger Chartier. Op. cit. Cita a Pilar Girardi. p. 76.
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Una lectura desde 1 la dimensión Z (O una prosa neoliberal o Prozeta) Jorge Velázquez Martínez Escuela Normal para Profesores
oy un docente, un docente que cree haber aprendido a leer y por tal motivo al tomar lecturas de los textos y la realidad, a veces formula planteamientos de ello, es decir, desafíos de cómo se puede percibir una dimensión disciplinaria, un espacio del conocimiento.
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Digamos que había transcurrido ya mucho tiempo, del periodo, en el que tuviera lugar la llamada Reforma Neoliberal a la Educación Normal de 1997. Juan Fernando, se reencontró con aquella carpeta de información, que se refería a formulaciones relacionadas con la lectura. Entonces recordó como, el neoliberalismo fue 10
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una expresión económica, social y política de fines del siglo XX y de gran impacto en el siglo XXI. Se trató de algo controversial como resultado de la crisis de la formación social de los estados-nación, cuya característica genérica se expresaba a través del término de la “sociedad del caos”. El nombre de neoliberalismo se debe a que tomaba como base la libertad, igualdad y fraternidad mundiales en todo –en cuanto a discurso se refería–, y al mismo
1 La dimensión Zeta (DZ), permite que el docente y el alumno, desde la educación básica, hasta la licenciatura en educación, se refieran a la existencia y la realidad, lo mismo con la connotación de sentido común como con la científica. Aunque la mayoría de los saberes que comparten provengan de lecturas disciplinarias. Ello tiene que ver con el hecho de que, en esos niveles de estudios, se forma para la vida común o para el ejercicio profesional de servicios, apoyos o acciones diferentes al desarrollo sistemático de conocimientos, disciplinas o ciencias, cuya función se deja al posgrado o a otras instancias, lo cual es lo adecuado o lo coherente. Es decir, que si desde la educación básica, hasta las licenciaturas en educación, no se busca, que los alumnos y docentes contribuyan al desarrollo del conocimiento disciplinario o científico, porque no es su función; es conveniente, como la realidad lo muestra. El manejo del conocimiento, más desde el sentido común, ambivalente, relativo, o en DZ, de todas formas no demerita la trascendencia de estos estudios, al contrario, los fortalece al desarrollarlos de acuerdo a sus fines y contexto.
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poco que se le puede reconocer como trascendente, es la preocupación por el fomento de la lecto-escritura. En ese contexto, el siguiente escrito de correlación alumno-docente enfatiza: tiempo estaba en contra de ellas, por medio de pragmáticas que co de este escrito, porque era un texto neoliberal. Aún en ese contexto, algo tenía que ver con la lectura.
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UNA NOSTALGIA HISTÓRICA
Pudiera pensarse que esto apenas inicia, no es así, según una información confirmada, la primera publicación sistemática acerca de educación en la entidad para el fomento de la lectura, fue el “Boletín Pedagógico del Estado de México”, cuyo primer número se fechó el 18 de julio de 1894. Desde entonces han tenido lugar diferentes etapas de auge en la producción editorial educativa, que abarcan desde libros, revistas, boletines, hojas sueltas y hasta dibujos. ¡Que ironía! Puede pensar. ¿Acaso los dibujos se pueden leer? Y un dibujante respondería: las letras no son más que dibujos. Aunque en otro sentido, sean dibujos de ideas. Con esto los pictogramas sonríen. 2.
DE LA EXPERIENCIA EDUCACIÓN BÁSICA
CON
ALUMNOS
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La trascendencia de la lecto-escritura, se puede entender, apoyándose en una reflexión resultante de la experiencia individual con alumnos de educación básica que señala:
Creía que no leían, me preguntaron mi profesión. Creía que no sentían y me leyeron sus sentimientos. Creía que no pensaban y me escribieron sus ideas, así me hice docente, con escritos y lecturas. O con esta ilusión a las letras y los alumnos: Eran letras difusas y anónimas que deambulaban inquietas en los cerebros y corazones de aquellos niños, las compartimos y nos integramos como alumnos y docentes.
Encontré el mensaje que me enviaste, con sus letras cursivas del pasado, en el me reiteras el compromiso de leernos, escribirnos y estudiarnos para continuar el compromiso contraído de ser alumnos, docentes y personas aquí, dondequiera y de por vida. O la prosa de una apasionada alumna que en su diario registrara:
… Y nos tratábamos de comprender, nos tratábamos de entender, y no lo conseguíamos. Entonces encontramos, que no se trataba sólo de hablarnos o de estudiar mucho, sino sobre todo de escribirnos y leernos, mutua o recíprocamente, para volver a fundir nuestros corazones y nuestros cerebros, para continuar haciéndonos el amor intelectual, que toda educación escolarizada implica. Porque en más de un sentido, la educación es un acto de amor, de amor intelectual. 4.
DE LA RELACIÓN LECTORA, DOCENTE A DOCENTE
Con independencia, del tiempo y el espacio, de las distancias o las discrepancias sociales, los docentes pueden interrelacionarse por medio de la lectura, de ello tres formulaciones:
Lo leí y lo traté de entender. Le escribí y entonces lo comprendí. Porque al leer nos comprendemos, porque al escribir nos entendemos. Entonces imaginé que estaba con él, y al externarme sus preocupaciones, concluí en que él era como todos los maestros que leen, escriben, sueñan, viven y se realizan como tales. De esta forma…
como vivíamos ya entre letras, no se añoraba el pasado o suponía el futuro más bien se vivía intensamente el presente, buscando el sentido en que las letras se movían; fue así como encontramos la pasión por la vida, que implica la pasión por la educación. Porque…
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DE LA RELACIÓN LECTORA CON ALUMNOS DE NORMAL
La Reforma de 1997 a la Educación Normal, puede ser cuestionada en distintos aspectos, sin embargo de lo
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en el proceso educacional, no reflexionamos en comunidad para la toma de acuerdos, sino para escuchar la diversidad de ecos de nuestras reflexiones.
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DE LOS ALCANCES EN LA COMPRENSIÓN DE LOS TEXTOS
Con respecto al reconocimiento de los textos como producto social o colectivo, de la relatividad de su comprensión y de su consistencia disciplinaria, las siguientes referencias:
Sometemos a consideración de otros nuestras formulaciones, con la intención de que ellos reencuentren en éstas, las que nos han enseñado o han integrado para que existan las nuestras. O la que relata:
Al leer aquellas páginas, me sentía como perdido en un inmenso océano de información, donde sin ignorar las orientaciones en que continuamente colocaba mis velas, de todas formas no distinguía, ya no sólo los tipos de peces que buscaba, sino incluso cualquier pez que consolara mi ansiedad. O también el sentido de la lectura al afirmar:
Cuando leo lo hago con mis ojos y mi corazón, lo que puede no coincidir con lo que las manos han escrito. Cuando escribo, atiendo a mis dictados cerebrales, que son controversiales y diversos de acuerdo a las circunstancias. Así se desarrolla la vida educacional, que es parte de la existencia humano-subjetiva. Y desde luego la profundidad y trascendencia de los textos, más allá de lo evidente…
En aquel universo de palabras, existió mucho más que lo legible, porque el pensar y el querer no tienen fin, aunque no sean algo objetivamente observable o no se hayan acordado como un conocimiento, en alguna dimensión disciplinaria. Para interconcluir, con una nostálgica remembranza empírica:
de ahí que parafraseando a Benedetti ...
Mi táctica fue caminar, mi estrategia encontrarte, mi táctica fue leerte, mi estrategia comprenderte, y al leerte me leía y al comprenderte comprendía, que en las voces de tus letras, estaba lo que quería. Un receso en este recorrido para recapitular:
Entonces nos detuvimos a describir lo vivido, que era para recordar el cómo habíamos leído… Y luego una remembranza de fines del siglo XIX y principios del XX. Fue una época de auge, de esplendor educativo, no sólo circulaban hojas sueltas, sino también cuadernos, revistas y hasta libros, luego vino el receso natural, que en otro espacio fuera revolución, y aquí transformación educativa.
Para expresar gratitud y reconocimiento a quienes leen… Gracias, gracias por haberme incentivado a reunir diversas letras que estaban dispersas y que juntas constituyeron palabras que quieren ser suyas y por eso las escribo. 7.
DE SALIDA UN DESAFÍO LECTOR
Para el desarrollo de la lectura influye todo. Lo que aquí se expone, son sólo algunos referentes de ese trascendental proceso, y lo que se puede percibir al leerlos es menos, más, mucho más o más allá del todo, ese es el desafío para el lector. Así arribamos a esta dimensión como quien aterriza en una playa o en un aeropuerto, con interrogantes, cansancio y satisfacción; aunque con la expectativa segura de continuar el viaje y navegar en el mar de los textos y en el universo de la educación. Desde la Dimensión Zeta (DZ), Toluca, Méx., 2006.
Un día le pidieron que buscara una definición o un concepto y lo que sus ojos miraban eran sólo palabras y más palabras; en la incertidumbre, se satisfizo integrando una formulación con algunos de aquellos términos. Pasado el tiempo releyó ese planteamiento y lo que sus ojos encontraron fueron sólo palabras sueltas. Entonces decidió seguir leyendo y escribiendo; porque las definiciones y conceptos estaban más en las personas y en la sociedad, que en los textos…
6.
DE LA PASIÓN EDUCATIVA EN LA LECTURA Y EL AGRADECIMIENTO POR SER LEÍDO
En general, quienes leen, también desarrollan una relación pasional cuando se interiorizan en esta actividad, MAGISTERIO
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Al leer, se va uno enterando de la vida Carmen Rosenzweig
todos.
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de riesgos y de placeres —aunque también— de hábitos machacones más bien grises-, descubro ampliamente que junto a los haberes y deberes permanentes, se encuentra un libro, los libros, la lectura formal. 14
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relatos, 1974), (novela, 1979), poesía, 1989), México, mi país (ensayo, 1997), Obrarreunida (1988), Memoria y conciencia (plaqueta de poesía, 1999). Territorio de Leonas: Cartografía de narradoras mexicanas en los noventa, (2001) entre otras.
Escuela Normal de Atlacomulco acacia_ena@hotmail.com
Leer es un asunto peligroso, pues quien sea sorprendido leyendo, tendrá que dar una buena explicación para demostrar que no estaba perdiendo miserablemente el tiempo Juan Domingo Argüelles
l título nace porque el tema de la lectura se ha vuelto reiterativo en estos tiempos, y entonces se corre el riesgo de decir o de escribir más sobre lo mismo. Esta temática, viaja en diversos ámbitos, desde el oficial donde a partir de las estadísticas se informa y afirma que en este país no se lee, hasta el entorno escolar, donde se busca de manera insistente que los estudiantes lean, privilegiando claro está, la práctica de la lectura en el alumno con infinidad de argumentos conocidos por todos y que intentan convencerlo de por qué debe leer. Desde la esfera oficial se buscaron soluciones a la falta de lectores en las escuelas y se implementaron varios programas, entre ellos: el Programa de Bibliotecas de Aula y
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el más reciente, Leer para Crecer. Por otra parte, a las Escuelas Normales se les otorga una colección de títulos de diversos autores, destinados tanto a profesores como a estudiantes. Son libros que, en su mayoría se refieren a temas que tienen que ver con la formación inicial, y son libros que abordan los diferentes aspectos de la formación desde perspectivas muy interesantes. Es decir, libros sí hay. Y entonces recurrimos al lugar común, lo que no hay son lectores, y para traer la frase al tema de este artículo, resulta fácil, pero arriesgado decir que la mayoría de los profesores no leen, o que, en su defecto, leen poco, o no leen lo que debieran, es decir lo que necesitan leer.
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Este artículo no pretende sancionar a los profesores que no leen —cada quien su abstinencia—, tampoco intenta ser una retahíla de los deber ser de la lectura. Se trata de dar un paseo por este asunto de la lectura en un contexto más amplio que el de ser mediadores de la lectura, y aquí inevitablemente los profesores hemos de mirarnos a nosotros mismos en un ejercicio de introspección en el que necesariamente se descubra que nuestra historia de formación, nuestra historia profesional está sin duda, unida a la lectura, o mejor dicho, que en ella se revela nuestra historia como lectores, y viceversa. Quien lee mucho, sabe mucho, dicen, y así lo creemos. Pero en el fondo sabemos que en la realidad eso no siempre es cierto. La lectura nos proporciona en principio información y es eso lo que se privilegia, pero tener mucha información y no saber qué hacer con ella, porque además la información por sí sola no basta, es uno de los costos que pagan quienes leen con la ingenua arrogancia que los libros por si mismos, han de darles el adjetivo de lectores. Que los
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profesores estemos informados es importante, que leamos demasiados libros, es deseable y loable (aunque Zaid no está de acuerdo), pero habría que saber también si esas cosas que sabemos nos sirven para mejorar la imagen que tenemos de nosotros mismos, es decir, podemos saber mucho de lo que pasa en el planeta, pero ignorar la propia realidad. Los profesores de las escuelas normales tenemos diversas tareas que llevar a cabo, la más importante es nuestra propia formación y la otra, no menos importante pero necesariamente consecuencia de la primera; la de formar a otros para el ejercicio de la docencia. En el camino, también se conforma nuestra formación como lectores e insistimos en que los estudiantes normalistas deben leer y mucho. Pero ni la inteligencia, ni la capacidad sensible deben medirse por la cantidad de libros que se han leído o se han dejado de leer. Ni la sensibilidad es acumulativa, ni la inteligencia se desarrolla por los cientos de páginas que se lean. Lo que importa —dice Zaid— es cómo se anda, cómo se ve, cómo se actúa, después de leer. Si lo que deseamos los profesores de las escuelas normales es generar cambios en la educación, habríamos de preguntarnos ¿qué leemos? ¿de qué manera nos aproximamos a los libros que luego leen nuestros estudiantes? y ¿cómo dialogamos con ellos respecto del libro en cuestión? Hasta dónde llevamos el análisis y la reflexión de lo leído, con referentes que no sean únicamente los que la experiencia nos proporciona y qué tipo de discurso construimos junto con ellos, para actuar en consecuencia, en el ámbito educativo. Todo ello
pensado no en un producto utilitarista e inmediato, sino en un ejercicio donde se ha de privilegiar la construcción de pensamiento y de reflexión de la realidad. Se ha de leer manteniendo una postura epistemológica que propicie la formación de un pensamiento abierto y problematizador antes que teórico, considerando que la comprensión de la realidad a través del ejercicio de la lectura, es el punto donde se unen la teoría y la práctica. Cuando leemos se articulan nuestros datos empíricos con lo leído para darles un significado. Esta significación depende de valores, prácticas y usos de recursos que suponen redes sociales configuradoras de nuestros contextos específicos. Pero para que el libro y la lectura sean realmente cercanos, hay que encontrar agrado y esto es posible, salvo excepciones, porque la lectura confiere a nuestras vidas algo más que información, nos proporciona educación y cultura, agudiza nuestra sensibilidad y nuestra inteligencia y es capaz de transformarnos, es decir, hace significativa la experiencia de leer. Michele Petit afirma que “leer permite al lector, en ocasiones, descifrar su propia experiencia”, porque es el texto el que sabe aspectos del lector que este no conocía, sobre todo cuando se lee literatura. En la literatura dice Rulfo, hay que buscar la certeza de un mundo que las restricciones nos han vedado. Pero para transmitir amor por la lectura, insiste Petit, y en particular por la lectura literaria, es preciso experimentarlo. De acuerdo con nuestros intereses, podemos leer ciertas obras por placer, pero la literatura sigue siendo el placer mismo de la lectura, y quien lea por
sólo gusto, asevera Felipe Garrido, por el placer de leer, es la prueba definitiva de que realmente es buen lector. Además, sólo un buen lector puede ser verdaderamente un buen maestro, pues leer por obligación y sin apasionarse tal vez sirva para explicar un tema en clase, para “pasar” un examen, para dar una conferencia, pero difícilmente para abrir otros horizontes. La literatura da cuenta de nosotros mismos, de lo que ocurre en lo más recóndito de nuestro mundo interno y por ello no debería leerse por obligación. Entre los docentes de las escuelas normales, la literatura nos ayudaría a comprender mejor la naturaleza humana con sus aciertos y desaciertos, nos permitiría un mejor entendimiento de los demás, nos permitiría ser más creativos, más sensibles, porque volviendo con Petit, “sin ensueño, sin fantasía, no hay pensamiento, no hay creatividad. La disposición creativa tiene que ver con la libertad, con el rodeo, con la regresión hacía los vínculos oníricos, con atenuar tensiones” y la lectura del poema, de la novela, del cuento, del apólogo, sin duda adquieren
MAGISTERIO
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sentido en nuestra vida si se integran a lo que cada uno de nosotros necesita. Todo lo anterior supone que los profesores no sólo hemos de leer lo que nos sirva (así, en el sentido utilitario del término) para nuestras asignaturas o tareas como docentes. No importa la especialidad en la que nos desempeñemos, o la asignatura que impartamos, o la responsabilidad que tengamos en la escuela normal; la literatura, como el arte, es una de las formas más altas de la conciencia, es una forma de conocimiento y autorreconocimiento. La literatura enfrenta al lector con una nueva realidad humana determinada y quien se acerca a ella, inicia un proceso de autoconciencia, de autorreflexión; prejuicios y convencionalismos caen por tierra, por que se adquiere una nueva concepción del mundo. Si la educación implica, en definitiva, una transformación actitudinal en relación con la realidad, la literatura se presenta como una alternativa de autodescubrimiento de lo que somos y lo que queremos verdaderamente ser. Hay desafortunadamente, quienes afirman que leer literatura es una tarea superficial, que es una tarea aparte en el proceso de la formación inicial y que no sirve de nada, en pocas palabras. No estoy de acuerdo. En este sentido y como un intento de formar lectores por voluntad propia y no por obligación, la escuela Normal de Atlacomulco, cuenta con proyectos diversos, el último fue la apertura de la Sala de Lectura, en donde los libros están a disposición de los potenciales lectores —profesores y alumnos— y
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hay que decirlo, la mayoría de los textos son literarios y la asistencia a la sala se ha incrementado de manera tangible. En ese mismo lugar se lleva a cabo un Taller de Lectura, donde los estudiantes participan con textos elegidos por ellos y otros sugeridos. El tema de la lectura es complejo, son muchas las aristas que tiene y muchas las perspectivas desde las cuales abordarlo. Que los profesores de las escuelas normales tenemos el deber ético de ser lectores es innegable, pero que la lectura no se convierta en una simpleza, en algo pueril que no admita el más mínimo proceso racional; que tampoco se vuelva algo tan escrupuloso y casi puritano que no admita el placer mismo de la lectura. La lectura es otra cosa, sostiene Fernando Savater, porque “lo que parece haberse perdido no es el hábito aplicado de leer, sino la indócil perdición de antaño. Ante los educandos, uno repite valores formativos e informativos de los libros, para no asustar. Pero se calla lo importante […]. La lectura es otra cosa. Quién lo probó, lo sabe”.
BIBLIOGRAFÍA Argüelles, Juan Domingo. ¿Qué leen los que no leen? Paidós. México, 2003. Garrido, Felipe. El buen lector se hace, no nace. Reflexiones sobre lectura y formación de lectores. Ariel. México, 1999. Pennac, Daniel. Cómo una novela. Anagrama. Barcelona, 1993. Petit, Michèle. Nuevos acercamientos a los jóvenes y la lectura. Fondo de cultura Económica. México, 1999. Rulfo, Juan. Toda la obra. Consejo Editorial para la Cultura y las Artes. México, 1992. Savater, Fernando. Perdonadme, ortodoxos. Alianza. Madrid, 1986. Zaid, Gabriel. Los demasiados libros. Océano. México, 1996. Zemelman, Hugo. Problemas antropológicos y utópicos del conocimiento. El Colegio de México. México, 2000.
Formación de lectores: hacia una mejor calidad de vida Sergio Daniel Sánchez Vera Subdirección de Formación y Actualización Docente serch28@yahoo.com
l desarrollo de las competencias comunicativas goza del protagonismo en la actual propuesta educativa en la educación básica de nuestro país, y de muchos países más en América Latina. Hablar, escuchar, escribir y leer son las habilidades con que todo ciudadano debe contar para desenvolverse exitosamente en las sociedades de hoy, pensado más en el ámbito productivo que en el ámbito del desarrollo humano. Entre ellas, la lectura ocupa un espacio prioritario porque, se piensa, es la base para el desarrollo de las otras, así como el fundamento para la adquisición de conocimientos autónomos por parte del sujeto. Sin embargo, a trece años de la implantación de
E
R
eciente mente en el E se imp stado lem p rogram de Mé lectura xic a y pare d e impuls ciera q gobiern o a ue las o feder política al cont “Hacia e s n un país idas en que ver e d con est e lectores”, l Proye e ‘nuev nada ti que rev o en isar cu ’ progra Nacion idados ma. Ha al deLe c t a u ra. Que e m br e n stá a t e e punt l Progr pregun intenci tarse ¿ o de expira am ón’ u r y qué pa plantea n só pr pl
miento opósito an, ni con su s? ¿c s y, s los res estrat motiva uáles sobre ultados c i s ó t o o n para n c ob funcion leer: la do, n omo un ó? ¿cu tenidos? ¿qu a herra lectura é y ánto incorpo mienta no profesi raron a s lectores se para cr o n l arduo a de los ece lm cuidad camino libros o en la ente. Habría r p y cuán realida Entida que lo mism d, para tos en d se o . c q o u n e no verdad virtiero Sabem eros l n en o s e que u ctor a casi signific n text seis añ es? y si, ado má o no o s s de q que a tr que no impuls adq uerer ar la a t o v d é s o s d e los tex lectura sus lec forma, escuela tos se l t en la ni los l , en nu e en en l ectores estro E t é hemos c a n mi icas y compa stado tenido compe r t e n l a a l t u ogros s mism encias manda nque se por to, 1 al leer, l e a u n 5 p modos m or lo q diarios minuto de inte ismo libro, lo , no s y s rpretac fu co Y no ión MAGISTERIO 1 9 funcion nciona. le mprensión d ctor a el mis a porq no hay mo ue otr
la propuesta centrada en un enfoque comunicativo funcional, a once de la aparición del PRONALEES, a cuatro del Programa Nacional de Lectura, ésta, la lectura, el placer de leer, la búsqueda y selección de información, la comprensión de problemas matemáticos y, en general, la comprensión lectora, sigue estando ausente de las escuelas a pesar de la claridad con que se presenta en los libros del alumno, así como en los libros de apoyo para el maestro de la asignatura de Español. ¿Por qué la propuesta no ha llegado con claridad a las aulas? ¿cómo concibe el maestro a la lectura? ¿cuáles son las posibilidades reales de la lectura? La siguientes líneas no intentan mostrar un estudio exhaustivo acerca del proceso de lectura, sino que las presento más como un deseo de establecer diálogos con los educadores a partir de una experiencia frente a grupos de educación básica, de la convivencia con docentes en servicio y, principalmente, de gratas experiencias como lector. ¿Cómo concebir a la lectura? La lectura tiene, principalmente, dos connotaciones. Tradicionalmente se considera como la “oralización” de los signos escritos, esto es, verbalizar, o expresar de forma sonora un conjunto de letras impresas. Desde este punto de vista, los métodos para la enseñanza de la lectura han girado en torno a sí mismos, es decir, el énfasis en la presentación de los elementos y reglas del propio sistema de escritura, sin tomar en cuenta al lector, al alumno. Dicho sistema se enseña separado de las ideas y los significados, lo cual implica arbitrariedad en esta forma de enseñanza, que muestra la escritura de una manera aislada del contexto cotidiano en que el sujeto se desenvuelve, ajeno a las ideas que el alumno ha construido a lo largo de su infancia. Aquí es importante señalar, que estos métodos implican 20
O
la consideración de que el niño, cuando llega a la escuela, no tiene conocimiento de la lengua escrita y que debe iniciar su contacto con ella de manera gradual. Así, el alumno empieza a conocer signos totalmente fuera de su mundo cotidiano y que no tienen ningún sentido por sí mismos (como cuando se inicia la enseñanza de las letras: “a” no significa nada por sí misma, sólo en su relación con otras letras es capaz de generar una idea, pero ésto lo sabe el adulto, para el niño es sólo un garabato, con tan poco sentido como lo son para los adultos, los dibujos de un niño de dos años de edad), es decir, como si a usted y a mí, de pronto un día nos presentan por medio de fórmulas químicas los elementos y reacciones del combustible que impulsa los transbordadores espaciales, y quien los presenta, espera de nosotros su memorización y uso inmediato; entonces, también se descarta la participación activa del sujeto en el proceso de lectura, al pensar que el conocimiento del sistema se archiva como una fotocopia en el cerebro de la persona. Con fundamento en la propuesta constructivista de los Planes de Estudio de Educación Básica, sabemos que el proceso no opera de esa manera; por el contrario, si dos personas leen por ejemplo, la palabra casa, y después se les pide que dibujen lo que para ellos representa, encontramos dos dibujos totalmente distintos e incluso, contradictorios en su concepción; mientras uno puede reflejar espacio, alegría, libertad, el otro puede reflejar abandono, melancolía, tristeza. La idea que se forma a partir de un texto escrito tiene que ver no sólo con lo que está plasmado gráficamente, sino con una amplia diversidad de factores, entre otros, la historia del sujeto que lee, permeada por sus concepciones religiosas, políticas, morales, por el agrado o desagrado, por experiencias
motivantes o desalentadoras, además de considerar también la intención del sujeto que escribe para el lector, cuyas concepciones se ven reflejadas en los textos pero que no siempre coinciden con las intenciones de quien lee. En este contexto, la lectura evoluciona, y hoy la tendencia es considerarla como una serie de construcciones mentales de comprensión y producción a partir de interacciones con el texto. Esta concepción implica pensar al sujeto lector como alguien que no cumple solamente la misión de “decir” lo que está escrito, sino construir una idea, un concepto a partir de letras impresas siempre en relación consigo mismo, en el ámbito de la experiencia y la intención. Actualmente, la enseñanza de la lectura pretende que sean reconocidas por el educador, las experiencias y conocimientos que el niño tiene con la lengua escrita antes de entrar a la escuela, y que ésta última sea una fuente inagotable de contacto con actos de lectura que le permitan, poco a poco, construir la relación entre la idea y los signos gráficos, entre éstos y su valor sonoro; así como la funcionalidad y la regularidad en las construcciones, lo cual establezca las normas para el uso del lenguaje escrito. En general, la propuesta que se presenta en el Plan y Programas de la Educación Primaria de México, tiene éstas intenciones y presenta buenas expectativas, sin embargo, como suele suceder con toda reforma, se encuentran grandes problemas en el proceso de operacionalización. Uno de los principales problemas que existen en este proceso, es que se lleva a cabo por docentes que recibieron su formación inicial con base en la simple oralización de signos gráficos y todo lo que ello implica; dicho de otra forma, la mayoría somos lectores acostumbrados a la decodificación
más que a la comprensión e interacción. Romper estos esquemas profundamente arraigados, tanto en la formación propia como en la práctica con los alumnos, requiere de una transformación no sólo a nivel personal, sino a nivel de las estructuras de autoridad de la escuela así como a nivel de la sociedad en su conjunto. Es importante hacer algunas precisiones acerca de la escuela como institución en un contexto de reforma: la escuela está constituida por varias dimensiones que se entrecruzan y conforman la cotidianeidad de las prácticas educativas y que son difícilmente identificables por quienes se encuentran dentro de ellas, porque para quien vive dentro de una escuela, esta experiencia es una sola. Tres de estas dimensiones que podemos observar son: la dimensión laboral, la administrativa y la pedagógica. La primera se refiera a todas aquellas normas que un trabajador docente tiene que cumplir para incorporarse, promoverse o cambiarse dentro del escalafón magisterial (solicitar plaza, permutar, ingresar a Carrera Magisterial, recibir dictamen de plaza, etcétera). La dimensión administrativa toma cuerpo en los controles que deben cumplirse a nivel institucional: puntualidad, asistencia, elaboración de planes, cumplimiento de comisiones, seguimientos evaluativos, cuadros de calificaciones, etcétera. Como se puede observar, la simple lectura de estos listados nos hace identificarlos claramente en el contexto escolar ¿por qué? Porque son los que ocupan gran parte del tiempo de trabajo del maestro, y porque son los que están sometidos a un mayor control por parte de las estructuras de autoridad. La autoridad escolar se ocupa de verificar la lista de asistencia, de visar las calificaciones bimestrales, de hacer observaciones en cuanto a la
disciplina, de hacer llegar avisos de las
controles y liderazgos que provoquen
autoridades superiores a los maestros,
cambios significativos.
pero ¿y la dimensión pedagógica?
¿Cómo entonces avanzar “hacia un
¿qué hay con la actualización, con la
país de lectores” como se propone el
colaboración para el proyecto escolar,
Programa Nacional de Lectura (PNL)?
con la vida académica de la escuela,
Probablemente, la respuesta de es-
con la consolidación de colectivos
te programa está pensada más en
docentes?
se
términos de creación de bibliotecas
controla? En realidad, esta dimensión
y dotaciones de libros a las escuelas,
de la práctica docente carece de
que en avances significativos que
controles —desafortunadamente para
evidencien un aumento en la calidad
el ánimo de los maestros–-, y por lo
de la lectura en las escuelas y hogares
tanto de compromiso y dedicación
mexicanos. Ahora bien, ¿qué podemos
por parte de los profesores, quienes
entender por calidad en la lectura o
se avocan a dar cumplimiento a las
formar lectores de calidad? Se enfoca
tareas administrativas y laborales y
hacia la comprensión lectora que
dejar así que la dimensión pedagógica
deriva en la facilidad para la creación
permanezca
esquemas
de estrategias y adaptación a las
rígidos y falta de crítica por no existir
diferentes lecturas o formas de lectura
proyecto a nivel personal ni a nivel
que se presentan en la vida diaria.
¿cómo
en
se
rutina,
vive
y
institucional.
A la comprensión lectora se le
Por el contrario, la reforma educa-
piensa tradicionalmente como una
tiva se preocupa más por la dimensión
repetición de lo dado por el texto. En
pedagógica de la escuela que en la
la escuela, por ejemplo, el maestro
reestructuración de los esquemas de
evalúa la comprensión lectora con
autoridad, siendo que esta dimensión
base en cuestiones que preguntan
es la que se presenta en la práctica,
exclusivamente
como la parte más debilitada de la
explícito de los textos (nombre de
escuela. En particular, la reforma de
personajes, el tema, el desenlace,
1992 se preocupa por el desarrollo
fechas), de tal modo que los alumnos
de las competencias comunicativas,
sufren
así como por la habilidad para el
“síndrome de la respuesta correcta”,
razonamiento
de
es decir, que no buscan información
problemas matemáticos de la vida
en el texto que esté relacionada con lo
cotidiana, pero no se ha puesto
que más les gusta, lo que está en su
mucho énfasis en la transformación
experiencia, más bien sólo seleccionan
de la escuela. Aunque se menciona
la información de los textos con base
en el discurso y se implementan
en lo que piensan que el maestro
programas como “La gestión en la
quiere escuchar, lo que va a preguntar,
escuela primaria”, el “Plan Estratégico
o “lo que va a venir en el examen”. La
de Transformación Escolar” y se pro-
lectura, en estos casos no representa
ponen formas de trabajo en grupo
una herramienta de comprensión,
para la consolidación de colectivos
sino un medio para satisfacer el juego
docentes en los Talleres Generales de
escolar.
y
la
resolución
Actualización, se sigue careciendo de
lo
que
por
se
el
contenido
denomina
el
La comprensión, está más en MAGISTERIO
21
función de las construcciones que el
podrá, —vía sus construcciones—
del acto de lectura y se le limitan
lector (en general el sujeto: maestro,
acceder a ambas, mientras un lector
y circunscriben a las posibilidades
padre de familia, etc.) pueda hacer de
con formación tradicional (basada en
individuales del alumno. Por otro lado
las ideas que el texto le proporciona.
la repetición lineal del texto) tendrá
el comentario de texto está siempre
Debería ser, por ejemplo, más satis-
muchas dificultades para hacer una
sujeto al criterio del maestro, es decir,
factorio para un animador a la lectura
lectura en estos casos.
que cuando a un alumno se le pide
(léase docente), que a partir de un
Existe también otra cuestión que
un comentario, el maestro espera
texto un alumno diga “esta historia
tradicionalmente se descuida (o se
una respuesta en el sentido de “lo
se parece a una que escuché el otro
cuida, según el punto de vista) en lo
que es correcto”. Así, es frecuente
día en casa de mis abuelos” o “a
que se refiere a los actos de lectura.
que muchos de los comentarios de
mi me sucedió algo parecido hace
Cabe aclarar que se entiende como
los alumnos sean descalificados por
algunos meses”, o que algún niño
acto de lectura, aquel suceso que
el maestro por que no corresponden
se pregunte “¿por qué se resolvió el
provoca en el sujeto la construcción
con el tema específico que éste quiere
problema de tal modo cuando hubiera
de una idea a partir de un texto, al
introducir, o porque no pertenecen de
sido más fácil resolverlo de otro?”,
cual se accede de manera directa o
manera exacta al contenido que en
que escuchar respuestas directas
indirecta. Así se tiene también como
ese momento se trata en clase. El
que son fácilmente localizables en las
acto de lectura: aquel en que el sujeto
acto de lectura (como todo acto de
líneas del texto. Cuando se escuchan
no necesariamente tiene contacto
construcción), está sujeto a aceptar
estos comentarios y muchas otras
visual con el texto y éste llegua a su
la diferencia, a promover la reflexión
preguntas por parte de los alumnos,
mente en voz de otra persona, ya
y el análisis, al uso de la duda como
se
sea de manera textual o como un
elemento generador. Por el contrario,
comentario de texto.
la lectura en la escuela, en ocasiones,
manifiestan
las
estrategias
que han desarrollado los alumnos
22
para interaccionar con la lectura
El comentario de texto se descuida
trata de ser concluyente, de encontrar
(inferencia, anticipación, predicción,
en aras del cuidado de la disciplina
siempre una respuesta acertada y
autocorrección, confirmación, entre
escolar. En el aula de clase no se
cierra la posibilidad de ampliar la
otras).
permite que exista relación alumno-
lectura con actos de indagación y de
Ahora bien, al considerar lo ya
alumno en relación a un texto: “cada
escucha.
dicho, se piensa que no hay “lectores
quien en su libro” “la lectura es de
El acto de escucha de lectura es
expertos”, más bien existen “lectores
manera individual” “ustedes sigan
de suma importancia en la vida de los
competentes”. Al referir el término
lectura sólo con sus ojos” “no quiero
individuos que se desea se formen
“experto”, éste nos remite a una
que se escuche ningún comentario
como lectores. Escuchar una narración,
experiencia consumada e inalterable,
mientras leemos”. Estas son frases
un cuento, un poema, o cualquier otro
la cual no puede suceder en el caso
que algunas veces se escuchan en las
tipo de texto, brinda la posibilidad de
de la lectura, porque constantemente
escuelas, y que implican la negación
echar a volar la imaginación, sobre
enfrentamos
hacia la posibilidad del alumno para
todo, de aquellos que no conocen
textos que requieren cada uno, la
socializar
que
el uso convencional de la escritura.
puesta en marcha de las estrategias
está realizando y que, de manera muy
Actualmente se proponen este tipo
conocidas, como sucede actualmente
significativa, se enriquecen con la
de actos de lectura a partir de los tres
al navegar por la Internet. No es igual
escucha de las ideas que construyen
meses de edad, ya que desde este
enfrentar un libro sobre educación que
entre todos los compañeros.
tiempo, el sujeto es capaz de crear y
diferentes
y
nuevos
las
construcciones
participar en un foro educativo en la red,
En la escuela los textos son para el
recrear lo que escucha, y del mismo
o enviar y recibir mensajes telefónicos
uso exclusivo de sujetos individuales
modo tiene ya la capacidad para emitir
(SMS). Cada lectura requiere sus
a los que no se les permite “copiar”
juicios simples acerca de los textos
propias y muy particulares estrategias.
las ideas de otros compañeros. Se
(tales como la preferencia por cierto
En ambos casos un lector competente
clausuran
cuento en particular). Aún sin poder
O
así
las
potencialidades
emitir este juicio de manera verbal,
forma de tratar de comunicar y, desde
La intersubjetividad, son aquellos
sí se es capaz, con los recursos de
luego, en el ánimo de los alumnos que
acuerdos en la relación entre dos o
que se dispone a esa edad (expresión
no consiguen centrar su atención en lo
más personas, que, al tener en cuenta
corporal,
que pretendía ser un acto de lectura.
la comunicación, ya no necesitan
llanto,
prensión).
Pero
en la escuela, por lo general, las
que
ser mencionados cada vez, sino que
manera
quizá no aparezca en la propuesta
bastan, entre estas personas, el cruce
distinta: quien domina la lectura en
pedagógica pero que, resulta de-
de sus miradas para entender lo que
el aula es el docente, porque por
terminante en los procesos de apren-
cada uno quiere decir, y también
diversos factores (principalmente “no
dizaje: la relación afectiva entre el
porque dichos acuerdos están en
alcanza el tiempo”), la lectura de los
lector y quien escucha (no sólo entre
constante
textos siempre está a cargo de él con
maestro y alumno porque aplica
podemos estar seguros de que lo que
escasas posibilidades que generen,
también en el ámbito familiar entre
decimos se entienda completamente
construcciones
alumnos
padres e hijos). Félix Duque en su libro
por nuestro interlocutor, porque a
porque el maestro hace una lectura
titulado “La humana piel de la palabra”
veces las palabras sobran, pero a
“plana”, sin inflexiones en la voz, sin
en el que —de manera mucho más
veces las palabras no alcanzan para
ritmo, sin pausas, sin emociones,
profunda y argumentativa— nos dice
expresar lo que queremos decir.
¿por qué? Porque él mismo, no da
que la palabra tiene la posibilidad
En este sentido, el lenguaje gene-
sentido al texto, tal vez no comprenda
de generar vida (no en sentido
rado por la lectura, y la escucha de la
la lectura y por lo tanto no genera
biológico,
porque
lectura, tienen amplias posibilidades
una intención en los alumnos. Esta
genera comunicación, porque genera
de generar comunicación, de generar
carencia de sentido, se refleja en su
ideas, porque es capaz de crear
acuerdos y de generar vida. Cuando
manera de dar lectura al texto, en su
intersubjetividad entre dos personas.
un padre o una madre se acercan a
situaciones
funcionan
en
de
los
Aquí
interviene
sino
un
factor
filosófico)
cambio,
porque
nunca
MAGISTERIO
23
24
leer con su hijo, se crean vínculos
de vínculos afectivos con los alumnos
vive en un ambiente en el que existan
que rompen las barreras de ese
y en general, en todos los ámbitos de
actos de lectura? La tarea empieza
momento para trascenderlo; la lec-
la escuela, así sucede. La importancia
por los educadores, y no es una tarea
tura, la escucha, el intercambio de
de crear este espacio relacional entre
fácil. Pero es una tarea necesaria que
comentarios, la creación colectiva
maestros y directivos, entre maestro y
debemos emprender de inmediato.
de imágenes, los intercambios de
maestro, y entre maestros y padres de
Todo proyecto de formación de
expresiones corporales se expanden
familia, no ocupa ningún espacio en
lectores debe prever la formación
y abarcan todos los ámbitos de la
los proyectos escolares y tampoco es
alterna de los animadores, de los
vida familiar. Las referencias de la
un motivo de preocupación cotidiana.
promotores y de los profesores,
lectura aparecen constantemente en
Cuestiones como el civismo, los valo-
más no como una obligación, sino
los juegos, al tomar los alimentos, en
res, las habilidades comunicativas, se
con la conciencia de la necesidad
los paseos y, a su vez, generan nuevas
facilitarían mucho si consideramos la
de la lectura como una placentera
experiencias de acercamiento entre
posibilidad de fortalecer los vínculos
forma de propiciar comunicación,
estas personas y en ocasiones incluye
emocionales, a través de las enor-
espacios de relación interpersonal,
también a los demás miembros de la
mes posibilidades que nos brinda la
intersubjetividad entre las personas
familia. La lectura se hace un agradable
lectura.
que conviven cotidianamente. Contri-
hábito familiar, mas no como la
¿Quién no ha sentido erizarse la piel
buyamos con unas cuantas líneas
repetición de un suceso cotidiano,
escuchando un poema, una historia?
diariamente a formar mejores familias
sino como la búsqueda de motivos
¿quién no experimentó las más pro-
y mejores alumnos. Aprendamos a
para relacionarse
con quienes nos
fundas emociones mientras lee una
comunicarnos y a vivir de una forma
rodean, la lectura se convierte en un
novela? ¿por qué no llevar estas emo-
mas grata en una sociedad cada vez
pretexto para convivir y para vivir.
ciones al salón de clases? ¿por qué
más desgastada y más conflictiva.
Más adelante, cuando los chicos ya
no compartir con nuestros alumnos el
Que la lectura, sea un buen pretexto,
son capaces de leer por sí mismos,
placer de reír, sufrir y enamorarse de
un medio para mejorar esta calidad
se nota una convivencia distinta; así
un texto? El problema central para no
de nuestra convivencia y, por tanto,
como se proponen nuevas y más
llevar estas situaciones al aula —entre
nuestra calidad de vida.
complejas
lectura,
otras características—, es la falta de
también se generan nuevos modos
lectura de los profesores, la falta de
de
los
habilidad para presentar estrategias,
pequeños quienes llevan la mano en
la falta de habilidad para comunicar.
los comentarios, son quienes hacen
He tenido la oportunidad de estar en
las propuestas y somos ahora los
contacto con proyectos de diversas
interlocutores quienes escuchamos...
escuelas en lo que se diagnostica
y aprendemos. Aún ya mayores, aún
que el problema central que afecta
alejados, el campo relacional creado
la calidad educativa, es la falta de
por la lectura perdura; toma cuerpo
comprensión lectora. Se expresan
BIBLIOGRAFÍA
en cartas o en correos electrónicos
propuestas para subsanar esta ca-
Duque, Félix. La humana piel de la palabra. Universidad Autónoma de Chapingo. México, 1994.
de quienes están lejos, y la lectura de
rencia, pero desafortunadamente es-
estos documentos sigue generando
tas propuestas están siempre escritas
sensaciones y sentimientos.
en términos de lo que el alumno debe
estrategias
convivencia.
de
Ahora
son
La escuela ha descuidado este
hacer y se olvida lo que el docente
importante aspecto de la lectura. Tal
necesita para “contagiar” y animar a
pareciera que el docente considera más
la lectura ¿Cómo formar lectores si no
valioso el aprendizaje de contenidos
lo somos nosotros mismos? ¿cómo
programáticos, que el establecimiento
acercar al alumno a la lectura si no
O
Ferreiro, Emilia y Margarita Gómez Palacio (compiladoras). Nuevas perspectivas sobre los procesos de lectura y escritura. Siglo XXI editores. 8ª edición. México, 1991. Lerner, Delia. Leer y escribir en la escuela: lo real, lo posible, lo necesario. Fondo de Cultura Económica. México, 2002. Petit, Michéle. Nuevos acercamientos a los jóvenes y la lectura. SEP/Fondo de Cultura Económica. Biblioteca para la Actualización del Maestro. México, 1999. SEP. Español sugerencias para su enseñanza. Primer grado. SEP. México, 1996.
T
LE
RAS y
RAZOS
manuel adrián gutiérrez gutiérrez
Todos nos beneficiamos cuando las artes son parte natural y permanente de la vida, el arte bien enseñado alimenta la creación y estimula el aprecio de sí mismo, es por ello que, un buen maestro puede despertar la sensibilidad en el niño o adulto, lo cual le abrirá nuevos mundos y podrá cambiar su vida. El arte está en todas partes, quien lo recibe lo sabe respirar, uno lo modifica, lo transforma, le da su enfoque para después expresarlo con su propio estilo como lo hace Adrián Gutiérrez Gutiérrez.
Su interés por la pintura, lo lleva a ser autodidacta. Posteriormente ingresa a la Escuela de Bellas Artes de Toluca, en donde estudia el Diplomado en Artes Plásticas con Especialización en Pintura, buscando ampliar sus horizontes visuales, técnicos y conceptuales, así como el encuentro consigo mismo y su propia definición plástica ingresa a los Talleres de la Universidad Autónoma del Estado de México para el estudio de la figura humana durante tres años y conforma un taller con tres 26
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Raramuri Óleo sobre tela 80 X 100 cm
compañeros pintores, expresa en sus obras un estilo exclusivo a través del cual se descubre el lenguaje personal donde ha elegido el camino del Figurativismo adoptando el realismo fantástico como medio de expresión.
Su obra le ha permitido evolucionar hacia nuevas propuestas de la Pintura Mexicana, algunas de corte abstracto, pero la mayoría en un lenguaje realista, interpretativo y simbólico. En 1987 realizó una de sus primeras exposiciones colectivas en el Museo de Numismática, actualmente Museo Felipe Santiago Gutiérrez y a partir de ese año se dieron más exposiciones, la última fue en la Escuela Normal Superior del Estado de México en el XXVIII aniversario de la fundación de esta, donde integró su obra de 17 años; con cuadros que proyectan un oficio depurado con la fineza del mensaje de sus personajes a veces en escalas anímicas bajas y otras de un impacto realista en la sociedad. Entrar en el capítulo de Adrián Gutiérrez representa un episodio difícil de olvidar, por que el tema de la figura humana por su belleza obliga que ante ella, se subordine todo lo demás, sólo aquellos que pintan con esa pasión y entrega pueden dar vida propia a su obra. Una obra expresa la verdad, te elogia o te condena. AGG Serratón Óleo sobre tela 80 X 100 cm
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La vendedora Óleo sobre yute 80 X 100 cm
Pirámide de Quetzalcóatl Óleo sobre tela 80 X 130 cm
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Tequitqui Fotovidriograbado cultural
Enefante Fotovidriograbado 180 X 260 cm 2003
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El mestizaje y la cultura se enlazan a través de la obra artística
ricardo moreno raquira@hotmail.com
de Ricardo Moreno, quien utiliza su creatividad e ingenio al dar inicio en los años 80 a una técnica elaborada a partir de la hibridación del dibujo, la pintura, el vitral, el grabado y la fotografía: el fotovidriograbado.
La reconocida maestra, Blanca Gutiérrez Galindo, de la Academia de San Carlos, ––donde en 2001, Ricardo Moreno realizó sus estudios de maestría en Artes Visuales––, menciona: “El fotovidriograbado es un modo de hacer, que convierte al artista en un fabricante cuya actividad se ubica en las coordenadas espacio temporales de un tiempo histórico que reclama la práctica del arte como táctica, como vehículo para suscitar una reflexión sobre las relaciones entre el arte y poder colonial”.
Reinterpretación 1 Fotovidriograbado 180 X 260 cm 2003
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Como es sabido, la palabra náhuatl tequitqui significa “vasallo” y se utiliza para definir el producto mestizo que aparece en América al interpretar los indígenas las imágenes de una religión importada. El escenario del Tequitqui, transporta a un peregrinar histórico por París, Sevilla y México, que guió a Ricardo a realizar una minuciosa investigación cultural, misma que plasma en una identidad poética por medio del colorido y la historia que poseen sus majestuosos cuadros del siglo XVI.
La obra de Moreno, imprime un sello ético-político de suma importancia, la cual permite transitar entre la plástica tradicional y de vanguardia. Invita a la memoria de lo propio y lo ajeno. Plantea renovación. Es la cultura visual que enraiza presente y pasado de una historia.
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Por los caminos de Antioquía Fotovidriograbado 180 X 260 cm 2003 Reinterpretación 2 Fotovidriograbado 180 X 260 cm 2003
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EXPOSICIONES de Arte de la Universidad Nacional de Bogotá, Colombia, donde inició sus exposiciones este interesante pintor de talla internacional, para continuar años más tarde su peregrinar artístico en exposiciones individuales y colectivas por: Puerto Rico, Francia, Cuba, Bélgica y en México: DF, Puebla, Querétaro, así como en Tabasco. Las puertas de la casa de Jaime Sabines en México, el Montparnasse de París, la UNESCO, la Academia de San Carlos, el Consulado de Colombia en París, la Universidad de Val de Marne y la Galería Saint Germain en Francia, entre otros espacios, constituyen su cotidianidad en el arte de hacer, con obras que alcanzan una intensa fuerza expresiva que hace recordar el trabajo de trazos marcados y de colores cálidos de artistas franceses Fauvistas, particularmente como a Paul Gauguin.
Ricardo Moreno, jovial
y dinámico, innovador y realista, en sus murales enmarca un increíble tejido artesanal.
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Fue a partir de 1984, en el Museo
Pasar al papayo Fotovidriograbado 180 X 260 cm 2003
Estudio de perspectiva Fotovidriograbado 180 X 260 cm 2003
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Poesía consuelo cardona estrada consuelocardonaestrada@yahoo.com.mx
Mi lecho Ruin silencio que abraza mi calma, te empeñas conmigo, te lías a mi espalda.
Consuelo Cardona Estrada (Toluca, Estado de México, 1968) Egresada de la Licenciatura en Diseño Gráfico de la Universidad Autónoma del Estado de México. Ha colaborado como ilustradora y diseñadora de diversas publicaciones de la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado.
Palomas Si despliego mis alas, una a una las plumas me quitas. Si te abrazo, me acerco, te alejas, me esquivas. Si bebo tu aliento, me amarras. Si doy verso a tu boca, del goce me privas. Si gorjeo a tu lado, vuelas a otro nido. Si te amo, te digo, tú te has ido.
Navegando, Consuelo Cardona Estrada, Bolígrafo sobre papel, 27 X 20 cm
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Coincidencia, Consuelo Cardona Estrada, Catálogo de Ilustradores de Publicaciones Infantiles y Juveniles, Bolígrafo sobre papel, 27 X 20 cm
Mariposa Mariposa bailarina, la flor de la pradera te espera. Silenciosa... aguarda sentir tus frágiles alas. ¡Acaricia ya el pétalo! baila con ella. Viaja sigilosa, que el viento insiste danzar con ella. Tu eres libertad, riqueza de un río, enlace de estrellas. Mariposa bailarina, la flor de la pradera te espera. Bodegón, Consuelo Cardona Estrada, Óleo sobre tela, 70 X 90 cm
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héctor popoca gutiérrez
El placer de la lectura
edicioneseducarte@yahoo.com.mx
Héctor Popoca, es Profesor Normalista y Licenciado en Filosofía. Maestro en Estudios Latinoamericanos por la UAEM. Es fundador de la Revista EDUC>ARTE, La Gaceta de Toluca y El Planeta de los Niños. De su obra poética destacan: Por la Luz, Cantología y Sonetos. A través de Ediciones EDUC>ARTE, su programa editorial independiente, ha publicado las biografías de Esteban Nava Rodríguez y Valentín Gómez Farías. Periodista incansable, es colaborador de los diarios El Día y El Financiero.
Me piden que acomode en un soneto el sublime placer de la lectura, y, por tanto, me asalta la premura pues, de pronto, se acaba este cuarteto. Escribir por encargo es tal locura que ni loco se carga con tal reto, pues antes de que acabe otro cuarteto se habrá extinguido la cordura. ¿Qué se puede decir en un terceto, si el placer de leer es infinito y el terceto expira aquí discreto? El candor del Quijote necesito y gozar la lectura del soneto, porque no hay placer más exquisito.
Abraham y el sol, Consuelo Cardona Estrada, Marcador graso, 36 X 22 cm
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reyes romero ramírez istratimeister@gmail.com.
Profesor de lengua francesa en el CELe de la UAEM
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La introducción didáctica del alebrije como imagen alegórica de la literatura fantástica
Testimonio de una sensibilidad literaria compartida ■ Hablando de lectura y de docencia, no es fácil aceptar niveles de reflexión individual y colectiva exasperantes, cuando es muy obvio que ciertos niveles de exasperación no resultan de la reflexión alegórica del mundo circundante. Y por ello, es más difícil poner en imágenes los dogmas del docente que la historia alegórica de la lectura y de su ejercicio cotidiano entre docentes. Si una alegoría funciona como representación simbólica en el discurso fantástico de la literatura, y el discurso pedagógico funciona como reflexión exasperante de la forma literaria del ensayo, no encuentro razón alguna por la cual arte y pedagogía deban encontrarse distanciados en el título del artículo que hoy presento. Para muchos de ustedes, el sentido implícito de saberse lectores presupuestos de la presente introducción no les impedirá aceptar los términos alegóricos ni los niveles de reflexión exasperantes que emplearé para ‘hablar de manera figurada’, hablando en otros términos del otro –y de lo otro– y de lo que parece ajeno a la naturaleza pública de la lectura y la literatura, en comunión con la naturaleza institucional de la docencia.
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La
introducción didáctica del alebrije como imagen alegórica de la literatura fantástica es (y ha sido) sólo un ejercicio de lectura y reflexión exasperante, cuyo propósito inicial pasó de la elaboración de un alebrije al análisis discursivo de la literatura fantástica; para reconocer en ello una más de las aplicaciones didácticas de la expresión plástica, la lectura y la literatura entre niños, adolescentes y adultos. Esta introducción exige un acercamiento obligado al acto de creación que atraviesa la sensibilidad, el pensamiento y los bemoles didácticos (y éthológicos) de cada profesor; en la finalidad de escalar el transcurso de los actos y discursos metafóricos cotidianos, que parecen estar “de más” en su tarea educativa. No sólo se trata de abordar la introducción, historia, orígenes simbólicos, referencias literarias y otros aspectos generales en torno al tema. La cuestión didáctica principal estriba en tener
presente el carácter alegórico, popular, histórico y cotidiano que envuelve al género artístico (y no sólo artesanal) del alebrije; hecho infranqueable que permitiría confrontar la inefable confluencia icónica de toda imagen literaria, propuesta para revisar y enriquecer el index novarum de los actos del aprendizaje. Acercamiento que parte de un acto formal inaugural –institucionalizado– para leer, hacer leer, leer y transmitir “nuevos” saberes, conocimientos y valores de orden individual, particular y universal. Sobre todo si estos últimos se parecen a la falange discursiva de imágenes alegóricas poco aprovechadas en un género literario tan extraordinario, exasperante y formativo.
No se trata de un discurso propio de la argumentación de autoridad dirigida habitualmente a los maestros. Aquí hubo intercambio de opiniones entre los profesores reunidos en múltiples sesiones de taller, que funcionaron para integrar un curso bastante excepcional que puede apartarse un tanto de la norma; pues los modelos tradicionales de la modalidad “curso-taller” ya no son las mejores garantías de la eficiencia y la eficacia entre docentes. Lo que en dicho discurso se expresa (y se expresó) es resultado del conflicto y las contradicciones nacidas al enfrentar el análisis del discurso con el ejercicio profesoral de un éthos contemporáneo, su identidad cultural, la lectura y la imagen alegórica de la literatura universal del género fantástico clásico y contemporáneo; como testimonio particularmente esclarecedor de una sensibilidad compartida entre lectores, docentes y escritores.
¿Qué es un alebrije? ■ Más allá del posible carácter lingüístico del texto, el interés de esta exploración arquetípica de referencias conceptuales cotidianas que son leer, hacer leer, leer y transmitir (por medio del lenguaje y en la escuela) radica en la posibilidad de incluir el análisis del contenido de los elementos semánticos que componen la estructura verbal de la introducción didáctica del alebrije como imagen alegórica de la literatura fantástica. Aunque la reflexión final, el discurso y el sentido institucional que pudiera interpretar el grupo de hipotéticos lectores, no han de ser determinados de una vez y para siempre.
El alebrije no solamente es un objeto que pertenece al mundo externo; es un objeto que forma parte de esa materia a priori de la experiencia interna del objeto (y del sujeto). Pues la materia de las sensaciones que despierta le viene del aparato mental y de la experiencia artística de sus creadores. Motivo por el cual, el sentido didáctico de esta aproximación a las dimensiones espacial y temporal de la literatura fantástica –para la introducción didáctica de los alebrijes en la escuela– viene cargado de una búsqueda simbólica de sentidos y significados de orden éthico –o éthológico– conceptual, semántico y alegórico, a desarrollar en el terreno pedagógico y en la conciencia histórica de ser alumno y ser maestro. Porque así como toda idea es una imagen mental del mundo conocido, que es también una representación mental de algo concreto o abstracto –real o irreal– de dicho mundo; toda imagen es la representación de la figura, la apariencia o las características de algo o de alguien. Sin olvidar que toda alegoría es la representación o expresión de 38
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una idea por medio de varias imágenes, figuras o símbolos con significados adyacentes, el alebrije es la imagen alegórica de una idea que está «de más» en la representación de un ser monstruoso que hace del mundo interno, territorio fértil y grotesco para el cultivo de un subgénero plástico y espeluznante.
Por otra parte, y en la necesidad de confrontar esta breve conceptualización del alebrije con otros elementos discursivos, para su reflexión pedagógica y didáctica, es indispensable acudir a la definición de algunos términos clave del análisis del discurso; dado que ha sido desde esta óptica como se ha diseñado el discurso del presente documento.
Dominique Maingueneau, lingüista francés autor de numerosas obras en torno al tema, dice que el análisis del discurso está considerado como una disciplina lingüística que pretende articular la enunciación con el carácter social del lugar en que se emite. De este modo, tiene que ver con los géneros del discurso contenidos en una obra identificada con los diferentes sectores del espacio social o en los campos discursivos cotidianos, pedagógicos o literarios; cuyos aportes son integrados, finalmente, por este análisis del discurso inminentemente atrapado en la encrucijada de las ciencias humanas. Y por todo ello es la herramienta principal para propiciar el desarrollo de esta introducción didáctica del alebrije como imagen alegórica de la literatura fantástica. Porque todos y cada uno de los elementos –contenidos en el título de este documento– dan cuenta del interés espacio-temporal que define la encrucijada verbal suscitada entre las dimensiones internas y externas de todo profesor; y porque tanto la literatura, como la pedagogía, no podrían existir sin el plus de carácter genérico verbal que le aportan la imagen, las alegorías y la fantasía a la materia literaria interna y externa de la lectura, la docencia y la escritura, en el aula y en la escuela del entorno cotidiano.
En
la literatura fantástica hay un elemento bipolar (positivo y sustantivo), caracterizado como el punto de vacilación del lector –identificado con un personaje de la lectura– ante un acontecimiento extraño. Punto de vacilación que –al igual que el alebrije– será resuelto mediante un retorno a la realidad cotidiana, o atribuyendo el fenómeno experimentado a la imaginación o a la ilusión que ocupa, necesariamente, el tiempo y el espacio de una incertidumbre.
¿Por qué la literatura fantástica es un género literario? ■ Lo que cuenta no es la cantidad de observaciones realizadas a los ejemplos seleccionados, sino la coherencia lógica que se apuesta exclusivamente a la teoría escogida para realizar la observación, desde el lector. Aunque el móvil de una empresa de saber no tiene por qué dictar la forma que ésta habrá de tomar posteriormente... En el campo del arte o de la ciencia, toda obra modifica el conjunto de las
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El móvil de una empresa de saber no tiene por qué dictar la forma que ésta habrá de tomar posteriormente... posibilidades que definen su apariencia discursiva; pues cada nuevo ejemplo viene a modificar la especie a la que pertenece.
Se
puede decir, entonces, que todo estudio de la literatura habrá de participar de este doble movimiento que transita de la obra hacia la literatura (o el género) y de la literatura (o género) hacia la obra misma; pues rechazar la noción de género implicaría la renuncia al lenguaje como tal. Pero el texto literario no mantiene una relación de referencia directa con el Mundo, como a menudo lo hacen las frases del discurso cotidiano; y por ello sólo es representativo de sí mismo. El texto literario, como el Mundo, no representa ninguna verdad externa, aunque pueda suministrar el medio para expresar un número ilimitado de verdades interiores. Y así como el texto literario se significa a sí mismo, porque su significación pasa a ser un elemento de la obra, la significación del alebrije pasaría a ser un elemento plástico del discurso literario. Por eso se propone su creación a partir de la literatura, y no necesariamente a partir de una realidad material o psíquica que, como expresión de sí misma en la literatura, es algo que nunca existe.
Sin embargo, el filósofo, historiador y ensayista búlgaro MAGISTERIO
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y verbales de nueva enunciación social que estén formadas por fenómenos literarios (directamente observables en la realidad) y que se manifiesten al mismo nivel de estos; ya que la simple aplicación del método científico no asegura que la mejor estrategia vaya en la dirección correcta… como si evolucionar hacia el futuro no significara –por definición– tropezar con lo que el matemático y filósofo inglés Bertrand Russell llamó el realismo ingenuo que nos hace suponer que las cosas son lo que parecen.
Tzvetan Todorov propone elaborar una objeción natural a sus propias objeciones, porque el sujeto de la enunciación es el elemento más importante de la obra literaria. De esta manera, y contra la lógica del sentido común, se impone el derecho institucional a conocer las incoherencias lógicas de un lector que busca encontrar un fundamento teórico para la elección de las categorías, porque así lo exige el principio del sistema; aunque se tenga claro que la existencia de un sujeto de la enunciación es la base de la concepción de la obra misma. Por lo cual resulta más o menos evidente que la autonomía de la literatura no tiene por qué resultar impugnada en profundidad, sólo porque existe una especie de fidelidad hacia las concepciones literarias que al lector le son más o menos familiares. En todo caso, se trata de evitar las posibles incoherencias lógicas cotidianas del lector, para recurrir a estructuras lingüísticas
Por eso, la estructura del pensador universitario canadiense Herman Northrop Frye se reduce a una disposición en el tiempo, y también en el espacio. Y en este sentido, habrá que contentarse con la obtención de probabilidades (de pruebas o resultados conseguidos a partir de la estructura y las imágenes propuestas; para comprender la realidad del texto literario), en lugar de manejar certezas e improbabilidades respecto al mismo. Porque, visto así, las estructuras literarias son otros tantos sistemas de reglas rigurosas. Y lo que obedece a sus probabilidades discursivas forma tan sólo parte de sus manifestaciones sociales naturales. Porque la literatura es un lenguaje y porque la lengua no es un stock de palabras, sino un mecanismo de las mismas. Y para comprender ese mecanismo en una obra literaria es suficiente distinguir –al menos– los aspectos verbal, sintáctico y semántico en la misma. El primero reside en las frases concretas que constituyen el texto, y se relaciona con las propiedades del enunciado, así como con los aspectos de la enunciación; aspectos que pueden percibirse en las visiones del autor y en los puntos de vista del lector. El aspecto sintáctico permite dar cuenta de las relaciones que mantienen entre sí las partes de la obra, en tanto relaciones que pueden ser lógicas, temporales o espaciales. Y el aspecto semántico está asociado a los temas del libro; un aspecto del cual se deducen las transformaciones y combinaciones que originan la aparente multitud de temas literarios. Y
aunque se ha pasado por una somera explicación, relativa a la función del realismo ingenuo, esta reflexión busca satisfacer el orden didáctico de las exigencias teóricas y prácticas (empíricas y abstractas) del profesor, como sujeto enunciador o lector de los textos literarios. Ahora bien, si la literatura existe en tanto esfuerzo por decir lo que el lenguaje corriente 40
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¿Cuál es el papel de la imagen y la alegoría en la literatura fantástica? ■ La literatura responde a una necesidad esencial del ser humano; imita, refleja o pinta la realidad y, al mismo tiempo, crea una realidad sui géneris, diferente de la que partió. Muestra el interior del ser humano; causa emoción, agrado o desagrado; genera una significación especial, afectiva; produce tensión y descanso. Propicia el encuentro entre el escritor y el lector y, al mismo tiempo, le posibilita encontrarse a sí mismo, hablar consigo mismo. Permite que el lector no sólo sea un receptor de sus discursos y mensajes, sino que se convierta en un consumidor activo, en un reproductor, en un recreador. La literatura hace uso de la lengua de una manera especial, se desvía de la norma lingüística y llama la atención sobre la lengua y sobre sí misma. La literatura enseña, en la medida en que muestra la realidad y el interior del ser humano; dice más de lo que a primera vista se lee, comunica más de lo que enuncia, y deja abiertas varias posibilidades de lectura e interpretación; posee una pluralidad de valores, voces, sentidos y discursos.
Mario
Rey en su Historia y muestra de la literatura infantil mexicana (2000: pp. 3 y 4) y Todorov en su Introducción a la literatura fantástica (1995: 7-22) invitan a pasar revista a esas dos funciones electivas e intelectivas que ejerce la práctica de la lectura sobre la literatura, y viceversa. Por lo cual no parece estrictamente necesario insistir “de más” en aquellas tareas de comparación e interpretación finales, que forman parte de la –ya también expuesta– función intelectiva inaugurada en el presente de un sujeto que, mientras lee, se convierte a su vez en ‘el que habla’.
En la literatura universal, el carácter de ‘lo fantástico’ no parece tener una explicación realista. Pero no podemos pasar por alto que en ella existen un sentido alegórico y un sentido literal. Por una parte, el peligro de identificación entre el lector y el personaje son tan simétricos e inversos al sentido literal de la realidad puesta a prueba (con elementos racionales), que esos acontecimientos aparentemente sobrenaturales en el terreno literario son muy susceptibles de recibir una explicación del todo racionalizada; para poner en evidencia el carácter simétrico de toda representación del mundo.
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pues, no es posible negar a la literatura su carácter representativo; porque esto implicaría confundir la referencia con el referente. Por una parte, la alegoría y el alebrije contienen elementos representativos que llegan a impactar de frente la realidad con la ficción. Aunque, por otra, no resulta fácil transitar de una fórmula más o menos general a una representación vulgar o estandardizada. Parece como si en la necesidad de representarnos una alegoría hiciera falta siempre –al menos– una imagen. Y en esta medida, la introducción didáctica del alebrije como imagen alegórica de la literatura fantástica tiene que empezar a tomar las palabras también por las palabras, los discursos abordados por los discursos encontrados y los textos emitidos por los textos; mientras se pone en claro, al menos, que las ideas transitan a la luz de la consciencia gracias a las imágenes del mundo conocido, y que las representaciones mentales de ese mundo son expresión de las ideas codificadas por varios signos y un sistema de lenguaje, que es ajeno a los significados adyacentes.
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Así
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no puede decir, porque sólo es posible hablar de lo que hace la literatura haciendo también literatura; acéptese, igualmente, cómo algunas imágenes –y algunos elementos lingüísticos de la literatura fantástica– funcionan cual vértigo cronotópico o elementos que están “de más” para el lector. Por lo que hace falta revelar el sentido alegórico que tiene enunciar ese “de más” de las imágenes que pervierten el sentido real de la naturaleza del texto y del contexto, en un sentido literario.
De hecho, una imagen alegórica no es del todo descriptiva, aunque puede ser leída al nivel de la cadena verbal que constituye por sí misma dada su combinación de ideas, signos, significados y palabras que no incluyen cosa alguna; porque tal lectura podría confundirse con una traducción verbal, elaborada en términos meramente sensoriales. ‘Lo fantástico’ implica necesariamente el recurso a la ficción; sólo puede subsistir –y no existir– en el sentido ad litteram de la ficción en ciernes del mundo que haya alegóricamente provocado.
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como la alegoría expresa MAGISTERIO
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una cosa y significa otra, entonces deviene una proposición que dobla su sentido, a la manera en que han evolucionado los proverbios; pues a nadie le interesa ya pensar en las palabras que comprehende una enunciación por medio de la cual se capta, sin embargo, un sentido perfectamente comprensible.
Volvamos a todo lo que en literatura está “de más” ■ Con Julio Ortega, escritor y catedrático de Brow University, encontramos una reflexión sobre la esperanza que se guarda en esa especie de « aller-retour » que va de la lectura a la literatura, para devolver al hombre la memoria histórica de cada tradición y cada escrito que haya producido. Y por la cual, incluso, podríamos llegar a ser premiados con la ignorancia extrema de una verdad a medias. Así, el propósito de transitar por la estructura lingüística de los textos que pertenecen al género de la fantasía –sea cual fuere su lectura– nos ha llevado a edificar o derrumbar murallas en torno a esos enjambres literarios, que han sido construidos por el raptus momentáneo de un sueño que está “de más”, y de los cuales hubieran hablado Borges y Foucault como si se tratara de auténticos monumentos a la autoridad o a la interpretación verbal de la que disponemos hoy para inspirar el „leit motiv“ de nuestras manos, dispuestas –en este caso– a la representación plástica y externa del alebrije.
Cada
imagen y cada alegoría, escritas o leídas para crear y dar luz a la fantasía de un texto, fueron elegidas e impresas como parte de una aventura cotidiana para representar, acercar e interpretar el acto intelectual de aproximación utópica a nuevos mundos; a condición de ser toda vez representados en su forma más extraña. Porque en este afán por la escritura –y por el acto de representar nuevas constantes literarias– no se trata de sentirse sojuzgado por sistemas de saber puestos a prueba en el vacío, sino de exigir un bien intelectual de interpretación a cada elemento interpretado; así como también de no imponer un consuelo de representaciones rebuscadas al abandono verbal de escritores y lectores, ni al gesto de leer… o al texto mismo. Al hablar de literatura y fantasía todo el acto de hablar es un misterio, porque se descubre que tanto en la vida, como en lo escrito sobre ella, todo el pasado viene a trastocar las nociones temporales y espaciales del pasado, del presente y del futuro. Y si todo es un misterio, como también lo escribe el periodista cultural Nahum Torres, entonces los misterios mismos encuentran maneras diferentes para hacerse oír, para hablar también de la vida de lo escrito. Las realidades sostenibles que producen el saber de la realidad –en lo cotidiano– hacen frente a esos sistemas de saber puestos a prueba en el vacío de una utopía sin ficciones. Porque los sueños y los recuerdos forman parte de esas realidades non vacías que sostienen la existencia de la vida y de la muerte, como fronteras de convergencia para el encuentro de experiencias, ilusiones y mentiras. Porque el vacío funciona como un estimulante para poner en marcha el móvil de los actos más radicales de un entorno educativo, donde siempre hay algo qué decir sin perder el sentido original de la convivencia humana. Y porque el mundo no está hecho 42
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especie de vertiginosa hipnosis, respecto a todos los símbolos que están “de más”para representar las imágenes y las alegorías de la vida. Pero lo relevante de este asunto es reconocer la importancia de los excesos verbales cometidos por los actos y discursos que están “de más”, ya sea en el panorama literario o en la representación plástica de una idea del género fantástico. Y para ello, lo indispensable es evitar esa tendencia a desechar todo ‘eso’ que aparentemente está “de más”… Leyendo –por ejemplo– el capítulo XVIII de La historia interminable, de Michael Ende, encontramos como título, el nombre de una voz sin nombre u onomatopeya que hace referencia a la especie de seres conocidos como los Ayayai… ¿Y qué importa si los pensamientos de Bastián Baltasar Bux estaban o no en otra parte, cuando inicia el narrador a continuar la historia si, al final, todo lector atento se dará cuenta de que sí importa, y mucho? Es muy posible que tanto en los grandes hechos como en aquellos que parecen nimios a la historia que se cuenta con las palabras que están “de más”, así como también en los actos y discursos del presente, se esconde la posibilidad de entender e interpretar el análisis discursivo de cuanto “de más” aparezca por ahí (para intentar encubrirlo o desvelar su todo), dado el carácter colateral que parece presentar dicho análisis añadido o periférico.
¿Podría
ser que el “de más” sea o represente una suerte de vértigo cronotópico en la contundente expresión periférica interior de quien habla o actúa? ¿Algo así como la confesión –inconsciente– de su verdad profunda?... Para María Teresa Priego, hablar “de más“ cita el exceso o la sobredosis de lo aparentemente innecesario; a menos que ese “de más” le sea estrictamente indispensable al que habla, o al discurso. Y sólo por ello ese “de más” es en sí mismo todo un lenguaje a descifrar; pues los ‘decires’ y los actos verbales necesarios son susceptibles también de ser racionalizados, al menos de una manera aproximada, sin importar cuan profunda pudiera parecer la dependencia entre ‘el que habla’ y su discurso. De ahí que, frente al género fantástico de la literatura y frente a los alebrijes, ‘lo lógico’ y ‘lo necesario’ dejen de ser un producto de la causalidad que se pretende consciente, mientras somos capaces de generar y enunciar alrededor suyo todo un discurso que se sostenga y nos permita vivir o dormir e incluso –¿por qué no?– morir tranquilos. ¿Pero qué decir “de más” cuando el exceso es ya una característica –consciente e inconsciente– de la fantasía revelada, toda vez que se presenta el fenómeno espectacular del alebrije? ¿Se trata, acaso, de despertar esa especie de vértigo cronotópico o catatonia espacio-temporal sufrida ante códigos churriguerescos, oscuros, crípticos y resbaladizos de lo inminentemente innecesario?
Parece como si ‘lo incontrolable’ de la racionalidad de lo inminentemente necesario –en un discurso– cumpliera el rol de factor de enunciación verbal también incontrolable, por la parte del que habla; ya que le resulta, a la vez, algo inmanente. Como si todo aquello que no se hubiera aún domesticado (en el análisis de la literatura) pudiera escapar a coletazos de la fuente original; sacando a flote galeones y fantasmas –de análisis discursivo– que navegarán por mares fascinantes, fértiles y turbulentos; pero que son la suma espacial de astrolabios,
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En este sentido, la literatura fantástica y los alebrijes deambulan por una
sextantes y verdades temporales. Y si todo aquello que nos dice el alebrije apareció “de más” (imagen tras imagen) entonces el sadismo y la tortura que ha sufrido el inconsciente se imponen a la ternura que espera la consciencia del lector, mientras lee. Porque el alebrije sólo nos deja una palabra que excluye a la racionalidad del texto. Una racionalidad solitaria de múltiples simbolismos conducidos por el carácter onomatopéyico de la voz de un animal sin nombre, que habita y escampea la profundidad del inconsciente, de lo humano y de la apoteosis alegórica de lo que es humano, y que los hombres dieron en llamar «la fantasía».
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de coincidencias, sino de interpretaciones simbólicas y actos verbales bien representados (de dichas coincidencias), con el alto grado de inmediatez ética que exige el hombre al limitado ejercicio de vivir la vida ‘de continuo’, como si se tratara de una actitud extrema para vivir siempre la aventura cotidiana de la vida.
Así
pues, sin actitudes arriesgadas como ésta, no podremos acudir al umbral del llano de los alebrijes, a la hora en que se despiertan las tinieblas y los fantasmas se parecen a la luz. Prefiero invitarles a caer en el abismo de cimas y profundidades escarpadas, sin la lechosa conciencia del arriba... sin abajo; donde el espacio sea territorio para engañar la visión del inconsciente personal y colectivo; y donde el cenit de los espejos no tenga una forma que podamos recordar bajo un eclipse total de luna nueva. En ese sitio hallaremos un lugar de seres fantasmales, y encontraremos espacios escalados, para calcular las sensaciones dispersas entre un momento determinado y las fronteras que definen escalas de sombras, ángulos ficticios y valores literarios encontrados. Y aunque no hay un principio ni un final en la dimensión espacial de aquel destino, el momento de partir puede empezar aquí y ahora; porque todas las vías vienen o parecen provenir de algún lugar. Así que podemos ir tras él, a pesar del vaciamiento total de los fluidos corporales, MAGISTERIO
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en busca del soberano corpus redactado que nunca tuvo ni tendrá la propiedad de un nombre anónimo para cada imagen perseguida por los precursores de un lenguaje, mientras pueda ser reconocido aún entre las lenguas de diamante sofocadas por la exasperación y su cansancio, ante una ventana abierta al occidente del llano en llamas que se extenderá justo al divisar en dicho corpus su sentido, en el umbral de la literatura.
De
esa manera, y para allanar la dimensión didáctica del alebrije, se partirá por simas literarias que han sido sepultadas por la razón institucional o el olvido negligente del maestro. La idea es explorar y registrar algunas dimensiones cronotópicas del género fantástico de la literatura universal. Porque en ellas, y en cada imagen non vulgar, el vagabundo de la plástica escolar podría encontrar una materia capaz de revelarle un nuevo acto de pensar en la resurrección intelectual. Ya que, otras veces arcilla agonizante, este acto alegórico (o discurso inaugural del alebrije literario) tiende a consumarse en el cartón inerte que puede revivir entre sus manos, en la intención confabularia de hacer hablar a un inconsciente atrapado por el sentido primitivo de querer otorgar un nombre a cada cosa; en la intención confabularia de dar palabras al perenne movimiento del espacio discursivo de contar, a la manera de un Linares. Aunque –por otra parte– el señor Pedro Linares, creador de los alebrijes, no conocía en realidad a estas criaturas. Sólo que ellas se propusieron dar un salto hacia el mundo de los hombres que están dispuestos a escuchar y recibir, con la exasperación y la paciencia de quien supo hablarles y responder a su llamado, cuando en lugar del nombre de la luz le gritaron ¡alebrijeeeeeee...! 44
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Descenderemos entonces a escaladas delirantes y amplificados tropezones, por pendientes pronunciadas y huecos verbales de imposible enunciación del Más Allá, para entrar como se entra en casa y tendernos catalépticamente en el lecho literario de espeluznantes sueños ya confabulados y fablados, que dejarán asomar al « monstre sacré » del inconsciente personal (que todos llevamos dentro), hacia el límite grotesco que existe entre los señuelos de la vida y de la muerte.
BIBLIOGRAFÍA
OTRAS REFERENCIAS
Barthes, Roland. Le plaisir du texte. Éditions du Seuil. Paris. 1973. (s.p.i.)
Alebrijes Mágicos (sin autor). En: Ideas para tu hogar. (Directora: Larisa Curiel Esponda) Revista mensual de Editorial América, S. A. Febrero de 1998. p. 4.
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referencia de obra plástica
Los alebrijes de las pp. 37, 38, 40, 41 y 42 son obra plástica de Yasmín Cadena Carrasco (yasmincadena@yahoo.com.mx) y el alebrije ubicado en la parte superior izquierda de la p. 40 es creación de Reyes Romero Ramírez.
Entrevista con el
m tr tro . e ugenio m artínez g utiérre utiérrez Jefe de la Unidad de Apoyo a la Educación Básica y Normal
“... la lectura se convierte en una formación del espíritu, de la conciencia, de la personalidad...”
Magisterio: ¿Qué es el Programa Estatal de Lectura? Mtro. Eugenio: El Programa Estatal de Lectura “Leer para Crecer” es un programa que nace como una iniciativa del Gobernador Enrique Peña Nieto, con la intención de fomentar el hábito de la lectura entre los alumnos, docentes, padres de familia y población en general, es por ello que la Secretaría de Educación se dio a la tarea de integrar este programa en que intervienen los diferentes niveles e instancias del sector educativo.
Magisterio: Los propósitos del programa ¿son hacer que el niño lea? o ¿cuáles serían? Mtro. Eugenio: Destacan tres grandes propósitos: Primero, promover actividades orientadas a mejorar los hábitos lectores de los alumnos y maestros del Sistema Educativo Estatal, motivando a los padres de familia para que lean y compartan la lectura en familia. Otro propósito es, fortalecer las bibliotecas de aula y bibliotecas escolares que se encuentran en el Nivel Básico, así como reforzar la función de las bibliotecas y espacios de interacción lectora para promover una cultura de aprecio por la lectura. Y MAGISTERIO
45
por último, no menos importante, difundir a través de los
Magisterio: ¿Cuál es la relación con el Programa Nacional
medios masivos de comunicación, las acciones orientadas
de Lectura?
a la formación de lectores. Mtro. Eugenio: El Programa Nacional de Lectura da apertura para que cada entidad federativa, desarrolle
Magisterio: ¿Cuales son las estrategias a utilizar para
en función de su propia dinámica social y necesidades,
lograr los propósitos mencionados?
estrategias específicas, independientemente de las directrices, y compromisos que se tienen que cumplir en el
Mtro. Eugenio: La Unidad de Apoyo a la Educación
propio Programa Nacional, de tal manera que “Leer para
Básica y Normal, como ustedes saben, tiene la respon-
Crecer”, pretende convertirse en un programa que atienda
sabilidad de coordinar en la Entidad los Programas
las necesidades propias de los niveles y subsistemas en la
Federales que emanan de la Secretaría de Educación
entidad, que de un seguimiento puntual, que pueda valorar
Pública, la Unidad los coordina con los Subsistemas Estatal
y promover inclusive, un mayor número de acciones en
y Federalizado quienes operan en sí los programas, tal
este ámbito.
es el caso del Programa Nacional de Lectura (PNL), con
Por otro lado, el PNL esta enfocado a Educación Básica
el cual el Programa Estatal de Lectura “Leer para Crecer”
y es ahí donde se conjugan los esfuerzos para reforzar y
comparte objetivos. La diferencia o los matices que va a
fortalecer los hábitos lectores en los estudiantes.
tener este programa, es que no solamente abarcará el Nivel de Educación Básica, sino que en breve, en corto-mediano plazo, también se habrán de involucrar los Niveles Medio
Magisterio: Al terminar el sexenio federal, el Programa
Superior y Superior.
Nacional de Lectura ¿también termina?
Serán ellos los que formulen sus propios programas, con base en las líneas generales de acción que han sido
Mtro. Eugenio: No. Hay que recordar que el Programa
trazadas, entre las que podemos señalar: el diseño y
Nacional de Lectura con diferentes denominaciones,
operación de estrategias pedagógicas que fomenten
ha venido operando desde hace más de una década.
los hábitos de lectura, la capacitación de equipos
Recordemos el Programa Rincones de Lectura y los
técnicos, a docentes, directivos, supervisores, asesores,
famosos Libros del Rincón, sólo por mencionar algún tema
acompañantes, responsables de bibliotecas y salas
y que viene derivando ¿no? Hoy son Bibliotecas de aula, se
de lectura, a través de cursos, talleres, conferencias,
trata de programas que difícilmente –consideramos– van a
encuentros y asesorías, la selección de acervos por nivel
concluir; existe la posibilidad de que en otra administración
educativo para fortalecer la formación de lectores, así
tenga diferente nombre, pero sin lugar a dudas la
como promover el acercamiento y aprovechamiento de los
necesidad de dotar más Bibliotecas de aula, Bibliotecas
recursos bibliográficos y espacios de interacción lectora
escolares y de reforzar este programa, garantiza su
disponibles para el fomento de la lectura, la difusión de
continuidad. Ciertamente habrá otras especificaciones,
acciones de iniciativas publicas y privadas a la promoción
algunos replanteamientos pero en sí, todos reconocemos
de la lectura y la valoración de la palabra escrita a través de
que los problemas de lectura o matemáticas en educación
los medios de comunicación.
básica, desafortunadamente seguirán presentes y a las
La Unidad tendrá a su cargo la coordinación, el enlace,
autoridades les interesa resolverlos.
la comunicación y recepcionará los datos, porque tendrá el control de la información de lo que se lleva a cabo en los diferentes niveles e instancias. De igual manera
Magisterio: ¿Cuál es la participación de los docentes en
se tiene contemplado el contar con un diagnóstico que
este programa?
permita conocer las necesidades formativas con respecto a la lectura, el seguimiento y evaluación de los alcances y logros del programa. 46
O
Mto. Eugenio: Vamos a hablar de los docentes en diferentes papeles, en diferentes momentos; hablemos
primero del docente que trabaja en el aula, en un grado
mecanismos para que ese material sea leído, propiciar
determinado en cualquier escuela, aquí su papel será
que los estudiantes vayan más a bibliotecas, y que éstas
fundamental para aprovechar al máximo la Biblioteca de aula
permitan la salida de los textos para su consulta en casa,
que tiene en su salón de clase; necesitamos capacitarlo, se
así como fomentar una cultura de respeto hacia los libros.
requiere que el docente reconozca el apoyo, la utilidad del
También es importante señalar que en todos los Centros
libro en su salón de clases, necesitamos que el director
de Maestros existen las Bibliotecas de Actualización del
de la escuela aproveche al máximo la Biblioteca escolar,
Magisterio que son colecciones de libros especializadas
y que los estudiantes normalistas conozcan, utilicen los
en la formación continua de los docentes. En las escuelas
materiales de ambas bibliotecas en su trabajo académico
de Educación Media superior, se cuenta con un primer
y posteriormente en su desempeño profesional, en su
paquete de libros que debe utilizarse al máximo.
quehacer docente. El éxito del Programa Estatal de Lectura, dependerá de la participación directa y comprometida con la que se caracterizan los docentes, directores escolares,
Magisterio: ¿Cuáles serán los mecanismos para el
supervisores, equipos técnicos y padres de familia, pero
seguimiento y evaluación del programa?
sobre todo y recalco la función de los docentes es vital, el cómo lo reciban, de cómo lo valoren, de cómo lo trabajen,
Mto. Eugenio: Cada uno de los niveles educativos diseñó
de cómo reconozcan las bondades que puede ofertar y que
y desarrolló de manera general algunos de los aspectos
obviamente nos ayuden a detectar sus debilidades y sus
a considerar en su evaluación, diseñaron una serie de
limitaciones para mejorarlo.
estrategias, y algunos indicadores para evaluar, nos interesa no solamente el poder constatar el cumplimiento de la serie de acciones que cada uno de los diferentes niveles
Magisterio: ¿Cómo se allegarán de libros las escuelas?
se propuso, sino fundamentalmente medir el impacto, para lo cual trabajaremos muy de cerca con los maestros los
Mtro. Eugenio: Por lo que corresponde a nivel básico
aspectos cualitativos, se tienen ya más o menos claros los
prácticamente está resuelto el problema, a través, preci-
aspectos cuantitativos: visitas, número de libros leídos,
samente del Programa Nacional de Lectura. La SEP dota de
acciones, en fin, pero viene la gran tarea: ¿cómo medir
Bibliotecas de aula y Bibliotecas escolares, al 95%–97% de
las acciones a nivel cualitativo? La calidad, la comprensión
las escuelas del Estado. Hay desde la pequeña Biblioteca
lectora, la capacidad del estudiante para entender ¿cómo
de aula, la cual puede contar con 15 libros mínimo, hasta
forma su propio juicio, sus propios criterios, etc, son tareas
bibliotecas con 45 ó 60 títulos. Solamente un porcentaje
inherentes al desarrollo del propio programa.
mínimo de aulas en el Subsistema Educativo Estatal estarían por recibir las colecciones de libros, hablamos de las nuevas escuelas.
Magisterio: ¿Qué es el árbol lector?
Es importante vislumbrar un acervo de 12 millones de libros para todo el Estado, una cantidad nada despreciable,
Mtro. Eugenio: Es una estrategia que se implementará
si se considera que estos libros son para atender a la
en Educación Básica, los maestros tienen ya experiencia,
población escolar de todos los niveles educativos y sin
no estamos inventando nada nuevo; los docentes diseñan
contar las bibliotecas de instituciones privadas. Este
una serie de estrategias, con base en ideas pedagógicas
acervo bibliográfico, se construyó con el paso de los años,
propias, para fomentar la lectura. En algunas escuelas
inclusive como una crítica constructiva, reconocemos
observamos que utilizaban como figura alegórica un árbol
que sus libros están insuficientemente aprovechados,
del cual colgaban manzanas o en el que posaban aves,
hay textos que en un año, quizá se consultaron dos
mismas que representaban al alumno que había leído “x”
veces, a lo sumo. Las Escuelas Normales cuentan con
número de libros. Se tomó esta idea y se consideró como
materiales verdaderamente ricos en todos los sentidos,
una figura adecuada para el programa. El árbol lector, será
el docente ha de buscar como aprovecharlos, encontrar
una estrategia a utilizar en todas las escuelas primarias MAGISTERIO
47
y jardines de niños del Estado, cada árbol lector tendrá
uno o dos libros, que nos permitirá comparar si fue alta o
cuatro tipos de manzanas –blancas, verdes, amarillas y
baja, vamos a realizar mediciones, no se lee por fuerza, es
rojas–-, en función del número de libros que vaya leyendo
importante concienciar a nuestros docentes; el hábito de
el estudiante cambiará la manzana, esto es una especie
leer tiene que ser voluntario, de otra manera el resultado
de premio, la cual permite que en el salón de clases los
será el que ya se tiene: un rechazo hacia la lectura. Se
alumnos identifiquen quien es el alumno o los alumnos que
trata de incentivar la lectura y la ficha, puede proporcionar
leen más, es una estrategia muy sencilla, insisto, producto
elementos para detectar qué se está leyendo, cómo se está
de la creatividad de los docentes.
leyendo, en dónde están nuestros problemas, entre otros
Otra idea interesante en la que ha insistido el Secretario
datos. Adicionalmente se pretende generar comunidades
de Educación, es la ficha “A compartir mi Lectura”, que
lectoras entre docentes, padres de familia y sociedad en
es un instrumento que permite además de contar con
general
elementos cuantitativos, convertirse en la evidencia de que se ha leído, la ficha contendrá datos con los cuales podremos valorar el trabajo que el niño realizó frente a los
Magisterio: ¿Qué es la lectura para usted Maestro
textos, si los entendió, si fue capaz de formular una opinión,
Eugenio?
de emitir algún dictamen, entonces la ficha proporcionará elementos cualitativos acerca del trabajo de lectura que realiza el estudiante.
Mtro. Eugenio: Más allá del propio programa, me queda clarísimo, que es a través de la lectura, como a lo largo de tu propio proceso te vas a formar, o sea, la lectura te permite no solamente acercarte a información,
Magisterio: ¿Cuál es el panorama lector que se
no solamente acercarte a conocimiento, sino que es la
vislumbra?
mejor manera para apropiarse de cultura, de valores, de un sinnúmero de saberes. Me parece que la lectura, se
Mtro. Eugenio: El programa se dividió en cuatro etapas:
convierte en una formación de tu espíritu, de la conciencia,
fomentar la lectura en invierno, primavera, verano y otoño.
de la personalidad, algunas veces hay conocimientos
Como todo programa, debe tener algún nivel de medición
muy abstractos, áridos, y a través de la literatura, puedes
cuantitativo, no lo podemos obviar, pero tampoco quiero
acceder a ellos y tener un conocimiento no diría más fácil,
decir que estemos empeñados en el número, hay todo un
sino más placentero. Gusto de la historia, a veces aprendo
debate de, acerca de, si es factible precisar un número
más de una novela que de un libro de historia, el libro puede
como 5, 10, 15, lo cual no nos dice mucho. Si hay que partir
ser demasiado técnico, mientras que puedes encontrar en
de algún referente, entonces se piensa en una temporada,
una novela emoción. Para aprender sobre la época del
en este caso una estación del año, se quiere que un niño,
caudillismo en México, por ejemplo, hay libros
un estudiante pueda leer al menos entre uno o dos libros,
que son necesarios, pero ¡Cómo aprendes al
así, a grosso modo puede sonar un poco arbitrario, sin
leer “La Sombra del Caudillo”! de Martín Luis
embargo , es algo razonable que estuvimos analizando,
Guzmán, por citar un caso.
y el resultado será un número significativo, hablamos de
La lectura se vuelve parte de ti, de tu propia vida,
casi 5 millones y medio de libros que se puedan leer por
es algo que requieres, que te gusta, no lo tienes
temporada, pero el reto no es el número en sí, tanto como
que hacer por obligación, al leer descansas, es
la calidad y el tipo de lectura. Sabemos que si tenemos
una manera de descansar aprendiendo, porque en
una buena lectura, vamos a resolver muchos de nuestros
cada libro siempre vas a encontrar una enseñanza,
problemas.
siempre aprendemos algo nuevo.
Es importante poner una meta, no se trata de leer por leer, o de establecer un número de manera arbitraria, sino ser conscientes de lo que puede leer un niño. Reconozcamos como punto de referencia esta aproximación de entre 48
O
Efectos de la tecnología en la lectura Mario Gutiérrez Popoca popoca53@yahoo.com.mx
introducción
E
n el presente documento se argumenta que los avances en las tecnologías de información y comunicación (TIC) han producido efectos negativos en el gusto
por la lectura en las generaciones jóvenes, debido a que les resulta más atractivo interaccionar con los modernos medios audiovisuales que con un texto escrito en soporte de papel. Esto quiere decir que a un niño o joven, le resulta más atrayente ver la televisión o usar una computadora que leer un libro, pero no siempre fue así, este fenómeno es nuevo y resulta interesante analizarlo para poder encontrar explicaciones que sirvan
MAGISTERIO
49
para estimular y conservar la lectura
de todo el mundo lo valoran como
deben seguir aferradas a los viejos
de libros.
fuente de conocimiento y saber.
modelos, entre los que se encuentra
El libro impreso marcó y transformó
Resulta difícil pensar que este para-
la lectura tradicional de libros, o es
las sociedades, posibilitó el acceso
digma está en vías de desaparecer
conveniente pensar en el estudio y
a la información y conservó el co-
y que es necesario preparar a las
aprovechamiento de los nuevos re-
nocimiento
pasadas.
nuevas generaciones para el uso de
cursos. Estas interrogantes pueden
públicas
otras formas de conservar y trasmitir
sonar ociosas para las escuelas ru-
la cultura.
rales que difícilmente cuentan con
Las
de
primeras
épocas bibliotecas
y privadas se consideraron como centros de conocimiento. Quienes
Junto con las computadoras, sur-
lo indispensable para la actividad
sabían leer recurrían al texto escrito
gieron nuevos conceptos relaciona-
educativa, pero la radio y la televisión
para demostrar, “sin lugar a dudas”
dos con la información, tales como:
están presentes en un alto porcentaje
que eran dueños de la verdad. Las
hipertexto,
interactiva
de los hogares, compitiendo con la
discusiones se resolvían cuando al-
y realidad virtual que son formatos
escuela y acaparando la atención de
guien probaba que lo que decía estaba
modernos que ahora ofrecen los ade-
los alumnos.
escrito en un libro. La letra impresa era
lantos tecnológicos.
Aunque se afirma que el libro
respetada y temida universalmente.
La “tercera ola” representada por la
está en vías de desaparecer, esto no
En algunos casos este temor llevó a
era de la informática y la comunicación
sucederá de la noche a la mañana,
quemas masivas de obras escritas,
global, pronosticada por Alvin Toffler
todo será parte de un proceso que
para evitar que el pueblo se enterara
(1990), está produciendo importantes
ya se empieza a percibir. Basta con
de ideas que atentaban con el orden
cambios en las sociedades actuales,
decir que ya existen miles de obras
establecido. Estos hechos fueron co-
muchos de los cuales todavía no se
disponibles en discos compactos co-
munes en la Edad Media.
perciben o evalúan.
mo enciclopedias que caben en uno
En la actualidad el libro todavía
Ahora es tiempo de que las institu-
o dos discos y se pueden consultar
en
ciones educativas, sobre todo las de
de una manera más rápida que los
materia de información, las escuelas
educación básica, se pregunten si
volúmenes de papel.
conserva
50
multimedia
O
un
estatus
elevado
También es necesario aclarar que la
a una lógica lineal de organización
lectura de textos. Cuando el principal
lectura en su esencia, se mantendrá
pensada por el autor y que físicamente
objetivo de un sujeto poco habituado
presente mientras exista el lenguaje
no puede ser alterada por los lectores.
a la lectura es el entretenimiento,
alfabético sin importar si su soporte
Esto es uno de los aspectos que los
hojear un libro ilustrado resulta más
material es papel, plástico o la pantalla
medios modernos de presentación y
atractivo. Esto puede deberse a que
de una computadora, lo que está
organización de texto pretenden haber
la lectura de textos requiere mayor
modificándose de manera acelerada
superado.
concentración para cobrar sentido en
es la forma de presentar el texto y acceder a la información.
No obstante las limitaciones que ahora empiezan a percibirse en relación con el libro, en las escuelas es
El libro impreso El libro, como lo conocemos ahora, es un conjunto de hojas de papel debidamente
encuadernadas,
que
constituyen una unidad independiente para distinguirse de publicaciones periódicas como revistas o diarios. Los libros son objetos portátiles, relativamente duraderos, con texto impreso. Se dice con toda razón que sin el libro, los seres humanos no habrían alcanzado el progreso científico y tecnológico de la civilización actual, porque éste permitió la acumulación y trasmisión de los conocimientos del pasado y posibilitó al ser humano el aprendizaje autónomo y sistemático. Hasta antes del libro impreso, todo se conocía de oídas. El conocimiento no tenía un soporte material fiable y no podía viajar a lugares lejanos sin ser alterado. La forma de organizar el libro tiene sus antecedentes en el Renacimiento cuando se hizo una tradición que cada libro tuviera una página de título, un prólogo o introducción antes del contenido. Posteriormente se agregaron apartados como el índice de contenidos, la lista de ilustraciones, las notas explicativas, la bibliografía y los anexos. Todo esto se integró a un formato que persiste desde hace cientos de años. Los libros responden
el cerebro del lector que la observación de imágenes. Si
nos
preguntamos
qué
fue
uno de los mejores recursos para el
primero: la imagen o el texto, la
aprendizaje. Se encuentra en biblio-
respuesta es la imagen. Los seres
tecas y hogares a la disposición de
humanos podían darle significado a
los estudiantes y los maestros lo
lo que percibían sus ojos, antes de
usan como objeto básico para sus
inventar el lenguaje hablado o escrito.
prácticas educativas; se le conside-
Sus primeros intentos de conservar
ra el medio más importante para la
información fueron mediante dibujos
conservación y trasmisión de cono-
en rocas. El lenguaje escrito mediante
cimiento, enseñanzas y experiencias
signos alfabéticos es una invención
de la actualidad.
muy reciente en la historia de los
El texto, de apariencia fría y mo-
seres humanos. Esto se refleja en
nótona, se acompañó desde un prin-
el desarrollo intelectual de los niños
cipio de algún tipo de adorno con la
quienes desde sus primeros años son
finalidad de hacer más agradable la
capaces de reconocer por si solos
lectura o más estética la presentación.
objetos, personas o cosas, pero se
Algunos libros elaborados por monjes
les tiene que enseñar a leer y escribir,
en la Edad Media, estaban escritos
porque esta actividad requiere el
con letras profusamente adornadas
aprendizaje
y márgenes con dibujos alegóricos
boradas por el hombre para darle
y decorativos. Con la invención de
un significado a los signos escritos.
los grabados en metal fue posible
Recuperar el lenguaje hablado a partir
incluir ilustraciones y fotografías en
de letras impresas, implica diversos
los libros, la imagen empezó a ser
procesos mentales que ahora pueden
parte de los libros. Algunos artistas le
resultar tediosos para los jóvenes
dieron mayor importancia a la imagen
lectores, sobre todo si saben que
que al texto y elaboraron libros don-
existen otros medios informativos que
de la imagen es la protagonista. Los
les reclaman menos esfuerzo.
libros ilustrados que ahora cuentan con
coloridas
fotografías
de
convenciones
ela-
El texto escrito se inventó para
resultan
auxiliar a la memoria del hombre. A
del agrado de muchas personas
partir de la lectura se puede recordar
que gustan de hojear sus páginas,
el lenguaje hablado con un buen nivel
pero que no se molestan en leer los
de precisión, pero en muchos casos
textos. La imagen que para los chinos
esto no fue suficiente y el texto se
dice más que mil palabras, puede ser
acompañó de ilustraciones. Con la
uno de los primeros enemigos de la
invención de la cámara fotográfica y MAGISTERIO
51
diversas técnicas de diseño gráfico,
una nota al margen, al final del libro
mecanizada de forma que puede
la imagen empezó a ser la compañera
o un pie de página, ya generaba los
ser consultada con alta velocidad
del texto escrito. Esto representa un
principios del hipertexto. Cuando se
y
avance en materia de información,
establece una relación o liga entre
afirmaba que los seres humanos es-
pero representa también un distractor
dos o más textos se produce un hiper-
tamos excesivamente influidos por
para el lector principiante.
texto. La lectura de un libro que tiene
el paradigma secuencial del libro
En síntesis, el libro impreso es un
citas o pies de página nos hace ir y ve-
impreso en donde el autor traza una
medio para conservar y recuperar
nir de un texto a otro, de esta manera
ruta fija de la cual no puede escapar
información que se basa fundamental-
la lectura de libros impresos no es una
el lector. Ahora la nueva “metáfora del
mente en el sentido de la vista. En
actividad totalmente lineal. La ruta
texto es la red”,3 representada como
su formato de hojas de papel puede
de lectura varía con cada llamada. En
una telaraña a la que se puede ingresar
contener texto e imagen. A partir de
los libros, los textos complementarios
desde múltiples puntos, se ramifica y
estos dos elementos los usuarios de
que se agregan al final o al pie de
crece de manera infinita.
libros están en posibilidad de obtener
página pueden ser precisiones de
La mayoría de las enciclopedias
información y entretenimiento. Entre
interés sólo para algunos lectores, sin
virtuales, manejan el hipertexto y los
las principales limitaciones del libro
embargo, la idea de relación que se
nuevos lectores se adentran en el
tradicional está la imposibilidad de
establece entre el texto principal y los
contenido sin saber en qué parte de
producir
textos complementarios, es la base de
la obra se encuentran, “navegan” por
construcción del hipertexto.
la red de información de una manera
sonidos
y
mostrar
imá-
genes animadas. Estas limitaciones se están resolviendo a partir de las
La creación del término hipertexto
nuevas tecnologías de información y
se le atribuye a Theodor Nelson quien
comunicación que se describirán más
explica:
Vannevar
libre sin tener un itinerario fijo. Los defensores del hipertexto sesibilidad de saltar, hacer surf o zapping4
El hipertexto Entre los conceptos nuevos que afectan a la lectura de libros en papel, está el hipertexto, el cual requiere una práctica diferente de lectura que bien podría llamarse hiperlectura. El hipertexto empieza a emplearse
Con «hipertexto», me refiero
entre diversos textos conectados,
a una escritura no secuencial,
elegir centros de atención y desviarse
a un texto que bifurca, que
hacia nuevos intereses cada vez que
permite que el lector elija y que
se quiera. La posibilidad de saltar
se lea mejor en una pantalla
de un texto a otro o de un canal de
interactiva. De acuerdo con
televisión a otro y asimilar o aprender
la
trata
del recorrido, es una nueva forma de
de una serie de bloques de
manejar y captar información, distinta
texto conectados entre sí por
a la que permite el libro impreso.
noción
popular,
se
nexos, que forman diferentes
con el uso de las computadoras. En
itinerarios para el usuario.1
este contexto surgen algunas pre-
mación y la lectura, no están siendo Aunque el término hipertexto fue
dónde se encuentra? ¿qué ventajas tiene en relación con el texto impreso en papel? ¿cómo afecta a la forma de
construido por Theodor Nelson en 1965, la idea de un texto de relaciones múltiples fue propuesta por Vannevar
leer? Si bien el término hipertexto es relativamente nuevo, sus bases son tan antiguas como el texto mismo. Desde que un escritor decidió hacer aclaraciones de algún aspecto de su escrito y lo colocó por separado en
Los nuevos paradigmas y conceptos relacionados con el texto, la infor-
guntas: ¿Qué es? ¿cómo se lee? ¿en
O
flexibilidad“.2
ñalan que ahora el lector tiene la po-
adelante.
52
mucha
Bush en 1945, quien concibió el primer sistema hipertextual automático que llamó Memex en el cual: “Un individuo almacena sus libros, anotaciones, registros y comunicaciones, y esta
colección
de
información
es
1 Nelson, Theodor. Dream Machines. 2nd. Ed. Redmond, WA: Tempus Books, 1987, p. 12. 2 Bush, Vannevar. As We May Think Atlantic Monthly July, 1945 p. 104. 3 Barthes, Roland, From Work to Text In. J. Harari (Ed), Textual Strategies: Perspectives on Post-Structualist Criticism. Ithaca: Cornell VP, 1979. p. 78. 4 Los términos surf y zapping son neologismos que están siendo usados para referirse al manejo de la Internet y la televisión. Se le dice “surfear” a recorrer páginas de temas diversos en la Internet. El zapping es un término que surgió debido principalmente al uso del control remoto en la televisión, el cual permite brincar de un canal a otro de manera instantánea.
atendidos por la escuela primaria
normal es que un libro sea leído de
madas, sonidos, grabaciones, etc. Al
porque no se cuenta con el apoyo
principio a fin sin saltarse páginas
conjunto de medios que básicamente
tecnológico necesario. En la escuela
o capítulos porque esto rompe la
se dirigen a los sentidos de la vista
primaria, cuando se habla de lectura, el
secuencia y el contenido no puede
y el oído, se le denomina medios
referente obligado es el libro. Aunque
entenderse. La idea de saltar de
audiovisuales. Unos años atrás, los
ya son muchos los niños que están en
manera aleatoria sobre bloques de
maestros que querían hacer más
contacto con las nuevas tecnologías,
información, puede resultar caótica
atractiva su clase, llevaban carteles
no hacen alusión a ellas al hablar de
y desordenada. Podría pensarse que
con dibujos a sus alumnos, esto
lectura.
una actividad de esas características
tenía el propósito de mostrar de una
La facilidad que ofrecen las compu-
no puede ser formativa ni útil para
manera más objetiva los temas de
tadoras y la Internet para obtener
un alumno, que el cerebro no puede
enseñanza. Ahora se utilizan gra-
información es mal vista por muchos
ordenar
está
baciones sonoras, proyecciones fijas
profesores de primaria; en algunas
recibiendo y el aprendizaje se dificulta,
mediante acetatos o filminas, pelícu-
sin embargo, los niños lo hacen y lo
las con sonido y movimiento, pro-
aprenden de manera intuitiva sin una
yectadas
dirección sistematizada.
cine o videocaseteras y sobretodo,
la
información
que
escuelas se prohibe a los alumnos entregar trabajos elaborados en computadora y se argumenta que eso es demasiado fácil, que no requiere que el alumno lea libros o materiales impresos.
Valdría la pena
preguntarse si la escuela primaria no está dejando de lado una herramienta de información valiosa que los alumnos están aprendiendo y usando por su cuenta. Si se acepta que el hipertexto
es
una
nueva
forma de presentar al texto, que se caracteriza por la bifurcación, también es necesario entender que la lectura tradicional está modificándose y desarrollará nuevas competencias intelectuales. El cambio de un paradigma es siempre una revolución, una trans-
vivido inmersos en una práctica o en una creencia determinada. Para un lector de libros impresos, el orden y la secuencia son indispensables. Lo
cámaras
de
la tecnología de punta actual que
formación profunda que afecta y desestabiliza a los sujetos que han
mediante
es el cañón. Todos estos recursos LA MULTIMEDIA INTERACTIVA Desde hace muchos años en las escuelas se usan como recursos didá-
audiovisuales
son
el
antecedente
de la multimedia interactiva que fue posible hasta que las computadoras se hicieron populares.
cticos: textos, imágenes, películas aniMAGISTERIO
53
controles, de esta manera el juego siempre es diferente, todo depende de la habilidad desarrollada por el jugador. En este caso la interactividad es mayor que en la televisión, porque la secuencia depende del jugador. En materia de comunicación, las computadoras superan en rapidez al correo, que usaba cartas escritas en papel. Ahora es posible redactar un mensaje y enviarlo de manera casi instantánea al otro lado del mundo, también es posible “platicar” de manera simultánea con otras
personas,
mediante
texto escrito, voz o imagen. Esta comunicación se hace a partir de líneas telefónicas, fibra óptica y señales de satélites. La interactividad también
puede
darse
en
forma de comunicación entre personas, que pueden dialogar mediante textos, voz o imagen en tiempo real y a larga distancia. Cuando a un niño, que dispone de una enciclopedia interactiva de computadora, se le deja una tarea de investigación, le resulta más fácil y atractivo indagar en su enciclopedia virtual, que La interactividad consiste en la
niños
en su enciclopedia de papel. Cuan-
posibilidad que tiene el sujeto de
y jóvenes, su secreto está en la
do localiza la información, puede
producir estímulos y desencadenar
interactividad.
se
seleccionar los textos e imágenes
respuestas en aparatos como las
integran por una pantalla de televisión,
apropiadas, organizarlos, modificarlos
computadoras. Esto se traduce en una
una computadora y un conjunto de
e imprimirlos para presentar el resul-
acción recíproca de intercambio entre
controles. El jugador tiene la posi-
tado de su investigación de una
el sujeto y la máquina.
bilidad de mover a voluntad a los
manera casi profesional. Sobre este
personajes del juego mediante los
punto existe un acalorado debate:
Los juegos de video son una 54
O
atracción
importante Estos
para
aparatos
educadores conservadores señalan
de vuelo para entrenar a pilotos y
que un trabajo de este tipo, deja de
LA REALIDAD VIRTUAL
lado la formación de diversas habilida-
Es uno de los conceptos más com-
envolventes, sonido, movimiento y
des intelectuales, que se desarrolla-
plejos. En sí encierra una paradoja, ya
los controles exactos de los aviones
rían de una mejor manera si el alumno
que lo virtual es algo que no existe
o naves que deben tripular. De esta
tuviera que buscar la información a
en la realidad. Pero más allá de esta
manera pueden aprender a controlar
partir de la lectura de libros, escri-
polémica, la idea de realidad virtual fue
los aparatos sin riesgo de tener un
biera y dibujara sus trabajos a mano.
expuesta en 1965 por Ivan Sutherland
accidente.
Para los educadores modernistas, las
(hoy miembro de Sun Microsystems
La realidad virtual tiene posibilida-
habilidades que hay que formar ahora
Laboratories) en un artículo titulado
des casi infinitas en diversos campos
se refieren principalmente al uso de
The Ultimate Display.5 Más tarde
como la arquitectura, la publicidad, el
los medios disponibles y al logro de
Jaron Lainer en los ochentas, acuñó
comercio, el entretenimiento, el arte
los objetivos finales, sin importar
la expresión realidad artificial que en
y la educación entre otros muchos.
mucho el esfuerzo que tenga que
1989 transformó en realidad virtual.6
Un arquitecto puede diseñar bajo
hacer el alumno. Argumentan que
Sin entrar en detalles técnicos, la
los principios de la realidad virtual
no importa mucho que el alumno
realidad virtual es una simulación de
edificios, estructuras o complejos
no pueda dibujar bien las letras a
ambientes que permite a los suje-
habitacionales y explorar su resisten-
mano si puede hacer un escrito en
tos captar sonidos, voz, imágenes,
cia a temblores, inundaciones, so-
computadora y presentarlo con letra
sensaciones táctiles y movimiento
brepoblación etc. Existen lenguajes de
de imprenta. Los educadores que se
mediante
a
cómputo para crear ambientes tridi-
quedaron con las viejas teorías de
computadoras. Dichos artefactos, de-
mensionales como el Virtual Reality
aprendizaje, como la de la disciplina
nominados interfases, tienen diseños
Modeling Lenguaje (Lenguaje para
mental –que argumentaba que la
de cascos, cabinas, guantes, ratones
Modelado de Realidad Virtual o VRML,
mente es como un músculo que es
tridimensionales, palancas de mando
por sus siglas en inglés.) con el que se
necesario ejercitar constantemente
etcétera.
diseñan objetos tridimensionales para
aparatos
conectados
astronautas. Cuentan con pantallas
para que se desarrolle– la lectura de
Los cascos de realidad virtual cuen-
ser explorados como si se estuviera
libros es indispensable, porque ejercita
tan con sonido diseñado especial-
dentro de ellos a partir de la pantalla
la mente y desarrolla capacidades
mente para crear una sensación
de una computadora y aparatos de
intelectuales como la memoria. Este
ambiental, pantallas cercanas a los
interfase como ratones o guantes.
debate es interesante y tentador, pero
ojos para cubrir el campo visual y
Un ambiente de realidad virtual
no es el objeto de estudio de este
sensores de movimiento de la cabeza
puede ser un museo, en donde el
trabajo. Se hace alusión a él porque es
del sujeto, de esta manera una
“visitante” se “mueve” por los pa-
parte de los cambios que se producen
persona que se coloca uno de esos
sillos y salas mediante una pantalla
en las prácticas educativas y tiene que
cascos puede captar las imágenes de
de computadora y un ratón. De
ver con la lectura y el acceso a la
un cierto lugar y percibir los sonidos
esta manera es posible observar
información.
del mismo. Si gira la cabeza, tiene la
detalladamente cada uno de los ob-
posibilidad de ver lo que está a un la-
jetos que se encuentran en dicho
do o atrás de él en el ambiente virtual.
museo. Sobre esto ya existen réplicas
Es como si se encontrara realmente
de museos importantes como el De
en ese sitio. La idea es proporcionar
Louvre en París7 que pueden visitarse
al espectador el mayor número de
y recorrer sus salas de manera virtual
las sensaciones que se producirían al
mediante una computadora casera y
estar en el sitio determinado.
una conexión a la Internet.
5
http://exodus,dgasca.unam.mx/virtual/history1.html ídem. 7 http://www.louvre.fr/español.htm 6
Las cabinas de realidad virtual se han
empleado
como
simuladores
En el campo de las ciencias, la realidad virtual permite en algunos casos MAGISTERIO
55
elaborar simulaciones de cualquier
crear experiencias sensoriales com-
los lugares, ambientes y ciudades.
experimento, al controlar las leyes
pletas para los alumnos que requie-
Todo esto ya está disponible en las
físicas, químicas o biológicas que in-
ren aprender algún tema específico.
computadoras caseras mediante el
tervienen en él. Con esto se abaratan
Mediante la realidad virtual un alumno
uso de la Internet.
los costos, se evitan accidentes y en
puede “observar” el cuerpo humano
algunos casos se elimina la necesidad
como si se encontrara dentro de él
tecnología enfrenta, para alcanzar
de trabajar con organismos vivos.
y dirigirse a cualquier parte que le
un pleno desarrollo, es la resistencia
interese. Puede viajar por el mundo
psicológica al cambio. Las sociedades
virtual permite crear ambientes de
mediante
actuales no han podido evolucionar
carácter histórico, biológico, social,
realizar
y
con la rapidez de las nuevas tec-
matemático, etc., con la finalidad de
observar efectos tridimensionales de
nologías. Las generaciones adultas
En el campo educativo la realidad
el
manejo
acercamientos
de
mapas,
visuales
Un
tienen
problema
que
grandes
la
nueva
problemas
para
abandonar sus paradigmas y experimentar con instrumentos y objetos que les resultan complicados, frágiles y sensibles. La mayor parte de las personas adultas se conforma con observar a prudente distancia la manera en que un niño o joven manipula las computadoras, juegos de video o cabinas simuladoras en donde la realidad virtual está presente. Ante
un
panorama
tan
complejo, como prometedor, que tiene tantas posibilidades informativas y comunicativas, la tecnología del libro impreso y la lectura de textos, se afecta.
EL NUEVO ANALFABETISMO En la actualidad se produce un nuevo analfabetismo representado por la imposibilidad de usar los nuevos instrumentos de información y comunicación. Las computadoras
son
objetos
que
intimidan a los que no se familiarizaron a tiempo con 56
O
ellas. Realizan su tra-
Estas y otras muchas
bajo dentro de un am-
interrogantes
biente abstracto que di-
investigadas para que la
fícilmente puede enten-
educación avance al mis-
derse a fondo. Aunque
mo ritmo que la ciencia y la
quienes operan los pro-
tecnología.
gramas
se
esfuercen
deben
ser
Algunas organizaciones
por darle una apariencia
internacionales
amigable y familiar a sus
UNESCO ya declararon al
productos, tales como
respecto:
las
interfases
como
la
gráficas
que por medio de figuras
Las tecnologías de la
como carpetas, cajones
información y de la co-
de archivero, brochas,
municación –TIC– podrían
lupas o lápices llamadas íconos, para
aprovechar las ventajas de las nue-
constituir un gran potencial para
facilitar el uso de aspectos abstractos,
vas herramientas de información y
mejorar el acceso y la calidad de
la verdad es que para un sujeto poco
comunicación.
la educación: posibilidades de
familiarizado con la computadora la
vencer las distancias geográ-
tarea sigue siendo difícil.
ficas, de fortalecer el aprendiDISCUSIÓN
zaje autónomo, de formar a
tades que representa la actualización
El debate ahora puede centrarse
los educadores, de acceder a
constante en materia de programas
en el papel que deben adoptar las
una información planetaria en
y funciones de las computadoras, la
escuelas ante las nuevas tecnologías
todos los ámbitos... Las TIC
brecha se ahonda por los factores
de información y comunicación. Para
son cada vez más necesarias
económicos que vienen implicados.
enfrentarlo es necesario dar respuesta
en el contexto de sociedades
Las nuevas versiones de programas
a algunos cuestionamientos como los
rápidamente cambiantes en las
y las nuevas computadoras siempre
siguientes:
cuales el incremento de los co-
Independientemente de las dificul-
son aparatos caros que no están al
* El uso de las computadoras
nocimientos y una información
alcance de la mayoría de las personas.
¿favorecen u obstaculizan el aprendi-
a alto nivel y en continua ac-
La gente requiere muchas horas de
zaje de los alumnos?
tualización se convierten en
adiestramiento para sacar provecho
*
Las
nuevas
tecnologías
de
una
exigencia
permanente.
a las posibilidades que brindan las
información y comunicación ¿harán
Sin embargo, las TIC también
computadoras. Algunos programas
que el libro impreso desaparezca?
incrementan la brecha entre
se complican tanto que su uso se considera una especialidad. Todo este escenario produce una selección natural que deja de lado a
* Las escuelas ¿deberán cambiar
quienes ya tienen acceso a la
sus enfoques educativos para aprove-
educación y quienes no. En los
char las nuevas tecnologías?
países pobres y en las actuales
* El uso de los nuevos recursos
condiciones, estas tecnologías
una buena parte de la población por
tecnológicos
desarrollo
pueden no estar disponibles,
no contar con los recursos económicos
de habilidades intelectuales en los
pero, por muy extraño que
o el tiempo para “alfabetizarse” y
alumnos?
parezca, la nueva realidad que
8
http:www.ibe.unesco.org/internacional/ICE/ 46español/46doc2s.htm Documento de referencia, Conferencia Internacional de Educación. Ginebra 5-8 de septiembre 2001.
¿evita
el
* En la actualidad los alumnos ¿leen
se presenta ante estos países
menos que cuando no existían las
es que no se pueden permitir en
computadoras o leen más en otros
lo absoluto no utilizarlas. 8
medios diferentes al libro?
MAGISTERIO
57
na de las conquistas espirituales más formidables del género humano, se representa por el decir poético. Aquello que enuncia el poeta, lo que describe, lo que construye, no solamente es un lenguaje, sino la reconstrucción de vivencias profundas, porque la poesía regularmente es la realidad... y algo más. Sólo en los últimos tiempos, la ciencia ha podido aproximarse al horizonte de las vivencias a través del pensamiento complejo. Y dado que en la escuela constantemente estamos en ese tránsito de «lo vivencial cotidiano» a «lo epistémico construido», es que en esta oportunidad, deseo compartir con los docentes de educación básica (educadoras de preescolar así como profesoras y profesores de primaria y secundaria señaladamente) el mundo poético de tres autores que marcan ruta en cuanto a producción literaria se refiere, pues su narrativa conlleva el rasgo que hace de sus obras un aporte mundial dado que son autores universales: Enrique González Rojo, Eugenio Montejo y José Saramago. En este texto se rememora al maestro Enrique González Rojo, considerando que de los tres autores citados anteriormente, es el único mexicano; y si bien lo “nacional” es absolutamente secundario en los tres casos, no deja de ser una feliz circunstancia que señala cierta proximidad con nosotros, pro-fesionales de la educación mexicanos. Eugenio Montejo es venezolano y José Saramago, portugués.
Poesía Poesía contemporánea para docentes de educación básica Rafael Xalteno López Molina xalteno@hotmail.com
La a lta co mp l ej i d a d d eja q ue s e exp re sen a nt a g o ni s mo s y co ncurre nci a s de i nt e res e s y s o bre t o d o d e i d e a s en e l ma rco d e las l e ye s d emo crá t i cas, to l era d es ó rd e nes e i ncert i d umb res, a l t i emp o q ue se mues t ra a p t a p ara res p o nd e r a los alea * E D GA R M O R I N
*
58
O
El M É TO DO. La hum anidad de la hum ani da d.
U
ENRIQUE GONZáLEZ ROJO ARTHUR Nace en el año de 1928 en la Ciudad de México. Nieto del poeta estridentista Enrique González Martínez (1871-1952), su padre será el primer Enrique González Rojo (1899-1939) y los tres Enriques constituirán una de las estirpes poéticas más sólidas de las letras mexicanas. Su obra Para deletrear el infinito contiene su programa literario completo. Si en nuestros juegos infantiles aparece la estratagema del cuento de nunca acabar (¿recuerdan el –quieres que te cuente el cuento de nunca acabar?) en él, poetizar sobre cada uno de los cantos de su obra, potencia de manera geométrica su producción, lo que constituye la mayor osadía de cualquier autor: escribir hasta el infinito. Osadía admirable, cuando el poeta es consciente de su propia finitud pero también es consciente de su propia
conciencia y por esta vía, escapa a la demarcación del espacio-tiempo de tal forma que relativiza el infinito, absolutizando la finitud. Pero Enrique González Rojo, no es sólo el Gran Poeta. Es un eminente científico social que, por citar un ejemplo, en 1977 publica para el Colegio de Ciencias y Humanidades de la UNAM el texto Teoría Científica de la Historia. Es además, un militante político comprometido con lo más avanzado de nuestro tiempo, constituyendo junto con José Revueltas, uno de los capítulos más vigorosos del ejercicio político crítico desde la izquierda, marcando con sus teorías, una admirable preconización de los temas que el siglo XXI coloca ante nosotros, los ciudadanos del mundo globalizado. Sus escritos político-sociales, agrupados bajo el rubro OBRA FILOSÓFICO-POLÍTICA en seis tomos bajo el sello de editorial domés, abordan temas de una complejidad asombrosa. La creación/producción-poética junto con la construcción/deconstrucción política y la acción/militancia en la perspectiva partidista revolucionaria, constituyen un bucle vivencial (desde la teoría de la complejidad) que sólo a partir de esta séxtuple hélice a la vez filosófica, poética y política, nos permite atisbar al proyecto integral que emprende en su obra González Rojo. En sentido estricto, no puede rotularse su producción intelectual, como resultado del trabajo del filósofo, político, poeta o científico, fragmentariamente concebidos. Hay una unidad indisoluble, unidad compleja, o como la denomina Edgar Morin, una unitas multiplex* que nos obliga a intentar un atisbo a la obra de un pensador original, con ojos (o, cuando menos, con alguna de aquellas miradas) universales. Veamos un ejemplo iniciático:
Sueño Feliz Manuel Adrián Gutiérrez Gutiérrez Óleo sobre cartón 50 X 70 cm
PREHISTORIA DEL PUÑO En un tiempo yo fui, lo que podría llamarse una persona decente. Buena educación. Eructos clandestinos. Modales aprendidos con metrónomo. Y un cajón rebosante de dieces en conducta.
* Morin (1977). El método. p. 128 y ss.
MAGISTERIO
59
Pero un día, antes los golpes de culata, las ráfagas de párpados vencidos, el furor lacrimógeno, me nació un inesperado “hijos de puta”. Se trataba de mi primer arma, de un odio que a dos pies cargaba la sorpresa de su propio nacimiento. A partir de entonces, dentro de mi gramática iracunda, dentro del diccionario en que mi cólera se encontraba en un orden alfabético, disparaba palabras corrosivas, malignas expresiones que eran áspides con la letra final emponzoñada.
Péndulo sin vida Manuel Adrián Gutiérrez Gutiérrez Óleo sobre tela 80 X 100 cm
Pero yo me encontraba insatisfecho. Ningún hijo de puta corría hacia su casa ante mi grito, para zurcir el sexo de su madre. Mis alaridos eran inocentes, inofensivos eran como besos que Judas ofreciese tan sólo a sus amantes. Ante eso, pasé de un insatisfecho “cabrones” —pólvora humedecida por mi propia saliva— a una pequeña piedra, el pedestal perfecto de mi furia, la lápida mortuoria que encerraba la pretensión guerrera de mi lengua. Y ahora, en la guerrilla, mientras limpio mi rifle, recuerdo cuando yo era, camaradas, lo que podría llamarse una persona decente.
60
O
El proyecto poético-filosófico de Enrique González Rojo, se haya bosquejado en el prólogo al libro El Antiguo Relato del Principio” titulado “Cuando la pluma toma la palabra”, donde explica que está dedicado “a la tremenda tarea de deletrear el infinito”. Para ello, debe primero tematizarlo, después “vivirlo, realizarlo, ponerlo en movimiento”, es decir, «practicar el infinito» Este insólito deseo de “practicar el infinito” es la razón de fondo que me ha llevado a la idea, que le da sentido a mi vida literaria, de que el extenso poema ya publicado en 1972, se me vuelve el programa de toda mi actividad literaria presente y futura, afirmación ésta que debe entenderse en el sentido de que voy a intentar transformar cada uno de los quince cantos que conforman la obra de 1972 en quince libros(...) Pero hay algo de que estoy cierto: me encuentro imposibilitado de “practicar el infinito”. Sé que mi pluma se va a detener, tarde o temprano, en un punto cualquiera; sé que no hay escapatoria, Y mi poesía, y yo, y mi programa contamos con ello. Mi muerte ha de ser, por eso, parte de mi poesía. Sólo diré lo que quiero decir, cuando me muera. La muerte no será el momento del silencio, sino el instante en que diga yo, por fin, lo que tenía que decir. Este drama, porque es un drama, no es algo únicamente individual: es el drama de todos, el drama, dialéctico, de lo universal y lo singular, de la vida y la muerte, del hombre y la naturaleza. Mi muerte es, entonces, parte de mi poesía, de mi operación de balbucir el infinito; pero como es, al propio tiempo, la forzosa frustración del quehacer humano, me obliga a pensar que posee un significado supraindividual: cuando muera, al tiempo que dé término a mi obra (en la forma imprescindible de lo trunco) me moriré por todos. “Deletrear el infinito” es, en consecuencia, todo esto: convertir el infinito en tema, lanzarse a la empresa de practicarlo y fracasar
Día de muertos Manuel Adrián Gutiérrez Gutiérrez Óleo sobre Yute 80 X 100 cm
MAGISTERIO
61
necesariamente tanto en su conocimiento como en su encarnación. No pretendo cantar el infinito como si fuera un mero espectador; ni hundirme en el drama existencial de la muerte a espaldas del ser a perpetuidad de su presencia. Cuando mi pluma toma la palabra, lo hace para demostrar que soy, que somos, cuando lo somos, una etapa consciente, angustiada y vigilante, que nace y muere en el interior mismo de la materia eterna. En la edición de autor de esta condensación de poemarios producidos entre 1975 y 1981 (Para deletrear el infinito, 1988), la editorial adopta el nombre de un poemario que su abuelo, Enrique González Martínez, produjo en 1921: La palabra del viento. Y es significativo que la mayor parte de su trabajo, esté bajo sellos editoriales independientes. Nunca se adaptó a las “mafias” del mundillo literario. Ni se ha dejado corromper por el oficialismo en ninguna de sus versiones.
Este poema ilustra su vocación vivencial:
PLA ALTERNATIVA Tan sencillo como esto: vivir indignamente entre algodones (que llegan al oído para tapiar al yo, para dejarlo sin nexos con el mundo), con la cuota de besos de la madre, los hijos y la esposa, con los pulmones llenos del incienso de la gloria oficial, o vivir dignamente en la tortura, en la persecución, en la zozobra, con la tinta azul cólera en la pluma. Tan sencillo como esto: ser Martín Luis Guzmán o ser Revueltas. EL ANTIGUO RELATO DEL PRINCIPIO CANTO TERCERO: EN PRIMERA PERSONA
Pirámide de Quetzalcóatl II Manuel Adrián Gutiérrez Gutiérrez Óleo sobre yute 80 X 120 cm
62
O
Pero el aporte no se agota en unos cuantos poemas. No hay forma de que se pueda bosquejar la obra de Enrique González Rojo, con unas cuantas pinceladas. Así que al acudir al principio hologramático del pensamiento complejo, según el cual las partes contienen al todo del mismo modo que el todo contiene a las partes, para cerrar esta brevísima semblanza sobre la poética del infinito, se transcribe el último canto de su poemario de 1981: “El tercer Ulises (o en cierto gris sentido):
CANTO XI EL REGRESO Cuando el primer punto de una línea se sabe cortejado por el último nace la posibilidad de un círculo. Cuando una víbora da en morderse la cola se envenenan los límites. La circunferencia abre los labios para poder deletrear el infinito y pasar lista a los segundos, en la única pupila que tenemos para ver el más allá de la miopía. Cuando Ítaca es el principio y el final de una odisea Ulises llega con el mareo de su viaje redondo y al frente de su largo tren de carga: furgones y furgones de experiencia. El umbral de mi aposento reparte por igual llegadas y salidas: talones que corren a su punta y puntas que devoran sus talones. Estoy en mi recámara. Con mis libros y mis discos. Con mi techo. Con todos mis cajones rebosantes de epístolas, pañuelos y crepúsculos. Llego a mi cama, a mi ropa de noche, a la calefacción central de mis pantuflas. Doy con mi identidad. Me quedo viendo la huella dactilar de cada yema durante largo rato. Pueden mis dedos paladear la bolsa de mi traje y hallar una tarjeta con mi nombre y apellido. Vuelvo a mi isla, mi cuerpo, mi recámara. Soy Alonso Quijano que abandona los campos de Montiel de su odisea.
En ocasiones salta hacia la atmósfera una parte del fondo del océano buscando respirar, trocarse en isla; y aquí me encuentro yo, como el pirata que, después del peligro de naufragio, se da en besar el oro de la arena, la riqueza del cobre (pleno de tierra firme) de un islote. Y aquí me encuentro yo, que amarré mis oídos casquivanos en el palo mayor de la templanza, cuando estalló una voz, entre los mares, que hablaba de placeres sin respiro, de vinos tan añejos como el comienzo mismo de este mundo, de viandas increíbles como para chuparse las huellas digitales, de un lecho, en fin, que fuese el escenario de la mejor sonata de epidermis que arrojaran mis dedos en la carne, preparando, en crescendo, el acorde perfecto del orgasmo. Y aquí me encuentro yo, que me escapé de Circe por la puerta trasera de la audacia. Que si bien al principio le destruí la punta a mis palabras hasta hacerlas gruñidos, voces despellejadas de sus letras, después di con mi boca, con el sabor humano de la frase; organicé redadas de gerundios, asalté a complementos distraídos, hostigué a los pronombres y le enseñé a mi mano a pescar una sílaba de esas que a veces cruzan por el aire su mosca de saliva. Y aquí me encuentro yo habiendo combatido a Polifemo, habiendo ahogado su ojo entre mis brazos, habiendo hallado en fin la estaca de rapiña que le abrió las compuertas a los cuervos que tienen el dolor por alimento. Cargo, pues, un pasado de combate. Vivo una convicción (idea fija en armas) que convierte a mi puño en catapulta, que me lleva a buscar aquellas piedras que miden el tamaño de una muerte. MAGISTERIO
63
Penélope regresa al mismo tiempo que yo a nuestro palacio de caricias, como si nuestras burbujas, relojes y voluntades fuesen concertadas por el punto amoroso de la cita. He recorrido el mundo. He realizado un viaje por mi cuerpo. Un viaje de ida y vuelta por todas mis provincias. Conozco ya el paisaje del estómago a las seis de la tarde, sé de pláticas íntimas (saboreando mi lengua) con mí mismo, y también como se abre en mi inconsciente las venas un recuerdo. Vuelvo a lo cotidiano, a lo monótono, a ver cómo se quema en una llama siempre el mismo segundo. Soy presa de las amas y sobrinas de la normalidad, tengo el cerebro lúcido, sedentario. Si en cierto gris sentido sabemos que lo blanco y que lo negro (que a dentelladas luchan) no difieren, los zapatos dan pie para encontrarle su síntesis al viaje y al reposo. Hoy por hoy mis zapatos no son sino la forma que asume mi fatiga.
BIBLIOGRAFÍA ACTIVA DE ENRIQUE GONZÁLEZ ROJO 1974
1977
64
O
Teoría científica de la historia. Editorial Diógenes, México, 2ª edic. 1979.
1977ª Hacia una teoría marxista del trabajo intelectual y el trabajo manual. Editorial Grijalbo, Col. Teoría y práxis, México. 1981
No siento que en el ojo se me meta el nostálgico polvo levantado al cruzar nuevamente los caminos de la imaginación. No me entusiasma partir, a todo pie, tras los talones de otro afán de aventura. Más sé que en mi librero, en cualquier anaquel de mi inconsciente, hay multitud de libros sobre viajes (una gran colección de tentaciones), libros que al traducirme el canto de sirena en báculo (vehículo esencial de la Odisea) hará que un cuarto Ulises sustituya al tercero, y así hasta el infinito. Porque yo, mis amigos, seré siempre Don Quijote del mar, marino andante.
Para leer a Althusser. Editorial Diógenes, México.
1975 Para Deletrear el infinito. Editorial Diógenes, México. Edición de autor, corregida (y compendiando obra de 1975-1981): 1988, editorial la palabra del viento, México.
LA REVOLUCIÓN proletario intelectual. Editorial Diógenes, México.
1982 EL TERCER ULISES o en cierto gris sentido y otros poemas. Editorial Signos, Col. Cuadernos del Fuego Nuevo, Serie Poesía, México. 1983 LA VÍA INTELECTUAL AL PODER. Teoría sobre el imposible triunfo de la clase obrera O La clase obrera no va al paraíso en El Buscón Revista bimestral editada por Letrofilia, A.C., Dirección: Ilán Semo, marzo-abril, Año I, Núm. 3, México. pp. 43-58. 1984 Debate sobre el partido revolucionario: OIR-LM, La Cabeza del Proletariado Manual. Edición Comisión Política Nal. OIR-LM, México. 1985 EPISTEMOLOGÍA Y SOCIALISMO la crítica de Sánchez Vázquez a Louis Althusser. Editorial Diógenes/UAZ-TSI, México. 1985ª Misterio de una vocación. Prólogo a la autobiografía de Enrique González Martínez bajo el título de El Hombre del Búho, Editorial Offset, México. 1986 Obra Filosófico-Política Tomo I, Los trabajadores Manuales y el Partido. Editorial domés, México. ____
Tomo II, La naturaleza de los llamados países socialistas.
1987
Tomo III, Para una teoría de la Revolución Social y otros ensayos.
____ ____
Tomo IV, Ensayo sobre las ideas políticas de José Revueltas. Tomo V, Génesis y estructura de la Revolución Cultural.
1988
Tomo VI, Los grilletes de Eros.
1998
El junco y otros poemas. Gottdiener Editores, Serie: EL GOZO, México.
2002 Viejos. Sexto Premio Nacional de Poesía y Cuento “Benemérito de América” 2002. UABJO, Oaxaca, México. 2002ª Memoralia del Sol. Raíces y alas del pensamiento náhuatl. Editorial Más Actual Mexicana de Ediciones, Toluca, México.