VOCES DE FRENTE
Entrevista a Lautaro Guanca VOC
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IDEAS DE FRENTE
El Retorno del Pueblo
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EDITORiAL: CRECE DESDE EL PIE "Crece desde el pueblo el futuro crece desde el pie, ánima del rumbo seguro crece desde el pie”
A. Zitarrosa Le invitamos a jugar a fabricar una maquinita electoral de izquierda. Ingredientes: grupos políticos pequeños, necesitados de votos algunos y de ser “visibles”, otros. Súmele rostros públicos con buen puntaje en las encuestas, más unas gotas de clima social enrarecido por una queja telúrica aún sin estallar. Si del otro lado de la brecha tenemos una Derecha cuestionada y una socialdemocracia desprestigiada, ¡magia!, cuenta usted con un suculento caudal (potencial) de votos a su haber. Hagan sus apuestas. ¿Pensaron en eso al momento de formar el Frente Amplio? Está claro que no…, a lo menos no todos. El FA pretendía ocupar el espacio que una izquierda desperdigada pareció abandonar. Pero ese espacio sigue siendo un enorme descampado. Los frenteamplistas plantaron bandera allí, pero hasta ahora no es una toma de terrenos real, sino tan sólo una irrupción okupa. Tenemos presencia en los medios masivos de dueños oligarcas, sí, pero pauteando a veces los propios debates internos. Ésa es una suma que resta. Tenemos Giorgios y Borics que simpatizan a los anónimos encuestados, pero en los votos no superamos ni un cuarto de los sufragios de Chile Vamos. Sin contar que al 2
momento de sugerir qué pensar sobre Venezuela, Cuba o Bolivia… saltan esquirlas. Y de tanto afán por irrumpir como tercera fuerza electoral, olvidamos que queremos ser primera fuerza social y política. Y es entonces donde aparece una Jiles sin consulta a las bases o la teleserie del veto. Construir soberanía popular es tejer desde abajo. No hay más opción… a menos que se busque sólo proponer un revival concertacionista. Pero no estamos para una política vintage. En la raíz del Frente están los buenos ejemplos de las construcciones políticas y sociales que los pueblos latinoamericanos vienen moldeando desde que dijeron basta y echaron a andar. Esa inspiración es amplia y asume tanto los aspectos de lúcida inteligencia popular como sus errores históricos. Porque sabemos que pusieron el cuerpo “pese a todo”, a pulso, componiendo lazos desde la calle y el sindicato, la fiesta y la protesta. En la sección de Memoria Popular se hace oír la voz de los compañeros de la Coordinadora Caro-Ochagavía, quienes, por ejemplo, fueron red en los días en los que aquello se castigaba a fuego y sangre. Se fue abajo, uno sólido y en movimiento, antes de ser un arriba gestionando “lo que falta”. En esa línea
Índice Editorial
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Voces de Frente | Entrevista a Lautaro Guanca
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Voces de Frente | Entrevista a Doris González
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Territorios en red | Recuperando las confianzas: Voces frentamplistas
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desde el Comunal FA Santiago Centro. Territorio Internacional | La experiencia del Frente Amplio Uruguayo
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Memoria Popular | Entrevista a Gustavo Meneses
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Ideas De Frente | El Retorno del Pueblo
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incluimos una entrevista a la dirigente de Ukamau, Doris González, quien sintetizó esta óptica de lo territorial al afirmar que “es en la discusión y en la asamblea, ligadas a una lucha o a una demanda concreta, donde se puede empezar a construir”. Territorializar al FA no es una declaración de “buena voluntad”. No es un gesto. A menos que se crea en una lógica vanguardista o en un desprecio absoluto por el decir de las bases, no existe excusa. ¿Se ralentizará todo si lo sometemos al juicio de la militancia de a pie? Sí, de todas maneras. Pero, ¿quién apura? Como bien dicen los zapatistas, hace falta crear un calendario “muy otro” al que propone el Poder. Debemos ir al ritmo de marcha del más lento, porque vamos lejos. En esta perspectiva, #DeFrente se propone abrir sus páginas a las voces emanadas del cotidiano construir, de aquel día a día que deja brotar las críticas más honestas y los deseos más vivos de que todo cambie. Así es como el Comunal Santiago del FA abre las ventanas de esta revista y nos deja conocer cómo la voluntad de crear soberanía territorial anticipó conflictos que no hace muchos días nos pusieron en la palestra bajo un signo negativo. El
abajo sabía bien, intuía mejor y no se equivocó. Esto no implica que debamos entender el momento presente como una anécdota o una simple “aventura”. Ahora y aquí, desde la campaña de Beatriz y el empeño por disputar el Parlamento, en la construcción de propuestas para nuestros candidatos a CORE, allí en la frenética disputa de programas, también se está jugando el futuro. Nuestro llamado es a no perder el Sur que guía nuestras causas. ¿Por qué no generar instancias como las comentadas por el compañero Camilo Álvarez, quien desde la experiencia del FA uruguayo, insiste en que debe existir una orgánica que le dé voz a los comités de base y a los independientes frenteamplistas. Como señalara Lautaro Guanca en la entrevista que publicamos en este número: “Las elecciones se ganan con votos, pero las revoluciones se sostienen con lucha”. Desde allí, barro y barrio, crecerá un FA popular, con los pies bien asentados en la tierra, sin medias tintas, creciendo desde abajo, desde el pie y mirando a los desafíos con coraje. De Frente.
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# VOCES DE FRENTE
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“Las elecciones se ganan con votos, pero las
revoluciones
se sostienen con luchas” Entrevista a Lautaro Guanca Vallejos por Claudia Cofré
En la Municipalidad de Peñalolén, comuna popular al oriente de la ciudad de Santiago, conversamos con Lautaro, concejal MPL del Partido Igualdad y vocero del Frente Amplio, quien por esos días terminaba una intensa gira por varias comunas y ciudades de Chile. Quisimos comprobar con él que es posible otra forma de hacer política y hacerlo desde el FA.
#DeFrente: Lautaro ¿en qué consistió tu gira, qué lugares recorriste y con quiénes te reunías? Lautaro: El Partido Igualdad me hizo un encargo:
hacer un nuevo tipo de vocería, atípica a las que se habían desplegado hasta ahora desde el Frente Amplio (FA). No tomar una fotografía y entregar una cuña a los medios de comunicación en respuesta a alguna declaración del duopolio, sino que implementar un modelo de acción en terreno donde la vocería se involucra en la movilización, genera la organización y la coordinación del FA en
función de las soluciones. Esta vocería contribuyó directamente en agrupar al FA con las demandas y actores más emblemáticos del territorio. Estructuramos un plan de lucha en el marco de la campaña presidencial, de las parlamentarias y de los consejos regionales, en la perspectiva de superar el proceso eleccionario fortaleciendo al FA como un movimiento social y político que lucha por las demandas más sentidas de la población. Por lo tanto, el encargo se implementó a través del vínculo directo con organizaciones de base cercanas al FA y otras que se agruparon a escuchar cuál es la propuesta.
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"Se encontraron con que nosotros organizamos un plan de acción, una hoja de movilizaciones para los 140 días que quedan para las elecciones y el levantamiento de un diagnóstico situacional, que, además de tomar en cuenta las condiciones objetivas y subjetivas, toma en cuenta la situación específica de las familias golpeadas por la pobreza, por la desigualdad, por la falta de agua, de urbanización, de transporte, el problema de la contaminación. "Esas demandas nosotros las elevamos a un informe situacional o una hoja de lucha territorial para que la compañera Beatriz Sánchez y el conjunto del FA profundicen en esas demandas y se involucren en la lucha que se necesita desplegar para conquistar esas soluciones. Para eso estuvimos en Arica, Iquique, Alto Hospicio, Calama, Copiapó, Concepción, Chillan, Tomé, Parral, Retiro, Curicó, Coquimbo, San Antonio, Valparaíso y Talagante".
#DeFrente: Me da la sensación Lautaro que eres el primer vocero que está realizando este tipo de trabajo, de reunirte en terreno con distintas organizaciones de base y tomar el pulso de los sectores más populares
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en relación al FA ¿Cómo ves en general las organizaciones? ¿Cómo ven al FA, cómo fue tu recepción como parte del conglomerado? Lautaro: La tarea de la vocería es: fortalecer donde
hay, y sí no hay articulación, crearla. La apuesta del Partido Igualdad es la construcción de una columna revolucionaria dentro del FA, como una alternativa a la configuración de bloques o polos opuestos, con disputas intestinas en el seno de nuestro movimiento y con el objetivo de vertebrar y articular una criatura política en gestación que requiere desarrollar sus extremidades, su masa encefálica, su organización interna. Particularmente a eso nosotros le llamamos columna revolucionaria. "Este esfuerzo de Igualdad se expresó en cohesionar a fuerzas que, hasta el momento de la gira, estaban escindidas por el proceso de primarias. Un primer elemento verificador del éxito de la gira fue que en cada una de las regiones y comunas el FA se unió más y creó un plan de lucha que nos proyecta políticamente en el territorio como una fuerza que está movilizada, desde abajo y en pugna con el poder. Planteamos un modelo de hacer política donde Igualdad asume un
rol rector. Los partidos y los movimientos sociales de base aprendemos y enseñamos, es decir, ejercemos una conducción colectiva a través de un ejercicio pedagógico popular. Esa fue la propuesta: sin hacer de mediadores, creamos un modelo de autoformación política y organización popular". #DeFrente: Y en miras a un trabajo a mediano y largo plazo ¿qué estrategias crees que podemos emplear como FA para convocar a más organizaciones territoriales y de base en esta construcción de la política del FA? Lautaro: El debate de las ideas tiene que
desatarse al interior del FA, con el objetivo de que todas las flores florezcan. Creemos que las diferencias y los elementos en común se tienen que construir en casa, es decir, muchas voces hacia dentro, pero una sola hacia fuera. Entre compañeros y compañeras podemos debatir nuestra política, incluso podemos derrotar la política del compañero, pero no podemos derrotar al compañero.
"Nosotros fuimos estableciendo un modo para que el FA no replique las formas desgastadas de hacer política implementadas por la Nueva Mayoría, por el duopolio. Nosotros buscamos lo nuevo y nos dimos cuenta que lo nuevo está en nosotros y nosotras. Por lo tanto esperamos que en cada población, en cada asamblea, en cada universidad o escuela se asuma como una posta que tome la nueva vocería para desplegarnos por todo Chile. "Creemos que desde el comando presidencial también se lidera este proceso. Creemos que Beatriz Sánchez tiene el liderazgo para dirigir esta columna de luchadores y luchadoras populares, volcados en todos los territorios, dando una buena noticia: que estamos luchando, que estamos organizándonos, que estamos juntando las fuerzas necesarias para ganar las elecciones de noviembre. #DeFrente: En las recientes primarias se evidenció que nuestra masa votante es fundamentalmente de clase media ¿a qué crees que se deba eso? Lautaro: Mira yo creo que el clivaje del FA no es
entre izquierda y derecha, la sociedad se divide entre ricos y pobres, entre poseedores y desposeídos, entre expulsados y expulsores. Nosotros creemos que el clivaje del FA está entre los de arriba y los de bajo. Una sociedad de dos pisos, donde arriba están las siete familias y abajo estamos el resto del país. Nuestro pueblo pobre descalzo no vota, no porque no quiera votar por el FA,
sino porque no sabe votar, nunca ha votado, cree que se puede equivocar. Es igual que aprender a andar en bicicleta de adulto ¿por qué lo harías si te puedes caer y nunca lo has necesitado? ¿Por qué votar si te puedes equivocar? Esa franja de bajo pueblo tiene que ser invitada a votar como una forma de lucha, que el voto sea una expresión de lucha y las elecciones una forma de acción revolucionaria. Para vivir bien hay que elegir bien. #DeFrente: Creo que con esta hoja de lucha territorial, con esta gira que tú has hecho, puede tener sentido haber interpelado a ese sector que no se siente con esa capacidad soberana de poder sumar o formar parte de un todo dentro de lo que son nuestros procesos para construir política en Chile. Me da la sensación de que están tan acostumbrados a no sumar, a no ser parte, que no se sienten convocados a tomar sus propias decisiones. Lautaro: Justamente, los ricos votan por los ricos y
los pobres también votamos por los ricos. A menos que este sea el gobierno del pan, el gobierno de la casa, el gobierno del agua, el gobierno del trabajo.
"Si para la inmensa mayoría del país que no vota, el FA da respuesta a sus demandas más sentidas, no desde el acto eleccionario solamente, sino que desde la movilización social, nosotros vamos a contar con ese voto popular. No solamente con los descontentos del duopolio, sino que vamos construyendo un movimiento social y político que logre superar las elecciones y entrar en un periodo muy agudo, donde no van a haber procesos eleccionarios en tres años por lo menos. Todo lo que juntemos en fuerza propia a diciembre va a ser lo que tengamos para enfrentar ese periodo unidos y a través de un proceso de movilización ascendente hasta conquistar, no solamente una transformación de la correlación de fuerzas al interior del gobierno, sino que un cambio fundamental de la estructura del Estado. No queremos delegar más el poder. "Hablamos de una institucionalidad social revolucionaria en función del buen vivir y eso no solamente se gana con un proceso eleccionario, sino que es un cambio en la cultura, en la economía y principalmente en la defensa y proyección de los modos de producción de vida. El capitalismo entró en pugna con las formas de vida y los territorios se han vuelto geopolíticamente decisivos. "Durante 27 años de régimen duopólico, los territorios se han situado sobre unas placas tectónicas en movimiento, que se desplazan una sobre otras, liberando una enorme energía. Por ejemplo, Calama, Freirina, Magallanes, Aysén, Peñalolén, etc. Proponemos dirigir esa energía como fuerza de cambio. Ésa es la tarea del movi-
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...los ricos votan por los ricos y los pobres también votamos por los ricos. A menos que este sea el gobierno del pan, el gobierno de la casa, el gobierno del agua, el gobierno del trabajo. Si para la inmensa mayoría del país que no vota, el FA da respuesta a sus demandas más sentidas, no desde el acto eleccionario solamente, sino que desde la movilización social, nosotros vamos a contar con ese voto popular". miento político, es decir, dar un sur necesario, un horizonte de construcción revolucionario, una forma nueva de hacer política donde el territorio se vuelve soberano, adquiere autonomía y asume un paso político que le permite autogobernarse". #DeFrente: Y ante el próximo encuentro de territorios del FA ¿cómo se podrían fortalecer los movimientos sociales, la orgánica y su relación con sus propios territorios? Lautaro: Lo primero consolidar a la comuna o
el comunal como la columna vertebral del FA, es decir, que el modelo de acción política del FA sea una articulación social territorial, que genere una política desde los movimientos sociales, desde las comunidades, desde los actores que están en lucha. "Si el FA responde a esas demandas, nosotros deberíamos llegar a un encuentro de comunales donde definamos un modelo de crecimiento. Hay que crecer y no engordar. Además, hay que acordar un diseño de trabajo posterior a las elecciones de noviembre y diciembre, en un escenario de gobierno y también en uno de lucha callejera, de acción poblacional, donde nos vinculemos entre las distintas fuerzas políticas desde los territorios. "En vez de movernos de forma dispersa, podemos resolver en este encuentro de comunales, por ejemplo, levantar el FA en todas las comunas donde hasta ahora no hay una estructura de base. Llevar al encuentro de comunales un mecanismo de generación de acuerdos y decisiones desde abajo, para resolver entre la militancia de FA decisiones estratégicas. "Por ejemplo, llevar al encuentro de comunas la convicción de que ni en primera, ni en segunda vuelta votaremos por el duopolio. En cualquier escenario habrá diputados y diputadas, consejeros y consejeras regionales del FA que no se
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pueden someter a un gobierno del duopolio. Vamos a mantener la frente en alto, sin bajar los brazos. Nada con la derecha, nada con la concertación, ni sus aliados estratégicos o tácticos. #DeFrente: En el caso de que no ganemos, ¿Cómo nos proyectamos o imaginamos nuestra labor como FA en el próximo periodo presidencial? Lautaro: Lo que planteábamos en la gira es que el
FA llegó para quedarse y no lo para nadie. Por lo tanto, es decisiva la forma en que enfrentemos no solamente la primaria pasada, que nos dio un piso y no un techo. Lo que nosotros proponemos es que lo electoral no se ponga adelante ni atrás de los movimientos sociales, sino que se coloque al lado. Nos imaginamos a la compañera Beatriz Sánchez desplegando un recorrido territorial, sumándose y liderando colectivamente las movilizaciones populares. Con esto nosotros ya estamos diseñando una nueva forma de hacer política. "A la hoja de ruta de Beatriz proponemos o incorporamos una hoja de lucha territorial, que nos permita saber quiénes somos en el territorio, qué problemas tenemos, cuál es la solución, qué necesitamos del FA y de Beatriz como nuestra candidata presidencial, qué movilizaciones realizaremos, cuándo nos manifestaremos y cuál es nuestra ayuda mutua con el proceso revolucionario. Y Eso implica una acción directa en común y participar en la gran movilización del 19 de noviembre, en el gran combate. "Esto lo estamos proponiendo para el despliegue de la campaña del FA en general, es decir, que llamamos a todas las comunidades en conflicto, a las asambleas rebeldes, a los territorios en resistencia a elevar su planificación social y territorial. Estamos hablando de planificar socialmente el hábitat, la educación, la salud, la producción. En
definitiva, el buen vivir en una clave política que nos permita unirnos en función de conquistar esas demandas sentidas por la población. Por lo tanto, para interpretar fielmente el sentir popular estamos poniendo en marcha esta forma de hacer política, desde abajo, y convocamos a que todas esas comunidades puedan elaborar este registro de comunicación social presidencial para unir todas las luchas en el FA. Nosotros creemos que la gira nacional fue un proceso que nos permitió proyectar el éxito de esta propuesta de trabajo, por lo tanto pensamos que van a ser más las comunas que levanten su plan y su hoja de lucha territorial".
lo que estamos acostumbrados hasta ahora, si esto es la base y sigue para adelante yo creo que se va a notar la diferencia. Lautaro: Es un método que trata de traducir en
práctica política una filosofía feminista y comunitaria del quehacer político. Descolonizar y despatriarcalizar al FA, es decir, que ninguna voz se quede debajo de la mesa y que todas puedan ser escuchadas. Nosotros creemos que las elecciones se ganan con votos, pero las revoluciones se sostienen con luchas.
#DeFrente: Verdaderamente es otra manera de hacer política, que nos desmarca de
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# VOCES DE FRENTE "El trabajo de los
comunales es fundamental para el desarrollo del Frente Amplio� Doris Gonzålez
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Entrevista a Doris González Por Claudia Jofré #DeFrente: En miras a un trabajo a mediano y largo plazo ¿qué estrategias podemos emplear como Frente Amplio para convocar a las organizaciones territoriales y de base a la construcción política del Frente Amplio (FA)? Doris: Yo creo que el trabajo de los comunales es fundamental para el desarrollo del FA. El trabajo está ahí, en el espacio territorial, porque, además, el comunal se puede construir con dirigentes de distinto tipo: vecinales, sindicales, de pobladores, estudiantiles, etc. Entonces tiene una caracterización muy interesante y es lo que yo creo que falta hoy en día: entregar mayores herramientas a los comunales. No solamente formarlos porque es una necesidad y eso está en el cronograma o en la carta Gantt, sino que lo que falta, efectivamente, es entregarles herramientas de participación, de decisión.
"Es lo que ha venido reclamando la ciudadanía a partir de demandas como la Asamblea Constituyente o de los procesos de elaboración de decisiones vinculantes por parte de las comunidades. Es parecido -en una escala mucho más pequeña- pero es así. "Los comunales no están teniendo incidencia en los espacios de decisión del FA y las decisiones se están quedando alojadas en los partidos que logran entrar en este circuito, en este espacio que, incluso, se le llama elitista porque -en lo concreto- organizaciones que no estén ligadas al tema estudiantil, si no me equivoco, creo no existen muchas. Entonces en los comunales cobra total sentido el trabajo que se tiene que desarrollar y desde ahí debe comenzar esta ofensiva de cautivar las mayorías, de volver a ganar los corazones y las mentes de la gente, de nuestro pueblo, de la ciudadanía, que es donde reside el poder real". #DeFrente: Luego de las primarias se evidenció que la composición de nuestra base votante es de clase media ¿cuál sería la razón de esto? Doris: Nosotros, que venimos trabajando desde los
sectores populares, desde esos sectores empobrecidos por el sistema y que, además, han adquirido el lenguaje dominante de no estar ni ahí con la política, de no creer en las instituciones. Porque eso es lo que se repite todos los días: cuando los medios de comunicación hablan de los casos de corrupción, te dan una señal de lo mal que está el país, pero no hay una invitación real a cambiarlo. Entonces, en general, se produce desánimo, frustración, enojo.
Lamentablemente todos esos sentimientos que tiene la gente no se traducen en organización, en creer que las cosas van a cambiar y ahí, claro, nosotros tenemos un papel fundamental, porque hoy el movimiento social, en general, está conducido por las capas medias de la sociedad y el FA es la demostración de esto. No lo digo en tono de qué malo que es, por el contrario, estoy dando cuenta de una realidad. Entonces ¿qué es lo que falta ahí? Falta pueblo, faltan las trabajadoras y los trabajadores. "Es tremendamente importante que el FA, más que querer sólo juntarse con las organizaciones y movimientos sociales, tenga un diálogo de respeto, un diálogo en el que incluso la gente del FA pueda participar de esos espacios, en las organizaciones vivas. "Hoy en día, lamentablemente, el mundo de las trabajadoras y los trabajadores (que son lo fundamental para cambiar esta sociedad), está muy disperso, está muy disgregado porque no existe, por decirlo así, una institución que los represente como tal (un sindicato, la central de trabajadores) y entonces quien está cobrando sentido en ese ámbito es la Coordinadora Nacional de Trabajadores NO + AFP. Por eso a nosotros nos interesa tanto estar ahí como organización, porque ahí es donde se están aglutinando las trabajadoras, los trabajadores, los gremios. Eso hay que revitalizarlo y respetarlo como un espacio autónomo. No querer partidizarlo, por el contrario, lo que hay que hacer ahí es un trabajo de acompañamiento, de diálogo
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constante, de asumir las demandas que tienen los trabajadores, incluso asumiendo las propuestas que se entregan desde estas organizaciones. Desde este mundo que lamentablemente está ausente, pero que nos convoca a seguir trabajando. "Nosotros como Ukamau en particular, que nos hemos visibilizado por la lucha por el derecho a la vivienda y la ciudad, estamos levantando el frente sindical. Estamos realizando trabajo sindical donde tenemos líderes, levantando organización al alero de las luchas que se están dando en nuestra gente". #DeFrente: ¿Qué compromisos y acciones debiera realizar el FA para abrirle un espacio real de participación a los sectores populares organizados? Doris: Creo que dejar de lado los sesgos que se tienen respecto a nosotros y esas caricaturas de que somos gente pobre, que lo que necesitamos es ayuda, caridad, como que nos van a ir a socorrer
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y ¡no! Nosotros no necesitamos caridad, lo que queremos es respeto y que se respete el trabajo que se ha venido realizando. Esa cosa de asumir el discurso de los gobiernos, en el cual somos vulnerables y entonces hay que ayudarnos, no. Nosotros hemos tenido un desarrollo de organización bastante fuerte, en algunos casos utilizando herramientas bien radicales y que las reivindicamos al cien por ciento porque además somos los más perjudicados por el sistema. No necesariamente hay que tener acceso a la academia para poder desarrollar ideas o tener organización. Lo importante es que podamos rescatar cada una de estas posibilidades que se nos entregan en el ámbito de la organización, como son autoeducarnos, coordinarnos con otras organizaciones, tener una propuesta acerca de nuestros temas particulares. #DeFrente: ¿Cómo se podría fortalecer el trabajo territorial del FA? Doris: Yo creo que lo principal es lo que dije en un
a través de los territorios con eso es fundamental. Si se sigue replicando la lógica ésta de tomar decisiones entre cuatro paredes, vamos a seguir replicando la misma forma de hacer política de hace más de cuarenta años en este país y que hemos visto que de esa manera no se puede construir una sociedad igualitaria. De esa manera lo único que se construye es un gobierno corrupto, es mayor desigualdad. Por eso es fundamental el trabajo que se puede realizar en los territorios, vinculado a lo que tienen que decir. Más que escucharlas, hay asumir las luchas que tiene nuestro pueblo hoy en día". #DeFrente: ¿Cómo podrían insertarse en dicha orgánica los movimientos sociales de vecinos y pobladores que son inherentemente territoriales? Doris: Hay que pensar que estar en un espacio territorial u organizarse en tu territorio no significa ir a la reunión mensual de la junta de vecinos o a la asamblea general que se cita cada cierto tiempo. Hay que realizar acciones concretas y eso significa que las acciones efectivamente tienen que apuntar a mejorar la calidad de vida de tu comunidad. Porque los proyectos con los que llega el gobierno a los territorios, con una cantidad de dinero para intervenir, van a cambiar todo sin cambiar nada. Esa no es la lógica que queremos replicar.
principio, que desde los comunales se tengan mayores posibilidades en la toma de decisiones de lo que el FA va a hacer, cómo va a ser su ámbito de intervención política, cuál es la línea política que se tiene que generar desde ahí. Porque siguen ausentes las problemáticas fundamentales para este sistema, como es el Código Laboral, una reforma laboral retroactiva para las trabajadoras y trabajadores. "Esos temas están ausentes porque como son los sectores medios quienes conducen y las libertades individuales están siendo las demandas -y no estoy diciendo que eso esté mal tampoco-, pero el aborto en tres causales, la legalización, el matrimonio igualitario, cuestiones que efectivamente tienen que existir ¡hay que dar el debate! Pero hoy no se está cuestionando este modelo, sino que lo que se sugiere es hacer mejoras y mantenerlo tal cual está. Eso no significa ningún cambio en lo concreto para nuestro cotidiano vivir, entonces hay que avanzar más allá, y en eso las organizaciones sociales tienen mucho que decir y el vínculo que se puede generar
"Nosotros particularmente cuando acogimos la lucha por la vivienda fue porque nuestra misma comunidad nos dijo que esa era la necesidad más importante que tenía y nosotros la asumimos como nuestra y dijimos “nos vamos a poner a trabajar, nos vamos a poner construir con nuestros vecinos, a aprender con nuestros vecinos”. En ese sentido es que se comienza a tomar posiciones políticas respecto de una demanda: ocurre un hecho puntual, una seguidilla de cosas y entonces cuando la gente dice “ya no da para más”, ahí tenemos que estar nosotros como actores políticos y sociales relevantes, encauzando ese malestar, esa rabia. Porque no es rabia porque tenemos rabia solamente, no es ir a hacer una barricada porque tenemos rabia nada más, sino que tiene que tener contenido: ¿Por qué se generan estas políticas públicas? ¿Cómo podemos cambiarlas? ¿Qué es lo que tiene que cambiar? Es lo que hemos ido haciendo nosotros en el tema de la vivienda: generar espacios de participación y de discusión, porque es en la discusión y en la asamblea, ligadas a una lucha o a una demanda concreta, donde se puede empezar a construir. Lo político viene como añadidura".
Material fotográfico extraído del sitio de Facebook de Doris González
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# TERRITORIOS EN RED Recuperando las confianzas:
Voces frenteamplistas desde el Comunal FA Santiago Centro Por: Patricia Nieto Marcos Muñoz
Redistribuir el Capital Social Una base importante de la legitimidad del Frente Amplio ha sido su discurso de la ‘nueva política’, en rechazo a la ‘vieja política’ representada por el duopolio Chile Vamos- Nueva Mayoría, caracterizada por la escisión entre lo político y lo social y la hegemonía del neoliberalismo. Sin embargo, a raíz del conflicto entre Alberto Mayol y Revolución Democrática, cabe preguntarse si existe la llamada nueva política en el Frente Amplio. A menos de un año de su formación, y en los primeros minutos del ‘segundo tiempo electoral’, el Frente Amplio está viviendo su primera gran crisis política, poniendo en riesgo su valoración ante la sociedad. Retomar el camino del Frente Amplio no será tarea fácil, no sólo porque debe sortear el presente año con cifras azules en lo electoral, sino porque, además, habrá de procurarse su proyección como una alternativa política creíble a largo plazo. En este contexto es fundamental redistribuir y permitir la circulación del capital social como bien público. Es vital que todos los actores accedan a la información política y participen en la toma de decisiones, reconociendo la soberanía territorial, enlazando múltiples espacios sociales y erradicando las decisiones persona-
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les, cupulares y electoralistas. En lo inmediato, el Frente Amplio debe recuperar la confianza que le abrigó durante las elecciones primarias, abriéndose a los territorios y las bases para encontrar allí su legitimidad, sin caer en la mera instrumentalización electoral de lo territorial. El capital social se asocia a valores, sentimientos, apegos e identidades conectadas a un grupo de personas, siendo la confianza un elemento central en su creación y circulación. Para generar capital social debe existir la confianza como sustrato. La idea de la ‘nueva política’ está basada en un capital social entendido como bien público, es decir, accesible a todos y todas que es capaz de circular por la estructura para ser captado por quienes se integran a ella. La vieja política’, en cambio, comprende el capital social como acumulación de un bien individual: no todos tienen acceso a la misma información, ni todos participan de la toma de decisiones. Aquí los individuos movilizan e invierten recursos para obtener retornos en términos de estatus político. El Frente Amplio, al estar hoy concentrado en la disputa por los cupos parlamentarios, reproduce
la lógica de la vieja política que se cocina entre cuatro paredes. La evidencia de este problema se refleja en la crisis actual que ha detonado como escándalo político en los medios de comunicación y las redes sociales. Sin embargo, mucho antes de que ello estallara, ya se venía evidenciado en la asamblea comunal del Frente Amplio de Santiago
una marcada desconfianza respecto al electoralismo y, a su vez, una esperanza en el trabajo colectivo y mancomunado entre independientes y la militancia de base de las fuerzas políticas comprometidas en lo territorial (que por cierto no son todas las que integran la Mesa Nacional del FA).
Soberanía territorial de la Asamblea Comunal FA Santiago Centro En la Fundación Conagra, de la calle Porvenir #342, luego de realizados los Encuentros Programáticos, se congregaron más de sesenta personas en la Asamblea Comunal Santiago Centro. El diagnóstico compartido levantó una serie de demandas por mayor participación en la construcción de una alternativa social, territorial, soberana y desde abajo, vinculando la disputa electoral a las asambleas comunales. En la actualidad, la asamblea se encuentra conformada por los núcleos territoriales Alameda Sur, Centro Histórico y Brasil/Yungay. Esta orgánica es una consecuencia de poder de la autodetermi-
nación de sus miembros en la asamblea, que desde el primer encuentro se declara como soberana. La representación de los núcleos territoriales está dada por coordinadores rotativos, donde el 50% son independientes y existe paridad de género. En nuestras asambleas comunales se planteó de entrada que para superar la desconfianza hacia la política institucional, las listas parlamentarias del Frente Amplio deberían emerger desde las bases. Se argumentaba que el desafío de los comunales era crear una verdadera convergencia social y política, propiciando una vocación de estar en los conflictos más importantes de los territorios.
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Para llegar a ser felices haciendo política, se planteó la necesidad de construir una política verdaderamente democrática, que reconozca la soberanía territorial de los comunales, los que a su vez tienen el deber de socializar la política a los lugares de trabajo, organizaciones sociales y juntas vecinales, desarrollando una vocación de poder en los territorios para ir gobernando desde abajo. La esperanza en el cambio social fraguada en los territorios es una expresión genuina de la politización de lo social y, por tanto, constituye en la práctica la realización paulatina del proyecto político del Frente Amplio (praxis). Nuestro futuro como alternativa al duopolio simplemente no se puede proyectar sin los ciudadanos organizados, ni los movimientos sociales, ni la
experiencia de las movilizaciones que han potenciado en ellos su capacidad para participar e influir en la orientación de dichos cambios. La baja incidencia de los comunales en el destino político del Frente Amplio es una situación anómala que debe ser revertida a la brevedad. Si se afirma que lo electoral está al servicio de la construcción territorial, entonces la mesa electoral del Frente Amplio debe ser un reflejo de aquello, y no al revés, como se ha venido demostrando, sobre todo en el conflicto Mayol-RD. Debe escucharse la voz de los territorios y tomarse en serio su participación en la toma de decisiones fundamentales, manteniendo un canal de comunicación fluido y permanente entre la Mesa Nacional y los comunales. Para que ocurra esta sintonía, las dirigencias del Frente Amplio tendrán que adecuarse a esta situación y abrir el Frente Amplio al ejercicio soberano de los territorios.
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Patricia Nieto Socióloga, Magíster © en Ciencias Sociales, mención estudios de la Sociedad Civil. Independiente.
Marcos Muñoz Sociólogo, Magíster en Investigación Social y Desarrollo. Militante del Movimiento Autonomista.
# TERRITORIO INTERNACIONAL
Ideas para pensar el trabajo político desde el territorio La experiencia del Frente Amplio uruguayo por Camilo Álvarez López Frente en Movimiento – Uruguay
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Alfredo Zitarrosa 1 dice que “no hay nada más sin apuro que un pueblo haciendo su historia” y así es que las luchas contra las injusticias y por la libertad logran renovarse una y otra vez en la Historia. No hay bala que mate, ni calabozo que aprisione las ideas revolucionarias. Estas líneas tienen como fin transmitir algunas ideas acerca del trabajo territorial, desde una perspectiva militante y de educación popular a partir de nuestras experiencias.
Para la política es necesario imaginar y que lo imaginado sea -como nos recuer2 da Mariátegui - “ni calco ni copia, sino creación genuina”. En Uruguay, el Frente Amplio (FA) tuvo un gran acierto: ni más ni menos que el de desafiar a la matemática, esto es, lograr que la sumatoria de las partes den por resultado una tremenda multiplicación en cantidad, en capacidad y calidad. Logró constituir una identidad general superadora de la identidad particular. Entre otras cosas, permitió generar una experiencia de unidad entre la diversidad, pocas veces vista en el mundo. Una gran innovación que generó el FA en Uruguay fue incorporar la idea de “movimiento”, desbordando la lógica de la “coalición” de partidos políticos. Articuló un espacio para que los militantes territoriales pudieran organizarse en los llamados “Comités de Base”, formando parte de la estructura del Frente Amplio. Lo territorial estuvo presente desde el inicio en el FA y vigente como forma organizativa hasta el día de hoy, permitiendo una relación armónica con los barrios y pueblos del país, funcionando, además, como soporte imprescindible en las batallas electorales. Más allá de que hoy se precise repensar este aspecto, en vista de las nuevas realidades y formatos de militancia que se desarrollan. La democracia es percibida muchas veces como la posibilidad de elegir y ser elegido, centrándose en las batallas electorales y en consecuencia el poder es comprendido como aquello que se conquista a través de las elecciones. A la vez, formamos parte de un sistema que, al decir de Boaventura de Souza Santos, es Capitalista, Colonialista y Patriarcal, el cual difuminó los relatos universales que abarcaban todos los aspectos de la vida, profundizando las desigualdades sociales, económicas, políticas y culturales. Sin embargo, nosotros entendemos la demo1 Cantautor, poeta, escritor y periodista uruguayo. 2 José Carlos Mariátegui, intelectual peruano.
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cracia como la posibilidad (necesidad) de educar para el ejercicio ciudadano, de educar para participar protagónicamente de los asuntos públicos. En ese sentido, el territorio se vuelve un escenario más que privilegiado para pensar y dar batallas fundamentales en la construcción de una propuesta contrahegemónica. Para ello es necesario la articulación de un bloque popular para los cambios necesarios, de manera que lo institucional-gubernamental, lo político partidario y el movimiento social, puedan verse como tres partes de un mismo objetivo. Donde lo institucional-gubernamental puede estar o no, sin embargo, lo político partidario y lo social debe mantenerse en movimiento y alerta continua.
Entiendo desde este enfoque cuatro tareas fundamentales: • Construir prácticas anticipatorias transformadoras • Educación para la participación activa • Pedagogizar la política • Democratizar y diversificar la organización política
La educación para la participación protagónica implica pensar una democracia radical. A participar se aprende participando. Hablar de participación protagónica es hablar de poder. Un poder como servicio y no como dominación. Educar para la participación es pensar las reuniones para que sean espacios inclusivos en toda su dimensión. Debemos ser capaces de que se reflexione, se discuta, se decida y se ejecute. Un proceso verdadero de participación debe incluir estas fases. Los zapatistas hablan del “mandar obedeciendo” y para ello es fundamental que los delegados representen y no suplanten a las personas. Para pedagogizar la política es fundamental que cualquier organización que pretenda transformar la realidad con el pueblo entienda “lo pedagógico” como un acto político. Pedagogizar la política no tiene que ver con alivianar conceptualmente los discursos, sino que debe ser capaz de contextualizar un escenario, bajo la intención principal que la organización construya intercambiando y discutiendo ideas y experiencias con la gente, sin la pretensión de trasladar verdades predeterminadas. Esta tarea es tal vez de las más importantes y de las más difíciles de lograr para las organizaciones políticas hoy. Dice Paulo Freire que la “educación no es transferir conocimientos previamente elegidos, sino generar y brindar la posibilidad de construirlos”. Por tanto, es importante generar estructuras que tengan la consistencia de un bambú, es decir, flexibilidad y resistencia.
Construir prácticas anticipatorias es vivir en lo que queremos creer o aproximarnos lo más que podamos a ese proyecto. Impulsar propuestas mostrando que los cambios podemos hacerlos ya. Transformar el mundo es tan difícil, entre otras cosas, porque para cambiar el mundo debemos cambiar nosotros. Un buen militante territorial social-político es antes que nada un buen vecino, la coherencia es importante para ganar la batalla ética. Pensar estas prácticas asumiendo que el cambio empieza hoy y con nosotros, sin embargo, nos trasciende. Huertas comunitarias, sistemas de trueque, monedas o bancas locales, que permitan combatir la mentira sobre la que se sustenta el dinero hoy, cuyo respaldo ya no está en el oro de los bancos sino en nuestra fe.
La democracia implica participación, ética y descentralización. El territorio es un lugar desde donde podemos ampliar las capacidades del frente político, en la disputa por la hegemonía. La descentralización es más que la desconcentración, y asumida desde un proyecto de izquierda debe ser siempre participativa. Soy de los que piensa que la esperanza y el amor son categorías revolucionaras, imagino los territorios como fuentes constantes de prácticas y propuestas que nos impulsen a construir desde hoy una sociedad distinta. Que permitan ser soporte para batallas, pero también para la resistencia. Resistencia para evitar lo que no se quiere, pero también y, sobre todo, resistencia para crear lo necesario y en eso el socialismo tiene mucho que decir.
Por Camilo Álvarez López Frente en Movimiento – Uruguay http://m764.org.uy
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# MEMORIA POPULAR “Debemos ser capaces de politizar la lucha, pero a partir de las necesidades más sentidas de la gente y la sociedad” Entrevista a Gustavo Meneses Por Simón Carvajal
El 15 de Julio del presente año, en una modesta capilla ubicada en la comuna de Lo Espejo, se escuchan risas y se reparten abrazos. En ese refugio de la fraternidad se recuerdan historias y se reconstruyen viejos lazos. Entre los participantes destaca Gustavo Meneses, hombre alto y delgado, de cabello gris que, sin embargo, con su rostro afable y comprensivo impone un tremendo respeto por sus experiencias en la lucha contra la dictadura. El motivo de la reunión: levantar nuevamente la Coordinadora Caro-Ochagavía, ahora junto a nuevas generaciones de frenteamplistas, donde destaca la participación del candidato Mauricio Carrasco, del Movimiento Autonomista. Esta es la historia y el futuro de la Caro-Ochagavía según uno de sus propios fundadores, Gustavo Meneses.
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#DeFrente: ¿Cómo nace la Coordinadora Caro-Ochagavía? ¿Qué elementos y/o condiciones provocaron la construcción de esta organización? Gustavo: En el año 1981 varios dirigentes socia-
les coincidíamos en la urgencia de recomponer el tejido social. Para tal efecto lanzamos la consigna "A construir comunidad poblacional". Durante el resto de ese año ‘81, nos dedicamos a recorrer las poblaciones del área que cubriría la coordinadora y que hoy corresponde a Pedro Aguirre Cerda y Lo Espejo. Sus límites fueron: por el sur, Av. Lo Espejo; por el este, Ochagavía (actual J.J. Prieto); al oeste, Av. Cerrillos; y al norte San Joaquín. En el año 1982 nos juntamos varios dirigentes, de comités sin casa, agrupaciones juveniles, comités de defensa de los derechos humanos, agrupaciones juveniles y talleres sindicales. En esa reunión coincidimos en la necesidad de coordinarnos en la lucha poblacional. Así nace la Coordinadora Caro-Ochagavía, que tendría como misión resistir y luchar en conjunto por las reivindicaciones de nuestros sectores, hasta ese momento postergados y pisoteados.
#DeFrente: ¿Quiénes conformaban esta coordinadora?, ¿Cuál era su objetivo? Gustavo: En un comienzo formaron parte de
ésta las organizaciones antes nombradas, pero en enero de 1982 se realiza la toma de terrenos bautizada como “villa guarén”, esto debido a la gran cantidad de roedores que asediaban el lugar. Para aislar la toma de las fuerzas represivas levantamos barricadas en las calles circundantes. La toma fue a las 5 de la tarde. "Lamentablemente, en una de las barricadas cae detenido el presidente provisorio de la coordinadora, Marcelino Collío, el que fue horriblemente torturado y trasladado a la cárcel de San Miguel. Pero estaba claro que yo seguía en la cadena de dirigentes y sobre la marcha nos compusimos. Como a las 19 horas de ese día de verano se nos dejaron caer las fuerzas represivas de carabineros a desalojar la toma. Los enfrentamientos se extendieron hasta las 22 horas y en forma heroica: los pacos con armas de fuego y nosotros a puro peñascazo. La toma fue desalojada, pero el prestigio de la coordinadora se disparó, y durante ese año se incorporaron las comunidades cristianas de base, lo que nos permitió masificarnos de manera increíble".
#DeFrente: ¿Qué tipos de actividades realizaban y en qué sectores? Gustavo: Se realizaron tomas de terreno en
diferentes sectores, e impulsamos las ollas comunes para paliar el hambre de los sectores más postergados. En cada jornada de protesta nuestras poblaciones se tapaban de barricadas y de polos de resistencia a la dictadura. También se realizaban, permanentemente, jornadas de capacitación política y social. Crecieron las agrupaciones culturales y los conjuntos folclóricos, crecieron las organizaciones de mujeres y se incentivó siempre la solidaridad de clase.
#DeFrente: ¿Cuáles fueron los factores del declive de esta coordinadora? Gustavo: Los constantes golpes represivos fueron
minando nuestra organización. En lo personal, fui detenido en cuatro oportunidades y viví penas de relegación en Puerto Porvenir, Puerto Natales y en la localidad de Taltal. También conocí los horrores del cuartel de Borgoño de la CNI. Mientras mantuvimos la coordinadora obedeciendo a los problemas de la gente y haciendo uso de la democracia popular la organización se mantuvo sin problemas hasta el año ‘87. Luego, el sectarismo político fue mellando la representatividad. Después de haber convivido organizaciones de diferentes opciones políticas y religiosas se fue transformando en la razón de ser de uno o dos partidos políticos.
#DeFrente: ¿Qué elementos de continuidad tiene este nueva Coordinadora con la anterior? ¿Qué los diferencia? Gustavo: Hoy al igual que ayer debemos insistir
en la urgente necesidad de recomponer el tejido social, dañado seriamente por los medios de comunicación masiva y por los gobiernos de turno que mantienen la constitución de Pinochet y el neoliberalismo, que incentiva el consumismo y el individualismo. La tarea es titánica, pero hermosa. Para recomponer el movimiento social y transformarlo en fuerza liberadora debemos ser capaces de politizar la lucha, pero a partir de las necesidades más sentidas de la gente y la sociedad. Por lo mismo, nuestro reconocimiento a la gran Araceli Romo asesinada por la dictadura; a Patricio Sobarzo, soporte legal de la lucha; a los curas Rafael Maroto, Pierre Dubois, André Jarlan, Alfonso Baeza y a los hermanos Vergara Toledo.
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# IDEAS DE FRENTE
El retorno del pueblo Por Nicolás Romero
Los problemas ventilados a propósito de las negociaciones electorales del Frente Amplio (FA), expresan una contradicción que atraviesa nuestro proyecto y que –creemos- no puede ser reducida a la repartija de responsabilidad entre “caudillos” y “mesas burocráticas”. Para algunos, la causa de los problemas estaría en la ausencia de un horizonte de transformación claro, sumado a un origen vinculado a una alianza electoral que nos impone una macabra lógica de cálculos pequeños. Si bien este pecado de origen es parte de los problemas, creemos se ha anunciado una contradicción vinculada a la manera de concebir la acción política: o reproducción acrítica y acomodaticia de las formas de construcción heredadas de la transición, por mucho que se esconda bajos ropajes de izquierda o apuesta por una política popular construida desde los territorios y que aspira a colocar a los movimientos sociales y las fuerzas vivas de la sociedad como protagonistas del proceso de liberación. Las notas que se presentan a continuación buscan contribuir a la construcción de un marco interpretativo que dote de mayor fuerza a esta utopía subalterna y a la chilena, fortaleciendo así la disputa por la construcción de un FA cuyo primer mandato ético es acompañar y fortalecer los procesos de liberación de nuestros pueblos. 22
La transformación real nace desde los pueblos El proceso de transformaciones iniciado en la década de los ‘90 en nuestro continente, tanto por 1 el EZLN en México como el encabezado por Hugo Chávez en Venezuela, volvió a colocar a la superación del sistema capitalista como horizonte de época. Si bien en los últimos años se observa una rearticulación de los proyectos neoliberales y de derecha, la disputa sobre el papel de América Latina en el siglo XXI sigue y estará estando en disputa. O regresión autoritaria para someter a nuestros pueblos a los dictados capitalistas de EEUU u otro imperialista de turno, o creación y profundización de formas alternativas y sustentables de organizar las sociedades en nuestro continente. A pesar de los profundos y convulsionados procesos de cambio impulsados por nuestros pueblos hermanos, buena parte de las izquierdas en nuestro país parecieran ignorar la batalla continental y mundial en curso. En un contexto de mundialización de las relaciones capitalistas, pretender una vía propia e inédita sostenido en supuestos “ritmos propios”, no sólo peca de optimismo, sino que renuncia a la conformación de un bloque continental de los oprimidos que haga sostenible la construcción de una nueva sociedad. Desde su conformación, las sociedades latinoamericanas se han encontrado en una situación estructural de sometimiento y dependencia en las relaciones impuestas desde los centros donde se acumula el poder capitalista. Dicha relación desigual -cuyo origen se remonta a la Conquista-, se explica por la lógica de un sistema económico de alcance planetario que al colocar a la acumulación de capital como fin último, reduce la vida humana, y la del resto de las especies y la tierra, al de un cosa que debe ser estrujada para saciar un
continuo proceso de acumulación y despojo. De allí que nuestros pueblos compartan una situación estructural de sometimiento y dependencia, origen de la hiperexplotación de nuestros bienes comunes naturales (ríos, tierras cultivables, etc.) y de nuestras capacidades productivas y reproductivas (base de la negación de las mujeres latinoamericanas). Allí radica el origen de la “larga duración” del colonialismo. Todo este proceso se encuentra orquestado y avalado por élites nacionales que en diversos ciclos han construido formas estatales serviles a los intereses foráneos y se han confabulado para detener el avance de los procesos de construcción y protagonismo de los pueblos (como nos ocurrió durante el proceso de la Unidad Popular). Dicha situación configura una contradicción ética entre sistemas de dominación que niegan la vida de nuestros pueblos y procesos de resistencia que encarnan vías alternativas para la organización de la sociedad. En nuestro continente los procesos de crítica y construcción de alternativa al orden capitalista han sido encabezados por un actor plebeyo y colectivo, el pueblo. Éste no es lo mismo que nación, ya que esta última se remite a la totalidad de quienes habitan en el territorio de un Estado. El pueblo se constituye bajo condiciones de explotación y dominación, donde los oprimidos arribamos a la convicción de la necesidad de unirnos para enfrentar un mal común que encarna la negación de la vida. Como sabiamente afirma Doris González, dirigenta del Movimiento Político de Pobladores Ukamau: “Nosotros, particularmente, cuando acogimos la lucha por la vivienda fue porque nuestra misma comunidad nos dijo que esa era la necesidad más importante que tenía y nosotros la asumimos como nuestra y dijimos ‘nos vamos a poner a trabajar, nos vamos a poner a construir y aprender con nuestros vecinos.”
1 Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
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Redefinir lo popular De allí que pueblo no es exclusivamente clase obrera ni lo que comúnmente se entiende por sectores populares. Pueblo somos los explotados y dominados por el capital, seamos indígenas, estudiantes, trabajadores, dueñas de casa, profesionales precarizados o pescadores artesanales, que construimos formas solidarias de resistencia y nos unimos con la esperanza de construir un Chile distinto. Uno que afirme la vida de las mayorías en armonía con el resto de las especies y nuestra tierra, tal y como desde tiempos ancestrales lo practican nuestros hermanos mapuche. La verdadera democracia no es la de los modelos extranjeros, sino la conquistada paso a paso por nuestros pueblos con grandes sacrificios durante el siglo XIX y XX. Es la herencia cultural que recogemos desde el presente, para proyectar un futuro comunitario donde la sociedad se oriente a fortalecer la vida y no a destruirla. En la reconexión con nuestra historia de victorias y derrotas, en definitiva, de luchas, se encuentran las bases para replantear desde el presente un futuro de esperanza. En el rescate de nuestras memorias locales, regionales -como la que activó el movimiento social en Aysén- y nacionales, se encuentra la clave para la construcción de una nueva sociedad. Lo popular se construye a partir de una amplia y abigarrada red de solidaridades sociales y comunitarias, vínculos que expresan una acumulación de saberes y prácticas desde donde se han estado gestando nuevas formas de vivir y resistir al neoliberalismo. La lucha de los estudiantes se encuentra -por la base y en el territorio- con la de los pobladores. Estas se articulan con luchas urbanas y socio-ambientales porque (ya no queda duda) el enemigo es el mismo. A pesar de un movimiento sindical fragmentado, la Coordinadora No + AFP ha demostrado en la calle y en los barrios la voluntad de una mayoría social. Las organizaciones feministas y de mujeres nos han dado una lección, el enemigo es capitalista y patriarcal, por lo que la otra sociedad que soñamos o será feminista o no será. La vinculación en redes y desde los territorios como espacios de disputa a la organización neoliberal de la vida, es la articulación que, como pueblos, hemos desarrollado tras el derrumbe, persecución y desaparición de los que fueron las grandes organizaciones nacionales. Hoy estas redes -que contienen un potencial estratégico valiosísimo- se encuentran en desarrollo y superan con creces los espacios desde donde se constituye el FA. De allí que el rol que se juegue en relación a este bien común de los pueblos deberá ser respetuoso, colaborativo y renunciando a todo tipo de vanguardismo. La formación del sujeto pueblo requiere un 24
cambio de paradigma al momento de comprender la relación entre teoría política y práctica política. La reconstrucción de una conciencia colectiva popular va de la mano de la conformación de un campo de teorías críticas y saberes que acompañen este proceso. En un periodo donde tambalean los antiguos apoyos a los poderosos la teoría debe comprender y reinventarse a este nuevo momento, el giro decolonial o el de empezar a pensar Chile desde la condición de los oprimidos y en su relación con Latinoamérica es un paso urgente. Requerimos como pueblo desaprender para volver a pensarnos, en un continuo proceso de autoeducación popular, reconectando con la tradición pedagógica de los ochenta para re imaginar un país donde se viva bien y gobiernen los pueblos. Necesitamos re educar a nuestros intelectuales, para que renunciando a todo atisbo iluminista, acompañen las luchas sociales y aporten desde la retaguardia en el proceso de liberación. El sujeto pueblo articula solidaridades donde el mercado y el Estado han dejado espacio, fortaleciendo nuevas o reviviendo antiguas prácticas asociativas. Nuestra historia nos alerta sobre delegar la transformación en grandes estructuras (partidarias o estatales), por lo que apostamos por procesos colectivos de definición del curso de nuestras organizaciones. Rescatando el asambleísmo que aprendimos de los pingüinos, colectivos territoriales y asambleas regionales, hoy son los comunales del FA los espacios mancomunados de dirección donde la apuesta política se democratiza y se hace permeable a los luchadores y luchadoras del siglo XXI. A su vez, apostamos por formas de abordar colaborativamente y no competitivamente nuestras vidas, dando pasos en la gestión comunitaria y el cooperativismo como ya lo practica el Movimiento de Pobladores en Lucha en la comuna
de Peñalolén y la cooperativa Coenergía. Nos asociamos para construir desde el territorio y lo cotidiano, un Chile más justo, amable y feliz. En los periodos de grandes transformaciones como en el que nos ha tocado vivir, las crisis del poder -desde donde se crean las oportunidades del futuro- nos brindan oportunidades para asociarnos desde la base y, desde allí, repensar y reconstruir el poder. Si para ellos este es dominación y obediencia, para nosotros y nosotras es representación mandatada por la base y de carácter temporal. Como dicen los zapatistas, se trata de mandar pero obedeciendo al colectivo, al sindicato, a la Federación de Estudiantes y, en definitiva, al pueblo. Hoy son cientos los militantes y adherentes al FA que practican el poder desde la base. Al igual que nuestros pueblos hermanos, somos conscientes de que si le dejamos el Estado a la oligarquía y sus representantes políticos, lo seguirán utilizando para explotar nuestros bienes comunes y negarnos de paso. Apostar por una vía democrática para la refundación del Estado es una tarea ineludible. Pero no somos ingenuos. El Estado no es una “cosa sin historia” (como si no hubiese sido una institución construida para fortalecer el proyecto neoliberal), sino una relación de poder que concentra monopolios y capacidades productivas que -perteneciendo a la sociedad- son gestionadas por unos pocos para el supuesto interés de todos y todas, pero que suele terminar en la reafirmación del poder de las elites. La relación con lo estatal durante el proceso de cambio deberá apostar a fortalecer las organizaciones que los pueblos vamos gestando en este desarrollo y deberá encontrarse sometida a su fundamento, la defensa y afirmación de la vida y la democracia. Las limitaciones de los procesos de cambio en nuestro continente
dicen relación con las distorsiones que se generan, cuando las alianzas populares arriban al Estado y terminan reproduciendo prácticas estatales de dominación y no de liberación. Cuando el poder se concibe como un atributo de alguien que, por ejemplo, se cree dueño de los votos que obtuvo en una elección, se privatiza y por ende corrompe, lo que en su fundamento es creación colectiva. La salida a los ya evidentes déficits de construcción del FA no pasa por discursos pretendidamente críticos y grandilocuentes. El tranco del pueblo es lento y reflexivo. A su vez, “parchar” las fisuras entre la política elitaria y la política popular al interior del bloque frenteamplista no sirve de mucho, menos si nuestra mirada y convicciones profundas no se colocan en el largo proceso de construcción de la nueva sociedad. Más allá de los acuerdos firmados bajo la presión de los medios o el temor a la “sublevación de las bases”, se debe propiciar más debate y conexión ética con nuestros pueblos. Debemos agudizar el oído, como bien lo señalaron los zapatistas, para recoger con humildad la experiencia y la impresión de estas bases comunales frenteamplistas que cada día crecen en el país, silenciosamente, forjándose en el cotidiano y el territorio compartido. Ese FA echa raíces y tiene la película más clara que los que se han mareado con la política de tiempos electorales. Y con raíces firmes, es que se construyen las revoluciones profundas, esas que sólo la dignidad de un pueblo es capaz de parir y defender.
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