El agua como la muerte

Cuervos y vencejos, juntos mirando como el cuerpo de un inocente caía al suelo, y mientras las nubes lloraban, ni un vencejo alzó el vuelo.

Muerte del cuerpo

El sonido de la lluvia me ayudó a conciliar el sueño desde que era un infante. Nunca imaginé que, tirado en el suelo teñido de carmesí, lo escucharía una última vez.

Muerte del espíritu

Aún sin saber nada, tumbado en las dunas arenosas descubrí mi más profundo secreto del alma. Entonces me sentí vacío.

Sentía el agua entrar en mi organismo, pero si algo estaba inundado era mi corazón . El corazón encharcado de llorar, o quizás solo de sangre.

La muerte del sentir

Lágrimas ahogadas como flechas en la espalda, con un estallido de sentimientos y a la vez sin sentir nada.