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En la muerte de Raymundo Ramos // Alfonso Rangel Guerra

Raymundo Ramos

RAYMUNDO RAMOS falleció el día último, 31 de diciembre de 2017; tenía 83 años al término de su existencia, la cual dedicó a la enseñanza y a la escritura. Era originario de Piedras Negras, Coahuila y su padre fue el profesor Humberto Ramos Lozano, distinguido maestro nuevoleonés que se significó por el ejercicio de una larga tarea docente cumplida a lo largo de su vida. Creció en Monterrey y pronto se trasladó a la Ciudad de México, donde vivió el resto de su vida. Hizo sus estudios superiores en México en la Universidad Nacional, donde se graduó como licenciado en Lengua y Literatura Hispánicas y ejerció la docencia como maestro de Teoría Literaria desde 1956 en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y, después, como maestro en la Escuela Nacional de Estudios Profesionales Acatlán. Su primer libro de poemas fue Tríptico.

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Autor de una obra literaria extensa, en la que predominaron la poesía, el ensayo y el cuento. Después de publicar varios libros de poesía, la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Nuevo León publicó en un volumen, toda la poesía editada hasta ese momento, más la inédita, el año de 2001 con el título Poiesis. Poesía hasta donde va, siendo director de la Facultad de Filosofía y Letras el maestro Nicolás Duarte Ortega. Su obra narrativa fue primordialmente de cuentos y está dispersa en muchos títulos realizados por varias casas editoriales.

Fue un pensador de izquierda, siempre atento a la vida política de su país, y su obra ensayística da testimonio de ello en alguno de sus títulos, dedicando además varios trabajos sobre crítica literaria y autores diversos, entre los que puede recordarse su texto sobre Manuel Acuña.

Durante el tiempo que trabajó en el Instituto Politécnico Nacional, tuvo a su cargo trabajos editoriales y me invitó a publicar algo en el IPN. Yo acababa entonces de presentar una conferencia en el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), le entregué el texto leído en aquella ocasión, y apareció en los Cuadernos Políticos de Ciencia y Cultura del IPN, con el número 6, con el título Épica y Novela. Esto fue en el año de 1973.

Con excepción de su poesía, el resto de su obra literaria está disperso y ahora que la vida de Raymundo Ramos pasa a la historia de las letras nacionales, sería deseable que todo esto fuera reunido y se presentara de manera ordenada e integral.

Las amistades continúan a lo largo de la vida. Traté a Raymundo Ramos con cierta frecuencia durante el tiempo en que viví en la ciudad de México entre 1965 y 1990; después sabía de él y nos enviábamos saludos, cuando encontraba en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad a su hermana, la maestra Lídice Ramos. Así ocurre en ocasiones y las circunstancias van condicionando los encuentros y los diálogos, o bien, como en este caso, el envío de saludos de ciudad a ciudad.

De su obra poética completa, publicada por la Facultad de Filosofía y Letras el año de 2001, escogemos dos poemas que se añaden a continuación.

Última vista del escritorio de Raymundo Ramos.

El primero se titula “Poema” y dice:

I

TANTO TIEMPO para pensarte

-poema-

como si el pensamiento fuera

un mitin de palabras

sobre las hojas secas.

Tanto tiempo para escribirte

-poema-

como si la fabula

de las sílabas nuevas

explicara de veras

tu verdadera esencia.

Tanto tiempo para decirte

-poema-

como si mi palabra

prisionera de tierra

no gritada entre tumbas

y entre cruces impresas.

Tanto tiempo en tu parto

-poema-

para que nazcas muerto.

II

No desmayes, poema,

-sangre en la luz-

si en cada parto mueres;

piensa que es mayor el fracaso

de la ola: su palabra de espuma

dice el sermón de las estrellas y

sube en el mar total con rumbo al cielo

y baja en cielo todo hasta la arena,

va por nubes al sol, y las regresa

destrozando algodón en la marea.

III

Ya quiere descansar el hombre,

poeta inagotable

¿nube o almohada?

Blanco no ser

(Aquí se juntan ambos)

se ha quedado pendiente una palabra,

¡adelante, poeta!

prende un lucero en tu cama.

¿Acaso sabe el hombre

si hay algo escrito en su frente

algún mañana?

El segundo poema es uno de los sonetos españoles, y dice:

HOY CUMPLO UN AÑO MÁS

HOY CUMPLO un año más de muerte lenta,

de caminar sin pausa hacia la bruma,

y cada pie que avanzo resta y suma

el debe y el haber que hay en mi cuenta.

La cotidiana muerte presenta

transfigurada en huesos de reúma,

y en el vaso cordial de amarga espuma

sangre bebemos turbia y cenicienta.

Todo presagia al húmero que llora,

al reino de la sombra permanente

en su inmutable condición postrera;

en la invasión silenciosa de la espora,

la embolia azul viajando por la frente

y el diente que anunció la calavera.

Hay poesía críptica, que requiere una interpretación que explique su sentido. La de Raymundo Ramos es clara en su composición, y en la poesía que se presenta sobran los comentarios referidos al texto.

Creo que es importante que no quede perdida en el tiempo la vida y la obra de Raymundo Ramos, pues fue una persona que enriqueció la existencia mexicana, propiciando con su presencia el diálogo y la exposición de ideas, de manera que no se pierda el testimonio de una vida que se caracterizó por la enseñanza en sus dos formas significativas de expresión: La cátedra, impartiendo en ella clases que hacían posible la expresión de juicios, ideas y todo lo concerniente a la vida del espíritu, y además la escritura que es otra forma de comunicación humana.

Se me dice, al comunicar el fallecimiento de Raymundo Ramos, que dejó escrita e inédita, una novela. Es un deber de quienes lo tratamos, de hacer posible que en un tiempo razonable esta novela pueda estar impresa en manos de lectores mexicanos.

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