23 de mayo de 2017. ComitĂĄn de DomĂnguez, Chiapas Editor responsable: Alejandro Molinari
385 LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
Glosario Yo vivo en un mundo llamado Arana
Carta a Mariana, donde aparece una Tuxtla no tan Arenilla chata
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
CONTENIDO 5. EDITORIAL 10. ZAGUĂ N Arenilla: Carta a Mariana, donde aparece una Tuxtla no tan chata
15. PATIO
Glosario. Habla popular comiteca.
25.CORREDORES Yo vivo en un mundo llamado Arana
2
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
EDITORIAL El 25 de mayo de 2017, Rosario Castellanos cumple 92 años. ¿Cumple años alguien que ya murió? Sí, los cumple. Hace apenas un rato, todo mundo conmemoró el centenario de Juan Rulfo y éste estuvo “presente” con una gran presencia, fastuosa presencia. Comitán (y medio mundo) celebra el cumpleaños 92 de Rosario. Es bueno que el mundo celebre el cumpleaños de los muertos, para que ellos no se vayan del todo. Es un exceso conmemorar los aniversarios de muerte. Es una apoteosis linda celebrar los aniversarios de vida. ¡92 años! Años en que, sólo como ejemplo, “Balún-Canán” ha prodigado luz en la memoria. Ahí está su obra imperecedera. La muerte, a la obra de la Chayo, le ha hecho lo que el viento a Juárez: ¡Nada! Ahí está vital, como si fuera una pichita, una recién nacida que es como una espiga de esperanza.
¿Se vale celebrar el cumpleaños de una muerta? ¡Por supuesto que sí!
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
ZAGUÁN
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
CARTA A MARIANA, DONDE APARECE UNA TUXTLA NO TAN CHATA ARENILLA Querida Mariana: Romeo dijo que San Cristóbal es más bonita que Comitán. Hablaba de la ciudad, de las ciudades. Marcos quedó callado. Ni falta decir que Marcos es comiteco y Romeo de San Cristóbal. El silencio de Marcos parecía aceptar que la ciudad de Romeo es más bonita que Comitán. Romeo, quien esperaba una respuesta aireada, olvidó su inicial gesto de arrogancia. Como si estuviese en una batalla, al ver caído al contrario, tuvo un gesto de misericordia y no soltó el tiro de gracia. No deseaba matar al enemigo, verlo abrumado satisfacía su poderío. Pero, oh, ironía, Marcos pareció resucitar de sus cenizas y se hizo casi gigante, y desde su altura dijo: “París es más bonita que tu pueblo”. Romeo se removió y contratacó: “Yo digo de ciudades chiapanecas. Claro que París es más bonita que San Cristóbal”. ¡Lo había dicho!, pensó Marcos. Lo que Romeo dijera de ahí en adelante ya no tenía valor alguno. Romeo había aceptado que París era más bonita que San Cristóbal. Marcos pensó que era como si alguien se ufanara de ser la mujer más bonita del mundo, pero aceptara que había alguien más que era la mujer más bonita ¡del universo!
11
Zaguán
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
Igual que Marcos, vos, y miles de comitecos, amo a mi pueblo, pero eso no me impide reconocer que San Cristóbal es una ciudad muy bella. Sostienen que las comparaciones son nefastas, pero ¿cómo establecer un criterio estético si no es a través de ellas? ¿Cómo admirar a los grandes pintores si no es contrastándolos con los mediocres? Si entro al templo de Santo Domingo, en San Cristóbal, digo que en Comitán no hay un templo que se asemeje a aquél. Claro, si el espíritu combativo de Marcos me posee y comparo a Santo Domingo, de San Cristóbal, con el templo de Tonantzintla, Puebla, llego a la conclusión que la iglesia coleta no le llega ni a los talones. Los coletos defienden su ciudad; los comitecos defendemos nuestra ciudad; los tuxtlecos hacen lo mismo. Los conejos, en medio del calor, limpiándose la frente con un pañuelo de tela, sostienen que aman su ciudad capital y esta última palabra la remarcan como para aclarar que ahí están concentrados los poderes. En el mundo de todos los días no hay algo mejor que el poder. Ah, pero, entonces, los comitecos y coletos protestan: si Tuxtla es la capital política, entonces San Cristóbal y Comitán se disputan el título de capital cultural de Chiapas. Ahí sí nada pueden decir los conejos, aunque en el fondo se sepa que, como el
Zaguán
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
poder es el poder, los actos más relevantes de la cultura se efectúan en la capital del estado y eso de capital cultural es un mero paliativo que el centralismo deja que se disputen los cositías y los coletos. Total, lo importante es poseer el poder político y no el remiendo de los trajes históricos que es la cultura. Eso de capital cultural es una gran chaqueta mental. Ningún pueblo del mundo puede ostentar tal título. La cultura es un bagaje natural de los pueblos y cada uno tiene su propio caudal intangible, inmensurable. Siempre digo a mis amigos y conocidos que Comitán es una ciudad única. Si la comparo con San Cristóbal digo que mi pueblo es más tranquilo. En los últimos años, aquella ciudad se ha convertido en un hervidero de gente, como si fuese un bolcojosh lleno de arrieras. Comitán, aún, conserva una armonía que es como un té de menta para el espíritu. Vos sabés que no me gusta viajar. Soy feliz en mi pueblo, acá encuentro todo lo que busco, lo que necesito. Procuro ser turista en mi propio pueblo y lo camino y así aprendo a amarlo, a respetarlo. Pero, a veces, no me queda de otra y debo viajar. Si me toca ir a San Cristóbal lo hago con gran gusto. En esa ciudad nació mi papá y él me enseñó a amarla. Pero (perdón, por la franqueza) si me toca viajar a Tuxtla trato de esquivar el viaje. Salvo los tuxtlecos que aman a su ciudad capital (y está muy bien que así sea) nadie de fuera puede decir que Tuxtla sea una ciudad bella, más bien es una ciudad chata, plana, como Rosario Castellanos dijo. A mí me enerva el calor. No lo soporto. Cuando viajo a Tuxtla procuro tardar lo menos posible. El otro día debí viajar a Tuxtla por un imperativo moral. El motivo, difícil de por sí, se acrecentó por la temporada inclemente de altas temperaturas. Pero, por la gracia divina, la breve estancia de un día y una noche me enseñó un rostro desconocido de Tuxtla. Me tocó estar en una habitación de séptimo piso de un hotel: el Holiday Inn Exprés (muy recomendable). A las seis y feria me acerqué a la ventana y vi lo que acá comparto. Una vista excepcional. Claro, esta vista no se logra ver más que a determinada hora y en un lugar de privilegio. Yo tuve ambas posibilidades. Tuxtla es bellísima, desde un séptimo piso, a las seis y feria de la mañana, en el mes de mayo, de un día glorioso. Si querés vivir esta experiencia, debés pedir la habitación 704, de dicho hotel (y que conste que no recibo porcentaje por el comercial). Posdata: ¿Son bellos los amaneceres en San Cristóbal? No sé. ¿Quién, con ese frío, se levanta en la madrugada? ¿Son bellos los amaneceres en Comitán? Sí, son casi tan bellos como los amaneceres de Tuxtla.
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
Glosario. Habla popular comiteca. Las palabras y su respectiva definición, que se presentan a continuación, fueron tomadas del libro Glosario, de José Luis González Córdova.
PATIO
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
-Ay, la pobre. Primero tiene que aguantar los achaques del embarazo y encima la tzipitera de su hijo. Tzipitera: Melancรณlico. Se aplica al hijo que entristece cuando su madre tiene un nuevo embarazo.
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
“Y pensar que me terminé casando con este almastrote.” Almastrote: Cualquier cosa grande que no es útil y que no sabemos dónde colocarlo, que estorba.
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
“Deberías cuidarte esa herida, no se te vaya a Apozolar”. Apozolar: Heridas y llagas infectadas, poco ventiladas, secretan pus revuelta con agua.
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
“Miralo éste, cada vez que vienen los maestros o los de organización a bloquear calles, le da por atutizarse.” Atutizarse: Tener miedo.
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
“La próxima vez que caminés en las banquetas de laja, hacé favor de no llevar tacones, no que luego ahí te estás rompiendo el cajete.” Cajete: Cabeza.
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
CORREDORES
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
Yo vivo en un mundo llamado Arana
Corredores
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
Yo vivo en un mundo llamado Arana. En Arana la rueda de la fortuna siempre está acostada; es decir, quienes suben a la rueda jamás alcanzan una altura o descienden. Esto evita que, como dice medio mundo, en Arana la rueda de la fortuna sirva para ejemplificar que la vida es una rueda de la fortuna, con subidas y bajadas. La rueda de la fortuna es un juego mecánico que disfrutan todos, niños y adultos. La gente paga su boleto, sube, se sienta en una de las góndolas y cuando comienza a dar vueltas la rueda, ésta no asciende ni desciende, porque, en Arana se concibe a la vida como una sucesión de instantes que nada tienen que ver con montañas o con cañadas. La vida no tiene subidas ni bajadas, no es un tobogán ni una tradicional rueda vertical. Las ruedas verticales sólo sirven para los autos y para las carretas, para que alguien llegue a otra parte. Las ruedas horizontales sirven para estar en el mismo lugar, pero para ver todo desde diferentes puntos de vista. Esto ayuda a que los habitantes de Arana no asuman temores por estar un día debajo o, prepotentes, aspiren a estar en la cresta. ¡No! En Arana se sabe que la vida es como una rueda de la fortuna; es decir, otorga la posibilidad de ver todo desde diferentes puntos de vista, sin necesidad de trasladarse a otra parte, porque la vida está en el interior de cada uno.
28
Corredores
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS