18 de julio de 2017. ComitĂĄn de DomĂnguez, Chiapas Editor responsable: Alejandro Molinari
393 LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
En un mundo llamado Arana Fotogramas parlantes
Carta a Mariana, donde hay un Arenilla tejado musical
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
CONTENIDO 5. EDITORIAL 10. ZAGUĂ N Arenilla: Carta a Mariana, donde hay un tejado musical
25.CORREDORES Fotogramas parlantes En un mundo llamado Arana
2
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
EDITORIAL Todos los años existe una elevada expectativa por parte de los comitecos hacia la cartelera de la feria, y todos los años la gente termina decepcionada con la oferta. La feria no es más que una vil copia de lo que hacen en otras partes, en realidad no cumple con el objetivo de rescatar las tradiciones y mucho menos, de rendir el honor merecido al Santo Patrono de la ciudad. Este año, más que en otras ocasiones, la cartelera de la feria ha sido muy criticada. Sin embargo, lo rescatable de todo será el evento del cuatro de agosto. Aquí es importante invitar a las personas de otras partes. El cuatro de agosto, a partir de las diez de la mañana hasta las diez de la noche, hay una muestra interesante de marimbas. El parque se viste de fiesta, adornado por juncia, flores, comida regional y gente, ¡mucha gente! En ese espacio se concentra gran parte de la identidad comiteca. En este espacio es donde se da el lugar de privilegio a Santo Domingo de Guzmán, Patrono de Comitán.
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
5
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
ZAGUÁN
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
CARTA A MARIANA, DONDE HAY UN TEJADO MUSICAL ARENILLA Querida Mariana: Pau y su mamá se cambiaron de casa. Bueno, eso de casa es un decir, porque dejaron la casa que habitaron durante mucho tiempo y ahora viven en un departamento. Los que saben dicen que la tendencia a futuro son las construcciones verticales. Ya no tendremos esas maravillosas casas que tuvimos antaño en Comitán, con patio central y sitio, un sitio enorme donde los niños jugaban y trepaban en los árboles de jocote y de durazno. Pau me envió un mensaje de texto: “Tío, tenés que venir a mirar la marimba”. Como soy un tío consentidor le respondí de inmediato: “Llego en la tarde”. Imaginé que su mamá le había comprado una marimba. Nunca imaginé lo que Pau me mostraría: Un copete de barda con teja. En cuanto llegué, Pau me tomó de la mano y me llevó corriendo a su cuarto, abrió la cortina y, como si fuese una maestra de ceremonias en un teatro, movió las manos y brazos al estilo de una torera y dando un pase dijo: “Con ustedes, ¡la marimba del sitio!”. El departamento está contiguo a una casa tradicional comiteca. Como Pau dice, la casa vecina tiene un sitio. Ya que el departamento que rentó su mamá es del mismo propietario de la casa, el arquitecto no tuvo empacho en colocar una ventana que da al sitio vecino (se sabe que en arquitectura está prohibido abrir ventanas que den a predios contiguos). La recámara de Pau está muy bien ventilada y llena de luz, precisamente por esa ventana, donde, a la hora que quiere puede ver lo que ella llama “la marimba del sitio”. Nada dije. Vi el copete de la barda limítrofe y coincidí con Pau: es como una marimba larguísima, bellísima. Estaba extasiado viéndola, sorprendido por la capacidad de imaginación de mi sobrina, cuando ésta dijo: “En días muy soleados suena despacito, pero se oye cómo el sol toca valses, con sus manitas doradas y quemantes. Pero, lo más bonito es cuando llueve, tío. Ayer llovió en la tarde. Ah, la hubieras oído, es como si mil palomas aletearan sobre la marimba. Se oye bien bonito”. Ya no es a ritmo de vals, ¿verdad?, le comenté. “No, no, cómo creés, la lluvia toca bien fuerte y alborotado. Igual que el sol son como mil marimbistas que tocan igualito, pero la lluvia, como es más ruidosa, toca a ritmo de banda”. Pau me vio y agregó: “Pero no vayás a creer que como esas bandas feas de ahora, no, yo digo de las bandas
11
Zaguán
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
que escucha mi abuelito, bandas norteamericanas”. Quedé más sorprendido. Volví a ver la marimba de la barda. Imaginé el sonido de la lluvia cayendo sobre el tejado, imaginé a las gotas chocando y luego saltando al vacío del patio, cayendo sobre el pasto, formando otra melodía en medio de los charcos, imaginé un gran concierto que bien podía llamarse Lluviata número nueve (por aquello de los nueve guardianes de Comitán). Pensé que yo jamás hubiese imaginado una marimba al ver esa columna vertebral encima de la barda. No es común que un remate se forme así. De hecho, pensé, ese “doble teclado” no es casual en Comitán. Lo que sí era común observar antes en Comitán era el gusano superior, ese tren maravilloso que remataba la barda (había otros más pedestres que el remate lo hacían con pedazos de cristal, para ahuyentar a los delincuentes y a los muchachitos malcriados que se brincaban para cortar los nísperos). Le pregunté a Pau y me dijo que en cuanto llegaron al departamento, su mamá la llevó a lo que sería su recámara y ella no tardó ni un segundo en correr a la ventana, abrir la cortina y descubrir la marimba del sitio. Dice que, emocionada, había escuchado una melodía: era una parvada de chinitas que picoteaba sobre las tejas. Llamó a su mamá y le dijo que viera esa maravilla. Su mamá la abrazó y dijo que era un buen augurio para conservar la identidad. Pau, sin sorprenderse mucho por las palabras de su mamá, le advirtió: “Pero no se vale cambio de cuarto. No me vayás a salir después que querés este cuarto para oír las serenatas”. Pau dice que su mamá rio fuerte, con risa de guajolote cruzando el sitio para ir a comer.
Zaguán
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
Posdata: ¡Una marimba! Nunca lo hubiera imaginado. Ahora, cuando veo la fotografía que tomé, pienso en ir al departamento de Pau una tarde que esté nublado por Margaritas,
para asegurarme que caerá un aguacero de Dios padre, y le pediré a Pau que vayamos a su recámara, que abra la cortina, que abra las ventanas, para que escuchemos un concierto. Seguro que el espíritu de don Límbano Vidal, como ratón travieso, correrá por ahí.
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
CORREDORES
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
FOTOGRAMAS
PARLANTES
Corredores
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS ..
Cuando ya es final de semestre, y los maestros lo saben.
24
Corredores
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
Formalizá con tu novia, decían. Conocer al suegro no es tan difícil, decían.
Corredores
25
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
“Saber, yo solo quiero conocer a mi tatarabuelo de quien heredé la cabeza de tzilacayote”.
26
Corredores
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
¿Cómo identificar a un tuxtleco cuando está en tierra “fría”?
Corredores
27
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
Cuando mirás a las candidatas a reina Comitán y te arrepentís por no haber confiado en tu talento y belleza.
28
Corredores
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS
Yo vivo en un mundo llamado Arana Yo vivo en un mundo llamado Arana. En Arana se descubrió un método para evitar el insomnio. Los científicos descubrieron un principio elemental: cuando el cuerpo y la mente están agotados necesitan descansar. El descanso, por razón natural, se realiza mediante el acto de dormir. Así que si alguien tiene dificultad para dormir es porque no está lo suficientemente cansado. Mas en Arana, contra lo que alguien pudiera pensar, no obligan a sus cuerpos a cansarse, sino dejan que todo se dé en forma lógica. ¿Alguien no puede dormir? Pues no duerme. El insomne se levanta y realiza sus acciones cotidianas. Como en Arana no hay delincuencia, todas las oficinas están abiertas. Si la insomne, por ejemplo, es maestra, sale de su casa y va a la escuela, sin importar que sean las dos o tres de la madrugada. Llegan a la escuela y se ponen a laborar, porque, casi todos los días, encuentran a alumnos que, de igual manera, no podían dormir. Así en cada una de las actividades. Todas las noches y madrugadas hay gente en los campos deportivos, en las fábricas, en los talleres de dibujo, en las albercas. Así pues, tampoco es infrecuente hallar en oficinas a hombres recostados en los sofás o alumnas durmiendo en los pupitres. Y esto es así porque a los insomnes les atrapa el sueño en el momento menos pensado. Cuentan que un sacerdote, a la hora de levantar los brazos y decir: Este es el cuerpo de Cristo, le llegó el cansancio y dejó el cuerpo de Cristo sobre el altar; de igual manera, un niño que se columpiaba en el parque infantil se quedó dormido a la hora que estaba en lo más alto del vuelo. En Arana no hay insomnes, hay gente despierta a la hora que otros duermen, un poco como si unos vivieran en China y otros en México, y al mismo tiempo en un lugar fuera de noche y en otro de día.
LA REVISTA QUE HABLA DE VOS