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10 de mayode 2016. ComitĂĄn de DomĂ­nguez, Chiapas Editor responsable: Alejandro Molinari

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Insalubridad ambiental David Tovilla

Para unir Arenilla

En un mundo llamado Arana

Fotogramas parlantes


LA REVISTA QUE HABLA DE VOS

5.- EDITORIAL

CONTENIDO

9.- ZAGUĂ N Arenilla: Para unir

17.- PATIO Insalubridad ambiental David Tovilla

20.- CORREDORES Fotogramas parlantes

29.- SITIO En un mundo llamado Arana

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EDITORIAL Mayo es un mes de muchos “días feriados”. El Día del trabajo, el Día de la Santa Cruz, la Batalla de Puebla, Día de las Madres, Día del Maestro, Día del Estudiante. Pareciera que es más sencillo hacer el conteo de los días laborables. Ojalá estos días sirvan para reflexionar en lo que acontece en el país. Rememorar la historia y querer conocerla. Además de la mercadotecnia, ¿de dónde salieron todas estas festividades? Qué tanto se conoce de la Batalla del 5 de mayo. Es importante leer a todos aquellos autores que narran la historia de una forma extraordinaría, como Fernando Del Paso y su novela “Noticias del Imperio”, quien con su gran facilidad para narrar de manera inteligente, introduce al lector en una historia de diversas aristas, donde no solo reina la bondad y la maldad en sus extremos sino que presenta a los personajes como humanos, tal como son. Lo bueno de tener tantos días feriados es que hay tiempo para leer, investigar y disfrutar de todo lo que está alrededor, claro, si se sabe aprovechar un buen día de “descanso”.

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PARA UNIR

ARENILLA Mariana dice que me porté como un patán (lo dijo con otra palabra). Por eso, le dije, siempre pido a Dios que me ignoren, que nadie me obsequie algo. Nunca aprendí a ser agradecido. Sólo le pido a Dios que él me bendiga, pero Mariana dice que, a veces, los dones de Dios llegan a través de los otros. Sí, lo entiendo, pero me cuesta mucho trabajo aceptarlo. Agradezco cuando un amigo va a Francia y no me trae algún recuerdo. Ya dije que sólo me da gusto recibir libros. Y, de preferencia, que el libro obsequiado sea a la manera en que un amigo lo hizo una vez: pasó a dejarlo debajo de mi puerta de calle. Cuando entré a mi casa encontré el libro y fue como si, a mitad de la noche, viera un enjambre de luciérnagas. Rosita se acercó y, sonriente, extendió su brazo y me dio un separador para libros. No, le dije, no debiste molestarte, pero a la par de lo que decía rechazaba su obsequio. Ella titubeó, sonrió, porque pensó que yo bromeaba, pero yo no bromeaba (Dios mío, perdóname). Le regresé su separador y le dije que no podía aceptarlo. Cuando ella vio que yo hablaba en serio se sonrojó y no supo qué hacer. Como yo también iba a entrar a la etapa del arrepentimiento y no sabría qué hacer, me despedí, alargué mi mano, pero ella, ya instalada en el coraje después del estupor, no me hizo caso alguno y se dio la vuelta, muy indignada. Yo pensé que esto le serviría de lección, para que, de acá en adelante, siga el consejo de que como no tiene culpa el indio sino el que lo hace compadre, evite todos los compadrazgos posibles. ¿Un separador de libros? Rosita ¿habrá reflexionado en el simbolismo de tal concepto? Sé, no soy tonto (soy un grosero, sí, pero tonto no), que ella me lo ofreció con todo su corazón, que lo hizo con la mejor de las intenciones, pero ¿cómo regalar un separador para libros, a alguien que ama los libros? ¿Separador? ¡Dios mío, no! Una vez, hace muchos años, una muchacha, a quien yo no le disgustaba, me obsequió un separador que ella, con sus manitas, había hecho. Le había dibujado caritas de animales y lo había personalizado, pues tenía mi nombre y mis apellidos, así como un corazón bien colorado, bien coloreado. Durante un tiempo lo llevé en el libro que leía en ese momento, hasta que un día sucedió lo que le sucede a la mayoría de esos chunches, ¡se cayó y se extravió! Yo, como si fuese el culpable, le expliqué a mi muchacha lo que había sucedido y ella quedó de reponérmelo. Antes de que lo hiciera, otro amigo me obsequió un libro que, ¡oh, maravilla!, traía integrado una cinta que servía para indicar en dónde había quedado la lectura. Se me hizo el invento del siglo. ¿Quién necesitaba separadores cuando el libro traía integrado ese chunche que no se

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LA REVISTA QUE HABLA DE VOS caía ni se extraviaba? Así que cuando mi muchacha, muy sonriente, tan sonriente como Rosita, me llamó por aparte y se puso las dos manos detrás para que todo fuera como una sorpresa, yo la sorprendí antes pues le enseñé el libro con la cinta integrada de color verde. ¡Patán!, me dijo ella (me lo dijo con otra palabra) y desde entonces nunca volvió a hablarme. Tiempo después comprendí que sólo algunos libros traen integrado ese listón maravilloso. Esto, tan elemental, me obligó a descubrir algo que tiene cientos de años de haber sido descubierto: cuando un lector desea dejar una marca que le recuerde en dónde dejó la lectura, basta con doblar la esquina superior de la hoja. ¡Este sí fue el descubrimiento del siglo! ¿Quién necesita aditamentos estorbosos como esos chunches que se llaman separadores?

¿Separadores? Por el amor de Dios. Lo que nuestra humanidad necesita es ¡unificadores! Quien regala separadores para libros, ¿piensa realmente en el simbolismo del acto?

Soy un grosero, pero a veces necesito dejar muy en claro lo que pienso. A veces suena feo que alguien en una manifestación diga que el gobernante es un tonto, pero es necesario hacerlo para dejar en claro que el gobernante es un patán (bueno, a veces lo dicen con otra palabra).

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PATIO


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Insalubridad ambiental David Tovilla En materia ambiental, en México, 2016 se ha caracterizado por las declaraciones de contingencia en la capital del país. Ha sido noticia la mala calidad del aire que llega hasta casi el doble de la norma. A pesar de la estridencia del tema, no hay que verle de manera aislada, como un tema particular del país. La realidad es que, hoy, el impacto del medio ambiente en la salud es letal. El veintitrés por ciento de las muertes en el mundo están relacionadas con el ambiente. El dato representa unos doce millones y medio de muertes al año. Son cifras del informe “Ambientes saludables y prevención de enfermedades: Hacia una estimación de la carga de morbilidad atribuible al medio ambiente”, divulgado por Organización Mundial de la Salud, el pasado 15 de Marzo. El hecho terrible es que casi la cuarta parte de las muertes en el mundo están asociadas con factores ambientales. Ya se sabe que, la perspectiva de la medicina evolucionó y, en la actualidad, para la presencia o ausencia de salud se considera la llamada “triada ecológica”: huésped, agente y medio ambiente. Cualquier desequilibrio entre ellos lleva a la enfermedad. Pero resulta que en el mundo de hoy la característica dominante es la permanente afectación al equilibrio ecológico. Por eso, el informe de la OMS señala que las enfermedades no transmisibles, constituyen actualmente casi dos terceras partes del total de muertes debidas la insalubridad del medio ambiente. En la revisión de cien categorías, destacan: primer lugar, accidentes cerebrovasculares (infarto, derrame cerebral);

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LA REVISTA QUE HABLA DE VOS segundo: cardiopatía isquémica (arterias coronarias); tercero: traumatismos involuntarios (por ejemplo, muertes por accidente de tránsito); cuarto: cánceres; y quinto: enfermedades respiratorias crónicas. No hay manera de escapar. El documento de la máxima autoridad sanitaria en el mundo indica que la exposición de las personas ocurre en el hogar, el lugar de trabajo y la comunidad. Esto hace recordar el magnífico diagnóstico incluido por el Papa Francisco en su Encíclica Laudato Si, relativa a la problemática ambiental actual: “Existen formas de contaminación que afectan cotidianamente a las personas. La exposición a los contaminantes

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atmosféricos produce un amplio espectro de efectos sobre la salud, especialmente de los más pobres, provocando millones de muertes prematuras. Se enferman, por ejemplo, a causa de la inhalación de elevados niveles de humo que procede de los combustibles que utilizan para cocinar o para calentarse. A ello se suma la contaminación que afecta a todos, debida al transporte, al humo de la industria, a los depósitos de sustancias que contribuyen a la acidificación del suelo y del agua, a los fertilizantes, insecticidas, fungicidas, controladores de malezas y agrotóxicos en general. La tecnología que, ligada a las finanzas, pretende ser la única solución de los problemas, de hecho suele ser incapaz de ver el misterio de las múltiples


LA REVISTA QUE HABLA DE VOS relaciones que existen entre las cosas, y por eso a veces resuelve un problema creando otros. Hay que considerar también la contaminación producida por los residuos, incluyendo los desechos peligrosos presentes en distintos ambientes. Se producen cientos de millones de toneladas de residuos por año, muchos de ellos no biodegradables: residuos domiciliarios y comerciales, residuos de demolición, residuos clínicos, electrónicos e industriales, residuos altamente tóxicos y radioactivos. La tierra, nuestra casa, parece convertirse cada vez más en un inmenso depósito de porquería. En muchos lugares del planeta, los ancianos añoran los paisajes de otros tiempos, que ahora se ven inundados de basura. Tanto los residuos industriales como los productos químicos utilizados en las ciudades y en el agro pueden producir un efecto de bioacumulación en los organismos de los pobladores de zonas cercanas, que ocurre aun cuando el nivel de presencia de un elemento tóxico en un lugar sea bajo. Muchas veces se toman medidas sólo cuando se han producido efectos irreversibles para la salud de las personas.” La insalubridad ambiental afecta a todos y es corresponsabilidad colectiva. La alarma, por ahora, está en la ciudad de México. Sin embargo, los incendios de miles de hectáreas, en diversas partes de la república mexicana, generan una considerable dosis de contaminantes que contribuyen al cambio climático general. Nada está aislado.

www.davidtovilla.blogspot.com.mx


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CORREDORES


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Grรกfico que muestra la aventura que significa caminar algunas subidas y bajadas que tienen laja resbaladiza.

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Cuando vos sos respetuoso y salís con tus audífonos, pero te encontrás con que a los otros les gusta presumir a todo volumen que escuchan a Julión Álvarez.

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Tené amigas, decían. Comete la torta antes del recreo, decían.

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Porque en las fiestas no falta el tĂ­o bohemio que te haga escuchar sus canciones de siempre, una y otra vez.

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Y qué importa que te digan que tu novio ´ta muy fiero, cuando vivís tranquila y sin celos.

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SITIO


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En un mundo llamado Arana Yo vivo en un mundo llamado Arana. En Arana nadie saluda con un ¡Buenos días!, o un ¡Buenas tardes! No, los mayores enseñan a los niños a decir: “¡Que sea!”, así, sin más. Esto, cuentan los mayores, viene de los tiempos en que el Río Zucuntum creció de más e inundó el pueblo. En ese tiempo, la gente todavía saludaba con un buenos días o un buenas tardes. Cuando el pueblo se inundó y el agua mató corderos, gallinas y volantineó a las tortugas, el mayor de Arana dijo que el buenos días de esa mañana había sido como una mala invocación. A partir de ahí se prohibió que la gente deseara buenos días o buenas noches, era mejor que la gente dejara su destino a la voluntad de los dioses. Desde entonces la gente de Arana saluda con un ¡Que sea! Por eso, Arana vive mejores tiempos, porque este saludo es como una oración más benigna, una oración que despoja a la palabra de la soberbia anterior y reconoce la voluntad infinita. Decir buenos días significa dejar el porvenir en manos de los seres humanos; al contrario, decir ¡Que sea! indica un reconocimiento de que todo se mueve conforme a la plenitud del universo. Todo se mueve en función de leyes supremas y no en función de que alguien así lo desee. Si una persona dice buenos días, pero las leyes universales dictan que será un mal día, esta fuerza imperará sobre la otra. En Arana, todo mundo dice ¡Que sea!, por eso todo funciona a las mil maravillas.

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