Chiapas conmemoró el Espíritu Poético de Enoch Cancino Casahonda Revista catorcenal, hecha en la tierra de los cositías con la bendición de Tata Lampo. Editor responsable: Alejandro Benito Molinari Torres Contacto: albemoto@hotmail.com
DIEZ - REVISTA DIGITAL– La revista que habla de vos. CONTENIDO: 3.– EDITORIAL: ¿Para qué sirven los que no sirven? 4.– ZAGUÁN: Arenilla: El mundo podía pintarse. 10.– PATIO: Exposición itinerante llega a Comitán. 17.– DE DIEZ: PATY. 18.– BALCONES: Instantáneas de un acto. Entrega del Premio Estatal de Poesía Enoch Cancino Casahonda.
24.– CORREDORES: Casa de Citas. Lecciones de dramaturgia. Autor: Héctor Cortés Mandujano. 30.– SITIO: Crónicas del cenicero. Autor: César Larios Núñez. 35.– ACTUALIDADES. 37.– TAPANCO: Con el tiempo a la vuelta de la esquina. 38.– MOJOL: Memoria y Esperanza. Foto de: Antonio Nàjera. 39.– DE DIEZ: PATY.
Paty Comitán, un pueblo de 9 estrellas y gente de 10.
DIEZ - REVISTA DIGITAL– La revista que habla de vos.
EDITORIAL
¿Para qué sirven los que no sirven? ¿Sirven de algo los que no sirven? Sirven, ¡claro que sirven!, pero hacen mucho daño. La temporada de lluvias ha ocasionado graves destrozos en muchas partes de la república. Vemos muchas carencias. Junto con los colchones y carros, la miseria también flota sobre por encima de las casas. Brota la necesidad. La gente de a pie se solidariza y envía agua embotellada, algunos paquetes de toallas sanitarias, rollos de galletas Marías y dos o tres cajas con latas de sardinas. Algunos envían ropa y otros más envían medicinas. ¿Adónde llega esa ayuda? ¿Alguien sabe? Las imágenes que vemos en la televisión nos muestran grupos de voluntarios separando la ayuda, colocándolas en contenedores, subiéndolas a camiones o aviones. Luego vemos cómo los damnificados hacen fila para recibir una despensa. Los que no sirven ¡sirven de algo! No sirven para canalizar la ayuda, pero sí para desviarla. No sirven para servir, pero ¡cómo se sirven! Los inservibles siempre reciben con beneplácito la noticia de la tragedia ajena. Siempre que hay una contingencia ambiental ellos, los inservibles, sirven para lo que no sirve, pero sirven. ¿Sirven de algo los que no sirven? ¿Los que hacen nada y hacen como que hacen? ¿De qué sirven esos miserables que abusan de la miseria de otros y, por ejemplo, venden agua embotellada a precios desorbitantes? Un principio ético dice que quien no vive para servir no sirve para vivir. Pero esto es falso, los que no sirven sí se sirven y vaya forma en que lo hacen.
DIEZ - REVISTA DIGITAL– La revista que habla de vos.
ZAGUÁN
ARENILLA
Comitán, un pueblo de 9 estrellas y gente de 10.
DIEZ - REVISTA DIGITAL– La revista que habla de vos.
ARENILLA
El mundo podía pintarse
Maestro Homero Guillén Recinos
Comitán, un pueblo de 9 estrellas y gente de 10.
DIEZ - REVISTA DIGITAL– La revista que habla de vos.
ARENILLA
Comitán, un pueblo de 9 estrellas y gente de 10.
DIEZ - REVISTA DIGITAL– La revista que habla de vos.
El mundo podía pintarse Sí., eran otros tiempos. Era un tiempo donde Roberto González Alonso tocaba batería y, bajo su brazo, llevaba un disco con la canción Philosopher “...all of the children in the park...philosopher…”. Lupita Nájera usaba unas blusas floreadas y Cándido Alfaro insistía en reclamarle al director de la Prepa (el arquitecto Roberto Zúñiga) que los preparatorianos no éramos viciosos y todo porque en un discurso el director, ya agotado de nuestra insistencia en el mismo tema, nos conminó a dejar el “círculo vicioso”. Claro, no siempre era así, porque, fuera de butacas y auditorios, Cándido cautivaba a las niñas de secundaria al caminar por los corredores con aquéllos pantalones de amplísima campana. Era el tiempo en que Guillermo Castillo apantallaba a medio mundo con un hermoso mustang, color rojo. Eran tiempos sencillos donde, a la hora del receso, los preparatorianos íbamos al parque central (a media cuadra de la escuela) a tomar un helado en Nevelandia o a jugar una partida de billar adentro de la nevería. Eran tiempos para elegir una actividad artística. Unos se inscribían en el taller de fotografía, otros lo hacían en el taller de teatro y algunos más lo hicimos en el taller de pintura. Al taller de pintura nos inscribimos, entre otros, Marirrós Bonifaz (sí, ella misma, quien ahora es un arquitecto de renombre y una poeta laureada con el Premio Internacional de Poesía Jaime Sabines); Lupita Nájera (hoy maestra jubilada, después de trabajar años y años en la Secundaria Técnica No. 5); también se inscribió Jorge Pérez Velasco (quien actualmente atiende la ferretería propiedad de su familia, por muchos años); por ahí también se coló Gloria López (que, entiendo, ahora radica con su familia en Veracruz). ¿Quién más? Bueno, también se inscribió Javier Aguilar (destacado ingeniero civil, quien reconoce que el valor de la vida está en disfrutar las tardes tomando un café en los corredores exteriores de la Casa de la Cultura, casa que funciona en el mismo edificio de nuestra escuela preparatoria). Tal vez por ahí también estuvo Pepe Molina (quien, junto con Beto Becerril, Marirrós, Paty Escárcega y Anita Román eran los geniecitos del grupo. ¡Grrrr!). Eran tiempos de ruptura porque, al final, el grupo de tercero de bachillerato terminó escindido. Un grupo se fue con el liderazgo de Pepe Sánchez (uno de los mejores tenistas de Chiapas, quien, desgraciadamente, falleció hace años), y otro grupo se unió al liderazgo de Pepe Molina. Esto propició que nuestra generación terminara dividida y tuviera dos padrinos y dos bailes de graduación. Nuestro grupo tuvo como padrino de generación al Licenciado Jorge De la Vega Domínguez. Esto fue así porque Miguel Román Marín (otro afecto que se nos fue muy pronto) era su sobrino y convenció al poderoso tío a que nos apadrinara.
Comitán, un pueblo de 9 estrellas y gente de 10.
DIEZ - REVISTA DIGITAL– La revista que habla de vos.
ARENILLA
El mundo podía pintarse Eran otros tiempos. Y el maestro Homero Guillén Recinos, un poco al estilo de los Impresionistas mandó a volar los salones cerrados y nos invitó a dibujar y pintar al aire libre. Cada sábado llegaba un camioncito de redilas rojas y nos llevaba a la ranchería El Puente (hoy famosa por la cercanía de las ruinas de Tenam); o nos llevaba a un nacedero de agua que estaba junto a la carretera internacional; o nos llevaba Al Arco, en la zona de Los Lagos de Montebello. Los estudiantes de pintura nos cotizábamos con una lana para pagar el camioncito y llevábamos paquitos y agua de horchata para el desayuno. Desayuno que compartíamos después de una buena jornada de trabajo. El maestro, siempre discreto, se acercaba y hacía una sugerencia para mejorar las sombras y las luces. Colocábamos nuestros caballetes debajo de la sombra de los árboles y jugábamos el apasionante juego de Van Gogh, en Comitán. Cuando el grupo de teatro presentaba el fruto de tu trabajo nosotros acudíamos a aplaudirles; por eso cuando nosotros montábamos la exposición de nuestras obras ellos acudían a verla y así con las demás actividades. Nuestro maestro se encargaba de realizar la escenografía. Con gises de colores sobre un bastidor con manta blanca pintaba los escenarios donde transcurría la obra teatral. Todo se completaba con el concurso de los mismos integrantes de la comunidad preparatoriana. Un año después que salimos de la escuela, la preparatoria estrenó instalaciones y el edificio del centro quedó olvidado hasta que luego Oscar Bonifaz (maestro de teatro en la prepa) lo convirtió en la Casa de la Cultura. Eran otros tiempos.
Comitán, un pueblo de 9 estrellas y gente de 10.
DIEZ - REVISTA DIGITAL– La revista que habla de vos.
ARENILLA
El mundo podía pintarse
Comitán, un pueblo de 9 estrellas y gente de 10.
DIEZ - REVISTA DIGITAL– La revista que habla de vos.
PATIO
Exposición itinerante llega a Comitán Comitán, un pueblo de 9 estrellas y gente de 10.
DIEZ - REVISTA DIGITAL– La revista que habla de vos.
CUADRO DE LA QUINCENA Dichosa mi comadre que vive en La Cruz Grande, no que acá en San Sebastián se anega todo.
Cuadro de Rembrandt Comitán, un pueblo de 9 estrellas y gente de 10.
DIEZ - REVISTA DIGITAL– La revista que habla de vos.
CUADRO DE LA QUINCENA ¡Ora, caballo burro! Mejor vonós a La Pila porque ya mirás que acá está todo inundado.
Cuadro de Joaquín Sorolla Comitán, un pueblo de 9 estrellas y gente de 10.
DIEZ - REVISTA DIGITAL– La revista que habla de vos.
CUADRO DE LA QUINCENA ¿Quién iba a decirlo? El calentamiento global no sólo calentó a la hija de mi comadre Chena que ya se embarazó, sino que provocó que el Río Grande ¡por fin tuviera agua, y hasta con olitas!
Cuadro de Salvador Dalí Comitán, un pueblo de 9 estrellas y gente de 10.
DIEZ - REVISTA DIGITAL– La revista que habla de vos.
CUADRO DE LA QUINCENA ...y fijate que la sobrina de Pedro anda metida en un problema porque la cacharon en la bodega de los pescados metida con...
¡Ay, güey! Este apóstol me resultó cositía.
Cuadro de Leonardo Da Vinci Comitán, un pueblo de 9 estrellas y gente de 10.
DIEZ - REVISTA DIGITAL– La revista que habla de vos.
CUADRO DE LA QUINCENA
¡Pues sí, me tuve que cortar el cabello yo misma!, porque la idiota de la estética me dijo: “Te cobro Un Frida”. ¿Qué, quinientos pesos? Pucha, aparezco en el billete pero no soy dueña del banco. Soy una comunista y esa estúpida me confundió con algún integrante del PAN.
Cuadro de Frida Kahlo Comitán, un pueblo de 9 estrellas y gente de 10.
DIEZ - REVISTA DIGITAL– La revista que habla de vos.
Universidad Mariano N. Ruiz
Ofrecemos beca del 50% en la Licenciatura en Trabajo Social. TelĂŠfono: 01-963-6326661 e-mail: universidad@universidadmnr.com.mx
DIEZ - REVISTA DIGITAL– La revista que habla de vos.
Somos la sal y la pimienta de la imaginación.
Paty Comitán, un pueblo de 9 estrellas y gente de 10.
DIEZ - REVISTA DIGITAL– La revista que habla de vos.
BALCONES
Comitán, un pueblo de 9 estrellas y gente de 10.
DIEZ - REVISTA DIGITAL– La revista que habla de vos.
Instantáneas de un acto Entrega del Premio Estatal de Poesía Enoch Cancino Casahonda
El 6 de octubre entregaron el Premio Estatal de Poesía Enoch Cancino Casahonda. El Secretario de Educación representó al Gobernador del estado de Chiapas, en el acto. La ceremonia fue en el teatro del Centro Cultural Jaime Sabines, de Tuxtla Gutiérrez. Inició el acto a las cuatro y media de la tarde y concluyó hora y media después.
Comitán, un pueblo de 9 estrellas y gente de 10.
DIEZ - REVISTA DIGITAL– La revista que habla de vos.
El Gobierno del Estado, a través de Coneculta-Chiapas, convocó a los poetas chiapanecos para optar por el Premio. La convocatoria fue dirigida a todos los poetas nacidos en Chiapas o con cinco años de residencia en el estado. El jurado estuvo formado por Ricardo Cuéllar Valencia, Roberto López Moreno y Marisa Trejo Sirvent.
Comitán, un pueblo de 9 estrellas y gente de 10.
DIEZ - REVISTA DIGITAL– La revista que habla de vos.
El auditorio del Centro Cultural Jaime Sabines se llenó para presenciar el acto. Aparte de todas las personas amigas y admiradoras de la obra de Enoch Cancino Casahonda, el ganador del concurso, Hernán León Velasco, logró convocar a muchos amigos y compañeros. Él pertenece a la Asociación de Poetas y Escritores de Chiapas. El presidente del Jurado, Roberto López Moreno, en magistral participación, pidió perdón a los diez finalistas por tener que optar por una obra y desplazar a las demás, pero como él manifestó sólo puede haber una obra ganadora. El jurado recomendó a las autoridades convocantes la publicación, además del Primer Lugar, de las obras que obtuvieron el Segundo y Tercer Lugares, así como la considerada con la Mención Honorífica.
DIEZ - REVISTA DIGITAL– La revista que habla de vos.
El jurado calificador designó con el segundo lugar a la obra enviada por Balam Rodríguez Pérez; con el tercer lugar a la obra enviada por Yolanda Gómez Fuentes y con una mención honorífica para el Director General de nuestra Revista DIEZ: Alejandro Molinari Torres.
Comitán, un pueblo de 9 estrellas y gente de 10.
DIEZ - REVISTA DIGITAL– La revista que habla de vos.
Comitán, un pueblo de 9 estrellas y gente de 10.
DIEZ - REVISTA DIGITAL– La revista que habla de vos.
CORREDORES
Comitán, un pueblo de 9 estrellas y gente de 10.
DIEZ - REVISTA DIGITAL– La revista que habla de vos.
Casa de Citas Lecciones de dramaturgia
Héctor Cortés Mandujano
Comitán, un pueblo de 9 estrellas y gente de 10.
DIEZ - REVISTA DIGITAL– La revista que habla de vos. en el sofá, desnudos/ entre los árboles y las hojas cayendo./ No quisiera/ olvidar nunca su desnudez./ No quiero/ vestirlos nunca más./ Deben quedarse así,/ con los vellos negrísimos y abundantes/ uniendo el ombligo con el sexo,/ las canas de una barba incipiente/ raspando mis mejillas y mis muslos./ En los espacios del deseo/ yo regreso al momento de la imagen/ donde los hombres son/ únicamente míos./ Los poseo./ Me arrasan.” Vivió, parece, muy a gusto. Descanse en paz. ***
Creo que la oí por radio en la rareza que eso significa para mí (sólo oigo radio por azar y si junto los minutos por año no creo que llegue a la hora); hablaba de su emoción por recibir el Premio Internacional de Poesía Jaime Sabines 2000. Olga Nolla, de Puerto Rico. Luego alguien me dijo (o lo leí, no me acuerdo) que había muerto, sorpresivamente, a los pocos días de recibir ese reconocimiento. Hace poco me encontré con el trabajo que la hizo ganadora, Únicamente míos (Coneculta, 2001), y me llamó la atención su apertura para hablar sobre su gusto por el género masculino o, como ella dice, por “la delicia suprema/ de contemplar a un hombre”. Cada poema está escrito a uno de sus varios amantes, sin ambages, sin pudor. Dice en el que da título al volumen (p. 7): “No los olvido desnudos y caminando/ bajo los arcos de ladrillo,/ desnudos
Nadine Gordimer ganó el Premio Nobel de Literatura en 1991. La he leído poco. En su novela Un arma en casa (Punto de lectura, 2006) la historia se centra en un crimen y su proceso legal: un hombre, Duncan, arquitecto de 27 años, bisexual, tuvo primero relaciones con otro hombre y luego éste se acostó con su mujer. Les cayó en la maroma y le dio un balazo a su ex amante masculino. La mujer, tan linda, sirvió de testigo de cargo, es decir, atestiguó en contra del hombre que le salvó la vida (por eso se conocieron y comenzaron a vivir juntos) y al que le puso el cuerno. La mamá y el papá, en cuyos pensamientos pasea mucho la novela, piensan que el juicio no tendrá interés para la prensa, para la gente, pero se equivocan: el juicio reúne multitudes. Duncan para tranquilizarlos les dice (p. 242) “que lo que le había sucedido se perdería entre la violencia fortuita y no despertaría el interés del público. Son los asesinatos callejeros los que no interesan, ya son hechos
Comitán, un pueblo de 9 estrellas y gente de 10.
DIEZ - REVISTA DIGITAL– La revista que habla de vos. cotidianos”. Eso en México lo pudimos ver con la niña Paulette. ¿La mataron? Horas y horas de televisión, páginas de periódicos y de Internet. Una niña. Miles de muertos diarios, que incluyen niños de otra clase social, de otra condición, no llegan a ser noticia, no importan. Una conocida me platicó que conversaba en una casa cerca del río Sabinal. Alguien les dijo que habían encontrado un cadáver descabezado. “Fuimos a verlo y luego regresamos a tomar café”. La indiferencia. Y de pronto un hombre llena Tuxtla de anuncios espectaculares porque se le perdió su perra Lola. Lo cotidiano es la muerte anónima, el enfrentamiento a balazos entre polecías y ladrones. *** Son muchos los libros que he leído (Chaucer, Milton, todo lo que he hallado de Carroll, a varios poetas ingleses, novelas claves de McCarthy y de Philip Roth) bajo la tutela del polémico (algunos lo odian) y celebrado (otros lo amamos) crítico estadounidense Harold Bloom. Cada uno de sus libros me ha proporcionado una nueva nómina de autores y de libros que he disfrutado como niño en piñata. Soy su deudor. Si no fuera por él, incluso, no hubiera leído las obras completas de Shakespeare (todas sus obras de teatro, sus poemas dramáticos, sus sonetos) en las que me acompañó su soberbio Shakespeare, la invención de lo humano. En Cómo leer y por qué (Anagrama, 2000:13) dice sobre la lectura: “Leemos no sólo porque nos es imposible conocer a toda la gente que quisiéramos, sino porque la amistad es vulnerable y puede menguar o desaparecer, vencida por el espacio, el tiempo, la falta de comprensión y todas las aflicciones de la vida familiar y pasional” y remata (p. 27): “Sólo se puede leer para iluminarse a uno mismo: no es posible encender la vela que ilumine a nadie más”.
Se equivoca Bloom, en esto último, claro, y yo soy una muestra de su error. Leer, como bailar, correr, matar, etcétera, es algo que se contagia. Esta columna, por ejemplo, propone una lucecita temblorosa que quizá encienda alguna mecha de interés. Como dice en una canción cursi Fito Páez: ¿Quién dice que todo está perdido? Yo vengo a ofrecer mi corazón. *** Leandro Fernández de Moratín nació en Madrid en 1760 y murió en París en 1828. Su obra de teatro más famosa es El sí de las niñas (una comedia que se estrenó en 1806 y que, resumo, trata sobre la generosidad de los viejos, representados por Don Diego, y la obediencia de los jóvenes Carlos y Francisca), pero de la que hablaré será de La
Comitán, un pueblo de 9 estrellas y gente de 10.
DIEZ - REVISTA DIGITAL– La revista que habla de vos. comedia nueva, cuyas escasas funciones se dieron del 7 al 12 de febrero de 1792. A Fernández de Moratín le molestaba el éxito de dramaturgos a quienes consideraba ignorantes de las unidades básicas (de tiempo, de espacio) postuladas por Aristóteles y quienes se rebajaban “a la mentalidad popular, al gusto del pueblo”; también le enfadaban los conocedores fatuos, los críticos que sabían de memoria latinajos y citas antiguas para disfrazar su incapacidad creativa, su nula imaginación. Contra ellos enfocó sus baterías, pero, oh, sorpresa, su público estaba constituido por unos y otros y, además, por el pueblo liso y llano que se sentía ofendido por las invectivas que desde la escena les lanzaba don Leandro. El resultado fue desastroso, dice René Andioc, en la introducción del volumen que contiene las dos obras (Espasa Calpe, 2003:31): “Fue abucheada por la fracción más popular del concurso, el cual —animado por alabarderos juiciosamente dispuestos en la sala— no pudo aguantar largo tiempo la áspera lección que se les daba desde las tablas”. No creía don Leandro en la eclosión mágica del talento. Dice, en La comedia nueva, don Pedro al naciente dramaturgo don Eleuterio (p. 106): “¿Qué, no hay más que escribir comedias? Si han de ser como la de usted o como las demás que se le parecen, poco talento, poco estudio y poco tiempo son necesarios; pero si han de ser buenas (créame usted) se necesita toda la vida de un hombre, un ingenio muy sobresaliente, un estudio infatigable, observación continua, sensibilidad, juicio exquisito, y todavía no hay seguridad de llegar a la perfección”. Un poco después del fracaso de su lección no atendida, el 21 de noviembre de 1799 se crea una junta de dirección de los teatros para reformar la escena en función de las ideas de
Moratín, a quien nombran director; una de sus decisiones (aparte de prohibir la representación de varias comedias) fue aumentar el precio de las localidades “para eliminar a las capas laboriosas más desfavorecidas” (p. 13). Esta idea, creo, persiste hasta la fecha. Hace no demasiado en una cantina popular de Tuxtla un mesero me dijo que le llamaba la atención el título de una de mis obras (que se presentaba en el Teatro de la Ciudad), pero que no iría a verla nunca. —¿Por qué?, le dije, si es por la entrada yo te doy un pase para que no te cobren. —No, me dijo, es que lo presentan en ese teatro tan grandote. —¿Y eso qué? —Es que ese edificio no lo hicieron para el pueblo. *** Las muchas lluvias hicieron que cayeran dos de los grandes árboles cercanos a mi casa. Uno hizo un boquete en el garage cuco que teníamos, con techo de tejas; su gorda rama se convirtió en lanza. El otro, pegado a nuestra entrada, tapó la calle. Don José, un viejo maravilloso que nos ayuda en esos menesteres, batalló para dejar las cosas en orden. Justo en esos días presentaba en La Puerta Abierta mi segundo ejercicio de Liteatro (mezcla de literatura no escrita para escena y montaje teatral), con la compañía de los talentosos Tomás Abad, Manuel Alain Gómez, Yadirah Hernández y Rosario Maza, extraordinaria cantante de ópera. La historia es una mezcla de un poema de Octavio Paz (“Carta de creencia”), una leyenda contenida en Las metamorfosis de Ovidio y un cuento mío que se llama “El tesoro de duende”. Los tres tex-
Comitán, un pueblo de 9 estrellas y gente de 10.
DIEZ - REVISTA DIGITAL– La revista que habla de vos.
tos hablan de la relación amorosa entre árboles y seres humanos. Yo digo en escena que los amo. Jorge Zárate, director de La Puerta y querido amigo, cuando le conté lo que había sucedido con mis árboles caídos dijo burlón: —Aistá, cabrón, seguilos amando. Escribo esto por si algún árbol me está leyendo: Queridos árboles, los amo. Co
ntaContactos:
hectorcortesm@hotmail.com
Comitán, un pueblo de 9 estrellas y gente de 10.
DIEZ - REVISTA DIGITAL– La revista que habla de vos.
SITIO
Comitán, un pueblo de 9 estrellas y gente de 10.
DIEZ - REVISTA DIGITAL– La revista que habla de vos.
Crónicas del Cenicero Creación literaria
César Larios Núñez
Comitán, un pueblo de 9 estrellas y gente de 10.
DIEZ - REVISTA DIGITAL– La revista que habla de vos.
Advertencia Importante: El texto de abajo consta de ??? palabras, mismas que no fueron contadas por el contador de palabras de Word 2003 de Microsoft Corporation. Debido a que el texto fue extraído directamente de un disco duro de 3.5 pulgadas aplastado. Se trata de un documento cien por ciento rescatado. El grupo de técnicos (57 expertos en la materia de rescate de información electrónica) apenas logró obtener la parte que abajo nos permitimos presentar. Salvo su mejor opinión amigo lector, decididamente el texto está incompleto. Debido al compromiso con la veracidad, nos hemos abstenido en contar las palabras alusivas al sueño, lo anterior, por la fiel esperanza de que el texto completo algún día muy cercano sea recuperado en su totalidad y así, presentarle el conteo real de dichas palabras, junto con el resto del relato. De preferencia, no lea el escrito en este momento, ya que podría enfrentarse a una historia incompleta o a una, cuyo desenlace jamás llegue a descubrir.
Comitán, un pueblo de 9 estrellas y gente de 10.
DIEZ - REVISTA DIGITAL– La revista que habla de vos. CENICERO TERCERO (O LO QUE QUEDÓ DEL MISMO). El taller de soldadura de antimonio se encontraba cerrado, así que César decidió regresar a casa a dormir, pues hacía mucho calor y tenía tres desveladas acumuladas, que por razones de privacidad no somos capaces de mencionar en este relato. Llegó a su cama y se dejó caer. Como no tenía nada más que hacer, durmió y, dormido sólo le quedo la posibilidad de empezar a soñar. Debido a que se había quedado con las ganas de soldar unas piezas de su batería, soñó que encontraba un tubo de acero plástico, de esos monómeros-polímeros que tan horrible aroma poseen aun en sueños y que, al mezclarlos después de un rato se ponen igual o aun más tenaces que el propio acero- al menos es lo que decían los comerciales que César soñó recordar y de ahí decidió solucionar su problema de piezas rotas de una entera y soñada vez. Afortunadamente, no eran sus tijeras corta-alambre las que estaban rotas, de haber sido así, le hubiese resultado imposible abrir el empaque y pegarlas. Según el nivel de entendimiento que César tenía en aquel sueño, un empaque blindado iba bien con la presentación del producto, ya que desde un inicio presentaba la imagen de dureza y resistencia, aunque para abrirlo, se requiriesen de una fuerza y astucia descomunales. Una tarea que bajo la lógica de un sueño normal soñado por una persona que se aprecie normal debía al menos de resultar sencilla, pero este es el sueño de César y pues de esa manera fue que lo soñó. Después de tener que usar las antes mencionadas tijeras corta alambre, corto las puntas del aplicador, que consistía en dos jeringas de plástico unidas entre sí, una con el polímero y otra con el monómero. Luego de presionar leve-
levemente ambos émbolos, una breve cantidad empezó a fluir como por arte de magia de ambas boquillas, pues según recuerda que soñó, las substancias de cada jeringa seguían saliendo por si solas, como si un micro pistón hidráulico soñado e invisible, siguiese mandando la presión necesaria para la expulsión de las pastas blanca y negra respectivamente. Como toda persona que haya soñado con haber ido a la primaria recordará, al mezclar blanco y negro se forma el color gris- excepto cuando se mezclan el café y la leche, que por alguna extraña razón de la naturaleza, los productores de café o las vacas lecheras, da un color así como “cafecito con leche” que algunos sueñan con llamarle beige. César, en sueños claro está, empezó a mezclar la pasta negra y la blanca, efectivamente se encontró con que se hacia una sola de color gris, lo cual concuerda perfectamente con lo que todos hemos soñado que se nos enseño de colorimetría básica en la primaria. Tomo una de las piezas rotas con mucho cuidado y una palita de un dulce-también pastoso- llamado Duvalín M.R., lo empezó a distribuir por dentro de la grieta, lo pego y paso a presionarlo con toda la fuerza que el hecho de estar soñando le permitía. Repitió el procedimiento con el resto de las piezas que después de un rato más de estar soñando en pegarlas, ya no estaban
Comitán, un pueblo de 9 estrellas y gente de 10.
DIEZ - REVISTA DIGITAL– La revista que habla de vos. rotas. Si bien lo anterior sería como soñar pegar cualquier cosa con un pegamento cualesquiera, César no contento con ello, decidió reforzar las uniones por la parte de afuera de donde se encontraba la grieta, así que hizo más pasta gris (esa que se hace con la pasta negra y la pasta blanca) y la empezó a aplicar a manera de recubrimiento por la parte antes mencionada, sólo que esta vez en lugar de usar la palita de Duvalín M.R., quiso darle un acabado más concienzudo y decidió moldear con sus dedos la capa que recién había aplicado sobre la grieta. Como hacía calor y ni siquiera en sueños César acostumbra leer las instrucciones de uso de los productos que compra, la pasta gris empezó a endurecerse lenta pero consistentemente en las yemas de sus dedos. Al principio esto le pareció muy agradable pues empezó a soñar- dentro ya de su otro sueño, el inicial- que podía contar con un blindaje permanente en sus dedos, uno aprueba de machucones, apretones, mordidas y otros muchos accidentes que hasta en sueños suelen sucederle a los pobres dedos. Desistió de la idea, contento ya simplemente con su obra reconstructiva. Se preparaba para acostarse cuando en su sueño recordó que un poco de las pastas había quedado desparramado a la orillas de ambas boquillas lo cual le alteró, pues ni en sueños de puede dejar de ser obsesivocompulsivo. Tomo un trozo de papel y limpio ambas jeringas. Tiro el papel y como hacía calor y dentro de su sueño ya no aguantaba más tiempo de soñar estar despierto, se acostó por segunda vez- primera en su actual sueño- y antes de cerrar los ojos sintió una picante comezón perdón de antemano- en la ingle…
Comitán, un pueblo de 9 estrellas y gente de 10.
DIEZ - REVISTA DIGITAL– La revista que habla de vos.
ACTUALIDADES
Comitán, un pueblo de 9 estrellas y gente de 10.
DIEZ - REVISTA DIGITAL– La revista que habla de vos.
Comitán, un pueblo de 9 estrellas y gente de 10.
DIEZ - REVISTA DIGITAL– La revista que habla de vos.
TAPANCO
Con el tiempo a la vuelta de la esquina
Una foto reciente, pero de un árbol y un muro de piedra añejos.
Comitán, un pueblo de 9 estrellas y gente de 10.
DIEZ - REVISTA DIGITAL– La revista que habla de vos.
MOJOL
Memoria y Esperanza
Fotografía de Antonio Nájera
Comitán, un pueblo de 9 estrellas y gente de 10.
DIEZ - REVISTA DIGITAL– La revista que habla de vos.
Si te sentís en el cielo ¡echanos la culpa! ¡Somos de DIEZ!
¡Nos vemos en el número 44!
Paty
Comitán, un pueblo de 9 estrellas y gente de 10.