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Simuladores innovación en la enseñanza de la medicina.

Ing. Allison Paola Ruvalcaba Anaya

Especialista de simuladores

SIMULADORES:

INNOVACIÓN EN LA ENSEÑANZA DE LA MEDICINA

La simulación médica ha evolucionado, y su importancia es cada vez mayor, dados los beneficios que ofrece a los profesionales de la salud y a los usuarios. Tal vez nos preguntemos por qué incluir este método de enseñanza; la respuesta está en la innovación sostenible. Innovar no solo es crear nuevos productos, sino ser capaces de generar y buscar nuevas alternativas a las dinámicas actuales. La sostenibilidad parte de la necesidad de crear una cultura de seguridad para el paciente, donde se busque brindarle una atención de calidad, segura y centrada en sus necesidades. Diferentes estudios han determinado que el error humano por periodos prolongados ha sido la causa principal del desarrollo de eventos adversos para los pacientes durante la atención médica.

En consecuencia, se aplicó una reforma educativa a escala mundial para utilizar estrategias de enseñanza que aprovechen la tecnología y sus beneficios, con el objetivo de preparar a los futuros profesionales en la adquisición de competencias; es decir,

que desarrollen un conjunto de aptitudes, destrezas y conocimientos que les permitan realizar con calidad la labor profesional para la que se educan; algunas de estas competencias son el trabajo en equipo, el liderazgo, el profesionalismo, la destreza en la comunicación y la toma de decisiones. Por ello, al situar a los alumnos en un escenario de simulación podemos lograr que se adentren en un contexto controlado que imitará situaciones clínicas reales, donde pondrán en práctica estas múltiples competencias. Dicho ejercicio permite evaluar de manera más completa no solo los conocimientos teóricos adquiridos, sino las destrezas prácticas y las habilidades blandas de los alumnos.

El objetivo de la enseñanza con simulación no pretende sustituir de ninguna forma y mucho menos eliminar el aprendizaje que se obtendrá al tratar pacientes reales; al contrario, debe ser una herramienta complementaria en la educación, que ha demostrado aportar mayor seguridad y confianza en sus habilidades a los alumnos entrenados con ella.

Para la práctica de simulación, los equipos se clasifican de acuerdo con su fidelidad (el realismo de los modelos), que puede ser baja como en los modelos para habilidades, mediana cuando el simulador incluye componentes electrónicos pero no es reactivo a los alumnos, y alta cuando los simuladores son reactivos a las acciones del alumno; es decir, que mejora su estado cuando el abordaje es adecuado, o puede empeorar en caso contrario. En esta última categoría entra la realidad virtual, la cual se emplea para interactuar con modelos en 3D y en especial para el entrenamiento de habilidades quirúrgicas.

Existe una gran variedad de opciones para practicar la simulación; el corazón de este modelo se encuentra en el debriefing o retroalimentación de los escenarios. En esta etapa se identifica el impacto de la experiencia de los alumnos, se favorece la autoevaluación y el autoaprendizaje, porque cada participante expone sus puntos de vista sobre su desempeño; el docente responde dudas en relación con la situación clínica que atendieron, y les indica los aspectos positivos de su abordaje y los procedimientos que necesitan mejorar para resolver satisfactoriamente el escenario.

CONCLUSIONES

Es necesario considerar que una práctica de simulación exitosa no debe basar todo el esfuerzo en el realismo del escenario, sino enfocarse también en la habilidad que se busca adquirir con la práctica y el compromiso de los participantes en sus roles, para tener una experiencia donde los errores se permiten, en cierta forma, para que el alumno aprenda de las consecuencias que puede implicar su error, y así sea capaz de identificar su falla, rectificarla y repetir el procedimiento, buscando realizarlo de manera correcta. <

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