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Innovación y legislación de vanguardia.
Mtro. Miguel Navarro Castellanos
Director Jurídico Académico
¿QUÉ ES LO QUE MÉXICO NECESITA?
La innovación es un factor vital del crecimiento económico y del desarrollo. Si bien la legislación no construye innovación per se, es un instrumento para el desarrollo o la paralización de la innovación y de la competitividad en las naciones. La sociedad no solo necesita transformarse y modernizarse constantemente, sino que también reclama de los legisladores la existencia de normas que apoyen este proceso de desarrollo.
Un marco legal pertinente es sin duda una herramienta que incentiva la innovación sostenible; la ley se ha convertido en el freno o el acelerador de la promoción y el fomento de la investigación y la innovación para el desarrollo de México y del resto de las naciones del globo.
La legislación debe renovarse para incentivar la innovación sostenible, formularse con miramientos para el crecimiento y con la certeza de que el sector público y el privado deben coexistir y coparticipar en este proceso.
Deducciones fiscales a la investigación
Considerando lo anterior, una legislación de vanguardia debe reconocer la importancia de la investigación y la innovación en el sector productivo, sin verse como mera ruta para el lucro particular, sino con la visión de que la innovación conlleva crecimiento y este, a su vez, el bienestar de la propia sociedad. Una empresa que crece genera empleos, brinda salarios más competitivos, paga más impuestos y tiene una mayor conciencia de responsabilidad social corporativa.
El otorgamiento de incentivos fiscales a la investigación para la innovación es una forma apropiada de promover la investigación en la iniciativa privada. Con el avance de las últimas reformas en esta materia, parecería que las leyes se alejan de esta promoción; sin embargo, es de vital importancia que nuestros legisladores reconozcan que las naciones de primer orden promueven y aplauden la investigación hecha por la iniciativa privada.
Promoción de la generación de patentes en la iniciativa privada
Si bien es cierto que hemos avanzado con la nueva Ley Federal de Protección a la Propiedad Industrial, también lo es que se requieren instrumentos legales más amplios para alentar el registro de patentes. La realidad
nos ha demostrado que la innovación es un factor vital del crecimiento económico y del desarrollo, por lo que no solo es importante tener un sistema de protección de la innovación, sino que la propia norma debe avanzar para promover y potenciar la difusión del conocimiento y la innovación.
Financiamiento para la investigación
Las universidades públicas y particulares han contribuido en gran medida a la generación del conocimiento. Sin embargo, las normas en materia de investigación deben reconocer esta realidad: si bien la investigación es una función sustantiva de todas las universidades, las actuales reformas en la materia parecieran desconocer esta realidad y se alejan de una política de estado que apoye la investigación en las universidades e invite a la transferencia del conocimiento.
Leyes más simples, procesos más expeditos
Es innegable que existen programas para una mejora regulatoria que haga frente a la sobrerregulación, la burocracia y la lentitud en los procesos. La innovación requiere agilidad de respuesta, y para ello es vital que la innovación esté en el centro de los procesos, que estos se modernicen y sean pertinentes, evitando la existencia de abultados expedientes en cada proceso; se requieren respuestas prontas y renovaciones automáticas, entre otras acciones que, de aplicarse, harían que la actividad más importante fuera el proceso innovador y no el burocrático.
Incentivos focalizados a sectores prioritarios en la agenda nacional
Es entendible que la promoción y los esfuerzos gubernamentales se enfoquen en
sectores claves como la alimentación, el ambiente o la seguridad. La solución a los problemas que la sociedad padece no está únicamente en manos de nuestros gobernantes, y la sociedad es corresponsable de proponer y aplicar soluciones. Es aquí donde la iniciativa privada levanta la mano, y siempre ha manifestado su deseo de coadyuvar. Los procesos creativos innovadores están en todas partes, lo importante es que se reconozcan y se apoyen.
La legislación de vanguardia que deseamos
Si Tomás Moro fuera mexicano, su Utopía bien podría ser la de una nación cuyas leyes promueven la innovación sostenible en todos los sectores: público, iniciativa privada, universidades y en la propia sociedad; en donde se permita que una parte del presupuesto de la iniciativa privada se destine a la investigación y se otorgue patente y deducción a la inversión realizada en la innovación; donde se apoye a los talentos de todas las universidades para que generen conocimiento, y se permita que estas escuelas se beneficien de la transferencia de ese conocimiento; donde se convoque y premie el enfocar la energía creativa en resolver prioridades de un sector determinado; donde se facilite administrativamente todo este proceso, pues la innovación es prioridad nacional.
Es en esta versión de la utopía mexicana donde encontramos la ruta para una legislación de vanguardia que invite a la innovación sostenible. <
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