Gasoducto, Sostenibilidad y el Futuro de Puerto Rico Juan Rosario, MSc.
Puerto Rico se enfrenta a la que podría ser la crisis
más grave en toda su historia como pueblo. La gravedad inédita de esta crisis parte de varios hechos que me parecen incontrovertibles. El primero es que esta crisis es parte de una crisis mundial producida por el resquebrajamiento del modelo capitalista de desarrollo económico que requiere del continuo crecimiento de los mercados para que los países “desarrollados” puedan “prosperar”, imponiéndoles a los países “subdesarrollados” ideas sobre el “progreso” y la felicidad. El modelo de los países industrializados se fue exportando país por país, impulsando la industrialización y de paso generando la creación de una clase media capaz de consumir y consumir para poder hacer realidad los sueños del llamado progreso. Así ocurrió en Puerto Rico comenzando a mediados de Siglo 20. Poco a poco se fue transformando el país, creando las nuevas urbanizaciones, generando esos sectores que quieren siempre más autos, casas más grandes y más y más bienes de consumo que son la medida del “bienestar” y el “progreso”. Así llegamos al Puerto Rico moderno. Un Puerto Rico con casi 4 millones de habitantes y más de 3 millones de automóviles registrados que consumen mil millones de galones de gasolina al año. A eso hay que sumarle que consumimos más de 6,000 Kwh. per capita anualmente, una de las tasas de consumo de electricidad más altas del planeta. No solamente nuestro consumo de electricidad es muy alto, sino que 99% de la misma se produce usando combustibles fósiles. Al año consumimos el equivalente de más de 30 millones de barriles de petróleo para producir toda esa energía. Nuestra capacidad instalada, de más de 5,800 megavatios, es tan grande que con ella podríamos darle luz a los más de 21 millones de residentes del Distrito Federal de México; con lo que sobre podríamos darle luz a las casas de los casi 9 millones de residentes de la Republica Dominicana y todavía sobraría para darle energía a las residencias de los 16 millones de chilenos. Ese es el segundo hecho indiscutible: el desperdicio de energía a nivel planetario. El tercer hecho indiscutible es que estamos en la era del cambio climático. Los devastadores efectos del cambio climático, según la opinión de personas