Director: John Harold Feria Tavera
Diseño y Diagramación: John Harold Feria Tavera Ángela Ornella Betancourt Fotografía: Ana María Galindo Redacción: Adriana Lucia Montoya Gestión Cultural e Investigación: John Harold Feria Tavera Ángela Ornella Betancourt Ana María Galindo Adriana Lucia Montoya http://issuu.com/revistaayahuasca/docs/yage
EDITORIAL Ayahuasca surge como el deseo de recuperar memorias o ceremonias que el tiempo olvida; aunque no precisamente el tiempo; sino aquellos que quieren manipularlo, con el imaginario de que para hacer parte de la modernidad debes olvidar aquello que eres o que fuiste, aquello que un día te significo y te represento. Ayahuasca es el titulo que simboliza el deseo de nuestros antepasados indígenas por que voltees la mirada, que recuerdes o sepas de donde eres, pero sobre todo por que lo has olvidado. Ayahuasca es el nombre que recibe un producto de la tierra, mismo que hace parte de una ceremonia milenaria que se lleva a cabo en parte de nuestra región y que ahora el interior quiere apropiar, pero descontextualizando su razones y saberes , llega a ser esa palabra que hoy llega a muchos con algo de mitos y leyendas urbanas, pero que tomara la forma de revista para mostrar al publico la raíces de nuestras ceremonias. Aunque en su primera edición de cinco que la compondrá analiza el tema del Yagé en nuestra región; todas las ediciones hablaran de ritos y ceremonias que hacen parte de esta cultura Colombiana hoy tan rica pero algo indescifrable, que por medio de la investigación buscamos ampliar un poco ese horizonte cognitivo que nos llega. La revista estará compuesta por seis secciones que pretenderán hacer ameno el recorrido que se haga sobre ella. Con gran respeto y profundo deseo hacemos llegar hoy esta revista a la ventana de tu mente.
John Harold Feria Gerente general
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CONTENIDO CONTENIDO
Especial: Yagé. El camino al Purgatorio . 5
Kronos: La bebida que cambio mi vida. 10
Encontra2: La otra mirada al Yagé. 14 Hágalo en casa: Como preparar el brebaje. 16 Entre-Vistas Viviendo la experiencia. 18 Des-Parche: Crucigramas y +. 22
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YAGÉ. EL CAMINO AL PURGATORIO Según expertos ayahuasca quiere decir "bejuco de los espíritus―, "soga del ahorcado" o "enredadera del alma" en lengua quechua, una de las lenguas habladas en el Perú. La ayahuasca tiene varios nombres nativos en las diferentes regiones del continente americano: pilde, dápa, pandé (Ecuador), caapi, hoasca, daime, vegetal (Brasil), yagé o yagué (Colombia), kahi, kahiriama, mihi y natema (Amazonía). Se sabe que las plantas que los chamanes adicionan a los bejucos dependen del propósito para el cual se vaya a consumir la ayahuasca, que puede ser: viaje astral, telepatía, curación, comunicación con espíritus, aprendizaje de "ícaros" (canciones para curar), adivinación, etc. Juan José García P. asegura que en función de dichas plantas aditivas, esta bebida ceremonial puede recibir diferentes nombres tales como: tigrehuasca, monohuasca, indihuasca, cielohuasca, culebrasca, etc. Los pintorescos bejucos de Banisteriopsis caapi o Banisteriopsis inebrians son originarios de América. Crecen en el valle del Amazonas, al este de Ecuador y en algunas zonas de Perú, Colombia y Venezuela. Con la corteza de estos bejucos y las hojas de otras plantas propias de la región, como la chacruna, se prepara una importante bebida ceremonial que recibe el nombre de ayahuasca. Durante años ha sido consumida con fines rituales en pueblos indígenas de Brasil, Ecuador y los Andes periuanos. Existen documentos etnográficos que remontan el conocimiento de la ayahuasca entre los pueblos amazónicos a miles de años atrás. Las diferentes culturas que la
usan cuentan con sus respectivos mitos sobre su procedencia, divinidades asociadas y acontecimientos sobre el origen de las mismas tribus. Estas prácticas permanecieron ocultas al mundo occidental hasta que en 1851 Richard Spruce, un famoso explorador inglés viajó a Perú y tuvo noticias de esta bebida de uso ritual. Sin embargo, no fue sino hasta siete años después que Manuel Villavicencio, un funcionario ecuatoriano, se convirtió en el primer no indígena de que se tenga noticia, en probar los efectos de la ayahuasca tras haber sido invitado a participar en un ritual. Villavicencio contó que vio "los más sobrecogedores paisajes, grandes ciudades, maravillosas torres, bellos parques y otras cosas magníficas".
A principios de la década de los 50 el escritor estadounidense Williams Burroughs tuvo noticia de esta bebida y en 1953 viajó a Colombia para probarla. Siete años más tarde su compatriota, el poeta Allen Ginsberg también emprendió una exploración similar y años después la correspondencia que ambos sostuvieron al respecto sería editada en un libro llamado Las cartas de yagé. Esta publicación aunada a las a las investigaciones del etnobotánico Richard Evan Shultes contribuyeron a atraer la atención del mundo occidental hacia la ayahuasca y las culturas que la utilizan ancestralmente.
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Hay dos clases de Banisteriopsis: inebrians y caapi que se diferencian principalmente por la forma de sus hojas. Ambas especies son bejucos con corteza lisa, de color café y hojas verde oscuras que miden hasta 18 cm de longitud y aproximadamente 8 cm de ancho; tienen flores pequeñas de color rosado que se dan en pequeños conjuntos.
Los chamanes andinos utilizan piedras para machacar trozos de la corteza de los bejucos de Banisteriopsis. Posteriormente las hierven en agua durante varias horas junto con hojas de algunas plantas específicas como la chacruna o amirucapanga (Psychotria viridia) o la chagropanga u oco-yajé (Dyplopteris cabrerana) a las cuales atribuyen la producción de visiones mejores y más luminosas. El resultado es un brebaje de color marrón que puede ser más líquido o más espeso en función de su concentración. Posteriormente cuelan el agua, y concentran aún más el extracto. El proceso total requiere alrededor de diez horas de trabajo.
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La proporción común de ingredientes utilizados, según Therence McKena es de 2.5 partes de Banisteriopsis por 1 parte de Psychotria o de Dyplopteris; lo que a juicio de este mismo autor equivale a unos 500 g de liana y unos 85 gm de hojas frescas por cada dosis activa que se pretenda preparar. Los chamanes del Brasil consideran que la liana es "La Fuerza" y la otra planta es "La Luz" de la ayahuasca y después de haberla bebido hablan sobre su calidad en términos de la fuerza y/o de la luz que han experimentado.
Tanto el córtex leñoso como las hojas de los bejucos de Banisteriopsis contienen altos niveles de betacarbolinas o alcaloides de harmala. Los principales son harmina (un principio activo al que antes de su clasificación oficial en 1939 se le llamó banisterín, yageína o telepatina debido a las propiedades telepáticas atribuidas a la ayahuasca), tetrahidroharmina (THH), y en bajas concentraciones también presenta harmalina. Este grupo de alcaloides no es exclusivo de las especies de Banisteriopsis, también se presenta en las semillas de Peganum harmala, por ejemplo. El resto de las plantas con las que se confecciona la ayahuasca (Psychotria viridia, Psychotria carthaginesis, B. rusbyana etc.) contienen distintas triptaminas, como la llamada DMT (diemetriltriptamina), que son los alcaloides que se relacionan químicamente con el aminoacido triptofano. El farmacólogo Jonathan Ott señala que la extracción de los alcaloides de la harmala requiere un tiempo mínimo de cocción de 10 a 15 horas; y entre más tiempo pasa, mayores concentraciones de THH presenta la bebida. Diversos antropólogos coinciden en señalar que las grandes civilizaciones precolombinas del Amazonas ya utilizaban distintas plantas sagradas. En sus relatos, algunos misioneros españoles señalaron la existencia de una escuela de iniciación y misterios en la ciudad perdida de Vilacamba La Vieja, descrita por ellos como "una abominable universidad de idolatrías".
Polari y otros autores aseguran que realmente el ayahuasca se utilizaba allí en algunos trabajos, rituales e iniciaciones y que incluso se llegó a hablar de una tradición profética propagada entre los sacerdotes del Sol, la cual, a través de la videncia producida por la ayahuasca, había previsto ya el fin de la civilización Inca. A partir de ese momento la historia tiene una laguna, cubierta en parte por los mitos y leyendas de los pueblos indígenas del Amazonas que simplemente mencionan una "liana de los sueños". Actualmente son varias las festividades y rituales que giran alrededor de la ayahuasca. Los tucanos de Colombia la utilizan en el famoso Tukanoan Yuruparí, ceremonia de comunicación con los antepasados, base de una sociedad tribal masculina y rito de iniciación a la adolescencia para los varones. Los zaparos la consumen antes de cada evento importante. Los jíbaros también creen que hace posible la comunicación con los antepasados y aseguran que bajo su influencia el alma del hombre puede abandonar el cuerpo y vagar libremente. Las mujeres la toman para comunicarse y recibir consejos de Nungui, su diosa madre. En Alucinógenos y chamanismo, el antropólogo Michael J. Harener constata que la realidad cotidiana del jíbaro del Amazonas ecuatorial es considerada como una "ilusión". La realidad considerada como "real", no está sin embargo ausente ni situada en una vida futura, sino que es presente y actual: "La primera vez que me puse a investigar entre los jívaros, en 195657, no valoré debidamente el impacto psicológico de la bebida hecha con Banisteriopsis sobre la visión de la realidad que tenían los nativos; pero en 1961 tuve oportunidad de beber el alucinógeno… Al encontrarme transportado a un trance en que lo sobrenatural me pareció natural, me
di cuenta de que los antropólogos, inclusive yo mismo, habíamos profundamente subvalorado la importancia que la droga tienen en la ideología de los indígenas." Entre los tucanos de ecuador, "quien toma la droga se siente impulsado por vientos poderosos que el guía-chamán explica como un viaje a la Vía Láctea, primera parada en el camino al cielo". En la mayoría de las tribus se cree que para ejercer sus poderes el chamán se convierte en animal, preferentemente en un felino. Algunos "pueden experimentar pesadillas en las que son devorados entre las garras de un jaguar, o en las que serpientes gigantescas se aproximan para enroscarse en sus cuerpos." Los curanderos yekwanas imitan los rugidos del jaguar y los chamanes de los conibo-shipibos "poseen grandes serpientes para defenderse en batallas sobrenaturales contra otros chamanes poderosos."
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Los chamanes utilizan este psicoactivo para curar y diagnosticar enfermedades, para resguardar a su pueblo del peligro, para adivinar las tretas del enemigo o para profetizar el futuro; pero en opinión de Schultes y Hofmann, la ayahuasca es más que un instrumento del chamán: "Penetra en tal grado, que difícilmente puede equipararse con algún otro alucinógeno. Quienes la ingieren, chamanes o no, ven a todos los dioses, a los primeros hombres y animales, y llegan a comprender su orden social.― De acuerdo a las investigaciones de Jimmy Weiskopf, el uso urbano de la ayahuasca en Colombia, se inició en los años ochenta y son muy pocas las semanas al año durante las cuales no se realice, en algún apartamento de Bogotá, una toma o sesión de yagé. Desde su perspectiva, el contacto entre los chamanes o taitas y los consumidores urbanos, se debió entre otras cosas, a la permanencia en Bogotá de líderes y estudiantes indígenas, algunos de ellos hijos de curanderos, "que introdujeron a sus amigos blancos en el yagé". Dice que esta integración está tan extendida en la capital del país que incluso "reconocen haber tomado yagé destacados políticos, empresarios y personajes del espectáculo y los medios de comunicación". Aunque que tal vez el estrato más importante lo conforman los artistas y académicos, especialmente antropólogos y botánicos, puesto que "varios taitas han sido invitados a dar conferencias en universidades y cada vez su conocimiento atrae más el interés de investigadores extranjeros". Según describe Weiskopf, el uso del yagé en Colombia: "se trata, en su modalidad urbana, de una curiosa mezcla de consultorio médico, psicodrama, fiesta y rito de adoración". Normalmente las reuniones tienen lugar los sábados por la noche donde el asistente, acostado en un saco de dormir, pasa la velada al lado de otras personas, mientras "recibe curación y participa en una terapia de grupo":
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LA BEBIDA QUE CAMBIO MI VIDA En una mañana fría y con pocas ganas de trabajar, se levantó Camilo Cifuentes, un joven de 22 años, cabello largo, ojos claros, alto y delgado; un estudiante de la Universidad del Tolima y empleado de un almacén de zapatos en el centro de la ciudad. Se paró de su cama, se asomó a la ventana y como uno de estos días, estaba lluvioso; cogió una toalla y se dirigió al baño, y mientras se bañaba sólo podía pensar en la propuesta que le había hecho su amigo Gabriel. Camilo sabía de qué se trataba, ya había leído bastante sobre el tema, conocía sus consecuencias y beneficios, pero aun así, estaba muy nervioso. Nunca lo había hecho, sin embargo, tenía la voluntad y las ganas de experimentarlo. Fue así que inició su día, y la idea de su amigo estaba en su mente cada vez más fuerte. Minutos después salió de su casa directo al trabajo. La mañana se le pasó muy lenta, entre clientes que iban a ―cadujiar‖ zapatos y otros a comprar, él únicamente pensaba en el mismo tema.. Luego de una mañana larga Camilo terminó su trabajo y fue a almorzar a un restaurante cercano con un compañero al que le contó la propuesta de su amigo, el tema que lo tenía pensando ya hace varios días. ―si es un ritual, es algo sagrado para ellos, tengo un poco de susto pero al mismo tiempo las ganas son enormes‖ dijo Camilo. Y Su compañero le respondió: ―yo ya sé de qué me habla, no lo he hecho pero me gustaría, si he escuchado de eso, ¿me invita?, ¿Cuándo es?‖ Camilo lo pensó y le dijo que primero tenía que comentárselo a su amigo Gabriel, fue entonces como Camilo se animó a hacerlo y no lo pensó más.
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Salió del restaurante, tomó una buseta y se dirigió a la universidad, allá estaba Gabriel, y mientras el día estaba un poco lluvioso él caminaba en búsqueda de su amigo, ya quería saber cada detalle de lo que iba a ocurrir ese día. Entre las voces de la gente y una orquesta que estaba tocando en el parque de la U, Camilo escuchó la voz de Gabriel, él estaba sentado en un andén, lo vio se acercó y enseguida iniciaron el tema, ―Mm pues le voy a decir lo que me imagino que ya sabe, se llama yagé, nace de las hojas del ayahuasca y la chacruna, el chamán prepara la bebida. Según ellos el Yagé es la vida de la visión, la vida del alma, la planta medicinal famosa de región de la Amazonía. Es preparado desechando el ladrido del tallo leñoso de un bejuco que se hierve con hojas de chacruna. Las tribus de la Amazona ven el yagé como una medicina mágica que libra el alma y sana el cuerpo, es eso, ah además como le dije la vez pasada, solo tiene que comer frutas estos días, no coma nada pesado, puede ser peligroso, y el ritual se hará este sábado en una finca, vendrá un chaman que trae las plantas desde Putumayo, todo comienza a la 6 de la tarde, ¿se anima?‖. Dijo Gabriel. Y Camilo sin dudarlo respondió que sí. Y respecto a su compañero de trabajo, prefirió no decirle nada. Camilo entró a clase hasta la noche, después fue hasta su casa se acostó en su cama y muy tranquilo concilió el sueño. Al día siguiente que era viernes, fue a su trabajo, luego a la universidad y de nuevo en la noche a su casa. Sólo quería que llegara el sábado, y así fue.
…es la hora en la que comienza el estricto ritual del yagé.
Ese día amaneció haciendo mucho sol, él se levantó de su cama con muchas energías, ya sabía que era el día, se sentía muy seguro, estos dos últimos días se había preparado, ya sólo faltaba que llegara la hora. Eran las 5 de la tarde, el sol ya se había escondido, la luna se veía y después de un día soleado estaba haciendo un poco de frio. Camilo se encontró con Gabriel, juntos fueron a la finca donde estaba el chaman y otras 6 personas más. Unos ya lo habían probado y otros no, Gabriel estaba más tranquilo porque ya lo había hecho pero Camilo estaba muy nervioso. Iniciando las 6 de la tarde llega la hora, no es cualquier hora, es una hora en la que se transforman los mundos, se limpia el alma, se sana el cuerpo, es la hora en la que comienza el estricto ritual del yagé. El chaman preparó la bebida y dio inicio a la ceremonia. Era un líquido espeso, maloliente de color entre verde y café que después de varios rezos comenzaron a beber en vasijas de barro, al inicio empezó a sentir muchas ganas de vomitar, luego le dolió su estómago y de urgencia se dirigió al baño, después de 20 minutos estos síntomas se detuvieron y comenzaron ahora las alucinaciones.
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Camilo entró en una especie de sueño, estando totalmente consiente. Los tiempos se empezaron a hacer muy claros para reflexionar sobre las acciones pasadas, el presente y el futuro eran escenarios de conciencia y azar en los cuales se podía sentir la posibilidad de vivir, para emprender una proyección. Y mientas él sentía esto, sus compañeros de los alrededores caminaban y se miraban entre ellos, otros permanecían sentados, algunos hablaban solos, Gabriel se reía y los demás tenían sus ojos cerrados. Y esa noche hacia más frio que nunca; éste joven no sólo escuchaba cosas sino que también les veía forma, eran sonidos
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representados en ondas coloridas, y entre más fuerte eran los sonidos que escuchaba más intensos eran lo colores, que lograron que su cuerpo fuera completamente sensible para reaccionar ante ellos. Era un efecto purgativo en un nivel espiritual, difícil de comprender y explicar pero así lo sentía él, entraba en una realidad profunda en una dimensión exacta que sólo Camilo entendía, se veía él mismo, sus virtudes y defectos se hacían más grandes, era misterioso, eran sensaciones y eventos acumulados o escondidos en el inconsciente que fluían y salían sin temor alguno. Era momento de reflexionar. Se modificó totalmente la conciencia del joven.
Así transcurrieron las 3 de la mañana y el efecto del yagé se terminó en Camilo. Él ―despertó‖ pero en realidad nunca había estado dormido y miró a algunos de sus compañeros que al igual que él ya estaban entrando en razón. De inmediato su estómago se empezó a revolver de nuevo y lo único que hacía en ese momento era trasbocar, volvió a sentir el malestar del principio. Entre el frio de la madrugada y ya viéndose el amanecer Camilo pudo por fin conciliar el sueño. Al día siguiente despertó junto sus compañeros, se reunieron con el chamán y cada uno contó sus experiencias, algunas parecidas, otras no. Había sido una noche incomparable, diferente, alucinante,
extraordinaria, con algunas cosas terribles pero al fin y al cabo una experiencia más. Camilo conoció entonces lo que realmente significaba el yagé, y después de esta primera vez vinieron 3 más, ―no hay que cogerlo de costumbre, es algo sagrado que se respeta y se hace cuando de sus corazones nace, no porque si‖. Toda la experiencia puede llevar a una expansión de conciencia, a un aumento en la capacidad de abrirse a nuevas experiencias, a nuevas formas de percibir y entender la realidad, lo que puede redundar en el estado general de salud y en propiciar por tanto una vida más satisfactoria y productiva.
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LA OTRA MIRADA AL YAGÉ Planta medicinal que cura cuerpo alma y espíritu Vs Una droga perjudicial
Muchas discusiones se han generado a partir del creciente interés por el conocimiento del yagé y sus posibles efectos secundarios; desde practicantes de los rituales, hasta los más escépticos en el tema, se encuentran para debatir en torno a este enigma. Para los médicos, hablar de este tema es un poco controversial, pero para ejemplificar un poco lo que sucede con los efectos de esta planta ancestral; podemos detenernos y visualizar un servicio de urgencias donde llegan personas intoxicadas por diferentes venenos. El cuadro clínico de una intoxicación por veneno (nauseas, vomito, diarrea, taquicardia, hiperventilación, disminución de la tensión arterial, etc.) y los síntomas que presenta una persona que consume yagé son idénticos. Es una mentira sin base científica decir que los vómitos y diarrea que genera el consumo de yagé son producto de una desintoxicación. Al contrario, lo que sucede es una intoxicación, el cuerpo solo trata de defenderse expulsando el yagé de una forma desesperada, porque es un toxico. Este es un alcaloide que produce alucinaciones semejantes a las drogas ilegales como la marihuana o el crack. El yagé –al parecer- no tiene efectos adictivos directos, pero si puede generar una adicción psicológica que crea en las personas la necesidad de estar realizando tomas cada semana. Los expertos reconocen los efectos del yagé sobre personas con trastornos esquizofrénicos moderados. Este alcaloide puede potenciar la esquizofrenia y desequilibrar totalmente a la persona. Tal es el caso de una persona --
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que durante una toma, se la pasó corriendo por un potrero puesto que veía unos gusanos que se la comían viva. Después de esto empezó a sufrir trastornos mentales y miedos que antes no tenía. Otra persona, que es drogadicta, dijo que el efecto alucinógeno del yagé era mucho más fuerte que el de la marihuana. Este alucinógeno agranda nuestros deseos o miedos reprimidos y los saca a flote. El peligro radica en que esto se logra por medio de un hepatotoxico que puede causar daños a nivel del hígado y del sistema gástrico. Además, para una terapia de choque, como la que sucede en el yagé, debe haber un profesional que dirija la sesión de manera personalizada; ya que el riesgo no es el mismo para todos. Pero siempre va a haber un daño a nivel de las células hepáticas, del sistema gástrico y la posibilidad de un desorden psicológico en las personas más débiles. Lo que estos taitas han creado es un magnifico negocio. Ellos cobran desde $30.000 hasta $80.000 por una toma, multiplica eso por diez o veinte asistentes. Eso es un buen negocio y para sostenerlo inventan toda clase de mitos acerca del yagé. Las personas inocentemente caen en esto con tal de obtener una experiencia espiritual. Creo que necesitamos desarrollar mucho más la intuición y dejar de comprar experiencias espirituales como si esto se tratara de un mercado. El uso del yagé es un riesgo que no vale la pena tomar. Hay muchas formas de obtener una experiencia espiritual sin necesidad de usar alcaloides; pues la espiritualidad no se mide por la clase de experiencias místicas que vivamos.
efectos son dañinos. ―Toda agrupación social —se lee en un folleto de la ONU— tiene prácticas y creencias culturales tradicionales y específicas, algunas de las cuales pueden ser beneficiosas para todos los miembros, mientras que otras pueden ser perjudiciales…‖. El rechazo de las prácticas ancestrales nocivas se refleja en las leyes promulgadas para prevenir y castigar, entre otras barbaridades, la mutilación genital femenina, el matrimonio precoz y el infanticidio de niñas. Todas esas costumbres lesivas surgen, directa o indirectamente, de sistemas de creencias mágicas o religiosas que nunca son cuestionados por la mayoría de sus adeptos. Esto, sin embargo ni las vuelve inocuas ni las hace tolerables. Según los tratados de derechos humanos la libertad de manifestar la religión no es absoluta. Dicha libertad podrá ser legalmente limitada cuando ello sea necesario para proteger los derechos de los demás, o para tutelar ciertos bienes superiores, como la salud pública. Son, por lo tanto, legítimas las normas de rango legal que prohíben conductas antijurídicas observadas entre los miembros de una comunidad religiosa. Cabe mencionar que el ritual del Yagé no registra entre las practicas nocivas ancestrales señaladas por el derecho internacional; tampoco es llegar a la conclusión que dicho ritual es perjudicial, por el contrario se pretende mostrar la otra mirada al Yagé, lo que dice parte de la ciencia,, esto con el objeto de mostrar como es un ritual que merece estudio o no simplemente participar en el por diversión.
Por otra parte el derecho internacional de los derechos humanos ha fijado su atención en ciertas prácticas tradicionales cuyos
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COMO SE PREPARA LA AYAHUASCA… Cada chaman amazónico tiene una forma particular de prepararla. Como muchos de ellos indican, es la propia Ayahuasca quien enseña cómo hacerlo a través de las visiones que se tiene en las sesiones.
Esta es una forma de preparación que puede llevarse de la selva a la cocina de su casa: Ingredientes: 10 kl de Ayahuasca 1 Kl de Chacruna ½ Kl de Datura ½ Kl de Tabaco ½ Kl de hojas de Coca 20 Lit. de agua Se colecta la liana (Banisteriopsis caapi), así como hojas de un arbusto llamado Chacruna (Psychotria viridis). Estas dos plantas deben ser colectadas en luna llena, por la mañana y quien la recoge debe estar en ayunas. Se requiere 2 kilos de Ayahuasca. Se limpia la corteza y se procede a machacarla con un palo para que esté más suave al momento de cocinarla, se agrega unas 3 ó 5 hojas de Chacruna; también se agregan diversas hojas de Datura, planta conocida en la Amazonia como floripondio o toe. Todas estas hojas se han de colocar en forma de cruz en el fondo de una gran olla. Se hace hervir unas 8 horas, en unos 20 libros de agua. El proceso de preparación de la bebida está centrado en los cánticos chamánicos conocidos en la Amazonia como Icaros, así como en soplos con tabaco.
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Ambos son invocaciones al espíritu de la Ayahuasca y a los de la naturaleza y, como señalan los chamanes, los icaros son la fuerza que se agrega a la bebida. Los 20 litros de agua se reducen a 2 litros de Ayahuasca. Se añaden otros 20 litros más y se sigue hirviendo hasta que tan sólo queden 0,50 litros. Esta cantidad equivale exactamente a 14 tomas. La cocción tiene que dar como resultado un líquido de contextura viscosa y color rojizo ocre. Si durante el proceso de hervido parte del agua se derrama por el borde de la olla hay que desechar el agua y volver a iniciar el proceso. Finalmente y como esta en la cocina de su casa puede servirla bebida en una buena copa con hielo y decorar su presentación.
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VIVIENDO LA EXPERIENCIA Harold Alonso Cáceres de 58 años, músico, oboísta, y profesor del conservatorio del Tolima vivió la experiencia del Yagé y esto fue lo que conto. 1.Qué es el yagé? El yagé es una planta alucinógena que está compuesta por unas ramas con hojas y unos bejucos traídos del amazonas y del putumayo. 2. Cuantas veces ha tomado yagé? He tomado 4 veces. 3. Cuando fue la primera vez? Hace como unos 10 años, en el barrio el Topacio, en una finca que estaba ubicada al fondo. 4. Por qué tomo yagé? Me dijeron que tomara porque era una experiencia muy buena como purgante, además de otras situaciones espirituales. Se limpiaba el cuerpo y el alma. 5. Cómo fue la preparación para tomar el liquido? Era comer frutas en el transcurso de la semana, comer liviano, yo realmente no hice eso, comí normal, además que me había purgado días antes. 6. Cuáles fueron los efectos del yagé en usted? Después de que me tomé el vasado, a la media hora me empezó a dar diarrea y vomito a la vez, entonces fui al baño que había en el lugar. 7. A qué horas empezó el ritual? Empezó a las 7 de la noche.
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8. Quién hizo el ritual y como era la vestimenta de esta persona? El ritual lo hizo un Curaca, Chaman o Taita como le llaman, que venía del Putumayo, le dicen el hermano José. Él estaba vestido de indio con unas plumas en todo el rededor del cuerpo, en la parte de atrás con un plumaje alto, como estilo de piel roja, con su cara pintada. 9. Qué hacía o decía el “curaca” mientras hacía el ritual? Empezó a hacer oraciones a los 4 puntos cardinales, eran oraciones de protección según el Taita. La oración fue con todas las personas que estábamos en ese momento, éramos como 30 personas. 10. Usted qué cree que significa el yagé para los chamanes? Para ellos significa algo muy sagrado, significa un desprendimiento del alma y el cuerpo, un viaje como en cuerpo astral. 11. Cómo fue la preparación del ritual? Nos sentamos todos alrededor del chaman y nos colocaron música clásica al comienzo, la sinfonía número 5 de Beethoven muy suave, era casi imperceptible, pero la escuchábamos después del trance muy fuerte, los instrumentos muy amplificados.
12. Qué sintió cuando lo tomó? Yo me tome el yagé y pues lógico yo no sabía cómo era eso, Lo primero que sentí fue un adormecimiento y cosquilleo en las manos y los pies, luego empecé a sentir un poco de mareo y a los 20 min me empezaron las ganas de vomitar. Ese día nos dieron bolsas por si queríamos vomitar y había unas canecas grandes para botar las bolsas pero como me dio también diarrea pues salí corriendo al baño, había varios baños y ese día antes de todo nos habían advertido y distribuido los baños en grupos de personas. Me acuerdo que me paraba para ir a vomitar y veía el piso hundido, no me podía sostener. En ese momento me arrepentí de haber tomado yagé, porque el vomito que eso produce es muy brusco, uno bota hasta la última cosa que tenga en el estómago. ―muy duro, esa vaina lo pone a uno mal‖. 13. A qué sabe, cuál es su color y consistencia? Es una mezcla de dos plantas. Es un líquido que después de que lo preparan es espeso de color verde y como gris, como si fuera una colada. Y el sabor es muy amargo y el olor penetra su nariz, no hay que olerlo sino tomarlo de una vez, y bajarlo enseguida con una tasa de agua de panela en crudo. Cada persona se sienta en un sitio de la sala donde este, uno se hace donde se sienta cómodo, acostados sentados, como quiera. Yo me senté y empecé a sentir todo. 14. Qué sintió y que vio en el estado de trance? Entre en un estado de meditación, sentí que estaba en un rodadero, empecé a ver unas imágenes oscuras de terror como fantasmas, eso me ocasionó miedo. Luego parecía que estuviera en un video juego y pasara de un nivel a otro, de un momento a otro eso se fue pasando, vi las imágenes
más claras y empecé a ver como especie de unos tapetes persas de colores rojos, zanahoria, amarillos, eran bonitos. Yo cerraba los ojos y veía colores muy brillantes. También sentí que se me sensibilizaba el oído, escuchaba todo muy duro y con ecos. Luego al rato pase a otro nivel más alto y empecé a ver todo más claro, lo mismo de antes pero más claro. En ese proceso dure como .una hora u hora y media, entonces quede en meditación. Después vi que un compañero se me convertía en dinosaurio y él me hablaba y yo le escuchaba la voz gruesa y las gesticulaciones que él hacia lo veía como las alas del dinosaurio y yo habría los ojos y lo veía a el normal, al lado mío. Todo lo que sentía lo sentía unos ratos con los ojos abiertos y otros con los ojos cerrados. Y a veces le preguntaba a los compañeros que si ellos veían lo mismo que yo y ellos decían que no, otros ni contestaban. La voz de ellos las escuchaba lenta y en eco. Abría los ojos y llegaba a la realidad.
―Empecé a ver unas imágenes oscuras de terror‖ 15. Qué sintió en las otras tomas de yagé? En la segunda toma me sentí en unos círculos, como si estuviera en un purgatorio, y veía las almas desde abajo que me pedían ayuda, me decían que fuera bueno, que ayudara a la gente y en ese momento me entró un sentimiento de tristeza y me puse a llorar, pero eran como por bobadas, por cosas pasajeras, por ejemplo no le hice caso a mi hermana que limpiara la cicla, eran bobadas. Pero yo sentía que eso era muy grande, muy especial. Como un sentimiento de culpa y ya después de llorar un rato quede más tranquilo.
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16. En donde fue todas las veces que tomo yagé? Todas las veces fueron en la misma casa del topacio en una casa campestre. Fueron cuatro veces una vez cada año. En otra toma, como la tercera, escuché a una mujer que me cantaba, yo la relacioné con la virgen, yo miraba para todos lados y no veía nada, pero si escuchaba. Ella me daba consejos cantando, era una sensación muy bonita, me daba escalofríos y sentía una paz interior. 17. Qué bueno le dejo el yagé? Yo pienso que uno si tiene un espíritu y un alma, uno tiene un dios y un ángel de la guarda que nos protege, cada uno tiene su ángel, y como sentí la voz de Dios que me habló como en la cuarta toma de yagé a la vez que veía una luz blanca que también me daba consejos, como la virgen; entonces yo considero que dios si existe dentro de uno, dios esta con uno. Me limpió el cuerpo y el alma y algo que me aniño a hacerlo una y otra vez fue que la presencia de los taitas siempre estuvo ahí, en todo el proceso pendiente de uno. 18. Usted aconsejaría a la gente que lo tomara? Yo les diría que si tomara pero que no lo cogiera de costumbre, de vez en cuando sin crear un habito, yo pienso que a la final sí debe ser malo porque eso lo conduce a uno en un momento de alucinación pero a mi no me creo dependencia de nada. La experiencia me pareció bonita, pero lo mas traumático fue el vomito y la diarrea. 19. Lo volvería a hacer? Si pero no creo que lo necesite, ya pase por esa experiencia, aunque sería chévere porque todas las experiencias y sentimientos de cada persona y de cada toma son diferentes.
20. Desde qué horas empezó usted y cuanto le duro el efecto? Siempre empezábamos a las 7 de la noche el ritual que duraba media hora y después se tomaba uno el vaso grande de yagé. El efecto se me acabo como a las 4 de la mañana, no a todos les pasa igual tengo que aclarar. 21. Cómo define esta experiencia? Realmente Creo que la experiencia del yagé es mucho mejor vivirla que contarla, contarla es una experiencia muy pasajera, pero vivirla es algo sentimental y algo profundo de la conciencia espiritual que no lo tiene sino cada persona. Creo que es un ritual sagrado que definitivamente debe respetarse.
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Sabias Que?
En 1994, los indígenas de la Amazonia descubrieron que -la ayahuasca, yagé o caapi (Banisteriopsis Caapi)- ya no era suya. Había sido registrada en 1984 en la oficina de Patentes y Registro de Marcas de Estados Unidos, a Loren Miller. Según esa certificación, la empresa Plant Medicine Corporation era la nueva "dueña" del yagé que los indígenas tomaban desde hacía siglos y éste tenía un nuevo nombre científico: Banisteriopsis Caapi Da Vine. La patente le otorgaba exclusividad a Miller para vender y desarrollar nuevas variedades de la planta y trabajar en la obtención de nuevas medicinas en el campo psiquiátrico y cardiovascular, derivadas de la ayahuasca.
Hay unas reglas para la toma del yagé •Debe hacerse en la noche, en lugar que no haya ruido y siempre guiado por el sabedor y conocedor de estos temas. •No se debe ingerir licor. •No deben reunirse más de 20 a 30 personas. •Es aconsejable que el día anterior no se tengan relaciones sexuales. Y en el caso de las mujeres, no estar en embarazo ni en período menstrual. •Es importante consultar con el sabedor su estado de salud. El conocimiento tradicional no debe ser estigmatizado por el mal uso que hacen algunas personas.
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CRUCILETRAS VERTICALES:
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1.
Arbusto utilizado en preparación del Yagé.
2.
Región Colombiana de donde la Ayahuasca es típica.
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la
4. Nombre científico que recibe el bejuco del yagé.
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8. Nombre que reciben los cantos que se llevan a cabo en el ritual del la bebida del Yagé.
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7. Manifestación mediante la cual se lleva a cabo la bebida del Yagé.
HORIZONTALES: 3. Nombre como se le conoce a la Ayahuasca en Colombia. 5. Revista cultural que rescata los ritos y ceremonias de Colombia. 6. Nombre con el cual también se le conoce a los chamanes. 9. Desde la Teología, estado mediante el cual el alma logra purificarse para acceder a la otra vida.
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10. Uno de los efectos que ocasiona la bebida del Yagé.
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http://issuu.com/revistaayahuasca/docs/yage