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Equidad e inclusión
de privación de libertad como lo son la pobreza, la falta de igualdad de oportunidades económicas y sociales, en este sentido se relacionan con la falta de servicios y atención social pública como es la educación. Referente a la eficiencia, Sen (1998) reconoce la existencia de conexiones entre diversos tipos de libertad, desde un análisis empírico, que son las propulsoras de que la agencia contribuya al desarrollo. Reconoce que la correlación entre la libertad y el desarrollo social depende de lo que logren alcanzar las personas de forma positiva en cuanto a oportunidad económica y las posibilidades que brinda la educación entre otras. La importancia de la libertad para el logro del desarrollo social puede argumentarse desde las libertades fundamentales como lo es la educación, la cual contribuye eficientemente al desarrollo humano y progreso económico. Se evidencia en este enfoque, el rol que desempeñan diversas instituciones, como por ejemplo el sistema educativo, y los valores sociales que influyen en las libertades de las personas. Las libertades, vistas como oportunidades sociales, como lo es una educación inclusiva, propician la participación económica de las personas, permitiéndoles construir su realidad como entes activos brindándoles la libertad de elegir (Sen, 2000). Al aumentar la educación, aumenta la eficiencia de una persona en la producción de bienes, por lo que estamos en presencia de desarrollo de capital humano, lo cual de igual modo puede aumentar el valor productivo del mismo así como su valor de renta, y en consecuencia conducir al desarrollo económico y por tanto aumentar la capacidad económica en términos adquisitivos de la persona; lo anterior aunado a que la capacidad de lectura e interpretación de la persona con alto nivel de renta le permite ser tomada en cuenta por los demás, aumenta su nivel de libertad, lo cual se ve reflejado en su bienestar. Como hemos podido apreciar, tanto Amartya Sen como Martha C. Nussbaum, en el momento de abordar sobre el desarrollo social no pierden de vista la influencia que ejerce en el bienestar de las personas. En el análisis del desarrollo social en cuanto a bienestar, encontramos autores como Uribe (2004) para quien la mejoría en índices de bienestar, tales como el acceso a educación, sería lo que conduce al desarrollo social, entiende que este es construido. Este autor hace un llamado a la política social a dar seguimiento al acceso de sus ciudadanos a los servicios sociales en aras de asumir su responsabilidad social de igualdad y equidad social (Uribe, 2004). Por su parte, Migdley, centra su entendimiento de desarrollo social como un proceso que debe conducir al desarrollo tanto del bienestar económico como de las personas. Plantea que este proceso debe equipararse en tres ámbitos: las políticas sociales y económicas, inversiones económicas y políticas y programas que contribuyan al desarrollo del capital humano, tal como el acceso a la educación. (Welfare, 1996) Todo lo cual, debe contribuir a igualar las condiciones de bienestar (Sufin, 2012). Hacia la búsqueda del entendimiento y caracterización del bienestar podemos apreciar que en relación al individuo de forma contextual Várguez se refiere al bienestar subjetivo como un proceso de construcción que realiza la persona dada su interpretación del mundo que le rodea, el cual es constante dadas las diferentes situaciones a las que puede afrontarse. En este sentido, plantea 4 características: ✓ Su totalidad, según a los aspectos en los que la persona centra su bienestar. ✓ Su relatividad, dada la variación que se presenta en las formas en que cada persona construye su bienestar. ✓ Su desigualdad, presentada por la diversidad característica de personas y entornos en que es construido el bienestar. ✓ Su dinamismo, puesto que la persona puede cambiar su perspectiva según a sus experiencias de vida (Várguez, 2015). Ante lo planteado hasta el momento, es posible entender el concepto de desarrollo social como un proceso dinámico y contextual que es construido por las personas dadas sus capacidades, en las que se conjugan sus percepciones de libertad y bienestar subjetivo; el cual se centra en el desarrollo humano como uno de los elementos que contribuyen al desarrollo económico.
Equi da d e in cl usió n
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Diversas son las instituciones existentes en diferentes niveles preocupadas por garantizar a todos los seres humanos de forma equitativa la libertad que les propicie alcanzar lo que por ellas es considerado como bienestar subjetivo. Para ello, se han centrado, entre otros elementos, en la necesidad de una educación inclusiva y equitativa. La publicación del Banco Mundial trata explícitamente de los países en desarrollo, define el papel del gobierno como específico, coherente que atenta a las limitaciones financieras y políticas, donde la expansión de la matrícula no es un tema crucial y se logra a través del sector privado, brinda autonomía a la universidad para un cabio de modelo educativo; por su parte, la UNESCO pretende cubrir la más alta educación general. Ambas organizaciones han expresado posiciones específicas relativas a la ES en los países en desarrollo (Kent, 1995). La UNESCO, centra su atención en aumentar la igualdad y el acceso, mejorar la calidad y velar por que la educación genere conocimientos y competencias en diferentes ámbitos; defiende la existencia de una distribución equitativa de recursos entre los diferentes grupos poblacionales, presta especial atención a los más vulnerables, de forma que este acceso no genere desigualdades. Dentro de dichos recursos, presta especial atención a la educación,
pues planteándola como un derecho humano considera debe ser para todos y no sólo en las edades comprendidas como escolares sino para toda la vida (UNESCO, 2011). La UNESCO, ha descentralizado continuamente sus programas sobre el terreno a sus oficinas regionales y centros en su compromiso de diversidad, pertinencia y calidad educativa, hace hincapié en el apoyo técnico e intelectual a los gobiernos ya los organismos encargados de la educación, así como a las actividades encaminadas a mejorar la gestión y la calidad, subraya la necesidad de un desarrollo sistémico. Presta especial atención al desarrollo institucional especialmente en el contexto de su programa de cooperación en el ámbito de la educación universitaria (UNESCO, 1995). La Constitución de la UNESCO instituye principios fundamentales como el de la no discriminación, la igualdad de oportunidades y de trato, el acceso universal a la educación y el de solidaridad, plantea el derecho a la educación de todos los seres humanos, sin discriminación de raza, sexo, condición social, económica, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier otro tipo (Artículo 1, Convención de la Lucha contra las Discriminaciones en la Esfera de la Enseñanza). Aborda, de forma similar a la Declaración Universal de Derechos Humanos (artículo 26) y la Convención de la Lucha contra las Discriminaciones en la Esfera de la Enseñanza, la necesidad de igualdad de oportunidades, pues hace un llamado a los Estados de la necesidad de asegurar a todos el pleno e igual acceso a la educación (UNESCO, 2011).
En la Declaración Mundial sobre Educación para Todos (1990) se plantea el principio de solidaridad intelectual y moral, la responsabilidad de los Estados con este principio obligándose a respetar, proteger y cumplir cada uno de los rasgos esenciales del derecho a la educación: disponibilidad, accesibilidad y adaptabilidad. Este movimiento no se plantea sólo el reto de accesibilidad, sino el de una accesibilidad de calidad. Ya que el desarrollo de las personas no concluye a los 18 años, el tercer objetivo de la educación para todos es que esta se conciba a lo largo de toda la vida y comprende tres elementos el derecho al acceso a la educación: brindar educación a lo largo de toda la vida, igualdad de oportunidades y plazas escolares accesibles. Por lo que los estados tienen obligaciones legislativas y normativas de proveer una accesible educación de calidad incluye los más vulnerables, para ello deben garantizar desarrollar personalidades, talentos y capacidades individuales tanto mentales como físicas de las personas, preparándolas para la vida en un ambiente de respeto a sus derechos humanos y libertades fundamentales en cuanto a identidad cultural, idioma, valores, entorno natural y respeta su derecho al ocio y participación en actividades culturales y artísticas (UNESCO, 2008). En el Marco de Acción de Dakar (2000), la comunidad internacional se reúne dado que varios países se encontraban distantes de alcanzar el objetivo propuesto diez años antes. En él son aprobados seis objetivos fundamentales en aras de alcanzar una educación para todos a más tardar en el 2015. Se propone cuidar por el acceso equitativo de jóvenes y adultos a un aprendizaje de calidad y permanente elimina las desigualdades de género que les permita un aprendizaje para toda la vida al hacer énfasis la generalización del acceso a la educación centrándose en los resultados de aprendizaje y la mejora de los entornos educativos. Reconoce que se verán frente a una mayor marginalización aquellos países y hogares que no tengan acceso a la educación. Hace un llamado al aprovechamiento de las TIC para contribuir al logro de una educación para todos, dado entre otros elementos su reducción de costo, con la precaución de que podría resaltar las desigualdades y debilitar los vínculos sociales, así como la cohesión cultural. En América, se reconoció como desafío el de brindar un acceso a la educación de calidad a todos con énfasis a las poblaciones vulnerables, comprometiéndose a sostener y ampliar el acceso educativo, promover el uso de las TIC (UNESCO, 2000). Al analizar la situación de México, con respecto a los países que integran la OCDE es posible apreciar aunque el gasto en porcentaje de su PIB es similar al de otros de estos países, el gasto promedio por estudiantes es bajo aún y los niveles son bajos con respecto a las tasas de matriculación en EMS, así como el porcentaje de población que ha alcanzado dicho nivel educativo (OCDE, 2015). Referente a la EMS se identifica de igual modo la accesibilidad y la calidad a la educación como un reto dado que el nivel de cobertura en 2010 en este nivel de enseñanza era de un 66% y la eficiencia terminal de un 58%; además, no se cuenta con indicadores que midan la calidad, por lo que el gobierno federal ha optado por medir los retos, metas y avances de la calidad educativa básicamente a través de indicadores indirectos como son los registros o las acreditaciones (CONEVAL, 2014). En 2014, en las edades típicas de acceso a los programas de EMS, las tasas totales de matriculación en todos los niveles educativos entre los 15-19 años de edad son muy dispares en México se encontraba en el 56%, mientras que la tasa de escolarización en este tipo de enseñanza en el mismo año se encontraba en el 38%, ambas por debajo de la media de la OCDE (OCDE, 2016). En estudios anteriores realizados en este sentido se encontró que aunque se ha conseguido brindar mayor acceso educativo a grupos excluidos anteriormente el modelo aplicado es homogéneo no ajustado a las necesidades de estos, por lo que considera que si no se toman en cuenta las condiciones generales en la distribución educativa el resultado es una creciente desigualdad (Bracho, 2002). En el país, 15 millones de personas mayores de 18 años no han completado el bachillerato (PND, 2013), sólo el 36 por ciento de los adultos cuenta con el nivel de EMS alcanzado, 62% es la tasa de empleo entre las personas con un nivel de estudios inferior a la EMS mayor al promedio de la OCDE que es de 55% y referente a la tasa de empleo