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RUTA DE LAS FRUTAS EN BULAN

Bulán, es una parroquia perteneciente al cantón Paute, provincia del Azuay, está conformada por ocho comunidades: Bulán centro (cabecera parroquial), Padrehurco, Tambillo, Suman, Tuntag, Guayan, Tuntac-Huintul y La Pirámide. El 25 de enero de 1940, Bulán fue aprobada por el ejecutivo como nueva parroquia del cantón Paute y publicada en el registro oficial 364 del 01 de febrero del mismo año.

Limita al norte con la parroquia Taday y Bayas (Azogues-Cañar), al sur por la parroquia Paute, al este la parroquia Dug-dug, y al oeste la parroquia Luis Cordero (AzoguesCañar).

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Bulán se ubica al noroccidente de la provincia del Azuay, a 52 Km de Cuenca, y a 7 Km del centro cantonal de Paute. Se puede acceder por la Cuenca- El DescansoPuente Europa-Paute ó por la vía Cuenca-Azogues-Bulán.

La ruta de las frutas nace por iniciativa de la Sra. Elizabeth Abad y su familia, le ponen el nombre por la cantidad de frutas que esta tierra privilegiada produce todo el año. Se viene recorriendo esta ruta desde hace un año antes de la pandemia. El gusto por el deporte, el treking, la caminata, el ciclismo hacen que iniciaran con un ciclopaseo para conocer la ruta, cobrando una pequeña contribución económica para la logística y la alimentación.

Esta ruta parte del centro parroquial de Bulán hasta llegar al denominado “Chorro Blanco” que se ubica en la cuenca del río Magdalena que nace en el sector oriental de la parroquia y que se une con otras quebradas formando el río Cutilcay que desemboca en el río Paute.

La ruta de las Frutas se la realiza con grupos de 15 personas máximo con el fin de poder controlar la logística ya que es una caminata donde se necesita que la persona tenga una condición física media para que pueda llegar a las casacadas sin dificultad.

Inicia esta ruta en el centro parroquial, de alli se va caminando hasta llegar a la cruz donde se ingresa a un sendero que conduce a Sigsales donde están los huertos frutales, allí observamos la variedad de frutas que se producen como duraznos, tomates de árbol, sacsumas, entre otras, árboles cargados de estas frutas que se pueden ir “graneando” y deleitándose de la “mata a la boca”. Luego nos dirijimos con dirección a Padrehurco subiendo al sector del Rancho, desde allí comienza un asenso de unos 6 kilómetros, pasando por potreros y sembrios de frutales, llegando hasta un descanso caseta de metal a medio construir por el GAD parroquial de Bulán que falta terminarlo, desde allí se sigue caminando hasta llegar a un nivel de altura de 3.100 msnm, cerca del nacimiento del denominado “Chorro Blanco”, parece un sector de dificil acceso pero realmente no es imposible su acceso, en todo el trayecto se pasa por algunas cascadas con sus respectivas posas, unas permiten ingresar a ellas y recibir el agua, otras solo permiten admirarlas. Lastimosamente se necesita inversión por parte de las autoridades en algo de insfraestructura para que esta ruta sea segura para el turista, como ser limpiar los senderos y colocar pasamanos con material de la misma zona, podría ser para que las personas y turistas puedan apoyarse y los senderos sean seguros. Esperamos que las nuevas autoridades y el Alcalde reelecto Ing. Raúl Delgado se preocupe por recuperar esta zona turística y haga la inversión que se necesita. Existen varias casacadas la última que se visita permite ingresar a ella por una especie de tunel natural un encañonado de piedra cuyo nivel de agua llega a un metro de altura lo cual permite ingresar caminando y llegar justamente hasta la caída de agua, su sensación es espectacular ponerse debajo de este chorro y recibir ese golpe de agua no tiene explicación, además que indican su poder curativo, se lo tiene que hacer cuando se visite ese espectacular sitio.

La ruta continúa con un asenso perpendicular que lo lleva a un mirador natural donde se puede disfrutar de la naturaleza, la vista es espectacular y el paisaje andino muy bonito de montañas y pajonales que invitan al relax y el descanso luego de ese maravilloso recorrido.

Un paréntesis a este recorrido, vale la pena manifestar que es una pena la cantidad de frutas que se desperdician de todo lo que produce esta tierra bendecida, cuya característica principal es el desnivel que le da esa propiedad para producir una excelente fruta, debe existir la consciencia que se pueda aprovechar la misma para industrializarlas, convertirlas en conservas, pulpas y otros productos que generaría trabajo y desarrollo no solo a la parroquia, al cantón y la provincia. Hay muchos jóvenes, y personas que desean trabajar y esto generaría fuentes de trabajo para la misma comunidad.

Otra situación es darles oportunidad a los productores con espacios y mercados locales para que puedan comercializar directamente sus productos “las frutas a los consumidores”, para que las personas de Cuenca, Azogues vayan donde los fruticultores y les compren directamente a ellos sus cosechas y no sean aprovechados por los revendedores quienes son los que los explotan y se enriquecen con el trabajo de otros.

Solicitar a las autoridades hagan la inversión en silos, frigoríficos, para así consevar y almacenar la fruta, enseñarles a procesar en conservas, pulpas y apoyo para su comercialización.

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