HIPATIA
´ ypatia Revista Cultural Virtual - Número: 001
Participaron en este número:
HIPATIA Directora: Susana Angélica Orden REVISTA CULTURAL VIRTUAL
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DNDA, en trámite
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Con el auspicio de:
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HIPATIA A través de los mágicos rumores del tiempo, nos llega un susurro que pronuncia el nombre “Hipatia” y nos habla de espléndidos salones, con columnas griegas, en la fantástica ciudad de Alejandría y clases magistrales, con alumnos seducidos por la voz, la belleza y el saber de una mujer que dominaba las ciencias, el arte y la filosofía. Entre pergaminos, con las obras mas valiosas de la Antigüedad y conversando con los sabios más admirables de su época, transitaba su sabiduría, su deseo de enseñar y transmitir conocimientos filosóficos, astronómicos y matemáticos, con soltura y claridad. Admirada por sus contemporáneos, su merecida fama fue envidiada por el obispo de Alejandría, Cirilo, quien lanzó en su contra, a una muchedumbre enceguecida e ignorante, la cual, llamándola “bruja”, la desolló viva y luego quemó sus restos, en el año 415 después de Cristo, convirtiéndola en una mártir más de la defensa del conocimiento. «Hipatia, vestida con el manto de los filósofos, abriéndose paso en medio de la ciudad, explicaba públicamente los escritos de Platón, o de Aristóteles, o de cualquier filósofo, a todos los que quisieran escuchar (...) Los magistrados solían consultarla en primer lugar, para su administración de los asuntos de la ciudad...» El léxico Suda. (Enciclopedia del siglo X).
En este año 2021, desde Buenos Aires, República Argentina, utilizando la modalidad virtual, tomamos su recuerdo y lo elevamos desde las cenizas, para convertirlo en un símbolo de tolerancia y de defensa de la cultura que rescata y eleva al ser humano. Nace a la vida, la revista cultural Hipatia, con la participación de creadores que compartimos nuestras obras con un mundo en crisis, munidos de amor y esperanza, con la firme convicción de que vale más la libertad del que crea, que la perversa mediocridad del que destruye. Convocamos a todos los que así lo deseen, a unirse a este gran sueño nuestro, que está comenzando a realizarse…
Susana A. Orden Directora Revista Cultural Virtual Hipatia
HIPATIA
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Poesía
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¡¡¡YO… MUJER…!!! ¡Sí, me doy el permiso de sentirme vencida! Y rasguñar herida, el suelo desolado. Me permito caer en el profundo hueco hasta tocar el fondo, sin vergüenzas ni escándalos. No soy omnipotente. Soy... ¡simplemente humana! Y pueden quebrantarse mis hombros espartanos. Porque en ese permiso, me nutro de mi esencia, y cual lobo estepario, a mis heridas lamo. ¡Me permito la pena de mi llaga sangrante! ¡Me permito la angustia del pecho lacerado! ¡Me permito, mujer, flaquear ante el abismo sabiendo que me esperan sus muros desolados!... Porque en ese permiso, recargo mi energía. Revivo en las cenizas del dolor enquistado. Y ante los cuatro vientos, grito que: ¡Sigo en pie!… ¡Que no logran vencerme!... ¡Me permito… y renazco!
Ana María Sanchis C.A.B.A.
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MEDIANOCHE
Cada tanto él la visita en silencio entre las sombras en secreto. Ella lo recibe expectante sabe de su desamor. Detiene los relojes como si arañara el tiempo. ¿Será un rato de esperanza o desesperanza o de salvación? Le entrega un sobre con dinero Él se va furtivamente triste sollozando. Ella reacciona. No le importa aceptar que él nunca la amará. No hay comunión sensual tampoco ideológica. Sólo incertidumbre. Está desvelada. Se ilumina el día prepara otro sobre más abultado para la próxima vez. Si es que él decide volver a visitarla…
Eugenia Zaldívar C.A.B.A.
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TANGO A JACQUES BREL
A VOS AMIGO TE CANTO PERO SE ME VIENE EL LLANTO AL PENSAR EN TU PARTIDA SIN SABER YO QUE MORIAS
YA NOS PERDIMOS LA HUELLA A OTRO LUGAR TE MUDASTE EN UN SITIO TAN DISTANTE VIAJANDO A GRUPAS DEL SOL
ESTA CANCION QUE TE CANTO TE LA DOY EN PRIMAVERA AUNQUE TE FUISTE UN INVIERNO HACE TANTO Y AUN ME APENO
HOY LAS CULPAS ME CONVOCAN Y EN CADA RINCON DE CASA BUSCO UN PEDAZO DE VOS MAS SE ME PEGA TU AUSENCIA
ABRO MUY GRANDES LOS BRAZOS VOY GIRANDO HACIA EL SOL MI CORAZON HECHO CANTO QUIERE TOCAR TU PERDON
Eugenia Zaldívar C.A.B.A.
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El último hallazgo Caminaba el hombre el final de su tiempo, se detuvo un instante y mirando hacia atrás, recordó varios nombres, palabras, lugares, más nada lo retenía para regresar. Y al seguir andando en busca del sitio, donde allí su final lo hallaría descansando, ya muy agotado encontró un viejo árbol. Miró el cielo oscurecido, recibió la brisa y el alivio creyó haberse realizado y también cumplido. Pero faltaba algo todavía, que por no conocerlo, él no lo sabía… De pronto una luz tocó su rostro vacío y le dijo, aún no de has de morir, sin haber amado, sentido. Una puerta se entreabrió, envolviéndolo una mágica sensación de ensueño, y él pudo adivinarlo… Allí conocería el amor verdadero. Cuando regresó a su árbol, se encontraba muy triste. Una lágrima en su rostro y su sonrisa ausente. Y con voz quebrada dijo a la conocida presencia, ¡qué difícil es morir! ¡ya no puedo pagar mi deuda! Le contestaron entonces, con un dulce consuelo de conveniencia. ¡Tu alma, ahora por fin logrará perdurar…porque el amor le dio la fuerza! Y el silencio se instaló en el rostro de aquel hombre, que largo lo vivió conociendo sinsabores, pero al final del camino, amó y fue enriquecido. Y todo lo que sintió perdurará en lo infinito, ya que el amor se lo ofreció en su último suspiro. Ángela Liliana Siracusano BANFIELD / BS. AS.
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El misterio de la creación Me recuerdo, en los días de noviembre, mirando el mar, desde el acantilado y cruzar la línea misteriosa, que separa el presente del pasado. Navegar, en un bote silencioso, más allá de lo alguna vez soñado… Sumergirme en el caos infinito del viento azul, total e inacabado. Y volar con las alas transparentes del alma, con valor desesperado… Vislumbrar las leyendas que sugieren, los primeros aromas del verano y concebir, en estado perfecto, aquel poema sutil y añorado, mientras la arena leve va cubriendo las huellas de los seres convocados… Volver a la playa y echar las amarras, con un verso, recién nacido, en los brazos y la luz de la luna, en una caja, que lleva mi nombre, señalado.
Susana Angélica Orden C.A.B.A.
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Esquina sin tiempo
El canto es un bálsamo supremo, a veces cubre lágrimas furtivas, apartando las sombras, con el fulgor intenso de la vida. Es el camino blanco, ancho y alegre, sin zarzas, sin espinas, donde florecen lirios imposibles, en la frontera gris de las heridas. Por eso canto así como los pájaros, desde cualquier lugar y cualquier día. Será tal vez, por no morir del todo, que voy poniendo música a los vientos. Quiero dejar el alma en un paisaje de una esquina sin tiempo.
María Ruth Iribarren C.A.B.A.
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Memoria del cauce seco
Plegarias anhelantes de corriente y guijarros, ambulan algas trémulas en tu oscuro sudario. Juncos reminiscentes convocan leves garzas, en un ruego iracundo de estremecidas vainas. Mariposas de luz, al silencio apretadas, indagan el misterio de las perdidas aguas. Tu memoria de arena vaga un río sonámbulo, por un bosque de estrellas peregrina su canto. El musgo te ha prendido una inicial de vida, Al naipe de la muerte ganaste la partida.
María Ruth Iribarren C.A.B.A.
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Declaro el Amor En este instante y por toda la eternidad declaro: que asistiré siempre al amor en toda hora, seré sometida a su causa de por vida, inmolada en su ley, si se decreta, qué buscaré por toda nuestra tierra, manantiales, praderas, rocas, estepas, hasta encontrarlo si aún no lo tuviera. No hay nada bajo el cielo más sagrado, que hombres y mujeres se profesan, el que levanta la fe de los caídos y llega hasta la niebla más espesa, el único capaz de mitigar el dolor y transformar el odio. Por eso te declaro el amor, hermano mío, fervientemente espero
Carmen de Sayve
que lo tengas, que te llegue como a mí. Lentamente, sangrante, retaceado, con malezas. Un amor, mil amores, que rebose el corazón y no te afanes si ese caudal pesa. Es necesario cargarlo muchas veces, parece que te quiebras cuando tiembla, Mas te aseguro que nada te conforta tanto como sentirlo, Por ello hago un manifiesto: amando viviré, aún si representa un desatino, el porvenir empeñaré y mi destino acaso. Alba Aida Oliva C.A.B.A.
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Conversión Si vas a matar, no lo hagas hermano. No sé si eres de una u otra parte. Ni qué idioma hablas. Ni qué llevas por estandarte, pero pisas la tierra igual que yo. Entonces tengo que rogarte: no manches tu vida con sangre, no envilezcas tu alma con odio. Ensaya el perdón en todas sus facetas. Entonces cuando lo hayas alcanzado, verás que inagotable y cuán profundo tu alma ahueca; será como develar el misterio que el mundo te ocultó por tanto tiempo. Y trocarás tu rumbo sin saberlo serás el artífice sereno de algo que no tienes y esperabas, Una palabra grande y un hondo misterio te envolverá en sus redes con denuedo. El mismo que bajó de la cruz y entregó todo es el amor, ahora conócelo, atesóralo en tu corazón con mil cuidados. No puedes aún quizás creerlo Pero ese es el mismo que albergabas: el odio, Convertido en amor, puedes hacerlo. Alba Aida Oliva C.A.B.A.
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Despertar A lo lejos… una hilera de casas. Detrás del muelle, intensos verdes acompañan. En espejo… los colores emergen desde el agua. Avanzo y me detengo Me refleja… un despertar en la mirada. Encandilada… por el brillo desmedido de un anhelo. Del otro lado del río vislumbro flores amarillas. A lo lejos, en espejo yo, atrapada, ellas, perdidas… orillando una ilusión. Beatriz Belfiore C.A.B.A.
Lia Myrtha Moschettoni
HIPATIA Vengan a mí las musas…
Lia Myrtha Moschettoni
Cuando las notas salen de paseo, impulsadas por afinados instrumentos, sobrevuelan distancias increíbles unidas a la magia de algunos sentimientos. Notas que acarician los oídos, hacen acrobacias, transportan melodías… Letras de formas conocidas escapan y se enredan en mi alma aventurera. Todo el tiempo las encuentro. Fulgor en movimiento, enamorado de la vida. Vengan a mí las musas… ansiosas, inquietas, curiosas señoras del equilibrio sanadoras de mis días. Beatriz Belfiore C.A.B.A.
HIPATIA
¡Aflojale que colea! ¡Largá un poco! ¡Dale piola! ¡Aflojale que colea! Le grita el “cuore”, a los saltos, a mis sueños de cometa, cuando voy, por el recuerdo, desandando las veredas que llevaban al potrero, al regreso de la escuela. El cielo se abría, inmenso, sobre ese espacio de tierra, mientras, a espaldas del viento y con mucho de destreza, le daba vuelo a la “bomba”, que armaba solo, a la siesta, con papel de barrilete, caña, engrudo, hilo y tela. Mi viejo supervisaba, me indicaba cómo hacerla: - ¡Medí los tiros! ¡Cuidado! ¡Porque, sino, viborea! No tocaba ni el papel; él, nomás, estaba cerca, - El barrilete… - decía - …es parte del que lo eleva Y cuando, allá, en lo más alto, la “bomba” estaba en su senda, y el aletear de los flecos, me decía que era intensa la brisa que sostenía el vuelo de mi cometa, con firmeza y buena mano, la mantenía serena. Ya con la tarde, en oscuros, cubriéndole al sol su cresta, ovillando la traía, sin apurarle la cuerda, como quien sorbe el placer de un licor que lo embelesa, y en un último colear, caía pegando vueltas. Hay días que, la memoria, no les conserva las fechas, como aquél del fin del sueño de llegar a las estrellas, porque, es de adultos dejar en la niñez la pureza, apuntando al compromiso de vivir siguiendo reglas. Pero, el niño que convive en mi interior, salta y juega, cada vez que el carretel le da hilo a mi cometa, por eso, es que el “cuore” grita, cuando el recuerdo se adentra: ¡Largá un poco! ¡Dale piola! ¡Aflojale que colea!
NORBERTO CALUL WILDE - BS. AS.
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La plaza La plaza repite voces de niños que van corriendo, la calesita es un trompo sin hilo, sin voz, sin tiempo, y el presente es una hamaca sin cadena y sin asiento y el carro del manisero, un tren que partió en silencio. La plaza tiene farolas con señales de destierro, tiene huellas del pasado durmiendo en un esqueleto de un tobogán que tenía doce escalones al cielo y hoy es apenas un caño, sin peldaños, ni maderos. La plaza vivió el desprecio, del más triste, del progreso, del que se jacta de darle, a todo, colores nuevos, el que fue poniendo grises bajo su techo de cielo, al ir quemando los verdes con alfombras de cemento. La plaza lloró aquel día, cuando, arrancado del suelo, se rindió el jacarandá, el último de los viejos, y ya no se vieron alas, no se escucharon gorjeos, las golondrinas de siempre, ese año no volvieron. La plaza, hoy, es un sitio abandonado al misterio de los que invaden su espacio para llenarla de miedos, de los que buscan en ella una vivienda sin techo y de aquellos que se ocultan para no pagar su precio. La plaza es un espejismo que se ve mirando adentro, tiene la música alegre de aquel viejo organillero y una tarjeta de “Suerte”, en el pico de “Cornelio”, quien jamás vaticinó un dolor como el que siento. La plaza vive en mis ojos y se retuerce en mi pecho, tiene las huellas de antaño y los olores del viento, y en el centro tiene un sitio, que mi mente dejó a nuevo, un mundo de fantasías, donde soñé de pequeño. NORBERTO CALUL WILDE - BS. AS.
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MIMATE, QUERETE! Mimate, querete, sé tú misma Y que nadie te detenga. Andá, soltá tu cabello y llévate el mundo por delante, el sol está aquí para despertarte, para que respires, la noche está aquí para arrullarte y abrazarte. Corré, meté tus piernas en el mar, bailá, cantá, llénate de voz y que tu voz se escuche hasta el hartazgo. También aprendé a quedarte en silencio, pero salí, envolvete en fucsia, azul, rojo y que tu silueta salga a la calle, no te quedes allí esperando, brillá y sé tu misma, toma tu propia vida y haz de ella una fiesta interminable. Ana Rossi C. A. B. A.
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“ANOCHE NO DORMÍ”
(La Luna sufre por la Tierra)
22 de Abril día de la TIERRA Anoche no dormí, me visitó la Luna la encontré brillante, pero muy entristecida, no tuve el valor de bajar las persianas me quedé con ella, necesitaba compañía . Se encontraba inquieta, molesta, con la impotencia de ver, como se maltrataba a su amada Tierra se sentía muy sola en la lucha, agobiada fue así, que acudió, a pedirle ayuda al Sol para poder de alguna forma, iluminar un poquito más entre tanta fría oscuridad …. El Sol, con la calidez y ternura de siempre le dijo, que no podía darle tanto calor, que no soportaría sobre sus hombros cargar con tal caudal de energía.. Que su gesto era muy noble pero moriría, con tan solo intentarlo… Desesperada, al ver como la Tierra se agrietaba exprimida, en todo sentido y forma de vida, qué hacer se preguntaba ¡Es que queda tan poco tiempo…! Ya sé, consultaré a mis colegas, a las lunas de Júpiter, Saturno y Marte. Ustedes son muchas les dijo… ¿Por qué no me ayudan? ellas, sonrojadas, mientras se proyectaban entre sí, un sin fin de luces y colores: ¡ noooo…!, le contestaron, porque nos sentimos observadas y también sabemos que vienen por nosotras. La respuesta no fue la esperada. Aun así, no me daré por vencida, murmuró. Visitaré por las noches, cada una de las ventanas. La Luna lloraba, no pude consolarla la Tierra corre peligro y su gente, continúa indiferente. Anoche no dormí, me visitó la Luna angustiada de ver morir a la Tierra y sin poder hacer nada… Alfredo Bravo C.A.B.A.
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BOGANDO Me siento lluvia / enarbolando las alas del invierno en la noche. Me siento viento / trepidando en las veletas abrazando los rincones. Me siento cauce / circundando tu imagen diluviando palabras / orillando los sueños y bogando / empeñosa hacia el declive final.
Pero nada perturba este momento / nada lo empaña. Llevo conmigo tus huellas tu hemisferio / nuestra historia.
Aunque el silencio me estalle entre las manos / estás aquí y al abrigo de tu luz mueren las sombras.
BELKYS LARCHER DE TEJEDA CORONDA - SANTA FE
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ELLA ME PIDIO TIEMPO Ella me pidió tiempo Yo le di mis lunas y mis soles, mis segundos los minutos y mis horas. Le ofrecí un octubre acompañado de once meses envejecer con ella, y hasta le obsequié mi reloj de arena. Ella me pidió tiempo. Creo que las definiciones en su diccionario, no son las mismas que en el mío
ECATZIN RESPUESTA Yo no quería ni sus lunas, ni sus soles yo quería mi tiempo para sentarme frente a mis estrellas a conversar con ellas y contarles que sus octubres acompañados de once meses eran suyos y míos eran los marzos para escribir sobre nada, abriles para hacerlo sobre todo, junios donde sola y descalza pisara la hierba mojada y el calendario todo me descubriera única despoblada e indivisa. Él no entendió que mi tiempo no era suyo y por ende, no se ajustaba a su reloj de arena pero en algo estamos de acuerdo creo que las definiciones en su diccionario, no son las mismas que en el mío Porque él no comprendió que envejecer conmigo Era, quizá, su llegada a puerto seguro y yo no necesitaba un puerto seguro sino cruzar los mares de costa a costa con el sentimiento más genuino que nos da nuestro vuelo en libertad.CRISTINA GIOFFREDA C.A.B.A.
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Atardecer
Acuérdate del fuego llameante áspera luz que alumbras mi presente. Acuérdate del sueño trasnochado frágil mortaja de dolor antiguo. ¿Quién nos convoca hoy? ¿A qué lugares, fuego llameante, me llevarás ausente? ¿En qué rincón he de buscar triunfante los huesos calcinados de la historia? ¿En qué sendero gris o azul aurora está aguardando el resto de la vida? Quiero volver a ti, quiero nombrarte, quiero que vuelvas luz ante mi muerte.
Diana Martín C.A.B.A.
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Y vendrá la muerte
Diana Martín C.A.B.A.
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DESEOS Aunque quisiera recorrer los mismos pasos o volver a caminar por los caminos verdes de mi infancia, es imposible… Mi vida no es la misma. ha sufrido cambios, tristezas, desengaños y ha dejado en mil rostros , la imagen olvidada de alguien que quise ser. Estrella, pájaro, luz, y ha sido devorada por este tiempo muerto, que nos persigue, nos persigue y al final nos alcanza.
Martha Hilda Gorini C.A.B.A.
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ESPERANZA Y tendrá tus ojos, tus claros ojos tristes. Y tendrá tus ojos y vendrá hacia mí, como una golondrina, en busca de su savia, que le de la vida, necesaria y buena. Y vendrá hacia mí y crecerá muy dentro, como este amor que ahora me trastorna y se ahoga en mi garganta. …Y tendrá tu voz…
Martha Hilda Gorini C.A.B.A.
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Vinimos, vivimos Vivimos en un cosmos desde partes distintas y a veces eternas. Cuando queremos podemos sentir la energía superando las barreras de la realidad… Y sin intentar separarnos nos embarcamos en un mismo enigma de vida. Me iniciaste en un mundo de sensaciones inexplicables; me introduje en cada terrible y majestuoso rincón de tu incalculable belleza. Mis lágrimas cayeron como puntas de flecha y se clavaron en tu mantra, fusionándose como parte de tu indestructible creación. El alma… abandonó mi cuerpo al descubrir que debía quedarme escuchando aquellas misteriosas criaturas, danzando y cantando en tu nombre. Cada recodo de tu espesura armoniza todas mis incompletas melodías… Y, como tanta melancolía y admiración Jamás llegué a predecir, Esta vez yo también siento la inmortalidad… Al igual que vos… Amada Tierra “mía” Gerardo Dovsak C.A.B.A.
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SER I Oye… Mas que no llegue a tu cabeza la perorata sin valor del necio. No serás fuerte por mostrarte recio, ni débil, si no cede tu entereza. Que estribe en la verdad tu fortaleza; que nadie a tu palabra ponga precio. Merezca la lisonja tu desprecio y alcance tu respeto la grandeza. Si te impele la furia a decir, calla… Esgrime siempre un argumento justo. Ten presta tu clemencia en la batalla y cuando estés en paz, siembra una rosa y ofrécela al sonriente y al adusto. Añade algo de amor a cada cosa. II Cuando el carro del tiempo te visite con su bagaje de años, como un rito, encuentra en tu interior el infinito: no hallarás nada que tu ser no habite. Si te hieren, no busques el desquite ni a quien te ofenda, acalles con un grito. No sentencies jamás, “estaba escrito”: tú decides el rumbo que te incite. Cuando la niebla gris de la fatiga tu paso frene…Ve y busca la fuente de la razón y la sabiduría. Mas escucha tan sólo a quien te diga que el amor puede más. No al que te cuente que cifres en el oro tu valía. EVA FALÓTICO GANDOLFI C.A.B.A.
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SOLO UN NIÑO… Carita feliz, Mirada risueña, pequeñas pisadas, que serán promesas. Infancia en flor, que solo anhelas, dibujar la alegría en canción de Sol. Pobreza, cual sombra intrusa, cubre tu infancia de sueños, largas jornadas de agobio, menguan tu descanso, laten con tu hastío. El sol se vuelve negro, cuando te ve deambular, pequeña niña en vigilia, gemidos de frío en soledad. Yaces aquí, cuando amanece moneditas de pan y un vaso de leche, al abrigo de un saco perdido, al abrazo de otro niño con frío. Infancia cautiva, de la pobreza y el olvido, de la mirada esquiva y del juicio encendido… Vergüenza dormida ¡Despierta! Derechos de niños, derechos cautivos Jugar, tu derecho sólo cobra vida, entre tiempos escondidos, y cómplices risas de niños. Aprender, tu derecho más esperado, busca refugio en lo oculto, y evita ser olvidado. Sapiencia que se abre camino, entre la oscuridad y el silencio, burlando al destino incierto, que a su paso te encadena. Sólo buscas los libros, que te permitan crear, mundos lejanos y vivos, donde hallar la Libertad.
Cristina Samara C.A.B.A.
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LA FLOR DEL CEREZO A Ely Lugo
¿Ves esos pétalos rosados, leves, tan leves mariposas? ¡Ay, se los lleva el alma del agua…, barquitos de papel a la deriva! Cierro los ojos e imagino perfumes orientales, elixires morados, dulces, muy dulces… ¿Ves? Como de terciopelo, corren bajo el puente, rumorosos. ¿Los ves acaso, entre ramas y penas, abandonarse a la corriente? ¡Ay, esos pétalos…! Se los lleva el alma del agua y van desapareciendo… Nada, nada ansío más que ir tras ellos y perderme, libre, en la honda belleza del minuto fugaz e incierto.
SUSANA GÓMEZ FERNÁNDEZ C.A.B.A.
HIPATIA
LLANTO SILENCIOSO (La oración de un perrito) Pacientemente esperaba un pedacito de pan, cuando en silencio lloraba por el hambre un pobre can.
Que tenga luz su razón lo que tenga vida cuide, tenga amor su corazón y de ti nunca se olvide.
Sus ojos viejos nublados dos lágrimas derramaban, pues sus huesos ya cansados un reposo reclamaban.
Padre es mi vida tan corta pero cumplo una misión, y aunque al hombre no le importa para él pido compasión.
Su amoroso corazón alentaba con clamor una sencilla oración de suplica al Redentor.
Por no saber apreciar hacerlo a tu semejanza, él se llega a olvidar de ser fiel a tu confianza.
-Tu amasaste mi figura con el barro del amor, entonces, ¿Por qué hay tortura? y sólo hay muerte y dolor.No hay quien tenga compasión de nosotros, Padre mío; por tu sagrada pasión escucha lo que hoy ansío. Dota al hombre de piedad y tenga misericordia; una poca de bondad para vivir en concordia.
Piedad, Dios mío, piedad; otorgale tu perdón, enorme es la eternidad para un ser sin corazón... - Después, terminó de orar y su llanto silencioso, la muerte pudo parar de aquel perrito amoroso-...
Cristina Olivera Chavez MÉXICO - MÉXICO
HIPATIA MARIPOSA MONARCA
Yo comprendí el encanto que enternece a las orugas en feliz espera, ver llegar la frondosa primavera, que llena de color las adormece. Tierno ensueño que como el día crece la razón de volar, dulce quimera, no tendrán en el cielo una frontera que nuble su ilusión que resplandece. Rompiendo el aire quieto en las colinas, lucirán con sus alas tan hermosas pintando en el azul su bella marca. Doradas como el sol serán divinas, en parvadas vendrán las mariposas; ellas son para el, mundo ¡La Monarca! Cristina Olivera Chavez MÉXICO - MÉXICO
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“ Los artistas velan para que el dolor se ilumine de esperanza.” Daniel Calmels Junto al olivo de Federico se desangra la tarde en que han matado a todos los pájaros y la humanidad fusilado sus espejos. Fijman ve en Dios un sosías con pilchas de loquero que arrepentido de olvidarlo le besa los estigmas de los clavos voltaicos, y en las manos de su memoria lacerada le vierte una lágrima amarilla. Onírica Alfonsina, se interna en el mar para que las olas le hagan sus trabajos y le dicten un último poema llevado por el agua. Octavio Paz ha decidido ser y evaporarse en todos los instantes y como nube azteca habitar los epígrafes que rieguen tu escritura Neruda, universal, ejerciendo el consulado de su voz mientras Miguel Hernández acuna la sombra de un niño bajo una luna de cebolla. Velas como éstas siguen dando a luz el nuevo día. Damián Katz MAR DEL PLATA - BS.AS.
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Pandemia Hoy es un día muy raro, todo se paralizó, el mundo quedó en suspenso, es mortal la situación, Se han perdido muchas vidas, no se explica que pasó, se habla de una Pandemia, de un virus controlador. Quien ha sido el responsable y quién el daño causó? Hoy me siento desbordada es mucha la información, dicen que se acaba el mundo, otros dicen, quizás no, si tomamos los recaudos no habrá tanta destrucción. Sin embargo se nos pide, que mantengamos la calma, qué nos quedemos en casa, así el mal no se propaga, pero juro por mi vida, me resulta agotador, la situación desmedida con forma de otro color. Además de la tragedia que aportó el visitante, logro mágica reforma aunque estamos más distantes, Nos queremos con el alma, hablamos de corazón y sentimos esa esencia que nos procura el dolor. Se desterró la codicia, el ego y la crueldad, la venganza, la arrogancia la avaricia y la maldad. Cuidamos a nuestros viejos, comenzando a valorar, cocinamos con esmero ha sido lección total. Elba Regina Garcia WILDE - BS. AS.
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DESPUES DE LA PANDEMIA…
Una nueva esperanza. Una nueva era. Una nueva época. Una nueva oportunidad. Una nueva manera de pensar. Un nuevo sentimiento. Un nuevo motivo para cambiar. Un nuevo comienzo Una señal para tener en cuenta. Un cambio en nuestra vida. Una nueva visión. Una nueva historia. Una nueva enseñanza. Una nueva razón. Una nueva inspiración. Una nueva forma de andar el camino. Un antes y un después. Una ilusión: La de hacer entre todos UN MUNDO MEJOR…
Rosa Pantano C.A.B.A.
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DAMA DE BRONCE Anhelo conocerte, bella dama, misteriosa y mágica, simple como ninguna, misteriosa y elegante sinceramente confies tu presencia de bronce, en mi imaginado encuentro, resultó un regalo enorme, una lágrima emocionada. Y sobre todo e increíblemente… una presencia divina, que llegó para sentarse, en medio de la playa, para cuidarnos el alma, en medio de esta pandemia, tan injusta y destructora.
Mario Magrini Silvana Verónica Banegas EZEIZA - BS. AS.
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Los lobos
Aullidos, sangre, miedo humano, los lobos andamos rondando. La gente nos teme Olemos su miedo y eso nos excita. Es el éxtasis y queremos más. Más sangre, ojos suplicando rogando piedad. No somos malos somos lobos, es nuestra naturaleza. Pero lo que nos gusta más es comernos a las abuelitas que nos culpan a nosotros. Así somos más justos y fieles con las pobres Caperucitas que andan por este mundo. Gladys Di Salvo CASEROS - BS. AS.
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26 DE NOVIEMBRE - A Julio Sosa No, Julio. No lo hagas… No subas a ese coche del color de un clavel reventón. No lo hagas, Varón… Que no se acallen los acordes melodiosos que modula el bandoneón. No invoques a la mueca siniestra de la suerte, por el vértigo final de un rencor... Dicen que dicen que, dos horas antes del alba, como perros de presa galopan las penas traicioneras. No dejes que ese sable sin remaches te hiera. No, Julio. No lo hagas… No subas a ese coche del color carmín de la boca pecadora de aquella papusa. No hagas, de este nuevo día, el eco de una vieja canción y un paisaje triste, mojado de agonía. No quiero que tu voz sangre en mí y sea un recuerdo en torbellino. No transformes tu canto de jilguero y el rezongo de los bandoneones, que burbujea en la piel, en un hondo y cruel silencio. No, Julio. No lo hagas… No subas a ese coche del color de la fuente de los labios rojos de quien ya te olvidó. No lo hagas, Varón… No se vuelve otra mañana por las calles del adiós. Jorge Emilio Bossa SAN FRANCISCO - CÓRDOBA
HIPATIA
UNA MARGARITA Hilvanó misterios, descubrió bengalas y permitió que el viento, disfrutara de sus ganas Miró el firmamento, vestido de gala y le robó al jardín, una margarita, para deshojarla Me quiere, no me quiere, no le importa, si alguien, lo hiere Así es la vida, sugiere, si me quiere.., mucho mejor dijere Y si no…, no será peor, buscará otro amor, porque nada lo detiene Nunca hubo de morir por amor, aunque tanto mal…, le hiciere
LIDIA LETICIA RISSO C.A.B.A.
HIPATIA Breves versos de dolor
La insensibilidad de tu cuerpo, la embriaguez de tu mirada, esa tierna inmadurez de los deseos escondidos, atraviesa la pared espiritual de los sentidos.
En nueve días, sé bien que partirás a la cumbre del olvido... Se también que te llevas tus penumbras y tu vacío.
Mirarte me inspira, tocarte me emociona, percibir tu partida al universo, deja muda a mi alma desvastada.
Dejarás algo en mí, quedará algo en ti… Iré más allá del cosmos, ya no sabrás encontrarme
Conflictiva, maliciosa, perceptiva, estructurada cual demonio, inspirad, sé muy bien que ya no eres nada. En un verde jardín, tu rostro perdura, entre rosas y jazmines en un perfume sin fin. Inquieta mariposa, suspiro en tu vuelo, sumerjo mi miedo, te busco, celosa. La avaricia de tu amor revela grandes deseos, sensaciónes dispersas vas camino a lo eterno, y yo quedo sola, desesperada…
Secretos que escondes, misterios que guardas… Estigma seré, muy lejos, en el cielo azul. Tu ríes a través mío, proyectas tu desamor, oyes mi frágil voz, mis súplicas y mi dolor. Desiste de tu partida, renuncia a ser mi dueño! Tu recuerdo es un vacío, y tu mirada peculiar! Esa sonrisa inmola mi paciencia y mi piedad.
Nilda Concepción Alcaraz ALMIRANTE BROWN - BS. AS.
HIPATIA
ÁRBOL
El árbol toma en sus ramas la guitarra que perdió el aroma de las flores pero no la música secreta de su hojas. Crédulo el hombre se deja llevar por la madera que es lluvia de manos en la brisa y libre danza sobre las cuerdas húmedas. Un ser sinfónico gotea vaciándose de savias viejas en el último otoño de su alma.
Aníbal Zaldívar VILLA GESELL - BS. AS.
HIPATIA
Antepasado ¿Cómo era la mujer que deambulaba desiertos mientras el sol desgarraba pequeños trozos de su piel lozana? ¿Cómo amaba el rincón del árbol entre luces y sombras inciertas? ¿Conocería la mujer circular, su tez, su color espantajo con sabor a olvido? ¿Era acaso un fantasma en el limbo donde las hojas frescas le rascaban el tiempo?
Rohana
Patricia Corrales Marozzini C.A.B.A.
HIPATIA
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Narrativa
HIPATIA
HIPATIA
Luisa y su amiga La gata de lomo gris claro y pecho blanco estaba al acecho. Tirada sobre su panza levantaba con felina altivez la cabeza. Vista fija, orejas paradas y orientando, con breves golpecitos, su apertura hacia delante. Nariz frunciéndose como buscando encontrarse con alguna brisa sutilmente cargada de olores. Parecía desear que su sospecha se transforme repentinamente en realidad, y poder atacar con las uñas fuera de su insospechada cobertura y los músculos tensos dejando escapar sus instintos. Repentinamente, abandonó toda posición de alerta y levantándose dio media vuelta caminando absolutamente distraída sin justificar su previa abstracción. El motivo parecía haber desaparecido. Unos segundos después, en el patio de piso de ladrillos, jugaba con la sombra movediza de una hoja que intentaba tapar la luz del sol. Sin preocupación alguna, daba pequeños saltitos en redondo arrojando al aire minúsculos zarpazos.
Luisa, cómodamente sentada debajo de la vid trepadora y silvestre tomaba su desayuno disfrutando de exquisitos carquiñoles elaborados cariñosamente por su prima. Al primer mordisco la gata olvidó la sombra. Se acercó llamando la atención con maullidos cortos y sin demasiadas estridencias como para no molestar más allá de lo necesario. Se refregó en toda su extensión una y otra vez en la pata del sillón tocando suavemente los tobillos de Luisa con la cola. No obtuvo respuesta. La comensal esperó un tiempo y recibió, sin sorpresa, las dos patas delanteras apoyándose suavemente en su regazo, la cabeza erguida y los largos bigotes tiesos. Con la mirada inmóvil infinitamente profunda fija hacia el frente, despegó una almendra perfumada de la masa dulce y la colocó a distancia justa de la boca del animal. La gata acercó suavemente su cabeza, prestando suma atención al carozo, moviendo bigotes y nariz armónicamente. Con extrema suavidad tomó de entre los dedos la semilla ofrecida. Sus dos patas delanteras dejaron el muslo de Luisa y su cuerpo volvió al piso que la albergaría en toda su extensión. Soltó la semilla y emitió un suave maullido. La mujer, sin mirarla sonrió y sus labios secos de ancianidad desplegaron una amorosa sonrisa. La gata estiró la cabeza, tomó el alimento con su pequeña boca y los finos dientes se ocuparon de quebrar una y otra vez la sabrosa dureza del carozo. Terminó de comer y volvió a sentarse junto a la silla de Luisa, cuidadosamente, asegurándose de no arrojar al suelo el bastón blanco de su humana compañera.
Anselmo Molinas SANTA FE - SANTA FE
HIPATIA
Misterio en las vías.
Esa noche de marzo, luego de cenar con mi editor, me encaminé rumbo a mi casa, pero debí detener mi automóvil, frente a las vías cerradas del ferrocarril. Un cartelito amarillo clausuraba todas mis posibilidades de llegar, a un horario razonable a mi hogar. Con impaciencia, mi imaginación dibujaba todas las vueltas que tendría que dar para sortear ese obstáculo. Entonces percibí la oscuridad del lugar, que me otorgaba cierta impunidad y una idea pequeña y tentadora fue creciendo en mi mente.- ¡Voy a pasar de cualquier nodo! me dije. Encendí el motor y comencé el paso transgresor. En medio de las vías, el motor emitió un ruido sordo y se detuvo. Tomé el teléfono móvil para llamar al auxilio mecánico y una voz aséptica me respondió: - Estamos procesando su pedido. Entonces, luego de hacer una rápida evaluación de mis posibilidades, bastante resignado a mi mala suerte, dirigí mi mano a la puerta para salir del auto y ponerme a salvo. Pero el sistema eléctrico del vehículo era tan sofisticado, que había colapsado en su totalidad. Las puertas y ventanas estaban trabadas. Mi corazón latió más fuerte en el pecho. ¡Estaba atrapado! Busqué el teléfono celular nuevamente y traté de llamar a la policía y a los bomberos. Pero no pude comunicarme con ninguno de ellos. La oscuridad era casi absoluta y justo en ese momento, se escuchó allá lejos, el silbato de un tren. Ya se veía la poderosa luz del tren y me empecé a preguntar cómo sería la muerte. En ese instante, afloró a mis labios una oración que me había enseñado mi madre cuando era niño. Sentía el ruido del tren aproximándose más y más y cerré los ojos preparándome para el inevitable impacto, mientras pensaba en los avatares del destino que me ponían ante una muerte casi segura, justo antes de que se editara el libro cuya elaboración me había insumido diez años de mi vida y en el cual, mi editor tenía cifradas grandes esperanzas de éxito. De pronto, comencé a sentir que mi auto se deslizaba lentamente hasta quedar fuera de las vías. El tren pasó un instante después, justo cuando abrí los ojos. Entonces noté que se habían destrabado los cierres automáticos del auto y se comunicaron al unísono, los bomberos, el auxilio y la policía, solo para que les dijera que ya no era necesaria su presencia. Bajé para saber qué o quién me había salvado. Solo encontré oscuridad cerrada pero no sé si fue mi imaginación, pues me pareció escuchar la leve risa de un niño, en el silencio nocturno. Regresé a mi casa, exhausto y me dormí rápidamente. Pero al día siguiente, al despertarme, llamé al mecánico, quien esbozó una tímida explicación de lo sucedido, basada en la ley de la inercia, que me resultó absolutamente insatisfactoria. Fui varias veces a investigar en ese paso a nivel, pero sin resultado alguno, hasta que una tarde, me vio un viejito que vivía en una casucha de madera al lado de la barrera y me invitó a tomar unos mates. Entre uno y otro amargo, me fue contando que, una tarde, hacía ya cuarenta años, en ese lugar, había ocurrido un terrible accidente, en el que un tren había arrollado a una camioneta escolar, llena de niños, dando muerte al conductor y al resto de los ocupantes del vehículo. Luego, agregó con voz misteriosa: - Muchos cuentan que se han quedado detenidos en las vías y que un grupo de niños transparentes y risueños han empujado sus vehículos hacia la salvación. ¡Pero, no me crea Ud.! ¡No son más que cuentos de vecinas chismosas! Esto último lo dijo en tono jocoso, pero a mí no me causó gracia su chiste, más bien me dejó pensando...
HIPATIA
El fin de semana siguiente, volví a pasar por el lugar, pero no encontré por ninguna parte a la casucha, ni al amable anciano y nadie supo darme algún dato de ellos. Como seguía dándole vueltas al asunto en mi cabeza y no hallaba una respuesta satisfactoria, comencé a buscar en Internet y allí encontré la noticia del accidente ocurrido en 1978. Luego de leer con horror los detalles de la tragedia, supe que la camioneta se había quedado atascada en las vías, que el maquinista no tuvo el tiempo necesario para frenar el tren y también, que el conductor, a pesar de su esfuerzo desesperado, no logró extraer a los niños del vehículo, ofrendando su vida en su vano y heroico intento. Una fotografía que acompañaba la noticia, despertó mi atención, porque allí pude reconocer, el rostro rejuvenecido del anciano, en la imagen del chofer fallecido y al fin pude apreciar la dulce fisonomía de mis pequeños e invisibles salvadores de las vías.
Susana A. Orden C.A.B.A.
HIPATIA
LA TAPERA
Así como lo quiere el tiempo, me guardo sola en esta inmensidad del campo. Mis únicos compañeros, los árboles, pájaros que trinan, siempre trinan con su deliciosa voz, en repetidas voces, repetidos inviernos, veranos o sea en las cuatro estaciones; y yo sigo aquí, mis moradores hace muchos años me dejaron para instalarse en otro lugar que yo nunca veré. Ellos no quisieron demolerme, no olvido a los pequeños como acariciaban las paredes, los adultos seguían mirándome a medida que se alejaban con lágrimas en los ojos. Un camión desvencijado llevaba todo lo que ellos poseían. -¿Volverán?, me pregunté, muy largo era el camino de tierra hasta que el polvo no me dejó ver más. ¡Cuántas tormentas pasé! Los vientos dueños de su furia abrían y cerraban mis ventanas, nunca nadie se atrevió a buscar refugio en mí, pero no estaba triste porque todo era bien consolidado, buenas paredes, los cimientos fuertemente afirmados mi amo me preparó para toda inclemencia, claro, ahora solo algunas goteras entran por mi techo ¡quien me iba a reparar! Pero sé que puedo resistir muchos años. Los “yuyos” ya taparon el sendero, llegando hasta mi puerta, pero no me preocupa, si entraran tal vez me darían una alegría. Siempre miro con gran cariño, una casita, pequeña, con chapas, algunos ladrillos que las nenas habían hecho para jugar, ella sí, la casita, tenía en su interior frascos, tarritos, un cucharón, que seguro lo sacaron de mi cocina donde mamá guardaba sus cosas. A veces escucho la conversación de las visitas porque las niñas jugaban a las visitas, cortaban verduras de la huerta del papá, hacían sopa me parece que mi olfato me dice que aun están allí. Cuando dije que nadie se atrevía a entrar, creo que mentí, o fue después, ya mi memoria se está desgastando como las paredes, pero ¡sí! un perro buscó en mi, su protección, había hecho un camastro en un rincón y me acompañaba, salía por la mañana, seguro a buscar su comida. ¡Querido perro, que ternura me da que durante el día te acuestas al pié de mi puerta!, tus manitos en cruz sobre el “suelo” y vigiles todo el tiempo, que digo, vigiles o esperes. Tengo temor de quererte mucho y que me dejes, porque alguna vez te vas a ir cuando Dios te lleve y yo, que no se cuanto viviré, me quedaré sola, por el momento te acepto, y ¡abra la puerta compañero! cuando lo necesite. Pasaron muchos años y un día veo que una señora con unos niños se dirigen a mi caminando, claro los alambres no le permitía entrar con ese carruaje o… como se llame, bueno no sé, lo dejaron en el camino, se acercaron y mi fiel compañero los recibió con un movimiento de cola que les dio confianza. Y al escuchar que la señora decía -¿vieron? Aquí nació la abuela, quise que ustedes la conocieran de la misma manera, ¡traje a mis hijos y ahora a ustedes!. ¡Qué feliz estaba yo! Esa señora había nacido y se había criado bajo mi techo, y se acordaron de mi! Recorrieron todo, ella dejó unas lágrimas en mi “suelo” y se fueron. Esas lágrimas fueron mi agua bendita para seguir viviendo.
HIPATIA
Pasaron algunos años más, que digo, muchos más cuando escuché muchas voces y mi compañero ladraba feo, no podía explicarme esas voces se transformaron en figuras, hombres. ¡Mi pobre compañero! No pudiste defenderte, siempre te recordaré. Ellos, los hombres comenzaron a dejar cosas perteneciente a otras personas, joyas, dinero, cosas de valor, así unos meses, salían de noche y antes del amanecer volvían cargados… Fue mi fin. Comenzaron a destruir taperas para que no se refugie ningún malhechor y, entre ellas, estaba yo, me golpearon con mazas, me destruyeron en totalidad. Buen trabajo les di. Y así los campos quedaron vacios de recuerdos. Eran los sentimientos o la “única” manera de protegerse de los malvivientes. Y tomó la punta la destrucción de los sentimientos. Y punto aparte o punto al revés y el pensamiento de quien escribe. Hoy 2020 ¿no pasa lo mismo? Me refiero a los valores. Y una pregunta ¿Dónde se refugian los malvivientes? ¿O no se refugian?
Norma Morell ARROYO DULCE - BS. AS.
HIPATIA
FALLIDO HOMENAJE Como en el cuento de Silvia Schujer también a nosotros nos tocó en segundo María Luisa, quizá la misma, porque también ella había transcurrido toda su vida docente en esa escuela con igual gesto severo, cabellos grises y anteojos de marco oscuro. Curiosamente también ella tenía preferencia por Martita, mejor dicho Marta porque la señorita María Luisa nunca usó un diminutivo cariñoso. Esta Martita a diferencia de la de la historia de Silvia, era muy tímida, pero también era un trofeo para la maestra porque con seis años apenas y tan menuda, que aparentaba menos edad, leía con toda corrección, sin equivocarse, respetando exactamente la puntuación y con la entonación perfecta, entonces la señorita María Luisa la paseaba por los grados superiores para que los “grandes” se avergonzaran y de paso sus docentes tomaran nota de su excelencia pedagógica. En esta historia llega también un 25 de Mayo, pero además la fecha coincide con un hito fundamental en la historia de la escuela, la jubilación de la Directora, y por supuesto es María Luisa, la histórica maestra de la institución, la encargada de organizar el homenaje. Entonces, ¿qué mejor que brindarle un extenso y sentido poema recitado por una de sus blancas palomitas? Y por supuesto ¿quién mejor que Martita para ofrecérselo dadas sus cualidades de lectora? Pero no tiene en cuenta la timidez de la nena, para quién subir sola al escenario es impensable, por eso Martita busca distintos pretextos:.. es incapaz de memorizar un texto tan largo, argumento desestimado por María Luisa por saberla muy capaz, después pide compartir el mismo con una compañera, a lo que la maestra responde alegando que no hay compañeritas de su misma estatura, y aquí Martita se atreve a desmentirla diciendo que Susana es de su altura. Nada conmueve a María Luisa. Al día siguiente Martita llega a la escuela acompañada por su mamá, una señora tan menuda y tímida como su hija, quién sin poder ya calmar los llantos y ruegos de la nena se anima a interceder ante la inflexible María Luisa. Al verlas llegar la maestra se les acerca con gesto adusto y con un solo movimiento de su mano envía a Martita a ocupar su lugar en la formación acompañado de un severo: «Usted vaya a su fila», mientras detiene a la madre con la mirada, al mismo tiempo que, sin escucharla, le recrimina que permita que una niña decida por los mayores y argumente con ellos, acusándola de maleducar a su hija. La señora avergonzada se aleja con la cabeza gacha tratando de pasar inadvertida ante los otros docentes y padres que circulan por el patio de la escuela. Finalmente llega el día del tan temido acto, y en el momento culminante sube Martita al enorme escenario, frente a todo el público que colma el patio y sobre todo frente a la Directora que en primera fila espera ansiosa y emocionada su homenaje. La nena está muy asustada y quiere terminar cuanto antes con este tormento, entonces recita a toda velocidad las estrofas, y desde atrás del telón se oye la voz de María Luisa indicando: «Más despacio. Más despacio», claro es más despacio no «Más lento» y Martita obedece bajando la voz a nivel de susurro…. Un rumor de desaprobación se esparce por el patio…y la Directora abre sus ojos con asombro... buscando con la mirada a María Luisa, que roja de vergüenza no se anima a salir a escena.
Marta Ghiotto C.A.B.A.
HIPATIA
En un lugar perdido en la memoria Entró en la confitería de la estación, miró todo alrededor, porque ese lugar le era como familiar si él nunca había estado ahí, preguntó por un hospedaje donde pudiera pasar la noche hasta el lunes, que se presentaría en el hospital donde lo nombraron jefe de cirugía. Quiso llegar el viernes por la noche para tener sábado y domingo para familiarizarse con el lugar, era muy joven pero merecedor del cargo designado. Durante las residencias en distintos hospitales demostró su capacidad de cirujano. Le recomendaron uno no muy lejos de la estación pero esas dos cuadras eran como un lugar perdido en la memoria, algo le decía que el alguna vez estuvo ahí, pero era imposible él era de Mar del Plata hizo su carrera de medicina en la Plata y su especialización en la UBA. Esta era una pequeña ciudad de Santa Fe, él recién a los 18 años salió de su Mar del Plata natal, interiormente pensó: -habrá sido en otra vida, si es que realmente tenemos vidas anteriores. Llegó al hospedaje, indagó cuán lejos quedaba el hospital del hotel, si no era mucha la distancia se quedaría en él hasta encontrar una casita en alquiler para que viniera Sofí con las nenas, le indicaron la habitación modesta pero pulcra y prolija con un bañito. Después de pegarse un buen baño se acostó, aviso a Sofí de su llegada se durmió profundamente. El sábado se levantó temprano, salió a desayunar recorrió el lugar y seguía encontrando lugares que los veía como en un sueño, los hizo a un lado. Visitó inmobiliarias y, después de haber visitado el hospital sin decir quién era, encontró un chalecito no muy grande pero confortable cerca de un jardín de infantes y con un garaje suficientemente amplio como para que Sofí pueda dar clases de danza y el en el dormitorio chiquito poder instalar un consultorio. Eso lo vería más adelante, lo señó, la llamo a Sofí para que preparara la mudanza. Fue almorzar y después de una siesta se dedicó a recorrer el barrio, se sentó un rato a leer el diario local, por la noche fue a un pequeño club que los sábados, muchas veces, hace de cine. Cenó ahí y se fue al hotel. El domingo lo dedicó a prepararse para el lunes. Sería el gran día. Sacó la ropa de la valija, la colgó y llamo a su casa habló con las nenas preparó los papeles del nombramiento y se durmió temprano. El lunes se levantó bien temprano se dirigió al hospital. Lo recibe el director general, pronto a jubilarse. Cuando lo ve descubre que es asombroso el parecido con él. El director lo mira y le pregunta su nombre, él le dice: -Daniel Bermejo. -Usted es hijo del coronel Bermejo? Si, le contestó. Mira el nombramiento, se fija la edad y lo abraza, lo felicita, lo lleva a lo que sería su despacho, lo presenta al personal y lo pone en funciones. Pide a su secretaria que lo lleve a recorrer las salas de cirugía. Él no puede. Ese es su nieto. Hijo de su hija, una cirujana desaparecida en una razia que realizo el coronel Bermejo en su paso por esa ciudad. ¿Cómo encarar el tema? Va tener a su nieto cerca. No lo veía desde los dos años cuando se lo llevaron. El tiempo dirá como sigue esto. Ahora, esa noche fue invitado a cenar a casa del director. Ésta también le resultaba como un lugar perdido en la memoria. En un momento comentó: -Me pasa algo con esta ciudad, es como que hay lugares en los que siento que, en algún momento, estuve en ellos después la realidad me hace ver que no, nunca salí de mi Mar del Plata natal. El ignoraba que estaba en casa de sus abuelos maternos, quienes estaban haciendo un esfuerzo enorme para no gritar la verdad. Ahora comenzaría una investigación profunda para llegar a la verdad y poder decírselo a él. Norma Mirta Pompilio C.A.B.A.
HIPATIA
La hermana
Cuando llegó, encontró la puerta abierta. Él ya esperaba. Apoyó su cálida mano sobre ella, pensó en todos los años que recorría ese camino, en silencio, con naturalidad, con el alma en la mano. Su paso siempre fue seguro y suave, se miró la punta de los zapatos negros de cuero, no recordó cuantos años tenían, las arrugas marcadas en ellos aseguraban que eran muchos. Un anciano paso a su lado, le sonrió con pocos dientes y tristeza, le devolvió una sonrisa vivaz. Se sintió abrumada, pero libre, el encuentro nunca dejaría de ser ilegal… Ella estaba comprometida, había jurado amor eterno y fidelidad. La vida a veces tiene otros planes para uno. Cuando lo conoció sabía que iba a ser un error, no pudo evitarlo. Cuando estaba con él se transportaba, por una hora dejaba de ser la que creían que era. Él era viudo, con dos hijos, profesor de matemáticas, inteligente, sensato, lleno de vida, ella sentía que se disolvía en sus brazos. Sus encuentros fugaces eran solo dos veces al mes, para ella suficiente, para él no. Cuantas veces le había planteado que lo dejara todo, que se fueran juntos, se merecían ese amor. No podía, nunca iba a dejar a ese ser a quien ella había consagrado su vida veinte años atrás. Además cuidaba de dos hermanas mayores, habían sido su guía, nunca las abandonaría. Solo pensaba como los adolescentes rebeldes en vivir el momento. El encuentro fue mágico. Se despidieron con melancolía. El regreso fue apresurado, se había quedado más de lo acordado. Sus zapatos gastados hicieron el recorrido de vuelta solo apenas besando la vereda. Acarició con amor la cabeza del perro callejero que siempre la esperaba en la puerta de su casa. Sentía que el pequeño peludo conocía su secreto. Frente a la gran puerta tallada de historia, la hermana Mabel, se acomodó el velo, respiró profundo y entró con una amplia sonrisa al convento.
GABRIELA ALZOGARAY SAN PEDRO - BS. AS.
HIPATIA
DETRÁS DE LA TOMENTA La proa se hundía y elevaba sin cesar mientras la tormenta nos castigaba y los miedos nos invadían, pero había que estar ahí, enfrentando en la inmensidad de la noche, esa gran masa de agua que parecía divertirse jugando con el rompehielos en un maltrato sin fin. Era imposible conciliar el sueño; a las dos de la madrugada mientras que otros compañeros cubrían diferentes áreas de control, me ordenaron subir al puente de comando, que era mi puesto de combate; en ese lugar éramos cinco. De la pericia y decisiones nuestras dependía la vida de la tripulación y científicos que formaban parte de la dotación que tomarían lugares de relevancia en el más austral de los lugares del mundo, nuestra Antártida. En el puente de comando, yo con 22 años recién estrenados era el más joven y bisoño, de esa embarcación perteneciente a la armada argentina: el rompehielos A.R.A. Gral. San Martín. Aunque casi no podía tenerme en pie debido al rolido y cabeceo (movimientos del buque), traté de realizar mi tarea estoicamente avisando sobre la profundidad que marcaba la sonda, ya que estábamos cruzando el pasaje Dracke, confluencia de los océanos Atlántico y Pacífico, que separa la Antártida de Tierra del Fuego. En esos momentos de miedo es cuando más valoramos las cosas que tenemos, los sentimientos y recuerdos se aúnan en nuestra mente, de modo que mi memoria se fijó en la casa de mis viejos con los que vivía y de alguien que jamás había olvidado y de la que hacía varios años nada sabía, desde que dejamos la escuela en la que compartimos toda la primaria. Me propuse que si salía vivo de ese temporal, cuando volviera a Buenos Aires iría a buscarla ya que siempre nos había unido una gran atracción. Cuatro meses después el rompehielos San Martín amarraba en el puerto de Buenos Aires, pero mí tormenta interior y mis miedos eran aún más intensos que los vividos aquella noche en altamar; solo pensaba en ella de modo que me dije, -este es el momento, yo voy a su casa y luego de varias marchas y contramarchas, me animé. Me empilche bien y fui, toqué el timbre y salió don Manuel su padre, sentí que no me conocía entonces me apresuré a decir soy el hijo de don Gilli -¡ah sí! que necesitas pibe? respondió, y yo, muy nervioso le pregunté ¿Esta Cristina? - si esperá que la llamo, está en el patio tomando un café con el novio, me contestó-Entonces no la moleste, dele mis saludos, respondí. Disculpa pibe vos sos Daniel, no?
DANIEL CICCHELLI C.A.B.A.
HIPATIA
RECUERDOS 1982 Otoño, Días apacibles, la vida transcurre sin sobresaltos, de pronto algo sucede, algo pasa y todo se empieza a desvanecer; la tranquilidad, la seguridad. La televisión y la radio nos dicen que recuperamos las Islas Malvinas, eso me da cierto temor. La gente sale a las calles a festejar. En Plaza de Mayo vitorean a Galtieri, que desde el balcón de la casa rosada anuncia el desembarco argentino en las Islas Malvinas. Yo pienso - ¿Qué festejan? No se darán cuenta que los ingleses van a venir con todo su armamento. Los jóvenes de mi edad, 20 años, tienen que ir a pelear. Si hubiera nacido varón probablemente me habría tocado ir, esa idea me persigue todo el tiempo. No sé muy bien qué hacer, camino por la cocina con el café frío en la mano, todo me hace pensar cómo la estarán pasando en las islas. Si tienen hambre, seguramente tendrán frío. Mi papá conoce gente de la aeronáutica y me dice que si quiero podemos preparar cajas con alimentos y bufandas para los soldados, que ellos las llevan a las islas. Así que me pongo a tejer, junto algunas bufandas mías, compro algunos chocolates, paquetes de cigarrillos y escribo cartas, muchas cartas, para acompañarlos de alguna manera. Van pasando los días, yo estoy estudiando magisterio, pero no puedo concentrarme en las clases, mientras los profesores hablan sigo escribiendo cartas. Las noticias dicen que vamos ganando, pero siento una inquietante zozobra. Finalmente lo que pensé que pasaría, se hizo realidad. Después de setenta y cuatro días de muertes absurdas los argentinos tuvieron que rendirse. Fin de la guerra. Primavera Consigo un contacto para ir a visitar a los ex combatientes heridos que están en el Hospital Militar de Campo de Mayo y vamos a acompañarlos un poco. Muchos soldados heridos, tan jóvenes, tan niños, tan solos. Conozco a Marcos, a Eduardo, a Rubén, a Daniel, a Sergio. Marcos vive en Merlo, perdió un brazo y ahí anda como puede, enojado la mayor parte del tiempo. Eduardo es de Rosario está con yeso de la cintura para abajo, las dos piernas, pero mantiene su buen humor, es muy dulce y cariñoso. Rubén y Daniel son de Córdoba, alegres, a pesar de todo. Sergio es de Lanús, las esquirlas de una bomba están en toda su pierna derecha, no puede caminar. El horario de visita es de 14 a 16, así que todos los días tomo el trencito y allá voy, con el termo con café o chocolate. Jugamos a las cartas. Me dicen, se corre la bola que vas a hacer mate y yo que no tomo mucho mate aprendí a tomarlo con ellos. Diciembre de 1983 Llegamos a fin de año y como todos los fines de año suelo hacer un balance de lo vivido. Fue un año de muchas emociones, nuevos comienzos, finales abruptos y buenos cambios.
HIPATIA Este verano, como todos los veranos, fuimos de vacaciones a Mar del Plata y cuando volvimos mis amigos de Malvinas, como yo los llamo, ya no estaban en Campo de Mayo, los habían trasladado al Hospital Militar Central, en la calle Luis María Campos. Me quedaba un poco más lejos, pero no me importaba, los seguía visitando A muchos les habían dado el alta, pero Eduardo todavía seguía internado. Uno de los días conmovedores de este año fue cuando llegué al hospital y me recibió caminando, con muletas pero caminando, pura emoción de mi parte y alegría en su rostro. Pasaron los días, las rutinas se reanudaron, se terminaron las visitas y se fueron yendo a sus casas. Me recibí de maestra en marzo y enseguida empecé a trabajar en una escuela privada. El 21 de abril cumplí los 21. No hice ningún festejo ese día, porque era entre semana. Golpearon a la puerta. Abrí y ahí parado está Eduardo. ¡Cuánta felicidad en el cuerpo y en el alma!. Abrazos, besos, puro amor. Tarde noche inolvidable. Mi héroe de Malvinas estaba conmigo, ahí, en el comedor de mi casa, sentados juntos, en una unión de almas, fue un encuentro mágico. Y así como apareció desapareció, creo que esa fue la última vez que lo vi. Él volvió a su Rosario querido y perdimos contacto. Llegó el 30 de octubre y después de mucho tiempo sin poder elegir presidente, el pueblo volvía a votar. Yo lo hacía por primera vez. Y el 10 de diciembre asumió mi querido presidente. Alegría y esperanza, al menos eso siento yo. Ya termina este año, tan movilizante, espero que 1984 traiga muy buenos momentos. Chau 1983. Bienvenido 1984. AÑO 2020 Empecé el 2020 con la mejor de las sorpresas. Hace un año encontré en facebook a un Eduardo Rubiolo y le mandé un mensaje. Fue después de haber dado una clase de Malvinas y de hablar con mis alumnos de séptimo sobre él. Les conté de cuando lo conocí y que lo busqué todos estos años, pero no lo encontré. Mis niñas y niños queridos me dijeron que lo busque por facebook y le mande un mensaje. Todos los días de la semana siguiente me preguntaban si me había contestado y mi respuesta siempre era negativa Y hoy 2 de enero encuentro un mensaje de Eduardo en el celular, pidiendo disculpas por no haber respondido antes, diciéndome que le vienen a la mente tantos recuerdos lindos y que hoy es su cumple Lo llamé, y hablamos un rato largo tratando de ponernos al día de tantos años vividos, recordando aquel tiempo en que nos conocimos. La vida me sorprendió gratamente. Me reencontré con mi querido amigo, mi querido héroe de Malvinas. Fue tan maravilloso escuchar tu voz y volver a escuchar tu risa. Se avecinan cosas buenas, lindos recuerdos, y nuevos tiempos. Gladys Di Salvo CASEROS - BS. AS.
HIPATIA
El “guasa” de mi mamá Mi madre es una mujer de 68 años, actualmente vive en la localidad de Armstrong con mi padre. Oriunda de Villa Elisa, Entre Ríos. Su infancia está marcada por el trabajo infantil y la esporádica visita a la escuela rural. Debía ayudar en el trabajo de campo, junto a sus hermanos y a sus padres. Siendo que con 15 años cursaba 4to. grado. Pueden imaginar el grado de alfabetización que posee, sin embargo, se las ingenió para superarse y aprender a través de los años. Casada con mi padre, de nombre Antonio, e instalados en la ciudad santafecina, continúan su planificación familiar. El 16 de junio de 1977 nace mi hermana mayor Sonia, en la provincia entrerriana, tres años más tarde, el 11 de noviembre de 1980 nacemos las “mellis”, en Armstrong, Santa Fe, siendo una de ellas, la escritora de esta historia. Mi padre se desempeñó como empleado municipal, y ella conjugaba su trabajo de limpieza de hogares, con el de ama de casa. Nuestro sistema de escritura es complejo, eso advierten los que deciden estudiar nuestra lengua castellana, sumado a esto las reglas ortográficas y las convencionalidades que posee. Para alguien que cursó medianamente la primaria, o no la culminó presenta dificultad y no logra adquirir en su totalidad este sistema ni mucho menos decodificarlo. Es por esto, que las herramientas que ponen en funcionamiento son particulares y mi madre no iba a ser la excepción. Recuerdo la nota que me escribía para ir al almacén del barrio. En esos años cursaba la primaria y la conciencia ortográfica estaba instalada en mi cabecita. Cada vez que observaba “vanana”, le recordaba su escritura con “B” alta. No advertía dicha observación y si lo hacía me contestaba, siendo hoy docente puedo comprenderla, “suena igual”. Pasados los años, mi hermana mayor, en su adolescencia y a meses de casarse, decide dedicarse a la venta de quesos fraccionados. Las ventas fueron en aumento y la clientela también. Casada Sonia alguien debía heredar el negocio, y fue mi madre quien lo tomaría. El problema surgió con “la plata” y con “los gramos”. Así mismo tomó un cuaderno y registró como debía hacerlo. Recuerdo que al lado de los centavos dibujaba monedas, para saber que no eran billetes, sino monedas lo que debía dar de vuelto. En la actualidad, es una característica particular como cuida el dinero, y no iba a permitirse perderlo. Los gramos fueron el segundo problema: cómo debía calcular y escribir en la calculadora el número, para que de como resultado, lo que debía cobrar. Anotó cada tecla y cada aclaración que Sonia le realizaba, no perdía detalle. Todo era registrado con total cuidado. El negocio estuvo un mes sin abrir. Se preparó noche y día. En los pequeños ratos libres y en ausencia de todos, ponía en práctica lo escrito en ese papel.
HIPATIA Era increíble oírla explicar a cada cliente el porqué de su demora y cómo había aprendido, se jactaba y presumía de su grado de superación. Los años pasaron, el negocio mantuvo los clientes y su práctica era de un gran contador. Cada una de sus hijas volamos a diferentes latitudes y países. Un domingo decido visitarlos. La era tecnológica había invadido los hogares. La conexión a internet permitía chatear o mantener una conversación en vivo y en directo a través de la cámara de la computadora. El celular fue su próxima superación y también su obsesión. Al igual que la venta de quesos, registró cada detalle, de qué manera enviar y recibir mensajes de texto, llamadas, entre otros. En esa oportunidad el maestro fue mi hijo Alejo, con apenas nueve años explicó cada detalle a su abuela. Los más jóvenes teníamos celulares con más tecnología, el “whatsapp” daba sus primeros comienzos y la conexión con wifi empezaba a transitar su vertiginoso crecimiento. Ella había adquirido un nuevo artefacto, lo mantenía oculto en su dormitorio. En ningún momento dialogó sobre la compra. Pasadas las horas, el teléfono fijo de su casa sonó, al atender, era mi hermana Silvana (Gemela) que vive el Leganés (España), dialogaron por un largo período y deciden pasarme el artefacto a mí. Charlando de lo que podemos charlar dos gemelas, me percato que sobre la mesa había una pequeña libreta abierta, la que utilizaba para registrar lo aprendido sobre celulares. En la misma se observaban dibujos y algunas palabras como aclaratoria. Unas cuantas flechas en distintas direcciones, también graficaban la explicación. En el extremo inferior escrito en lápiz, había una leyenda “guasa”. Mi reacción fue comentarle a mi hermana, que mi madre pretendía decirle que era guasa a alguna persona por mensaje de texto, siendo que ella siempre había sido educada y jamás saldría de su boca una palabra de tal magnitud quedé perpleja frente a esa actitud. Mi hermana, no pudo oír mi explicación, sino se habría percatado de lo que sucedería. Retiro mi boca del teléfono, miro a todos con mi rostro de asombro y mis ojos la observaron, _”ma, ¿a quién le vas a decir “guasa” y por mensaje de texto?” Inmediatamente una carcajada salió de su boca y comprendí…. para quien era el “guasa de mi madre”.
Ivana De Santiago LAS ROSAS - SANTA FE
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Encuentros
Quedaron gratamente asombrados al ver sus nombres grabados en una gran piedra que estaba junto al río. Raquel y Francisco se miraron sonrientes, felices de aquella coincidencia. Pensaron en el tiempo que pasó desde esa escritura y el corto tiempo que se conocieron ellos y también en ese amor desconocido y cómo habría terminado. Los acompañaba una camarera del hotel donde se hospedaban, que había finalizado su servicio. Los miraba con una leve sonrisa y les dijo: - Conozco la historia de esta pareja y es muy dolorosa. Me atrevería a contársela, pero no sé si ustedes quieren. Ellos dudaron un poco, pero se entendieron con una mirada y le contestaron que estaban dispuestos a escucharla. - Raquel siempre paseaba junto a este río. Una noche se quedó dormida en la orilla. Cuando despertó lo vio crecido a torrentes, quedó atrapada en sus aguas y se ahogó. Antes de eso pensaba en su novio, prestando servicios médicos en el Medio Oriente. Hacía dos días que había muerto en una emboscada terrorista y ella nada sabía. Después del relato se sintieron tristes e intimidados, como si aquellas vidas desgraciadas fueran un presagio destinado a ellos. - No tienen que ponerse así- les dijo la mujer - aquellos pueden renacer en el amor entre ustedes. La tarde se apagaba y los últimos rayos del sol iluminaban los picos de las serranías oscuras. Los tres volvieron pensativos al hotel.
Mario Giacone C.A.B.A.
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ÉL ME BESÓ Él me besó. Anoche me besó. Después de todos estos años finalmente me besó. Debería decir que nos besamos. Y ese beso fue algo especial y único, distinto de cualquier otro, incomparable, en realidad como cada beso que damos en nuestra vida. Yo le recordé que comparto mi vida con otro, de quien estoy enamorada. Y él lo sabe. Me lo aclaró, al decirme que no me proponía nada, que sólo quería que lo supiera. Yo creo que ya lo sabía. Y por alguna extraña razón todo parecía razonable, apropiado, aceptable, correcto. En sueños me besó, porque la vida, cuando estamos despiertos, es una cosa bien distinta. Entonces
sí
cobran importancia los compromisos y los pactos, el cuidado con los sentimientos de aquellos a los que no queremos herir. Al despertar no sentí tristeza sino una vaga añoranza por las experiencias no probadas y acaso perdidas, que nunca me había atrevido a imaginar. Me pregunté repetidamente qué haría él mientras yo soñaba que me besaba, si tal vez lo habitaba el mismo sueño o si ya lo habrá soñado antes, alguna vez, o mañana, o algún día del futuro. Y que hará con ese sueño. Claro que nunca voy a tener esa respuesta, así como él no sabrá qué voy a hacer yo con este sueño que vino a enredarse en mi noche. Ahora he quedado como custodia de la memoria de este beso, que tal vez nunca se repita en ese territorio libre de los sueños ni desde luego se concrete en la realidad y que por alguna extraña razón siento que no debe morir en el olvido. Algo tengo que hacer con él, tal vez amasarlo con la lenta ternura de lo que no será, de lo que no tenía un espacio para ser ni tampoco razón. Podría preguntarme una vez más si la monogamia mejor entendida no debería incluir pequeños recreos, espacios para la exploración por el vasto mundo de la ternura que nos permitan regresar enriquecidos y más sabios a renovar los pactos de amor en la pareja. Pero no creo que me sirvan mis propias respuestas. Una silenciosa explosión de amor me habita y así, irradiando su luz y su calor circulo por el mundo. CLAUDIA ANA WAJSMAN C.A.B.A.
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Columnas
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Poesía: el idioma hecho flor Su historia; corrientes destacadas. Formas estróficas, métrica y rima.
por Eva Falótico Gandolfi LITERATURA.- Ha sido, a través de los tiempos y es, la expresión verbal y artística de la vida espiritual del hombre. es cifra y compendio de sus ideas y sentimientos, es decir, de su cultura y, además, reflejo fiel de su historia. De su amplísimo contenido y de las diferentes formas que puede adoptar, se han deducido diversas clasificaciones. Por lo general suele dividírsela en dos grandes ramas: la Narrativa y la Poesía. Narrativa.- Utiliza el idioma en forma de prosa. Esto significa, en la forma corriente con que nos expresamos al hablar. Sin métricas que lo limiten. Puede subdividirse de la siguiente forma: El cuento y/o la novela que según el tema puede denominarse: realista, fantástico, de ciencia ficción, policial, mítico, etc. Entre otros géneros hallamos el ensayo, el humorismo, etc. La poesía.- Está regida por una serie de normas que le dan forma y expresión diversa a las de la prosa. Según su temática, la poesía puede denominarse: bucólica, dramática, épica, lírica, profana, mística o religiosa, etc. INTRODUCCIÓN A LA POESÍA, el lenguaje poético. El poeta convive habitualmente con los demás, comparte sus mismas realidades y sus mismas emociones. Pero su condición de poeta le permite captar en todo lo que le rodea, sensaciones especiales e inesperadas que los demás por lo general no perciben. A través de esa sensibilidad particular con que está dotado, transforma lo cotidiano y trivial, plasmándolo en poético. Su obra exalta y profundiza la espiritualidad humana y universaliza el sentimiento. En el proceso de creación, el yo poético asimila y decanta sus experiencias, busca la palabra justa, el concepto y la imagen y, simultáneamente, su organización estrófica, su métrica y ritmo en la totalidad del poema. El poeta quiere comunicarnos eso que él ha sentido y ha vivido. Para lograrlo debe producir en nosotros un estado poético por medio de un lenguaje que, aunque no es esencialmente distinto, se singulariza por su carácter de insustituible, por su poder evocador, por su precisión y por su musicalidad. Por medio de la lectura se establece un diálogo entre el yo del lector y el yo del poeta, expresado en el poema. De esa relación nace el contacto con la belleza que constituye el goce estético. De este modo, la poesía lírica expresa sentimientos y crea belleza en un ámbito misterioso e indefinible que solo podemos captar en profundidad si, en nuestro interior, nos disponemos a participar de ese estado poético que nos permite comprender y gustar formas más elevadas y perfectas. Desde pequeños entramos en relación con la poesía a través de las canciones de cuna, las rondas y los juegos infantiles. Permanecer en contacto con ella enriquecerá nuestra experiencia humana y estética. (Continuará en el próximo número).
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ARGUMENTACION EN TIEMPOS DE DEMOCRACIA
En la República Argentina, como en varios países latinoamericanos, a fines del siglo pasado, logramos el ansiado retorno “al orden democrático”, con alto nivel de resistencia, ante el deterioro de nuestras competencias autónomas de participación e interacción social, resultante de prolongadas dictaduras militares. Así, en los ochenta, en el momento del “advenimiento de la democracia”, procuramos organizar las estructuras políticas y sociales necesarias. La democracia era entendida como la organización del Estado, en la que las decisiones eran adoptadas mediante mecanismos de participación directa o indirecta. Posteriormente, en los años noventa, atravesamos un periodo de “consolidación”, en el que se intentaron sistematizar las construcciones previas. En la etapa del “fortalecimiento”, a principios del Siglo XXI, emergió la preocupación por los derechos humanos, con el apoyo de reclamos masivos de la población. La confrontación de intereses de diversos sectores sociales sesgó las importantes decisiones de inclusión social adoptadas, generando un alto nivel de incertidumbre. En la actualidad, gran número de personas y colectivos, desconocen el punto de vista del otro y terminan propiciando un ámbito, a través de la persuasión y/o imposición. Así el enfoque tradicional de la argumentación “de convencer al otro” recobró vigencia en instituciones deliberativas, en niveles de decisión gubernamental, en ámbitos periodísticos y en la sociedad toda, favorecido por el gran impacto de los medios de información y comunicación social. No obstante, en el devenir de la democracia, la búsqueda de la cohesión social requiere de un ejercicio responsable y efectivo de interacción en el que es necesario confrontar puntos de vista y sostenerlos con fundamentos sólidos, para alcanzar acuerdos superadores de la realidad actual. Las competencias argumentativas posibilitan escuchar al otro, elaborar y fundamentar lo que se piensa, y negociar acuerdos en beneficio de nuestra comunidad, construyendo así “el nosotros” en un encuentro protagónico. Este enfoque de la argumentación. desde la Pragmática, remite a una construcción discursiva compleja de la vida cotidiana en contexto. Está orientada a desarrollar competencias de comprensión crítica de la realidad, potenciando el valor de lo diverso. Es un enfoque superador de la tradición clásica, vinculada con el arte del buen decir (Retórica), el arte de pensar conforme a la razón (Lógica) y el arte de dialogar correctamente (Dialéctica). No podemos desconocer que los discursos poseen siempre una orientación argumentativa global en la que el enunciador busca intervenir con su discurso en la situación comunicativa y en el pensamiento de otro/s. No obstante, el propósito de esta intervención tiene que estar orientado a lograr acuerdos tendientes al bien comunitario, sin desconocer las posturas divergentes.
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Ante este planteo, surge el interrogante de qué propuesta adoptar para favorecer acuerdos sociales, ante el fracaso de las estrategias de consenso y de las negociaciones como consecuencia de la inflexibilidad sectorial. El mejoramiento de las competencias argumentativas aparece como un recurso que debería ser abordado desde todos los ámbitos: la familia, las estructuras gubernamentales, las organizaciones sociales, la empresa privada y en particular el ámbito educativo. Coincidentemente los nuevos documentos curriculares incluyen las Prácticas del Lenguaje (en determinados niveles y ciclos) en re emplazo del Área de Lengua, como contenidos centrales de la tarea educativa. Se destaca el desarrollo de competencias en los alumnos para “presentar, en el abordaje de los hechos o de la situación en cuestión, la postura personal y los fundamentos que la sostienen, para fortalecerla o actualizarla. ¿Qué aportan los libros de texto?; ¿Qué nos dicen las voces de los docentes? Existen investigaciones educativas que pueden dar algunas respuestas.
Luis María Rodríguez C.A.B.A.
HIPATIA Por Francisco Álvarez El RecopiladorRAMOS MEJÍA - BS. AS.
Breve prehistoria de nuestros ferrocarriles Anterior a la Argentina, en América los ferrocarriles nacieron en: 1827 EEUU DE NORTEAMÉRICA 1837 CUBA 1848 GUATEMALA 1848 GUYANA BRITÁNICA 1850 PANAMÁ 1851 PERÚ 1851 CHILE 1852 BRASIL 1857 ARGENTINA . 1850- LA PRIMERA IDEA, EL PRIMER PROYECTO FERROVIARIO ARGENTINO: Un poco conocido promotor fue el empresario salteño Arón Castellanos (1799-1880), quien viviendo en Europa, a finales de la década de 1840, tuvo la idea de construir un ferrocarril entre la entonces Villa del Rosario y la ciudad de Córdoba.
ARON CASTELLANOS X 1848 IDEO 1º ffcc
Luego de Caseros (1852) realizó contactos en Londres para su propuesta, donde en busca de capitales contactó con el banquero José Buschenthal, trasladándose luego a Buenos Aires para gestionar la propuesta ante el gobierno interino de Urquiza. . 1853- Se forma la SOCIEDAD CAMINO DE HIERRO DE BUENOS AIRES AL OESTE: Tratándose de una comisión integrada por los señores: Jaime Lavallol, Marciano Miró, Manuel Guerrico, Bernardo de Larroudé, Norberto de la Riestra, Adolfo Van Praet y Daniel Gowland, Vicente Basavilbaso y Esteban Ranms y Ruberf, comerciantes y productores rurales, con la idea de implantar el camino de hierro en la República Argentina, solicitando una concesión para su construcción y cubrir el trayecto que inicialmente fue desde la plaza del Parque (hoy Plaza Lavalle) hasta Flores.. La mencionada Sociedad Camino de Hierro, que así se llamó, solicitó entonces, el 17 de septiembre, la concesión para la construcción de un ferrocarril que sirviera para pasajeros y carga, conducidos por una locomotora a vapor, el cual finalmente es inaugurado el 29 de Agosto de 1857 y puesto a servicio público el día 30.
HIPATIA En 1854, el ingeniero norteamericano William Wheelwright, con residencia de 30 años en Chile, y que en 1852 fuese el creador del Ferrocarril Chileno entre Copiapó y Puerto Caldera, hace contacto con el Gral. Urquiza, Presidente de la Confederación Argentina y le presenta el proyecto de unir Puerto Caldera en Chile, con el puerto de Rosario primero- y posteriormente alcanzar el Puerto natural de ultramar de la Ensenada de Barragán. Inicialmente el Presidente Urquiza se interesó y brindó su apoyo, pero el proyecto queda trunco debido a las serias diferencias políticas existentes entre la Confederación y Buenos Aires.
William Wheelwright
La ruta hubiese sido Rosario, Córdoba, La Rioja, Catamarca y cruzando a Chile por el Paso de San Francisco (a 4.726 m.s.n.m.), hasta Copiapó para finalizar en Puerto Caldera. Para sumar más tarde Rosario a Buenos Aires y a Ensenada. En idea de su autor primaba, que viajeros y cargas procedentes de Europa evitasen algo más de un mes de navegación para arribar a puertos de Chile, eliminando la vuelta por el Estrecho de Magallanes, salvándose el trayecto con solo cuatro días de ferrocarril. El proyecto de este primer trasandino fue el precedente de dos líneas creadas por el Ing. William Wheelwright: El FFCC CENTRAL ARGENTINO, EL FFCC BUENOS AIRES Y PUERTO DE LA ENSENADA, y la ESTACIÓN CENTRAL DE BUENOS AIRES. 1857- FERROCARRIL DE BUENOS AIRES A SAN FERNANDO: El gobierno de la Provincia de Buenos Aires le otorga la concesión para construir una línea de ferrocarril desde la ciudad de Buenos Aires hasta San Fernando, cubriendo una distancia de 28 km., siendo parte de un plan para un enlace ferroviario entre Buenos Aires y Rosario. . 1862- El FERROCARRIL DEL NORTE DE BUENOS AIRES, de capitales británicos -su nombre en inglés Buenos Aires Northern Railway (BAN) compra la línea en construcción del FFCC a San Fernando y le inaugura el 7 de diciembre de 1862, con 6 Km entre Retiro y Belgrano, alcanzando Tigre en 1864, con transbordo en barco a Rosario mediante el Río Paraná. 1863- EL FERROCARRIL DEL OESTE PASA A LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES: La colaboración financiera del gobierno de Buenos Aires fue decisiva en apoyo al crecimiento del FERROCARRIL DEL OESTE, hasta que a partir del 1º de enero de 1863 se convertiría en el único propietario de la empresa al comprar las acciones de los particulares que le impulsaron, quienes ya no podían más invertir en su crecimiento. En ese momento la empresa cambia de nombre pasando a llamarse "FERROCARRIL DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES" (FCP), que con su administración alcanzaría en 1870 una longitud de 177 km. Por ese entonces transportaba anualmente más de 500.000 pasajeros y 166.551 toneladas de carga, produciendo un beneficio del 9,78 % de interés sobre el capital invertido.-
-Fuentes: Archivo de El Recopilador. -Fotos: Tomadas de internet (Créditos a quienes correspondan).
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Disgresiones de una tarde de verano Las primeras dos obras de la literatura universal son "La Ilíada " y "La Odisea". La Ilíada tiene un plan, es una gesta heroica. Está ideada por un individuo genial al que llamamos Homero. Su nombre significó "el Ciego". Se cree que vivió en el siglo VIII a. de C., de este siglo, también se cree que es la invención de la escritura. Es una obra para ser cantada, su autor es un "aedo" y hasta algunos creen que nunca existió. También dicen que Homero no es el mismo autor de la "Odisea". Otros encontraron entre las dos obras rasgos comunes. Sobre lo que se dice y se ha estudiado hay para todos los gustos. La "Odisea" agrupa los sucesos en torno a un solo héroe central. En ella hay predilección por lo fabuloso, como es propio en las obras de autores más viejos. Homero es fatalista, todo lo achaca a los dioses: el robo, el adulterio, el engaño etc. En ella pasan cosas de ficción, igual que en cualquier obra actual y a veces, más que de ficción, es una mentira, como la vida misma. Los dioses piensan y deciden. A los mortales no nos queda más que obedecer. Este concepto es moderno y como en los héroes actuales, en todos priman las pasiones, pero estamos en el siglo VIII a. de C. y ahí sí sentimos que falta una palabra: "amor", propio de la literatura medieval. Es que en esta época las mujeres eran recibidas como un premio y los dioses homéricos son un invento poético y los hombres son meros objetos de las fuerzas enigmáticas del mundo. El destino, "la Moira" están a tono con su concepción del mundo, todo lo determinan, pero las verdades que se construyen son fruto de la larga reflexión sobre la vida. En la Odisea, aventura del mundo con que se va encontrando el viajero, resalta su capacidad para salir ufanamente del paso. Odiseo es "el de muchos caminos" Estos son, creo, los dos ejemplos de la problemática de la literatura actual. En las novelas y en cualquier otra forma de literatura, creo, lo que no corresponde a una gesta heroicareal o ficticia-, corresponde a un héroe central, genial, con fabulosas designaciones- reales o nocreadas por el autor para nosotros, sus lectores, con todos los atributos de misterio, terror o amor que el destino no obviará tanto en el libro, como en el cine o en los audios. Vaya en esta disgresión mi modesto homenaje a su autor. Si existió o no? Yo tengo en mi poder una figura que representa su cabeza. Me gusta que me acompañe cuando escribo algo para recordarlo. Carmen Beraldi C.A.B.A.
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La Biblioteca de Alejandría
Cuando Alejandro Magno, el gran conquistador, que valoraba la cultura, tal como le había enseñado, su maestro, el filósofo Aristóteles, fundó la ciudad de Alejandría, en Egipto, en el año 331 a de C., no imaginó que ella se convertiría en una joya de la humanidad y que albergaría a la Biblioteca Alejandrina que, siendo creada por la dinastía de los Ptolomeos, se convertiría en el centro cultural más importante de la antigüedad. Si bien la ubicación exacta de la biblioteca es un misterio, ciertos indicios arqueológicos permitirían ubicarla en el Brucheion, el distrito real, situado en el noreste de la ciudad. El edificio del Museion, llamado así, porque estaba dedicado a las Musas, contenía un zoológico, un museo de ciencias naturales, bellos jardines, una enorme sala para reuniones y un laboratorio. Las salas destinadas a la biblioteca se convirtieron en las más valiosas de toda la institución, que fue reconocida en el mundo intelectual, como la más importante de la antigüedad. Durante mucho tiempo, los Ptolomeos apoyaron y conservaron la biblioteca que, desde sus comienzos, mantuvo un ambiente de estudio y de trabajo. Dedicaron grandes sumas a la adquisición de libros, con obras de Grecia, Persia, India, Palestina, África y otras culturas, aunque predominaba la literatura griega. En 2004, un equipo egipcio encontró lo que se considera que es una parte de la biblioteca, mientras excavaba en el Brucheion. Los arqueólogos descubrieron trece salas de conferencias, cada una, con un podium central. En cada una había espacio para cinco mil estudiantes. Los barcos que llegaban a la ciudad cosmopolita de Alejandría que poseía el famoso faro que guiaba a los navegantes y fue considerado una de las maravillas del Mundo, eran inspeccionados y si traían libros , ellos eran confiscados , llevados a la biblioteca y allí los copistas realizaban copias, que aumentaban el inventario de la Biblioteca. En un comienzo, se utilizaban papiros y luego pergaminos, que eran colocados en estantes enrollados sobre un cilindro de madera y clasificados según su género y contenido Eran enviados representantes, a distintas ciudades del mundo a buscar obras famosas, que eran compradas para enriquecer la biblioteca, entre las cuales, se encontraban tragedias de Esquilo y Eurípides, la biblioteca completa de Aristóteles y ciento veintitrés obras de Sófocles de las cuales, solo se conservan siete, entre ellas, Edipo rey. En su centro de estudios e investigación, que fue antecedente de las universidades actuales, trabajaban científicos notables como Arquímides, Euclides, Aristarco de Samos (teoría heliocéntrica), Apolonio de Rodas, Herón de Alejandría (Autor de Autómata, primera obra sobre robots) Eratóstenes (cálculo del diámetro terrestre) y el médico Galeno, quienes realizaron grandes descubrimientos que en la actualidad nos asombran y que fueron notables predecesores de adelantos modernos. Nació allí, también, un nuevo saber, la alquimia, basada en los conocimientos de los egipcios sobre las sustancias materiales y en las teorías griegas sobre los elementos. La biblioteca de Alejandría, luego de la caída de Cleopatra, la última ptolomea, fue decayendo y desapareciendo al mismo tiempo que la ciudad, en forma paulatina, siendo víctima de guerras, ignorancia, prejuicios y las luchas por el poder político. Así se perdieron y olvidaron descubrimientos y producciones literarias, que quizás hubieran cambiado la historia.
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Es tiempo ya, de recordar con admiración, esta institución ejemplar y aprender de una vez por todas, que la intolerancia es el origen principal de las pérdidas y desgracias más graves de la humanidad. Y así fue que dos mil años después de su destrucción y financiada por la ONU; nació la nueva Biblioteca Alejandrina en el año 2001. Ella tiene una sala de lectura de veinte mil metros cuadrados, espacio para guardar cuatro millones de libros, un museo de ciencias, un planetario y apoyo de diversos países del mundo que comprendieron el valor de aquel antiguo intento de conservar, compendiar y potenciar la lectura y la cultura universal. “Lugar de cuidado del alma”
Yuchj Iatreion (psychés iatreíon) (Texto grabado en los estantes de la Biblioteca Alejandrina) Susana A. Orden C.A.B.A. Bibliografía Escolar Sobrino, H. (2001). La biblioteca de Alejandría. Madrid: Editorial Gredos. Casson, L. (2002). Libraries in the Ancient World, New Havenand London: Yale University Press. Cavallo, G. y Chartier, R. (1998). Historia de la lectura en el mundo occidental. Traducción de María Barberán, Madrid: Santillana S.A. Taurus.
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Y antes que ley... Fue el amor.
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Nelli Bogado C.A.B.A.
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Axel Caponi - Escultor
La madera es un material que ofrece muchísima resistencia. Con la arcilla puedo generar varios gatos por día, contrariamente a la velocidad con la que avanzo trabajando la madera, en donde puedo generar la forma de un gato pero tardando muchísimo más tiempo. La obra tiene un tamaño aproximado de 30 cm de altura. El trabajo de la talla en general, ya sea piedra o madera me parece bastante mágico, ya que el tiempo se ralentiza y uno entra en una especie de mantra. Esta sensación sucede en todas las etapas de la producción. Desde los primeros golpes hasta el escofinado y la lija final. Movimientos repetitivos que marcan un ritmo constante de trabajo, bastante parecido a la meditación.
Axel Caponi C.A.B.A.
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HIPATIA En lejanos rincones de la historia, emerge tu recuerdo del olvido. Sumergida en tus sabias reflexiones, enseñabas a amigos y enemigos.. En todas las materias descollabas; el saber era un noble desafío; la culta Alejandría te adoraba, pues tú eras la palabra con sentido. Entre hombres afamados deslumbraste, por tu virtud, belleza y raciocinio. Argumentos perfectos desplegabas y frescura, entre antiguos pergaminos. De tus labios brotaba la cultura, la ciencia, la verdad y el buen camino Guardiana de los bienes más preciados, fue tu cuerpo, muralla y fiel abrigo. Emboscada por turba miserable, que portaba ignorancia y desatino, en la pira de su odio más salvaje, se quemaron tu aliento y tantos libros, que podían revelar los misterios de la vida, de la muerte y el destino. ¡Mas hoy tu nombre brilla en la memoria, con la luz de los seres elegidos!
Susana A. Orden C.A.B.A.