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NAVARRO ALAN

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NO HAY QUINTO MALO

NO HAY QUINTO MALO

RESURGIÓ DE ENTRE LAS CENIZAS PARA

CONVERTIRSE EN UNA DE LAS JÓVENES ESTRELLAS DE LA MÚSICA

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Platicamos con el cantante Alan Navarro sobre su trayectoria como solista para celebrar nuestros primeros cinco años de vida.

TEXTO: EMMANUEL H. SÁNCHEZ FOTOS: CORTESÍA

¿En qué momento te encuentras actualmente?

Estoy en un momento musical de mi carrera donde por fin pude presentarme ante mi público con mi esencia, lo que yo soy en solitario. Muy contento de tener la oportunidad con este primer álbum “Heartbreaker” de que la gente pueda, además de conocerme en cuanto al sonido que traigo también en cuanto lo que traigo en el corazón. Es un álbum cien por ciento natural, me gustó mucho contar cosas de mi vida a través de mi música.

¿Cómo viviste el proceso para presentar tu proyecto como solista?

Fue un poco diferente a lo que yo venía acostumbrado a hacer. Cuando la banda se terminó yo estaba un poco deprimido, entonces las primeras canciones que arme eran tristes. Hay una en especial que se llama “Me ahogo”, fue la primera en la que me puse a trabajar, sobre todo por la sensación que yo tuve. La banda terminó de forma muy inesperada y para mí fue como un golpe de realidad, como un choque de realidades, de estar todos los días subiéndome a un avión, dando show todos los días, todo el tiempo escuchar a la gente que te está gritando o que está cantando contigo y de la nada tener este parón.

Como que cambié de historia muy radicalmente. Para mí fue un golpe también porque no me había dado cuenta que ya había pasado mucho tiempo, fueron siete años de estar con la banda, no me había dado cuenta de que yo ya estaba más grande, que ya había pasado muchas otras cosas.

Fue un choque pero estoy muy agradecido por toda esta experiencia porque creo que de todas las experiencias aprendes, sean malas o buenas, eso también me dio el valor de poder decir que quiero hacer y a partir de ahí empecé a trabajar en mi música en solitario, en principio muy triste, poco a poco fue tomando forma.

Mi primer sencillo se llamó “The bleachers” y justo quise que fuera la primera que el público escuchara porque habla de la libertad, ser tú mismo, disfrutar tu juventud, disfrutar tu vida y sobre todo de pasar un buen rato en mi lugar favorito que es un escenario. Invitaba a la gente a venir a mi mundo, ser parte de mi historia y mi aventura.

¿Este primer álbum resultó como una catarsis para ti?

Así es. Empezó así con la canción de “Me ahogo”, también es una canción muy valiosa para mi porque me sorprende ver como mucha gente que conozco me dicen que es la canción que más les gusta; así me ha pasado en firma de autógrafos, en conciertos e incluso cuando me encuentro a fans en la calle me lo dicen.

Nunca vamos a estar completamente bien o mal porque somos seres humanos y está padre. En mi caso cuando estoy triste, a veces escucho música triste porque siento que alguien entiende, alguien me acompaña y con estas canciones creo que logré hacer ese click con el público, además de que venimos creciendo juntos y de cierta manera vivimos cosas similares.

Creo que no fui el único que se puso triste con el final de CD9, estoy seguro que mucha gente se quedó con ganas de cantar, de tener una gira de despedida, me gusto mucho poder hacer en mi show un homenaje a la banda porque yo sí quería cerrar el ciclo.

Fue una catarsis también porque agarre valor y fuerzas para empezar con mi música. Mi segundo sencillo que lancé fue “Peligro”, también es una canción que habla sobre la juventud, sobre ser libre, sobre buscar tus propias aventuras, arriesgarte para encontrar lo que corazón está buscando y después se convirtió en algo un poco más doloroso, justo me rompieron el corazón como a la mitad de la producción del álbum por eso terminó llamándose “Heartbreaker”.

¿Cómo te sentiste en tu primer concierto que tuviste como solista?

Me cayó el veinte justo cuando ya estaba saliendo al escenario, además de que es un escenario muy especial para mí porque fue justo ahí donde comenzamos con la banda, recuerdo también los nervios de ese día, creo que se multiplicaron por cien.

Soy una persona que se pone a ensayar muchísimo, soy como muy entregado a mi trabajo y estaba seguro de mi en el sentido que dije “ya tengo todo listo para dar un buen show” pero los nervios no se eliminan. De cierta manera me sentí feliz porque el trabajar en este álbum fue todo un proceso, me fui a Los Ángeles, tuve que hacer la sesiones de composición por Zoom porque seguíamos en pandemia.

Creo que en el momento que todo culminó fue en ese show, cuando salí al escenario y oí a la gente cantar mis canciones por primera vez, me llenó de muchísima energía, bastó la primera canción para que pudiera quitarme ese nervio de decir “estoy aquí y estoy solo”, también sabiendo que si me equivocaba me iban a estar viendo a mi, no había quien me ayudara.

De todo se aprende y este concierto también me dio la oportunidad para saber y sentir que la gente conectó con mi música, que hay gente que conecta con mis ideas y con mi corazón. Me gustó, ese concierto fue un homenaje a todos los corazones rotos.

¿No te dio miedo de enfrentarte a una carrera como solista?

Hubo mucha duda. Por eso creo que cuando estuvo la pandemia y el fin de la banda, era algo que se acumulaba en mí, de hecho en mi canción “Me ahogo” dice: veo en mi espejo a mi enemigo”, literalmente mi propio enemigo soy yo,

“Nunca vamos a estar completamente bien o mal porque somos seres humanos y está padre. En mi caso cuando estoy triste, a veces escucho música triste porque siento que alguien entiende, alguien me acompaña y con estas canciones creo que logré hacer ese click con el público” nuestros propios enemigos somos nosotros mismos porque al final lo que traes en la cabeza es lo que va a suceder.

Fue el mismo público el que me animó, que me dio el empujoncito, la patadita de “tienes que atreverte”. Después de algunos meses que terminó la banda recibí muchos comentarios en mis redes sociales que me ponían cosas como: “¿qué vas a hacer?”, “¿en dónde estás?”, “¿vas a actuar? queremos más música tuya”; literalmente cuando yo leí eso dije “¿por qué no atreverme?”.

Tenía miedo a un cambio que iba a llegar pero yo realmente no me había preparado porque sentía que todavía no estaba en la temporada que tenía que prepararme para ese cambio o ese momento. Dudé de lanzarme o no pero cuando empecé a hacer mi música me di cuenta que si valía la pena.

¿Qué tan similares son el Alan Navarro como

persona al artista?

Eso es algo que también me gusta mucho, en ambos ámbitos soy la misma persona. Si tenía la oportunidad de mostrar mi música tenía que mostrarme tal cual soy, desde siempre ha sido así, incluso aunque me conocieran en CD9 con un copete de dos metros, siempre he sido muy real y he ido creciendo junto con mis fans, sé que ellos se dan cuenta y que ellos me conocen en esencia, puedo decir que siempre he sido real. El Alan Navarro que conocen hoy y que conocieron hace unos años es el mismo.

¿Cómo nació en ti el gusto por la música?

La verdad es que desde niño la música siempre invadió mi mundo, era algo que me hacía sentir muy tranquilo, me hacía feliz, que me encantaba hacer también, yo me ponía enfrente del espejo de mi mamá con el cepillo a cantar y a hacer conciertos. Desde muy niño tenía todas estas cualidades, eso fue lo que siempre tuve en la cabeza y creo que lo manifesté, en el transcurso de venir creciendo fue cuando lo pude hacer realidad.

“Si tenía la oportunidad de mostrar mi música tenía que mostrarme tal cual soy, desde siempre ha sido así, incluso aunque me conocieran en CD9 con un copete de dos metros, siempre he sido muy real y he ido creciendo junto con mis fans”

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