Revista de Historia digital Número 1

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r evist adeh ist or ia.es 1 O ER M S NÚ A N I ÁG P 81

EL OCASO DE LOS DIOSES ANTIGUOS LA CIENCIA EN LA ESPAÑA IM PERIAL AL-M UTAM ID, REY DE SEVILLA HEREJÍAS EN LA ALTA EDAD M EDIA ROBESPIERRE Y EL TERROR JACOBINO

A B E U

A R G

S I T

EL CULTO PRIVADO EN ROM A

R PLA CAÍDA DE LOS TEM PLARIOS

EL CANON DE AVICENA - DE TROYA, LOCOONTE. DE GRECIA LA SERPIENTE - SASTRES DEL SIGLO XVI


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ISSN 2385-5312

4| La caída de los templarios 59| De Troya, Laocoonte. 12| El ocaso de los Dioses antiguos

20| La ciencia en la España Imperial

De Grecia, la serpiente

65| El gremio de los sastres en el siglo XVI

74| El canon de Avicena

30| Al-Mutamid, rey de Sevilla

40| Las herejías en la alta edad media

45| Robespierre y el terror jacobino

50| El culto privado en Roma

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La caída de los Tem plar ios

A pr in cipios del siglo XIV se in ició u n a per secu ción con t r a los caballer os t em plar ios qu e t er m in ó con la disolu ción de la or den , y la capt u r a y ejecu ción de var ios de su s m iem br os. El pr in cipal in st igador f u e Felipe IV de Fr an cia, ?el Her m oso?, qu e pr esion ó al Papa Clem en t e V par a qu e disolviese la or den .


La Orden del Temple La Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Salomón, también conocida come Orden del Temple, fue una de las órdenes militares más poderosas de la Edad Media. Formada en principio por nueve caballeros franceses liderados por Hugo de Payens con la intención de proteger a los peregrinos que viajaban a Tierra Santa, pronto crecieron en número de miembros hasta formar un gran ejército. Desde su aprobación en 1129 en el Concilio de Troyes la orden creció rápidamente en tamaño y poder, consiguiendo numerosas posesiones y territorio en Europa y aumentando su riqueza. El origen estaría en el rey de Jerusalén Balduino I, quien escribió a las monarquías europeas instándolas a prestar ayuda a la recién nacida orden militar. La Orden del Temple se

convirtió en la orden militar más rica de todas, comenzando una serie de prácticas mercantiles que fueron el germen de la banca moderna. Asimismo desarrollaron el comercio de reliquias, muy extendido en la Europa de la época, y que les reportó grandes beneficios. En 1170, casi cincuenta años más tarde de su fundación, poseían territorios en las regiones de las actuales España, Francia, Portugal y Reino Unido, y su riqueza era la mayor de los reinos de Europa. Algo sin duda irónico para una orden militar con el epíteto de ?pobres? en su nombre y cuyo símbolo eran dos caballeros montados en un único caballo, señal de su pobreza. El principio del fin El éxito de la orden estuvo ligado al apoyo de las autoridades civiles y eclesiásticas, por lo que su poder comenzó a decaer cuando este apoyo fue 5


retirado tras el fracaso de 2 las cruzadas. Toda la estructura europea, las numerosas tierras y posesiones así como el dinero producido por el comercio, de la Orden de los Templarios tenía como objetivo formar y mantener un ejército templario en Tierra Santa para luchar por la cristiandad. Sin embargo el destino de los templarios comenzó a decaer en 1187, tras la derrota del ejército cruzado, liderado por el rey de Jerusalén Guido de Lusignan y Reinaldo M in iat u r a de la bat alla de Cr esson . Bibliot h èqu e de Châtillon, en la batalla Nat ion ale FR. 5594 Fol. 197, Sebast ian M am er ot . Gran Maestre de la Orden de los Cuernos de Hattin. En Gérard de Ridefort. Tras esta esta batalla en la que los 2 derrota caería la ciudad de cruzados, formados Jerusalén, y el reino que principalmente por caballeros crease Godofredo de Bouillón templarios y hospitalarios de menos de un siglo antes la orden de San Juan, se quedaría disuelto. enfrentaron a las tropas del sultán de Egipto Saladino, Aunque las negociaciones de muriendo gran parte del Federico II de Hohenstaufen ejército y siendo capturado el con el sultán Al-Kamil harían 6


marco de la Cuarta Cruzada. que Jerusalén pasase de nuevo a manos cristianas en Durante la Séptima Cruzada 1229, en 1244 caería los templarios acompañaron definitivamente, por lo que los a Luis IX de Francia, templarios, junto con las otras posteriormente conocido órdenes militares más como San Luis, a su importantes como los invasión, la cual no se dirigió mencionados hospitalarios y a Tierra Santa sino a Egipto. los caballeros de la Orden El error táctico del rey y las Teutónica, pestes que tendrían que sufrieron los 3 retirarse de sus ejércitos bases en cruzados Jerusalén y condujeron a la trasladar sus derrota de cuarteles Mansura y a un generales a desastre San Juan de posterior en el Acre. Las que el propio tropas de la Luis IX cayó Orden del prisionero. Ante Temple esta situación Dos caballer os en u n caballo, sello participarían en Tem plar io. serían los posteriores templarios, que cruzadas como la Cuarta, la gozaban de gran reputación y Quinta y la Sexta, pero éstas estima entre sus enemigos, no tuvieron repercusiones quienes negociarían el prácticas en Tierra Santa o rescate del rey de Francia, y serían episodios prestarían al monarca una demenciales, como la toma y cuantiosa suma para pagar saqueo de Bizancio en el su liberación. 7


En 1291 Acre cae definitivamente ante los ejércitos del Islam, concluyendo así la presencia de los cruzados en Tierra Santa. Aun así esto no significaría el fin de la Orden. El cuartel general de los templarios sería trasladado a la isla de Chipre, comprada anteriormente a Ricardo Corazón de León. Desde Chipre los templarios tratarían sin éxito de volver a introducirse en Tierra Santa para proseguir con la lucha, siendo la única de las grandes órdenes militares que trató de seguir con la lucha en Oriente. Las órdenes de los teutónicos y los hospitalarios seguirían con sus asuntos en Europa sin seguir insistiendo en la necesidad de una nueva Cruzada. El fin de las cruzadas supuso el fin del apoyo de las monarquías europeas a la causa de los templarios. El motivo es que la mentalidad

había cambiado, y los reyes de Europa ya no estaban interesados en más cruzadas que tomasen los Santos Lugares, por lo que los templarios se quedarían sin apoyos a la hora de realizar su misión, y toda su estructura carecía de sentido por haber perdido la necesidad de mantener un ejército permanente en Tierra Santa. De hecho parece que el motivo por el que Jacques de Molay, el último Gran Maestre de los templarios, se encontraba en Francia era para convencer al rey francés de iniciar una nueva cruzada. La disolución templarios

de

los

El rey Felipe IV de Francia decidió acabar con los Templarios por dos razones: por un lado, había heredado una gran deuda con la orden por el rescate de su abuelo, Luis IX, durante la Séptima Cruzada; por otro lado, el poder e influencia de la orden en Francia suponían un 8


en la cruz. Este procedimiento fue totalmente corrupto, pues los templarios, como miembros de una orden militar, debían ser El 12 de octubre de 1307 se procesados por el Derecho cumplió la orden del rey que Canónigo y establecía la no por la detención de 4 justicia los templarios ordinaria, y se y la requisa llevó a cabo de todos sus sin la bienes. De autorización esta forma el del Papa. Por último gran esto mismo maestre de la Clemente V orden, declaró e Jacques de juicio Molay, y íntegramente ciento nulo. Sin cuarenta embargo los templarios templarios más fueron habían capturados y confesado obligados a Jacqu es de M olay, lit ogr af ía a color del siglo sus crímenes, confesar XIX de Ch evau ch et . por lo que en diversos los crímenes bajo tortura. Entre posteriores procesos esta otras cosas se les acusaba confesión sería la base de las de sodomía, adorar a acusaciones. El Papa creó Baphomet y renegar de una comisión papal dirigida Cristo escupiendo y orinando obstáculo para el proyecto político del rey de una monarquía fuerte que acumulase todo el poder.

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en el Concilio General de Vienne, el 16 de octubre de 1311, la mayoría fue favorable al mantenimiento de la orden. Sin embargo Clemente V fue convencido, o más bien amenazado por parte de Felipe IV para que condenara la orden. Indeciso, el Papa decidió una solución intermedia: decretó la disolución, y no la condenación, de la orden y por un decreto apostólico y no una sentencia penal. Así, por la bula Vox clamantis del Litografía a color de la ejecución de Jacqu es de 22 de marzo de 1312, la M olay. Alber t Gallat in M ack ey (1807?1881) orden quedaba disuelta, ?History of Freemasonry?). y sus bienes pasaron al por él mismo para decidir el poder civil del país en el que destino de la orden. La se encontrasen y a los comisión llegó a la conclusión caballeros hospitalarios. de que, aunque los individuos La maldición del Último eran culpables, la orden no lo Maestre era al no poder demostrarse que profesara una doctrina El Papa Clemente se reservó herética, y por tanto no había para sí mismo la pena para que condenarla. Por lo tanto, Jacques de Molay y sus tres 5

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lugartenientes. Al haber sido declarados culpables debían anunciar públicamente su arrepentimiento para regresar a la Iglesia Católica. Para ello se instaló una plataforma frente a la Catedral de Notre-Dame para la lectura de la sentencia. Sin embargo el Gran Maestre, arrepentido por haber mostrado debilidad confesando bajo tortura, se retractó de sus declaraciones, por lo que fue acusado de herético reincidente y condenado a morir en la hoguera. Jacques de Molay, junto a Godofredo de Charnay, que también se retractó, fueron quemados en la plaza de la catedral de Notre Dame el Día de la Candelaria (18 de marzo) de 1314. Antes de morir, Jacques de Molay maldijo a Clemente V y a Felipe IV con estas palabras: ?¡Pagarás por la sangre de los inocentes, Felipe, rey blasfemo! ¡Y tú, Clemente, traidor a tu Iglesia! ¡Dios

vengará nuestra muerte, y ambos estaréis muertos antes de un año!? Y efectivamente, la maldición se cumplió. Clemente V murió el 20 de abril de 1314, apenas un mes más tarde que el Gran Maestre, mientras que Felipe IV murió por un derrame cerebral durante una caza el 29 de noviembre del mismo año. Por último el consejero de Felipe el Hermoso que había dirigido el proceso contra los templarios, Guillermo de Nogaret, moriría al ser envenenado también el año 1314. Autor: Jesús Sahuquillo Olivares

Bibliografía: LÓPEZ, Santiago. 2008. Historia y tragedia de los templarios. Sevilla, Extramuros. BARBER, Malcom. 2008. El juicio de los templarios. Madrid, Complutense. 11


El Ocaso de los Dioses an t igu os

Las Cu evas-San t u ar io ibĂŠr icas an t e la llegada de Rom a.


Corre el siglo II a.C. El final de la Segunda Guerra Púnica (218-201 a.C.), además de estar marcando el declive de Cartago frente a Roma, esta determinando el inicio del paulatino proceso de romanización de los pueblos iberos en la Península. Este imparable proceso ira poco a poco trasformando las estructuras sociales del mundo ibérico, pero también sus esquemas mentales. Lo que incluye su faceta quizás mas personal, como es el mundo de las ideas, sus dioses y esquemas religiosos. Poco se sabe de la religio ibérica (Moneo, 2003). Conocemos alguno de los nombres de sus deidades mas importantes como Endovelicus o Ataecina vinculadas especialmente al suroeste peninsular. Por haber hallado advocaciones a estos en los restos epigráficos localizados en algunas aras del área

mencionada. Así como la mas que probable presencia en este desconocido panteón, de una gran deidad femenina vinculada a los ciclos naturales, que los historiadores venimos denominando con carácter general como Gran Diosa Madre. Conocemos también la practica habitual de inclusión en las zonas cercanas a los poblados de santuarios urbanos. Pero de las múltiples facetas cultuales del mundo ibérico quizás la mas desconocida sean las cuevas santuario. Estos loca sacra libera conviven con los santuarios urbanos. Constatando su uso desde el s. VI a.C. hasta su desaparición con la paulatina romanización que conlleva la monumentalización de los espacios sagrados circa en s.I a.C. Se trata de especialmente

cuevas y abrigos 13


naturales inhabilitados a priori para su uso habitacional en los que la cantidad y/o calidad de los materiales nos revela

barrancos. Normalmente con un solo punto de entrada. Constituyen hitos referenciales en el paisaje.

un uso cultual de los mismos. Especialmente conocido es el santuario rupestre de la Cueva de la Lobera (Castellar de Santiesteban, Jaén) donde desde la década de los años 50 del siglo pasado se vienen localizando múltiples exvotos antropomorfos realizados generalmente en bronce. Estos santuarios rupestres presentan una serie de características comunes: Están situados en enclaves de difícil acceso, comúnmente sobre

Vinculados a las rutas de comunicación. Contienen o están relacionados con afloramientos de agua, presentando a menudo piletas naturales o modificadas donde se recoge esta. Y muestran en su espacio una gran cantidad de cerámica fragmentada, así como ofrendas de diversa índole. Nuestros estudios nos llevan a la conclusión de que estamos ante una de las muestras de religiosidad mas antigua del mundo íbero. 14


Probablemente recogiendo esquemas previos fenicio-púnicos, pero que hundiría sus raíces en manifestaciones mágico-religiosas prehistóricas.

situado sobre un gran cortado, en el paraje conocido como Salchite.

Presentamos una brevísima aproximación a la comprensión de estos espacios sagrados poco

Su excavación además de valiosas informaciones objeto de futuras publicaciones, nos reveló un primer dato de extrema importancia; su exacta cronología. El yacimiento conocido desde la década de los 70 (Lillo, 1981)

conocidos. A raíz de los resultados obtenidos de la primera excavación arqueológica de uno de estos santuarios rupestres, La Nariz (Moratalla, Murcia). Ubicada en una posición de privilegio, dominando el extenso valle de San Juan a sus pies. Se trata de un gran abrigo con una morfología marcadamente antropomorfa,

nunca había sido intervenido arqueológicamente, posiblemente por la dificultad de su excavación que tuvimos que realizar sujetos mediante útiles de escalada. La cronología que aportaron sus materiales revelaron un abanico del s. IV a.C. al primer cuarto del s. I a.C. Con un uso pleno en el s.II a.C. El ejemplo paradigmático al que 15


aludíamos en líneas anteriores de La Lobera se enclava grosso modo del VI al IV a.C. Por lo que podíamos atender a la lectura de los últimos usos cultuales de estas cuevas propiamente ibéricas antes de su desaparición con la progresiva asimilación de

los cultos romanos. Nuestra lectura nos revela de forma muy general que el santuario rupestre de La Nariz se constituye como un santuario extraurbano, alejado una media de 20 km. de los enclaves ibéricos que lo rodean El Macalón (Nérpio,

Albacete) y Molinicos (Moratalla, Murcia). Prácticamente equidistante de estos y en el paso natural que constituiría la vía de comunicación entre las zonas de influencia de ambos. A el según la cantidad de materiales acudirán las gentes en lo que constituiría

una versión de las actuales romerías. Posiblemente en días determinados según nuestros estudios por los ciclos naturales. En la cavidad se procedía al culto que incluye libaciones de las aguas de la cueva así como comidas comunales, 16


transcurridas las cuales se llevaba a cabo la destrucción intencional de la cerámica utilizada. El ritual o uso cultual del santuario incluía, así mismo la colocación de ofrendas. En este siglo II a.C. carácter de estas cambiado respecto a característicos exvotos siglos anteriores. Ahora

el ha los de las

ofrendas presentan un carácter mas simple y personal. Estando integradas por pequeños objetos de adorno, algunos de carácter perecedero y especialmente importante según nuestra lectura; objetos cotidianos de carácter femenino. Con este sentido femenino entendemos a la anónima deidad con la podría estar 17


vinculado el santuario rupestre. La extraordinaria iconografía del fragmento cerámico 28-110-0-1 proveniente de La Nariz y conocido como la ?Diosa de Salchite?. Esta haciendo referencia a una Potnia Theron o ?Señora de los Animales?. Nuestra interpretación apunta que en este s. II a.C. el pueblo íbero que utilizaba el

santuario representaba a su deidad asumiendo en ella características importadas del mundo fenicio-púnico como puede ser el carácter alado de la representación o la presencia de la conífera y su carácter inmortal. En referencia a los ciclos de muerte y renacimiento natural, que también detectamos en el hecho de que la deidad parezca surgir 18


o elevarse sobre las llamas del morillo que aparece a sus pies. Atributos heredados de Tanit-Astarté. Pero también características de la Artemis Efesia traída por los Focenses como muestra el contexto iconográfico de la diosa con los brazos abiertos rodeada por el mundo animal y flanqueada por columnas. La ausencia de material en el santuario rupestre de La Nariz, posterior al primer cuarto del s. I a.C. nos indica que su uso desaparece en este momento. El proceso de romanización del pueblo íbero ya es imparable. Los antiguos dioses y cultos comienzan a diluirse en las brumas del tiempo, asimilados por las nuevas deidades que acompañan a las legiones romanas.

Autor: José Ángel Ocharan

Bibliografía:

Moneo, T. (2003): Religio Iberica. Santuarios, ritos y divinidades (siglos VII-I a.C), Bibliotheca Praehistorica Hispana, Real Academia de la Historia, Madrid. Lillo Carpio, P. A. (1981): El poblamiento ibérico en Murcia, Universidad de Murcia, Academia Alfonso X El Sabio,

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La cien cia en la Españ a Im per ial

La Españ a im per ial t am bién er a cien t íf ica


Cuando se piensa en el siglo XVI español sistemáticamente surgen como una serie de mantras varios nombres: Carlos I, Felipe II, Hernán Cortes, Francisco Pizarro o el Duque de Alba. La historiografía ha descuidado y condenado al olvido a figuras como Lope de Aguirre, Gonzalo Guerrero o Julián Romero, todos ellos con vidas fascinantes. Si esto pasa con el ámbito político-militar, el más tratado, el panorama de la historia de la ciencia en España es desolador. ?Que inventen ellos? decía Miguel Unamuno haciéndose eco de la creencia popular de que España y ciencia no pueden ir de la mano. Durante el siglo XVI la Monarquía Hispánica no dudó en aprovechar el talento de numerosas personalidades, tanto nacionales como extranjeras. Para ello, contó con el apoyo de centros de formación

como las universidades, para el suministro de personal técnico, o la Casa de Contratación de Sevilla en la que además de las preceptivas labores comerciales también se impartía formación en materias como la cosmografía. Felipe II ordenó la creación de una academia de matemáticas en Madrid. Toda una serie de figuras descollaron en este incipiente panorama científico. La centuria puede considerarse como un periodo de inflexión en el que si bien los avances logrados por los científicos españoles apuntaban a la Revolución Científica las circunstancias políticas y religiosas del momento impidieron que terminara por materializarse en el siglo XVII. Ayanz, el Da Vinci español Una de las figuras más innovadoras y originales de la época fue la de Jerónimo de Ayanz (1553-1613), quien 21


cultivó el campo de la pintura, la música o la ingeniería. Sus primeras invenciones fueron respuestas a problemas que se encontró durante el ejercicio de su puesto como administrador general de las minas del reino. Entre estos destacaban dos: la contaminación del aire y la inundación de las galerías. Para resolverlos creó un artilugio que filtraba el aire viciado y que demostraba de manera práctica el principio de la presión atmosférica. Años después ideó una máquina que mediante el bombeo de vapor permitía desaguar las galerías. Ayanz obtuvo el privilegio de invención de esta proto máquina de vapor en 1606. Años más tarde se atrevió a probar ante el rey Felipe III un traje de buceo. Con ayuda de uno de los locales, que se sumergió en el Pisuerga, demostró que su traje permitía estar varias horas bajo las aguas. El tejido

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protegía de la hipotermia mientras que el aire era suministrado a partir de tubos. En total se le reconocen cuarenta y ocho privilegios de invención. Los ingenios de Turriano La enorme extensión del Imperio Español le permitió aprovecharse del talento de científicos de diversas zonas bajo su dominio. Este es el caso del cremonés Juanelo Turriano (1501-1585). Su padre fue un relojero del que 22


aprendió el oficio. Poco a poco fue instruyéndose y colaborando con las autoridades del Milanesado para mejorar las fortificaciones y caminos de la región. El mayor impulso de su carrera lo tuvo cuando Carlos V le encargó la realización de ?Cristalino?, un reloj capaz de indicar donde se hallaban los astros con objeto de interpretaciones astronómicas. Ya en el reinado de Felipe II fue nombrado matemático mayor. En 1565 alumbró su obra más famosa, una máquina hidráulica capaz de subir el agua desde el río Tajo hasta la ciudad de Toledo situada 100 metros por encima del cauce. El mecanismo constaba de una serie de brazos de madera que se pasaban el agua de unos a otros

con la fuerza necesaria para salvar el escollo de la altura. Se calcula que funcionó aproximadamente hasta 1640, cuando su reparación fue imposible porque ninguno de los ingenieros de la época comprendía su funcionamiento. Fue llamado por Gregorio XIII para participar en la reforma del calendario. El cremonés también realizó obras de regadío y de presas y está

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considerado como el creador de los primeros autómatas de madera en España. Redactó varios tratados militares y pasó el final de su vida sumido en la indigencia. Blasco de Garay: una figura muy debatida Blasco de Garay (1500-1552) fue un marino e inventor cuyo ingenio más conocido es algo que, muy posiblemente, nunca inventó: un barco de vapor. Sus trabajos quedaron en el olvido hasta que fueron rescatados en el siglo XIX gracias a una carta en la que el archivero de Simancas le comunicaba al conocido historiador Fernández Navarrete que Garay probó con éxito un barco capaz de ?navegar en calma sin velas ni remos?. La clave del dilema se encuentra ahí. Influidos por la Revolución Industrial surgieron rápidamente dos bandos: uno español que defendía que se trataba de un barco de vapor y otro francés que lo desmentía. La opinión

más aceptada a día de hoy es que no hubo barco de vapor, si no que el invento constaba de unas palas giratorias que mediante la fuerza manual de los hombres activaban unas ruedas similares a la de los barcos que navegaban por el Mississippi a comienzos del siglo XX. Es posible que Garay tuviera en mente las potenciales aplicaciones de la fuerza del vapor en la navegación pero más utópico pensar que llegó a aplicarlas, al menos para acelerar la velocidad de los viajes. Sí

consta, sin embargo, que empleó una máquina de vapor capaz de destilar el 24


agua salada en alta mar. Al igual que Jerónimo de Ayanz también experimentó con utensilios de buceo. Jerónimo Muñoz: desmontando el cosmos Jerónimo Muñoz (1520-1591) fue matemático, astrónomo y hebraísta. Ocupó las cátedras

de las tres disciplinas aunque sobresalió en la segunda. En el siglo XVI comenzó a ponerse en duda la cosmología aristotélica basada en las esferas

celestes. Según esta teoría el universo estaba dividido en dos partes: el mundo supralunar y el sublunar, el que afectaba a la tierra. Explicaba el movimiento celestial por el movimiento de las esferas, que funcionaban como una especie de motor universal. El cristianismo adoptó y adaptó esta cosmología añadiéndole un aporte: la primera esfera, llamada Empíreo, sería la propia de Dios desde la cual dotaba del movimiento a las demás. La divinidad adoptaba así el papel del Primer Motor. Jerónimo Muñoz va a revisar todas estas teorías que, junto a las de Ptolomeo, habían marcado la astronomía medieval. A partir de la observación de un cometa en 1572 se va a dedicar a comentar y criticar aquellas ideas basadas en un cielo estático e incorruptible. También realizó tratados cosmográficos y estudió las aplicaciones de la 25


trigonometría al cálculo. Grandes medicina

avances

en

Uno de los científicos más conocidos de esta época es Miguel Servet (1509-1553) debido tanto a la repercusión de su descubrimiento como a su trágico final. Nacido probablemente en Tudela (Navarra) su carrera comenzó cuando fray Juan de Quintana le acepta como pupilo. Tras una estancia en Francia para estudiar derecho entró en contacto con núcleos protestantes con los que mantuvo una relación difícil y tormentosa. Servet buscaba el conocimiento de Dios y para él era posible alcanzarlo mediante la investigación del mundo sensible, de lo empírico, razón por la cual comenzó sus trabajos. Mediante un complejo razonamiento, siguiendo la teoría judía de que el alma está en la sangre, dedujo que el objeto de la respiración es purificar a ambas. Interesado,

pues, en conocer como circulan la sangre y el alma por el cuerpo descubrió mediante la disección de cadáveres que, contrariamente a lo que afirmaba Galeno, en el corazón no existían poros

que comunicasen los ventrículos. El español concluyó que el plasma sanguíneo parte del ventrículo derecho a los pulmones volviendo al izquierdo una vez purificada, 26


lo que se conoce como circulación pulmonar. Este hallazgo lo publicó en La restitución del cristianismo, tratado teológico que correspondía a la visión panteísta de Servet. En 1553 fue encarcelado en Ginebra, juzgado y quemado por herejía. Otro ejemplo en este campo fue el de Pedro Dolese (1460-1531). Hijo de un mallorquín pero nacido en Italia, tuvo una formación académica en los principales centros culturales de la Europa renacentista, como Pisa. Fue un reputado médico cuya mayor aportación al mundo intelectual lo realizaría de forma póstuma debido a la férrea vigilancia de la Inquisición. Fue con la publicación en 1536 de su Summa totius philosophiae et medicinae en el que recupera a Heráclito y realiza una defensa de la constitución de los elementos por átomos. Así mismo también proclama

la incorruptibilidad de dichos elementos. Está considerado como el primer atomista español. Para finalizar hay que nombrar a Francisco Vallés (1524-1592), médico de cámara de Felipe II. Publicó dieciocho obras sobre el mundo de la medicina, desde críticas a doctores de la Antigüedad, entre los que sobresalen Galeno e Hipócrates, hasta obras sobre el uso de plantas medicinales. Organizó junto a Ambrosio de Morales y Benito Arias Montano la biblioteca del Escorial y redactó algunas normativas sobre los pesos y las medidas farmacéuticas. También estuvo muy interesado en la reflexión filosófica. Rodrigo Zamorano: el arte de navegar Rodrigo Zamorano (1550-1620) fue matemático, piloto mayor, cosmógrafo y astrólogo. Fue Catedrático de Cosmografía y del arte de navegar en la Casa de la 27


Contratación de Sevilla desde 1575. Tradujo al castellano seis libros de la geometría de Euclides y escribió el Compendio del arte de navegar. Su obra cumbre fue la Cronología y Repertorio de la razón de los tiempos, tratado enciclopédico sobre cosmografía y astrología. Juan de Celaya Calculatores

y

los

Juan de Celaya (1490-1558). Hijo de un veterano de la Guerra de Granada, estudió en la Universidad de Valencia, de la que llegaría a ser rector. Miembro de los Calculatores, escuela científica vital para la renovación de la matemática y física medieval. Esta escuela superó el predominio de las anteriores corrientes muy supeditadas a la figura de Aristóteles, cuya explicación del movimiento debido a una causa externa criticó. Celaya realizó ensayos sobre cinemática y lógica. Fue un intelectual

bastante reconocido a nivel internacional llegando a dar clases en el Colegio de Santa Bárbara de París. El final de una era Toda esta corriente del siglo XVI que germinó en avances importantes se detuvo abruptamente en el siguiente siglo. Varias teorías han tratado de explicar las causas: En primer lugar la situación político-religiosa de la España de la Contrarreforma. Temerosos de que en España se extendiera el protestantismo los monarcas cerraron las fronteras. Se prohibió a los estudiantes y profesores viajar a Europa y, por tanto, estos no pudieron interactuar con sus colegas europeos y seguir las nuevas corrientes. A la hora de la investigación cualquier avance sospechoso de ir contra la doctrina católica era férreamente vigilado por la Inquisición y podía concluir en procesos inquisitoriales. El grupo de los 28


Novatores, científicos e intelectuales del siglo XVII, tenía plena conciencia del atraso de España pero fue minoritario y sin excesiva difusión temiendo represalias inquisitoriales. Además, al no formar un grupo coherente y estable sus tareas no se concentraban hacia ningún objetivo en concreto. La mayoría de trabajos de los investigadores de anteriores centurias acabaron acumulando polvo en archivos cerrados al público sin que los nuevos intelectuales pudieran proseguir con sus trabajos. El pesimismo antropológico de España acabó minimizando estos avances de la época, que pasó a ser identificada con el hambre, la miseria y el fanatismo católico, mientras en el exterior quedaron difuminados por la Leyenda Negra. Los avances se perdieron generándose una perspectiva que ve a España como un país de poca

ciencia. Gracias al trabajo reciente de historiadores, poco a poco van sabiéndose más cosas de las facetas ocultas de la España de los Siglos de Oro. Autor: Jorge Hijosa Nieto

Bibliografía: Fabiani, V. L. (1995). La cultura científica y técnica en la España de los siglos XVI y XVII. Bulletin Hispanique, (233-259). Bustamante, Jesús. (2000). Universidad y humanismo científico. En A. Lafuente, J. Pimentel, T. Saraiva, & N. Valverde, Momentos y lugares de la ciencia española, siglos XVI-XX (págs. 5-18). Esteban, M. (2000). Ciencia imperial: casa de contratación, El Escorial, El Alcázar. En A. Lafuente, J. Pimentel, T. Saraiva, & N. Valverde, Momentos y lugares de la ciencia española, siglos XVI-XX (págs. 19-32).

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Al-M u t am id, r ey de Sevilla

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El palacio de Las m il y u n a n och es y la ciu dad opr im ida.


El independentismo iba en los genes andalusíes, y a partir de 1009 surgió una gran oportunidad. Tras la muerte de Almanzor, que había gobernado con puño de hierro en Al Ándalus y había machacado a los cristianos sin piedad, el califato de Córdoba entró en decadencia y su poder se fue diluyendo. Ocasión única que aprovechó una de las familias aristocráticas sevillanas, los Banu Abbad o abadíes, que habían ido acumulando poder e influencia en Isbiliya. Entonces dieron el paso definitivo y tomaron las riendas tanto de la ciudad como de un extenso territorio adscrito a ella.

los mini-estados surgidos se dedicaron a crear sus propias cortes, pequeñas pero opulentas, y a enfrentarse permanentemente unos con otros, en un proceso en el que los peces chicos iban siendo devorados por los grandes, las taifas poderosas, como la de Sevilla, se anexionaban sus vecinos más débiles. A los abadíes no les fue demasiado mal en este sentido, porque su expansión fue descomunal, llegando a abarcar gran parte de la actual Andalucía, Murcia y el sur de Portugal, convirtiéndose en toda una superpotencia dentro del universo taifa.

No fueron los únicos que se desgajaron del poder central, porque lo que se vivió a lo largo del siglo XI fue la fitna, la división de Al-Ándalus, que durante este período estuvo fragmentado en los conocidos como Reinos de Taifas. En este nuevo modelo

Pero hubo otras consecuencias en esta fragmentación. Tanto enfrentamiento de unos con otros sólo sirvió para que el equilibrio peninsular se desplazara hacia los reinos del norte. Los tiempos en los que los cristianos vivían 31


atemorizados pensando a quién le iba a tocar ser arrasado por Almanzor quedaron atrás, y ahora eran ellos los que daban miedo a sus vecinos del sur. En estos años comenzaron a comer terreno, produciéndose, por ejemplo, la toma de Toledo en el 1085. Los conflictos fueron continuos, y si no avanzaron más fue porque recibían las parias, unos tributos que les hacían pagar a los acaudalados reinos andalusíes, a cambio de su supuesta protección. Una protección que en realidad era contra ellos mismos. A pesar de tanta guerra de todos con todos y de los tributos abusivos, este período se puede considerar uno de los mejores momentos de la cultura andalusí, e hispánica en general. Ese afán tan humano, y especialmente ibérico, de mirar al vecino y desear tener lo mismo pero mejor y más grande, ya sea

un aeropuerto, una estación de AVE o, en el caso andalusí, un gran poeta a su servicio, hizo que estos reyezuelos lucharan por atraer a los mejores literatos y eruditos, fomentaran la música, la poesía, la astronomía o la filosofía, todo por tener una corte lo más exquisita y refinada. A veces hay buenos tiempos para la lírica. En este sentido, los abadíes fueron el ejemplo más claro, y la palma se la lleva el célebre Al-Mutamid, el conocido Rey-Poeta sevillano cuya historia está escrita a base de anécdotas, poemas, romance y épica, en un terreno intermedio entre la historia y la leyenda que recuerda demasiado a Las mil y una noches. Lo que siempre se destaca de él es que atrajo a su corte a grandes poetas de Al-Ándalus y de otros lugares del mundo, y que además él mismo fue un poeta destacado, pudiendo 32


considerársele de los mejores de su tiempo. De hecho, su propia vida parece escrita por un poeta, todo con ese punto de empalague tan característico tanto de la poesía y como de la repostería árabes. Ahí está

un verso brotó de sus labios súbitamente embelesado por las aguas del río: El viento tejiendo lorigas en el agua. Lo que quería era que su alma gemela, Ben Ammar, completase el poema con otro brillante verso. Pero Ben

Din ar de or o em it ido por al-M u 't adid, r ey t aif a de Sevilla, en A.H. 438 (1045/ 1046 de la er a com ú n ). Pr esen t a u n a gr iet a de acu ñ ación .

el archicitado encuentro de Al-Mutamid con Itimad, su amante y esposa: Se supone que el monarca iba paseando por la orilla del Guadalquivir con su inseparable amigo Ben Ammar cuando, de repente, como suele sucederles a los reyes-poeta,

8 Ammar debía estar pensando ?vaya tela, ya se me ha vuelto a poner lírico?, y no supo estar a la altura de tan bucólico paseo. Se dice que aunque la situación tenía todas las papeletas para convertirse en un momento más bien incómodo, resulta 33


que aquel reino estaba tan lleno de poesía que Rumaykiya, una esclava, por supuesto bellísima, que lavaba la ropa por allí, se atrevió a decir: ¡Qué coraza si se helaran! Y nada, poema completado y flechazo total. Al-Mutamid la sacó de la esclavitud, se la llevó a su palacio y la convirtió en su esposa, llamándola Itimad y fueron felices y comieron perdices. Preciosa historia de la que no tenemos por qué dudar que sea cierta. Aunque el hecho de que esta u otras muchas anécdotas relativas a este personaje las recojan casi cualquier texto que haga referencia a la Sevilla musulmana tampoco es indicativo de que lo sean. Lo que no suelen explicar la mayor parte de los textos que cuentan estas historietas es que la corte de Al-Mutamid era muy opulenta, sus versos preciosos e Itimad bellísima, pero su pueblo era pobre y

miserable, frito a impuestos como lo tenían, precisamente para mantener esa opulencia, pagar las constantes guerras contra las demás taifas y darle dinero a los cristianos para que no los invadieran. Porque estos reinos eran culturalmente esplendorosos, pero militarmente no tanto. O para ser más preciso, su falta de medios les impedía tener ejércitos lo suficientemente potentes, a pesar de la destreza guerrera de los abadíes, especialmente Al-Mutamid y su padre, Al-Mutadid, espectaculares estrategas que no sólo construyeron un imperio taifa, sino que mantuvieron a ralla a los cristianos con sus juegos de batallas y alianzas. Uno de los rivales permanentes del rey sevillano fue el rey castellano-leonés Alfonso VI, el que había conquistado Toledo, y con el que lo unía una relación compleja. Sevilla era reino tributario de León, lo que 34


obligaba a la taifa a pagar las parias, un impuesto, pero a cambio conllevaba una obligación de protección por parte de Alfonso VI. Aunque esto no evitaba que se produjeran enfrentamientos esporádicos, bien fuera por

célebres de este rey, que en este caso parece sacada del Séptimo sello de Bergman, versión andalusí. Resulta que el ejército cristiano de Alfonso VI llegó a las puertas de Sevilla amenazando con invadirla. Ben Ammar, en calidad de hábil diplomático 9 enviado por Al-Mutamid, se reunió con Alfonso VI para resolver la situación. El visir venía con un ajedrez bajo el brazo para obsequiárselo al monarca leonés, que al los complejos juegos de Tu m ba de Al-M u t am id parecer estaba completamente alianzas entre reinos, o por enganchado a este juego. el simple deseo de los Aprovechando esta conocida cristianos de exprimir un poco debilidad del cristiano, le más a los ricos pero débiles propuso jugarse la suerte de reinos musulmanes. Durante Sevilla con una partida. Si una de estas no demasiado Ben Ammar ganaba, los sutiles extorsiones se produjo cristianos no atacarían la otra de las anécdotas 35


ciudad y los musulmanes pagarían el tributo doblado, si Alfonso VI ganaba, era libre de atacar y saquear todo el rato que quisiera. Alfonso VI entró al trapo y perdió, con lo que Sevilla se salvó. Probablemente las negociaciones entre Ben Ammar y el rey no implicaron el azar de la forma en la que recoge esta historia. Pero aunque aquí el verdaderamente hábil fue Alfonso, que se llevó sus tributos sin tener que entrar en batalla, para la posteridad lo que parece quedar es la elegante y sofisticada diplomacia abadí. En cualquier caso, lo que refleja esta anécdota sí parece ser fidedigno. La capacidad diplomática y estratega de Al-Mutamid fue lo que le permitió liderar con éxito la fulgurante expansión

de la taifa que gobernaba su familia en una épica huida hacia adelante.

Aunque no todo fue poesía y elegante diplomacia con Al-Mutamid. También fue tan despiadado como el que más y acabó matando a uno de 36


sus propios hijos o a su otrora mano derecha, y para algunos también amante, Ben Ammar, que tras revelarse intentó crear su

propio reino en Murcia. Fracasó en su intento y fue ejecutado sin contemplaciones. O una de las mejores historias, la que cuenta cómo el rey Est at u a ecu est r e del Cid Cam peador en el Balboa consiguió azuzar al Cid Par k , San Diego Campeador. Resulta que el mismísimo Rodrigo Díaz de Vivar, aunque cuando aún no se había hecho muy famoso, acudió por orden de Alfonso VI a Sevilla a cobrar, de nuevo, las parias. Mientras estaba en la ciudad se produjo el ataque de un ejército combinado de granadinos y castellanos. A Al-Mutamid le pareció que, ya que estaba pagando a la fuerza por un supuesto servicio de protección, ¿qué menos que usarlo? Se ve que El Cid no supo decir que no, así que allá que fue a enfrentarse a los granadinos y a sus 37


propios compatriotas, a los que derrotó y, obviamente, humilló. Este extraño acontecimiento, entre lo heroico y lo traidor, supuestamente es el primer episodio de la larga y mítica historia de uno de los mercenarios más famosos de la historia, y puede ser el motivo de su apodo, ?Cid? (por sidi, señor en árabe), con el que lo recibieron en Sevilla cuando volvió de su victoriosa refriega. El caso es que aunque la anécdota se recuerda, no muchos la vinculan con Sevilla. En los años 20, el poderoso Archer Milton Huntington, el rico mecenas que fundó la Hispanic Society de Nueva York, no sólo se llevó obras de arte a Estados Unidos, sino que también dejó un estupendo monumento ecuestre en Sevilla, en el Prado de San Sebastián, para recordar aquella vez en la que Al-Mutamid consiguió que sus parias sirvieran para

algo más que enriquecer al monarca cristiano de turno. Todas estas, y otras muchas historietas, lo que expresan es un momento de esplendor en la decadencia. Los abadíes sevillanos, tanto Al-Mutamid como su menos famoso padre Al-Mutadid, fueron el canto de cisne de un Al-Ándalus que había estado controlado por la aristocracia de origen árabe (yemení en el caso abadí), y que ahora, en las postrimerías del siglo XI, estaba dejando paso a las etnias beréberes. Y lo hicieron quemando las naves para no retornar, y dejando la una explosión literaria y cultural sin precedentes en la Europa medieval, salvo la propia Córdoba califal, y dejándolo todo dispuesto para que, tras la conquista cristiana de Toledo, gran parte de lo logrado se difundiera a Europa para alimentar próximos renacimientos. Con los reinos 38


de Taifas desapareció una forma de vida, ese casi fabuloso Al-Ándalus en el que el Islam no era óbice para una vida exuberante tanto en lo puramente hedonista como en lo intelectual, y siempre haciendo referencia a las clases pudientes y no al resto de la sociedad. El recuerdo de esta época suscitará nostalgias edulcoradas y sin matices en siglos venideros que se alimentan de un esplendor auténtico que dejó paso a otro Islam muy diferente, rigorista y estricto, procedente del norte de África y que dejó mucho menos espacio para la cultura y la poesía. Es cierto que el enfrentamiento con las familias beréberes venía ya de lejos, pero fue cuando Al-Mutamid, desesperado por la permanente superioridad militar cristiana, tuvo la genial idea de pedir ayuda a los potentes y disciplinados ejércitos norteafricanos de

monjes soldados, los almorávides, cuyo imperio ya se venía extendiendo por el Magreb, que se produjo la desestabilización final que conllevó el ocaso de su reino y su exilio africano. Desde el allí, el rey poeta, como un Antonio Machado de otros tiempos, sólo pudo escribir nostálgicas poesías sobre su tierra. Eso sí, dicen que los sevillanos no opusieron ninguna resistencia a la llegada de los nuevos ocupantes. Parece que consideraron que peor era difícil estar. Autor: José María Maesa

Bibliografía: La Sevilla islámica. Jacinto Bosch Vilá. Historia Ándalus. Ferrín. B

General de Al Emilio González

39


Las h er ejías en la alt a edad m edia

El t ér m in o h er ejía se def in e en n u est r os días com o er r or en m at er ia de f e sin em bar go en u n pr in cipio est e con cept o se u t ilizaba par a h acer r ef er en cia a u n a var iedad de in t er pr et ación den t r o del m en saje pr opor cion ado por Cr ist o.


Es Ireneo de León quien le da una connotación negativa al vincularlo con errores doctrinales, así la herejía queda asentada como antítesis de la ortodoxia. Es precisamente en el contexto marcado por el debate entre la ortodoxia y la heterodoxia donde surgen las herejías. Se vinculan fundamentalmente a los pueblos bárbaros y a que estos se habían formado al margen de la educación romana y por ello son más propensos a abrazar este tipo de creencias. Si es cierto que toda religión es susceptible de albergar en su seno diversas corrientes filosóficas, bandos o parcialidades. Todos estos debates internos desembocan en el triunfo de un cuerpo de doctrina dotado de cierta homogeneidad llamado ortodoxia. Sin embargo, en contraposición a ello surgen diversas variaciones que han

intentado resquebrajar al cristianismo desde fechas tempranas. La primera herejía que surge en la alta edad media es el maníqueismo. Muchos autores plantean que realmente no estamos ante una forma herética del cristianismo sino ante una religión anterior. Fundada por Maniqueo, su nacimiento se vincula a la zona de Irán en torno al siglo III a.C se difunde por la zona de Siria donde entra en contacto con el cristianismo primitivo. La persecución de la misma vino de la mano de Diocleciano aunque será Valentino I quien tome medidas para prohibir sus reuniones. A pesar de ello, el maniqueísmo tiene especial influencia en otras herejías como el catarismo. La segunda herejía que nos encontramos es el donatismo, surge debido a la elección de un obispo de Cartagena asociado a los traditores. Ha sido 41


considerado por autores como Mitre un cisma ya que las cuestiones que lo afectan no son estrictamente dogmáticas, los donatistas concebían a la iglesia como una comunidad que no debería tener contacto con las autoridades civiles. Es en el año 313 mediante un concilio celebrado en Roma por el Papa Milcíades cuando se empieza a limitar al donatismo. Sin embargo, no se va a condenar hasta el concilio de Arles del año 314. Su influencia es tal que todavía en el año 343 en el concilio de Sárdica se discute acerca de esta herejía, de hecho ha llegado incluso a identificarse como una secta. Ya en el 411 su impronta comienza a reducirse porque se promueve un nuncio en favor de la unidad católica. A la vez que se desarrolla la disputa donatista de occidente surge la gran cuestión teológica del siglo IV: la herejía arriana. Su

promotor es Arrio, que en el año 318 empieza a difundir este movimiento. Se trata de una religión monoteísta que se basa en el lema: ?Dios es uno, eterno e increado?. Para los arrianos Dios es el único que posee la naturaleza divina y Cristo como su hijo es una criatura que no puede considerarse plenamente divina. Mediante este movimiento se propone una nueva disposición trinitaria y por ello se ha considerado una prueba para el cristianismo. La fe de Arrio acaba por adquirir un sentido étnico denominado fides germánicas. La primera condena contra el arrianismo se produce en el año 325 mediante el concilio de Nicea donde se refleja como la ideología arriana choca con la tesis de Atanasio de Alejandría. La tensión causada por el impacto de esta herejía se deben a que el movimiento puede afectar al carácter vertebrador que 41


tiene el cristianismo en el Imperio. El arrianismo más persistente se manifiesta en el pueblo visigodo sin embargo este movimiento también tiene cierta influencia en otros pueblos como los vándalos, los ostrogodos o los lombardos. A partir del siglo VI los conflictos aumentan porque se producen numerosas persecuciones a los católicos por parte de un gobernante herético. Es la lucha de poder entre Hermenegildo y Leovigildo, se llega a la conclusión de que las luchas internas de estos años generan grandes divisiones en la comunidad goda. El conflicto de los visigodos finaliza con la conversión de Recaredo en el III Concilio de Toledo en el año 589. Este concilio supone el triunfo de la ortodoxia y genera un cambio en la imagen que se ha tenido siempre del visigodo, ya que deja de ser un enemigo religioso. En el

año 381 en el concilio de Zaragoza surge una nueva controversia religiosa el priscilianismo, denominada así por el nombre de su maestro Prisciliano. Mediante este concilio se establecen ciertas prácticas y costumbres como por ejemplo que las mujeres asistan a la lectura de la biblia. En el año 385 Prisciliano es objeto de proceso y ejecutado en Tréveris por orden de Máximo. A pesar de ello, el movimiento se mantiene en Hispania hasta el siglo VI. Este movimiento tiene especial importancia porque transciende del ámbito religioso al tener especial influencia en cuestiones sociales, autores como Blázquez consideran que el fenómeno tiene una dimensión socio-económica importante. La influencia social que tiene el movimiento sobre todo en territorios como Galicia hace 43


hijo y espíritu santo y que toda carne no es obra de Dios sino de los ángeles. Estas principales controversias religiosas se convierten en disidencias que deben erradicarse mediante diferentes medios, uno de los más simples será las diferentes medidas coactivas impulsadas por las autoridades imperiales y eclesiásticas. Algunos medios dan lugar a la literatura anti-herética (concilios y actas) que puede servir como fuente Segú n Or osio, en su t ext o con t r a Pr iscilian o, para conocer las razones Communitorium de errore Priscillianistarum et por las que se condena a Origenistarum« Pr iscilian o en señ ó qu e los n om br es de los Pat r iar cas cor r espon den a las un movimiento. No todas par t es del alm a, y de m odo par alelo, los sign os las herejías dan lugar a del Zodíaco se cor r espon den con par t es del los mismos resultados, de cu er po. hecho algunas como el que se lleven a cabo medidas donatismo y el priscilianismo para limitarlo, entre ellas generan que la herejía se destaca el I concilio de Braga conciba de forma distinta. celebrado en el año 561. En él se recogen los errores que supone el movimiento: el Autora: Laura Pérez Hernández priscilianismo niega la consustancialidad del padre, 44


Robespier r e y el Ter r or Jacobin o

M axim ilian Robespier r e er a t odavía u n sen cillo est u dian t e de leyes del colegio Lou is Le Gr an d de Par ís cu an do r ecit ó u n adu lador poem a an t e los pies de Lu is XVI El m on ar ca, en las celebr acion es de su ascen so al t r on o, se en con t r ó car a a car a con el br illan t e or ador de Ar r ás. Nada podía pr esagiar en t on ces qu e ese in t r épido joven im pu lsar ía el t er r or r evolu cion ar io qu e acabar ía lleván dose por delan t e la cabeza del m on ar ca du r an t e el m om en t o álgido de la Revolu ción Fr an cesa y qu e aqu el lu gar en el qu e se en con t r ar on por vez pr im er a, t em plo de la sabidu r ía, ir on ías de la h ist or ia, acabar ía t or n án dose en cár cel del t er r or .


Cuando terminó sus estudios ejerció de abogado en su localidad natal viéndose atraído tempranamente por las nuevas ideas de progreso social que había introducido en Francia la Ilustración. Ya entonces comienza su vocación y con ocasión de las elecciones de diputados para los Estados Generales es elegido diputado del Tercer Estado por su localidad natal. Más tarde, en la Asamblea Constituyente, pronto hizo visible su carácter democrático radical y su probidad, por lo que llegaría a ser conocido como el ?incorruptible?. Poco a poco forjó su leyenda, con intervenciones llenas de apasionamiento, en las que denunciaba continuamente la deriva autoritaria de la monarquía constitucional. Gracias a ello, y a su oposición al corrupto conde de Mirabeau y a la derecha conservadora, comenzó a destacar dentro de la facción de los montañeses, la extrema izquierda, así llamada por situarse en lo más alto de la asamblea. Tras el intento de fuga al extranjero del Rey y su familia, para unirse a los

enemigos de Francia, la conocida como fuga de Varennes, por haber sido apresado en esta localidad fronteriza en junio de 1791 la monarquía quedó gravemente desprestigiada. A pesar de que la facción monárquica trató de fabricar una mentira de estado, afirmando que el monarca había sido secuestrado, finalmente, ya durante el período de vigencia de la Constitución de 1791 y la Asamblea Legislativa, la verdad no se pudo ocultar más tiempo y el pueblo, conocedor de la traición real, y presionado por los efectos de la guerra contra las potencias absolutistas, se lanzó a las calles en lo que podemos llamar la segunda revolución francesa. Fueron los Sans-culottes, el pueblo más humilde el que asaltó el palacio de las Tullerías y obligó a la familia real a refugiarse en la asamblea. Era agosto de 1792. El día 13 el rey y su familia son encarcelados en la Prisión del Temple. Unas semanas después los ejércitos formados por voluntarios vencen 46


en la Batalla de Valmy y el 21 de Septiembre, la monarquía deja de existir en Francia y es proclamada la República, que tendrá una nueva Asamblea Nacional elegida por sufragio universal (masculino): la Convención Nacional.

los Sans-culottes, instigados por los jacobinos se sublevaron contra la Convención Girondina. El 2 de junio de 1793 tras cercar la asamblea consiguen que los líderes girondinos sean detenidos y todo el poder queda en manos de los jacobinos.

En un primer momento la Convención estará dominada por los girondinos, revolucionarios moderados y burgueses que se opusieron a la ejecución del rey. Finalmente Luis Capeto será guillotinado el 21 de enero de 1793. Poco a poco los montañeses fueron adquiriendo más influencia en la asamblea. Los fracasos en la guerra, el desabastecimiento y la rebelión monárquica de La Vendeé impulsaron una radicalización de la Convención. Será entonces cuando se comience a tomar medidas cada vez más represivas: el 6 de abril se instaura el Comité de Salvación Pública que se convirtió en el órgano más poderoso del Estado, prácticamente un gobierno dentro de la Convención. Finalmente las masas populares,

Estos van a tomar medidas de extrema urgencia y van a aprobar una nueva Constitución democrática que garantizaba más derechos y libertades para los franceses pero que sin embargo nunca llegará a entrar en vigor. Entonces, una situación de peligro inminente se cierne sobre la joven república que está a punto de desintegrarse: los ejércitos extranjeros entran en Francia y, en el interior, a la rebelión anteriormente citada se suma una nueva en la Gironda. Además, Jean Paul Marat, uno de los más radicales revolucionarios es asesinado por Charlotte Corday. La situación económica no hace más que empeorar y es entonces cuando el comité es renovado accediendo Robespierre al poder el 27 de Julio, incrementando desde el 47


Retrato de Maximilien de Robespierre (1758-1794) .

primer momento las medidas represivas desde el poder ejecutivo. Robespierre instauró rápidamente una dictadura sangrienta que, de forma contradictoria a sus propias doctrinas democratistas, violaba los más elementales derechos humanos. A partir de 1794 el Gran Terror sobrecargó las cárceles y las condiciones de vida se degradaron al máximo. En la región de La Vendeé se había estado viviendo una auténtica guerra civil entre el gobierno y los campesinos monárquicos que se

saldó con la derrota de los realistas y una posterior represión que podría considerarse, a día de hoy, como un auténtico genocidio. Como ejemplo, solo en la ciudad de Nantes se produjeron miles de ahogamientos masivos. Danton y otros revolucionarios creyeron que el terror había llegado demasiado lejos y se opusieron a Robespierre. Entonces este, en aplicación de su teoría del gobierno revolucionario ( la virtud sin terror no sirve de nada) acusó a los más radicales de corrupción y a los ?indulgentes? de traición, consiguiendo mandar al cadalso a Hébert, Danton y Desmoulins. Saturno había devorado a sus hijos. Robespierre había eliminado a todos sus adversarios pero las masas le dieron la espalda. Entonces comenzó a dar síntomas de paranoia y delirios de grandeza: instauró el culto al Ser Supremo del que él mismo parecía querer ser una especie de Sumo Sacerdote. La represión fue en aumento, sobre todo a partir de la ley de 22 pradial del año II (10 48


Pr oclam ación de la com u n a de Par ís f ir m ada por Robespier r e.

de junio, 1794), que suprimía cualquier garantía procesal para el ?sospechoso?, la conocida también como ?Ley de Sospechosos?. Cuando la noticia de que el dictador traía a la Asamblea una nueva lista con sospechosos y que muchos de estos eran diputados, el miedo y el temor comenzaron a calar en las conciencias de sus señorías. Se estaba abonando el terreno para el final abrupto del régimen. Todos temían al tirano, al ?Incorruptible?, que había instaurado un régimen totalitario que las clases medias deseaban abolir cuanto antes. Robespierre

sucumbió probando su propia medicina. Un grupo de diputados comenzaron a atacarlo sin piedad y el 9 de termidor (27 de julio) junto con Saint-Just fue arrestado y enviado al patíbulo no sin antes haber recibido un disparo en la mandíbula que lo había acallado para siempre. De esta manera, pagando como precio su propia cabeza, se dio por terminada la etapa del terror revolucionario, la época del miedo, instaurándose a partir de entonces, no obstante, una etapa de dominio revolucionario moderado que ajustó cuentas mediante el ?terror blanco?, desplazando a las masas populares más enfervorizadas del poder. La revolución había sido acallada, la revolución había terminado con el triunfo de la burguesía conservadora. Autor: Luis Pueyo Bibliografía: Prieto, Fernando: La Revolución Francesa, ed. Akal VV.AA.: Así vivían durante la Revolución Francesa, ed Anaya 49


Los m u er t os: el cu lt o pr ivado en Rom a

La vida de u lt r at u m ba er a algo dif u so. Las r elacion es de los vivos y los m u er t os m an if iest as u n a cier t a descon f ian za y u n cier t o t em or .


Se honra al difunto, pero se le teme: su contacto contamina a la familia. Por ello, los ritos realizados a su culto no sólo se trata de rendir homenaje a la memoria de los muertos sino también de un mecanismo de defensa frente a la ira de los muertos. El correcto entierro de un fallecido era un deber sagrado del ciudadano romano pues un descuido en los ritos sería perjudicial no sólo para la familia sino para la comunidad, y el peor de estos pecados sería la negación de sepultura. Así pues, el culto mortuorio tiene dos vertientes: una la de honrar y otra la de apaciguar, la memoria y la precaución. Los muertos viven entre la familia. En el aniversario de su muerte se depositan sobre sus tumbas flores, alimentos y bebidas que se filtran a través del suelo y llegan a sus restos. En el calendario romano aparecen fiestas destinadas

a honrar a los difuntos. Una de las ceremonias más importantes eran las pompas fúnebres: todos los muertos de la familia desfilaban por las calles de Roma caracterizados con las insignias de las funciones que hubieran desempeñado en vida. Iban delante del féretro, y detrás de él toda la familia viviente. Éste acto, además de culto a los muertos, significaba una ostentación de la condición social de la familia. Espíritus fúnebres Los espíritus de los difuntos están tradicionalmente divididos en tres: Manes, lemures y larvas. Pero realmente esta clasificación y su significado varía según las fuentes por lo que puede depender de la tradición popular de cada lugar y época o teorías de los propios autores. Los Manes Significa

?los

buenos,

los 51


ilustres?. La palabra Manes no se refiere en concreto a ninguno de los antepasados, sino a los muertos en general, manifestando con ello la perpetuidad de la raza. Los romanos consideran las almas de los muertos como divinidades y su culto se ha de librar de elementos lúgubres. Pero estos dioses son distintos a los que se veneran en los templos y su religión se restringía al hogar familiar, por eso los sacra de cada domus tiene carácter privado. Se invoca a los manes públicamente en las fórmulas de la devotio porque se relacionan con los dioses infernales. Sin embargo, las escasas referencias a los Manes en época republicana no esclarecen el significado, ya que el término se utiliza de forma colectiva tanto para los dioses infernales (ctónicos) como para las almas de los difuntos. Pero una alma no se convierte en Manes sin más. Para convertirse en

Est ela f u n er ar ia r om an a pr oceden t e de Uxam a (Bu r go de Osm a, Sor ia), cor r espon dien t e con la in scr ipción CIL II 6338, cu yo t ext o se desar r olla com o: D(is) M (an ibu s)/ M (ar co) LICINIO NE/ POTI AN(n or u m ) L M AR/ CIANA ET NEP/ OTILA PATRI P(oser u n t ). "A los dioses M an es. A M ar co Licin io Nepot e, de 50 añ os. M ar cian a y Nepot ila la pu sier on a su padr e." ; se con ser va en el M u seo Nu m an t in o. s. II a. C.

divinidad primero debe haber un entierro adecuado, con 11 todos sus ritos En cuanto a la morada de estos espíritus, se habla de las regiones inferiores y de 52


los espacios sublunares, en donde vagan; concepto asimilado de los griegos. En cuanto al culto, se trata más de una conjura o un apaciguamiento de los espíritus irritados. Por ello se les ofrecían víctimas humanas que se sustituían por las pilae y Maniae. Cuando no se honraba debidamente a los Manes, sus quejas se reflejaban en sueños angustiosos, en enfermedades misteriosas o en manías peligrosas. Después de los funerales, se les ofrecen flores naturales, que se crían junto al sepulcro, ya que las flores simbolizan la renovación, o la imagen del gozo de la ultratumba. Los Lemures Son los espíritus de los muertos que, a veces, vuelven de la ultratumba y atormentan a las personas que aún están en vida exigiendo alguna reparación

ya sea venganza, consuelo o entierro. Se les suele confundir con los Manes, pero no son lo mismo pues los Lemures son almas que no han alcanzado la divinidad al no habérseles dado correcta sepultura o haber quedado algo pendiente de cuando estaban vivos, como no haber sido convenientemente vengados. La principal causa en la aparición de los lemures es un mal enterramiento o la ausencia de éste. En tal caso la solución reside en darles lo que necesitan. Plinio cuenta en su obra como un ánima visitaba la casa en donde su cuerpo había sido ocultado. Una vez fueron encontrados los restos y enterrados correctamente el ánima no volvió a manifestarse. Las Larvas Significa ?espectro, aparecido?. Son las almas de aquellos que en este mundo llevaron una vida desgraciada y salieron amargados de ella, 53


y por esto quieren vengarse de los hombres en general. Su acción es malvada y perjudicial y no exigen reparación alguna sino simple venganza contra el mundo. Las larvas suelen ser los espíritus atormentados de aquellos que tuvieron una muerte prematura, ya sea por asesinato, combate, suicidio, etc, además de las almas de aquellos que tuvieron una vida indigna como criminales, viciosos y demás gentes de mal vivir. Las Larvas y los Lemures, que son las almas de los soterrados, aterrorizan con visiones a los vivientes y los dejan en un estado de locura. Según Plauto, las larvas son causa principal de las enfermedades mentales. El poseído por las Larvas era tratado con lustraciones, se presentaban por él ofrendas propiciatorias, se le llevaba a dar vueltas alrededor de un templo, con antorchas de resina, azufre y víctimas

expiatorias. Ritos fúnebres Los ritos fúnebres servían para apaciguar las relaciones entre los vivos y los muertos, no sólo una cuestión familiar sino una responsabilidad ciudadana. Sacrificio de la familia funesta (Feriaes denicales) Aunque se incinere a los difuntos, siempre se entierra alguna pequeña parte del cuerpo. El heredero que descuidaba la humatio debía inmolar una cerda a la Tierra y a Ceres, celebrar fiestas fúnebres durante tres días y ofrecer anualmente en sacrificio expiatorio una porca femina. La casa y la familia quedaban impuros después de haber sido declarada oficialmente la muerte del padre de familia. Hay, pues, que purificar la casa, sus miembros y asistentes, hasta al mismo lar. La primera purificación se hace cuando se saca el 54


cuerpo del difunto. Los que han asistido al sepelio se purifican rociándose con agua lustral y pasando por un pequeño fuego, era la suffitio. La familia se purificaba celebrando una comida fúnebre, sacrificándose previamente una cerda a Ceres. El menú de la comida era siempre el mismo: huevos, apio, legumbres, habas, lentejas, sal y aves de corral. El dios lar se purificaba mediante un sacrifico en que se ofrecía un carnero. Los nueve días siguientes se consideraban como una prolongación al sepelio. La familia acudía al sepulcro, y colocaban recipientes de perfumes o pebeteros junto a la urna o sarcófago. Durante estos días no se podían vender los bienes de la herencia, y los acreedores no podían presionar a los herederos. Entre la gente rica solían hacerse donativos al pueblo o la municipio.

En el día noveno se ofrecía otro sacrificio con libaciones de leche y sangre. Se divinizaba el alma del difunto, para considerarla como divinidad protectora de la familia. Se celebraba otro banquete fúnebre y se ordenaban diversas clases de juegos. Los Lemuria Celebradas en los días 9, 11 y 13 de mayo, los Lemuria son las fiestas más antiguas que Roma celebra en honor de los difuntos. Se dice que Remo fue el primer espíritu retornado, Pedía venganza y por tanto éste rito lo establecería, según la leyenda, Rómulo para aplacarle, pero históricamente hablando los Lemuria aparecen fechados en el calendario romano más antiguo que se conserva, el Fasti Antiatis Maiores, de la época de la República, y nada se sabe de fechas anteriores. En esas noches las almas de los antepasados 55


vuelven a visitar las casas que habitaron y hay que alejarles con palabras y ritos amables, entre ellos la conjura a Tácita, personificación del silencio sepulcral. Para realizar dicho rito, el patriarca de la casa echa de su boca siete habas negras: El padre se levanta a medianoche mientras todos duermen, va con los pies descalzos, chasquea los dedos para evitar que se acerquen los fantasmas. Se lava tres veces las manos con agua de una fontana, se vuelve y toma en su boca habas negras, que luego tira tras de sí diciendo nueve veces: ?¡Yo tiro estas habas!¡Por ellas yo me rescato a mí mismo y a los míos!? Vuelve a tocar el agua, tañe un objeto de bronce e invita a la sombra a salir de la casa. La transgresión de estos ritos traían consecuencias nefastas, como relata Ovidio:

?hubo una época, mientras libraban largas guerras, en las que los romanos hicieron omisión de los días de los muertos. No quedo eso impune, pues dicen que, desde aquel mal agüero Roma se calentó con las piras de los suburbios. Apenas puedo creerlo, pues dicen que nuestros abuelos salieron de las tumbas, quejándose en el transcurso de la noche silenciosa. Dicen que una masa vacía de almas desfiguradas recorrió aullando las calles de la ciudad y los campos extensos. Después, de ese suceso, se reanudaron los honores olvidados de las tumbas, y hubo coto para los prodigios y funerales?. Estos tres días de fiesta son nefastos, como los Feralia en febrero. Los templos permanecen cerrados, y está prohibida la celebración de matrimonios. La celebración 56


de éstos días, aunque se hacía en privado, tenía un aspecto público ya que se asumía por parte de las familias como un deber ciudadano pues las consecuencias de su trangresión podían afectar no sólo a la familia sino a la comunidad en general. Los Feralia. Dies Ferales Abarcan del 13 al 21 de febrero. Durante estos días los magistrados no ostentaban sus insignias, los templos estaban cerrados, no brillaba el fuego en los altares y no se contraían matrimonios. Los ocho primeros días eran de culto privado, sólo el último era fiesta pública. Cada familia honraba a sus muertos. Se depositaban coronas sobre las tumbas, alimentos sencillos como cereales, trigo o pan mojado en vino, un poco de sal, y algunas violetas. Los muertos salen a la luz del sol y van de una parte a otra y se

regocijan con los manjares que les ofrecen. El día 22 era necesario volver a la realidad, se reunían todos los familiares vivos, y celebraban un banquete. A ese día se le llamaba Caristia, y aunque era una fiesta en la que se deleitaban los vivos, los muertos tenían su puesto de honor. Furrinalia de la diosa Furrina Se celebra el 25 de julio. Era como Mania, la madre de los Manes, y como las Laruae y los Lemures, un espíritu de la región de los fantasmas y de los muertos, que velan o atormentan a los vivos, aposentándose en sus casas. Se trata de un festival que acabó siguiéndose de forma minoritaria y oculta. Como comenta Varrón: ?mucha gente hoy en día ni siquiera conoce su nombre?. Auspicios privado

en

el

culto

Con toda probabilidad, existía 57


en Roma un gremio de augures privados. Su ritual y modo de proceder estaría calcado sobre el ritual del colegio oficial de los augures; sólo que buscarían la voluntad de los dioses para los intereses de una domus o de una familia en la que el pater era su propio magistrado. Por tanto, estos auspicios también exigían el silentium como condición esencial.

sus supersticiones. En todo caso, lo que si está claro es que los romanos creían en el más allá, de alguna u otra manera, y que, aunque sólo fuera por pragmática cautela, era deber y de buen ciudadano entre los vivos mantener sus lazos con los muertos y honrarles como merecían, o por lo menos como los propios muertos esperaban.

Conclusión No existe un singular para las palabras que definen a los espíritus, por lo que algunos historiadores piensan que realmente los romanos, en sus raíces, no contemplaban al alma de un difunto como un ser particular y que, en realidad, cuando un individuo muere su alma pasa a formar parte de un todo insustancial y etéreo; en este caso, no existiría entonces la creencia de un destino más allá de la muerte y sólo la influencia griega daría fondo y forma a

Autor: Alejandro Pradas

Bibliografía: -Teresa

Espinosa Martínez "Una aproximación a las creencias populares de los romanos: las lemurias..." Bayet, J. "La religión romana". Madrid, 1984 Guillén, J. costumbres Salamanca,

Urbs Roma. Vida y de los romanos. Sígueme, 1994

Montero, S. La religión romana antigua. Historia del mundo antiguo. Madrid, Akal, nº 46, 1990 Blog Domus Romana: "Parentalia, día de los difuntos en Roma" 58


De Tr oya, Laocoon t e. De Gr ecia, la ser pien t e

La vin cu lación en t r e m it o, h ech o h ist ór ico y r epr esen t ación ar t íst ica h a sido u n a con st an t e a lo lar go de la Hist or ia de la Hu m an idad, sobr e t odo en época Clásica o en per iodos de ?r evival?, com o el Ren acim ien t o del siglo XVI o el Neoclasicism o de f in es del s. XVIII y com ien zos del XIX.


Pese a todo ello, casi siempre conocemos los elementos de manera aislada; o conocemos el mito, o el hecho histórico, o hemos disfrutado contemplando la obra de arte. Rara vez se da el conocimiento de los tres aspectos de manera conjunta. En este sentido y a lo largo del presente artículo, se pretende partir de una representación artística, el Laocoonte y sus dos hijos, para contextualizarla a través del mito griego y concluir su explicación con el hecho histórico, también bañado de leyenda y mitología. Sólo a través del estudio y conocimiento multidisciplinar podemos llegar a entender verdaderamente lo que leemos en un libro o lo que vemos en una galería de arte. El mito del Laocoonte.

sacerdote

Es el poeta romano Virgilio (s. I a.C.) a través de su obra

Eneida quién nos explica el mito del sacerdote Laocoonte y nos contextualiza la representación artística anterior. Nos da las claves para que podamos entender la escultura y el significado de la misma. Como sostiene el autor, Laocoonte era sacerdote de Apolo en Troya. Laocoonte fue uno de los pocos críticos y contrarios a que el famoso caballo de madera se introdujera y quedara en la ciudad de Troya. Nos dice la mitología, a través de Virgilio, que mientras Laocoonte se encontraba realizando un sacrificio en honor a Poseidón, la diosa Atenea, para castigarlo, hizo surgir del mar a dos monstruosas serpientes que acabaron con la vida del sacerdote Laocoonte y con la de sus dos hijos; el primero engullido, los segundos estrangulados. La interpretación de este hecho 60


deriva de la ofensa que Laocoonte realizó al caballo divino, negándose a su entrada en la ciudad. Caballo que, introducido en la propia ciudad por los troyanos, supuso la destrucción y ruina de la misma. El hecho histórico. Origen de la guerra y el Caballo de Troya. Finalmente, queda explicar el principal factor que desencadenó la guerra entre Grecia y Troya, el porqué del caballo de madera y qué papel jugó Laocoonte en todo esto. Cronológicamente, y ampliando el espectro temporal establecido por los diversos autores, la guerra puede ser ubicada en algún momento de los siglos XIII o XII a.C. Tenemos que tener en cuenta que lo que hoy sabemos de la guerra de Troya es el fruto de la mezcla del hecho histórico, la mitología y la leyenda. Son varios los autores clásicos que recogen

el suceso, como Eratóstenes, Tucídides, Homero ?Ilíada y Odisea?, Heródoto, Virgilio ?Eneida?, etc. Aunque con profundas variaciones y numerosas hipérboles a lo largo de sus textos, todos coinciden en afirmar que el detonante del conflicto bélico fue el rapto de Helena ?esposa del rey de Esparta, Menelao? por parte del príncipe Paris ?hijo del rey de Troya Príamo?. Los autores clásicos también plantean la posibilidad de que Paris, con la ayuda de la diosa Afrodita, enamorara a Helena, por lo que no estaríamos ante un rapto sino ante una fuga voluntaria por parte de la reina de Esparta. Independientemente de ello, el hecho es que Paris consiguió que el consejo familiar troyano aceptara a Helena como su esposa y se estableciese en la ciudad, muy a pesar del rechazo popular, convencido de las graves consecuencias que 61


La entrada del caballo en Troya, pin t u r a de Giovan n i Dom en ico Tiepolo, 1773. Galer ía Nacion al de Lon dr es.

ello acarrearía. Sabio es el pueblo y las consecuencias no tardaron en llegar. Cuando Menelao, ausente de Esparta durante el rapto/huida de su mujer Helena, se enteró del suceso, congregó a una federación de

ciudades-estado griegas ?o aqueas, como se le conoce a esta agrupación en la Odisea e Ilíada? que, bajo el liderazgo de Agamenón, tendría la misión de marchar por mar sobre la ciudad de Troya para castigar el 62


atrevimiento de París y recuperar a su esposa. Sin embargo, los troyanos, guiados por Héctor, ya estaban esperándoles posicionados en la playa. Tras una primera contienda bélica, los troyanos se replegaron hacia el interior de la ciudad amurallada. Es en este momento cuando comienza el larguísimo asedio sobre Troya. Las fuentes clásicas hablan de un asedio prologando durante nueve años.

griego, llamado Sinón, convenció al resto de habitantes de que el caballo únicamente era una ofrenda griega a Atenea. El caballo acabó siendo transportado al interior de la ciudad; una ciudad que celebraba la retirada de las tropas griegas hacia le península helena, tras un largo y duro asedio; una ciudad que durmió plácidamente tras haber disfrutado de los placeres de Dioniso en una festiva noche.

Para romper el cerco y poder entrar en la ciudad, los griegos recurrieron a una treta, pensaron en la posibilidad de dejar a las puertas de la misma un gran caballo hueco de madera en cuyas entrañas se apostarían guerreros griegos. Y así aconteció.

El resto de la historia es sobradamente conocida. Los guerreros griegos descendieron del caballo de madera, abrieron las puertas de la ciudad y facilitaron el acceso a sus compatriotas que, supuestamente, se habían retirado definitivamente a sus metrópolis.

Fueron varios los troyanos reacios a introducir el caballo en la ciudad, como el caso de nuestro sacerdote Laocoonte. Sin embargo, un espía

El saqueo fue sistemático y no hubo piedad alguna. Tras esto, la confederación griega partió de vuelta a sus hogares en un viaje 63


accidentado a causa de diversos naufragios. Menelao había cumplido su objetivo, la bella Helena regresó a Esparta.

Casa del M en an dr o, Pom peya. Det alle de los f r escos del Tr iclin io con el caballo de Tr oya. 12

?Quidquid id ést, timeó Danaós et dóna feréntes? (Sea lo que sea, temo a los Danaos [griegos aqueos] incluso cuando traen regalos) Frase atribuida a Laocoonte por Virgilio en el segundo canto de su Eneida cuando los griegos abandonaron el caballo de madera a su suerte en las playas de Troya.

Autor: Borja Aso Morán

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El vest ido y la in du st r ia t ext il: El gr em io de los sast r es en el siglo XVI

M ás allá de su valor est ét ico, el vest ido a lo lar go de la h ist or ia se con vier t e en u n in dicador econ óm ico debido a su vin cu lación con el desar r ollo econ óm ico, in du st r ial y com er cial de u n a sociedad.


Su análisis nos ayuda a conocer la función de los individuos cercanos al proceso de elaboración y comercialización de las prendas. El primer elemento clave para analizar el valor económico del vestido es el tejido. Mediante el mismo se determina de donde procede cada prenda, cómo se ha producido y si se ha creado en función de alguna necesidad. En el caso del siglo XVI los principales tejidos serán la seda, el terciopelo, el lino y el algodón. Sin embargo es la seda la que tiene mayor relevancia porque incluye hilos de plata y oro. La mayoría de la seda procede de Sevilla Granada, Toledo, Valencia, Flandes o Florencia, sin embargo hay otros centros de producción sedera como Egipto, Persia e Irak. Todos estos tejidos son traídos por los alemanes e italianos a España a través de las rutas comerciales.

Pero además la monarquía hispánica tendrá una clara tradición sedera por la herencia musulmana, encontrándose diversos tipos de tejidos de seda con nombre árabe como por ejemplo el acetuní o el zarzahán. En cuanto a los demás tejidos destacan el lino y el algodón, la mayoría de ellos proceden de los puertos del norte y el principal foco de producción de este tejido será Flandes. La ornamentación de los tejidos también se convierte en una cuestión económica debido a la gran cantidad de brocados que se comercializan en el mundo en el siglo XVI. Algunos de los brocados utilizados para la elaboración de diferentes tejidos o prendas proceden de la misma península sin embargo las guarniciones realizadas en oro y plata se elaboran gracias a la recepción de materias primas procedentes de América y de 66


los países árabes. Por tanto, el uso de ciertas guarniciones en los trajes está claramente vinculado al desarrollo económico del Imperio en el siglo XVI y se debe a las nuevas industrias que vienen de América. Entre ellas hay que destacar la llegada de metales, sobre la que en numerosas ocasiones se cuestiona si fue positiva para la sociedad. Si bien es cierto que, contribuyó al desarrollo del lujo, provocó también el aumento de los gastos ya que muchos tuvieron que vender sus bienes para comprar brocados de oro y otra ornamentación. Asimismo, los beneficios que se dan por el comercio con América favorecen la creación de fábricas de paños. Sin embargo, la llegada de metales procedentes de América también tuvo consecuencias negativas, ya que la extracción de oro y plata genera problemas porque los

metales pasan por manos extranjeras y se hacen dueños de los consumos hispanos. Muchas veces se impide que los extranjeros comerciantes se relacionen directamente con las Indias, sin embargo, esto no implica que mejore el comercio español ya que el lujo estará controlado por los extranjeros tanto en la industria como en la riqueza nacional. El descubrimiento de América afecta a la distribución de las materias primas europeas y muchas de estas materias destinadas a la indumentaria sufren una redistribución comercial que ni los portugueses, ni los españoles son capaces de asegurar por sus propios medios. En realidad el lujo no se contuvo pero las manufacturas pasaron a manos extranjeras por todas las trabas y prohibiciones que imponían los gobernantes a los artesanos españoles. Los impedimentos que se ponían 67


a la industria textil se acrecentaron en tiempos de Felipe II, al añadirse nuevas trabas que perjudicaban tanto a la industria como al comercio. Algunos testimonios como el Diego de Clemencín señalan la situación de la industria textil española: ?Año ominoso, año verdaderamente funeral y mortuorio de la industria, de los oficios y del comercio castellano?. A parte de los brocados, encontramos otras guarniciones como los encajes o los tintes. En cuanto a los primeros se denominaban randas o puntas y aunque su origen sea previo al siglo XVI su auge se produce en ese momento sobre todo en territorios como Holanda e Italia. Los tintes se elaboraban mediante diferentes materias primas procedentes de América, es el caso del flavonoides

denominado por los hispanos palo de tinte. La introducción en Europa de los palos de tinte americano se produjo de una forma masiva pero sirvió para dar mayor belleza estética y versatilidad a las prendas. El desarrollo económico y comercial de los tejidos, ornamentaciones y tintes que participan en el proceso de elaboración de las prendas de la sociedad del siglo XVI no puede entenderse sin tener en cuenta los avances y nuevas técnicas industriales y textiles. Los primeros avances aparecen en Francia, Gran Bretaña y Cataluña. Uno de los principales será la creación del telar de género de punto de William Lee, destinado a la elaboración de medias. Tampoco podemos comprender el proceso de elaboración de una prenda sin sus principales protagonistas, los sastres. Desde la edad media la 68


industria textil se organiza en gremios pero a partir del siglo XVI están sujetos a fuertes ordenanzas que sobre todo imponen nuevas contribuciones a los extranjeros. Están controlaban todo el sistema productivo a través de la formación de la mano de obra. Los gremios de sastres del siglo XVI están marcados por ciertas rivalidades y competencias a nivel tanto peninsular como europeo. En el caso hispano uno de los gremios con mayores conflictos a partir del siglo XVI será el gremio de Valencia. A través de las diferentes ordenanzas reflejadas en El Libro de repartiement real entre els veins de la ciutat de Valencia podemos cómo se estructuraba el gremio y qué tipo de conflictos se producían. Éstos estaban vinculados en su gran mayoría a la llegada de extranjeros que quieren

acceder al gremio y algunas de las limitaciones se indicaban en los diferentes pleitos como el de roperos de corrillo de julio de 1515. A pesar de los conflictos y competencias entre los sastres lo que más nos interesa en relación a esta estructura económica que regulaba la industria textil en el siglo XVI son las nuevas formas de producción y el enriquecimiento económico que estas suponían. A partir del siglo XVI surge un nuevo orden industrial y económico denominado domestyc-system, mediante el mismo las unidades domesticas rurales enviaban su producción a un pañeo central mediante los canales de distribución habituales. Este nuevo sistema favorece el desarrollo de la industria de lujo y por ello las producciones comienzan a centrarse en la seda, terciopelo, damascos y brocados. El interés por 69


estos tejidos queda reflejado en las diferentes ordenanzas que se suceden en el siglo XVI: Ordenanzas de paños, lanas, bonetes y sombreros de Sevilla en 1511 y Ordenanzas de paños y lanas en 1528. Éstas estarán

arte. Por ello su nivel de exigencia aumenta y entre sus objetivos se encuentra la idea de resaltar la gracia y la belleza. Los mismos sastres buscan estrategias para introducir algunos adornos que no están presentes en

Tr at ado de sast r er ía de Ju an de Alcega

destinadas a que los sastres se encarguen de la elaboración de la prenda. Es a partir de este momento cuando la función del sastre adquiere una nueva perspectiva porque ellos mismos empiezan a ser conscientes de que los hombres quieren recurrir a su

las normativas. Estas decisiones dan lugar a que se generen modos de vestir diferentes a los establecidos desde el poder monárquico. Será Felipe II quién limite estas nuevas modas imponiendo multas a aquellos sastres, calceteros y jubeteros que elaboren 70


prendas en contra de las normativas. La fuente principal para analizar cómo los sastres introducen nuevas ornamentaciones y modas en el siglo XVI son los tratados de sastrería. Contienen una gran variedad de datos económicos porque en ellos se incluyen los procesos de elaboración del traje, sus cortes y la organización de la producción. Los nuevos tratados de sastrería hacen que esta adquiera una dimensión intelectual. De hecho, según Juan Luis Vives, la sastrería se convierte en uno de los principales saberes que ha de difundirse entre la sociedad y se asemeja a otras artes como la cocina, la construcción, la agricultura o la navegación. Procedente de la sastrería española encontramos al sastre milanés, usa un álbum como book de trabajo y al mismo adjunta los modelos de trajes de todos los tipos. Ya en

1571 Prospero Visconti hablo de la correspondencia de un libro de modelos que facilitaba la elección del atuendo, Il lubro del sarto. El primero de los tratados de sastrería es Libro de geometría y traça realizado por Juan de Alcega en 1580. Su objetivo principal es que se estandarice un determinado modelo de vestido pero además intenta que los sastres economicen a la hora de elaborar las prendas. En sus páginas aparecen nuevos métodos de medición que superan las técnicas rudimentarias habituales. Está principalmente destinado a los aprendices para que sean más precisos a la hora de elaborar las prendas. También se explica cómo se han de hacer las trazas y patrones para hacer el vestido basándose en la aritmética. Por otro lado, se les avisa de las dificultades que pueden presentárseles a 71


la hora de elaborar las prendas puesto que a veces no saben cuántos paños necesitan para elaborar un traje. Por ejemplo, se les aconseja que algunos tejidos como los damascos requieren de mayor cantidad porque cuentan con decoraciones especiales. El segundo de los tratados del siglo XVI es el de Diego de Frayle de 1583, que está más elaborado. Se convierte en un maestro de la sastrería en Sevilla. Para dibujar los patrones toma como modelo la obra de Pérez de Moya, un tratado de geometría especulativa en el que el autor se preocupa de explicar cómo ese deben dibujar las figuras. Este tratado está formado por sonetos, cartas y un prólogo final. Los sonetos fueron compuestos por Miguel Díaz de Alarcón, se le considera un verdadero artista, un maestro en mayúsculas por su ocupación laboral. Entre ellos podemos

destacar: A los que officio y arte an inventado Es justo que a su industria agradezcamos Las cosas milagrosas que gozamos Que con divino ingenio han procurado Y aunque es verdad que haverlos comenzado Su origen y principio les debemos A los que hallan como sepamos Devemos más pues lo han facilitado. Las cartas que aparecen muestran la importancia de los tratados, que no están destinados únicamente a los propios sastres o aprendices sino también a todos aquellos que compran tejidos. Se les intenta transmitir lecciones para que no sean engañados a la hora de comprar tejidos, el objetivo es que sepan diferenciar si los tejidos son 72


de buena o mala calidad. En la parte final, el prólogo se habla de la necesidad que hay de que se elaboren más tratados que favorezcan la difusión de la sastrería. Además se establecen cuáles son las posturas y actitudes que deben adoptar los sastres para poder elaborar una prenda de forma correcta así como cuáles son los problemas técnicos a los que se van a enfrentar a la hora de elaborar una prenda. En ambos tratados hay varias formas de dibujar las piezas de las prendas, por un lado destacan aquellos patrones que presentan a las piezas de forma separada, dispuestas sobre el tejido separadamente y desprovistas de toda decoración. Mientras que la segunda modalidad presenta a las piezas unidas como en el libro del sastre. Los cambios de mentalidad se expresan incluso en los títulos de los tratados ya que

todos ellos cuentan con las palabras geometría y traça. Según Ruth de la Puerta Escribano esto se debe a que ya no se tiene como objetivo principal guardar los secretos técnicos tan celosamente como en la edad media sino que se pretendía incorporar lo experimental al mundo científico y artístico. Los tratados de sastrería incorporan lo experimental a la ciencia y el arte. Los sastres del siglo XVI no necesitan conocimientos matemáticos para elaborar sus patrones, sin embargo desde este momento se pone de manifiesto el estudio de la geometría. Autora: Laura Pérez Hernández

Bibliografía: Alcega, Juan., Libro de geometría, práctica y traça el qual lo tocante al oficio del sastre..., Madrid, Casa de Guillermo Drovy, 1580. Basanta De La Reina, A., Fuentes para la historia de los gremios, Valladolid, Imprenta de la Casa Social Católica, 1971. De La Puerta, R., Historia de gremios de sastres y modistas, Valencia, Ayuntamiento de Valencia, 1997. Freyle, Diego de., Geometría y trazas para el oficio del sastre, Sevilla, Imprenta Fernando Díaz,

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El Can on de Avicen a com o u n pr ecu r sor de la pr im er a ley de la t er m odin ám ica

Com o er a cost u m br e en los sabios de épocas pasadas, Avicen a n o sólo se dedicó a la m edicin a, sin o a la f ilosof ía, la cien cia y las ar t es.


Como era costumbre en los sabios de épocas pasadas, Avicena no sólo se dedicó a la medicina, sino a la filosofía, la ciencia y las artes. Fue un polímata en todo el sentido de la palabra . Nació en el año 980 en Afshana, en lo que actualmente sería Uzbequistán. Creció en una familia musulmana acomodada, su padre se desempeñaba como funcionario del gobierno. Desde muy temprana edad mostró características de una persona realmente brillante, su entusiasmo por la ciencia y la medicina hicieron que el pequeño comenzara a estudiar por su cuenta desde los 14 años. También, se rumoraba que tenía una memoria tan prodigiosa que era capaz de recitar el Corán. Con tan solo 18 años ya tenía la fama suficiente como para que lo nombraran médico de la Corte del soberano Samaní de Bujará. Tras la caída del imperio

Samaní en 999, el jurisconsulto Abu Bakr el-Barjuy le pidió que escribiera un tratado sobre las costumbres de la época, y el gran sabio árabe escribió un texto de 10 volúmenes titulado El tratado del resultante y del resultado, además de otro tratado titulado La inocencia y el pecado, todo esto con tan solo 20 años. Su obra más importante es El canon de la medicina, una síntesis muy bien estructurada de todos los conocimientos médicos existentes, constituida por 5 libros y escrita en 1012. Más tarde escribió su también célebre Libro de la curación, un texto de 18 volúmenes que tratan sobre ciencias básicas, lógica matemática, física y astronomía. A manera de breve paréntesis, es preciso mencionar el método que utilizaban los médicos en Al-Ándalus para realizar la posología de los medicamentos, ya que éste 75


Ilu st r ación de El canon de medicina.

también proporciona luces alrededor del primer principio de la termodinámica. Para definir la dosificación adecuada, los médicos

andalusíes se valían de la medición de masas y volúmenes. Este tema alcanzó una importancia notable, incluso grandes médicos como Abulcasis (936-1013) dedicaron capítulos enteros de sus tratados para explicar el sistema de unidades y medidas y la forma correcta de utilizarlo en la preparación de medicamentos. La idea de la preparación era sencilla, se debía medir la cantidad exacta de los medicamentos simples que conformarían el nuevo medicamento compuesto para mezclarlos posteriormente. Lo interesante aquí es que 76


además de las cantidades exactas, el medicamento debía tener una graduación térmica, esto es, que las partes de calor fueran iguales a las partes de frío. Los médicos andalusíes montaron un sistema basado en la observación para determinar el grado térmico de los medicamentos simples, inclusive era posible realizar cálculos de dosificación a partir de estos datos.

medioambiental afecta la salud de un individuo dependiendo de su condición general, de manera que la ubicación de la casa debe estar en un lugar en el que factores adversos no estén presentes. Por ejemplo, variables como la humedad Ejem plar del Can on de 1597.

Ahora bien, en El canon de la medicina, aparecen muchas ideas relevantes en clave de ciencia moderna. En primer lugar, aparece una serie de indicaciones para elegir el lugar de residencia en función del estado general de salud de un individuo. En este apartado el erudito árabe entiende con una notable lucidez cómo cada factor 77


atmosférica, la presión atmosférica, el suministro de agua, el carácter húmedo o seco del viento, cantidad de luz y temperatura son determinantes a la hora de escoger el lugar de residencia.

consolidación de los principios de la termodinámica, ya contaban con protoideas de las mismos que aplicaban con bastante coherencia a la medicina. Por otro lado, las ideas de Avicena sobre el efecto del ejercicio en el cuerpo sirven como evidencia para soportar lo dicho en el párrafo anterior. En la traducción del Canon de Gabriel Garde (2005), el pasaje correspondiente reza así:

Es claro que cada una de estas variables influyentes en el estado general de salud de un individuo tienen una clara interpretación termodinámica, de manera que Avicena, quizás sin percatarse, Todos los grados consideraba el de ejercicio cuerpo humano (fuerte, débil, poco como un sistema o alternado con termodinámico, y reposo), coinciden Avicen a en u n t ext o de 1271. si a esto en incrementar el sumamos la forma tan calor innato. Hay poca particular de preparar las diferencia si el ejercicio es dosis de los medicamentos, vigoroso o débil y asociado se pueden atar cabos para con mucho descanso o no; pensar que los árabes, en cualquier caso hace que muchos siglos antes de la el cuerpo se caliente, e

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incluso aun cuando el ejercicio debería provocar una pérdida del calor innato, eso se produce solo en una pequeña cantidad. La disipación de calor es solo gradual, mientras que la cantidad de calor producido es mayor que la perdida. Si hay mucho ejercicio y mucho reposo el efecto es enfriar el cuerpo, porque el calor natural es en ese caso fuertemente dispersado, y en consecuencia el cuerpo se seca. Lo más interesante aquí es que el gran médico islámico atribuye el incremento de la temperatura corporal durante el ejercicio a que el calor producido es mayor que el calor disipado. Esto suena a una interpretación a la luz del primer principio de la termodinámica. En este mismo sentido, Avicena añade que el efecto del sueño es similar al del reposo y el de la vigilia al del

ejercicio. Si se continúa con el análisis, se puede observar que la respiración, la alimentación, e incluso aspectos psicológicos aparecen descritos en el Canon como fenómenos termodinámicos. Es claro entonces que para hablar de los pilares de la ciencia moderna se deben explorar épocas pasadas, y más si se trata de la Edad Media en el marco del Imperio Árabe. Que este pequeño pasaje sirva para desmitificar un poco el concepto de la Edad Obscura, pues en materia de ciencia, arte y cultura los árabes del medioevo fueron brillantes, tanto como para decir que sin sus invaluables aportes y su difusión no hubiera existido Renacimiento en Occidente.

Autores: Carlos Eduardo Sierra Cuartas y Horacio Serna 79


ISSN 2385-5312

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Cr édit os f ot ogr áf icos 1 By Creator:Claude Jacquand (French, 1803-1878) - www.culture.gouv.fr/ [1]http://forum.artinvestment.ru/blog.php?b=273473&langid=5, Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=2648684 2 De Jean Colombe, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=223219 3 De ?rish Masonic Jewels - ?rish Masonic Jewels, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=27598492 4. Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=649818 5 By unknown, according to [2] a William Gibsi or William Gihsi - (Original text: [1], Lithographie, Nachdruck/reprint in Albert Gallatin Mackey (1807?1881) ?History of Freemasonry?)http://www.freemasons-freemasonry.com/mackeyfr.html, first publshed in 1898 or earlier http://books.google.de/books?id=TkfiAAAAMAAJ&q=Mackey%27s+History+of+Freemasonry&dq=Mackey%27s+History+of +Freemasonry&source=bl&ots=C6N053B0q3&sig=DMx2k6BVGGp2bI-P4UEHvo2U8tk&hl=de&ei=qDxxS_KQEYeImgPBjcSkCw&sa= X&oi=book_result&ct=result&resnum=3&ved=0CBMQ6AEwAg, Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=9397600 6. De Eulogia Merle - Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=37026520 7 By Pedro Lozano - Flickr: Medina of Larache, CC BY 2.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=23275257 8 De Numismática Pliego - Numismática Pliego, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=30864886 9 De Rui Ornelas - DSC03031, CC BY 2.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=1618771 10 De Basilio - Imagen retocada:File:Detalle de la estatua el Cid (Parque de Balboa).jpg, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=8094431 11. De Ecelan - Trabajo propio, GFDL, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=3176183 12 De Miguel Hermoso Cuesta - Trabajo propio, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=34869392

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