Revista Desde el Centro N° 16: Escrituras polifónicas en Salud Mental - ISSN 2796-8367

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Revista Desde el Centro, edición N° 16. Versión digital Escrituras polifónicas en Salud Mental

Edición: Renata Cermelo y Laura Pico. Comité de Docencia e Investigación del Centro de Salud Mental N° 3 “Dr. Arturo Ameghino”

1. Salud Mental. 2. Escritura. 2. Psicoanálisis

ISSN 2796-8367

Desde el Centro es una revista dedistribución gratuita, editada por el Comité de Docencia e Investigación del Centro de Salud Mental Nº3 “Dr. Arturo Ameghino”. Su costo ha sido incluido en la partida correspondiente a la Imprenta de la Ciudad. Desde ya, nuestro agradecimiento.

Los artículos firmados y las opiniones que en ellos se vierten, son responsabilidad de las y los autores.

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Centro de Salud Mental N° 3 “Dr. Arturo Ameghino”

Director

Dr. Ricardo Picasso

Secretaria de Comité de Docencia e Investigación

Lic. Ruth Taiano

Desde el Centro

Coordinación

Renata Cermelo

Laura Pico

Comisión de publicaciones

Rodrigo Abínzano

Paula Camps

Paula Dachevsky

Jimena García

Laura Gedacht

Florencia Grandinetti

María Ángela Gialdino

Soledad Requiterena

Florencia Runco

Agustina Toso

Ezequiel Weitzman

Diseño de tapa y contratapa

Roberto A. Forte

Arte de tapa

natalia cacchiarelli

Av. Córdoba 3120 CABA.

revistadesdeelcentro@gmail.com

ISSN 2796-8367

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ESCRITURAS POLIFÓNICAS en Salud Mental

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2022
Año

Agradecimientos

A la Secretaria del Comité de Docencia e Investigación Lic. Ruth Taiano.

A Valeria Ale que ha contribuido con el desarrollo de esta edición. A Roberto A.Forte que ha diseñado latapa yla contratapa. A laartista plástica natalia cacchiarelli por la obra utilizada en la tapa de esta revista.

Y a quienes participaron de la presente publicación Desde el Centro con sus fotos, textos, entrevistas, obras literarias y plásticas aportando a la continuación de este proyecto.

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6 Índice Agradecimientos............................................................................... 5 Editorial.............................................................................................. 9 Renata Cermelo; Laura Pico Desde el Centro .............................................................................. 11 Discurso, lazo y segregación 12 Stella M. Perandones Escritura y Tragedia. Testimonio de Un(a) madre....................................................17 Gabriel Linari Despertar trans primavera............................................................................................20 Mirian Dios El exilio adolescente 25 Leonora Hardmeier Jugar, trabajar, aprender. Antidefiniciones para problematizar el aprendizaje. .30 Cecilia Kornblit Aislamiento social y después.......................................................................................37 Ruth Taiano Muerte y Finitud. Escritura y Ex-Sistencia 41 Andrea Escobar Como de ciencia ficción................................................................................................48 Nelly Urbina ¿Qué es la Salud Mental? 54 Eduardo Garaglia; Ruth Taiano;Hector Santulli Intertextualidades........................................................................... 63 Efectos de la Ley nacional 26657 sobre las instituciones de Salud Mental: algunas consideraciones..............................................................................................64 Martín De Lellis La salud mental no tiene solución...............................................................................72 Martín Alomo Lo personal es pedagógico. El sexo en el aula 77 val flores Lenta despolitización de la vida. Los efectos de las ficciones neoliberales en la subjetividad. 86 Adrián Iozzi; Marcelo Lara La historicidad en psicoanálisis: anticipos de una reflexión....................................99 Omar Acha La escritura del no en Marc Chagall........................................................................108 Alba Flesler
7 Los agujeros del nudo................................................................................................117 Gabriela Spinelli El don de lalengua ......................................................................................................124 Guido Idiart Escribir la clínica 132 Silvina Galloro Una Margarita Que Dura............................................................................................135 Marcelo Mazzuca Concurrentes y becarias/os ........................................................ 141 Devenir caso................................................................................................................142 Rodrigo Abínzano; Mauro Amor;Sofía Blank Un espacio sin tiempo y sin horizonte.....................................................................152 María Paula Cabrera La emergencia subjetiva en tiempos de pandemia y la articulación entre dispositivos en el hospital público............................................................................158 Roxana Ciprés; Zaira Iannani Trastornos neoliberales, una afectación textual 163 Mauro Amor Niñez y adolescencia en situación de institucionalización...................................171 María Agustina Traverso El ser admitido.............................................................................................................178 Paula Camps;Micaela Dubín; Florencia Grandinetti;Micaela López; LucasMarcocci; Julia Sánchez La callenoes un lugar:“Sujeto de/sinderechos”ytransferenciaenunaCAAC de La Boca...................................................................................................................186 Facuendo Labriola ¿Cómo pensar la Salud Mental desde una mirada no pesocentrista? 193 Cecilia D. García Méndez; Sofía García Turrado Inserción de nuestro Centro en el campo normativo de la Salud Mental. Entrecruzamiento entre nuestra práctica y el Sistema de Salud de la CABA 198 Sebastián de la Serna ¿Es el hacer una locura un escape de la realidad?..............................................204 Bruno Stellavato Dispositivos................................................................................... 207 Investigar desde el Ameghino...................................................................................208 Rodrigo Abínzano; Adrián Boragina; PabloHoffenreich; Laura Libertelli;Natalia Maldonado Un puente como eso que sucede justo antes de llegar........................................213 Cecilia Carné;Florencia Grandinetti Orillas en transmisión.................................................................................................219 Maru Monarriz ¿Se puede orientar la vocación? 225 Leonora Hardmeier;Julieta Medici;Adriana Wasserman
8 Ficciones que hacen lazo: cuerpo y movimiento en el Ameghino......................232 Antonella Argento;Ana Armas;Laura Fraccarolli Polifonía y Hospitalidad..............................................................................................239 María Ángela Gialdino Aspectos interinstitucionales de los tratamientos por oficio del fuero penal 246 Mabel Anido Todos somos luz y somos sombra...........................................................................254 Cecilia Carné Avatares en las consultas judiciales 261 Renata Cermelo; Laura Pico Lo Social, Lo Político, El Sujeto Salud Mental. El devenir del hospital público........................... 271 Encuentro con Colette Soler 273 Encuentro con Jorge Alemán 293 Conversaciones con autoras/es ................................................. 317 Entrevista a Claudia Lorenzetti.................................................................................318 Entrevista a Claudio Di Pinto 324 Entrevista a Rodrigo Abínzano.................................................................................329 Muestra Homenaje: Eduardo Garaglia....................................... 335 Polifonías....................................................................................... 341

Escribir. No puedo. Nadie puede. Hay que decirlo: no se puede. Y se escribe.

El presente número de la revista Desde el Centro, al igual que la entrega anterior, propone la escritura como instrumento de expresión política, intentando generar un espacio de construcción colectiva para reflexionar e intervenir, sobre las políticas en Salud Mental y sus efectos. Pensar hoy la Salud Mental en Argentina, nos lleva a considerar las múltiples prácticas sociales que, desde distintos discursos, transitan espacios y territorios heterogéneos. Para ello es menester que el hospital público posibilite la creación de dispositivos flexibles que dialoguen con prácticas y saberes situados, poniendo en valor los recursos comunitarios existentes.

Como campo de prácticas, la Salud Mental se conforma por un tejido de escrituras plurales, polifónicas y polisémicas que la atraviesan. Su difusión permite abrir el debate y avanzar sobre zonas desconocidas, plantear interrogantes a lo instituido, bordear hipótesis, investigar, tensionar la práctica de producción de saberes al interior del propio campo.

La línea editorial de esta edición N° 16, Escrituras polifónicas en Salud Mental, se focaliza en ofrecer contribuciones de las y los trabajadores del Centro, artículos de concurrentes y becarias/os -trabajadores ad-honorem y cimientos esenciales de la Salud Pública-, relatos de algunos dispositivos institucionales y conversaciones con autores del Centro que han publicado libros recientemente.

Además, se incluyen perspectivas de académicas/os, investigadoras/es y profesionales de distintos campos del pensamiento -Filosofía, Sociología, Pedagogía, Letras, Historia, Arte, Psicoanálisis- que construyen diversos cruces que hacen al heterogéneo campo de la Salud Mental. Asimismo, se incorporan los agudos aportes de Colette Soler sobre Síntoma y lazo social, en un encuentro brindado a nuestro Centro, y un fructífero conversatorio con

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Jorge Alemán sobre su libro Breviario político de psicoanálisis, realizado el marco de las Jornadas institucionales.

Desde los inicios, hace ya más de 20 años, esta publicación tiene como fin descentrar-nos y alojar los variados ecos textuales que, a través de un mosaico de voces plasmadas en escritos comprometidos con la salud, testimonien, interpelen y se sumerjan en las prácticas, discursos y disciplinas que dan cuerpo al campo de la Salud Mental. De esta manera, Desde el Centro se propone como un dispositivo flexible de diálogo, un acto de sostén de nuestro hospital en tanto referencia asistencial, formativa y de compromiso con el psicoanálisis en el marco de laSalud Mental desde hace más de setenta años.

Agradecemos los aportes y contribuciones recibidas, confiando en que los mismos constituyan una intervención de interés en los debates que atraviesan el siempre vigente campo de la Salud Mental.

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Renata Cermelo Laura Pico

Desde el Centro

Foto: Renata Cermelo (Gomero del Centro Ameghino) // M anuscrito de S. Freud

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Discurso, lazo y segregación

El soplo que el alma exhala por la boca Platón, El Sofista o del Ser.

La segregación es un mecanismo de afirmación al servicio de la constitución subjetiva y del establecimiento del lazo social. Somos impulsados a excluir, a separarnos y, al mismo tiempo, a estar juntos. Todo lo que existe, dice Lacan, está fundado en la segregación. Así se plantea que la exclusión es el fundamento del lazo social.

Cuando la segregación se vuelve una forma de expulsar y de excluir al otro exacerbando el odio y lahostilidad nos encontramos ante el fracaso del velamiento de la cultura sobre la pulsión de destrucción. Ese fracaso pone ala luz el quiebre de las formas del lazosocial, las convenciones discursivas y los acuerdos de la vida en común.

La cultura es definida por Freud como una forma esencial de la lucha librada entre Eros y la pulsión de muerte. “La evolución cultural puede ser definida brevemente como lalucha dela especie humana por lavida” ([1930] 1973, p. 3053) ¿Cómo se libra esa batalla en la sociedad actual? ¿Cómo se entraman los discursos en la conformación del lazo social? ¿Qué efectos produce en la subjetividad?

Vivimos en un mundo, donde el sistema global es una red que modula las relaciones de intercambio y determina el destino de los ciudadanos. La universalización científica tiende a la homogeneización de los modos de gozar en la civilización. Su operador es una lógica que impone una avidez no regulable, que seencarna en los imperativos del superyó: más seofrece, más demanda. Lacan advirtió ya en 1967 que el porvenir de mercados comunes sería equiparado por una expansión de las formas desegregación.

Los discursos de los medios de comunicación emplean el lenguaje de un modo que apunta a crear sentido común imponiendo un discurso único, que se apropia del significado de las palabras, tratándolas como signos. Actúan produciendo ideales que apuntan a transformar al ciudadano en un consumidor obediente, generando una subjetividad colonizada.

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No es lo mismo, el sujeto que la subjetividad. El sujeto no lo produce ningún momento histórico, es efecto del lenguaje y es atemporal. En cambio, la subjetividad se construye en un tiempo histórico, siendo resultado de poderosos y contingentes mecanismos de poder. Los medios de comunicación de masas funcionan como formadores de los ideales sociales y de la moral, postulándose en muchas ocasiones como garantes de la “verdad”

Nora Merlín, en su libro Mentir y colonizar. Obediencia inconsciente y subjetividad neoliberal (2019) partiendo de la noción de “servidumbre voluntaria” de E. La Boétie, observa que el neoliberalismo es la encarnación de un nuevo tipo de servidumbre. Un nuevo programa de captura de voluntades con el método de invertir situaciones: se trata de decir que hay libertad donde impera laservidumbre. La concentración mediática construye subjetividad, la de un sujeto que está en una servidumbre inconsciente, inconsciente porque el sujeto cree que está en un país libre, que está en la democracia, que está en la república y, en realidad, está más sometido que el esclavo antiguo, que sabía que era esclavo. La obediencia inconsciente es la respuesta acrítica y banal de la subjetividad neoliberal.

Conocemos el enorme poder de las palabras, palabras que nos determinan al punto que pueden decidir la suerte de un “sujeto”. Las palabras hechizan y los analistas nos sentimos especialmente atraídos por el valor de las mismas y sobre todo por sus equívocos. Cuando se nombra al otro de determinada forma, ese nombre señala un destino. Esa palabra que se usa para distinguir a los otros, extranjeros, indocumentados, usurpadores, etc. va a determinar el trato que reciban. Esas palabras incluirán ese nombre en una clasificación o en el peor de los casos quedará desclasificado, desclasado (Jinkis, 2006).

La operatoria de segregación repudia los matices diferenciales y apunta a coagular significaciones plenas de sentido con contenidos de valoración unívoca, que excluyen la diferencia soportada en el agujero de la estructura.

El narcisismo de las pequeñas diferencias destaca algún rasgo privilegiado positiva o negativamente con el cual se recorta, iguala o diferencia. A su ausencia o presencia se le otorga la función de segregar al otro, al distinto, al diverso. Estasegregación crea, lo que podemos llamar “la vereda de enfrente” el conjunto de los otros sobre el que se hace recaer la

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intolerancia, la hostilidad y la sospecha en los vínculos entre los hombres. El “otro” se vuelve amenaza, “me roba”, “se queda con lo mío”, peligro acentuado por la pandemia, porque además “me podía contagiar”.

Una reflexión sobre la hospitalidad supone la posibilidad de una delimitación rigurosa de las fronteras entre lo familiar y lo no familiar, lo extranjero y lo no extranjero, el ciudadano y el no ciudadano, pero también entre loprivado y lo público. ¿Cómo delinear los contornos de una geografía de la proximidad?

En la película libanesa El insulto observamos cómo la falta de justicia, hace posible que una palabra que recorta un rasgo “palestino” se convierta en signo de un daño irreparable que despierta el odio. La fachada de una casa se vuelve frontera infranqueable para el extranjero usurpador. El film plantea una paradoja: un hombre demanda una disculpa por una herida eterna que reabrió el conflicto. Un perdón anacrónico que solo puede ser pensado como dilema: ¿Cómo encontrar un perdón apropiado para un crimen atemporal y desproporcionado?

¿Qué se expulsa?

La intimidad puede ser reubicada en el otro, en una extimidad que segrega hacia el exterior lo propio detestado y entonces vemos en el pobre, el excluido, el inmigrante, un reflejo de nosotros despojado de las máscaras en las que solemos reconocernos. El “otro” nos refleja algo íntimo. Nuestra práctica nos enseña que en el devenir de la estructura lo excluido podrá retornar en lo real como lo siniestro freudiano o como lo éxtimo lacaniano.

La hospitalidad se ofrece a lo otro, a aquello que nos cuestiona, al extranjero. Derrida (1997) señala que el extranjero nos confronta con la pregunta. La pregunta puede o no ser acogida, hospedada. En el Diálogos de Platón, el Sofista es el extranjero que pregunta, el que pone en cuestión los saberes instituidos. Leemos en “El Sofista o del Ser”, “el ser y lo otro penetran en todos y se penetran ellos mismos recíprocamente; que lo otro participando del ser, existeen virtud de esa participación, sin convertirse en aquello de que participa, sino permaneciendo otro” (Platón, 1996, p. 776).

El analista, como el sofista, no apela a una verdad que pueda articularse en un saber generalizable. La segregación como hecho de lenguaje intenta debilitar o forcluir lo sorpresivo del inconsciente, lapsus, sueños, etc.

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Rechaza el equívoco de lo incierto, y del no todo que determina al lenguaje. La retórica psicoanalítica contradice los saberes que desconocen lo que expulsan de sí y se hace cargo de la insatisfacción irreductible que se transmite como malestar. Las formas de decir, aunque sean convincentes no sepueden reducir a lo que dicen.

El psicoanálisis es una práctica, que se ordena alrededor de una política, la política del síntoma. No hay clínica sin política, no hay práctica que no suponga una respuesta implícita o explícita, a la pregunta por la causalidad del síntoma y a la posición del sujeto en el entramado que tejen goce y lenguaje. La retórica freudiana presenta al síntoma como trabajo psíquico que puede pensarse como testimonio de resistencia y no sólo de patología, una cierta respuesta, un mensaje. Mensaje que se constituye a partir de alguien que lo lee en transferencia, posibilitando un trabajo analítico.

El psicoanálisis sigue teniendo esa especificidad, una práctica singular, un trabajo no anticipable en cuanto a los caminos que tomará y los efectos de los que será causa. Pero siempre un camino de libertad y des-sujeción que amplía sus horizontes y sus posibilidades.

Allí donde hay un malestar impuesto por la cultura, por la pérdida de naturalidad, de complementariedad que nos impone el lenguaje, hay un modo de cada uno de arreglárselas. Modo singular, que intenta resolver lo que no anda en un funcionamiento sintomático. No se trata de hacer desaparecer el síntoma, sino de reconocer la verdad que porta. Una verdad pasible de ser resignificada, reinventada. El síntoma instituye el orden del que resulta nuestra política. Es la que nos permite pensar un sujeto capaz de emanciparse de los discursos que pretenden subordinarlo. La clínica psicoanalítica no apela al aislamiento, no es el ejercicio de un poder, no es una propuesta de adaptación. Renueva, en tanto es retorno de loreprimido, pero a la vez es apertura, invención, potencia creativa.

Referencias bibliográficas

Derrida,J (1997). La hospitalidad.Buenos Aires:Ediciones de la Flor. Freud, S., ([1930] 1973) “El malestarenlacultura”.En Obras completas,Vol. III, Madrid: Biblioteca Nueva.

Lacan,J. (1987)“Proposicióndel9deoctubre de1967sobreelpsicoanalistadela escuela”. Momentos cruciales de la experiencia analítica.Buenos Aires: Manantial.

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Merlin, N. (2019) Mentir y colonizar.Obediencia inconsciente y subjetividad neoliberal.Buenos Aires:Letra Viva.

Jinkis,J (2006). “Sterben sie? Sterben sie? Sterben sie?” En Revista Conjetural N° 44, pp 9-23.Buenos Aires:Ediciones Sitio.

Platón(1996). “El Sofistao delSer” En Diálogos México: Editorial Porrúa.

Rodríguez Alzueta, E. (2019) Vecinocracia:olfato social y linchamientos.La Plata: Editorial EME.

i Stella M. Perandones es Lic. en Psicología. Profesional del Centro de Salud Mental Ameghino. Equipo Adultos, turno tarde. Coordinación de espacios de formación a concurrentes y supervisión del CSM N°3 Ameghino y en otros espacios públicos y privados. Instructora de Concurrentes en CSM N°3 Ameghino. Docente en UBA y USAL. Cursos de Postgrado en el CSM N°3 Ameghino. Docente del Postgrado de Psicoanálisis del Centro Ameghino en la materia Edipo, Falo y Castración. Integrante de Consejos Directivos del Postgrado Ameghino. Dirección del Postgrado de Psicoanálisis del Ameghino. Seminarios y Talleres Clínicos en el Centro Dos. Participante en jornadas, charlas, paneles y cursos en distintas instituciones. Publicación de artículos sobre temáticas psicoanalíticas en distintas revistas especializadas.

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Escritura y Tragedia. Testimonio de Un(a) madre

¿Cómo decirle a una madre que su hijo lleva en su piel una estructura psicótica? Piel que lo llevará por su camino donde algunos actos tengan versiones alocadas. Locura que por suexpresión caen en no entender como un hijo seenamora de supropia hermana. El siguiente trabajo es a partir de un espacio de escucha con una madre que se presenta desbordada. Espacio que se inscribe a partir de entrevistas semanales donde se va relatando y produciendo escritura del padecer de un sujeto que se sujeta como puede. Entramado posible de una mujer que se nomina como madre de varios hijos y uno que no es normal. ¿Qué es ser normal? Lacan en su Seminario 5 señala:

Inscribo en el primero una cuestión que hizo época. Se trataba de saber si el complejo de Edipo, promovido al principio como fundamental en la neurosis pero que en la obra de Freud se convertía en algo universal, se encontraba no sólo en el neurótico sino también en el normal. Y ello, por una buena razón, que el complejo de Edipo tiene una función esencial de normalización. Así, por una parte se podía considerar que lo que provoca las neurosis es un accidente del Edipo, pero también se podía plantear la pregunta - ¿Hay neurosis sin Edipo? (Lacan: 1957-1958, p. 166).

Unos años después, Lacan va a pensar al niño como “generalizado”. ¿Que “generaliza a un niño”?, al decir de Lacan, esa nominación es una marca que produce un sujeto en una trama familiar que lo nombra, marca que severá que lógica autoriza. Lacan pensó a fines de los años 60, al niño como “generalizado”, señala en el “Discurso de clausura a las jornadas del niño”: Problemas del derecho al nacimiento por una parte, pero también en el impulso del: ‘tu cuerpo es tuyo’, en que se vulgariza hacia principios delsiglo un adagio del liberalismo, la cuestión de saber si por ignorar cómo ese cuerpo es considerado por el sujeto de la ciencia, se tendrá el derecho de dividirlo para el intercambio. ¿No se discierne la convergencia de lo que he dicho hoy? ¿Extraeremos la consecuencia de un término como el del niño generalizado?” (Lacan:1967,p. 389).

El concepto niño, necesita ser “generalizado”, una forma que nos permita del mismoun nombre común, unnombre compartido y “normalizado” al decir de Lacan en el Seminario 5. A partir del relato de una madre que es derivada por la psiquiatra de su hijo, dado que esta última está cansada que sea una

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madre que según el relato de la profesional: “No se da cuenta, quien es su hijo”. Hijo que señala como distinto a los otros.

Una madre que se presenta: “Nadie me dice qué tiene mi hijo, vamos de un lado al otro y no se cura”. Dicho que no se escucha como una pregunta, tampoco como una queja. ¿Qué pasa cuando una madre no reconoce a su hijo en el conjunto de sus Otros hijos? Ese hijo no reconocido pasa a ser un hijo que no sesabe qué es en la serie familiar. El desconocimiento empieza a funcionar como un motor que oscurece una salida posible para alguna libidinización que nombre algo en referencia a una corriente tierna, se produce otro circuito que llega en este hijo a no reconocer los lazos elementales de parentesco, llegando a proponer un encuentro sexual a una de las hermanas. Esto produce en la madre confusión, que nunca se escuchó como angustia. Lacan señala del Uno, en su Seminario 19: Nada es más peligroso que las confusiones que atañen al Uno. El Uno, como ustedes saben, es frecuentemente evocado por Freud como significante de una esencia del Eros que estaría dada por la fusión, a saber, que la libido sería esa clase de esencia que, de los dos, tendería a hacer Uno. Según un viejo mito que con seguridad no es para nada buena mística, el mundo, mediante una de sus tensiones fundamentales, tendería a no formar más que Uno. Ese mito sólo puede funcionar con un horizonte de delirio, y no tiene que ver con nada que encontremos en la experiencia. Si hay en efecto algo que causa dificultad en la relación, y que el análisis no solo articula, sino que está hecho para hacer que juegue en todos los sentidos, son las relaciones entre las mujeres y los hombres. Nada en ellas se parece a no sé qué tendencia espontánea alUno, fuera de ese horizonte del que recién dije que se fundaba en no sé qué mito animal. El Eros no es de ningún modo una tendencia al Uno, muy lejos de esto. (Lacan, 19711972, p. 104)

Quiero señalar algunas cosas de la anterior cita. El Uno como fusión, carácter de lo unificante, fusión que tiende al delirio, o en el caso de esta relación madre-hijo, plagada de significaciones y signos originales, habitando de metáforas de lógicas novedosas. Por otro lado, el carácter del Eros, en tanto sulugar propio de lohumano, fuera de lógicas demito animal, que señala Lacan. Lo unificante de la versión materna, que según los dichos de esta madre “se crean hijos no padres”, o la versión de su historia donde la muerte-asesinato de su padre recae sobre el padre de este hijo, pago a su goce de estar con otra. Un hijo tomado en este relato histórico. Padeciendo de una versión que lejos de ser una pere-versión, que haga los

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velos de una versión a un padre, queda el camino sinuoso de las interpretaciones maternas. Señala Lacan en su Seminario 22:

Un padre no tiene derecho al respeto, si no al amor, más que si el dicho, el dicho amor, el dichorespetoestá ― no vana creerlea sus orejas ― pèreversement orientado, es decir hace de una mujer objeto a minúscula que causa su deseo. Pero lo que esta una mujer, con minúscula: a-coge de ello, si puedo expresarme así, no tiene nada que ver en la cuestión. De lo que ella se ocupa, es de otros objetos a minúscula, que son los hijos, junto a los cuales el padre sin embargo interviene, excepcionalmente en el buen caso -para mantener en la represión, en el justo me-dios si me permiten, la versión que le es propia por su perversión, única garantía de su función de padre. (Lacan: 1974-1975, clase del 21/1/1975. Inédito).

Queda por pensar si es posible un recorrido de entrevistas con esta madre. Seleofrece una escucha, interesada en suspalabras, donde ella me dictasuhistoria. Un lugar posible deescritura. Escritura que es lade un texto que anda bordeando, un camino que termina en pocos encuentros, donde la madre se retira del espacio. Dejando la apuesta posible nula. Su hijo dejó de insistir con los mensajes amatorios a suhija. Dando lugar a suponer que el breve paso por el lugar habilitado por la escucha analítica pudo ir bordeando el relato de la historia de una madre con un hijo que se inscribió como distinto un lugar de común unión con sus hermanos. Una madre posible.

Referencias bibliográficas

Lacan,J. ([1957-1958]1999). El Seminario Libro 5.Buenos Aires:Paidós.

Lacan,J. ([1967] 2012).“Alocución sobrelas psicosis delniño”.En Otros escritos. Buenos Aires:Paidós.

Lacan,J. ([1971-1972]2012). El Seminario Libro19.Buenos Aires:Paidós.

Lacan,J. (1974-1975). Seminario RSI Inédito Versión Crítica EFBA

i Gabriel Linari es Lic. en Psicología. Psicoanalista. Integrante del Equipo Infanto Juvenil T. Tarde. Referente de Instructores T. Tarde. Coordinador Comisión de Cursos de Posgrado Ameghino-CODEI. Docente en Curso Extendido de Postgrado en Psicoanálisis. AmeghinoCODEI. Maestrando en Psicoanálisis UBA. Investigador UBACyT.

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Despertar trans primavera

Y un día Gregorio Sansa se despertó de un “sueño intranquilo”, siendo una cucaracha, nos relata Kafka (1915), en La metamorfosis. La metáfora de su metamorfosis puede leerse como la caída de las coordenadas significantes que sostenían la subjetividad del adolescente hasta cierto tiempo subjetivo. “Metamorfosis de la pubertad” (Freud, 1905), por la que todo joven deberá transitar y de la cual Freud nos ha legado la bases para los que nos dedicamos a esta praxis.

El trabajoso recorrido de la sexuación, se despliega en dos tiempos, el del polimorfismo infantil y el despertar puberal, entre ellos un tiempo de latencia. La asunción del sexo impone todo un trabajo, la posibilidad y consumación del acto sumado a la conmoción de las identificaciones y marcas primeras, produce toda una vacilación respecto alas referencias con las que se manejaba hasta ese momento. El acto de nominarse hombre, mujer, bisexual, etc., se producirá en este segundo tiempo y hará a la decisión sexuada para el posible encuentro sexual con el partenaire. ¿Quedan los jóvenes trans por fuera de estos tiempos subjetivos? ¿Cuáles son los brotes que atraviesan a estos sujetos? Brotes primaverales que irrumpen el despertar de los sueños de primavera, haciendo agujero en lo real, y con lo cual el sujeto respecto a la sexualidad no sabe con qué pie bailar, nos dice Lacan (1974).

Que un joven trans piense que le gustaba ir a un cumpleaños con el traje de su padre, que otro recuerde a su padre con sus primos en el karting negándosele esa posibilidad por ser niña, otro recordar su llanto por querer ir conpolleras al colegio implican diferentes decires en los cuales los sujetos trans solo retroactivamente dan cuenta de haber sentido que no correspondían al sexo biológico que portaban. Pero también, ¿podríamos preguntarnos si estos recuerdos se asemejan a los sueños con los que el joven puede enfrentar la irrupción de ese relámpago cuyo ruido retorna con fuerza en la pubertad?

Por otra parte, lo que la praxis con jóvenes nos muestra es que ante la caída de los productos corporales aparece la angustia, pues no soloquiebra

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el imaginario armado, sino que se pone en juego la sustitución de la caída del objeto. Se trata de la disrupción de un goce que toca el cuerpo, produciendo una profunda sensación de ajenidad, un estallido corporal que insisteenarticularse aundiscurso que leconfiera algún orden de tramitación que en el mejor de los casos pueda volver a adormecerse.

Despertar que no será sin el despertar de sus sueños, que acompañan el encuentro del adolescente conla sexualidad y el lugar de la fantasía como primera instancia psíquica para el despliegue de la misma, pues como plantea Freud laelección de objeto es llevada acabo en un principio tansólo imaginativamente.

En 1932 en la “Conferencia 29: Revisión de la doctrina de los sueños”, Freud señala que lo que despierta en los sueños traumáticos es “la pulsión aflorante de la fijación traumática” (p. 27). El sueño como realización de deseo y guardián del dormir, supone un tratamiento de lo real por lo imaginario-simbólico, pero para algunos jóvenes, se trata de un despertar al estilode una pesadilla en lacual seintenta ligar una vivencia traumática que no puede ser elaborada mediante el trabajo onírico.

Jones (1910) con su texto La pesadilla, nos permite pensar que algunos jóvenes se encuentran sustraídos del sueño por la angustia y la dificultad de poner en palabras “un intenso conflicto centrado alrededor de un deseo sexual reprimido, es decir, incestuoso” (p. 45). En la pesadilla el carácter extranjero del goce se pone de manifiesto en el vivenciar que toca al cuerpo y remite a un resto inasimilable que perdura al estilo del trauma. Lacan (1962-1963) plantea que trata de que aquel ser que pesa por su goce es también el que se pregunta e incluso que se manifiesta en la dimensión del enigma de la diferencia sexual.

La diferencia sexual no está dada de entrada para Freud. Ni la esencia, ni el sexo biológico, nos darán cuenta de esta diferencia sino a partir del significante y la pulsión en el ser hablante. El objeto de la pulsión será lo más contingente para Freud, yno hay ninguna determinación que loseñalice y estodesde el inicio cuestiona lahetero-normatividad ylaheterosexualidad, de lo cual se hace crítica al psicoanálisis. De hecho, Lacan dice que la sexualidad es a-normal en el ser hablante pues no hay relación sexual (1972).

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La posición sexuada seconstruye apartir del recorrido singular del deseo ligado al deseo del Otro. La construcción de la sexuación, en relación con la castración yal lazo conel otro, anuda goce, deseo yamor poniendo en juego las marcas singulares que se recibieron del Otro. Pues lo Inconsciente no tiene cuerpo sino de palabras dichas que hacen cuerpo, por lo que la sexualidad no está enteramente capturada en esas palabras.

Con las fórmulas de la sexuación Lacan (1972) aporta a la diferencia sexual una diferencia en relación al goce, el goce fálico, el goce no todo fálico. La proporción sexual estará atravesada, entonces, por la imposibilidad de articularla como saber y nos dice que esta imposibilidad está escritaa lo largo y a lo ancho de la obra freudiana. La universalidad del goce fálico, en tanto articula cuerpo y habla, implica que la función fálica obstura la posibilidad de relación sexual y más allá del sexo que porte el sujeto puede ubicarse en cualquiera de las posiciones de goce.

C. a sus 14 años se autolesionaba, produciéndose cortes en su cuerpo. Es internado por un intento de suicidio. Tenía pesadillas, no se sentía cómodo en la escuela que habían elegido para él y no tenía amigos. Se sentía muy depresivo y nadie escuchaba su dolor ni su soledad, relata que se fue de la casa materna pues su madre le tiraba la ropa de varón que su padre le regalaba, y ella estaba convencida que esto sucedía por la novela en la que había un chico trans. Insistía en llamarlo por su nombre anterior.

Sus relaciones sexuales fueron muy tardías y en algunos momentos se sentía gay por algún acercamiento que tuvo con chicas, otras veces intentaba pensarse que era heterosexual imaginándose escenas para encajar, hasta que en cuarto año conoció aun chicotrans, empezó aindagar y ahí encontró las respuestas a sus incomodidades, y fue C. (se refiere a cómo se nominó). Por otra parte, se manifiestan dificultades en el lazo con el otro, ser activo o pasivo al encarar aun partenaire, no evitaban el malestar que esos encuentros le producen.

¿La relación actividad-pasividad cubre la relación sexual? Lacan (19721973) dirá que se trata de una manera de revestir, metaforizar lo que permanece insondable en la diferencia sexual. En tanto la oposición masculino-femenino nunca es alcanzada ya que, por otra parte, la bisexualidad freudiana no explora la relación ala falta y al goce. Más allá del “soy”, podemos pensar que en los significantes que se deslizan en el decir

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del sujeto, da cuenta de aquello que Freud (1925) señala, respecto al carácter impreciso de lo femenino y lo masculino destacando que la disposición bisexual reúne en sí ambos caracteres, de suerte que “la masculinidad y feminidad puras siguen siendo construcciones teóricas de contenido incierto” (p.276). Entonces, el sexo opuesto es al que yo digo que no pertenezco.

A C. legusta escribir, algunos de susescritos refieren a pensar fríamente “sentimientos viejos”, de sentirse raro, y sentir un vacío profundo en relación a ciertas situaciones vividas. Otros refieren a relaciones amorosas. Una de ellas ocupa un lugar especial, pues se trata de una conversación que tuvo con un docente con el cual “encontró lo suyo, la economía”. ¿El profesor haría de enmascarado que le permite otra economía del goce respecto del lugar en el que estaba antes? Retoma sus estudios y va re-encontrando lo suyo, amigos, pareja. Se trata de una economía que se distribuye por otros carriles que implican que para ganar algo se debe perder en el recorrido de un análisis. C. participa de un grupo que corre en bicicleta, pero por una torpeza de una compañera se produce sucaída. Refiriéndose a dicha caída dice que seprodujo porque “como soychiquita”. Le digo ¿chiquita?, a locual dice: “bueno ves que mi contextura es chica” y esa caída me angustio. ¿Es que lachiquita requiere de otra con-textura que vele la falta para sostener la escena del encuentro con un otro? El cuerpo escapa a la dimensión imaginaria y simbólica, se trata del cuerpo viviente marcado por la incompletud. Respecto a la amiga que aparece en el sueño dice haberse enojado con ella porque no lo trata como a los otros pibes y “yo soy masculino, no soy femenino, ni neutro”. Por otra parte, masculino-femenino-neutro son significantes sexuados, que no se complementan, pero conellos se intenta escribir la no relación sexual, lo cual no impide que haya encuentros. Lo cierto es que las letras que dan identidad a la diversidad de género no permiten representar lo indecidible de la no relación sexual.

En el escrito, “Transrelación sexual”, A. Salafia (2016) señala que la identificación sexual que hace a toda la cuestión del género conlleva la creación de un semblant masculino, femenino, neutro, hacen a lamascarada en el juego de los sexos y que de lo que se trata en un análisis es la posibilidad de que al hablar se produzca una ruptura de ese semblant.

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Hacer de hombre o hacer de mujer, hacen al semblante, pero no es posible serlo del todo, pues no hay un ser cabalmente hombre o un ser cabalmente mujer. Siendo hechos del lenguaje, Lacan (1957-1958) da a la operación de la castración freudiana una lógica que va más allá de lo anecdótico del Edipo.

El psicoanálisis aloja “el penar de más”, el analista apuesta a la emergencia del decir del sujeto. El ser hablante trans se dice hombre, se dice mujer, y estoimplica dar lugar al discurso que sedespliega más allá de su sexo biológico. ¿Puede el psicoanálisis adormecerse frente a estos pacientes o el deseo del analista intentara despertarlos aún cuando después sigan durmiendo?

Referencias bibliográficas

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Kafka, F. ([1915] 2005. La metamorfosis Buenos Aires:Losada.

Salafia,A. (2016) “La transrelaciónsexual”En.Lapsus Calami Nº1. Revista de Psicoanálisis

i Mirian Dios es Psicoanalista. Psicóloga de planta del CSM N3. “Dr. A. Ameghino”. Servicio InfantoJuvenil. DocentedelCursoProlongado dePsicoanálisis del CSM N3 “Dr.A.Ameghino”. Miembro de la Escuela Freudiana Argentina.

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El exilio adolescente

La adolescencia es un tiempo muy particular, tiempo de comprender lo novedoso que plantea la irrupción puberal, tiempo donde la angustia y el desamparo cobran prevalencia, pero también un tiempo de invención, de creación de nuevas respuestas. Philipe Lacadée (2022) utiliza el término exilio para referirse a esta salida del mundo conocido de la infancia y la pérdida de sus referencias, ligadas al Otro parental. Pérdida también de un cuerpo conocido para pasar a tratar de habitar un nuevo cuerpo. En muchos casos, este exilio viene acompañado de otros exilios más, pérdida de vínculos, lugares conocidos, pérdida de lo familiar.

El encuentro con un analista tal vez pueda propiciar un tiempo de armado de las coordenadas propias del pasaje adolescente. Desde esta perspectiva abordaremos la consulta de una adolescente en el hospital público.

El exilio compartido y los exiliosparticulares

Si tomamos como referencia el texto bíblico, podríamos pensar que, así como Adán y Eva fueron expulsados del paraíso, todo ser hablante ha sido expulsado, seencuentra exiliado de lanaturaleza, de loque sería un vínculo directo e instintivo con ella. No podemos sino aprehenderla a través de lo que nuestros lentes particulares nos permitan, llámese fantasma o delirio, según la estructura que se porte.

Como plantea Philippe Lacadée (2022): “Está primero el exilio fundamental del sujeto, ligado al hecho de que tiene que situarse en el lenguaje, es decir en el par ordenado S1-S2, para decir lo que él es. Debe traducir su ser en palabras, lo que lo exilia del goce primitivo del cuerpo viviente.” (p. 32)

Ahora bien, no es el único exilio al que se enfrenta el ser hablante. En segundo lugar, mencionaremos aquellos exilios por los que atravesamos todos, en una época que para cada uno tiene un comienzo preciso, pero de la cual no se puede decir lo mismo sobre el final, porque para cada uno tendrá diferentes coordenadas y se establecerá en una edad cronológica distinta.

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Sobre el comienzo de este exilio yahabía escrito Freud ([1905] 1986) en sus “Tres ensayos sobre una teoría sexual”. La pubertad inaugura la salida del mundo de lainfancia, salida inevitable y dolorosa de un mundo conocido. Se deja de ser niño para pasar a ser adolescente. David Le Breton (2014) ubica que “adolescencia viene del latín adolescens, participio presente de adolescere, que significa crecer, a diferencia del participio pasado adultus, que marca el hecho de haber dejado de crecer” (p. 6). Si es que se llega a serlo, a adulto me refiero, pensando en que Lacan planteaba que no encontraba sujetos adultos en una época a la que se refería como la del “niño generalizado”.

Y es aquí donde planteamos este segundo exilio, exilio de la infancia, que conlleva en sí otros exilios: el abandono del Otro parental, así como el exilio con respecto al cuerpo niño. Como plantea Juan Mitre (2014), se pasa del “país de la infancia al territorio de la adolescencia” (p. 19), o sea, de una zona donde algo está instituido, reglado por aquellos que ocupen la función parental a un territorio de fronteras difusas, donde todo se encuentra por elaborar, por inventar, siempre con las cartas que a uno le han tocado en suerte, ya que hacemos nuestro el planteo de Beatriz Janin (2015) que considera la adolescencia como un “barajar y dar de nuevo” (p. 37), pero sin soslayar que con ese mazo hay que hacerle frente a la irrupción de algo nuevo: el real propio de la pubertad. En este sentido tomamos la definición de adolescencia de Alexandre Stevens (1998): “La pubertad es en todo caso uno de los momentos donde reaparecería para el sujeto, más que nunca, esta no-relación sexual y la adolescencia sería la respuesta sintomática posible que el sujeto va a aportar allí. Es el ordenamiento particular con el cual organizará suexistencia, surelación conel mundo ysurelación al goce, al lugar, pues, de la relación sexual” (p. 28).

En referencia a este segundo exilio, Lacadée (2018) dirá: “Luego, debido al real de la pubertad, el sujeto se encuentra exiliado de su cuerpo de niño y de las palabras de su infancia, de su lengua de la infancia que se desarticula, sinque él pueda decir lo que le sucede. La paradoja a la cual se enfrenta entonces, ensuencuentro con lasexualidad, es que la vive siempre de manera extranjera, porque no puede traducirlo en palabras” (p.59). Es por eso que Lacan (1975) habla del “Otro sexo”. Y agrega que “el tercer exilio es el de su propio goce. En lugar de dirigirse al Otro y decirle, se encuentra exiliado en su soledad” (p. 68). En este sentido, Lacan especifica

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que no hay mejor término que el de exilio para expresar la no-relación sexual.

Los dos exilios mencionados, con respecto al Otro parental y al cuerpo de la infancia, deben considerarse enlazados, ubicado sus coordenadas como los dos extremos del túnel al cual se refería Freud ([1905] 1986) en “Las metamorfosis de la pubertad”. En este sentido, uno de los agujeros se ubicaría en relación al Otro de la infancia, que deja de ser un referente portador de un saber absoluto. El otro agujero que comienza ahoradarse es el del cuerpo, que en su encuentro con el sexo que para todo ser hablante es Otro, se hace eco de la no-relación, obligando a la invención de modos que, tal vez, posibiliten en algún momento algún encuentro, que ya de antemano sabemos fallido. Confirmación fantasmática que conlleva la asunción de un cuerpo sexuado, cuestión que en muchos sujetos, en esta época, resulta complicada.

Ahora bien, la perforación y construcción del túnel que plantea metafóricamente Freud, llevaría a atravesarlo, cuestión de la que trata el pasaje adolescente, pasaje que llevaría a otro lugar. Como plantea Vilma Coccoz (2012), “Este lugar no está diseñado de antemano sino que se va construyendo laboriosamente, a partir de los dos agujeros que se han revelado para el púber, el que afecta al Otro y el que concierne al cuerpo” (p. 107). Pero para que esta construcción se pueda ir produciendo es necesario contar con algunas referencias. Algunas podrán ser encontradas en los grupos de pares, que cobran gran relevancia en este momento de la vida. Pero también habrá que ubicar el Otro al cual se remite cada adolescente, Otro que Freud ubicaba en la figura de maestros o sustitutos paternos, cuestión que se encuentra totalmente problematizada en esta época.

Crónica de un exilio

Lucía llega acompañada por su hermana mayor, con quien vive desde fines del año anterior. Su hermana es quien explica la situación familiar: ella vivía sola en Capital desde hace varios años y el año anterior le propuso a Lucía que se mude a vivir con ella ya que la veía muy angustiada. Lucía le había relatado los cortes que se producía y sus ideas con respecto a suicidarse, dejando en claro que su madre no prestaba atención a estas cuestiones.

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Hasta ese momento, Lucía vivía con su madre y su hermano menor en una localidad alejada de Capital. Sus padres se separaron cuando ella y su hermano eran muy pequeños. En esemomento, sumadre intentó suicidarse y por eso la internaron. A supadre no lo ve hace años. Refiere que su mamá no les prestaba atención, estaba deprimida, se quedaba en la cama tirada todo el día sinhacer nada, y ellatenía que ocuparse deella y desuhermano. “A ella le gustamucho estaren el lugar devíctima”. También leecha la culpa a su papá ausente, “extraño lo que nunca tuve”.

Refiere que unos años atrás “quería ser un chico” y que tuvo “disforia de género” por mucho tiempo. Aclara que ahora seconsidera de “género fluido”. A veces se hace llamar Luca, su nominación va cambiando según el modo en que se sienta con su cuerpo. Comenta que tuvo dos intentos de suicidio cortándose. “Ya venía provocándome autolesiones, pero las dos últimas veces fueron cortes mucho más profundos”. Refiere que ahora sabe que a su hermana y a sus amigos les importa, entonces ya no piensa en matarse.

Trae un escrito, donde relata que los problemas con su madre empezaron en la pubertad, que le hacía mal que su madre siempre la comparara con su hermana mayor y le hiciera comentarios despectivos sobre su cuerpo. Refiere que antes usaba ropa más holgada porque no estaba conforme con su cuerpo y que ahora se siente más seguro.

En una oportunidad comenta que empezó a salircon un chico del colegio nuevo, pero que a raíz de estole dio un “ataque de disforia”, yaque sepone mal al “sentirse femenino”. A raíz de esto se hizo algunos cortes superficiales. Relata que desde que empezaron los cambios de lapubertad, a los 12 años, “empezó a odiar ser mujer”.

Dice que siempre le gustó escribir y la aliento a traer los escritos que va produciendo. Comenta que cuando vivía en casa de su mamá escribía historias “sobre personas que salían del closet”, aclarando que este es un tema que lepreocupaba cuando vivía en provincia, pero que desde que vive en capital “es otra cosa”. Está escribiendo en un cuaderno sobre lo que le pasa con los chicos que sale y lee uno de sus últimos escritos sobre la indiferencia de uno de ellos. El último tiempo está subiendo escritos de su libreta a whattpad, comenta que le han dejado comentarios y que eso le gusta. Ya no secorta hace meses.

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Retomando lo planteado al principio, quisiera destacar que si bien estos exilios son angustiantes y dolorosos para todo sujeto que atraviesa la adolescencia, hay algunos casos en que esto se ve acentuado por las coordenadas propias en las que se encuentran algunos adolescentes en particular. Como plantea Lacadée (2022): “Esos momentos de exilio son vividos de manera más aguda y más real cuando los adolescentes viven en lugares que se caracterizan por cierta precariedad simbólica, de exclusión” (p. 33). En este sentido, el adolescente busca un punto de apoyo en el Otro, como un punto desde donde puede verse digno de ser amado, incluso verse amable para un Otro que sepa decir que “sí” a lo nuevo que él presenta. Gracias a la presencia de un psicoanalista, el adolescente puede encontrar cómo darle a su propia lengua en impasse, un empujoncito. Puede lograrlo apartir de esepunto desde donde seescucha hablarle aun Otro, encarnado para él en su analista. Es lo que intentamos llevar adelante en nuestro trabajo cotidiano con los adolescentes que nos consultan.

Referencias bibliográficas

Coccoz, V. (2012):“La clínicade las adolescencias:entradas ysalidas deltúnel”,en Adolescencias por venir.Editorial Gredos,Madrid, 2012.

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Janin,B. (2015):“Adolescencia:reorganizacionespsíquicasyaperturas”en Culturas adolescentes. Subjetividades: contextos y debates actuales. Noveduc, Buenos Aires, 2015.

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Lacadée, P. (2022): “¿Qué sucede cuando se tienen casi 17 años?” en La adolescencia en los tiempos que corren.Buenos Aires:Grama ediciones, Lacan,J.(1975-76): El Seminario,Libro 23,El sinthome.Paidós,Buenos Aires,2018.

Le Breton, D. (2014): Una breve historia de la adolescencia. Nueva Visión, Buenos Aires, 2014.

Mitre, J.(2014): La adolescencia:esa edaddecisiva.Grama ediciones,Buenos Aires, 2014.

Stevens, A. (1998): “La adolescencia, síntomade la pubertad”, en Actualidad de la práctica psicoanalítica, psicoanálisis con niños y púberes. Ed. Labrador, Buenos Aires, 1998.

iLeonora Hardmeier es psicóloga de planta del CSM N° 3 “Dr. A. Ameghino” Psicoanalista. Coordinadora del Equipo Infanto-Juvenil(Turno Mañana). Integrante del Equipo de Orientación VocacionalOcupacionaldelCSM N° 3 “Dr. A. Ameghino”. Docente de la materia Psicopatología de la Facultad de Psicología, UBA. Maestranda en la Maestría en Psicoanálisis, UBA. Investigadora UBACyT.

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Jugar, trabajar, aprender. Antidefiniciones para problematizar el aprendizaje.

“Aprender siempre es un problema ”

L. es un niño de 9 años que atendí durante unos dos años; durante su tratamiento produjo importantes transformaciones en su producción cognitiva antes de la pandemia, logró alfabetizarse y avanzar en un camino de aprendizajes más placenteros. A partir de abril de 2020 su tratamiento continuó de manera remota, primero por video llamada, luego por Zoom. Lo mismo pasó con sus clases en la escuela: Zoom, Meet, videollamadas, Classroom, todos espacios en los que la mamá de L. estaba presente, muy presente. En una de nuestras sesiones, en la que la mamá había salido a hacer compras y le había dejado el teléfono para hablar conmigo, conversábamos sobre esas clases y los muchos encuentros mediados por la pantalla que estaba teniendo con sus maestres y compañeres, y al borde del llanto L. me dijo: “¡es que aprender siempre es un problema!” Esta frase de L. resulta conmovedora: aprender siempre es un problema, independientemente de que setengan o no problemas para aprender.

Entonces, no vamos a pensar en problemas de aprendizaje sino en el aprendizaje como problema, es decir, vamos a intentar problematizar el aprendizaje, ponerlo en cuestión, interrogarlo. No darlo por supuesto. Problematizar obliga a pensar el objeto en cuestión, un objeto que se nos impone como novedad.

Una de las cuestiones que surgen de esta problematización es que el aprendizaje no es privativo de la infancia. Todes aprendemos, somos sujetos de aprendizaje. Chiques, adolescentes, grandes, viejes; desde luego, no estamos pensando en etapas cronológicas del desarrollo sino más bien en posicionamientos subjetivos que implican determinados trabajos psíquicos. En cualquier ocasión en que lo desconocido senos presenta como obstáculo, como escollo, hay oportunidad de que suceda el aprendizaje.

Problematizar el aprender también nos advierte sobre el monto de energía que esteproceso implica: aprender no va de suyo, es un trabajo, en ocasiones ligado a lo placentero, en ocasiones transformándose en un camino tortuoso,

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pero suponiendo siempre algún monto de satisfacción. Aprender es un logro, implica esfuerzo, gasto, renuncia. Renuncia que no sería posible sin alguna expectativa de ganancia a futuro.

La tercera cuestión, entonces: el aprendizaje está ligado al proyecto. Aprender, al ofrecer oportunidades de establecer diferencias, de encontrar significaciones, de complejizar el psiquismo, contribuye a la posibilidad de proyectarse a futuro.

El trabajo del aprendizaje o el aprendizaje como trabajo.

En el texto El sufrimiento en el trabajo, C. Dejours (2015) postula la centralidad del trabajo para la subjetividad, afirmando que muchas de las consultas actuales refieren a cierto grado de sufrimiento en el trabajo.

Trabajar, dice Dejours, tiene que ver con hacer trampa, y con este término refiere a un plus, a un agregado, al rebusque, a aquello que hay que agregar de uno mismo a las prescripciones para que funcionen. Con la salvedad de que nunca se sabe de antemano qué es eso que habrá que agregar, no hay anticipación posible, no hay previsión posible. El trabajar, entonces, está ligado a la sorpresa, a lo imprevisto, a la invención. Dejours distingue tres niveles de sublimación en la psicodinámica del trabajo: la cuerpopriación, el reconocimiento de los otros y la dimensión ética Desde ya que no vamos a detenernos en el análisis de este texto porque excede los límites de este artículo, pero me interesa usarlo como disparador para pensar, para problematizar la cuestión del aprendizaje que es la que nos ocupa. Porque si el trabajo es la actividad central que define la vida adulta, el aprendizaje es la actividad central que define lavida de les niñes. Es necesario aquí aclarar que no setrata de oponer aprendizaje y trabajo (o aprender y trabajar), ni tampoco de igualarlos; más bien lo que intentamos es pensarlos en diferencia: aprender tiene que ver -muy sintéticamente- con construir novedades que producen transformaciones intrapsíquicas en el marco de lo intersubjetivo; trabajar implica una transformación del mundo -de la cultura, de la sociedadapartir de laproducción. pero también de quien trabaja apartir dela exigencia de complejización del psiquismo que los problemas de la tarea imponen. Podemos ubicar el trabajar y el aprender, entonces, en una misma serie: son procesos subjetivantes, producen subjetividad en tanto demandan al sujeto una acción, una invención, un hacer creativo (Winnicott, 1971) Veamos ahora

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si podemos ubicar los tres niveles de sublimación que Dejours plantea en la dinámica del aprendizaje.

El cuerpo, los otros, la cultura

El primer nivel planteado por Dejours es la cuerpopriación; es el cuerpo el que se apropia del enigma que el trabajo supone. Afirma que el trabajo produce transformación en el modo de habitar el cuerpo, de algún modo coloniza la subjetividad a través del cuerpo.

No hay aprendizaje que no pase por el cuerpo. Aprender es una experiencia afectiva. Todas las sensaciones que el objeto de conocimientolo desconocido- despierta atraviesan el cuerpo y se expresan mediante el cuerpo. Instrumento de apropiación del conocimiento (Pain & Fernández, 1987), desde los inicios de la vida psíquica el cuerpo es sede del placer de dominio que el aprender pone en juego.

Para pensar en la apropiación corporal de los objetos de conocimiento vamos a comparar producciones de dos niñas en un momento inicial de aprendizaje de la escritura, particularmente de la escritura del nombre. Dos niñas con historias, modalidades y recursos diferentes, que atraviesan ese momento iniciático del aprendizaje sistemático.

Jazmín, de 9 años, asistea una escuela especial. En un primer momento no distingue una letra de otra, cada palabra es una sucesión de letras aparentemente al azar. Escribe su nombre.

En un segundo momento empieza a distinguir letras, en poco tiempo comienza a escribir de modo silábico-alfabético, pero su nombre lo escribe al revés.

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Nuestra segunda niña, Julia, no tiene problemas en sus aprendizajes, lee y escribe en forma alfabética desde preescolar, pero escribe la inicial de su nombre al revés

Hay una lógica intrínseca del objeto que estas niñas entendieron y resolvieron, cada una asu manera: laJ es la única letra del alfabeto (imprenta mayúscula) que “está al revés”. Todas las letras se dibujan a partir de un eje. Algunas son simétricas con relación a ese eje, ya sea de forma bilateral (A, M, O, T, etc.)o radial (S, N, Z) Otras, son asimétricas, parten de un eje vertical y “van”, se dibujan, hacia la derecha (D, R, E) Sólo una, la J, parte de un eje vertical hacia la izquierda.

Escribir implica la sujeción a un sistema con una fuerte legalidad. Los mecanismos cognitivos y simbólicos que se requieren para construir ese objeto son complejos y requieren de un trabajo psíquico inmenso. Ambas niñas descubrieron la lógica interna de ese objeto (no sólo del alfabeto, todo nuestro sistema de escritura se inclina hacia la derecha, a los zurdos les resulta tan difícil sujetarse a este sistema que muchas veces “derechizan” su mano izquierda) Cada una resolvió como pudo esa “excepción” que es la J: Julia anulando la diferencia, derechizó la letra y siguió escribiéndola así durante mucho tiempo, pese a las múltiples experiencias de lectura que atravesaba, que la enfrentaban con una J tradicional. Jazmín hizo que su nombre entero siguiera la dirección de su inicial (desde luego, el modo de resolución de este conflicto cognitivo está ligado a la modalidad, historia y vínculos de aprendizaje de cada una, que no vienen al caso en este desarrollo). La mano, el cuerpo entero se les hizo letra. Una letra que, como un espejo, revela aquello que del cuerpo se hace presente en la escritura.

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El segundo nivel que plantea Dejours (2015) es el reconocimiento. Dice que trabajar no es sóloproducir, también es vivir juntos, vivir en común. Y ese vivir en común espera algún tipo de retribución; no una retribución material –o no sólo material- sino una retribución del orden del reconocimiento. Reconocimiento ligado al juicio acerca del trabajo realizado. Ser reconocido por el trabajo implica pertenencia: a un colectivo, a una comunidad, a un equipo.

¿Cómo podemos pensar estenivel con relación al aprendizaje?

Por un lado, aprender en la infancia requiere de un reconocimiento de los adultos significativos, aquellos en los que se deposita cierta confianza que hace de base para interesarse por los objetos del mundo. Cierta diferencia intergeneracional es requisito del aprendizaje; una generación que cuide a otra, que ofrezca un espacio seguro, amable; que ofrezca alguna garantía de sentido son condiciones para la elaboración de un proyecto futuro. No aprendemos por ensayo y error, o por “motivación”; aprendemos porque confiamos en el otro, porque creemos en su palabra; y esperamosnecesitamos- alguna retribución -reconocimiento- por esa confianza. El espacio escolar es arbitrariamente sistemático, todo está regulado, hasta el juego tiene su tiempo fijado en el recreo. Difícil para niñes y jóvenes ajustarse a esa legalidad sin cierta expectativa de reconocimiento por parte de les adultes que ama (familia, docentes, etc.)

Por otro lado, el reconocimiento de pares resulta fundamental a la hora de habilitar el abandono de certezas primarias para dar lugar a la duda, la reflexión, la pregunta, y aquí la escuela tiene un rol fundamental. Desde luego que no sólo seaprende en la escuela, pero no podemos negar que la escuela es -para les niñes- espacio privilegiado de encuentro y confrontación con otres, y en ese sentido ofrece la posibilidad de enriquecimiento y complejización psíquica, oportunidad de construcción de lazo social. Las instituciones educativas, “a cargo de transformar el cachorro humano en sujetode lapalabra” (Frigerio, 2004, p. 131) tienen en estesentido una función instituyente. El reconocimiento de los pares hace del aprendizaje un proceso que incluye al sujeto en un grupo, en un estar en común. Podemos retomar aquí la escena con que iniciamos este artículo, y preguntarnos qué estatuto toma para L. (y para todes les niñes a partir del establecimiento del ASPOen

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2020) la imposibilidad de ir a la escuela, la exigencia de aprender en casa cuestiones que requieren de un espacio otro, ajeno a lo familiar.

Un tercer nivel de sublimación que Dejours plantea refiere a la dimensión ética: aquella que establecerelación entre el trabajo yla cultura, que establece valores relativos a la vida, “a la vida individual pero también a la vida de la civilización” (Dejours, 2015, p.64).

Ya Sara Paín (1983) hace casi 40 años inscribía el aprendizaje en el proceso de transmisión de la cultura y afirmaba que, al tiempo que permite al sujeto devenir social, incorporarse a la cultura a la que pertenece, le otorga las herramientas necesarias para transformar esa cultura. El aprendizaje está, entonces, al servicio del desarrollo cultural. Decíamos anteriormente que aprender requiere de una diferencia generacional; podemos agregar ahora que se requiere también de un grupo que aloje esa diferencia -lo que Piera Aulagnier (1993) llamaría campo social-, que soporte y se ofrezca como horizonte. Podríamos preguntarnos qué sucede cuando ese horizonte se desdibuja, cuando el espacio que desde el campo social se prepara para que ese sujetito se transforme en otra cosa es un espacio signado por la competitividad y el individualismo, cuando lo que se transmite desde algunos ámbitos enseñantes, lejos de resaltar y fomentar la cooperación para el bien común, es la importancia del mérito individual en la concreción del éxito. Muchas de las consultas actuales en Psicopedagogía refieren a este nivel, refiriendo un sufrimiento excesivo ante la dificultad de adaptarse a un sistema que fomenta la exclusión.

¿Y el jugar?

Aprender y trabajar son procesos que implican un cambio de posición, un movimiento, y por ese motivo están ligados al crecimiento. ¿Qué es crecer sino un modo de proyectarse hacia el futuro? Un modo de imaginar un ideal que permite sortear los obstáculos actuales en pos de un porvenir esperanzador. Eneste sentido, tanto aprendizaje comotrabajo se constituyen como espacios/acciones/procesos subjetivantes.

Iniciamos este artículo con la intención de problematizar el aprendizaje y, para eso, tratamos de pensarlo en diferencia con el trabajo. Resulta necesario, para concluir, reflexionar sobre qué estatuto adquiere el jugar en estos procesos, ya que el jugar atraviesa el aprendizaje del mismo modo que debería atravesar el trabajo. Si algo de lo lúdico no se acarrea al trabajar

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(Rodulfo, 1997), el trabajo se reduce a prácticas alienantes, adaptativas. Si el aprendizaje no estáatravesado por las raíces deseantes del jugar, la actividad en laque les niñes ocupan más tiempo de susvidas queda reducida ala copia, a la repetición, al sometimiento.

De lo que se trata, entonces, es de problematizar, poner en cuestión el aprendizaje articulando sus múltiples causalidades. Poner a jugar lo histórico, lo social, lo biológico y lo subjetivo singular nos permite abrir preguntas, inventar modos de intervención y producir ejes de investigación. Lo imprevisto, lo que causa sorpresa, lo no esperado genera pensamiento y juego y, por lo tanto, trabajo y aprendizaje.

Referencias bibliográficas

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i Cecilia Kornblit es Lic. y Prof. en Psicopedagogía (USAL) Psicopedagoga de planta de la División Infanto Juvenil del C. S. M. N°3 Dr. Ameghino. Docente de la UNSAM en las carreras Licenciatura en Psicopedagogía, Licenciatura en Educación y Ciclos de complementación curricular. Integrante del Programa Psicopedagógico para Adolescentes de la Escuela de Humanidades UNSAM.

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Aislamiento social y después

Interrogar y pensar los tiempos que nos toca vivir, siempre supone una apuesta difícil. Difícil porque uno forma parte de eso mismo, y está afectado por lomismo que trata de interrogar. Pero fue el psicoanálisis, Freud mismo, quien nos internó en ese camino. Además, “no hay otro tiempo que el que nos ha tocao”1, dice el poeta. Y en estos tiempos, que nos han tocado, venimos atravesando situaciones que afectan el lazo social. ¿Qué decimos cuando decimos lazo social?, porque lo repetimos, o lo recitamos pensando que todos acordamos unsentido en ello. Lacan ([1969-70] 1992) nos enseñó que lo que hace lazo es el discurso; discurso que no requiere de palabras para efectuarse sino que a través de ubicar cuatro lugares y cuatro elementos que rotan, es posible ubicar modos de goce que serán el trasfondo de los síntomas; y que esto constituye un estilo singular de hacer lazo, para cada sujeto.

Cada uno de los lazos puntualizados por Lacan resume mecanismos de articulación entre el sujeto, el objeto y los significantes. El lazo comporta un vínculo que une y al mismo tiempo separa. Une con algunos, separa de otros. Y esto lo podemos pensar tanto en la relación del sujeto con el goce, los significantes, el objeto, y los otros. Pero también como algo intrínseco a cada lazo en sí mismo. Une y separa. Liga y desliga. Los lazos siempre son paradojales. Pero ¿y el lazo social? El lazo social presupone al otro. Si bien el lazo es singular, en cada época, en cada momento podemos ubicar en el lazo social una predominancia. ¿Qué tipo de lazo predomina hoy, en pleno auge de la política neoliberal, y luego de un tipo de “vínculo” tan novedoso como aislamiento social obligatorio y generalizado?

Escuchábamos al comienzo de la pandemia, algunas expresiones bien intencionadas, aunque ingenuas, afirmando que se trataba de una advertencia de la naturaleza, que la humanidad iba a salir mejor, más reflexiva, más solidaria, luego de tal situación sinduda traumática. Pero al ir transcurriendo y prolongándose la pandemia y luego, al salir de esa crisis

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1 Joan Manuel Serrat. “A quien corresponda” Recuperado en: https://www.youtube.com/watch?v=oFF_NAIw69g

global, los resultados son otros. Encontramos una marcada profundización de las tendencias previas: ampliación de las desigualdades y deterioro de la calidad de vida, sobre todo en los grupos sociales más frágiles.

¿Afectó esto el trabajo en el área salud? Rosana Onoko Campos (2004), médica brasileña especialista en gestión hospitalaria y en salud colectiva, tiene un texto muy anterior a la pandemia que tituló tomando el nombre de un conocido texto de Nietzsche “Humano, demasiado humano”; donde postula de un modo un poco extremo que el hospital moderno masacra a sus sujetos, a todos. Sostiene que una gestión preocupada por la hegemonía y la eficiencia (a la cual diferencia de la eficacia) expulsa la humanidad tanto de los pacientes como la de quienes trabajan.

Sabemos desde “El malestar en la Cultura” ([1929-1930] 1974) que la inserción en instituciones -todas ellas- si bien nos estructura comohumanos, también conlleva un irreductible malestar por la renuncia pulsional que requiere esa operatoria. Pero Onoko Campos (2004) sostiene que hay que diferenciar malestar, de sufrimiento. Para quienes trabajamos en el área de salud, al malestar en lacultura, hay que sumarle el desgaste que produce el estar frecuentemente expuestos al sufrimiento, a la muerte. Y esto se vio acentuado durante la pandemia, tanto en las consultas que recibimos, como en la vida de quienes trabajamos en las instituciones de salud.

No podemos dejar de mencionar además los obstáculos que tuvimos que sortear para poder llevar adelante nuestra tarea: carencias de insumos básicos -que en ese momento además de básicos, eran vitales- (equipos de protección, barbijos, alcohol, etc.); carencia respecto a la tecnología mínimamente necesaria para sostener la atención de pacientes; la falta de diálogo genuino por parte de las autoridades para resolver las problemáticas. Todos ellos, gestos y acciones que transmiten la idea de que quien trabaja es poco valorizado. Lo cual no es menor si tenemos en cuenta que, además de la tarea específica, las instituciones son productoras de subjetividad en quienes allí trabajamos. Es decir: no setrata sólo de latarea específica pensada robóticamente sino también si la institución y el trabajo propicia -o no- la realización personal.

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Contribuye también a la desvalorización el hecho de que las disposiciones institucionales -o, digamos, la transformación que no para2- se pretendan imponer sin tener en cuenta el tipo de trabajo que una institución, de salud mental en nuestro caso, lleva adelante. Sin tener en cuenta las opiniones de quienes desempeñan la tarea, se imponen cual discurso Amo. Sumemos a ello funcionarios que operan, al modo de la pulsión de muerte: de modo silencioso y produciendo desligadura, avanzan lenta y silenciosamente, sin confrontar, corriendo mamparas, tomando espacios, proponiendo desde la cúpula un diálogo improductivo, que no escucha, restando espacios de encuentro entre los profesionales, espacios que más allá de su función específica, fortalecerían los lazos.

En el Seminario 17 Lacan postula que no hay otro origen de la fraternidad, que no sealasegregación, separados- juntos, “no hay fraternidad que pueda concebirse si noes por estar separados juntos, separados del resto”. (Lacan, [1969-1970] 1992, p. 121). El lazo une, el lazo recorta. ¿En relación a qué une? Ideales, proyectos, pactos, construcción de futuro. Pero una sociedad o un grupo que no pueda juntarse nos hace pensar en la fragmentación.

Alberto Binder (1991) un autor del campo del derecho en su texto La sociedad fragmentada plantea con mucha claridad que la fragmentación es una estrategia del poder dominante. Transformar ala mayoría oalatotalidad de una sociedad o una institución, en un conjunto de grupos aislados, que confrontan entre sí, va en contra de la construcción de mayorías hegemónicas, evitando así la construcción de una democracia transformadora. Los pequeños grupos, producto de la fragmentación se tratan entre sí como minorías discriminadas, mientras el poder dominante busca generar prácticas de enfrentamiento entre esas minorías y esto dificulta la posibilidad de construir acuerdos y objetivos comunes y lograr llevar adelante políticas de cambio. Binder sostiene que la fragmentación es así una estrategia de desorientación. Una estrategia de desorientación que no produce el “juntos” sino solo separados. Es frente a esto que el autor (Binder, 1991) propone la política del encuentro, la construcción de puntos de acercamiento, ubicando y respetando las diferencias. Una política del encuentro que pueda rescatar la idea de un futuro institucional posible,

2 La transformación no para: eslogan del Gobierno de la Ciudad que inunda CABA y medios nacionales desde comienzos del año 2022.

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formar un proyecto colectivo que, aún como utopía, oriente a la mayoría y nos permita seguir caminando. Fernando Birri3 dice, en una frase tomada por Eduardo Galeano, quien lo cita: “La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Entonces, ¿para qué sirve la utopía? Sirve para eso, para caminar”.

Hace varios años atrás atendí en esteCentro a un paciente que había sido escritor. Uno muy reconocido. Y cuando se le preguntaba por qué no volvía a escribir, siempre respondía “se acabó la épica”. Quienes ocupan hoy los lugares de poder parecen tener claro que sin proyecto colectivo no hay utopía que nos haga caminar, sin utopía no hay épica, y sin épica, no hay historia que escribir. Terminado el período de aislamiento, es necesario que volvamos a practicar la política del encuentro.

Referencias bibliográficas

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Freud, S. ([1929-1930]1974)“ElmalestarenlaCultura”. En Obras Completas,tomo VIII, Barcelona:Biblioteca nueva.

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i Ruth Taiano es psicóloga de planta delCentro Ameghino, equipo adultos turno tarde. Docente del curso prolongado de psicoanálisis. Coordinadora de concurrencias Centro Ameghino. Supervisora de concurrentes. Secretaria delComité de docencia e investigación.

3 Este texto "armado" por E. Galeano, está basado en una respuesta del cineasta santafesino Fernando Birri en una charla que dieron juntos en Cartagena de Indias como respuesta a la pregunta de uno de los asistentes: ¿para qué sirve la utopía?

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Muerte y Finitud. Escritura y Ex-Sistencia

El lenguaje es un virus… que vino del espacio exterior. William S. Burroughs, La revolución electrónica.

El presente trabajo surge como intento de desplegar una inquietud que se expresa en la pregunta "¿para qué analistas?" y en el cuestionamiento de nuestro lugar de escucha para el llamado "clamor de la humanidad" (Lacan, 1973a, p.327) como padecimiento propio del tiempo que habitamos.

El encuentro con el último libro de Javier Galarza (2022), La religión Hölderlin, el necesario diálogo intertextual que sostiene el autor con Martín Heidegger -quien hace suya la pregunta del mencionado poeta alemán:

"¿Para qué poetas en tiempo de penuria?" (Heidegger, 1950) y el ineludible El triunfo de la religión de Lacan ([1974] 2006) alumbraron para quien suscribe las marcas que ayudaron a trazar este despliegue.

El mundo es texto en tanto la vida misma es escritura. Y muchas vecesuno reescribe libretos, los borra, los altera o los tacha. Me interesa ese desborde de la hoja de papel sobre la vida. Como deseo de expandir el mundo, no en el sentido de crear una ficción, sino en el apresar un caudal de existencia que de otra forma sería inasible. Estamos en una era de transición que no sabemos hacia dónde nos lleva. (...). El mundo todo está en jaque. Freud, Mandelstam, sufrieron hambrunas, deportaciones. Pero el arte, durante y entre guerras, fue formidable. Vivir colectivamente algo de lo real. Que la pandemia toque el lenguaje (que según Burroughs también es un virus). Que en ese cambio podamos resistir. (Galarza, 2022, p. 24)

Habitar y resistir en el lenguaje y gracias al lenguaje. No solamente en lacreación que llamamos artística. Javier Galarza, -autor del último párrafo, un poeta en estrechos vínculos con el psicoanálisis y con quienes lo practicamos- dejó un libro editado al filo de susúltimos días de vida. Escribo este trabajo sirviéndome de este material y de otros que circularon por distintos medios a propósito de lo que en aquél momento era la presentación inminente de aquél libro: "¿Quién habla de triunfos? el resistir lo es todo" dice a un medio local en un reportaje. Galarza toma este verso de un poema de M. Rilke, y para seguir hablando dela resistencia, continúa en la misma entrevista:

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Un cuerpo en proceso de textualización es un cuerpo que se dice a través de la escritura, un cuerpo en proceso de decir (se). La obra crea cuerpo. Un sueño o un síntoma son escritura en tanto metáfora, en tanto trabajo de creación. Me interesa lo que del cuerpo escapa a lo capturable (...) todo lo que el poder no pueda cooptar de nosotros. Los cuerpos sean. Las marcas del instinto y la lucha por sobre los cuerpos descartables de este pos capitalismo que muta junto a sus virus. Tengamos en cuenta que en tanto estamos prometidos a la muerte, cosa que no es mayor problema, cualquier curación será momentánea. Entonces puedo afirmar que la escritura produce movimientos (...) Sé que los pactos con la palabra producen nuevos emplazamientos, y esto tiene incidencias en lo social. (...) Quiero escribir mis imposibilidades con furia y deseo y un poco de amor en este mundo".

(Del muro de Facebookde Javier Galarza, 22 de mayo 2022)

A contrapelo de lodichopor Guillermo Saccomano parafraseando aJohn Berger en la última Feria del Libro: “escribo, con la esperanza entre los dientes’", Javier Galarza bien podría decir: "escribo, contra toda esperanza’" (Mandelstam, 1970). Especialmente cuando habla de lo que él llama "una ética de la catástrofe" en referencia a los desastres climáticos, las pestes, el colapso de los discursos políticos y científicos, la "guerra como motor capitalista que es dialogada ante los ojos del mundo" y "lo impensable sucediendo en lo cotidiano" (Galarza, 2022, p.83). Nos dice que no estamos autorizados a pensar laexistencia (y mucho menos lacreación) en términos de triunfo o de fracaso. Para él, "el único peligro es perder la metáfora" 1 .

En el año 1974 Lacan da una conferencia de prensa en Roma, en el marco de un congreso de psicoanálisis. El material seeditó en el año 2005 bajo el título "El triunfo dela religión". Como yadije, el libro de Javier Galarza se llama -nada menos- que La religión Hölderlin. No es la palabra religión la primera que me pesca de las pestañas, sino la respuesta de Lacan en la mencionada rueda de prensa ala pregunta sobre si el psicoanálisis triunfará o no sobre la religión. Lo hace, luego de explayarse a piacere en las llamadas por Freud profesiones imposibles (Lacan, 1974) -gobernar, educar, analizar, agregando también lo que llama la posición imposible del científico y la correlativa angustia de éste por el supuesto poder ilimitado de laciencia-. Y dice: “El psicoanálisis no triunfará sobre lareligión, justamente, porque la religión es inagotable. El psicoanálisis no triunfará, sobrevivirá o no". (Ibidem, p.78)

1 Cita de la noticia “Adiós a dos grandes referentes de la poesía argentina contemporánea” Telam 28 -7-2022. Disponible en https://www.telam.com.ar/notas/202207/599991-poesia-argentina-contemporanea-javiergalarza-susana-cabucci.html

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Acto seguido asegura que el triunfo de la religión no solamente sobre el psicoanálisis. ¿Por qué? por lo que él llama "el poder de apaciguar los corazones" (Ibidem, p. 79) que tiene la religión frente a "la expansión de lo real" (Ibidem, p.80) gracias a su capacidad de otorgar sentido a la vida humana frente al síntoma, en tanto éste es "lo que no anda" (Ibidem, p.86) y "lo más real que existe" (Ibidem, p. 80). Estaintrusión de lo Real, también puede ser extirpada o anulada -especialmente por lareligión- "siselaahoga en el sentido" (Ibidem, p. 80) Es necesario, pues, que el psicoanalista ocupe otra posición.

Imposible evitar traer aquí la interpretación de la que habla Lacan (19761977) en el seminario 24, a la que nombra como poética y que no tiene relación alguna con el descifrado, la producción de sentido o la belleza de las palabras ya que se trata de la capacidad operatoria de la intervención analítica cuando toca algo del cuerpo y lo transforma. Por su parte, Javier Galarza nos dice que la poesía es "un daño colateral" -me pregunto: ¿un síntoma? - "un tropiezo en el lenguaje" (Galarza, 2022 p. 83). A propósito, me interesa tener en cuenta que en la lengua alemana la palabra metáfora -también condensación- sedice verdichtung. Por suparte, dichtung significa poesía. Quizás no forcemos demasiado la cuestión diciendo que verdichtung es otro modo de nombrar el síntoma. Ahora bien: si la poesía es un accidente, una disrupción del lenguaje que excede el sentido, si el síntoma es el modo privilegiado en el que lo Real tiene lugar en la escena distinta de mundo como lo que en ella lo que no anda, y lainterpretación en su versión poética difiere radicalmente del descifrado podemos decir que el síntoma, lapoesía y estaúltima versión dela interpretación tienen en común la necesidad lógica de lo que no se deja simbolizar y que también opera comofundamento económico de loque estáestructurado como unlenguaje.

Tomo ahora el título La religión Hölderling: el autor comienza desde las primeras líneas del libro a hacerse preguntas acerca de "la cura' o "la salvación". Pero, en tanto destaca que somos para la muerte, no encuentra modo de evitar, como cualquiera que decida adentrarse a trabajar con la materia que llamamos lenguaje, el encuentro con lo no simbolizable tanto en los propios escritos como en los de Hölderlin. Toma a Martín Heidegger, quien hace suya la pregunta de aquél en su texto "¿Para qué poetas en tiempos de penuria?" (Heidegger, 1950) Ante ella, Galarza ofrece algunas pistas: recurre a la elegía "Pan y vino" de Hölderling. No casualmente

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desliza también un encuentro con textos de Rainer M. Rilke de donde concluye que las elegías de esteautor son textos donde "la vida y la muerte se afirman como unidad" y se refiere a los poetas como “abejas de lo invisible" (Galarza, 2022, p. 19). La perlita: Rilke habla en sus cartas de "Lo transitorio" -o "Lo perecedero” (Freud, 1916), ¿les suena?- y dice que esta cualidad debe amarse por su condición misma de fragilidad y pronta declinación.

Volviendo al texto de Heidegger, éste señala que en la experiencia histórica de Hölderlin sutiempo es el del "findel día de los dioses (...) La era está determinada por esta lejanía. (...) se ha apagado el esplendor de la divinidad". (Heidegger, 1950, p. 2). Es la época de la noche del mundo donde el hombre es incapaz de sentir esta falta de divinidad como tal. El universo ha sido privado del fundamento sagrado y su figura retórica es el abismo. Pero es necesario experimentar y soportar esteabismo: se trata de "la noche sagrada" (Ibidem, p.2) El cambio de era sólo podrá darse si los hombres le construyen una morada; así, el mundo se tornará un lugar adecuado si previamente "comienza a brillar un esplendor de divinidad en todo lo que existe" (Ibídem, p. 3). En este punto, Galarza agrega lo que termina pareciéndose a una estrategia de resistencia: Es mi voluntad encender fuegos, lugares de rescate, leer a Hölderlin, preparar el brillo donde habita lo sagrado en el interior de cada cosa. (...) lo sagrado es independiente de un dios, es ese espacio para elmisterio donde aún nos encontramos. Pueden haber muerto todos los dioses, pero la vida sigue siendo lo que se nos escapa. El misterio no está reñido con la política. Es una ética preguntar, carecer de respuestas, accionar igual. (Galarza, 2022, PP. 13-14).

El misterio se mantiene intacto e imposible de nombrar. Pero el tratamiento de lo imposible no deja de ser político. Hölderlin otorga en la misma línea: "A menudo es preciso callar, faltan nombres sagrados" (En: Galarza, 2022, p. 84) Heidegger despliega en su texto cómo es que el "poeta es el pontífice" (Heidegger, 1950, p. 4; Galarza, 2022, p. 48) el que tiende puentes en lalarga noche del mundo: no obstante Hölderlin denuncia un agujero que no le permite hacer un uso pleno de las palabras para nombrar lodivino. Si bien pregona que "toda religión será poética" (Galarza, 2022, p. 64) las mismas leyes de producción de dicha poética atentan contra cualquier pretensión de totalidad. La poesía es el modo mismo en que las formas de la naturaleza se muestran al espíritu, pero no dejan de hacerlo

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en forma fragmentada y con grandes hiatos imposibles de ser llenados con los relatos de la mitología.

En la misma línea, Néstor Braunstein (2013) en su texto Dios es inconsciente se refiere a laópera "Moisés y Aaron" de Arnold Schönberg. El dios que entrega las tablas "es el que es": un ser sin atributos y sin imágenes. Moisés se encuentra en serias dificultades para transmitir la experiencia, haciendo terminar el segundo acto con el "desgarrador y desolado" grito: "Oh, palabra, Tú me faltas". De igual modo, el abismo de Hölderling parece ser lo que el tártaro para Orfeo: la divinidad para uno y Eurídice para el otro, ambos vueltos a perder en el lugar donde se suponía que debían recuperarse.

Galarza sepregunta a propósito qué es hoy "estar en el tiempo" (nuestro propio tiempo de penuria o indigencia) y responde diciendo que al llegar la peste (podríamos agregar: la guerra, como creemos conocerla o por otros medios) "hay leyes que cambian y se deshacen y nos evidencian" (Galarza, 2022, p.11) Freud (1915), en “De guerra y de muerte”, nos autoriza a decir que tales acontecimientos no pueden ya ser eliminados del cálculo de la vida. La muerte no admite ser rebajada a un accidente o una contingencia.

Sostiene Galarza:

Un haber no tangible en esta sociedad donde ha triunfado el concepto de eficacia. El pensamiento, la pregunta o la angustia no parecen valores. Pero pensar abre puertas, transforma, tiene implicancias en elmundo. Se hiberna o se sale con lo que se puede, es el momento para reflexionar, hacer obra. Una tarde, hace muchos años, comprendí esa religiosidad sin dios. Algo ocurre cuando se trabaja con ellenguaje. El mundo se abre a lo inesperado, lo improbable o lo imposible (Galarza, 2022, p. 58)

Parafraseando a Cesare Pavese: "Io comincio a fare poesía quando la partita e perduta”2 (Negroni, 2017 p.75) tal vez podamos afirmar que la posibilidad de "hacerles el juego" a ciertas posiciones "rectificadas por el capitalismo" (Soler, 2013) está perdida de antemano.

Hugo Mujica (2017. p. 158) nos habla en su poema Alba de "(...) una fe que es absoluta/ una fe sin esperanza". Juan Gelman mucho tiempo después de aseverar que "ni con miles de versos" (Gelman, [1973] 1919) el poeta llega a alcanzar ciertos objetivos -no obstante se sienta a la mesa y

2 Yo comienzo a hacer poesía cuando la partida está perdida.

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escribe- contestala pregunta de Hölderlin "¿Para qué poetas?" conla frase: "lapoesía estáde pie frente a la muerte". (Gelman, 2008). Parece entonces ser cierto que, "ennuestra materia, los artistas nos preceden" (Lacan, 1965, p. 211)

Enel seminario 20 Lacan, (1972-1973) habla de lapoesía comoun modo privilegiado del sujeto de abordar lo que está del otro lado del muro del lenguaje. Quizás podamos remitirnos también a loque más adelante (197677) llama "el tono", que reconduce a "una resonancia" sostenida en el tropiezo de "la una-equivocación" capaz de otorgarle a la palabra un retorcimiento especial del cual depende su eficacia operatoria, susceptible de tocar el cuerpo del analizante y de propiciar algún que otro despertar evanescente: el fundamento del lugar del analista como un partenaire "en condiciones de responder" (Lacan, 1973b, p.584)

Tal vez la resistencia (no el triunfo) opere gracias a una posición a favor de "loindócil" (Negroni, 2022).

"En una época/ sólo la certeza me daba/ alegría. Imagínense.../ La certeza, una cosa muerta". (Louise Glück en Negroni, 2022)

Referencias bibliográficas

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Soler, Colette (2013): Lacan, lo inconsciente reinventado.Buenos Aires:Amorrortu.

i Andrea Escobar es psicóloga de planta del CSM N°3 Dr. Arturo Ameghino. Equipo adultos vespertino. Docente de la Práctica ProfesionalClínica en la Emergencia. Facultad de Psicología (UBA). Docente del Posgrado en Psicoanálisis del CSM N°3. Egresada de la Concurrencia en Psicología del CSM N° 3. Egresada de la Residencia en Psicología del HIGA Eva Perón de San Martin (ex Castex). Egresada de la Residencia posbásica interdisciplinaria en Cuidados Paliativos del Htal. Dr. Bonorino Udaondo.

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Como de ciencia ficción. Algunas reflexiones sobre la Pandemia del COVID 19 y el trabajo en el Centro de Salud Mental Nº. 3 Dr. A. Ameghino.

Nelly Urbinai

Como de ciencia ficción, la época obligó a transitar una experiencia inimaginable. El estallido de lo traumático inundó la escena. El 11 de marzo de 2020 la OMS declara la Pandemia del Coronavirus COVID-19 causado por el virus SARS-CoV 2. Pandemia quiere decir: no hay donde escapar. En ese primer tiempo solo conocemos su nombre, que amenaza fundamentalmente a personas de edad mayor y afecta lo respiratorio. El Coronavirus vino a recordarnos nuestra fragilidad y nuestro ser mortal. Desconcierto, estado afectivo: la angustia. Perdimos el aire.

El Estado determina como medida de protección dictar la cuarentena, aislamiento, resguardarnos dentro de las casas, tomar cuidados diarios, uso de tapabocas, limpieza con cloro y alcohol para todo lo que toquemos. Comienza una repentina imposición de cambio de hábitos, y transformación de nuestra realidad cotidiana. El COVID 19 ingresa anuestro malestar en la cultura.

Paradójicamente, las pantallas muestran imágenes donde la naturaleza recobró la vida, los animales disfrutan a sus anchas de una ciudad despoblada. Bellas imágenes que contrastan con otras de pura oscuridad, los contagios aescala mundial, lafalta de respiradores- ante el gran número de infectados- en hospitales sanitarios del primer mundo; “la creciente de contagios es exponencial” se repite incesablemente en los noticieros junto con el aumento de infectados fallecidos. Las imágenes transmiten horror.

En el Centro de Salud Mental nos informan que formamos parte del “personal esencial en salud”, es obligatorio continuar nuestro trabajo hasta que termine la pandemia. No sabíamos en ese entonces, que serían por lo menos 3 años. ¿Cómo atender a los pacientes, si lagente no puede salir de sus casas? A organizarnos, a inventar recursos.

Al sacudón de la estantería fantasmática, se responde desde lo singular y desde nuestros golpeados recursos simbólicos. Surgen relatos al modo de

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armar ficción, discursos biologicistas, pseudocientíficos, religiosos que presagian el fin; hay que domesticar el fenómeno terrible, entramar el impacto, ponerle un borde. No queda más que apretar los dientes y salir al ruedo, el nuevo escenario produce una sensación de irrealidad. Es como habitar un mundo conocido pero distinto, unheimlich, efecto siniestro, esa es la experiencia, calles desiertas, silencio.

Y avanzamos compartiendo similares fantasías con compañeros de trabajo, con amigos; el humor, negro, resulta una buena defensa ante el bicho llamado invisible. Inauguramos cambios de costumbres: deponer el abrazo y el beso en el saludo e instaurar el choque de puñitos; un tanto desnudos frente al trauma vestimos con ropa especial en los hospitales y barbijos, que el mercado absorbe rápidamente creando varios modelos y estilos.

La tecnología, uno, sino el mayor progreso de la época, aporta celulares, Zoom y Meet para sostener los lazos de trabajos, amistades, actividades físicas, artísticas, culturales. De la función de uso como entretenimiento, lo tecno se convirtió en herramienta imprescindible de vida. Clínica a la distancia, voces sosteniendo presencias, modos de alivio, a lo que nos quitó el sueño, a lo que interrumpió el reposo.

Y con dispositivos virtuales, fuimos escuchando distintas afectaciones en la clínica, algunos síntomas coyunturales: mayor ansiedad, descompensaciones, aparentes ataques de pánico, terror para salir a la escena viral, no poder dormir, o dormir de más como un buen refugio, así lo relataba una paciente de 70 años, que en sueños regresaba a la infancia donde la protegían sus padres; también dificultad para despertar. “Hay que remendar” dijo un paciente cuyotejido psíquico se rompió. Desesperación y dolor ante las pérdidas familiares sin despedidas. Duelos trabados. Pesadillas y sueños con barbijos. Terror a la muerte solitaria.

Aplausos a los profesionales del sector de la Salud, un hecho simbólico y hasta épico en medio del encierro. En una hora común a todos, se iluminaban las ventanas y podíamos ver a contraluz la silueta de nuestros vecinos. una forma de la comunidad presente y reunida. Desarrollo del amor y lazos fraternales temporarios suspenden la hostilidad de base.

Hallazgos clínicos: me comentaba una colega que una paciente que venía padeciendo torturantes síntomas de limpieza por miedo a las

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bacterias, comenzó a sentirse un sujeto “normal”, con menos sufrimiento, ya que para todos prescribía la misma regla; del mismo modo aquellos aquejados por síntomas agorafóbicos se sentían más tranquilos, la cuarentena exigía estar dentro de las casas. El Otro cultural marca lo normativo. ¿Lo que queda por fuera lo llamamos enfermedad?, porque no hay modelo normal.

Al enemigo invisible podíamos transportarlo sinsaberlo, incubarlo, por lo tanto, nosotros como los otros, nos convertimos en portadores de contagio y muerte. Las miradas temerosas/temerarias desde lejos y la evitación al acercamiento. Dos metros era la distancia exigida.

En la pandemia el tiempo y el espacio sufrieron transformaciones; con el virus y sus modos propuestos de cuidado se empezaron a trazar coordenadas de límites de los territorios habitables. Un modo de operar ante la angustia, configurando escenarios prohibidos: los más amenazantes y permitidos: los más protectores. Semejantes a las prohibiciones y prevenciones propios de la fobia, que establece un orden en los espacios para estructurar un mundo vivible.

El tiempo tomó dimensión deeternidad, tiempo continuo, lamismarutina diaria, privado de eventos, acontecimientos, que son los producen intervalos, cortes y marcan las líneas del tiempo, donde podemos fechar y crear recuerdos. De la vorágine de actividades y la demasiada prisa, la cuarentena produjo un párate, que trajo hasta sentimientos de dicha, algunos pacientes relataban que estaban conociendo más sus propias casas, disfrutando de espacios nuevos en su interior, y jugando con sus mascotas.

Encontramos sosténen representaciones, el libro Lapeste de Camus fue uno de los más nombrados, junto con Ensayo sobre la ceguera de Saramago, y recordé un libro de ciencia ficción de Isaac Asimov El sol desnudo que me atrapó mucho en otros tiempos. Quiero relatar en forma breve el argumento principal de la novela de 1957.

Asimov crea y describe dos mundos en siglos muy posteriores. Dos mundos de los 50 mundos exteriores que poblaban la Galaxia. El mundo terrestre yun mundo llamado Solaria. Los hombres que habitaban el espacio habían partido siglos atrás desde la tierra y fueron los primeros en alcanzar los mundos exteriores donde fundaron suhogar y luego cerraron las puertas

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a lainmigración, dejando afuera ala población terrestre. Con baja población habían desarrollado todo un potencial en materia militar, económica, y energética, dominaban todo el comercio interestelar que superaba ampliamente a los pobladores de la tierra, y sus habitantes gozaban de una salud fantástica teniendo un promedio de vida elevadísimo. Por otro lado, los terrestres se enclaustraron en ciudades y alzaron en derredor suyo una muralla cubriendo el cielo, al que solo se veía a través de una pantalla. Y de a poco fueron dejando las zonas agrícolas y mineras para ser trabajadas por robots. Sus grandes y confortables ciudades subterráneas les brindaban todo lo necesario para no tener que salir al afuera, lo que fue desarrollando una aversión a los espacios abiertos.

No había contacto directo entre estos dos mundos. Pero se produce un hecho inédito, turbador en Solaria, algo imposible de suceder. En esa sociedad que piensa que todo lo tiene controlado, irrumpe un crimen, el primero en 200 años de historia, y los hombres del espacio necesitan pedir ayuda a losterrestres para resolverlo. Asíes que leencargan esadifícil tarea aun oficial depolicía Elías Baley. -¿cómo?,- ¿por qué designar aun terrestre a tamaña empresa? Se preguntaba el policía. ¿Cómo era posible que uno de los mundos exteriores pidiera ayuda al despreciado planeta materno? Un pensamiento de terror surgió en Baley: “¡no puedo dejar la tierra, no puedo! […] pero hay seres que pasan la vida al aire libre’ -se repetía una y otra vez como para convencerse- la ausencia de paredes no puede hacerme ningún daño” .

La sociedad de Solaria tiene sus peculiaridades, 20 mil habitantes, y 200 millones de robots positrónicos que constituyen la mano de obra, eso equivale a una proporción de 10 mil robots por cada ser humano. La hora solariana se divide en 10 décadas cada una de las cuales se divide en 100 centadas, difícil acomodarse al horario humano. Pero para el detective Baley lo amenazante era la luz blanca y cegadora del sol de Solaria, que sin la cúpula terrestre se podían contemplar los rayos del sol desnudo. Se sentía impotente de afrontar el vacío.

Las casas en Solaria están abarrotadas hasta el techo de libros audiovisuales, cada habitación es destinada para una actividad: biblioteca, gimnasio, cocina, panadería, salas de conversación. Inmensas mansiones para uno odos habitantes. Esque los señores de lagalaxia parecían fuertes,

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pero se hallaban dominados por temores absurdos, el temor al contagio de los gérmenes. Les resultaba intolerable laproximidad con los otros y por ello se encontraban a través de imágenes tridimensionales . Sin ciudades, los solarianos viven completamente aislados unos de otros y se ven solo en circunstancias extraordinarias. Se visitan mediante la visualización, pero nunca en persona. Estemundo desarrolló la aversión alcontacto con los otros. Más que una costumbre, esto es algo del orden de una prohibición. O sea que para cometer un crimen alguien tendría que haber podido traspasar esa barrera del horror. Asimov, nos deja estos dos mundos regulados por leyes que habilitan, prohíben y construyen rasgos culturales, uno tiene aversión al afuera, y la otra aversión al contacto. La novela es apasionante, hasta aquí el recorte para que ustedes sigan leyendo si les interesó.

El recuerdo de Sol desnudo, hizo preguntarme sobre el después de la pandemia: ¿cómo será la vida después del Coronavirus, no solo en el aspecto individual sino también en lo colectivo?; ¿es sencilla la apertura, volver a los trabajos, estudios?, ¿quedan marcas de cambio en el funcionamiento de nuestras vidas, costumbres, lazos?,¿se podrá, sequerrá recuperar losuspendido?, Lo presencial, lovirtual, lo híbrido son los nuevos significantes que entraron en el discurso corriente para nominar el modo del encuentro.

¿Cómo viene siendo lasalida de lapandemia? Alguna gente corrió hacia los espacios públicos, fiestas, viajes. ¿ganar el tiempo perdido? Otros aún están en la imposibilidad de cerrarla.

Freud describe en El malestar de la cultura que todo progreso, aun de magnitudes enormes trae pérdidas. La virtualidad trajo beneficios muy interesantes. Pero ¿qué sucede con los encuentros presenciales?, las reuniones en persona, eso que vivíamos como algo natural, ¿advertimos que no tiene nada de natural? Acasocon suausencia, ¿seha reavivado algo de la incomodidad en ellos, que estaba velado? ¿Se incorporaron otras formas de enlace? Pacientes, alumnos, colegas dicen, ¿podemos seguir el trabajo en forma virtual? “Me resulta más cómodo, ahorro tiempo de viaje”, etc. Y en un punto eso es cierto. ¿Pero además de las ventajas, las ganancias de placer, qué se pierde?

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Freud y Lacan hablaron suficientemente del otro, del prójimo, y de cómo la cultura regula los vínculos recíprocos entre los hombres, no sin malestar. En los encuentros presenciales está el cuerpo, cuerpo pulsional, cuerpo deseante, que obliga a transitar algo de la incomodidad, cierta tensión. ¿Podría ser que, con el tiempo, esa “comodidad” nos encamine como hacia la visualización Solariana? Muchas incógnitas, a la espera de lo que iremos escuchando en la clínica y fuera de ella que deseo propicien el diálogo.

Referencias bibliográficas

Freud, S. ([1930] 1975) “El malestarenlacultura”. En Obras completas.Tomo XXI. Buenos Aires:Amorrortu.

Freud,S. ([1919] 1975)“Loominoso” En Obras completas.Tomo XVII. Buenos Aires: Amorrortu.

Lacan,J. ([1959-1960]2007)“El amoralprójimo”.En El Seminario.Libro 7. Buenos Aires: Paidós.

Asimov, I. ([1956] 2005) El sol desnudo.Buenos Aires:Hyspamerica.

Linietsky,J. Núñez, G. (2012) La Fobia,un tiempo en la estructura. Consideraciones estructurales del sujeto en la fobia.Buenos Aires:Ediciones Oscar Masotta

iNelly Urbina es psicoanalista. Ex integrante del servicio de Familia y Pareja del C.S.M.Nº 3. Ex Integrante del Servicio Hospital de Día del C.S.M Nº 3. Integrante del Servicio de Adultos Turno Tarde. Docente y ex directora del Curso Prolongado de Postgrado de Psicoanálisis del Centro Ameghino.

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¿Qué es la Salud Mental?1

Empecemos por qué es la salud. Todos creemos saber de qué se trata y generalmente nos damos cuenta cuando la perdemos, cuando algo altera el normal funcionamiento del organismo y se presenta algún síntoma. La Organización Mundial de laSalud (OMS) define a la salud desde 1964 como “un estado de completo bienestar físico, mental y social”, además de la ya conocida vertiente de “ausencia de dolencias o enfermedades” sostenida desde 1948. Si en una rápida mirada esta definición puede generar aceptación y consenso, observando con más detenimiento aparecen aquí varios elementos interesantes. En primer lugar la salud se definió por la ausencia de dolencias o enfermedades; ausencia de síntomas. Es decir, por loque falta, lo que también sellama: el silencio delos órganos. Pero también aparecen otros términos: completo bienestar, bienestar físico, bienestar mental, bienestar social. Una definición basada en el concepto de “bienestar”, es correlativa con una época en la que regían los llamados “Estados de Bienestar” a nivel socio-político-económico. Incluso en 1978 en la declaración de Alma-Atá se establece el lema “salud para todos”.

En aquella época, los gobiernos de los países dependientes renegociaban, aprovechando los espacios entre las superpotencias y -al menos en el año ’75- en nuestro país redistribuían el ingreso nacional en más del 50% para los trabajadores. Pero ya no se hacen ese espacio, y los tiempos que nos tocan vivir están signados por lo que podemos llamar globalización, capitalismo salvaje. El Estado Benefactor ya no existe. Sabemos que la globalización, producto de la consagración del Capitalismo, hace desaparecer el estado de Bienestar y el hombre pasa a ser enteramente responsable de su suerte. En nuestro país las consecuencias del colosal proceso de concentración monopolista han repercutido brutalmente sobre las condiciones de vida de la población -los trabajadores de la salud mental incluidos.

1 Parte de este artículo fue presentado en Buenos Aires Salud 2003. Reúne las ideas y pensamientos de Ruth Taiano junto con los de Eduardo Garaglia y Héctor Santulli. Agradecemos a Ruth haber cedido este material para su publicación, habida cuenta de la enorme vigencia que mantiene -casi 20 años después- y por la oportunidad de homenajear a nuestros queridos compañeros Eduardo y Héctor.

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El acceso a la salud y a la educación, como tarea indelegable del Estado viene siendo jaqueada desde hace años y agravándose día a día. Dentro de las políticas de salud, la denominada “salud mental” históricamente ha sido un rubro problemático. Los “enfermos mentales” han ocupado (y ocupan) en el cuerpo social un lugar marginal. Ese no es un dato novedoso. Desde la nave de los locos de la que habla Foucault en su “Historia de la locura en la época clásica” hasta la ubicación de los establecimientos psiquiátricos en los confines de la Ciudad de Buenos Aires. En este distrito, basta ubicar el emplazamiento de los Hospitales Borda, Moyano y Tobar García: en el límite. Un paso más y seestá fuera de la Capital -predios ayer marginales y hoy codiciados como mega negocio inmobiliario- lo que se intentó fue reprimir, ocultar, quitar de la vista y hasta si es posible hacer desaparecer aquello que incomoda, teniendo como objetivo el control social. Desde otro lugar, la inclusión de psicoanálisis en la práctica en Salud Mental, en tanto opuesto al discurso médico dominante, ignorado por las posturas sanitaristas, no rentable para las empresas de salud ni para los laboratorios, instituyeuna modalidad decura por la palabra que parece ser sólode interés para los sujetos afectados por malestar psíquico ypara quienes sostenemos esa práctica.

Hagamos un poco de historia. En 1880, la gran burguesía local cristalizaba su proyecto de país capitalista dependiente. Implementaba mecanismos de control sobre la población laboral y la potencialmente trabajadora, asegurándose de este modo la sucesión en el sistema político. El control era aplicado fundamentalmente a la población campesina y a la marginalidad urbana, centralizada en Buenos Aires; a los que se sumaron los contingentes de inmigrantes procedentes en general de Europa y que se concentrarían mayoritariamente en los suburbios de la Capital, dando lugar a una explosión demográfica allí concentrada. El desarrollo científico de la época era guiado por el positivismo el cual, tras la idea de progreso, guiaba también el pensamiento y aún lapráctica política. Se deriva de allí la función técnico-política del médico y la fusión del discurso médico con el político se harán prácticamente indisolubles.

En el campo de la Salud Mental, la extrapolación del biologicismo darwinista determinó la búsqueda del tipo ideal, el cual estaba ligado al eje orden-desorden y a las permanentes referencias a la nacionalidad y la raza. El médico higienista era la persona que sintetizaba al nuevo Estado:

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provenía de la elite y se abocaba a disertar e implementar política, dirigida al control. La higiene pública se convirtió en una cuestión de Estado, desplazando a la acción de índole caritativa. Comienza a hablarse de Salud Mental. Los pobres portadores de patología, constituían una zona turbia, mezcla de pobreza y locura donde merodeaba el concepto de peligrosidad. Concepto en torno al cual convergen las prácticas represivas sustentadas por el pensamiento médico psiquiátrico y criminológico de la época. La medicina legal nace en Argentina antes que la mayoría de los dispositivos psiquiátricos, ligándose desde el principio con la institución policial.

A principios de siglo, en Argentina primaba el modelo francés, en el cual, el hospicio era una institución netamente estatal. La figura del psiquiatra no se diferenciaba de la del criminólogo y/odel médico legista. Su desempeño era cercano al de un administrador público. Se trataba, en general, de un funcionario del estado con un campo de acción que estaba atravesado tanto por los intereses de la sociedad y sus instituciones, como por intereses corporativos que, a menudo primaban sobre los de los individuos. Su preocupación era primordialmente el control de la locura, enmarcado en un contexto teórico-ideológico que privilegiaba factores tales como la raza y la inmigración. La raza debía ser protegida y mantenida, y por lo tanto la inmigración, controlada.

Paralelamente a ello del otro lado del Atlántico surgía como práctica alternativa, el psicoanálisis. Su aceptación en nuestro medio era lenta y no exenta de complicaciones. Acompañaba en algunos aspectos a los problemas y resistencias que se jugaban en los círculos científicos europeos. En EEUU la situación seresolvió de otro modo. El psicoanálisis se incorporó rápidamente a la vida universitaria como especialización médica y como corriente predominante en la psiquiatría. Pero es de destacar que fue allí paradójicamente donde menos prosperó en su desarrollo y donde más se bastardeó su especificidad. En Europa, en cambio, el psicoanálisis tendió a crecer como una profesión ubicada al margen del esquema universitario, de lo que daba cuenta la posición de Freud en favor del análisis profano.

Los médicos argentinos veían con preocupación la postura sustentada por Freud y las asociaciones psicoanalíticas europeas. Las figuras relevantes de la psiquiatría de laépoca pertenecían aun alto nivel social. La mayoría despreciaba el psicoanálisis considerándolo una “charlatanería”.

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Solo algunos -Bosch, Aberastury, Pichón Riviere, Rascovsky, Pizarro- se interesaron en suspostulaciones. Apartir de ladécada del ’60, por influencia de la Ley Kennedy de 1963, de Psiquiatría Comunitaria, se crean en el país más Centros de Salud Mental y Servicios de Psicopatología en Hospitales Generales. Algunos de ellos -como los implementados por Goldenbergestarán fuertemente influidos por el psicoanálisis, contribuyendo a su expansión en Salud Mental.

Retomando la definición, podríamos decir que en lo que respecta a la salud en general se refiere a un estado de armonía u homeostasis que, cuando por alguna alteración, o malestar se pierde, es lícito querer retornar a él. Nos encontramos con que se trata de una definición que podríamos denominar “idealista”, ya que postula un estado “completo bienestar” que es imposible de alcanzar, o si se alcanza, es sólo fugaz, y muy difícil de sostener. Ahora bien, en la definición de salud mencionada, encontramos también el “completo bienestar mental”. ¿A qué se refiere? ¿Qué es la salud mental? El amplio campo de la Salud Mental incluye desde las patologías más graves hasta el malestar psíquico del individuo común. Sin embargo, definirla parece no ser tan fácil. Tan es así que la Ley de Salud Mental de la Ciudad de Buenos Aires no lo hace. No da una definición conceptual de la misma pero, en la enumeración de los principios sigue la línea idealizante tanto de la definición de la OMS como de la Ley Básica de Salud. La dificultad radica por un lado, en que en su definición participan factores teóricos y también ideológicos; y por otro lado, en el concepto mismo. No obstante, o justamente por ello, consideramos que una praxis requiere definir los principios en los cuales sesustentay también los conceptos desde los cuales se determina. Según como se defina el campo se legitimarán o no diversas modalidades de abordaje. Es que cualquier prácticano debe ser validada.

En el campo de laSalud Mental, a diferencia de la Salud en general, hay ya un punto de partida diferente. Esto hace a la concepción del sujeto en juego. No partimos de un estado de armonía, homeostasis, silencio de los órganos. Hay en el origen, algo conflictivo. No hay tal estado de armonía al que retornar. Muestra de elloes laemergencia del inconsciente, que nombra aquello que irrumpe en la conciencia descompletándola y echando definitivamente por tierra la ilusión de unidad y dominio, la ilusión de completud.

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Sin embargo, cuando alguien consulta a causa de sufrimiento psíquico, demanda razones de su padecer y cura del mismo. El diagnóstico es allí necesario, pero es vacío. Se trata de establecer sus causas que serán siempre singulares y vinculadas con la historia de ese sujeto y la constelación familiar de la cual emerge. Intervenir en la lógica causal es lo que permitirá obtener como resultado cambios en la posición subjetiva. Se trata de ofrecer un lugar para el sujeto libre de la objetivación del “rótulo”. Es decir que: no hay utilidad en la clasificación; lo que hay es la singularidad de la demanda de cada paciente.

La particularidad de nuestra práctica, orientada a promover en el sujeto su capacidad de responder activa y creativamente a los imperativos de la vida, utiliza como medio privilegiado la palabra. Instrumento valioso, por cuanto su particular uso nos constituye en los sujetos que somos y por cuanto, por su intermedio podemos, no sin malentendido, comunicar nuestros sentimientos y pensamientos; como así también influir y ser influidos por otros. Un instrumento por medio del cual evitamos innecesarias internaciones, favorecemos que los pacientes puedan mantenerse dentro de su medio familiar y laboral y reducimos al mínimo los efectos de la medicación excesiva y muchas veces crónica. Un instrumento económico por cierto para las arcas públicas, pero poco valioso en las economías de mercado imperantes, dado que su circulación no "hace negocio", no es fuente de grandes dividendos. El amplio campo de la Salud Mental, que como ya dijimos, incluye desde las patologías más graves hasta el malestar psíquico del individuo común, es y ha sidoobjeto de laindiferencia del poder político y empresarial. Es que, salvo para el mercado psicofarmacológico, la Salud Mental parece no ser "negocio". Consecuentemente, es desatendida ymarginada en laasignación derecursos, tanto enel subsector estatal como en el de la seguridad social y el privado.

Las perturbaciones a las que a diario asistimos, revisten distintas formas y alteran diversos órdenes. Tanto en los casos de ataques de angustia -mal llamados panic attack -como la sintomatología corporal sin causa orgánica, depresiones y todo tipo de conductas inexplicables -aún para la persona en cuestión, como así también toda conmoción de la vida cotidiana producida por cuestiones que, sinser inhabituales sacuden al sujeto, perturban la vida habitual de las personas y afectan enormemente su capacidad tanto laboral como social. Lo real de ese padecimiento insistey se agrava en los tiempos

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de globalización económica, con sus efectos de desintegración social y precarización de las condiciones de subsistencia. Los tiempos que hemos transitado, con el pleno auge del imperio de las grandes empresas y la propensión a obedecer globalmente a las políticas de los organismos internacionales, con programas gubernamentales que atendían a los intereses de las corporaciones por encima de los de los individuos, con crecientes e incesantes ajustes en pos de la tranquilidad de los mercados, dejaron en la intranquilidad, el desamparo y la desesperación a la ciudadanía que, cada vez más empobrecida, vio también amenazado su acceso a la asistencia pública y gratuita.

Como consecuencia de ello, la prevalencia de la discriminación y la competencia, basado en el miedo, ponen en juego el temor a sobrar, a no encontrar lugar yconvierten atodo otro en un enemigo. El malestar psíquico, aquel con el que trabajamos día a día en nuestro Centro de Salud Mental, se ve incrementado a niveles insostenibles por este temor. Aumenta el malestar difuso, el malestar ligado al otro, a la exclusión y al sinsentido. Aumenta la inseguridad, la delincuencia, hay crisis de sociabilidad e inestabilidad económica. Así hay también un fuerte aumento de las salidas pulsionales, violentas y adictivas, como narcóticos a tanto malestar. En fin, no son más que la puesta en acto, la repetición de la destrucción de la que son objeto. La contrapartida a esa demanda son servicios asistenciales saturados en su posibilidad de respuesta, ya que, si bien se puede situar cierta carencia de efectores en la zona norte, los efectores de zona sur y centro no dan a basto en la atención de la demanda2 .

Las denominadas patologías sociales son aquellas en las que la incidencia de lo social es notoria en los síntomas o envolturas formales con que se presentan, e implican muchas veces la participación de otras instancias (judicial o social propiamente dicha) y/ode otras especialidades. Distintos documentos o trabajos en el área muestran una habitual confusión entre la atención de pacientes en el campo de la Salud Mental y las indudablemente necesarias políticas sociales. Se trata de dos campos que se conectan, que son solidarios, pero que no se yuxtaponen.

Enla introducción de Psicología de las masas, textoque Freud escribiera en 1920 plantea que la supuesta oposición entre psicología individual y

no

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2 Al día de hoy, estas problemáticas solo siguen sin resolverse, sino que se han acrecentado.

psicología social no resulta ser tal. El hombre no puede prescindir de sus semejantes para constituirse como tal, el “otro” aparece en la vida anímica desde su comienzo. Desde allí concluye que la psicología individual es siempre psicología social. No hay sujeto sin otro, sin otros (Otro), lo cual produce un entramado particular. Lo social y lo psíquico se interrelacionan innegablemente; pero por ello mismo se hace necesario ahondar en su distinción, sus puntos de contacto y sus diferencias, especificando sus límites y su influencia mutua, sin confundirlos en una generalidad indiferenciada. El desgarrado tejido social no se recupera desde los planes de Salud Mental. El trabajo específico en Salud Mental, con la consecuente recuperación subjetiva, producirá comoresultado lareconstrucción del tejido por añadidura.

Además, el trabajo específico en Salud Mental no opera en el terreno de las “necesidades concretas” sino en el de la insatisfacción, malestar que se presenta aún cuando dichas necesidades concretas se encuentran satisfechas. Confundirlas implicaría concluir erróneamente. por ejemplo, que en las sociedades con necesidades básicas satisfechas no habría patología psíquica. Surge, además, la posibilidad de un malentendido habitual: la oposición entre prevención y atención, respuestas complementarias a la problemática de la salud. Sin embargo, al ponerse el énfasis en la prevención, se corre el riesgo de desatender el enorme problema que representa la población ya afectada por diversos padecimientos psíquicos.

A partir de la reforma constitucional de 1994 que reconoce a Buenos Aires suestatuto deCiudad Autónoma y plantea surefundación institucional, se abre un espacio de discusión y elaboración teórica que decantará en el texto de la Constitución de la Ciudad, promulgada el 1º de octubre de 1996. Por las brechas que nuestro sistema de democracia formal permite se logró la inclusión en la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires una referencia explícita a la Salud Mental y a las obligaciones del Estado con respecto a ella. En el capítulo segundo, dedicado a Salud, se incorpora la especificidad del campo:

Las políticas de Salud Mental reconocerán la singularidad de los asistidos por su malestar psíquico y su condición de sujetos de derecho, garantizando su atención en los establecimientos estatales, No tienen como fin el control social y erradican el castigo, propenden una desinstitucionalización progresiva, creando una red de serviciosy protección social. [...] No pueden ceder los recursos de los servicios públicos de salud a entidades privadas

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con o sin fines de lucro, bajo ninguna forma de contratación que lesione los intereses del sector, ni delegarse en las mismas las tareas de planificación o evaluación de los programas de salud que en él se desarrollan. (Constitución de la Ciudad de Buenos Aires, Art. 21, inc. 12, Cap. II)

Remarcamos la importancia de esta inclusión y aún su carácter progresista. Subrayamos también el freno a la privatización, pues de las “joyas de la abuela” que sehan ido vendiendo, las que aún sobreviven y son apetecibles son Salud y Educación. En la misma línea se podría ubicar la decisión de promulgar una Ley de Salud Mental en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires. Podemos señalar que diferenciar “Salud Mental” del concepto de salud de la medicina ha sido un movimiento interesante e innovador que genera resistencias. También genera controversias la reglamentación de la citada ley y los intereses que se ponen en juego3. En la práctica se trata de reglamentar el subsector estatal y, en alguna medida el de la seguridad social y privada.

La ley de Salud Mental, que decanta de la Ley Básicade Salud, instituye su reconocimiento de como distintade cualquier otra especialidad, apunta a políticas de desmanicomialización, promueve la integración social de los sujetos con padecimiento psíquico e indica como el efector básico de la atención ambulatoria a los centros de salud mental.

En nuestro Centro, -no está de más mencionar el gran porcentaje de profesionales que trabajan en forma ad-honorem4- hace ya mucho tiempo que trabajamos tal como luego se legitimó en la Ley de Salud Mental, es decir de modo tal que las personas asistidas por su malestar psíquico no queden identificadas por él, ni segregadas, ni excluidas, ni vistas comoparte de un programa masivo. Trabajamos en la recuperación de la dimensión subjetiva, teniendo en cuenta que el desgarro del tejido social fuertemente acelerado y acentuado en los últimos años dispara a niveles extremos su arrasamiento. Nos respalda una ética distinta de quienes, en nombre del psicoanálisis, sostienen que estámás sano quien mejor soporta el malestar. A la ética de nuestra práctica podríamos agregar aún desde la lógica de la economía de mercado, que la clínica ambulatoria desde el consultorio

3 Al momento de la escritura del presente artículo, la Ley 448 de Salud Mental se encontraba sin reglamentar. Dicha reglamentación se aprueba en el año 2004. (Decreto N° 635/004 BOCBA 1927 Publ. 26/04/2004).

4 Cabe señalar que actualmente la planta de ad honorem es muy pequeña debido a las políticas de vaciamiento que ha venido implementando el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en el área de Salud Mental.

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externo no sólo es eficaz como instrumento terapéutico, sino además más económico a corto y largo plazo que las internaciones o largos tratamientos farmacológicos. Por eso mismoes también resistido, yaque no es fuente de grandes dividendos.

Para concluir, la denominación Salud Mental es paradojal ya que el concepto de salud implica una idealización multicausal y totalizante, y la referencia a o mental remite a una concepción de aparato psíquico que, desde el derrumbe del paradigma “todo conciencia”, es estructuralmen te escindido. A partir de la aparición del psicoanálisis se produce un profundo cambio en el universo de lo psi. Si en un extremo situamos el dolor o padecimiento psíquico, en el otro, podemos situar lo que Freud llamó Psicopatología de lavida cotidiana, que da cuenta de ladivisión subjetiva en sus expresiones ya conocidas como son los chistes, los sueños, los lapsus, los síntomas. Universo psi donde psiquiatría, psicoanálisis y las distintas corrientes de la psicología se encuentran, oponen o complementan dinamizando el campo. Correlativamente las profesiones que lo abordan, son puestas en tensión: la psiquiatría, especialidad de la medicina, se va transformando en una clínica farmacológica, la psicología en un mosaico de orientaciones que demandan aún formalización científica y el psicoanálisis con sus propias coordenadas que cuestionan el origen académico de quienes eligen su práctica.

La denominación Salud Mental está marcando la diferenciación de este campo del de la medicina. La medicina se ocupa del dolor de cuerpo, lo clasifica, diagnostica y trata, pero hay sin embargo un dolor que, aunque a veces se expresa en el cuerpo, escapa a la lógica de esa clasificación. En los procesos de somatización el síntoma resulta ser la expresión física de procesos inconscientes. Ensumalestar seexpresa un dolor que habla, dice, sinpalabras lo que el sujetono puede declarar. Medicina y Salud Mental son como vecinos de consorcio que se cruzan en los pasillos, comparten problemas, se diferencian, se encuentran o se desencuentran, pero no pueden homologarse. No hay un saber universitario específico que predomine en el campo habilitando dependencias sino una práctica interdisciplinaria que va produciendo saber y autorización.

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Intertextualidades

Renata Cermelo. (Vista del techo desde el est acionamiento de dirección)

// Manuscrito de F.

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Foto: Nietzsche.

Efectos de la Ley nacional 26657 sobre las instituciones de Salud Mental: algunas consideraciones.

El marco normativo

En el transcurso del año 2010 se sanciona en Argentina la Ley Nacional de Salud Mental, una norma de orden público que plantea medidas innovadoras para asegurar la protección de los derechos de las personas con padecimiento mentales.

Si bien el foco de atención de la norma se orienta a la prevención y/o reparación del daño producido a sujetos que han atravesado o atraviesan procesos de institucionalización, implica asegurar, en sualcance, el derecho a la Salud Mental de todas las personas. En línea con esta fundamentación ideológica, la exigibilidad de tales derechos pone de manifiesto el déficit en la implementación de políticas públicas específicas, y destaca el necesario rol del Estado como garante y protector.

Aún cuando la formulación e implementación de políticas públicas comprende también a las organizaciones sociales, existe una tradición de vincular los actos de naturaleza política con aquellas decisiones que son adoptadas por la autoridad estatal. Estas decisiones se despliegan en muy distintos planos de determinación, e impactan de manera más o menos directa sobre agregados poblacionales como los residentes de un conglomerado como la Ciudad de Buenos Aires, sobre comunidades de base territorial como distritos o asentamientos locales, o bien sobre redes de interacción basada en lazos de filiación sociocultural y/o familiar.

Tales normativas, que se han complementado con estrategias de política pública, deben permear la práctica de las Instituciones de Salud Mental, e incidir sobre los criterios de internación, egresos, altas y/o cumplimiento de medidas como el consentimiento informado de los sujetos en torno a prácticas que pueden afectar sus derechos.

Entre otros aspectos, la ley expresa la voluntad de incidir sobre las concepciones que sustentan el paradigma asilar, y establece medidas para la sustitución de las instituciones monovalentes por dispositivos

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comunitarios. Al mismo tiempo, ofrece un discurso alternativo para los profesionales que, comprometidos en el cumplimiento de esos derechos, pueden resignificar y reorientar sus prácticas en las instituciones de salud.

Al tratarse de una ley de orden público que establece un piso mínimo de derechos que deberían ser garantizados, resulta necesario lograr la armonización legislativa entre laNación yjurisdicciones comola CABA, cuya normativa preexistente -la ley 448- plantea divergencias con la ley nacional en algunos aspectos fundamentales.

Si bien ambas leyes priorizan el enfoque comunitario, la ley 448 no propone ningún cambio sobre las instituciones que operan contra esta lógica: los hospitales monovalentes. Contrariamente, la ley nacional reconoce la necesidad de readecuar los hospitales monovalentes -ej: mediante la polivalentización-, y promover que, cualquiera fuese la circunstancia desencadenante, las internaciones estén sujetas a mayor control y se realicen en hospitales generales.

Este tipo de situaciones, que plantean divergencias al momento de adoptar una política de Salud Mental, resulta relevante en un país como Argentina yaque, por surégimen federal de gobierno, laatención dela salud no es una facultad delegada por las provincias al estado nacional. Por lo tanto, toda medida de alcance nacional debe reconocer que existen realidades institucionales disímiles y atravesadas por lineamientos políticos en disputa, o bien contradictorios entre sí.

Efectos sobre las Instituciones de Salud Mental

En su aplicación específica a las Instituciones de Salud Mental nos referiremos a tres cuestiones fundamentales, que ponen al descubierto la necesidad de recentrar las políticas públicas en alineación con la ley: los procesos de formación de profesionales y técnicos insertos o que se insertarán en los servicios de salud, la transformación de las instituciones para garantizar una mayor accesibilidad a servicios y la reestructuración de la red con base territorial.

Uno de los problemas comúnmente diagnosticados es la formación de los profesionales, ya que si esta continúa basándose en un enfoque restrictivo y conun sesgoliberal seproducirán mayores desencuentros entre las prácticas de los servicios y los requerimientos de atención: hoy se

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requiere una práctica situada, abierta aotros saberes y en los cuales puedan optimizarse los recursos siempre escasos para atender las crecientes y complejas demandas en Salud Mental.

El movimiento de la Salud Mental exhibió desde su origen una vocación interdisciplinaria, e interpeló los modos de atención instituidos que eran hegemonizados por la psiquiatría convencional. Las disciplinas que fueron integrándose paulatinamente a los servicios, tales como la psicología o aquellas nucleadas en el área de la rehabilitación, han ido logrando un estatuto de progresiva autonomía profesional y, dado que en este proceso de integración se cuestionó el statu quo ante, ha generado conflictos y disputas de poder.

En el marco de los servicios asistenciales hallaron, durante los años ´60 y ´70, expresión institucional en las iniciativas lideradas por Mauricio Goldenberg quien, desde el servicio de psicopatología del Hospital General

Araoz Alfaro de la localidad de Lanús, inició la reformulación del proceso de atención al proponer la apertura de los servicios hacia el área de influencia, mayor integración conotros servicios hospitalarios y una prácticaasistencial basada en equipos interdisciplinarios.

Surgieron también por entonces las primeras inscripciones científicoacadémicas que avalaron el concepto de Salud Mental. En los programas de formación que se desarrollaron en ámbitos académicos comienzan a incorporarse contenidos curriculares que coinciden con una formulación más compleja de los procesos biológicos, psicológicos, sociales y culturales, en contraposición a la visión médica tradicional que, por entonces, resultaba hegemónica.

Otro aspecto a destacar ha sido que en la conformación de los equipos se incorporaron trabajadores sociales, enfermeros y una plétora de psicólogos que, egresados de las carreras de psicología recientemente creadas, hallaron en estos nuevos servicios un ámbito de formación –sobre todo de posgrado- que los habilitarían para el ejercicio clínico. Se planteaba en este proceso la necesaria integración de tales equipos a los restantes servicios hospitalarios, aun cuando en el caso de los psicólogos resultaba una profesión no autorizada en virtud de la legislación entonces vigente, que restringía las incumbencias de ciertas especialidades disciplinarias (la

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nutrición, la enfermería, la kinesiología) al caracterizarlas como actividades de colaboración de la medicina.

A partir de los años ´70, el campo se enriquece con enfoques innovadores como el denominado Salud Mental en la Comunidad, que impactaron sobre las disciplinas intervinientes y han contribuido a reforzar una concepción interdisciplinaria del saber y las prácticas comunitarias.

Durante los años ´80 se produjo otro hito importante, tal como ha sido la apertura de Residencias Interdisciplinarias de Salud Mental en muy diversas regiones del país, e instituido espacios consultivos y de participación asociativa para la formulación de políticas públicas conformados por profesionales de distinta extracción disciplinaria, tanto en el ámbito de la CABA como en el ámbito nacional.

Pero aún cuando se ha convertido en lugar común declamar la interdisciplinariedad en los servicios, en la práctica seobservan dificultades para su adopción, a las que nos referiremos aludiendo a los hallazgos obtenidos en el marco de una investigación realizada en la Cátedra I de Salud Pública y Salud Mental de la Facultad de Psicología (UBA) sobre interdispilina en servicios públicos de Salud Mental: a) Las prácticas interdisciplinarias se implementan a través de una cantidad restringida de disciplinas para sudesarrollo, y con una evidente asimetría decisional entre los agentes que coordinan los espacios asistenciales; b) Si bien se enuncia a la interdisciplina como un término que valida las prácticas profesionales, estas podrían ser clasificadas en su mayoría como interconsultas, o bien acciones multidisciplinarias; c) Las rígidas jerarquías profesionales obstaculizan el trabajo interdisciplinario, porque demuestran desconocimiento y escaso reconocimiento a los aportes de cada una de las disciplinas;

d) Ciertas profesiones, que exhiben una posición de mayor centralidad (ej: psiquiatras ypsicólogos), sustentan una percepción sesgada en torno al rol que podrían y deberían asumir otras profesionales que podrían integrarse a la labor de los equipos.

Otro aspecto a considerar es el problema ilusorio de fetichizar las normas, como si estas pudieran producir per se un cambio en el comportamiento de los sujetos que rigen el proceso de atención, ya que a menudo los propios protagonistas del sector sanitario y/o judicial

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desconocen o interpretan sesgadamente la normativa en la que se ven concernidos para su aplicación. Como dice Ernestina Rosendo,

La amplitud teórica y pluralista de la ley, así como de los dispositivos legitimados para la atención, habilita a que todos los profesionales –independiente de la disciplina y el marco teórico que portan, así como las prácticas de trabajo que llevan adelante – tengan margen para validar lo que hacen, sin necesidad de repensar ni introducir modificaciones respecto al propio rol profesional. En el marco de la ley, los profesionales ubican, legitiman y defienden la forma en que trabajan.

Como un antecedente relevante que permitió situar el problema de la formación de profesionales y técnicos de la Salud Mental, durante el año 2015 se produjeron las Recomendaciones y Lineamientos a las Universidades en cumplimiento del artículo 33º de la LNSM, proceso en el cual coordinaron sus acciones áreas dependientes del Ministerio de Salud y del Ministerio de Educación de la Nación.

Estaexperiencia resultó inédita, pues selogró que autoridades sanitarias y universitarias coincidieran en la necesidad de transformar las pautas y contenidos de la formación que se juzgaban desactualizados para afrontar los desafíos planteados en la ley nacional. Ha permitido incluir, entre otros temas de indudable relevancia, el conocimiento de las normativas fundadas en derechos y el aprendizaje de la ética en su dimensiones deontológica, bioética y social.

El segundo obstáculo relevante está centrado en la dificultad de avanzar en la progresiva supresión de las instituciones totales y su reemplazo o sustitución definitiva por dispositivos de base comunitaria.

Durante más de un siglo las Instituciones sanitarias encarnaron en su accionar los principios de la beneficencia, lo cual acabó legitimando pautas distorsivas de atención: el aislamiento, que se ejercía por el bien del paciente, se constituyó en privación ilegítima de la libertad; la experimentación o tratamiento sin consentimiento, prueba de la exclusión del derecho a decidir; el tratamiento moral dispensado en los asilos devino en la violación de los derechos de confidencialidad e intimidad; la masificación del tratamiento una lesión permanente a la identidad.

Las Instituciones totales demuestran, entre otros aspectos, el fracaso de las redes de atención, pues aquello que no puede ser resuelto o contenido en instituciones de base comunitaria, centros de atención primaria o en

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establecimientos generales de salud es frecuentemente derivado a instituciones de encierro, que no han dado prueba deeficacia desde el punto de vista sanitario y que legitiman suaccionar al asegurar al sujeto un mínimo grado de protección y supervivencia.

En el momento actual, el sostenimiento de instituciones atávicas que consagran vulneraciones a los derechos de las personas asistidas obliga a revisar la cuestión del deber profesional, al interrogarnos hasta qué punto pueden reducirse a disputas corporativas las condiciones de supervivencia de un modelo de atención que, en todo el mundo, ha demostrado su inexorable caducidad.

La visión desinstitucionalizadora que encarna la ley produce un giro copernicano: ya no se trata de aislar al sujeto en ámbitos en los cuales no se adoptan tratamientos, sino considerar que deben plantearse una gama de instituciones y servicios que coordinen acciones y recursos para un objetivo común: resolver problemas mentales que afectan a personas, familias y/uotros referentes afectivos.

Es necesario para coordinar recursos, acciones y llegar a acuerdos sustentables es necesario establecer ámbitos y procesos de negociación, donde se confronten las percepciones, los valores y los intereses de cada una de las instituciones.

El tercer problema importante es el trato segregativo que sufren las personas con trastornos mentales y que se expresan finalmente en el apartamiento y discriminación de personas en ámbitos confinados: las instituciones totales.

Es ya habitual reconocer que con frecuencia la falta de respuestas adecuadas a los padecimientos mentales o a quienes presentan consumo problemático de sustancias no se debe a carencia de recursos sino a los prejuicios arraigados en la sociedad, y suele comprender también a trabajadores que deben proveer contención, cuidados, tratamientos o resolución de emergencias.

Los aludidos procesos de discriminación interpelan la deontología profesional, ya que si los profesionales fijan criterios arbitrarios en torno a quién sedebe atender y aquién no pueden consagrar una selección inversa

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y contrariar así uno de los principios rectores de la ética, que obliga a la atención de toda persona que demanda asistencia sanitaria.

La Ley Nacional considera especialmente tales problemas, cuando se refiere a que la atención debe plantearse de manera prioritaria fuera del ámbito de internación hospitalario, que las internaciones deben realizarse en hospitales generales, y que el rechazo de pacientes será considerado un acto discriminatorio.

Reflexiones finales

Como síntesis, repasaremos cuáles los desafíos que se plantean en materia de políticas públicas Salud Mental, y cuál es su potencial impacto institucional.

En el marco de un cuestionamiento del modelo tradicional de atención, la Ley Nacional de Salud Mental obliga a que profesionales e instituciones se adapten progresivamente a los principios sustentados en un enfoque de derechos.

Todo ello plantea desafíos inéditos y relevantes para el rediseño pedagógico y/o curricular de las instituciones que imparten enseñanza de pregrado y/ode posgrado en las áreas de enfermería, psicología, medicina, derecho y trabajo social.

Ha implicado, a través de su normativa, medidas muy específicas cuyo propósito final es impactar sobre el conjunto del sistema y, consiguientemente, sobre la práctica de las instituciones que integran lared de salud mental.

Ello ha provocado que las instituciones de la red de salud mental se hayan visto impelidas aun proceso de adecuación, que implica: a) fortalecer la respuesta de los servicios en el hospital general -con o sin internación- b) incrementar la capacidad de respuesta en el primer nivel de atención; c) promover la apertura de nuevos dispositivos de base comunitaria, cuyo objetivo es mitigar los efectos de la institucionalización y alentar procesos de inclusión social.

Más allá de las discontinuidades producidas en el ámbito nacional durante el período considerado (2010-2022), en un balance general podemos señalar que se han revitalizado y/o fundado espacios institucionalizados que contribuyen a darle más representatividad y

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consenso a las decisiones del sector, que se logró avanzar en normativas regulatorias para proteger derechos y asegurar calidad de atención, que se conformaron espacios de articulación con otras áreas de gobierno y que se ha producido más información relevante para dar sustento a las políticas y para otorgar más visibilidad a los problemas prevalentes de Salud Mental.

i Martín De Lellis es Licenciado en Psicología (UBA). Magister en Administración Pública. Especialista en Gestión de Políticas Sociales. Profesor Titular de la Cátedra I de Salud Pública y Salud Mental. Facultad de Psicología (UBA). Asesor de la Defensoría delPueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

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La salud mental no tiene solución1

Hay un espacio de malestar necesario -quiero decir estructural e inevitable- tensado entre lo que se supone como función de determinadas instituciones y loque notiene arreglo. Leía hacepoco la nota de unconocido psiquiatra que escribía, supuestamente reivindicando su disciplina, que los problemas de salud mental los soluciona la psiquiatría. Hoy quiero escribir sobre un tema muy difícil, complicado, incluso políticamente incorrecto: hay problemas que no tienen solución y también hay, sinembargo, instituciones que encuentran su razón de existir en proponerse como las encargadas de solucionarlos.

Ni la psiquiatría ni la psicología ni el psicoanálisis, ninguna de estas disciplinas pertenecientes a un amplio campo denominado genéricamente “salud mental”, ninguna de ellas puede solucionar los problemas de es ta última. Por mencionar las dos acepciones más a la mano, digo “salud mental”: a) como estado psíquico y emocional de una persona, familia o colectivo de individuos; b) como un subconjunto de políticas públicas, instituciones, dispositivos y prácticas específicas dentro de un conjunto mayor denominado “Salud Pública”.

Sin embargo, dudo que sea conveniente que cada una de estas disciplinas salga a gritar a los cuatro vientos que el rey está desnudo. Creo que aun cuando las cosas sean de ese modo y ciertos hilos pretendan hilvanar las sedas más finas, de tan sutiles imperceptibles, incluso así es necesario mantener la tensión. Con ella, cierta dimensión ilusoria. Esta

1 La Ley Nacional de Salud Mental 26.657 se ha convertido en tema de debate público. Muchas personas hablan en medios masivos comentando, por lo general, aspectos parciales de la Ley, con intervenciones fragmentarias y siempre sesgadas. Otras veces, directamente profieren aseveraciones falsas.

Últimamente se ha utilizado con este fin incluso a la madre sufriente de un artista popular. Supongo que este uso inescrupuloso del discurso falaz estuvo fogoneado por aquellos acostumbrados a servirse del sufrimiento ajeno para nutrir sus propios intereses corporativo. Este artículo no habla de la Ley mencionada, sino del contexto que anima la lógica de los fragmentos que asoman a la superficie deldebate público.

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tensión es la misma que mencionaba al principio, aquella del malestar necesario.

La discordancia de las apariencias

Decir que el rey está desnudo implica al menos tres elementos que convendría desplegar: a) el riesgo de propiciar un descrédito sobre las disciplinas y las prácticas profesionales concernidas y, por eso mismo, contribuir al desconcierto de pacientes y familiares; b) abonar el discurso de la desinversión de los sectores gubernamentales, para lo cual no necesitan estímulo alguno; c) la tendencia a que la discusión necesaria puertas adentro de cada disciplina y entre ellas naufrague entre subterfugios, coartadas, asunciones innecesarias y saltos extemporáneos a conclusiones falaces.

Considero que estas falacias constituyen procedimientos inherentes a la debilidad argumentativa puesta al servicio de disputas de poder corporativas. Como profesional de la salud mental, lo digo desde dentro, comprometido en el asunto.

Antes de avanzar hacia una crítica de las falacias mencionadas y de los intereses involucrados, una palabra para los usuarios, pacientes y sus familiares y allegados. Cuando digo que la salud mental, en la primera acepción mencionada -es decir como estado psíquico y emocional de las personas- no tiene solución, me refiero a lo siguiente: no se trata de arreglar una máquina, ni ajustar tuercas, ni corregir neurotransmisores ni dar la palabra exacta para que las cosas mejoren y entonces sobrevenga la cura. Por lo general, los denominados problemas de salud mental se enmarcan en situaciones complejas, de causalidades múltiples y a veces de muchos años de evolución.

Por eso mismo, en el momento de la consulta, los profesionales solemos constatar que los supuestos problemas constituyen “soluciones”, arreglos subjetivos más o menos sufrientes ante las adversidades de la realidad, de la vida familiar, de las vicisitudes amorosas y aun de los desarreglos orgánicos. Por esto es importantísimo el trabajo interdisciplinario, ya que ninguno de nosotros somos los dueños de laverdad ni manejamos todas las variables en juego.

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Partamos de lacomprobación palmaria de mi reciente aserción, el hecho de que los profesionales de la salud mental no somos los dueños de la verdad ni manejamos todas las variables en juego -tampoco lo hacen las disciplinas que representamos-. Enel campo de lasalud mental considerado ahora en la segunda acepción, es decir como subconjunto de políticas, instituciones, dispositivos y prácticas perteneciente al conjunto mayor de la salud pública, ello se traduce en el hecho de que las plazas laborales y los distintos espacios de inserción institucional son disputados con argumentos falaces y por medio de la fuerza bruta: se impone el gremio más fuerte, el más numeroso, en desmedro de los otros. Estoquiere decir que enel ámbito del subsector público de salud la distribución de cargos no se ordena por calidad científica ni académica, ni por la estructura y características de la demanda asistencial, sino por el resultado de la pulseada sindical.

Unos, los más brutos -entre quienes se cuenta el psiquiatra aludido en el primer párrafo de este artículo- suelen adherir, aunque no lo sepan, a un materialismo tosco -asumido desde una “filosofía” espontánea- y a un paradigma epistemológico neopositivista denominado “basado en la evidencia”, al que adhieren sin medir las consecuencias en juego en el plano de la subjetividad. Luego, ellos se arrogan ser los representantes de “la ciencia” y el “avance científico”, aunque cuando hablan más bien se autorefutan.

Psiquiatras y psicólogos “basados en la evidencia” con diversos marcos teóricos suelen caer en la siguiente asunción: ellos son los representantes de “la ciencia” -así, en singular, como si hubiera una sola-, para recalar luego en el siguiente salto a conclusiones: el hecho de ser agentes de esta “ciencia” única y hegemónica garantizaría que sus prácticas asistenciales son las mejores. Para ello, el paradigma mencionado cultiva el fetichismo de los papers: siempre hay alguno prêt à porter y último modelo para justificar cualquier intervención.

Quienes trabajamos desde el psicoanálisis, accedemos ala construcción de evidencias de nuestras prácticas a partir de la deducción, por medio de la elaboración y puesta a prueba de teorías que se organizan bajo un paradigma teórico-argumentativo, para dar cuenta de la realidad clínica sin

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La debilidad argumentativa puesta al servicio de disputas de poder corporativas

desatender, en la medida de lo posible, a las múltiples variables en juego: las particulares, atinentes a cuestiones diagnósticas y al contexto sociocultural en el que están insertas las personas; y las singulares, esas que aun cuando no puedan estar incluidas por razones obvias en los manuales estadísticos, sin embargo sostienen la lógica de los arreglos subjetivos que bajo la óptica del sentido común son percibidos como “problemas” o síntomas patológicos.

Hoy, ya iniciada la tercera década del siglo XXI, quien pueda pensar que “la ciencia” es una sola atrasa por lo menos sesenta años, desde la publicación de La estructura de las revoluciones científicas, de Thomas Kuhn, en 1962. Yo me inclino a pensar, junto a muchas/os otras/os colegas, que hay muchos modos de hacer ciencia, distintos estatutos del saber y diversos métodos de producir conocimiento científico. Creo que en el ámbito de la salud mental -me refiero aquí a las dos acepciones mencionadascualquiera que tenga certeza de tener razón incurre en un acto de soberbia para nada saludable. Quien secree dueño de laverdad, enese mismogesto se desanuda del contexto discursivo tan complejo como variado: social, científico en sus diversas acepciones, sanitario, político, etc.

Ni tontos ni canallas

Los profesionales de la salud mental estamos habituados a trabajar en un desconcierto de voces polifónicas, contradictorias, alucinantes y alucinadas, a menudo desafinadas hasta la cacofonía y muchas veces imperativas. No me refiero enesta ocasión aesas voces que dicen escuchar quienes padecen las patologías más severas, sino alas que sehacen oír en las instituciones cuando las disputas de poder se transforman en un maltrato crónico sostenido en la lógica defectuosa de discursos débiles e inconsistentes hilvanados con falacias. Tales discursos buscan establecer una hegemonía que distribuya las aguas en favor de quienes se dicen poseedores de la verdad última.

La psiquiatría desde sus distintas escuelas, la psicología clínica con sus diversos marcos teóricos y el psicoanálisis en sus diferentes orientaciones son praxis que ponen en juego diferentes niveles de conocimientos, algunos de ellos científicos y otros no tanto -lo mismo podemos decir de cualquier rama de lamedicina, por cierto- pero eso sí, todos conuna orientación clara: producir el mayor beneficio posible con el menor perjuicio concomitante.

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La ilusión estructural a la que me refería más arriba consiste en lo siguiente: a los profesionales de la salud mental se nos busca para que solucionemos problemas que algunas veces no son tales porque no tienen solución: son atolladeros, impasses. Como tales, merecen ser tratados sin lasoberbia paternalista ymentirosa del dador desoluciones. En esesentido, en el espacio creado entre la apariencia que habitamos por la investidura que nos dan nuestras profesiones, la expectativa que se deposita en nosotros y las posibilidades de oferta de que disponemos, allí mismo, en esa coyuntura epistemo-espacio-temporal somos convocados a expedirnos sobre y a intervenir en los infortunios y las vicisitudes de quienes creen que nos necesitan.

Para concluir, vuelvo sobre el problema de la ilusión estructural y necesaria. Que susostenimiento seade mala obuena fe depende dela ética de cada profesional más allá de cuál sea su orientación teórica o su título habilitante. Arrogarse el lugar del que sabe, de ser el dueño de la verdad acerca de lo que le pasa al otro bajo pretexto de cientificismo, biologicismo, conductismo, psicologismo o cualquier “ismo” es una canallada.

i Martín Alomo es Psicoanalista. Doctor en Psicología. Magíster en Psicoanálisis. Profesor de y Licenciado en Psicología (UBA). Docente del Doctorado en Psicología y de la Maestría en Psicoanálisis (UBA). Codirector de la Maestría en Psicopatología (UCES). Entre otros libros, ha publicado Vivir mejor. Un desafío cotidiano (Paidós 2021); La función social de la esquizofrenia. Una perspectiva psicoanalítica (Eudeba 2020); Clínica de la elección en psicoanálisis. Vol. I y II (Letra Viva 2013).

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Lo personal es pedagógico. El sexo en el aula1

val flores i

¿qué le pasa a nuestras palabras cuando el sexo sehace presente en el aula?

¿qué le hace el sexo a nuestras palabras docentes?

¿cuánto del modo de conocer en el espacio escolar supone el ignorar nuestro espacio corporal?

¿cómo (no)se escriben sexo, coger, identidad, deseo, afecto, placer, éxtasis, en nuestras prácticas educativas con niñxs?

¿qué experiencia sensorial administra los cuerpos en el aula?

¿qué le hace la ESI a nuestras escrituras pedagógicas?

¿qué legados de placer transmitimos a nuestrxs estudiantes en las prácticas y escrituras escolares?

¿cómo no volverse cómplices de legados de disciplinamieno sexual con nuestras escrituras docentes?

¿se puede seguir escribiendo bajo las lógicas de la transparencia, la claridad y lano contradicción si queremos desaprender las normas sexuales y de género?

¿qué lugar reservamos para la opacidad, la inestabilidad y la fluidez en nuestras performances escriturales educativas?

¿qué corpus de escrituras se vuelven ilegibles en el espacio escolar, así como ciertos cuerpos se vuelven ininteligibles?

¿hay deseo de qué escrituras en las escuelas?

¿hay (no)deseos sexuales en nuestras escrituras áulicas?

¿se puede ensanchar nuestra imaginación sexual si no interferimos los modos binarios de escritura escolar?

1 Texto compartido en el conversatorio “Lo personal es pedagógico. El sexo en el aula”. Organizado por La Coope ISFD 19, CIPES 19, La Colectiva. Instituto Superior de Formación Docente 19, Mar del Plata. 18 de agosto del 2022.

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¿qué gestos mínimos rompen los pactos cis-heterosexualizantes de escritura?

¿nuestras escrituras como docentes (no)colaboran con la industria escolar del (no)sexo?

¿molestan las escrituras atentas al movimiento y a las preguntas y no a una definición, tanto como incomodan las identidades sexo-genéricas que se vuelven intraducibles ante el imperativo taxonómico escolar?

¿cómo interrumpir las ficciones soporíferas del lenguaje sexual que espolea la trilogía antisexo con las retóricas de la violencia, la prevención y el peligro?

¿cómo las escrituras escolares construyen una disposición afectiva hacia lo fácil, ordenado y limpio en las prácticas corporales de pensamiento?

¿qué tacto practican nuestras escrituras?

¿cómo hacer escrituras y escuchas que pongan en primer plano el placer como forma de conocimiento?

¿cómo las escrituras escolares son una tecnología que nos hace docentes (no)sexuados?

¿quiénes son heridxs por nuestras decisiones escriturales?

¿cómo las escrituras escolares son escenarios de desaparición de cuerpos y deseos?

¿habrá sido en la escritura escolar la primera desaparición de Tehuel ?

¿qué figuras de la guerra contra el placer habitan las prácticas y escrituras escolares?

¿podrán las escrituras escolares articular el pensamiento de un método para corromper el límite y volverlo materia moldeable, antes que ser el pronunciamiento de un contenido?

¿con qué sueños sexuales estamos comprometidxs en nuestra práctica educativa y en nuestras escrituras escolares?2

2 valflores, Pasarle la lengua a la ESI ¿legados sexuales, legados de escritura? (preguntasreformuladas, artículo en prensa, 2022).

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Las preguntas como modo de (des)conocimiento pueden ser un interruptor de la normalidad de los discursos al abordar el límite del pensamiento –dónde se detiene, lo que no puede soportar conocer, lo que debe cancelar para pensar como lo hace–. Cuando se proponen preguntas poco habituales, cuando se hace un uso impropio de las palabras, se producen colisiones de sentidos y percepciones que sorprenden, fascinan, distorsionan y rompen la rutina del pensar y nos arrojan a trasponer los umbrales de la imaginación teórica y erótica, allí donde lo educativo se roza con la permeabilidad conceptual, la vulnerabilidad deliberada, las combinaciones inesperadas y los procesos de improvisación.

Hacerse una lengua de la pregunta y pasarle esa lengua a la ESI es una insistencia pertinaz por abrir a pensar ¿en qué lengua(s) (nos) contamos, decimos, hacemos la ESI? Porque no hay neutralidad táctil en nuestras palabras, porque las palabras son formas de relación, microfiguras del poder, dado que establecen modos de hacer contacto (o no) entre los cuerpos, tramando complicidades conformas de hacer, historias materiales, disputas visuales, disyunciones temporales, contextos de producción, economías afectivas. Porque componer gestos de inadecuación al poder es desarticular las pedagogías informales y sus preguntas de espíritu taxonómico que normalizan nuestros cuerpos. Es hacerle espacio y tiempo a preguntas que interrumpen los legados de des-implicación y distanciamiento subjetivo para hacer existir nuestras prácticas. Preguntas que no hacen temas, sino que se vuelven experiencia viva, curiosa y asombrosa de un afecto pensante como es la ESI.

Si operamos con ladisidencia sexual más que como una identidad, como una máquina erótica de hacer preguntas para desarticular las normas sexuales y de género que gobiernan nuestros cuerpos humanos y no humanos, la escritura se hace lugar no como pregunta ya plantada, sino como cultivo de una curiosidad epistémica y una intrepidez educativa, al reordenar las relaciones entre las palabras que avizoran un horizonte de interrogantes refractarios a la normalidad sexo-genérica.

Entonces, como una maestra apasionada por la teoría que se hace en la línea de fuego de nuestra praxis, y por la escritura como modulación poética del pensamiento pedagógico, más que partir de definiciones acerca de géneros y sexualidades desde una postura explicativa y academicista, me

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interesa pensar colectivamente cómo esos conceptos se mueven en nuestras propias acciones, representaciones e imaginarios. Porque la imaginación no es un territorio vacío ni libre de restricciones, es un campo ficcional fertilizado por normas que regulan nuestro pensamiento y lo que consideramos posible eimposible, normal y abyecto. Y porque el sexo es un campo minado de mandatos, fantasmas, morales, historias, tecnologías, economías, valores, deleites, fantasías y masacres.

Con esta brújula de fondo imantada por la búsqueda de justicia erótica, orientada por los principios del placer, la satisfacción y el deleite sexual, y un clima público que impide la violencia, el estigma y la discriminación, nuestras propias biografías docentes emergen como f(r)icciones pedagógicas para interrogar cómo el sexo se hace presente en el aula.

Porque lxseducadores tienen un sexo, dicen el sexo, todo el tiempo, aunque digan que no lo hacen. Trabajan con el sexo al ponerlo a trabajar en el discurso y sus extendidos o reducidos márgenes de significación. Lxs educadorxs hacen del sexo un tema tabú, un asunto de risa, un tema serio, una frontera infranqueable… hacen muchas cosas con el sexo, con el discurso del sexo.

Deleuze decía que los conceptos son algo extraordinariamente personal, los conceptos son autobiografías de otro orden. Entonces, si en el gesto de una pregunta personal que se convierte en una pregunta colectiva, de una afección individual que encuentra en las condiciones institucionales un eco de hostilidad, de una duda educativa que se transforma en una creación vital, podemos palpar la reinvención de los problemas en torno a laESI y su gestión escolarizada, se nos plantea un nuevo umbral de lo que queda por pensar y un modo inesperado de estar en el problema. Reinventar las imágenes congeladas que designan la relación entre la identidad docente y el sexo, es una forma de reinventar la escuela, sus modos de habitarla, sus vocabularios para imaginarla, desplazando la visión del déficit y la carencia.

Si el lema feminista “lo personal es político” vuelve la cotidianeidad de los cuerpos un asunto de poderes y disciplinamientos, denunciando sus jerarquías y desigualdades, podemos aventurar que “lo personal es pedagógico” porque el acontecer diario de los cuerpos en el espacio escolar es asunto de historias, normas y saberes que cruzan nuestras vidas.

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La identidad docente como imagen previa está saturada de sentidos: las maestras no escriben, las maestras disciplinan, las maestras no saben, las maestras tienen miedo de dar ESI, las maestras son vagas. Pero en vez de quedarnos en el enunciado coagulado del estereotipo correccional, podemos hacer experiencia, hacer escrituras, hacer preguntas microscópicas que interrumpan lo obvio y provoquen una repercusión anímica que se incruste en el ritmo vital de la imaginación. ¿Qué metodologías nos damos en nuestras escuelas para que maestrx o educadorx sea un cuerpo vivo que ocupa el tiempo de otro modo, que ocupa el cuerpo con otro lenguaje, una posición encarnada con una pasión pedagógica dispuesta a la problematización personal y política?

Hace unos meses, mientras preparaba un ensayo sobre pedagogía queer, llegué a este texto de la activista lesbiana prosexo, Joan Nestle , “A mi madre legustaba coger”, que me interpeló profundamente como maestra, hija, activista lesbiana y como a una persona que decidió no procrear y que también le gusta coger, aunque no sé si tanto como a su madre. La elocuencia de sus palabras nos vuelve sensible a su historia que va directo al corazón de los legados educativos:

Mi madre, Regina, no era una diosa matriarcal ni una consultora espiritual. No rezaba ante ningún altar y muchas vecesrepudiaba la etiqueta de madre. Era una viuda judía de clase trabajadora que, desde los 14 años, trabajó como contadora en el Distrito Garment [de la Moda] de Nueva York. Mi padre murió antes de que yo naciera, cuando mi madre tenía 29 años, y la dejó con dos niñxs para criar. A mi madre le gustaba el sexo y me hizo conocer a través de los años tanto los castigos como las recompensas que se ganó porque se atrevía a ser clara sobre disfrutar coger.

Tenía en mente a Regina esa tarde de octubre, sentada en la primera fila del auditorio de la 1199 Unión [sindicato nacional de trabajadores de la salud] para grabar la discusión de un panel sobre pornografía y eros. Cuando mi madre murió, no dejó dinero, ni posesiones, ni propiedades, ni pólizas de seguro. Dejó solo unas hojas de escritos, cartas garabateadas y poemas escritos en el reverso de hojas amarillas de libros contables. He escrito un texto más largo sobre ella y yo, en el que incorporé estas cartas, pero por ahora solo quiero hablar sobre el coraje de su legado sexualy los secretos sexualesque encontré en sus escritos y sobre cómo estaba en mi mente, la mente de su hija lesbiana que ha amado mujeres durante más de veinte años, la tarde del panel.

A la edad de 13 años mi madre se dejó levantar en una playa de Coney Island y tuvo sexo con un joven judío de buena presencia que rondaba los 20; tres semanas más tarde, él la invitó a su departamento donde tres amigos suyos la violaron en grupo. Quedó embarazada y tuvo que hacerse

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un aborto a los 14. Era el año 1924. Su padre alemán amenazó con matarla, y ella dejó la escuela en noveno grado para ir a trabajar. Cuando mi madre escribe sobre estas experiencias cuenta sobre sus pasiones sexuales, sobrecómo quería sexo[…]

Después escribe sobre su shock, su dolor, y su herida, y luego sobre su enojo por la violación, pero termina la narrativa con un credo sexual: no dejaría que esta cosa horrible le quitara su derecho a la libertad sexual, su disfrutede“el peney la vagina”,como lo expresaella.

[…] En resumen, mi madre fue tanto una víctima sexual como una aventurera sexual; su coraje creció a medida que aumentaban las voces condenatorias y las amenazas de violencia. Yo vi todo eso, y su fe en el innegable derecho de la mujer a disfrutar delsexo, a buscarlo activamente, se hizo parte de mí. Pero yo elegí mujeres. Yo quería matar a los hombres que la golpeaban, que le sacaban el salario. Quería que ella no los necesitara y que viniera a mi mundo de amistad y pasión lésbicas, pero ella eligió no hacerlo. Estábamos frente a frente como dos mujeres para las que el sexo era importante, y después de algunas escaramuzas iniciales, ella aceptó mi mundo de aventuradelmismo modo en que yoaceptéel suyo…

Las prácticas del coger son actos performativos con efectos identitarios que (des)organizan los cuerpos. Estetipo de relatos nos abisman a indagar y preguntarnos en un movimiento incesante entre experiencias pasadas y situaciones presentes, sobre los modos situados y contextuales en que se (des)articulan performance de género, deseo sexual, conducta erótica y genitalidad.

Profundamente conmocionada por su relato y por el poco espacio que las prácticas sexuales ocupan como experiencia política y educativa para cuestionar la economía erótica cisheterosexual, me pregunto cómo se puede escuchar esta narración hoy, ante la regulación tácita casi prohibitiva del tacto en el espacio del aula -no solo por la pandemia covid-19 sino por el temor a las denuncias-; ante los disciplinamientos que el reconocimiento estatal provoca en pos de sostener los ideales de la decencia pública; ante un contexto donde el pánico sexual se vuelve costura de toda conducta erótica; ante las retóricas del sexo que solo asumen el sentido unívoco de la violencia; ante la des-implicación de nuestros propios cuerpos como educadorxs en las que se silencian nuestras historias sexuales que atraviesan nuestra práctica de manera perturbadora, incómoda y contradictoria; ante lxs niñxs a quienes se les confisca la posibilidad de (des)aprender a relacionarse con maestrxs abiertamente maricas, lesbianas, no binaries, trans.

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Me interesa reflexionar sobre los agenciamientos de placer como política sexual que suelen quedar ausentes en los discursos sobre ESI, más preocupados y enfocados a la prevención, el peligro, el riesgo, donde pareciera que no hay sexualidades a ser exploradas y pensadas, donde no hay preguntas sino respuestas prefabricadas, aun en las propuestas más críticas. Podemos preguntarnos ¿qué sexo admite la ESI? ¿qué prácticas sexuales hace inteligibles y cuáles quedan en la opacidad de lo indeseable, en el ostracismo de la perversión, en el campo de la abyección? ¿cuál es el sueño sexual de la ESI?

Déborah Britzman se preguntaba en uno de sus textos: “¿por qué los educadores continúan tan dispuestos a argumentar a favor y en contra del sexo, a vincular el constructo del sexo apropiado con el constructo de la edad apropiada y a preocuparse sobre cuál conocimiento existe en cuáles cuerpos en cuáles circunstancias?” (Britzman 2001). Y me resuena una primera pregunta que suele aparecer en las charlas y talleres de los que he participado, la pregunta por el límite: ¿hasta dónde enseñar? Entonces, más responder aesa pregunta, nos podemos interrogar ¿por qué hablar de sexo y sexualidades activa esa pregunta? ¿hay otros contenidos curriculares que activen esa pregunta? ¿qué supuestos de descontrol, exceso, caos y desgobierno movilizan esa preocupación?

La ignorancia como política sexual y de conocimiento es la forma que adquiere laheterosexualización del saber en el proceso de normalización de las identidades, de los cuerpos y deseos. ¿qué pregunta se ignora con esa pregunta? ¿qué pregunta queda sin imaginar ni formular? ¿por qué no aparece un interrogante acerca de nuestra propia relación con el sexo, las experiencias sexuales y sus ecos en la práctica educativa?

Entrenar una sensibilidad no punitiva en el espacio escolar superpoblado de axiomas morales en formas de dicotomías, es intentar también imaginar otras economías des-cisheterosexualizantes del deseo, poniendo a disposición de lxs estudiantes nuestros precarios y ambiguos lenguajes de los placeres sexuales para ensanchar las narraciones de sus agenciamientos del deseo y sus experiencias del riesgo, para indagar los pliegues y descalces de las narrativas identitarias y las (im)posibilidades corporales en contextos que siguen siendo constrictivos. En este sentido, tener en cuenta y lidiar con la inestabilidad e inaprensibilidad del lenguaje

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del sexo, nos desafía a activar modos de desaprendizaje de las formas normalizadas del imaginar el sexo y el desear, de tramar prácticas educativas que no terminen por desexualizar el lenguaje del sexo como modo apropiado y aceptado de hablar las sexualidades.

“Lo personal es pedagógico” también significa un entrenamiento imaginativo para legados sexuales que no cancelen el conflicto inherente a todo proceso de (des)conocimiento, que no higienice las turbulencias del lenguaje, que no anestesien nuestras heridas bajo las gramáticas estatales del reconocimiento, que son necesarias pero que no anulan nuestra imaginación visionaria.

Cuirizar nuestras prácticas educativas, volverlas contra sí y extrañas así mismas trizando el espejo de la normalidad, más que una nueva forma de conocimiento, implica la capacidad de plantear preguntas sobre los recorridos para llegar a saber y construir sentido. En lugar de presentar al conocimiento (correcto) como respuesta o solución, el conocimiento se constituye como una pregunta interminable (Luhmann 1998).

Lo personal es pedagógico, más que una consigna a estandarizar, es una práctica de investigación sensible y conceptual de cómo se relacionan nuestras historias sexuales y nuestras prácticas educativas, y cómo esas relaciones resuenan y se pegotean en las aulas. Porque más que experiencias personales a relatar, precisamos inventar esas preguntas picantes y astutas que cultiven la creatividad erótica para imaginar otras culturas sexuales menos restrictivas y más porosas, en el que tenga lugar el gemido como un gesto educativo que hace de los placeres una política de conocimiento del mundo y de redistribución del poder.

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i val flores (Buenos Aires, 1973) es escritora, maestra y activista lesbiana. Vivió la mayor parte de su vida en Neuquén, donde desarrolló la impronta de su escritura y activismo. Publicó varios libros, entre ellos: interruqciones. Ensayos de poética activista (La Mondonga dark, 2013 y Asentamiento Fernseh, 2017), El sótano de San Telmo. Una barricada proletaria para el deseo lésbico en los ‘70 (Madreselva, 2015), Una lengua cosida de relámpagos (Hekht, 2019) y Romper el corazón del mundo. Modos fugitivos de hacer teoría (Continta me tienes, 2021 y La Libre, 2021). Actualmente coordina talleres de escritura en los que el cuerpo se vuelve experiencia sísmica de la pregunta. Su producción puede seguirse en el blog http://escritoshereticos.blogspot.com

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A mediados de los años setenta del siglo XX se inició en Occidente un proceso de profundas transformaciones que se desencadenaron como consecuencia de la aguda crisis que transitó el régimen de acumulación capitalista, produciendo efectos sociales regresivos que serían de alcance mundial y que seextenderían a todos los ámbitos de la vida. En el presente trabajo abordaremos algunos de esos efectos específicos que se manifiestan en el ámbito de la subjetividad y que se vinculan con esta gran reconfiguración económica, política y social.

Ya hacia finales de los sesenta se podían advertir señales de ralentización y estancamiento en las principales economías industrializadas. A partir de entonces, el ámbito financiero se constituyóen el principal eje de valorización del capital, desplazando del centro al sector productivo -que supo ocupar un rol de articulador social durante el capitalismo industrial-, dando paso a otra forma de sociedad que comienza a estar gobernada por nuevas modalidades vinculadas a la “estéticadel consumo” (Bauman, 2011, pp. 43-70). En estesentido, las transformaciones de los modos relacionales, constitutivos de la sociedad salarial y del funcionamiento del Estado de bienestar, trajeron aparejada una reconfiguración en la organización de lo social y en los procesos de subjetivación. De modo que dichas transformaciones posibilitaron el despliegue de una multiplicidad de macro y micro-procesos que caracterizaron al nuevo orden mundial. Con ellas emergieron nuevas racionalidades políticas y tecnologías de gobierno que, sumado a procesos de transformaciones científico-tecnológicas, produjeron un cambio radical en la sociedad y en los procesos de constitución de la subjetividad.

Esas transformaciones erosionaron al mundo del trabajo, produciendo de manera concomitante efectos de descomposición en el orden de lo social. El trabajo comenzó a transformarse en una actividad temporaria, flexible y precarizada, y de esta forma fue perdiendo su rol central en el proceso de

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Lenta despolitización de la vida. Los efectos de las ficciones neoliberales en la subjetividad.
I

socialización de los sujetos. Por un lado, se produjo una obturación en la posibilidad de llevar a cabo una trayectoria laboral en un mismo establecimiento, fábrica, o servicio público. El trabajador transitaba por un proceso de formación que lepermitía aprender un oficio através de los años. Por ejemplo, un metalúrgico que comenzaba a laborar en el establecimiento como operario de tareas generales, luego de este proceso de formación podía jubilarse revistiendo la categoría de oficial tornero. Estorepresentaba una mejora salarial por los años de antigüedad y además la posibilidad de ascender de categoría en el escalafón comprendido en cada rama de la industria1. Por otro lado, un aspecto concomitante que también estaba implicado en este proceso se relaciona con la construcción identitaria. Ésta se establecía en relación al oficio del trabajador y a la pertenencia, construida durante esos años, agrupos colectivos conlos que segeneraban lazos solidarios. Dichas relaciones se extendían más allá de lo meramente laboral hacia otros espacios de socializacióny contención, como actividades sindicales, gremiales, recreativas, vacacionales ode cuidados para los hijos. La organización familiar seinscribía y estaba pautada por estas trayectorias que se tramaban mediante redes de interdependencia a las que les brindanban sostén.2

El ingreso al mundo laboral de las nuevas generaciones podía estar signado por un gesto de continuidad en el que los adultos mayores se convertían en la carta de presentación para los hermanos menores, hijos o nietos en aquellos establecimientos en los que se desempeñaban. Al respecto, Bauman (2011) señala que “[e]sa carrera laboral era la principal fuente de confianza o inseguridad, desatisfacción personal o autorreproche, de orgullo o de vergüenza” (p. 34).

La proyección -política, histórica, familiar- que esta forma de vida le proporcionaba a los sujetos construía un horizonte de previsibilidad que

1 En Argentina este proceso se pudo observar en el ferrocarril (FF. CC.) o en las empresas estatales (ENTeL, Segba, encotel, YPF, Gas del Estado, O.S.N., S.B.A., FM).

2 Estos soportes relacionales permitieron la institución de específicos modos de hacer vinculados a una “ética del trabajo” (Bauman, 2011). Los sujetos comenzaban a internalizarla durante el proceso de socialización y luego ésta se convertiría en guía para el desarrollo de sus vidas. Asimismo, aperturaba a una dimensión espaciotemporal física, social y psíquica que permitía un tipo de construcción alternativa a la que estos dispositivos de integración e inserción socialtomaban como normalidad a través de las instituciones de legitimación como la escuela, la fábrica, el hospitalpsiquiátrico, el ejército, la policía, la iglesia, etc.

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permitía dotar de ciertas certezas a un porvenir que se presentaba como asible y alcanzable. Esta configuración político social cobró existencia en el contexto del denominado Estado de bienestar, cuyos modos se proponían garantizar “colectivamente el bienestar individual [a partir del] carácter normal de una vida sostenida por el trabajo [que] transformaba el derecho a una vida digna en cuestión de ciudadanía política, ya no de desempeño económico” (p. 74). Esta conjunción de prácticas -transmisión de saberes sobre el oficio, y construcción de relaciones solidarias- caracterizó a la denominada “sociedad salarial” que integraba a los individuos en comunidades de productores (Bauman, 2011) y brindaba un horizonte de continuidad y previsión.

II

Ahora bien, el Estado de bienestar, con sus modos de intervención tuvo como estrategia -en términos políticos- la regulación y contención del conflicto social3. El diálogo social, en el que participaban empleadores y trabajadores con la mediación del Estado, se constituyó en la principal herramienta corporativa para la contención y resolución de los conflictos laborales. Al mismo tiempo, éste se ocupaba de contener a quienes se encontraban transitoriamente desocupados, “manteniéndolos en condiciones de ‘comportarse normalmente’” (p. 74) a la espera de una recuperación y ampliación de los puestos de trabajo. Todo este complejo económico, político y social -que comprendía un conjunto de políticas de protección con proyección universal- permitía y buscaba una construcción social y biográfica ligada al tiempo del trabajo asalariado. Esto proporcionaba un valioso sostén para el despliegue de los procesos de constitución subjetiva, incluso en los momentos de suspensión del empleo.

El funcionamiento de todo este entramado de carácter excepcional garantizaba la estabilidad social para laproyección de lavida a través de un ''contrato social'' no escrito entre las clases sociales” (p. 81) que incluía el logro de las expectativas de ascenso social. En este contexto, el Estado de bienestar fue desplazado por el Capital en su función de ordenador de la

3 Esta forma de Estado tuvo mayor auge en el período de la posguerra, con elestablecimiento del “mundo bipolar” que “inaugura”la denominada Guerra Fría entre los bloques liderados por los EE.UU. y la U.R.S.S.

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vida social (Gorz, 2003)4. Se produjo el desmantelamiento de las políticas tutelares de pretensiones universales que lo caracterizaban. En reemplazo de éstas, y en consonancia con las nuevas funciones neoliberales que asume el Estado, se adoptaron políticas selectivas y focalizadas que buscaban disminuir los efectos negativos -aumento del desempleo, de la exclusión y marginalidad social, incremento de los índices de pobreza e indigencia y la desintegración los lazos sociales- causados por la desregulación, privatización, destrucción de puestos de trabajo y desinversión social (Bauman, 2011; Castel, 2012, 2013; Gorz, 2003). En estas circunstancias comenzó a primar una alta tasa de rotación en los puestos de trabajo y, concomitantemente, aparece como emergente la alternancia de periodos en los que una parte de la población se encuentra desempleada. Se abre así una zona de precariedad estructural (Castel, 2012, 2013) en laque la alternancia entre empleos formales e informales se constituye como la única alternativa y forma de inserción al mercado de trabajo. Con respecto a esta particular situación, Mark Fisher explica que [p]ara funcionar y ser un componente eficiente de la producción en tiempo real, es necesario desarrollar la capacidad de responder frente a eventos imprevistos, es necesario aprender a vivir en condiciones de total inestabilidad o (feo neologismo) 'precariedad'. (2020a, p.65)

En nuestro país encontramos de manera condensada la resonancia de este funcionamiento en el discurso que el Ministro de educación durante el gobierno de Macri, Esteban Bullrich, expresó en el Foro de Inversiones y Negocios, conocido como Mini Davos, que tuvo lugar en el Centro Cultural Kirchner en septiembre de 2016:

El problema es que nosotros tenemos que educar a los niños y niñas del sistema educativo argentino para que hagan dos cosas: o sean los que crean esos empleos, que le aportan al mundo esos empleos, que generan empleo, que crean empleos... [es decir, sería] crear Marcos Galperin5, [...]sonríe, se escuchan risas-. O crear argentinos y argentinas que sean capaces de vivir en la incertidumbre y disfrutarla. De entender que no saber

4 Su derrumbamiento a mediados de los setenta se materializó con el pasaje de una sociedad de tipo inclusiva a una excluyente y fuertemente marcada por la ruptura de lazos sociales, el ascenso de la vulnerabilidad social y el avance de las incertidumbres (Bauman, 2011; Castel, 2012, 2013; Gorz, 2003).

5 Marcos Galperín es el fundador de Mercado Libre. En 2016, año del discurso citado, Galperin se desempeñaba como presidente y director ejecutivo de la empresa. https://www.youtube.com/watch?v=-qOwRSKC0Zw

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lo que viene es un valor porque nos hace a nosotros capacespara construir un futuro.

En este sentido, este nuevo orden global -el neoliberalismo- que Fisher definió con la expresión "realismo capitalista" se impone como el único sistema económico-social al que es imposible imaginar otra alternativa viable. Se presenta como un sistema que prescinde de cualquier posibilidad de transformación que se encuentre más allá de sus fronteras: un sistema monolítico que reabsorbe y coloniza todo aquello que se sitúa por fuera de su racionalidad, expandiendo de esta manera la lógica del capital y de la gestión empresarial a todos los ámbitos de la vida -producción, educación, salud, vínculos sociales y familiares. En definitiva, seestablece como único horizonte de lo pensable, que valora positivamente la apropiación de los cuerpos y recursos naturales, la privatización de los espacios, la reclusión de la vida en el ámbito privado, el fomento del individualismo y la mercantilización de la cultura y del tiempo. En este sentido, aplana y doméstica conceptos ligados a la cultura como “alternativo” o “independiente”, volviéndolos “estilos dominantes, al interior del mainstream” (Fisher, 2020, p. 31). Con el neoliberalismo, el viejo tiempo normalizado(r) deja de ser el dominante, es desplazado por un tiempo disruptivo que es pautado por las exigencias de la globalización económica, del capital financiero y las nuevas tecnologías, transformándose éste en el nuevo tiempo hegemónico que guía los haceres e incertidumbres sociales. Este nuevo “realismo”, más complejo y volátil, trae aparejado condiciones de inestabilidad que seinternalizan enla subjetividad bajo la forma del temor a perder el control de la vida interior y emocional. Las condiciones en las que se configura esta nueva realidad erosionan la confianza e instituyen un desacople intergeneracional en las formas de vinculación y en los modos de consolidación del carácter de los sujetos (Sennett, 2015). Al mismo tiempo, para los jóvenes estas condiciones se presentan como algo natural, y se pasa por alto el carácter social de este proceso.

Esta racionalidad comenzó a penetrar y se enraizó en la subjetividad produciendo efectos en la materialidad de la realidad social. Entre ellos la destrucción de aquellas mediaciones que daban consistencia a proyectos y prácticas de autonomía, como también la retracción de los recursos que

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posibilitaban la creación de lo nuevo6. Esta ruptura buscaba materializar un anhelo, un deseo de quebrantar el tiempo estandarizado, la normalización de las prácticas y de los vínculos, agrietar ese armazón disciplinario constituido por las regulaciones en las que quedaba encorsetada la vida social.

Se produce una despolitización que avanza en diferentes niveles, por un lado, a través del aumento del individualismo y la merma en la participación colectiva en los asuntos públicos, por el otro, con mecanismos que apuntan a naturalizar los efectos regresivos antes mencionados que produce el mismo sistema económico y social. Esta naturalización-normalización se internaliza mediante un artilugio de carácter ideológico con el que la racionalidad neoliberal intenta trasladar e imputar a la subjetividad los efectos disfuncionales del sistema. Al mismo tiempo se produce un giro discursivo mediante el cual se endilga al sujeto la responsabilidad de su destino, convirtiéndolo en el principal hacedor de sus éxitos y fracasos en correspondencia conel imperio osupremacía de lameritocracia empresarial y la lógica del mercado. En este sentido el neoliberalismo, en tanto una particular racionalidad política alienante, demanda una transformación del orden de lo moral y de lo ético que se impuso -en ocasiones mediante del terror y en otras a través de formas más sutiles- para garantizar la hegemonía de este nuevo orden. Esta transformación requiere de un compromiso que se apoya en la distancia que se establece entre lareflexión subjetiva y la materialidad de las prácticas sociales efectuadas por los

6 Esta autonomía se materializaba en prácticas de resistencia que torsionaban los formatos establecidos y que, de algún modo, viabilizaban algo novedoso, refractario, avizorando posibles futuros, construyendo nuevos horizontes cuya matriz no se afianzaba en la repetición de un modelo sino en su transformación. En este sentido, el tiempo se inscribía en un presente con miras a un porvenir, que buscaba un quiebre con ese mismo presente normalizado(r). Esta posibilidad de futuro es justamente lo que se ha cristalizado mediante la repetición incesante del pasado, que se presenta como pura novedad bajo una forma anacrónica y despolitizada. El “realismo capitalista” produce una incesante y vertiginosa transformación del mundo de la experiencia, convirtiendo en efímera la posibilidad de sedimentación culturala mediano y largo plazo. El cambio veloz y constante es la ley que impera en las transacciones comercialesy en las relaciones sociales, minando toda posibilidad de desarrollar procesos y capitalizar sus resultados. La fugacidad, elexitismo, la ansiedad y la imposibilidad de la espera emergen como síntomas de las nuevas formas sociales en elcapitalismo tardío. De esta manera, se configuran ventanas de tiempo volátiles en las que sólo es posible que se reactualicen anacronismos y paradojas frentealas clausuras delos tiempos procesuales.Seconsumaasícomo“espíritude época” una“lenta cancelación del futuro”.Cf.Franco"Bifo"Berardi, Después del futuro y Mark Fisher, Los fantasmas de mi vida.

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sujetos. La institución de esta disociación se configura como un modo de participación que garantiza la vigencia de dicha racionalidad. Enunciados como “no estoy de acuerdo pero no me queda otra”, “es lo que hay” o “no hay alternativa” están centrados en una percepción de la realidad como fatalidad. Tratan de brindar alguna justificación sobre las acciones de los sujetos. He aquí la consumación de la encerrona a la que nos referíamos anteriormente.

III

Uno de los efectos de esta encerrona que produce la nueva racionalidad neoliberal selleva a cabo a través de la reactualización y complejización de un viejo anacronismo dieciochesco: la figura del individuo liberal. Éste se erige como una ficción fatalmente productiva de la matriz socioeconómica, y se construye bajo la ilusión de que puede prescindir de lo histórico-social, poniéndose a sí mismo como principio y fin de los procesos productivos. La racionalidad política liberal impuso esta ficción en la que el individuo fue proyectado como grilla de inteligibilidad de las relaciones económicas, políticas y sociales.

Hacia fines de los setenta del siglo pasado, una de las portavoces de esta racionalidad que retomó, complejizó y enarboló la bandera de esta ficción fue la primera ministra británica Margaret Thatcher, quien algunos años después sentenció que ya no existía la sociedad, sino tan sólo individuos. Este discurso no sólo piensa el entramado social como mero conjunto de individuos sino que también produce una narrativa en la que se construye algo así como una “normalización de la crisis” (Fisher, 2020a, p. 22). Paradójicamente, esta narrativa puede incluso prescindir de palabras como “normalización” y “crisis”. Se trata de una construcción histórica e ideológica reciente que no deja de borrar los signos de las violencias de una serie de imposiciones realizadas en un pasado que no abandona nuestro presente. Sobre este presente que se instituye como dado -incluso para quienes quedaron arrasados por las crisis que impusieron la infertilidad como método de creación de lo nuevo- las huellas de las violencias aparecen como lo invisibilizado que está a la vista. Es en este sentido que más arriba trajimos la noción de “realismo capitalista”, que Fisher define cuando explica que “el capitalismo no sólo es el único sistema económico viable, sino que es imposible incluso imaginarle una alternativa” (Fisher,

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2020a, p. 22). Este dispositivo de producción y captura -institucional, ideológico, general, infinitesimal- es capaz incluso de hacer creer que es totalmente autónomo, que prescinde de la dependencia del Estado, institución sin la cual no existiría. De algún modo, este discurso que naturaliza la crisis, (re)inaugura aquella ficción dieciochesca antes mencionada, traza una épica del individuo aislado que, según observa Marx en los Grundrisse, aparece como desprendido de los lazos naturales, etc., que en las épocas históricas precedentes hacen de él una parte integrante de un conglomerado humano determinado y circunscrito [...] [E]ste individuo del siglo XVIII -que es el producto, por un lado, de la disolución de las formas de sociedad feudales y, por el otro, de las nuevas fuerzas productivas desarrolladas a partir delsiglo XVI- se les aparece [a Smith y Ricardo] como un ideal cuya existencia habría pertenecido al pasado. No como un resultado histórico, sino como punto de partida de la historia. (2009, pp. 3, 4)

Estaficción en laque el individuo aparece como origen y no como efecto de la historia es lo que Marx denomina “robinsonadas dieciochescas”. Ficción que se condensa en el personaje de Robinson Crusoe de la novela homónima de Daniel Defoe [1719]. Esta gema natura(lizada) de la racionalidad capitalista es presentada como algo que había estado allí desde siempre, pero que se había mantenido oculto a la Razón hasta que se realizó finalmente en el siglo XVIII en su, valga la redundancia, naturalidad individual. La robinsonada dieciochesca -que borra el hecho de que “[e]l hombre es [...] unanimal social [...] que sólo puede individualizarse en la sociedad” (p. 4)- se resignifica en las postrimerías del siglo XX y encuentra nuevos puntos de anclaje en las prácticas discursivas que asisten y sustentan a esta racionalidad. En este sentido, el neoliberalismo retoma, expande y complejiza algunos elementos de estaficción -ficción cuya ficción consisteen suesencialismo transhistórico- que situaba al individuo más allá de las formas sociales de producción.

7 La reactualización de esta figura como punta de lanza del neoliberalismo acompañó el despliegue de tecnologías de gobierno de carácter biopolítico que conllevaron procesos de desregulación de la seguridad social mediante el endeudamiento, el desfinanciamiento de los programas de asistencia social, y los ajustes presupuestarios y fiscales. Estas prácticas gubernamentales comienzan a ser aplicadas durante los gobiernos de Thatcher en el U.K. y de Reagan en U.S.A., desde allí se expandieron al resto del mundo occidental. En América del Sur, su imposición se produjo mediante el previo despliegue de tecnologías de aniquilamiento sobre los cuerpos más rebeldes y refractarios. Este proceso se inició en Chile con el golpe de

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Daniel Defoe delinea esteindividuo transhistórico que seconvertirá en el ideal del sistemacapitalista através de lahistoria del hijo menor de lafamilia

Kreutznaer -Crusoe-, nacido en York en 1632, quien tenía la única ambición de viajar. Su padre le había dado educación y se proponía hacerlo estudiar leyes, pero a Robinson sólo le satisfacía la idea de embarcarse. De este modo, el narrador selamenta retrospectivamente de “la vida de infortunio a que estaba destinado” (1994, p. 6). Luego de ocho años de ausencia de su casa paterna, y “después de vivir casi cuatro años en el Brasil y empezando mi plantación a prosperar y a enriquecerme” (p. 38), tres conocidos lo visitan una noche y le piden que sea su representante para comprar esclavos negros en Guinea y desembarcarlos a la vuelta “a escondidas para luego distribuirlos entre sus plantaciones” (p. 38). Durante el viaje hacia África en buscade mercancía humana un violento huracán azotaal barco, el traficante salva su vida milagrosamente y termina solo en una isla a la que bautiza “la Isla de la Desesperación” (p. 65). Allí, Robinson se dedicará a construir durante veintiocho años su sociedad unipersonal: levantará su propia casa, la protegerá, seguirá el calendario, criará animales, sembrará, cosechará y fabricará los elementos fundamentales para su supervivencia.

Con respecto a esta ficción robinsoniana, Marx explica que no somos testigos como lectores de una simple reacción contra un exceso de refinamiento y un retorno a una mal entendida vida natural [...] En realidad, se trata más bien de una anticipaciónde la ‘sociedadcivil’ que sepreparabadesdeelsiglo XVIy que

Estado encabezado por Augusto Pinochet en 1973. Luego continuó en Argentina, durante la última dictadura cívico-militar (1976-1983) mediante la aplicación sistemática del terror. En este contexto se implementó en nuestro país el modelo neoliberal que logró consolidarse hacia los años noventa tras sucesivas reformas del Estado, toma de deuda externa y planes de ajuste. La coronación de este proceso se llevó a cabo con las privatizaciones de empresas estatales y el plan de convertibilidad diseñado por el ministro de economía Domingo Cavallo, durante el gobierno de Carlos Menen. Un plan económico que se sustentó en la paridad 1 peso = 1 dólar, posibilitando el endeudamiento en moneda estadounidense. Al mismo tiempo, la racionalidad neoliberal ya no busca garantizar la seguridad social sino desbrozar las regularidades que funcionan como límites a la expansión del Capital. A tal fin logró imponer ideológicamente una campaña de desprestigio sobre las políticas aseguradoras iniciando un proceso de demonización y estigmatización a las/os destinatarias/os de los programas de ayuda social. Por otra parte, su producción discursiva también se asentó sobre la ilusión consumista de la libre elección de los individuos promovida por el mercado desviando las miradas sobre las desigualdades estructurales. Así, se configuraba otro aspecto de la encerrona neoliberal a la que hacíamos referencia en el apartado II. Cabe destacar aquí que la deuda es un potente dispositivo que reproduce la pobreza, confinando a contingentes cada vez más numerosos a esta situación.

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en el siglo XVIII marchaba a pasos de gigante hacia su madurez. (2009, p. 3)

Aparece, dice Marx, un proyecto político que se rige “por leyes eternas de la naturaleza, independientes de la historia, [que presentan] las relaciones burguesas como leyes naturales inmutables de la sociedad in abstracto” (p. 6).

Ahora bien, esteRobinson que construye sureino en soledad, aislado de la “civilización”, emplea casi todo el primer mes de su estadía “en hacer muchos viajes para sacar todo lo que podía del barco” (p. 66). Robinson decide “arrancar del barco, atrozos, todo lo que pudiese, pensando que todo lo que pudiera sacar de él, podría tener uno u otro empleo” (p. 78).

Herramientas, armas, municiones, pólvora, harina, azúcar, clavos, cables, hierros, prendas de vestir, lona, ron, dinero, tinta, papel.

Curiosamente, el barco encallado -repleto de producción socialmente determinada al que recurre el malogrado traficante- es aquello de la historia que se invisibiliza en la construcción de esta ficción. Se trata de un acto de magia iluminista que presenta, por un lado, a los recursos sociales como pura exterioridad autónoma y autosuficiente y, por el otro, al proceso de mercantilización de todos los aspectos de la vida -proceso que yahabía sido decidido de antemano- como pura naturalidad.

A este nuevo individuo del XVIII se lo hace reaparecer hacia finales del siglo XX como indefectiblemente predeterminado, como una verdad inmemorial a la que se le redescubre un aspecto que se nos había escapado, algo a lo que veníamos permaneciendo ciegos. Finalmente, se ha asumido la necesidad de existencia del barco, pero ese recurso ha sido privatizado. El barco ya no está afuera. El barco se ha interiorizado, ha encallado en nuestras conductas, deseos y hábitos disfrazados de procesos químicos y conexiones neuronales. A través de la noción de “capital humano” asociado a un curioso concepto de libertad que se restringe a la capacidad de consumo, los sujetos nos vemos exhortados a continuar legitimando esta renovada ficción más allá de los procesos de desindustrialización, de los programas de endeudamiento, de la destrucción de todo tipo de redes sociales, de la cancelación de cualquier posibilidad de proyección en el futuro. La vulnerabilidad, disfrazada de incertidumbre productiva, se convierte en incentivo, y la desafiliación es leída como efecto

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de un desorden psíquico: el individuo que se enferma está enfermo por enfermarse.

IV

En el capitalismo tardío, los nuevos condicionamientos que la racionalidad neoliberal impone a nivel de la producción y la distribución exigen una reorganización profunda del sujeto que alcanza específicamente a su sistema nervioso. Por un lado, se genera un compromiso con dichas condiciones cuyo costo se manifiesta bajo diferentes formas de afecciones de la salud mental: estrés, insomnio, ansiedad, depresión, TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad). Por el otro, la imposibilidad de adecuación a esa nueva realidad social es presentada por el sistema como si fuese una proyección psíquica de su propia disfuncionalidad. Es en esta encerrona -la ficción robinsoniana de un individuo que es artífice de su destino prescindiendo de las condiciones sociales de su existencia- que comienza a funcionar una modulación simbiótica entre el régimen de producción y acumulación capitalista y las subjetividades, donde el sistema “se alimenta de los estados de ánimo de los individuos, al mismotiempo que los reproduce” (Fisher, 2020a, p. 66).

Y es en este sentido que nos interesa señalar cómo el "realismo capitalista" se deslinda de su responsabilidad política en la proliferación de estas afecciones. Las presenta como resultado de un desorden de carácter individual, centrando la atención en el estrato biológico para canalizarlas por vía de la patologización y medicalización (Fisher, 2020b). Así, el desarrollo de laindustria farmacéutica impulsado por las innovaciones enbiotecnología y los avances realizados en las neurociencias brindan los sustentos para una “salida”, para una nueva “ficción” -de ningún modo ingenua- que ocluye toda posibilidad de politización. Al privatizar los problemas de salud mental y tratarlos solo como si los causaran los desbarajustes químicos en la neurología del individuo o los conflictos de su contexto familiar, queda fuera de discusión cualquier esbozo sistémico de fundamentación social.

(Fisher, 2020a, p. 50)

La despolitización de la salud mental es un efecto deseado por el "realismo capitalista" ya que rompe con cualquier intento de establecer alguna relación causal entre el funcionamiento del sistema y la producción de las afecciones mentales. Este artilugio busca privatizar sus consecuencias alienantes para la subjetividad.

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El régimen capitalista, en sufase tardía, requiere para sufuncionamiento de la organización y el disciplinamiento de la sociedad bajo la forma patriarcal y, en este sentido, el secreto de su poder reside en la extracción de plusvalor en sus relaciones de producción y reproducción. El sostenimiento de las ficciones que niegan las condiciones sociales de existencia, las determinaciones de clase, los mecanismos de desposesión y despojo funcionan como reaseguro de las condiciones de su hegemonía. El desafío que se nos presenta como sociedad es la construcción de una ficción otra que desplace lacentralidad que asumió la lógica individual hacia prácticas colectivas que permitan contrarrestar esta encerrona y potencien la vida como pura singularidad.

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i Adrián Iozzi es Licenciado y Profesor de Sociología por la Universidad de Buenos Aires, y Magister en Estudios Interdisciplinarios de la Subjetividad, Facultad de Filosofía y Letras, UBA. Se desempeña como docente del seminario de investigación “Las reconfiguraciones de la subjetividad social” en la carrera de Sociología, Facultad de Ciencias Sociales, UBA. Actualmente se encuentra realizando su doctorado en Ciencias Sociales, Facultad de Ciencias Sociales, UBA

ii Marcelo Lara es Licenciado y Profesor en Letras por la Universidad de Buenos Aires, y Magister en Estudios Interdisciplinarios de la Subjetividad por la misma institución con su tesis “Beyond the Pale: una lectura de la emergencia de un blanco de intervención biopolítica en un corpus swiftiano”.Docentede la Cátedra de LiteraturaInglesa (UBA),y del Taller de escritura de tesis, de la Maestría en Estudios Interdisciplinarios de la Subjetividad (UBA). Participa en el grupo de investigación UBACyT de la Cátedra de Literatura Inglesa y es Secretario de Redacción de la revista Beckettiana. Se desempeña como profesor en Teoría Literaria I y Sociolingüística en Institutos Superiores de Formación Docente de la pcia. de Buenos Aires en la carrera de Lengua y Literatura. Dicta un seminario sobre Literatura Irlandesa en el IES Nº 1, “Dra. AliciaMoreau de Justo”.Ha escritodiversos artículos sobreJonathanSwifty elproblema de la pobreza en Irlanda en el siglo XVIII, y sobre las utopías inglesas en los siglos XVII y XVIII. Está cursando elDoctorado en Ciencias Sociales (UBA).

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La historicidad en psicoanálisis: anticipos de una reflexión

Invitado por el equipo editor de Desde el Centro a colaborar en sus páginas, pensé en plantear un texto donde explicara por qué lo histórico tal como lo pienso es relevante en psicoanálisis. O más exactamente, por qué recuperar la historicidad de las categorías psicoanalíticas es esencial para enfatizar las dimensiones críticas de la invención freudiana que, como todo en este mundo, es objeto de disputas. En efecto, estoy convencido de que la pura abstracción de los conceptos, la vacía universalidad de las categorías y la unilateral eternización de las prácticas aniquila lo mejor del psicoanálisis tanto en el tratamiento como en la teoría.

En el transcurso de la escritura, sin embargo, me pareció más útil para el público lector acercar un segmento prologal de un libro en redacción: El enano lacaniano. Nuevos ensayos sobre la abstracción social, cuya aparición está prevista para principios de 2025. Allí argumento que la asunción de la historicidad e índole hasta cierto punto maleable (donde el “hasta cierto punto” es sinembargo crucial) se potencia en un diálogo tenso con la teoría marxista entendida como un análisis crítico y radical de la sociedad capitalista. La clave reside en no reducir el marxismo a lo económico, sino más bien extenderlo a las formas sociales propias de esta sociedad en que vivimos, donde las dimensiones subjetivas no están exentas de aquellas formas sociales. En ese preciso lugar adquiere relevancia para el psicoanálisis, sin por eso rescindir la premisa de que su campo peculiar es el clínico.

Luego de meditar al respecto, decidí proponer una selección de pasajes del prólogo de El enano lacaniano para adelantar algunas de mis razones. Por desgracia, como hablo de estudios propios entramados en un proyecto en curso, el texto es demasiado auto-referencial. Desearía que ese aspecto inevitablemente narcisistasea contrapesado por una consistencia y claridad de la propuesta.

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Este libro recoge y revisa textos convergentes sobre un mismo enigma descifrado desde diversos ángulos: ¿es posible recomponer hoy, después de sus numerosas muertes, el nexo entre psicoanálisis y marxismo? La naturaleza del argumento es por ende teórica. Como fragmentos de una meditación, sus grafías revelan las inquietudes perdurables de una pasión intelectual: la vocación de participar en la reconstrucción colectiva de un proyecto radical en el cual el marxismo y el psicoanálisis (como se verá, no cualquier marxismo ni cualquier psicoanálisis teórico) provean vigas decisivas, pero no las únicas, de una reedificación de la teoría crítica.

En 2018 publiqué un libro con algunos trabajos aquí retomados y modificados: Encrucijadas de psicoanálisis y marxismo. Ensayos sobre la abstracción social. Los estudios de Encrucijadas fueron reescritos y complementados con otros textos revisados con posterioridad. De conjunto, el desarrollo del argumento produce un artefacto nuevo, emparentado con los resultados de elaboraciones de otro libro pensado al mismo tiempo: Marxismo e historia. Deconstrucción y reconstrucción del materialismo histórico (Acha, 2022), sobre el que diré algo más adelante.

No podría insistir demasiado sobre la naturaleza preliminar de estos ensayos. Advierto sus flaquezas, por mencionar solo algunas de ellas, respecto de la diferencia cultural, el género, lo étnico-racial y la colonialidad del saber.

Se detectará una cierta reiteración argumentativa en algunos de los ensayos. Confío en que la repetición en nuevos contextos desplace ymatice nociones que solo conquistan una mayor densidad en el curso de sus movimientos semánticos, en sus diferentes reestructuraciones conceptuales. Son caminos de bosque, que a veces se desvanecen misteriosamente ante la espesura de sus objetos insumisos. A veces se bifurcan. Otras veces irrumpen repentinos cuando la vegetación lujuriosa de las cegueras ajenas y propias parece impenetrable.

La bitácora conceptual sobre la abstracción social esbozada en la introducción provee un horizonte de principios comprensivos comunes a las reflexiones ulteriores. Esos principios son rúbricas hacia una problematización imposible de solventar solo en el ámbito de la teoría. Aunque resuene tan ajeno alos discursos dela sensatez política, en nuestra época reaccionaria, los dilemas del pensamiento se elaboran en el terreno

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filosófico, pero se emancipan de las aporías paralizantes con ese corte de nudo gordiano que es la acción revolucionaria de las masas. Tal accionar, naturalmente, no los resuelve (Kant enseña a no confundir los intereses de la razón práctica con las exigencias condicionadas de la crítica antimetafísica). Entonces, el proceder transformador alo sumo los desplaza hacia una nueva latitud de dificultades. Los hace retornar de otro modo en la fugaz estela de los asuntos humanos.

El título del libro refiere a la conocida metáfora de Walter Benjamin en sus fragmentos “Sobre el concepto de historia”. Ante la situación de una Europa en guerra y el ascenso catastrófico del fascismo, Benjamin alerta contra el conformismo evolucionista que captura a la izquierda. Crédula de un sentido progresivo de la historia, la izquierda confía en que tarde o temprano los fines últimos se realzarán más allá de las convicciones subjetivas. Para el escritor judío-alemán aquella confianza desarma en el combate contra el fascismo. A su modo, Benjamin retoma el problema encarado por la Escuela de Fráncfort desde fines de la década de 1920, a saber, la carencia en el marxismo de una teoría adecuada de lasubjetividad emancipatoria.

El primero de los fragmentos sobre la historia mienta el relato de un enano teológico (en los fragmentos posteriores seadvierte que es un teólogo profano judío) que mueve las manos del “materialismo histórico” y le hace ganar todas las partidas de ajedrez. La eventualidad urgente de una revolución social que interrumpa el tiempo homogéneo y vacío de la evolución progresiva supone una transformación básica de la subjetividad burguesa que haconquistado al movimiento obrero ysocialista. Elencuentro benjaminiano entre teología y marxismo suscitadesacuerdos interpretativos –tal vez el más conocido opone al marxista Theodor W. Adorno y al teórico del misticismo judío Gershom Scholem– sobre los términos de la equivocidad entre quien mueve los brazos desde el interior y quien gana las partidas. Dado que el hecho aquí de interés es la interfase entre marxismo y psicoanálisis, donde el escenario actual de la teoría involucra a la obra de Jacques Lacan, el enano materialista es lacaniano.

La historia de la relación marxismo/psicoanálisis es en general asimétrica. Desde posiciones genéricamente marxistas, incluso implicadas en la práctica profesional psicoanalítica (pienso en Wilhelm Reich y Erich

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Fromm), el marxismo provee los marcos teóricos o conceptuales dentro de los cuales se situa al psicoanálisis como un complemento revelador de las consecuencias inconscientes de la vida reprimida. Esa es a menudo la situación del marxismo freudiano y del freudo-marxismo. En cambio, la interlocución con el lacanismo es diferente. Ciertamente desarrollada dentro del clima de la “crisis del marxismo” –es decir, la caída de los soportes institucionales, políticos, sociales y teóricos de los proyectos socialistas –, la posibilidad de revisar el marxismo desde la relectura lacaniana de Freud despliega y aún revela otra contextura. A lo largo de los estudios del presente libro se observará que, según mi enfoque, el pase lacaniano de una recomposición de lainterfase de marxismo ypsicoanálisis permanecerá subteorizado mientras no se eleve más allá del nivel del mero contacto de teorías

Como se observará a lo largo de los ensayos componentes del presente libro, el enfoque postulado es metateórico. Es crucial para el destino de ese enfoque que su pertinencia se deduzca de la cosa misma. De otro modo sería inhábil para evadir el constituirse en perspectiva subjetiva, afirmación injustificada o arbitrariedad conceptual, pues solo podría sostenerse en el sitio del saber. Al restablecer la dicotomía objeto/sujeto, el proyecto se endereza irremediablemente hacia el fracaso.

La exigencia metateórica reside en que la relación entre psicoanálisis y marxismo no puede serresuelta desde el interior de las matrices teóricas de cada una de esas complejas tradiciones discursivas. Se requiere, entonces, de una teoría de las teorías, o más precisamente de una filosofía de la historia posterior a la filosofía estructuralista de la historia, de la cual el narrativismo consolidado por Hayden White es una derivación. Explicaré en uno de los estudios ulteriores que el filósofo Louis Althusser entrevé esa posibilidad, aunque la esboza (se trata de escritos inéditos) dentro del marxismo en versión estructural. Es incierto que la mencionada exigencia metateórica sea resoluble desde la lectura lacaniana de Freud.

Otro libro aparecido poco antes del que el público lector tiene en sus manos pero pensado conjuntamente, Marxismo e historia, explica con más detalle por qué razones sugiero la conveniencia teórica de diseñar un programa colectivo de investigaciones donde el psicoanálisis y el marxismo requieren ser situados en un horizonte de saber en diálogo de segundo

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orden entre múltiples teorías críticas. Se trata de un nuevo materialismo histórico no asimilable con la interpretación del marxismo como una teoría transhistórica (o una filosofía especulativa) de la historia, sino como una metateoría de las historias posibles desde el marco conceptual de la episteme vigente en la sociedad capitalista. En todo caso, el objeto del presente volumen consiste en reconstruir las condiciones conceptuales de ese encuentro siempre revisable entre marxismo y psicoanálisis, ya no desde uno deesos cuerpos teóricos, sino desde los efectos del materialismo histórico imposible de desplegar aquí. En conexión con la proyección metateórica con la que finaliza Marxismo e historia, aquí presento su conclusión: una teoría de las abstracciones cuyo eje articulador es la abstracción social identificada por la crítica marxista y, añado en este volumen, por la teoría lacaniana. La teoría de las abstracciones es el momento estético-epistémico de otro momento, relativo a las investigaciones empíricamente falsables cuyos objetos condicionados corresponden con una teoría de las temporalidades suscitadas por la sincronización universalizante de la forma mercancía desplegada como mercado mundial.

¿Cómo es posible que procesos de abstracción, por definición vinculados con las superficies, las cantidades y equivalencias, las ecuaciones e intercambios, se constituyan en el eje de una teoría de las teorías tanto de la objetividad como de la subjetividad?

El enigma suscitado por la pregunta pertenece todavía al horizonte ideológico del humanismo individualista que entrevisto en el Renacimiento de las ciudades-estado republicanas en el norte italiano de los siglos XIIIXVI se extiende con la generalización del intercambio mercantil durante los siglos XVI-XVII y adquiere realidad mundializada en los siglos XVIII-XX. Recién a fines del siglo XX setorna en contemporaneidad global y configura el presente de nuestra época. No es seguro que esa historia extensa del sujeto humanista se haya desdibujado como un dibujo en las arenas del mar... Esto se debe a que el sujeto moderno tiene una relación interna con la relación social capitalista y, más específicamente, con el trabajo asalariado. La posibilidad de reproducirse como individuo en el marco del salariado habilita laindependencia y autonomía en cuyos pliegues reflexivos emerge “el sujeto”. Si el sujeto es posibilitado por la relación mercantil a la que pertenece laaparición de la mercancía “fuerza de trabajo”, eso significa

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que las reglas que estipulan sus itinerarios son, en principio, similares a los de toda mercancía en estamontaña creciente de mercancías definitorias de la fenomenología capitalista. Pero la fuerza de trabajo involucra dos dimensiones inhallables en otras mercancías: habla y es sujeto de reconocimiento. Nuestra realidad es un cúmulo de mercancías, y una de ellas es el sujeto individual cuyas derivas inconscientes y sexuadas signan la aparición de lo inconsciente freudiano. Se trata, entonces, de pensar la peculiaridad del sujeto del inconsciente dentro del marco del sujeto moderno.

La conjunción entre sujeto y modernidad ha sido aceptada tras su formulación por Heidegger en el ensayo de 1938, “La época de la imagen del mundo” (Heidegger, 1938). Lacan sepliega a esacronología a propósito del “sujeto del psicoanálisis” suscitado por las incertidumbres del “sujeto de la ciencia” (Lacan, 1965). Alain de Libera propuso otra cronología dilatada hasta la antigüedad griega, específicamente en alusión a la sustancia aristotélica. Superspectiva esvinculable conlas investigaciones de Foucault en torno a las distintas prácticas de sí en la Antigüedad. Más allá del grado de convencimiento logrado por de Libera, es difícil seguirlo si no es el registro de una historia de las ideas filosóficas. En todo caso, el enfoque de de Libera apunta a prolongar y complejizar las temporalidades del sujeto como formación histórica y transhistórica. En suma, mantener la cronología del sujeto como constitución moderna no involucra asumir el gesto historicista que lo encierra herméticamente en una “época”.

El desarrollo de la facultad del lenguaje, la invención de la democracia y la formación social sostenido en el trabajo esclavo redujeron el alcance del “sujeto” antiguo configurando un esquema de subjetivación radicalmente distinto a la universalidad desplegada por la forma salario en la sociedad burguesa. La posibilidad detrazar puentes entre la psyché antigua y el sujeto moderno no supone suequivalencia. Mi propuesta de investigación consiste en estudiar una metateoría de las formas de abstracción involucradas en ambas figuras de sujeto. Tales formas son relevantes porque es sostenible que en la forma sujeto moderna perduren líneas de constitución de diferentes duraciones, algunas de las cuales recorren circuitos milenarios y centenarios. En estudios precedentes, que mencionaré más adelante, he detectado en Sigmund Freud el reconocimiento de esa cuestión en la temporalidad psicoanalítica.

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En este contexto conceptual, ¿no contrae Lacan las temporalidades según la disolución estructuralista de la historia como mito retrospectivo? El capítulo octavo sobre Lacan y los entretiempos freudianos aborda estetema central, a saber, si la relación entre psicoanálisis puede hacerse desde un enfoque metateórico o si, por el contrario, nos hallamos ante el límite insuperable de la analogía propuesta por la Escuela de Liubliana cuyo nombre más conocido es el de Slavoj Zizek. ¿Es posible sostener razonablemente un proyecto metateórico en este mundo donde a la lógica global capitalista parece corresponderle, si creemos en la vida académica occidental en un sentido ampliado, el pensamiento débil del postestructuralismo y el postfundacionalismo? Por supuesto, si una metateoría es justificable en la tradición de la teoría crítica, no puede ser sino una derivación contradictoria, negativa, de la efectividad de ese Otro que es la lógica global del capital, problematizado por la metateoría de las historias posibles.

El nuevo materialismo histórico supone una protesta teórica doble, ante el marxismo y el psicoanálisis estructurales. El problema del marxismo estructural es encarado en Marxismo e historia, por lo que aquí solo puedo sintetizar las objeciones a su formulación clásica althusseriana. Los dos reproches habituales al marxismo althusseriano son desencaminados. Sele ha objetado no proporcionar una teoría del cambio transhistórico, es decir, de ser una imperfecta filosofía de la historia. Dado que el mejor marxismo es solo una teoría crítica de la forma social capitalista, la impugnación del estructuralismo althusseriano es aún menos convincente que el objeto de la crítica. También se ha reprochado al althusserianismo disolver la acción consciente de los individuos y de las masas, según lo cual la proclamación por el propio Althusser de la primacía de la “lucha de clases” en la historia sería una afirmación injustificada por sus propias premisas.

De acuerdo a lo argumentado en el segundo capítulo de este libro, Althusser está grosso modo en lo cierto, pues el marxismo no es una teoría del sujeto humano, y menos aún una apología de la acción subjetiva. Si existe un pasaje conceptual del pensamiento althusseriano con el psicoanálisis (lacaniano), este consiste en el análisis determinante de las incumbencias teóricas de dos matrices conceptuales heterogéneas. Pero al mantenerse en el horizonte intramarxista, es decir, abstenerse de consideraciones metateóricas justificadas, el proyecto de Althusser

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inexorablemente fracasa. Se constituye, en sus configuraciones más sofisticadas, tales como los estudios de Étienne Balibar y los althusserianos

británicos Barry Hindess y Paul Q. Hirst, en una elaboración de interjuegos de niveles conceptuales entre modos de producción y nominales formaciones sociales (Balibar, 1974; Hindess y Hirst, 1979). El postmarxismo es la conclusión más consistente derivada del agotamiento de esas construcciones incompatibles con una básica ilustración historiográfica.

Tras la “crisis del marxismo” que por muy comprensibles razones azota el orbe de la teoría crítica durante el cuarto de siglo que sigue al derrumbe del socialismo realmente existente, esto es, después de 1980, ha llegado el tiempo de una reflexión sobre dicha crisis. Esa exigencia, en un sentido materialista, no proviene del plexo de la propia teoría. Emerge gracias a las contradicciones del Otro capitalista, del orden global dominante, y de las luchas sociales que han estallado en condiciones adversas. EseOtro posee matrices estructurales, en gran medida esbozadas en la crítica marxiana de la economía política. Pero está al mismo tiempo habitado por dos rasgos que exceden el planteo de Marx: a) las luchas sociales desplegadas en términos irreductibles al horizonte del mundo del trabajo del periodo 18501980, en las cuales la dimensión obrera cede centralidad entre una diversidad de demandas movilizadoras; b) la desmentida de una crisis final de la sociedad capitalista y la posibilidad de una catástrofe civilizatoria. Ambos rasgos se funden en el útero en que se engendra la factibilidad de un nuevo materialismo histórico.

Las luchas sociales concretas de nuestra época contienen demandas vinculadas a la relación salarial y a la reproducción de la fuerza de trabajo, pero también otras como las ligadas a las desigualdades de género y la violencia masculina, a la conservación del medio ambiente y a los derechos políticos, a la hospitalidad ante las migraciones y el combate contra el racismo.

La crisis civilizatoria suscitainterrogaciones imposibles de responder con los recursos teóricos postmodernos y postmarxistas asociados al postestructuralismo, al giro lingüístico o al empirismo de las últimas décadas.

¿Cuál es su defecto principal? Es el de carecer de una explicación convincente de la globalización capitalista. Un ejemplo tratado con detalle

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más adelante es el del postestructuralismo discursivo de Ernesto Laclau. La teoría política de Laclau es incapaz de ofrecer un entendimiento de la formación “universal” de la lógica objetiva/subjetiva capitalista. Por lo tanto, todo lo que se deriva de esa fragilidad conceptual es incierto y coherentemente decisionista. De conjunto, las deficiencias del postmodernismo (en lo cultural) y del postestructuralismo (en lo teórico), sugieren laconveniencia de una teoría crítica renovada en lacual laanalítica de la forma social capitalista recupere la relevancia perdida en beneficio de la particularidad y la heterogeneidad ontológicas, pero a la vez sitúe una relectura del marxismo en un terreno conceptual más amplio capaz de soportar el examen del mundo actual y sus conflictos. Estecontexto, diverso al de la teoría, es la que suscitala metateoría del materialismo histórico. En suseno es viable desplegar unescenario nuevo para examinar el nexo entre marxismo y psicoanálisis.

Referencias bibliográficas

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Hindess, Barry, y Paul Q. Hirst (1979), Los modos de producción precapitalistas, Barcelona:Península.

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iOmar Acha es investigador Principal en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), docente en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Es doctor en historia por la UBA y la École des Hautes Études en Sciences Sociales. En 2015 obtuvo el Premio Nacional de Cultura en el rubro Ensayo psicológico.

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La escritura del no en Marc Chagall

La invitación a escribir sobre la escritura me llevó con entusiasmo a retomar el único libro que Marc Chagall escribió y tituló“Ma Vie”1, mi vida. Recorriendo sus páginas, al constatar que Chagall dedicó toda su vida al arte y a producir una obra pictórica inmensa, un enigma se abrió ante mí. ¿Por qué escribió ese único libro?

En él despliega la materialidad de su letra con el relato de su infancia y juventud. Escrito en 1922, contando apenas treinta y cinco años, fue redactado en un momento preciso de su existencia, cuando partió definitivamente de su amada Rusia.

No es un dato menor el hecho que fue escrito en ruso, a pesar de que el yidishera la lengua materna de Chagall, luego traducido al francés por Bella Rosenfeld, primera esposa y musa del pintor, para ser finalmente publicado en esa lengua en 1931, en París.

En una de sus páginas finales, pronto a concluir su escritura, Chagall retoma una pregunta que se había ya planteado en el comienzo: “¿para qué escribir todo esto?2”. Sus palabras no dejan de producir asombro cuando Marc Chagall responde: “Estas páginas tienen el mismo sentido que una superficie pintada”.

La expresión generó en mí más de un interrogante. Si tiene el mismo sentido que lapintura, mepregunté ¿qué loimpulsó ala escritura? Más aún, ¿qué función tuvo la escritura en ese momento de la vida para que el joven Marc se sirviera de ella más allá de sus pinceles, sus lienzos y colores?

Como quien va bajando las barajas de a poco, podemos encontrar en sus letras algunas respuestas. Dice Chagall: “Si hubiera en mis cuadros un escondrijo, podría deslizar estas páginas o se pegarían tal vez a la espalda de uno de mis personajes? ¿Quién puede saber lo que está escrito en su espalda?”3 , se pregunta él mismo al final.

1 Chagall, Marc: “Ma Vie”,Chez Stock,Paris, 1931.

2 Chagall, Marc: “MI vida”,El Acantilado, Barcelona, 2004, pág. 81.

3 Ibid., pág. 215.

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Al leerlo, ¿cómo no recordar el famoso aserto? Nadie sabe con certeza el color del disco que lleva en su espalda, pero sólo dará su paso de certidumbre anticipada, y hará de su acto apuesta existencial, si elige no quedar prisionero.

Pinceladasde su vida

Chagall nació en 1887 en Vitebsk en el seno de una familia judía, en pleno imperio zarista, pocos años después del asesinato del zar Alejandro II, y en momentos en que los judíos eran perseguidos por los pogroms y estaban impedidos de acceder al sistema escolar público. Nació siendo parte de una familia cuyo abuelo y padre eran religiosos, practicantes del jasidismo y observantes de una tradición que marcaba para los hijos su destino. En ese entorno, el pequeño Movsha Jatskélevich Shagalov, conocido como Marc Chagall, dijo su primer no. No quería seguir el camino de su padre, empleado de un almacén de arenques, tampoco ser contable como le proponía su madre.

“Cantaré, serécantor. Entraré en el Conservatorio.” Cuenta que sedecía.

“Seré violinista, entraré al Conservatorio.”

“Seré bailarín, entraré…”

“Seré poeta, entraré…”

“Ya no sabía por dónde encaminarme”.4

Ciertamente, no lo sabía. Pero sabía que no. Que no quería ese mundo de rezos, ese mundo en el que según sus palabras no cabía “ningún gesto fuera de lugar”. No sabía aún por dónde andar, pero sí sabía que el día del perdón “huía de la sinagoga y corría hacia la valla del jardín. Apenas la cruzaba, recogía una gran manzana verde y le pegaba un mordisco, aquel día de ayuno.”5

Cuenta en detalle los agobiantes ritos, los dibuja, los pinta con palabras y concluye: “Papá se va a dormir cansado, hambriento. Sus pecados ya le han sido perdonados y los de mamá también. Yo, sólo, quizás, siga siendo un poco pecador”6 .

4 Chagall, Marc: Mi vida, Acantilado, Barcelona, diciembre, 2004, pág. 48.

5 Ibid., pág. 51.

6 Ibid., pág. 52.

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A la luz de su obra, acaso ¿podríamos negar que lo fue? La pintura, para él, como el dibujo para los niños, fue escritura de un no7. Sabemos que Chagall siguió su propio camino, apostó a su trazo particular, se negó a seguir los mandatos de escuelas pictóricas y los dictados del poder político de turno. Marc Chagall fue un artista singular.

Alumno reprobado, tartamudo sin remedio, “tuve que repetir el curso”, cuenta. “Fue en aquellos tiempos cuando me embriagaba de dibujo. No entendía lo que eso significaba. Por encima de las cabezas volaban las hojas dibujadas, cayendo a menudo sobre la del profesor”.

“Lo que más me gustaba era la geometría. En eso era imbatible. Líneas, ángulos, triángulos, cuadrados, me llevaban a unas seductoras lejanías. Y durante las horas de dibujo, sólo me faltaba un trono.”8

Un goce se anticipaba, orientando su deseo. Pero fue un amigo quien lo ayudó a encontrar la letra que le hacía falta.

“Un día -cuenta en su libro- vino a visitarme un amigo que, después de haber visto nuestra habitación y de haberse fijado en mis dibujos que colgaban en la pared, me dijo:

“Oye, ¿tú eres un artista de verdad?”. Para Chagall fue un instante revelador, pues lo llevó a preguntarse: “-¿Pero qué es esto de ser artista? ¿Quién es artista? ¿Es posible que yo… yo también?”.

Una letra amiga dio nombre a un goce hasta entonces innombrado, abriendo la puerta al acto del sujeto.

“Pensé: la suerte estáechada. … me convertiré en artista”9

“…una palabra tan fantástica, literaria, una palabra como llegada de otro mundo, lapalabra artista, sí que, alo mejor, la había oído, pero en mi ciudad nadie la había pronunciado jamás.”10

“Un hermoso día- relata Chagall en su libro- mientras mi madre estaba metiendo el pan en el horno, me acerqué a ella, que tenía lapala en la mano, y cogiéndole el codo manchado de harina, le dije:

7 Flesler Alba, El Niño en Análisis y las Intervenciones del Analista, EditorialPaidós, Buenos Aires, 2011.

8 Ibid., pág. 65.

9 Ibid., pág. 68.

10 Ibid., pág. 67.

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“Mamá… me gustaría ser pintor”. “Se acabó, no puedo ser ni empleado ni contable”11

- “¿Qué? ¿Pintor? Estás loco…- le respondió la madre- déjame meter el pan en el horno. No me molestes, que me está esperando el pan”12 .

Probablemente, esa no fue la primera vez que pronunció un no a la demanda del Otro, pero, siguiendo el derrotero de sus actos en la vida, veremos que no fue la última.

Con veintisiete rublos, dinero que su padre le tira literalmente debajo de la mesa13 al constatar que su hijo deseaba seguir su singular camino, a los veinte años, parte a Petersburgo luego de conseguir una autorización especial pues los judíos tenían impedido salir. Allí encuentra un maestro León Bakst.

“El encuentro con Bakst jamás se borrará de mi memoria”14 dice Chagall reconociendo su deuda con el maestro. Pero, una vez más, no se detiene y su deseo lo lleva a París. Otra vez el no.

“Sabía que tenía que marcharme -escribe ensu libro-. Mefue difícil saber exactamente lo que quería. Demasiado provinciano, para confesarlo abiertamente”15

París lo confronta con un abismo: “era como si el arte ruso estuviera fatalmente condenado a ira remolque de Occidente”. Le duele y lo dice: “No puedo hablar más de ello. Amo a Rusia.”16

En París, el Louvre lo deslumbra pero no sucumbe a su fascinación ni logra doblegar su posición de hijo rebelde que dice no a dogmas y gestos únicos. Entabla amistad con Apollinaire, inspirador del cubismo, pero no renuncia a decir que no, “yo busco otra cosa.”

“Sólo es libre el corazón honesto que tiene su propia lógica y su razón”. Son sus palabras. Otra vez el no.

11 Ibid., pág. 69.

12 Ibid., pág. 70.

13 Ibid., pág. 82.

14 Ibid., pág. 111.

15 Ibid., pág. 117.

16 Ibid., pág. 124.

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Tal vez por su deseo firme de sostener su corazón libre, Chagall nunca seaferró aun estiloúnico. Amedida que incorporaba una nueva vanguardia, se inspiraba por otra rechazando la pasada y así sucesivamente. Su genio le permitió jugar con un estilo abstracto, figurativo y narrativo. Fue fiel a una ética. “El arte me parece sobre todo un estado del alma”17

En estederrotero, de viaje a Vitebsk losorprende el estallido de la primer Guerra y sufre la reiterada persecución a los judíos. Por eso, con algarabía recibe, en 1917, la anhelada revolución.

Quería participar, formar parte, contribuir. “En el teatro Michailovski, los actores, los pintores sereunieron. Tienen laintención defundar un ministerio de las Artes, pero al ver que me alejaba de la pintura, mi mujer lloraba. Me advertía que todo acabaría en insultos y confrontaciones.

Y así fue.”18

“...en lugar de pintar tranquilamente mis cuadros, fundé una Escuela de Bellas Artes y me convertí en su director”

«¡Qué alegría!»

“El día 25 de octubre por toda la ciudad se columpiaron mis animales multicolores, hinchados de revolución.

Los obreros marchaban cantando la Internacional.

Al verles sonreír, tenía la certeza de que me comprendían.

Pero los jefes parecían menos satisfechos”19

“¿Por qué la vaca es verde? ¿Por qué el caballo sube al cielo, por qué?

Cada vez que, gracias al apoyo de Lunacharsky, recibí subvenciones, me exigía que, por lo menos, me sometiera a su autoridad. De lo contrario, me amenazaba con meterme en la cárcel.

Pero yo no cedía”.20

Otra vez el no. El no y el acto. “Bastaba con que alguien expresara su deseo, para que yo enseguida lo invitara… a ser profesor en mi escuela.

17 Ibid., pág. 139.

18 Ibid., pág. 165.

19 Ibid., pág. 171.

20 Ibid., pág. 173.

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Porque quería que en ella todas las tendencias del arte estuvieran representadas”.21

Pero “todos aquellos profesores sesublevaron e incitaron a mis alumnos a la rebelión.

Y, con el apoyo de todos aquellos a los que yo había acogido, y asegurado pan y trabajo, elaboraron un decreto, por el que se decidía mi expulsión de la escuela en un plazo de veinticuatro horas.”22

El dolor fue inmenso. La decepción, enorme. Estavez no había sido solo un no. Había hecho una fuerte apuesta y había sido traicionado.

“Me marché a Moscú.”23

“Pienso en los amigos. ¿Lo eran realmente?”24

“Ya basta de Vitebsk. Su camino se terminó.”25

Pero qué encontró en Moscú? Lo cito:

“Moscú, rodeado por el Kremlin, o el Kremlin, rodeado por Moscú, por los Soviets.

Bocas hambrientas y el aullido de octubre.

¿Quién soy? ¿Un escritor, o qué?

¿Es a mí a quien le corresponde describir cómo se tensaban nuestros músculos durante esos años?

La carne se transformaba en colores; el cuerpo en pincel y la cabeza en torre.

Me ponía mis pantalones anchos, mi camisa amarilla e iba, como todo el mundo, a los mítines.

Y no había mejor espectáculo que el de sus discusiones.”

“Veo de lejos a Tugendhold, mi viejo amigo, que fue uno de los primeros en hablar de mí.

21 Ibid., pág. 174.

22 Ibid., pág. 177.

23 Ibid., pág. 178.

24 Ibid., pág. 179.

25 Ibid., pág. 181.

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Ahora está volcado en el arte proletario con la misma obstinación de antes por el arte occidental”26

“¡Ya basta! Quiero conservar mi alma. Y pienso que la revolución puede ser grande con tal que respete a los demás.”27

Así concluye, “Ni la Rusia Imperial, ni la Rusia soviética me necesitan. Soy incomprensible para ellos, extraño.”28

Podemos reconocer que el arte, para Chagall, fue una puerta de libertad que al abrirse le permitió salvaguardar su existencia. Sus pinceles fueron parte de su cuerpo. De su cuerpo de sujeto. Con ellos pudo soportar duelos extremos. Despedirse de su destino familiar y salir a la exogamia, sobreponerse a la pobreza y a la muerte de sus dos hermanos y atravesar guerras y exilios. Pero, a mi entender, para dejar definitivamente su amada Rusia necesitó escribir. Darle litoral a un duelo mayor.

Ser artista incluía una ética del deseo. Y ocurrió que todo su afán por liberarse del dogma, por echar a volar la perspectiva, por recrear con colores el pulso fijo de lo real, se vio cercado por una y sólo “una concepción del mundo”29. Suprematismo, realismo, voces que pretendían colocar el arte al servicio de la revolución. Ideales fundamentalistas contra los que luchó desde la cuna en Vitebsk. Los amigos, quienes funcionaron para Chagall de suplencia y dieron a su vida nominaciones varias para ir más allá del padre, se volvieron extraños para él.

La escritura o la vida. Escribir en ruso, publicarlo en francés. Sus comentaristas dicen que Chagall no hizo jamás verdaderamente el duelo de Rusia.

Pero escribir no fue sin consecuencias. Función de la escritura, borde propiciador, motor a nuevos viajes. Luego de publicar suúnico libro, Chagall visita paisajes bíblicos en Palestina, Siria y Egipto.

26 Ibid., pág. 192.

27 Ibid., pág. 193.

28 Ibid., pág. 214.

29 Lacan, Jacques: Seminario XX: Encore (1972-1973), Editorial Paidós, Buenos Aires, 1981, pág. 42.

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Nunca vuelve a residir en Rusia. Adquiere la nacionalidad francesa y regresa a París, permaneciendo un tiempo en Saint-Jean-Cap-Ferrat y terminando sus días en Saint Paul de Vence; no sin antes dejar su legado en el Museo Nacional de Niza. Message Biblique, mensaje bíblico de Marc Chagall. Espacioluminoso por demás. Sería un error mirarlo con perspectiva religiosa. Su mensaje bíblico es mucho más que eso, es un mensaje ético.

Podemos leerlo en su segunda versión pictórica de “El sacrificio de Isaac”, pintado entre 1960 y 1966. Laprimera obra fue casualmente en1931, fecha de publicación del libro.

¿Qué encontramos allí, que nos permite leer sulegado?

Entre una y otra obra, surge una nueva interpretación, esencia de su propuesta de apertura y negativa a cualquier palabra que se pretenda unívoca. Las escenas de sus cuadros sehan poblado. Las representaciones de Noé, del Ángel y del Arco en el Cielo se destacan sobre un fondo complejo donde se encuentra una multitud escapando de un poblado en llamas. Podemos ver una dispersión de personajes: el rey David, Moisés, Cristo, híbridos de hombre y bestia, Adán y Eva en el Paraíso, una familia, que nos recuerda a laSagrada Familia del arte clásico.La obra muestra todo un mundo entremezclado, abigarrado, en el que las figuras de violencia se entrecruzan y son disparadas por la vida misma.

En el último tramo de su producción, Chagall se inscribe en una tradición pictórica referida a la ilustración de los episodios del Antiguo Testamento. No lo hizo sólo él; del sacrificio de Isaac también se ocuparon Rembrant y Delacroix, pero como refiere Jean Michel Foray, 30Chagall toma de la tradición talmúdica el profundo valor del comentario, cuya función es dejar abierta la interpretación para que ninguna palabra se cierre como palabra única.

En ese sentido, aunque Chagall nació en Vitebsk, su arte no es localista, no pinta el pequeño Shtetl de suRusia natal, más bien diría que Chagall nos pinta y pinta el mundo.

30 Foray, Jean Michel: “Musée National Message Biblique Marc Chagall”, Réunion Des Musées Nationaux, Paris, 2000. Pag 22

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i Alba Flesler es psicoanalista. Analista Miembro de la Escuela Freudiana de Buenos Aires, institución de la que fue presidente en 1995, y donde dicta su Seminario anualmente. Supervisora de numerosas Instituciones hospitalarias de la Argentina. Ha dictado Conferencias y Seminarios en París, Nueva York, Brasil, México, Chile, Barcelona y en Dublín. Es autora de los libros: El Niño en Análisis y el Lugar de los Padres, (publicado en portugués por Editorial Zahar) El Niño en Análisis y las Intervenciones del Analista (publicado en portuguéspor Editora Discurso) Niños en Análisis. Presentaciones Clínicas. Todos editados por Editorial Paidós de Argentina. También ha publicado en colaboración, entre otros libros: Los Discursos y la Cura (Editorial Acme Agalma) y De Poetas, niños y criminalidades. A propósito de Jean Genet (Ediciones del Signo). Ambos traducidos alportugués por Editorial Companhia de Freud.

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Los agujeros del nudo

Madeja y ovillos.

Con su modo de leer a Freud, Lacan nos ha legado un estilo de lectura que muestra, entre otras cosas, cómo lo transmitido trasciende la voluntad manifiesta de quien habla1. Nuestra deuda nos compromete entonces, a ejercer una lectura activa y crítica, sirviéndonos de las importaciones conceptuales que nos permitan enriquecer nuestras bases teóricas y resulte en novadores desarrollos que mantengan vivo al psicoanálisis.

Siguiendo dicha consigna, es probable que de la madeja de la polifonía saquemos varios ovillos, de los cuales no buscaremos las puntas, sino servirnos de algunas hebras para participar, en clave polifónica, del diálogo al cual Desde el Centro nos invita.

Es esta una nominación idónea para dar cuenta de conceptos, nociones y epistemes que deben leerse en intertextualidad: entre psicoanálisis ysalud mental, entre psicoanálisis y arte, entre psicoanálisis y ciencia. Más también puede ayudarnos a pensar la praxis psicoanalítica en dicha clave; múltiples voces “sonando” simultáneamente como contrapuntos, líneas melódicas independientes, que dan lugar a una textura singular. Esta complejidad a la que convoca la polifonía en la así llamada “escucha analítica” privilegia la homofonía introduciendo ruptura, discordancia (Lacan J. , 1988, pág. 104).

No es suficiente la consideración de la cadena del discurso conforme a la emisión de una sola voz. “Basta con escuchar poesía para que se haga escuchar en ella una polifonía y para que todo discurso muestre alinearse sobre los varios pentagramas de una partitura” (Lacan J. , 1988, pág. 483)

A partir de Mijail Batjin, se ha llamado “polifonía de la enunciación” a lo que es armado a partir de un conjunto de voces o, incluso, melodías sonando al unísono. En el caso del infans podríamos hablar de un mundo

1 El Petit Robert distingue variasacepcionesentre ellas la facultad de comunicar elpensamiento por un sistema de sonidos articulados emitidos por los órganos de fonación y el hecho de hablar. A diferencia de mot que es palabra en tanto vocablo.

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de sonidos, una especie de caos fónico consistente con aquel ritornello de lalangue sobre el que nos adentró nuestro maestro Lacan .

De modo que la clave polifónica nos sirve tanto para pensar el “ordenamiento” pulsional como para definir un cierto modo de incidir del analista en la dirección de la cura.

Nudos

En el año 1970 se publicaron las actas de un simposio realizado en la ciudad de Baltimore donde Lacan interviene en varias oportunidades. En una de ellas cuenta una anécdota plagada de juegos homofónicos y translingüísticos para concluir que “la pregunta sobre el sujeto debe ser situada en el intervalo que no encaja (..)”

En la conferencia que allí ofrece utiliza una palabra inexistente en el diccionario yaseaen francés oen inglés (idioma en el que estaba hablando), dice que el sujeto es “inmixing” con Otredad. De ello podríamos contentarnos con decir que fue un error, o tomarlo con valor de equívoco. Yaque sise tratade subrayar la especificidad de sujetopara el psicoanálisis definido a partir del Otro, es decir ubicado en el entre dos que la palabra hace surgir, ya contaba con el término immixtion.

Inmixing aparece más bien como una palabra inyectada que, en su gerundio evoca en sumovimiento continuo a lo no acabado del sujeto, ni de lo estructurado, siendo además irreversible ya que lo mix no se puede desmix. Lo cual leo no sólo como una precisión teórica sino como una indicación ético-clínica respecto del hacer del analista con el habla, con los significantes, como si fueran una palabra valija; un modo de vérselas con la lengua al modo que nos enseñó paradigmáticamente con lalangue (4/11/71)2 . Mix es el fonema que permite el paso entre lenguas: joyceanamente las lenguas se elastizan, se continúan unas en otras elongándose en función de un empuje, un elán continuo.

Lacan incluyendo deliberadamente un nuevo significante subraya, en mi lectura, que si la cadena significante deja de ser el modelo, el equivoco que se produce al elongar las lenguas no hace pasar de un sentido a otro, sino

2 Escritura que viene a contestar a lo inconsciente estructurado como un lenguaje.

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que inyecta sinsentido. Evidenciando así la ausencia del sentido en tanto único .

No importa cuantos idiomas hablemos, un sujeto es siendo atravesado por más de una lengua debido a que “una lengua entre otras no es sino la integral de los equívocos que su historia ha dejado persistir” (Lacan J. , 1973, pág. 47). Cada lengua al ser no-toda es l’elangues porque se estira, se pliega y se arruga (Harari, 2001) polifónicamente. Y por lo tanto, desembrollarnos de lo inconsciente, de la encadenante cadena de los significantes , implica atravesar la lengua de la parroquia cristalizada en los síntomas.

Podemos encontrar nuevas precisiones en el seminario 23:

quiero decir que es por intermedio de la escritura que la palabra (parole) se descompone imponiéndose como tal, a saber en una deformación en la que queda ambiguo saber si es de liberarse del parásito palabrero del que hablaba recién que se trata o, al contrario, de algo que se deja invadir por las propiedades; de orden esencialmente fónicas de la palabra, por la polifonía de la palabra (Lacan J. , 17/2/76).

Afirmación que nos invita a seguir a Joyce, quien justamente no se guía (ni seguía) por el sentido sino por el sonido, que no traduce, sino que intraduce. Singular hacer con la lengua y el lenguaje donde los analistas encontramos las herramientas (polifónicas y translingüísticas) para atravesar el eje metafórico-metonímico.

Será al año siguiente cuando trabaje la poesía desde la escritura poética china que avanzaremos hacia lo absurdo que puede soportarse en cualquier palabra, hasta la más obvia y común, a condición que el analistapueda “oír” las diferencias que desarticulan la repetición. Se hará entonces posible una praxis donde el estallido del sentido en su pluralidad permita la emergencia de algo nuevo, otros goces que amplíen los grados de libertad de un sujeto.

"Es preciso que tomemos en la escritura poética china la noción de lo que es la poesía". Será más terminante aún: "Laprimera cosaseria extinguir la noción de lo bello. Nosotros no tenemos nada bello que decir. Es de otra resonancia que se trata, a fundar sobre el chiste. Un chiste no es bello. No se sostiene sino por un equívoco" (Lacan J. , 1977). Es claro entonces que no se trata de hacer poesía en el sentido del goce estético sino de desentenderse tanto de la lingüística como del afán comunicativo

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socialmente esperable, de dejarse tomar por el equívoco para que eso trabaje en nuestros dichos.

Destaquemos que los poemas chinos son imposibles de traducir en su totalidad, porque cada ideograma significa una palabra, el que está compuesto a suvez por sub-ideogramas que también representan palabras y además se“canturrean”. Por lo tanto "un viejo maestro chino está jugando concinco, seis osietepoemas al mismotiempo. Según como seleabrotarán nuevos ritmos e intenciones..." (Laiseca, 2005) . Ante lo indecidible de la traducción dada la unidad sonido-sentido que abre paso a equívocos múltiples será en función del sonido que una sea escogida, escritura que permite recortar lo indiscernible a nivel sonoro.

Tejidos

La cuestión de la modulación, el tono y el ritmo nos permite pasar del sentido a la interpretación entendida como una incidencia, un forzaje (forçaje). En ella lo “incisivo” del corte a partir de lo que “suena”, agujerea los significantes con que fuimos parasitados (goce pegoteado) al poner en crisis el sentido único de las palabras operando una intraducción sobre el significante al que “desmemora”. Lo cual no es posible sin el pasaje por lo poético, en el sentido de la violencia ejercida (vía pulsión de muerte) sobre los usos regulares del lenguaje, que hace estallar los sentidos que fosilizan al sujeto ampliando sus grados de libertad. Ningún sentido encadena dos significantes, ahí debe apuntar la incidencia del analista para que, al precio de dicha ausencia, surja un deseo.

El campo definitorio de la praxis poiÉtica (Spinelli, 2021, pág. 211) de nuestra disciplina –en el registro de lo Real– es caracterizado por el último Lacan de este modo: “[…] con todos los equívocos que resultan de lo que lalangue sustenta de rimas y de aliteraciones”. (Lacan J. , 2000) Directamente y en griego, dice que se trata de una indagatoria referente a la phoné, es decir a la voz, sobre todo en fenómenos recurrentes, reverberantes e insistentes, donde podemos leer y entender que la efectuación de esa repetición nos acerca al eco en el cuerpo del hecho de que hay un decir. Definición que retrofunda el concepto de pulsión en la queda bien marcada la ligazón entre el lenguaje, lo sonoro y la pulsión, dándole otras eficacias, es decir, otras consecuencias clínicas.

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“Eco en el cuerpo del hecho de que hay un decir”, sin embargo, — añade— “para que este decir resuene, para que consuene, es preciso que el cuerpo sea sensible” (Lacan J. , 2006, pág. 18) . El decir inicial proviene del Otro; y lo que pone al cuerpo sensible al decir no es el oído, sino la voz como objeto a, oseacomo vacío en que resuena el significante. Así es como la pulsión se hace eco del decir en el cuerpo, objeto de la pulsión diferente al objeto del instinto. Y ese cuerpo es sensible al decir que proviene del Otro justamente por el vacío que permite el eco.

El eco, resto de voz, apunta a las marcas primordiales, a lo anidado en lalangue cuyamisma nominación porta lafigura de dicción repetitiva a partir del efecto de lalación. Sí, por cuanto en esapalabra una sílaba genera como consecuencia su eco en la siguiente.

Por otrolado, el ecopara ser tal requiere deun corte frente auna catarata invasiva de sonidos cuyos límites serían muy difíciles de poder precisar; un intervalo que marca la escansión propia de lo sucesivo ya que, de no ser así, no sería detectable como tal.

Corte y repetición hacen a un tiempo necesario para que haya un eco y un ritmo, trazo definitorio este último de la poesía y de la pulsión lo cual nos permite pensarlas en comunidad conceptual.

Esto implica toda una indicación clínica sobre la escucha psicoanalítica: no se trata solamente de hacer consciente lo inconsciente, en el sentido del develamiento de lo oculto sino que incluye un audicionar. Aclaración que ocupó a Lacan durante prácticamente toda su enseñanza: lo inconsciente freudiano si se le presentó en algún momento como lo sepultado, fue por lo que tiene de imposible, es decir, de Real. Real que sólo es por puntas que golpean al sujeto, invención que resulta de servirse de una palabra para otro uso que aquel para el cual está hecha.

Si la ética del analista es faunetique (Lacan J., 1979), movalise (Lacan J., 1973, pág. 51) formada por intermedio de la homofonía entre lo phonétique y el fauno (que alude a la relación del significante al sinsentido), orienta nuestra ética hacia la phoné y lo mítico donde leemos tanto a las pulsiones como a lo Real.

En función de dicha ética, el trabajo del análisis promoverá que ¿cualquier? dicho, vía transferencia, pueda conllevar un efecto poético, de

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sentido y de agujero, loReal de un efecto de sentido (Lacan, J. 11/2/75) que altere el equilibrio neurótico, y sus constricciones haciendo posible otros goces no sufrientes.

En suapuesta el analista paga, con su persona, con sus prejuicios y sus ideales, es estoloque le permitirá hacer violencia al lenguaje. No es ninguna mancia (menos aun decir cosas insensatas o violentas al analizante) puede ser tan simple como no dar nada por sentado, no atribuir causas, dejar de lado el sentido común, lo aparentemente obvio, los innegables datos de la realidad, todo eso en lo que, casi todos, estaríamos de acuerdo. Podrá así a partir del trabajo con los sonidos poner en crisis el sentido único de las palabras abriendo a la polifonía que pueda producir otras escrituras por las cuales rozar puntas de lo Real ¿del sinsentido que nos funda? Real al cual, antes de concluir, me gustaría deslindar de cualquier supuesta relación al origen, lo primario, lo insondable o al organismo (que sólo sería otro modo de biologización de lo psíquico). Lo Real no es ningún trasfondo metafísico de algo que no fue “bien” procesado y que por ello quedó en un “por fuera” No es pasado sino imprevisto, inanticipable, lo que rompe con las expectativas de lo que estaría por venir.

Lo Real lacaniano (quizá debamos llamarlo así) nada tiene que ver con el Real platónico: no está constituido por un más allá que los significantes no alcanzarán a nombrar. Pero no es que no tenga ninguna relación con el lenguaje, sino todo lo contrario. No es más allá ni más acá del lenguaje, es aquello que el lenguaje entraña de imposible, a saber, la ausencia de relación de proporción sexual que se pone en acto cada vez que hablo.

Referencias bibliográficas

Lacan,J. (1988). La agresividad en psicoanálisis.Argentina:siglo XXI editores.

Lacan,J. (1988). La instancia de la letra. Argentina: siglo XXI editores.

Lacan,J. (s.f.). 17/2/76.

Lacan,J. (11/2/75).

Laiseca,A. (2005). Poemas Chinos.Bs.As: De los Cuatro Vientos Editorial.

Spinelli,G. (2021). ¿Existe la última clínica de Lacan? Metepec: Casa Alef Editorial.

Lacan,J. (2000). De James Joyce comme symptome.Lyon:Le croucant28.

Lacan,J. (2006). Seminario 23.Bs. As: Paidós.

Lacan,J. (1973).L'étourdit. Paris:Seuil.

Harari, R. (2001). La pulsión es turbulenta como el lenguaje. Barcelona: Ediciones del Serbal.

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_________________________

Lacan,J. (1979). Joyce le symptome Paris:C.N.R.S. Lacan,J. (11/12/73). Seminario 21 "Los no incautos yerran". Inédito.

i Gabriela Spinelli, practica elpsicoanálisis desde BuenosAires. Miembro Analista (M. A) y expresidenta de Mayéutica-Institución Psicoanalítica. Ex- becaria honoraria del Equipo de Pareja y Familia Vespertino delC. S. M. N 3. Integrante del Comité Editorial de LaPsus Calami Revista de Psicoanálisis

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El don de lalengua

Guido Idiarti

—...Esto del Snow Crash… ¿es un virus, una droga o una religión? ¿Y qué diferencia hay? Stephenson, 1992

El presente texto nace de dos intenciones, por un lado, continuar con un trabajo de reflexión sobre el concepto lacaniano de lalangue, sobre la musicalidad del lenguaje, la música como discurso sin palabras y su valor clínico (Idiart, G. 2011, 2015, 2016, 2018). Un trabajo que lleva más de diez años y aún me convoca, sosteniendo mi práctica clínica en el Hospital de Día Vespertino del Hospital Álvarez; por otro lado, este escritointenta oficiar de homenaje a quien fuera supervisora del equipo de Grupos Expresivos durante más de una década, la querida María Bernarda Pérez. Algo de su don es todavía causa del trabajo cotidiano, de la reflexión sobre la praxis en el hospital y algo que me une profundamente con el Centro Ameghino. Bernarda nos advierte, refiriéndose a Lacan: “Buñuel, Hitchcock, Kurosawa, Renoir. El talentodel cineasta loinvita, una yotra vez, a perseguir las huellas de la verdad en su estructura de ficción. El recorte de una secuencia o de una escena; una sonrisa muda, un movimiento suspendido, el detalle de un rubor sutil le permiten aproximar la dimensión de aquello que, tras el velo de la apariencia, no deja de mirarnos. Lacan encuentra así, en la pantalla cinematográfica, un soporte eficaz para destacar puntos nodales de su enseñanza” (Pérez y Zimmerman, 2004). La pasión que Bernarda tuvo por el cine, la literatura, el teatro, la danza, la música y el psicoanálisis oficia de don que hoy resuena en mi clínica, en la de mis colegas de Hospital de día y tal vez en este trabajo que intenta homenajearla, en esta ocasión, intentando dar cuenta de ciertos conceptos cruciales.

El don

La idea que atraviesa este escrito es la de considerar la constitución subjetiva como producto del don de un Otro singular, don de amor, don de lalange. La introducción del animal humano, nacido siempre prematuro, en el lenguaje no es sin un acto de amor (el marasmo u hospitalismo en los

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recién nacidos es prueba de ello), un acto que, sostenido en el deseo por esa hija o hijo, dona esa materialidad lenguajera, ese canto nativo del que nacen todas las posibilidades del discurso: lo que Lacan denomina lalange (“lalengua” en la traducción castellana). Esteactode inoculación transforma la estructura del animal humano como un virus reconfigura el ADN o un software computacional al hardware que lo aloja. El sujeto nace de ese acto de contagio y queda, al decir de Lacan, parasitado para siempre (Lacan, J. 1975-1976, p. 93). Al mismotiempo y paradójicamente losalva de la muerte biológica para entregarlo al significante muerto.

La idea del contagio viral del significante aparece también, bajo una forma singular, en la novela Snow Crash de Neal Stephenson, clásico del cyberpunk de finales del siglo XX: “Todo el mundo tiene una religión. Tenemos receptores de religión en las neuronas, o algo así, y nos agarramos a cualquier cosa que llene ese nicho para nosotros. Ahora bien, la religión era esencialmente viral: un fragmento de información que se replicaba en el interior de una mente humana, y saltaba de una persona a otra” (Stephenson, 1992). El fenómeno de la glosolalia (“(...)de acuerdo con los lingüistas, es la vocalización fluida de sílabas sin significado comprensible alguno. En algunas creencias religiosas como el pentecostalismo, donde a esta práctica se le conoce como don de lenguas, a tales sonidos selos considera un lenguaje divino desconocido al hablante” ("Glosolalia", 2021)) sirve al argumento de la antedicha novela, explicando el supuesto origen milenario de un virus simbólico que se transmite a partir de las experiencias religiosas y que en el universo del relato de Stephenson se contagia a través de una droga híbrida, mitad software, mitad química, denominada Snow Crash. Una idea cercana a la de “meme”, acuñada por el etólogo Richard Dawkins ensulibro “El gen egoísta” (Dawkins, 1976), donde postula la analogía entre la genética (el estudio de la transmisión de la herencia en términos biológicos y cuyas células elementales son los genes) y la memética (estudio de la transmisión de la herencia cultural a través de sus células simbólicas elementales: los memes) y de allí establece la posibilidad de una interpretación evolucionista de los fenómenos sociales.

La glosolalia, tal comola aborda la lingüística yla semiología psiquiátrica, puede servir para fundamentar la argumentación de este trabajo, sobre todo en una de sus versiones religiosas: el llamado “don de lenguas”, como es denominado por la tradición cristiana (vale aclarar que los fenómenos

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glosolálicos sedan en diversas culturas, en rituales de la tradición yoruba o el kriya para la tradición india, entre tantos otros). Cuando Lacan acuña el término de lalangue, incluye en el equívoco el concepto Jakobsiano de “laleo”, juego fonemático del niño o niña previo a la adquisición del lenguaje hablado. Todos hemos escuchado a los o las infantes en ese juego gozoso que incluye el objeto voz en toda su dimensión, en su relación pulsional, en la dinámica relacional con el o la cuidadora. Podemos ver la estrecha relación entre el laleo y la mencionada glosolalia. En el ámbito de la psicopatología, podemos encontrar estas manifestaciones verbales tantoen crisis histéricas o en crisis psicóticas y en algunos trastornos neurológicos. Enel libro Un estudio crítico sobreel don de lenguas, citadopor Stephenson en sunovela, “C.W. Shumway (...)anotó seis síntomas básicos: pérdida total de control racional, preponderancia de las emociones que conducen a la histeria, ausencia de pensamiento o voluntad, funcionamiento automático de los órganos del habla, amnesia y ocasionales manifestaciones físicas esporádicas como espasmos oconvulsiones” (Stephenson, 1992). En Snow Crash, el autor asocia de manera curiosa las manifestaciones glosolálicas al idioma sumerio, dado que dicho lenguaje parece no tener relación con ninguna lengua de su región y no haber influido en ninguna otra, sin embargo el sumerio es considerado el primer lenguaje que pasa de la oralidad a la escritura, que cambia del vector oral de contagio al vector escrito y tiene además una presentación similaral “don de lenguas” en tanto “lengua aglutinante”, donde las palabras están formadas por la unión de muchos monemas de significación fija e individual que van modificando su sentido (el quechua, el aimara, el euskera, el japonés, el finlandés y en cierta medida el alemán son lenguas aglutinantes de diversos grados, en los que podemos encontrar comoen aimara, la forma iskuylankañapkama para decir "mientras (él/ella) esté en la escuela").

Para los cristianos, el “don de lenguas” es uno de los llamados “carismas”, dones de la divinidad. La glosolalia es uno de los “dones sobrenaturales” ("Don Sobrenatural", 2013), destinados a “elevar al hombre por sobre la naturaleza humana” ("Carisma", 2009). “Cuando Dios creó al hombre, no estuvo satisfecho con concederle los talentos esenciales requeridos por la naturaleza humana, sino que lo elevó aun estado superior al añadirle ciertos dones a los cuales sunaturaleza no tenía ningún derecho ” ("Don Sobrenatural", 2013) [el destacado es mío]. Un primer comentario que

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puede hacerse de esta especie de mito de origen cristiano de la glosolalia es el hecho de que proviene de un don que eleva al hombre por sobre su naturaleza, lo desnaturaliza a partir de un actode la voluntad divina, un acto de amor de un Dios-Padre para sus Hijos-Fieles. “Los dones absolutamente sobrenaturales, que solos son los propiamente dichos sobrenaturales, se resumen en la adopción divina del hombre para ser el hijo y heredero de Dios” ("Don Sobrenatural", 2013). La maternidad o la paternidad implica siempre una forma de adopción, la asunción de un deseo que inscriba a ese hijo o hija en el registro simbólico, nombrar es adoptar. Para el cristianismo, esta particular relación de filiación con lo divino es producto del amor, dicho vínculo “es de carácter totalmente íntimo, (...) eleva a la criatura de su humilde estado natural y lahace objeto de una benevolencia y complacencia peculiares de parte de Dios, admitiéndola al amor filial, y (...) le permite convertirse en heredera de Dios, es decir, partícipe de la propia beatitud divina [...] La adopción divina es un nuevo nacimiento del alma” ("Don Sobrenatural", 2013). Nacimiento del sujeto, leído en clave psicoanalítica.

“El término griego “charisma” denota todo buen don que emana del benévolo amor (charis) de Dios para el hombre” ("Carisma", 2009) y el “don de lenguas” es un carisma de una categoría especial, tendiente a promover el desarrollo externo de la comunidad, de la Iglesia. Así, “(...)en su sentido más estrecho, carisma es el término teológico que denota las gracias extraordinarias dadas a cristianos individuales para el bien de otros” ("Carisma", 2009). La glosolalia cumpliría la función de transmitir la palabra de Dios, de contagiarla a través de esos estados extáticos, de esos trances místicos en los cuales los “dotados” son canales del mensaje, un mensaje que se transmite en un discurso sin sentido pero plagado de la musicalidad del lenguaje, en un cuerpo afectado, pasión que resuena como eco de ese acto de amor fundacional, acto de donación de lalengua, nacimiento del sujeto en el campo del Otro.

Para hacer efectiva esta transmisión, para completar el contagio, es necesario un nuevo don, el de “interpretación de lenguas”, el segundo tiempo lógico, el cauce discursivo del primer tiempo de afectación, del éxtasis de lalangue. Es el tiempo del lazo, el que hace comunidad, el que acota el nivel de exceso degoce del trance místico. Stephenson citala Biblia en sunovela para explicar el efecto de comunión, el efecto de afecto que la glosolalia tuvo en tanto hecho social aglutinante en los primeros días de la

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Iglesia, en concreto en el pentecostés (los cincuenta días posteriores a la denominada “ascensión” de Jesús a los cielos, cuarenta días después de la “resurrección”) “«Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en lenguas extrañas, según el Espíritu Santo los movía aexpresarse. Había en Jerusalén judíos piadosos de todas las naciones que existen bajo el cielo. Al oír el ruido, la multitud se reunió y se quedó estupefacta, porque cada uno los oía hablar en su propia lengua. Fuera de sí todos por aquella maravilla, decían: “¿No son galileos todos los que hablan? Pues, ¿cómo los oímos cada uno en nuestra lengua materna? Partos, medos y elamitas, habitantes de Mesopotamia, Judea y Capadocia, el Ponto y el Asia, Frigia y Panfilia, Egipto y las regiones de Libia y de Cirene, forasteros romanos, judíos y prosélitos, cretenses y árabes, los oímos hablar ennuestras lenguas las grandezas de Dios”. Todos fuera de síy desconcertados, sedecían unos a otros: “¿Qué significa esto?”» Hechos, 2, 4-12.” (Stephenson, 1992). El “don de lenguas” puede pensarse como un fenómeno de lenguaje, por fuera del sentido, pero que funciona como un discurso sin palabras que en su musicalidad genera efectos de afecto y de lazo, lengua aglutinante que resuena sin los cortocircuitos del discurso hablado, esquivando el malentendido. El opuesto al mito de la Torre de Babel, donde el malentendido estructural encarnado en la extranjeridad de las lenguas lleva a ladestrucción de todo lazo social, desatando la agresividad más propia de la alienación del sujeto al significante.

Glosolalia, en tanto la actualización en el cuerpo de lalengua, genera efectos de resonancia en el otro, lo afecta, lo compromete a un nivel originario, nivel del acto de donación, de amor, que lo ha constituido como sujeto, como semejante de alguien, cómo parte de una historia, de una época que se remonta a la niebla de los tiempos. De ahí que uno de los efectos de esta afectación lalenguajera sea el del lazo social, que descansando sobre la lógica del significante y su efecto de significación, porta el virus de lalengua que es su fundamento. Solo así podemos pensar en una comunidad (desde lacélula básica hastalahumanidad entera) capaz de vincularse desde un lugar que no sea el de la pura masa, un lugar que haga lugar a la hospitalidad (pensada derrideanamente (Derrida, J. 1997))

salvando al humano de un destino de hospitalismo. Por todo lo antedicho es que entiendo que la clínica no debe ser sorda a los efectos de lalangue, sobre todo en el trabajo con estructuras donde el lazo social, larelación con

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el lenguaje y el sentido, se encuentran comprometidas: autismo, psicosis, fobias graves, fenómenos psicosomáticos, entre otras.

Siguiendo estaidea podríamos concluir que los fenómenos de glosolalia, tanto en la neurosis (por ejemplo en ciertas crisis histéricas) como en la psicosis (en cuadros autistas y esquizofrénicos) encallan, quedan estancados en el puro exceso de real, en tanto no encuentran un marco. En la neurosis tal marco podría ser el encuentro de un sentido, la entrada en un discurso, en una dialéctica, cuyas condiciones podrían ser reconocidas en un psicoanálisis. En la psicosis, una interpretación delirante, la inclusión del fenómeno en laestructura del delirio oincluso unanudamiento synthomático singular que permita acotar algo de eseexceso de goce. Pero también, para cualquier estructura, el marco puede darse al cobijo de un espacio comunitario, como una iglesia o un templo evangélico, por dar algunos ejemplos donde esto sucede cotidianamente. Es aquí donde conviene destacar el valor clínico de la escucha y la intervención musical, como una intervención que opera a nivel del real de lalengua, pero con la estructura de un discurso, sin palabras. “Para Lacan, el lenguaje es una elucubración de saber sobre lalengua. La música, como discurso, también, es undiscurso sin palabras, asemántico, y cuyo sentido es otro, un sentido espaciotemporal, relacionado con los efectos de afecto en tantoresonancias de lalengua en el ser-hablante (...). Vale entonces diferenciar la música en tanto discurso sin palabras, en tanto estructurada como un lenguaje por fuera de la significación, de la musicalidad, ligada directamente con lalengua” (Idiart, 2015, p. 73). La música puede entenderse entonces como una via regia al tratamiento de las estructuras donde la relación con el discurso seencuentra afectada, en tanto "médium" de lalangue seconvierte en herramienta clínica generadora de fenómenos de grupo, de hospitalidad, de comunidad (así como lo era el "don de lenguas" para la naciente Iglesia), en un grupo expresivo de música en Hospital de Día pero también en tratamientos de uno a uno. La escucha atenta y las intervenciones en relación al tono, al canto, a la poética del discurso, exceden el tratamiento de las psicosis y alcanza a la clínica en su total dimensión.

A modo de contagio

En este breve escrito se ha intentado exponer los fundamentos de una idea que insiste hace años, que comenzó con el encuentro del concepto

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lacaniano de lalangue y su relación con la musicalidad del discurso, con la escritura musical del sujeto y su nacimiento como acto de donación: el don de lalengua como don de amor. El encuentro del fenómeno de la glosolalia aporta hoy una arista más a lo trabajado en artículos anteriores y es la fundamentación del efecto de grupo, de comunidad que vemos tanto en los fenómenos del discurso hablado, en los fenómenos de masa, pero también en los de hospitalidad. El carisma del “don de lenguas”, metáfora del amor creador del Otro, es el vector de la construcción de la “parroquia”, de la comunidad de hablante-seres a partir del contagio y de sumanifestación en los cuerpos afectados por el don, por ese éxtasis cuyofin parroquial loeleva más allá del goce en soledad, sacándolo de su autismo y, muy por el contrario, acogiendo al extranjero en un lazo más allá de las lenguas, por fuera del malentendido, como una música, un discurso sin palabras. Si algo de todo esto tuviera algún valor que no fuera el puro goce del pensar sobre pensado, el valor sería eminentemente clínico, sería entonces necesario orientar la escucha y prestar cuidadosa atención a la puesta en juego del cuerpo del analista en el trabajo individual tanto como en logrupal, en el consultorio o en la institución y entonces de pronto, promover la ética de la polifonía en lugar del ejercicio del ruido, porque lalangue es el sonido que serecorta del ruido y en ese primer corte, producto de ese acto, de ese don de amor, nacemos como sujetos únicos y, al mismo tiempo, ligados inevitablemente al otro. Una ética tal implica poder hacer del ruido, sonido, y del sonido, polifonía, que no es otra cosa que una comunidad de sonidos.

Referencias bibliográficas

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Derrida,J. (1991) Dar (el) tiempo:I. La moneda falsa.Paidós.Barcelona.(1995).

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Idiart, G. (2016). La escritura musical del sujeto.En N. Neo Poblet y G. Idiart (Ed.). El arte de lo real. La máquina des-escribir II. Letra Viva. Buenos Aires.(2016).

Idiart, G. (2018). Spinetta,el amor y el don de lalengua.En N. Neo Poblet y G. Idiart (Ed.) Lalengua en la poética del cuerpo. La máquina des-escribir III. Letra Viva. Buenos Aires.(2018).

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Pérez, B., Zimmerman D. (2004). La dulzura de vivir. Lacan y el cine 1. En Imago Agenda Nº 77. Buenos Aires (Marzo 2004).

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Sitios Web

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Glosolalia.(21 de diciembre de 2021).En Wikipedia. https://es.m.wikipedia.org/wiki/Glosolalia

i Guido Idiart es Licenciado en Psicología (UBA). Psicoanalista. Coordinador del equipo de tratamiento individual psicoterapéutico delHospital de Día Vespertino del Hospital de Agudos “T. Álvarez”.Miembro Titular de la AsociaciónArgentinade Salud Mental (AASM).Supervisor y docente de cursos de posgrado y colaborador docente de pasantías (UBA). Compilador junto a Natalia Neo Poblet de los libros La máquina des-escribir. El sujeto entre-líneas, El arte de lo real. La máquina des-escribir II y Lalengua en la poética del cuerpo. La máquina des-escribir III.

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Escribir la clínica

En el Hospital existen distintas instancias que nos invitan a hablar de los análisis de nuestros pacientes. Las supervisiones, los ateneos, las interconsultas, etc. Estos dispositivos cotidianos implican en su funcionamiento una lectura de la clínica que suma a lo íntimo de un tratamiento, una exterioridad. Este movimiento nos permite interrogar ¿Cuándo el relato sobre un paciente seconvierte en un caso clínico?

No consideramos equivalente laposibilidad de hablar de los tratamientos que conducimos que escribir sobre ellos. La escritura involucra una dificultad en sí misma más allá de las dotes narrativas del analista; supone una relación temporal diferente ala oralidad, en tanto a las palabras “se las lleva el viento”, lo escrito permanece. Los historiales freudianos son el testimonio de su clínica, el modo de transmisión que privilegio para enlazar la práctica a la teoría. Freud, en las “Palabras preliminares” al célebre escrito “Fragmento de análisis de un casode histeria” da las razones de sudecisión de publicarlo y dice:

La comunicación pública de lo que uno cree saber acerca de la causación y la ensambladura de la histeria se convierte en un deber, y es vituperable cobardía omitirla, siempre que pueda evitarse el daño personal directo al enfermo en cuestión. (Freud, 1905, pág. 8)

Afirma de modo radical que es un deber para el analista la comunicación de lo que se cree saber y que ese saber está contenido en el caso clínico, sin embargo, en ese inicio, no le es un lugar cómodo en tanto supone las críticas y objeciones que sus colegas podrían realizarle. Se trata de escribir ¿la vida del paciente? “ventilar su intimidad”, ¿Qué se escribe en un historial? Freud, con generosidad nos revela el método del que sevalió para la redacción

Lo redacté sólo después de concluida la cura apoyándome en mi memoria, cuando aún tenía su recuerdo fresco y avivado por el interés de la publicación. Por ello el registro no es absolutamente –fonográficamente- fiel, pero puede reclamar una gran confiabilidad. Nada esencial alteré en él, si bien, para una mayor coherencia expositiva, en muchos pasajes modifiqué la secuencia de los esclarecimientos. (Freud, 1905, pág. 9)

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Nos alerta que se trata del relato del analista y no de una transcripción literal de los dichos del paciente. Además dice que escribir conlleva el uso de recursos técnicos para hacer de retazos y fragmentos un texto transmisible, comprensible, coherente. Lacan en “El mito individual del neurótico” se propone “profundizar la realidad fundamental del análisis”

(Lacan, 1953, pág. 37) y sitúa que:

El psicoanálisis es actualmente la única disciplina comparable quizás con esas artes liberales ya que preserva esa relación de medida del hombre consigo mismo: relación interna, cerrada sobre simisma, inagotable, cíclica, que entraña por excelencia el uso de la palabra.

Tal es lo que hace que la experiencia analítica no sea decididamente objetivable. Implica siempre en el seno de ella misma la emergencia de una verdad que solo puede ser dicha, porque lo que la constituye es la palabra, y porque sería necesario de algún modo decir la palabra misma, que es hablando estrictamente lo que no puedeser dichoentantoque palabra.(…) el mito es lo que da una forma discursiva a algo que no puede ser transmitido en la definición de la verdad. (Lacan, 1953, pág. 38)

¿Cómo transmitir lointransmisible? La imposibilidad interna de la lengua excluye una transmisión completa de la experiencia. Aquí radica la importancia del caso por caso y Lacan en el mismo texto refiere que: Como Freud siempre lo subrayó, cada caso debe ser estudiado en su particularidad, exactamente como si ignorásemos toda la teoría. Lo que hace la particularidad de ese caso, es el carácter manifiesto, visible, de las relaciones en juego. El valor ejemplar de este caso particular reside en su simplicidad, del mismo modo que en geometría puede decirse que un caso particular puede tener una deslumbrante superioridad de evidencia en relación a la demostración, cuya verdad, debido a su carácter discursivo, permanecerá velada bajo las tinieblas de una larga serie de deducciones.

(Lacan, 1953, pág. 42)

La docta ignorancia destituye la versión de la experiencia como acumulativa, que supone un conocimiento previo a toda reflexión con la fantasía de dominio sobre el objeto en el que recae y nos acerca a otra interpretación de la experiencia que es nueva cada vez. La experiencia en su sentido de acontecimiento.

Este modo de situar la experiencia está implícito en todas las prácticas necesarias para la formación del analista. Que el analista deba analizarse, implica que hay algo de la experiencia que no puede ser transmitida sino es vivida, soportada, padecida. La supervisión, supone la posibilidad de una exterioridad que hace posible leer los efectos de lo que acontece dentro de

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un análisis y los textosno sonajenos a laeficacia de loque ocurre. Podemos decir que en los análisis se lee y se escribe.

Cuando escribimos la clínica, ¿quién escribe? Jorge Pinedo, en su texto “Escritura de analista” dice que en la transmisión del psicoanálisis “se efectúa ese equívoco vínculo entre palabra y escritura bajo la advocación de la tachadura del yo que habla, en aras de la emergencia de un autor, al menos equívoco, acaso imposible.” (Pinedo, 2002)

La posición del analista -desde allí se escribe- supone el armado de un relato posible de la experiencia donde “el texto producido no es reflejo de la realidad ni mera transcripción sino construcción que no desvía ni traiciona, constituyendo un modo de operar sobre lo real que pueda producir algo de verdad” (Lobov, 2003) De acuerdo al recorrido realizado, podemos concluir que escribir la clínica es el modo privilegiado de transmisión de la experiencia analítica, que cuenta con los límites que impone la palabra por estructura y supone cada vez el intento de escribir lo imposible de decir.

Referencias bibliográficas

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Lacan, J. (5 de enero de 1977). Apertura de la sección clínica. Obtenido de Ecole Lacanienne: https://ecole-lacanienne.net/wpcontent/uploads/2016/04/ouverture_de_la_section_clinique.pdf

Lobov, J. (2003).Los relatos de la clínica. Conjetural.Revista Psicoanalítica,37-50. Pinedo,J. (2002).Escritura de analista. Conjetural.Revista Psicoanalítica,75-82

i Silvina Galloro es Lic. En Psicología (UBA). Jefa del sector de terapia grupal de consultorios externos del Hospital Infanto Juvenil Dra. Carolina Tobar García. Magister en Psicoanálisis. UBA. Doctoranda en Psicología. UBA. JTP de la práctica profesional 822 de la Facultad de Psicología. UBA

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Una Margarita Que Dura

Escribo, como casisiempre, para intentar saber... para intentar saber qué pasa... para intentar saber qué es eso que pasa. Y en este caso en particular, lo que viene pasando en la práctica clínica del Equipo de Toxicomanías del Centro Ameghino en el que fui concurrente durante años, luego instructor de concurrentes y actualmente supervisor.

Si tuviera que anticipar una fórmula, al menos aproximada, de loque creo que allí pasa, diría que para nosotros el desafío implícito en el tratamiento de los pacientes toxicómanos sigue siendo el siguiente: intentar leer al menos una de las marcas del escrito que, por permanecer impersonal e ilegible, conduce a la manía. Ese escrito puede responder a tipologías distintas, y seguramente no será del mismo orden si admite abrirse hacia el efecto de metáfora o sipermanece cerrado ala letra. Pero en cualquier caso se escribe sin saberse y sus consecuencias no pueden dejar de experimentarse patológicamente en el cuerpo. Como dice (escribe) Marguerite Duras: “la escritura es lo desconocido”. Lo que implica que “escribir nadie puede” pero que aún así “se escribe”.

Producir esa lectura no es algo que se logre en todos los casos, por supuesto, e incluso son muchas las demandas y los pacientes con los que se intenta leer y “no hay caso”. Pero aún así es la apuesta propiamente analítica (ni pedagógica ni terapéutica) para tratar una tipología del síntoma que silenciosamente insiste en manifestarse en la singularidad de cada uno de esos casos de urgencia. “La curación es una demanda que parte de la voz del sufriente” [Lacan, 1973], ha dicho alguna vez Lacan, tiempo después de haber instituido a la voz como el principal soporte pulsional de lo que en el análisis se establece como síntoma. Pero ¿qué es esa voz, principio y condición de cualquier forma de masoquismo? ¿Es equivalente a la palabra? Por cierto que no. Mucho menos al ruido o al sonido. A lo sumo se aproxima al grito de dolor cuando setrata de la melancolía, y separece más ala mueca mortífera en ese contragolpe en que consistela manía. ¿Alcanza con hacer hablar al adicto para que resuelva su a-dicción, es decir, su no decir? Puede resultar catártico y en cierta medida terapéutico, e incluso es

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condición necesaria para que haya análisis, pero suele no ser suficiente. ¿Qué estatuto tiene esa voz y cuáles son sus manifestaciones? ¿De quién es y de dónde proviene? Eso es, precisamente, lo que nadie podría responder por sí solo, y que este tipo de pacientes ni siquiera se plantean, más bien desoyen o desconocen por completo. Lejos están de percibir que la manía es una reacción a lo que de esa voz resulta insoportable.

Plantear las cosas de este modo presupone considerar al síntoma o lo sintomático como un hecho necesario, y no como emergente de un proceso patológico ocasional (del que se podría sanar por completo) o un acontecimiento traumático contingente (que podría no tener lugar). El síntoma, para la orientación psicoanalítica (al menos para Lacan, desde Freud y antes aún desde Marx), es la insistencia de aquello que no cesade inscribirse individualmente (en el cuerpo o en el pensamiento) o colectivamente (en el lazo social)por el condicionamiento que lalengua viva y la estructura del lenguaje imponen al ser hablante, mortal y sexuado. Por lo tanto, seguir el camino de la práctica analítica es prestar oídos a lo sintomático, otorgarle la dignidad que tiene para el ser humano, tomar el lugar de “la voz del sufriente” [Lacan, 1973], es habilitar y direccionar el despliegue de la palabra de quien sufre hacia “lo desconocido que uno lleva en sí mismo… lo desconocido de sí, de su cabeza, de su cuerpo” [Durás, 1993], para darle la oportunidad de que se realice en el texto.

Esto define la ética de toda práctica que se presume analítica, sea que se lleve a cabo en el consultorio privado o que se asuma como apuesta clínica, en el tratamiento de los pacientes que consultan al servicio de Adicciones. Es lo que intentamos ofrecer y sostener, cada uno desde su lugar desde hace más de veinte años, en el equipo de toxicomanía. En términos bien concretos, implica asumir la responsabilidad de lanzarse a la búsqueda del síntoma, de aquello que no puede no tener lugar (convicción personal mediante, adquirida en el propio análisis) pero que al mismotiempo se desconoce de diversas maneras, en diferentes grados y en distintos planos: se evita en el comportamiento, se camufla en el narcisismo, se apaga confármacos o sepropaga en acciones que lotornan irreconocible e inservible. Y en esto la tóxicomanía resulta patéticamente ejemplar por reunir lo que ya hay de potencialmente patológico en la deriva pulsional del goce propio del hablante, con el pseudo discurso capitalista que lo estimula hasta instalarlo como instrumento que ataca, daña o directamente rompe

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con el lazo y el tejido social. De allí la enfermedad mental y pública de la manía o lo maníaco (sea que se acompañe o no de una sustancia tóxica), o simplemente “enfermedad”: falta de firmeza individual y social.

Sin dejar de lado los recursos multidisciplinarios que en muchísimos casos se requieren en el tratamiento de las adicciones y las toxicomanías (psicofármacos, asistencia social, tratamiento grupal, internación, etc), lo que proponemos desde el equipo de Toxicomanías es un abordaje de la demanda terapéutica que diagnostique e intente intervenir en el punto preciso donde el consumo o el tóxico en cuestión se ha tornado maníaco. Estosupone, en primera instancia, abandonar todo saber clasificatorio o de manual sobre lo que se entiende por “adicción” (y sobre todo por “adicto”), para entonces dar lugar aun trabajo que permita restituir las coordenadas a partir de las cuales el sujeto ha perdido sus determinaciones y ha entrado en la manía.

De más está decir, que esas coordenadas son distintas para cada uno de los que consultan, y que por lo tanto en ese punto el analista se desenvuelve como loharía con cualquier otro paciente, independientemente de la o las sustancias de las cuales se hace uso o abuso. Es por eso que el trabajo de la supervisión suele comenzar por el habitual establecimiento del motivo de consulta, los antecedentes de tratamientos realizados con anterioridad, el ordenamiento dela secuencia temporal y lógica que precipitó al paciente al consumo problemático y la delimitación del resto de las variables que empiezan a hacer posible el diagnóstico de la sintomatología y la construcción de una primera estrategia de tratamiento. Esos casos pueden ser variados, ser o no admitidos en el servicio, incluídos o no en otros dispositivos simultáneos, conducir o no a un tratamiento duradero de la adicción, dar lugar o no a un trabajo de desciframiento del inconsciente. En tantos años de trabajo hemos recogido una casuística tan variada y rica en detalles de todo tipo que, más allá de las estadísticas propias de los requerimientos institucionales, hace imposible cualquier tipificación que no sea la que se produce a partir del texto del síntoma.

Porque al mismo tiempo en que se va desplegando esa tarea preliminar de delimitación del caso, se trata de dirigir la cura de las presentaciones maníacas hacia el establecimiento de un síntoma en su particularidad (histeria, obsesión, paranoia, esquizofrenia) y en su singularidad. Dicho de

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otro modo, reconocer una marca, rasgo, condicionamiento o secuencia significante que permita leer aquello que se escribe salvajemente sin ser siquiera advertido por quien lo padece. En algunos casos por impotencia y en algunos otros por imposibilidad. Y a esa operación, la de restituirle un texto a lo que conduce a la manía, también se puede arribar por vías distintas y puede adquirir formas de realización muy diferentes. Pero es en todos los casoslo que restituyelas coordenadas propiamente subjetivas (las del deseo y del deseante) que quedan en suspenso o se pierden al entrar en la manía.

Para tratar de precisar lo que estáen juego en estaoperatoria, aclaremos que no se trata de poner a trabajar al paciente, de apelar a su fuerza de voluntad, su racionabilidad o su adecuada percepción y entendimiento de aquello que le hace mal o lo perjudica en su acción de consumir. Mucho menos de prohibirle el consumo o imponer la abstinencia como objetivo irrenunciable. Y tampoco se trata de que el analista tome ese lugar, que sea él quien intente escribir el destino nuevo de quien ha quedado al margen o en los márgenes de la socialización. La apelación al Yo como instancia psíquica superior ocomo principio de laalianza terapéutica no es en general una buena política, muchísimo menos en estos casos: “Escribir. No puedo. Nadie puede. Hay que decirlo: no se puede”, escribe y dice Marguerite Duras... y sin embargo “se escribe” (Duras, 1993).

En otros términos, no se trata de forzar las cosas hasta que el paciente diga el porqué de suadicción, ni tampoco de morigerar ohacer desaparecer el consumo, que como analistas sabemos que hasta podría no tener nada que ver con la toxina de una sustancia particular. Se trata más bien de intervenir la palabra y maniobrar la transferencia para instituir un lazo discursivo a partir del cual el síntoma, al escribirse y leerse, permita que la manía cese. Por ejemplo, la manía recurrente del comportamiento de una mujer de edad avanzada que no para de gastar y perder (dinero o hijos), y cuyas coordenadas simbólicas solo aparecen al reproducirse en transferencia parte de las condiciones sintomáticas en las que se configuró su manera de ser amada y deseada por los otros.

O la manía de quien se pierde casi por completo en un consumo se sustancias diversas sinprácticamente reparar en etiqueta o nombre alguno, como si fuera ella el objeto consumido, por no haber conseguido alojarse

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como sujeto de un discurso amoroso de las sucesivas cuidadoras por las que desfiló, teniendo entonces que hacerse un ser de “polvo”, significación literal y altamente inestable que exige de una maniobra extremadamente precisa para hacerle lugar. O los episodios de un consumo maníaco de cocaína en un hombre ya mayor, toxicomanía que vienen al lugar de una sintomatología corporal bastante difusa pero con características marcadamente histéricas a través de las cuales intenta evocar en vano, e inútilmente, el amor por un padre que ya no puede responder y que solo encuentra sustitutos claramente inapropiados. O los eventos de consumo maníaco esporádicos y acotados, pero no por eso menos peligrosos por las sobredosis de alcohol y cocaína que incluyen, de un hombre de mediana edad que se hunde en el abismo ante los requerimientos de un hijo al que ama pero que no logra inscribir en la genealogía simbólica.

La respuesta que ofrecemos en el equipo, sindudas contingente pero no imposible, es convertir la manía del tóxico en sujeto de un texto. No es el final de una experiencia de análisis, y en lamayoría de los casos ni siquiera el comienzo. Es utilizar analíticamente al síntoma para salir de la manía y fortalecer la responsabilidad subjetiva implicada en el lazo social. Es hacer florecer una margarita que dura. Los escritores y los poetas también saben algo de eso

Referencias bibliográficas

Duras,M (1993) Escribir,Tusquets Editores,Barcelona,2000.

Lacan,J (1973)“Televisión”,en Otros Escritos, Paidós,2012

i Marcelo Mazzuca es Psicoanalista, Licenciado en Psicología y Doctor en Psicología por la Universidad de Buenos Aires. Profesor Adjunto Regular de Clínica de Adultos en la Facultad de Psicología de la UBA, donde además se desempeña como investigador formado y como docente de grado (Psicopatología y Usos delsíntoma) y de posgrado (Maestría en Psicoanálisis y Doctorado en Psicología). Ex concurrente e instructor de concurrentes en el Equipo de Toxicomanías (Servicio de Adicciones) del Centro de Salud Mental N°3 A. Ameghino, donde actualmente se desempeña como supervisor. Analista Miembro de la Escuela de Psicoanálisis de los Foros del Campo Lacaniano (AME) y enseñante en los Colegios Clínicos del Río de la Plata (Foro Analítico del Río de la Plata, Argentina) y del Foro de Tucumán. AE (Analista de la Escuela) durante el período 2009-2012. Autor de los libros Una voz que se hace letra: una lectura psicoanalítica de la biografía de Charly García (2009), Ecos del pase (2011), La histérica y su síntoma (2012), El martirio de las voces (2015), El goce toxicómano (2016) y El saber en el banquillo (2018)

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Devenir caso1

¿Qué escritura para el caso en psicoanálisis?

Podemos partir de la afirmación que abre estaconvocatoria: en el campo de la salud mental hay una pluralidad de voces en lo referente a la práctica de la escritura. Algunas de ellas comparten estilos, motivos o fines y otras divergen, van en una deriva que por momentos puede parecer opuesta a la primera serie. Intentaremos aquí cernir lapendiente que va hacia laescritura de lo que se denomina el caso clínico, con las características que debe imprimirle el profesional que habita una institución de salud mental. El tipo de escritura que nos interesa es propia del psicoanálisis, por lo que, cuando hacemos referencia al caso clínico, tenemos comoreferente al modo en que estemarco teórico consigna sus particularidades. El casono es una epicrisis o lo que se detalla en la historia clínica sino un vehículo de transmisión de la experiencia atravesado por las variables propias del psicoanálisis; como refería Lacan (1964), es con los conceptos que cortamos nuestra práctica y la formalización y efectos que se desprendan de ello dependerán del modo en que operacionalicemos. ¿Qué es lo que permite el advenimiento de un caso clínico? Intentaremos en este escrito relanzar los puntos que hacen a la problemática.

Una primera distinción a realizar es que paciente y caso no son la misma cosa. El paciente es el ser de carne y hueso que viene al consultorio y el caso es un acto de lectura de loque acontece entre ese paciente/analizante y el analista. El caso siempre corresponde a un segundo tiempo de la experiencia que Lacan llamó clínica (1977), yaque es unproducto de lectura de la misma. La palabra caso proviene del latín casus y hace referencia a un suceso, hecho o acontecimiento. En estesentido, podremos decir que el caso es lo que acontece o sucede de la lectura que hagamos de un tratamiento. Cabe recordar que la clínica es una práctica de escritura. Es

1 El presente escrito retoma y relanza la discusión en torno a la construcción del caso en psicoanálisis, temática trabajada en el marco del curso unificado del turno vespertino. Los autores agradecemos especialmente a los instructores y concurrentes que oficiaron de interlocutores en dicho espacio.

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necesario escribir y formalizar lo sucedido (o no) en la experiencia. No hay caso si no hay escritura del caso.

El casono sedefine estrictamente por suextensión. Un casopuede tener una página o menos, como el ejemplo del sueño del salmón ahumado de Freud (1900), y podemos tener informes psicopatológicos de muchas páginas que no configuren un caso, es decir, donde no acontece o sucede nada. Eneste punto es menester ubicar una invariante en laescritura de los casos: el analista. No hay caso clínico si no están las marcas del analista como función. Esto se correlaciona de modo directo con la posibilidad de que el sujeto opere como hipótesis y efecto. Sin analista en el caso no hay sujeto. En estesentido el casoes correlativo del acto, es una reflexión sobre la cura y posición de un sujeto. Este último no debe ser confundido con el paciente o con un individuo, sino con un asunto. El “asunto” del caso es el sujeto.

El caso tampoco es una historia clínica o una epicrisis, no se propone recolectar o reunir datos. Tampoco tiene como intención verificar un saber, sino que apunta más bien a localizar algún punto oscuro y proponer un esclarecimiento posible. Retomando la diferencia entre paciente y caso podremos decir que Ida Bauer, la paciente que Freud escuchó por unos meses, no es “Dora”. El “caso Dora” es el trabajo deescritura que Freud hizo de dicho tratamiento. Es importante localizar cuál es el motivo que un caso pretende esclarecer, a qué intenta responder, porque, como señalamos, el caso es un recorte, es un acontecer, no pretende para sí un carácter universal. El “caso Dora” no es una corroboración del tratamiento de la histeria sino de la función de los sueños en una cura.

El caso entonces nos sugiere usos diversos y responde a distintos obstáculos. Intentaremos en lo que sigue localizar algunos de esos puntos álgidos y ensayar respuestas. Para ello tomaremos los apartados introductorios de los cinco casos más conocidos de Freud, dando cuenta, una vez más, de su vigencia en lo que refiere a la problematización e interrogación de la experiencia analítica.

I) La ficción necesaria en la construcción del caso

Comencemos tomando un saber que nos arroja el historial de Dora. Desde el comienzo del mismo, Freud seinterroga sobre cuánto y qué contar de los tratamientos: “Si antes se me endilgó no comunicar nada acerca de

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mis enfermos, ahora se me dirá que comunico acerca de ellos lo que no debe comunicarse […] publicar mis historiales clínicos sigue siendo para mí una tarea de difícil solución.” (1905, p. 7). Este punto está en estricta correlación con el uso que podamos hacer del caso, así como con la autorización legal que implica utilizar el material extraído de los encuentros con un paciente.

Diremos sobre estepunto que el casoes necesariamente una ficción que debe estar afectada por la condensación y el desplazamiento: se cambian los nombres y determinados datos que harían reconocible al paciente en el caso. Si el caso es el acontecimiento del sujeto, sólo deben estar presentes las coordenadas que hagan a ese fin.

Freud menciona ciertas dificultades técnicas que se presentan al escribir un caso, tanto en términos cronológicos (la extensión de los tratamientos, la cantidad de información, qué seleccionar) y en términos lógicos (cuál es el eje del caso). Recordemos que Freud titulaal caso como un fragmento y no como un análisis completo.

El carácter fragmentario es inherente a la ficción casuística, donde el escenario del sujeto que intentamos ceñir, y a la vez conformar como tal, excluye elementos: actos, palabras, dichos del paciente. Desde este punto, resulta interesante pensar, también, el ejercicio de re-escritura de los casos. Por ejemplo, cuando el surgimiento de nuevo material permite resignificar esos dichos no considerados anteriormente, los que pueden devenir significantes que se incorporan al asunto, es decir, que dan cuenta de la lógica del sujeto. En ese punto, cabe hacerse la pregunta: ¿El caso es el mismo? Como dijimos anteriormente, esta operación de lectura es impensable por fuera de la función analista, en tanto parte del textoque lee y escribe.

II) Alcances y límites del caso

Freud señala que el caso de Dora tiene un carácter ejemplar, en un sentido retórico: “Erraría quien creyese que los sueños y su interpretación ocupan en todos los psicoanálisis una posición tan destacada como en este ejemplo.” (1905, p. 10). ¿De qué es ejemplo el caso? De la relación entre sueño e inconsciente. Esto quiere decir que se presenta como modelo de dicho funcionamiento, ejemplifica. Es decir que el caso no responde al problema clínicode la histeria en general: “Es evidente que un único historial

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clínico, aunque fuera completo y no dejara lugar a dudas, no podría dar respuesta a todas las preguntas que plantea el problema de la histeria.”

(1905, p. 12)

Podemos preguntarnos manifiestamente ¿Cuál es el alcance de un caso? “De un solo caso no puede pedirse razonablemente más que lo que puede brindar.” (1905, p. 12). El caso se propone abordar determinadas aristas de la cura, como se señaló, no pretende abarcar una respuesta que colme cierta problemática.

Freud incluye en 1923 una nota a pie donde releva que su colega Felix Deutsch había recibido una consulta de Ida Bauer. Esteagregado freudiano, ¿forma parte del caso? Si bien podemos responder afirmativamente, ya que el caso estásujeto a la práctica de la reescritura, también cabe agregar que pueden advenir dos o más casos de un mismo tratamiento, por lo que la Dora de 1905 y la de 1923 al mismo tiempo son y no son la misma.

III) Texto y sujeto en el caso

Si tomamos uno de los saldos de saber que nos provee el historial del presidente Schreber damos con el hecho de que el caso es un acto de lectura y escritura, siendo que Freud nunca atendió al paciente Daniel Paul Schreber. El caso es producto del efecto de la lectura de las Memorias de un enfermo de los nervios. En estepunto es necesario diferenciar el carácter de casoque pueda tener Schreber a diferencia de las patobiografías 2, donde en el primero hay una enseñanza del texto al psicoanálisis y en el segundo seintenta aplicar el psicoanálisis para explicar una biografía. Más allá de los efectos, hipótesis e impresiones producto de su pasaje por las memorias, Freud enfáticamente propone al lector laexperiencia de sutravesía: “Si bien en lo que sigue he de citar textualmente todos los pasajes de las Memorias que abonan mis interpretaciones, ruego al lector de este trabajo que se familiarice antes con eselibro.” (1911, p. 12). Es decir, que el caso freudiano es la marca de su lectura, su selección de pasajes y su ordenamiento del material, lo que lejos de cerrar invita a una apertura.

IV) Testimonios directos e indirectos en el caso

Véase por ejemplo el texto freudiano "Un recuerdo infantil de Leonardo Da Vinci" (1909, pp. 53-128). Obras Completas, vol. IX. Buenos Aires: Amorrotu, 2007

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2

El pequeño Hans, al igual que Schreber, no fue paciente de Freud. Es a través del padre de Hans que se construye su caso. Podríamos aquí enunciar los siguientes interrogantes: ¿los padres de los pacientes niños forman parte del caso? ¿y de los pacientes adolescentes o adultos? Sabemos que Freud hizo una especie de monitoreo del caso y luego tuvo un único pero crucial encuentro con Hans: “En lo que sigue reproduciré las anotaciones del padre sobre el pequeño Hans tal como me fueron comunicadas, absteniéndome desde luego de todo intento de turbar, mediante unas desfiguraciones convencionales, la ingenuidad y la sinceridad infantiles.” (1910, p. 8).

Así como conel historial de Schreber, Freud seavocó a la teorización de la conformación libidinal y los posibles tratamientos de las psicosis, con el caso de Hans abrió la pregunta por el tratamiento analítico en niños: “¿Será acaso imposible averiguar inmediatamente en el niño, en toda su frescura vital, aquellas mociones sexuales y formaciones de deseo que en el adulto exhumamos contanto trabajo de sus enterramientos, yacerca de las cuales, además, aseveramos que son patrimonio constitucional común a todos los seres humanos y en el neurótico no hacen sino mostrarse reforzadas o deformadas?” (1910, p. 8). Este punto da cuenta que el trabajo sobre un texto que en su lectura y escritura adviene caso, puede permitir a su vez propiciar nuevos desarrollos teóricos. El analista interroga el textoy también es interrogado por éste.

V) Intención del caso

Hay un elemento común en la presentación de los historiales que constituye el hecho de que se realiza un recorte sobre el material; por eso el psicoanálisis no trabaja con sesiones grabadas, por ejemplo. En este sentido, encontramos en “A propósito de un caso de neurosis obsesiva” (1909) que Freud destaca el carácter fragmentario del historial. Esa fragmentación es propia de la escritura pero también es correlativa de la pregunta por el contenido o la intención del historial. Para esto propone un contenido doble que incluirá “comunicaciones fragmentarias sobre el historial de un caso de neurosis obsesiva, y [...] anudados estos resultados previos a otros casos, indicaciones aforísticas sobre la génesis y los mecanismos de la neurosis obsesiva”. (1909, p.123).

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La primera parte del contenido que implica la comunicación de un historial, supone determinar los fragmentos que se eligen comunicar de un tratamiento y por qué no seeligen otros. Estoconlleva dificultades sobre los datos a mencionar y hasta dónde deben modificarse para su presentación, sin que esto vaya en perjuicio de lo que se intenta transmitir. Como vimos con Dora, Freud vuelve sobre las alteraciones y protecciones a realizar a los materiales “Si son ínfimas, no llenan su fin de proteger al paciente de la curiosidad indiscreta; y si avanzan más, importan un sacrificio excesivo, pues destruyen el entendimiento de los nexos anudados, justamente, a las pequeñas realidades de la vida.” (1909, p. 123). Cabe retomar aquí la serie de preguntas sobre el carácter paradójico al que se ve arrojado al analista a la hora de escribir: ¿Qué recortar? ¿Qué datos incluir de manera fidedigna o literal y cuáles modificar? Sobre este aspecto Freud señala que lo importante de los pacientes suele mantenerse en secreto y por lo tanto si fueran comunicadas no revelarían la identidad ya que no son conocidos por eso: “pues es lo más posible dar a publicidad los secretos más íntimos de un paciente, por los cuales nadie lo conoce, que los detalles más inocentes y triviales de su persona, notorios para todo el mundo y que lo harían identificable.” (1909, p.124).

La segunda parte del contenido, donde se incluye la teoría a partir del caso, Freud la describe como limitada y confiesa las dificultades para su realización. Por lo tanto, requiere de un trabajo minucioso de formulación e interrogación conceptual que dan por resultado unos “jirones de discernimiento [...]laboriosamente obtenidos” (1909, p.125) que el mismo Freud deja abiertos para quienes quieran continuarlos. En ese punto se evidencia la estructura de báscula que las arbitra, promoviendo a suvez una lectura de ambas partes con un carácter de retorno, sin necesidad de un imperativo de linealidad y pureza (pretensión además imposible) de una por sobre la otra.

VI) Enseñanzas del caso

No es lo mismo escribir un caso para una supervisión que escribirlo para un ateneo o para un trabajo académico. Insisten las preguntas: ¿Por qué escribir? ¿Desde dónde seescribe y para qué? ¿Se escribe sobre todos los pacientes? ¿Hay saber en los casos?

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En “De la historia de una neurosis infantil” (1918), Freud vuelve sobre el carácter fragmentario del caso clínico, haciendo mención que el hombre de los lobos –o mejor dicho Serguéi Pankéyev–, protagonista de dicho historial, le había pedido que escriba su casocompleto y que él decidió rechazar esta solicitud :“He declinado escribir la historia completa de la contracción de su enfermedad, su tratamiento y curación, porque lo considero una tarea irrealizable desde el punto de vista técnico e inadmisible socialmente.” (Freud, 1918, p. 10). Es decir que, para Freud, la escritura comporta un carácter técnico dentro del proceso analítico.

Precisa que su interés aquí reposa en el análisis de la neurosis infantil. Es allí donde se traza una diferencia entre intentar analizar la neurosis infantil “mientras persistía” (Ibid. p.10) y el análisis de la neurosis infantil ya acontecida: “quizás el primer casoproporcione resultados más convincentes pero el segundo sea mucho más instructivo.” (Ibid, p. 11). Este recorte permite localizar los pliegues históricos que el caso tiene. Lo relevante de ello, como venimos enfatizando, es la lectura lógica que Freud realiza eligiendo determinados elementos de un texto para poder relevar un problema que es de su interés y, así, poder dar cuenta de los encadenamientos en juego. Esto también conlleva efectos colaterales: el recorte implica una imposibilidad de “rastrear el nexo” (Ibid. p. 10) entre aquella afección infantil y la actual.

Este modo implica –y así continúa su argumentación– que el análisis sobre el niño puede ser “más digno de confianza” pese a que es más pobre en recursos comunicacionales, a diferencia de la amplitud con la que se contaría en el relato de una persona adulta, teniendo en cuenta “la deformación y el aderezo a que es sometido el propio pasado cuando se lo mira retrospectivamente” (Freud, 1918, p.7). Entre loconvincente y digno de confianza, propio de loinfantil sucediendo, y loinstructivo y deformado de lo adulto ¿Hay un único y mismo caso? A fin de cuentas… ¿No analizamos esto último? Si el asunto del caso es el sujeto, como la nervadura de la hoja podemos localizar surastro en lainherente deformación propia del relato de quien escuchamos. De este, Freud recorta la viñeta que le es útil a su exposición –y a la discusión con sus interlocutores–.

Enla primera nota apie del texto,encontramos el contextode producción del historial. El escrito tiene lugar una vez culminado el tratamiento y aún

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“bajo la impresión fresca de las reinterpretaciones que de los resultados del psicoanálisis pretendían hacer Jung y Adler” (Freud, 1918, p. 9).

Posteriormente, Freud volverá sobre este punto en “Contribución a la historia del movimiento psicoanalítico” mediante “una apreciación objetiva del material clínico” (Freud, 1914, p. 9). No termina de quedar del todo claro si aquí Freud hace equivaler el material clínico con la escritura del historial pero nos interesa señalar el hecho de que la confección del textosea parte de esas impresiones que le provocan las reinterpretaciones de sus contemporáneos, refutadas desde el primer punto del historial. Desde allí, nos permitimos pensar las relecturas como un “hecho”, incluso cuando el analizante yano estéen nuestro consultorio; configurando el textodel caso.

Lo que acontece

En el primer capítulo de “Análisis terminable e interminable” (1939), Freud delimita el lugar que tienen en la construcción del caso la historia de la enfermedad (Krankengeschichte)3 y la historia de la cura (Heilunggeschichte). El caso (Fall) es el acontecimiento del entretejido de la imposibilidad en el decir con la condición de posibilidad de hacer algo distinto con el padecimiento y el síntoma.

Con la insistencia en la condición fragmentaria que supone el devenir caso, es lapráctica clínicauna práctica realizada sobre retazos yfragmentos de un tratamiento. También insiste,al interior de los historiales, lanecesidad de incluir las intervenciones por parte del analista ya que el análisis no se sostiene en una causalidad mágica, y por lo tanto, el analista debe poder dar cuenta de lo que hace y cómo interviene. La presentación de los historiales comparte la ética freudiana del elogio al obstáculo; lejos de enceguecerse con los efectos de filiación narcisista, se detiene e interroga los rincones opacos y grises. Adicionamos algunas preguntas más a las que fuimos presentando en esteescrito: ¿Hay tratamiento si no hay caso? ¿Hay caso si no hay tratamiento? Según lo expuesto, podríamos ensayar la respuesta de que el caso habilita un tratamiento posible, en tanto que el mismoimplica un trabajo con el sujeto, localizado a partir del ejercicio propio

3 Por su pertinencia conceptual, optamos aquí por traducir literalmente “historia de la enfermedad” paradiferenciarlode “historiaclínica o historial clínico” como suele ser traducido habitualmente.

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del caso. Esta localización es inherentemente textual, conformándose a partir de la lectura y escritura, no de otra manera

Entonces, si el tratamiento es vía el significante que conforma al sujeto y el método de localización es la lecto-escritura, ¿cómo podemos pensar nuestras intervenciones ysus efectos por fuera de una lógica escritural? ¿Es la clínica, solamente, un segundo tiempo, una lectura a posteriori de lo que sucede? ¿No podemos pensar que el acontecer toma entidad en el mismo momento en que se lo escribe? Es más, ¿sería concebible pensar que el acontecimiento es un hecho de escritura? Respecto de esta labor, se suele hacer referencia a la división lacaniana en dos del analista: el que provoca efectos y el que a esos efectos los teoriza. ¿Pero cómo pensar en dos si postulamos que la teorización es lo que habilita esos efectos? En tanto su accionar opera sobre el texto, la función analítica lee, escribe y, por eso, provoca efectos.

Referencias bibliográficas

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Freud, S. ([1909] 2007). “Análisis de la fobia de un niño de cinco años (el pequeño Hans”.En Obras Completas,vol. X. Buenos Aires:Amorrortu, 2007.

Freud, S. ([1909] 2007). “A propósito de un caso de neurosis obsesiva (el ‘Hombre de las Ratas ’)”.En Obras Completas,vol. X. Buenos Aires:Amorrortu.

Freud, S. ([1918] 2012). “De la historia de una neurosis infantil (el ‘Hombre de los Lobos’)”. Obras Completas,vol. XVII. Buenos Aires:Amorrortu Editores.

Freud,S. ([1939]2007).Análisis terminable e interminable.En Obras Completas,vol. XXIII. Buenos Aires:Amorrortu

Freud, S ([1914] 2007). Contribución a la historia del movimiento psicoanalítico.En Obras completas,vol XIV. Buenos Aires:Amorrotu,

Lacan,J. ([1964] 2012). El Seminario.Libro XI.Buenos Aires:Paidós.

Lacan, J. ([1977] 1982). Apertura a la sección clínica. Ornicar? Nº 3. Barcelona: Porvenir.

i Rodrigo Abinzano es psicoanalista. Lic. en Psicología (UBA). Doctorando en Psicología (UBA). Psicólogo de planta e instructor de concurrentes del servicio de Adultos, turno Vespertino (C.S.M. N°3 Arturo Ameghino). Coordinador de la comisión de Investigación (C.S.M. Nº3 Arturo Ameghino). Docente de grado

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y postgrado en la Facultad de Psicología (UBA). Miembro del Foro Analítico del Río de la Plata y de la Escuela de los Foros del Campo Lacaniano.

ii Mauro Amor es Lic. En Psicología. Investigador UBACyT. Concurrente CSMN3.

iii Sofía Blank es Lic. Prof. en Psicología (UBA). Concurrente en Psicología Clínica. (C.S.M. N°3) Docente de la materia de grado Psicoanálisis: Freud II (UBA).

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Un espacio sin tiempo y sin horizonte1

Porque este mi hórrido comienzo no será sino como para los caminantes una montaña árida y agreste, más allá de la cual se extiende un llano bellísimo y deleitoso, tanto más agradable cuanto fueron fatigosas la ascensión y el descenso. Y así como a una alegría extremada sigue el dolor, así, aquí, las miserias anteriores se tornan en regocijo Giovanni Boccaccio, Il Decameron. (1353)

Traducción: Juan G. de Luaces

Año 2020, el año de la pandemia. En pleno siglo XXI, de manera inesperada, se introdujo una ruptura sustancial que abarcó al mundo y la subjetividad de quienes habitan en él. Se vieron alteradas las coordenadas que comandan sus modos de hacer, de pensar y de gozar. Un acontecimiento universal que tuvo efecto en la dimensión singular. Un sucesoreal que impactó en laeconomía pulsional de cadasujeto. Unsuceso del mundo, como lo describe Lacan ([1962/63] 2006, p.44):

Todo lo que hemos llamado el mundo a lo largo de la historia deja residuos superpuestos que se acumulan sin preocuparse en absoluto por las contradicciones. Aquello que la cultura nos vehiculiza como el mundo es un amontonamiento, un depósito de restos de mundo que se han ido sucediendo y que no por ser incompatibles dejan de hacer buenas migas, demasiado en el interior de cada uno de nosotros.

Frente a una situación inesperada, lo que sepone en juego es la manera en que cada cual responde alointolerable, el modo que puede hacer circular el goce en un sistema simbólico, en palabras de Freud ([1920] 1975): “ligar psíquicamente los volúmenes de estímulo que penetraron violentamente a fin de conducirlos, después, a su tramitación” (p.4). Un suceso radical que de manera omnipotente irrumpe en la escena rompiendo con el entramado de la historia y que se impone al trabajo en los diferentes modos de subjetivación.

La extrañeza que introdujo la pandemia del COVID-19 mostró un escenario como el que describe John Wyndham al comenzar su novela El día de los trífidos (1991, p.2):

1Por un error en el proceso de edición, este escrito no se publicó en la 15 edición de Desde el Centro.

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Afuera, me parecía más extraño aún. Los ruidos que se producían en la calle, y los que no se producían, eran de un domingo demasiado domingo (…) y yohabía llegado a la conclusiónqueesedía eramiércoles.

A continuación, un breve recorrido por Freud y Lacan para situar los fenómenos del exceso y susmanifestaciones clínicas. En el año 1919 Freud publica su artículo Das Unheimliche. En dicho artículo, el autor se pregunta por un ámbito de la estética que cobra valor para el psicoanálisis, “lo ominoso”, como aquello que excita, angustia, horroriza y que debería permanecer oculto. Luego de un laberíntico recorrido a través de un análisis lingüístico del término, Freud se pregunta ¿cómo es posible que lo familiar devenga en ominoso, terrorífico? A lo largo del texto se va respondiendo: Freud ([1919]1976) refiere al prefijo “Un” como el límite que impuso la castración como punto que marca aquello que no debería salir a la luz. “Lo ominoso del vivenciar se produce cuando unos conceptos infantiles reprimidos son reanimados por una impresión o cuando parecen ser reafirmadas unas convicciones primitivas superadas” (p.248). Existe algo externo, considerando externo al aparato psíquico, que por su intensidad deja al sujeto sin posibilidades de procesamiento psíquico.

Por esta misma época escribe un artículo que saldrá publicado un año después: “Más allá del Principio del Placer” (1920). En ambos artículos, Freud se ocupa de aquello que sobrepasa un límite, un umbral. Fenómenos en los que se pierden los parámetros que marcan interior/exterior así como Fenómenos en los que se difumina el límite entre el sujeto y el Otro.

Dos aspectos quedarán planteados como fuentes de lo ominoso y que tomarán interés en la clínica: el fenómeno del doble, considerado como una forma de regresión a fases de desarrollo en las que el yo no se diferencia del mundo exterior y del otro como semejante, y la repetición de lo igual:

Sólo de pasada puedo indicar aquí el modo en que lo ominoso del retorno delo igualpuedededucirsedelavidaanímica infantil;[…]En lo inconsciente anímico, en efecto, se discierne elimperio de una compulsión de repetición que probablemente depende, a su vez, de la naturaleza más íntima de las pulsiones (Freud, [1919]1976, p. 238).

Lacan en el Seminario X aborda el concepto de lo ominoso (unheimlich) y su relación con la angustia. Se sirve de la exploración que Freud hace del término alemán, y se posa sobre una parte para explicar, con un juego de palabras, que lo siniestro se trata de lo que aparece en el lugar en el que debería aparecer la falta: “(…) la definición de lo unhemlich es que es

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heimlich. Lo que es unheim es lo que se encuentra en el punto de Heim” (Lacan, [1962/63] 2006, p.57). El Heim, dirá más adelante, es el lugar del menos-phi, que designa la castración imaginaria. Lugar destinado a la falta. Un lugar por fuera del recubrimiento imaginario en el que si algo aparece deja al descubierto la no autonomía del sujeto respecto del Otro. El objeto “a”, que, a esta altura de la obra de Lacan, se tratará del objeto en su dimensión de causa de deseo en el Otro y que más adelante articulará al objeto “a” en su otra función como lugar de recuperación de goce. En el capítulo “Lo que no engaña”, del mismo seminario, refiere al unheimlich como lo que del mundo irrumpe en la escena y que no puede decirse. En páginas anteriores define al “mundo” como el lugar que se rige de manera heterogénea a las leyes del significante. Desde estaperspectiva, lo siniestro se podría describir como la manera súbita en que lo inquietante se presenta en laescena y que no puede serincorporado en el libreto con el que senarra la historia. ¿Qué efectos puede tener en la clínica?

A partir de que surge la angustia se puede tomar cualquier orientación: la vía del deseo, el síntoma o la del objeto pasaje al acto, acting out.

Freud ([1895] 1976), conceptualiza las Neurosis Actuales, modelo de su primera teoría de la angustia. Tomando en cuenta el factor cuantitativo, considera que existe una energía sexual somática que no encuentra una adecuada descarga. Existe un quantum que queda por fuera de la elaboración psíquica, siendo estalaexplicación por lacual el sujetoenferma. Que en efecto se contraiga una afección neurótica depende de un factor cuantitativo, ellastre totaldelsistema nervioso en proporción a su capacidad de resistencia […] El alcance a que la neurosis pueda llegar depende en primera instancia del lastre hereditario. (p.137)

Algunos síntomas que describe son la irritabilidad, expectativa angustiada, y otros que pueden aparecer “sin ser evocados por el decurso de las representaciones” (Freud, [1894/1895]1976 p. 94).

Podemos situar el término “actual” tanto en la dimensión de lo temporal como lo a-histórico, así como en relación a su aparición a modo de acto (ataque) “ataque de angustia”, “ataque de hambre insaciable”. Formas clínicas donde el sujeto no puede decir más que la simple descripción de una situación que súbitamente seapodera de él. No tienen un correlato. Las neurosis actuales sonmodalidad de presentación de las manifestaciones del exceso en la clínica.

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Una paciente a quien llamaré Sonia

Sonia pidió admisión en el servicio de Bulimia-Anorexia. El motivo por el que realizó dicha solicitud fue su “problema de sobrepeso”. No se acercó espontáneamente, fue derivada por su médica cardióloga. En esa oportunidad contó que sedesempeñaba como enfermera profesional. Por la pandemia, la pasaron a terapia intensiva y al respecto dijo no tener “respiro”. Alrededor de ella, la muerte en exceso. Su perfil no es el de una mujer quejosa, considera que sus fines son loables y de ese modo justifica el sacrificio que hace durante días enteros sindescanso. Piensa que no habría otra manera posible de hacer frente a las exigencias del momento más que “poniendo el cuerpo”.

En algunas entrevistas describe lo que le pasa con la comida. Dice que come por ansiedad. Cuando llega asu casano puede parar de comer presa de la impulsividad. Durante su ataque de hambre insaciable no registra lo que hace: “yo me como hasta los restos que dejan los demás en el plato” ella traga lo que otros no. En entrevistas posteriores menciona las fiestas familiares. Dice que a ella no le gusta ir porque no puede controlar lo que come, refiere que para ella todo gira alrededor de la comida, también dice que todos la miran comer y se horrorizan, en especial su madre que no dice nada.

Diferentes emergentes clínicos que dan cuenta de cómo lo real, traumático irrumpe de manera salvaje y exilia al sufriente de su subjetividad; aquello que desborda las posibilidades de procesamiento fantasmático, da paso a un goce sin ley. En palabras de Freud lo que no admite derivación psíquica.

¿Automatismo de repetición?, ¿ataque de hambre insaciable?, ¿pasaje al acto.? Pareciera que Sonia no registra aquello que a los otros horroriza, la muerte con la que convive día a día y que no le da respiro. Cuando ella seda a comer por lamirada de sumadre seconvierte en resto. Me pregunto por este circuito en el que al intentar sustraer los restos de la mirada de su madre al tiempo que se hace devorar por ella. La desbordan los kilos, la mirada de su madre y lo actual que, por excesivo, le impide conmoverse ante lo que pasa. No existe un intervalo, un respiro, esa mirada que la confirma en ese lugar de objeto y es en ese momento de mayor embarazo, en intersección con la mayor emoción, que se produce el pasaje al acto, el

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atracón. Lacan ([1962/63] 2006) dice: “el sujeto se mueve en dirección a evadirse de la escena, es lo que nos permite distinguir el pasaje al acto en su valor propio” (p.57). Una solución para el sobrepeso de la mirada. El precio que no paga, lo paga de otro modo: un atracón que lo deja como resto. “Ahí cuando cae de la escena como objeto que asegura la verdad del otro, a través de ese punto de goce y se produce el pasaje al acto” (Rabinovich,1989, p.68).

Se requiere de un trabajo preliminar para traspasar del sufrimiento a una demanda subjetiva. Esto quiere decir que quien consulta pueda implicarse en lo que le pasa. La propuesta será acompañar al sujeto en la pregunta sobre el vacío de su acción, y que ese movimiento dé paso a la transferencia. Como analista prestarse como un soporte para albergar loque abruma, dar paso a la palabra y que el sujeto se pueda poner a trabajar. El lugar del analista como partenaire en esta transición, una vez que se haya incluido como parte del síntoma en transferencia.

Más allá de los desbordes adjudicados a la pandemia que nos implica a todos y todas existela particular respuesta subjetiva. Sonia lohace desde el plano de lo que se juega en el cuerpo y que hace consistente al Otro, no puede enlazar a la palabra su sufrimiento y entonces permanece en el circuito mudo de la pulsión, sin diferencia. Lo real que vuelve siempre al mismolugar. Lo que necesita espasar supadecimiento aotro plano, al plano discursivo. La propuesta es la de dar paso a la palabra, de ese modo posibilitar el lazo con otros y la diferencia.

¿Cómo sostener el entramado subjetivo frente a lo real que impone la pandemia?

Un tiempo sin horizonte y sin Ley. Una enfermedad mortal que amenaza con la devastación de lo conocido, la armonía siniestra del aislamiento. La muerte de la palabra y del encuentro con otros, es parte de la tragedia. Al igual que en la experiencia de un análisis la palabra hace lazo, acota y permite que el sujeto circule por la incertidumbre del encuentro con otros. Impone un corte a la inercia del goce que vuelve siempre al mismo lugar. Freud describe a la “pulsión de vida” como un movimiento, con cierta tensión, la creación, pero también es caos y la unión. En contraposición a la pulsión de muerte que puja hacia la quietud de lo inorgánico.

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El dispositivo analítico en el Hospital Público recorta un lugar y permite que ingrese el mundo enlazado a la palabra en dosis soportables. La posibilidad de transcurrir el tiempo con otros favorece que la libido circule por esos objetos externos que por enigmáticos relanzan el deseo, La producción de un mundo narrado, para escuchar y ser escuchados, algo así como lo que describió Giovanni Boccaccio en su obra cumbre El Decamerón.

A mediados del siglo XII una Peste azotaba Europa, la Peste Negra. El autor del Decamerón imaginó un grupo de hombres y mujeres cuyo objetivo inicial era escapar de la plaga, refugiándose en las afueras de Florencia. Para soportar la convivencia y el encierro forzados por la situación, decidieron organizarse para narrar historias. Al igual que en Las Mil y Una Noches, narrar los salvó de la muerte. Esos relatos con contenido erótico, trágico o simplemente de vida, para que sobreviva lo humano.

Referencias bibliográficas

Lacan,J.: ([1962/63] 2006) El Seminario 10 Barcelona:Paidós

Freud, S.: ([1920] 1975) “Más allá del principio del placer”. En Obras Completas Tomo XVIII. Buenos Aires:Amorrortu.

Freud,S: (1919]1976)“Loominoso”.En Obras Completas.Tomo XVIII.Buenos Aires: Amorrortu

Freud, S. ([1894/1895]1976) “A propósitodelas críticas delas Neurosisde Angustia”. En Obras Completas. Tomo III. Buenos Aires:Amorrortu.

Freud, S. ([1895] 1976) “Sobre la justificación de separar de la neurastenia un determinado síndrome `neurosis de angustia`”. En Obras Completas. Tomo III. Buenos Aires:Amorrortu

Rabinovich, D. (1989) Una clínica de la pulsión: las impulsiones. Buenos Aires: Manantial. Wyndham,J. (1991) El día de los trífidos. Barcelona:Minotauro.

i María Paula Cabrera es licenciada en Psicología (UBA). Concurrencia en psicología clínica. Equipo BulimiaAnorexia. Centro de Salud Mental Nº3 A. Ameghino. Integrante del Equipo Bulimia-Anorexia. Centro de Salud Mental Nº3 A. Ameghino. Docente de la Cátedra de Salud Mental. Facultad de Medicina UBA. Directora del curso de Posgrado “del nombre al Síntoma” Centro de Salud Mental Nº3 A. Ameghino. Docente del Curso de Posgrado. “Bulimia-Anorexia: el cuerpo del psicoanálisis”. Centro de Salud Mental Nº3 A. Ameghino. Integrante del Centro Integral de Trastornos Alimentarios (CITTRAL)

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La emergencia subjetiva en tiempos de pandemia y la articulación entre dispositivos en el hospital público

El psicoanálisis vuelve a la vida más simple. Adquirimos una nueva síntesis después del análisis. El psicoanálisis reordena el enmarañado de impulsos dispersos, procura enrollarlos en torno a su carretel. O, modificando la metáfora, el psicoanálisis suministra el hiloque conduce a la persona fuera del laberinto de su propio inconsciente. Fragmento de la Entrevista a Sigmund Freud “El valor de la vida"1

Invención de un dispositivo en pandemia Pensar en pandemia, en Covid y aislamiento hoy parece lejano. Sin embargo, hace no tanto hemos atravesado un cambio que llevó a cuestionar, a modificar lo instituido sobre lo que se soportaba una aparente normalidad. A partir de 2020 eso que conocíamos, las respuestas que nos dábamos y lo que nos funcionaba sufrió un quiebre. Las coordenadas simbólicas e imaginarias que ordenaban el mundo hasta ese momento, dejaron de funcionar.

Ante esto, los diferentes profesionales que forman parte del sistema público de salud, actuaron. Particularmente en el Centro de Salud Mental Nº

3 Dr. A Ameghino, se mantuvo la atención de los pacientes en tratamiento en modalidad virtual y lademanda espontánea continuó en forma presencial. Sin embargo, como en otros efectores, las admisiones de todos los equipos en el período más álgido, estuvieron suspendidas. De forma espontánea y como un intento por parte de los profesionales del Centro de Salud Mental de alojar el padecimiento subjetivo creciente en la sociedad es que surge el dispositivo "Ameghino Atiende". Sus coordenadas se trazan teniendo la premisa de una escucha psicoanalítica que permitiera alojar un padecimiento singular. El dispositivo proponía una escucha diferente a la que estábamos acostumbrados: desde un llamado e intervenciones breves, a un seguimiento que podía devenir o no en un tratamiento. Se continuó

1 Esta entrevista fue concedida al periodista George Sylvester Vierecken 1926 en la casa de Sigmund Freud en los Alpes suizos. Se creía perdida, pero se encontró publicada en elvolumen de "Psychoanalysis and the Fut', en New Yorken 1957.

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pensando en el casopor casoy sibien manteníamos laescucha yla apuesta por la palabra, no cesaba el asombro por lo novedoso del escuchar telefónicamente, atravesados por el hospital público. (Antunes et al., 2021) Pensamos entonces que “no es el paciente el que tiene que adaptarse a un dispositivo preconcebido, sino que -más que nunca- es el analista quien tiene que estar disponible, sabiendo que en transferencia se librarán las principales batallas” (Heinrich, 2022, p.113).

Es en este contexto que se inicia un proceso de entrevistas telefónicas con L. de 41 años, quien se encuentra en situación de angustia debido al aislamiento por la emergencia sanitaria. L. Comenta que, en marzo, antes de la pandemia, había tomado un turno en un Centro de Salud y Acción Comunitaria (CeSAC) de CABA para comenzar terapia, viéndose afectado ante la suspensión de admisiones. Como motivo de consulta ubica las dificultades que le trae tener que parar (de trabajar). L. manifiesta que sus ingresos no sonsuficientes yque permanentemente busca alternativas para poder generar nuevos. Eso la lleva a no poder parar y angustiarse. De acuerdo a su evaluación clínica, es paciente de mediano riesgo, por lo cual su médica le brinda pautas de cuidado y alarma. Estas indicaciones son comentadas en las entrevistas; sinembargo, L. parece más preocupada por los temas económicos y por el malestar que esto genera en su autonomía, que en su salud física. Desde el dispositivo “Ameghino Atiende”, siendo el tema económico de interés público, y ante la declaración del Aislamiento Social Preventivo Obligatorio, es que se conversa sobre alternativas de ayuda económica yotros datos deinterés en relación asucobertura médica.

En el marco de poder pensar en los recursos con los que L. contaba, señala que supadre es un apoyo, pero puede contar conél yaque suayuda no es genuina y siempre le remarca todo lo que aún no hizo teniendo 41 años. L. repite que no puede frenar sus pensamientos y esto le dificulta el dormir. En una de las entrevistas telefónicas, ella se encontraba llorando con excesiva angustia, mientras viajaba en tren, pero debido aesta angustia que se le tornaba incontrolable, decide bajarse. Su llanto es desgarrador, traspasa toda distancia que pueda existirdesde donde sea que estéy quien la escucha. Refiere que tiene una historia en relación al consumo y que siente que no puede hacer algo diferente a eso. Señala que hace una semana no puede dormir. Frente a esto, la analista que escucha, le indica a L. que espere, propone una pausa que a la vez habilita un trabajo en red

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con el Equipo de Emergencias del Centro de Salud, único equipo que mantiene la atención a consultantes en forma presencial. Se organiza entonces un alojamiento posible para esta consultante ya que se evalúa es necesario poder armar un lugar para ella más allá del teléfono. A partir de esto se le indica a L. que concurra en forma presencial a la demanda espontánea. Se acerca al Centro de Salud Mental en el horario acordado. Luego seestablece comunicación nuevamente con quien la escucha desde Ameghino Atiende, se la nota aliviada. Menciona que la recibieron un psiquiatra y una psicóloga.

Tiempo de comprender

Tomando las palabras de Elida Fernandez, “la urgencia subjetiva es una coyuntura en la historia particular del sujeto en la que el andamiaje fantasmático e identificatorio por el cual se sostenía, trastabilla, serompe, y el sujeto se encuentra sin salida y/o sin recursos” (Holgado & Pipkin, 2005, p.39). El momento de urgencia es también una caída del Otro. Frente aesto, el sujeto sin recursos podrá lograr la salida de esta situación a través de un acting out o pasaje al acto, modalidades también de hacerse un lugar en el Otro. Esto arroja al sujeto a concluir anticipadamente, no pudiendo hacer lugar al tiempo de comprender.

En el caso de L, ubicamos este momento de urgencia subjetiva cuando en el viaje en tren ella presenta excesiva angustia, que se acompaña de ideas de consumir como modo de salida frente a eso imposible de acallar. Es así que la analista escucha en esto el riesgo de un acting que podría derivar en pasaje al acto por lo que decide intervenir indicando a la paciente que concurra de forma presencial al Ameghino, al equipo de Emergencias, donde habría una psicóloga y un psiquiatra que la escucharían. En los momentos de urgencia, donde el orden simbólico se ve trastocado por el avance de un real sinlímite, se vuelve necesaria, por parte del analista, una intervención en acto que pueda ser capaz de rearmar la trama simbólica y discursiva que se ha perdido para ese sujeto, haciendo intervenir también en este caso el cuerpo en presencia (Fraifeld, Requiterena & Swidzinski, 2021).

Con el paso a la presencialidad de las entrevistas en el Ameghino y la interconsulta con psiquiatría es que se abre la posibilidad de instalar una pausa que dé lugar a un tiempo de comprender (Sotelo, 2011). Es así como

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L comienza a subjetivar aquello que le sucede y de esta forma comienza a esbozarse alguna pregunta al respecto. En el transcurso de este periodo, L comenta que su mamá tuvo un historial de consumo problemático, y que pronto se cumplía un nuevo aniversario de su fallecimiento, producido por un accidente de tren.

Es entonces cómo desde el equipo se decide ofrecerle iniciar un tratamiento psicológico para continuar profundizando las preguntas que empezó a hacerse, y L acepta. Inicia su tratamiento y comienza a relatar que había cuestiones que le molestaban acerca de los otros y que esto le ocasionaba “ataques de ira”. “Era matarlo o matarme”, dice que este pensamiento leaparece en ocasiones, por ejemplo, con el padre. Ubica que en el primario sufrió bullying y que su papá ledijo que tenía que defenderse. A partir de allí, cuenta que cuando lamolestaban, sedefendía agolpes. Esto continuó también en suvida adulta. Podemos pensar que de lo que setrata en el acting out es un intento desesperado por encontrar un lugar en el Otro, a lavez que evitar lairrupción de laangustia. Esteintento es fallido. Selogra ir ubicando cómo esta forma de hacerse un lugar en el Otro, paradójicamente, la deja, a su vez, en soledad. De a poco y en el marco del tratamiento, al ir transcurriendo las sesiones, fue que se pudo ir tejiendo el entramado simbólico en donde L. se pudo ir ubicando, a la vez que pudo ir apropiándose de su historia.

Estas escenas que la paciente relata, las cuales tienen lugar en su vida desde su infancia, escenas en donde prima la violencia de lo imaginario en el vínculo conlos otros, en donde larelación sepolariza en “soy yoo el otro”, pueden pensarse como un llamado al Otro a que ocupe su lugar, restaurando el orden simbólico. Una terceridad que pacifique.

Momento de concluir

En varias oportunidades L. destacó que el Ameghino la "salvó".

Consideramos que el entramado de dispositivos propuestos por el hospital público, sostenidos en una posición de escucha analítica, habilitaron un lugar para que en este caso se pudiera lograr un pasaje de la urgencia subjetiva a la emergencia de un sujeto. Podemos pensar que la urgencia subjetiva finaliza, sin embargo, a diferencia de otras experiencias, no en soledad, sino acompañada por otros a los que puede ubicar, convocar y

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además reconocerlos como lugar de apoyo para continuar trabajando mediante la palabra.

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Fraifeld,I.; Requiterena,S.;Swidzinski,M.J. (2021) “Pandemia,urgencias subjetivas y dispositivo”. En Presencias del analista. Revista desde el Centro N° 15.

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http://www.revistavirtualia.com/articulos/610/entrevistas/el-valor-de-la-vida

i Roxana Ciprés es psicóloga concurrente Centro de Salud Mental Nº 3 “Dr. A. Ameghino”

ii Zaira Ianani es psicóloga concurrente delCentro de Salud Mental Nº3 “Dr.A. Ameghino”

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Trastornos neoliberales, una afectación textual

Introducción

Este escrito se conforma como un ensayo que intenta analizar algunos modos de padecer, los cuales sepresentan frecuentemente enlas consultas bajo la modalidad de crisis y ataques. Bajo la órbita de los manuales que rigen las prácticas institucionales, todos ellos son tipificables como trastornos. De estos, se estudiarán tres modos de presentación: las crisis de ansiedad (o ataques de pánico), las parálisis del sueño y el síndrome vertiginoso.

Desde una lectura analítica, postulamos al trastorno como producto de una alteración sobre la sustancia significante del sujeto del inconsciente, a manos del accionar de los preceptos neoliberales. Para dar cuenta de ello, resulta relevante considerar la conformación del discurso capitalista propuesta por Lacan en 1975 y lo trabajado por él en su décimo seminario, respecto de la turbación

En vías de iniciar el desarrollo sobre lo postulado, se interrogará la carátula “presentaciones actuales”, la cual suele ser tan común en los mundillos psi para referirse a estos modos del padecer. Entendiendo a la presentación como una forma del malestar propia del capitalismo, le opondremos el término representación. Para ello, se consideran los primeros desarrollos freudianos respecto de la neurosis, especialmente las que ha llamado actuales.

Presentación y

representación: dos modos del sufrir

Es conocida la lectura que aborda los cuadros de angustia/ansiedad, tipificados bajo el título de Trastornos de Ansiedad en el DSM IV, a partir de la sintomatología descripta por Freud respecto de las llamadas neurosis actuales (1896). Sin embargo, no nos proponemos tomar estos desarrollos para realizar un mero señalamiento fenomenológico de estas presentaciones sino, más bien, la intención es dilucidar sus condiciones de producción bajo el impacto que los imperativos del neoliberalismo actual producen sobre la sustancia del sujeto del inconsciente, es decir, sutexto.

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En sus primeros escritos, Freud distingue las psiconeurosis de las neurosis actuales - neurastenia y neurosis de angustia- y afirma que este último subtipo se produce a partir de “los factores que estorban el procesamiento psíquico de la excitación sexual somática” (1895-1894, p. 109), produciéndose un desvío de la misma hacia un fin inadecuado para la descarga. Con ello, describe la fenomenología que esta descarga desviada implica: ahogos, palpitaciones, disnea, etc.Sin detenernos por ahora enello, destacamos el interrogante que allí postula el vienés: “¿Por qué el sistema nervioso, bajo esas circunstancias de una insuficiencia psíquica para dominar la excitación sexual, cae en el peculiar estado afectivo de la angustia?” (p. 111)

Suelen resultar ajenas las referencias neurológicas utilizadas por Freud, pero, en este punto, es menester considerar a este sistema del que nos habla bajo el estudio de Lacan (1968-69), quien lo interpreta como un entramado significante:

En cada uno de los cruces se inscribe una palabra, la palabra que designa tal recuerdo, tal palabra articulada como respuesta, tal palabra que fija relaciones, tal palabra sorprendente, que marca, engramatizando, si me permiten decirlo así, el síntoma (…) eso a lo que Freud encontró un fácil sostén en la articulación neuronal, que estaba entonces al alcance de su mano ya que era algo que también acababa de descubrirse, era justamente la articulación significanteensu formamás elemental” (p.180)

En lo que Freud define como actual hay una insuficiencia en el sistema, es decir, lo que él llama excitación sexual somática no se engramatiza para producir síntomas. No se produce un texto padeciente que implique relaciones asociativas, causaciones, condensaciones y desplazamientos; habría una detención articulatoria del afecto, y ante esta no ligadura…se produce angustia y distintos fenómenos a nivel corporal. Es por ello que define como actuales a estas presentaciones, porque las mismas – a diferencia de las llamadas psiconeurosis- no se configuran a partir de entrecruzamientos significantes, los cuales habilitan la posibilidad de representación, de embuste, olvido y, también, de un análisis. Ahora bien, lo que nos interesa es preguntarnos ¿por qué sontan recurrentes estas formas de padecer en el tiempo que nos toca? Consultantes perturbados por ataques, pánicos, crisis, etc., que no parecen mostrar un cifrado al que interrogar, son disrupción continua. ¿Cuáles son las condiciones de producción de esta“actualidad”?

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En 1969 Lacan formula su teoría de los cuatro discursos, donde esquematiza las relaciones del sujeto con el par significante que lo determina y con el objeto a, resto de su inscripción en el orden simbólico. A estas estructuras matematizadas, las define en Aún como una forma de hacer lazo social yen 1972 postula al discurso capitalista, comouna variante del discurso del amo. Estavariante introduce una modificación que altera las leyes que rigen el funcionamiento del discurso, trastorna su estructura. Esto es central, ya que ello nos permitirá ubicar el accionar propio de la lógica del capital en su formato neoliberal.

En el discurso amo se puede observar al sujeto, si se quiere, en su naturaleza: representado por un significante para otro en el lugar de la verdad. La variante capitalistaimplica una ruptura de esa representación, el sujeto aparece en el lugar del agente, comandando el discurso y sobreponiéndose al significante que lo aliena. Este movimiento podemos abordarlo a partir del rechazo que los preceptos neoliberales ejercen sobre las determinaciones que limitan las capacidades de consumo. Acompañado de algunos discursos psi que abogan por lo auto -superación- conocimiento, etc.-, el orden capitalistaactual puja por laliberación del sujeto, configurando un agente emprendedor de sí, autocausado y resiliente, para quien nada es imposible.

El problema es que esta auto-configuración progresiva del sujeto neoliberal –y esto nos muestra el pasaje de un discurso a otro- perturba la sustancia del sujeto del inconsciente, el cual se funda y estructura por la marca, el condicionamiento y la imposibilidad propia del orden significante. Jorge Alemán (2013) afirma que “en el discurso capitalista, como en su día en los totalitarismos modernos, se encuentra en una forma implícita el proyecto de producir un sujeto nuevo, sin legado histórico ni herencia simbólica.” (p.144), proyecto que, al decir de Byung Chul Han (2011), deviene proyectil.

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En la vertiente capitalista el sujeto se presenta, atentando contra su esencia misma que es la de la representación. ¿No es pensable la “insuficiencia” del sistema neuronal significante de Freud bajo estas condiciones? Las formas prevalentes de padecer de este tiempo adquieren el formato de la presentación subjetiva –inherentemente actual-, en tanto que ésta implica la inacción del “procesamiento asociativo” (Freud, 1894, p.51); la ruptura de la trama que representa al sujeto dividido propio del síntoma. Allí postulamos al trastorno, en tanto que si hay algo trastornado es el texto sujeto.

Trastornos neoliberales: pánico, ansiedad, parálisis y vértigo. Comprendemos, entonces, al trastorno como un atentado contra la ficción que aloja al sujeto, en tanto que lo ficticio “no es por esencia lo engañoso, sino, hablando estrictamente, lo que llamamos lo simbólico” [(Lacan, J. 1959/60) p.22]. Perturbación que es provocada a partir de la lógica mercantil capitalista que fomenta la producción de un sujeto despojado de determinación. Movimiento sintetizado por Mark Fisher (2020) de la siguiente manera: “‘todo lo que alguna vez fue’ puede retocarse rápidamente, en el que la construcción y la destrucción de ficciones sociales funciona ala velocidad de la producción ydistribución de mercancías” (p.92)

Desde allí, resulta interesante pensar algunos fenómenos que comienzan a producirse dentro de estecuadro de coerción. Por ejemplo, los llamados ataques de pánico o, también, crisis de ansiedad/angustia. En Psicología de las masas (1921), Freud sitúa el origen del pánico “por el cese de las ligazones afectivas que cohesionaban a la masa; y este último caso puede asemejarse a la angustia neurótica” (p. 93). De esta manera, leemos al pánico como resultado de una alteración discursiva, a manos del capital, en tanto que ésta implica una forma de hacer lazo. De allí la vorágine sintomática tan similar a la neurosis de angustia: palpitaciones, sudoración, disnea, etc.; estas manifestaciones pueden agruparse bajo el formato de “ataque”, por su valor disruptivo. Freud (1895 [1894]) describe al ataque de angustia como aquel que puede irrumpir “sin ser evocado por el decurso de las representaciones […] puede consistiren el sentimiento de angustia solo, sin ninguna representación asociada” (p.94).

Desde aquí, nos interrogamos sobre el término ansiedad, categoría diagnóstica para algunas disciplinas y carátula casi no considerada por el

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psicoanálisis –más que por una deriva terminológica en la traducción de angst por anxiety o como un concepto importado del cognitivismo. Sin embargo, cabe interrogarse: ¿puede la ansiedad serconsiderada desde una lectura psicoanalítica bajo un estatuto distintoal de laangustia?, ¿para qué? ¿Puede pensársela como la vertiente capitalista de la angustia?

Estos interrogantes parecen ser pensables desde un concepto no desarrollado en extenso por Lacan, presentado en su décimo seminario (1962-63), como lo es el de turbación. Al cual define a partir del término que da título a nuestro trabajo: “La turbación es el trastorno, el trastornarse en cuanto tal, el trastornarse más profundo en la dimensión del movimiento” (p.21-22). En el cuadro de los afectos por él formalizado, la turbación aparece en el punto de mayor movimiento y es separada de la angustia en uno de sus ejes por el acting out. Avanzado su seminario, nos brinda otra definición:

la turbación está coordinada con elmomento de la aparición del a, momento del develamiento traumático en que la angustia se revela como lo que es, lo que no engaña, momento en que el campo del Otro, por asídecir, se hiende y se abrehastael fondo” (p.337)

En ese instante mismo que devela –y desvela- podemos pensar a la ansiedad, como un efecto que está en coordinación con la aparición de la angustia pero que, si seguimos el cuadro de los afectos, aún no coincide con su lugar. En la cita, Lacan refiere un encuentro con el a, el cual podemos pensar habilitado por el discurso capitalista. Si loseguimos consuestructura vemos cómo, adiferencia de los otros cuatro, en éste seborra la doble barra de la imposibilidad (//), la cual marca una disyunción entre el lugar del producto y de la verdad; es decir, la imposibilidad de reintegro al sujeto del objeto perdido, el cual es causa de su deseo. Al perfilar un sujeto como amo y rector de sí mismo, para el cual nada es imposible –ni siquiera este objetose obstaculiza la función del mismo como causa de deseo. El trabajo del saber no produce una pérdida, falta la falta. Lacan (1962-63), afirma que lo más angustiante para el sujeto “se produce cuando la relación sobre la cual él se instituye, la de la falta que produce deseo, es perturbada, y ésta es perturbada al máximo cuando no hay posibilidad de falta” (p.64).

Sin embargo, podemos pensar una diferencia entre ansiedad y angustia por los lugares del cuadro lacaniano. El $ turbado aún tiene alternativa: puede producir un acting, reubicarse en el Otro fantasmáticamente;

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funcionando éstecomo último resorte para recuperar la potencia que cae en el trastorno. Es por ello que en ese nivel Lacan sitúa la composición del fantasma a partir del objeto mirada, piso en el cual se dota al Otro de potencia, permitiendo “una suspensión del desgarro propio del deseo” (p.261). Si esa suspensión no se produce, seabre paso a la angustia.

En esta línea podemos pensar los síntomas de vértigo, mareos y sensaciones de desvanecimiento que suelen tipificarse como rasgos de estos cuadros. A partir del cese de la función del objeto mirada, el cual oficia como exclusión que organiza la ilusión contemplativa del espacio, la ficción que sostiene la espacialidad se desarticula y el desequilibrio es inminente. Al igual que la perturbación del tiempo –como Freud lo plantea en la diferenciación entre neurosis actual y las ‘psico’- la afección textual conmueve también el espacio.

Otro fenómeno recurrente en el decir de los consultantes es el de las parálisis del sueño, el cual se manifiesta como la interrupción del dormir a partir de adquirir cierto estado de conciencia, propio de la vigilia, pero sin la posibilidad de realizar movimientos voluntariamente. Las alteraciones del sueño son uno de los primeros trastornos que aparecen en los estados del sujeto neoliberal, ¿no podemos leer allí la parálisis del sueño de una forma literal, en tanto que este estado implicaría una parálisis del trabajo significante del sueño propio del inconsciente? Los nexos asociativos, propiciados por el trabajo de desfiguración onírico, son alterados y el sueño separaliza; allí, quizás, también podamos ubicar lo que Freud [1895 (1894)] menciona respecto del terror nocturno, situándolo como una vertiente del ataque de angustia y describiendo una forma de su aparición bajo un aspecto “puro, sin sueño o alucinación recurrente” (p.96).

A modo de cierre

Donde el DSM observa una “disfunción comportamental, psicológica o biológica” (1995, p.21) nosotros postulamos una perturbación significante. Desde allí se considera la actualidad de las presentaciones, como consecuencia de la puja resiliente a no limitarse propia del neoliberalismo. Las exigencias posmodernas, a diferencia de las de iniciode siglo, producen el efecto contrario de la condensación sintomática, desregulando las composiciones lógicas que atañen al sujeto. Muestra de ello son los

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fenómenos estudiados como descomposición turbante que altera tiempo y espacio.

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http://elpsicoanalistalector.blogspot.com/2013/03/jacques-lacan-del-discurso.html. Inédito.

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Mauro Amor es Lic. En Psicología. Investigador UBACyT. Concurrente CSMN3

Niñez y adolescencia en situación de institucionalización

María

Cada uno de nosotros cometemos errores sin comprender La tristeza nos invade y a veces no para de llover No pude enfrentar mis miedos contra la verdad Quisiera olvidar todo ese pasado Pero no puedo olvidar todo eso que sufrí Me queda aceptar que fue parte de mi vida Pero que ahora en más el camino lo elijo yo Canciones para pensar. Autora: F1

En el presente trabajo se abordarán intervenciones posibles con niñas, niños y adolescentes (NNyA) en situación de institucionalización desde una perspectiva psicosocial y jurídica. Como psicólogos/as podemos intervenir formando parte del Equipo Técnico de un Hogar o como psicólogo/a en un Hospital o Centro de Salud que recibe la consulta. Es importante con nuestras intervenciones alojar y singularizar a ese NNyA, para que no se desdibuje su subjetividad en la masificación que puede implicar su tránsito por una institución.

Marco legal de los Sistemas de Cuidados Alternativos

La Ley 26.061 reconoce a los NNyA como sujetos de derecho, primando su interés superior y se identifica a la familia como la principal responsable del cuidado, salvo casos excepcionales. Los/as NNyA que han sido separadas/os de su familia de origen, nuclear y/o extensa o de sus referentes afectivos y/o comunitarios ingresan al sistema de cuidados alternativos con una medida de abrigo institucional (de acuerdo al art. 12 de laLey Nº 14.528 y conforme a losartículos 39y siguientes dela Ley Nacional

Nº 26061 de Protección Integral de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes) medida de protección excepcional de derechos que tiene como objetivo brindar al NNyA un ámbito alternativo al grupo de convivencia cuando en este seencuentren amenazados o vulnerados sus derechos (por violencia, negligencia, abuso sexual, entre otros) hasta tanto se evalúe la implementación de otras medidas tendientes a preservarlos o restituirlos.

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1 Este fragmento fue producido en el marco del análisis.

En la Ciudad de Buenos Aires, según Ley Nº 114, el Consejo de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, se encuentra encargado de promover y proteger el cumplimiento de sus derechos. Al tomar conocimiento deuna vulneración dederechos, el Consejo interviene, yluego de agotar las instancias de trabajo con la familia y referentes afectivos, puede dictaminar el ingreso a un dispositivo de Hogar, articulando con las Defensorías Zonales en la implementación de estrategias. En la Provincia de Buenos Aires, según Ley 26.061, los Servicios Locales serán los que desempeñarán la función de facilitar que el NNyA que tenga vulnerados sus derechos pueda acceder a programas o planes que asistan, protejan y/o restituyan los derechos del niño, y determinar su ingreso a un Hogar, con intervención del efector judicial que defina la legalidad del proceso.

¿Qué es un Hogar? Un Hogar es una institución de cuidados alternativos para NNyA sin cuidados parentales, que se encuentra regulado por el Sistema de Protección Integral de Derechos. Los Hogares pueden dividirse en Hogares Convivenciales, Hogares Convivenciales con Atención Especializada, Hogares Convivenciales para Adolescentes Embarazadas y/o Madres Adolescentes con sus hijos y Hogares de Tránsito o Paradores.

¿Cómo funciona un Hogar? Nos ocuparemos específicamente de ampliar las características de un Hogar Convivencial con Atención Especializada.

Intervención del equipo técnico en un hogar convivencial con atención especializada

Un Hogar Convivencial con Atención Especializada es un:

establecimiento destinado al alojamiento de niñas, niños y adolescentes que requieran, en el espacio institucional convivencial, mayor contención y seguimiento profesionalque el requerido para las modalidades alternativas, y que contemple para sus residentes o alojados un tratamiento específico, pero que no requiera internación en un establecimiento de salud2”

En el casodel Hogar que elegiremos como ejemplo, es un dispositivo de carácter terapéutico, cuyas intervenciones se alinean desde un enfoque de restitución de derechos y perspectiva de género. La población que ingresa y reside enel Hogar sonNNyA condiscapacidad intelectual leve a moderada

2 Hogares de Niños, Niñas y Adolescentes. Guía para la inspección, fiscalización y control. Buenos Aires Ciudad. Recuperado de: https://www.buenosaires.gob.ar/sites/gcaba/files/guia_hogares_de_ninos_ninas_y_adolescen tes_.pdf

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con medida de abrigo institucional. En dicho Hogar funciona un equipo técnico conformado por el equipo directivo y el equipo profesional interdisciplinario (psicología, trabajo social, médico psiquiatra, nutricionista, psicopedagogía, terapia ocupacional, educación física y musicoterapia), equipo de enfermería (en otros Hogares Convivenciales puede estar la figura de cuidadores, orientadores o educadores) y se encuentra el equipo auxiliar (cocina, limpieza y mantenimiento). Asimismo, los NNyA concurren a la escuela, participan en salidas recreativas (ir a la plaza, ferias, cine, natación). En el Hogar serealizan festejos grupales de cumpleaños, fechas patrias, fechas especiales comolasemana de laniñez, navidad y año nuevo. El Hogar es una instituciónque produce subjetividad. En NNyA donde los hechos vivenciados han sido traumáticos y arrasadores, los vínculos de cuidado adquieren gran importancia en impedir que queden posicionados comoobjeto frente a lascircunstancias que vivencian. Cuidar implicavalorar, respetar y atender de manera sensible y oportuna los llamados, requerimientos y necesidades de cada NNyA y reconocer su subjetividad. Se puede pensar en el concepto de “crianza colectiva” al encuadrar este cuidado en contextode grupalidad. Se genera un vínculo entre el NNyA con el cuidador que permite singularizar a ese sujeto y un vínculo de fraternidad con sus pares que permite construir el sentimiento de pertenencia en el grupo.

El equipo técnico elabora estrategias y gestiona lo que cada NNyA requiere desde un enfoque de restitución de derechos: atención de la salud, educación, recreación, vinculaciones familiares o conreferentes afectivos (si los hubiera), proyecto adoptivo, proyecto de autonomía progresiva y proyecto de egreso. Asimismo, al momento de elaborar informes y elevarlos al juzgado o al organismo de aplicación de laley, seda a conocer la voz del NNyA.

Los espacios vinculares son coordinados por el Equipo Directivo, el área de psicología y trabajo social del Hogar en articulación con las Defensorías (Capital Federal) o los Servicios Locales (Provincia de Buenos Aires) y otros entes judiciales intervinientes como las Asesorías, Equipos Técnicos de los Juzgados y en ocasiones, la figura del abogado del niño y programas de territorio (por ejemplo, programa Envión). Las vinculaciones apuntan a diferentes objetivos, de acuerdo a cada NNyA, su situación particular y sus

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tiempos. Alguno de estos objetivos puede ser: afianzar vínculos fraternos entre hermanos que se encuentran en diferentes instituciones, fortalecer el vínculo con referentes familiares adultos (madre, padre, abuelos/as, tíos/as) oreferentes afectivos autorizados por el Juzgado. Los encuentros vinculares pueden realizarse de manera presencial o virtual (por medio de videollamadas o llamadas telefónicas), en casoque lapresencialidad no sea posible, con acompañamiento psicológico. Se acuerdan previamente las pautas, modo y frecuencia de vinculación con los referentes.

El proyecto de adopción es una estrategia definida por el órgano de aplicación de la ley (Defensorías zonales en Capital Federal y Servicios Locales en Provincia de Buenos Aires). La adopción es el instrumento que permite que NNyA puedan vivir y desarrollarse en una familia que les procure cuidados tendientes a satisfacer sus necesidades, después de que el Estado haya considerado que esa es la mejor manera de protegerlos cuando su familia biológica no puede hacerlo. Cuando se vence el plazo de 180 días de la medida de abrigo (medida excepcional de derechos), sin poder revertir las causas que la motivaron, el Juez puede dictaminar la situación de adoptabilidad del NNyA. Cuando se presentan postulantes previamente seleccionados por el Registro Central de Aspirantes a Guardas con fines de Adopción, las vinculaciones pre-adoptivas son coordinadas por el Equipo Directivo del Hogar, el área de psicología y trabajo social en articulación con las Defensorías o los Servicios Locales y otros entes judiciales intervinientes. Se realizan encuentros presenciales y virtuales con acompañamiento psicológico, de forma gradual, respetando las necesidades y tiempos del NNyA. Cuando se afianza el vínculo se da progresiva autonomía para realizar salidas y pernocte en el domicilio, hasta el egreso del NNyA con sus pretensos adoptantes en guarda pre-adoptiva.

Intervenciones singulares. Intervenciones que anudan

¿Cómo intervenimos ante un niño/a o adolescente en situación de institucionalización? En nuestro rol como psicólogos/as dentro de un Equipo Técnico de un Hogar o cuando se recibe una consulta en un Hospital o Centro de Salud, escuchamos al NNyA y se realizan intervenciones tendientes a alojarlo y construir un lugar. Recibimos a un NNyA que llega con traumatismos por lo vivenciado en su historia a partir de Otros que han fallado en el cuidado y seha visto expuesto a situaciones de vulneración de

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sus derechos. Otros que maltratan, abandonan o abusan y que dejan marca al NNyA por el rechazo del Otro que debió alojarlos y hacerles un lugar. Resulta importante desde el rol profesional apartir de laescucha, reconstruir su historia, cuáles son sus intereses, deseos, sus rutinas, sus referentes familiares o afectivos. Desde la creatividad y la singularidad en las intervenciones es que sepuede constituirun sujeto que se pueda asumir en su propio deseo.

F. una joven de 15 años, no podía poner en palabras lo que le pasaba, y expresaba su enojo por figuras parentales que la han abandonado, a través de la impulsividad y agresividad con sus pares en el Hogar. Sin embargo, escuchaba canciones y se mostraba interesada en poemas que reflejaban sus sentimientos. Durante el tratamiento, comenzó a escribir sus propias canciones. Su propia versión de la historia. Comenzó a encontrar sus propias herramientas para afrontar aquello traumático vivenciado. Se culminó esta elaboración por parte de F. con la confección de un libro de “Canciones para pensar”, el cuál pudo compartir con sus compañeros/as y equipo del Hogar y con compañeros/as de su escuela.

L. un joven de 16 años, expresaba poco interés y motivación por las actividades propuestas en los talleres grupales en el Hogar. Enel transcurso del tratamiento, L. descubrió su habilidad para el dibujo, y a medida que iba mostrando a la psicóloga sus producciones, surgió la idea de realizar una historieta. Una historieta con un principio, desarrollo y fin. De esta forma L. fue produciendo cada cuadro con gran nivel de detalle y comenzó a implicarse en el proceso de lectoescritura para poder empezar a escribir los diálogos. Al finalizar seelaboró un libro de historietas, en el cuál incluyó título y portada y lo compartió con sus compañeros/as, el equipo del Hogar y profesionales de entes judiciales intervinientes.

Desde el área de psicología del Hogar se trabaja con los NNyA que se encuentran en situación de egreso (por mayoría de edad, con su familia de origen o con pretensos adoptantes) en la construcción de una autonomía progresiva y suproyección afuturo. Resulta importante que sepuedan llevar recursos y herramientas para su autovalimiento y que el Hogar no opere como lugar de depósito. Al momento del egreso, se le entrega al NNyA un “cuaderno de recuerdos” con fotos propias, con sus compañeros del Hogar, profesionales y referentes familiares y/oafectivos, firmas y hojas en blanco.

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Con esta intervención se apunta a generar las condiciones para que se desarrolle un proceso de historización acerca de lo vivido en el Hogar y pueda seguir escribiendo su propia historia al producirse el egreso, a partir de la conservación de esos recuerdos.

Es indispensable en nuestro rol profesional generar intervenciones singulares, intervenciones que anuden, que alojen, que enlacen conun Otro, que den voz y que pongan en marcha el proceso de historización y proyección a futuro de cada niña, niño y adolescente en situación de institucionalización.

Referencias bibliográficas

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Suarez, N. y Virga L. Intervenciones Posibles en un Hogar Convivencial.Facultad de Psicología. Recuperado de: http://www.psi.uba.ar/academica/carrerasdegrado/psicologia/sitios_catedras/pract icas_profesionales/161_puberesyadol/cartelera/virga.pdf

Vigiani, M. y Barbuto, S. (2022) Seminario Infancias Cuidadas en Hogares Convivenciales.Un espacio común.

i María Agustina Traverso es Licenciada en Psicología. Becaria Honoraria en el Equipo Infanto Juvenil, Turno Vespertino del CSM Nº 3 "Dr. Arturo Ameghino". Psicóloga en Hogar de niñas, niños y adolescentes con medida de abrigo institucional. Psicóloga en el Centro de Atención a la Víctima del Delito de la Municipalidad de Lanús. Atención en consultorio de niños, niñas, adolescentes y adultos.

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El ser admitido

Introducción

El autor Fernando Geberovich (2016) señala que frente a las patologías del actuar, sobre todo en las adicciones, la regla no es el equilibrio (el encuadre, el síntoma) sino que la ley es una especie de caída perpetua, un desequilibrio permanente. Y en este sentido, dice, el encuadre analítico debería ser concebido como una “arquitectura en movimiento” (Geberovich, 2016 p.156), como un andamiaje en construcción (lo que implica no formalizar excesivamente y de antemano). El proceso analítico debe ser replanteado de manera que pueda “hacer hablar a la caída” (Ibid) Frente a una patología del actuar, debemos permitir que ese movimiento en perpetuo desequilibrio pueda inscribirse en el encuadre analítico, concebido como el continente que acompaña el actuar, para hacer de él una actuación analizable. La apuesta será convertir lacaída en un movimiento enunciativo, que pueda pasar a “habitar” el lenguaje (Ibid.)

De esta forma, es que pensamos las admisiones como un diseño en el que prevalece una escuchaactiva respecto de la modalidad de presentación de cada paciente y aquello que pueda alojarlo. Ofrecer una red, apostando a un entramado discursivo y recuperando su función de sostén, como aquello que contiene pero que también implica rescatar aquello que forma parte de sutrama: el agujero. La red es algo que estáagujereado. Así,ubicar en las intervenciones algo que pueda contener la falta, y en donde se pueden filtrar cosas.

Desde hace unos años venimos trabajando en las admisiones de acuerdo a la demanda y los recursos institucionales con los que contamos. La admisión seideó en un principio en forma conjunta conduplas -psicólogo y psiquiatra-, como un proceso a fin de poder establecer una escucha más amplía que aborde al paciente de manera más integral y que nos permita trabajar con la diferencia. Actualmente sumamos al proceso de admisión la modalidad grupal. Consideramos que el grupo es un dispositivo que permite generar las condiciones para la problematización del consumo, desplegar

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identificaciones y promover el lazo social. Consta de tres encuentros, uno por semana, y en la cuarta semana se da una devolución individual a cada paciente en la cual se le informa cómo prosigue su tratamiento en la Institución. En caso de no poder admitir al paciente, por considerarse que se encuentra en urgencia o con necesidad de dispositivo de mayor contención, se articula la derivación correspondiente de manera acompañada.

A continuación, sedescriben algunas crónicas dedispositivo deadmisión en el servicio de alcoholismo.

Crónica de Tito

En la primera entrevista de admisión, Tito refiere que desde el año 2013 se encuentra en tratamiento con el psiquiatra del servicio por “consumo de alcohol”. Enrelación al alcohol dice “viene asolucionarme los problemas, yo era tímido, introvertido”. Habla sobre la relación con sus padres, quienes fallecieron, “mis padres eran grandes, otra mentalidad, jamás pensaron que era una enfermedad”. Agrega, “yo era un vicioso, borracho, dejado”. Refiere que actualmente se encuentra desempleado “no puedo estar sin actividad, necesito trabajar”. Nombra sumedicación, y conrespecto auna de ellas dice “lo que más necesito, es un inductor del sueño, no duermo, te haces adicto a dormir con medicación”.

Se realiza una segunda entrevista, dado que no podíamos escuchar una demanda de tratamiento, pero sí el ser admitido por el servicio. En esta entrevista, Tito llora y menciona que se encuentra “inestable”, que quiere comenzar un tratamiento y que necesita del espacio. Anteriormente hizo un tratamiento psicológico donde concluye que aquello de lo que padece es una “enfermedad”. Más adentrado en la experiencia analítica, Tito trae un sueño recurrente: “sueño que estoy discutiendo con alguien, con alguna pareja”. Ante las preguntas de la analista, comienza a desplegar sobre vínculos amorosos donde se interroga sobre su posición ante las mujeres que lo “desvelan”, significante que se permite desplazar.

Desde la posición que sostenemos en el servicio de alcoholismo, entendiendo laadmisión como un proceso de posibilidades y encuentros, se ha considerado que Tito debía ser entrevistado por segunda vez para poder dar lugar a la emergencia de una demanda de tratamiento en relación a su padecimiento, el sentirse “inestable” Esto permitió que haya podido ser

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admitido y, habilitado a escucharse más allá de su “enfermedad” La identificación que lo sostiene es el “ser enfermo”, que difiere del “ser adicto” pero cumple la misma función, dado que ésta ha perpetuado la no confrontación conlapregunta por sufalta en ser, generando así un noquerer saber nada por el deseo del Otro. Ante la mirada del Otro, Tito es un “un vicioso, borracho, dejado”, coagulando la identificación al “ser enfermo”. Cabe destacar, que Tito solicita ser admitido en un servicio nominado “alcoholismo”, sosteniendo así el discurso signado por el S1, ya que el “ser enfermo”, aúna al sujeto bajo el sintagma “alcohólico-enfermo”, impidiendo la articulación de una demanda posible y la pregunta por aquello que padece. Asimismo, el trabajo del sueño le permite a Tito interrogarse sobre su posición más allá de esta identificación al S1, permitiendo el deslizamiento en la cadena significante, “de no poder dormir a falta de medicación pasando al desvelamiento por las mujeres” y encontrar un más allá de aquello que lo fija como sujeto.

Identificación

La identificación al ser alcohólico en la medida que tiende a agotar la significación del sujeto, intenta sostenerse como el único significante que representa al sujeto para los demás significantes. Miller señala que "la posibilidad de análisis pasa por el esfuerzo de deshacer la identificación bruta al ‘yo soy toxicómano’" (Miller, 1995 p. 20). En consecuencia, desde el punto de vista de la experiencia analítica, todo lo que refuerce esa identificación está contraindicado, es menester que aparezca en el sujeto no como necesaria sino como contingente. En efecto, ser alcohólico para un neurótico, es, en primer lugar, satisfacer una identificación, en este nombre es donde la verdad evita decirse a medias.

Según Marina Selvatic (2019), denominamos grupos homogéneos a aquellos que incluyen integrantes con rasgos o problemáticas comunes, alcohólicos, toxicómanos, dedicados al juego compulsivo, con bulimia o anorexia, etc.

El objetivo de estos grupos suele centrarse en el síntoma o la problemática que los aqueja, buscando hacerles tomar conciencia de las distintas significaciones y propiciando una red que actúe de sostén. El acento está puesto en la pertenencia. En muchos casos se sostiene la perdurabilidad de ese síntoma: lograr mantenerse sobrio, por ejemplo, no quiere decir dejar de ser alcohólico. Se pone el acento en el "ser" y no en el"estar" situacional.

(Selvatici, 2019 p.1)

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Sin embargo, muchas veces nos servimos de esta función para sostener esta identificación, sobre todo en sujetos que han pasado por dispositivos como el de Alcohólicos Anónimos.

Ante la caída de un otro el grupo contiene y rearma esta identificación siendo un soporte necesario para poder poner un parate en el consumo y poder llevar el día a día acompañado por otros que están en su misma situación. Esto genera un terreno propicio para que, en determinado momento, más ligado a la coyuntura particular de un sujeto, la consulta pueda derivar en alguna pregunta. Sinembargo, es importante destacar que la función del tóxico no es unívoca, y por lo tanto hay que contemplar si ésta no puede ser un intento de anudar, de estabilizar incluso la estructura.

En algunas ocasiones se dice que la sustancia tapa la estructura. Si así fuera habría que lograr que el sujeto dejara de tomar para poder hacer un diagnóstico. Pero por el contrario, el alcohol puede revelar la estructura al determinar la función que tiene en la economía psíquica del sujeto.

De esta manera, como sostiene Naparstek (2010), la identificación brindada por el “ser adicto” es un modo de enlazarse al Otro, de localizar un goce que no logra atarse auna significación, a una representación. Por esto, plantea que, como en el caso de las psicosis, muchas veces todo el tratamiento es un intento de sostener alguna identificación por el estilo y, en todo caso, lograr un consumo regulado. Así propone dos guías: una es la de la identificación y otra, la del químico; hallando el problema en el desenganche del Otro, estar fuera de discurso, y el goce deslocalizado del fenómeno elemental que podría ser aplacado por la sustancia. (Naparstek, 2010).

Crónica de Francisco

Francisco, de cuarenta años, se presenta en la primera entrevista del proceso de admisión grupal alcoholizado. Relata muy angustiado que dos familiares del círculo cercano murieron recientemente, seguidos, y luego tuvo un episodio convulsivo por el que estuvo internado un Hospital General de CABA. Allí descartaron que tuviera una patología orgánica y, al momento del alta, le indicaron concurrir al Ameghino para iniciar tratamiento por su consumo problemático de alcohol. Dice que toma alcohol desde su adolescencia, pero se separó de su mujer y madre de su hija hace algunos años y desde entonces tiene problemas de consumo. En un principio,

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tomaba los fines de semana, pero ahora suconsumo es diario. Cuenta que por su consumo de alcohol “perdió el registro profesional”. Fue a un grupo de Alcohólicos Anónimos, pero sintió que no lo iba a ayudar. Manifiesta que no puede parar de tomar, y que cuando termine la entrevista se irá a continuar tomando.

En esta oportunidad, debido a la urgencia subjetiva y para evaluar el riesgo en que se encontraba este paciente, al cerrar el encuentro grupal le propusimos a Francisco que nos esperara dado que queríamos hablar con él. Se evaluó en el equipo que la mejor estrategia para abordar la situación de este paciente, que carecía de red vincular de contención y planificaba continuar tomando al irse, consistíaen hacer la derivación asistidaal servicio de Toxicología del Hospital Fernández.

En contraste a esta decisión y derivación, y con similares características fenoménicas respecto al consumo, en su cantidad y asiduidad, aconteció un caso, Sandro, quien también asistióconostensible embriaguez a latotalidad de encuentros de admisión. Sinembargo, la decisión final respecto a Sandro fue otra: a él se lo admite en el servicio de alcoholismo, con tratamiento psicológico únicamente. A pesar de estar transitando un momento tormentoso en su vida, respecto a un nuevo proyecto laboral alejado de su vocación y su historia de trabajo y el distanciamiento de su pareja, la posición frente a aquello que lo angustiaba y la función que ostentaba el tóxico eran distintas. El paciente mantenía un consumo diario y cotidiano desde su juventud, siendo un hombre cercano a la mediana edad. El proyecto laboral era obra de su familia, quienes lo iban a acompañar en su desarrollo; dando cuenta así de una red de contención. Si bien la problematización del consumo era considerada solamente por su pareja y familia, siendo la situación de pareja la que lo motiva a consultar- ya que él se proponía continuar consumiendo, pero de manera más controladaSandro concurría a las admisiones con interrogantes subjetivos que manifestaban cierto trabajo en relación al Otro y al deseo, del funcionamiento u operatoria del fantasma. Mientras que, por el lado de Francisco, la cercanía y la fijeza con el objeto, la falta de un velo para este y el desmantelamiento de la escena, lo precipitaron a una relación desregulada con el tóxico y próxima al pasaje al acto. Esto implicaba un riesgo efectivo y le daba un carácter de urgencia a la situación; por tanto, era preciso dar respuesta inmediata para establecer un tope al consumo,

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resguardando su integridad y generando una pausa que luego podría posibilitar el despliegue de la subjetividad en mejores condiciones.

Eric Laurent, en el texto “El objeto a como pivote de la experiencia analítica” (Laurent, 2008), propone cuatro ejes para pensar el tratamiento de las toxicomanías -al cual adjetiva como de los más difíciles- inscribiendo los matemas del sujeto, del objeto, del saber y del significante amo. De esta manera, convierte los matemas en vías de tratamiento, bases sobre las que se posa el tratamiento; así, el tratamiento por el saber, el del significante amo y el del objeto son colocados por un lado, como aquel lazo social que aborda la cuestión haciendo hincapié en la sustancia y lo que esta genera; mientras que, por el otro, se halla el tratamiento por el sujeto, la forma de realizar un lazo social descreyendo de la toxicomanía, de la identificación con el ser toxicómano, apostando por la división subjetiva y el goce de la palabra, es decir, planteando el caminoinverso: ladesidentificación respecto a esa modalidad de goce.

Algunos de los casos del proceso de admisión podrían ajustarse a lo propuesto en estos cuatro ejes, por la posición en que llegan a la admisión y el discursoque despliegan respecto alasustancia, las respuestas que ésta aporta ylas soluciones que han encontrado para convivir conella. Asívemos que, en el caso de Tito, el paciente lleva consigo la identificación a ser un “enfermo”, un “borracho”, ese significante soporta identificaciones que lo conducen aconsultar en un servicio de alcoholismo eintentar hacer lazocon la nominación del servicio. Es el caso de los pacientes que ingresan através de Alcohólicos Anónimos, denominándose “alcohólicos”, quizás sin haber bebido durante años. Muchas veces éstos recurren al servicio para encontrar un apoyo extra y otras, para trabajar las causas del alcoholismo, yaque, aun siendo abstemios de larga data, siguen padeciendo de lomismo que los hacía beber: de esta manera se abre la puerta a un posible trabajo analítico.

Mientras tanto, en cuanto a Francisco y a Sandro, en la presentación inicial indicaron una cuestión diferente respecto a la estabilidad del armado subjetivo, sus identificaciones y la función del tóxico, alejados de la consistencia que brinda el significante “alcohólico”; esto era así hasta el punto de renegar de Alcohólicos Anónimos. y los carriles de prospectos morales y conductuales que brindan -sus significantes amos- los cuales

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efectivamente otorgan vías de significado para muchos, al subordinarse a ellas, aliviando el padecimiento. Las coordenadas de ambos generaron distintas decisiones, de las cuales podríamos plantear que, en cuanto a Francisco, la medida adoptada fue más cercana al tratamiento por el objeto, debido ala necesidad de poner tope al consumo, no por sustitución por otro objeto determinado, pero si por medicación psicofarmacológica; por su parte, con Sandro la intervención apostó por un tratamiento por el sujeto.

También es menester nombrar que han sido parte de procesos de admisión sujetos que se acercaron a partir de talleres grupales (realizados por colegas médicos dentro del servicio) que informan sobre los efectos en el cuerpo, la conducta y la relación con los otros que trae el consumo de alcohol: sujetos que han buscado soluciones a partir del tratamiento por el saber -lo cual también ha llevado a la pregunta y problematización acerca del consumo.

Conclusión

El tóxicocomo función no tiene historia, aún teniendo en cuenta el hecho que los pacientes toxicómanos pueden situarcuándo y bajo qué condiciones empezaron a consumir. De la experiencia del tóxico no queda mucho más que el registro económico. Si el tóxico no se deja sustituir o combinar es porque el acento recae en lo inmediato de la experiencia directa y no en las inscripciones.

Freud (1894; 1905) divide al síntoma en dos caras, la del sentido y la de lo somático. Freud creía que en toda neurosis había un trasfondo de neurosis actual. El mecanismo psíquico estaba al servicio de darle una cobertura de sentido a ese núcleo sintomático que sólo respondía a los términos económicos y pulsionales. Esenúcleo sintomático era loque en un primer tiempo se ubicaba como el síntoma actual luego recubierto por el sentido de los síntomas. Hoy en día nos enfrentamos de lleno con esa toxicidad del síntoma sinpasar por el sentido que hacía de los síntomas una formación del inconsciente.

Síntoma que, sin su envoltura formal, implica un goce y tiene la característica de lo más singular del sujeto. Hay sujetos que intentan hacer una operación con el tóxico, donde la operación sobre el síntoma se demuestra fallida. Allí donde lo simbólico falla, hace falta la operación de tóxico en lo real de la experiencia. Cuando se acaba la operación de la

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estructura pasa en forma inmediata, no mediada, a laoperación química, un tratamiento de lo real por lo real.

Ante lo expuesto, nos preguntamos ¿Qué lugar tiene el analista en estos casos?¿Se trataentonces enla dirección de lacura de apelar a los recursos del sujeto, alojando aquello que deviene insoportable en el camino del tratamiento de lo real por lo simbólico?

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Freud, S. ([1905] 2014) “Fragmento de análisis de un caso de histeria”. En Obras Completas,Tomo VII. Buenos Aires: Amorrortu

Geberovich, F. (2016) Solo la ceniza sabe qué es arder hasta el final. Buenos Aires: Letra Viva

Laurent, E. (2008) “El objeto a como pivote en la experiencia analítica.” En Lo inclasificable de las toxicomanías.Respuestas del psicoanálisis.Departamento de Estudios sobre Toxicomanías y alcoholismo. CICBA. Ediciones Gramma. Serie TyA. Buenos Aires.

Miller, J. A. (1995)“Para unainvestigacióndelgoce auto -erótico”. En Sujeto goce y modernidad. Fundamentos de la clínica. Sinatra-Silliti-Tarrab Compiladores. Instituto del campo Freudiano- Buenos Aires:Editorial Atuel.

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Selvatici, M (2019) “Espacio de producción de subjetividad en los grupos homogéneos”.XXX Jornadaanualde laAAPPG.

i Paula Camps es psicóloga de planta e Instructora del servicio de Alcoholismo del CSM N°3

Dr. A.Ameghino. Docente de cursos de posgrado Ameghino-CODEI

ii Micaela Dubin es psicóloga de Planta permanente del servicio de Alcoholismo del CSMN 3

Dr. A Ameghino. Docente de cursos para concurrentesy de Claves de Octubre. Referente de admisión en el área de psicología del Servicio de Alcoholismo

iii Florencia Grandinetti es psicóloga de planta permanente y docente en Servicio de Alcoholismo del CSM N°3 Dr. A. Ameghino. Coordinadora de grupos para personas con consumo problemático de alcohol en el CSM N°3 Dr. A. Ameghino. Docente de Cursos de Posgrado Ameghino-CODEI.

iv Micaela López es Licenciada en psicología - Residente de psicología clínica Hospital

Interzonal Especializado "Dr. Domingo Cabred"

v Lucas Marcocci es licenciado en Psicología por la Universidad de Buenos Aires. Operador en Psicología Social. Psicólogo concurrente de tercer año del Centro de Salud Mental N° 3.

vi Julia Sánchez es psicóloga Especialista en Salud Mental y DDHH, Concurrente de 2do año del CSM 3. Ameghino, Psicóloga en Centro Integral de Mujeres y Disidencias de la Red Puentes

-Miembro de ConJuntes-Salud Mental Disidente

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La calle no es un lugar: “Sujeto de/sin derechos” y transferencia en una CAAC1 de La Boca

La Casa del barrio de laBocade laRed Puentes es una casade abordaje de personas con consumo problemático y situación de calle, donde el abordaje se da bajo el paradigma de la reducción de daños. Los asistentes a la casa están en su mayoría en situación de calle, paran durante la noche en ranchadas: un conjunto de colchones y pocas pertenencias. Durante el día recorren la ciudad, siempre en movimiento, ya sea cartoneando, pidiendo caridad de maneras elaboradas, realizando “changas” eventuales, entre comedores y algún que otro espacio conocido que los recibe o que, más bien, ignora su presencia sin expulsarlos. Siguiendo a Augé (2001), se puede observar que el peregrinar de las personas en situación de calle es de un no-lugar a otro. Para el autor, un lugar es un "espacio de lo público" donde se produce el encuentro entre discursos, entre unos y otros, y se inscriben marcas identitarias, relacionales e históricas. El no-lugar está marcado por la transitoriedad, entendiendo que una agrupación de personas que tienen algo en común no constituyen una comunidad. Un ejemplo clásico de un no-lugar es la sala de espera en la guardia de un hospital donde las personas circulan circunstancialmente, donde a algunos de los asistentes de la casa se les permite dormir, pero de donde son expulsados rápidamente si buscan tratamiento médico. De este modo, el "álgebra de la necesidad" de la que habla Antonietti (2008) en relación a las toxicomanías adquiere tintes deextrema urgencia si hay necesidad deprácticamente todo. "Donde hay una necesidad, nace un derecho", dijo Evita. Baudrillard (2009) realiza una lectura similar. Para él, los bienes que los derechos sociales buscan garantizar pasaron a ser mercancía y signos de estatus. Es decir, el derecho a la vivienda, por ejemplo, sanciona a la vivienda propia como un privilegio de pocos. Señala él, además, que bajo el capitalismo "la eficacia política estriba, no en hacer que donde había contradicción haya igualdad y equilibrio, sino en hacer que donde había contradicción, haya DIFERENCIA" (p. 103-104).

1 Casa de Atención y Acompañamiento Comunitario ubicada en el barrio de La Boca de la Ciudad de Buenos Aires

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Además, muchos de los asistentes de la casa tienen consumos problemáticos. La contradicción de la que habla Baudrillard (2009) que se expresa en la marginalización de los sectores de la población en situación de calle, en el caso de los consumos problemáticos, toma consistencia legislativa. La Ley 23737, que penaliza el consumo, tráfico y tenencia de estupefacientes, entra en conflicto con la Ley Nacional de Salud Mental. Contradicción que en la práctica se traduce en privilegios, diferencia y exclusión con sus correspondientes derechos asociados. El derecho a la Salud y a la Privacidad, como el de la vivienda, no sólo agrupa individuos heterogéneos por algo en común, sino que también marca el privilegio de quienes pueden hacer uso de los mismos para sortear consecuencias penales. El Caso Arriola dice que el castigo penal por tenencia de una sustancia es inconstitucional por el derecho a la privacidad. La privacidad que no poseen quienes no tienen vivienda.

Se manifiesta así la brecha entre el plan social y la acumulación originaria. Los Planes Sociales están todos asociados a un derecho: alimentar, potenciar trabajo, subsidio habitacional. Uno de los últimos propuestos, el potenciar acompañamiento, se hace bajo el espíritu de laLey del Plan Integral para el Abordaje de Consumos Problemáticos. Aparece el imperativo de inclusión a los excluidos, agrupados bajo el factor común de “situación de calle” o de "consumo problemático". La inclusión es en el conjunto de aquellos privilegiados que pueden disponer de bienes sin necesidad de derechos. Pero, surge el resultado paradójico de una nueva agrupación no comunitaria: "los planeros", los que "se gastan el plan en celulares, zapatillas y drogas". En el capitalismo los bienes de privilegio se multiplican en gadgets. El imperativo a la inclusión, que pretendería facilitar una vivienda, queda subsumido al imperativo del consumo propio del individualismo de masa (Belaga, 2011).

Sin embargo, poner en cuestión a los derechos sociales en su categoría de universales, que, como se señaló a partir de Baudrillard (2009), no son universales por definición, permite pensarlos despojados de su imperativo. Este imperativo que debería interpelar a otros actores, en el individualismo de masa interpela al individuo. No se trata de incluir sino de incluir-se. Vestirse de pies a cabeza con una marca otorga la ilusión de un lugar, cuando no lo es, es una agrupación sin comunidad a la que se busca hacerse pertenecer. La crítica a quien se viste de esta manera también

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responde a este imperativo: "¿por qué compra eso y no lo que yo compraría?". Es una homogeneización sancionadora desde otro no-lugar. El álgebra de la necesidad no solo atraviesa al toxicómano, los bienes de privilegio son cada vez más efímeros con su obsolescencia programada. El reverso del psicoanálisis, el discurso del amo, se pervierte en el capitalismo dejando a la ley universal del mercado bajo la barra.

La dimensión ética y política del psicoanálisis define otro universal: lo Real que no enlaza con nada. Como señala Alemán (2010), “lo propio de lo real lacaniano es que es un real que disloca la realidad y que aparece en la misma bajo la forma de trauma, angustia, pesadilla, encuentro contingente con lalengua y acontecimiento político” (p.15). El derecho sin imperativos y como interpelación al Otro de la realidad constituida es de otra índole. Solo así puede surgir el acontecimiento político como emergencia de lo Real. La calle, el no-lugar por excelencia, puede ser un lugar si se corta el tránsito y si se llena de bombo, de canto y de papeles de diversos colores.

De este modo, Alemán en una entrevista que realizó en el Centro de Salud Mental N° 3 "Dr. A. Ameghino" (Alemán, 2021) dijo que el Pueblo es algo que aparece de manera contingente y deja trazo, sin la homogeneidad de la psicología de las masas ni la equivalencia de las mercancías en el mercado. Contrariamente, el individualismo de masa se articula como una masa de a dos y, como se dijo, subyace el mercado bajo la barra, pero no tiene un caudillo o un Ideal en sucentro. Circula bajo la premisa foucaultiana del poder basado en la biopolítica, que designa la manera en que se ejerce el poder sobre los individuos y poblaciones. En la actualidad tiene la tendencia a un “gobernar menos”, al Estado funcionando como una empresa, para garantizar el funcionamiento del mercado. Así es que la casa de Red Puentes en la Boca es una CAAC, casa de atención y acompañamiento comunitario. Los planes sociales o las CAACs caen en la paradoja de que son una apuesta del Estado por la redistribución del ingreso, pero no los administra, están a cargo de organizaciones sociales.

También, la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (SEDRONAR) otorga becas para garantizar el derecho a la salud en comunidades terapéuticas privadas. El Estado funciona como una maquinaria, sus oficinas son no-lugares, y delega la administración como si fuera una empresa que terceriza la manufactura.

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¿Qué puede hacer en este contexto una CAAC perteneciente a una organización social, como lo es la casa de Red Puentes de La Boca? Dado que una CAAC se enmarca dentro del paradigma de lareducción de riesgos y daños, en principio, cabe definirla teniendo en cuenta la repartición que hace Laurent (2008) de los tratamientos posibles de las toxicomanías en torno a los matemas del sujeto presentes en la estructura de los discursos. La casa se enmarca bajo los tratamientos por el saber: la pedagogía y la expoliación del saber. Son aquellos que exponen los derechos y deberes del paciente, frente a los que “podrá negociar así su relación con este goce desordenado” (p. 15). Entonces, a partir de lo dicho anteriormente, laCAAC de la Red Puentes de La Boca tiene por desafío correrse de la pretensión de derechos universales, despojarse del imperativo de inclusión y no caer en la ilusión de la“responsabilización del goce", que serelaciona con loque Alemán llama coartada liberal de los analistas.

Por lo tanto, desde el psicoanálisis, se puede partir desde la relación mencionada entre el individualismo de masa con la masa de a dos. Le Poulichet (2012) toma este concepto para pensar las toxicomanías a partir de que Freud comienza a notar una adicción a la hipnosis, relacionada a la satisfacción alucinatoria del deseo a través de alucinar las palabras del hipnotizador. Esto es lo que Antonietti (2008) llama dimensión tóxica de la palabra. Lacan ([1964] 2016) dice que en la hipnosis se pone al objeto en el lugar del Ideal. Esta idealización en las toxicomanías es la fosilización del objeto mediante la operación del farmakon: el acto psíquico que realiza el montaje de este tipo de formación narcisista. Para estos fines es necesario la prescripción de la sustancia de un Otro alquimista o hipnotizador (Le Poulichet, 2012). En el individualismo demasa hay una prescripción análoga a partir del boom de los psicofármacos como "quitapenas" de todos los padecimientos psíquicos categorizados en el DSM y del boom publicitario según el cual la Coca-Cola es el elíxir de felicidad. Consiguientemente, el discurso capitalista pone al sujeto forcluido de la ciencia en el lugar del agente que se dirige al Otro alquimista para obtener una mercancía que quitaría penas, pero que en cambio lo degrada.

Frente a la idealización de la masa de a dos a través de la prescripción de un Otro alquimista, Lacan ([1964] 2016) sostiene que el manejo de la transferencia, en particular en sucarácter de obstáculo, consiste en separar el objeto del Ideal. Le Poulichet (2012) en términos referentes a las

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toxicomanías dice que hay que abstenerse de prescribir, poniendo la abstinencia del lado del analista.

Los asistentes de la casa de Red Puentes en La Boca la llaman "La Casita". Es un dispositivo de convivencia durante el día de 9-17 horas. Se realizan talleres, asambleas, terapias individuales y grupales. Es de bajo umbral de exigencia respecto de la admisión y el tratamiento, siendo el primer eslabón de las políticas de reducción de daños y abordajes de consumos problemáticos. Inserto en el barrio y en contacto con otras organizaciones sociales del mismo, los asistentes pueden acercarse sin verse restringida su atención, ya sea por cantidad de consumo, presencia de otros padecimientos psíquicos o vulnerabilidad social. Las normas son consensuadas y las actividades son optativas, aunque son recomendadas. Dichas normas y las eventuales sanciones son pensadas para sostener el encuadre del dispositivo y la integridad de la casa y de quienes la integran. Por ejemplo, no consumir dentro de la casa y no recurrir a la violencia. Pero muchas otras normas pueden flexibilizarse según se lo requiera. Es central la función del acompañamiento en los procesos y proyectos personales de cada asistente. Para las intervenciones es requerido el consenso y debate de todos los miembros del equipo, cuya relación es de horizontalidad, propiciando el inter-saber entre profesionales y operadores, algunos de los cuales son vecinos del barrio. En este punto también se fomenta lo comunitario tanto con el barrio como entre los asistentes. Además, perteneciendo a una organización social, otra actividad importante es la participación y debate políticos, como la asistencia opcional y el acompañamiento a marchas que interpelen a los asistentes. Se trata, más que de una apuesta por la pedagogía, de una apuesta para construir un lugar. Se fomenta como horizonte la asunción de un sujeto de derecho para los asistentes, pero no como un imperativo. Se entiende que los derechos adquiridos y el apelar a un tercero desde una posición que no es la del marginalizado, de la víctima ni del enfermo ofrece la posibilidad de apostar por la singularidad. Es pasar de la agrupación homogénea de "los adictos", los "planeros" o los "marginales" a una agrupación heterogénea en comunidad. Si se llega a construir un lugar, se puede volver, porque los nolugares se desvanecen.

Entonces y como conclusión, puede afirmarse que un dispositivo como el de la casa de la Red Puentes en La Boca puede constituirse como un

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lugar si no se sostiene bajo los imperativos de la inclusión, del consumo ni del saber, propio del discurso universitario que estructura la prescripción de la operación del farmakon. De otro modo, sería sólo un espacio burocrático. Puede tener por horizonte laasunción de un sujeto de derecho, pero en una apelación a un tercero, sin la pedagogía que de manera sugestiva tiene el riesgo de ser otra prescripción. Por eso, si las intervenciones consisten en el manejo de la transferencia en términos de la abstinencia de los miembros del equipo y no de los asistentes, la no idealización del objeto ni la identificación a los ideales de los trabajadores, análogo a la identificación al analista que nombra Lacan ([1964] 2016), puede surgir otro tipode abordaje no sugestivo.

Sorteando la descripción que hace Laurent (2008) delos tratamientos por el saber, la transferencia puede ser institucional ("La Casita") pero también múltiple a los miembros del equipo. Sólo así, dentro de un dispositivo de acompañamiento comunitario de "reducción de riesgos y daños" puede surgir la posibilidad evanescente de una emergencia del sujeto dividido al abrirse lapregunta por losingular que está más allá de las caracterizaciones y necesidades impuestas a la agrupación homogénea de los "excluidos".

Referencias bibliográficas

Alemán, J. (2010). Para una izquierda lacaniana. Intervenciones y textos. Buenos Aires: Grama Ediciones.

Alemán,J. (2021) “EncuentroconJorgeAlemán”En Revista desde el Centro, N° 15. Presencias del analista.

https://issuu.com/revistadesdeelcentro.ameghino/docs/presencias_del_analista Antonietti, M. (2008). El tóxico en los márgenes del psicoanálisis. Buenos Aires: Lazos.

Augé, M. (2001). No-lugares y espacio público. Disponible en: https://paisarquia.files.wordpress.com/2011/03/auge-no-lugares-y-espacio publico.pdf

Baudrillard,J. (2009). La sociedad de consumo.Sus mitos, sus estructuras. Madrid: Siglo XXI de España editores,S. A.

Belaga,G. A. (2011). La salud mental,lo inevitable de unatotalidadfallida.En:revista lacaniana de psicoanálisis N°11.Buenos Aires:EOL.

Foucault(2007). El nacimiento de la biopolítica.Curso en elCollège deFrance (19781979). Buenos Aires:Fondo de Cultura Económica.

Lacan, J. ([1964] 2016). El seminario de Jacques Lacan: Libro 11: Los Cuatro Conceptos Fundamentales del Psicoanálisis.Buenos Aires:Paidós.

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Laurent, Eric (2008), El objeto a como pivote de la experiencia analítica, en “Lo inclasificabledelas toxicomanías”,Bs.As., Grama

Le Poulichet, S. (2012). Toxicomanías y psicoanálisis: las narcosis del deseo. Buenos Aires:Amorrortu Editores .

i Facundo Labriola es Licenciado en Psicología (UBA). Psicoanalista. Ex Concurrente y actual Becario del equipo de Toxicomanías del CSM Nº3 "Dr. A. Ameghino".

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¿Cómo pensar la Salud Mental desde una mirada no pesocentrista?

Introducción

Enel presente trabajo nos proponemos pensar el trabajo en Salud Mental desde una perspectiva no pesocentrista. Retomando el texto de la convocatoria de las jornadas Salud Mental. El devenir del hospital público1: “El Hospital Público se encuentra en constante devenir y es nuestra tarea y responsabilidad ser parte de ello, lo que requiere no hacer del mismo un lugar anquilosado y rígido que expulse a quienes acuden en búsqueda de atención”, repensamos los accionares que hacen a nuestras prácticas en el hospital público, acercando algunas reflexiones en cuanto al trabajo desde una perspectiva que contemple la diversidad corporal.

Recuperaremos algunos trabajos e informes que alertan sobre el impacto concreto que tienen las prácticas de salud llevadas a cabo desde una mirada pesocentrista. En este sentido, queremos contribuir al movimiento que busca despatologizar las corporalidades gordas, dejar de considerarlas como problemáticas por el sólo hecho de existir, y posibilitar pensar las subjetividades más allá del tamaño que tengan los cuerpos que cada une habita.

Pesocentrismo y salud

“Pesocentrismo” es un concepto que nombra modalidades de pensamientos lineales, causalistas que serefieren específicamente al peso de una persona como indicador determinante de la salud, tomando a la gordura como una enfermedad en sí misma. En este sentido, en la revista

“Inclusive”, editada por el el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo, INADI (2021), se señala:

La que se conoce como perspectiva pesocentrista es un enfoque reduccionista que concibe al peso como un indicador suficiente para segregar entre personas “sanas” y “enfermas”, sin detenerse a considerar otros aspectos que hacen a la salud integral. Es una mirada simplista y

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1 Realizadas en el Centro de salud mental n° 3 Dr. Arturo Ameghino el9, 10 y 11 de noviembre de 2022.

estigmatizante que considera a la gordura no ya como un posible factor de riesgo (como también lo son el tabaquismo, el consumo de alcohol y de drogas, la hipertensión, etc.), sino como una enfermedad en sí misma. (Mancuso y cols, p.12)

En consonancia con estas enunciaciones consideramos a la salud de modo integral. En palabras de A. Stolkiner (2012): “Todos los procesos vitales, que incluyen el enfermar y el morir, se construyen con la amalgama de determinaciones genéricas pese a su singularidad, e implican la dimensión subjetiva y orgánica indisolublemente” (p.23). Es decir que la salud no puede estar determinada por una única variable, como ser el tamaño de una persona.

Posicionarse desde un paradigma de salud integral implica tomar a la salud como un proceso en franca oposición con los modelos causales lineales. Un ejemplo de este modelo es el IMC (índice de masa corporal) y el uso que el mismotiene en laatención en salud. De acuerdo aestenúmero que se pretende universal, la persona será posicionada en una tabla indicando qué calidad de salud posee. Es el paradigma opuesto a una concepción integral donde las variables a considerar serán múltiples y complejas.

Gordo-odio y diversidad corporal

El gordo-odio es un fenómeno social y cultural que consiste en prácticas discriminatorias que se basan en un discurso social patologizante de las personas gordas.

Para estudiar este concepto en el contexto específico de las consultas en salud, retomaremos algunos datos presentados en el “Informe preliminar de acceso a la salud de personas gordas” (2022). Este informe define al gordo-odio como “conjunto de ideas, pensamientos y prejuicios negativos hacia las personas por el hecho de ser gordas, constituyendo acciones de rechazo, desprecio, odio y/o discriminación” (p.2). El objetivo del mismo fue conocer la experiencia de las personas gordas a la hora de acercarse a distintos servicios y dar cuenta sobre la forma en la que se accede y transita por el sistema sanitario con un cuerpo gordo. De este documento destacamos los siguientes números:

 El 82% de las personas gordas refiere haber vivido situaciones de discriminación en el sistema de salud.

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 El 43,46% recibió un diagnóstico errado sobre su estado de salud.

 El 76% refirió haber recibido comentarios sobre su cuerpo por parte de profesionales de la salud.

 El 28% afirma que el personal médico se burló o le agredió.

Las lógicas gordo-odiantes construyen perspectivas en un sentido lineal como las que venimos señalando, ignoran los contextos, las singularidades y los factores que inciden en una persona delgada o gorda respecto a la construcción de susalud; invisibilizan las condiciones sociales, económicas, genéticas, culturales y educativas y sostienen la visión de que los cuerpos delgados son saludables en oposición a los cuerpos gordos que son enfermos. Por esta razón las personas gordas son señaladas socialmente y esto toma diversas formas, como por ejemplo el acoso callejero, dificultad para acceder a la vestimenta, falta de equipamientos médicos que contemplen la diversidad corporal.

Estas dificultades cotidianas para la circulación de los cuerpos gordos en la sociedad nos hablan de la existencia de un único cuerpo rector, el correcto, el que “deberíamos” tener. Todo cuerpo que sesalga deesa norma será un cuerpo disidente, al que se le supondrá alguna patología. La propuesta de los activismos es introducir la categoría de diversidad, posibilitando la existencia de una multitud de cuerpos, cada uno con su singularidad, su historia, sus necesidades.

En este sentido, en las últimas décadas y en consonancia con los diferentes movimientos políticos que abogaron y abogan por la igualdad de derechos de colectivos históricamente discriminados, se fueron abriendo paso grupalidades en defensa de la diversidad corporal. En nuestro país, el INADI viene desarrollando una serie de relevamientos, informes y conversatorios con el objetivo de reflexionar acerca de los modelos hegemónicos de corporalidades y los efectos que su propagación tiene en las subjetividades. En una publicación de dicho organismo, Mancuso, Longhi, Perez y Cols. señalan:

(...) estamos convencidas de que la patologización de la gordura no responde a cuestiones de salud –ya que nunca existe un único indicador para evaluar la salud integral de las personas–, sino a una forma de disciplinamiento socialy normalización que recae –con especial violencia e

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incluso como una forma de obediencia autoimpuesta– sobre los cuerpos de las mujeres e identidades feminizadas. (2021, p.15)

El activimo gorde se remonta al menos a la década de 1970 cuando un grupo de mujeres de Los Ángeles (EEUU), muchas de las cuales eran lesbianas, formaron The Fat Underground. The Fat Underground estaba interesado por la problemática del poder, especialmente del poder medicalizador y su impacto negativo en las mujeres gordas. Su feminismo incluyó análisis de género y sexualidad, discapacidad y raza pero su principalpreocupación era una noción más abstracta delpoder: elpoder del sistema y la acción individual frente a la opresión. Lo personal es político. (Cooper, C. en Contrera y Cuello comp. 2006, p. 151)

Algunas conclusiones

Las equivalencias salud-delgadez/gordura-enfermedad se encuentran arraigadas socialmente, y les profesionales de lasalud, como integrantes de esta sociedad, podemos perpetuarlas tomando como problemático per seel hecho de que quien consulte no habite un cuerpo que se encuadre dentro de la norma. Estopuede interferir la escucha en detrimento de la palabra de quien consulta. En este sentido, reforzamos la importancia de que quienes estén/estemos ubicades en un lugar de asimetría en una consulta de salud podamos estar advertides de no reproducir el sesgo pesocentrista en nuestras prácticas.

Consideramos que visibilizar estas problemáticas da lugar a ampliar la escucha clínica, a partir de posibilitar pensar a las personas en su complejidad. Como hemos aprendido en la lucha de los movimientos feministas, lo que no se nombra no existe, y sigue funcionando como mecanismo silencioso de disciplinamiento/ segregación. Dejar deconsiderar a lo delgado como lo bueno, lo buscado, lo esperado, poder nombrar a las gorduras sin que eso sea un problema a resolver, visibilizar las violencias que conlleva el gordo-odio, trabajar en pos de una sociedad más justa con las personas que tienen cuerpos no hegemónicos y posibilitarles el acceso a una salud integral, contribuiría a una mayor igualdad.

Referencias bibliográficas

Contrera,L., Cuello,N. (comp.)(2016). Cuerpos sin Patrones.Madreselva. Informe preliminar - Acceso a la salud de personas gordas.Recuperado el 25/09/2022 de https://hacetetransfeminista.com.ar/wp-content/uploads/2022/06/Informe-preli minar-Acceso-a-la-salud-de-personas-gordas.pdf

Mancuso, L., Longhi, B., Pérez M. (2021) Diversidad corporal, pesocentrismo y discriminación: la gordofobia como fenómeno discriminatorio. Revista Inclusive 4

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(p. 12-16). Recuperado el 25/09/2022 de Diversidad_corporal_pesocentrismo_y_discriminación_la_gordofobia_como_fenó meno_discriminatorio

Stolkiner, A., Ardila Gómez, S. (2012) "Conceptualizando la salud mental en las prácticas: Consideraciones desde el pensamiento de la medicina social/salud colectiva latinoamericana". Vertex.Revista argentina de Psiquiatría

i Cecilia D. García Méndez es Licenciada en Psicología (UBA). Especialista en ESI. Docente y tallerista. Concurrente de Salud Mental. Integrante de la Red de psicologxs feministas.

ii Sofía García Turrado es psicóloga concurrente del equipo Infanto-Juvenil del Turno Tarde. Integrante de la Red de Psicólogxs Feministas.

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Inserción de nuestro Centro en el campo normativo de la Salud Mental. Entrecruzamiento entre nuestra práctica y el Sistema

de Salud de la CABA

Sebastián de la Sernai

Este escrito tiene como objetivo y principal motivación dar cuenta de las tensiones y/o contradicciones que surgen en el entrecruzamiento y la convergencia de diversos discursos y prácticas a la hora de pensar la estructura y formas de intervención en salud mental desde nuestro Centro. Nosotres, les trabajadores del Centro, no estamos exentos del atravesamiento que se nos hace carne en tanto nuestra práctica se rige por una multiplicidad de discursos que, de modo explícito y/o implícito, estructuran nuestras acciones, intervenciones y respuestas a la hora de intervenir con les usuarios como también de organizar y planificar las estrategias. Un claro ejemplo de esta polifonía de discursos se pone en juego al planificar tratamientos e intervenciones utilizando la lógica psicoanalítica, que a veces entra en tensión con el hecho de que también somos agentes de salud que responden a un territorio específico, enmarcados en leyes y estrategias de salud planeadas y regidas institucionalmente, teniendo que accionar y dar cuenta de normativas y regulaciones de carácter general, como por ejemplo la Ley Nacional de Salud Mental Nº26.657.

En este sentido, se busca problematizar y pensar las lógicas, a veces implícitas e inconscientes, que hacen a la estructura y a las dinámicas que rigen nuestro accionar cotidiano y los modos de intervenir institucionalmente, señalando los posibles conflictos eincluso antagonismos en relación al espíritu e implementación de la Ley.

El Centro y su inserción en las políticas y planeamiento de Salud

Mental de la CABA

En su presentación formal, el Centro de Salud Mental Nº3 Dr. Arturo Ameghino es un efector que se integra dentro del sistema público de salud de la Ciudad de Buenos Aires, siendo su especificidad el abordaje de problemáticas correspondientes a la salud mental, otorgando tratamientos

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interdisciplinarios para todos los grupos etarios en un horario que se divide en tres turnos distintos, cubriendo horarios de atención entre las 8 y 20 hs.

En lo que respecta a la red de salud pública de la CABA, y apartir de las políticas públicas en salud con basamentos en la atención primaria de la salud (APS), el Ameghino se integra formalmente a dicha red como un efector que responde al primer nivel de atención . Este nivel está formado por efectores de salud que no cuentan con dispositivos de internación, siguiendo la lógica de estar distribuidos por todo el territorio de la ciudad buscando fomentar la cercanía con la población. Estos efectores debieran estar conformados por equipos interdisciplinarios abocados a la atención de un territorio determinado, adaptando sus servicios a las necesidades de la comunidad. Las prácticas e intervenciones arealizar en pos delacomunidad incluyen actividades de promoción, prevención, educación para la salud, diagnósticos, tratamientos y rehabilitación.

Teniendo en cuenta la lógica y el lugar asignado al Centro dentro de la red de salud pública de la CABA, resulta imperante realizar un análisis para ubicar el grado en el cual el Ameghino efectivamente cumple con el lugar institucional y social que le está asignado, ubicando aciertos y complejidades a la hora de seguir los lineamientos de la estrategia en APS y la ley de salud mental, a favor de los derechos de los usuarios y la comunidad.

A partir del espíritu, conceptos y especificidades que dictamina la Ley Nº 26.657 de carácter nacional y sancionada hace ya más de diez años, podemos ubicar lo siguiente: más allá del lugar formal en el cual estáinserto, el Ameghino presenta una dinámica interna donde todavía confluyen ciertas lógicas del paradigma médico-hegemónico anterior, impregnando ciertas prácticas eintervenciones a partir de lógicas hospitalocéntricas que reducen el impacto y el alcance de políticas públicas en salud orientadas a la comunidad y a los derechos de los usuarios.

Dichas lógicas se hacen evidentes a la hora de pensar y evaluar la distribución de la planta y los recursos disponibles para dar cuenta y responder a las demandas poblacionales en salud mental. En este sentido, el grueso de la planta profesional y de trabajadores rentados está formada por psicólogos, siendo les psiquiatras la segunda minoría en cuanto a profesionales de la salud disponibles. Aunque la lógica de distribución de

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profesionales dentro del Centro no es la misma en todos los equipos, de grosso modo podría ubicarse el criterio de garantizar que haya un psiquiatra cada cuatro psicólogos (sin contar trabajadores ad-honorem como concurrentes y becarios).

Esta distribución plantea ya una novedad y una carencia a la hora de evaluar los efectos, alcances y resultados con respecto a conceptualizaciones principales de la nueva ley de salud mental, sobre todo en el fomento y prioridad del trabajo interdisciplinario en salud mental. El Ameghino, históricamente combativo y crítico al establecimiento del paradigma médico-asilar, es uno de los pocos efectores de salud mental en CABA que ha logrado romper y atravesar la hegemonía médica, reivindicando el rol del psicólogo como agente de salud competente alahora de realizar tratamientos eintervenciones en salud mental, dejando atrás ala figura del psicólogo/a como un mero “ayudante” del psiquiatra. A diferencia de otros efectores de la CABA, en donde es mucho más complejo encontrar psicólogos en lugares de coordinación o de jefatura de servicios de salud mental (teniendo estos una predominancia médica notoria), el Centro es el vivo ejemplo de los efectos que la constante lucha de décadas anteriores ha tenido en su planta: el logro de que otras voces más allá de las médicas pudieran prevalecer en un rol activo e interdisciplinario a la hora de pensar la salud mental.

Sinembargo, el mayor número de psicólogos y la lucha constante no han podido lograr una ampliación semejante en la cantidad de trabajadores de otras profesiones, quedando la pluralidad de voces y el trabajo interdisciplinario mermado en su alcance, riqueza y campo de acción. Ejemplos de esto radican en la escasa cantidad de profesionales de disciplinas extremadamente necesarias a la hora de pensar y llevar a cabo un tratamiento integral en favor de los derechos de los usuarios, por ej. terapeutas ocupacionales y/otrabajadores sociales.

Al hacer un paneo por la planta profesional, vemos que las diversas disciplinas que están por fuera del tándem psicología-psiquiatría (trabajadores sociales, psicopedagogos, fonoaudiólogos, farmacéuticos, neurólogos, médico clínico, enfermeros, terapistas ocupacionales y abogados) todos juntos, representan el 10% de la planta profesional 1. El

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1 Elaboración propia a partir de datos relevados en la Institución en el año 2019

90% restante se divide en psicólogos y psiquiatras, ubicando una cierta dificultad alahora de pensar yestablecer tratamientos que sean abarcativos de las distintas aristas y complejidades que presentan los usuarios hoy en día.

A modo de ejemplo, podríamos ubicar que, ante la crisis económica imperante y los efectos devastadores de la pandemia por COVID, la demanda de tratamiento ha aumentado considerablemente; debido a esto se presentan situaciones en donde más allá de los elevados montos de angustia que refieren los pacientes, aparecen problemáticas a nivel social y comunitario. Ante esto se hace imperioso contar con recursos e intervenciones que, alineados con las indicaciones clínicas, puedan ser efectivas en estos planos favoreciendo por ejemplo lasituación habitacional y la inserción laboral de muchos de los pacientes. El Centro cuenta con escaso personal que pueda intervenir en este tipo de cuestiones, muchas veces por esto se termina desatendiendo estaá arista en desmedro de los derechos de las personas que se acercan a consultar.

Otra problemática que aparece en la misma línea es que la mayoría de los recursos humanos y trabajadores del Centro forman parte del turno de la mañana (de 8 a 12 hs). El personal y la capacidad de funcionamiento del centro va disminuyendo con el correr de los turnos desde la mañana a la tarde-noche. El turno más damnificado es el vespertino (de 16 a 20 hs), que cuenta con muchos menos recursos y trabajadores. Esto implica que tenga un menor acceso a trabajar interdisciplinariamente con psiquiatras, terapeutas ocupacionales, trabajadores sociales y/o farmacéuticos.

Un ejemplo de dicha problemática radica en el horario actual de la farmacia, estando disponible para el retiro de medicación desde la mañana hasta horas de la tarde, complejizando ampliamente a los usuarios que son atendidos con profesionales en otros turnos, teniendo que presentarse nuevamente en el centro o acceder a la medicación por fuera de la institución.

En estesentido, sehace palpable el “paradigma hospitalario” clásicoque impera todavía hoy en la mayoría de los hospitales generales, en donde la mayor parte de las prestaciones e intervenciones tienen lugar en el turno de la mañana, más como una costumbre o situación que sepresenta favorable para la mayoría de los profesionales (quienes trabajan en efectores públicos

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durante la mañana y organizan su práctica/consultorio privado por la tarde) y no comorespuesta anecesidades públicas y/ocomunitarias. El Ameghino, aunque puede dar cuenta de ser uno de los pocos centros de salud que trabaja en un horario vespertino y da respuesta a ciertas demandas de la población, presenta contradicciones internas que vislumbran los dejos del paradigma anterior en desmedro de las necesidades concretas del territorio poblacional en el cual está inserto.

En la misma línea de lo anteriormente planteado, muchas veces se repiten lógicas y dinámicas que prescinden de una intervención activa y orientada hacia la prevención y promoción de la salud mental, o a evaluar posibles necesidades poblacionales para diseñar estrategias públicas que den respuestas a dichas problemáticas.

Por nombrar algunos ejemplos, la mayoría de los equipos y dispositivos de atención del Centro están orientados hacia una atención ambulatoria que se nutre de la demanda espontánea; la mayoría de las veces la información de la existencia del centro surge a partir del “boca en boca”. Es un hecho a destacar que el centro no dispone de un cartel en la entrada que dé cuenta de sunombre y función dentro de la comunidad.

Contemplando también la situación general de los efectores de salud mental debemos decir que, salvo algunos pocos ejemplos concretos, la mayoría de los dispositivos cuentan con un accionar pasivo y de espera en relación a los tratamientos a realizar, teniendo poca o nula conexión con la comunidad y el territorio, no generando tampoco una inserción activa a la hora de resolver o mediar en problemáticas de índole comunitario.

El paradigma hospitalario y sulógica orientada a la“espera del paciente”, sumado muchas veces a la falta de recursos y/o a la desinformación en relación a otros programas/redes/actividades disponibles, tienen como efecto la atomización y la intervención clínica singular, en donde se evidencia que no hay demasiado lugar para poder coordinar o articular recursos y redes disponibles o pensar otro tipo de intervenciones de corte comunitario para poder lograr esa transformación que remite a “salir de la institución” para insertarse en la comunidad.

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i Sebastiánde la Serna es Licenciado. en Psicología. Ex concurrente y becario delservicio de adultos del turno tarde del CSM Nº3 "Dr. Arturo Ameghino". Psicólogo del programa ASIC en DGSM. Practicante del psicoanálisis.

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¿Es el hacer una locura un escape de la realidad?

Nos enseñaron a entender la realidad como algo dado, estacionado en un tiempo sin principio, inmutable. Somos producto de una sociedad y una cultura emparentada con el paradigma positivista, que promueve una realidad incuestionable, la cual el sujeto debe conocer, conquistar. Es una realidad objetivada, vivida en su mayoría por sujetos pasivos. En contrapartida a esto, otros autores nos hablan de una realidad construida, realidad que se construye y se destruye según el contexto histórico y los intereses de cada época, una realidad que se despliega atravesada por las pulsiones humanas. El ser humano es el único animal que luego de construirse una realidad puede vivirla como ajena (Berger y Luckmann, 1999). Los pensamientos surgen en una determinada época en relación a las posibilidades de producción de ese momento. Estos pensamientos se han instalado de tal manera que los creemos propios, los hemos aceptado como parte de nosotros. Uno no discute la realidad, la acepta y queda atrapado en la trama, en donde el devenir de los días, nos “automatiza”.

Cada persona arma su territorio, lo elige y lo lleva con él. Crear un territorio es una condición del deseo. Desear, según Deleuze es construir un agenciamiento, construir un conjunto de cualidades, objetos, que forme un territorio, el de cada uno, un espacio en donde nos sentimos cómodos, acogidos. El filósofo, en Elabecedario de Gilles Deleuze1 (1996) plantea que desear es de alguna manera delirar y que se delira sobre el mundo entero. Sin embargo, en este espacio, se corre el peligro de quedar estancado en él. El problema se presenta cuando el territorio construido, necesario en un primer momento, sevuelve costumbre, nos habituamos a él, permanecemos de esa forma, encerrados, limitamos nuestro pensamiento al mismo. Todo se naturaliza, se vuelve rutina. Allí es donde nace el sentido común, como mandato o conciencia colectiva dentro de la masa, que no permite el pensamiento singular.

1 El Abecedario de Gilles Deleuze (L'Abécédaire de Gilles Deleuze) es un programa de la televisión francesa producido por Pierre-AndréBoutang en 1988-1989, emitido en el año 1996. Consisteen una seriede tres entrevistas queClaire Parnet le realizaraal filós ofo.

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Deluze (1996) agrega así la necesidad de advenimiento de un segundo momento de desterritorialización. Sumirse en lo desconocido, ver el mundo desde el otro lado, entrar en otros cuerpos, desasirse del propio territorio. “El sentido común es un repertorio fijo de visiones del mundo que sirve para justificar que lo que es sea como es, e impedir pensar que la vida siempre puede ser de otras maneras” (Percia, 2010, p.2). Los territorios definen cualidades, establecen ciertos patrones de comportamiento y conductas, esperables y deseables. Cada uno debe estar en su lugar, comportarse como se espera, cumplir con las normas. La idea de estar fuera de lugar, salir de nuestro territorio nos atemoriza.

Acá es donde entra la locura, sin llegar al nivel clínico o patológico, sele dice locura a cualquier acción inconsiderada, desacertada o que, por sus características extrañas, genera sorpresa, un impulso; por así decirlo. Los sentimientos se muestran desinhibidamente, sea en actos absurdos e irracionales o completamente instintivos.

Entonces la locura es realizar una acción que apunte a desarticular ciertos patrones, romper con lonaturalizado, para posibilitar el pensamiento, el movimiento y la creación de nuevas realidades. Es abrir una grieta por lo que deviene lo inesperado. Vivimos en una sociedad occidentalizada que tiende a naturalizar una determinada forma de vida, la cual está regida por el sistema en cuestión, el cual impone una verdad universal difícil de quebrantar, condenando al rechazo aquello que es “diferente”.

No es tarea sencilla “despegarse” de lo racional, de los otros significativos, a partir de los cuales estamos definidos. Implica desconocer aquello que hasta el momento fue parte de nuestra identidad pensada como fijeza, para comenzar a pensarla como algo provisorio y cambiante. “Sin el loco, la razón se vería privada de su realidad, sería monotonía vacía, aburrimiento de sí misma, animal desierto que presentaría su propia contradicción.” (Foucault, 2014, p. 5).

Pienso que el hacer una locura, romper con las líneas segmentadas que representan el formalismo, son como diría Deleuze (1996) líneas revolucionarias, subversivas y creativas, que sirven para salir de la realidad, pero de aquí hay que tomar la necesidad de la prudencia, para evitar en lo posible los retrocesos y las destrucciones que esta puede llegar a causar. Una fuga es una especie de delirio. Delirar es exactamente salir del camino,

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las líneas de fuga son entonces, aquello que no sigue modelos, cánones o estereotipos, estas líneas ofrecen resistencia al poder a lo automatizado de la realidad y sus aparatos de captura.

Ahora, usted está haciendo lo que cualquier hombre haría en estas circunstancias ¡SE ESTÁ VOLVIENDO LOCO! ¿Se acuerda?¡La memoria es traicionera! La memoria puede ser vil, repulsiva y brutal, como los niños. ¿Pero podemos vivir sin ella? La razón se sustenta en ella, ¡no afrontar la memoria es negar la razón! ¿Y entonces? ¿Qué nos obliga a ser racionales? Por otra parte, cuanto más indague dentro de un desagradable tren de recuerdos, recorriendo lugares de su pasado donde el grito se vuelve insoportable, tenga presente la locura. ¡LA LOCURA ES LA SALIDA DE EMERGENCIA! Batman: The Killing Joke.

Referencias bibliográficas

Berger, P.; Luckmann, T. (1999) “La sociedad como realidad objetiva” en La construcción social de la realidad Buenos Aires:Amorrortu.

Deleuze,G. (1996) EL abecedario de Giles Deleuze:D como Deseo.Recuperadoen https://youtu.be/tLlSRFLThYw

Foucault,M. (2014): Historia de la locura en la épocaclásica,Tomo II.España:Fondo de Cultura Económica.

Persia, M. (2010) Instalaciones estéticas, invenciones grupales. Buenos Aires: Biblioteca Teoría y Técnica de Grupos II.

i Bruno Stellavato es psicólogo, concurrente de Salud Mental. Docente en Psicología Institucional, cátedra I, Facultad de Psicología (UBA).

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_________________________

Dispositivos

Foto: Renata Cermelo. (Reja de la puerta de entrada del Centro Ameghino) // Manuscrito de F. Kahlo.

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Investigar desde el Ameghino

Teniendo en cuenta la tradición e idiosincrasia de nuestro Centro, desde la Comisión de Investigación tomamos como un compromiso el sostener espacios de intercambio en relación con las investigaciones en Salud Mental, en tanto espacios de producción de conocimientos que modifican nuestras prácticas. Hay que tener en cuenta también que en dicho marco se inserta la perspectiva psicoanalítica que desde sus comienzos caracteriza al Ameghino. Por esto elegimos para nuestro título la preposición desde y no en para hablar de la relación entre la investigación y el Ameghino. Al igual que Desde el Centro, nombre de esta revista, nuestra orientación va desde el centro y de lo central hacia la periferia, los márgenes y apunta a un descentramiento, característica propia del sujeto para Lacan.

Ahora bien, ¿a qué llamamos en un sentido amplio investigar? ¿Quién o quiénes realizan investigaciones? La primera herramienta para investigar en el marco de la Salud Mental en un hospital público son nuestras propias experiencias. La investigación la conforman las teorías, los métodos, las técnicas y especialmente nuestros modos de leer lo que ocurre en las huellas del atravesamiento social y colectivo. La investigación es un campo que amplía los márgenes, localiza problemas antes inadvertidos. Tanto en psicoanálisis como en Salud Mental se trabaja sobre “lo que no anda”. No es para eliminarlo sinopara darle suestatuto deverdad, reducto ineliminable e influido por la participación de quien investiga. No hay práctica investigativa que deje al investigador por fuera, es decir, no hay investigación “pura”. Algo de esto problematizaba Lacan (1964) en la apertura de Los cuatro conceptos fundamentales, cuando invitaba al auditorio a pensar en “el deseo de Oppenheimer”, el padre de la bomba atómica. (p.18)

Por tal motivo es que las categorías y conceptos con los que trabajamos deben ser revisados y puestos en discusión continuamente, teniendo en

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1 Los autores conforman la Comisión de Investigación del Centro de Salud Mental N° 3 “Dr. ArturoAmeghino”, la cuales coordinada por Rodrigo Abínzano.

cuenta que los conocimientos son una producción social que adquiere diferentes formas según la época y el contexto histórico en el que segesta. Lo que creemos que “es”, son construcciones de lenguaje e históricosociales.

Sabemos que fue un fruto de la Modernidad la institución del saber científico, en tanto una producción de conocimiento universal, validado, comprobable y replicable. Al mismo tiempo, esto ubica otro tipo de saber que no se sostiene necesariamente por dichos parámetros, contraria a la pretensión de eliminación del investigador como variable independiente. Esto es una finalidad de la ciencia moderna, eliminar al sujeto, sus afectaciones y sus marcas en el proceso de investigación. Nos vemos ante un rechazo de lo fragmentario en favor de lo universal. Cabe recordar que Lacan adjetivó al deseo del analista como impuro, y cualquier investigación donde un analista esté inmerso contempla dicho operador. La falsa disyunción entre teoría y práctica y la búsqueda radical de universales produjo efectos de borramiento y de abyección de parcialidades potentes. Cabe aclarar que dicha parcialidad no es opuesta en lo más mínimo a la formalización o la rigurosidad que pueda exigir una investigación. Los obstáculos necesitan problematización, preguntas e interrogantes que relanzan la dialéctica entre teoría y práctica.

Esta lógica también debe contemplar las disputas de poder y políticas que las atraviesan. Si los conocimientos en cienciason categorías validadas que poseen dominio por sobre otros saberes, toda posición en una intervención profesional es un posicionamiento ético-político frente a determinada cuestión. Recuperar los espacios de encuentros para repensar las prácticas es también una lucha en favor de no dar lugar a dejar algo por hecho ni a que las hegemonías lo determinen. Aquello no posible de ser pensado o sabido opera y tiene efectos que requieren ser leídos y también escritos.

Habitualmente, las políticas en Salud se deciden en base a datos epidemiológicos, con la definición de prioridades en la atención y de poblaciones vulnerables ¿De dónde provienen esos datos y esa información? ¿Cómo sedeterminan las prioridades y las patologías de hoy?

¿Cómo se registran? ¿Con qué categorías? Cabe recordar, como refería

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Foucault, que la epidemiología como todo campo de saber es un campo de poder (Foucault, 1979).

Las transformaciones del sistema de salud actual, el contexto social y político que nos toca, requiere que se interroguen y exploren las problemáticas complejas en nuestra práctica profesional y nuestras condiciones de trabajo. Los puentes, los posibles, los imposibles, los bordes, los límites, los márgenes. Debemos buscar herramientas para planificar, producir conocimiento, intervenir, tomar decisiones y dar valor a nuestra tarea de todos los días. Investigar también produce espacios de encuentro para poder reflexionar sobre nuestra práctica, compartir con otros nuestras experiencias y saberes, nuestras implicaciones, nuestros interrogantes. Un lugar que permita identificar la autoridad y control que atraviesan las lógicas cotidianas de producción de conocimiento, trabajo y prácticas, así como también los escenarios donde las experiencias y saberes generan transformaciones.

En Las formaciones del inconsciente Lacan refiere: “Sería imposible asombrarse de verdad salvo de algo que ya se ha empezado a captar, aunque sea un poco, de lo contrario uno ni siquiera se fija, porque no ve nada” (1957-1958, p. 40). Esta cita contiene el germen de lo que desde la comisión queremos generar en el conjunto de los colegas y compañeros. La apertura al hallazgo y al asombro como partes del camino a la torsión entre el saber y la verdad. Ese “saber no realizado” habilita la apertura para que algo pase e inquiete y, en esa misma operación, produzca cierta verdad.

Diremos que lo que da inicio a una investigación no nos es ajeno, conocemos la experiencia através de loque sucede cada vez que recibimos un paciente, cada vez que realizamos una hipótesis de trabajo, cada vez que pensamos el proceder clínico. Poder dar cuenta de este proceso es apostar a una apertura por sobre la clausura que implica lo “ya sabido”. Investigar atravesados por la ética del psicoanálisis no es excluyente de pensar las políticas públicas en Salud, porque desde nuestra práctica clínica en el hospital también tenemos una responsabilidad y una posición. Ya Winnicott (1965) señaló que el psicoanalista que se desentiende de la investigación corre un alto riesgo, que no solo incide en su práctica sino también en el lugar y los alcances que pueda tener el psicoanálisis en el

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tejido social. Nuestra propuesta implica un riesgo opuesto, aquel que anida en la invitación a investigar desde el Ameghino.

Referencias bibliográficas

Lacan, J. ([1964] 2009). El Seminario. Libro XI: Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis.Buenos Aires:Paidós.

Lacan, J. ([1957-1958] 2009). El Seminario. Libro V: Las formaciones del inconsciente.Buenos Aires:Paidós.

Foucault, M. ([1979] 2012). “La política de la saludenel sigloXVIII (1979)”. En El poder,una bestia magnífica:sobre el poder,la prisión y la vida , Buenos Aires:Siglo XXI Editores.

Winnicott, D. (1965). El precio de desentenderse de la investigación en psicoanálisis. Conferencia pronunciada en el Congreso Anual de la Asociación Nacional de Salud Mental “Sobre el precio de la salud mental” Westminster, 25 de febrero de 1965.

i Rodrigo Abínzano es psicoanalista. Lic. en Psicología (UBA). Doctorando en Psicología (UBA). Psicólogo de planta e instructor de concurrentes del servicio de Adultos, turno Vespertino (C.S.M Nº3 Arturo Ameghino). Coordinador de la comisión de Investigación (C.S.M Nº3 Arturo Ameghino). Docente de grado y postgrado en la Facultad de Psicología (UBA). Miembro del Foro Analítico del Río de la Plata y de la Escuela de los Foros del Campo Lacaniano.

ii Adrián Boragina es Licenciado en Psicología, graduado de la Facultad de Psicología de la UBA. Desde el año2009 hastael 2018, sedesempeñó como psicólogo,operador deguardiay coordinador de grupos terapéuticos en el marco de un dispositivo de comunidad terapéutica parapacientes duales.Desdeelaño2012hastael2018fueconcurrentedelServiciodeAdultos del CSM Nro 3 “Florentino Ameghino”. En el 2013, participó del armado de la red externa del Hospital Nacional de Salud Mental y Adicciones (Ex Cenareso). Fue docente de la materia Salud Mental de la carreradeMedicina en la Universidadde Buenos Aires.Desdeel año 2018 es psicólogo de planta del equipo de Toxicomanías del CSM 3 “Ameghino”, en donde se desempeña además como supervisor e instructor de concurrentes. En continua formación en el área clínica, tanto en cursos de posgrado como en seminarios y grupos de estudio, fue cursantedel Colegio Clínico del Foro Analítico del Río de La Plata y del Curso Prolongado de Psicoanálisis del Centro Ameghino. Durante el 2019 y el 2021, realizócursos deactualización en relacióna la clínica psicoanalítica el abordaje de los consumos problemáticos,y de gestión y políticas en Salud Mental en la AASMy en el Hospital Ramos Mejía. Desde el año 2012, sostiene su práctica en el consultorio privado. Es parte de la institución Grupo Diez de tratamiento en adicciones desde inicios del 2015, ha coordinado grupos de pacientes y de familiares y realizatratamientos individuales.Es psicólogoy coordinador degruposterapéuticos del Equipo de Consultorios Externos de Proyecto Suma desde Mayo de 2021. Desde 2021 dirige el curso de Consumos Problemáticos y Psicoanálisis del Equipo de Toxicomanias del CSM "Ameghino",y el CursoIntegrado en Dispositivos Asistenciales delmismo Centro.

iii Pablo Hoffenreich es Licenciado en Psicología UBA. Se desempeña como psicólogo en el SEDRONAR y en el Centro de Salud Mental N.º 3 “A. Ameghino” en el Servicio de Adultos, turno vespertino. Es docente en Diplomatura en Operador Socioterapéutico dictada entre la SEDRONAR y el Centro de Política y Territorio de la UNAJ. Realizó el postgrado de Psicoanálisis del CSM Nº 3 “Arturo Ameghino” y la diplomatura en Abordaje Integral y Tratamiento Comunitario. UMSA.

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iv Laura Libertelli es Lic. en psicología (UBA). Psicóloga de planta del Equipo de Anorexia y Bulimia (C.S.M. N°3). Instructor de concurrentes. Concurrencia completa (2014-2019). Curso Prolongado de Postgrado en Psicoanálisis del C. S. M. N°3 (2016-2019)

v Natalia Maldonado es psicóloga. Psicoanalista. Ex concurrente. Trabajadora de salud del Centro Ameghino. Participante del grupo de trabajo sobre descronificacion en salud mental. Supervisora de equipos de inclusión. Tallerista de espacios de literatura y psicoanálisis.

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Un puente como eso que sucede justo antes de llegar

Me pregunto… si no estoy, cuando bebo, mirando de frente y a los ojos mi propio núcleo oscuro”. Sofía Balbuena, Doce Pasos Hacia Mí.

Primeros pasos del recorrido: proceso de construcción del espacio interequipos

A través de este artículo nos proponemos compartir la experiencia del proceso de construcción de un espacio interequipos que da lugar a un dispositivo de grupo terapéutico para personas con consumo problemático de alcohol.

El inicio del puente de trabajo entre el Equipo de Grupos y el de Alcoholismo se dio en 2016, con la creación del dispositivo de grupo terapéutico para pacientes con consumo problemático de alcohol. Esta iniciativa surgió a partir de la necesidad y la motivación de ofrecer una alternativa grupal a la modalidad de tratamiento únicamente individual que se venía dando hasta ese momento en el equipo de Alcoholismo. Sí habíamos tenido grupos de reflexión, meeting, pero nunca tratamiento grupal. Junto a la Lic. Mabel Anido, se trabajó durante cuatro años con grupos para personas con consumo problemático de alcohol, desde 2016 hasta fines de2019. El equipo dealcoholismo pudo capitalizar la experiencia con grupos con la creación del dispositivo de admisión grupal.

En 2022, ya con la vuelta a la presencialidad, fue posible retomar la idea de seguir recorriendo este puente interequipos, con un dispositivo para pacientes conconsumo problemático de alcohol. ¿Cómo íbamos aorganizar el trabajo este año? Nos propusimos, por un lado, iniciar nosotras un grupo terapéutico y paralelamente, encontrarnos en un espacio de lecturas conjuntas sobre consumos problemáticos y dispositivos grupales.

Para el equipo de Grupos, establecer lazos transversales con otros compañeros, es la oportunidad de dar respuesta a diferentes situaciones clínicas, que no serían posibles de otra forma. Así vamos construyendo nuevos espacios de trabajo, “equipos” que seconvocan para llevar adelante

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una tarea al decir de Pichon Riviere. Potenciar los recursos con los que contamos, enlazándonos con otros, en las diferentes experiencias y recorridos, se constituye también, como un modo de hacer con el malestar institucional.

Grupo homogéneo. El desafío de construir una nueva piel

Dimos inicio al grupo en mayo de este año. Estuvo conformado, en sus comienzos, por seis pacientes que llegaron al Servicio de Alcoholismo por demanda espontánea, otros derivados por profesionales de la institución.

Con diferentes situaciones respecto del consumo de alcohol -algunos en consumo, otros en abstinencia-, tratamiento con medicación psicofarmacológica y participación en grupos de Alcohólicos Anónimos, etc.

Esto nos lleva a hacernos preguntas ¿cómo pensar el lugar de los dispositivos grupales en el tratamiento de los consumos problemáticos?

¿Cuál es el recorrido terapéutico de estos pacientes y cuál podríamos pensar la especificidad de nuestro grupo? ¿Este es un grupo para dejar de consumir o para problematizar el consumo?

Marina Selvatici (2019) define a los grupos homogéneos como “aquellos que incluyen integrantes con rasgos o problemáticas comunes, alcohólicos, toxicómanos, dedicados al juego compulsivo, con bulimia o anorexia, etc. El objetivo de estos grupos suele centrarse en el síntoma o laproblemática que los aqueja, buscando hacerles tomar conciencia de las distintas significaciones y propiciando una red que actúe de sostén. El acento está puesto en lapertenencia. En muchos casos sesostiene la perdurabilidad de ese síntoma: lograr mantenerse sobrio, por ejemplo, no quiere decir dejar de ser alcohólico. Se pone el acento en el ‘ser’ y no en el ‘estar’ situacional”. Cuando trabajamos con pacientes que comparten la misma patología, problemática, etc. corremos el riesgo de que la pertenencia al grupo quede totalmente apoyada en el síntoma. En el grupo terapéutico sepone en juego otra lógica. El desafío tiene que ver con ir propiciando a través de nuestras intervenciones, la posibilidad de diferenciar, hacerle lugar a la singularidad de cada uno para ir armando otra envoltura.

Desarrollaremos a continuación, una situación clínica acontecida en el grupo terapéutico. En una sesión en la que se encontraban Sonia, Esther y Betty una de ellas, Esther, comentaba una situación problemática con su hija. Este es un tema que trae con frecuencia al grupo. La paciente, que

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enviudó recientemente, había tenido una relación de mucha dependencia y maltrato con su pareja. Actualmente ha decidido postergar los trámites de sucesión hasta sentirse más armada. Sus hijos ambos son arquitectos, al igual que su esposo fallecido. Se siente tironeada entre estos, le cuesta poner límites y hacer valer su posición. Este relato resuena en Sonia, que comenta sobre una casa que había heredado de su padre y su abuelo. A esteabuelo lo habían declarado con insania por lo que Sonia era lacuradora de sus bienes. La paciente, hacía referencia a lo sola que se sentía frente a esta situación porque ni su mamá, ni su hermana se ocupaban del tema. Refiere que su hermana no quería saber nada con ese abuelo, algo había pasado entre ellos. Ahora, en el grupo, Sonia logra nombrar lo que sucedió en aquel entonces. Un abuso.

Sonia suele tomar velocidad en sus relatos y es difícil poner un límite a todo lo que va diciendo, pero aparece la pregunta: ¿hay lugar para la denuncia? En ese momento Betty, que se mostraba muy incómoda, se paró y llegó a decir antes de irse que se disculpaba y que para ella era un momento muy delicado.1 Sus palabras, en consonancia con su movimiento brusco al retirarse, tensaron el espacio al punto que al cerrarse la puerta el silencio inundó la escena por unos momentos.

Se nombra el abuso. La historia de esta paciente enlaza con esto otro que se narra. Tal vez irse, es su modo de visibilizar, o de hacerle lugar a lo más oscuro de suhistoria. También al abuso de alcohol. Betty no puede con eso que escucha. O tal vez irsees poner de manifiesto que, para que pueda ser escuchado por el grupo, el abuso tiene que ser dicho de otro modo.

Luego del portazo, el clima grupal fue de desconcierto y enojo. La sesión había cobrado mucha intensidad. Esther rápidamente dijo: “la comprendo”, en cambio Sonia se mostraba muy molesta. Refiere que en su familia todo se resuelve así. El otro se levanta y se va y ella se queda con la palabra en la boca. Las coordinadoras señalamos que esta situación era una oportunidad para ponernos a trabajar.

En la siguiente sesión se presentaron todos los pacientes. Al iniciar el encuentro retomamos lo acontecido la semana anterior. Claudio y Federico, que no habían participado, ya estaban al tanto. Betty les había comentado

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1 Las notas de observación corresponden alLic. Lucas Marcocci, observadorde este grupo.

lo sucedido, tal vez intentando formar alguna alianza con ellos. Hablamos de los efectos. Claudio, que trae al grupo muchas dificultades para vincularse con uno de sus hijos, plantea que poder irse es una opción. Refiere que cuando se junta con amigos, en asados, etc. y estos están tomando alcohol, irse de esa escena es el recurso que encontró. La posibilidad de poner un límite.

Fuimos estableciendo nuevos acuerdos respecto de lo que se puede decir en el grupo, diferenciando las situaciones, preguntándonos ¿qué es lo que tiene lugar en este espacio? Entonces, Federico reflexiona, comenta que ahora se da cuenta que muchas veces tiene actitudes violentas con su pareja: se enoja y luego pasa. Ahora, en el grupo, dimensiona sobre los efectos. Si acá le dan tanto lugar a lo de Betty, debe ser que es importante.

Didier Anzieu (2009, p. 13) define al grupo como “una envoltura gracias a la cual los individuos semantienen juntos. En tanto que esta envoltura no se haya constituido puede existir un agregado humano pero no un grupo”. Se pregunta cuál es la naturaleza de esta envoltura. En el caso de este grupo hipotetizamos que la envoltura estuvo dada en el inicio por la pertenencia, por el hecho de ser alcohólicos. A partir del trabajo que vamos realizando, se complejiza, se va produciendo un pasaje hacia otras formaciones intersubjetivas. Podríamos pensar que las preguntas que se van haciendo los pacientes por el límite nos revelan laconformación de una nueva envoltura. Y no está tan apoyada en el síntoma inicial del consumo de alcohol, sino que se trata de un momento más elaborativo.

En el abordaje de consumos problemáticos es importante poder pensar cuál es la función del tóxico, de la sustancia, para cada sujeto. Héctor López en sulibro Las Adicciones (2007, p. 146) explica que: setratade una urgenciapor cancelar eldolor del trauma pulsional. ‘Dolor’ y ‘cancelaciónquímica’ son términos complementarios que se reclaman uno al otro, a tal punto que podemos deducir que el problema del adicto es el dolor, por el mecanismo que emplea como defensa: la cancelación.

Enel casode estegrupo, vemos que, para algunos miembros, el alcohol puede estar funcionando como un recurso para cancelar el encuentro conlo traumático del abuso. Otros, estánadvertidos de que, através del consumo, se desata en ellos la violencia.

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En el recorrido van apareciendo otros modos de respuesta al malestar, además del consumo de alcohol. Se va armando una trama que requiere un trabajo psíquico más profundo. Esta, posibilita la lectura de una cadena asociativa grupal en torno al límite, la medida, lamesura, el alivio que puede generar la abstinencia.

Conclusiones: Sofia Balbuena, doce pasos hacia mí… pasos en el puente

El libro Doce pasos hacia mí de Sofía Balbuena (2022), cuyo título juega con los doce pasos de Alcohólicos Anónimos, nos convocó a la lectura conjunta en el momento de la elaboración de este trabajo. Sofía Balbuena escribe resignificando el consejo de otra escritora, Leslie Jamison, en el sentido de que es necesario contar la historia para liberar la carga de la angustia que supone una vida de dependencia y recuperación del alcohol, incluso, si en ese relato no hay valor literario.

Describe como el vaivén, entre su individualidad y el grupo de pertenencia, acompasa el contraste entre el tedio saludable de la abstinencia y la resaca alegre de no sentirse siempre sapo de otro pozo, teniendo que ser siempre la que queda en evidencia al pedir otra ronda. En ese grupo de amigos no estásola en ese deseo, y ese sentimiento es el que le produce alivio. La autora explica que el alcohol la devuelve a sí misma, la centra, afloja por un rato y mientras dura, la conciencia de ser quién es y de lo cree valer. Y finaliza el libro expresando que quiere escribir algo bueno y sencillo. Que no suene pretencioso ni solemne. Y lo intenta. Y comienza la historia diciendo que sunombre es Sofía Balbuena, que tiene 38 años y que es alcohólica.

Doce pasos que recorre Balbuena para terminar con el iniciode narración de suhistoria, más allá del valor literario - estelibro es muy bello-, nos remite nuevamente a laimagen del puente que recorren quienes integran un grupo de personas con consumo problemático de alcohol: un puente en el que paso tras paso se construyen relatos, se despliegan cadenas significantes.

Nos preguntamos cuántos son los pasos que vamos recorriendo en este puente.

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_________________________ Referencias
bibliográficas

Anzieu, D. (2009). Introducción en El grupo y el inconsciente. El imaginario grupal. Madrid: Biblioteca Nueva

Balbuena,S. (2022). Doce pasos hacia mí. Buenos Aires:Vinilo Editora.

López, H. (2007). “Sobre los fundamentos inconscientes y los mecanismos específicos de las adicciones” en Las adicciones. Sus Fundamentos Clínicos. Buenos Aires:Editorial Lazos.

Ravenna Selvatici, M. (2019) Espacios de producción de subjetividad en los grupos homogéneos.Buenos Aires.XXX Jornada Anual de la AAP

i Cecilia Carné es Psicóloga y Prof. de Nivel Medio y Superior en Psicología UBA. Formada en Psicoanálisis Vincular AAPPG. Y en Psicología Comunitaria y Social CPDXV. Instructora de concurrentes del Equipo de Grupos. Docente de Cursos de Posgrado Ameghino-CODEI. Docente en la Facultad de Psicología UCES.

ii Florencia Grandinetti es Psicóloga de planta permanente y docente en Servicio de Alcoholismo del CSM N°3 Dr. A. Ameghino. Coordinadora de grupos para personas con consumo problemático de alcohol en el CSM N°3 Dr. A. Ameghino. Docente de Cursos de Posgrado Ameghino-CODEI.

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Orillas en transmisión1

El Curso Prolongado de Postgrado del Centro Ameghino es unpostgrado en psicoanálisis que seinscribe en una historia demás de 35 años de trabajo en la formación de analistas. En ciertas ocasiones la apelación al pasado deviene en una suerte de pretensión a la transmisión -35 años en la formación de analistas-. En este caso creo pensarla al modo de una invocación teniendo su punto de partida en la oreja que intenta entender, escuchar algo que aún no ha sido emitido, un llamado a la enunciación, a la palabra; una invitación. Está hecho de lo que el psicoanálisis nos enseña, pero también está -y me animo a decir, de nuestra parte- el ceder algo de este andamiaje histórico, un compromiso que subyace. Transmisión de una experiencia que parte de una práctica en el hospital.

Quisiera comentar algunos pliegues respecto de la problemática de la transmisión, de su experiencia y sus implicancias. En primera instancia, me topé con el texto Los contrabandistas de la memoria de J. Hassoun ([1936] 1999) quien señala -desde cierta óptica historicista- que cuando pensamos en la transmisión, es decir, en la historia de las generaciones, reconocemos su incidencia en los síntomas de un sujeto que llega a la consulta. En cada uno de nosotros palpita la necesidad de transmitir íntegramente a nuestros descendientes aquello que hemos recibido. Somos depositarios de nuestra historia y sus transmisores. Somos -dice Hassoun ([1936] 1999) - sus pasadores.

Lacan se preguntó en distintas ocasiones cómo hacer pasar el psicoanálisis y a él mismoa través de suescuela. Faire passer2 quiere decir también “abortar”, como si la serie de dispositivos teóricos y prácticos que Lacan había instalado, seminarios, escritos, etc. no bastara. Recordemos también en el Congreso sobre la transmisión de junio de 1959 dice: “El psicoanálisis es intransmisible, cada psicoanalista estáobligado areinventar

1 Este texto forma parte de la clase inaugural del Curso Prolongado de Postgrado en Psicoanálisis del 18 de abril de 2022.

2 En francés, hacer pasar

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el psicoanálisis”, otro tan afamado aforismo lacaniano que nos deja en la puerta de nuestra propia reinvención.

Volviendo a Hassoun ([1936] 1999), que seamos rebeldes o escépticos a lo que nos ha sido legado y en lo que estamos inscriptos no excluye que nuestra vida sea más o menos deudora de eso. Desde Edipo y Hamlet, somos deudores, desde el momento que nos subimos al taxi de la vida el reloj, ya viene encendido. ¿Esto quiere decir que estamos condenados a reproducir? ¿Qué la transmisión recibida y ofrecida como herencia supone el eterno retorno? Probablemente no.

Lo que resulta apasionante en la aventura de la transmisión es precisamente que somos diferentes de quienes nos precedieron y que seguramente nuestros descendientes sigan un camino diferente del nuestro. ¿Desprenderse de las generaciones pasadas para reencontrar la verdad subjetiva no tiene que ver acaso con una transmisión lograda? Transmisión, pérdida, inscripción en una historia. De alguna manera hasta aquí el razonamiento se asemeja al mandamiento religioso, con cierto aire restaurativo.

Hasta aquí el planteo de puesta en contexto, lo que me interesa abordar de Hassoun, y lo que encuentro de inestimable valor para ubicar las resonancias de la transmisión respecto de lo inconsciente freudiano es la cuestión de la posición del sujeto con respecto a la lengua. Y en este punto introduce lo que llama “la lengua de contrabando”. ¿En qué lengua se transmite? ¿De qué lengua se trata? ¿Qué sería una lengua de contrabando? Sería una lengua sumergida en el fondo de nuestra memoria, una herencia encerrada en un cofre cuyo valor es solamente para quien la tiene guardada, escondiendo en el fondo de su mochila los candelabros robados a un generoso benefactor. Tesoros que conservan valor únicamente para quien los retiene. Estecontrabandista no sabe lo que porta consigo. Las lenguas de contrabando son la propiedad de quien cree ser su depositario. Contrabandista a pesar de él, no habla en jerga sin embargo en su escritura aparecen palabras en desuso que no son tan extranjeras como un dialecto olvidado que revela que continúa viva esa cosa palpitante en lo más profundo de su subjetividad.

No temamos ser contrabandistas, es de este modo como llegaremos a transmitir. Aceptando que el purismo de la lengua es un espejismo. Exiliados

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somos todos. Nuestros significantes seencuentran imbuidos -infectados- de esa lengua de contrabando. Así hay palabras que estarían durmiendo en nuestro discurso y que podrían despertar o ser soñadas, quizás. Hay un sujeto sin saber y un saber sin sujeto.

El olvido es fecundo, trabajados por el olvido es como significamos nuestra existencia. “El inconsciente no es perder la memoria, sino no recordar lo que se sabe ya que el olvido se constituye como un saber.” Desde aquí podemos decir que la transmisión es un decir a medias que transmite un saber no sabido. No comprendemos de donde nos viene esa palabra, ese vocablo, esa expresión en desuso, nos es tan extranjera como un dialecto olvidado, la lengua del olvido sostiene nuestras emociones más arcaicas, más violentas. La llamada lengua materna permite que el niño se dirija al Otro primordial pero para que esa dirección sea posible tiene que haber una distancia para que el niño pueda formular una demanda. Ni un sí tremendo en el que se sienta tragado ni un no tremendo también en el que sesientarechazado. Un discurso que sería procesado como un contrabando de aquello que se ofrece como herencia. Hay una porción de olvido que comanda la memoria, la modula y permite que, a partir de la repetición, pueda ser recibida.

Otra arista interesante es la de cómo pensar la escena del maestro y el alumno/colega. Aquí me permito recurrir al Espectador Emancipado, de Jacques Ranciere3. Él lo pensó para el teatro, le interesaba larelación entre arte y política. La relación entre el espectador y el espectáculo. La idea a subrayar aquí, sería la de un espectador activo y un maestro que puede enseñar loque ignora. Una escena pedagógica en la cual se puede ensayar lo que se ignora y en donde la igualdad de inteligencias no es un objetivo final sinoel punto de partida de un proceso emancipador. Ser espectador no tendría que estar separado de la capacidad de conocer y de actuar. Acabar con el mal de separar espectáculo y espectador. Los dos forman parte del cuadro. La aventura intelectual se daría con relación a un tercer elemento,

3 Jaques Ranciere nació en Argelia en 1940. Filósofo marxista. El maestro ignorante (1987) y el Espectador Emancipado (2008) son dos textos que desarrollan una serie de propuestas en torno a una nueva concepción de alumno. Inspiradas en las teorías del pedagogo Jean Jacotot tienen como fundamento la igualdad y la emancipación.

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el texto que se da a leer en ese entre dos que por momentos se hace más o menos visible.

La distancia, lo separado, el tercer elemento, de alguna manera es lo desconocido a lo cual se dirige aquel que busca aprender algo, es en este lugar de una distancia desconocida a recorrer que se da la metáfora de la aventura; un trayecto. Aquí interesa no solamente el aprendizaje en tanto transmisión de saberes sino el proceso emancipador en juego.

Se trata de manifestar también la transversalidad de todos aquellos registros que replantean de un modo inactual el trazado de fronteras de un reparto sensible en un sujeto que sesustrae a surol, realizando aquello que supuestamente no era capaz de hacer. Aquí es importante la operatividad de la idea del maestro ignorante, que con estaomisión deliberada construye una relación horizontal de enseñanza. La idea no es que el alumno aprenda del maestro sino que el alumno asimile lo que obtenga de su propia investigación. ¿La transmisión en definitiva no es invención?

Así como podemos leer un desvío biográfico de Ranciere en su maestro Joseph Jacotot (1818) quien se refería a la posibilidad de que se produjera la enseñanza no como una mera transmisión de saberes sino de crear las condiciones para el aprendizaje, me voy a permitir hacer mi propio desvío autobiográfico. Elías Castelunovo, mi abuelo materno, ¿un maestro ignorante, quizás? Escritordel Grupo de Boedo4, no terminó laprimaria, tuvo que desarrollar distintos oficios: albañil, linotipista, etc. Emigró siendo muy chico de Montevideo. El poder emancipatorio que tuvieron las letras y la política fueron siempre muy evidentes. Cuentista, ensayista. En 1938 escribe Psicoanálisis Sexual y Social, ensayo que intenta introducir a Freud desde el Marxismo. “La Interpretación de los sueños y los ácidos gástricos”, es uno de los capítulos. Escritor de imaginación, dice el prólogo, ya lo creo. De repente franquea el género cuentos y escribe un ensayo sobre Psicoanálisis desde un punto de vista marxista. Un delirio sustentable en el contexto.

Y por último para cerrar con este entramado de bajorrelieves con respecto a la transmisión, tropecé con la doxografía. Desde aquí aludiré a un texto de Bárbara Cassin titulado Jaques, el sofista. En el comienzo

4 Grupo de escritores de vanguardia en 1920

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adelantamos esta paradoja transmitir-abortar, lo insuficiente de la teoría para cubrir la práctica y no solamente, a veces va en detrimento. Reinventar el psicoanálisis, una práctica de la dificultad.

¿Qué es la doxografía y por qué detenernos en ella? Primero se trata de un pasaje de lo oral a lo escrito. Grafía, escribir, fijar. Doxa opinión. Opiniones escritas. Como ya Freud nos orientó respecto de las palabras antitéticas, su ambivalencia, la doxa no escapa a esta regla. El alemán ilustra mejor la sutilezaen la palabra. De Schein a Erscheinung5. Schein. La apariencia engañosa, fingimiento. Opinión en tanto no confiable. Erscheinung, la fuerza de la manifestación, una opinión verdadera.

La eterna negociación entre el ser y el parecer. ¿Hasta qué punto se puede confiar en laverdad de las opiniones? Lo que parece, ¿es loque es? ¿Y al revés? Y aquí va lo que me importa la estofa doxográfica es producto de una transmisión indirecta, fragmentaria. Son trozos de obras recopiladas, cortadas, perdidas y recuperadas, embutidas, en donde resulta difícil separar el hecho de la ficción. No hay hechos sino interpretaciones de interpretaciones de interpretaciones. El problema de la transmisión sería un problema hermenéutico, por ejemplo.

La definición va por el lado de una especie de “bazar desordenado”. El sentido no está dado por sentado. El rasgo común de este bazar es que habilita insertar cuerpos extraños, ejemplares en una totalidad orientada. Así Platón como Aristóteles sitúan las opiniones de otros en sus propias obras al servicio de lo que quieren “transmitir”. También es un género de pleno derecho. Desde aquí es considerado como un aparato filológico -¿lo podremos relacionar con la lengua de contrabando que plantea Hausson?. Y como tal es una manera de informar y de deformar. Parece no tener orden y sin embargo hay un criterio organizador.

5 Barbara Cassin (2013) plantea que “el aspectoobjetivo del Schein constituyela «apariencia engañosa» [apparence trompeuse], el«fingimiento» [faux-semblant]; su aspecto subjetivo es la «conjetura», la «alucinación», el «error»: la «opinión» en tanto no confiable. En cuanto a la Erscheinung, pensada con relación a un objeto, tenemos la «bella apariencia», la fuerza de la «manifestación», su plenitud y cuando este objeto es una persona, se celebra su «buena reputación», su «gloria» y hasta su «esplendor» (doxa es el término utilizado en la traducción de la Biblia para designar la gloria de Dios); suponiendo que se pueda pensar la Erscheinung «subjetivamente», se trataría entonces de una «opinión verdadera», de la «opinión establecida»” (p.19).

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¿Cuál es el quid de la doxografía? ¿Cuál es su pertinencia con relación a latransmisión? ¿tendría que ver por ejemplo con laestructura narrativa de un caso clínico? La definición quizás más exacta de doxografía es la de un proceso de citageneralizada. El verbo doxográfico por excelencia es phesin “dice él”, “dicen que”. Fulano “dice que” o “se dice”. Ahora bien, a raíz del verbo, designa -Benveniste (1969)- específicamente la palabra, con independencia de quien la profiere y no en tanto que significa, sino en tanto que existe. “Querer decir” borra al sujeto hablante y borra la intención significante para dejar que sólo subsista la repetición de la fórmula. La cita surge entonces como un Ersatz6 de la formalización, como el sustitutode la escritura formal. La verdad ya no está sostenida por nadie. La paradoja de la doxografía es que la cita no termina de alcanzar, de valer, pero al mismo tiempo nada vale como ella en suliteralidad.

Así pareciera ser que navegamos: entre la doxografía y el matema…hacemos lo que podemos.

Referencias bibliográficas

Freud, S. ([1910]1981). “El Doble Sentido Antitético de las Palabras Primitivas”. En Obras Completas Tomo II. Madrid: Biblioteca Nueva Editorial

Hassoun, J. (1996). "Construir una transmisión". En Los Contrabandistas de la memoria. Buenos Aires:Ediciones de la Flor.

Ranciere,J. (2010). El Espectador Emancipado,Buenos Aires:Manantial.

Castelnuovo, E. ([1938] 1966). “Interpretación de los sueños yardor gástrico”. En Psicoanálisis Sexual y Social.Buenos Aires: Editorial Claridad.

Cassin, B. (2013). Lacan, el sofista: Lacan, logos y psicoanálisis. Buenos Aires: Manantial.

Benveniste,E. (1969). Le vocabulaire des institutions indo-européennes.Paris:Les Éditions de Minuit.

i Maru Monarriz es psicoanalista. Lic. en psicología. Realiza trabajo clínico en el ámbito público y privado; formación concurrentes y supervisora del CSM N° 3 A Ameghino, Postgrado de Ameghino y Centro Dos. Es docente cursos de claves de octubre delAmeghino. Miembro de la sociedad Porteña de Psicoanálisis. Seminarios y talleres en Centro Dos. Participante en jornadas, charlas, paneles en distintas instituciones. Docente Postgrado del Ameghino, miembro de Consejos Directivos, actualdirectora del Postgrado del Ameghino.

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6 En alemán, sustituto.

¿Se puede orientar la vocación?

Estapregunta surge del nombre mismode nuestro Equipo de Trabajo en el Centro de Salud Mental N° 3 “Dr. A. Ameghino”: “Equipo de orientación vocacional ocupacional”, el cual viene llevando adelante procesos de orientación vocacional con púberes, adolescentes, pero también adultos y hasta adultos mayores, desde hace más de 20 años.

Hay diversos modos de llevar adelante lo que nombramos “orientación vocacional”. Para otras corrientes, a las que no adscribimos, se trataría de administrar una batería de tests al consultante, al que luego de algunas entrevistas se le brindaría el resultado final del trabajo realizado. Si bien nosotros también planteamos al consultante un número acotado de entrevistas y, en ciertas oportunidades, nos valemos de alguna que otra técnica como disparador del trabajo, nuestra perspectiva se encuadra en lo que denominamos enfoque clínico, centrándose en una escucha minuciosa de lapresentación de cada consultante y suposición como sujeto del deseo.

En este sentido, retomamos la pregunta pero con algunas variaciones: ¿es posible orientar la vocación?, ¿de qué orientación estaríamos hablando en “orientación vocacional”?, ¿es pertinente continuar nombrando de esta manera al espacio que ofertamos al consultante?

¿De qué orientación se trata en “orientación vocacional”?

Estetrabajo se basa en la pregunta de una de las participantes del curso que dictamos acerca de la pertinencia de sostener la nominación “orientación vocacional” para la práctica que llevamos adelante. Pregunta que fue lanzada directamente al núcleo de nuestro trabajo, yaque no va de suyo que la vocación pueda ser orientada. O en todo caso, ¿de qué orientación se trata?

Claramente, no se trata de dar indicaciones al estilo manual de recomendaciones sobre lo que el consultante debería hacer. Aunque en muchas ocasiones, el que consulta viene esperando eso.

¡Con cuántas caras de sorpresa nos encontramos cuando formulamos nuestra forma de trabajo a lo largo de estos años! Si bien podemos utilizar

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alguna técnica como disparador a lo largo del proceso de orientación vocacional que, comunicamos, consta de aproximadamente ocho entrevistas, no se trata de un trabajo pautado, sabiendo de antemano entrevista por entrevista qué técnica se administrará, sino de un trabajo artesanal, enfocado fuertemente en el caso por caso, donde a partir de la situación de cada consultante y de su recorrido particular se va definiendo la estrategia a seguir, el camino a recorrer.

No se trata de orientar al individuo que consulta, ya que no lo consideramos en tanto individuo sino en tanto sujeto, y como tal, sujetado a los determinantes que se jugaron en su historia particular, que a la manera de significantes privilegiados son los que intentamos que sean desplegados a lo largo de las entrevistas que lleve cada proceso (sean ocho, algunas menos o algunas más, o sea que ese proceso decante en un tratamiento).

En la Conferencia “Joyce el síntoma”, Lacan planteaba:

Las casualidades nos empujan a diestra y siniestra, y con ellas construimos nuestro destino, porque somos nosotros quienes lo trenzamos como tal. Hacemos de ellas nuestro destino porque hablamos. Creemos que decimos lo que queremos, pero es lo que han querido los otros, más específicamente nuestra familia, que nos habla. Este “nos” debe entenderse como un complemento directo. Somos hablados y, debido a esto, hacemos de las casualidades que nos empujan algo tramado. Hay, en efecto, una trama. Nosotros la llamamos nuestro destino (Lacan, 1975, p. 160).

Justamente, en las entrevistas que ofrecemos tratamos de apuntar a las determinantes subjetivas del que consulta, y al modo en que esas determinantes se van entramando con las casualidades con las que se cruza. ¿Si a eso podemos llamarlo “orientación”? Claramente hay una orientación, nos orientamos al sujeto, y en ese sentido, si bien no setrata de un análisis, hacemos nuestra la posición del analista que Lacan establece en el discurso analítico: el analista en posición de objeto, que apunta al sujeto para que aparezcan los significantes que lohan determinado. ¿Podría llamarse de otra manera? En la clase mencionada, donde la participante lanzó supregunta, surgieron otras propuestas. “Exploración vocacional” fue una, y nos resultó muy interesante. De todas formas, ladirección/orientación sería la misma: apuntar a que algo del sujeto aparezca, con el efecto de sorpresa que produce, para seguir armando la trama entre casualidades y destino.

El desafío de elegir

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La orientación vocacional y ocupacional es un campo de intervención cuyoobjetivo es generar las mejores condiciones para realizar una elección. Se vuelve un espacio privilegiado que da al sujeto la posibilidad de interrogarse sobre sí, acerca de la realidad y sobre sus potencialidades.

Elegir es una tarea compleja en la que participan múltiples aspectos: personales, familiares, sociales, económicos y culturales. Toda elección implica pensar en un proyecto de vida inserto en un contexto determinado. De esta manera, el presente y el futuro se ponen en juego en dicha construcción. En general, la toma de decisión se hace desde ciertas representaciones que influyen en el momento de elegir. Estas ideas, prejuicios se escuchan en las consultas que llegan: “tengo que elegir y no equivocarme”, “¿y si elijo y no me gusta?”, “estás carreras no son las exitosas”, “me dicen que soy buena para las matemáticas”.

Concluir la escuela secundaria implica un proceso de cambio que requiere adaptación y reacomodamiento personal y familiar. Marca un punto de inflexión, un antes y un después reforzado por el contexto social. ¿Y ahora qué vas a hacer?, pregunta que frecuentemente se vuelve tortuosa. Muchos jóvenes sienten que en este momento se define su futuro. Dice Sergio Rascovan: la vida no es una línea recta ni puede diseñarse como un programa computarizado. Ofrece recodos y los proyectos no son definitivos. La elección de un proyecto de vida está sujeta y abierta a modificaciones en una sociedad que cambia vertiginosamente. Los interrogantes ¿qué hacer? y ¿quién ser?Suponenrespuestas queseconstruiránalolargo del tempo” (Rascovan, 2000, p.27).

A modo ilustrativo, una consultante cuenta de laescuela que “en 5to. año vino un psicólogo para sacarnos un poco la carga de que lo que estudiás es para toda la vida, que te puede pasar que no te guste lo que elegiste y que no es el fin del mundo”. Elegir es cambiar y el cambio supone recorrer un camino subjetivo que implica afirmar que no hay una única manera de ser adolescente, joven ni adulto. Desde nuestra práctica pensamos que elegir será siempre optar por algo y al tomar esa decisión se aprende a convivir con las dudas y la incertidumbre.

En su poema “Cuando elegís…” María Susana García dice en algunas de sus estrofas:

“Cuando elegístenésque pensarqué tesoros valiososguardás,

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cuál de ellos preferís abandonar y cuáles pretendés conservar.

Cuando elegís sos el protagonista

Y por ende el responsable de tu decisión.

¡Arriésgate!Acepta el reto que impone la vocación. Cuando elegís tenés que soñar Qué situaciones y vivencias deseás experimentar Es como volar a nuevos mundos

Sin alejarte de la realidad.

Cuando elegís no podés olvidar Que queda demasiado por crear

Y que el mundo es un gran telar Donde aún existe para tu puntada un lugar1

Lo vocacional, lo social y la interdisciplina

Si aceptamos que los sistemas simbólicos son productos sociales que producen el mundo…entonces debemos admitirforzosamente que es posible, dentro de ciertos límites transformar el mundo transformando su representación Bourdieu y Waquant, P. Bourdieu y L. J. D. Wacquan, Respuestas-Por una Antropología Reflexiva

Pensar en lovocacional es pensar también sobre el registro social, sobre las condiciones de producción de subjetividad de cada época. Silvia

Bleichmar (1999) nos dice que la producción de subjetividad hace al modo en el cual las sociedades determinan las formas con la cual se constituyen sujetos plausibles de integrarse a sistemas que le otorgan un lugar. Esto quiere decir que la producción de la subjetividad hace a un conjunto de elementos que va a producir un sujeto histórico social aun no comprendiendo todo el aparato psíquico.

A lo largo de las entrevistas tanto bajo la modalidad individual como grupal se escuchan enunciados del tipo: “la vocación es más que la elección de una carrera”, “tendré la capacidad para llegar hasta el final”, “lo que importa es la salida laboral, lo económico, hay que elegir bien” (como si habría garantías). Se juega la incertidumbre por el futuro o a veces ni siquiera aparece en los relatos.

En los procesos entre otros puntos se trabajan: las oportunidades y trayectorias personales educativas, culturales y económicas; las diversidades de la subjetividad -género, etnia, aptitudes y necesidades

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1Poesía tomada del “Descubrir el camino. Técnicas y estrategias paraorientadores” de Marina Müller. Página 8 (Editorial Bonum)

especiales, etc.; los procesos identificatorios, las representaciones de sí mismo, las representaciones sociales; lo intersubjetivo -las disposiciones personales para afrontar, elaborar y resolver las dificultades y adversidades; los ideales y valores personales en cada tiempo de la vida2; los ideales de época: tiempo, inmediatez, consumo, qué implicancias tiene todo esto en la elección vocacional.

Franco “Bifo” Berardi (2017) nos habla de la proliferación de los dispositivos digitales en el universo de la comunicación y en el cuerpo mismo. El lenguaje es hablado por el sistema tecnológico, reconfigura el entorno social, captura. Tiene un concepto interesante, inflación semiótica que alude a lacantidad mayor de signos que abruma la atención consciente generando cada vez menos significados. Los adolescentes que consultan están inmersos en esta era contextual: presentaciones desde la apatía, desmotivación, ausencia de intereses, hiperexigencia y temor al fracaso. Son producto de la infancia globalizada, el desempleo estructural, el resquebrajamiento institucional y la cultura de la posmodernidad.

Realizar procesos vocacionales nos lleva a encontrarnos con la multiplicación de ofertas educativas, la extensión de los procesos de aprendizaje, el achicamiento del mercado laboral en algunas carreras y el crecimiento del mercado de la formación reemplazando al trabajo. También nos encuentra con la sobreinformación de carreras: tecnicaturas, profesorados, cursos de multimedios, y nuevas carreras a las tradicionales: por ejemplo, los diseños que proliferan, la variedad dentro de las artes, etc. Abordar estos temas nos lleva a pensar lo vocacional en el entrecruzamiento disciplinar.

Queríamos entonces detenernos en este aspecto como profesionales de la Salud Mental conformando el equipo de orientación vocacional en un hospital público con otros colegas y disciplinas como por ejemplo la psicopedagogía y la psicología. La orientación vocacional también nos lleva al ámbito de la educación cuando hacemos talleres en las escuelas y nos encontramos con docentes, directores, otros discursos. Y por qué no, cuando pensamos la orientación vocacional y el trabajo, la orientación vocacional y los adultos mayores, los sujetos con alguna discapacidad, las

Los abordajes son sin límite de edad.

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2

poblaciones vulnerables, etc. Dialogamos con otros saberes y sectores ya que la interdisciplina supone el reconocimiento de la incompletud de todo saber disciplinario, de su parcialidad y de lo contingente. Los saberes son herramientas de acción y transforman el conocimiento y nos transforman.

El trabajo interdisciplinario es una producción colectiva grupal: en nuestras supervisiones transversales entre profesionales en servicio, concurrentes, rotantes ponemos ese saber en cuestión. También cuando concurrimos a la Red de Orientación Vocacional, conformada por varios hospitales de la Ciudad de Buenos Aires, y conocemos sus modalidades de trabajo. La interdisciplina nace de la incontrolable indisciplina de los problemas que se nos presentan como demandas que no podemos encasillar. (Stolkiner, 1987). Por eso pensamos desde el equipo, que la interdisciplina es unposicionamiento no soloel entrecruzamiento de campos teóricos, es efecto del trabajo colectivo y ese resultado lo llamamos transdisciplina. No fragmentamos los problemas para abordarlos, sino que lo complejizamos y entonces se entrecruzan saberes como el psicoanálisis, la psicología, la psicopedagogía, la musicoterapia, entre otros.

Nuestra tarea no puede ser abordada desde un solo lugar aun cuando tenemos una mirada clínica de la orientación vocacional, lo vocacional atraviesa en sus diferentes abordajes al sujeto, a las instituciones y a la comunidad. Justamente también pensamos la orientación ocupacional como un campo más amplio que el trabajo en su infinidad de ocupaciones e imbricada con lo vocacional como proyecto, es por eso que también nos ocupamos de trabajar con esos procesos. En conclusión, nuestra tarea diaria nos presenta un desafío disciplinar que no es sin pensar a los constructos teóricos como no acabados, transformándose en interlocución con otros.

Referencias bibliográficas

Berardi, F (2017). Fenomenología del fin. Sensibilidad y mutación conectiva . Buenos Aires: Caja Negra.

Bleichmar, S. (1999). “Entre la producción de subjetividad y la construcción del psiquismo”.En Revista del Ateneo Psicoanalítico N°2,Buenos Aires.

Bourdieu P. y Waquant L. (1995) “Respuestas-Por una Antropología Reflexiva” , Ed. Grijalbo,México.

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Lacan,J. ([1969-70]1992): El Seminario,Libro 17,El reverso del psicoanálisis.Buenos Aires: Paidós.

Lacan,J. ([1975-76]2008). El Seminario,Libro 23,El sinthome. Buenos Aires:Paidós. Rascovan,S. (2000). Los jóvenes y el futuro. Buenos Aires:Noveduc. Stolkiner,A. (2021). Prácticas en Salud Mental. Buenos Aires:Noveduc.

i Leonora Hardmeier es psicoanalista. Psicóloga de planta del CSM N° 3 (Dr. A. Ameghino). Coordinadora del Equipo Infanto-Juvenil, Turno Mañana. Integrante del Equipo de Orientación Vocacional Ocupacional, CSM N° 3 (Dr. A. Ameghino). Docente de la materia Psicopatología de la Facultad de Psicología, UBA. Maestranda en la Maestría en Psicoanálisis, UBA. Investigadora UBACyT.

ii Julieta Medici es Lic. en psicología. Integrante del equipo de orientación vocacionaly grupos CSMN°3 A. Ameghino. Psicoanalista. Diplomada en Salud Mental y DDHH UNPAZ. Miembro de Enclaves Asociación Civil Salud Mental y DDHH. Coordinadora docente de la materia Infancias y derechos de la Diplomatura en SM y DDHH de UNPAZ. Codirectora de la revista La Gaceta APBA. Miembro de la Comisión directiva APBA.

iii Adriana Wasserman es psicopedagoga del Servicio Infanto Juvenil del Centro de Salud Mental Ameghino. Co-coordinadora del equipo de psicopedagogía del CSM Ameghino. Integrante del equipo de Orientación Vocacional y Ocupacional de dicha institución. Supervisora e integrante del SOE de la Universidad C.A.E.C.E.

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Ficciones que hacen lazo: cuerpo y movimiento en el Ameghino

Antonella Argentoi; Ana Armas ii;Laura Fraccarolliiii

Trayectos inicialesy no tanto

En mayo de 2022 lanzamos la convocatoria del Taller “Cuerpo y Movimiento” en el Ameghino, dispositivo abierto a la comunidad, dirigido a jóvenes y adultes con ganas de bailar. Una frase más acompañó la invitación: “jugar conotres, crear entre cuerpos”. La experiencia deviene hoy en oportunidad para hacer lecturas, escribir y avanzar en la dirección de teorizar la práctica a la vez que armar nuevas preguntas.

¿Cómo surge el dispositivo? A mediados del año 2021, promediaba la pandemia Covid-19. Ubicamos en la práctica clínica que los cuerpos y el plano intersubjetivo habían sido trastocados, la posibilidad de hacer lazo afectada y con ello, el tejido social dañado. Seobservaban nuevos síntomas en el cuerpo, efectos del aislamiento, tristeza, miedo, falta de contacto con otres, así como un masivo aumento de la demanda de medicación.

Nuestro hospital, el Centro de Salud Mental Nº3 “Dr. A. Ameghino”, también sevio afectado: desde distintos ángulos nos vimos compelidos a un otro modo de habitar la institución, a recrear encuadres y reinventar un marco posible para seguir adelante con nuestra tarea clínica. La vuelta a la presencialidad no fue sindificultades.

Amenazados los puntos de anclaje de la subjetividad es que consideramos imperiosa la reconfiguración de aquellos soportes y dispositivos que pudieran apuntalar y favorecer dicho proceso en el hospital.

Surgió así el interés por crear un dispositivo que seproponga abordar estas problemáticas desde un enfoque relacionado con el arte y el movimiento y, que al mismo tiempo, sea concebido desde la ética del psicoanálisis, haciendo lugar a lo singular en una trama colectiva, propiciando el desarrollo, al decir de Donald Winnicott (1971, p.140) de una “zona intermedia" de experiencia dónde poner al cuerpo y al lazo social en juego.

Crónica de un encuentro

Los cuerpos son diferencias. Por consiguiente son fuerzas. (...) ¿Por qué indicios? Porque no hay totalidad del cuerpo,

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no hay unidad sintética Hay piezas, zonas, fragmentos. Hay un pedazo después del otro. J. L. Nancy 58 indicios sobre el cuerpo, Extensión del alma.

Jueves 12.30 hs. Centro Ameghino. Aula Braun: una paciente “histórica” de la institución, una del "grupo de seguimiento farmacológico", una joven que terminó su tratamiento en infanto, una psicóloga que siempre le gustó la danza, un hombre sin edad que no puede quedarse quieto, una persona que pisaba por primera vez el Ameghino, una mujer con tics nerviosos que desaparecen durante el taller, un bailarín de tango que le interesa el campo de la salud y el movimiento, un joven que llega tarde, una mujer con bastón…

El taller se ofreció con un encuadre flexible haciendo lugar a la heterogeneidad. Cuerpos diversos, intereses disímiles. ¿Cómo alojar las diferencias en un hacer común? Un desafío.

Iniciamos recorriendo las distintas partes del cuerpo, sus ritmos y formas de moverse; su manera de habitar el tiempo y el espacio. La “entrada en calor” es una necesidad, pero también una excusa que nos permite intentar habitar el cuerpo, empezando a descubrir modos distintos de hacer y decir. Los movimientos son significantes que se encadenan formando una serie: uno después del otro. Jugamos con la repetición, la variación, la acumulación, la pausa. El movimiento viaja por los cuerpos, y con él viajan también los sentidos.

Recorremos el espacio. Al tiempo que se reconfiguran las distancias entre los cuerpos; el espacio se transforma. Invitamos a generar movimientos “propios”. “¿Se puede copiar a alguien?” Pregunta un participante, “siempre estamos recreando lo que tomamos de otros” contesta otre. Nos vinculamos: jugamos a guiar y ser guiados, entrar en contacto a través de la mirada, las manos, las espaldas. Aparecen los obstáculos: inhibiciones, angustias. Dificultades para trabajar con el cuerpo propio y del otre “como materia”. La asociación libre se interrumpe. El movimiento abstracto se vuelve incomprensible. Se apela al sentido, ¿Qué hay que hacer?, ¿Cómo deberíamos movernos?, ¿Con este ejercicio qué estamos rehabilitando?

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Los próximos encuentros proponemos objetos que medien entre los cuerpos: pelotas que permiten recorrer los bordes, traspasar energías de un cuerpo a otro; hilos que tejen el espacio invitando a demarcar nuevos recorridos y puntos de encuentro; bastones de madera que en su investigación física ponen espontáneamente en juego personajes de ficción que se van transformando; telas que ablandan la calidad de los cuerpos y los llevan a disfrazarse, ocultarse, descubrirse. A partir del uso de objetos la producción de movimiento se relanza, casi sin querer aparece la danza. Danzas como modos de decir de los cuerpos. Los movimientos, significantes, vuelven a circular.

Proponemos recortar escenas: un grupo adentro a partir de ciertas pautas crea una escena de movimiento, el otro desde afuera, observa. Límites que cuesta incorporar. Nuevos desafíos: “ser mirados”, aparecen reacciones tan opuestas como “la vergüenza”, o el “querer capturar todas las miradas”. Invitamos a “componer/crear con otres”. ¿De qué se trata?

¿Crear un universo imaginario en común? Algo que se teje “entre” los cuerpos. Aparece por momentos “lo informe” lo que no se entiende hacia dónde va, cuerpos que son atraídos hacia la escena por el puro placer del juego o por ser tocados por la música. Por otros momentos se produce “la construcción colectiva”, el más allá de la suma de les participantes; la posibilidad de habitar una ficción en movimiento que habilita el lazo.

¿De qué cuerpo hablamos? ¿Qué cuerpo convoca bailar?

Relacionarse con el propio cuerpo como algo ajeno es ciertamente una posibilidad que expresa el uso del verbo tener. Uno tiene su cuerpo, no lo es en grado alguno J. Lacan, El Seminario. Libro 23

El cuerpo del psicoanálisis no es el cuerpo biológico, puro organismo, sino que se concibe como hecho de palabras, de representaciones que se vinculan a la relación del sujeto con el Otro y a la castración. El cuerpo está íntimamente ligado a la sexualidad y a la muerte. Se piensa al cuerpo como lugar de escritura, cuerpo que habita y es habitado por el lenguaje, por los significantes que representan a un sujeto para otro significante y así van armando el territorio del sujeto del inconsciente. Es un cuerpo que habla y es hablado, cuerpo representado por imágenes, con afectos, que goza y es gozado.

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La coreógrafa e investigadora de la danza Rhea Volij nos inspira cuando dice: "¿Y si no es obvio tener un cuerpo? Recién ahí comienza la búsqueda de una poética propia” (Volij, 2020, p. 19). En cada encuentro del taller invitamos a que algo de esa poética propia aparezca: en la fuerza de un impulso, el detalle de un gesto, una palabra que necesita ser dicha, un silencio… Descubrimos con sorpresa cuerpos que fluyen olvidando por momentos sus síntomas, somatizaciones, rigideces, los cuales regresan al terminar la danza. ¿De qué efecto se trata?, ¿qué efectos sobre el cuerpo y sobre el psiquismo? Si los síntomas en el cuerpo tienen su propia inervación que no respeta la anatomía, ¿qué sucede al bailar que estos síntomas desaparecen?, ¿qué representación sobre el cuerpo sepone en juego allí?

Bailar es pensar y experimentar lo común […] Coproducimos potencia [...] Uno no solo puede plegarse a una materia, a un cuerpo, a una técnica, sino incluso incorporarse a experiencias de movimiento colectivo que subjetivizan” (Lang, 2020, p. 104).

El dispositivo convoca a "bailar", ¿qué especificidad tiene estainvitación? Según sean “las pautas” de movimiento que vamos proponiendo se actualizan pliegues diversos, repeticiones y también desvíos donde el cuerpo por momentos deviene otro. Allí donde la creación de ficciones hace posible tolerar la paradoja de habitar lo común y lo propio a la vez.

Aparece el cuerpo en su capacidad de afectar aotros cuerpos y asu vez ser afectado por otros, en un movimiento recíproco donde las intensidades producen aperturas significantes, generando nuevas vías de circulación deseante (Kononovich 1994, p. 101). Entonces se arma la siguiente pregunta: ¿cuál es el alcance clínico del cuerpo?, ¿del cuerpo afectado a un hacer y con otres?

Hacer cuerpo con otres. Lo institucional

El espacio es también la relación que tenemos con los cuerpos que lo habitan Condró, El idioma de la danza.

Con el transcurrir de la experiencia observamos efectos no sólo en y entre los cuerpos de quienes participamos sino en el devenir institucional.

Pronto aparecieron colegas que invitaban, sugerían o derivaban pacientes al espacio; luego los intercambios sobre impresiones y resonancias que

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también sehicieron ecoen los pasillos. Intrigas, preguntas einquietudes que como efectos difumina el pasaje por el taller. ¿Cómo se entrama esta actividad de las personas que asisten al taller con sus tratamientos y su discurrir en la institución? ¿Cómo se juega el lazo allí? Observamos que a través de la circulación de les pacientes hacemos lazo les trabajadores, en ese campo entre que la práctica anudada al deseo propicia.

El Taller “Cuerpo y Movimiento”, surgió como un espacio transversal a la organización por equipos de la institucióny tiene como soporte un campo de investigación basado en el entrecruzamiento de desarrollos teóricos provenientes del psicoanálisis, la filosofía, y el arte, que se sitúa en consonancia a las prácticas clínicas que sostenemos en este Centro de Salud Mental. Un dispositivo que propone bailar en el Hospital ¿qué función tiene?, ¿se constituye en herramienta clínica, social? ¿Aportará una dimensión relacionada con la pulsión de vida, el eros, desmortificante al cuerpo institucional?

Ficción y danza

La danza es inocencia porque es un cuerpo antes del cuerpo, es olvido porque es un cuerpo que olvida sus grilletes, su peso. Es un nuevo comienzo porque el gesto de la danza siempre debe ser algo como la invención de su propio comienzo. Badiou, Revista Fractal.

Como lenguaje artístico, la danza deviene aquí herramienta y llave para abrir posibilidades, poniendo el acento en el proceso creativo en juego y la chance de constituirse por lo tanto en una experiencia subjetivante. Como apuesta ofrece condiciones para la disponibilidad y “escucha” del cuerpo, actualiza los límites del propio cuerpo y de les otres, apunta adesjerarquizar las partes y funciones del cuerpo; explorar la distinción entre la movilidad y la quietud, recreando cada vez las coordenadas de espacio-tiempo en el pulso de los ritmos corporales. Cobra relieve la ficción como operador que "soporta y contiene un real, que en sumovimiento lo hace resplandecer, en tanto velo, muestra y oculta” (Lorenzetti, 2021, p. 39).

El dispositivo se orienta por las ficciones que se crean en las pequeñas danzas que surgen en cada encuentro; “es por allí” nos decimos. No en la búsqueda de trascendencia del Arte como esfera separada sino, en tanto práctica artística que en acto se produce en el dispositivo. En tanto ofrecimiento desde un hospital público lo cierne como bien común más que

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como mercancía o privilegio. En el taller no diseñamos previamente una "coreografía" al modo de una “obra de arte” que de alguna manera privaría a les participantes de un espacio de protagonismo y autoría. Tampoco “enseñamos” a bailar, ni pretendemos la adaptación a tal o cual “técnica”, menos aún se trata de “rehabilitar”. Se trata, tal vez de resguardar un vacío, que haga lugar a aquello que acontece entre los cuerpos y el movimiento o no de cada une, que algo de lo real irrepresentable se torne materia de creación, y que ponga a jugar algo de lo indecible como ocasión de lo inesperado, el azar que en tanto nuevas trazas pueda armar cuerpo, otro cuerpo.

Encontrar un final

“Encontrar un final” es una frase que se usacuando se guía la escena en ejercicios de composición de danza. ¿Dónde se termina la escena?

¿Encontramos un final en la danza o el final nos encuentra? Hay algo no calculado que sucede entre los cuerpos y hace de límite, un final abierto que permite dejarnos pensando. ¿Dónde setermina esteescrito?, allí donde nos llevamos preguntas para seguir jugando en la experiencia.

Referencias bibliográficas

Badiou,A. (2008) Revista Fractal. Núm.50, año XIII, vol. XIII. México.

Condró,L. (2020) El idioma de la danza. Buenos Aires:Excursiones.

Kononovich, B. Saidón, O (1994) El cuerpo en la Clínica Institucional. Buenos Aires: Lugar Editorial.

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i Antonella Argento, psicóloga, integrante del Equipo Infanto-Juvenil del CSM N3 Ameghino. Coordinadora del Área comunitaria delmismo centro. Miembro delcomité editorial de la Revista Huellas Psicoanálisis y territorio. Practicante de danza contemporánea e improvisación. ii Ana Armas, es psicóloga psicoanalista perteneciente al Equipo de Adultos Turno Tarde del Centro de Salud Mental Ameghino. También es bailarina, docente y creadora de danza. Dirige el proyecto de danza independiente ABISMO DANZA.

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Laura Fraccarolli; psicóloga perteneciente al Equipo de Hospital de Día. Participante de talleres de danza y expresión corporal.

Polifonía y Hospitalidad

María Ángela Gialdinoi

Y nos vemos cada vez más envueltos con inmensos aparatos de codificación y captura, que sustraen las fibras que constituían, hasta hace poco, nuestramás íntima espesura. Peter P. Pelbart, Filosofía de la Deserción.

Este escrito básicamente va a resonar con lecturas y vivencias hospitalarias. Muchas páginas de muchos libros, esos textos que afectan aún más allá de la razón, que tocan el cuerpo. Pluralidades conceptuales y vivenciales que hilvanan una serie de interrogantes sobre el tema del secuestro subjetivo, sus efectos y afectaciones. Me convoca articular las lecturas y los recuerdos que atesoro de algunos encuentros singulares con ciertos llamados pacientes a lo largo de estos 28 años de hospital público; con ellos y esos textos siento que searmó como una línea melódica que fue atravesando mi práctica cotidiana, muchas veces siendo impulsada a recorrer los intersticios de la clínica

Contextúo el abordaje: voy a suponer un paciente X, al que se le otorgó un diagnóstico psicopatológico. Podríamos decir que ese mismodiagnóstico le va a ofrecer -además de una terapéutica- una manera de vínculo lograda después de tantos años de vivir segregado, excluido de un lugar en una sociedad donde abundan los “nadies”. Si bien es desde una patología, eso puede también servir a X para armar algo de su ser, darle un nombre y sentido a su modo de existencia, y a partir de allí relacionarse ganando un pequeño espacio en el mundo de los “cuerdos”. El costo probablemente sea el empobrecimiento de su impulso vital escondido detrás de esa etiqueta que lo consiste, que lo define y argumenta. Una suerte de mismidad que en un punto es tranquilizadora pero que a la vez diluye lánguidamente la potencia singular de X -a la que generalmente le tiene miedo-, pudiéndose justificar tras el nombre obtenido: soy esquizofrénico, soy depresivo, etc.

Los criterios diagnósticos se sostienen en una serie de codificaciones y normativas estructurales de un cuerpo teórico determinado; el cual determina, al mismo tiempo, las intervenciones del profesional actuante. Mi hipótesis es que si bien podríamos pensar que las tipificaciones desalojan al consultante de su singularidad, también lo insertan en lo social de alguna

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manera -al menos precaria-, yque esasituaciónno distamucho de nosotros, a los que damos en llamar(nos) “normales”.

Respondemos a códigos desde los cuales logramos una cierta tranquilidad en el mundo que también es ilusoria: detrás de lo que nos decimos que somos a veces cerramos los oídos a nuestra polifonía interior, sóloapuntalándonos en los decires confirmatorios que nos reconocen desde afuera: soy psicoanalista, soyintelectual, soy libre. Esa confirmación de Ser, tan precaria como la del diagnóstico psicopatológico, sugiere también una subjetividad secuestrada. Por eso quizá llega un momento en que todos podemos llegar a un límite insostenible donde todo se derrumba. En los llamados enfermos mentales sucede de manera drástica, en nosotros (y no siempre), de manera solapada. Pero ¿quién creemos que somos?, ¿qué somos? Algunos pueden, “soportar el temblor de la incertidumbre”1 , otros no. Lo otro, eso desconocido, la otredad del otro que somos, cae como un resto inasimilable al que le cerramos la puerta de acceso porque vivimos en un mundo “normal-normativizado”; y lo anormal seacepta siempre y cuando sea para otros que no somos nosotros.

En francés, encerrar se dice “enfermer”. Suena a enfermedad (De Gemmis, Gialdino, 2021, p. 106). Tal vez la enfermedad mental sea esoque no exploramos pero que retorna, golpeando la puerta con las angustias y vacíos existenciales que tantas veces nos habitan intempestivamente. Daniel Vega decía en el Taller de Debate sobre Los Recursos Institucionales2, que “las instituciones con su funcionamiento resultan por momentos más hostiles que hospitalarias, porque sus lógicas están más enmarcadas en la codificación que en la creatividad”3 , pienso en Institución de los Nombres Propios, la Gramática General Hegemónica que nos ha colonizado con sus Sujetos y Predicados y Pronombres Posesivos, en los que muchas veces (sin darnos cuenta) somos y estamos soldados.

1 Sobre la cuestión del temblor hay un texto póstumo del año 2006 de J. Derrida: ¿Cómo no temblar? publicado en Acta Poética 30-2 (2009), que recomiendo.

2 El Taller de Debate sobre Los Recursos Institucionales funcionó durante tres años en nuestro hospital con mi coordinación, era abierto y estaba dirigido a toda la concurrencia del Centro Ameghino. Se trabajaba sobre los obstáculos en la clínica. La primera versión fue para Concurrentes del TT en 1995, se llamó Curso de Recursos Institucionales, coordinado por la Lic Mabel Anido durante dos años

3 Recuerdo como anécdota que ese día resonó la caída de un fragmento del cielo raso de la antigua biblioteca.

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Los nombres abren distancias que permiten ciertos contactos cautelosos. Si soy terapeuta y usted es psicótico, puedo empatizar y dirigir sucura; pero siempre sosteniendo la asimetría. Desde esa diferencia suelen, a veces, crearse relaciones de dominación discretas pero profundas. Sin embargo, resulta -¿para nuestro desasosiego? - que ni el psicótico es todo el tiempo psicótico, ni el/la profesional es todo el tiempo profesional, ni el libre es todo el tiempo libre. Eso muchas veces asusta, estresa, agobia Nos esforzamos por sostener la imagen que ese Otro social forja de nosotros y denegamoso renegamos- de nuestras miserias, sufrimientos, padeceres como si no existieran. Los llamados “cuerdos”, cuando estallamos o nos angustiamos, lo hacemos calladamente, como si nada sucediera, aunque consumamos farmacología psiquiátrica u otro tipo de paliativos (incluso los fuera de la norma), para poder seguir en la carrera productiva. Poco a poco solemos sentir el peso de la máscara que nos esconde y aparece el estrés, la depresión, el insomnio, es decir: la enfermedad. Sería como pensar que ser analista, empresario, artista exitoso, etc., a veces es un salvoconducto para cruzar fronteras sin culpa, sabiendo que tenemos una casa donde retornar; porque después de la puerta profesional hay más seguridad, parafraseando a Manal4 Esa casa es la Institución de pertenencia. La paradoja es que, en ella, tanto profesional como paciente padecemos un secuestro subjetivo, alienante, al mismo tiempo que hospitalario. Entonces, ¿cómo habitar el viejo espacio disciplinario estando a la vez sometidos a la actual sociedad de control?

Empezamos con Luis Otero5, en 2016, a esbozar el interrogante sobre si trabajar en Salud Mental aporta realmente a un trabajo sobre la Salud Integral de la comunidad. Este interrogante, con la tensión que conllevaba, nos pedía corrernos de lo que pensábamos como la “captura hegemónica de los ‘Nombres Únicos''' (Gialdino, Otero, 2018, p.1) para dar cuenta de subjetividades que no son entidades coaguladas, almidonadas, para siempre, puesto que están en constante construcción, preservación y destrucción (como dicen los hindúes). Asífue que inventamos un dispositivo:

4 Luz de la amenaza nocturna. Manal.

5 El Lic Luis Otero, co-creador del Proyecto 4 Estaciones -además de atender pacientes en Fonoaudiología en el CESAC 11 y formar residentes – ha trabajado con dispositivos de salud comunitaria basados en estrategias de APS que abordan desde problemáticas de la comunicación humana hasta abordajes de situaciones sociales complejas, diversidad sexualy sobre envejecimiento saludable.

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un pequeño espacio deencuentro, un momento derelajación y conexión con loíntimo, desde loque sedenomina relajación profunda y viaje sonoro-vibroacústico: “Proyecto las 4 Estaciones”. Sin objetivo preciso más que el de abrir una pausa, un espacio donde transitar y relajarse; intentando un acercamiento que nos posibilitara cierta modulación sonora entre los invitados (pacientes, miembros de la comunidad, profesionales, administrativos), afectados, todos nosotros, -de diversas formas- por el aislamiento en diferentes grupos sociales rígidos que las dificultades de comunicación de la vida “civilizada” nos impone.

Sin duda sentíamos también un malestar, un cansancio existencial. Atender personas una vez por semana trabajando desde sus padecimiento desliza esa asimetría a veces hacia una distancia profunda, donde el paciente es el enfermo mental y nosotros somos los sanos; situación de la que este es nuestro más confirmatorio testigo; y que se torna en no pocos momentos muy pesada; porque se sostiene en una forma de abstinencia muy cercana la represión del afecto. Los terapeutas cultivamos una sólida impunidad dada por un título y una situación laboral que nos otorga un valor social. El paciente no tiene ese poder, puede parecer lúcido y sin embargo no puede hacer nada con eso más que padecer de su discurso. Desde un lugar oculto entre mis sombras creoentender que ladiferencia entre enfermo mental y cuerdo, es sólouna convención social y fundamentalmente políticoeconómica, una valoración capitalista apoyada en el criterio de productividad, donde el que porta el discurso determina su contenido; de allí los exitosos y los fracasados de la sociedad.

Muchos colegas coinciden en decir que -por más desesperados o angustiados que estén- llegar al consultorio y empezar a atender los saca del vacío, les da otro semblante, la frase sería “los pacientes curan”. ¿Será porque nos permitimos elevarnos aun lugar de poder que en otros espacios de la vida carecemos? Muchas veces también parece suceder que, cuando se va el último paciente, todo retornase como a una asfixia, a una mezquina y silenciosa vida llena de cavilaciones y síntomas ocultos tras la máscara profesional (los hindúes dicen que las trampas de la mente toman al cuerpo como portavoz).

En “Las 4 Estaciones” queríamos invitar a vibrar con otros y otras, en una suerte de sentimiento oceánico compartido desde un lugar que movilice

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la potencia creadora de lo colectivo, esa capacidad de afirmación y de resistencia ante las formas de dominación imperantes, que saben que del anonimato subjetivo y la alienación surge el sometimiento, la resignación, el odio, la división: incitación a la insatisfacción que alienta permanentemente a la meritocracia, la competencia, al trabajo desenfrenado, para disponer de nuestros recursos materiales para el consumo más salvaje y autoerótico de objetos, vínculos, actividades, corriendo una carrera loca donde siempre llegamos tarde (cuando podemos correrla) porque muchas veces el dolor de no ser meritorio para la carrera arrasa. “Esa es la realidad de una masa enorme que ya no combate contra el capital, sino contra el hecho de que el capital ni siquiera se interese de ellos” (Pelbart, 2016, p.88). En definitiva, este es un sistema que termina dejándonos a todxs en precarización subjetiva y con el sabor amargo del desamparo a flor de piel.

Nuestro cuerpo nunca está estático, el cuerpo es vibración, todo es vibración. Además, es un cuerpo situado, por lotanto, en permanentemente transformación, en devenir; por eso juego a hacer coincidir enfermar con encierro y con detención, bloqueo, contracción, un devenir que se obtura. Recuerdo que en alguna conferencia6 de Youtube era Pelbart quien decía que “las máquinas tecnológicas de información y comunicación operan en el corazón de la subjetividad humana, no sólo en su inteligencia, en su memoria, también en su sensibilidad, en sus afectos, en sus fantasmas inconscientes”.

Luis y yo consideramos que ese encuentro sonoro vibracional, ese reencuentro con las regulaciones ancestrales que el humano ha tenido por siempre, fue una acción micropolítica en Salud Mental, aportando desde allí a la Salud Integral. Si bien fue una experiencia intensa y muy bienvenida, algo fastidió a algunos compañeros y no logró convocar a otros por diferentes razones -una situación que recuerdo conternura, era que algunos profesionales sentían gran dificultad en compartir el espacio con los pacientes. Más allá de la repercusión cuantitativa -que la tuvo-, de la experiencia nos quedó la emoción de lo cualitativo, la marca que dejó. Aún hoy muchos participantes recuerdan con afecto el Proyecto 4 Estaciones y

6 Segundo coloquio REELDG. Conferencia inaugural de Peter Pál Pelbart: “Subjetivación y agenciamiento” https://youtu.be/AH2PVthRSYE

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su baño sonoro, que causó la pregunta de si el Hospital Público iba a convertirse en un Centro Cultural New Age. Afectaciones diversas, indudablemente. Yo creo que la experiencia fue un pequeño acontecimiento que generó un antes y un después en quienes participamos y en el posterior vínculo con el Centro de Salud Mental; brindando un aire diferente para respirar en los pasillos de los consultorios ambulatorios. Tal vez, ese testarudo espacio de insistencia y resistencia por cuatro años abrió una puertita a algunas pasiones alegres para salir a jugar con lo instituido.

Si bien históricamente7 los grupos de apoyo psicosocial de Virginia Leckie, las clases de expresión corporal de la entrañable Bernarda Pérez, los murales de del primer piso, los talleres de juego de Infanto Juvenil T.T, los talleres comunitarios de Alcoholismo o el taller de máscaras de Mabel Anido, entre otras tantas actividades, fueron antecesores inolvidables de esta experiencia; creo que la transversalidad explícita de la propuesta del Proyecto 4 Estaciones movilizó una potencia que le dio una singular y polarizada repercusión. Los hermosos encuentros vividos con el Bachillerato Maderera Córdoba -con mural de tapitas y quemas de muñeco incluidosque realizamos en el Área Comunitaria y los Pasillos Lúdicos, una experiencia maravillosa inter-equipos, fueron umbral e impulso creativo fundamentales para mí.

Enaños posteriores comenzaron atomar lugar varias experimentaciones más dentro del Hospital: clases de Yoga, la radio Estación Ameghino y sus talleres, talleres de Meditación, Cuerpo y Movimiento, y quizá otras que desconozco. Experiencias abiertas a la transversalidad. Espacios que van conquistando una permanencia temporal y espacial dentro de las paredes institucionales, que van abriéndose un lugar en el devenir hospitalario al lado de las diferentes disciplinas que abordan el padecimiento, intentando convivir en una tensión solidaria, compartiendo lugares y saberes diversos, tratando de componer otros lazos, otros cuerpos colectivos.

Para terminar dejo abierta la interrogación sobre sí la posibilidad de habitar el Centro de Salud de diferentes maneras, desterritorializandolo de algunas polaridades imaginarias, atreviéndonos a espacios más lúdicos y

7 Todos estos dispositivos que nombro aquí fueron creados durante diferentes épocas por profesionales del Centro Ameghino, algunos antes de que la que suscribe entrara como concurrente alhospital, otros teniéndome como participante, otros no, yen algún caso formando parte de su creación y organización y desarrollo

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abiertos, dando lugar a una convivencia polifónica y heterogénea de todos los otros posibles que portamos, podría quizá por un rato transformar en collage caleidoscópico a la insidiosa y destructiva fragmentación subjetiva que promueve este mundo actual tan canibalístico ¿Podrían estas experiencias servir de algún modo para transitar de otras maneras posibles el malestar que nos provoca y re-conciliar sueños?

Referencias bibliográficas

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De Gemmis V. y Gialdino M. A. (2021) Presencias de lo colectivo. Talleres Abiertos en Dispositivos de Salud Mental. En Revista desde el Centro. Buenos. Aires: Ciudad Editor.

i María Ángela Gialdino es psicóloga delCentro de Salud Mental N° 3 Dr. A Ameghino, División Infanto juvenil. En el Área Comunitaria realiza Talleres abiertos a la Comunidad. Ex docente UBA, Instructora de Yoga formada en India y Argentina. Posgrados en Arte, Raja Yoga, Yoga para niños y Psicología Grupal. Maestría en T y T de Exploración en Psicodiagnóstico. Se dedica a las Arte Plásticas y Fotografía, Escribió artículos sobre Clínica de Niños, Psicodiagnóstico (con referato) y Clínica ampliada y Comunitaria en co-autoria.

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Aspectos interinstitucionales de los tratamientos por oficio del fuero penal

Mabel Anidoi

La ley 24.6601 en sus artículos 1 y 2 dice que la ejecución de la pena privativa de libertad, en todas sus modalidades, tiene por finalidad lograr que el condenado adquiera la capacidad de respetar y comprender la ley, así como también la gravedad de sus actos y de la sanción impuesta, procurando su adecuada reinserción social, promoviendo la comprensión y elapoyo de la sociedad, que será parte de la rehabilitación mediante el controldirecto e indirecto. El régimen penitenciario a través del sistema penitenciario, deberá utilizar, de acuerdo con las circunstancias de cada caso, todos los medios de tratamiento interdisciplinario que resulten apropiados para la finalidad enunciada.

Los tratamientos que se inician por indicación de un Juez nos abren un campo complejo, con múltiples entrecruzamientos. Sin dudas nos implican un desafío que pone en tensión nuestros dispositivos.

En el año 2018 lepropongo al equipo que armemos un grupo para recibir a los pacientes que son derivados por oficio judicial. Le dimos forma y presentamos el proyecto a la dirección del Centro, que fue atendido y avalado. A partir del año 2019 comenzamos a recibir esas derivaciones.

Primer dispositivo, los talleres

Para esa primera experiencia pensamos en talleres que se sucederían unos a otros. Suponíamos que serían facilitadores para instalar un grupo, frente a lo que también suponíamos como falta de demanda por parte de las personas derivadas. El desarrollo de esa experiencia está planteado en el libro Diversidad de lo grupal en el hospital público (Pachuck, Anido, 2021). En este momento me interesa rescatar ciertos nudos, en especial las decisiones que fuimos tomando.

La primera cuestión que se puso en evidencia fue que de todos los citados, alrededor de 20, aproximadamente un tercio no vino a la primera reunión. Otro tercio no superó el primer mes de tarea y del tercio siguiente solo el 50% completó los seis meses que ofrecimos como respuesta al

1 Ley de ejecución de la pena privativa de la libertad. Sancionada el 19 de junio, promulgada el 8 de Julio de 1996. Las negritas son de la autora.

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pedido de tratamiento. De este modo quedaron delimitadas tres situaciones diferentes para investigar. En principio nos concentramos en los que podían sostener el proceso clínico. Decidimos dejar de lado la modalidad taller y funcionar en grupo de apuntalamiento, porque los pacientes se abrían a compartir sus sentimientos y pensamientos. Se formó así el primer grupo.

Grupos de apuntalamiento.

La pandemia interrumpió laposibilidad de reunirnos presencialmente yel funcionamiento remoto fue imposible por falta de conectividad o de privacidad. Al retomar la presencialidad decidimos desdoblar ese grupo en dos, los que estuvieron detenidos ylos que no. La decisiónse hizonecesaria por la cantidad de pacientes y, sobre todo, por cuestiones clínicas.

Respecto de quienes deben realizar un tratamiento para no ir a prisión la Ley 24.3162 en su artículo 76 bis expresa que:

El imputado de un delito de acción pública reprimido con pena de reclusión o prisión cuyo máximo no exceda de tres años, podrá solicitar la suspensión del juicio a prueba.(…) Alpresentar lasolicitud, el imputado deberáofrecer hacerse cargo de la reparación deldaño en la medida de lo posible, sin que ello implique confesión ni reconocimiento de la responsabilidad civil correspondiente. El juez decidirá sobre la razonabilidad del ofrecimiento en resolución fundada. La parte damnificada podrá aceptar o no la reparación ofrecida, y en este último caso, si la realización del juicio se suspendiere, tendrá habilitada la acción civil correspondiente. Si las circunstancias delcaso permitieran dejar en suspensoelcumplimiento de la condena aplicable, y hubiese consentimiento del fiscal, el Tribunal podrá suspender la realización del juicio. (…) El imputado deberá abandonar en favor delestado, los bienes que presumiblemente resultarían decomisados en caso de que recayera condena.

La reforma introducida en el Código Penal por medio del artículo 76 bis, crea la figura de la suspensión del juicio a prueba. En lo que atañe a su naturaleza jurídica es importante sostener que la misma no implica una condena en sentido específico, sino que es larenuncia ala potestad punitiva del Estado. Tampoco se trata de una sentencia, es una medida revocable que abre un status procesal específico, que suspende el procedimiento sancionatorio común, otorgando una oportunidad de reforma y el mismo

2 Código Penal. Ley N° 24.316. Se incorpora al Código Penal el título XII a continuación del art. 76 que sedenominará “De la suspensióndeljuicio a prueba”.Las negritas sonde la autora.

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tiempo una posibilidad de condena, en caso de incumplimiento de las condiciones a que las somete el juez.

En cambio, para las personas que estuvieron detenidas y están con libertad condicional o asistida el artículo 12 de la Ley 24.660 expresa que: el régimen penitenciario aplicable al condenado, cualquiera fuere la pena impuesta, se caracterizará por su progresividad3 y constará de: a) Período de observación; b) Período de tratamiento; c) Período de prueba) Período de libertad condicional. Esto quiere decir que la libertad condicionales parte del proceso penitenciario.

Observamos que hay una diferencia significativa en las posiciones subjetivas entre quienes estuvieron detenidos y están en su proceso de reinserción social, respecto de aquellos que deben realizar el tratamiento como parte de las normas de conducta acordadas. En algunos casos esas normas eran la condición para no ir a juicio. Las diferentes situaciones procesales producen diferentes situaciones clínicas que nos llevaron a complejizar el dispositivo.

Respecto del tercio que no llegaba a la primera reunión pensamos posibles hipótesis. La más evidente podría ser que no recibieran la información en tiempo y forma. Verificamos que mayormente coincide la ausencia de la persona con la falta de confirmación.

Del tercio que empieza y termina los 6 meses de tratamiento obligatorio, actualmente tenemos la situación de que algunos quieren continuar sus tratamientos en forma voluntaria. Esto nos implicaría abrir otro grupo y nos lleva a pensar un nuevo dispositivo, las particularidades de cada caso y en especial sudemanda, ahora en transferencia.

Con relación al tercio que abandona en el primer mes, nos encontramos con situaciones bien diferentes:

 incompatibilidad de horarios con trabajos recientemente conseguidos

 no tener con quien dejar a sus hijos

 viven muy lejos del Ameghino

 les resulta insoportable compartir con esos otros que conforman el grupo

3 Las negritas son de la autora.

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Todas razones sumamente atendibles, que podemos pensarlas y problematizarlas seguramente encontremos formas de mejorar nuestras intervenciones en esos casos. Para estas situaciones consideramos importante informar, a los organismos que derivan, los días y horarios de los grupos antes de otorgar el turno. Con esa información podrán evaluar caso por caso si es conveniente hacer el pedido de la vacante en ese momento.

Es fundamental que existan mayor cantidad de dispositivos en diferentes lugares del AMBA, para que el espíritu de la ley tenga correlato con los recursos destinados a eso. Estamos en un momento de colapso en ese sentido. Las razones por la cuales las instituciones públicas cierran las admisiones a estos casos merecen dedicarle un trabajo aparte.

Respecto del rechazo, que puede producir formar parte de un grupo con esos otros con quienes no se tolera tener algo en común, también merece profundizarse en otro trabajo.

El artículo 6º de la Ley 24 660 refiere que: El régimen penitenciario se basará en la progresividad, procurando limitar la permanencia delcondenado en establecimientos cerrados y promoviendo en lo posible y conforme su evolución favorable su incorporación a instituciones abiertas, semiabiertas, o a secciones separadasregidas por el principio de autodisciplina.

Las acciones aadoptar para sudesarrollo deberán estar dirigidas a lograr el interés, la comprensión y la activa participación del interno. La ausencia de ello será un obstáculo para el progreso en el cumplimiento de la pena y los beneficios que esta ley acuerda.

A suvez el Artículo 554 expresa que: el condenado incorporado alrégimen de libertad asistida deberá cumplir las siguientes condiciones:

I. Presentarse, dentro del plazo fijado por el juez de ejecución o juez competente, al patronato de liberados que le indique para su asistencia y para la supervisión de las condiciones impuestas.

II. Cumplir las reglas de conducta que el juez de ejecución o juez competente fije, las cuales sin perjuicio de otras que fueren convenientes de acuerdo a las circunstancias personales y ambientales del condenado, podrán ser:

Las negritas son de la autora.

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a) Desempeñar un trabajo, oficio o profesión, o adquirir los conocimientos necesarios para ello;

b) Aceptar activamente el tratamiento que fuere menester

c) No frecuentar determinadas personas o lugares, abstenerse de actividades o de hábitos que, en el caso, se consideren inconvenientespara su adecuada reinserción social.

Estas condiciones, entre otras, regirán a partir del día de egreso hasta el de agotamiento de la condena. ¿En este contexto, cómo pensar estos tratamientos? ¿Son un beneficio o una pena?

A principios de esteaño ycon los dos grupos funcionando, consideramos imprescindible armar un espacio de interlocución de nuestra disciplina, para pensar la experiencia clínica, sus implicancias, límites y funciones. Para ello pautamos encuentros periódicos con la Dra. Gabriela Salomone y su equipo de investigación. Esos encuentros nos posibilitaron la pausa imprescindible en el hacer, para problematizar situaciones. Construir un relato que organizara las ideas, afectaciones y emergentes. También nos permitió no actuar loque contratransferecialmente senos jugaba conalgunos pacientes.

En ese espacio se fue reconstruyendo un marco de trabajo, que hace de esta clínica toda una especificidad. Sobre todo, nos permitió pensar modos de ir introduciéndonos en ella. Sevuelve muy necesario visualizar y recorrer los puentes entre las prácticas singulares y los desarrollos teóricos académicos que permiten pensar el campo jurídico. En la vorágine de atender las diferentes demandas que nos llegan, a veces esas áreas parecen no tener puntos de contacto. En este sentido nuestro especial reconocimiento y gratitud a Gabriela y el equipo, al aceptar recorrer con nosotras el incierto camino del aprendizaje en simultáneo con la experiencia clínica.

Nos resulta llamativa la escasa oferta de cursos de actualización sobre estos abordajes dentro de salud mental. Consideramos imprescindible contar con herramientas apropiadas para el buen desempeño de esta tarea. En esteproceso de aprendizaje, los tratamientos ubicados como una norma de conducta a cumplir, nos abren múltiples interrogantes a los que consideramos necesario hacerles lugar. Para dar cabida al trabajo con esos interrogantes armamos un ciclo de invitados. La idea era trasladarles esas preguntas aquienes nos derivan los casos. Cursamos las invitaciones y nos sorprendió la excelente disposición y bienvenida al intercambio. De este

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modo se constituyó un espacio mensual de trabajo interinstitucional sumamente enriquecedor.

La primera invitada fue la Dra. Vilma Bisceglia, Jueza Nacional de Ejecución Penal, quien nos presentó su punto de vista y el espíritu de la ley cuando incluye el tratamiento en salud mental como imposición. ¿Es la prisión la única medida posible frente a un sujeto que produce faltas de conducta que perjudica a otros? ¿Además de la prisión hay algo más que podamos pensar? Ella apuesta a los recursos que desde la salud mental puedan hacer alguna mella que evite o disminuya la repetición de esas conductas.

Las siguientes presentaciones fueron de responsables de los organismos encargados del cumplimiento de las medidas impuestas por la justicia. Participaron la Dra. María Virginia Barreyro, directora de la Dirección de Control y Asistenciade Ejecución Penal; la Dra. Gabriela Leonetti, directora del Patronato de Liberados del poder judicial de la ciudad de Buenos Aires; el Lic. Fabricio Pizzarello, titular de la oficina de control de suspensión de proceso a prueba, del Ministerio Publico Fiscal del Gobierno de la C.A.B.A. y el Lic. Leonardo Fortuna coordinador de la sede Este de dicha oficina.

Estos organismos solicitan el turno a nuestra institución y en esos encuentros nos contaron sobre las misiones y funciones de sus instituciones. Nos compartieron cuál es su tarea, cómo la piensan y organizan. Se hicieron explícitos los criterios de derivación y el modo singular en que cada organismo hace una tarea preliminar a la derivación, así como el modo de hacer el seguimiento de los casos.

De esteciclode invitados también participaron laDra Gabriela Salomone, compartiendo parte de las formalizaciones y conceptos que fue sistematizando con el equipo y que nos ayudan a pensar este campo. Profundizando en la idea de una clínica que se desarrolla en la interdiscursivida; la Lic. Silvia Cano, quien nos compartió su experiencia con grupos de internos en diferentes penales y la Mg. María Eva Sanz, directora de la Mutual Grupo Buenos Aires, quien nos comentó sobre la tarea que realizan desde hace 20 años con esta población y de la cual tomamos conocimiento a través de los pacientes que participan en ambos espacios. Agradecemos profundamente la disposición y el valioso aporte que han

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realizado para poder repensarnos como parte de una red que tiene sentido y cuya función es irremplazable.

Situación actual

Después del camino recorrido nos encontramos en una nueva encrucijada que requiere tomar decisiones que pone en tensión lo jurídico y lo clínico. Disponemos de una red de trabajo interinstitucional que modificó nuestras ideas previas, forjadas en el desconocimiento. Esared es uncapital precioso para encausar el rumbo en pos de un bien común.

Cada instituciónensí mismatiene suspropias complejidades ydiferentes realidades a las cuales debe atender y atenerse. En nuestro caso el equipo de grupos asumió la atención de la casi totalidad de los casos penales que son derivados al Ameghino. He compartido la coordinación de los grupos con casi todos los miembros del equipo. En esta última etapa, más sostenidamente con las licenciadas Cecilia Carné y Julieta Medici.

Respecto de los pacientes podemos decir que la adherencia al tratamiento es mayor que al inicio, lo cual en sí es un buen indicador. Pero no disponemos de recursos para incluir nuevos pacientes o abrir otros grupos para ofrecer más vacantes para estos casos. Esto nos implica repensar el dispositivo y las decisiones que tomemos afectan no solo al equipo, sino también a la institución, así como a los organismos que nos derivan, por eso queremos abrir el debate a nivel institucional e interinstitucional.

También nos encontramos conmayor cantidad de casos que, al terminar los seis meses obligatorios, quieren continuar profundizando su proceso terapéutico. Consideramos que esto es en gran parte efecto de nuestra apuesta al sujetoy al poder alojar las transferencias que semovilizaron. Esta situación clínica nos pone en el compromiso de colaborar en que eso se pueda encausar de alguna manera.

Consideramos que, así como se hizo clínicamente necesario el grupo de análisis para quienes terminan sus seis meses, también se hace clínicamente necesario un proceso de admisión de al menos un mes donde ubicar con mayor precisión quienes se beneficiarían con un tratamiento en forma grupal, quienes sería más conveniente hacerlo en forma individual y con quienes habría que hacer mayor trabajo preliminar antes de ser incluido

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en un proceso terapéutico. Estos planteos estuvieron desde un inicio en nuestro horizonte. Sin embargo, fue necesario transitar cuestiones administrativas, institucionales einterinstitucionales para recién ahora poder adentrarnos en las singularidades y particularidades de esta clínica en el campo grupal.

Del trabajo interinstitucional surge la iniciativa de generar diferentes espacios intermediarios, articulados en alguna secuencia estratégica. Espacios en diferentes instituciones que entre todos constituiríamos una respuesta posible y eficaz, en resonancia con el espíritu de la ley.

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i Mabel Anido es psicóloga de planta delequipo de grupos delCSMNª3. Psicoanalista. Analista de las configuraciones vinculares. Supervisora clínica. Docente de cursos de posgrado. Consultora de equipos de salud. Autora dellibro Violencia en la familia, de eso no se habla; cocompiladora del libro Diversidad de lo grupal del en hospital público

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Todos somos luz y somos sombra1

El diseño del dispositivo

Este es un escrito que reúne más preguntas que respuestas. Me propongo compartir una experiencia de trabajo novedosa, sin arribar a conclusiones. Se trata de un camino sinuoso donde semana a semana aparecen situaciones nuevas y semana a semana pienso algo distinto. Por momentos tengo la sensación de que todo tambalea y en otros momentos, la confianza de que alguna pequeña variación se produce.

En el año 2020 me sumé, junto ala Lic. Mabel Anido, ala experiencia de llevar adelante una apuesta, un invento, un dispositivo grupal para personas derivadas por oficio judicial. Recibimos derivaciones del fuero penal, en su mayoría se trata de hombres, que se encuentran bajo la figura jurídica de probation2 o en libertad condicional/ asistida.

Diseñamos un dispositivo grupal con una duración de seis meses. Establecimos este tiempo como margen para dar lugar al despliegue de la grupalidad y generar alguna condición de posibilidad para problematizar algo. ¿Es posible que esto suceda en las circunstancias en que los sujetos llegan al Centro de Salud Mental?

A medida que comenzamos acarretear conel grupo notamos diferencias entre aquellos que estaban bajo lafigura de probation y los otros que habían sido juzgados y privados de su libertad. Hacernos alguna pregunta por la responsabilidad subjetiva nos sirvió de brújula. Decidimos entonces separarlos en dos grupos diferentes.

La escucha puesta a prueba

1 El título del presentetrabajocorrespondealacanción“Todos somos luz y somos sombra” de AxelKrygier y formapartede la obra teatral“El hombre queperdió susombra”

2 La probation es un recurso judicialque se emplea en la resolución de una situación delictiva. También conocida como suspensión deljuicio a prueba, permite dar por finalizado el conflicto, sin necesidad de llegar a juicio oral. El sujeto tiene que reparar el daño ocasionado. El tratamiento psicológico es uno de estos requisitos a cumplir, generalmente acompañado de tareas comunitarias y cursos sobre eltema en cuestión.

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¿Qué se espera en el campo jurídico y qué podría hacerse en un dispositivo grupal? ¿Qué dispositivo grupal es pertinente para esta situación? ¿Qué tipo de grupo tenemos? ¿Cómo construimos un lugar desde la especificidad de nuestra disciplina, que no nos deje al servicio del juez? ¿Culpable o inocente? En este espacio donde nos proponemos trabajar con el padecimiento subjetivo, ¿es lo importante? Vamos desplegando un camino en el que conviven al menos, dos discursos: el jurídico y el psi.

Se trata de una clínica que me hace sentir muy juzgada y muy jugada, a prueba. No solo como analista, también como mujer y como mamá. Es una escucha que nos toma el cuerpo. Que nos hace temblar a veces. Quienes trabajamos con grupos, sabemos de la importancia de los espacios y de los cuerpos, sus afectaciones.

Cuando comenzamos con estos grupos, hicimos del patio interno del hospital nuestro espacio de trabajo. Fue una decisión espontánea, pero en lo particular me daba tranquilidad estar allí a la vista de todxs, profesionales y pacientes de la institución. Ya cuando las condiciones climáticas nos obligaron a buscar otro lugar, empezamos a usar el salón San Luis. Al principio las coordinadoras nos ubicábamos al lado de la puerta y el grupo se extendía hacia el fondo. Poco a poco fuimos ganando coraje y confianza en la propia regulación del grupo. Pudimos empezar a desplazarnos por el salón. Actualmente uno de los participantes va directo al San Luis y acomoda las sillas en forma de círculo. Prepara el espacio para el resto y nos espera. Es sumodo de estar.

Al iniciar el tratamiento acordamos con estas personas que la causa se dio lugar y sigue su curso en otra instancia, y que aquí la invitación es a ponerse a trabajar con aquello que los trae. El momento del allanamiento suele cobrar un valor preponderante para todos, es el instante donde cada uno pudo hacer el insight.

Los motivos de las causas sonvariados, entre ellos: violencia, amenazas, pornografía infantil, etc. Algunos de ellos asumen su participación sobre lo que selos acusa, otros en cambio, hacen un rodeo y apelan a explicaciones inverosímiles.

Confieso que la idea inicial para este artículo, era escribir una viñeta clínica del grupo. Pero al querer hacerlo, comprendí que no puedo recurrir a

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conceptos teóricos como suele suceder. No podría dar cuenta de procesos intersubjetivos, organizadores grupales, cadenas asociativas, etc. Van apareciendo singularidades, algunos destellos. Historias mínimas.

Matías, llegó al grupo porque había participado de muchas peleas callejeras, consumo de sustancias, etc. y tenía una denuncia anterior de su pareja, con quien seguía en una relación. Esteúltimo episodio marcaba una bisagra dado que si se producía alguna otra situación podría quedar detenido. Había sido papá recientemente, tema que traía con frecuencia, como si esto lo ayudara a organizarse subjetivamente. Trabajaba haciendo el reparto en una pizzería en el barrio de La Boca. En una ocasión llegó al grupo, luego de algunas ausencias. Contó que quisieron robarle mientras trabajaba, él se resistióporque conocía al agresor, era un pibe del barrio, un pibe como él. “Me metió un puntazo sin que yo me diera cuenta. Me volví a lapizzería lleno desangre y medesmayé. Mi jefe mellevó al hospital”. Luego relata que cuando volvió en sí, muy sacado no dejó que los médicos lo suturen y se zafó para ir a buscar al pibe que lo había agredido. “Lo quería matar”. Cuando se aproximaba a la salida se encontró con su familia que venía a buscarlo y desistió. En el grupo se dio un “otro tiempo” donde pudo reflexionar que él estuvo “en cualquiera”, igual que el pibe que lo atacó. Contó que muchas veces participó de situaciones de las que no podía dar cuenta al día siguiente y pudo ubicar el rechazo que le producía verse reflejado en estos espejos, que conviven con él en el barrio.

Anselmo, acudió al Ameghino acompañado por su cuñada, llegó con un papelito y anotaciones sobre su turno. Sepresentó espontáneamente un día cualquiera. No tenía celular, ni mucha noción sobre su situación y la causa. Estuvo casado durante 40 años con quien es la madre de sus hijos, trabajaba en un taxi. En una oportunidad sedio una discusión de pareja que terminó en un llamado a la policía, amenazas, una repentina separación y él viviendo con su cuñada o en el taxi. En cada encuentro fue abriendo su situación familiar, tenía una hija esquizofrénica, que se había ausentado varias veces de la casa. Fuimos prestándole palabras para nombrar a la locura, pudo hacerle lugar a la idea de que su hija tenía un padecimiento mental y plantearse como acompañarla.

Lucas, por ejemplo, comenzó en el grupo luego de un intento de suicidio a propósito de la causa por consumo de pornografía infantil. Había pagado

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una fianza y le pesaba encontrar el modo de obtener más dinero para cancelar esa deuda, vivía con la madre y su hermano, su novia había perdido un embarazo. Lo acompañamos en el trayecto donde pudo hacerle lugar a sus emociones, posicionarse mejor en el trabajo, empezar a buscar departamento para vivir con su novia, etcétera.

Otro paciente cuenta que le prestó sucomputadora a un amigo, mientras se iba a trabajar de colectivero, en el horario nocturno. Dice que no estaba al tanto y que luego este amigo desapareció. Se tuvo que hacer cargo porque la computadora era suya. Ahora estaba desempleado, en una situación de mucho apremio. Trabajamos en el grupo sobre la confianza, la privacidad, la responsabilidad.

Un día alguno de ellos empezó a hacerse preguntas. Tenía noción de lo que implicaba el consumo de pornografía infantil. Hizo un recorrido ubicando su participación en la cadena de daños y vulneración de derechos que conlleva la producción de ese material. De a poco se fue problematizando esto de “no poder parar de ver”, de lo compulsivo, de aquello que le pasa más allá de sus razonamientos. Cobra dimensión el impacto que pueden tener sus actos en otras personas. Hay otro, que es difícil de abordar.

¿Desde dónde nos apoyamos para sostener la escucha? Anne Dufourmantelle toma el concepto de variación y dice que es un arte y un riesgo. “La variación no es esquivar aun cuando se le parezca. Es un arte muy formal de la repetición escogida y, por lo tanto, superada. La variación nos hace creer que habríamos podido perdernos, para después volver a tomarnos suavemente de la mano para devolvernos hacia el tema principal y luego alejarnos de él de nuevo, imperceptiblemente” (Dufourmantelle, 2019, p.166) Es ese movimiento, una perla.

El grupo de los tumberos

En el caso de las personas que se encuentran en libertad condicional o asistida, se nos presenta un trabajo de otra índole. No está puesto en duda su participación en el hecho, han sido juzgados y condenados. Su presentación al espacio grupal da cuenta de esto. ¿Será la eficacia de la ley o el encuentro con lo real? ¿Cómo impacta en susubjetividad la experiencia traumática de haber estado en la cárcel? Nos encontramos ante subjetividades rotas. Son personas que presentan deterioro y carencias.

Tienen en carne viva las marcas de su historia, aun siendo historias muy

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cortas, en muchos casos. En el relato aparecen las singularidades, pero tal vez lo común en el grupo, es el acuerdo de no querer volver más allí.

El silencio es protagonista en las primeras reuniones. Miradas esquivas. Dificultad para presentarse ante el resto. Esto me hace pensar en la especificidad de nuestra práctica, lo prioritario al recibirlos es desmarcarnos del lugar del juez. Parece que el silencio se debe a la dificultad que reviste para ellos la construcción de lo íntimo.

Un viernes, en la sesión grupal, se produce algo inesperado. Dos que habían sido compañeros en el penal se encuentran. Se sorprenden, se abrazan. Francamente no había dimensionado que esta escena pudiera darse, lo fraterno representado en el grupo. En su relato dan cuenta de los golpes recibidos, de la violencia como forma de sobrevivir. Se hicieron amigos porque uno invitó al otro acomer fideos preparados en un balde, eso selló el vínculo. Se fueron constituyendo en puntales de aquellos a quienes reconocen como espejos. Ahora en el espacio que ofrecemos, puede jugarse una continuidad posible, estando afuera.

Los invitamos a hablar sobre su día a día. ¿Cómo se sienten? Así van apareciendo sus voces: “Los de afuera están muy locos, acá podemos hablar entre nosotros”. “Yo siento que se rompió una estructura en mí que era estar encerrado en mí mismo”. “Este espacio también ayuda a descargar”. Otro paciente dice: “me siento obligado a venir” ¿Cómo iniciar un recorrido terapéutico desde la obligatoriedad?

René Kaës, plantea que “para asociarse en grupo, los humanos no solamente se identifican con un objeto común y, desde allí, entre ellos, sino que también sellan un acuerdo inconsciente según el cual, para mantener suvínculo y el grupo que lo contiene, cierto número de cosas no entrarán en cuenta: estas deben ser reprimidas, rechazadas, abolidas, depositadas o borradas. Pero al mantener una zona de simulacro, abren también un espacio donde se puede inventar lo posible” (Kaës 2006, p. 319) ¿Cuál es el pacto denegativo que constituiría un grupo con estos integrantes? ¿Qué es lo que pactan (pactamos) dejar afuera, indecible, no representado? ¿Lo no dicho sería que la ley nos obliga a todxs a estar allí? Tanto a derivados por oficio judicial como a terapeutas.

En una de las reuniones donde se incorporaban personas al grupo, les pedimos a quienes ya estaban participando, que se presenten. Así uno de

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ellos comienza la ronda diciendo que está en tratamiento psicológico por la situación de haber estado en la cárcel, otro comenta que seencuentra en la misma situación, y otro más. En el grupo aparece la idea de “estar en la misma situación”. Las coordinadoras preguntamos si esto nos incluye. Lo cierto es que nos encontramos en la misma situación, reunidos en el aquí y ahora grupal, ellos y nosotras. ¿Se puede producir un encuentro? ¿Cómo construir un espacio del que pudieran hacer uso?

Eduardo Smalinsky, trabajando el concepto de zonas intermediarias plantea que “son aquellas donde nos vemos despojados (o liberados) de nuestros roles predeterminados, sea el rol profesional o cualquier otro y nos encontramos ‘obligados’ a crear un modo de vincularnos desde ese encuentro cada vez” (Smalinsky 2020, p.97-98). Se pregunta “¿Cuál será el obstáculo para reconocer zonas intermedias? Aquellas en donde los actores hacen uso del tiempo y del espacio de un modo que para los que estamos afuera nos parece o que están perdiendo el tiempo o que están haciendo cosas fuera de lugar” (Ibid, 97-98).

Juan, uno de ellos, refiere que después de muchos años, está decidido a tramitar su documento, quiere sacar además el registro de conducir. Él maneja una camioneta desde hace tiempo y se la pasa pensando estrategias para evadir los controles, porque además tiene antecedentes. Se propone tomar coraje y presentarse frente al mundo con una identificación. Cuando preguntamos sobre el recurso en el que se apoya, menciona a Martín, un trabajador social que le hace el seguimiento. Juan puede dar cuenta de la diferencia entre sentirlo como una persecución o sentirlo como un apoyo. Dice: “Una persona que estádetrás tuyoque marca la diferencia”.

La apuesta es hacer del grupo un lugar a construir, una zona intermediaria donde podrían darse algunas formaciones intersubjetivas. El grupo como aquello que pivotea entre el adentro de la cárcel y el afuera. Este afuera que ya por supuesto, no es el mismo que dejaron. Este grupo podría constituir en todo caso, algún lugar de pertenencia, aun con antecedentes. Que incluye lo excluido. Es un grupo donde se le hace lugar a las sombras, propiciando que pueda integrarse a la vida de cada uno. La apuesta es ir acompañando este tiempo, confuso y extraño. Un dispositivo intermedio cuyo objetivo es la posibilidad de un tratamiento.

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Sacar belleza de este caos es virtud3

Queremos acompañar a estas personas, pero estamos advertidas que es un recorrido que se impone. Apostamos a la posibilidad de que algo se problematice. Nos genera muchas preguntas el hecho de abrir en el grupo los pormenores del delito, porque de lo que estamos seguras es que no se trata de darle lugar a lo obsceno. La ética y la moral juegan al ajedrez. No somos cómplices de sus actos. Intentamos que la persona pueda responder desde su posición de sujeto, más allá de la culpabilidad. Al finalizar los seis meses que nos propusimos para dar respuesta al oficio judicial, les damos laposibilidad aestos participantes, de continuar enotro espacio. Pero ahora, sería de manera voluntaria. Empieza a jugarse el compromiso de trabajo. “¿Licenciada sería con ustedel otro grupo?” Algo de lotransferencial se deja entrever.

Nos encontramos pensando y repensando la complejidad de la experiencia. Se nos presenta la conformación de este otro grupo, que supone mayor elaboración y profundidad. Vamos diseñando un dispositivo grupal “segundo nivel”. Otro invento, veremos.

Referencias bibliográficas

DufourmantelleA.(2019)“Arriesgarsealavariación”.En El elogio del riesgo.Buenos Aires: Nocturna editora

Kaës R. (2006) “Especificidad de las alianzas, los pactos y los contratos inconscientes”. En El grupo y el sujeto del grupo. Buenos Aires: Amorrortu Ediciones.

Smalinsky,E. (2020)“Espacios intermediarios”.En Devenir jugando.Buenos Aires: Brueghel

i Cecilia Carné es Psicóloga y Prof. de Nivel Medio y Superior en Psicología UBA. Formada en Psicoanálisis Vincular AAPPG. Y en Psicología Comunitaria y Social CPDXV. Instructora de concurrentes del Equipo de Grupos. Docente de Cursos de Posgrado Ameghino-CODEI. Docente en la Facultad de Psicología UCES.

3 El subtítulo del presente trabajo corresponde a la canción Deja Vu de Gustavo Cerati

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Avatares en las consultas judiciales

La clínica en una institución pública de Salud Mental nos convoca ante desafíos que exceden el dispositivo analítico. Un claro ejemplo procede de los pedidos de tratamiento solicitados por los juzgados, donde el discurso jurídico suele operar en auxilio al desfalleciente discurso simbólico. El sistema jurídico invita al psicólogo a tomar en cuenta variables jurídicas y a ser interlocutor de instancias judiciales. Estopuede ocurrir en situaciones en las que los pacientes acuden al tratamiento luego de que alguna intervención judicial seprodujo. Setrata de lo que habitualmente sedenomina “paciente s judicializados”.

En estos casos, el pedido de tratamiento o evaluación lo realiza el juez. Así se entrecruzan dos campos y dos legalidades: por un lado, el campo jurídico donde se sitúa el sujeto en relación con la ley social o jurídica y, por el otro, el campo psicológico en el que ubicamos la relación del sujeto a la ley simbólica. En ese entrecruzamiento podemos ver cómo la filiación del orden jurídico a lalegalidad simbólicanos permite triangular la relación entre una legalidad y otra con el sujeto como tercer elemento (Salomone, 2018).

Ubicamos entonces al sujeto en su doble filiación, puesto que son dos los campos que lo interpelan y lo convocan a responder y, al mismo tiempo, lo constituyen. Es preciso pensar el trabajo analítico en estos casos en la yuxtaposición de dos discursos, el Derecho y el Psicoanálisis, que convocan al sujeto a responder desde diferentes lugares. Como analistas estamos advertidas de que el sujeto se encuentra sometido a un doble juicio: el de una instancia moral, que lo sostiene dentro de la ley y el de una instancia social y represiva que lo castiga cuando sale fuera de ella. (Braunstein, 2006)

En esta ocasión queremos destacar entre estos pedidos, aquellos que solicitan el restablecimiento del contacto de los hijos con el progenitor excluido, denominados terapia de revinculación. A menudo, las familias sobre las que se realizan estos pedidos se encuentran envueltas en la efervescencia de una dinámica conflictiva generada por separaciones complejas, guardas, adopciones, interrupciones de vínculos y lo esperable

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en cada caso será ubicar las coordenadas de las denuncias realizadas, apuntando a priorizar el interés superior del niño sabiendo que es primordial suderecho atener contactoy comunicación consus progenitores, salvo que contradiga su interés superior1 .

En el caso que nos convoca, el juzgado solicita la revinculación de una niña con su padre, existiendo en ese momento una medida cautelar vigente que impide el contacto entre ambos. Con esta contradicción inicial, se empieza un trabajo clínico con el objetivo de comenzar a despejar el pedido jurídico de las coordenadas subjetivas de los involucrados en el proceso. En estas circunstancias, se vuelve necesario formular algunos interrogantes respecto de nuestra función como psicólogas cuando somos requeridas desde el ámbito judicial: ¿Quién es el destinatario de nuestra práctica?

¿Cómo articular el rol asignado jurídicamente conla función clínica? ¿Y qué sucede cuando el pedido judicial se contradice con otra medida de protección que el mismo juez dispuso?

Resulta oportuno señalar que desde la ética que rige el desempeño profesional del psicólogo, este no debe ubicarse únicamente desde el lugar de asistir en las instancias judiciales que requieran su ejercicio. Su función es otra que la de garante de los derechos y obligaciones del sujeto jurídico. Se trata de que en este recorrido legal el sujeto pueda anoticiarse y responder, desde su singularidad, por sus actos y que las niñas y niños dejen de ser objetos de protección y pasen aser considerados comosujetos de derecho. Sabemos que el niño en el lugar de objeto puede adquirir diversas formas: objeto de protección, de disputa, de negociación entre las múltiples variantes que los adultos responsables de su cuidado pongan a jugar. La apuesta del análisis será apuntar a la emergencia del sujeto deseante en ese niño.

Un pedido de revinculación judicial en el marco de un impedimento de contacto

1 El interés superior de la niña, niño y adolescente como principio rector encuentra consagración constitucional en el art. 3 y 9 de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) e infraconstitucional en el art. 3 de la Ley 26.061 de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes y en los arts. 639, inciso a y 706, inciso c, del Código Civil y Comercial de la Nación (CCyC).

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Como fue mencionado, el juzgado solicita una terapia de revinculación de una niña con su padre, quien al momento del pedido tiene una medida cautelar vigente que les impide el contacto. Medida cautelar que no es informada a la institución y frente a este desconocimiento el equipo tratante convoca para la primera entrevista a los adultos involucrados con el fin de comenzar a hilvanar de qué se trata estepedido.

Sabemos que toda revinculación implica un trabajo de elaboración que apunta a larecuperación de un vínculo que secortó y que, para realizar este trabajo, es primordial que los adultos se responsabilicen por la interrupción de ese vínculo. El sentido de citar aambos adultos tenía que ver justamente con poder ubicar con ellos las coordenadas de ruptura del vínculo paternofilial. Pero en este caso, el padre -Carlos- tenía una restricción de acercamiento con la madre -Camila- y con la niña -Martina- y esta prohibición la comunica en acto y a los gritos Camila cuando ingresa a la Institución junto con su hija de 6 años y ve a Carlos sentado en un pasillo cercano a la entrada. Camila muy enojada nos entrega una copia de la medida perimetral y, desconcertadas por el pedido de revinculación conuna medida perimetral vigente, decidimos en ese momento hacer entrevistas individuales, para luego consultar con el juzgado las acciones a seguir.

Carlos, que ya se había acercado a la institución previo al turno de citación para contarnos que estaba muy ansioso por ver a su hija que no veía hacía más de 4 años, explica que esa perimetral estaba a punto de caducar. Luego comienza a desplegar una serie de acusaciones sobre Camila en torno a su maternidad y en relación al vínculo que habían mantenido previo al nacimiento de Martina. Camila, por su parte, expresa mucho malestar por la terapia de revinculación porque no acuerda con que Martina vea a su padre. Considera que es una mala persona y que fue obligada por su abogada a firmar el acuerdo judicial, pero que no quiere emprender este proceso.

Aquí se hace palpable la necesidad de un diálogo y coordinación entre los agentes de salud y las instituciones jurídicas, puesto que sobre estos desencuentros los sujetos suelen depositar aquello sintomático que les es propio. Podríamos decir que “sí, pero no” es algo que se le juega a Camila en el camino de estarevinculación y “no, pero sí”, dicela justiciaconrelación al reencuentro de esta niña con su padre sosteniendo una medida que

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impide el contacto entre ambos. La presencia simultánea de un posicionamiento y su opuesto, pone de manifiesto la importancia y valor de construir abordajes interdisciplinarios e intersectoriales que promuevan la corresponsabilidad, el respeto a la idiosincrasia comunitaria, social, local y familiar de cada persona, posibilitando la creación de estrategias de intervención adecuadas en cada caso.

¿Qué hacer con esta contradicción inicial y cómo leerla? Fue la pregunta que orientó la operatoria que se fue armando en este caso. Interrogar las contradicciones es una de las tareas que se emprende en un análisis. Por eso mismo, el paso siguiente fue abrir el diálogo con el juzgado acerca de esta contradicción. Fuimos intentando diseñar estrategias y encuentros intersectoriales2 para tallar un trabajo conjunto y cooperativo entre los diferentes sectores y distintas disciplinas, intentando tomar y compartir lo que cada una de ellas aporta, desde supropia incompletud (Stolkiner, 1999). Nos propusimos aportar a la articulación entre los actores involucrados con el objetivo de coordinar acciones en torno a un abordaje concreto que permitiera efectivizar compromisos de participación intersectorial (Quiroga y Cryan, 2010).

El juzgado determinó sostener el trabajo de revinculación levantando todas las restricciones durante los encuentros convocados por las profesionales tratantes. De alguna manera, sesostuvo lacontradicción, pero con una hiancia. El Centro de Salud se configuraba como un otro espacio, como un intervalo que abría una posibilidad de al menos interrogar el corte que sehabía producido en el vínculo entre Carlos y Martina. Es así que esa hiancia permitió construir un espacio de trabajo que se desarrolló durante largo tiempo con cada adulto por separado y también con la niña.

Durante ese tiempo se historizó el encuentro y desencuentro de estos adultos, la llegada de la hija en común y la trama familiar de cada quien, intentando desmontar las quejas que inundaban en el consultorio. Quejas que suelen aparecer en lamayoría delas consultas, solo que en estos casos las quejas se apoyan en escritos jurídicos que llenan los escritorios de los consultorios. La maniobra aquí obliga al analista a correr del escritorio los

Los encuentros y reuniones se realizaron con responsables de las áreas jurídica y educativa.

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escritos para dar lugar a la palabra, una palabra que se desprenda del terreno de la prueba o la confesión, propio del ámbito jurídico.

Con la niña el trabajo apuntó en primer lugar a esclarecer el motivo por el cual concurría a la Institución, luego se intentó dar lugar para recuperar recuerdos del vínculo que mantuvo en sus primeros años con su padre. Ahí se advirtió que la niña no tenía registro de la existencia de su padre. Encontramos en su biografía, un recorte que funcionaba como sí ese otro parental no existiera, arrasamiento deun lazo y vivencias que selevolvieron ausencia. Por ello se fue tejiendo con ella su historia familiar a partir de juegos y fotografías que aportaron sus progenitores. Asimismo, se fue estableciendo progresivamente un espacio continente para el momento en que el contacto con su padre pudiera llevarse adelante.

En este punto, cabe destacar que, acorde a las normativas vigentes, consideramos a niñas y niños como sujetos de derecho, con el derecho a tener derechos, apreservar susvínculos de sangre y afectos, la fratría. Pues el corte puede anular o difumina la construcción del proceso identitario y el desarrollo integral, salvo cuando otro parental es el que genera un daño que hace imposible algún tipo de vínculo. No advirtiendo estoúltimo, tantodesde el orden jurídico como desde el ámbito clínico, y luego de casi un año de trabajo individual con los padres y con la niña, se decidió dar inicio a los encuentros de revinculación paterno-filial. Pandemia mediante, estos encuentros tuvieron que realizarse en un primer momento vía Zoom yluego, con los cuidados necesarios, de manera presencial.

El primer encuentro de la niña con supadre se realizó de manera virtual, no sin obstáculos de conectividad, micrófonos silenciados, cámaras que enfocaban otra cosa, entre otros. Aun así el encuentro se produjo. La niña le mostró juguetes a Carlos y se armó un incipiente diálogo entre ellos a partir de las preguntas que el padre formulaba.

Enel devenir de lasentrevistas, Carlos fue aportando elementos, algunos le resultaron interesantes a Martina. Aparecieron las mascotas en el Zoom, tanto en la cámara como en palabras. La escuela se hizo presente también. Martina contaba pequeñas escenas sobre su escolaridad que Carlos escuchaba de modo atento. En relación con la atención, es de destacar que Martina oscilaba con momentos de atención y momentos de gran desatención a lo que se agregaba cierta dificultad en el lenguaje.

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Estasdificultades, en ocasiones, angustiaban aCarlos, motivo por el cual además de llevar adelante entrevistas conjuntas se realizaron entrevistas individuales con él. Si bien Carlos contaba con un espacio individual, en el marco de este tratamiento se trabajaron cuestiones ligadas al vínculo. Asimismo, se realizaron en el devenir del proceso de revinculación, entrevistas individuales con la mamá a fin de esclarecer sus preocupaciones, alojar sus emociones y compartir el desarrollo de la revinculación realizada. Además, se le brindó un espacio terapéutico individual en la institución que, no sin resistencias, aceptó. En esa línea, también se fueron incorporando momentos de trabajo solo con la niña a fin de acompañarla en el proceso y brindarle información clara respecto de la decisión tomada por sus representantes legales.

Luego de unos meses de encuentros virtuales, habiendo pasado del ASPO3 al DISPO4, se comenzó con el trabajo presencial. Entendimos que la presencia de ambos en un espacio no mediado por dispositivos era fundamental para el fortalecimiento del vínculo que se había ido construyendo desde los encuentros virtuales. Esto permitió incluir nuevas propuestas lúdicas que, por un lado, habilitaron otros diálogos entre la niña, el padre y las profesionales del equipo tratante y, por otro, mostraron dificultades de laniña que habían quedado ocultas tras lapantalla del Zoom. Al mismo tiempo, la presencialidad dio lugar a que la niña pudiera expresar sus resistencias a los encuentros de revinculación.

Enesas situaciones, lamadre relataba que la niña manifestaba no querer asistira la Institución, dicha negativa la expresaba con un “me quiero ir” con el que también nos recibía. Pero al dar comienzo a la entrevista, la negativa cedía rápidamente y el desarrollo de los encuentros sellevaba adelante con diversas actividades lúdicas en las que Martina mostraba suentusiasmo por participar. Es así que el devenir del trabajo prosiguió en la reconstrucción del vínculo dañado habilitando un espacio para que la niña pueda seryhacer en susingularidad.

A partir de los encuentros terapéuticos desarrollados, tanto virtuales como presenciales se logró, en primer lugar, que Martina conozca la

3 Aislamiento social, preventivo y obligatorio. Decreto 297/2020

4 Distanciamiento social, preventivo y obligatorio. Decreto 875/2020

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existencia de supadre y luego su persona, así como también sulugar en la genealogía familiar paterna. Si bien ambos progenitores habían referido a este equipo tratante que durante el primer año de vida la niña había mantenido una relación con Carlos, Martina no tenía recuerdos de su existencia antes del inicio de este tratamiento. De esto se desprende lo fundamental que resultó estaexperiencia para laniña en lo que concierne al derecho a su identidad como así también al derecho de contar en su crecimiento con la presencia de ambos progenitores 5

Podemos ubicar que aquí operó algo de lo que Minnicelli (2013) denomina ceremonias mínimas, puesto que en el devenir del tratamiento se fueron configurando “instancias de institución de condiciones de posibilidad de hacer de lo dicho otros decires” (p:44). A través de estas ceremonias mínimas, pudimos desde nuestro rol profesional y en la escena del consultorio dar lugar a otras ficciones, a otros juegos de verdad que los establecidos en esta familia. En este sentido, podemos afirmar que la revinculación se ha logrado, persistiendo la vigencia de la medida cautelar por fuera del Centro de Salud Mental.

Consideraciones finales

La terapia de revinculación que solicitan los juzgados tiene por objetivo el contacto de los hijos con el progenitor excluido. Por ello, se trata de un trabajo singular que en cada caso tendrá coordenadas particulares. Reencontrarse es un primer paso, luego vendrá el trabajo terapéutico hacia la reconstrucción de los vínculos familiares dañados entre los hijos y el progenitor excluido.

La legislación enuncia a las niñas y niños como sujeto de derechos. Esto recuerda que niña/o no se nace, el cachorro humano se constituye niña/o cuando se lo nombra, se lo identifica, se lo ama, se lo mira, se le habla. La posibilidad para cada niña y niño que llega a este mundo de poder escribir su historia y ser parte de un colectivo social, le compete inicialmente y por varios años a quienes lo reciben. Aquí los circuitos de inscripción social

5 El derecho del niño a crecer en su familia, a tener contacto con ambos progenitores y a la identidad son derechos fundamentales reconocidos por nuestro ordenamiento jurídico: CDN (arts. 3, 8 y 9.3); CCCN (646 inc. e, 652); Ley 26.061(Art. 11, 12 y 13).

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ceremonial, requieren ser especialmente considerados en suvalor simbólico y en las ficciones que los sostienen.

Las prácticas profesionales, cuando se constituyen en ceremonias mínimas, resultan clave para analizar e intervenir sobre aquello que impide habilitar condiciones de movilidad, es decir, para abrir el juego allí donde el destino mortífero sostiene el “siempre fue así y así” será para niños, niñas y adolescentes que, por distintos motivos, requieren de la intervención del dispositivo jurídico-institucional.

La terapia de revinculación puede tornarse una “situación sin salida con connotación infernal [donde] alguien para vivir -amar, divertirse, trabajar, recuperar la salud- depende de algo o alguien que lomaltrata osimplemente lo`distrata´ negándolo comosujeto” (Ulloa, 1996, 187). Enestepunto resulta central el trabajo intersectorial coordinado y articulado que “rompa el cerco de los dos lugares” (Ibid.) para funcionar comoese “tercero mediador aquien apelar, alguien que represente una ley que garantice la prevalencia del trato justo” (Ibid.) lo que permitiría la salida de esa encerrona trágica (Ibid.).

“Lo anterior pretende ilustrar -tal vez sólo sugerir- el modo como un psicoanalista que se proponga no retroceder frente a las condiciones del sujeto en emergencia [...] es capaz de representar alguna oportunidad para revertir laagonía del sujeto coartado. Frente aesta situación el psicoanálisis tiene algo que decir, aunque sea preciso saber que no tiene que decir todo ni lo más importante” (Ulloa, 1996, 236). Entendemos estas palabras de Ulloa como una apuesta que como psicoanalistas hacemos para la necesaria construcción de diálogos intersectoriales fundamentales para llevar adelante la tarea clínica en el hospital.

Referencias bibliográficas

Braunstein, N. (2006). “Los dos campos de la subjetividad: Derecho y Psicoanálisis”. En Culpa, responsabilidad y castigo en el discurso jurídico y psicoanalítico.Volumen I. Buenos Aires:Editorial Letra Viva

Minnicelli, M. (2013) Ceremonias Mínimas. Una apuesta a la educación en la era del consumo.Buenos Aires:Homosapiens.

Quiroga, S. & Cryan, G. (2010). “Implementación de redes Sociales para Adolescentes con Conductas Antisociales y Autodestructivas. Aportes de la Investigación en Psicología Social con Impacto en el Abordaje de Problemáticas de Salud, trabajo, Educación o Justicia”. Universidad de Buenos Aires. Facultad de Psicología.

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Salomone,G.(2008). “El sujeto y la ley. Algunos comentarios sobre la función psi” .

XV Jornadas de Investigación y Cuarto Encuentro de Investigadores en Psicología del Mercosur. Facultad de Psicología - Universidad de Buenos Aires,Buenos Aires.

Stolkiner,A. (2021) Prácticas en Salud Mental. Buenos Aires:Noveduc.

Ulloa, F. (1996) Novela clínica psicoanalítica: historia de una práctica . Buenos Aires: Paidós.

Normativa consultada:

Código Civil y Comercial de la Nación Aprobado por ley 26.994 Promulgado según decreto 1795/2014

Ley 26.061 de Protección Integral de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, 28 de septiembre de 2005.Boletín Oficial de la República Argentina.

ONU: Asamblea General, Convención sobre los Derechos del Niño, 20 de noviembre de 1989,Naciones Unidas.

i Renata Cermelo esLic. en Psicología. Instructora y supervisora delEquipo de Pareja y Familia del CSM N° 3 “Dr. A. Ameghino”, T. vespertino. Es docente de cursos de posgrado del Centro y en la Facultad de Psicología de la UBA, cátedra Psicología Institucional II. iiLaura Pico es Lic. en Psicología Coordinadora, supervisora del Equipo de Pareja y Familia del CSM N° 3 “Dr. A. Ameghino”, T. Vespertino. Docente de cursos de posgrado del Centro. Docente e investigadora delProfesorado de Psicología de la UBA.

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Social,
Salud Mental. El devenir del hospital público
Lo
Lo Político, El Sujeto
Foto: Eduardo Garaglia

Jornadas Ameghino

Lo Social, Lo Político, El Sujeto1

Salud Mental. El devenir del hospital público

Las jornadas del Ameghino representan, desde hace más de 30 años, una oportunidad para pensar con otros, hacer lazo y que las diferencias tengan un lugar que no busque sostener lo ya sabido, sino que tolere la tensión inevitable que estas producen. En el marco del preludio de las últimas Jornadas desarrolladas enel Centro, “Lo Social, loPolítico, el Sujeto” seconversó con Colette Soler sobre supresentación “Síntoma y lazosocial”. Y durante el desarrollo de las mismas seconversó con Jorge Alemán acerca de suúltima publicación Breviario político de psicoanálisis.

Siguiendo con el espíritu de construir un lugar de encuentro, un espacio en el que sea posible hacer lazo, tender puentes, ampliar márgenes y multiplicar audiencias, estas charlas se realizaron, en un caso. a través de una plataforma virtual permitiendo el intercambio más allá de las distancias y, en el otro, en formato presencial con transmisión en vivo lo que multiplicó las posibilidades de participación.

El Hospital Público se encuentra en constante devenir y es nuestra tarea y responsabilidad ser parte de ello, lo que requiere no hacer del mismo un lugar anquilosado y rígido que expulse a quienes acuden en búsqueda de atención. Es nuestro desafío que el hospital siga siendo un lugar a habitar que aloja al sujeto y a quienes lo transitamos cotidianamente haciendo lazo, uniendo el pensamiento y la acción a su época. Toda posición dogmática o que carezca de fundamentos conduce aconstruir una realidad solo presente en nuestra imaginación. Con estas jornadas se intentó contribuir a la generación de espacios de debate y construcción colectiva necesarios para reflexionar, proponer e intervenir sobre las políticas y sus efectos.

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1 Comisión de Jornadas Ameghino: Claudio Di Pinto (coordinador), Cecilia Carné, Renata Cermelo, Liliana Ciancilla, Evelin Charbonel, Miriam Dios, Marcelo Escudero, Fernando Hunter, Laura Pico, Soledad Requiterena, Leonor Suarez, Ezequiel Weitzman.

Encuentro con Colette Soler1i

Síntoma y Lazo Social

Claudio Di Pinto: Buenas tardes. Bienvenidas y bienvenidos al Centro de Salud Mental Nº3 Dr. Arturo Ameghino de la Ciudad de Buenos Aires. Mi nombre es Claudio Di Pintoestoy acargo de lacoordinación dela Comisión de Jornadas del Centro Ameghino y junto ami compañero y colega Rodrigo Abínzano vamos a coordinar esta actividad. Antes de presentar formalmente a la doctora Colette Soler, a quien desde ya le agradecemos su presencia, quiero contarles que esta actividad es preparatoria de las Jornadas del Ameghino. También quiero contarles que esta actividad es producto del trabajo de toda una comisión de compañeras y compañeros con los que venimos trabajando hace un tiempo. Brevemente comento que el Centro Ameghino es un centro monovalente que se fundó hace más de 70 años, es público, gratuito y allí trabajamos licenciados y licenciadas en psicología, en enfermería, en psicopedagogía, en fonoaudiología, médicos psiquiatras y hay un grupo de profesionales que son concurrentes y becarios que trabajan ad honorem y que han tenido y tienen una participación muy activa en los reclamos al gobierno de la Ciudad para modificar esta situación. De hecho en el día de la fecha hubo un reclamo al Gobierno de la Ciudad. También hay un Posgrado de psicoanálisis que cuenta con 250 cursantes2, y por último, destacar que la mayoría de las y los profesionales que trabajamos acá tenemos como marco teórico y conceptual el psicoanálisis y que si algo ha distinguido, o es la marca de nuestro Centro, es que nuestro trabajo clínico tiene como objeto privilegiado la palabra y la escucha de la singularidad de todo aquel que padece y requiere de nuestra atención.

Bueno ahora voy a presentar a la doctora Colette Soler, a quien le agradezco por estar acá. La verdad que es un honor y quiero darle la

1 Realizado el 28 de octubre de 2022 vía Facebook Live Desde la Comisión organizadora del encuentro queremos agradecer especialmente a Silvia Migdalek, quien contribuyó haciéndole llegar a Colette Soler la invitación para participar de la actividad y a Sebastián Chouza Muñoz por el desarrollo técnico de la trasmisión online.

2 La Escuela de Posgrado del Hospital Ameghino funciona desde elaño 1985 y se ha convertido en una referencia en lo que hace a espacios de formación de psicoanálisis para los profesionales del sistema de salud

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bienvenida a nuestra casa, aún a la distancia. La doctora practica el psicoanálisis y la enseñanza en París, así como en los diversos Foros del Campo Lacaniano del mundo3, es profesora agregada en la Universidad de Filosofía, diplomada en psicopatología, doctora en psicología y ha sido su encuentro con la enseñanza y con la persona de Jacques Lacan la que le hizo elegir el psicoanálisis. Es miembro de la antigua Escuela Freudiana de París, disuelta por Lacan en 1980. Ha participado activamente de la creación de la Nueva Escuela de la Causa Freudiana y como mencionaba recién ha participado acontinuación también en la creación del movimiento de los Foros y de la Escuela Internacional de Foros de Campo Lacaniano. Voy a mencionar algunos de sus principales libros: Lacan, lo inconsciente reinventado, La maldición sobre el sexo, La querella de los diagnósticos, Los afectos lacanianos, Lo que Lacan dijo de las mujeres, El fin y las finalidades del análisis y Lo que queda de la infancia. Es unhonor recibirla, entre otras cosas porque lalectura de sus seminarios, de sus conferencias, ha marcado profundamente la posición de muchos de nosotros respecto de la teoría y de la clínica. La escuchamos atentamente en su exposición que lleva por título: “Síntoma y lazo social”.

Colette Soler: Gracias. La definición del síntoma, vamos a decir los diagnósticos, son relativos al lazo social donde el síntoma se evalúa. El síntoma no es para el psicoanálisis lo que es para el discurso común. Creo que los analistas deben tener en cuenta eso, puesto que la oferta del psicoanálisis se dirige a los sujetos apalabrados, como dice Lacan, al discurso común, que hoy se encuentra dominado por la ideología de la ciencia y por el capitalismo. Con la evolución de los lazos sociales es necesario que los analistas se pongan ala altura del momento, puesto que en los nuevos lazos actuales el estatuto político del síntoma cambió.

Entonces me pregunté primero algo sobre lo que Stefan Zweig4 llamó El mundo de ayer. El mundo de ayer es el mundo en el que el psicoanálisis fue inventado por Freud. Y es la razón por la que podemos interesarnos todavía ¿Cuál era el estatuto político del síntoma en el mundo de ayer? Es mi primer interrogante. Admitimos que este mundo estaba ordenado por el

3 La Internacionalde los Foros delCampo Lacaniano es una Escuela que federa las actividades de los Foros del Campo Lacaniano (IF EPFCL).

4 Stefan Zweig fue un escritor, biógrafo y activista social austríaco, posteriormente nacionalizado británico, de la primera mitad del siglo XX.

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discurso del amo. Todavía estábamos en tiempos del emperador, podríamos decir con Lacan, que el significante amo era el cenit social. Lo que significa que se imponía a todos el cenit, a nivel colectivo e individual. Se podría decir, como Lacan lo hizo comentando el texto de Freud: “Psicología de las masas y análisis del yo”, que Freud ha mostrado, cito a Lacan: “que el sujeto del colectivo noes nada sino el sujeto de loindividual” supongo que conocen la cita. En efecto, lo que Freud ha mostrado es muy sencillo: los amores, los deseos, las pasiones, las pulsiones de los individuos tomados uno por uno o tomados en masa, son las mismas. Todas vectorizadas a nivel individual o colectivo, todas vectorizadas por el significante del padre de la iglesia, del ejército o de la familia de cada uno. Y el síntoma era pensado en este orden del mundo de ayer. El orden de discurso, si creemos lo que Lacan dice en los años 70, tiene la función de regular los goces y de producir lo que podemos llamar “goces típicos”. Es lo que él escribe en suescritura del discurso del amo con S2y abajo objeto a. Digo gocepero también podemos decir las pulsiones. Inclusive podemos buscar otras palabras. No sé si es la misma connotación en español que en francés esa palabra, hay un proverbio que dice de “los gustos no s e discute”5. La palabra “gusto” refiere al cuerpo, incluye la gestión corporal, de lo cotidiano, la cocina, la limpieza, la manera de dormir y también las sublimaciones, los ideales y los valores. Entonces es una palabra con una extensa connotación. Vamos a decir que designa a todo lo que en una historia y un lugar designa lo que es común. Lo común a todos, no solo a nivel del pensamiento sino también a nivel de las prácticas de los cuerpos. Stefan Zweig, en el tiempo del emperador, soñaba con la república universal de las letras, de la literatura, que podría colectivizar a todos los que aman o los que gozan de la literatura, sin consideración de fronteras, y era justamente para sobrepasar el común local de su lugar de vida. Entonces los gustos evolucionan, no rápidamente pero de una generación a la otra se percibe su evolución, y generalmente en conflictos; no es pacífica la evolución de los gustos. Se ve bien a nivel de la música, por ejemplo. También podríamos evocar aquí al espíritu de los pueblos o el sentimiento de pertenencia. Y es relativamente esto lo que llamo “lo común”, que los síntomas individuales son pensados como lo que se

5 En castellano“sobregustos nohay nadaescrito”.

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diferencia y no entra en lo común. Y por ejemplo, en la historia de laURSS, tenemos un estado con mandamientos colectivos donde los oponentes fueron tratados como enfermos psiquiátricos, con la noción de “psicosis blancas” para designar la diferenciación. Respecto a los sintomas sexuales, en el régimen de la norma heterosexual se considera como síntoma todo lo que se diferencia de la heterosexualidad, y fue así durante todo el Siglo XX. Krafft-Ebing y Havelock Ellis a principio de siglo llamaban perversión, es un modo de nombrar al síntoma. La perversión era toda práctica no heterosexual normativizada y para Freud fue un punto de comienzo, cuando llama al niño pequeño “perverso polimorfo”. Retoma la palabra perversión de estos dos autores. Por supuesto, cuando el síntoma aparece, el psicoanálisis opera con el desciframiento y la interpretación. Para el psicoanálisis, no para la psicología, el síntoma tiene otro alcance político completamente diferente, en la medida en que no se define únicamente con su diferencia con la norma común. Tiene un alcance, y desde Freud tiene valor de verdad. El síntoma tiene un valor, es el signo de una verdad singular más que disimulada, pero que se puede reencontrar, y esa es la tesis freudiana del síntoma como retorno de lo reprimido: una verdad reprimida que retorna. En los términos de Lacan es el síntoma metáfora, puesto que la metáfora en Lacan es latraducción, con el vocabulario de la lingüística, de la represión freudiana y la metáfora es lo que permite en el lenguaje hablar entre líneas y permitir el retorno de un significante del inconsciente que es del que el sujeto no disponía. Lacan da con Freud un valor de verdad al síntoma, al menos al principio, y luego puede decir que Marx fue el inventor del síntoma. Marx inventó el síntoma en la medida en que su plusvalía hace aparecer, revela, el plus de goce que se disimulaba bajo las ofertas productivistas del capitalismo y la plusvalía que constituye la causa del deseo del capitalismo, fórmula de Lacan. Del capitalismo más que del capitalista sólo. ¿De dónde proviene? Lacan ha podido concluir que el discurso del psicoanálisis era el revés del discurso del amo, efectivamente revés en la medida en que lo que el discurso del amo produce como plus de goce, el discurso analítico lo pone en cuestión. El discurso analítico somete al sujeto a la cuestión del plus de goce. Lejos de producir el plus de goce el discurso analítico interroga la verdad del goce, y actualmente nuestra cuestión, mi tesis es que debemos preguntarnos si esta afirmación no se debe revisar. La idea del discurso

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psicoanalítico como revés del discurso común y no revés del discurso del amo. En la medida en la que hablé del mundo de ayer en el que el psicoanálisis apareció como el revés del discurso del amo ¿Qué podemos decir en el mundo de hoy?, No en el mundo de ayer. Un diagnóstico es necesario, en nuestros países de Occidente. Saben que Lacan hace un juego de palabras con “occidental” y “Occidente” y evoca el “accidente”. Hoy el significante amo no es más el cenit social, y si bien el discurso del amo no desapareció ya no regula más el conjunto. Subsistey semantiene en pequeñas células separadas. Según Lacan, ahora es el objeto a el que se encuentra en el cenit social, es decir, que es este objeto a el que regula a todos los sujetos: analista y analizante incluidos, siendo lo que funda el colectivo, el común del colectivo. No es más el Uno del amo, de la familia, de la iglesia o del ejército. La tesis de Lacan es que en el capitalismo hay un sólo deseo causado por la plusvalía –lo dice en “Radiofonía”–, lo que quiere decir que la causa del deseo no solo es del capitalista sino también de los proletarios. Los proletarios en el sentido marxista y es cierto, puesto que los proletarios en la lucha revolucionaria del siglo XX que reivindicaban, querían recuperar la plusvalía robada por el capitalismo. Entonces, al querer recuperarla y tomarla como causa de deseo, de su deseo mismo, esta causa única en el capitalismo se visualiza, se ve en la estructura circular del discurso capitalista comolo describe Lacan donde el objeto a, plus de goce, manda al $, que manda al lenguaje para producir los objetos, que mandan al sujeto, etc. Es la razón por la que Lacan dice que es a los objetos a quienes deberíamos pedir cuentas de nuestra explotación. Me parece que eso se percibe bien en la época actual. En el discurso analítico también el objeto se encuentra en el lugar del agente de discurso, pero bajo una forma vaciada como causa del deseo, no como objeto del deseo como causa. Es cierto que hay una homología con el capitalismo y por eso no podemos decir más que el discurso analítico es el revés del discurso común capitalista. Es más bien, Lacan lo ha formulado, una compensación, un pulmón artificial que compensa lo que el discurso capitalista tiene de sofocante. El objeto a en el cenit social quiere decir que nuestros goces y nosotros los supuestos modernos , citoa Lacan: “Nuestro goce no se sitúa más sino del objeto a y no se habla de otra manera”, es una cita del texto “Televisión”. Lo que significa que de nuestro goce se habla en términos de tener (avoir), en una doble forma, por un lado lo que

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nos falta, que es ladefinición del objeto sustraído por el efecto del lenguaje en el psicoanálisis y, por otro lado, lo que se puede adquirir por compensación; en los dos casos se trata del tener y precisamente como compensación del plus de goce del fantasma en el psicoanálisis y de los gadgets en el capitalismo. La única modalidad diferente de goce, donde se habla con el objeto a, es el goce de la palabra mística, que ignora en su vocabulario el tener, porque la palabra místicasiempre habla del ser. En el contexto del capitalismo, donde el discurso analítico con su diferencia no es un revés, ¿cómopensar el síntoma? ¿Cómo sepuede pensar el síntoma en este lazo social? El discurso capitalista común lo piensa de la misma manera que el discurso del amo, lopiensa comoun desorden. Esla palabra de los anglosajones disorder, no dicen síntoma, dicen disorder (desorden). Aparece como síntoma todo lo que objeta a las exigencias del capitalismo. Evidentemente sería necesario diagnosticar un poco cuáles son las exigencias del capitalismo para que funcione. Me parece que, al menos hoy, retomo dos puntos. Creo que hay algo como un biovitalismo ligado al capitalismo. Biovitalismo porque se trata de preservar la vida de los consumidores, productores y entretener la vida. Por otro lado, otro rasgo es que se necesita una cierta aptitud a la relación social. Es cierto que el capitalismo produce, generaliza, lazos a-sociales y la multiplicación de la robótica. Los robots son como la metáfora de este lazo a-social que el capitalismo produce yasí deshace los lazos tradicionales que suponían S1S2, la cadena S1-S2. Sin embargo, el capitalismo crea otros lazos sin los cuales él no puede subsistir. No son lazos de amor, por supuesto, al contrario, forcluye el amor como dice Lacan. Pero sin embargo, necesita lazo. Voy a volver sobre este punto. En la medida en que el capitalismo necesita relaciones sociales, hay un único síntoma social en el capitalismo, como dice Lacan, y es lo que voy a llamar “el autismo de los cuerpos”. El autismo de los cuerpos es otra manera de decir cuerpos proletarios. Designa el hecho de que los goces corporales no construyen lazos. Es un peligro para el capitalismo este autismo de los cuerpos porque preside a una no relación y no convivencia de dichos cuerpos autistas que actualmente se multiplican de manera espectacular y por eso pienso que la depresión se ha vuelto el enemigo número uno del capitalismo, porque ladepresión sepaga eimpide trabajar más que laangustia. Evidentemente el autismo de los cuerpos no es la falta del capitalismo. El autismo de los

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cuerpos revela loque el psicoanálisis ha establecido con dificultad, asaber, la no relación, la no proporción de los goces. Actualmente eso seha vuelto casi una evidencia, no es una revelación actual, fue una revelación del psicoanálisis, primero con Freud y luego acentuada con Lacan, pero cincuenta años atrás. Actualmente no es más una revelación que el goce pulsional polimórfico no hace lazo. Hay un cambio del estatuto político de las prácticas de los cuerpos respecto a cincuenta años atrás. Entonces el autismo de los cuerpos es un peligro para el capitalismo, al contrario, la desnormativación del sexo no es un peligro para el capitalismo. Hay actualmente una masiva desnormativación del sexo. Podemos decir que ninguna práctica sexual aparece como un síntoma en el capitalismo si hay consentimiento, excepto la pedofilia. Y esta indiferencia de las cosas del amor, como dice Lacan, evidentemente condiciona la gran permisividad de nuestra época. Bueno, no insisto más sobre la gran permisividad del capitalismo respecto a todas las prácticas sexuales de los cuerpos. Es tan evidente…

Claudio Di Pinto: ¿En tanto no pongan en peligro el capitalismo?

Colette Soler: En tanto no pongan en peligro el capitalismo del todo. El autismo de los cuerpos, sí. Pero prácticas sexuales cualquiera, no. Qué decir de los otros síntomas, nombrados ahora “nuevos síntomas”: la falta de atención, la agitación, las adicciones, alcohol, tabaco, drogas, pantallas. Todos son síntomas. ¿Por qué se los piensa como síntomas? Porque impiden, hacen obstáculo a la eficiencia en el trabajo, la eficiencia del productor, del consumidor. Si leen el DSM con esta llave, pueden ver que todos los ítems están referidos a labuena adaptación, al trabajo del mundo capitalista y sellama síntoma a todo lo que le hace objeción. Estoapoyado sobre la medicina científica en la que creemos con su nuevo higienismo, suprevención, sucultura de labuena salud que ahora es un valor. Producir un hombre con todas las cualidades necesarias para que la máquina continúe funcionando. Todo eso nos instituye como instrumentos de la máquina y todo lo que objeta, que hace que el instrumento no funcione bien, se llama síntoma. En el psicoanálisis hay un problema, porque su definición de síntoma no la ha recibido del discurso capitalista. Los primeros psicoanalistas, alrededor de Freud, cuando definieron los síntomas se referían a los sujetos de su tiempo, a las enfermedades nerviosas de fines del siglo diecinueve. Identificaron estas enfermedades

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como síntoma del inconsciente, o sea, de la desarmonía que el inconsciente introduce en la vida amorosa. Freud situó su producción en los síntomas del inconsciente con supequeña historia edípica, que para él es el lugar del problema y el lugar donde se generan las diversas configuraciones sintomáticas de la sexualidad. La configuración sintomática, pero también la configuración normativa de la heterosexualidad. Lo indicó muchas veces, hay una nota de los delos “Tres Ensayos sobre la sexualidad” de 1905, en Freud, alrededor de la nota 17 o 14, lo citode memoria, donde Freud dice que laheterosexualidad necesita una explicación, no la toma como natural. Dice que necesita una explicación sobre cómo se puede producir la heterosexualidad y no ha encontrado nada más que el Edipo para explicarla. Actualmente no podemos pensar así. Es cierto que la pequeña historia del Edipo familiar no es la solución y, se ve bien, sobre todo si pensamos que en el seno del Edipo familiar se generan todas las prácticas perversas y también las psicosis. A veces, nos podemos sorprender de ver que los psicoanalistas lo olvidan y convocan actualmente todavía el Edipo como solución. Hay un retraso importante sobre esta cuestión en el movimiento lacaniano mismo, no sé por qué, quizás por una nostalgia del viejo y buen tiempo de las familias míticas, que suponían otro formato del viejo paternalismo. Pero del otro lado, vemos que aparecen en la escena del mundo nuevas cosas de las que los psicoanalistas actuales tienen pavura ose encantan. Debemos ver, si somos lectores de Lacan, que siguiendo las fórmulas de la sexuación, que supongo que la mayoría conoce o van a conocer si estudian, La Cosa sexual, retomo aquí la expresión de Lacan, no obedece al padre, sea cual sea el papel que podamos atribuir al nombre del padre. Hay que leer el “Atolondradicho”, el Seminario Encore (Aún) y todo lo que sigue. En las fórmulas de la sexuación, del lado del todo fálico que supone la excepción padre. Entonces los todos del lado fálico, no son sin el padre, pero vemos que de este lado Lacan pone heterosexuales, homosexuales, místicos y lo que llama el “fuera de sexo” de la histeria y del soltero. Entonces no podemos decir que el padre determina la heterosexualidad ¿Qué es loque decide sobre La Cosa sexual si noes el buen papá edípico?

Y tampoco la excepción del decir padre. Hay una sola respuesta en Lacan, siempre más acentuada y se encuentra en la expresión el partenaire síntoma. El partenaire síntoma significa que la elección del partenaire se

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encuentra determinada por el inconsciente particular de cada uno. Este inconsciente que buscamos en la palabra analizante. Y eso es una teoría del síntoma generalizado que además es una solución por lano proporción sexual. No hay proporción sexual, pero hay el inconsciente que la palabra vehiculiza, el inconsciente que hace de vía de conducción por los deseos del sujeto, vía de conducción del goce que toma al cuerpo del otro. Digo síntoma generalizado porque ubica la heterosexualidad como un síntoma entre los otros síntomas. Quiere decir que todas las modalidades de goce corporal en la relación con el partenaire se pueden llamar síntoma, incluso la heterosexualidad. Freud lo ha percibido en sunota que evocaba hace un momento. Síntoma, es decir, manifestación de una verdad individual, la verdad de su inconsciente no colectivizable, no típica. Solo el discurso común fabrica lo típico, no el analítico. Además, la modalidad de goce partenaire tiene sus raíces en la historia peculiar de cada uno, donde hay encuentros, contingencias, o sea, lo imposible de preveer. Otra manera de decirlo es que La Cosa sexual no se hereda. Hay quizás una deuda simbólica, pero no hay deuda sexual. Por eso decía que encantarse de la desnormativización sexual actual no vale más que por sucontrario, puesto que conduce a hacer el elogio de tal o cual modalidad de goce. La desnormativización abre un campo de posibles socialmente inéditos hasta ahora y hacerse militante o proselitista de una de ellas es sostener una discriminación inversa, lo que es aberrante desde el punto de vista analítico. Todas las modalidades de deseo y de goce son sintomáticas del inconsciente, signos del inconsciente. Se manifiestan entonces como una verdad propia a cada uno, la que se exceptúa del lazo capitalista con sus plus de goce impuestos en el mercado. En este contexto el psicoanálisis conserva su finalidad primera, elucidar el destino que hace el inconsciente, puesto que el hablante cae bajo el efecto del lenguaje. Es imposible reconciliarse con este destino que incluye división y castración. Evidentemente, eso supone que el análisis haga otro uso del objeto a que el que hace el capitalismo. En el capitalismo el objeto a es un tapón que se debe renovar permanente en razón de su incapacidad de satisfacer. En el psicoanálisis es un uso contrario, produce como un sacacorchos la extracción del tapón, como dice Lacan. Hace valer que el motor primario en la estructura es lo que falta, el objeto sustraído. Entonces en el psicoanálisis se trata de causar el deseo, deseo sin el que no hay ninguna

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vida del sujeto. Al sacacorcho lo convocamos desde la entrada en el análisis para lanzar la asociación libre que no consiste simplemente en contar su historia, como se cree en general. Lanza la asociación libre para reencontramos al final con un incurable. Digo unas palabras más sobre el capitalismo puesto que justo evoqué la causa de deseo. Escuchamos mucho a los analistas actuales que dicen que ahora somos una civilización del goce y no más la del deseo. Eso es un poco corto. Como dice Lacan en “Radiofonía”, la sociedad del plus de goce es la sociedad de la falta de goce, es la misma cosa. Y habla incluso de la sed, de la falta de goce, la sed. Lo que indica la aspiración pulsional a la falta de goce. Es evidente porque los plus de goce del capitalismo son incapaces de satisfacer: más se produce y más se activa la falta. Voy a decir un poco más sobre los lazos sociales necesarios en el capitalismo porque dejé la cuestión en suspenso diciendo que deshace los lazos tradicionales, crea un lazo asocial, pero necesita un lazo social, un cierto tipo de lazo social. Me parece que Lacan ha desarrollado una tesis sobre un tipo de lazo social que no coincide con sus cuatro discursos. Tomamos la costumbre de decir que los cuatro lazos sociales son los cuatro discursos que Lacan ha desarrollado. Pero si tomamos la segunda conferencia sobre Joyce vemos que habla de un lazo social específico del cual no ha hablado antes y en el que el objeto a es el mediador, el operador, es un lazo del cual tomó el modelo en Joyce, un lazo instituyente de identidad, pero del que el modelo es más antiguo según Lacan, puesto que nos dice Lacan el modelo son las órdenes mendicantes de los religiosos que esperaban su comida del público: el mendigo. Lacan nos describe un lazo donnant-donnant.6 Es decir, el paradigma de este lazo me parece la vedette que ofrece un plus goce al público y que recibe a cambio de lo que ofrece la mirada, la admiración y la mirada del público, donante- donante, donador-donador y nos ordena. Los mendigos recibían susubsistenciadel público, ¿A cambiode qué? ¿En contra de qué? A cambio de una promesa de intersección7 para el después de lamuerte. Podemos decir entonces que lamayoría de los lazos de amor funcionan así, sobre este modelo. A pesar de que Lacan ha esperado que

6 En francés, que solo se quiere dar una cosa sise recibe otra a cambio.

7 Según el Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, la intercesión consiste en pedir en favor a cambio de otro. Esta conforma a la humanidad y la une a la oración de Jesús que intercede junto de Dios Padre por todos los hombres.

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el amor que se dirige a la mujer, como otra, sea una excepción. Un lazo entonces en el que la investidura del individuo no se hace vía un significante, sino vía el intercambio, vía el trueque del objeto. Lo que está en juego en este tipode lazoes laidentidad de un nombre propio que cada uno se lo debe fabricar, como Joyce se lo fabricó. Evidentemente siempre hay hijos e hijas de familias y de ricos que tienen una herencia, pero en todos los casos el escabel cada uno se lo debe fabricar, es un lazo de dependencia de alienación, por eso hablé de los cuerpos mendicantes (mendigante). Se necesita mucho esfuerzo para sostener este tipo de lazo en el tiempo. Son lazos precarios que invitan a valorar la competitividad y evidentemente este tipo de lazo el capitalismo lo necesita. Podríamos preguntarnos por la transferencia analítica. En el lazo transferencial no es el significante amo el que manda, es el objeto a. Y el amor de transferencia es un amor que Lacan menciona como nuevo, incluso subversivo, porque se dirige al saber, al S2, pero ese lazo mismo se encuentra mediatizado por el objeto a. Y sería interesante estudiar la diferencia de este lazo de transferencia con el lazo que evoco donante-donante. Hasta aquí, ahora me detengo.

Claudio Di Pinto: Bueno, muchas gracias Colette. Van llegando algunas preguntas: usted hace una diferencia, si bien en el discurso capitalistay en el discurso analítico el objeto aparece en el mismo lugar, en el caso del discurso capitalista el objeto tiene la forma del tener mientras que en el discurso analítico es un lugar de la causa, un lugar vaciado. Creo entender esto. Lapregunta sería si justamente que el objeto aparezca con el carácter del tener, si esto no provoca un efecto de masa, es decir, en el sentido de un goce, el mismo goce para todos. Si se produce ahí como un efecto de masa como consecuencia del discurso capitalista.

Colette Soler: Sí, se puede pensar así, claro. Una masa, se puede definir con un mismo objeto como factor común, y el lazo que evoco al final, un artista, un cantante produce masa, él solo canta y la masa admira y mira.

Claudio Di Pinto: Pensaba cómo concebir un grupo, por ejemplo, que no devenga masa, cómo pensar el lazo entre sujetos y que eso no devenga en masa. Me parece un tema complejo.

Colette Soler: Sí. Agregar no es masificar. Es todo un tema en Freud si el hombre es un animal de la horda o si es una agregación. Un agregado es

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una masa, y el grupo analítico, dejó de lado la sub-escuela, que es otro tema, el grupo analítico… ¿Podemos decir que es una masa? ¡No! Hay pequeños efectos de masa en el grupo analítico y hay convergencia de transferencias sobre algunos líderes transferenciales, y así se constituyen pequeñas masas. Pero es más un agregado que una masa. Entonces la multiplicidad del individuo no es suficiente para hablar de masa.

Claudio Di Pinto: Bien, por aquí un comentario del público Colette: “Lacan decía que el discurso analítico está destinado a estallar, a reventar”.

Colette Soler: Sí, no lo ha dicho como una afirmación, lo ha dicho como probabilidad. No lo ha dicho como una previsión (Risas)

Claudio Di Pinto: Ok. ¿Y qué piensa de eso? ¿Estaría destinado a estallar o se reproduce todo el tiempo?

Colette Soler: Realmente no tengo una hipótesis sobre esto. Es cierto que observamos diversos esbozos, movimientos en contra de eso, que van en dirección de rehusar sistemas, a la disminución y el decrecimiento. Hay grupos que viven con la idea de la disminución, de reducir el consumo, de comprar, hay esbozos, pero me parece que la máquina, quizás la máquina va a explotar y la humanidad con ella. Lacan no lo ha evocado en esta observación que hizo, el fin del planeta con el desarreglo climático. Quizás el desarreglo climáticova a resolver todos los problemas (risas).

Rodrigo Abínzano: Le quería preguntar a Colette, esto último que traía, el donnant-donnant, ¿cómo se podía pensar con la simbólica de don que Lacan en algún momento toma para trabajar y que va en contrapartida del capitalismo?

Colette Soler: El primer punto, el donnant-donnant es el contrario del don, del don verdadero si existe. Si existe el don verdadero, excluye la esperanza de laretribución. En el don seda sin esperar una retribución por lo que se ha dado. En el donnant-donnant es lo contrario, es un problema que no deja lugar para las donaciones.

Claudio Di Pinto: Tengo otra pregunta del público que hace referencia al efecto de lavirtualidad en los años de la pandemia. Preguntan si laimagen adquiere en el vínculo transferencial un lugar predominante. Yasea porque las sesiones eran por Zoom oa través de una videocámara. ¿Cómo pensar

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ahí la transferencia? Si la transferencia necesita de los cuerpos de alguna manera, ¿cómo pensar en esto que ha sido la virtualidad la transferencia?

Colette Soler: No hay necesidad de poner laimagen en la pantalla. Yo no lo hago. Cuando hago una sesión lo hago por teléfono, o si lo hago por Skype no pongo la imagen. Entonces la prevalencia de la imagen sería responsabilidad de quien elige poner la imagen. No sería una necesidad de la pandemia. En francés hay una expresión: une tenir bon dos (una buena excusa). Sería algo así como que se expliquen muchas cosas por la pandemia, a causa de la pandemia. Lo que la expresión significa es que la pandemia no tiene nada que ver con el fenómeno del que hablamos.

Claudio Di Pinto: Claro. Quizás aprovecharía para preguntarle a Colette si no hay, por parte de los psicoanalistas, cierta fascinación con algunos nuevos fenómenos y que eso hace perder de vista las demandas que se nos dirigen. Como si quedáramos observando esos nuevos fenómenos que tiene que ver con lo tecnológico, con determinadas modalidades de lazo y perdemos de vista la demanda.

Colette Soler: Sí, estoy totalmente de acuerdo. Los analistas –si son analistas– no sé, se distraen con los fenómenos que observan. Sedistraen de su trabajo. Y sutrabajo consisteno solo en recorrer las demandas, sino en transformarlas en demandas analíticas. ¡Cuidado! Porque la mayoría de las demandas no son demandas que permiten entrar en análisis sin transformación. Entonces si Lacan insistió tanto sobre las entrevistas preliminares es por eso, es para verificar la producción de una demanda, que sea una demanda que va a tener en cuenta la dimensión del no saber implicada por la presencia del inconsciente. Y la mayoría de los sujetos se presentan contando dolores, dificultades que saben perfectamente. Y a veces saben de donde provienen, lo pueden explicar, y con eso no tenemos una entrada en análisis. Entonces es cierto que la disciplina analítica se olvida muchas veces. Me parece que uno más se hace analista, y más seolvida (risas).

Claudio Di Pinto: Si no entendí mal, usted dice en un momento que obviamente el capitalismo, el discurso capitalista, atenta contra el lazo social pero que a su vez necesita del lazo social. ¿Podría ampliar un poquito esa idea de los lazos que necesita sostener el capitalismo?

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Entiendo que serefiere a lacuestión de laproducción, a la cuestión de que no sedetenga lo que se produce, ¿no?

Colette Soler: - Sí. ¡El objetivo es ese! ¡Y es tan evidente! Pueden ver que en el mundo capitalista se estudió mucho, al menos en el pasado, no sési todavía sigue siendo así, se ha estudiado mucho lo que se llamaba la psicología de los grupos, en las unidades de producciones. La General Electric en los EE. UU. hizo un montón de estudios para estudiar cómo se debía cuidar los lazos entre los trabajadores para que la producción sea máxima. En una gran empresa, evidentemente la pregunta sobre los lazos sociales no se puede olvidar. En Francia ahora, recientemente, hay muchos problemas de lo que se llama burnout Hay bastantes suicidios. Entonces todo el tema del sufrimiento en el trabajo, evidentemente depende de las condiciones del trabajo, pero también de los lazos con los colegas, con la jerarquía. Entonces el mundo capitalista es un mundo de lazos. No podemos decir que se encuentra indiferente a los lazos entre individuo-individuo.

Claudio Di Pinto: - Hay una pregunta donde dice que en este contexto, los analistas también están afectados por las exigencias capitalistas: trabajando largas horas, que pueden afectar su escucha, etc. ¿Cómo responden los analistas a estas exigencias del capitalismo que también recaen sobre ellos?

Colette Soler: -¿De qué exigencias hablas?

Claudio Di Pinto: Bueno, entiendo que se refiere a aquellos que trabajan para obras sociales o seguros médicos, que tienen que trabajar muchas horas cobrando seguramente honorarios muy bajos y que eso afecta, de alguna manera, su escucha o su trabajo cotidiano. Es decir que el analista queda como sujeto también a las exigencias del capitalismo, de la producción capitalista.

Colette Soler: Cierto, cierto. Pero el analista no hace análisis en todas partes. A pesar de llamarse analista. Es todo un tema. Donde hay un analista, no siempre hay un análisis. Y en las obras sociales, es un tema que hablamos en Francia también, porque tenemos consulta donde hay mucha gente que no viene por análisis y hay analistas que trabajan y que intentan orientarse en sutrabajo con el psicoanálisis, pero eso no significa que hacen psicoanálisis. Entonces, no. Supongo que un sujeto que dedica

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horas y horas lo elige o se encuentra obligado quizás por necesidades vitales. Cuando se trata de necesidad vital no hay nada que aconsejar (risas). Todo se trata de elección, y sino quizás pueden pensar en habría mejores cosas para hacer.

Rodrigo Abínzano: Tengo un par de preguntas del público para hacerle a Colette. Usted escribió “amar al síntoma”, a raíz de una presentación. ¿Podría advertirse una relación entre “amar al síntoma” con “amar al capitalismo”?

Colette Soler: No sési hay mucha gente que diría que ama el capitalismo (risas). Elon Musk tal vez. No sé, no sé. Quizás algunos. La expresión “amar al síntoma” la utilicé para decir de otra manera lo que Lacan evoca cuando dice “lo que se puede hacer mejor es identificarse a su síntoma”. Reconocerse en ese síntoma, es decir, que soy este síntoma que tengo. Reconocerlo ysoportarlo, hastaeventualmente amarlo. Amar asusíntoma, si existerealmente, consisteen amarse así mismo. Entonces no veo cómo podríamos comparar: amarse a sí mismo con amar al mundo alrededor.

Claudio Di Pinto: Pero ahí Colette, cuando dice amarse a sí mismo ¿En un sentido narcisista o en un sentido de la diferencia?

Colette Soler: Sí, sí. La diferencia es narcisista. Hice un curso que llamé “El otro Narciso” para decir que el narcisismo no es solamente el narcisismo de la imagen y de lo imaginario. El narcisismo verdadero es la afirmación de sí mismo. Y es por eso que Lacan evoca un narcisismo del deseo. Narcisismo del deseo quiere decir afirmación de su deseo. Y hay un narcisismo de goce, afirmación de su goce. Si tomamos el narcisismo así, amar asusíntoma o identificarse aél, síes una consistencia narcisista.

Claudio Di Pinto: Acá tengo una pregunta sobre la diferencia que hizo entre la heterosexualidad como síntoma, si allí podríamos pensar al padre como síntoma en tanto efecto del lenguaje.

Colette Soler: La heterosexualidad como síntoma en el sentido que he dicho quiere decir producida desde el inconsciente, producida por las vías del inconsciente. Y síntoma en el sentido que la causa es el inconsciente.

En este sentido todas las fijaciones de goce y de deseo son síntoma. No contesté sobre el padre. Hay tantas ocurrencias de la incidencia del padre que no puedo contestar sencillamente. El padre síntoma, el nombre del Padre no, pero un padre sí puede ser síntoma.

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Rodrigo Abínzano: Retomando algo que mencionabas antes Colette. Si los hay ¿Qué efectos del capitalismo se pueden ver en las perversiones?

Si podrías ampliar, yaque dijistealgo de lapedofilia que quedó ahora como la única perversión; y cómo pensar eso clínicamente con la categoría de perversión para Lacan.

Colette Soler: No creo que el capitalismo tenga efectos sobre la perversión. La perversión no se genera a nivel del capitalismo, se genera a nivel individual. Hay dos usos de la palabra perversión. Hay lo que llamamos “la perversión generalizada”. Es decir que todos los modos de goce son perversos, no en el sentido de la estructura clínica de la perversión, no quiere decir que todos los sujetos son perversos. Pero los goces son perversos en el sentido en que son sustitutivos de la proporción sexual que falta. Entonces, es un uso de la palabra perversión un poco especial que no es el uso de Havelock Ellis por ejemplo del todo. Es así que Lacan puede decir la perversión que considero como propia del hombre. Se trata de la perversión de los modos de goces que para todos no son modos de goce que hacen lazos sexuales. Hay la perversión como estructura clínica, pero es totalmente otra cosa. Y el capitalismo no tiene ningún papel ni a un nivel ni al otro. Lo que produce la perversión de goce es el efecto del lenguaje sobre el cuerpo. Y lo que produce un sujeto perverso es una elección singular que caracteriza un sujeto y que no depende del capitalismo. Cuando he dicho que actualmente el capitalismo acepta todos los modos de goce con la excepción de la pedofilia, es decir que queda en el capitalismo algo que puedo llamar un ideal o un valor que es la protección del niño. La protección del niño produce indignación en el hecho de pensar la pedofilia. Pero eso no es efecto del capitalismo. Podría decir que es un punto límite justamente de la permisividad del capitalismo.

Claudio Di Pinto: Tengo otra pregunta del público, ¿en qué sigue siendo subversivo el psicoanálisis hoy?

Colette Soler: Pienso que si lo fue, lo es todavía. Si lo fue (risas). Lo que Lacan llamó subversión. Subversión era una manera de indicar que el descubrimiento del inconsciente que hizo Freud, subvertía la concepción del sujeto clásico, del sujeto de la filosofía. Era una subversión puesto que el inconsciente introducía un efecto de división en el sujeto. Y eso era una

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subversión. Me parece que hoy mismo se puede sostener lo mismo que fue en el pasado. Subversión no es revolución.

Claudio Di Pinto: Respecto de los síntomas, de esos síntomas que no hacen lazo social, donde prevalece, lo que usted dice en algunos textos un goce autista, si bien siempre hay un núcleo de goce autista en todo sujeto. La pregunta es si piensa que los efectos depresivos están en relación con estos síntomas que no hacen lazo. Si la depresión sería efecto de eso.

Colette Soler: La depresión es, la primera definición psicoanalítica que podemos dar de depresión es una deflación de deseo. ¿De dónde proviene? Hay muchas causas, los discursos fabrican formas sintomáticas. Se ve muy bien actualmente con el autismo, que fue al principio localizado a nivel de los pequeños autistas de Bleuler, y ahora autistas de todas formas. Y hay autistas casi contentos de ser autistas, escriben libros para explicar que son autistas. Asistimos a eso y se multiplican. Y los analistas encantados con los autistas, también. Entonces hay que ver que actualmente los transexuales, que habían sido pocos durante años, ahora se multiplican. Es difícil percibir por qué se multiplican, de qué efecto se trata. Si depende de la aceptación, si depende de otra cosa, es difícil. Y la depresión actualmente se diagnostica en muchos casos donde se tendría que diagnosticar otra cosa. Pero es verdad que los depresivos son un problema para el capitalismo porque no pueden ir a trabajar, toman licencias por enfermedad y entonces eso es un problema. El capitalismo se preocupa de la salud de los trabajadores porque los enfermos no trabajan, los enfermos no sirven para la máquina productiva. Evidentemente convocan a los ideales humanitarios para explicarlo.

Claudio Di Pinto: Acá se habla mucho de lo que son los discursos del odio. Son grupos que tienen posiciones extremas, en algunos lados ligadas al nazismo o al fascismo, en Francia me parece que también existen. Mi pregunta sería si eso es efecto o consecuencia del mismo discurso capitalista que lleva a esas posiciones extremas de odio que implican la eliminación del otro.

Colette Soler: Es efecto del discurso capitalista de manera indirecta me parece. Porque, ¿qué es lo que contenían estos discursos en los discursos tradicionales? Porque el odio no es de hoy. ¿Qué es lo que contenían? Era toda la armadura, vamos adecir, humanista de los ideales colectivos acerca

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del otro, del amor al prójimo, etc. El capitalismo no cultiva estos ideales humanistas. Y entonces, en cierta medida las pulsiones primarias elementales seencuentran en laescena. Es loque llamo un efecto indirecto. No es el capitalismo el que produce el odio, pero lo revela porque suprime lo que contenía.

Claudio Di Pinto: Porque en ese sentido el odio siempre es primario.

Colette Soler: Sí. Esaes una tesis interesante de Freud. Cuando produce su esquema evoca la célula primaria viviente y su primera reacción, entre lo que viene de afuera, es el rechazo. Una pregunta: quisiera saber si en la Argentina, como en Francia, están prohibidos los discursos que incitan al odio. Si son legalmente prohibidos, si caen bajo la ley este tipo de publicaciones. ¿Hay un intento de regulación y de límite a nivel legal?

¿Existeen Argentina?

Claudio Di Pinto: Empezó a hablarse un poco más de esto después de que hubo, no sé si está al tanto, atentaron contra la vida de la vice presidenta.

Colette Soler: Sí, sí.

Claudio Di Pinto: A partir de eso hubo una serie de movimientos. Han detenido a personas que sostenían estos discursos, y que hasta ahora no había pasado nada. Pero fue a partir de esteepisodio

Colette Soler: - Es algo reciente entonces…

Claudio Di Pinto: Sí, muy reciente. Por ejemplo acá no hay, no sé en Francia, una ley que condene el negacionismo respecto de loque pasó con la dictadura militar por y con los desaparecidos. No hay una ley que regule eso. Uno podría decir que no hubo desaparecidos y no pasaría nada. Retomando las preguntas del público, preguntan si puede ampliar el tema de lo transexual en la clínica actual. Si puede ampliar algo de su mirada respecto del transexualismo.

Colette Soler: No tengo una experiencia con transexuales, no tengo en análisis ningún transexual. Puedo tener conocimiento de algunos pero no en la consulta. Lo que me llama la atención son dos cosas. Los transexuales se definen respecto a la división sexual no como hombremujer, sino como una negación de esta ubicación identitaria. Los transexuales no hablan del goce, hablan de su identidad sexual. Entonces

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hay que, losubrayo, porque no nos muestran nada sobre elección de goce. No es una elección de goce lo transexual. Es una elección identitaria.

Rodrigo Abínzano: Tengo una última pregunta del público, Colette. Hablaste de El mundo de ayer, el libro de Stefan Zweig, diferenciándolo del mundo actual. Y la pregunta es: ¿qué desafío encuentra para el psicoanálisis en el mundo actual?

Colette Soler: Los mismos desafíos. El desafío es el desafío del inconsciente. Es siempre el mismo desafío en el psicoanálisis. Después hay otro desafío que no es analítico en sí mismo y es quizás que el psicoanálisis no tiene actualmente el mismo papel en la cultura, el mismo sitio en la cultura que ha tenido en un momento. Además, hay diferencias entre los países entre Argentina, Francia, Inglaterra, Alemania, etc. Y es eso lo que quizás hace preguntarse sobre si el psicoanálisis es siempre subversivo. No hay que confundir la subversión con el lugar en la civilización. Es un desafío mantener el lugar del psicoanálisis en la civilización de la ciencia. Y es cierto que actualmente la ciencia triunfante es la biología, y que el psicoanálisis puede esperar tener su pequeño espacio al lado. Eso es un desafío político, vamos a decir.

Claudio Di Pinto: Sí, me parece que el psicoanálisis puede ser interlocutor de la ciencia.

Colette Soler: Pero yocreo, y hablo siempre en lamismadirección, es que si el psicoanálisis quiere mantenerse debe quedarse en el psicoanálisis. Y me parece que hay una dilución actual del psicoanálisis en la psicología y en la psicoterapia. Y con eso evidentemente nos enfrentamos realmente al desafío o no enfrentamos realmente el desafío, creo.

Claudio Di Pinto: Bueno Colette, ¡Muchísimas gracias! Queremos que cuando vengas a Argentina vengas al hospital, vengas a conocer nuestro Centro de Salud.

Colette Soler: Sí, sí. De acuerdo. Muchas gracias a ustedes y supaciencia para escucharme.

Claudio Di Pinto: Ha sido verdaderamente un gusto y un honor para nosotros. Te mandamos un abrazo grande acá de Argentina.

Rodrigo Abínzano: ¡Muchas gracias Colette!

Claudio Di Pinto: Y muchas gracias atodos los que siguieron la transmisión

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i Colette Soler practica y enseña el psicoanálisis en París. Doctora en Filosofía de la Universidad de Paris V y doctora en Psicología de la Universidad de Paris VII. Fue su encuentro con la enseñanza y la persona de Jacques Lacan lo que la hizo elegir el psicoanálisis. Fue miembro de l'École freudienne de Paris y después de su disolución, directora de l'Ecole de la Cause freudienne, dando origen luego al movimiento de la Internacional de los Foros y su Escuela de Psicoanálisis. Algunos de sus libros traducidos al español: Estudios sobre las psicosis (Manantial), La maldición sobre el sexo (Manantial), La repetición en la experiencia analítica (Manantial), El inconsciente a cielo abierto en la psicosis (JVE), Lo que Lacan dijo de las mujeres (Paidós), La querella de los diagnósticos (Letra Viva). Los afectoslacanianos(Letra Viva), Lacan, lo inconsciente reinventado (Amorrortu), Lo que queda de la infancia (Letra Viva). Lacan lector de Jovce (S&P), Otro Narciso (Escabel).

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Encuentro con Jorge Alemán1i

Claudio Di Pinto: Antes de dar comienzo a esta charla, voy a leer un comunicado de los concurrentes del hospital.

Lxs concurrentes del Ameghino nos dirigimos a ustedes para pedirles su apoyo a los reclamos de la Asamblea de residentes y concurrentes de CABA. Actualmente hay 625 concurrentesen la ciudad, de los cuales el80% somos de Salud Mental. Específicamente en el Centro Ameghino trabajamos actualmente 96 psicólogos de planta y 86 concurrentes. Lxs concurrentes somos profesionales recibidxs y matriculadxs, que dimos un examen público para poder ingresar a nuestros cargos. Desempeñamos tareas asistenciales en los efectores públicos de CABA. La concurrencia tiene una duración de 5 años. No percibimos ninguna remuneración por nuestro trabajo, ni contamos con ART que nos cubra ante accidentes laborales. En los últimos años venimos enfrentando un enorme recorte en salud por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Ante estos reiterados ataques que ejercen sobre nuestro lugar en el sistema sanitario desde hace algunas semanas, lxs concurrentes y residentes de los hospitales y centros de salud de CABA nos venimos organizando y movilizando en defensa de la Salud Pública, tomando como medida de fuerza un paro indeterminado. Necesitamos el apoyo de las asociaciones profesionales, los sindicatos, lxs compañerxsde planta y la comunidad toda para visibilizar este recorte y ajuste de salud que estamos padeciendo en CABA.

Concurrentes delCentro de Salud Mental N° 3 “Dr. Arturo Ameghino”

En principio gracias Jorge por estar acá, es un gusto para nosotros. Para comenzar quiero mencionar algunas cuestiones acerca del libro El breviario político de psicoanálisis Y después iremos haciéndole algunas preguntas a Jorge. Iremos desplegando algunas cuestiones del texto. Dos o tres cosas que marqué del libro, que yaselas había comentado a él, que el libro recorre la presencia de tres autores, que son Marx, Freud y Heidegger. Y que la obra de Lacan anuda estos tres autores previos siguiendo una lógica borromea y que este ayuntamiento no tiene ninguna pretensión de totalidad o de integración, sino que se trata justamente de sostener, ahí un vacío que convoca. Un vacío que entiendo yo, remite aun vacío constitutivo del sujeto. Que hace posible allí una tensión deseante. Y una de las cuestiones que me pareció interesante del libro es laidea de que las suplencias que velan aese vacío y que hacen que, tarde otemprano uno seencuentre con lo imposible.

1 La charla se realizó en el Centro Ameghino el 9 de noviembre de 2022

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Pero que no solo se trata del encuentro con lo imposible, sino que también se trata de cuidar ese vacío. Es un vacío que hay que cuidar. Me pareció que esto es interesante porque apunta a evitar toda experiencia totalizante. Y el otro aspecto es laapelación ala responsabilidad singular, que no es sin otros y otras. Y que, si bien un contexto puede ser más favorable, o menos favorable siempre va a estar en juego la responsabilidad del sujeto. Y pensaba, -ya le doy la palabra a Jorge- que apelar o hacer lugar a la responsabilidad del sujeto también es una forma, tal vez de cuidar ese vacío del que hablábamos antes.

Jorge Alemán: Hola, en primer lugar, quiero agradecerles deverdad atodas y a todos ustedes que están presentes aquí. Para mí es un orgullo poder estar gracias aClaudio aquí, en el Ameghino, en un espacio público tratando de discutir y defender algunas de las cosas que he dicho en este pequeño librillo, el breviario. Como ha dicho Claudio, efectivamente sigue un hilo histórico en los trabajos míos que son estos cuatro: Marx, Freud y Heidegger. Los intentos, para que esos tres autores ya clásicos no se dispersen, anudarlos con el textoque fue clave y central en todo mi recorrido como psicoanalista, en mi formación que es la referencia a la enseñanza de Lacan. A la vez, en mi breviario está, lo nombraba antes Claudio y lo digo con todo el respeto del mundo, atravesado por un cierto espíritu rayueliano de Cortázar porque se puede leer el último capítulo, el del medio…me he propuesto que tengan su propia autonomía. Y que uno no necesite leer desde el principio. No hay comienzo, desarrollo, conclusión, sino que son textos que tienen su relativa independencia. A la vez voy a ir al primer término que ha planteado Claudio: el vacío. Cuidar el vacío. Hay una suerte de totalitarismo actual, vamos a decir, que no es el totalitarismo clásico del Estado de excepción, de lo que encarnaron en su vida históricamente los grupos fascistas o neofascistas. Pero digamos que el neoliberalismo tiende exponencialmente a la saturación del vacío, es decir, en el proyecto neoliberal se trata de que todo quede reducido a la relación costo beneficio. Por eso hay una frase de Lacan que “el loco es el que se toma en serio las cosas” y vemos al ultra derechista libertario en Argentina, que en la lógica costo-beneficio dice: si hay que vender un brazo, lo podés vender; si querés vender un hijo, vendelo. Venderlo es la consecuencia final de un discurso que aspira a reducir toda la realidad a la relación costo-beneficio que sería como reducir todo a un lugar donde yano haya ningún vacío ni haya ninguna

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implicación con respecto a un sujeto. De tal forma que el sujeto se vuelva homólogo o equivalente a la mercancía misma. Y que él mismo sea puro valor de cambio. Porque una de las tendencias totalitarias del neoliberalismo actual es que el valor de uso ha desaparecido y si lo decimos en clave marxista hay un empuje a que todo sea valor de cambios. Hay un empuje a que incluso el sujeto abandone su condición de sujeto y sea subjetividad. Son los términos que opongo en mis trabajos desde hace años. Admito la tesis de que el neoliberalismo es producción de subjetividad, pero no producción de sujetos. Si fuera producción de sujetos ya no habría nada inapropiable para el neoliberalismo. El sujeto no sepuede producir, el sujeto se causa. Y el sujeto está, como algunos y algunas de ustedes saben, relacionado con la emergencia en la vida de la entrada del significante en el mundo y la relación con una serie de pérdidas y obstáculos que eso implica para la vida del sujeto. La subjetividad, no. La producción de subjetividad es producirla como puro valor. Y encontramos una subjetividad que se tiene que dar a símisma cada vez más valor. Si se me permite la expresión “auto maximizarse” como valor. Interrogarse todos los días sobre qué valor tiene en el mercado. Esto no ocurre solo en el mundo empresarial. Hay un equívoco en los lectores de Foucault. Cuando Foucault, en los años 70 en el nacimiento de la Biopolítica formuló que, como una de las claves de neoliberalismo había que pensar en términos empresarios de sí mismo, no se estaba refiriendo solo a los empresarios clásicos, esto es transversal a todo el tejido social. Uno puede estar en una villa y ahí también hay un mundo de armas tuneadas, plasmas, marcas falsas, y también hay una concepción de costo-beneficio y de estar todo el tiempo a través de distintos procedimientos por supuesto, según las distintas inscripciones sociales que haya, de valor de darse un valor. De ver todos los días cuántos like, en qué escala de valor, en qué momento del valor de cambio me encuentro. Y esto un poco tiene un problema, un poco no, demasiado; un problema político que es que las fuerzas denominadas pertenecientes a lo nacional y popular o a las izquierdas, se han vuelto un tanto paliativas, en el sentido de que no pueden acceder de tal modo que puedan transformar esta estructura. Para darse una idea, -claro, yosoy del siglo pasado y a veces siento que soy del siglo XIX-. en los 70 tal vez por influencia de muchas corrientes de pensamiento, pero particularmente la de Marx, aunque esto sucediera dentro del peronismo, dentro de lo que podríamos denominar, de modo

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genérico, la izquierda peronista, ¿no? en lo que se pensaba era en transformar las relaciones sociales de producción. No la tasa de beneficio. Marx había establecido en El capital que había una contradicción inherente al sistema capitalista entre cómo se tenían que desarrollar las relaciones sociales de producción y la tendencia decreciente de la tasa de beneficio. Es decir que, para Marx, el capitalismo cada día iba a tener que explotar más salarialmente a los trabajadores. Bueno se dejó de discutir, transformar las relaciones sociales de producción, no se puede, se discuten tasas de beneficio y en el mejor de los casos los movimientos nacionales y populares o las izquierdas discuten la distribución del ingreso, pero no ya la de la transformación de las relaciones sociales de producción. Encierta forma, las izquierdas trotskistas lo dicen. Pero no hablan bien de cómo se construiría políticamente. Cómo sedeberían construir políticamente las condiciones de posibilidad para que se transformaran de nuevo las relaciones sociales de producción y ahí estamos en el terreno de un duelo: que es el duelo por la palabra revolución. La palabra revolución no era discutir la distribución del ingreso, sino ir a la base misma de las relaciones sociales de producción. Pero la revolución se reveló atravesada por una lógica sacrificial -no calculada de antemano- Podríamos decir así: el síntoma de la revolución dio lugar, en muchos lugares del mundo, a pérdidas tremendas, terribles. Y hoy en día ya se volvió mucho más impensable porque no vamos a disparar contra Google o contra Amazon o contra lo que nos esté filmando en este momento, aquí. Entonces una de las cuestiones de cuidar el vacío está relacionada en primer lugar con esta tendencia totalitaria que, no se manifiesta comolos totalitarismos históricos; que es un estadode excepción, pero singolpe militar. Bueno, ha pasado en laArgentina de manera reciente, con el intento de magnicidio que parece diluirse y parece ser tratado mediáticamente como si no fuera significativo y que no aparece claramente nada que avance sobre eso de una manera firme. Eso muestra que está funcionando un estado de excepción, que el pacto donde no nos tuviéramos que matar los unos a los otros, se vuelve cada día más endeble. Entonces, cuidar el vacío sería en este aspecto. En una sociedad el antagonismo es constitutivo, no hay sociedad que se pueda modelar a sí misma como complementaria, armónica, pacífica. No, en una sociedad hay antagonismos, hay confrontación, hay incluso -si ustedes quierenmanifestaciones de la lucha de clases. Pero si se trata de la democracia

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también tiene que haber un pacto civilizatorio en marcha. Si ese pacto civilizatorio -que, reducido asumínima expresión sería bueno, nonos vamos a matar entre nosotros- no funciona, hay un totalitarismo en marcha y es lo que sehizo ya definitivamente patente para mí con el intento de magnicidio. El otro problema al que puede aludir la cuestión del vacío mencionada por Claudio surge de una aventura de Maquiavelo -hace un tiempo atrás di un seminario sobre Maquiavelo y El príncipe- Maquiavelo es un florentino del siglo XV y XVI así que, imagínense lo que nos separa, pero siempre me interesó como un tipo tan monstruoso, aberrante, loco y bizarro como Maquiavelo, le hubiera interesado tanto a Gramsci, Althusser y a Negri es decir, a tres comunistas. Y sí, efectivamente, hay una pregunta en Maquiavelo que es: ¿cómo generar condiciones políticas transformadoras cuando no están dadas las condiciones? Es decir ¿cómo surge un proyecto político si sus condiciones no están dadas? Y ahí es donde habla del vacío. El vacío sería como la condición de posibilidad de que emerja algo que no estaba previsto que emergiera tal como lasituación estáprogramada por los dispositivos de poder. Entonces se vuelve de nuevo una cuestión política crucial, el vacío. A la vez, como dijo Claudio muy bien, ese vacío tiene que ver con lateoría del sujeto. Y pido disculpas por resumir un pocobrutalmente todo. Porque si al sujeto lo empezamos a considerar como agotado en su identidad y reducido exclusivamente al proyecto que defiende yese proyecto que defiende se vuelve una totalidad que se cierra sobre sí misma, se clausura y le da al sujeto una identidad plena, el proyecto pierde su operatividad política. Es un poco lo que está pasando en Europa en algunos aspectos con proyectos que defienden, con los que me siento implicado: el feminismo, el LGBTIQ+ que fueron disruptivos en su momento, que fueron novedosos en la manera de plantear la relación con la política y han devenido identitarios. Y cuando se constituyen en identidades clausuradas pierden todo -vamos a decirle- el entusiasmo fundamental, el vacío desde el cual han emergido ha quedado saturado y entonces, pierden; es decir, la ultraderecha los usa, todo el tiempo hablan de eso. La Meloni 2 sale a los gritos y dice sono una donna3 y en todas partes es un caballo de batalla de

2 Giorgia Meloni (Roma, 15 de enero de 1977) es una periodista y política italiana. Líder de Fratelli d’Italia, el partido herederodel creadopor el Duce. Laapoyanla Liga de Matteo Salvini y Forza Italia de Silvio Berlusconi. Es la actual presidenta del Consejo de Ministros de la República Italiana,

3 En italiano, soy una mujer

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todas las ultraderechas apuntar a esos puntos. Como el capitalismo está destruyendo de verdad las familias y erosionando todos los lazos sociales, laultraderecha encubre estodiciendo que los que las están destruyendo son las feministas, el LGTBIQ+. Es decir, esa es la maniobra característica. Se está llevando todo puesto el neoliberalismo, es el discurso que de verdad está erosionando el tejido social en los lugares más claves de la vida. En España es curioso que laultraderecha diga “este Gobierno” refiriéndose ala coalición gobernante de Podemos 4 , si son del Partido Comunista: “son peronistas”. Es todo un cambio de sensibilidad porque cuando yo llegué en el 76 era imposible ver a la izquierda española que nos trataba de alojar, de ser hospitalaria con los exiliados, entendían a los uruguayos, entendían a los chilenos, pero a nosotros, por peronistas no. Esto era un obstáculo imposible de remontar. Pero ahora, la ultraderecha, dice, son peronistas, como modo de atacar al asunto que está por debajo, que es el populismo. Entonces, ahí de nuevo, es donde me parece que el vacío vuelve a ser relevante porque estamos atravesando un tiempo histórico, que no sé cuánto va a durar, estamos en un impasse, donde tenemos que ver qué invenciones políticas nuevas -incluyendo al psicoanálisis- deben surgir y no hay invención sinvacío. No se inventa algo si el espacio estáabsolutamente cerrado, saturado. Y bueno, por último, loque voy asociando conlo que dijo Claudio. La cuestión del vacío del sujeto, es muy importante que se inscriba siempre con un suplemento. Si tu identidad es trans, y eso evidentemente, no puede ser condenado desde ninguna lógica, normativa, heteropatriarcal, ni heteronormativa. Pero, es un sujeto. Y sigue estando dividido. Seas trans, queer, travesti, drag queen, eso no elimina ni la imposibilidad de la relación sexual, ni la división del sujeto, ni todas las manifestaciones del vacío en una vida.

Uno de mis pacientes trans que se ha vuelto un joven después de un arduo trabajo con su cuerpo, porque de repente fueron muy serias todas las intervenciones quirúrgicas que tuvo que recibir. Ahora resulta que, siendo un varón que tiene barba y todo, y tiene toda la fisonomía de un joven hombre que había estado mortificado por tener la certeza -no una certeza psicótica- sino la de no estar en el cuerpo que correspondía. Y de allí que

4 Podemos es un partido político español cuyos rasgos ideológicos se sitúan a la izquierda del arco político. El partido surgió el 11 de marzo de 2014.

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emprendió todo su proyecto de transformar su cuerpo- pero ahora resulta que lanovedad, es la irrupción del sujeto, no legustan ni los hombres, ni las mujeres. Es decir, ha aparecido el sujeto, resulta que quería estar en el cuerpo de un hombre, pero no estaba establecido que, a través de todo ese proyecto de transformación radical de su propio cuerpo, se garantizara un lugar para el deseo; ahora lo va a tener que descubrir. Y volvemos un poco a la cuestión del vacío que vemos que opera en distintos registros. Y este podría ser un breviario sobre la manera en que el vacío, por ejemplo, otro término que tomo en el breviario -y perdón por hacerle propaganda al libroes el lenguaje inclusivo. Claro, no voy a defender nunca a los que atacan el lenguaje inclusivo, sobre todo porque ya les vi el color. Son todos muy reaccionarios. Asíque soyalguien que sepreserva decuestionar el lenguaje inclusivo. Pero a la vez, soy lacaniano, se que la lengua está hecha para no poder decir todo, no hay una lengua donde se nombre todo. Esas son tensiones que uno tiene que aprovechar para entrar en debate. Cada vez que he tenido laoportunidad, de -en España, por ejemplo- que sehan hecho de manera continuada, debates con mis amigas feministas, les digo, no discutoel lenguaje inclusivo, vamos todos con “querides”, “todes”. No puedo con la palabra “desaparecides” porque entiendan que también tengo una huella generacional, pero no podemos caer en el positivismo -que es una filosofía que precisamente se define por pensar a lalengua como un sistema de designaciones de los objetos donde el vacío se extingue-, porque se puede nombrar todo. Aunque digamos “todes”, “querides”, siempre seestará recorriendo aquello que es innombrable y que solo se puede contornear. Esto me parece que puede ser, en un tiempo muy difícil que estamos viviendo de esetotalitarismo, por un lado, nuevo, y por otro lado, el problema de estos proyectos alternativos que en vez de tener el alcance popular que desearíamos, por su propio devenir identitario, se clausuran y entonces el alcance popular queda interceptado. Estees el tipo de debates que yo creo que siempre conviene mantener, estoy convencido de que la teoría, por intensas que sean las prácticas, es la única manera de interrogarlas. Si no, es el empirismo. No hay que confundir nunca la importancia que tiene la práctica. La práctica es lo más importante; pero siempre hay que hacerla hablar, hay que interrogarla. Y además, cuanto más intensa y más difícil es lapráctica, más problemas trae ymás rica es,porque más seabre adistintos modos de interrogación. Bueno, es lo que puedo decir del vacío.

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Claudio Di Pinto: Continuando con esta cuestión de la diferencia, una cuestión que me pareció importante en el libro, es que vos planteás que entre el texto que se lee y la lectura, tiene que haber una operación de desidentificación. Y que si no hay una operación de desidentificación el riesgo es caer en una lectura que podríamos decir totalitaria.

Jorge Alemán: Enefecto, estoque dice Claudio es muy importante, porque en un debate con una amiga mía, feminista, que admiro mucho, Luciana Cadahia5 , -que tiene una lectura de Hegel muy trabajada- me dijo en un momento del debate, esto que dicen de la mujer, Freud y Lacan, ¿quiénes lo dicen? Son hombres hablando de mujeres. Entonces yo le pregunté, y cuando vos leés a Hegel, ¿lo lees como un hombre? Bueno, ahí está la cuestión que evoca Claudio de desidentificación. Yo no leo como hombre, a Freud, a Lacan. No los leo ni como blancos, ni como europeos, ni como hombres. Busco en ellos, lo que puedo pescar, lo que puedo atrapar para los proyectos que me interesan. Por eso, sí, cuando doy un seminario de enseñanza en Madrid oen Málaga, me interesa mucho explicar loque Lacan dice, por ejemplo, en el Seminario de la angustia. Pero, en mis libros, yo le hago decir a Lacan lo que quiero. O sea, a Marx, lo mismo. Siempre, no de manera absolutamente arbitraria, pero los llevo a mi terreno. Creo que también es el tiempo, siempre curioso, de muchas interrogaciones, de romper con un cierto epigonismo: “Lacan dice esto, Lacan dice esto, Lacan dice esto”, bueno, llega un momento que este fenómeno de vacío y esta tendencia a lo identitario, también se cumple ahí. Llega un momento en que eso es “patos hablando con patos”; pero no produce la sorpresa.

Cuando yoera joven, estaba en Chile con un amigo en la época de Salvador Allende, compramos en laUniversidad los escritos que sellamaban en aquel entonces Lectura estructuralista de Freud y el libro: Las palabras y las cosas de Foucault. Y empecé a hojear la lectura estructuralista de Freud y no entendía nada y un joven de izquierda que estaba en Chile por el asunto del Presidente Allende, marxista elegido, y le pregunté a mi amigo, como estaba bastante más loco que yo, no le hacía obstáculo en ese sentido, le dije: “¿pero a ver vos entendés esto de Lacan, lo que está diciendo?. -Sí. Digo -

5 Luciana Cadahia es una filósofa argentina, que trabaja temas de estética, lo popular, el populismo y la emancipación vinculado a su formación en el idealismo alemán, el romanticismo y la filosofía de la diferencia francesa, así como el pensamiento político contemporáneo en América Latina y la filosofía de la historia

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bueno, a ver ¿qué es el significante? Entonces el tipo agarró una hoja, escribió una letra y dijo: ¿ves? es la letra y no lo que pueda significar. Y golpeó la mesa y dijo: y este es el verdadero materialismo. Yo quedé shockeado. Y me acuerdo que salí a la calle y vi toda la ciudad escrita, pero ya de otra manera. Dije, claro, está todo escrito. Están todas las paredes escritas y esto no tiene por qué tener una significación unívoca. O sea, empecé a mirar lo escrito de otra manera. Bueno, este efecto de sorpresa yo lo sigo buscando siempre cuando enseño. No nos amoldemos, ni hagamos un proceso de adaptación rápido. Démonos el tiempo de no entender nada. Es decir, es cuando uno seda el tiempo de no entender, que tal vez puede surgir un momento en donde sífinalmente algo seatrapa. Pero si se vuelve demasiado sistemática la reproducción indefinida de un discurso, me parece que ahí el psicoanálisis está exigiendo una renovación histórica de sus instituciones, de su práctica, de su manera de leer y de muchas de las cosas que constituyen el mundo psicoanalítico. Esto tiene que ver con la desidentificación. Lo que pasa es que muchos -después de una pelea pública que tuve con Miller- vinieron y me dijeron: “Bueno, Jorge, ¿por qué no convocás?” Dije no. Estoy dispuesto a que si algún día, un grupo de jovencitas y jovencitos atrevidos organizan algo nuevo, seré un seguidor. Entre otras cosas porque pienso que yano es más el momento de jefes de escuela, ni de figuras que están al frente del asunto, sino de otro tipo de conducción de los proyectos. Es que un proyecto que quiere transformar a lo social tiene que demostrar que se puede transformar a sí mismo. Es lo que dije el otro día con respecto a las elecciones del 236. Sí, se puede discutir cuál sería el mejor candidato o candidata. Pero sería también muy importante que las estructuras políticas muestren sucapacidad de transformación en ellas mismas. Porque, cómo van a transformar a una sociedad si no se pueden transformar a sí mismas y están atrapadas en las inercias históricas de siempre. Más todavía con el psicoanálisis, hay muchas cosas sobre las cuáles hay que discutir. Por empezar hay miles de sujetos que ya no llegan a sesión, -entiendo que en Argentina como es una cultura con una gran presencia en psicoanálisis podría ser distinto- pero hay miles de personas que no llegan a la sesión con un relato sobre los mismos. Ingresar a explicar un poco la vida de ese sujeto, la biografía de ese sujeto,

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6 Se refiere a las próximas elecciones presidenciales argentinas delaño 2023.

no es una cosaque se puede resolver con entrevistas preliminares, a veces hay que trabajar muchísimo para que un sujeto pueda, por fin construir algo parecido a una historia, porque las condiciones han cambiado y preguntan qué quiere uno saber de ellos. Lo mismo, la cuestión de exigir un protocolo: tiene que venir a esta hora, tal día de la semana, todo eso, me parece que no hace al plano más importante de la experiencia analítica. Tampoco creo que se pueda determinar esto es psicoanálisis porque está en el campo de una consulta privada y lo que se hace en lo público ya no es psicoanálisis o es psicoanálisis aplicado; habrá que ver -estoy diciendo muy rápido estas cosas, pero vienen a raíz de la palabra desidentificación- Debe haber momentos psicoanalíticos en lopúblico también, que no se producen tal vez nunca en una consulta privada, osea, que no es tan sencillaesa separación. Y después, porque en las consultas públicas hay una mayor visualización de las transformaciones que se han dado en los últimos años en el campo de la psicosis que ya no son tributarias de un reparto tan sencillo entre la neurosis y las psicosis. Este es un programa muy disperso que digo a raíz de que improviso, pero hay muchas cuestiones referidas a esta desidentificación que para mí es clave, es decir no antropologizar a los autores. A mí sí me dicen “Lacan es europeo, es un burgués además”. Si, lo conocí, fui a su seminario. Y ¿qué tiene que ver con nosotros? Bueno, yo busco qué es lo que tiene que ver. Ahora, no me identifico tampoco. Pero si es por eso todos tendríamos que descolgar todos los cuadros de los museos porque son todos falocéntricos oheteronormativos; tendríamos que eliminar el flamenco, que es tal vez la mejor música de España, porque cuando no hablan de la madre, hablan de la mujer en término “excesivamente apasionados”, podríamos decir. Entonces me parece que las reglas narrativas de traducción tienen que ser muy delicadas en este aspecto. Es decir, porque no es la suplantación, “mientras vos hablas de esto, yo hablo de Rodolfo Kusch, que es un argentino”. Estábien, Rodolfo Kusch7, lo leí de joven, tiene algunas cosas un poco de derecha. Pero, en cualquier caso, eso es lode menos, no creo que este problema seresuelva con una sustitución. No es que yo digo: “bueno yo no leo a Hegel, yo leo a Jauretche” (risas). Es decir, me parece fantástico que leas aJauretche, que tuve laoportunidad de

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7 Günter Rodolfo Kusch (Buenos Aires, 25 de junio de 1922 - 30 de septiembre de 1979) fue un antropólogo y filósofo argentino. Obtuvo el título de Profesor de Filosofía de la Universidad de Buenos Aires.

conocerlo porque era amigo de mi padre. Pero si querés leer a Hegel también podés leerlo y si quieres incluso inventar un puente entre Jauretche y Hegel, estoy dispuesto aestudiarlo. Lo que no veo es lasuplantación. Esto porque en el Facebook me tienen cansado con que cuando no están de acuerdo con algo que yo digo, dicen: “Alemán es un europeo socialdemócrata que ...”(risas). Digo una cosa dePutin, por ejemplo, porque tuve el honor de ser publicado en Rusia, y ya dicen “es un socialdemócrata europeo”. No sé dónde ven la socialdemocracia en Europa. Porque, además, hace años que la desarmaron y la hicieron pedazos. Pero bueno, comentario personal.

Claudio Di Pinto: Para ir siguiendo con esto, retomo una afirmación tuya, si la podés ampliar “Todo lo que estáaconteciendo de un modo excepcional en el mundo del psicoanálisis da testimonio de sufinal cumplido. Sutrabajo, fundante e instituyente, culminó”.

Jorge Alemán: Sí, claro. Siempre me interesó una diferencia que he trabajado en otros textos y que está presente. El momento instituyente y el momento institucional. El momento instituyente es sobre el vacío. No hay nada y del golpe emerge algo que está de imprevisto, no calculado por la situación, no tiene forma de ser anticipado y es un momento que podríamos caracterizar como un acto instituyente. Claro, uno no se puede enamorar de ese momento, porque es como decir hay amor, hay encuentro etc. Lo interesante es ver la permanencia. El desafío es siempre la permanencia, porque si no en el 20018 en Argentina -y después el 15 en España- nos quedamos todo el día en la Plaza, y yaestá, pero llega un momento en que la gente se va de la Plaza y es decir, enamorarse del momento instituyente. Cuando fue 2001 en Argentina, todos: Negri, Badiou, todos los de Europa estaban fascinados por el momento instituyente. Es decir, el trueque, las asambleas en la calle, todo eso lo vi yo también porque yo venía, pero todo esto como no tenga una traducción política institucional, se dispersa. En el 15M discutía a muerte por la experiencia del 2001 y por suerte surgió

8 La crisis de diciembre de 2001 en Argentina, fue una crisis política, económica, social e institucional, potenciada por una revuelta popular generalizada bajo el lema «¡Que se vayan todos!» que causó la renuncia del entonces presidente de la Argentina Fernando de la Rúa.

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Podemos que fue la traducción política del 15M9. Claro, es mucho más aburrido. Armás una estructura política y al poco tiempo hay un quilombo bárbaro, de quién fue designado, quién no fue designado, a quién le dieron el contrato, quién forma parte de la dirección. En el caso de Podemos en particular, además, eran muy jóvenes. Yaunque ellos digan que hubo luchas por el poder y diferencias políticas, el narcisismo de las pequeñas diferencias hizo estragos. Porque es al día de hoy que muchos que se pelearon sobre todo de la dirección porque eran pavos reales discutiendo sobre su lugar. Pero, en cualquier caso, quiero aclarar, no defiendo exclusivamente lo instituyente. Entiendo que en el pasaje de lo instituyente a la institución hay una pérdida. La Institución pierde el brillo, el encanto, la gracia que tiene lo instituyente. Pero es obligación a la vez de la institución, que, aunque sepa que ya no va a tener aquel momento instituyente, no sofocarlo, no armar una institución que lo extinga.

Cuando apareció el psicoanálisis lacaniano tuvo efectos instituyentes y teníamos un gran entusiasmo. Yoviajé a laArgentina en aquel entonces con Miller. Pero también puede ser que se estaban coagulando esas historias, por ejemplo, la irrupción del Campo Freudiano -y de eso sí son un poco responsables los colegas argentinos- borró toda la etapa anterior, borró una enorme historia del psicoanálisis que había en Argentina. Hace poco un inglés al que aprecio mucho: Ian Parker10 -está traduciendo al inglés mi libro Ideología-…él me mandó un libro sobre psicoanálisis y marxismo, donde dedica a la Argentina un largo capítulo. Tengo el honor de incluya a la izquierda lacaniana junto con mi querido amigo Armando Bauleo, con Mary Langer, que la conocí a los 18 años, con Bleger. Hubo una enorme secuencia, además de que se habían atrevido a romper con la IPA, con la APA. Y habían intentado acercar el psicoanálisis a la política vía el paradigma de la revolución. Hay muchísimas cosas que se podían discutir de ese material, pero lo que no se entiende es que ese patrimonio histórico haya sido cancelado. Y que el Campo Freudiano, con todos mis respetos a los que son todavía miembros, pero esto se lo he dicho públicamente en

9 El Movimiento 15-M, también llamado movimiento de los indignados, fue un movimiento ciudadano formado a raíz de la manifestación del15 de mayo de 2011, convocada por diversos colectivos con la intención de promover una democracia más participativa.

10 Ian Parker (1956) es un renombrado psicólogo británico y una figura central en las perspectivas críticas y radicales de la psicología contemporánea.

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muchas ocasiones a Miller, haya desechado semejante historia. Y que yo reciba en el libro de un inglés que diga el freudomarxismo en Argentina y que seocupe del textode Mary Langer, Psicoanálisis yrevolución, los textos de Armando Bauleo, los textos de Leon Rozitchner. Es decir, hubo una historia previa importantísima. Y los verdaderos antecedentes de la relación psicoanálisis y política están ahí. Es verdad que ese ámbito no estaba atravesado, no estaba tocando por Lacan porque Lacan vino después. Pero no quiere decir que no se hayan planteado desde sus lecturas de Freud, de sus lecturas del psicoanálisis, cosas importantísimas.

Claudio Di Pinto: Hacés una diferencia entre el liberalismo clásico y el liberalismo capitalista y decís que el liberalismo capitalista lo que hace fundamentalmente -o intenta- es apropiarse del Estado y de la subjetividad con los imperativos del rendimiento. Y pensaba, en la Ciudad de Buenos Aires desde hace muchos años hay un ensañamiento del Gobierno porteño tanto con la escuela pública como con el hospital público. Con lo cual la pregunta sería si lo público es un lugar de resistencia para vos respecto de ese liberalismo capitalista.

Jorge Alemán: Sí, bueno, eso es clave. Es la diferencia entre el neoliberalismo yel liberalismo. El liberalismo decía, lalógica deAdam Smith: dejemos al mercado que la mano invisible lo va a corregir y que el Estado no se meta. El neoliberalismo no es así. El neoliberalismo es apropiémonos del Estado y transformemos al Estado en una gran máquina de negocios. No está en contra del Estado, todo lo contrario, lo quiere hacer propio, se quiere adueñar del Estado y eso se ve precisamente en la salud pública y en la educación pública. Por ejemplo, todo el aparato administrativo de Madrid, ahí tengo que hablar de laciudad enla que yovoy ala salud pública, está hecho para expulsarte. Es decir, te dan hora un año después, ahora hay que llenar un formulario en Internet, el otro día dije: -no, yo no lleno un formulario, no lo sé manejar, le dije, no se manejar Internet, no puedo. Pero además no me lo pedía el médico, me lo pedía el administrativo que está laburando ahí. Esto está hecho especialmente para que no se te ocurra seguir más ahí, que si tenés algo en el bolsillo te hagas socio de una medicina privada. ¿Qué hacen con la educación pública? Mi nieto va a la educación pública. Te ponen en una clase con media China, media África y media que se yo. Una jugada donde vas a un colegio de inmigrantes. Pero bueno, yotambién soy un inmigrante. Era un exiliado, pero mesiento formar

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parte, aunque sea extraño comoinmigrante porque llevo 46años en España. Entonces son todas maquinarias del Estado en donde todo eso va a ser reconvertido a lo privado. No es que van a hacer desaparecer eso, lo van a tratar de reinscribir y reformular en la economía neoliberal. Y las estructuras políticas que gobiernan tienen muchas dificultades porque cuál es el gran secreto delos tipos, que lo he dichoen algunos programas de televisión aquí en Argentina. Freud decía: (siguiendo una lógica ilustrada) uno no accede a una cultura, sinoa un no. Un no a las pulsiones, es la condición de que haya un vínculo. Por eso Freud, a pesar de ser un conservador, decía: si la sociedad, una vez que ha dicho que no, no satisface tusnecesidades vitales, merece ser destruida. Y era un conservador. Ahora la ultraderecha nueva no te dice no, te dice, no digas que no. Es un robo. Es un robo para los políticos, no digas que no, acá vamos a seguir prendiendo la luz, va a haber electricidad, no pagues eso. Bueno, es el aspecto entre comillas, libertario, que precede al momento del horror. Después se va a descubrir que no hay nada y que todo tiene que ser pago. Y que todo va a ser sumergido en la relación costo beneficio. Pero ¿por qué volvieron incómodas a las izquierdas? Porque las izquierdas, dicen: sí hay que decir que no. Porque si no decimos que no a esto, no va a haber dinero para educación pública ni para salud pública, y si no hay impuestos. Pero ellos han descubierto la nueva clave del asunto que es:cumple con el vaticinio de Orwell, el fascismo va a volver con la palabra libertad. Ellos te dicen, no digas que no. Esto es un fraude, es un robo, es para los ladrones. Antes los ladrones eran los inmigrantes y ahora la operación nueva en Europa es el propio Gobierno es extranjero. EsteGobierno no es un Gobierno de españoles, un Gobierno de peronistas, por ejemplo, eran Castro bolivarianos hasta hace algunos meses ahora son peronistas (risas). Entonces por qué vas a aceptar el No que te propone, de que hay que apagar la luz, hay que tratar de no utilizar en determinadas horas la calefacción (esto es todo por el asunto energético nuevo de la guerra). Pero es el modo de proteger el bien público. Pero la jugada de ellos es, no digas que no. Ya lo hicieron con la cuarentena. Este no de la cuarentena es en beneficio de ellos. Ya desde el momento en que no admitieron una cosa tan grave como una pandemia, donde murieron miles de personas. Es decir, España teniendo una de las mejores políticas de vacunación, no pudo impedir que murieran 150 mil personas. Y ahora sigue. Pero, como siempre, es tan perverso este proyecto de aproximar al

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Estado al negocio de ellos que juegan, juegan todo el tiempo. Y ya desde ese momento habría que haber tomado nota de que se trataba de la ultraderecha. Por ejemplo, en Argentina nunca se reconoció que esto que se tenía enfrente era ultraderecha. Ahora se empiezan a dar cuenta. Pero desde el comienzo esa era la agenda, porque la ultraderecha no se define por los actores. Los actores vienen de antes, sonlos liberales, reaccionarios, gorilas. Pero la nueva agenda en la que están inscriptos es una agenda de ultraderecha. Por eso cuando va Macri a España está con el núcleo de la ultraderecha y es recibido por ellos y está considerado como una gran promesa de ellos, yno para él. Estetipo tiene ungusto especial por rodearse de idiotas. Vargas Llosa, presentando sus grandes obras, las obras completas de Macri (risas).

Claudio Di Pinto: Bueno, vamos aabrir un espacio para algunas preguntas.

Asistente 1: Hola Jorge, lo que estaba pensando, retomando la conversación que tuvimos por Zoom en octubre del 2020, junto con Gabriel Linari y Claudio (Di Pinto), donde participaron todos los compañeros y mucha gente más; y las ideas de este libro, me quedé con una resonancia en uno de los puntos que se llama “presente y antes de envejecer”. Todos del mundo del ayer, como dice Colette Soler, la resonancia tiene que ver, digamos, con el paso del tiempo, con las nuevas preguntas y las nuevas resonancias que uno tiene. Pero yolo pensé de una manera cuando lo leí y ahora, que se agregan otras cosas, en relación alo que estuvieron hablando sobre el vacío. Se me armó una conexión entre el vacío y el vaciamiento. Y me parece que de la manera que vos pensás el tema del psicoanálisis y del porvenir, no como una clausura, sino como un sí y un no, se termina pero algo puede advenir. Estaba pensando que cuidar el vacío quizás es la manera en que ustedes están en una mesa donde dice, “en esta mesa participa un concurrente”, “en esta mesa participa un ex concurrente”. Yo soy ex, digamos, porque ya no estoy en la Institución, pero estoy en la Institución. Entonces, cuidar el vacío me parece que es cuidar ese lugar donde pueda producirse algo nuevo, que trae, por ejemplo, esta lucha que la concurrencia, las residencias, están haciendo en la calle, y que fue parte de laconversación que tuvimos en el 2020 cuando tecontábamos como está constituida esta Institución. Entonces, agrego a esto de la vejez, como un resto en relación con este tema del capitalismo imperante, esta resonancia sobre el paso del tiempo y la vejez. Y ahora agrego algo más sobre tu libro.

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Meparece que es un libro que estáatravesado por la amistad, por un diálogo con la amistad, con los amigos.

Jorge Alemán: Bueno, esto último lo suscribo porque la verdad que un honor para mí en mi vida, una cosa de la que me siento orgulloso, es la de mantener a mis amigos y amigas de toda la vida. De hecho, acá en Buenos Aires tengo un amigo de los 5 años que hicimos la primaria juntos. Pero no me siento perteneciente al mundo del ayer. Discrepo. Yo no soy del mundo del ayer. No considero eso. Porque a ver, primero el futuro ya no es un enigma. El futuro se implantó en el presente y cualquier película distópica mala yadice cómo va a ser. Por lo tanto, hay un presente defensivo porque en realidad cualquiera, sea incluso un joven que vota a la ultraderecha, ha entendido que no hay horizonte, que todo lo que viene va a ser peor y que aciertan las películas distópicas. No importa si la variante es Mad Max o El cuento de la criada o Los juegos del hambre, saben que hay algo que ahora mismo se está ya materializando de esa manera, que no es necesario esperar al futuro, que se ven todos los días manifestaciones de este tipo. Por otro lado, lo sugerís en tu pregunta, ya sabemos que lugar el neoliberalismo le tiene asignado a los viejos, no producen, no sirven, y que se incluyan dentro de los campos de concentración en lo que se han puesto normalmente los geriátricos públicos en todas parte del mundo. Siguiendo una enseñanza que tuve de muy joven leyendo a Bachelard que decía: “el espíritu nunca es joven, tiene la edad de los prejuicios”. Digo no, al revés: si querés entender lo que es el amor, porque el capitalismo es laforclusión del amor, hablá con los viejos y las viejas. Si quieres entender cómo es vivir una vida que no se agote nada más que en el cálculo y en la planificación, hablá con los viejos y las viejas. Entiendo a los viejos y las viejas no como un demérito o como un déficit, y yo personalmente, por supuesto, prefiero explotar en cualquier lugar que estar, porque también hay muchos viejos que sevan acomodando ala idea de que tienen que sertratados como tales. Es una tentación que tienen. Puedo pedir ayuda en un montón de cosas,por ejemplo, las escaleras -no uso gafas para leer y todo eso, pero en cambio las escaleras se me aplanan y no veo la diferencia entre un escalón y otro y no me sirven las gafas porque no las uso- entonces yole puedo pedir ayuda sin ningún problema. Pero el otro día le hice sudar tinta al médico, porque estaba diciendo cuándo se va este hijo de puta de acá. El tipo me agarró, me dijo, “usted va a matarse, se está matando, fuma, y esto y lo otro”. Me

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tocóun loco que estaba convencido, como estaba esperando los resultados, dije, “no voy a decir nada ahora, porque me van a dar el electro, voy a esperar, no vaya a ser que el tipo tenga todo a su favor y ya me mande a la silla eléctrica del hospital”. Entonces, cuando ya tenía todo ahí, eso había salido bien, le dije: “bueno, ahora sí me toca a mí. ¿Usted cuántos años tiene?” El tipome dijo 50. Le digo: “yo tengo 72, tendría que ser un poco más humilde. Yo acompañé a personas hasta el último día de su vida, como psicoanalista. Como psicoanalista me tocó, no al lado en el hospital todos los días, pero síir al hospital a despedirme del paciente que tuvo ladignidad de seguir hablando conmigo hasta el final”. Entonces le dije “mire, yo hablé con personas hasta el final, jamás descubrí que por amenazar o castigar o hablar de cosas terribles, alguien vaya a cambiar. Y después usted debería saber que no hay criatura que no sea losuficientemente vieja como para no morir. Usted tiene 50. No sabe a los 72, si entre los 50 y los 72 no le pueden pasar cosas graves”. El tipo dijo “sí, sí, claro”.,Me podría tocar, pero yo lo que le dije es lo que está escrito en el libro”. “Pero nunca hablamos con lo que está dicho en el libro, porque si yo le hablo con lo que está dicho en el libro, usted es un neurótico obsesivo grave” (risas). Me miró como diciéndome cuándo se va este tipo. Le dije, “mire, le faltan dos décadas a usted para estar en el lugar del tipo que no cumple con ninguno de los preceptos. ¿Qué sabe?”. “Sí, claro, pensándolo así…”

Pero de todas maneras, dije “yo soy un adicto y voy a intentar cumplir, pero no de la manera que usted lo dice, sea más suave la próxima vez” (risas).

Asistente 2: -Hola Jorge, ¿cómo estás? Gracias por la exposición. Te quería preguntar algo quizás más general que me inquieta como militante, política y comopsicoanalista. ¿Pensás enestos momentos que puede haber realmente algún movimiento político al decir de Laclau, desde la emancipación y desde el movimiento hegemónico que pueda habilitar en el mundo algo diferente, pensando en este vacío, pensando en las posibilidades de articular ciertas demandas. Tenemos el feminismo, tenemos movimientos políticos más micro, tenemos discursos totalizantes que ubican al otro en ese lugar extranjero, laxenofobia. ¿Pensás que puede haber algún lugar en el mundo donde lapolítica deje de estar en algún punto clausurada, clausurado lo político?

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Jorge Alemán: Sí lo pienso, en el sentido de que si yo perdiera ese horizonte directamente no estoy aquí en este momento. O sea que yo lo pienso. Condiciones hay, porque si se articularan la clase trabajadora, los sectores del trabajo, los feminismos, el LGTBQI+, los movimientos sociales, los que están en los márgenes y falta el deseo. Es decir, ese era todo el problema. Me acuerdo con Ernesto Laclau que hablábamos de esto. Decíamos, Marx pensaba que por ser explotado uno va a querer dejar de serlo. No, hay que desear no ser explotado y ahí está el comienzo del problema. Es decir, no es que porque de un modo inmanente estás en la estructura del capitalismo que te tiene atrapado de la peor manera, que deseás la transformación. Por ejemplo, un factor con el que juega la ultraderecha en España son las leyes laborales. Ya nadie trabaja legalmente. Muchísima gente trabaja en negro y no les dice nada cuando la izquierda dice “contrato en blanco y legal para todos”, son indiferentes. Son indiferentes porque evidentemente no toca el deseo de ellos. El tipo ya se acostumbró a entrar y salir de cosas que hace, entonces, ahí no puedo pronosticar si ese deseo, si lo que veo es que hay condiciones en todas partes del mundo. EnArgentina, desde luego las hay por su vieja historia de luchas, por sumovimiento nacional y popular, y en lamedida en que -y esto es lo que me parece más importante- no demos por dado nada, ni nada por constituido, ni nada por ya cumplido, tal vez tengamos la suerte de asistira ese deseo. Están los sectores como para afrontar eso, el asunto es si esos sectores encuentran, loque en un momento dado, Gramsci llamaba “un mito fundacional”, es decir, no volver a reproducir una etapa anterior. No se va a reproducir una etapa anterior, por más que uno apele a lahistoria que hubo, grandiosa, de aquellos años de la década ganada. No se puede volver a eso. Es decir, hay que plantear el siglo 21 en el año 2023 ¿Cómo sería? Y ahí hay una inercia muy grande todavía, porque hablan unos, hablan otros y la política argentina además tiene una gran presencia de las internas. Las internas son muy poderosas en Argentina. Pero sí creo, sí creo que puede haber condiciones, lo que pasa es que no es por lasituación en laque están, por horrible que sea, que se van a producir. Porque esta es la novedad del neoliberalismo, puede haber un colapso general de todo, la gente puede estar viviendo de manera horrible y eso no va a introducir un nuevo orden de transformación. Muchos amigos y amigas aquí en Argentina me dicen “el establishment no se va a bancar a una loca como Bullrich”. Bueno, eso es

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dotar de una racionalidad que ya está extinguida. Porque he escuchado en las cadenas americanas a muchos republicanos decir: ”¿pero qué nos está pasando, cómo podemos tener a este tipo?”. Y cuando allá pasó lo del Capitolio11 tendría que haber terminado preso. ¿Y? No pasó nada y lo han vuelto a votar, y bueno, y aquí eso de “no, el establishment no va a buscar nunca.” ¿Qué establishment? Así como hay sectores empobrecidos que votan a Milei, hay sectores del establishment que están para cualquier aventura enloquecida.

Asistente 3: Hola. Muchas gracias. Me pareció muy importante este concepto de cuidar del vacío. En relación con esto de la sociedad antagónica, pensaba que hay una incentivación de aumentar cierta brecha desde los sectores de poder también. Los sectores del pueblo, los sectores del trabajo y demás; y me acordé del concepto de Perón, de Comunidad organizada. Y quería preguntarte, qué opinas de ese concepto.

Jorge Alemán: ¿Qué opino de la Comunidad organizada, del libro de Perón? Bueno, a mí siempre me pareció divertido ese libro porque no citaa ningún argentino, a ningún latinoamericano, citaatodos europeos. Entonces siempre a todos los que me dicen eurocéntrico les digo “¿leíste La Comunidad Organizada? ¿Qué autores cita?” Una vez Cristina12 me pidió un resumen de La Comunidad organizada para un Congreso de filosofía, una lectura más bien. Lo leí muy atentamente. Resulta que habla de Sartre, de Hegel, y termina con una cita de Spinoza. Entonces: primer punto ¿por qué no habla de ningún argentino? Ni siquiera de sus seguidores ¿Por qué no habla de Scalabrini? ¿Por qué no habla de Jauretche? ¿Por qué no habla de John William Cooke? Misterios. Bueno, después hay problema sobre la autoría del libro. Si es del padre de Benítez o si es de Carlos Astrada o si lo escribieron juntos. La idea es un poco insostenible. La idea es que va a haber una comunidad que se reconcilie consigo misma y que haya un gran pacto en donde los antagonismos desaparezcan. El peronismo se caracteriza por haber puesto en acto, no en el discurso de La Comunidad

11 Hace referencia alasalto al Capitolio de los Estados Unidos sucedido el 6 de enero de 2021 cuando partidarios del entonces presidente saliente de los Estados Unidos, Donald Trump, irrumpieron en la sede del Congreso violando la seguridad y ocupando partes del edificio durante varias horas.

12 Hace alusión a Cristina Fernández de Kirchner, presidenta de la Nación Argentina entre el10 de diciembre de 2007 y el 9 de diciembre de 2015. Desde el 10 de diciembre de 2019 se desempeña como vicepresidenta de la Nación Argentina.

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organizada, que el antagonismo es constitutivo de lasociedad, que no puede haber una sociedad sin antagonismo, que, en todo caso, si estamos en una democracia como hubiera dicho Ernesto Laclau, habría que ver cómo ese antagonismo se maneja consensualmente, que es lo que no está pudiendo pasar ahora, aquí en Argentina. El antagonismo está suelto. Aquí no hay ningún pacto. El reverso de ese texto, que es muy Hegeliano, es que hay una superación, dice ahí Perón, del individualismo norteamericano, capitalista y de la insectificación del hombre hecha por los comunismos. Pero claro, el problema es que no somos solo una comunidad. Somos pueblo, comunidad y Estado. Entonces, primero ¿cómo se hace el nudo? Esolotrabajé en Ideología ¿Cómo sehace el nudo entre pueblo, comunidad y Estado? Está el pueblo, el pueblo, no es una comunidad. De hecho, cuando emerge no sabemos si va a aparecer bajo la forma de una comunidad. Después está el Estado que tampoco es una comunidad. Entonces La Comunidad organizada es untexto muy divertido. Increíble que Perón en aquella época, con todos esos filósofos presentes, en vez de querer inaugurarlo, sehaya puestoen el cierre del Congreso, osea, diciendo él las palabras finales, en un Congreso donde estaba la pesada de toda la filosofía europea. Incluso estuvo a punto de venir Heidegger. Le recomendaron que no viniera para que no lo confundieran con el nazismo. Pero el texto me parece simpático, le habla a los europeos, citó autores europeos. No hay una sola palabra ni de los pueblos originarios, ni de los autores nacionales y populares de aquí. Yo tomo, como lector, siempre nota de eso. Y la idea de una comunidad organizada, creo que una Comunidad está viva si ha encontrado una manera de enlazar con el Estado y con el pueblo. Y siempre con un vacío, no con algo que la cierre a través de un acuerdo subterráneo que no sabemos cuál es. Muchas gracias por la evocación, pero bueno, ahí no no puedo decir “Uy si, coincido plenamente”. Porque me parece que es un libro que, en todo caso, mostró las preocupaciones intelectuales que tenía Perón, que eran interesantes.

Asistente 4: Mi pregunta viene por la línea del abandono de la revolución, el término revolución. Pensaba si había otra forma hoy de articular, de poner a trabajar juntas a las personas en el imaginario de la gente que no sea la del capitalismo, o sea, la que está estructurada por la plusvalía. Que esa forma de poner a trabajar juntas alas personas por la vía de la dictadura del proletariado con esas consecuencias que yanombraste. Quería preguntarte

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si veías en algún lugar alguna imaginación posible de otra forma de lazoque no sea el capitalismo, en relación con la producción, sobre todo.

Jorge Alemán: Si lo veo, por supuesto. Uno de mis libros anteriores es Capitalismo crimen perfecto o emancipación, no considero que el capitalismo sea un crimen perfecto, uso la palabra emancipación porque me parece menos definida que la palabra revolución porque la palabra revolución está atrapada en una metafísica donde todavía se cree que hay proletariado y que el proletariado puede subvertir un sistema si pasa de la clase de si, ala clase para sí. Claro, en primer lugar, hay una fragmentación total, no hay ese proletariado, en segundo lugar esafragmentación debe ser articulada, en tercer lugar hay que ver si en el centro de esa articulación está la clase trabajadora o no, todo eso hay que confirmarlo; y en cuarto lugar hay que ver si puede organizarse un proyecto de emancipación sin saber ahora -y por eso es muy importante la palabra imaginación en tu intervención- cómo sería una sociedad no capitalista. Secreyó que sesabía con toda la dictadura del proletariado y todo eso, pero ahora ya sesabe que no se sabe. Nadie puede determinar cómo sería una sociedad post capitalista, la podemos desear. Por ejemplo, un inconveniente hablando con los rusos, pro revolución, ancianos, no ancianos, que hablé: la división del trabajo ¿cómo se resuelve? ¿se le paga lo mismo en una fábrica de automóviles al que diseña el auto que al que está tratando de poner una tuerca? ¿Cómo se organiza ese sistema sin que haya precisamente el tránsito por el excedente de la plusvalía? Hay muchísimos problemas, pero podrían resolverse si hay una voluntad. El asunto es que ninguno de esos problemas se resuelve técnicamente, sin una voluntad política que los implemente y esa voluntad política como has dicho necesitaría muchísima imaginación. Por empezar entender que el capitalismo no es yaun problema de injusticia, es que el mundo se va a volver insostenible. El primer motivo yaahora por el cual debería detenerse al capitalismo en sumarcha ya no es solo la injusticia fundamental que lo atraviesa, sino que este mundo no va a ser vivible. Se está acelerando la destrucción del mundo. Hay que ver si están dispuestos a ceder ¿la gente va a dejar de usar los automóviles, los aviones? Los materiales fósiles yano van más, están destruyendo el mundo. ¿Se podrá suplantar el petróleo por otra cosa? Lo único que trajo ahora es una guerra. Así que sí hay que tener mucha imaginación. Nosotros cuando

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éramos jóvenes pensábamos que íbamos a ser testigos del socialismo, que como mucho en el 2000 ya era el mundo entero socialista.

Asistente 5: Lo primero que le quería preguntar a Jorge es si tiene pensado ir a Rosario, y segundo leí en Facebook que, tiene que ver con lo que contaba de su médico, que habías dejado de fumar, quería saber si estás en esa experiencia y cómo te está yendo. Y la tercera es en relación a algo que dijisteen un momento sobre los bordes olos límites más borrosos entre la neurosis y la psicosis hoy, la cuestión de la despatologización, si podés, si tenés ganas.

Jorge Alemán: La cuestión más apasionante es estode los límites borrosos porque efectivamente hay una serie de psicosis estabilizadas donde cumplen un rol muy importante las organizaciones religiosas y también las políticas, donde se podría abrir una nueva discusión incluso sobre los puentes de comunicación que hay entre las psicosisy ciertas organizaciones políticas y religiosas. Por ejemplo, la ultraderecha se nutre de la psicosis, le ha encontrado la vuelta a ese asunto. Lamentablemente soy muy decepcionante, estoy muy decepcionado conmigo con respecto al dejar de fumar, porque llevaba sin fumar en España, no sé qué extraño proceso: no compro, robo, pido por la calle (risas), no, tanto no, pero se me acerca alguien que me dice que me conoce, me dice “yo lo leo”, entonces “¿y usted por casualidad no tendrá [un] cigarrillo? Muy decepcionante porque creoque cuando vengo a Buenos Aires se me produce un efecto de no darme cuenta y digo, ¿pero qué creo, que tengo 20 años que ya estoy con el cigarrillo?, pero estoy en la pelea y ya le prometí a mis hijos. Adoro Rosario tengo muchos amigos y amigas, pero el problema es que voy a las Jornadas de la Izquierda Lacaniana en Córdoba, que se han portado muy bien, que hay más de cien trabajos y me interesa mucho eso que ha pasado que haya más de cientrabajos sobre laizquierda lacaniana, y entonces he hablado conmis amigos de Rosario en el zoom y tal vez haga una presentación híbrida porque Rosario es una segunda ciudad para mí.

Muchísimas gracias a todos y a todas.

i Jorge Alemán es psicoanalista y escritor. Profesor Honorario Universidad de Buenos Aires (U.B.A). Consejero Cultural de la Embajada Argentina en España. Premio Fondo Nacional de las Artes 1974 (Poesía). Premio Rodolfo Walsh. Sindicato de prensa de Mendoza 2009. Ha recibido la Condecoración en grado de Encomienda de la Orden de Isabel la Católica. Miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP). A.M.E. (Analista Miembro de la Escuela).

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Título Escuela Europea de Psicoanálisis. Miembro fundador de la Asociación Cruce de Arte y Pensamiento España. Profesor del Master de Psicoanálisis y Psicoterapia – Universidad Complutense de Madrid. Profesor del Master de Psicoanálisis aplicado a la psiquiatría –Hospital Ramón y Cajal. Director de las revistas: Serie psicoanalítica, primera revista de orientación lacaniana en Madrid, Psicoanálisis en la ciudad, publicación de psicoanálisis y pensamiento en Madrid. Emboscadura, revista de filosofía, psicoanálisis y poesía. Estudios psicoanalíticos. Donde fue traducido por Jaques Lacan, Jaques Alain Miller, Eric Laurent, Alain Badiou, Slavoj Zizek. Autor de: 1972 Invasiones y leyenda, 1973 Sobre hospicios y expertos navegantes. 1974 Iguanas, 1981 Patética, 2000 Lacan en la razón posmoderna, 2001 El inconsciente. Existencia y diferencia sexual , 2003 Derivas del discurso capitalista. Notas sobre psicoanálisis y política, 2008 Arte, ideología y capitalismo, de Zizek, Alemán y Rendueles, 2008 No saber, Desde Lacan: Heidegger, 2009 Para una izquierda lacaniana.... 2010, Lacan, la política en cuestión, 2012 Soledad: Común. Políticas en Lacan, 2014 En la frontera. Sujeto y capitalismo, 2016 Horizontes neoliberales en la subjetividad, 2019 Capitalismo: Crimen perfecto o emancipación, 2021 Ideología: Nosotras en la época, La época en nosotros.

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317 ______________________________________ Conversaciones con autoras/es Foto: Renata Cermelo. (Humedad edad en el consultorio 49) // Manuscrito de J. Joyce.

Entrevista a Claudia Lorenzetti

Desde el Centro entrevistó a Claudia Lorenzettii, integrante por más de treinta años del equipo de adultos del turno vespertino, realizando tareas asistenciales, de transmisión e investigación. Integra el grupo “El brillo de lo Inútil” que entrelaza poéticas, política, filosofía y psicoanálisis. Es autora de numerosos artículos en revistas y libros colectivos y en 2014 publicó su primer libro de poesía Después de los padres. En esta oportunidad, Desde el Centro conversó con ella acerca de su último libro Una estética para el psicoanálisis y el arte. Fragmentos, intervalos, interrupciones.

Desde el Centro: Hola Claudia, teproponemos comenzar por el surgimiento de la idea de esta publicación.

Claudia Lorenzetti: La publicación del libro surge después de que me voy del hospital, en el año 2014 con una jubilación un poco anticipada. En ese momento ya trabajaba con Tamara Kamenszain, poeta y ensayista que falleció lamentablemente el año pasado. Tenía muchos artículos sueltos corregidos con ella presentados en Jornadas, Congresos, pero la idea del “libro” surgió recién en ese momento. Tamara insistía mucho con esa idea. El libro supone una lógica, la búsqueda de un hilo que obliga a una reescritura. Es un trabajo muy distinto al de la compilación. Y ahí surgió este libro, en el que el hospital tiene mucha presencia. Diría que el contenido tiene su origen en el año 1988. Yo estuve siempre en el Equipo de adultos del turno vespertino. Entré en el año 83 y me acuerdo que por iniciativa de algunos hicimos un ciclo que se llamaba La sublimación desde la Comisión de Docencia, meacuerdo que vinieron los que eran “popes” del psicoanálisis de ese momento. Puedo ubicar que ahí tuvo su origen el pensar en el tema. Es un tema, que luego se desplegó mucho en un grupo que seconformó en 1999 que se llama El brillo de lo inútil con el cual trabajamos mucho la articulación entre arte y psicoanálisis.

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Desde el Centro: Esegrupo, El brillo de lo ínutil, ¿de qué setrata? ¿Qué se trabaja?

Claudia Lorenzetti: Es un grupo que entrelaza poéticas, psicoanálisis, filosofía y política. No todos somos psicoanalistas. Trabajamos la relación al arte desde distintas aproximaciones y lecturas. Publicamos un libro que se llama El libro de lo inútil y hemos hecho varias jornadas, un ciclo en la Casa de la Poesía en su momento en donde presentábamos un texto junto a distintos poetas. En enero del 2002, después de los acontecimientos del 2001 hicimos un encuentro bajo el título “Qué nos empuja a vivir el instante siguiente”, es una frase muy potente de Nietzsche, hubo mucha concurrencia, esto para mencionar el sesgo importante, político, del grupo. Lo último que hemos publicado es Excentricidades barrocas, un libro colectivo y algunos capítulos de Una estética para el psicoanálisis y el arte abrevaron en lo escrito allí.

Desde el Centro: Vos decías que hay mucho del hospital en este libro. ¿Podés ampliar de qué setrata?

Claudia Lorenzetti: Podría decirse que toda la primera parte del libro tiene mucho del hospital en el sentido de que muchos de lo que escribí tuvo que ver con las convocatorias a jornadas del hospital que me incentivaron. Participé mucho de las jornadas del hospital que se hacían anualmente y eso, de tener una fecha, me ayudaba a pensar y a trabajar. Y por el otro lado, en lasegunda parte, hablo directamente del hospital, de lo público, del ejercicio de la práctica del psicoanálisis en ese ámbito y trato de articularlo con el arte. Lo que fui leyendo del arte contemporáneo me aproximó mucho aestalínea de fragmento que serelaciona conlaidea de invención en Lacan y que creo que tiene mucho ver con nuestra práctica y en cómo nosotros nos hemos ubicado para horadar el “para todos” institucional y rescatar la singularidad. Y a partir de ahí, aparece esta idea de psicoanálisis de la calle versus el psicoanálisis de museo, como así también la recuperación de lo público. Paul Preciado dice que en este momento lo amenazado es lo público, así como en otro momento podía ser lo disciplinario. Se trata un poco entonces de poder pensar lo público también como una oportunidad frente a las políticas neoliberales. Articular el psicoanálisis con lo público, es una tarea en la que nos empeñamos desde la primera época entre el ’83 y los siguientes 20 años. Este auge del psicoanálisis en los hospitales, creo

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que nosotros hemos sido un poco pioneros en el Ameghino. Pioneros, pioneros fueron en el Lanús, etc, pero nosotros seguimos esa línea. Y lo hicimos posible.

Desde el Centro: ¿Podés contar un poco más acerca de los pioneros del Ameghino?

Claudia Lorenzetti: En el entusiasmo y en la vocación de incluir el psicoanálisis al hospital. Eso es algo inédito, eso no pasa en otros países. Uno parece que está tan acostumbrado que le es natural pero no es para nada natural. Que eso se pudiera efectivizar como nosotros veíamos que sucedía, fue todo un trabajo que llevó mucho tiempo. En la época del ´83, había mucha gente que pensaba que no era psicoanálisis lo que se hacía en el hospital y yoen el libro, me juego mucho a decir que yomeformé como psicoanalista en el hospital.

Desde el Centro: Quería retomar una pregunta muy interesante que surge al final del libro que aborda qué de lo público de un hospital aportaría a un psicoanálisis de la calle, en relación con esta contraposición que haces del psicoanálisis de la calle al psicoanálisis del museo.

Claudia Lorenzetti: Estamos desde hace tiempo muy atentos e indignados, diría, por los ataques ala salud y educación de las políticas neoliberales que hoy encabeza el Gobierno de la Ciudad de Bs. As. Es fácil observar allí la amenaza a lo público y entonces uno se pregunta ¿por qué tanta, por qué tan feroz?. Podría pensarse que esto es por una cuestiónde lucro. Yolo que sostengo y agrego a ese motivo en el libro es que, en lo público, en ese encuentro con- otros, segenera un lazo que pone en jaque alo que propone el mercado. Esoes algo que viví en el hospital y que siempre me emociona. Por la puerta del hospi entran también los cuerpos desplazados que se pretenden eliminar, entra también la contingencia, la sorpresa, lo no previsible lo cual nos ha obligado como psicoanalistas a encontrarnos con demandas totalmente inéditas y a abrir la cabeza y a pensar cosas que no las pensás en el consultorio. A la vez, el hospital teda la posibilidad del lazo con otros, el pasillo, el poder salir y conversar con compañerxs. Entonces da las dos cosas, da esta demanda inusual, que tenés que afrontar y no sabes cómo, con distintos marcos que no son los dispositivos por ahí más convencionales, pero además te da la posibilidad de esto compartirlo con otros.

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Desde el Centro: Me gusta mucho este término que usas de pasilleando porque lo que comentás y me parece interesante preguntar por la escritura de estelibro que surge en pandemia.

Claudia Lorenzetti: Esto surge en la pandemia porque tuve mucho más tiempo para escribir. Pero con la experiencia de Zoom, creo que ahí se ve muy claramente la ausencia de pasillo. En el Zoom, hay una cosa de lo literal, sumado a esa relación de los cuerpos que no pueden tocarse, hacer algún guiño, compartir una sonrisa, no podés hacer un comentario por fuera. Y ese por fuera, ese desvío, me parece que es el lugar del pasillo que aloja más la contingencia, lo imprevisible, la sorpresa y ese es un hilo del libro, el de lo irrepresentable que surge en esos intervalos, fragmentos, interrupciones. Es un hilo que me interesó mucho seguir, que abarca todo el libro y que es ese punto donde hay algo de lo real, que despierta. Lo real como el despertar, que se sale de lo previsible. Y donde hay algo de la sorpresa, algo de lo vivificante. Del mismo modo lo dice Freud cuando dice que la vida sevuelve sosa y vacía cuando la muerte no está incluida. Poder pensar la muerte entonces también como ese punto de lo real, de lo que desconcierta, de lo inesperado.

Desde el Centro: Retomando el título de tu libro, me gustaría detenerme en el concepto de estética, ¿cómo lo pensás?

Claudia Lorenzetti: En este caso, te diría que es una estética que está por fuera de lo bello supuesto como bello ideal. Es una estética que sealeja de la moral y del ideal, y que apuesta más a pensarlo en la línea del psicoanálisis, al vaciamiento de la causa, lo que desborda los marcos formales. En ese punto, creo que la poesía, el arte, el psicoanálisis, y también los lazos en la medida que eso tenga injerencia, generan una estética que es la que a nosotros nos interesa como psicoanalistas.

Desde el Centro: Hablando de lazos, ¿qué rol han tenido las y los compañeros de la institución en el proceso de la escritura?

Claudia Lorenzetti: Mucho. Ya te comenté que esto se originó en el grupo de docencia del año 1988. Fue ahí como el principio, así que te diría que sí, que los lazos con otros son los que han promovido de modo significativo lo que me despertó a escribir. Las propuestas de Jornadas, ateneos, comisiones de celebraciones en donde los lazos se profundizaban y empujaban . Creo que además que es un momento del mundo muy difícil en

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el que poder afianzar lo que los lazos promueven, destellos, chispas, que nos pueden ayudar a saliradelante. Estoyobservando en esteúltimo tiempo que me he acercado más a laInstitución que lo transversal es muy fecundo, la ruptura de la homogeneización y el armado de otras redes que se juegan en las jornadas, en lo interdisciplinario en el inter equipo. Esa posibilidad de que tallen las diferencias en esos encuentros; porque convengamos que lo institucional tiene una pesadez a veces que hace que haya mucha resistencia al trabajo y a la producción, es una pena con todas las posibilidades que tenemos con relación a la clínica y a lo que el hospital ofrece. Yo insisto en el libro en el valor de un lazo que reúne más desde las preguntas que de las respuestas y un efecto de ese con-otros en el cuerpo. Un lazo que deja abierta la puerta a la invención, en la medida que es un saber abierto y que no apuesta a un objetivo a cumplir sino a aceptar lo que va sucediendo. Me interesa señalar que en esta idea de invención que el libro articula hay un cuestionamiento a la historia supuesta como monumental, acabada, apostando en ella más a la idea de discontinuidades y tramos. Lo digo también respecto a nuestra institución. Es importante contar con la historia, también como dice Lacan para retorcer y hacer con eso recibido no en el plano de la nostalgia. Contar con el pasado para tener un futuro.

Desde el Centro: Me parece que de alguna manera esto que decís denota mucho loque aparece enel libro, comolo fragmentario, como el vaciamiento de sentido a los fines de la causa. Me interesa mucho cuando nombrás a Lucrecia Martel y lo abordás desde el punto del vaciamiento de sentido.

Claudia Lorenzetti: Sí, te diría que la segunda parte tendría que ver más conel título como: “Lo que la instituciónpública enseña al psicoanálisis”, que fue el nombre de un trabajo para la revista Ensayos, en el Centro N° 1, que me convocó no me acuerdo en que año Martin Trigo. La primera parte, en cambio la titularía: “Lo que el arte enseña al psicoanálisis”, es algo en lo que Freud y Lacan están parejamente orientados. Ahí se toca el tema de la poesía, de la pintura de Velázquez, en fin, distintas escenas del arte, pero la verdad es que la experiencia con Lucrecia Martel, atraviesa todo el libro desde el principio. El cine de Lucrecia Martel hizo como poner en acto muy fuertemente para mí la experiencia de lo que el arte nos enseña a los psicoanalistas. La ductilidad para poder no enfrascarnos en unmarco teórico estereotipado y hacer uso del espacio y todo lo que la escena del análisis

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ofrece al igual que en sucine, la imagen, el tiempo, el sonido sin reducirnos a lo que propicia la “palabra”, como material para nuestra práctica.

Desde el Centro: Muy interesante esa forma de concebir la espacialidad y todo este recorrido que fuimos haciendo en esta entrevista. Antes de cerrar, me gustaría agradecerte tu generosidad y dejar un espacio para que, si lo consideras, agregues algún comentario o idea que no abordamos

Claudia Lorenzetti: Bueno sí, quería decir que siento que me formé en el hospital, que si bien fui por otros lados, es mi lugar de referencia. Lo digo también en las palabras preliminares. Voy a participar en una actividad próximamente en el Ameghino con compañeras de distintos equipos y de afuera del hospital que armaron azarosamente transferencia con el libro1

En marzo hice una presentación convocando a colegas muy solventes y queridos para que lo leyeran, en este caso, en cambio, surge a partir de devoluciones del libro de compañeras que casi no conocía y que con mucha alegría aceptaron estaconvocatoria. Es algo novedoso. Enese punto es que estoy muy agradecida al hospital y lo que puede propiciar. Agradecida a la Revista, al acogimiento y a vos por supuesto por hacerme esta entrevista.

Que la gente que dejó el hospital, digamos bajo su modo formal, pueda seguir teniendo presencia en la Revista Desde el Centro o en otras actividades como la que te mencioné creo que enriquece, de la misma manera que enriquece la gente nueva que llega y que es también imprescindible. Hay algo de esa combinación y esa heterogeneidad que vivifica al hospital. Y por último, estoy también particularmente agradecida al Equipo de adultos vespertino, que es mi lugar de origen, y a colegas, amigas y amigos, que lo han ido conformando.

i Claudia Lorenzetti es psicoanalista. Ejerció su práctica hospitalaria en el Centro de Salud Nº 3 “Arturo Ameghino”. Integra el grupo El Brillo de lo Inútil. Participó como autora en diversas revistas y libros colectivos. Recientemente, en 2021, publicó Una estética para el psicoanálisis y el arte. Fragmentos, intervalos, interrupciones.

1 Dicha actividad se realizó en la institución el 12 de octubre de 2022, a partir del libro Una estética para psicoanálisis y el arte. Fragmentos, intervalos, interrupciones. Este encuentro se fue gestando entre lecturas y resonancias que el libro en tanto exterioridad fue trazando. Ocasión transversal que difuminando bordes adentro-afuera del hospital, entre gestos pasilleros y la sorpresa de algo nuevo en común, se hizo eco en una invitación abierta. Invitación a conversar junto a Claudia Lorenzettiy la lectura propuesta por Natalia Maldonado, Rebeca Silberman, Paula Blezowski, Florencia Fernández y Antonella Argento.

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Desde el Centro entrevistó a Claudio Di Pintoi , integrante desde 1989 del equipo de adultos del turno tarde. Es autor de numerosos artículos publicados en congresos y jornadas. Ha sido docente dela Universidad de Buenos Aires de la carrera de Psicología. Docente titular del seminario “Las intervenciones del analista. Escansión-interpretación – construcción”, del curso de posgrado del mismo Centro. Autor de Estrategias ante lo real. Constitución subjetiva, efectos en la clínica psicoanalítica y de Goce <> Deseo. Vicisitudes de la pulsión, vicisitudes del sujeto, la última y reciente publicación que inspiró este diálogo en primera persona con el autor.

Desde el Centro: Podríamos comenzar por preguntarte los motivos de publicar este libro.

Claudio Di Pinto: Este libro es producto de un seminario que dicté acá en el hospital hace un par de años, seminario que funcionó para mí comopunto de llegada de varias cuestiones, de trabajo, de estudio, y que tiene que ver especialmente con poder situar algunos conceptos a nivel clínico. Básicamente de ahí surge. Preparar, en principio, las clases del seminario y después escribir el libro fueron dos momentos que me permitieron conceptualizar de una manera más precisa lo que venía pensando desde hacía un tiempo. Ajustar conceptos, ajustar lecturas, repensar el material clínico, etc. En realidad, creo que siempre uno escribe en primera instancia para uno mismo. La escritura es una actividad solitaria, aunque siempre es con otros; yo por lo menos, en un primer momento, escribo o doy clases para poder entender lo que hago.

Desde el Centro: Se podría decir que a esa primera vuelta de escritura y preparación la acompañó la interlocución de los alumnos del seminario del postgrado ¿no?

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Claudio Di Pinto: Sí, sin dudas. Los alumnos del postgrado, compañeros de equipo en algún ateneo, comentarios que uno hace de pasillo sobre algún paciente que escuchó o determinada cuestión que pensó. Por eso digo que uno escribe en soledad, pero siempre loque uno escribe o formaliza tiene el aporte de todas y todos sus interlocutores.

Desde el Centro: Con esto últimoque decís nos das lugar a preguntarte por la incidencia o marcas que tiene el libro de tu intercambio con los compañeros del hospital.

Claudio Di Pinto: Con respecto de la clínica o la teoría, yo sin dudas no sería quien soy sinmis compañeras ycompañeros del hospital. Con algunos tengo más interlocución que con otros. Pienso en el grupo que tenemos los martes1, con algunos de ellos nos reunimos y venimos trabajando desde hace más de siete años, leyendo seminarios, textos, y eso me ha permitido entender y formalizar muchas cosas.

Desde el Centro: En ese punto, ya que traés a la conversación la construcción en un espacio de trabajo continuo, tu libro anterior, Estrategias ante lo real2, ¿tiene una relación de continuidad coneste libro o más bien de ruptura?

Claudio Di Pinto: A mí me da la sensación de que son puntos de arribo distintos. Hace poco leí un trabajo que presenté en unas Jornadas Institucionales, una de las primeras jornadas del hospital en las que participe, sería el año 1991 o 1992. En ese trabajo que se llama “El escrito, un mito acerca de lo real”, pude encontrar insinuadas, bordeadas, lo que pensé quince o veinte años después. Estaba ya esbozada mi idea de abordar lo real como imposible. Idea que no la inventé yo, claramente, sino que pienso laclínica desde allí. Estrategias ante lo real es un punto de arribo ¿Qué es lo que hace cada sujeto con lo real? ¿Cómo se posiciona ante lo real? Este nuevo libro es otro punto de arribo, si bien tiene algo de lo que trabajé en Estrategias ante lo real, el nuevo punto de arribo refiere a situar la pulsión en su relación con una diferencia en la significación. No puede pensarse la pulsión fuera del lenguaje. La pulsión no es una fuerza ni

1 Grupo que funciona desde elaño 2015 los días martes de 14hs a 15hs coordinado por elautor y del que participan concurrentes, becariosy rentados de varios equipos delhospital.

2 Di Pinto, C. (2016). Estrategias ante lo real. Constitución subjetiva, efectos en la clínica psicoanalítica. Buenos Aires: Letra Viva.

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orgánica ni mítica, sino que la pulsión es una diferencia en la significación, es lo que empuja todo el tiempo a intentar encontrar una palabra definitiva, y eso es lo que produce algún movimiento.

Desde el Centro: Recuerdo que, en alguna ocasión, habíamos conversado sobre la elección del término “vicisitud”, que tiene en la raigambre de las traducciones freudianas una filiación muy puntual en relación con lo pulsional. Es el término que utiliza López Ballesteros para traducir Triebschicksale, aunque después lo acompaña de “instinto”. Y lo ideal sería armar una amalgama entre las traducciones y decir “La pulsión y las vicisitudes de la pulsión”.

Claudio Di Pinto: Sí, sin dudas. Seguramente me habrán escuchado decir esto: más allá de la multiplicidad y las variedades de síntomas que puede haber solo sesufre de tres cosas, conrelación al amor, el sexoy a la muerte y que en todo caso están las vicisitudes de cómo cada uno se posiciona respecto de eso, las vicisitudes de la pulsión la pulsión y del sujeto, remiten a estas tres cuestiones. Uno puede escuchar infinidad de síntomas, pero yo te diría que los problemas siempre tienen que ver con el amor, el sexo y la muerte. Ahí es donde el sujeto está solo, donde tiene que ver con qué responde, cómo se las arregla, qué hace con eso. Y como responda está ligado oes efecto de la constitución del sujeto que tiene como consecuencia un modo particular de anudamiento de la pulsión. Modo singular de anudamiento, ya sea en un síntoma como metáfora, en el cuerpo o en un delirio.

Desde el Centro: En ese sentido, ¿decís delirio para abrir un poco el juego de pensar y conceptualizar, tanto las estrategias como las vicisitudes de la pulsión y el del sujeto para las estructuras en plural?

Claudio Di Pinto: Sí, claro. Yodesde hace algunos años que prefiero hablar más que de estructuras de presentaciones clínicas. Me gusta o prefiero preguntarme cuando escucho a un paciente: ¿cómo funciona ese aparato psíquico?, ¿cómo se posiciona frente a loreal ese sujeto?, ¿cómo se anuda a la pulsión?, ¿cómo funciona el narcisismo? Todo síntoma –y en esto soy muy freudiano– es un intento de curación3. La alucinación es una forma de curación. Recuerdo el testimonio de algún paciente sobre ese momento

3 El autor se refierea la elaboraciónfreudianade “La pérdida de la realidad en las neurosis y enlas psicosis” (1924,p.195y ss.). Obras Completas, vol. XIX. Buenos Aires: Amorrortu, 2007.

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entre el brote y la aparición de las alucinaciones como un vacío horroroso. Paradójicamente, las voces vienen ahí a tranquilizar.

Desde el Centro: Claro, el valor restitutivo que pueden tener la alucinación y el delirio

Claudio Di Pinto: Sí, exactamente. Lo que eso viene a restituir.

Desde el Centro: Para finalizar. Con este libro sellegó a un punto de arribo que suponemos que en el trayecto mismo abrió otras interrogaciones ¿Qué saldo a modo de pregunta te dejó la escritura de este libro?

Claudio Di Pinto: Ahora estoy pensando mucho en el tema de la identificación. Tratando de pensar los tres registros de la identificación. Es algo netamente clínico. Es comocuando un paciente entendió más o menos por donde viene la cosa, encontró alguna de las marcas de su historia, pero igual sigue repitiendo. Entonces el paciente dice: ¡pero esto ya lo sé! Y uno como analista puede pensar “claro, si venimos trabajando sobre eso”. Bueno, a mí me parece que ahí se abre el registro real de la identificación. Y eso para mí, es una conjetura, hay que pensarlo con lalengua, como dice Lacan, las marcas que deja como se impregna el lenguaje en el sujeto, los primeros laleos. Ahí se abre la vía para pensar estas repeticiones. Hay una cita en “Más allá del principio del placer”: “Un análisis conduce al punto donde un sujetono puede evitar repetir”4. Y esarepetición estáligada aunas primeras huellas que no tienen ligadura. Y ahí nos podemos preguntar ¿y eso cómo se trabaja? Yo diría: hay que pensar la temática del duelo. Poder tomar un rasgo del otro y no quedar sometido a ese otro. Si uno queda tomado por esas huellas que no tienen capacidad de ligadura queda expuesto a una identificación masiva.

Desde el Centro: ¿De esa identificación masiva el paradigma sería la melancolía?

Claudio Di Pinto: Sí, claro. Tiene que ver con ese lugar de objeto para el Otro. Por eso la cuestión del duelo. ¿Cómo posibilitar el duelo ahí, en ese estrato de lo simbólico? Eso nos sirve para pensar esos rasgos que se repiten, a veces los rasgos aborrecidos del otro, pero que también intentan dar una lógica a dicho otro, pero que es algo que se lleva en el cuerpo. No

4 Freud, S. (1920). Más allá del principio del placer. Obras Completas, vol. XVIII. Buenos Aires: Amorrortu, 2007.

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aparece de entrada en el tratamiento. Es después de un tiempo de trabajo que eso aparece. Y después, la otra cuestión que estoy pensando es sobre el llamado discurso del odio. No hay discursodel odio porque el odio no hace lazo, es lo que rompe los lazos. Hay odio. Por lo menos desde el psicoanálisis. Colette Soler lo dice en algún lado, se juntan los granos de arena, pero eso no hace un lazo, cada uno está separado, no hay lazoentre los granos de arena. Bueno ese sería el otro tema.

Desde el Centro: Bueno Claudio, nuevamente muchas gracias por tutiempo y tus palabras.

Claudio Di Pinto: No, por favor. Gracias a ustedes por el intercambio.

i Claudio Di Pinto es Lic. en Psicología. Psicoanalista. Autor de numerosos artículos publicados en congresos y jornadas de la especialidad, así como también en diversas publicaciones del medio. Ha sido docente de la UBA de la carrera de Psicología. Integrante delservicio de adultos del Centro de Salud Mental n°3 “A. Ameghino”. Titular del seminario “Las intervenciones del analista. Escansión - interpretación – construcción”,delcurso de posgrado del mismo Centro. Fue titular dela materia “Estrategias clínicas. Obstáculos” dela carrerade“Especializaciónen psicología clínica de adultos” del Colegio de Psicólogos de la Pcia. de Buenos Aires Distrito XIII. Autor del libro Estrategias ante lo real. Constitución subjetiva, efectos en la clínica psicoanalítica

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Entrevista a Rodrigo Abínzano

La reciente publicación Pasión por la nada La anorexia en laenseñanza de Lacan de Rodrigo Abínzanoi inspiró estediálogo con el autor que desde el año 2013 es trabajador del Centro. Inició sus primeros pasos comoconcurrente en el equipo de Bulimia y Anorexia y desde el año 2019, sedesempeña comopsicólogo de planta en el equipo de Adultos donde realiza tareas asistenciales y de formación. Es autor de numerosos artículos y publicaciones, docente de grado y posgrado en la Facultad de Psicología (UBA) y, desde el año 2022, coordina la Comisión de Investigación de la Institución.

Desde el Centro: Rodrigo, te agradecemos nuevamente la posibilidad de conversar con vos, en esta oportunidad sobre un nuevo libro. Al igual que la última vez, queremos empezar preguntándote cómo se origina este tercer libro Pasión por la nada. La anorexia en la enseñanza de Lacan.

Rodrigo Abínzano: No, por favor. Gracias a ustedes por la invitación. Podría decir que en cierta medida este libro forma parte de una serie con los previos y al mismo tiempo no. El anterior fue el que tuve la oportunidad y el gusto de comentarlo en la decimoquinta edición de la revista1. Si bien en algún punto es un acontecimiento en sí mismo, al mismo tiempo forma parte de una serie, es decir, sigue cierta línea de investigación. Retoma la gran mayoría de las preguntas que surgen en el proceso de investigación en sí y trata de relanzarlas. Y ese relanzar se da en el vaivén entre la experiencia y la aprehensión teórica. En el caso de este libro, se trata de interrogar y delimitar conun poco más de rigurosidad ysistematicidad la anorexia dentro de la enseñanza de Lacan. Con loque me encontré en un primer rastreo fue con el hecho de que si bien hay bibliografía muy buena sobre el tema, como el libro de Doménico Cosenza El muro de la anorexia2, que me parece de lo mejor que se ha escrito sobre anorexia, uno encuentra un libro que no

1 https://issuu.com/revistadesdeelcentro.ameghino/docs/presencias_del_analista

2 Cosenza, D. (2012). El muro de la anorexia. Madrid: Gredos.

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contempla todas las menciones que hace Lacan sobre la anorexia. Inclusive me atrevería a argumentar que sesga la lectura con una impronta evolucionista, especialmente en su apreciación de los elementos conceptuales de la obra del Lacan de los años setenta, con una preponderancia por el lado del goce. Lo sorprendente –al menos lo fue para mí– es que cuando uno va a las referencias concretas de Lacan sobre el tema no reflejan eso. Entiendo que por supuesto hay una intención y una posición política por parte de este autor en esa referencia. Tomo el ejemplo del libro de Cosenza porque, insisto, más allá de las críticas que se le pueden hacer, es un libro formidable. Y este autor, dentro de muchos, me sirvió para hacer el ejercicio de ir en búsqueda efectivamente de la letra de Lacan, en tratar de interrogar la fuente y me encontré con muchas menciones no trabajadas. Por ejemplo, una de ellas en el seminario de La identificación, otra en El acto analítico y una crucial en el escrito “Alocución sobre la psicosis del niño”. Estas menciones no las encontré mencionadas por ningún autor dentro delo que podríamos llamar los epígonos lacanianos, y me parecía un dato importante que esas menciones no estén relevadas por los autores, siendo laanorexia un temaal que Lacan se dedica bastante. En primera instancia, eso me permitió abrir ahí el juego en ese rastreo y relevamiento para poner a dialogar a todas las menciones y referencias de Lacan sobre el tema que había encontrado. Ese fue un primer ejercicio, acompañado del entusiasmo que me generó poner a dialogar esas referencias. Por supuesto dicho diálogo empezó a mostrar cierto carácter y sentido lógico que trascendía al carácter cronológico. No porque no sea importante lo cronológico o el contexto en el que Lacan menciona o refiere a la anorexia. Todo lo contrario, eso es importantísimo. Pero lo que más me enganchó fue que me encontré con ciertos patrones lógicos entre las referencias, más allá de si Lacan traía a colación a la anorexia en 1957 o en 1973. Cuando Lacan en la última referencia sobre el tema dice que está en “la pequeña vena de su invención”, habla para mí de su investigación sobre ese tema, una investigación explícitamente ligada a la experiencia y al encuentro con el decir de pacientes aquejados con este tipode síntomas. El hecho de que Lacan diga que estaba en pleno proceso de investigación me resultó muy interesante. Probablemente eso me lleva ahora a una pregunta de tipo epistemológica más fuerte, vinculada a cuál es el estatuto que tiene la anorexia dentro de la enseñanza de Lacan. Si son menciones al azar y

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asistemáticas las que encontramos, si tienen carácter de noción, si seaúnan en un concepto y qué características debería tener, etc. Me inclino un poco más por esa última vertiente, pero insistoque es una hipótesis de lectura y de trabajo, entre otras cosas producto del pasaje por la escritura de este libro.

Desde el Centro: Esonos da aentender que lainvestigación sigue encurso, lo que también da lugar a la pregunta de si estás pensando un nuevo libro, un cuarto libro que anude como cuarto a los tres anteriores.

Rodrigo Abínzano: Sí, hay algo de eso, en términos de que, si bien uno llega a distintas conclusiones en cada libro, en este último también están incluidas las conclusiones de los dos anteriores. En este sentido, se van respondiendo distintas preguntas y secontempla cierto saldo de saber, pero siempre dejando ciertos estertores abiertos, que los abren las nuevas preguntas. Me parece interesante pensarlo con el modelo del nudo Borromeo, con el anudamiento que pueda haber o que pueda funcionar entre los libros. Tengo un cuarto libro que reescribe la última parte de mi tesis de maestría, pero necesita de un profundo pasaje de reescritura para depurar un poco el estilo de la escritura universitaria que exige una tesis y que es bastante tedioso. Ese proyecto de libro se enfoca en un trabajo más orientado hacia la cuestión de la imagen corporal, de las perturbaciones de la imagen corporal. Algo de eso está planteado en el último capítulo de este libro. Y en ese sentido también me parece interesante que dentro del marco de un proceso de investigación uno llega a ciertos claros de bosques, como decía Heidegger, para luego adentrarse de nuevo en la zona más espesa. Pero es un proceso que se está relanzando todo el tiempo, porque uno avanza y se gestan otras preguntas, uno trata de responder tentativamente a las preguntas que iniciaron ese trayecto pero después se encuentra con otras y eso continúa. Por lo menos en mi caso viene siendo así, también entendiendo que muchas veces el avanzar implica volver sobre algunos puntos, hacer retrocesos que permitan volver a avanzar. Y retomando la cuestión del anudamiento, me parece que está bueno también pensarlo como cierta especie de basculación entre el sinthome como cuarto que anuda pero también con el síntoma. Sino sería creer que este cuarto va a venir a anudar una especie de anudamiento definitivo y no creo que sea así, especialmente teniendo en cuenta como fue el proceso con los otros tres. Lo pensaría con las dos vertientes. Digo, ¡qué mejor que el síntoma para

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investigar! Por algo Lacan pensaba la cuestión de la transmisión y la investigación misma desde el discurso histérico y no desde alguno de los otros discursos. El discurso histérico como el único discurso que mueve a producir algún saber nuevo y no solamente reproducirlo, como es el discurso universitario, repetir lo que ya sabemos. Me parece que una de las cosas más riesgosas es quedar atrapado en esos estribillos donde repetimos como loros, pero no hay ningún tipo de acto de lectura sobre esas cosas.

Desde el Centro: Sí, ese anudamiento tiene que contemplar ambas versiones, sino sería como una idealización del anudamiento sinthomático.

Rodrigo Abínzano: Exacto. Es un problema, por eso necesitamos del síntoma.

Desde el Centro: Bueno, avancemos por el lugar del Ameghino ¿qué podés reconocer en estanueva publicación?

Rodrigo Abínzano: Como les había comentado antes, este libro es también un libro gestado en la interlocución con los compañeros del Ameghino. La experiencia es lo que a mí me ha llevado a interrogar, a estudiar y a investigar. A intentar decir algo, a hacer el ejercicio de la formalización, aunque a veces sea un esbozo. De dar alguna razón de lo que uno hace. Darle cierto carácter argumental a lo que uno hace o no con los pacientes, especialmente para poder localizar los efectos. Me parece que en ese sentido el Ameghino deja marcas al estilo del análisis, de tipo irreversibles. Como el impacto que implica en todas sus dimensiones el tránsito en el hospital. Por lo menos para mí ha sido así. No solamente a nivel de las producciones, como puede ser estelibro, sino también comola construcción de cierto modo de hacer clínica, de cierta posición ética, de cierto estiloque se labra en eso.

Desde el Centro: Y en ese punto ¿qué lugar tienen tus colegas y compañeros del hospital en la producción de este libro?

Rodrigo Abínzano: Bueno, es difícil pensar la institución sin los compañeros y los colegas ¿no? Desde ya que hubiese sido imposible escribir y publicar este libro sin los múltiples aportes de la interlocución, las discusiones y las actividades de postgrado del hospital, así como también de los colegas de otros efectores, residentes y concurrentes con los que he tenido lasuerte de trabajar. Soy un agradecido de todas las invitaciones que

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me han hecho en estos años, tanto dentro como fuera del hospital, para poder compartir lo que venía investigando. Hoy que hay una lucha crucial por el futuro de las residencias y las concurrencias me parece aún más importante destacar eso. También a esto se agregan, como había dicho en la entrevista anterior, la Facultad de Psicología de laUBA y el Foro Analítico del Río de la Plata y la Escuela de los Foros del Campo Lacaniano. Esos son los espacios en los que prácticamente todo el tiempo estoy discutiendo, dialogando y pensando cosas. Es como una especie de conjunción de esos tres espacios. Hace poco, cuando pudimos invitar y dialogar con Colette

Soler en el marco de las pre-jornadas3, fue para mí como la puesta en acto del cruce de esos dos espacios. El hecho de una formación analítica en el marco de una Escuela de psicoanálisis es una posición también y una elección que uno hace y que creo tiene montones de efectos, no solo anivel político sino también clínico. Retomando, como decía recién, creo que las principales marcas que deja un hospital tan particular como el nuestro se rigen especialmente por el hecho de ser un efector con una perspectiva psicoanalítica fuertemente acentuada. A veces me parece que nos olvidamos o no dimensionamos el alcance que tiene eso. Hay que promover una posición de sujeto dividido y generar mediante el trabajo la producción de algún tipo de saber, también a nivel institucional lo digo. No podemos pretender responder del mismo modo a las problemáticas cuando en muchos casos ya no son las mismas o ya no encuentran respuesta en las modalidades previas. La historia y la novedad son las caras de una misma moneda y se necesitan la una a la otra. Yo creo que eso está en nuestra idiosincrasia institucional a pesar de que a veces la nostalgia genera una especie de efecto de niebla. Para mi el núcleo que hizo del hospital un hospital de referencia en términos de salud mental y psicoanálisis sigue estando ahí, a pesar de todos los avatares atravesados.

Desde el Centro: Rodrigo te agradecemos mucho por tu tiempo y tus palabras. Esperamos con ansias entonces ese cuarto libro.

Rodrigo Abínzano: Gracias a ustedes nuevamente por la invitación

3 La intervencióndeColetteSoler “Síntoma y lazosocial” sepuedeleer enestemismo volumen. (NdeE).

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i Rodrigo Abínzano es Psicoanalista. Lic. en Psicología (UBA). Doctorando en Psicología (UBA). Psicólogo de planta e instructor de concurrentes del servicio de Adultos, turno Vespertino (C.S.M.Nº3 Arturo Ameghino). Coordinador de la comisión de Investigación (C.S.M.Nº3 Arturo Ameghino). Docente de grado y postgrado en la Facultad de Psicología (UBA). Miembro del Foro Analítico del Río de la Plata y de la Escuela de los Foros del Campo Lacaniano.

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Un textonos produce imágenes, sensaciones y recuerdos; aquí son las fotos de Eduardo las que producen un texto. Y para aquellas y aquellos que compartimos años de trabajo, de lucha, de charlas interminables acerca de la vida y de la muerte, sabemos que estas fotos reflejan muchas de sus inquietudes; nos muestran su compromiso político, la ironía, el dolor y el erotismo, sin renunciar a un sentido estético que convoca a nuestra mirada y nos compromete. Ahora es tiempo de silencio, de apoderarse de ellas. Dejemos que estas imágenes nos tomen, nos envuelvan y despierten nuevos textos, sensaciones y recuerdos.

Muestra Homenaje: Eduardo Garaglia

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Polifonías

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Foto: Renata Cermelo. (Reja lindante del Centro Ameghin o) // Manuscrito de A. Pizarnik.

Búscame

Quiero soñar con la luz de una estrella En un mojado arrullo verde olivar Con frescas mañanas, con tiernas castañas Con la llegada del hombre que viene del mar.

Quiero soñar que en las tardes de octubre Mi madre con rosas a buscarme vendrá Con la mansa quietud de mi mente callada Sólo la alegría tendrá libertad

Busca mi rama en el árbol perdido Allá donde esperan, allá donde sueñan Dos nombres y un trino

Búscame ¡Búscame en la tierra Araña las piedras! Búscame! Búscame! En el dulce perfume que arrastra la hierba

Huele mi nombre si algún día despiertas Lo encontraras en la noche calando la siesta

Busca mi nombre, búscalo siempre, Lo hallaras en los lirios que se visten de fiesta

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UN PAISAJE MUY ESPECIAL

Carolina Hurtado

Necesito y siento caminar

Por esas vías donde el sol cae

En el ocaso iluminando mi rostro

Hasta sentirme en algún momento que parece que me lleva con él Caminar y caminar desandar caminos de tristeza, otros a veces de esperanza.

Necesito volver a pisarlos

Volver a sentir bajos mis pies

Ese barro puro me lleva a seguir camino y no detenerme jamás

Barro que inunda mi corazón de energía y esperanza y que necesito

La paz y la esperanza en mi corazón.

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¿Qué es la música?

La combinación de sonidos para formar una melodía Amo cantar y escuchar música O sea disfrutar y re crear el hecho musical Sufro cuando compongo la famosa soledad del artista y por lo general lo hago en locales de comidas rápidas y en colectivos música no son ruidos son sonidos

Polifonías Música Polifonías el arte de lo musical La música a mí me transforma me purifica me vuelve mejor persona Polifonías que sería de un mundo sin la música no sería oscuro siempre de noche y sin la luz del sol Polifonías la música calma a las fieras y es ultra sanadora no les parece

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Almuerzo

Es muy temprano y todavía camino bajo el hambre, el frío y el desamor.

Pienso en un témpano, en un iglú, en Jack London y la pobreza de esta soledad que enloquece como el viento detenido.

Una líquida energía que destempla otro sueño sin materia. Somos demasiados esperando lo que falta.

Pensarás que miento descarado y evitarás mi lenguaje solidario. En Bolivia hay una ciudad llamada Tres Cruces.

Conozco el lugar de la verdad que no es insoportable. Hay una metáfora que agradece todo el tiempo.

Tan sólo se congela el pan sin compartir. Yo sé tus ojos amables asombrados sonriendo frente a los míos buenos.

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Serie Tribeca 2018

Acrílico sobre tela 150 x 150 cm

natalia cacchiarelli nació en Bahía Blanca en 1971. Estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón, al mismo tiempo asistió al taller de Adolfo Nigro. Realizó clínicas con Pablo Siquier, Tulio de Sagastizábaly Juan Doffo.

Algunas de sus muestras individuales son: Hebras en el Museo de Arte Contemporáneo Bahía Blanca y en la Galería Del Infinito, 2003. 22 + 6 + 8 Centro Cultural Recoleta, Buenos Aires 2005. Finito Centro Cultural Recoleta Buenos Aires 2011. Vibrations The Mission Projects Gallery, Chicago 2014. Simulacro, Centro Cultural Recoleta 2014. Jugar con fuego, Galería Del Paso, Lima, Peru 2017. Materia Informada. Smart Gallery. Buenos Aires 2018. Muestra número doce. Smart Gallery. Buenos Aires. 2022.

Gana el Tercer Premio en la Universidad delSalvador en 2001 y el Segundo Premio de Pintura de Fundación Klemm en 1999, habiendo el año anterior recibido una Mención Especial de Jurado en la Bienal Regional de Arte del Museo de Arte Contemporáneo de Bahía Blanca. Recibe el mismo galardón del Premio Palais de Glace a Nuevos Pintores en 1999 y del Premio Estímulo del Banco de la Provincia de Buenos Aires en 2006.

Entre el 2000 y el 2021 participa en ArteBA con la galería Del Infinito y Galería Del Paseo. A partir de 2018 hasta la fecha, junto a Smart Gallery asiste a PArC Lima y Scope Miami. En 2020 participa en la edición virtual de SWAB Barcelona, Arteba 2021 y Pinta PArC 2022. Desde los últimos veinte años ha participado en alrededor de cinco exposicionescolectivas cada año entre Argentina, Estados Unidos, Perú, Costa Rica, Uruguay y España.

www.nataliacacchiarelli.com

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