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Editorial

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Cosita de nada

Cosita de nada

Parecequevolaran

Pasa que andamos perdidos con el tiempo: tenemos imágenes de lo que ha pasado en estos meses, pero no logramos ubicarlas en fechas exactas. Es la pandemia, nos dicen, a medida que se alejan esos días casi iguales que se confunden en uno solo. Puede ser la pandemia, puede ser Santiago de Chile, como lo describió Nicanor Parra, un lugar donde se bosteza y se vuelve a bostezar pero, ya sabemos, las semanas son cortas y los meses pasan a toda carrera. Cumplimos años y volvemos a cumplir sin entender muy bien qué ocurrió en medio. Algo de esa perplejidad recorre este número de Dossier: la sensación o la certeza de una vida breve. Y como Juan Brausen, el protagonista de la novela de Juan Carlos Onetti, hay aquí un rictus de espanto ante la muerte y un impulso por escaparnos a las vidas paralelas de la ficción.

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«La brevedad depende de la perspectiva, pero qué rápido se evaporan de la memoria los actos y sentires de las generaciones pasadas y cuán largos son los efectos de algo tan breve y fugaz como un disparo. La bala que en 1925 mató a mi bisabuelo, Juan Mariman, de 28 años, viajó a 700 metros por segundo y la disparó un carabinero», escribe Danay Mariman. Catalina Porzio se detiene en los breviarios, esos libros de pequeño formato: recuerda uno que tenía dentro solo una oración: «Un libro de ese tamaño tiene la gracia de dar cuerpo, volumen, a lo breve». Gonzalo Maier elogia las breves composiciones del punk y Martín Cinzano cuenta, con alguna culpa, que tarda una vida en escribir unas pocas líneas. Pero ¿qué son pocas líneas? «¿Cuánto dura un poema? ¿Lo que tarda la vista en cruzarlo, lo que tarda en alcanzar a quien lo lee?», se pregunta Valeria Tentoni.

Juan Forn, el maestro de las contratapas, «se sublevó contra una convención letrada –la de la extensión– porque sus afectos literarios podían expresarse con suficiencia en esas pocas palabras», apunta Federico Galende en su recorrido por las formas breves, tan propias de la cultura llamada popular.

Formas breves: los haikús revisitados por Megumi Andrade, los epígrafes que Elisa Villanueva busca como llaves de significado. Guillermo Soto, en cambio, despliega la posibilidad de una definición, un pie de página que se expande a propósito de una sola palabra: olorosar.

El arte es largo, la vida breve, la ocasión fugitiva, la experiencia falaz, el oficio dificultoso. Dicen que lo dijo Hipócrates porque había demasiado que aprender y poco tiempo para conseguirlo. ¿Son realmente largos los días en Santiago de Chile? ¿y los años, parecequevolaran?

Desarrolle su respuesta. Sea breve.

Marcela Aguilar

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