REVISTA EL BONDI - MAYO/JUNIO 2022

Page 9

La Marilina de hoy no se conoce con la del 2012 ni habita las mismas penumbras que la del 2014. Maduró emocional y musicalmente, trascendió etapas lúgubres y se superpuso a los prejuicios que temía. Mantiene sus composiciones sin dedicatorias explícitas, lo que bien podría interpretarse como una oda a unx otrx o como una conversación consigo misma. Tal vez a eso se refiere cuando, pícara, admite ante los medios que muchas voces la habitan. La obra de Bertoldi es mucho más que un puñado de discos. Marilina es mujer, pero antes de eso es lesbiana. En otra época, su universo hubiera sido censurado, escondido, condenado al olvido eterno. Hoy es la prueba de que toda lesbiana puede soñar en grande, puede soñarse visible y, particularmente, puede soñarse ídola. Su último lanzamiento enaltece, además, aquella idea que sus seguidoras corean cada vez que termina los shows, que enloquecen con alguno de sus solos o que ven su propia existencia retratada en quien se adueña de cualquier escenario: el rock es de las pibas.

Cronista: Martina Migliorisi

Luciana Segovia: Serendipia

UN HALLAZGO AFORTUNADO Totalmente afianzada en su carrera solista, Luciana Segovia lanza su primer disco. “Voy a ponerme bien” es oscura, rockera y profunda. El riff es tan denso como su letra: “Que estoy deshecha, que ni bien pueda…voy a ponerme bien”. En plan rockpop, “Mis demonios” y “Serendipia” comparten la línea y la premisa de que siempre viene algo mejor.

El piano suena dulce. “Dame luz, cuidame”, entona amablemente la voz de Luciana Segovia. Esas simples palabras son el resumen de aquello que se puede escuchar en Serendipia (2022), disco de canciones profundas que se pasean por diferentes matices musicales y ritmos. El primer álbum solista de la ex Cirse abre con “Irse”, una balada que inevitablemente lleva a 2019, cuando abandonó el grupo que comandó durante 16 años. “No fue el tiempo, que nos enterró”, canta de manera desgarrada, mientras su voz estalla, y descomprime la presión para dejarlo todo en su mejor momento.

“Casi verídico” habla del amor, un amor entre dos, donde comparte con Luciano Villacé (Bigger) una especie de diálogo a lo Pimpinela, pero más bien crudo y agrio. No es casual que el disco cierre con “Desorden”, tema un tanto extraño, donde el rap, la electrónica y el rock musicalizan un mantra que lo sintetiza todo: “Deja de correr, estaremos bien”. En Serendipia confluyen: un diario íntimo, horas de terapia, días de música y, por sobretodo, muchas luchas juntas que se viven en cada una de sus canciones. Un gran disco debut en la vida de esta cantante y compositora que no necesita mapas, porque tiene clarísimo cuál es el camino que quiere tomar.

Cronista: Anabella Reggiani

www.elbondi.com

9


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.