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Recomendaciones sobre el mantenimiento de válvulas

Las técnicas de mantenimiento de válvulas tienen diferentes formas. Dependiendo del sistema y del tipo y número de válvulas que integre, los operadores pueden recurrir a procesos de mantenimiento preventivo, predictivo o ambos.

El mantenimiento preventivo puede describirse como un proceso que se ejecuta de manera rutinaria para identificar cualquier problema que podría resultar en una futura falla o mal funcionamiento.

Un elemento importante por considerar durante el mantenimiento es la lubricación. Este es un paso comúnmente ignorado que tiene una gran relevancia a largo plazo para incrementar la expectativa de vida de una válvula. La lubricación regular no sólo ayuda a que las partes móviles trabajen con mayor facilidad y limita el desgaste, sino que ayuda a sellar la válvula. Es importante notar que se debe usar el tipo de lubricante correcto.

El mantenimiento predictivo es similar en concepto: adelantarse a las fallas. Con esta técnica, no obstante, la salud de la válvula se determina mediante pruebas y análisis de desempeño completo. Esto se puede hacer con el uso de tecnología y equipo de diagnóstico. Una vez que se registra una reducción en el desempeño de la válvula, se lleva a cabo cualquier acción requerida. Esta técnica puede disminuir el tiempo total invertido en el mantenimiento general de limpieza, debido a que el diagnóstico determinará cuándo se necesita; sin embargo, la tecnología requerida para ello puede ser costosa.

Si bien cada método de protección de las válvulas tiene un enfoque ligeramente distinto, la meta es la misma: evitar medidas reactivas. Las principales recomendaciones para mantener un sistema de válvulas funcionando sin contratiempos y de manera eficiente son las siguientes.

Mantén las válvulas limpias

Una manera de mantener una válvula limpia es simplemente cepillar el exterior con un trapo o cepillo. Esta medida proactiva evita la acumulación de polvo y mugre alrededor del vástago, lo que inhibiría el movimiento de otras partes móviles. Este es también el momento perfecto para buscar fugas (que pueden identificarse por corrosión, óxido o depósitos minerales). Las fugas severas pueden indicar la falta de partes internas o sellos nuevos. Derivar las válvulas o apagar por completo el sistema para realizar una limpieza más meticulosa es altamente recomendable. Aunque no se requiere con mucha frecuencia, es extremadamente importante limpiar e inspeccionar los componentes internos de una válvula. Esto se puede lograr retirando la válvula y limpiando cualquier acumulación interna. Revisa cualquier signo de desgaste en las partes móviles; si muestran signos de deterioro, fragilidad o ruptura, remplázalas de inmediato.

Prepárate contra imprevistos

Sin importar el método de mantenimiento elegido, la realidad es que las fallas y los malos funcionamientos ocurren. Si bien es importante hacer todo lo posible para evitar estas situaciones, la preparación siempre debe ser lo principal cuando ocurre un desastre. Estar preparado para contratiempos es tan importante en el mantenimiento de una válvula como la limpieza.

Para empezar, se debe mantener un área limpia y ordenada en torno a las válvulas. Si una de ellas presenta un mal funcionamiento y se requiere una rápida acción correctiva, contar con un área limpia permite un proceso de reparación más rápido e ininterrumpido.

Otro aspecto clave es que cualquiera que esté a cago de brindar mantenimiento o reparar la válvula debe conocer los procedimientos estándares de operación. Contar con instrucciones impresas paso a paso sobre la limpieza, reparación o remplazo de las válvulas asegura que se siga el proceso adecuado cada vez, sin importar quién esté llevando a cabo el trabajo o bajo que circunstancias.

Otra forma sencilla de estar preparados para lo inesperado es contar con refacciones o válvulas de repuesto. Entre más largo sea el tiempo de paro será más costoso. Entonces, contar con partes de remplazo puede costar un poco en principio, pero a largo plazo representa ahorros de tiempo y de dinero. Mantener al alcance herramientas designadas sólo para reparaciones de emergencia, asegura que las herramientas correctas estén disponibles cuando se necesitan.

Realiza inspecciones de rutina

Es bastante fácil olvidarse de dar mantenimiento a las válvulas. Cuando las cosas están funcionando sin problemas y el trabajo no para de fluir, tomar un poco de tiempo para realizar un actividad no urgente puede ser complicado. No obstante, dedicar unos cuantos minutos a limpiar e inspeccionar las válvulas aporta muchísimo para mantener los sistemas funcionando de manera eficiente y eficaz.

Calendarizar limpiezas consistentes y rutinarias es clave para cualquier sistema de válvulas. Una recomendación es designar un tiempo específico de cada semana o mes para revisar todos los aspectos del mantenimiento de la válvula, de modo que se convierta en parte de las operaciones generales. Evitar emergencias relacionadas con las válvulas significa reconocer con antelación los signos y tomar las acciones necesarias antes de que ocurra un desastre.

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