DEJA DE TRATAR A LOS NIÑOS DE POBRECITOS Una reflexión para dejar de tratar a los niños de pobrecitos. No los compadezcas, mejor acompáñalos a encontrar las herramientas necesarias para afrontar lo que les pasa. El lenguaje es un asunto cultural. La manera de nombrar la realidad pasa de generación en generación y se graba en nuestro inconsciente como la única manera. Y el lenguaje, o esa manera de hablar que aprendemos en nuestras familias, colegios, ciudades y cultura, influye en la manera como la sociedad piensan y se piensa. En mi ciudad, la gente dice con frecuencia “POBRECITO” cuando se trata de un niño que es regañado o se ha caído, cuando se le pone límites o quizás no se le compró el juguete que quería y llora, o cuando por alguna circunstancia está enfermo, muchas veces de manera solidaria y otras de manera lastimera. Decir “Pobrecito” ES UN ERROR. Tratar a un niño de pobrecito, en cualquier caso, es un error, porque lo hacemos de manera inconsciente y si revisáramos muchas de las palabras que usamos para referirnos a lo que les pasa a los niños, podríamos empoderarlos y entregarles poco a poco la responsabilidad de sí mismos. Tengo la certeza que “pobrecito” es una palabra que subestima y anula TODO su potencial. Condicionándolo a NO PODER .Y si está enfermo o internado esa compasión de decir “POBRECITO” potencia más su dolor y angustia. Podemos acompañarlos en su crecimiento ensenándoles y mostrarles su potencial, jugar con ellos, dedicarles tiempo de calidad; y si están enfermos acompañarlos desde el AMOR en ese momento que están viviendo como familia. Desde la Bioneuroemoción ® cuando un niño tiene alguna dificultad, entendemos que la dificultad esta en los padres. Los niños expresan lo que los padres callan. Qué opinas, ¿los seguimos llamando “POBRECITOS”?
Verónica Díaz - Diplomada en Bioneuroemoción® Cel: +54 9 2901-497813
No me etiquetes, tengo un nombre. Muchas veces los adultos ponemos a los niños “etiquetas” haciendo resaltar una característica sin pensar que esta puede perjudicar no solo la autoestima del niño sino también condicionarlo a futuro. Las etiquetas son sin duda una desvalorización hacia el niño, opaca su personalidad e inhibe sus ganas de hacer cosas acorde a su edad. Las etiquetas que les ponemos son para llamarlos de alguna forma por alguna conducta molesta o inadecuada para nosotros, por ejemplo “hoy está vago”, “no hace nada”, “sos un torpe”, “sos lento” “no sabes nada”. Esta forma de encasillarlo no lo ayudará en nada y no solo se sentirá́ limitado y juzgado sino que también terminará creyendo que así ́ es y actuando como si esto fuera verdad, porque has provocado llamarlo así,́ aunque sea de una manera inconsciente el mensaje que recibe es que nunca será́ capaz de cambiar para mejor. Una manera de ayudar a potenciar la personalidad del niño es dejando de lado las etiquetas negativas que tanto lo acomplejan y menosprecian. Si felicitas y estimulas al niño con frases POSITIVAS no solo lo harás sentir FELIZ y confiado sino que también potenciaras su personalidad para el futuro haciéndolo seguro de que es capaz de lograr lo que se propone y que tiene la posibilidad de equivocarse también, enseñándole que EQUIVOCARSE está BIEN. De esta manera, el niño sentirá́ tú confianza, tú apoyo y se sentirá́ motivado y querido, algo imprescindible para su buen desarrollo integral. Tú́ opinión como madre, padre, maestro o adulto dejará una marca en su personalidad y lo condicionará para su adolescencia y adultez. No debes olvidar que para potenciar las buenas conductas en tu hijo o alumno, lo primero que tienes que hacer es, darles ejemplo. Cuando el niño no se comporte como es debido o como tú pretendes en lugar de recordarle lo que hace mal o no puede según tus creencias puedes decirle palabras alentadoras como por ejemplo en vez de decirle “ sos un vago, hoy no escribiste nada” dile “ sé que tienes una letra linda, quedara bien en tu cuaderno. Cuando un adulto no consigue sus objetivos es porque hay un niño interior herido. Qué opinas, ¿Qué ETIQUETAS usarás, negativas o positivas”? Verónica Díaz - Diplomada en Bioneuroemoción® Cel: +54 9 2901-497813