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La Falsa Luz. por RAQUEL SALAS (España)

La Falsa Luz

Por Raquel Salas

La “falsa luz” es un concepto de esotérica antigua, ampliamente estudiado en las escuelas místicas -a las que acudían filósofos, místicos, alquimistas, sanadores, para describir a los seres o entidades que se manifiestan en el plano astral, esa dimensión a la que vamos cuando dormimos, cuando morimos, y también cuando meditamos y realizamos cualquier trabajo de tipo energético.

En la parte más baja energéticamente de este plano -lo que comúnmente conocemos como el Bajo Astral- es donde se manifiestan los seres de la falsa luz, entidades de polaridad negativa que han adquirido la suficiente práctica como para controlar la energía y apropiársela para su propio beneficio.

Son seres de baja vibración, anclados en un mundo de oscuridad, donde vibran las emociones negativas o de baja vibración como son el miedo o la ira, y tienen la cualidad, por su propio entrenamiento y voluntad, de adquirir diferentes apariencias, para mostrarse ante nosotros como seres más luminosos, con cualidades positivas, para engañarnos y obtener de nosotros la luz de la que carecen.

Suelen usurpar la imagen y la voz de nuestros seres queridos o de seres de alta vibración, porque son expertos en la mentira y en la manipulación, y ceder a sus peticiones viene a ser lo mismo que hacer un pacto con el diablo. Se disfrazan de magos, cuando verdaderamente son ilusionistas, y no pueden mantener por mucho tiempo esa mentira, por lo que finalmente acabas como "hechizado", pues es toda una ilusión.

Los seres del Bajo Astral también fingen ser guías espirituales, y no escatiman en adorarte, adularte y orientarte hacia su camino de oscuridad. Los seres del Bajo Astral, por lo general, son fáciles de identificar, porque tanto su aspecto como las emociones que te hacen sentir, son negativas.

Pero los seres de falsa luz,como ilusionistas que son, se presentan como seres iluminados, sabios, bellos y llenos de virtudes, por lo que no siempre los podemos distinguir en una primera impresión. Por eso, este concepto de la falsa luz se enseñaba en las escuelas esotéricas, porque no sólo es importante saber, sino adquirir un entrenamiento adecuado para poder distinguir.

Los seres humanos somos seres sensibles, y pesar de todo el tiempo que llevamos aquí en Tierra, hoy día aún nos comportamos como niños, ingenuos, y fácilmente manipulables; y no tanto porque seamos muy puros e inocentes, sino porque hemos eludido la responsabilidad de ser auténticos en la Tierra. Hasta el punto en que hemos olvidado, o dejado de entrenar algo tan importante como es el discernimiento.

Hoy en día, somos capaces de creer cualquier cuento que nos cuenten. O eso, o lo fingimos, porque a veces resulta más fácil dejarse manipular y que nos mientan, a afrontar ese hecho y ponerle límites a aquél que lo hace. Muchas personas, de hecho, justifican la mentira porque así pueden seguir ejercitándola ellas mismas. Es más fácil decir que este mundo es así, o que todos hacen. Pero no, no todos somos iguales.

No todos estamos viviendo en la falsa luz, porque hemos aprendido a ver y a identificar con la única herramienta válida: el corazón. Pero eso, también requiere de un entrenamiento por el que no todos están dispuestos a pasar, porque no hay avance sin sacrificios.

Para estar en el bien, en la verdad, en las virtudes, y, en definitiva, en lo mejor de nosotros mismos, hay que renunciar a todo aquello -personas, situaciones, hábitos, etc - que bajen nuestra vibración, y eso requiere esfuerzo, un trabajo personal continuado en el tiempo, e ir atravesando las diferentes pruebas que te pone la vida para llegar a un comportamiento impecable. Porque todos somos seres de luz, pero muchas personas han opacado tanto su luz, a base de hacer el mal, que ya sólo pueden concebir un mundo de sombras, y no ven nada más allá de esa oscuridad, por lo que niegan la luz, y hacer el bien, para ellos, es... nada más que un chiste.

En los sueños, estos seres del Bajo Astral, pueden hacerte creer que son estrellas de Hollywood, artistas consagrados, exitosos, de belleza exuberante, que quieren mantener relaciones sexuales contigo, y tú te despiertas pensando que te lo montaste con ese actor o esa cantante que tanto admiras. Olvídalo... Es sólo una ilusión. Sólo quieren tu energía.

Muchas personas a esto no le dan mucha importancia, o incluso se regocijan (aunque tengan pareja), porque lo justifican diciendo que son sólo sueños; pero lo que tú hiciste a voluntad, fue real. Entraste en su juego, y te robaron tu energía sexual, poderosa, creativa y expansiva, y allí la dejaste en ese mundo oscuro de mentira y manipulación, como comida energética para ese diablillo, que, a cambio, sólo infló tu ego. Porque ése es el punto, ése es el truco, ésa es tu debilidad: tu propio ego.

Cuando hacemos meditación, y canalizamos, siempre pasamos por este nivel de realidad desvirtuada, que hay que trascender para no encontrarte con un falso maestro, un maestro oscuro que puede hacerte creer que es un ángel o tu guía, y llevarte por un camino obtuso, de confusión y delirio, del que muchas personas tardan en salir, o acaban desviándose por completo del camino que su Alma había establecido para conducirles a la luz, a lo más alto por medio de su propósito de vida. Simplemente, te alejas de tu camino, y comienzas a transitar un camino de oscuridad en la Tierra, con todo lo que eso conlleva.

En los casos de personas fallecidas, que desconocen que han muerto, y sobre todo

Nosotros somos los únicos responsables de nuestro camino

cuando parten cargadas de emociones y creencias negativas, cuando se han acostumbrado a vivir mecánicamente, no han nutrido su interior y tienen patrones de comportamiento dañinos para sí mismos y los demás, acaban también topándose con este tipo de entidades, que pretenden atraparles en su mundo de oscuridad y aprovecharse de su falta de lucidez, manejarlos a su antojo y absorber la energía que desprenden de su incoherente mundo emocional y psicopatia.

A muchas personas todo esto les da miedo, e incluso, rehúsan querer saber, pero es un tema muy importante, especialmente para todos los que estamos trabajando con terapias y estamos en el mundo de la espiritualidad, pues es una prueba por la que todos pasamos y es nuestra responsabilidad hacernos cargo de nuestra propia energía, de que no nos engañen, de que no nos manipulen, de que no nos roben nuestra luz, tanto en el plano astral, como en nuestra vida diaria en la 3D. Porque lo cierto es que lo que entendendemos por falsa luz, no solo está en los mundos invisibles, sino en nuestro mundo tangible.

Lo vemos a diario a plena luz del día, pero pasa desapercibido por costumbre, porque nos hemos acostumbrado a un mundo de falsa luz. Las personas que están en la falsa luz son personas que engatusan, que tienen dos caras, dobles intenciones, mienten y manipulan para su propio beneficio, y no para hacer el bien a los demás. Lo hacen de forma consciente, aunque en su ingenuidad lo justifiquen como algo válido que todo el mundo hace.
Lo vemos en toda campaña de marketing que trate de venderte algo, usando palabras, colores, musiquita, o cualquier cosa con la intención de que atiendas el mensaje y te lo tragues, haciendo uso de herramientas y estrategias a conciencia que traten de manipular tu subconciente.

Lo vemos en el supermercado, con su 3x2; en las publicidades de los medicamentos, a menudo mortales; en los ofrecimientos de los bancos y grandes empresas... Te hacen creer que es por tu bien, que lo necesitas, y que eres tú quien saca provecho de ese intercambio. No es así, sólo juegan con tu voluntad, tu falta de entendimiento, y sobre todo, tus miedos. ¿Por qué si no ibas a ceder?.

Lo vemos también en el campo de la estética, donde lo importante es ponerse una máscara, esconder quién eres en lugar de resaltar lo mejor de tu aspecto; cambiar tu imagen por otra quizá más horrorosa, pero con labios más carnosos, o pechos más grandes, como las modelos y actrices que vemos en el cine. Lo vemos también en el campo de los estudios, en centros de educación y universidades de prestigio que te venden títulos, junto con la idea de que serás un fracaso sin ellos.

Cuando no sólo te quitan tu dinero y tu tiempo: también apagan tu luz y te desvían de la persona en la que realmente te quieres convertir. Pero todos caemos, porque es lo que llevamos viendo durante décadas.

Lo cierto es que lo que entendemos por “falsa luz”, no solo está en los mundos invisibles, sino en nuestro mundo tangible tambien".

Sin embargo, ¿somos más felices con esos títulos, con esas máscaras, con esos productos, con esas hipotecas? No, pero algunos se sienten tranquilos pensando que así forman parte del mundo real, que así serán mejor aceptados, reconocidos y apreciados. Pertenecer a la masa es la ilusión de muchos. Pero al fin y al cabo, es sólo una ilusión. Verdaderamente te desvías del camino cuando abandonas tus sueños, cuando dejas de creer en ti y en que otro mundo mejor es posible. Cuando has llegado a ese punto, definitivamente puedes decir que te han robado tu luz, y ahora eres como un zombie, o un robot. Cuando no haces nada por evitarlo, aun dándote cuenta de ello, dejas de ser una víctima, pues sólo tú decidiste.

"Nosotros somos los únicos responsables de nuestro camino, de aprender a distinguir si nos manipulan, y de hacer algo al respecto. En lugar de eso, muchos eligen ser parte de esa falsa luz, y hacer lo mismo que hacen otros: mentir, manipular, y tratar de robar a otros su luz".

Las personas que viven en la falsa luz son egoicas, o egoístas, celosas, envidiosas, farsantes, charlatanas, embaucadoras; fingen que son mejores, se mueven por apariencias, se quedan en lo superficial, eluden el trabajo personal mientras atacan a otros; abusan de la confianza, del poder; malutilizan sus recursos, poniendo sus dones y habilidades al servicio de sí mismos, pero no en beneficio de los demás.

Las personas que viven en la falsa luz te traicionan sin reparo, engañan sin miramientos, fingen ser amigas y están tan acostumbradas a dar otra cara a nivel público, que acaban despersonalizándose y sin saber quiénes son realmente.

No son transparentes, por eso es importante discernir, aprender a leer e interpretar las energías de las personas, conocerse bien a uno mismo para poder entender la realidad de fuera, ser muy honestos para reconocer lo que no nos conviene, y valientes para distanciarse de ello.

Sólo quienes trabajan a fondo en sí mismos, cultivan el amor dentro de sí, y ponen sus dones y talentos al servicio de la comunidad, son capaces de conservar su luz, hacerla crecer y evolucionar.

Las personas que viven en la falsa luz, sin embargo, experimentan una caída de conciencia, dan un paso atrás en su evolución. Por mucho que en su mundo superficial aparenten tener más lujo, más dinero, más belleza, más reconocimiento, todo es falso. Es sólo una ilusión. A la hora de la verdad, todo eso es efímero, se desvanece, y lo que antes parecía éxito, luego se convierte en una vida llena de tristeza, inseguridades, frustración y vacío. Que no te atrapen. Que no roben tu luz. Aléjate de esos diablillos. No te conviertas tú en uno.

Como es arriba es abajo.

Pero es aquí, en la Tierra, donde aprendemos a discernir, donde somos libres de elegir, y donde tenemos la oportunidad de ser mejores personas. Al final, lo único que nos llevamos al otro lado, es la luz que somos, la luz que portamos gracias a nuestro esfuerzo y gracias a no sucumbir ante las exigencias del ego. Porque... ¿qué es el ego?. El ego es la voz de Satán. Etimológicamente hablando, la palabra “satán”, en arameo, quiere decir “adversario”; y según la tradición cabalística, lejos de ser ese demonio rojo con cuernos que imaginamos, o que en algún punto de la historia de las religiones nos hicieron creer, “satán” es una fuerza, un impulso, una energía opuesta a la energía divina. Es la oscuridad versus la luz de Dios; es la energía contraria, pero no una personificación.

Es la voz que se opone a la voz de tu Conciencia; es todo eso que no es luz, que no es amor. Es la energía del miedo, del odio, de la ira, de la mentira, de los celos y la envidia. Es la energía de la codicia y las bajas pasiones, la energía del sufrimiento y todo aquello que no esté en coherencia con el corazón.

"Podríamos decir que este mundo de dualidad y apariencias está regido por Satán (con sus muchos hijos); pero lejos de considerar este adversario como enemigo, podemos ver que es sólo un oponente dentro del mismo juego, pues el ego es precisamente lo que nos permite distinguir entre el bien y el mal ".

Nos da la oportunidad de transmutar nuestras propias sombras en luz, de no caer en la tentación, y de encontrarnos a nosotros mismos, más allá del “yo”.

Trascender el ego en este mundo no es sencillo, hay que quererlo, hay que intentarlo, hay que ponerse a ello. Pero para eso hemos venido: a recordar que somos luz, y que en algún momento de nuestra historia, nos perdimos.

RAQUEL SALAS. Terapias energèticas para Personas y Animales.

Tratamientos personalizados y cursos orientados al crecimiento personal y espiritual.

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