
6 minute read
OUTSOURCING, tendencia vanguardista
Los entornos empresariales han dejado de ser estables y predecibles. Actualmente han evolucionado y se transformaron en sumamente dinámicos, a tal punto que requieren de respuestas rápidas para atender mercados globalizados, más competitivos y clientes mucho más exigentes. Amaral es la aliada de las compañías que ven en el outsourcing una oportunidad para escalar sus negocios.
su proceso de negocio, brindándoles soluciones que transforman su gestión empresarial.
“Nuestros servicios integrales de outsourcing abren un abanico de soluciones para las empresas, las cuales pueden contratar uno o varios servicios adecuados a sus necesidades particulares. La amplia gama de servicios integrales de Amaral incluye el outsourcing de los servicios contables, impositivos, laborales, administrativos, de auditoría interna, de asesoramiento legal, de consultoría de negocios y TI, la venta de sociedades y su puesta en marcha, así como la asistencia en la formación de nuevas sociedades”, refirió.
Por su parte, Iván Acuña, encargado del departamento de Asesoría Legal de la firma, reveló que la nueva consigna de Amaral es “Soluciones que Transforman”. Este mensaje refleja la esencia del estudio, que fundamentalmente busca ofrecer soluciones a sus clientes para que estos puedan desarrollarse, alcanzar sus objetivos y, finalmente, transformarse en la empresa que visualizaron los socios fundadores.
Para enfrentar las transformaciones que a diario presenta el mercado, las compañías requieren repensar su sistema organizacional, centrarse en aquellos procesos o funciones claves que constituyen su core business, es decir su razón de ser, mientras dejan de gestionar internamente aquellos en los cuales pueden ser asistidos por proveedores especializados a través del outsourcing.
Irmina Vega, gerente de Outsourcing de Amaral, explicó que desde hace 20 años contribuyen con empresas locales e internacionales, a través de su experiencia, con una amplia gama de servicios integrales de outsourcing, acompañando a los inversionistas en cada etapa de
Contratar una firma que provee servicios integrales permite encontrar sinergia entre distintas soluciones en un mismo lugar sin necesidad de recurrir a un proveedor distinto para cada necesidad.
Esto resulta sumamente cómodo y a la vez efectivo para los empresarios, también les garantiza una calidad consistente en sus distintos servicios tercerizados y les ayuda a optimizar sus costos, teniendo en cuenta que la contratación de un proveedor integral tiende a tener honorarios menores a los que si se hubieran contratado por separado los servicios requeridos con distintos proveedores.
“El ecosistema empresarial en Paraguay ha dejado de ser estable y predecible. En ese sentido, percibimos que presenta escenarios nuevos y desafiantes para las empresas ¡y cada vez con mayor frecuencia somos testigos de inesperados y disruptivos acontecimientos que afectan a los negocios y a las empresas! Asimismo, ese ecosistema parece ser cada día más competitivo en todos los rubros. Esta situación, naturalmente, vuelve a los clientes más exigentes y demandantes de soluciones eficientes para afrontar sus desafíos diarios”, reflexionó.
Iván también compartió que interpretando esas necesidades de sus clientes y del mercado en general, atendiendo a la creciente demanda del mercado y a la necesidad de diversificación de sus servicios, en 2019 Amaral decidió apostar y conformar un equipo de profesionales competentes que puedan brindar soluciones a sus clientes en el área de asesoría legal.
La amplia gama de servicios integrales de Amaral incluye el outsourcing de los servicios contables, impositivos, laborales, administrativos, de auditoría interna, de asesoramiento legal, de consultoría de negocios y TI, la venta de sociedades y su puesta en marcha, así como la asistencia en la formación de nuevas sociedades”. Irmina Vega, gerente de Outsourcing de Amaral.
“Pero no solo brindamos soluciones, sino soluciones integrales. Esto quiere decir, en esencia, que al incorporar el área de servicios legales, el cliente pueda encontrar todos los servicios que necesita para responder a sus desafíos diarios en un solo lugar”, precisó.
Como ejemplos agregó que el cliente puede contratar servicios profesionales altamente integrados y complementarios como son los del outsourcing contable, asesoría impositiva y asesoría legal, consultoría de negocios, entre otros, en una única firma. “Aunque pueda parecer reiterativo, debo también puntualizar que, encontrando esa respuesta integral en un solo lugar, el cliente gana también en eficiencia al evitar tener que tratar un mismo caso o proyecto por diferentes asesores, cada uno con su propia especialidad y estilos de trabajo y relacionamiento con sus clientes”, refirió.
Valor agregado. Esta respuesta integral también genera un valor agregado para el cliente, porque este recibirá una respuesta de profesionales que analizaron y discutieron el caso desde diferentes ópticas, por lo cual contendrá todas las implicancias contables, financieras, legales, laborales y tributarias que el asunto requiera.
Por último, Iván aseguró que desde su experiencia personal, puede confir- mar que trabajar junto con profesionales de otros ámbitos, especialmente con contadores y especialistas tributarios, ha ampliado y enriquecido su manera de trabajar y prestar asesoría a las empresas.
“Hoy en día, ya no me concibo trabajando estrictamente con una óptica legal, porque entiendo que el mercado y los clientes requieren una asesoría integral. Cada vez estoy más convencido de que hay que seguir apostando al trabajo en equipo y a la prestación de servicios integrales. Esto es lo que generará grandes resultados”, concluyó.
Durante mucho tiempo escuchamos que las empresas deben ser resilientes. La resiliencia es la propiedad que tiene un objeto de volver a su forma original después de haber sido sometido a algún tipo de impacto. Una empresa resiliente, en este concepto, puede sufrir una crisis, pero al final la logra sobrevivir y retomar su trayectoria y sus características previas a la crisis. Esto sucede con empresas que enfrentan crisis económicas, competencia y/o cambios tecnológicos significativos en su sector, pero que logran recuperarse de estos impactos y continúan existiendo. La principal recomendación de diez de cada diez consultores en las últimas décadas fue: “construir una empresa resiliente”.
Recientemente, el escritor Nassim Taleb proponía que, de hecho, los profesionales y las empresas no deberían buscar la resiliencia, sino la “antifragilidad”.
Según el autor, “algunas cosas se benefician de los impactos; prosperan y crecen cuando se exponen a la volatilidad, la aleatoriedad, el desorden y el estrés, esas mismas aman la aventura, el riesgo y la incertidumbre”. Por lo tanto, la antifragilidad está más allá de la resiliencia o la robustez. Mientras la empresa resiliente resiste los impactos y vuelve a su estado original cuando pasa la crisis, la empresa antifrágil se supera cada vez más con los impactos. El autor continúa: “la antifragilidad tiene el atributo único de hacernos capaces de lidiar con lo desconocido”. Este atributo es cada vez más importante en una era de constantes crisis y cambios económicos, sanitarios, geopolíticos y tecnológicos. Entonces, debe preguntarse si está construyendo una empresa antifrágil, en lugar de una resistente.
¿Cómo desarrollar la antifragilidad en los negocios? Desafortunadamente, no existe una receta para construir una empresa antifrágil, pero hay algunas pistas que pueden ayudar en este proceso.
1. La antifragilidad debe integrarse en la cultura de la empresa. La famosa cita de Peter Drucker nunca ha sido más cierta: “La cultura se come la estrategia en el desayuno”. Es decir, no basta con planificar y crear una estrategia si no se incorpora a la esencia de la empresa y forma parte de su cultura. La antifragilidad implica la disposición a asumir algún tipo de riesgo, a aceptar la incertidumbre y ser capaz de reaccionar y beneficiarse de ella, cuando inevitablemente se presente algún evento inesperado. Es poco probable que una empresa que prefiera operar solo en entornos seguros y que intente minimizar su exposición a cualquier tipo de incertidumbre cree una cultura que apoye la antifragilidad.
2. No eliminar todos los factores estresantes en la empresa. La reacción más común de quienes están en la alta dirección de las empresas es tratar de minimizar o eliminar todo aquello que genera algún tipo de estrés o conflicto en la organización. Las empresas antifrágiles utilizan la perspectiva inversa. Los empleados que piensan diferente a la mayoría y los proyectos cuyo resultados son absolutamente inciertos (dentro de límites presupuestarios definidos, por supuesto) deben ser alentados, no eliminados. La dosis correcta de factores estresantes e ideas conflictivas puede ayudar a una empresa a estar atenta de su entorno y actuar rápidamente.

3. Reflexionar sobre los ‘Cisnes negros’ que pueden afectar al negocio, aunque sea imposible predecirlos. El Cisne Negro es un evento completamente inesperado, pero tiene un impacto significativo para una empresa. Cuenta una anécdota que un carnicero alimentó a un pavo durante mil días. El día mil uno, el pavo estaba convencido de que su comida llegaría con normalidad, pero era Nochebuena y definitivamente se llevó una desagradable sorpresa. La sorpresa es un Cisne Negro para el pavo, pero no para el carnicero. En resumen, la empresa antifrágil no se basa demasiado en creencias y evidencias pasadas. Se deben crear espacios que permitan pensar el futuro como algo completamente diferente al presente, y cómo beneficiarse de estos escenarios.
Hacer que la empresa sea más abierta y colaborativa sin caer en la ingenuidad
4. Mi cuarta recomendación es aceptar que no todas las personas inteligentes trabajan para uno. Se espera que existan empleados inteligentes e innovadores capaces de transformar el negocio, pero sería ingenuo creer que solo hay vida inteligente dentro de la propia empresa. Sí, suena obvio, pero todavía está arraigado en la cultura de muchas empresas. Cuando la alta dirección acepta el hecho de que muchas buenas ideas pueden estar en la intersección entre su negocio y socios externos potenciales, comienza a fomentar una cultura de apertura, colaboración y asociaciones estratégicas que pueden activarse cuando surja el próximo Cisne Negro en el horizonte.
Raíces que conducen al éxito